Unidad 8 F I

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Universidad Nacional de La Rioja - Departamento Académico de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

UNIDAD 8: ESTÁTICA Y DINÁMICA DE LOS FLUIDOS

Los estados de la materia se pueden dividir convenientemente en sólidos y fluidos.


Los sólidos tienden a ser rígidos y mantener su forma, mientras que los fluidos (líquidos o
gaseosos) no mantienen su forma sino que fluyen (manar, correr, derramarse, escaparse).
Entre los fluidos se cuentan los líquidos, que fluyen bajo la acción de la gravedad hasta ocupar
las zonas mas bajas posible de los recipientes. Y los gases que se expanden para llenar sus
recipientes cualquiera que sea la forma de éstos.
(La distinción entre sólidos y líquidos no está bien definida. Los vidrios e incluso las rocas
sometidas a una gran presión, tienden a fluir ligeramente a lo largo de intervalos de tiempo
prolongados) (¿y los glaciares?)

8.1 Densidad. Peso específico

Consideraremos algunas propiedades mecánicas de los fluidos:


Densidad: es una propiedad importante, el cociente entre su masa y su volumen es la densidad
de la sustancia
Densidad = masa / volumen
Para representarla se suele usar la letra griega (rho)

rho=m/V [8.1]

Inicialmente, se tomó por unidad de masa el gramo, que era la masa de un centímetro cúbico de
agua, la densidad del agua, en unidades cgs, es 1 [g/cm3]. Pasando a unidades SI [kg por m 3], se
obtiene para la densidad del agua

rho = 1[g/cm3]x1[kg/103g] x[100cm/m] = 103 [kg/m3 ]

La densidad del agua varía con la temperatura, el valor máximo se tiene a 4ºC.
Cuando la densidad de un objeto sea mayor que la del agua, se hundirá en ésta. Si su densidad es
menor que la del agua, flotaría.
En los objetos flotantes, veremos mas adelante, la fracción de su volumen sumergida en un
líquido cualquiera es igual al cociente entre la densidad de dicho objeto y la densidad del líquido.
Por ej. El hielo tiene una densidad de 0,92 g/cm3 y flota en el agua teniendo sumergido el 92% de
su volumen.
Como la densidad del agua en unidades cgs es 1, resulta mas conveniente que la unidad SI.
El cociente entre la densidad de una sustancia y la del agua se denomina densidad relativa de la
sustancia. Es un número sin dimensiones, cuyo módulo es igual a la densidad expresada en
gramos por cm3. La del hielo es 0,92.
Las densidades relativas de los objetos que no flotan en el agua están comprendidas entre 1 y
aproximadamente 22 (para el elemento mas denso el osmio).

En la tabla se consignan las densidades de algunos materiales corrientes.

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Aún cuando la mayoría de sólidos y líquidos se dilatan ligeramente al calentarlos y se contraen


ligeramente al aumentarles la presión exterior, dichos cambios de volumen son relativamente
pequeños, por lo que puede decirse que las densidades de la mayoría de sólidos y líquidos son
aproximadamente independientes de la temperatura y la presión.
En cambio, la densidad de un gas depende mucho de la presión y la temperatura, por lo que al
dar densidades de gases deberán especificarse la P y T.
En la tabla se dan las densidades en condiciones normales (presión atmosférica a nivel del mar
y temperatura a 0ºC). Las densidades de los gases son considerablemente menores que las de los
líquidos. Por ejemplo, la densidad del agua es unas 800 veces mayor que la del aire en CN.

El cociente entre el peso de un cuerpo y su volumen se denomina peso específico.


Peso específico = w/v = mg/v [kg.m/seg2.m3]; [Nt/m3] [8.2]

8.2 Presión

Llamaremos presión p al cociente entre el módulo de fuerza y la unidad de área donde se aplica.
p=F/A [8.3]

La unidad SI de la presión es el Newton por metro cuadrado (N/m 2) y recibe el nombre de pascal
(Pa)

(Blaise Pascal: (1623-1662) Matemático, físico y filósofo francés. Entre otros trabajos científicos
escribió: De l’ équilibre des liqueurs et de la pesanteur de la masse d’ aire (1648) ; Traité du
vide (1651), tienen por tema la estática de los fluidos)

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Entonces, en el sistema MKS será [Nt/m2]; en el cgs [din/cm2] y en el sistema técnico [kg/m2]
Otra unidad corriente es la atmósfera (atm), que es aproximadamente la presión del aire al nivel
del mar. La atmósfera se define actualmente diciendo que es igual a 101,3225 kilopascales
(kPa).

1 atm = 101,325 kPa = 1132,5 hPa aprox 1133 hPa

También, se puede definir en mm de Hg


1 atm = 760 mmHg

Los submarinistas saben que la presión en un lago o en el océano aumenta a medida que
profundizamos más y más, análogamente, la presión atmosférica disminuye a medida que vamos
subiendo (por eso hay que mantener artificialmente la presión en la cabina de los aviones).
La relación de la variación de la presión con la altura es:

delta p = rho. g. deltah [8.4]

Hay que tener en cuenta que en este caso la densidad del aire no es constante, decrece con la
altura. Para la altura s.n.m. correspondiente a La Rioja aprox. 400m la presión normal es 724 mm
Hg .
En el caso de un líquido como el agua cuya densidad sea la misma en todos los puntos, la presión
aumentará linealmente con la profundidad.

