La Oposicion A Las Medidas Cautelares - Priori
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La Oposicion A Las Medidas Cautelares - Priori
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Giovanni F. Priori Posada
SUMARIO:
efectiva4. De este modo, el derecho a la tutela ju- otra garantía constitucional, respetando los
risdiccional efectiva es un conjunto de derechos parámetros de necesidad y proporcionalidad
fundamentales5 que garantiza a todo ciudada- en la restricción6.
no, el acceso a los órganos jurisdiccionales para
que a través de un proceso en el que se respeten De esta manera, la coexistencia de ese conjunto
ciertas garantías se dicte una resolución que se de garantías al interior de un proceso plantea
1. Sobre esta noción, véase: HABERLE, Peter. El estado constitucional. UNAM y Fondo Editorial de la Pontificia Univer-
sidad Católica del Perú: Lima, 2003; y, ZAGREBELSKY, Gustavo. El derecho dúctil. Trotta: Madrid, 1995.
2. Sobre este tema he disertado ampliamente en un trabajo anterior. PRIORI POSADA, Giovanni. “El proceso en el Esta-
do constitucional”. En: AAVV. Constitución y proceso. Actas del primer Seminario Internacional de Derecho Procesal
Constitución y Proceso llevado a cabo en el Campus de la Pontificia Universidad Católica del Perú entre el 22 y el
25 de noviembre de 2009. Ara editores y Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú: Lima,
2009, p. 341 y ss.
3. En ese sentido: LORCA NAVARRETE, Antonio María. Estudios sobre garantismo procesal. Instituto Vasco de De-
recho Procesal: San Sebastián, 2009, p. 3 y ss. El reconocido profesor español enseña que: “(…) el proceso como
sistema de garantías, supone otorgar, al ámbito heterocompositivo de la función jurisdiccional, una respuesta
constitucional sustantiva, procesal y de ‘aquí y ahora’, respecto de este (y no otro) concreto momento constitucio-
nal, en contraposición con una proyección exclusivamente instrumental atemporal y acrítica del habitual y común
procedimentalismo de las leyes de enjuiciamiento en España”. LORCA NAVARRETE, Antonio María. Estudios sobre
garantismo procesal. Instituto Vasco de Derecho Procesal: San Sebastián, 2009, pp. 4 – 5. Para una comprensión de
esa noción para el caso peruano véase: LORCA NAVARRETE, Antonio María: Garantismo y proceso: Una lectura de la
Constitución peruana a propósito del garantismo como metodología de estudio del Derecho Procesal. En: PRIORI PO-
SADA, Giovanni (editor). Proceso y Constitución. Actas del segundo Seminario Internacional de Derecho Procesal
Constitución y Proceso llevado a cabo en el Campus de la Pontificia Universidad Católica del Perú entre el 10 y el
13 de mayo de 2011, p. 29 y ss.
4. Sobre la noción, trascendencia y alcances del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, puede consultarse un
trabajo anterior: PRIORI POSADA, Giovanni. La efectiva tutela jurisdiccional de las situaciones jurídicas materiales:
Hacia una necesaria reinvindicación de los fines del proceso. En: Ius et Veritas. No. 26.
5. En ese sentido, se ha pronunciado el Tribunal Constitucional, cuando sobre los derechos al debido proceso y a la
tutela jurisdiccional efectiva han señalado que: “Asimismo, estos derechos poseen un contenido complejo (pues
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se encuentran conformados por un conglomerado de mecanismos que no son fácilmente identificables) que no
se limita a los derechos fundamentales reconocidos en el artículo 139, el segundo párrafo del artículo 103 u otras
disposiciones de la Constitución, sino también a aquellos derechos que resulten esenciales para que el proceso
pueda cumplir con su finalidad y que se deriven del principio–derecho de dignidad de la persona humana (artí-
culo 3. de la Constitución). STC 0023-2005-PI.
