Hem Perroratongato 19301227
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d < » f i t f t II
Ayuntamiento de Madrid
L0$ VUELOS DEL PRINCIPE PP
E n el viaje del principe P P y su esposa, se asoman cierta vez, y ven la vista que reproducimos, donde uno se sienta en una hoja de chumbera,
y un burro se alegra de que un banco, al peso de una señora gorda, man de por los aires a un gaucho. ¿Y el que se pisa la barba? ¿Y el perrito
cochino de una esquina de abajo? ¿Y el que se encuentra con un garrotazo en la cabeza? H ay mil cosas pintorescas.— (Foto Sama.)
OI p o r r o ,
« I rsitw n H
«►I
Ayuntamiento de Madrid
( C o n tin u a c ió n .) señor v iz c o n d e !... ( L e limpia con gran solemnidad todo
C hai.— ( A p a r te .) ¡P o b re señor! ¡Cómo se m ata el traje.) ¿Q u iere el señor vizconde levantar los b r a
a tra b a ja r! D os telegram as le d a n ja q u e c a ... zos? ( L e limpia debajo de los brazos, y el vizconde
V iz .— ( L e y e n d o .) “ Su hijo h a ascendido a general hace como si le hicieran un poco de cosquillas.) A h o ra
por h a b e r g a n a d o la guerra; hoy m archa a ca sa de las suelas, señor vizconde. ( L e coge las piernas y hace
vuestra excelencia; mi enhorabuena.— E l general C as como si le herrara.) Su excelencia h a q u e d a d o limpísi
taña de Indias.” ... ¡O h , qué satisfacción ta n honda. mo. ¿Q uiere que le limpie ah ora los bolsillos?
C h a to ! V iz .— ¡ ¡ N ó , no!! Siga con mis antepasados.
C hat.— ¡Q u é alegría, señor v izco n d e!... V o y por C hat.— ¿C on cuál debo em pezar?
el plumero p a ra retocar todo el saló n ... V iz .— C on el primer vizconde del T ram polín. ( S e
V iz .— ¡M ag nífica idea! ¡T ráigalo, pero que inme ñala al más antiguo.)
d ia ta m e n te !... C hat.— ( S e sube en una silla para la lim pieza.)
Chal.— V oim e corriendito. ('5e Oa.) E xcelencia: y a que hoy es d ía de animación, ¿se 'me
V iz .— ( S o l o .) Q uiero que todo esté muy limpio, permite preguntar que por qué le dieron a ese c ab alle
p a r a que luego lo llene él con el polvo de la b atalla. ro semejante título?
Y entonces le haremos que deje la huella d actilar en V iz .— ¡O h , verá usted qué hombre! E se primer
los muebles, y la conservaremos siem pre... ¡O h , las abuelo mío m a n d a b a un grupo d e triponcios con
huellas, del general C h o n ch illa!... tra la ra z a verde de la Isla Grilla. Los grillos o gri-
Chat.-— (C o n un plumero m u y g rand e.} A q u í está llenses h a b ía n hecho alrededor d e su castillo una gran
el a p a ra to de hacer cosquillas a los muebles y la bro fo sa...
cha d e afeitar a esos tres señores de los retratos. ( E m Chat.— (D e s d e la silla.) '\Q ué astutos!
pieza por una silla.) V iz .— Escuche y calle. D o s o tres generaciones de
V iz .— (S e v e r o .) ¡ P e r o ..., oiga usted! ¿N o sabe triponcios se h a b ía n despanzurrado en lo hondo.
que donde esté el señor vizconde, el señor vizconde es P e ro a mi abuelo se le ocurrió poner un trampolín, con
antes que las sillas? ayuda del cual saltaron todos los sold ad o s... y ven
Chat.— (R e v e re n c ia n d o .) ¡P erd ó n ! ¡Perdónem e el cieron.
p I porro «
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Ayuntamiento de Madrid
4> I
C hat.— ¡Q ué tío! E S C E N A II
K iz.— Bisabuelo, bisabuelo; no confunda.
D IC H O S , P E P E Y BLAS
C hat.— Quiero decir que qué inteligente... ¡Y o que
le lim piaba el polvo como si fuera un calendario de
P e p .— (E n tra n d o con íóias.) ¡O h, qué gran placer
esos de e sta m p a !...
es estrechar hoy su m a n o !...
V iz .— P u e s desde hoy, antes de cosquillearle las
V iz .— ( Q uejándose disimuladamente, porque le han
narices, le pide usted permiso. estrechado la m ano demasiado fuerte.) ¡A y ! E l gran
Chat.— ¿ Y si no me contesta?
p la c e r..., el gran placer es e! m ío... señor de Botijo. ( A
V iz .— E l que c a lla ... otorga.
B la s .) A usted le daré la izquierda p a ra que descanse
Chat.— c Y si le pido permiso p a ra no limpiarle? esta pobrecita...
V iz .— E l que c a lla ... no otorga. Blas.— Como si quiere usted darm e la patita, como
Chat.— (P a sa n d o a otro retrato.) A sí se h a r á ... Y los loros. V iniendo de vuestra excelencia, encantado.
este otro, ¿quién es, señor vizconde? P e p .— Venimos a felicitarle, porque hemos leído en
V iz .— U n caballero que tiene en su vida dos g ran el H eraldo de la Triponcita que retorna vencedor su
des méritos: ser hijo del primero y ser abuelo de! últi hijo.
mo, que soy yo. B las.— H a s ta lo com entan los periódicos extranjeros,
Chat.— (P a sa n d o al tercero.) P ues sí que fue un como Lo. V o z de E sto m a g a n cia ...
gran hoiftbre. ¿ Y éste? V iz .— L e estoy esperando, sí. Como que hoy hemos
V iz .— ¡T res méritos, n a d a menos! Nieto del uno, p a sa d o a los muebles el plumero de las grandes solem
hijo del otro y p adre de aquí. ( S e señala a sí m ismo.) nidades. ¡ Y a propósito...! ( L l a m a el timbre.)
C hat.— ( T e r m in a n d o .) Entonces vuestra excelen C hat.— (A p a r e c ie n d o .) ¿ L la m a el señor vizconde?
c ia ... V iz .— E l plumero p a ra estos señores.
V i z .—¡¡Cuatro m éntosi! Chat.-—E s tá bien. ( S e v a .}
Chat.— ( A s o m b r a d o .) ¿C u a tro ? P e p .— ¿ Q u é v a usted a hacer con nosotros?
V iz .— E che usted la cuenta. ( L o s dos cuentan por V iz .— Q uitarles el polvo del camino, p a r a que el re
los dedos.) Bisnieto del primero, nieto del segundo e cibimiento sea fastuoso.
hijo del tercero, tres. B las.— Entonces, los soldados que hay formados aquí
Chat.— Tres. cerca, ¿son p a r a el recibimiento?
V iz .— P ero, adem ás, yo soy yo. ¡Cuatro! V iz .— E s posible que me estén haciendo a mí la
C hat.— (C o m o a d m ira d o .) ¡A a a h ! Entonces el guardia, como en palacio.
señorito Chonchilla tiene dos méritos más que el señor C hat.— (C o n el plum ero.) A las órdenes de ustedes.
vizconde. (P e p e y B las se miran escamados.)