De otra manera, a un sólido podemos aplicarle una fuerza a un ángulo arbitrario con su
superficie. La capacidad de fluir hace que el fluido sea incapaz de soportar un esfuerzo cortante,
y en condiciones estáticas la única componente de la fuerza que debe tomarse en cuenta es la que
actúa en forma normal o perpendicular a la superficie del fluido. Sin importar cuál sea la forma
del fluido, las fuerzas entre el interior y el exterior actúan en todas partes en ángulo recto con las
capas frontera del fluido.
La magnitud de la fuerza normal por unidad de área superficial se llama presión. La presión es
una cantidad escalar; no tiene propiedades direccionales. Por ejemplo: Cuando nadamos bajo el
agua ésta ejerce una presión sobre nuestro cuerpo en todas direcciones. Incluso si la presión es
producida por una fuerza que tiene propiedades direccionales y es un vector, la presión es, en sí
misma, un escalar.
Microscópicamente, la presión ejercida por un fluido sobre una superficie en contacto con él es
causada por colisiones de moléculas del fluido con la superficie.
Como resultado de una colisión, la componente del ímpetu de una molécula perpendicular a la
superficie se invierte. La superficie debe ejercer una fuerza impulsiva sobre la molécula y, según
la tercera ley de Newton, las moléculas ejercen una fuerza igual perpendicular a la superficie. El
resultado neto de la fuerza de reacción ejercida por muchas moléculas sobre la superficie da
origen a la presión en la superficie.
Un fluido sometido a presión ejerce una fuerza hacia fuera sobre cualquier superficie que esté en
contacto con él.

Variación de la presión en un fluido en reposo

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Si un fluido está en equilibrio, cada porción del fluido está en equilibrio. Es decir, tanto la fuerza
neta como la torca neta (momento) sobre cada elemento del fluido debe ser cero.

Consideremos un pequeño elemento de volumen del fluido sumergido dentro del cuerpo del
fluido. Las fuerzas ejercidas sobre el elemento por el fluido que lo rodea son perpendiculares a
su superficie en cada punto. La fuerza horizontal resultante es cero porque el elemento no tiene
aceleración horizontal. Las fuerzas horizontales se deben únicamente a la presión del fluido, y
por simetría la presión debe ser la misma en todos los puntos comprendidos en un plano
horizontal.
El elemento de fluido no estará acelerado en dirección vertical, de modo que la fuerza vertical
resultante sobre él debe ser cero. Las fuerzas verticales son debidas no sólo a la presión del
fluido que lo rodea en sus caras, sino también al peso del elemento. Entonces, comprendemos
porqué en un líquido la presión aumenta con la profundidad, pero es la misma en todos los
puntos situados a la misma profundidad.
p = po + rho. g. h [8.5]

Medición de la presión arterial

Se suele emplear un manómetro especial (llamado esfigmomanómetro) para medir la presión


arterial. En esta aplicación, un bulbo de caucho introduce aire en una manga envuelta
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apretadamente en torno al brazo y al mismo tiempo en un manómetro, como en la figura. La


presión en la manga se incrementa hasta que el flujo de sangre por la arteria braquial se detiene.
En ese momento se abre una válvula y la persona que hace la medición escucha con un
estetoscopio aplicado a la arteria en un punto inmediatamente debajo de la manga. Cuando la
presión en la manga y en la arteria braquial está apenas abajo del valor máximo producido por el
corazón (la presión sistólica), la arteria se abre por un momento con cada latido del corazón. En
ese punto, la velocidad de la sangre es alta y turbulenta, y el flujo es ruidoso. El manómetro está
calibrado para leer la presión en milímetros de mercurio, y el valor que se obtiene es de
alrededor de 120 mm para un corazón normal. Los valores de 140 mm o más se consideran altos
por lo que se suelen prescribir medicamentos para reducir la presión arterial. Cuando se reduce
aún más la presión en la manga, se siguen escuchando sonidos intermitentes hasta que la presión
cae por debajo de la presión cardiaca mínima (la presión diastólica). En ese punto se escuchan
sonidos continuos. En el corazón normal, esta transición se produce a los 80 mm de mercurio,
aproximadamente, y se considera que en los valores por arriba de 90 mm se requiere la
intervención del médico. Las lecturas de presión arterial se suelen expresar como la relación
sistólica/diastólica, que es de 120/80 para un corazón normal.

[Manómetro: del gr. Manós, ligero, poco denso, y métron, medida. En Física, instrumento para
medir la presión de los líquidos o gases. En el caso de los líquidos, dispositivo para medir la
presión de un líquido constituido por un tubo marcado con una escala que contiene un fluido
relativamente incompresible. El nivel del fluido en el tubo varía con la presión de la sustancia
que se mide. Entre los tipos de manómetro se destacan el manómetro aneroide (sin hacer
intervenir líquido alguno) y el esfigmomanómetro. Hay otros tipos de manómetros también muy
útiles.
Esfigmonanómetro: (sphygmomanometer) Spygmo = prefijo que significa “perteneciente o
relativo al pulso” ]

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Principio de Pascal

Cuando oprimimos un tubo de dentífrico, la pasta fluye hacia fuera por la abertura del tubo. Esto
demuestra la acción del principio de Pascal. Cuando se aplica presión en cualquier lugar del
tubo, ésta se resiente en cualquier lugar del tubo obligando a la pasta dental a salir de él. El
postulado que Pascal presentó por primera vez en 1652 dice,

La presión aplicada a un fluido confinado se transmite íntegramente a todas las partes del
fluido y a las paredes del recipiente que lo contiene.

