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Flora y Fauna

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Flora y fauna

Flora es el conjunto de las plantas que pueblan un hábitat, mientras que la fauna es el
conjunto de especies animales que habitan en una región geográfica, que son propias de un
período geológico o que se pueden encontrar en un ecosistema determinado.

Flora

Procedente del latín, alude a Flora, diosa romana de las flores, jardines y de la primavera.
En botánica, se dice del conjunto de las plantas que pueblan un país (y por extensión una
península, continente, clima, una sierra, etc.), la descripción de éstas, su abundancia, los
periodos de floración, etc.

El conjunto de especies vegetales que se pueden encontrar en una región geográfica, que son
propias de un periodo geológico o que habitan en un ecosistema determinado. La flora atiende
al número de especies mientras que la vegetación hace referencia a la distribución de las
especies y a la importancia relativa, por número de individuos y tamaño, de cada una de ellas.
Por tanto, la flora, según el clima y otros factores ambientales, determina la vegetación. La
geobotánica o fitogeografía se ocupa del estudio de la distribución geográfica de las especies
vegetales; el estudio fitogeográfico referido a la sistemática de las formaciones vegetales se
conoce como florística.

Fauna:

La fauna es el conjunto de especies animales que habitan en una región geográfica, que son
propias de un período geológico o que se pueden encontrar en un ecosistema determinado. La
Zoogeografía se ocupa de la distribución espacial de los animales. Ésta depende tanto de
factores abióticos (temperatura, disponibilidad de agua) como de factores bióticos. Entre éstos
sobresalen las relaciones posibles de competencia o de depredación entre las especies. Los
animales suelen ser muy sensibles a las perturbaciones que alteran su hábitat; por ello, un
cambio en la fauna de un ecosistema indica una alteración en uno o varios de los factores de
éste.

Tipos de suelo

Dentro de los tipos de suelos podemos encontrar los arenosos, los limosos, o los de turba. Aquí
te enseñamos las características de cada tipo de suelo, así como sus ventajas y desventajas.

Hay básicamente cinco tipos de suelos que son los que los jardineros y agricultores trabajan.
Los cinco tipos son en realidad la combinación de tres tipos de partículas de roca erosionada
que componen el suelo, son el limo, la arena y la arcilla. Según se combinan entre sí estas
partículas crean un suelo con unas características distintas.

Suelos Arenosos

Entre los tipos de suelos, el arenoso contiene partículas más grandes que el resto de los suelos.
Es áspero y seco al tacto porque las partículas que lo componen están muy separadas entre
ellas y no mantienen bien el agua. En los suelos arenosos el agua se drena rápidamente. Estos
suelos no son los de mejor calidad para la agricultura ya que no retienen los nutrientes. Las
plantas en suelos arenosos no tienen la oportunidad de aprovechar bien los nutrientes de
forma eficiente por la velocidad con la que el agua se drena.
El suelo arenoso por otro lado retine mejor la temperatura, así que en cuento llega la
primavera resulta más cálido que otro tipo de suelo. Entre los árboles que se pueden cultivar
en suelos arenosos está el aguacate, las palmeras, los pinos, eucaliptus o los cipreses.

Suelos calizos. Algunos árboles que se cultivan en este tipo de suelos calizos porque pueden
resistir, de alguna manera, a estas condiciones son las higueras, el granado, el citrus, el caqui y
el almendro.

Suelos Limosos

Estos tipos de suelos se componen de partículas más pequeñas y suaves al tacto que los
arenosos. Los suelos limosos retienen el agua por más tiempo, así como los nutrientes. Su
color es marrón oscuro, los limos se componen de una mezcla de arena fina y arcilla que forma
una especie de barro junto al lodo y restos vegetales. Este tipo de suelos se suele dar en el
lecho de los ríos. Son suelos muy fértiles dado su grado de humedad y nutrientes. Más fácil de
cultivar que suelos arenosos o los de arcilla.

Entre sus características principales:

 Son pedregosos
 De color oscuro
 Filtran el agua con bastante rapidez, son suelos muy fértiles

La materia orgánica presente en este tipo de suelos se descompone con rapidez, por esto es
un suelo rico en nutrientes. Estos suelos se componen de partículas más pequeñas y suaves al
tacto que los arenosos. Los suelos limosos retienen el agua por más tiempo, así como los
nutrientes. Su color es marrón oscuro, los limos se componen de una mezcla de arena fina y
arcilla que forma una especie de barro junto al lodo y restos vegetales. Este tipo de suelos se
suele dar en el lecho de los ríos. En los suelos limosos puede crecer casi todos los tipos de
árboles y plantas, salvo las que necesiten condiciones muy secas. Crecen bien árboles como los
sauces, los fresnos, las encinas, los chopos o los álamos.