6. En el mismo sentido se pronuncia el profesor Lorca Navarrete, quien sostiene que: “La interpretación y aplicación
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el dilema que ya Zagrebelsky7 anunciaba para o proporcionalidad en la restricción de los
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todos los principios y derechos fundamentales derechos fundamentales. Lo que esta técnica
dentro del Estado constitucional: cada uno evita es que por intentar proteger un derecho
de ellos, individualmente considerado desea procesal fundamental, terminemos restringien-
alcanzar su máximo grado de protección o satis- do inconstitucionalmente otro derecho proce-
facción, sin embargo – y en ello consiste la para- sal fundamental. Los errores en la regulación
doja – el establecimiento en términos absolutos procesal, muchas veces tienen como base el
del mayor grado de satisfacción de uno de los hecho que el legislador regula solo atendiendo
valores constitucionales elimina, de inmediato, a la protección de un derecho procesal funda-
la posibilidad que los demás derechos constitu- mental, sin ser consciente en los efectos que
cionales puedan alcanzar protección. Dicho de esa regulación pueda tener en otro derecho
otro modo, la mayor satisfacción de un derecho procesal fundamental; o, siendo consciente, sin
fundamental afecta la posibilidad de satisfac- interesarle ello o sin saber que existen medios
ción del otro, por ello, el reto está en hacer que para lograr que la garantía procesal que se
todos los valores constitucionales alcancen el quiere proteger lesione lo menos posible a la
de las normas procesales tiene trascendencia constitucional, por cuanto el derecho a la tutela judicial efectiva obliga a
elegir la interpretación de aquella que sea más conforme con el principio pro actione y con la efectividad de las garan-
tías que se integran en esa tutela de suerte que si la interpretación de la forma procesal no se acomoda a la finalidad de
garantía, hasta el punto que desaparezca la proporcionalidad – principio de proporcionalidad – entre lo que la forma
demanda y el fin pretende, olvidando su lógica y razonable concatenación sustantiva, es claro que el derecho funda-
mental a la tutela efectiva resulta vulnerado”. LORCA NAVARRETE, Antonio María. Estudios sobre garantismo procesal.
Instituto Vasco de Derecho Procesal: San Sebastián, 2009, pp. 4 – 5.
7. “Si cada principio y valor se entendiesen como conceptos absolutos sería imposible admitir otros junto a ellos. Es el
tema de conflicto de valores, que querríamos resolver dando la victoria a todos, aun cuando no ignoremos su tenden-
cial inconciabilidad. En el tiempo presente parece dominar la aspiración a algo que es conceptualmente imposible,
pero altamente deseable en la práctica: no la prevalencia de un solo valor y de un solo principio, sino la salvaguardia de
varios simultáneamente. El imperativo teórico de no contradicción –válido para la scientia iuris- no debería obstaculi-
zar la labor, propia de la jurisprudentia, de intentar realizar positivamente la ‘concordancia práctica’ de las diversidades
e incluso de las contradicciones que, aun siendo tales en teoría, no por ello dejan de ser deseables en la práctica. ‘Po-
sitivamente’: no, por tanto, mediante la simple imputación de potencialidades constitucionales, sino principalmente
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mediante prudentes soluciones acumulativas, combinatorias, compensatorias, que conduzcan a los principios cons-
titucionales a un desarrollo conjunto y no a un declive conjunto”. ZAGREBELSKY, Gustavo. El derecho dúctil. Trotta:
Madrid, 1995, p. 16.
Sobre este punto, a raíz de un comentario a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, me he detenido en un
análisis en: PRIORI POSADA, Giovanni. En: Tribunal Constitucional versus Poder Judicial: ¿Desamparando al ampa-
ro? Debate sobre la política jurisdiccional del contra amparo. En: Themis – Revista de Derecho. No. 55, año 2008.
sentencia – una vez que ha adquirido la calidad jamás se podrá librar: el tiempo. El proceso toma
de cosa juzgada - produzca todos aquellos efectos tiempo, y muchas veces el tiempo que es nece-
establecidos en ella misma para la tutela de la sario para que el proceso pueda actuar sobre la
situación jurídica que ha sido llevada al proceso, situación jurídica material se convierte en la peor
sino también asegurarse que llegado el momento amenaza –y muchas veces en la más grave lesión-
en que la sentencia deba producir efectos, los pro- que la situación jurídica material puede sufrir”12.