Es decir, si aumentamos en un lugar la presión sobre un fluido en una cantidad delta p, cualquier
otra parte del fluido experimenta el mismo aumento de presión.
El principio de Pascal es la base de la operación de todos los mecanismos transmisores de fuerza
hidráulica, tales como los que podrían encontrarse en la maquinaria para el movimiento de tierras
o en el sistema de frenos de un automóvil.
Ello permite amplificar una fuerza, relativamente pequeña, aplicada para elevar un peso mucho
más grande (como en la plataforma de elevación de automóviles o en la silla del dentista o la
prensa hidráulica) y para transmitir fuerzas a grandes distancias, hasta lugares relativamente
inaccesibles (como en los mecanismos de control de los alerones que se usan en los aviones).

Prensa hidráulica: una fuerza pequeña F1 aplicada al émbolo menor origina una variación de
presión que se transmite a través del líquido al émbolo mayor. Como el área de éste es mucho
mayor que la del pequeño, la F2 será mucho mayor que F1.

Probaremos el principio de Pascal para un líquido incompresible. Un líquido colocado dentro de


un cilindro que está equipado con un émbolo.

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Un fluido dentro de un cilindro equipado con un émbolo móvil. La presión en cualquier


punto P se debe no solamente al peso del fluido sobre el nivel de P sino también a la fuerza
ejercida por el émbolo.
p = pext + rho. g h

Se aplica al émbolo una fuerza externa, por ej., por medio del peso de algunos objetos apilados
sobre él. La fuerza externa da por resultado una presión externa pext aplicada al líquido que se
halla inmediatamente debajo del émbolo. Si el líquido tiene unas densidad (rho), entonces,
según: p = po + rho.g. h , podemos escribir la presión en un punto arbitrario M, a una distancia h
bajo la superficie.
p = pext + rho. g. h [8.6]

Supongamos ahora que la presión externa aumenta en una cantidad delta pext, quizá por añadido
algo mas de peso sobre el émbolo. ¿Cómo cambia la presión p en el fluido como resultado de
este cambio en la presión externa?
Suponemos que el líquido es incompresible, de modo que la densidad rho permanece constante.
El cambio en la presión externa da por resultado un cambio en la presión del fluido que se
deduce de la ecuación dada,
delta p = delta pext + delta (rho.g. h) [8.7]

Puesto que el líquido es incompresible, la densidad es constante, y el segundo término a la


derecha en la ecuación es igual a cero, obtenemos
delta p = delta pext [8.8]

El cambio de presión en cualquier punto del fluido es sencillamente igual al cambio de la presión
externa aplicada. Este resultado confirma el principio de Pascal y demuestra que se deduce
directamente de nuestra consideración previa de la presión estática en un fluido. Por lo tanto, no
es un principio independiente sino una consecuencia directa de nuestra formulación de la estática
de los fluidos.
Si bien hemos derivado el resultado anterior para los líquidos incompresibles, el principio de
Pascal se cumple en todos los casos de fluidos reales (compresibles), ya sean gases o líquidos. El
cambio en la presión externa causa un cambio en la densidad que se propaga en el fluido como

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una onda a la velocidad del sonido, pero una vez que la perturbación termina y se establece el
equilibrio, se encuentra que el principio de Pascal permanece válido.

8.3 Principio de Arquímides

Si “pesamos” un objeto sumergido en agua suspendiéndolo de un dinamómetro éste señala


menos que cuando se pesa el objeto en el aire. Evidentemente, el agua ejerce una fuerza hacia
arriba que contrarresta parcialmente a la fuerza de la gravedad. El mencionado empuje hacia
arriba se hace aún mas evidente cuando se sumerge un corcho: éste se acelera hacia la superficie,
donde flota quedando sumergido sólo parcialmente. El agua ejerce sobre el corcho una fuerza
hacia arriba que es mayor que la fuerza de la gravedad.

La fuerza que un fluido ejerce sobre un cuerpo sumergido en él, llamada empuje, depende de la
densidad del fluido y del volumen del cuerpo, pero no de la composición ni de la forma de éste.
Su módulo es igual al peso del fluido desalojado por el cuerpo. Este resultado se conoce con el
nombre de principio de Arquímides:
Todo cuerpo sumergido total o parcialmente en un fluido sufre un empuje hacia arriba
igual al peso del fluido que desaloja.

A Arquímides (287-212 a.CC.) le habían encargado que determinara si una corona hecha para el
rey Hierón II era de oro puro o si contenía un metal menos noble, como la plata. El problema
estribaba en determinar la densidad de la corona de forma irregular sin destruirla. Dice la
Historia que Arquímides encontró la solución mientras se bañaba e inmediatamente salió
desnudo a la calle en Siracusa exclamando “Eureka”(“lo encontré”). Esta idea luminosa precedió
unos 1900 años a las leyes de Newton, de las cuales puede deducirse el principio de Arquímides.
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Lo que éste había encontrado era una manera sencilla y precisa de determinar la densidad
relativa de la corona, la cual podía comparar con la densidad relativa del oro. Recordemos que la
densidad relativa de un objeto es igual a su peso dividido por el peso de un volumen igual de
agua.
Y el peso de un volumen igual de agua es igual al empuje sobre el objeto, el cual es, a su vez,
igual a la perdida de peso del objeto cuando se pesa sumergido en agua. Así pues, la densidad
relativa de la corona era igual a su peso dividido por la pérdida de peso cuando estaba sumergida
en agua. Se puede, pues, determinar pesándola en el aire y luego pesándola sumergida en agua.

El principio de Arquímides podemos deducirlo de las leyes de Newton considerando las fuerzas
que se ejercen sobre una porción de fluido y teniendo en cuenta que, en equilibrio estático, la
fuerza debe ser nula.