Suelos humíferos o de tierra negra

Llamamos suelos humíferos a aquellos suelos que ya cuentan con material orgánico
descompuesto. En este tipo de suelos podemos ver organismos o microorganismos que
pueden ser muy beneficiosos para sembrar. De esta manera, los suelos humíferos son los más
elegidos para desarrollar actividades del terreno agrícola.

En los suelos humíferos es normal encontrar lombrices y otros tipos de anélidos que se
dedican a hacer agujeros y permiten así que el suelo atrape todo el agua y los minerales,
siendo tierras muy fértiles.

Estos suelos también se conocen como suelos de tierra negra porque, al haber sustancias en
descomposición en la tierra, presenta un color muy oscuro. Además, suelen absorber muy bien
el agua por lo que es normal que también sean muy oscuros por la humedad. De hecho, los
trabajadores del campo o de la tierra suelen pensar que cuánto más negra sea la tierra a
trabajar mejor es para los cultivos.

Suelos Arcillosos

Los suelos arcillosos son un tipo de suelo que está formado por granos finos de color
amarillento, arcilla en un 45%, retienen mucho el agua y forman charcos.
También conocidos como suelos pesados, estos son potencialmente fértiles, ya que contienen
nutrientes unidos a los minerales arcillosos en el suelo. Pero también contienen una alta
proporción de agua debido a la atracción capilar de los pequeños espacios entre las numerosas
partículas de arcilla.

Drenan lentamente y tardan más en calentarse en primavera que los suelos arenosos. Los
suelos arcillosos se compactan fácilmente cuando se pisan mientras están húmedos y se
hornean con fuerza en verano, a menudo se agrietan notablemente. Estos suelos a menudo
ponen a prueba al jardinero al límite, pero cuando se maneja adecuadamente con el cultivo y
la elección de la planta, puede ser muy gratificante trabajar con este tipo de suelo.

De hecho, si se mezcla con humos es bueno para cultivar. Como decimos, este tipo de suelos
tienen gran poder de retener agua y nutrientes pero una baja porosidad así que es difícil
trabajarlos. Su textura y viscosidad hace que las raíces no tengan una adecuada aireación y por
lo tanto se pueden pudrir.

En este tipo de suelos no se puede plantar cualquier tipo de plantas o árboles, funcionan los
que tiene raíces de ir hacia zonas más profundas buscando aireación. Como la melisa o el
nogal, los alisos, el fresno, o el álamo blanco.

Suelos Pedregosos

A este tipo de suelos se les llama así porque tienen pequeñas formaciones de piedra en su
composición. Esto se produce porque la superficie terrestre se desdobla por causas naturales o
por causas provocadas. El gran problema de este tipo de suelos es que son planta, por lo que
no permiten la entrada de agua. De esta manera, es muy complicado el cultivo en este tipo de
suelos, aunque existe un tipo de plantas de origen xerófilo que sí pueden crecer en este tipo
de suelos.

Algunos de los cultivos típicos de estos suelos son: milenrama, caléndula, amor de hombre o
lavanda fina.

Suelos de Turba

Un excelente suelo para el cultivo, se usa en la agricultura como sustrato para el cultivo. El
suelo de turba es de color oscuro marrón o negro. Son de textura suave y tienen un alto
contenido en agua y nutrientes. Los suelos de turba suelen estar saturados de agua, pero una
vez drenados son excelentes para el cultivo.

Una de las características valiosas de los suelos de turba es su capacidad para retener agua en
los meses secos y su capacidad para proteger las raíces de las bajas temperaturas en épocas de
invierno. Los suelos de turba contienen un pH ácido entre 3,5 y 4 de pH y los agricultores lo usa
para regular la química del suelo, así como agente de control de las plagas del suelo. El suelo
de turba es perfecto para todo tipo de semillero al ser porosos y retener bien la humedad.

Suelos Salinos

Son característicos de regiones secas, su alto contenido en sales influye en las plantas, no son
suelos buenos para la agricultura ya que causan dificultades en su crecimiento. En este tipo de
suelos los cultivos crecen poco ya que se acumulan las sales solubles en la zona de las raíces.
Se suelen reconocer a la vista por el cultivo de plantas débiles y raquíticas y por la presencia de
costras blancas de sal en la superficie.

Si la salinidad de suelo es moderada puede pasar desapercibía ya que no causa efectos muy
evidentes, influye en el crecimiento de las plantas que suelen tener hojas más pequeñas y con
un color verde azulad más oscuro que las hojas normales. Además, mucho suelo salinos
contienen cantidades altas de yeso. Su valor de PH saturado es siempre menor a 8,2. Los
suelos salinos son indicativos de un drenaje inadecuad para lixiviar la sal de la tierra o la que
proviene del agua. Algunos suelos son de forma natural sódicos o salinos si se han formado
sobre material alto en sales como depósitos marinos.