V iz .— ¿ D o s? P e p .— T ú primero, Blas.
Chat.— N aturalm ente: el de ser él y el de haber Blas.— N o, no; tú antes, que eres mayor.
g an ad o esta guerra. P e p .— D e ningún modo. Y o quiero concederte el
I
V iz .— Sí, claro; pero le bastaría con ser hijo mío honor de que seas el primero.
p a ra poder enorgullecerse. Sin em bargo, todos los T r a m B las.— ¡ E a ! ¡Sea lo que Dios quiera! ¡V en g a!
polines h a n servido p a r a algo. ("Se encoge como para recibir una ducha y Chalo los
(S u e n a el timbre.) limpia cuidadosamente uno por uno. E l vizconde anim a.)
Chat. — Retiróm e, porque llam an a la puerta. V iz .— ¡Q u e queden bien limpias esas e sp a ld a s!...
( A p a r te .) E ste pobre señor es un tram poh'n... de circo. M ucho plumero d e b a jo de los brazos hasta que se cai
P a r a eso h a servido. ( S e v a .) gan de cosquillas... ( L e s hace cosquillas.) Insista en
V iz .— (H a b la n d o solo.) Y a lo dice la leyenda de las rodilleras...
mi escudo: “ Con trampolín, a la luna; y sin él, a la la Chat.— ( T e r m in a d o .) ¿ M a n d a n algo m ás?
g u n a .” Y o mismo fui a saltar cierta noche un charco V iz .— Q u e se ausente el pollo.
con trampolín, y me caí de patitas en el a g u a ... P ero C hat.— E l pollo auséntase. ( S e v a .)
en el a g u a se reflejaba el astro de la noche, y siempre P e p .— L e traigo a Chonchilla unos versos. ^
puedo decir: "C o n trampolín, a la l u n a . .. ” B las.— P u e s observe el reloj que le traigo yo.
C h a t . — (E ntrando, ya sin el plumero.) Señor V iz .— P e ro este reloj está parad o.
vizconde: esperan don P e p e Botijo y don B las E s- B las.— A h í está la gracia. E s un reloj que y a no
cobitas. me servía p a r a n a d a . P e ro se lo voy a reg alar con las
V iz .— Q u e pasen. manillas puestas en la hora exacta en que los negros
Chat.— (V olviéndose a la p u e rta .) E l señor vizcon del país de la c a ñ a firmaron la paz.
de les espera. ( S e üa.) ( Cotiliiniaiá.)
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Ayuntamiento de Madrid
StlMA^VAKlU IWKAJNTIL. DIKECTUR: AMTUMIUKUUBLISS
P r i n c i p e d e V e r s a r a , 42 y 44. A p a r t a d o 33. T e l é f o n o 51S87
é v l p o r r o f
N úm . 31. — M a d rid , 2 7 de diciem bre de 1930
r u t ó n q S u s c r i p c i ó n . — E s p a ñ a . Portn t^nl y A m é r i c a : A ñ o , 20 pp«etap;
.
B e m e s t r e , 1 0 ; t r i m e s t r e , 6 F n i c i a y A l e m a n i a : 2 5 , 13 y 7;
D e m á s p a í s e s ; 4u, lu ¿ o. L^.^^iusiva üc p u u i i c i a a a ivuüuf]
" ' a t o . . . M o s s e i b é r i c a , S . A . ” En M a d r id , N i c o l á s M a r í a R i v e r o , l i .
t e l é f o n o 1 552S. E n B a r c e l o n a , R a m b l a d e C a t a l u ñ a , 15, t e
l é f o n o 1313U.
ejemplar pertenece a
No podéis imaginaros el tra
bajo que me costó acostum brar XXXI.-Agitador
Ratón me a vivir en el Museo de Histo de b ich o s dise
Bombón ria N atural, entre los bichos di cados.
secados. Os lo aseguro.
T odo,m e daba miedo. Un toro enorme me asustaba mucho? porque siempre me
parecía que tenía un leve movimiento. El tigre, con la boca abierta amenazadora, re
sultaba terrible...
Pero yo me empeñé en vivir allí unos cuantos días y lo conseguí, aunque para
pasar más tranquilo las noches me iba a un nido de golondrinas que el disecador
había hecho, y allí me acostaba entre golondrinas inmóviles, pero suaves y de plumitas
simpatiquísimas; parecían vivas.
Por el día volvía a visitar todos aquellos enormes bichos, como el elefante, en
cuya boca me metí alguna que otra vez, y la jirafa, que era una cuesta muy pina
para llegar a la cabeza.
También había vitrinas llenas de topos, armiños, ratas, ratones, ardillas y demás
animalitos, y yo gustaba de ponerme quieto, quietísimo, y que la gente dijera:
— ¡Qué bien disecado está ese ratón del lazo en el rabo! ¿Verdad?
Otros inocentones añadían:
— ¡Pero si parece de verdad, con el pelito tan lim pio!...
M as como mi carácter no es para estarm e quieto, un día entré en la vitrina de los
ratones por un agujerito que yo me sabía, y me coloqué cuando venía un colegio exa
minando las salas. •
Estuve quieto, quieto, quieto... Y cuando el colegio estaba más satisfecho, di un
brinco, tiré dos o tres figuras disecadas y salí huyendo.
Todos los niños, y el profesor mismo, se engañaron con el susto, y creyeron que
aquel jaleo de ratas, to p o s,y ratones disecádos, era que todos se movían solos, y
salieron a la calle dando voces y asustando a la gente.
La sala de Historia N atural se quedó completamente desierta, y entonces yo me
subí a la terrible boca del tigre. Y en ella estaba, cuando por la puerta aparecieron
andando de puntillas ocho guardias con las pistolas y los sables preparados para m a
tar al bicho que se les pusiera por delante.
Entonces, al pasar por el lado del tigre, hice yo un movimiento como si fuera la
lengua de la fiera, y salieron corriendo de nuevo, y empezaron a tirar tiros desde la
puerta, bien atrincherados.
Esto de los tiros me sonó mal, y me salí por el canalón a la calle.
Creo que y a se les ha ido pasando el susto poquito a poco. Vamos, me alegro.
0 I p o rro •
01 u
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LOS SUSTOS BEL PAT O FELIPE
Ayuntamiento de Madrid
El Niño Car loto Perra
a a dar la v u e l t a a la Ti erra
0 I p o rro ,
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Ayuntamiento de Madrid
OI
OMO los lectorcitos de tenido el gusto
E sios
C
E l P., R. G. tienen
esixiranzas d e que
les toque la bicicleta, que
u
d e entrevistarnos,
acaso con el lector
más extraordinario de E l
con 1.000 pesetas y una Perro, el R atón y el
muñeca se va a rifar con el chiquillo Fer
G ato. E s
motivo de L a frase de Don nando M. Musga, de doce
Quijote, e s conveniente años, gran amigo de la
que hablemos de ciclismo, Sierra. H asta el punto de
que es un deporte bonito, que cuando le pregunto
sin duda ninguna. que qué le gustaría ser,
E n E spaña no ha cre dice que campeón de sal
cido el entusiasmo, por tos en esquíes o guarda
que es país m uy m o nta alpino.