duzca. Por ello, los ciudadanos tienen el derecho Las medidas cautelares son instrumentos, a
a obtener del órgano jurisdiccional, un pronun- través de los cuales el derecho a la tutela juris-
ciamiento que evite que el tiempo que tome el diccional quiere hacerle frente a esos problemas
proceso en llegar a una sentencia con calidad que el tiempo puede generar en la efectividad
de cosa juzgada, perjudique su eficacia. Si no se de la sentencia, más, específicamente, frente
tuviera esa posibilidad, el derecho a la efectividad al peligro en la demora de la expedición de la
de la tutela jurisdiccional sería puramente ilusorio. sentencia. Es por ello que el presupuesto del
peligro en la demora, es la razón de ser, la causa
En ello consiste, precisamente, el derecho y, para decirlo en palabras de Calamandrei, “el
fundamental a la tutela cautelar10. Como hubo interés específico que justifica la emanación de
ocasión de señalarlo en otra oportunidad, “el cualquiera de las medidas cautelares”13.
8. Por ello es contundente la frase de Francisco Chamorro: “tutela que no fuera efectiva, por definición, no sería tu-
tela”. CHAMORRO BERNAL, Francisco. La tutela judicial efectiva. Bosch: Barcelona, 1994, p. 276.
9. Existe una importante frase del procesalista italiano Luiso: “l’ attivitá giurisdizionale deve partire dalla realitá sos-
tanziale ed alla realitá sostanziale deve tornare”. LUISO, Francesco. Diritto processuale civile. Tomo I. Giuffré: Milán,
1997. p. 5.
10. Sobre dicho derecho, el Tribunal Constitucional ha señalado que: “Al igual que el derecho al libre acceso a la juris-
dicción, la tutela cautelar no se encuentra contemplada expresamente en la Constitución. Sin embargo, dada su tras-
cendencia en el aseguramiento provisional de los efectos de la decisión jurisdiccional definitiva y en la neutralización
de los perjuicios irreparables que se podrían ocasionar por la duración del proceso, se constituye en una manifestación
implícita del derecho al debido proceso, consagrado en el artículo 139 inciso 3), de la Constitución. No existiría debido
proceso, ni Estado Constitucional de Derecho, ni democracia, si una vez resuelto un caso por la autoridad judicial, re-
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Es por ello que resulta esencial reconocer a De esta manera, el mandato constitucional de
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quien plantea una pretensión en el proceso, la que no se puede privar del derecho de defensa
posibilidad de solicitar, obtener y ejecutar esas en ningún estado del proceso se extiende cla-
medidas que tienen por finalidad asegurar la ramente a todas y cada una de estas garantías.
efectividad de la sentencia. Impedir ello, supon- Hay un punto muy importante que destacar
dría afectar el derecho a la tutela jurisdiccional en esta sede: la oportunidad del ejercicio del
efectiva. derecho a la defensa. A fin de que la defensa
sea efectiva (es decir, capaz de incidir en la de-
III. EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA cisión que el Juez vaya a adoptar respecto de
DEFENSA un pedido de una de las partes en el proceso),
se hace necesario que esta pueda ser ejercida
Otro de los derechos que integra el derecho a antes del momento en el que el Juez adopte la
la tutela jurisdiccional efectiva, es el derecho de decisión. Hay casos, sin embargo, en los que re-
defensa. Este derecho tiene expreso reconoci- sulta posible (en aras de proteger otro derecho
miento constitucional en el inciso 14 del artículo procesal fundamental) postergar el ejercicio
anteponer lo que la doctrina indica como periculum in mora – y que preferimos denominar riesgo de daño inminente
– al presupuesto anteriormente tratado, una vez que la sumariedad de la cognición (fumus boni iuris) es, realmente, de-
terminada por la situación de daño inminente a que se encuentra expuesto el derecho probable a ser protegido por la
tutela cautelar. Es esta emergencia de daño inminente que determina y condiciona los demás presupuestos”. BAPTISTA
DA SILVA, Ovidio Araujo. Teoría de la acción cautelar. Sergio Antonio Fabris editor: Porto Alegre, 1993, p. 107.
