Obstrucción Y Pseudoobstrucción Intestinal
Obstrucción Y Pseudoobstrucción Intestinal
Obstrucción Y Pseudoobstrucción Intestinal
PSEUDOOBSTRUCCIÓN
INTESTINAL
Alba Barberán Bernardos – CS Fuentes Norte
Marta García Castelblanque – CS Almozara
21 de enero de 2020
Índice de contenidos
La obstrucción intestinal es un cuadro clínico causado por la detención de las heces y el gas
intestinal que produce ausencia de deposición, vómitos y distensión abdominal que puede ser
debido a múltiples causas. Hay que saber distinguir entre:
1- CAUSA MECÁNICA:
- Obstrucción intestinal: cuando se produce una obstrucción completa en cualquier
tramo del tubo digestivo secundaria a causas intrínsecas o extrínsecas de la pared
intestinal.
- Suboclusión intestinal: cuadro similar al anterior en el cual la obstrucción es
incompleta, también puede producirse a cualquier nivel del tubo digestivo y
comparten las mismas causas.
2- CAUSA ADINÁMICA:
- Íleo paralítico o pseudoobstrucción: obstrucción intestinal secundaria a un problema
funcional, sin que exista un punto de obstrucción mecánico. Es frecuente en todas las
situaciones en las que hay una “agresión” al intestino, dado que éste responde
dejando de moverse.
La oclusión intestinal completa o incompleta constituye entre el 20-35% de los ingresos urgentes
de las áreas quirúrgicas hospitalarias y el 15% de los ingresos hospitalarios por dolor abdominal,
su alta incidencia hace que todo médico de urgencias deba conocer dicha entidad y su manejo ya
que es una causa importante de morbimortalidad hospitalaria. También es importante en el
ámbito de atención primaria donde es frecuente encontrarse con oclusiones incompletas en sus
estadios iniciales y es fundamental un manejo adecuado para evitar su progresión y prevenir
complicaciones.
Por otro lado, el íleo postoperatorio es el principal motivo del retraso del reinicio de la ingesta
oral, de la prolongación del ingreso hospitalario y del aumento de los costes después de las
operaciones abdominales.
Etiología
Las causas más frecuentes de obstrucción a nivel del intestino delgado son las adherencias
Intraluminales postoperatorias, las hernias y las neoplasias. Las adherencias intraabdominales
suponen entre el 50-75% de los casos y suponen una complicación relativamente frecuente de la
laparotomía. Las hernias representan el 25% de los casos y las neoplasias suponen una causa
relativamente poco frecuente representando únicamente entre el 5-10% de los casos. Otras
causas que vale la pena recordar a pesar de tener una menor frecuencia son la obstrucción
postoperatoria temprana, el íleo por cálculos biliares (1-4%), la invaginación intestinal, y el vólvulo
del intestino medio secundario a malrotación intestinal; estos dos últimos más típicos de la edad
pediátrica.
Las causas más frecuentes de obstrucción a nivel del colon son las neoplasias malignas (> 50%, de
hecho supone en el 20% de los pacientes afectados de cáncer colorrectal las primeras
manifestaciones), vólvulos colónicos (10-15%) y diverticulitis (10% de los casos de obstrucción
colónica, siendo la obstrucción intestinal el 10% de las complicaciones de la enfermedad
diverticular).
Fisiopatología
Clínica
Lo más frecuente es que una obstrucción intestinal en intestino delgado curse con dolor
periumbilical tipo cólico (espasmos muy dolorosos con intervalos de unos 4-5 minutos entre
ellos). Cuando estamos ante una obstrucción prolongada, el dolor disminuye porque se inhibe la
motilidad del intestino. Por el contrario, un dolor intenso, continuo y localizado nos orienta a una
obstrucción que se acompaña de isquemia intestinal como en el caso de una obstrucción por
estrangulación.
De forma normal, cuanto más proximal es la obstrucción, el cuadro cursará más con
sintomatología de náuseas y vómitos de contenido alimentario y biliar, pudiendo seguir
manteniendo emisión de gas y alguna deposición. Por el contrario, ante una obstrucción distal o
colónica, lo más frecuente es la distensión abdominal con cierre intestinal evidente desde el inicio
pudiendo ser tardías las náuseas y vómitos (en ocasiones fecaloideos).