ñoso. Pero en pa;&ss de muchas carreteras horizonta — Pero tienes que tener en cuenta qi<e yo quiero
les, como Francia o Alemania, hay gran entusiasmo. saber la carrera que vas a estudiar.
Lo que pasa en España es que cada vez es más útil — Pues... yo voy a estudiar... militar, para m andar
la bici para los obreros, que pueden vivir en barrios un regimiento de esos de Infantería Alpina, o para ir
de las afuéras, y llegar a las obras sin pagar idas y a la guerra, a una guerra de montaña.
venidas del tranvía. — ¿Y qué animal te gusta más?
E l que se dedica al deporte cichsta, apenas puede — Los abanicos de boquerones.
dedicarse a otra cosa, porque necesita un entrenam ien — ¡Bah! Eso es un chiste. Yo quiero que me digas
to constante y duro, resistiendo los climas variados, cual es el que te es más simpático.
solo con sus ropitas ligeras. — El perro; cualquier perro fiel que sube con su
En Francia reina gran entusiasmo, y en todas sus imo por la nieve. ¡La nieve es tan b onita!...
— ¿Y cuál es el que le gusta más?
— El oso blanco.
— ¿ Y has pasado u na aventura cualquiera con al
gún animal?
— Una vez se me perdió un diábolo entre la nieve;
anduve buscándolo mucho tiempo, porque era nuevo.
No lo encontré. T ardó tres días en quitarse la neva
U n ena da... y al tercer día estaba mi perro a la puerta de
El e n tu sia s
m orado de mi cuarto arañando. Le abrí, y traía el diábolo... ¡Qué
m o fra n cés
perro más rico es!...
p o r la 8US esq u íes
— ¿Tienes cariño a algún juguete?
b i c i c l £ ‘ >v.
como de — mi s esquíes. Si se me partieran, sería como p a r
su s p iernas. tírseme una pierna. ¡Cómo me conocen ya!
— ¿T e has llevado algún susto grande, grande?
— ¡Y a lo creo! U n a vez, corriendo con los esquíes
con otros dos muchachos, se enredaron en u n a caída
grandes poblaciones hay velódromos, o campos de ci nuestras seis tablas y nuestras seis piernas, y nos en
clismo, con las vueltas m uy torcidas p ara darlas m e tró un momento tal terror, que creíamos que no po
jor. Resulta precioso. díamos salir de allí jamás.
Otra pruelDa del entusiasmo francés es lo que lla
man la Vuelta a Francia. T rátase de un recorrido de
4.000 kilómetros próximamente, que hacen en varias
etapas.
Se celebran algunas veces carreras ciclistas con en
trenador, para las cuales cada bici lleva delante una
motocicleta o un automóvil, que evita el que el aire
le dé al corredor, y de ese modo, pueda correr más;
porque la resistencia del aire contiene mucho la
marcha-.
En estas carreras, todo depende de que el entre
nador conozca bien las características del carrerista,
y sepa bien en qué vueltas o cuestas tiene que variar
la velocidad.
El deporte, como todo deporte, es bonito. Pero hay
que agradecerle a la bicicleta que, como es barata,
sirva a las clases humildes p ara evitarse cansancios. — ¿E n qué te gastarías las 1.000 pesetas del premio
¡Viva la bici/... de E l P., R. G.?
—E n viajar por los Pirineos.
E l ■pollo Guinda.
E l tío preguntón.
— ¿ A q u e n o s a b e u s t e d p o r q u é r a z ó n p o n e n c o lla r a E n la S ie r ra .
lo s p e r r o s ? — Chico, e s t o y fa s tid ia d o . N o te n go ta baco, y no s é v w i r
— ¿ N o lo h e d e s a b e r ? s in f u m a r . _ . .
— ¿ P o r qué? — í K p a r a q u é q m e r c s f u m a r aquí, s i a q m e l a ire es
— P o r q u e se d e ja n . puro?
Oí p o r r » t
« I r » t ó H 4
e l ^atO r*.
Ayuntamiento de Madrid
I p e r r o , eI r a t ó e l g: a t o
el m e d i o de l o c o m o c i ó n
C omienza ah o ra o tro concurso p ara lucir los dibujos m arav illo barco, bicicleta, globo, m otocicleta, p atin eta, trineo, aeroplano
sos de n u e stro s lectorcitos, en vista del exitazo conseguido por c' tren, etc.) y uno de los tre s fam osos T respelos, B om bón o A di
de la persona, el anim al y el mueble, que ha llegado a ta n to s con vino. 5.“ Se a co m p añ ará m uy C LA R O el n om bre y señas. 6.‘ P o n
cursantes. dréis en el S O B R E la siguiente direcció n: “ E L P. R. G. (D ib u
E n el nuevo concurso, lo que ha de dibujarse es un medio de jos). A p a rta d o 33. M ad rid .” 7.“ E n tr e los ciue hagan los dibujo!
tra n sp o rte ( “ a u t o ”, barco, “ b ic i” , “ m o l o ” , p atin eta, aeroplano, m ejores y los dibujos m ás graciosos, regalarem os preciosos p re
tren, etc.), y, adem ás, a T respelos, B om bón o A divino: uno de mios.
los tres, y to d o lo que el niño quiera añadir. E jem plos de lo que hay que m a n d a r: una niña y Trespelo»
H e aquí las bases, que habéis de leer con m u cha atención, a n en a ero p lan o ; un niño en p a tin e ta y B om bón corriendo d e t r á s ;
tes del envío, si no queréis que el dibujo se nos caiga en el c e s t o : Adivino y una niña inflando un glo b o ; T respelos en “ b ici” y un
i.“ Cada uno de los dibujos v en d rá ac o m p añ ad o de un C U chico poniendo la g o rra para que la pise, etc., etc.”^En fin, lo que
P O N . 2." Sus c u a tro lados te n d rá n e x actam en te S I E T E C E N T I os parezca.
M E T R O S cada uno. 3.’ E s ta r á n dibujados con tin ta m uy NEGRA.. Moy se publican todavía dibujos dcl anterior concurro. En la
4.“ T e n d rá n un medio de locomoción cualquiera (autom óvil. plana cen tral vienen tres cupones.
7 5 5 .— A n d r é s O rteg a .' 756 .-^ Q u ctita M oscada. 757.— J o s é P a lacios. 75 8.— ^José P a l a c i o s . 759.— M a r i a n o d e P a z .
S evilla. San R a fa el. Falen cia. F alen cia . La Cornña.
o l p o r r o ,
4» I «I
Ayuntamiento de Madrid
D E B É I S DECIR A VUESTROS
AMIGOS QUE TODOS COMPREN EL
ALMANAQUE
DE
©I porr«»«
©I rsitó e i u
©I
PORQUE ES EL MEJOR
ALMANAQUE
DEL MUNDO
iO J O !
está a la venta ¿JNA PESETA
52 -
P lieg o n.“ 31.—^46. El sargento Lutgarto Tinta y Calamares, que manda el pelotón destacado en Vilia-
CUPON FIN DE AÑO C U P O N LA FJ?ASE D E -
burrillos, <jcqn quintos villaburrinos. Cuando está de mal humor y no tiene ganas de hablar, si se toca la
■fetría 'derecha dél "bigote,' és media vuelta a la derecha, y al contrario.—47. Sabino, que cuando va con
Cupón C. I. A. P.