Se han representado las fuerzas verticales que actúan sobre un objeto cuando lo pesamos estando
sumergido. Estas fuerzas son: la de la gravedad w hacia abajo, la del dinamómetro Fs hacia
arriba, una fuerza F1 hacia abajo debida a la presión que el fluido ejerce sobre la superficie
superior del objeto y otra fuerza F 2 hacia arriba debida a la presión que el fluido ejerce sobre la
superficie inferior del objeto. Como el dinamómetro señala una fuerza inferior al peso, la fuerza
F2 debe tener mayor módulo que la F1. La diferencia entre los módulos de estas dos fuerzas da el
empuje B = F2 – F1. El empuje se debe a que la presión del fluido en la parte inferior del objeto
es mayor que en la parte superior.

Hemos eliminado el dinamómetro y hemos sustituido el objeto sumergido por un volumen igual
de fluido. El empuje B = F2 – F1 que se ejerce sobre este volumen de fluido es igual al que se
ejerce sobre el objeto original puesto que el fluido que rodea a dicho espacio es el mismo. Como
este volumen de fluido está en equilibrio, la resultante de las fuerzas que sobre él actúan ha de
ser nula. El empuje hacia arriba, pues, será igual en módulo al peso hacia abajo del fluido de tal
volumen:
B = wf [8.9]

Notamos que este resultado no depende de la forma que pueda tener el objeto sumergido. Si
consideramos una porción de fluido de forma irregular, sobre ella deberá actuar un empuje
debido al fluido que la rodea que será igual, en módulo, al peso de dicha porción. Hemos
deducido así el principio de Arquímides.
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De aquí podemos ver que un cuerpo flotará en un fluido si la densidad de aquel es inferior a la de
éste. Sea rhof la densidad del fluido. Un volumen V del mismo tendrá, pues, una masa rhof. V y
un peso:
wf = rhof. g. V = B [8.10]

El peso del objeto podrá escribirse en la forma:


wo = rho. g.V [8.11]

donde rho es la densidad del objeto. Si ésta es mayor que la densidad del fluido, el peso será
mayor que el empuje y el objeto se hundirá, a menos que lo soportemos de alguna manera. Si rho
fuese menor que rhof el empuje sería mayor que el peso y el objeto se aceleraría hacia arriba a
menos que lo sujetáramos. Flotaría en equilibrio cuando tuviera sumergida una fracción de su
volumen tal que el peso del fluido desalojado fuese igual al peso del objeto.

8.4 Tensión superficial y capilaridad

Podemos lograr que una aguja “flote” sobre la superficie del agua si la colocamos en ella con
cuidado. Las fuerzas que soportan la aguja nada tienen que ver con el empuje; son fuerzas
debidas a la tensión superficial.
En el interior de un líquido, una molécula se halla rodeada por todas partes por otras moléculas,
pero en la superficie no hay moléculas por encima de ella. Si se eleva ligeramente una molécula
de la superficie, las fuerzas atractivas entre ella y las vecinas se intensifican y habrá una fuerza
recuperadora que tirará de la molécula tendiendo a devolverla a la superficie. Análogamente,
cuando sobre la superficie se coloca con cuidado una aguja, las moléculas superficiales se
deprimen ligeramente y las moléculas vecinas ejercen sobre aquellas una fuerza recuperadora
hacia arriba que soportará a la aguja.
Así pues, la superficie de un líquido es algo parecido a una membrana elástica tensa.

Podemos medir la fuerza necesaria para romper la superficie elevando un alambre delgado a
partir de la superficie. Dicha fuerza resulta ser proporcional a la longitud de la superficie rota, la

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cual es el doble de la longitud del alambre ya que hay una película superficial a uno y otro lado
del alambre.
Si el alambre tiene una masa m y una longitud L, la fuerza F necesaria para elevarlo sobre la
superficie es:

F = gamma.2 L + m g [8.12]

Donde gamma es el coeficiente de tensión superficial. El valor de gamma correspondiente al


agua es, aproximadamente, 0,073 Nt/m
A la tensión superficial se debe que las gotitas de un líquido tiendan a ser esféricas. Al formarse
la gota, la tensión superficial hace que se aproximen las moléculas, haciendo mínima el área de
su superficie por lo que la gota será esférica.
Las fuerzas atractivas entre una molécula de un líquido y otras moléculas semejantes del mismo
se denominan fuerzas de cohesión.
La fuerza entre una molécula de un líquido y otra sustancia, como la pared de un tubo de vidrio,
se denomina fuerza de adhesión.
Cuando las fuerzas de adhesión sean grandes comparadas con las de cohesión, como en el caso
del agua y una superficie de vidrio, se dice que el líquido moja la superficie de la otra sustancia.
En tal caso, la superficie de la columna de líquido en un tubo presenta una concavidad.
Cuando sea cóncava la superficie del líquido, la tensión superficial en la pared del tubo tiene
una componente hacia arriba.

El líquido ascenderá por el


tubo hasta que la fuerza total
hacia arriba que se ejerce
sobre él quede equilibrada
por el peso del líquido. Este
ascenso se denomina acción
capilar, o simplemente,
capilaridad y decimos que el
tubo es un tubo capilar. (Los
vasos sanguíneos de menor
tamaño también se conocen
con el nombre de capilares).
Si el líquido ha ascendido una altura h en un fino tubo capilar de radio r, la fuerza que tira del
líquido hacia arriba es la componente vertical de la tensión superficial F cos titac .
Como la longitud de contacto es 2 Pi. r, dicha fuerza vertical valdrá gamma. 2 Pi. r cos tita. Si
despreciamos la ligera curvatura de la superficie, el volumen del líquido del tubo será Pi. r 2 h.
Igualando la fuerza hacia arriba al peso, tenemos:

gamma. 2 Pi. r cos titac = rho.(Pi.r2 h)g o sea


h = 2 gamma. cos titac / rho. r. g [8.12]

A la capilaridad se debe el ascenso de líquido por el papel secante o el del combustible de una
lámpara por la mecha.