Por otro lado, datos que nos sugieren complicaciones como isquemia o perforación son deterioro
general, fiebre alta, dolor continuo y signos de irritación peritoneal.
En la anamnesis, será importante preguntar por los antecedentes personales y familiares del
paciente ya que nos pueden orientar el diagnóstico etiológico. Por ejemplo, preguntar sobre
intervenciones previas, mediación, situación basal (encamamiento prolongado), enfermedades
médicas (enfermedad inflamatoria intestinal o divertículos) y antecedentes familiares de cáncer
colorrectal.
Exploración física
Lo primero es hacer un examen general y valorar la presencia de afectación del estado general, la
hidratación y las constantes del paciente (tensión arterial, frecuencia cardiaca y fiebre) y descartar
signos de gravedad como shock y sepsis.
El tacto rectal debemos realizarlo siempre en casos de sospecha de obstrucción pero lo haremos
tras la radiografía ya que el tacto puede introducir aire en la ampolla rectal produciendo que se
falsee la interpretación de la radiografía.
Así pues, la exploración física ofrece información que permite el diagnóstico etiológico pero
también del estado de gravedad del paciente, fundamental para decidir la rapidez de actuación.
Exploraciones complementarias
En la gasometría venosa podemos detectar acidosis metabólica en casos de shock o bien alcalosis
metabólica hipoclorémica e hipopotasémica en las obstrucciones intestinales con vómitos
intensos.
Imagen2. Dilatación gástrica y de intestino Imagen3. Vólvulo de sigma. Imagen radiológica en grano de
delgado con un gran cálculo biliar. café. Extracción quirúrgica.
Las radiografías de abdomen obtenidas con el paciente en decúbito supino muestran la distensión
de las asas intestinales con un patrón anormal de gas y las obtenidas con el paciente en posición
erguida permiten la visualización de niveles hidroaereos.
En casos con obstrucción intestinal completa de nivel alto en la radiografía podemos ver asas de
intestino delgado dilatadas proximales a la obstrucción así como disminución de aire en las zonas
más distales como el colon. Sabremos que se trata de intestino delgado por la presencia de
válvulas en su pared que dan un patrón en pilas de monedas. En fases más avanzadas se puede
producir estrangulación que produce edema de la pared, neumatosis intestinal y necrosis que se
visualiza como aparición de imágenes con aspecto de impresiones digitales. La presencia de aire a
nivel subdiafragmático permite el diagnóstico de perforación intestinal motivo por el cual en
muchas ocasiones se solicita también una radiografía de tórax.
Imagen4. Gas en
intestino delgado, Imagen5. Niveles
imagen en pilas de hidroaereos.
monedas.
Imagen6. Imagen7.
Impresiones Neumoperitoneo,
digitales de la visualización del aire
isquemia intestinal. entre diafragma e
hígado. .
En casos con obstrucción intestinal completa de nivel bajo, lo más característico es la visualización
de la dilatación del marco cólico (no tiene válvulas por lo que permite su distinción del intestino
delgado) hasta un punto de stop. En estos casos, en función de la competencia o no de la válvula
ileocecal a medida que pasa el tiempo se va a producir también la dilatación del intestino delgado
si la válvula no es competente. En caso de que sí lo sea, vamos a ver una dilatación mucho mayor
del marco cólico ya que no existe reflujo al intestino delgado que presenta riesgo aumentado de
perforación intestinal.
Imagen8. Imagen9.
Obstrucción de Obstrucción de
intestino grueso con intestino grueso con
válvula ileocecal válvula ileocecal no
competente, competente.
Visualización de Visualización de gas
haustras del colon. en intestino delgado
y grueso
Los estudios de tránsito intestinal están limitados en la práctica clínica actual a aquellos pacientes
en los que sospechamos una tumoración estenosante para determinar el grado de obstrucción.
