Las 14 Estaciones y La Crucifixión de Jesús
Las 14 Estaciones y La Crucifixión de Jesús
Las 14 Estaciones y La Crucifixión de Jesús
Asignatura: Valores
Las 14 estaciones y la
crucifixión de Jesús
Docente: Alumno:
Delia Alcala Ángel Correa
Pilatos condena a Jesús a muerte ante el pedido y presión de un influyente grupo. Pilatos se lava
las manos y deja al Salvador librado a su suerte.
Cristo marcha hacia La Calavera, que en hebreo se dice Gólgota. La cruz es muy pesada, pero
Jesús la lleva con firmeza.
Jesús cae por primera vez
El peso de los leños es demasiado para sus debilitadas fuerzas y cae, pero se levanta enseguida
y continúa la marcha. Señala así el camino a seguir.
María sufre el dolor de su hijo y siente la impotencia de no poder ayudarle. Ella respeta la decisión
de Jesús de morir por la humanidad.
Jesús es ayudado por un cirineo
Jesús muestra su sencillez al dejarse ayudar por un cirineo ante el cansancio de llevar la cruz. No
presume de tener más fuerza: la humildad consiste en reconocer nuestra propia verdad.
Jesús, camino al Calvario, se encuentra con Verónica, una mujer piadosa que le limpió el rostro
sudoroso, el mismo que quedó estampado en el lienzo.
Jesús cae por segunda vez
Pese a la ayuda, Jesús cae por segunda vez. Resulta difícil imaginar cuántos pecados y miserias
pesaban sobre sus hombros.
En el recorrido lo acompañaba una gran muchedumbre, entre ella mujeres que se lamentaban y
lloraban. Jesús les dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, sino por ustedes mismas”.
Jesús cae por tercera vez
Jesús cae y es golpeado por los soldados. El camino se ha hecho muy largo y el dolor de las dos
caídas anteriores es evidente. Pero se levanta y continúa.
El Mesías es desnudado delante de todos, después de haber sido flagelado por quienes se
repartieron sus vestidos. Con avaricia sortean la túnica entera.
Jesús es clavado en la cruz
Tras llegar al lugar denominado La Calavera, los soldados clavan sus manos y pies a los maderos.
Entonces Jesús exclamó: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Desde el mediodía hasta las tres de la tarde el cielo y la tierra empezaron a oscurecerse y Jesús
gritó: “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” y luego entregó su espíritu por amor a la
humanidad.
Discípulos bajan el cuerpo de Jesús
José de Arimatea tramita ante Pilatos la sepultura de sus restos. Ésta fue breve porque al tercer
día el Hijo de Dios resucitó y desde entonces está entre los que creen en Él.