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fumpm e§e VeEm : vlda y mhra rsCI ds"mn¡átñea
F.l fsi¡iro
Í-a hertvzosura cle Angélica
I,A EPICA f,a ¡;atomaquis
l,a frragrsntea y la Üarr¡na trágit*
La i{erusalén crsxquist*da
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Arcü.{lia y PasÍares de Be!én
I-,,\ NOVEI-A El peregrino en sw patria
l-as rcovelas a &§s"r*ia {*eonard*
[-,,q DOROTEA
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VlmA V F'gÉt§Ül\AI-IDr"am
3' tle ),
partc de su vida' muriendr:
l,{acido cn ivtrarlrirl, en 1562, vivirá en la Villa y Corte la mayor
y extensa. A todo io iargo de
eñ ella *n 1635. Su deriicacióir vital y literaria a M*elrlcl es irttensa
su o*:rra draniática y no drarnátiea encontramos §u h'Iadrid,
ya cÜslumbrista' ya pÜÜtizedO' ya
Ds amorr]siI' '4sí, en el
hccho lirica personal. lnclusr: en momentos dificil*s su '¡isión, su critica,
§{)neio que emPieza:
poirre, la de un arlista
L{abia venirjo al mundr: en e[ seno de una falriilia modcsta, pero no
por los enflerm*s pohres" A
br:rdaelgi. ele interesante carácter y que in*ulcó en su hi.jo ta caridad
su paclre io recucrda rnás dr una vez. Pcn ejemplo, efi e§te sgnetq) elegiaco:
que
F*recc ser que estu¿ió con ios jesr"ritasi de Fr{adrietr Xas prin:eras letras, en una edue ación
el princi-
seria" conicl la cle iiqur:llos ticrnpos, erninentemente humanist'ica, coru preselcia desde
pilr del latin; despuéi pretendió ieguir carrera ¡:¡riversitaria en Alealá, lo que
-segün explica él
y a*lo-
niismo en 1ü poeffia-- no se curnpiió por cíiusí: de una mujer" Fasad* e$til e¿epa 'le niñez
il;¿
XXV/4 HISfORIA DE LA LITERATURA I
lesceneia, su vida se puede concebiry estructurar -y esta estructura va más allá de lo metodoló-
gieo* en torno a cinco n:ujeres; tres amantes y dos esposas. Todas ellas van a eslar presentes"
más a menos directamente" *n una cie las etapas de su creación poética"
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l.{}§'ir:}nlA ÜE tA LiTEilA-ILIRA I
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IVfur:rta su prirner* espüsa en 1594, el po*ta desea regresar a bladri¿I afanosam*nte
y lo
|, perdonado por -Í*rónirno Yelázquez' En
cr:nseguirá tres años *nt*u á* curnplir la senten*ia, al sor
:
i.,
i,i qur Ie a
lSgB está en hdaclricl, e n clonde pulrlio* su Arcadiu, prirnera obra de gran envergattrura
d¿¡
i.:
l
rJgrlcrer, Bu*ri coil1$ rlramalurgo y poeta lírico ya'era conocido'
l
En ¡,s años si¿tuientes" entre hdadrid, Toleclo, y r;na serie de via.jes a §ievilla, I-ope
vil'irá r-rfi
y cl alÍcln
d*hle arnr:r, *r lo que podríamos !lamar el verano cle su existencia' Estivai nradurc
es
oodel
po,l la comecliante Micaeia de }-uján, on sus versos Camiia Lucinda -natu¡:al
corazon de la
hd*rena Slerra"--, :i la que sirve de eontrapunto el agridulee y hoga.reño amor POr su segunrla eu-
tcdo, Ia prirnera gren obra
yrnsa, .!uana de Guardo. Can¡ila l-ucinda está e¡i relaeión, sohre c<¡n
iirica du: L.ope, las ilimas, ün una eta6ra muy impnrtante, en la c¡ue el pü*ta se eleva a 1¡l f'ama r"¡a-
cional, que culmina con elteatro de los primeros añ*s del siglo (de 1609 es al,{rfe nwevo
de hac*v
que vuelca su pasión pr:r
coswwdiás y la "iemtsu!én conquistada). San nurnerosos los p*emas ell
[.,Lri:in{a, mosr,'an.io en algtl-nos su inquietud por esta pasión adulterina' Como
el siguiente:
Juana, Carlos Félix, así como la propia muerte de ella, van a servir de catapulta a su deseo
tardlo de hacerse sacerrJote y de escribir poesia hondamente religiosa, cuyo modelo son las ^Ri-
mas sacrüs (1614), sin olvidar los Pasfores de Belén, un poco anterior (1612)' Las Rimas sacra§,
adenrás de conrener auténtica poesia religiosa, como los sonetos ¿Qué tengo ya
que mi amistad
procuras?, o Cuando me paro a cantemplar mi estado, nos muestran también sus afectos huma-
nos, si bien diyinizados por completo en este periodo, €n una serie de poema§ eomo el maravillo-
so A la muerte ¿e Curlos Fál¡x, su hijo, en el que leemos zonas de su intirnidad familiar,
corno:
1 t;3
$
HISTORIA DE I-A LIÍERATUNA i
i;
X)iVr'6 *
i
Añlerilis o el otoño
cincuentón -1o que es cgnsidera$le
Tras esta etapa, varias veces padre, viudo, §acerdote, yiene
edad para la época- go.*"* q*e Lope, al fin,
va a vivir un sosegado otoño' Pero este oroño
los de su- úitimo y tal vez más prof,undo
irnp*lsado por nuevos vientos arnorosos eáreguidu,
en la obra de Lopc' La conoce
affror, Marta O, fq*rurrr, liamada AmarílisyÑlarciaLeonarda
arrebatará prácticamente a su e sposol hasta
ltre-
casada y sufre por ella tal enamoramiento ;*i;
y sacrilegá amor des¿e 1916' naciéndoles una
varla a su casa, donde viven un iritenso' uáit,"ro
las composiciones' cartas' 1' hasta alguna
hija al año siguiente. A Marte van unidas casi todas
que I-ope escribe en esta larga etapa' Muy
significativamen-
comedia como Lc viuda valencíana,
pr.rio* ¿o r¡ tameia y La Circe, q" tontitnen e.)tre
las dos' las novelas
;,:ñ#;ff*ffi; por petición de la propia Maria'
a' Marcia Leanarda, escritas al parecer
Eglogu Anmrilis: I
I
No quedó sin llorar Pá¡aro en n-ida' t
1l
154
xxv/7
ilIST'JftlA tlE LA LITERAIURA I
Iln es{,r¡s úlrirrios años invernales, entre la tranquiliriad de concien*ia y Ia reflexión que !e
¡:i-oLIuccn cs{(is }rrilvfs t!isgustos,
l-tt1lc siguc crcanrlo y concluye [-a ilarslect, su gran obra'
en aquel ¡:rimer arnor"iu-
dor¡r.le r*ri!'ea uila dc sus giancles pasiones, la mujen, repr*sentada aqui
Hi-
i*nil y priirar.,cral dc [.,lcna Osorio.'Iambién rflcrea su otra gran pasión, la literatuna, en las
nta.y h¡,ttttutr¿¡,y ), riit,i¡tg.s de! licenciudo Tomé de Eurguillos, sutil
paroclia de ias letras dc su tic¡n-
y se cirfien[¿r riirccia y sercrramefite con su otra gnan pasión, Di{ls, mr.lriendo sn e¡;trectla co-
Xrr.