Éstos deberían realizarse con contraste hidrosoluble si existe la posibilidad de oclusión completa,
si se sospecha la existencia de estrangulación o de perforación intestinal. La radiografía baritada
que con mayor frecuencia se realiza es la enema opaco, en pacientes con dilatación del colon o
del intestino delgado más distal, en quienes se duda del carácter obstructivo o funcional del
cuadro clínico o en caso de vólvulo o invaginación intestinal ya que puede ser una medida
terapéutica. Estas mismas indicaciones tiene la colonoscopia, ya que es la técnica más útil para la
detección de neoplasias y otras lesiones en el interior del colon. No es una técnica que suela
realizarse de urgencia ya que requiere una correcta preparación del colon. Nunca se realizará
colonoscopia ni enema opaco si hay sospecha de perforación.
La ecografía del abdomen suele ser poco útil ya que el gas abdominal impide la correcta
visualización de las diferentes estructuras. Sin embargo, en casos seleccionados como en
pacientes con una masa abdominal, patología biliar, presencia de líquido libre o abscesos puede
resultar de utilidad.
La TC o RNM permite una mayor sensibilidad ya que aporta información sobre la vascularización
del segmento ocluido y ofrece mayor detalle de las diferentes estructuras contenidas en el
abdomen. Esta prueba permite valorar con mayor detalle la existencia y características de masas
abdominales, el grosor de la pared intestinal y los cambios de calibre del tracto intestinal.
Imagen10. Enema opaco con defecto Imagen 11. Imágenes endoscópica Imagen 12. Lesión estenosante
de repleción en ciego. de CCR ocluyendo casi toda la luz compatible con neoplasia colónica
Tratamiento
Requieren ingreso hospitalario todos los pacientes con sospecha de obstrucción intestinal,
independientemente de que sea mecánica o funcional y de su posible etiología. El tratamiento
inicial es conservador basado en:
Existen algunos supuestos en los cuales está indicado el tratamiento quirúrgico urgente como son
la no resolución o recuperación de la motilidad intestinal pasadas 48-72 horas de tratamiento
conservador, síntomas o signos de isquemia intestinal o perforación, hernias estranguladas,
vólvulos o signos de irritación peritoneal y la oclusión completa. La laparotomía permite la
exploración abdominal completa, liberación de bridas o hernias, extirpación de causas
obstructivas o derivación del tránsito intestinal.
- Bridas intestinales: se basa en liberar las asas intestinales e identificar los segmentos
intestinales no viables, realizando resecciones y anastomosis primarias de los
segmentos isquémicos no recuperables. Los pacientes con episodios repetidos de
oclusión intestinal secundaria a bridas pueden ser candidatos a intervenciones
quirúrgicas más complejas, encaminadas a fijar las asas intestinales.
- Vólvulos intestinales: devolvulación quirúrgica y la resección del segmento intestinal
afectado. No obstante, el tratamiento del vólvulo sigmoide es inicialmente la
devolvulación mediante enema opaca o colonoscopia, aunque esta prueba está
contraindicada si existe perforación o estrangulación. En todo momento debe
considerarse que la tasa de recurrencia es del 50%; por lo que en enfermos con buen
estado de salud se debe programar la cirugía resectiva, que presenta baja tasa de
morbimortalidad y recidivas.
- Neoplasia de colon: el adenocarcinoma de colon es el responsable de más del 75% de
las obstrucciones de colon malignas. La oclusión intestinal por cáncer de colon plantea
tres problemas: conseguir la descompresión, eliminar el tumor, y restaurar el tránsito
intestinal. Las prótesis pueden constituir un tratamiento puente hasta la cirugía
definitiva, evitando así la morbimortalidad de la colostomía de urgencia, o bien el
tratamiento paliativo para pacientes en estadios avanzados.
