Por Qué Necesitamos Avivadores
Por Qué Necesitamos Avivadores
Por Qué Necesitamos Avivadores
¿Quién es un avivador?
“Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a
través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en
una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la
zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué
causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la
zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu
calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu
padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro,
porque tuvo miedo de mirar a Dios.”
Sin esperarlo, sin siquiera haber tenido en mi mente la idea de que algo así estaba disponible
para mí, sin haber tenido memoria de haber escuchado nunca a nadie en el mundo
mencionarlo, en el instante más inesperado por mí, el Espíritu Santo descendió sobre mí en
una manera en la que parecía correr a través de mí: de mi cuerpo y de mi alma. Sentí como si
una ola de electricidad corriera a través y dentro de mí. De hecho, parecía que el Espíritu fluía
en forma de olas--olas de amor líquido. No puedo expresarlo mejor. Sin embargo no era como
agua, sino más bien como el aliento de Dios. Puedo recordar especialmente que parecía
ventilarme con alas inmensas; y me parecía que estas olas al pasar sobre mí, literalmente
movían mi cabellera como lo haría la brisa.
No hay palabras que puedan expresar el maravilloso amor que fue derramado en mi corazón.
Me parecía que estaba a punto de estallar. Lloré en voz alta de amor y de gozo, no lo sé pero
fue como si literalmente clamé con el clamor inefable de mi mismo corazón. Estas olas venían
sobre mí, una tras otra, hasta que recuerdo haber exclamado: "Moriré si estas olas siguen
viniendo sobre mí". Le dije al Señor: "Señor, ya no puedo soportarlo más". Sin embargo no
tenía miedo de morir.
Bill Johnson: “Cuando el Cielo invade la Tierra, lo qué hay en el Cielo es manifestado”
Cualquiera que sea lo que hagas, en la voluntad de Dios está lo que hacía Jesús: sanar, salvar
y liberar
“El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los
cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable
del Señor.”
“Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio
del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su fama por
toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades
y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.”
“Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su
maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y
descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella
para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.”
Experiencia de Moody:
“Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan
grande que se pensó que se partiría la nave. Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno
clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de
ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir. Y el patrón de
la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él
tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.”
Randy Clark: es difícil ser ministro del Señor sin el gozo sobrenatural del Espíritu Santo
“Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y
fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de
Jesús le dijo: No tienen vino.”
La iglesia primitiva:
- Los que fueron esparcidos sanaban a los enfermos, expulsaban a los demonios, eran
transportados a otros lugares por el Espíritu. (Hc 8)
“Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y
has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has
sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has
desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.”