DISCIPULADO ALABANZA Y ADORACION Parte 2

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SEGUNDA

PARTE
SEGUNDA PARTE: DISCIPLINA DEL ADORADOR (Parte 1)

“Yo paso por la vida como un transeúnte que se dirige a la eternidad, hecho a la imagen
de Dios, pero con esa imagen degradada, que necesita que se le enseñe a meditar, a
adorar, a pensar.” Donald Coggan, Arzobispo de Canterbury

Como miembros del Ministerio de Alabanza y Adoración, debemos tener y mantener una
vida espiritual profunda. Las disciplinas clásicas de la vida espiritual nos llaman a
movernos más allá de la vida superficial hacia las profundidades. Nos invitan a explorar
las profundas cavernas del reino espiritual. Dios tiene el propósito de que las disciplinas
de la vida espiritual sean para los seres humanos ordinarios. Y que generen cambios y
transformaciones en nuestras relaciones con los demás.

Las disciplinas espirituales no son una insípida práctica monótona que tiene el propósito
de exterminar la risa de sobre la faz de la tierra. El gozo es la nota clave de todas las
disciplinas. El propósito de las disciplinas es liberar al hombre de la sofocante esclavitud
a que está sometido: la esclavitud del egoísmo y del temor. El canto, la danza y hasta el
grito son acciones que caracterizan las disciplinas de la vida espiritual.

En un sentido importante, las disciplinas espirituales no son difíciles. No necesitamos


estar bien avanzados en teología para practicar estas disciplinas. El requisito principal es
tener anhelo de Dios.

Las disciplinas espirituales son la manera de sembrar para el espíritu. Las disciplinas
constituyen el método de Dios para colocarnos en tierra; ellas nos colocan en el sitio en
que él puede obrar dentro de nosotros y transformarnos. Las disciplinas espirituales no
pueden hacer nada por sí solas; sólo pueden llevarnos al sitio en que se puede hacer algo
en nosotros. Son los medios de gracia de Dios. Dios ha establecido las disciplinas de la
vida espiritual como los medios por los cuales somos colocados en el lugar en que él
puede bendecirnos.

Nuestro mundo tiene hambre de personas que sean genuinamente cambiadas. León
Tolstoi observó: "Todos piensan en cambiar a la humanidad, y nadie piensa en cambiarse
a sí mismo." Estemos entre aquellos que creen que la transformación interna de nuestra
vida es una meta digna de nuestro mejor esfuerzo.
La Disciplina de la Meditación
En la sociedad contemporánea nuestro adversario (Maligno) se
especializa en tres cosas: ruido, premura y multitudes. Si él
puede mantener nuestras mentes ocupadas con las cosas del
mundo, descansará satisfecho.

Conceptos erróneos sobre la meditación


Alguna vez ha pasado por tu cabeza la pregunta: ¿Es la meditación algo cristiano?, ¿No
es más bien propiedad exclusiva de las religiones orientales? La meditación ha sido
siempre una parte clásica y fundamental de la devoción cristiana, una preparación
decisiva para la oración y una obra conjunta con ella. Ciertamente la meditación no fue
extraña a los autores de la Escritura:
"Y había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde; …" (Génesis 24:63).
"Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche"
(Salmos 63:6).
Estas eran personas que estaban cerca del corazón de Dios. Dios no les habló por cuanto
tenían capacidades especiales, sino porque estaban dispuestos a oír.
Los escritores cristianos, a través de los siglos, han hablado acerca de una manera de oír
a Dios, de comunicarse con el Creador del cielo y de la tierra, de experimentar al Amante
eterno del mundo.
La Biblia nos dice que Juan "estaba en el Espíritu en el día del Señor":
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de
trompeta” (Apocalipsis 1:10)
¿Podría ser que Juan estaba preparado de una manera que podía oír y ver y que nosotros
hemos olvidado?
Algunos huyen de la meditación por temor a que sea demasiado difícil, demasiado
complicada. Lo único que necesitamos es disciplinar y ejercitar las facultades latentes
que hay dentro de nosotros. Cualquiera que pueda aprovechar la fuerza de la
imaginación puede aprender a meditar. Si somos capaces de poner atención a nuestros
sueños, estamos dando los primeros pasos.
Vivimos en un universo creado por el Dios infinito y personal que se deleita en que
nosotros tengamos comunión con él, entenderás la meditación como una comunicación
entre el Amante y el ser amado.