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Una de las aplicaciones mas importantes de la capilaridad es la de mantener el agua en el terreno,


en los pequeños espacios existentes entre las partículas que lo forman. Si no fuese por la
capilaridad, toda el agua de lluvia se filtraría hasta alcanzar una capa impermeable donde
formaría un embalse subterráneo y dejaría seco el suelo suprayacente. Los cultivos sólo podrían
existir en zonas pantanosas, como los arrozales.

Fluidos en movimiento

El movimiento de un fluido puede ser muy complicado. Consideremos, por ejemplo, el humo
que surge de un cigarrillo. Al principio asciende formando una corriente regular, pero pronto
aparece la turbulencia y se forman remolinos irregulares. El movimiento turbulento es difícil de
tratar, incluso cualitativamente. Por tanto, sólo nos limitaremos al movimiento estacionario no
turbulento, por ej., el ascenso tranquilo del humo.
Primeramente, vamos a considerar un fluido que se mueva sin disipar energía. También que tal
fluido que no es viscoso. También supondremos que el fluido es incompresible, lo que
constituye una buena aproximación para la mayoría de los líquidos. En un fluido incompresible,
la densidad es constante en todo él.
Utilizaremos el teorema de las fuerzas vivas para deducir una ecuación importante conocida por
el nombre de ecuación de Bernoulli, que es útil para comprender muchos fenómenos que van
desde la sustentación de las alas de un avión hasta la curvatura de la trayectoria de una pelota.

(Aquí nos referimos a Daniel Bernoulli, [1700-1782], segundo hijo de Johann I Bernoulli, físico,
matemático, médico y fisiólogo holandés. Fue miembro de las Academias de San Petersburgo y
de Berlín, y de la Royal Society de Londres. En sus primeros estudios fundamentó la mecánica
sobre el principio de conservación de la energía. Su obra mas importante, un tratado de
hidrodinámica publicado en 1738 en Estrasburgo, sirvió de base a todos los trabajos posteriores
sobre el tema, en el están contenidas las proposiciones sobre mecánica de los fluidos conocidas
como teoremas de Bernoulli)

Se ha representado un fluido que circula por un tubo de sección recta no uniforme. La zona
sombreada de la izquierda indica el volumen de fluido que penetra por el punto 1 en un tiempo
delta t. Si la celeridad del fluido en este punto es v1 y el área de
la sección recta del tubo es A1, el volumen que penetra en el tubo durante el tiempo
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delta t será:
delta V = A1 v1 delta t [9.1]

Como suponemos incompresible el fluido, por el punto 2 del tubo deberá salir un volumen igual
de fluido, representado por la zona sombreada de la derecha.. Si es v2 la celeridad del fluido en
este punto y es A2 el área de la sección recta, el volumen será delta V = A2 v2 delta t. Como estos
volúmenes han de ser iguales, tenemos:

A1 v1 delta t = A2 v2 delta t
Av1 = A2 v2 [9.2]

Esta ecuación es la llamada ecuación de continuidad. La cantidad Av se denomina caudal Iv.


En el movimiento estacionario de un fluido incompresible, el caudal es el mismo en todo punto
del fluido.
implica que Iv = A. v = constante [9.3]

Consideremos ahora la circulación de un fluido por un tubo que varíe en elevación (altura) y de
sección desde el punto 1 al 2. Al cabo de un tiempo delta t, este fluido se habrá movido por el
tubo y estará contenido en la región comprendida entre los puntos 1’ y 2’.

Sea delta m = rho. delta V la masa de este fluido. El efecto neto que se ejerce sobre el fluido
durante el tiempo delta t es que se ha elevado una masa delta m de fluido desde la altura y1
hasta la altura y2 y su celeridad ha pasado de v1 a v2.
La variación de energía potencial de esta masa es:

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delta Ep = delta m g y2 - delta m g y1 = rho. delta V. g (y2 – y1)

[9.4]

y la variación de energía cinética es:

delta Ec = ½ (delta m) v22 – ½ (delta m) v12 =


½ rho. delta V (v22 – v12) [9.5]

El fluido situado en la tubería a la izquierda del fluido considerado le ejerce una fuerza de
módulo F1 = p1 A1 , donde p1 es la presión en el punto 1. Esta fuerza efectúa el trabajo:

W1 = F. delta x1 = p1 A1 delta x1 = p1 deltaV [9.6]

Al mismo tiempo, el fluido situado a la derecha del considerado le ejerce una fuerza de módulo
F2 = p2 A2 dirigida hacia la izquierda.
Esta fuerza efectúa un trabajo negativo (ya que se opone al movimiento),

W2 = - F2 .delta x2 = - p2 A2 delta x2 = - p2 delta V [9.7]

El trabajo total efectuado por estas fuerzas será:

Wneto = p1 delta V – p2 delta V = (p1 – p2) delta V [9.8]

Así pues,
Wneto = delta Ep + delta Ec [9.9]
o sea,

(p1 – p2) delta V = rho. delta V g (y2 – y1) + ½ rho. delta V (v22 – v12) [9.10]