Pseudoobstrucción intestinal
Íleo paralítico
Etiología
El íleo adinámico se produce generalmente por un proceso irritativo siendo frecuente encontrar
un proceso de base evidente, es decir, un diagnóstico etiológico claro. Las causas más frecuentes
son los procesos intraabdominales y, entre estos, el íleo paralítico postoperatorio. En un segundo
plano encontraríamos las causas abdominales por irritación peritoneal como el íleo asociado a
cuadros de abdomen agudo. Otras causas pueden ser procesos retroperitoneales (hematoma,
traumatismos vertebrales, afecciones urológicas), torácicos (neumonías basales, traumatismos
costales, infarto de miocardio), alteraciones hidroelectrolíticas (hipopotasemia, hiponatremia) y
fármacos (especialmente los que afectan al sobre el sistema nervioso autónomo). Aunque existen
otras ocasiones en las cuales la relación causal no es tan clara, como ocurre en caso de
traumatismo vertebral o pélvico.
Fisiopatología
- En las 24 horas iniciales tras la cirugía se recupera la motilidad del intestino delgado.
- En segundo lugar, a lo largo de las siguientes 24-48 horas se recupera la motilidad
gástrica.
- Por último, la motilidad colónica reaparece a las 48-72 horas.
Debemos pensar en posibles complicaciones si nos encontramos ante un paciente con retraso de
la reaparición de la función digestiva normal entre las cuales encontramos la infección
intraabdominal, sepsis, trastornos electrolíticos o efectos de fármacos, especialmente narcóticos
y fármacos psicotrópicos.
Clínica
El íleo paralítico cursa con distensión, nauseas, vómitos, estreñimiento y dolor abdominal. Al
contrario que en la obstrucción mecánica, donde el dolor es intenso y tipo cólico, en la
pseudoobstrucción se presenta dolor leve y mal localizado debido a la distensión.
También deberemos interesarnos por los antecedentes clínicos del paciente pues podemos
encontrar episodios similares, puesto que se pueden repetir de forma recidivante, aunque la
frecuencia de presentación varía mucho de un paciente a otro. Entre un episodio agudo y otro, el
paciente puede estar totalmente asintomático o, por el contrario, presentar algún síntoma
residual (en general distensión abdominal, dolor o alteraciones del ritmo intestinal).
Exploración física
Será similar a la del paciente con obstrucción mecánica excepto que, en general, en el íleo
paralítico encontramos silencio abdominal o disminución de los ruidos hidroaéreos desde el inicio
del cuadro. Sin embargo, tenemos que tener presente que la ausencia de ruidos intestinales no es
un dato constante en el íleo no obstructivo.
Exploraciones complementarias
Tratamiento
Habrá que realizar reposición hídrica del paciente con analíticas de control con el fin de detectar y
tratar las alteraciones del equilibrio electrolítico -causa y/o consecuencia del íleo-. Si hayamos
insuficiencia prerrenal, debemos hacer reposición hemodinámica siendo aconsejable el ingreso
del paciente incluso en una unidad de cuidados intensivos para garantizar una adecuada
monitorización.
Por otro lado, podemos también administrar tratamiento analgésico pero siempre evitando los
opioides pues empeorarían el cuadro. Son de elección los antiinflamatorios no esteroideos
excepto en los casos en los que se evidencie insuficiencia renal.
En caso de no mejoría o ante signos de irritación peritoneal o empeoramiento del estado general
nos plantearemos el tratamiento quirúrgico urgente.
Pseudoobstrucción intestinal crónica
Respecto al tratamiento, se basa en estimular la motilidad del intestino con fármacos como la
cinitaprida (Cidine) o la domperidona (Motillium) que reducen el tránsito del bolo alimenticio a lo
largo del tubo digestivo. Además, tenemos que tener en cuenta el tratamiento sintomático y de
soporte en cuanto al dolor abdominal (analgesia como paracetamol y matamizol), las náuseas y
los vómitos (metoclopramida).
Una forma de disminuir notablemente los síntomas es mediante medidas higienicodietéticas. Los
pacientes deben ingerir las calorías necesarias pero sin sobrecargar el intestino, utilizando
complementos alimenticios si es necesario y priorizando la comida blanda o líquida pues se
elimina más fácilmente del tubo digestivo. En caso de que noten síntomas después de una comida
restringirán la ingesta sólida durante el resto del día. Finalmente, deberemos asegurar que estos
pacientes tengan deposiciones frecuentes pues el estreñimiento tiende a empeorar la
sintomatología.