El deseo de oír la voz de Dios


Los seres humanos tenemos una tendencia perpetua
a que alguna otra persona hable con Dios por
nosotros. Nos contentamos con recibir el mensaje de
segunda mano. En el Sinaí, el pueblo clamó a Moisés:
"Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con
nosotros, para que no muramos." (Exodo 20:19).
Dios habla en el continuo presente y quiere dirigirse a nosotros. Jesús y los escritores del
Nuevo Testamento indicaron claramente que esto no es sólo para los profesionales
religiosos -los sacerdotes-, sino para todos. Todos los que reconocen a Jesucristo como
Señor constituyen el sacerdocio universal de Dios y, como tales, pueden entrar al lugar
santísimo y conversar con el Dios vivo.
Creemos que Dios no habla de forma humana sino
espiritual. ¿Por qué no? Si Dios está vivo y activo en los
asuntos de los seres humanos, ¿por qué no puede ser
oída y obedecida su voz hoy? Claro que puede ser oída,
y es oída, por todos aquellos que lo conozcan como
actual Maestro y Profeta. ¿Cómo recibimos el deseo de
oír su voz? Este deseo de volver es un don de gracia.
Cualquiera que imagine que simplemente puede
comenzar a meditar sin pedir el deseo y la gracia para
comenzar la meditación, debiera tomarse como una
promesa implícita para las posteriores gracias.

Sugerencias para meditar


Solo son sugerencias, pues es imposible pretender que en un texto sencillo como el de
este Discipulado, se pueda enseñar a meditar. Aprendemos a meditar, meditando!.
1. Convéncete que necesitas apartar ratos específicos para la contemplación.
2. Ora siempre y en todo lugar.
3. Tu vida debe ser equilibrada y debe contar con espacios de “Ocio Sano”: capacidad
para uno estar tranquilo en medio de las actividades del día, una capacidad para
descansar y tomar tiempo para disfrutar la belleza, una capacidad para regular
nuestros pasos.
4. Consigue un lugar que sea tranquilo y esté libre de interrupciones. No debe haber
teléfono cerca. Si es posible conseguir un lugar desde el cual puedan observarse
los árboles o las plantas.
5. El cuerpo, la mente y el espíritu son inseparables. La tensión del espíritu se
transmite en lenguaje corporal. Una postura de paz y relajamiento escogida
conscientemente, tendrá la tendencia a calmar nuestra agitación interna.
6. Algunas veces es bueno cerrar los ojos a fin de quitar las distracciones y centrar la
atención en el Cristo viviente. En otras oportunidades ayuda el mirar los bellos
árboles y plantas con el mismo propósito.
LA DISCIPLINA DE LA ORACION
Yo soy la base de tu súplica; en primer lugar, es mi voluntad
que Tú seas el Dueño de ella; luego, yo hago que Tú la quieras;
y después, yo hago que Tú la implores, y Tú la imploras.
¿Cómo pudiera ocurrir, entonces, que Tú no seas el Dueño de
mis súplicas? - Juliana de Norwich

La oración nos lanza a la frontera de la vida espiritual. La disciplina de la oración nos lleva
a la obra más profunda y más elevada del espíritu humano. La verdadera oración crea la
vida y la transforma. La oración es la avenida principal que Dios usa para transformarnos.
Si no estamos dispuestos a cambiar, abandonaremos la oración como característica
notable de nuestra vida. Cuanto más cerca lleguemos al corazón de Dios tanto más
comprenderemos nuestra necesidad y desearemos conformarnos a Cristo. En la oración,
la oración real, comenzamos a pensar como Dios piensa; a desear lo que él desea; a amar
lo que él ama.
• Martín Lutero declaró: "Tengo tanto que hacer, que no puedo continuar sin pasar
tres horas diariamente en oración" y tenía un axioma espiritual: "El que ha orado
bien ha estudiado bien"
• John Wesley dijo: "Dios no hace nada que no sea en respuesta a la oración"
• David Brainerd en su diario consignó: "Me encanta estar a solas en mi cabaña,
donde puedo pasar mucho tiempo en la oración."
Para ellos, y para todos los que han desafiado las profundidades de la vida interior, su
todo fue la oración. Muchos, sin embargo, nos sentimos desanimados en vez de
sentirnos desafiados por tales ejemplos. Esos "gigantes de la fe" están tan lejos de
cualquier cosa que nosotros hayamos experimentado, que nos sentimos tentados a
desesperar. Pero en vez de flagelarnos por nuestro evidente vacío, debemos recordar
que Dios siempre nos busca donde estamos y nos lleva hacia las cosas más profundas.
Los que trotan ocasionalmente no entran de repente en la carrera olímpica. Se preparan
y entrenan durante un período, y así debemos hacer nosotros.