Entre los árboles resistentes a los suelos salinos destacan: el madroño, la morera, la acacia, el
arce, el cedro, el algarrobo o el ciprés común. Hay que destacar que la gran mayoría de lo
cultivo en sus primeras fasees, las de germinación son muy susceptibles a problemas por
salinidad. Si la planta supera las primeras etapas de crecimiento luego es más fácil sobrevivir
en estas condiciones.

Afluentes Climáticas de la zona

En hidrología, un afluente corresponde a un curso de agua, también llamado tributario, que


no desemboca en el mar, sino en otro río que suele ser más importante, con el cual se une en
un lugar llamado confluencia.

Caracterización climática del área

El clima es el conjunto de condiciones atmosféricas que dominan en una porción de la


superficie terrestre. Los elementos del clima son: temperatura, presión atmosférica, vientos,
humedad y precipitación. Los factores modificadores del clima son la latitud, la altitud, la
distancia al mar, el relieve y las corrientes marinas. Juntos, los elementos y los factores del
clima influyen en el modelado del relieve, en la distribución de las especies vegetales, animales
y en las actividades humanas.

Latitud: es la distancia desde el ecuador a un punto cualquiera de la Tierra. Cuanto mayor es


esa distancia, mayor es la latitud. Según el hemisferio en el que se sitúe ese punto, la latitud
puede ser norte o sur, y se expresa en medidas angulares. La latitud influye sobre la
temperatura: a mayor distancia del ecuador, menor temperatura.

Altitud: es la altura, medida en metros, a partir del nivel medio del mar (0 metros) a un punto
cualquiera de la superficie terrestre. La altitud influye sobre la presión atmosférica y la
temperatura: a mayor altitud, menor presión atmosférica y menor temperatura.

Orientación del relieve: por forma y posición actúa sobre las temperaturas y las
precipitaciones. En los sectores más altos hay mayores diferencias de temperaturas que en los
sectores más bajos. Por otro lado, los sectores más bajos, en general, presentan mayores
humedades relativas promedio.

Masas de agua: el agua se calienta más lentamente que la tierra, y lo libera lentamente
también, por lo que los lugares más cercanos al agua tienen cambios de temperatura más
suaves que los que están más lejos.

Distancia al mar o continentalidad: afecta a la temperatura, humedad y pluviosidad o lluvia.


Los lugares más cercanos al mar poseen temperaturas más moderadas y con menor oscilación
térmica (la diferencia entre la temperatura máxima y mínima del día) que los lugares lejanos al
mar.

Dirección de los vientos planetarios y estacionales: los vientos son grandes masas de aire que
se desplazan transportando con ella la humedad de un sitio a otro. Tienen la particularidad de
modificar el clima, ya que tienen como mecánica elevar las masas de aire caliente, que son
retenidas entre las montañas y luego caen en forma de precipitaciones.

Zona de vida o microclima (Pluviometría y temperatura)

La zona de vida puede definirse como una unidad climática natural en que se agrupan
diferentes asociaciones correspondientes a determinados ámbitos de temperatura,
precipitación y humedad.

Como medida del calor se utiliza la biotemperatura media anual, que es la suma de las
biotemperaturas promedio diarias (calculadas sumando las temperaturas horarias sobre 0º
hasta 30º C de cada día y dividiendo entre 24). La biotemperatura indica los ámbitos de
variación dentro de los cuales hay una vida vegetativa activa.

El segundo factor climático principal para determinar las zonas de vida es la precipitación. El
valor que se usa para este factor es el total promedio anual de agua expresado en milímetros
que cae de la atmósfera, ya sea como lluvia, nieve, granizo o cellisca. Este valor siempre se
calcula a base del promedio de totales de muchos años de observación, en tanto que la
precipitación tiende a variar mucho de año en año. El agua que se condensa directamente en
la vegetación o en el suelo, como el rocío, no se incluye en el cálculo de la precipitación. El
agua condensada del rocío o niebla, cuando es apreciable, se considera como un factor de una
asociación atmosférica.

El tercer y último factor climático importante que determina los límites de la zona de vida es la
humedad. La humedad está determinada por la relación en temperatura y precipitación, sin
tener en cuenta las otras fuentes de humedad. El valor que sirve adecuadamente para
representar la humedad es la denominada “relación de evapotranspiración potencial”. La
evapotranspiración potencial es la cantidad teórica de agua que la vegetación natural madura
de un área devolvería a la atmósfera. El valor para la relación de evapotranspiración potencial
se determina dividiendo la evapotranspiración potencial anual en milímetros entre el valor de
la precipitación total anual en milímetros.

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