El término megacolon hace referencia a una dilatación masiva del intestino grueso no causada por
una obstrucción mecánica. Cuando la dilatación se limita al recto hablamos de megarrecto, puede
aparecer de forma aislada (por ejemplo en ancianos con estreñimiento crónico) aunque
generalmente lo hace asociado al megacolon. Estos términos son únicamente descriptivos sin
implicaciones etiológicas ni fisiopatológicas. El megacolon, según estudio radiológico, se ha
definido como dilatación del colon >6,5 cm a nivel de recto-sigma, >8 cm en colon ascendente y
>12 cm en ciego. El concepto de megacolon no incluye la elongación simple del colon, conocida
como dolicocolon, la cual carece de importancia clínica.
El megacolon en el adulto puede ser debido a diversas causas. Distinguimos entre patología de
evolución aguda que incluye la pseudoobstrucción colónica aguda o síndrome de Ogilvie y el
megacolon tóxico (en el contexto de enfermedad inflamatoria intestinal o infeccion por
Clostridium difficile) y patología de evolución crónica como la pseudoobstrucción colonica crónica
o el megacolon crónico secundario a enfermedad de Chagas.
Las causas que desencadenan el síndrome de Ogilvie son múltiples entre las más frecuentes
destacan la cirugía digestiva, ginecológica, cardiaca u ortopédica previa, traumatismos, fármacos y
determinadas condiciones clínicas que contribuyen a la paralización de la actividad motora del
colon como son la sepsis, el hipotiroidismo, las enfermedades neurológicas, infecciones virales o
alteraciones hidroelectrolíticas-. Por tanto, es frecuente la aparición de esta patología en
pacientes hospitalizados con un trastorno clínico subyacente grave como por ejemplo accidente
cerebrovascular, infarto de miocardio, peritonitis o sepsis. También es una forma de
manifestación de las enfermedades sistémicas que afectan al componente neuromuscular
digestivo como la amiloidosis.
Fisiopatología
Clínica
Diagnóstico
El dato fundamental de esta entidad es la dilatación del colon en la radiografía simple sin un claro
stop. Puede aparecer aire en todos los segmentos del colon, incluyendo recto-sigma lo que
permite la diferenciación con la obstrucción mecánica, siendo predominante el crecimiento de
ciego y colon derecho. Hay mayor dilatación del ciego y del colon ascendente y transverso.
También puede llegar a producirse la ausencia de haustras o borramiento de las mismas
secundarias a la dilatación. El TC presenta alta sensibilidad y especificidad para el diagnóstico,
diagnóstico diferencial con la obstrucción mecánica y diagnóstico de las complicaciones.
También se solicita analítica sanguínea y se descarta infeccion por C. difficile mediante detección
de toxina y cultivo en heces que permite el diagnóstico diferencial con el megacolon tóxico.
Tratamiento
Estas medidas se mantienen 24-48h siempre que el enfermo permanezca estable, sin dolor intenso
ni síntomas de peritonitis o de alarma (fiebre, hipotensión, leucocitosis o acidosis metabólica) y
siempre que el ciego tenga un diámetro menor de 12 cm. Es recomendable, revisar mediante
estudios radiológicos el diámetro del colon a las 12-24h ya que la probabilidad de perforación o
isquemia aumenta cuando el diámetro es superior a 12 cm o la distensión se ha prolongado por
más de 6 días. Con la corrección de las posibles causas reversibles y de desequilibrios asociados, la
pseudoobstrucción desaparece en 2 a 6 días en el 83 % al 96% de los pacientes.
El pronóstico y, por lo tanto, las decisiones que tomar están relacionados con diversos factores,
incluyendo la condición general del paciente, su edad, el grado de dilatación cólica y su tiempo de
evolución. Para intentar prevenir la recidiva después del tratamiento médico o endoscópico está
indicada la administración oral de polietilenglicol (PEG) ya que ha demostrado una disminución
clara de la tasa de recidivas. La tasa de mortalidad de estos pacientes varia del 0-32% y está
determinada en parte por las enfermedades asociadas. Los pacientes ancianos, con mala situación
clínica o necesidad de tratamiento quirúrgico presentan un mayor riesgo de mortalidad.