esposrl§; en aqucila
mLinicacii-..¡r ccn L:1. ya srtio. tl[]ertos o idos sus [rijos; rnuertas sLls amantes ]i
que él cienontinaba sL¡ c¿lsilla rfe la calle Francos *l 2-l de agosto de 1635.
Al dia siguicnte flic clrtcrraclo. Eil torias las letras españolas n0 se recucr<ja ut.l honrertajc
póstumo scmejantc. 'loiji: Irlaclrid" en un solemne entierro, acuclió a acom¡:añar a §u
po*t a'
Cc¡mo apostilla a sLr vida, copi*nlor: las palabras de [-.lstarroz, comenl.anc]o cl cniierro:
..gui-rr.¡ nruclras nrujcrcs" Acabaron a las «los de la tarde, y a Ias cinco de la mañana no sc podia
y haccrle
cntrar en la iglcsia. Fuc depósito, porque cl duque (dc Sessa) quicre llevarlo a su tierra
ull solctt.tltc scpulcro. No lo quicren asi los de Maclritl""
en una
Sin cmbarg¡. cl roluble Sessa lo dejaría allí, dcscle clonclc pasaría a la losa comun
nlouda. y al;i sc ¡tr:rcleriit el cadávcr dcl Fénix'
blr: c<tinl¡ ntr¿l)tll lrr llrr¡ra scrie rlc rctratos que ha reunirjct y cstuciiacio !-afluentr: Ferr¿lri, eorlsi-
i¡ur t1r la sr:ii,-'rllri ir¿rrroca v de los individuos barrr¡cos casi todo lo c¡ue dcsca. Vnla deilicar
colno apónclir:c it :,r,i ', itilt utlas iíncas ¿r este LOp*'
X{ay Lrn¿r llrr:,i:. rn firrina cle conse.lo al poderoso Duque ele Sessa, cll el intcrcsantísimo epis-
1r.¡lario cí¿:l l.¿;;¡¡.r, qirc es toda una cleflnición cle urgeneia de su manera cle atlrirse
ca¡rlinr¡ en slt
il*he liur¡ri-
b;r¡'roc* siglo: ic rJice i;ue hay que ser como el caldero, que fiara sacar agua rlel ¡rozo
y que irrtgo. sLllttttltt lit ha conseguirio, debe salir y olvidarsc del pozo' Agua es irara l-ope
ll;rr:;r:,
la ¡:ociir,, el anr6r. l¿r btllez.a en gerieral, y el angustioso dinero de cada dia' Lope es de huntil;ie
íamilia, i' sgiir nrinl¿rclo ¡,consentido en grado suffio por todo el país" incluidos los más altos"
c{)n me-
Lopc es tlc iliir¡tildr: ccont;mia y ganará bastante cline¡"o con la plurna' ya directametlte {)
que eclita sus obras
c*ri¡izgú§! liasta el ¡runt9 cle ser, tal vez, nuestro primer escritor profesional
--r¡e rcflerr¡. stihre tor.i¡. a l¡rs no rjr¿rrnáticas, uuuqu* edita tambiéi: las ijran]áticas- tlon la [ena-
*itia,j. i¡-lclu:;i'.c,,¡,rllliea. Llu un cscritor de hoy, cuando ni Üóngora ni Queverlo, ni la niayoria
dr ir.rs,;¡1ciír¡i:r,s. iirr¡-.rr¡rir:rr.¡il sLrs uersos en vic!a. L.ope es cle hL¡inilcie linaje, y la socicdati le per-
mitir;¡ r-rr,idcntrs ¿iltu-rs-s ¡n<traies -adulterio, sacrilegio-- eiue no se perntitieron ni aurr a algut''ttls
¡y-,clei-gs6s. [-opc su¡ro rlreclir. §upo
pedir. Supo pasar rlesapercibiclo o corxlt] el más famoso de [n-
.l,rs, s,:gúp lt¡s ¡ir,cles o problenlas de que se tratase. Y se hizo perrionar, eil Io p0sible' su latTia'
ya litesen no-
su relatir,,o bie ncstur I su moral, ante aqueilos que verrlarlerarnente poclian dañarle,
blL,s L) *!,ci-itrrer. [)rel'iri¡ -recLlórclese el caso Góngora- no abrit u¡la
]ucha dcclararJa y i'lirecla,
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ill/S¡ 'nl^' D[ l/' i'l r Eí]ATURA I
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156
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iiiSTON¡I\ DE ¡-A LI ERAII-iI]A I
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§-opr, prerfesfional
tr a forrna cle publicar tr-ope su poesía le hace ciiferente de la inrnensa mayorin de lcls poetas e{e
su épr:ca. En cuanto que puede, desde 1598 hasta su muert€, edita sistemáticamente, corr'io un
p*cla ele nuestro tiernpo, sus libros cle versns, y flroeüra darles la unidad de libro, sr"iperando con
frec¡:encia la simple recolección de poemas, basánelnse ya en el tono, ya en ei tcma, ya en el me-
tr* predomiilanle. Es decir, es un poeta Xírico *en Ia rnedida que estc) es posible- "profesional".