Presentando dos cupones como éste en;
para enviar un dibujo DON QUIJO TE ^ la novia, la hace ir llevando el paso.—48. Toribio, que quiso fusilar a una mosca porque se le había
parado en la nariz. Y lo que hizo fué fusilar un botijo, parque la mosca voló.—49. Severiano, que ha L i b r e r í a F e r n a n d o F e , P u e r t a d e l S o l, 1 5; L i b r e r í a R e n a c i m i e n -
pa r a en viar la so lu ció n del to ,, P r e c i a d o s , 46 y p l a z a d e l C a l l a o , 1, M a d r i d ; L i b r e r í a B a r c e l o -
c o n c u r so d e l A lm a n a q u e .
batido el record de no haber dado jamás en el blanco.—50. .-^rtemio, que sueña fuerte y sueña que pega al n a , H o n d a d e la U n i v e r s i d a d . 1, B a r c e l o n a ; L i b r e r í a F e , Car a
La frase que se publica en
el n ú m e ro .11 o erte n e ce al sargento. Todos sus compañeros pasan grandes noches de risa.—51. Jeremías, que se come un cubo de r a n
L a s t i j e r a s e s t á n e n ..............
No se re m ita sin saber capítulo ............... cho y luego lo relame.—52, S3 y 54’ Tigre, Carbonero y Paloma, gatos del alcalde, el secretario y el maes Í<X X JUUlUUi Of UCXCA» 4JIU1C11C» i Uj UC 1**
tro. El primero va con los chicos de la escuela a coger fruta a los huertos.— 55. Apolonio el Guiños, que ta d , 16, S a n S e b a s t i á n ; L i b r e r í a F e , R e a l , 24 , La Coruña;
(H ace fa lta ta m b ién el cu
bien las condiciones del co n (E ste cupón no se enviará se ha empeñado en que la /> y la a hacen plú.—56 y 57. Jenaro y Lino, buenos chicos, que en la plaza, en vez T án ger, a n tig u a c a lle del B anco de E sp añ a,
pón de A ño N u e v o .) curso.
h a s t a n o r e u n i r 4 0 o 42 d e
e sta s er ie .) de ju g a r al peón, hablan de Astronomia.— 58. Salomón el Pecas, campeón de guá.—59. Saturio el Buitre, que C I A .R o b t e n d r é i s e l 15 p o r 100 d e d e s c u e n t o e n l a o b r a q u e q u er á is !
dice que 5 y S son I 3, y si le regaña el maestro, dice que para él S y 5 son 12, aunque diga otra cosa la co m p ra r d e l fo n d o d e l c a tá lo g o de la C IA P. (E d ito r ia le s R e
n a c im ien to , M undo L atin o y E strella.)
tabla. Es muy cabezota.—60, 61 y 62. Pavos del pavero que se publica en el Almanaque de El P. R. G.
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( D i b u j o s d e D u r a n .)
os ■II
Y E S IH'T'
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nllllln AGOS.
\ MENEN CARGADOS D
por Antoniorrobles. seis m a ra v illo so s cuentos por M anuel A b r il. por S a n to n ja y T orres.
E s t e d e l i c i o s o lib r o , u n o de l o s m á s i n t e r e s a n
L a l i t e r a t u r a i n f a n t i l m á s b e l l a , l o s c u e n t o s de I.— P a n f r i t o y B o r l a de p o l v o s . t e s do s u g é n e r o , c o n t i e n e c u e n t o s d e e x t r a o r
m ás g r a cio so in ter é s, la s ilu s tr a c io n e s m ás p in II.— T r a m p o l í n y l a P á j a r a p i n t a . d i n a r i a a m e n i d a d p a r a e l n i ñ o ; g r a b a d o s de
t o r e s c a s . T o d o lo r e ú n e n e s t o s t r e s t o m o s de III.— L i m p i a p l u m a s . gr a cio sa com icid ad ; c a n to s y p a g in a s m u sic a
o u e n t o s de A n t o n i o r r o b l e s , d e q u i e n u n e r a n les, en tre las cu a les d e sta ca u n a in é d ita y o r i
p e n sad b r e sp añ ol ha dicho r e c ie n t e m e n te : " A n I V .— E l c u e n t o de P í o - P í o .
g in a l del m a estro J a cin to Guerrero.
to n io rr o b les, hab lan d o a los n iñ os, si que pu ed e V.— D o n V eloz.
fo r m a r una g e n e ra c ió n de hom b res para E s 5 pesetas.
VI.— E l d o m a d o r de le o n e s y el b ru jo E st ru ja -
pañ a.” S I E T E RAY<^S D E S O L
lim o n es.
por C oncha E sp in a.
T r e s t o m o s , 12 p e s e t a s .
5 pesetas.
D IA B L O S Y D IA B L U R A S
OTROS C U EN T O S INF A N TIL ES
OCHO C U E N T O S D E N IÑ A S Y M UÑECAS seis cuentos m a ra v illo so s por M anuel A b r il “ E l li b r o d e l o s R e y e s M a g o s ” , 5 p t a s .
S w i f t ; “ V i a j e s d e G u l l i v e r ” (2 t o m o s ) , 8 p t a s .
I.:— L o s t r o s h i j o s d e l D i a b l o . P e r r a i i l t ; “ C u e n t o s d e v i e j ' a s ” , 2, 50 p t a s .
por A nton iorrob les. T. E t z e l ; “ R o b u o e l n i ñ o p r o d i g i o s o ” , 3,50 pe -
II.— T o t ó , T i t í , L o ló , L i l i , F r u f r ú , P o m p o f f y ■ setas.
E s t e l i b r o a d m i r a b l e , q u e a c a b a de a p a r e c e r , la s e ñ o r a R o m b o e d r o . S o u z a C o s t a ; “ H i s t o r i a d e l N i ñ o J e s ú s ” , 2,50
l l e v a a l f in a l d e la o b r a , é n u n s o b r e , o c h o m a III.— D o n P a b l i t o , e l a t r e v i d o . pesetas.
r a v i l l o s a s e s t a m p a s e n c o l o r e s , r e t r a t o s de l a s J. d e C o u l o m b ; “ L a s o r t i j a do G a s t ó n F e b o ” ,
Dcho p r o t a g o n i s t a s de c a d a u n o de l o s o c h o IV .— L a n u e z de B a r t o l o y e l c o n s t i p a d o del 4 pesetas.
cuentos. D ia b lo . T h a c k e r a y ; “ A v e n t u r a s d e u n f a n f a r r ó n ” , 2, 50
V.— N a p o l e ó n , e l c h ic o . pesetas.
6 pesetas. VI.— E l n i ñ o q u e q u i s o s e r g i g a n t e . H a w t h o r n e ; “ C u a n d o la t i e r r a e r a n i ñ a ” , 5 p e
setas.