Por su parte, Fernando García Pullés señala que: “La urgencia es el presupuesto esencial, de modo que la seguri-
dad del derecho en modo alguno puede suplantarla a los efectos de anticipar el resultado de una sentencia de
mérito”. GARCÍA PULLÉS, Fernando. Tratado de lo contencioso administrativo. Tomo 2. Hammurabi: Buenos Aires,
2004, p. 808.
Asimismo, Lino Enrique Palacio señala, refiriéndose al peligro en la demora que: “Corresponde destacar, asimismo,
que en ese riesgo reside el interés procesal que respalda a toda pretensión cautelar”. PALACIO, Lino Enrique. Manual
de Derecho Procesal Civil. Décimo octava edición, Abeledo Perrot: Buenos Aires, 2004, p. 773.
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14. Para los alcances del contenido del derecho fundamental a la defensa, recomiendo leer: CAROCCA PÉREZ, Alex.
Garantía constitucional de la defensa procesal. Bosch: Barcelona, 1998. Es de la lectura de dicho texto, de donde se
obtiene la síntesis de las garantías que supone la defensa, que hemos expresado en este artículo.
15. Nuestra concepción preliminar sobre este tema puede consultarse en: PRIORI POSADA, Giovanni. La tutela caute-
lar: su configuración como derecho fundamental. Ara: Lima, 2006, p. 185 y ss.
proceso; ello, claro está, incluye también al pro- la defensa al demandado18. Otra razón que se da
cedimiento o proceso cautelar17. Ningún estado es, también la de evitar la mala fe del afectado
del proceso: la Constitución es clara. con la medida cautelar19: si el demandado se en-
tera va a actuar de mala fe, intentando impedir
El tema del ejercicio del derecho de defensa la eficacia de la tutela cautelar.
dentro del trámite cautelar, visto de la manera
expuesta, se presenta como una aparente co- Quizá, el tema pase por establecer el verdadero
lisión entre el derecho a la tutela cautelar y el alcance del peligro en la demora20. Si pensamos
derecho de defensa. En el Perú, aunque esto lo en este como un evento que inminente, irreme-
16. No solo el demandante es el que lleva la pretensión al proceso y, por ende, no solo él puede pedir una medida
cautelar. También pueden hacerlo: el demandado cuando reconviene, o el demandado cuando plantea un asegu-
ramiento de pretensión futura, o quien interviene como tercero excluyente principal.
17. No es esta la sede para entrar a un análisis acerca de si estamos frente a un procedimiento o proceso, sin embargo, es
necesario decir que sobre el tema de procedimiento o proceso no existe una uniformidad de consideraciones en la
doctrina nacional. Sin embargo, creemos que ni siquiera la consideración de lo cautelar como un mero trámite o proce-
dimiento permite justificar constitucionalmente la postergación del ejercicio del derecho a la defensa del afectado.
18. “Como sabemos, la tutela cautelar es una expresión (no la única por cierto) de la tutela de urgencia. Siendo así, quien
la pide lo hacer porque soporta una situación en la cual, si el juez no actúa con presteza, el agravio devendrá en irreme-
diable”. MONROY GÁLVEZ, Juan. Reformas al Código Procesal Civil peruano en materia cautelar. En: Revista Peruana
de Derecho Procesal No. 13. Año XIII. Communitas: Lima, 2009.
19. MONROY PALACIOS, Juan. Bases para la formación de una teoría cautelar. Comunidad: Lima, 2002, pp. 134 – 136. El
autor describe la urgencia y la prevención de la mala fe para justificar la concesión de la medida cautelar in audita
altera pars.
20. “Se le circostanze de fatto diano serio motivo di temere lo evento dañoso; se il caso sia urgente e soa quinde necesario
proveedere in via provvisoria”. CHIOVENDA, Giuseppe. Principii di diritto processuale civile. Jovene: Napoli, 1965, p.