Aprender a Orar
La oración real es algo que se aprende. Los discípulos
le pidieron a Jesús: "Señor, enséñanos a orar" (Lucas
11:1). Ellos habían orado toda la vida y, sin embargo,
algo relacionado con la calidad y el tiempo en la
oración de Jesús hizo que ellos comprendieran lo poco
que sabían acerca de la misma. Si la oración de ellos
había de producir alguna diferencia en el escenario
humano, necesitaban aprender algunas cosas.
• La oración debe ser positiva. Si estamos seguros del Amor y del poder de Dios, no
podemos hacer oraciones indecisas, tentativas y de una esperanza a medias con
frases como “si tu asi lo quieres”. Debe ser una oración con convencimiento del
poder absoluto de Dios.
• La oración correcta debe dar resultados. Si se ora, pero no se obtienen, debemos
estar orando equivocadamente; tal vez algo dentro de nosotros necesita cambiar;
tal vez haya nuevos principios sobre la oración que debemos aprender; tal vez
necesitamos paciencia y persistencia. Oímos, hacemos los ajustes necesarios y
volvemos a hacer la prueba.
• La oración de intercesión que se hace por otros, solo es efectiva, el momento que
nos concentramos y oímos el apacible trueno del Señor de los ejércitos. El hecho
de ponernos a tono con el aliento divino es una obra espiritual; pero sin ese aliento
nuestra oración es una vana repetición (Mateo 6:7). La obra de intercesión, que
algunas veces se llama oración de fe, presupone que perpetuamente nuestra
oración asciende al Padre para que él nos guíe. Tenemos que oír, conocer y
obedecer la voluntad de Dios antes de pedir que se cumpla en la vida de otros.
• La imaginación le abre la puerta a la fe. Juana de Arco insistió en que ella oía voces
procedentes de Dios. Los escépticos le informaron que esas voces procedían de la
imaginación de ella. Sin alterarse, ella contestó: "Sí, así es como Dios me habla".
Si podemos "ver" con los ojos de nuestra mente que una pareja matrimonial
separada está unida, o que una persona enferma está sana, sólo queda un corto
paso para creer que tal cosa sucederá.
• No debemos esperar hasta sentir el deseo de orar por otros. La oración es como
cualquier trabajo: Tal vez no sintamos el deseo de hacerlo, pero tan pronto como
hayamos estado un rato realizándolo, comenzamos a sentir el deseo de trabajar.
No tenemos que preocuparnos en el sentido de que este trabajo nos tomará
demasiado tiempo, porque "No toma tiempo, sino que ocupa todo el tiempo". El
asunto no consiste en agregar oración a nuestras actividades académicas o
laborales, sino en orar simultáneamente con esas actividades de nuestra vida.
Nosotros oramos antes de las actividades, envolvemos nuestras actividades en
oración y oramos después de las actividades. La oración y las actividades se unen.
• Hay una manera de ordenar nuestra vida mental en más de un nivel al mismo
tiempo. En un nivel podemos estar pensando, discutiendo, viendo, calculando,
satisfaciendo todas las demandas de los asuntos externos. Pero muy adentro,
entre bastidores, a un nivel más profundo también podemos estar en oración y
culto, en cántico y adoración, y en una apacible receptividad del aliento divino."
Aún nos queda mucho por aprender. El arzobispo Tait cuando dijo: "Quiero una vida de
oración más grande, más profunda, más verdadera".
REFERENCIA:Biografías
Frederick Donald Coggan
Nació el 9 de octubre de 1909 y murió el 17 de mayo de 2000. Fue el 101 Arzobispo de
Canterbury desde 1974 a 1980. Como Arzobispo de Canterbury, "revivió la moral dentro
de la Iglesia de Inglaterra, abrió un diálogo con Roma y apoyó la ordenación de las
mujeres". Anteriormente había sido sucesivamente el obispo de Bradford y el arzobispo
de York.
Juliana de Norwich
Nació el 8 de noviembre de 1342 y murió en 1416. Es considerada una de las más grandes
escritoras místicas cristianas de Inglaterra. Es venerada por la Iglesia de Inglaterra, la
Iglesia Luterana y la Iglesia católica. Le fue dedicada una estatua en el pórtico de la
catedral anglicana de Norwich.
Martín Lutero
Martín Lutero, nacido como Martin Luder, después cambiado a Martin Luther, como es
conocido en alemán (Nació en Eisleben, Alemania, el 10 de noviembre de 1483 y falleció
el 18 de febrero de 1546), fue un teólogo y fraile católico agustino que comenzó e
impulsó la reforma religiosa en Alemania y en cuyas enseñanzas se inspiraron la Reforma
Protestante y la doctrina teológica y cultural denominada luteranismo.
Lutero exhortaba a la iglesia cristiana a regresar a las enseñanzas originales de la Biblia,
lo que produjo una reestructuración de las iglesias cristianas en Europa. La reacción de
la Iglesia católica ante la reforma protestante fue la Contrarreforma. Sus contribuciones
a la civilización occidental se extienden más allá del ámbito religioso, ya que sus