Nc puF;lica eomo algo convenciexai y aislado, sino que pubiica, tal conno se haee hoy, t*do lo
r"jufi cree buenr¡ para la imprenta. §i a esto aña<limos su constante producción teatral, tan pareci-
da en si¡s vertientes sociales y econón"ric&s a nuestro eine de hoy, tendrernos en Lnpe la imagen
perfecta de un hombre moderno en su forrna de prcfesar la literatura, incluso lo n:ás íntimo,
üorilo es la Iírica. Frente a Góngora, su gran rival, el caso no ofrece etrudas. Don Luis rnucre sin
editar sus obras, 1,' escribe de vez en vez, cuando le apetece, mientras que L,ope escriL¡e siempre,
d*sde lue go pür una vocación irrefrenabie, pero tar*i:iri¡r con un claro sentido del oficic. Góngc,ra
escriile poemas, dejando algunr:s de lE:s fundarnentales sin acabar, crlrnü cafisado; Lope escribe
ps*inas y específicamirnte libros, algunos concebidos corno tales a priari, rasgil modenno no fre-
f;i.r€nte en su época.
Foesía e historia
Otro carácter de su obril, tal vez el más importante, es el de unir su lírica a su vida de u¡:a
inanera sinccra y dirccta" I-o¡le es, sobre todo, moetrerno en este rasgo: efl qr.rf, es el prin:er poet*r
esparlol que pasa cit": ia alegoria poética y del recóndito seudónimo a Ia realirlartr, contándonos sr.l
inti¡niaad, aun en probleinas rnuy espinosos, corr{: hemos visto ai lraz.ar su biognafia. En este
frtrreno, hasta ei F.ornanticismo no encontrarncs ese deseo de comunicacién -unido a un cierto
§*ni.idü etre la cr"rnf'esión pirblica y del desenfado- de contar cierta$ intimidades: en un Cam{a a T'e-
rcsd de lispronceda. por ejempio" En Lope es éste Lrn proceso muy claro pcr el que vemos cúmc:
dil un ¡:aso desde el i{enacir¡riento hasta el siglo X{X, ayudado por el Ean"oeo. Ya henros vistci aón¡o
su vicla amorosa y' lamiliar viene cr:ntada, con detalle, en su poesía. Su prirnera historia de amor, con
L.ler:;l Oscrio. r'ierre rl::l'ra¿a<ja de rornance rnorisco en el que ei poeta, más que ocultarse en el
cr:tidónirilo 2l¿tirlt , :,il ()sitürlta en el contexto de una historia re;ll, de mucho"e conoeicla, bajcl una
ni<rda literia ilcl nioilr¡rtc¡. En ei segundo arnor, el rle lle{isa, naclie dur1a que su seudónimo (Ee-
l*rdu) sea ur: rrdor¡lo qiie cncaja con el género cie rornance pasioril en que cuenta estos amoses, y
irr ¡"¡n ¿:eultan:icnto rL'al. Otra cosa es cierta, y es c¡ue, pasado el tiernpo, se olvidé la ar.¡toría de
cie rtc¡s poemas de jrrvuniud sobre Elena Osorio y tL!.vo que restituirlo a {-cpe la erudición. Pero en
su tienrpr:, ¡ri krs libt-'lrrr qric r--scribió contra la farrilia
-es clecir, lo más torpe que ha salirio de su
ptrunra-- sc oe Liltti a sus contemporáneos, como prueba el que fuera procesado pcr ellos.
Ahora bi';n. pasadr)s Llnos años, en sus amores con Camila Lwcinda, su autobiogr¿lfisr¡ro ha
riildc u¡r paso hacia acielante; ahora no hay ni la veladura de la doble historia Filis-Elena, o
[Sclisa-isabrl; ahora, aunque el i¡so del embellecec.lor seudónimo {-ucinda en,¡ez de Micaela Lu-
ján. persista. la historia cs única" directarnente la historia de sus atrnores con Mieaela ["uján. Así,
utrando cm¡lit'zr un sonüto:
rslÍim{)s il*nr.ro va ticl tipico cancionero petrarquista, blanco, alegórieo presidido por e\"fahttla
ir1,]
t¡txa'ttct-fui, sino que \r"rlros palpitar e¡r el soneto un amor coilcreto, apasionado y sln veladurils.