Dividiendo por delta V y si se reordenan los términos, obtenemos:

p1 – p2 = ½ rho v22 – ½ rho v12 + rho. g y2 – rho. g y1 [9.11]

Pasando a un miembro todas las magnitudes con subíndice 2 y al otro las del subíndice 1, esta
ecuación queda en la forma:

p1 + rho. g y1 + ½ rho. v12 = p2 + rho. g y2 + ½ rho v22 (*) [9.12]

Este resultado también puede escribirse así:

p + rho. g y + ½ rho. v2 = constante [9.13]

Lo que significa que esta combinación de magnitudes tiene el mismo valor en todo punto de la
tubería. Esta ecuación se conoce con el nombre de ecuación de Bernoulli para el movimiento
estacionario de un fluido no viscoso incompresible.
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Si se trata del flujo de un fluido viscoso, la suma de los tres términos de la ecuación deja de ser
constante y pasa a ser una función decreciente con la distancia a un punto de referencia dado. El
trabajo por unidad de volumen que hay que suministrar a un fluido viscoso para mantener
constante la suma de estos tres términos se denomina pérdida de carga del sistema. La pérdida
de carga es una característica muy utilizada para caracterizar el flujo de fluidos reales.

Aplicaciones clásicas del principio de Bernoulli:

a)Apliquemos la ecuación de Bernoulli al estudio de la velocidad de salida de un fluido ideal,


que llena un recipiente, por un agujero situado en su fondo.

En los puntos 1 y 2 la presión es la exterior, por lo tanto, p 1 = p2 . En el punto 1 la velocidad de


descenso puede considerarse despreciable, teniendo en cuenta que el diámetro del orificio es
mucho menor que el del depósito, por tanto v1 aproxim 0 además las alturas las referimos
respecto al nivel del fondo del recipiente, con lo que h2=0; entonces:

rho. g. h = ½ rho. v2 [9.14]

donde hemos tenido en cuenta que h1 = h y que v2 = v .

Eliminando rho y despejando v queda,

V= raíz (2 g. h) [9.15]

Expresión conocida como fórmula o teorema de Torricelli, que indica que la velocidad de salida
del agua por un orificio viene determinada por la misma expresión que da la velocidad de caída
libre de un objeto desde una altura dada.
(Evangelista Torricelli, 1608-1647, matemático y físico italiano, sucedió a Galileo como
profesor de física y matemática en Florencia)

Ejemplo:

En una arteria se ha formado una placa arterioesclerótica, que reduce el área transversal a 1/5
del valor normal. ¿En qué porcentaje disminuye la presión en el punto donde ha habido este

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accidente vascular? (presión media normal de la sangre, 100 mm de Hg; velocidad normal de la
sangre,0,12 m/seg; densidad de la sangre, 1,056 kg/m3) .

La ecuación de Bernoulli da una relación entre la presión, la velocidad y la altura del fluido Si
suponemos que tenemos establecido un flujo sin cambio apreciable de nivel y señalamos como 1
el punto donde la arteria es normal y como punto 2 la zona donde se ha producido la deposición
alteradora, podemos escribir:

p1 – p2 = ½ rho (v22 – v12) [9.16]

Por otra parte, dado que suponemos que no hay hemorragias, es decir, toda la sangre que pasa
por 1 debe pasar por 2, se cumple la ecuación de continuidad

v1 A1 = v2 A2 [9.17]

Como A2 = (1/5) A1, cumple entonces: v2 = 5 v1


Teniendo en cuenta este último resultado y sustituyendo el valor de v 1= 0,12 m/seg se obtiene
finalmente:

p1 - p2 = ½ rho (v22 – v12) = ½ rho (25 v12 – v12) = 12 rho v12 =


= 12 x 1,056 x 103 kg/m3 (0,12 m/seg)2 = 182,47 m/m2
= 1,37 mm Hg

A partir de este resultado es sencillo calcular el porcentaje de disminución de la presión


p1 – p2 = 1,37 mm Hg = 0,01137 = 1,37 % implica  Efecto Venturi
p1 100 mm Hg

Otro caso, análogo también del efecto Venturi


b) Por un tubo horizontal que tiene un estrechamiento circula agua en la forma que indica la
figura. Demostrar que la presión es menor en el estrechamiento.

Como las secciones de distinto tamaño están a la misma altura, haremos y 1 = y2 en la ecuación de
Bernoulli (*) [9-24], se reduce a:

p + ½ rho. v2 = constante [9.18]

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Cuando el líquido penetra en el estrechamiento, el área A de la sección recta disminuye, con lo


que la celeridad v aumentará (ya que delta v se mantiene constante). Pero según esta última
ecuación para que se mantenga constante al aumentar la celeridad deberá disminuir la presión.
Esta ecuación constituye un resultado general e importante aplicable a muchos casos en los que
se puedan ignorar los cambios de altura.

Efecto Venturi: Cuando aumenta la celeridad de un fluido, disminuye la presión.

8.6 Movimiento viscoso

Según la ecuación de Bernoulli, en el movimiento estacionario de un fluido por un tubo largo,


estrecho, horizontal y de sección constante, la presión será constante a lo largo de todo él. En la
práctica, al movernos a lo largo del tubo en el sentido del movimiento observamos una caída de
presión. Podemos considerar esto de otra manera diciendo que para impulsar un fluido por un
tubo horizontal hemos de aplicar una diferencia de presión. Esta diferencia de presión se debe a
la viscosidad del fluido. El tubo ejerce un freno sobre el fluido inmediato a él y las capas de
fluido ejercen fuerzas viscosas de freno sobre las capas contiguas. Por ello, la velocidad del
fluido no es la misma en todos los puntos de una sección, sino que es máxima en el centro y
mínima en la proximidad del borde donde el fluido está en contacto con la pared del tubo.