Megacolon tóxico
El megacolon toxico es el otro tipo de megacolon adquirido que conocemos. Hace referencia a la
colitis aguda con signos de toxicidad y dilatación del intestino grueso, segmentaria o total.
Dos o más de los criterios:
- Temperatura superior a 36.8ºC
- Frecuencia cardiaca superior a 120 lpm
- Leucocitosis mayor a 10.500/mm3
- Hb o Hto menor a un 60% o más de los valores normales.
Uno o más de los criterios:
- Deshidratación
- Hipotensión
- Alteraciones electrolíticas
- Estado mental alterado (confusión, letargia, agitación)
Tabla4. Criterios de toxicidad en el megacolon tóxico.
Etiología
Suele ocurrir con mayor frecuente en el contexto de brote grave de colitis ulcerosa, aunque
también puede ser la evolución de otro tipo de colitis como la granulomatosa, infecciosa (sobre
todo por C.difficile), isquémicas, postirradiación o por fármacos (sales de oro, estrógenos o
metotrexate).
Existen ciertos factores precipitantes, sobre todo en la enfermedad inflamatoria intestinal como
son:
Fisiopatología
Clínica
Las manifestaciones clínicas incluyen vómitos, diarrea, rectorragia, tenesmo, dolor abdominal y
fiebre elevada. Pueden evolucionar hacia cuadros de colitis fulminante que se manifiesta con
fiebre alta, taquicardia, hipotensión, deshidratación, estupor, dolor abdominal y peritonismo. O
bien hacia complicaciones como la perforación que se manifiesta con dolor selectivo, ausencia de
movilidad abdominal al respirar, rigidez abdominal y dolor al rebote o a la percusión.
Diagnóstico
La sospecha clínica se basa en los antecedentes recientes del paciente como la presencia en los
días previos de síntomas o signos de colitis aguda. Es importante interrogar sobre antecedentes
médicos, viajes recientes, posibles contagios, empleo de antibioticoterapia, administración de
quimioterapia antineoplásica o agentes inmunosupresores.
La exploración física muestra a un paciente con mal estado general, abdomen distendido y ruidos
abdominales disminuidos o ausentes.
La analítica sanguínea suele presentar leucocitosis con neutrofilia y desviación izquierda. También
son comunes las alteraciones electrolíticas: hipocalemia, hiponatremia, hipocoloremia. La VSG y la
PCR están habitualmente elevadas. Todos ellos datos inespecíficos que apoyan al diagnóstico.
Tratamiento
Debe ser minucioso e intensivo, valorando el ingreso en UCI. Se requiere dieta absoluta, nutrición
parenteral, rehidratación endovenosa, corrección del desequilibrio hidroelectrolítico y
descompresión del colon mediante sonda nasogástrico o nasoyeyunal y cambios posturales. El
tratamiento farmacológico se realiza con corticoides intravenosos, antibioticoterapia de amplio
espectro, aminosalicilitos y ciclosporina ev. También se debe realizar prevención de
tromboembolia y de lesiones gástricas e incluso transfusiones periódicas si fuera necesario. Las
indicaciones de cirugía urgente son la perforación, hemorragia masiva, aumento de
requerimientos de transfusiones, aumento de signos de toxicidad, progresión de la dilatación o
ausencia de respuesta en 48-72h. La técnica quirúrgica de elección es la colectomía subtotal con
ileostomía.
La mayor parte de estos pacientes presentas estreñimiento crónico indoloro, pueden presentar
episodios de dolor abdominal que alivian al defecar así como episodios de diarrea por
rebosamiento o incontinencia fecal. El examen físico revela un abdomen distendido y timpánico.
El estado general suele ser bueno. Se suele realizar analítica sanguínea y radiografía de abdomen.
El tratamiento a largo plazo son las medidas higienicodietéticas para prevenir el estreñimiento y
el uso juicioso de procinéticos y laxantes así como eventualmente el uso de enemas. La cirugía
solo estará indicada en casos que no responden a tratamiento o circunstancias extremas.
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