1§7
I
XXVI1O
mostrancit¡ al desnudo su
'ffi
dará otro paso hacia adelante'
Enseguida, en las Rí¡,¿a s srccras,Lope e n c1 qtre muestra
un li6ro qut poitiu*os.ilamar monográñco'
crisis religi.sa, y publicándola en de su alma pecadora' Y a'i
sus dolores, sus pasiones, tanto
la mueúe ¿."u tijo, como la contrición
t'a'a'subiograflianoscuentasuafanosahistoriafamilian
finaldesu vicia, *o*o-íi**ns visto a, lo n"rismo su
,*ri*r, ü Áayo.íu *n.forma de epistolas a amigos' Nos cuenta
en varias poesias
ie Marc.f"'.n'*f la cle Lope Félix' sin oivi- lffi
amor a Marta, qr. f*lrrrru¿a "onr*to,.que 'iue'te
deshonroso cle su hija Antonia
darse de poetizar enla Egloga
Filis,puUticaáa en 1635' el rapto
embargo' nada que ver con
d- p;;;t fo.r1" (No tió"t, sin i;ifilr
Clarir, para ta qu. r,uipriá¿? V "uroi que esto
Antonia clara el Huerta deshecho,.o*o vu
a**stró E' Asensio') Y tángase en cuenta fii'rnados cc¡n
lo, r,ombres más famoso, á; ;; ¿p""a' sacerdote y viejo' y en libros
"5r* iiffi[
lo hace uno de cuente' tras'
nada. Aholu no ouiere clecir que io que Lope
su propio nombre, ,1n-o.ul,u, sucediclo' E incluso en algún
poesia, tenga siempre una
ixactayreal con 1o
puesto en "orr.i*ián luga c1c Antonia Clara'
momento podemos lf?rá*no, una clara
d";"Ñ;;;o'ná en.el caso de laI{uerto rlr:sheclto' apare-
pét*u' pubiicado en su
problen:a verdaderamente misteriouo, ou*J*",t*
eió prirn*ro en un t-tft" en 1'633' antes de efectuarse la fuga'
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XXV/'1 1
iII§TüI-IIA DE I.s LITTRATUHA I
§.,erp* y eI leargunje
gongorino' La
En cuanto al estilo, con L,ope nfi§ entüntrAfllos ante un caso opilc§to ai ideal
i¡ltttnsitlatl dcl cstil«; dc q.lon Luis se convierte en l-otr¡c en humanidacl y en extensién' Lope es
y lA *x-
püeta ei* n:uciros regii;tros y aun de varic¡s estilos, ellgetrzadr:s p?r.§u agitada biografia;
etc', ha0g r¡u* hirya
i.{n}ii{iel r;i": ¡r,rr'rs, tr¡rrt¡s" gúncrr;s, rlir:m*tttü$, clreultstancias, ¡:roflesi*n¿¡[iclacl,
señala flvfon[esinos, x1]o$iento§ clr naan gus-
e* su obl-a altii:u.1,y, niuy'consideralrles, inclusu, corno
p*ótíca rJ* I-opc' y la virla ss irrefi:le-
tg. hI*,*x¡rlicp crt() ngrt¡uc ia ¡rr;csia clc X-opc en la historia
gusto, caidas en pii:;tdr: clc 1a
r:lii¿hl* quc tdrlll¿r cn lo inriivirlilal 1' en io colectivc¡ m*rnenttls cle mal
géneros' cr:mr: son {c¡dsfs
ütica y cle, I;l cstÓf ic¡. ['-sto sr:bre todo en un poeta que practicó tnntos
ser el rnayor poeta creaclor cle lo trarlicior¡a! ilos
lirt tractricir:ni¡les --h¡l[:l¿ir cle esta {aceta suya cle
ya ya recreaclas, la reeleindill¿1, el rornÍinci:"
lic.,,aria páginas . cic:,rlc las letras para cantar, ¡iuya§,
anlplísimo sonetario" sus égio-
et**ri:ra, l'lastra cl pocma cultO, ir¡clus<l pasado por Góngora) en s¡J
pgr Üámaso Aloirso*- que
g*s, epist*las, c¿lnciritlcs, etc.. llegando hasta una ¡:oesia --analiz'aeia
dr: Í"ope paetc popwlar o Lope pÜel{r seficilla *§
f ,,ie re sr:r r,,c'rltt¡lari;r.nrrrlle fliosófica. tr-a etiqueta poesia que uniese
n:uy ineonrpleta. L-,opc ¡'rto¡rugnó, y lo Lra estudiado rnuy bien Montesinos, una
e1 i*ncepra (que li: purecir',nuy eipaiiol, siguiendo e1üsncianera
general y sus parientes) al or-
equilibrio entre an-lbas f,uerras
¿¡¡¡to italiano, ¿e rrue,,,¿ts estroras y ritrnos, de un nr¡evo léxico. Un
fii, l
L-¡\ EPfCA
y malos qur' circundan a untr docttia
H,n rnedio tlr,, la ar alarlcha rie poernas épicos mediocres
¡.ir utrras üotablcs. ,icnrpre bajo el complejo nacional de no tener un Tasso ei un Carnoens, l,r:prl
jí: flrcseilta, c,:nr,, siunprc, con una abundancia y una extensión increibles dent.ro del gánero'
q*e
hjos ha deja.J6 rrris po*r,ras narrativr¡s que naclie; más variadc¡s, efi metro, tono y tf,fiiÍl na-
,Jir; 5, con lanta an'ibiciq:tr como el que más. Ahora bien, todo esto no quiere decir qLle l-,yft"e l¡.aVa
lriuritarjrr en l¿ pr;c{ia narraiiva, sino más bien l* contrario, si atenriernos a un e*fio{l cle belle¿a
,J* ;.lcuercis ciln :iu p;'r,pio lalento. De.jando flparte los.poernas dldácticos, en perts transicl0s ele
iubjtlivisrno. i/ qur no pucl*mos colocar en la épica con razoil€s mucho inás fuertes que *fl la lir"icll,
,:n,,ria el nragnifico Lau¡'r:! rfu Ápalo, el isagogue a los re*les est¡,¿tl{t¡s, o el {irndarnenta! Arte
rl}'tevÜ!
i¡rrc er;tu,,Jiarr-nt()s c{ln clctaiie cnel tema sig*iente; y sinentrar en lcls cies*riptivr-ls,
muy serneja{}tes a
¡lr¡:,s lirico l¡ir,:itigici1s. conro L¿¿s.r/Testas d€ -D*ni*, o la rI)escru¡,rcióu do la Tct¡t*xla, pOdcmos ha-
rl(:y-cuatro gpsi)r)r cic poe inas épicos lopistas,,Je ln fcrrrn¿i siguiente; religiosos; *l lsidr¿¡; tlcveles-
iir:i: J-.r¡ ht:r¡¡.ro.syt6 de,1ngélica,"burlescos: L$. {.iüÍotnaquíai Y los histórieo-legendari*s, en los
qire habrá quc cc,nsiclerar por !o menos tres: /,a §)ragonteet, la {'orona trdgiru y la Jerus*létt
,.:t,: lt.lti';t Adtl.