traducciones de la Biblia ayudaron a desarrollar una versión estándar de la lengua
alemana y se convirtieron en un modelo en el arte de la traducción. Su matrimonio con
Catalina de Bora, el 13 de junio de 1525, inició un movimiento de apoyo al matrimonio
sacerdotal dentro de muchas corrientes cristianas.2
John Wesley
John Wesley (Nació en Epworth, Londres el 17 de junio de 1703 y falleció el 2 de marzo
de 1791. Fue un clérigo, teólogo anglicano británico, diarista, filósofo, traductor, escritor
y escritor de himnos. A John Wesley junto con su hermano Charles Wesley se les
reconoce como importantes predicadores, de cuya palabra se inspiró el Movimiento
Metodista inglés, que comenzó cuando adoptó la costumbre de realizar prédicas al aire
libre de una manera similar a George Whitefield.
David Brainerd
Misionero americano a los indios, nació en Haddam, Connecticut, el 20 de abril de 1718
y murió en Northampton, Massachusetts, en el hogar de Jonathan Edwards (con cuya
hija Jemima estaba comprometido), el 9 de octubre de 1747. Era hijo de Hezekiah
Brainerd, del consejo de su Majestad, y Dorothy Hobart, hija del reverendo Jeremiah
Hobart y nieta del reverendo Peter Hobart, que, expulsado de Hingham, Inglaterra,
cuando las persecuciones puritanas, se estableció en Hingham, Massachusetts. Desde la
infancia David fue muy sensible, introspectivo, escrupuloso y sujeto a periodos de oscura
depresión. Aunque preocupado por su alma, aterrorizado por el pensamiento de la
muerte e impulsado a la realización de deberes religiosos con siete años de edad, fue
sólo tras muchas terribles batallas con su severo trasfondo calvinista, que el 12 de julio
de 1739 se convirtió. En el otoño de ese año ingresó en Yale College para prepararse para
el ministerio, pero tres años después ocurrió algo que motivó su expulsión del colegio.
Eran los tiempos del Gran Despertar y Brainerd simpatizaba con las 'Nuevas Luces'
(Whitefield, Tennent y sus seguidores), asistiendo a sus reuniones cuando estaba
prohibido hacerlo, además de criticar a uno de los tutores del colegio diciendo que 'tenía
menos gracia que una silla.' Esta declaración llegó a oídos del rector Clap, quien ordenó
que se disculpara ante profesores y estudiantes. Al negarse a hacerlo y estar asistiendo
a reuniones no autorizadas por el colegio, fue expulsado; aunque en 1743 se ofreció a
disculparse si recibía su titulación, le fue negada, acto que algunos del clero
desaprobaron, habiendo una tradición que afirma que esa negativa fue el catalizador
para la fundación de Princeton College, cuyos primeros tres presidentes estuvieron entre
los más firmes defensores de Brainerd.
Arobispo Tait
Archibald Campbell Tait, arzobispo de Canterbury, nació en Edimburgo, Escocia, el 22 de
diciembre de 1811 y murió en Addington, a 18 kilómetros al sudoeste de Charing Cross,
Londres, el 3 de diciembre de 1882. Tras pasar por la escuela superior y la academia de
Edimburgo, estudió en la universidad de Glasgow, 1827-30 y en Balliol College, Oxford
(licenciatura en filosofía y letras, 1830; miembro del consejo rector en 1834); fue tutor
en 1835, siendo ordenado en 1836. Tomó parte prominente en el movimiento
tractariano y fue uno de los cuatro tutores que emitieron una protesta contra el Tract
No. 90. En 1842 fue designado director de la escuela Rugby. En 1850 aceptó el deanato
de Carlisle, siendo bien conocido como un enérgico trabajador del clero parroquial y en
1856 fue nombrado obispo de Lincoln. Tait inició el plan para recaudar un millón de libras
que suplieran la deficiencia de las instalaciones eclesiásticas en Londres. En 1868 fue
elevado a la sede de Canterbury. Fue un representante de las ideas de la baja Iglesia y
manejó con gran cortesía y excelente juicio las conflictivas relaciones de los ritualistas y
el derecho eclesiástico de Inglaterra. Fue un hombre de sólida piedad y sentido común
práctico, más que de grandes logros literarios. Sus obras comprenden Suggestions
Offered to tlie Theological Student, wider Present Difficulties (Londres, 1846); An
Historical Sketch of Carlisle Cathedral. A Lecture (Carlisle, 1855); The Dangers and
Safeguards guards of Modern Theology (Londres, 1861); The Word of God and the
Ground of Faith (sermones; 1863-64); Harmony of Revelation and the Sciences
(Edimburgo, 1864); The Present Position of the Church of England (3ª edición, Londres,
1873) y Some Thoughts on the Duties of the Established Church of England as a National
Church (1876).
Actividad No.2
Antes de asignar la actividad para esta segunda parte del discipulado, te invitamos a
hacer siempre las lecturas bibliográficas que aparecen. Son referencias que se han
hecho sobre esos personajes y por ello aparecen citados en las biografías.