D i c k e n s ; “ C u e n t o s do v a c a c i o n e s ” , 2 ,5 0 p t a s .
EL PA IS D E M ARA VILLA D i c k e n s : “ L o s t i e m p o s d i f í c i l e s ” , 4 ,5 0 p t a s .
A n d e r s e n ; “ L o q u e v i ó la l u n a ” .
D ...................................................................... r e s i d e n t e
e n ....................... , c a l l e ................................................. , s e i s c u e n t o s p a r a n i ñ o s p o r M a n u e l A b r il.
n ú m e r o .......... d e s e a l e r e m i t a n ......... e j e m - D ............. ....................................................... . r e s i d e n t e
p la i-es de “ V e i n t i s é i s c u e n t o s i n f a n t i l e s ” y I.— E l s e c r e t o d e G a r l o p i l l a . e n .............................. c a l l e ................................................ ,
........ e j e m p l a r e s d e “ O c h o c u e n t o s d e n i ñ a s n ú m e r o ........., d e s e a s e l e r e m i t a n l o s l i b r o s
y m u ñ e c a s ” , c u y o i m p o r t e d e p e s e t a s ......... I I . - ^ E l a r t e de B i r l i b i r l o q u e . s i g u i e n t e s ; .........................................................................
pagará contra reem b olso. III.— E l lo r d , J o h n y e l m a r i n e r o .
F e c h a ...................................................... I \'. — L a s s o m b r a s . c u y o i m p o r t e de p e s e t a s ......... p a g a r á c o n
tra ree m b o lso .
Firm a; V .— U o ñ a S e m a n a . F e c h a ......................................................
VI.— E l c u e n t o d e “ ¡ N o e s v e r d a d ! ” Firm a;
C IA P . A p a r t a d o 33. M a d r id . C IA P . A p a r t a d o 33. M a d r id .
P e d i d o s a C I A P . A p a r t a d o 33. M A D R I D .
Ayuntamiento de Madrid
os tres amigos Mel,
L
I o podía yo quedar
me sin echar un j Gas y Bal, estuvie
M vuelecito e n mi ron toda la tarde
aeroplano hacia la ciudad pasando revista a todo el
que acaso es la más bella e i pueblo de Villacaballos y 81
del mundo, desde el-pun al de Villaburrillos, por
to de vista turístico.
Di pronto con un to-
bo que son coleccionistas, y
hasta hicieron un partido
se
ledanito m uy salado, que de fútbol entre los dos
\ V
^ iba comiendo una figuri-
m azapán; porque
fon equipos, con asistencia do
las autoridades de ambos
ñor
\ Y ^- — / el mazapán de Toledo es pueblos y la banda de
riquísimo.
Le dije que si me quería
del música.
U n poco se preocupa
acompañar y me enseñó la hermosa Catedral, del si ron porque les faltaba ün guardia civil de diario y un
glo X III, muy grande, con ocho puertas principales, a ai cachorro de león.
Después se fueron a casa del profesor Sí, que a todo
fe
cual más bellas.
—Esto encierra mucha riqueza, entre joyas y cua
dros— me dijo dentro el toledanito— . ¡Pero mucha re dice que sí, y M el le preguntó;
— ¿Puede usted decirnos algo de la infancia de Pi- sor
riqueza! M ira sus verjas qué bellas son. H ay 750 ven zarro?
tanas, todas con vidrieras de colores. Tiene 84 colum — Sí; Francisco Pizarro, el conquistador del Perú,
nas. La sillería del coro está tallada, y es riquísima,, nacido hacia 1475, no supo nunca leer ni escribir. E ra
con escenas de la conquista de G ranada y muchas co pastor en Trujillos, pueblo extremeño; y una vez que
sas más. conducía cerdos, dice la leyenda que se distrajo; se
Salimos de aquellos tesoros, y el amigo me dijo le )ierdieron, y para que no le regañaran en su casa
luego;
— Esto es San Juan de los Reyes, otra joya arqui
tectónica, con las cadenas que tenían los cautivos cris
tianos al conquistar Granada, colgando en la fachada
Tam bién me enseñó Santa M aría la Blanca y la
sinagoga del Tránsito. Ambos edificios eran templos jlíí
judíos. Luego entram os en Santo Tomé, y ante un cua Toledo,
dro me dijo: ~
la vieja
— Este es el mejor cuadro que pintó el Greco, el me
jor cuadro de E spaña y el mejor cuadro del mundo. ciudad llena ^ 1
Se titula El entierro del conde de Orgaz. de Arte.
Muchos críticos dicen, como el toledanito, que, en
efecto, es el mejor. Además, Toledo posee muchos cua
dros de este extraordinario [lintor.
Vimos el Alcázar, que fué palacio de Carlos V, y
hoy es la Academia de Infantería. Y vimos las bellas
puertas de la ciudad llamadas del Sol, del Cambrón huyó. Con unos traficantes llegó a Sevilla, y allí em
y de Bisagra, y los dos puentes sobre el Tajo, desde barcó para Santo Domingo. Desde entonces, no dejó
los que la vista es preciosa. esa vida de m ar y de aventura, hasta el punto de ser
él el que mandaba la expedición que, como os digo,
i'oiiquistó el Perú.
Gas, que era el segundo en preguntar, dijo:
— ¿H ay alguna forma casera de cortar una botella
en círculo por donde se quiera?
— Sí— contestó Sí— ; no hay má.s que echar aceite
lasta el punto mismo por donde quiera cortarse. Des
pués metéis una varilla de hierro que esté al rojo, y
como el aceite se calienta en seguida, se salta exacta
mente por donde quería.' Vamos a ver, ahora, qué
quiere saber don Ball.
— ¿Sabe usted la velocidad que alcanzan las p a
lomas mensajeras?
— Sí— contestó Sí— ; las palomas mensajeras pue
den alcanzar una velocidad de sesenta kilómetros por
hora al principio del vuelo; pero en vuelos de diez
Toledo es una bella ciudad, donde hoy se fabrican horas, la velocidad media suele ser de cuarenta y cin
armas blancas. co. Los halcones vuelan a velocidad media de cincuen
—¿Y qué forma tiene la provincia?— le pregunté. ta y cinco en los recorridos largos, y pueden llevar
—La de un enano dormido. mensajes de más peso; pero son caros y difíciles de
—¿Cuáles son sus pueblos principales? enseñar.
— Acuérdate de esto: — ¿Quién toca el organillo? Luego marcharon los tres niños a casa, y encontra
— E s Totó. — Prias anótala y llena vá hermosa. Pero ron el civil y el leoncillo debajo del aparador.
hay que decirlo así: '— ¿Quín oca orgalillo? — Es Totó.
— Fue ñutíala y-lle-na-va hermosa. Y los pueblos son: Cinconianos.
Q uintanar de la Orden, Ocaña, Orgaz, Lillo, Escalo
na, Toboso, Torríjos, Puente del Arzobispo, Madride-
jos, Talavera, Illescas y Navahermosa. — ¿ En q u é p r o fe s ió n del m u n d o h a y m á s e d ucació n y
corrección /
* * * — Ett la d e f a c t o r d e ¡as e stacio n es, p o r q u e hasta con ¡os
eqtíif>aj'es p a stan etiquetas.