It §r-ir{rEl
b:i !siriro os urlo c1e los primeros lihros puh:iicad*s por [-o¡:e. Lo ]race en 1599, en un mo-
*co-
!1úrlr.r) en que estil cr-rnsiguiendo un renombre nacioital. Ccnsta de cii*z cailtús y nos cu*nta
ms_r hiz.o otras tantas veces erl poesía. y en teatro-". la vicla y miiagros
clel santo, con un tc¡no á ve-
c*s hcr*ico. {lün esccnils irrlernales, con ángeies celestiales, c*n ninfils, etc.l útras, con tono faini-
linr. r.;i:mo cuando rros habia ile la bg<1a deiprotagonista con §ante h¡l*nia de la Cabeza- Asi, hal'
*n [a otrra épica clos mundos que, ensamb]ados, tienrJen a estructiirar una "tragicomedia", §i [e-
r ñ.)
l
I
I
Hi§-{.)iT,I¡,i DI LA LITERATURA I
xxv/1 2
I
.
poema raCi-
de poesía' La mayor importancia cle este
nemos en cuenta esto§ dos diferentes tonos
y tingüistico que da. Lope con él' Lln tema madrileño'
1o-
ca en el ejemplo de casticismo temático de ,i Ot la estro-
cal,y escrit..n quiniiiius, en un lenguaje lleJo de gru.io y de simplicidad, T.?:,:
teórico y práctico de un casticismo español
fa que tanto admiré;;;t; ;, r.a.r"g3,iia*a, "o*L
iiteratura' en momentos de nacionatrizar lc
que venia del concepiii*o ¿"f siglo XV. En nuestra
que escribir en esa métrica una historia sernejante'
italiano, no se podía hur., ,n *iyo, alarde
I
La !¡ernnosura de ,Angéiica
La Gaáomaquia
1;i0 ,1,
iil
I {,i'i' ili
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itili
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: ,]',' iii
I ,í ;irl,li
)i:(u13
iII$'IÜfiIA D[ LA LITIRATURA I
eon 'L¿¿
E-a Cara¡ta tt-á¿¡ica, escrita al final de su vida {162'l), tiene eiertas ecncornitancias
F'stuard0,
ür*gantea,rrulis cr1 cinco cantos en octavas nos lrabia deia prisién y rnuerte de tvtraria
de.protestefit(}'; y
*r! Lr¡jle cirso ccritr;i*clrisc niás que en Lu ilraganlen en el protilerna conOreto
c¿rtritricos. La l'Lrentc principal *ilu V¡d, de la reina que escribió en latin el eseocoás Jorge Üonn'
f,i inronio suilrr¡ro cle t,ope por llegar a ulra gran altura épica lo ae*nlete coru la .ferusrtlé¡¡
«staqtristatlct, poe rna cxtenso en veinte cantos, 'en lc¡s que' como e{ ten'¡a indica' q'uiere emular a
.l-asso, veirite Tasso ceinsiguió la
autor de la Gcrusale¡nme liberats, escritn tambián en cemtú§.
gran epope3,a posrricieniina, y Lope quiere ir por ese oafixitlo. Con una grarr riqueaa iniaginat"iva,
irrn tru.*, rnagr.iifices, y sin atenerse.a las nolmas elásicas de la epopeya, conc^ibió y realizÚ un
personal y raacional qu§ §e cc¡dease con
Fiü*ma lleno de virtucles. pero no redondeands un éii&J
qllás{cas (qme le trajm em á'piea
l*u p¡,*rnu5' épicps latin<¡s e italianos. I-a falta cle rigor en las norn'las
3, teatro una dura polémica), va a constituir,un
pr.tblerna de teoria 'literaria clave pra toclo
*l ,t *rr*.r, espanol. clesde la personalidad de [,o6re, corno ha estudiado Entramt¡as&gua§.
-lasso había c¿rntaclo, con gran habilidad en la e}ección, los flr¡rr¿iarnentales mon?entos cle'la
{1:mo
priinera Cruz,ada. ),por tanto el rescate y el prirtrer contáclo de ios cristianos me<Jie','ales con l*s
§ant6s I-u¡¡ares, L*pc se va hacia la tercera Cruzada." la d* F.i¡:s'rdn Ccrazñn de i-eén que con-
ii¡i {*nia una cs$ccifica nr¿rtcria ápica aur.que de me¡ror *¡alor históricw. rÉl alán rracicnaliuta iie L,ope
[: ]ieva a intrl,tlucir 1-¿rlsamcnte, y de una rnane:"4 suniárncnte at:u»iva,en cl poerna" a'una tropa
dr catraitrerg:; e s¡:;riiolcs. ai man<lo de Alfonso VniI de Castilla,a'los que hace iilch¡so pnot"agoriis-
¡as de Ias maypre s h¿r¿añas. El L,ope popular del tentrtr, que tan ernp4pedo *staba.de [a §teeun-
quilta. porJia haber clegido ésta como terna é¡:ica nacionai, y m* tr:asplantarla f,eisarnente a luga-
r*s en cierto modci r:xótieos y desconocidos para éi. hdr¡ ol:stante, impnesi*na la treilcr-a y grande-
¿i* rte i:iriltiplcs trcchos clei largo poema.