Luego de leer el material de esta unidad número 2, tienes un trabajo muy personal que
hacer.
1. Asimila el contenido aquí expresado. Anota en un pequeño rectángulo de
cartulina la o las frases que hayan generado en ti alguna sensación, sentimiento
o emoción especial y pégala en tu habitación o lugar de trabajo, en un lugar
visible.
2. Realiza el siguiente ejercicio espiritual:
a. Sigue los pasos para la meditación y establece un lugar y un tiempo
especial para ti. Medita sobre tu relación con Dios, como mínimo 20
Minutos. Recuerda lo que se ha hablado sobre esta disciplina interior de la
meditación en este material.
b. Escucha una adoración. Ve más allá de lo que estas escuchando. Interpreta
la letra. Imagina a Dios escuchándola y emocionándose con ella.
c. Luego realiza una oración, aplicando los conceptos de la Oración
verdadera que se encontró en este material.
d. Anota en una hoja, que sensaciones y sentimientos tuviste al realizar esta
actividad.
3. En la fecha indicada, debes enviar por Whatsapp, por privado, al encargado de
este Discipulado, un audio grabado. En ese audio debes contar, cual fue la frase
que hiciste en cartulina y por que fue importante para ti, según lo planteado en
el punto 1. Además, debes contar como te fue en la actividad espiritual
planteada en el punto 2, que significó para ti, que hiciste diferente a lo que
siempre has hecho y sobre todo, como te sentiste en cada momento.
Dios te bendice.

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