Oraciones de La Comunidad
Oraciones de La Comunidad
Oraciones de La Comunidad
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Oración a Nuestra Señora de Éfeso.
(para todos los días)
Ancianita de Éfeso, engendradora de Jesús y
madre de Juan, ruega, Señora, por los
ancianitos del mundo. Por los enfermos y los
sanos. Por los que todavía pueden palpar en
torno suyo, las huellas del afecto humano. Por
los que no tienen familia, y se quedaron sin
amigos, porque se les fueron muriendo todos.
Por los que tienen familia y amigos, pero la
familia y los amigos han decidido que ellos,
los viejos, ya han dejado de existir. Por los
que viven en un mundo que ya no pueden
entender. Por los que prefieren sumergirse en
un pasado feliz. Por los que carecen de
presente, de futuro, y de pasado, Señora de
los Viejos, Por esa ancianita enferma de alma
y cuerpo, en un hospital de perturbados
mentales, que a todas horas clama a gritos por
una muerte que no acaba de llegar. Nuestra
Señora de Éfeso, patrona nuestra, danos la
claridad para ver siempre en el rostro
arrugado de nuestros ancianos, la imagen de
tu Hijo Jesús, Que por ellos nos consumamos,
hoy, y hasta la eternidad. Amén.
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Oración de las Hermanas de Nuestra
Señora de Éfeso
Como Hermanas de Nuestra Señora de Éfeso,
Madre, te invocamos de todo corazón, para
que cada día, profundicemos más en el
conocimiento y amor a Jesús y su palabra.
Que todas nuestras acciones estén guiadas y
encaminadas a la extensión del Reino de
Dios, para que el Evangelio se encarne y sólo
así: “El Amor será Amado” en este mundo, y
que esto se refleje en la oración profunda de
cada, día, unida siempre con Cristo y su
Iglesia, junto con un anhelo ardiente por la
salvación de las almas, nuestra conversión
diaria, hacia el camino de la humildad,
obediencia y santidad.
Que el Espíritu Santo derrame sus dones y
carismas sobre nosotras para que el respeto
por el anciano y buen trato con las personas,
el amor, a la liturgia, la cruz llevada con
paciencia, sencillez y abnegación, la plena
confianza y abandono en la Divina
Providencia con San José, y la oración y
veneración por el Santo Padre, Obispos y
Sacerdotes, sean nuestra tarea permanente
junto con la gratitud y alabanza por la bondad
y misericordia infinita de nuestro Padre Dios
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y de la Virgen, Nuestra Señora dé Éfeso.
Madre y Modelo, Amén
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materiales. Que en la hora de nuestra pascua
tu patrocinio nos ampare y el de Jesús y
María, y lleguemos, así, a gozar de la visión
de Dios, con todos los ancianitos que hemos
servido. Amén.
Ángelus
D: El Ángel del Señor, anunció a María
R: Y concibió por obra y gracia del Espíritu
Santo. Dios te salve María…
D: He aquí la esclava del Señor.
R: Hágase en mi según tu palabra. Dios te
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salve María…
D: Y el Verbo se hizo carne.
R: Y habitó entre nosotros.
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para
que seamos dignos de alcanzar las promesas
de nuestro Señor Jesucristo.
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Oración de la alegría
(para ser recitada en el tiempo pascual, en
lugar del ejercicio del vía crucis)
¡Alegría! ¡Alegría! ¡Alegría! La muerte en
huida, ya va mal herida. Los sepulcros se
quedan desiertos. Decid a los muertos: renace
la vida y la muerte ya va de vencida. Quien le
lloró muerto, lo encontró en el huerto;
hortelano de rosas y olivos. Decid a los vivos:
¡viole jardinero, quien le viera colgar del
madero! Las puertas selladas, hoy son
derribadas. En el cielo se canta victoria;
gritadle a la gloria, que hoy son asaltadas por
el hombre sus muchas moradas.
¡Alegría! ¡Alegría! ¡Alegría!
Oración valiente
Señor, danos tu fuerza. Danos el empuje de la
iniciativa y el coraje de la disciplina. Más
amor, Señor, más autenticidad. El valor de
hacer y de hacer sin temores. Más coherencia,
Señor, más impulso. El valor de continuar y
el ánimo de siempre renovarse. Más
generosidad, Señor, más compresión. El valor
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de saber estar a solas y el de saber
recomenzar. Más sinceridad, Señor, más
amistad. El valor de no irritarnos, de
mantenernos siempre dueños de nosotros
mismos. Más delicadeza, Señor, más caridad.