§-,q F{C}VELA
i-;esterraiir¡ Lripc por el proceso que se le siguió por l:ilber escrit* libelss contra la larnilia rje
fl,!es:a Osori{3 y ¡o pudienelo estar en diez años en la Corte, aeepta,el c*rgo de seerela¡"io r:iel quin-
lli ,Duque cle ¡\lba. ), e¡r 1592 nos lo e¡lcontramcls en Alba de Torrnes a sr: scrvicitl. I-c¡;i:, casar-lo,
rJ[irado cle Ia Iiabi]r¡i"]ia cortesana y con;tienlpo para escríbi rtva a realiz-ar su ¡rrilnena nov*]a, y
k: r¡a a har:cr con extens;ón muy consideráble.,f}ado ei amhlente, en .eontaclc con la naturaler"a
en {.}ue i¡ive, !, e! panorama movelístico de esos años, la elección de géne.ro parcce inevit;lble -lo
n"iis;rnr-r que Ccrlantcs en la decena anterior*: la novela pastoril; el Üuque de Alt¡a est;¿ba tam-
"rrién r.iesierrruio y por la misma calisa, el amor. p*r haberse casado ctlli 1tila dama" estamdr: c*n¡-
pr*-meÍi<io con otr4 y contra la opinión de Felip* ff" Coruio las obras pastoriles están si*mpre *n-
v*eltas f,rl rtníi netrulosa clave, !a desgracia de su niecenas podía dar perfbctarnente pas,;r a escri-
bir *sa ncr,,cia que cnmascarase los sentimientos ri*X Duqme. Asi lü h¿i dicho l-rpe en su i:róit:go,
y la eritica se lo ha tornado, talvez,dernasiado lilsralnientr* El prólogo nos e.lice:"Estos rústieos
¡;*n*amientos, aunque nacidos de ocasiones altau, pudieran darla para iguales e.liscursos ei,
e{}irlr} .yo fui el testigo rle ellos, alguno de los ftrorieJ*s ingenim de nuestr*
'Ia.jc l* }'ruhiera sis:!o".."
'"¿r vueltas de ios a.!enos (pensamientos) he lloradr: ios míos". V a este prólogo le sigu* ufi süneto
,ir Ar:{iiso (es clecir, el Duque en la novela) a [.x;pa de Vega agradeeiándole que haya escnito s*-
L¡re gus arnLlíe.s ''pues no los cubrirá tiempo rrí olvido""
Ilvidenlemente, los personajes du.blan en algun«rs aspectos e persoilas reales. Anfiiso, ya k-r
l¡a'r:e¡nos" e; el Duque.Belardoes [,ope" Aunqueocurreque I-ope, como ha riicho en ei ¡:róiogn,
163
HlSTOtllA DE LA iITERATURA I
XXVr1 4
cu lopco.
162
:
i
1,i
il
iii
Ir¡
[.JI§'iÜIiII\ Dü LA LITERATURA I
r':icnte ú ya en Norma de narracic¡l-les, como hace en ei libro primero al contar¡los las historias el*
üiria (sobre Ia quc tiene una excelente comeciia entre las biblicas), ia de David y Eethsatrá, !a cie
'['l¡anl¿r y Arnriiln, y la rtre Susana. La novela, a ptsr¡r del tema, tie¡re uner *structura de m*vela
pi:ula;ril, con sus jucg6s, *nlretenirnientos, historias, es decir, busca su deleita.r enseñando, en *rite
L*.r*-**orr* en lllpr:regrínct en su paÍria, cün ifr que s0 relaciona en elinteflto- con claro matiz
p6stririentinq;. Erltrc todas esas cosa$ que funde }a novela, deslaea ei sentimiento poético por ei
iema rcligies6 iie Jcsús. ya en bellas descripciones, que llamarr.¡n la atención ele Ynr.{uráil'l -h'{aria
niña,.iuan y Jesirs nrñc;i, etc.-- ya, sobre iodo, en ia magníllca antok-rgía de versos que contienu'.
versd)s religiosos sólo srrpcrarios en las llimas sncrüs, y qLte eomplementan a éstas corl atrunda¡lte
epr.rfaLlo dc deliciosos villancicos.
L*pe presenta la obra llena de resquernores ante ias l¡-¡chas iiterarias con cultc¡s y arist*táli-
{lúsi que ya crnpiezan a rnaniflestarse. I-le¡ra sus pnelir*inares de elogios de autores importantes, eli-
si:ñ¡r una po!"r¿{da ilena de soLlerbia y i,anidad y muy agresiva para con Góngura- y eserib* un
¡;lólogo cn el quc se inuestra por encima de toclos ac¡uellos poetas que quieren serk:, rnientras
r1u':. rl,; tar<.le en tarcle. pLrblican, e incluso escriben algunos versos. Los hay quienes escrib¡en tres
\.f;rsos sn tres rlías. [)ice así: "Fues ¿qué dirá quien con una estancia pensada en la prin'lavera, es-
lrif a e* u¡1 v.drano. castigada en un otoño, y copiada e¡r u¡i invierno c¡uieren oscurecÉr los in¡nen-
lr;s tr::;bej*s ajenris rlc qi:* por dich;:, en acabanelo de irni{ar, rnurrni:ra? lr=icen que mucho, luegcr
rrutio- y t-iLi* al¡uelk; pr)co es para etemos sigltrs, como dijo aquel poeta que erl tres cfias hal¡ía
ni;rÍr){resto lres v*r!os". Y como es sabido, en ese prólogo inserta la Lunclamental *para la critica
r-lr huy-,- lista dc '!'i¡¡t!t¡s dr: los cr¡medias de Lope de Vega Cerpio, que luego pondrá al clia en li:
cdir:iiin Ce J{¡18. CLrn ambas intentaba apaLrullar a esos prletas lentcs cii-ie no teniam el nafu¡"a{.