Sea p1 la presión en el punto 1 y p2 en el punto 2 situado a una distancia L del primero en el


sentido de la corriente. La caída de presión delta p = p1 – p2 es proporcional al caudal. La
constante de proporcionalidad recibe el nombre de resistencia y la representamos por R.

delta p = p1 – p2 = Iv R [9.19]

donde Iv = v. A es el caudal. La resistencia R al movimiento depende de la longitud L del tubo,


de su radio r y de la viscosidad del fluido.
Ejemplo: cuando la sangre circula desde la aorta a través de las arterias, arteriolas, vénulas y
venas a la aurícula izquierda, la presión (manométrica) cae desde 1,33 x 10 4 Nt/m2 = 13,3 kPa a
cero, la resistencia total del sistema circulatorio es 1,66x108 Nt.seg/m5

Definiremos el coeficiente de viscosidad “nu” de un fluido.

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Tenemos un fluido confinado entre dos placas paralelas, de área A cada una, separadas una
distancia z. La fuerza F tira de la placa superior con celeridad constante v mientras que la placa
inferior se mantiene en reposo. Para tirar de la placa superior hace falta una fuerza porque el
fluido inmediato a la placa le ejerce una fuerza de retardo. La celeridad del fluido será
esencialmente igual a v cerca de la placa superior y nula cerca de la placa inferior y varía
linealmente con la separación entre las placas. El módulo de la fuerza F resulta ser proporcional
a v y A e inversamente proporcional a la separación z de las placas. La constante de
proporcionalidad un es el coeficiente de viscosidad

F = nu. (v. A / z) [9.20]

La unidad SI de viscosidad es el
[Nt.seg/m2 = Pa.seg] (Pascal = Pa=Nt/m2)

La antigua unidad cgs, de uso común, es la [dyn.seg/cm 2], llamada poise en honor del físico
francés Poiseuille. La relación es 1 Pa.seg = 10 poises

(Jean Louis Marie POISEUILLE, 1799-1869, médico y físico francés. Realizó diversos estudios
sobre el corazón y la circulación de la sangre. Pero sus trabajos mas importantes son una serie de
experiencias e investigaciones que le permitieron, en 1844, formular las leyes de la circulación
laminar y demostrar experimentalmente la ley que lleva su nombre)
(Gotthilf Heinrich Ludwig HAGEN, 1797-1884, ingeniero hidráulico alemán. Desarrolló
algunos dispositivos de estudio para la dinámica de los fluidos, formulando la ley de la
viscosidad llamada de Poiseuille con entera independencia de éste).

En general, la viscosidad de un fluido aumenta cuando disminuye la temperatura. Así, por


ejemplo, en los climas fríos, para lubricar los motores de los automóviles se utiliza en invierno
un aceite más ligero que el que se utiliza en verano.
En función del coeficiente de viscosidad, la resistencia R al movimiento del fluido, en el caso de
movimiento estacionario por un tubo de sección circular de radio r, es

R = 8 un. L/ Pi. r4 [9.21]

Se pueden combinar las ecuaciones para dar la caída de presión en un tubo de sección circular:

delta p =(8 nu. L / Pi. r4). Iv Ley de Poiseuille [9.22]

Notemos que la resistencia es inversamente proporcional a r4 . Si reducimos el radio del tubo a


la mitad, la caída de presión para un caudal dado se incrementa en un factor 16, o sea que se
necesitará una presión 16 veces mayor para bombear el fluido por el tubo con un caudal igual al
original.
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8.7 Número de Reynolds

Por ejemplo, si por cualquier razón se redujera el diámetro de los vasos sanguíneos, o se
reduciría mucho la circulación de la sangre o el corazón debería trabajar mucho más para
mantenerla.
La ley de Poiseuille sólo es aplicable al régimen laminar (no turbulento) de un fluido de
viscosidad constante, independientemente de la velocidad del fluido.
La sangre es un fluido complicado constituido por partículas sólidas de formas diversas que
están en suspensión en un líquido. Por ejemplo, los glóbulos rojos son objetos en forma de disco
orientados aleatoriamente cuando sus velocidades son pequeñas pero que tienden a orientarse a
velocidades grandes con objeto de facilitar la circulación. Así pues, la viscosidad de la sangre
disminuye cuando aumenta la velocidad de circulación y, por ello, la ley de Poiseuille no será
estrictamente válida. A pesar de todo, la ley de Poiseuille constituye una buena aproximación
que resulta muy útil para obtener una idea cualitativa de la circulación sanguínea.

Cuando la velocidad de un fluido se hace suficientemente grande, se destruye el régimen laminar


y se establece turbulencia. La velocidad crítica por encima de la cual se hace turbulenta la
circulación por un tubo depende de la densidad y de la viscosidad del fluido, así como del radio
del tubo.
La circulación de un fluido puede caracterizarse mediante un número adimensional llamado
número de Reynolds: NR, definido por

NR = 2.r. rho. v / nu (número de Reynolds) [9.23]

Donde v es la velocidad media del fluido. La experiencia indica que el régimen será laminar si
el número de Reynolds es inferior a 2000, aproximadamente y será turbulento si es superior a
3000. Entre estos valores, el régimen es inestable y puede pasar de un tipo al otro.