E n t r e a n tig u o s ladrones.
— ¿ S a b e s una c o sa ? A h o r a s o y hon ra do , y tr a b a jo en una
jo y e r ía .
— A v e r las que tr a e s h o y , oye. E u uu r es ta u r a n te d e piso b a jo :
— Q u e baje n un p oco ¡a pe rs ia n a d e ¡a puerta, p o rq u e
¡lace m u d i o calor.
E l d e se o d e los e stu d ia n te s p e re z o so s e s s e r com o el río, — E s q u e a s i no v a a po d e r e n tr a r el aire.
porq ue sinnc su curso s in le v a n ta r s e d e l lecho. — Q u e s e a g a d i e un poquito.
porro ,
I rató n q
Ayuntamiento de Madrid
4»l
8n el ie r c e r día de enero
CUENTO por J U A N J UGUE T E
T odos debemos haber oído h a b la r del la mar, y avanzó considerablemente, re tras pudiera, comería plantas, que sufren
joven José R eló, hombre bueno y valien m ando con sus propias manos. ¿ P a r a qué menos.
te, que una vez, al ver que en un paso más? A llí vió unas flores amarillas. ¡ A por
a nivel un tren iba a d a r c aza a un a u L lev ab a de camino marítimo cuatro ella s!...
tomóvil que llevaba señoras, se puso d e días sin encontrar un pez grande a su G u a rd ó entre unas piedras sus escasas
lante del auto hasta que lo detuvo misma paso, cuando el m ar se puso de mal hu reservas, y se acercó a las plantas leja
mente al llegar a la vía. mor, y empezó a moverse con angustia nas, que tenían flores con cabezas a m a
E l se tumbó en el suelo, y el fren pasó la artesa, a la que José R e ló h a b ía pues rillentas.
por encima sin tocarle, y se llevó las to por nombre este pensamiento suyo, que Com ería flores una tem poradita, a ver
ruedas delanteras del automóvil. P e ro s i . dibujó p a ra que lo leyeran los peces: E l cómo sab ían : a ver si tenían un sabor
no llega a ser por él, las señoras y su a u que se aprovecha de la pequeñez ajena poético.
tomóvil se hubiera desehecho d e b a jo del M a s, ¡oh, qué gran sorpresa! L a s le
es un cobarde.
tren, irremediablemente. Los empujones de las o las'llev aron a janas flores se movían y venían hacia
José R eló, hombre buenísimo, que, con la embarcación contra unas rocas, cu a n é l! ... E ra n chinos, doce chinos con la
respecto a los niños y a los animales, es
do y a el ag u a com enzaba a entrar en la c a ra más am arilla que el mismo color
lo que se dice un “ quijote, se enteró de
artesa y hasta en las botas del “ marino” , amarillo, si eso fuera posible.
un antiguo refrán que dice: “ E l pez
y em pezaba a m ojar higos y dátiles. ¡Q u é horror! ¿ Q u é h a ría ? Los chinos
gordo se come al chico” .
D e un brinco se encontró en las rocas, le veían con tipo de hombre, y venían a
— ¿ D e modo— se dijo él— que los pe
ces grandes abusan de su tam año y se a salvo con sus m anjares. él disparándole flechas y tiraan do c a n ta
tragan a los inofensivos peces chiquitines? Subió a un a de las piedras, y vió que zos.
¡Esto no puede ser! H o y me hago una se tra ta b a de una isla no muy grande, José R eló, aterrado, corría, se escon
b arca, y me echo al m ar a predicar la con poca vegetación y sin ningún edi día, h u ía ... U n cantazo de aquellos le
p a z del fondo. ficio. h aría trizas la c a b e z a o la barriga, y
Y , efectivamente, cogió una artesa de U nos especies de gatos subían y b a j a se moriría p a ra siempre, sin a c a b a r de
lavar la ropa, la arrastró con una cuer ban por los árboles. ¿ T e n d ría que d a r pacificar el mundo.
d a hasta el mar, compró higos, dátiles y un cantazo a un animalito de aquellos C u a n d o se encontraba cansado, se es
ciruelas pasas p a ra el camino, se echó a p a ra poder comer? ¡L o sentiría! M ien condía entre unas rocas y d e ja b a la c a
o j i í »ori*o ,
o l rsitoii u
^ I
Ayuntamiento de Madrid
venció a doce un caballero
D I B U J O S de C L I M E N T
b eza fuera, poique esconderse d e l-to d o brarse, m an a n d o adem ás sangre por tres mente, "el último venía acob ard ad o, agi
no le era posible. dedos m achacados. tado y cansadísimo. E r a el 3 de enero.
Los chinos veían la testa, y tiraban Se repitió la cosa con otro; pero aun José R e ló le sonrió, le dió la mano, le
flechas y piedras; y aunque no se les en q u e d a b a n diez, que rugían y disparab an ayudó a subir y le señaló el a g u a d e un.
tendían sus p alab ras, bien se adiv in ab a sus flechas, las cuales p a sa b a n a veces m anantial de piedra p a ra que bebiera un
que estaban celebrando un divertido con por el la d o de sus orejas, silbándole. traguito. M u c h a no, porque venía sofo
curso entre ellos p a r a ver cuál era el que . T iró más piedras, _e hirió a otros c u a cado, y eso era malo.
le p eg ag a o le a n d a b a más cerca. tro. A u n q u e d a b a n seis; pero y a no que Entonces los dos se dieron la m ano
E sta diversión les ap a c ig u a b a algo; d a b a n más piedras. Entonces se acordó pacíflcamente, cogieron a los once heri
pero al pobre José R e ló no le d ejab an de que no era mal “ chutador” en el fút dos y uno por uno los llevaron a la blan
salir de allí, y c u a n d o pretendía escapar, bol, y al séptimo le esperó p re p a ra d o con d a aren a de la p lay a, por la parte seca.
volvían a las risas y a la gracia d e ver la puntera en una m uñeca, q u e -le hizo Con cuidados afectuosos, en los que
quién le atizaba. caer con la boca incrustada. José R e ló era un maestro, curaron divi
V ie n d o que el ham bre ap re ta b a , el v a Y a no le q u e d a b a más que otra bota, nam ente a los chinos, que, al verle, pri
liente m ozo cogió una de las piedras que que la empleó con el octavo. E l cual ta m mero se asustaban y luego le sonreían.
h a b ía por allí cerca, y se la tiró a ellos, a bién cayó desvanecido, con el tacón in Y cuand o sanaron quedaron ta n a g ra
ver si les a su sta b a ... crustado en un hombro. decidos a nuestro héreoe, que le coronaron
P e ro esto les enfureció terriblemente, y ¿ I b a a ho ra a pegarles en la cabeza con un a corona de doce flores amarillas,
se dispusieron a darle e l . a taqu e, p a ra con unas piedras grandes que le h a b ía n en recuerdo de los doce chinistos. Y fué
a c a b a r con él. qu edado, o a clavarles la navajilla que una fiesta a la m anera china.