r\..ti, pues. "-l libro ticne unas itrlenciones vivenciales y cle autort:fensa que van muclio n"iás
¿liá elel simple rccipientc para recoger versos que Io llarné Vr¡ssler, sol-]re tcrio si vemos en [a obra
r-rl;r ¡:ierf'ecta y pensada arc¡uitectura en la que lo tridentino triunfla: despuás ds eada libro, se edita
uíl aLrto sacrar:rcnlal y se r:olocan una serie de citas biblicas; y en la oL,ra nos ps.sean por los san-
{ui¿ric'rs aie las principaies Vírgenes españolas: Mc¡ntserrat, Filar, Guad*lupe. {odo estc Iiace rie §a
r¡hra un género caractcri:tico qLre no se puede explicar ni como recipiente ni ccmo rniscelánea, ni
i;artienclo ele las ¡rr¡r,'clas bizantinas anteriores, cofflo Ia de Contreras, ,Selua d€ aventurctl. Descle
!uegri. coni;cnc lt;s clcr¡lrntos principales de la l¡izantina: anlotr, aventura, religi*n, pertl sc le
;lñrde una ru¿r'l;r dirlension, la patriótica, en forrna de una nacionali¿ación de la novela -que
*ir i,.¿irtc csla e n ¿ll'ertiles cuando pasea por España a sus hároes- rnostrando asi el logrt. dei
irjcal dei B&rio*o cspañoi que es nacionaiizar, hispanizar, lo que habian aprendido en i¿i cultur"a
F:rcc{}rrom¿1no ii.iriiarra. [:n e¡;te sentido se puede hablar, pür f,arte cle X-o¡:e y, desde lueg*, elc Cer-
i,ítntrls, de un¿r siiperacir;n de la noveia Llizantina. Fara eXlos, ásta "es sólo un cañarn&zc¡, sohre el
r-;r-¡:ll :e br:rrJan las figuras rie la vercladera novela de aventruras, eristiana y post-tricieirtitra", dice
¡\ r,alle-Arce"
Iil ai'gunrento nrucstra tarnbién esa ncvedad cristianizada y vivencial. htros cuenta cónro
lcl apcliido de Lucinda) rapta a la hen¡nana de Celio. Este, e¡r venganza, rapta a
f';¡nf ric¡ cle l-uján
sil \,ez a Pánfllo" Pucs [ricn, el desarrollo del problema de honra es muy distinto del que se daria
*n i:[ xe¿tro. Pánlllo l,r rie,-'pia cristianamente y perdona, dándose ouenta de sus culpas antericres,
;l C*lio. Ar allcr ¡\rcc ira hatrladr¡ de cierta premoníción en la literatura de l-ope cün respecto a su
'! ñ3
HISTI]FIIA DE LA LITEFATUHA
I
XXV/16
f[:,:l*::;ffiil;,;;;;"e."ri,"ai
hecha novela -c0ll'lo hará cervan
tr-a última es Guzmdn Bravo,una comedia de cautivos
el .,,,. cir¡re In sr'¡ anl0r vestida
cti anlor
enamorada de l
cristi
- u"*l .on doncella *nu*o'odu quc sigLrc
tes-
tes- coII
con suJuuta
su iudia '¡r4ilrv¡sve -.
J
-_.^^^ criado'
^' sin que se rea lice ese aniErr.
¿-* ,*rOn a traoés del cautiverio' como
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futarta era un poco culta, ahora se explaya y ccn la connivencia de elia ss oonmenta, se ar¡allza, en
un riist.anciamiento de crítico que se une al acercamiento &,rloroso, eada suceso ini.eresa$te {le
q.:iic[a una cle las cuatro novetras. De esta forma, lo más interesante de ellas sr:n precisalnente los
ü*rte$, las $igresiones con que los amantes se solazan, y no$otros eon eil*s, al imagitrarn*s den-
tr*: cle una inti¡nictad exquisita, y hoy, irrep*fible por el paso de los siglns. Freeisamente, I-ope es-
tai:a --i!e ahi el continuo autobíog¡"afisn'lo cle sus obras-- especialmente dctado púr §u simpatía
p*rscnai para cso papcl de escritor galán.
Adcrnás" la teoria que podemos extraer eje estas novelas a través c{e lcs incisos no es nade
r.lespr*ciable. [.]e un;i lor¡na indirecta "ctriciéndole (--nos]" que este pasaje p,i,rece cle novela pasto-
ril r"¡ r{e novcla bizantina, o que aquel no parece verosimtii; o ya directarneflte, e.lando recet¡,rs sobre
ia novela y aun :;obre otrc¡s géneros literarios.
{-"* üoroÉea
!-a erbra en prosa más iograda <1e l-ope apareee al final de su vida, en Madric! y en 1632.
Írara h4orby -y no le ialt¿i razórr* es la obra en prosa rtás irnportanie qle la époea, clespués del
publicacii:n, en
Qsilctre. F{ay pasajes c¡ue permiten asegilrar que se eseribía paco ant*s rie su
163ü y tó31. Sin ernbargo, I-ope, en el prólogo Al teatro, asegura ql¿s e§ obra antigua. Y, elt
et"ccto" lo parcce en un senticio: nftrra sus primeros y apasionaelos arnores con Eien¿r Osorio, en
¡rlena juventud del poe ta. Fero la obr¿¿ se presenta corno una unidad
perfeeta y con un estilo 5r un
¿rnibic¡:te cle har:ia 1630. Así, la critica se divide; para unos es obra exclusiv¡lrnen{e rJe senectitd y
ilar,r ütros es obra e scrita en dos irnpulsos, uno juvenil y otro de vejez, refilr:diendo ésta una
pri-
nlrra lersión.
[-ope,comotsllicnsabido,recogióesosarnores,yaenlir"ica'ltaenteatro'eneltras*['¡ras
c(xlsrrvad:¡s, []cro Lu L)t¡roiea, aunque en un sentirtro superficial puerla consielerarse una ol:¡'a
nlr:nográfica sobrc estcs írmores, es, en profundiclad, una sintesis rte todi: ¿:l arte y toda la viri¿¿ de
un escritor 3' un hornl-rrc.