El valor de encontrar siempre un poco de
tiempo para meditar y orar. Más fe, Señor,
más luz. Con la mirada siempre en la justicia
y en la bondad. Amén.
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mi gloria, todas mis delicias.
No permitas Dios que yo me goce sino en la
Cruz de Jesucristo.
No permita Dios que tenga otro tesoro más
que su pobreza, otras delicias sino sus
sufrimientos, otro amor más que el suyo.
Amable Salvador mío, nunca me separaré de
ti, ni me uniré sino contigo; los más estrechos
senderos de la vida perfecta, a que me siento
llamado, no me espantan porque Tu eres mi
luz y mi fortaleza. Espero, pues. Señor, que
me harás inconmovible a todas las
tentaciones, victorioso contra todos los
esfuerzos de mis enemigos, y que extenderás
sobre mí esa mano que ya me ha concedido
tantos favores, mostrándote cada día más
generoso conmigo.
Te ruego. Jesús mío, por tu sangre, por todas
tus llagas, por tu Corazón: haz que la
consagración que te hago de todo cuanto soy,
me cambie desde hoy en una nueva creación
de tu amor, así sea.
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los brazos de su madre.
XIV- Jesús es sepultado.
XV- Jesús resucita.
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devoción esta parte de nuestro santísimo
rosario, la que humildemente te ofrecemos
por:
-La exaltación de la Santa Fe católica
– Extirpación de las herejías.
- Conversión de infieles, herejes y pecadores.
- Por las necesidades del mundo y de la
iglesia.
- Por las intenciones del Santo Padre, el Papa.
- Por las vocaciones sacerdotales, monacales,
religiosas, misioneras y laicales.
- Por las necesidades nuestras casas y de
nuestra congregación.
- Por el aumento en nuestras vocaciones.
- Por las necesidades de todos los que se
encomienden a nuestras oraciones:
bienhechores, familiares, familiares y amigos.
- Por los sacerdotes vivos y difuntos.
- Por los ancianos desamparados.
- Por la salud de todos los enfermos y por el
eterno descanso de las almas del purgatorio.
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Ofrecimiento de la hora santa
Jesús Sacramento, por medio del Corazón
Inmaculado de tu madre María Santísima,
queremos ofrecerte esta hora de alabanzas y
compañía. Te la ofrecemos.
-Por todas las almas sacerdotales, por su
fidelidad, por su celo apostólico. Por los
sacerdotes que están en crisis; por los que han
abandonado el ministerio; por lo que tienen
problemas de salud física o espiritual. Para
que los atiendas y socorras en sus
necesidades.
-Por los sacerdotes difuntos, para puedan
pasar a celebrar pronto su pascua eterna.
-Señor, recuerda que la mies es mucha y los
obreros pocos, envía a tu Iglesia trabajadores
fieles y perseverantes para la cosecha de la
vida eterna.
-Bendice nuestra congregación con la
perseverancia, fidelidad y santidad de cada
uno de sus miembros y con el aumento de
vocaciones.
-Atiende las intenciones y necesidades de
nuestros obispos y de nuestros padres
fundadores.
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Oración para después de la Celebración
Eucarística (De santo Tomás de Aquino)
Rosario de la Aurora
(Para ser rezado los primeros sábados)
1 – La Señal del Cruz
2- Ofrecimiento: ofrecemos la meditación de
los gozos, que vivió la Virgen María, en su
peregrinación hacia el Padre.
-Por las vocaciones sacerdotales, monacales,
religiosas, misioneras y laicales, por su
incremento, por la perseverancia y fortaleza
de los formados, y por la santidad y fidelidad
de las almas ya consagradas.
-Por los sacerdotes, vivos y difuntos, en
especial por nuestros padres fundadores.
-Para que la Virgen suscite entre las jóvenes,
abundancia de santas vocaciones para nuestra
comunidad.
-Para que la Virgen de Éfeso guíe y dirija
nuestra vocación hacia el Padre, nos conceda
la perseverancia, la fidelidad y aumente en
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nosotras la fe, la esperanza y la caridad.
Oración:
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