José R eló no quería ni m atar, ni aun tenía p a r a contar v aras? ¡C a ! N o se L e hicieron luego una b a rc a vaciando
herir a nadie; pero estaba la cosa tan atrevió. E so podría m a ta r a un chino, y un viejo tronco, y volvió a E sp a ñ a tran-
difícil, que pensó en su m ad re (que era no se atrevió. P e ro los otros cuatro se quilamentee.
una buena señora que siempre le estaba guían intentando subir. Y a en E s p a ñ a , dijo que todos los hom
diciendo que no hiciera d a ñ o a n a d ie ), y Entonces se le ocurrió un a defensa a n bres saben ser buenos. ¡T odos, todos!
pidiéndola perdón, aunque la tenía tan tipática, pero irremediable; meterles un Y c a n ta b a unas canciones chinas que le
lejos, se dispuso a luchar. poco por los ojos los dedos de sus manos. enseñaron sus doce compañeros de isla
R eunió piedras; y cuan do iba a subir Y lo hizo con uno, con dos, con tre s... cuando v aciab an pacientemente y poco a
el primero, le pegó un cantazo en una Los tres caían con los ojos dolidos. poco el tronco que luego fué su em bar
mano, que le hizo despeñarse y descala A l último y a no quiso tocarle. C ierta cación.
Ayuntamiento de Madrid
£os domingos de Chin y ^ely
Veréis, lectorcitas, lo que pasó el do y oscureció y entristeció el cielo de un mo h a d a del bosque, y te voy a convertir en
mingo, cuand o la niña B e l^ y la m uñe d o terrible. pino si me tocas.
ca Chin subieron al bosque y cam ina B e l^ dijo: E l leopardo se creyó que la m ona se
ban tranquilam ente; la niña iba hacien — Y o venía a ju g a r a las comiditas h a b ía convertido en la niña, porque creía
do labor, y, en cambio. Chin iba p a s a n con la mona y con la liebre, y este leo en ha d a s y brujas el m uy bobo, y la dijo
d o florecitas por un hilo p a ra hacerse pa rd o nos ha a g u a d o la fiesta, porque yo que y a no la volvería a tocar.
un collar. quiero mucho a la m o n a ... Entonces salió del árbol la chiquilla, y
D e pronto, B e ly notó que la d a b a n Entonces se atrevió a descender del le dijo que si quería ju g a r a las comidi
un golpe en la cabeza. E r a un monito árbol, se dirigió despacito hacia la fiera, tas, que lo p asaría muy bien con ellas.
que, haciéndola seña de que g u a rd a ra se escondió detrás d e una piedra, y h ab ía Y jugó, y se divertía mucho. E l era el
silencio, la dijo que subiera a la ram a dicho a Chin que en aquel momento h a am o d e la tienda, y su criado era un
donde el mono estab a subido. b lara algo. pato. E n una piedra lisa le puso B e ly
Se encaram aron en el árbol las dos Y la m uñeca dijo: judías blancas y coloradas, lentejas,
hermanas, y el monito, con lágrimas en — D e ja a la mona, leopardo. arroz y piedrecitas de mar, y el leopar
los ojos, las dijo que estaba muy asusta E l leopardo se acercó al árbol, a ver do se divertía vendiéndolo a la niña, a la
do, porque tenía una herm anita escondi quien le llam ab a, y entonces Bel]) se me m uñeca, a una cigüeña, a la liebre y a
d a en el tronco viejo de un árbol, y un tió con la m ona en el hueco del árbol. una ardilla. Q u e c a d a una tenía su casa
leopardo se h abía em peñado en c azarla V olvió otra vez la fiera, y entonces la en una piedra, y p a g a b a n con hojas de
y estaba a la puerta esperando a que niña asomó la c a b e z a y dijo: encina.
saliera. — T e n en cuenta, leopardo, que no C u a n d o estaban m ás anim adas, Bel\)
Efectivamente, las niñas guardaron si soy una mona, como tú te creías; soy el dijo al leopardo:
lencio, y se oía gemir a la pobrecita — ¿ T e divierte esto?
m ona: — Sí, mucho.
«Bcly» compró a «CKfn» un
— ¡Perdónem e usted, señor leopardo! — P u e s te voy a decir la v e rd a d : la
precioso libro (jue se titula;
¡Y o seré su criada, su e sc la v a !... P e ro m ona está allí escondida, llorando por
no me m ate usted, que soy todavía muy que no la dejas jugar.
chica y me d a mucho m iedo...
8 cuentos Entonces el leopardo mismo fue a bus
L a muñeca, al oírlo, sintió ta n ta a n de niñas y muñecas c a r a la d esg raciad a mónita, y la tomó
gustia, que se la saltaron las lágrimas esc rito s p o r A n t o n i o r r o b l e s p a r a la s n i ñ a s , y d e dependienta en su tienda.
como a una niña. q u e tie n e lo s p e rs o n a je s de lo s c u e n to s e n ¡ Y se divirtieron m á s ! ...
c a r t u l i n a s re c o rta b le s.
P a r a colmo d e desgracias, una nube 6 P E S E T A S
parecía venía a descargar una tormenta, Tinita.