(Osborne Reynolds, 1842-1912, ingeniero británico. Estudió en la Universidad de Cambridge y


fue profesor de hidrodinámica en la de Manchester. Se especializó en el estudio de la cinética de
los líquidos y los fluidos viscosos, en este campo descubrió la importancia de un coeficiente sin
dimensión llamado número de Reynolds, que representaba la relación entre las fuerzas de inercia
y las de viscosidad en la mecánica de los fluidos. Fue tambien autor de diversos estudios sobre
las turbinas hidráulicas y la propulsión por medio de hélices)

8.8 Membranas biológicas

Las membranas en general separan dos regiones del espacio y permiten el paso de sustancias a
su través mediante poros pasivos y bombas moleculares activas. Se dice que una membrana es
permeable a una sustancia cuando ésta la puede atravesar. Si una membrana permite el paso
únicamente de ciertas sustancias, se denomina semipermeable. Si queremos describir el
funcionamiento de cualquier sistema biológico, necesitamos entender los fundamentos básicos
de los procesos de transporte a través de las membranas biológicas. La descripción de estos
procesos, así como el planteamiento de unos modelos físicos del funcionamiento de algunas
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membranas biológicas, es nuestro objetivo. Las membranas biológicas están compuestas por
lípidos y proteínas. Los lípidos son esencialmente colesterol y fosfolípidos. Los lípidos están
colocados en la membrana en una doble capa de tal forma que las colas hidrofobias están
orientadas hacia el interior para evitar el contacto con el agua. Las proteínas quedan absorbidas
dentro de la doble capa lipídica, formando una especie de conductos, que representan los poros, a
través de los cuales se efectúa principalmente el transporte de moléculas pequeñas. Antes de
abordar la descripción de algunos procesos de transporte a través de una membrana, vamos a
definir una magnitud que nos ayude a cuantificarlos. Esta magnitud es el flujo, que indica la
cantidad de sustancia que en la unidad de tiempo atraviesa el área unidad. Se simboliza mediante
la letra J.
El mecanismo mas sencillo mediante el que una sustancia puede atravesar la membrana es el
puramente mecánico. En efecto, una diferencia de presión hidrostática entre ambos lados de la
membrana produce un flujo de materia a su través. Este proceso se describe mediante la ley de
Poiseuille que hemos visto, donde suponiendo que el poro es cilíndrico, de radio r y de longitud
L, que coincide con el espesor de la membrana, y que la membrana tiene n poros por unidad de
área, se obtiene que el flujo J está relacionado con la diferencia de presión a ambos lados según:

J = (n Pi. r4 / 8 miuL) delta p = Lp delta p


[9.24]

donde el coeficiente Lp se denomina permeabilidad o coeficiente de filtración.

Con refinadas técnicas experimentales puede evaluarse el radio medio de los poros de la
membrana así como su espesor g. Suponiendo que los poros son cilíndricos y todos iguales, así
como también que la membrana tiene el mismo espesor en todas partes, puede calcularse el flujo
por un poro y puede medirse el flujo total del fluido por unidad de área de la membrana.
La resistencia hidrodinámica total Rh,T puede relacionarse fácilmente con la resistencia
hidrodinámica de un poro Rh,p , teniendo en cuenta que todos los poros pueden suponerse
distribuidos en paralelo. Por tanto, a partir de considerar que los conductos se unen en paralelo,
la resistencia hidrodinámica global seguirá la misma relación que sigue la resistencia eléctrica de
los resistores conectados en paralelo, cuestión que abordaremos en plenitud en el curso siguiente,
la expresión resulta:

1 / Rh,T = n / Rh,p [9.25]

donde n es el número de poros por unidad de área. La ecuación anterior comporta que el caudal
total QT está relacionado según:
QT = n Qp ,
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y, por tanto, si se consigue medir el caudal total de fluido por unidad de área de la membrana y
se puede calcular el caudal que circula por cada poro, puede determinarse fácilmente el número
n de poros de la membrana.

Supongamos ahora que tenemos disoluciones del mismo compuesto pero de distinta
concentración separadas por una membrana semipermeable que permite el paso del disolvente
pero no del soluto. Ya que la concentración es distinta, se producirá un flujo de disolvente que
irá de la zona menos concentrada a la mas concentrada. Desde el punto de vista cualitativo,
podemos explicar este fenómeno si pensamos que el número de moléculas de disolvente que
chocan con la membrana en la disolución mas concentrada es inferior al número de choques que
experimentan las moléculas de disolvente en la disolución menos concentrada. Como el flujo de
partículas a través de la membrana es proporcional al número de choques, el flujo neto de
disolvente irá de las zonas de menor hacia las zonas de mayor concentración. Así, este flujo es
proporcional a la diferencia de concentraciones y podemos entonces escribir:

J’ = - k delta C [9.26]

donde J’ es el flujo neto de disolvente, k una constante de proporcionalidad y delta C la


diferencia de concentraciones.
Si se producen distintas concentraciones y presiones diferentes, el flujo total se debe a ambos
procesos y se escribe entonces:

JT = Lp delta p - k deltaC [9.27]

En una membrana semipermeable perfecta es posible demostrar que k = Lp R T , donde R es la


constante universal de los gases y T la temperatura absoluta. Así:

JT = Lp (delta p – R T deltaC) [9.28]

El producto RT delta C tiene unidades de presión y se denomina presión osmótica .


Una forma de determinar experimentalmente la presión osmótica de una disolución es variar
delta p hasta que JT = 0 , con lo que entonces

delta p = delta Pi = RT delta C

y el valor de delta p coincide con el de la presión osmótica.

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