Ccnsta cle cinco grande s actos, divididos en escenas, en principio ¡notivarJas pr:r los persc,-
naj*s y su movimicnto e n entradas y salidas, y no co¡no en ia comedia ntleva, n'lotivaclas pnr las
siluaci*nes. Es dccir" que se tratraja por escenas ele persona"jes y no por escena§ ü1áyon"e§i aunque
*n algunos rnomenios se impone la situación. La extensión de las eseenas es variable, como lo
gtiio$tia cl núm,:ro ile ellas en cada uno de los actos:8,6,9" B y 12. A pesar d* la definición ex-
presr¡qij{lllevael subtituloiielaobra, acción€fiptrosa,semezclanfreeuenterneuteversü§,másde
;,r.;-t"* merlor quc dc arte ilt¿trvor. todos de una gran calidad; y cada acto termina §on unos versos,
r¡r ffietrica c¡ue quicre sr:r clásica, forn-lando unos coros (respectivarnente de ürnütr, de interés, de
w{t:ss, de vengünrü. tlel ejernplo) que sirven de morale.ja'
iil argume nto. v'crdaciero homenaje barroco a Ls Celestinc, es muy senciil*, sobre todo si lo
cilrlrpitrarnüs con las et¡nrcclias arnorosas cle enredo. Dorotea, casada y con eX marido en Amóri-
eir., y el*n Fernando son arnantes. Teodora, madn* de ella y et sugerencia de Gerariia -la Celesti-
n;¿ de la acción rrgaña a I)orotea por arnar a un joven sin provecho, que s*lo le pro¡;orcionit
ver§os y palabr-iis. (ie rarr-ia es partidaria de que tenga relaciones con don Beia, un rico indiano.
!--,rrtonces, Dorotea rompc -'o ñnge romper con Fernando, encaminándose áste a §evilla" clespe-
16É
HISTORIA iiL "A I ITERATUFA I
enaffio-
chado, con el dinero que le ha sacado a Marftsa'
amisa::11-*t*t^':i1l:'':':':1T:"-"U
Dorotea cae enferma de tristeza' Don Bela inicia" tras la convale-
rada de é1. Al saber este viaje,
partido económico casi toclos' Regresa Fer-
,i--,r, ;i"rl..;;;r;, con Dorotea ¿".luu qué sacanpáro de momento no qttiere presentarse ante
;á-d;'i';;;;;"*p", ul no roportar la ausencia, y quien es y diri-
cuenta ante ella, sin saber
*l-prudo,
Dorotea, se encuentrln -ella tapada- ",
é1
separar-
historia de su ámor' §e reconcilian para enseguicla
giéndose a Felipa, frijá tfe Geraráa,la
sedenuevoporcelosymatrenterrdimiento,entreotrascausasRo,rlal'.'"1:i1,.1:.,Y11:i:1
y no sin extraneza por
a la cual sigue accidentalmente'
obra tertnina con la muerte de don Bela,
Asiostentanvivirenutlrnunclobarroco:porlacultura'poreliengr-rajcy'p()rliritltxllogia'trn-
r::pañoia de hacia
o uo arquetipo de la visión del rnunclr¡
clusr:, la obra toda se hos muestra .rn en filc-
1630, vista por un poeta de muchos
r.girlÁ i* r'u inteligencia y no muv penetrante
soflra.
'-r^-^ r^¡ ¿^-tn rqáic la convergencla de tres planos c¡r:c si' cn abstracto'
l-a rnayor grandeza del textc radica en
en ia frácticu perfectamente unidos: un plano au-
se puetlen separar con cierta nitidez, "uáinun
tobiográfico, otro vital, otro cultural'
' Lope, y Do-
ya se señaló' indud¿nbie. Don Fernanclo es
F{ay un fondo autobiográflico' como matriz para
pero] escrito desde lejos, el argumento parte de ese recuerdo
rotea es Elena Osorio. Y de heclio' como
avanz.athacia recuerdos y vivenciu,
u,oo'otát át toOá una vida y experiencia'
¿. Elena, tiene-mucho cle v¡rrlas de las mujeres
ha señálaclo la critica, si Dorotea es un;;s¡;n¿u es clecir' i\4arta de
y cercana a 1a redacción de la obra'
que tr-ope amó, incluyendo la última ,ráu
Nevares"
retórica
de la acción y a través de 1a deleitosa
En un plano sui:erior, a través de esa lentitud con
de los personajes, la obra nos rnuest'ra
,n r*tu,o de vida: Con amor, con Celo-s, con personal'
deseos,
cle lo
Lui-un rio de patrabras bellas' que se sale
codicias, etc. Hay un rio de vida, "o*o hay una bifurcación: por un lad*
g*n"rái' Y en este aspeoto
de tr-ope, para ilegar a 1o humano "n por pasiones amofo§as se-
de la clase burgueia' y otro las
aparece *n lnt.o*uonie "out*mlrrismo
gún la óPoca"
r66
:
){i1, r,,'l 1;
I"'IISTORIA DE LA LITERATURA I
y a.rr6¡:ancio a estos rlos primeros planos, un sin fin c}e sabicluría y de eruetrición,
ltasta el
punto de q,.,* *, muchos mornentos olvidarnos \a acción sn prosü y leemos un rliríleigo renacenlis-
-ttl,
en fl, qu0 ¿iparecen tocios los sab*res de su tiernpo, especialmente los literarios" Así
desfilan tr*s
¿:onocimienios L¡arrocc¡s desde sus declaradas fuentes elásicas, desde Aristóteies o Flinio, hasla
y
ias rnás ocultas ¡srsliunteus. Eiste plano es *1 r¡rás dificii cte leer, es para el que se necesita urla
prcparaciiin gspi:cial, F-{as, en delimitiva, es inseparable de los oiros dos, pues, voluntaniame*te'
y
i,ope qoi*n* "rccr¡rdarsc" en medio tarnbién ctre una visión del munrfo, pienarnente clesarrollaria
llcria Cie ciias clasicas, ile ciencia antigua, de poesía, en fin, de litenatura'
li i
xrll
ritl
i;ri
i,
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ii Iii?i
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