Ayuntamiento de Madrid
— TU — — O tI —
B[ BUqiJUOS ZOA UOD o f i p ---- ¡ |3 U9 !---- p ‘BpU3p 3p p q JB p ¡01ld3a}S3 3jqUJ3J UOD 9UI0[d
¡OOBS p U3 BU3UI 3} OUI 3S opo; ;oso;uBds3 ousnj^ un 9[¡b}S3 35U3d3J 3q
-siui BJoi[B ‘oiui ofii| sasanj ig! ¡opsoad sbij A ‘ap •BpBlJ B¡|3q B| 3p sofo SOJ 3p UBipUSjd
-JB4 Bun 3nb sBta opB;s3 sBij ojvj! ¡oiiuoq iínjy\[!— -S3p as 3nb sbuiu S bj sb ¡ sosaq sns uoo 9Sn[ua ^
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BJ3190 a p B p B Jiu i B u n 9 i 3 u i p -so jsa s p a jp B U i b j -uoo BJ ua am opuB oB uquia X sofo souiAip snj U3 znj
BpBJUaS BqB}S3 OpBj n s Y -S01U3IA S0| 3 p BA sno B[ BJ o p u a iq a q opBj nj b Baainbis oinuiui un jBisa op
B o j B ip s u i u i D n b s o q ¡3 U3 9JJUOOU3 3s A ‘oX ns o u j o j -3 nd is Muí BJBd ajuBjapB ua Buaaja b3S aijoou bj anb
U3 9Ji¡/\¡ ' o p i o p U3 B ioaJB dB a n b ‘b u b u b u i b[ 3 p o io o Bjjoduil 3UI 000J ¡OSIBJBJ J3p pBppiJ3J BJ BpO} SBU
- n j 3 }U B jjuq p BJ3 o jjs B ] 3 n b Y 'B Jn o o j s p 0 5 u 3 u i0 a i -3A SIUI U3 JSpjB 0}U3IS X OJOpB 3 ! ¡lUI Jod S3JOJJ
u n U3 Í 3 p i 3 d 3 p OlUnjJOJUI J3 Á .I3A3J^U3 3 p Bl|Dip BJ ou ‘— adiouijj ja 9jnuijnui— BjnjBUD JBIJS3J3Q!—
opiU3} B iqB ij 3 n b ‘o s j b j b j p p Jo p u B [d s a .i o t u u j n o u io d -sbuiuSbj sb | sofo sns U3 UBqBjjuq
B |p j iS 3 Bun B q B |¡ u q soÍ3{ 0[ Y ®°1 9 H R V 3nb 9AJ3sqo ‘bjj3 U3 3SopuBfy ‘SBUi ;osopij3p ouans
¡ 3 j d u i3 i s B JBd O S IB JB J J3 o p i p j s d 31J ‘|3 3 n b OpOUl OUI ungjB ap sosjnduii b b isju o s anb X Biuijop anb oqoip
-SIUI p p ‘X ‘U B p Y OUIOO 0 p B 3 3 d 3J_J ' ---- OpUBZO¡[OS asBjaiqnj^ -BpBij jap oijsoi ojaoiijoaij j3 ojduiajuoo X
o f ip ---- ¿lU I 3 p Z ip jU I ‘oq03lj 3l{ 3 n b Oj S3 311^? — ‘SBiUBi SBj 9JBd3S ‘JoqiB jB 90ia0B as ‘oSiBquia uig
•is U3 J3A|0A UÓJ3pilJ 3| ‘Od.l3nO nS UBqBJ •0}nBD SBUi Jas osndoad as ‘jBoad
-0 2B 3nb ‘BIAn|J BpBJ3l] B¡ X opBUBDBJni] 0JU3IA ¡ '^ 3p Bojao Xnui opBjsa BiqBi] anb 0pua¡pu3Jdui0D X
•BJJ3U ‘3;u3J| BJ jod ouBui BJ osBd 3s adpujjj ja saouoju^g
U3 9 X bo X ‘s o fo SOJ 39U0JÍBJJ30 ‘S35U3ip SnS UOJBOOljO •Bpusp BJ 3p JOqjB J3p SBUIBJ SBJ 3p SBJ}3p 95jnOO
‘a d i o u i j j pp so jq u isiu i so | o j p u 3 d j B p B jS o u j uq 3S BpBij BS0p3jd BJ ‘3dpuiij JB jBjadsa ap Z3A u^
■o u s n s u n SOSUBASSp 3S o u io d u y P U 0 i3 p 3 J B d B S 3 p X •Opiqp3J BiqBlJ 3nfa SBpU3}I3ApB SBJ JB juBjqsnb
‘s s q n u SBS3ds3 u o o u o j s u q n o 3S o s i b j b j p X BpBi] ou BiBd SBZJsnj B u p u a j an b X ‘Bjnsouijaij bj jb jiu i
— 144 —
Ayuntamiento de Madrid — 137 —
— 68T — m —
-pB opBoad ou an b ppuB suad ‘b ¡jb 2u b o |b b 91JJ uaiq opo) a p aiu an j ‘p n i i u bj a p Bpuas bj BpuBjsuoo
- 0 0 ‘o a s a p p n b B o j u a u i o u i u n j i j s i s a j uis ‘a d i o u i i j ja A u9 p n jo s a j uoo oinSis ‘b S jb j X n u i anj an b ‘BpiA
Á. ‘B j n z j n p u o o o p u a u u o s 9 u ib ¡[ B jjg ‘sis B ^ x a u o o ns Bpoj 9}ÚBjnp A ‘sBzuBuasua sns B}uano ua ja u aj
oiiui B¡ a d io u jijj p an b ‘jB jnjB usjqos ub} b j 3 B z ajp q odns a n b jo d ‘omisisoqoaAOjd an j ouans janbB oaad
Ayuntamiento de Madrid
— 138 — M as h e aquí que a p a re c e el hada.
Si perro, el ratón y el galo...
a l e n t r a r en i 9 S i
E R R A T A E N L A S 2 4 L E T R A S . — P r e c isa m en te el ú lt im o cuadr o de lo s pasatiempos, o s ea el 2 4 , lleva repetido el nú m e ro 7 , y, sin embargo , n o lle v a
nin gún 5 . B ie n s e com prende qu e el zorro e s el 5 , porque está al lado del 4 . N o obs tant e, las c o n fu sio n e s qu e a los c o ncursan tes pued a haber pr oducid o esta
errata, no s e tend rá en cuenta. Confiad en la b enev ole ncia de A d iv in o .
Perro «Tiki»
más cerca. derán a César, Carlos V y Napoleón, con sus mos saber cómo piensan, qué quieren ser, cuá
E l Gato Adivino. correspondientes tropas.) les son sus gustos...
3.“ Faenas del campo. (Los últimos tres pai P o r eso sería nuestra ilusión que fijáraÍ5
sajes se referirán a la siembra, la recolección vuestra atención en el interrogatorio que o»
y la vendimia.) hará a todos el Tío Preguntón en el próxim o
Esto va a ser M A R A V IL L O S O , M A R A V I número, y le contestárais inmediatamente.
Paisajes recortables L L O S O Y M A R A V IL L O S O . ¿Seréis tan buenos que nos enviéis las res
puestas? Mucho os lo agradeceremos los tres.
maravillosos
¡¡A m igo s!! H ay que fijarse bien en este ca
ballerete, porque los nueve paisajes recortables Historia Las cosistriiccioBies
que vamos a publicar desde ahora ofrecerán
como cupones nueve pedazos de Don Telesforo de Villacaiiailo&
y su pcrriío. De modo que, los lectorcitos que
nos envíen este señor en sus nueve pedazos del perro Lo más maravilloso de las reformas del a ñ a
compuestos, después de que se haya publicado
el noveno paisaje de 1931, entrarán en sorteo será la aparición de construcciones, correspon
para otro preciosísimo juguete. dientes a edificios, tiendas, automóviles, aero
H abéis de g uardar este muñeco sin cortarle planos, navios, etc., etc., de Villacaballos de
de aquí, y cuando vayan llegando los cupones, Cartón.
iréis formando otro D on Telesforo y su perrito E n el próximo número comenzaremos a pu Sabemos que ese es uno de los grandes de
pegado en un papel. blicar la auténtica historia del famoso perro seos de nuestros lectorcitos, y aquí no estamos
Ahora, fijaros en lo que han de ser los nue Tiki, uno de los animales que, habiendo nacido más que para satisfacer esos deseos.
ve paisajes: en las trincheras de la guerra europea, después N o vendrá la primera construcción en el p ró
l.° Ciudades. (Tres paisajes seguidos perte ha llegado a vivir una vida intensa, llena de ximo número, pero no se hará esperar; ya lo.
necerán a las ciudades: antigua, media y mo aventuras. veréis.
derna, como las edades de la Historia.) Como en todas las guerras, en esta última Trespelos, Bombón y Adivino.
LA FRASE
Concurso de postín
DE DON QUIJO TE
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I rsitO ii q
Ayuntamiento de Madrid
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EL DE LAS P R E G U N T A S
Ayuntamiento de Madrid C o m p a ñ í a G e n e r a l d e A r t e s G r á f ic a s . —M A D R I D .