226. En el mismo sentido se expresa Chiovenda en una posterior obra: CHIOVENDA, Giuseppe. Instituciones de
Derecho Procesal Civil. Tomo I, p. 248, Valetta: Buenos Aires, 2005.
Por su parte, Calamandrei expresa en estos términos esa situación: “no basta que el interés en obrar [se refiere al pe-
ligro en la demora] nazca de un estado de peligro y que la providencia invocada tenga por ello la finalidad de prevenir
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un daño solamente temido, sino que es preciso, además, que a causa de la eminencia (sic) del peligro la providencia
solicitada tenga carácter de urgencia, en cuanto sea de prever que si la misma se demorase el daño temido se trans-
formaría en daño efectivo, o se agravaría el daño ya ocurrido; de manera que la eficacia preventiva de la providencia
resultaría prácticamente anulada o disminuida”. CALAMANDREI, Piero. Introducción al estudio sistemático de las pro-
videncias cautelares. El Foro: Buenos Aires, 1996, p. 41.
También puede consultarse: TOMMASEO, Feruccio. Voz: Provvedimento di urgenza. En: Enciclopedia del diritto,
Tomo XXXVII, p. 869, Giuffrè: Milán, 1984.
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diable, imperativa e inmediatamente está por En el Estado constitucional, la solución a la apa-
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producirse, quizá la posición que encuentra en rente colisión del derecho a la tutela cautelar de
el peligro en la demora su respuesta nos satis- quien formula una pretensión en el proceso y el
faga; pero, inmediatamente nos deberíamos derecho de defensa de quien se vería afectado
preguntar ¿es qué acaso solo esas situaciones por ella debe resolverse en el plano de la pon-
configuran peligro en la demora? ¿es qué acaso deración y proporcionalidad de los derechos
debemos decirle a quien lleva una pretensión al procesales fundamentales. Ni el solo respeto al
proceso que debe esperar estar en una situación derecho a la defensa que vaciaría de contenido
dramática para pedir una medida cautelar? ¿es al derecho a la tutela cautelar de quien plantea
qué acaso al demandante que teme que un una pretensión en el proceso, ni el solo respeto
evento está por producirse, le debemos decir del derecho a la tutela cautelar, que vaciaría
que no puede pedir una medida cautelar sino de contenido al derecho a la defensa. ¿Cómo
hasta esperar que la inminencia de la realización es que maximizamos el respeto y vigencia de
de ese evento esté tan cerca al momento de pe- ambos derechos procesales fundamentales?
dir una medida cautelar, que entonces ante esa Estableciendo reglas conforme a las cuales, la
21. En el mismo sentido: MELO DE MESQUITA, Eduardo. As tutelas cautelar e antecipada. Revista dos Tribunais: Sao
Pablo, 2002, pp. 96 – 98; SALVANESCHI, Laura. “La domanda e in procedimento”. En: TARZIA, Giuseppe e SALETTI,
Achille (a cura di). Il proceso cautelare. CEDAM: Padova: 2008, pp. 401 y ss; ORTELLS RAMOS, Manuel y CALDERON
CUADRADO, María Pía. La tutela cautelar judicial en el derecho español. Comares: Granada, 1996, p. 28.
22. Puede consultarse sobre el particular: DINI, Enrico y MAMMONE, Giovanni. I provvedimenti d´urgenza. Nel diritto
processuale civile en el diritto processuale del lavoro. Giuffré: Milán, 1997, p. 56 y ss.
23. Artículo 733 de la Ley de Enjuiciamiento civil española. Audiencia al demandado. Excepciones.
“1. Como regla general, el tribunal proveerá a la petición de medidas cautelares previa audiencia del demandado.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, cuando el solicitante así lo pida y acredite que concurren razones
de urgencia o que la audiencia previa puede comprometer el buen fin de la medida cautelar, el tribunal podrá acor-
darla sin más trámites mediante auto, en el plazo de cinco días, razonando por separado sobre la concurrencia de los
requisitos de la medida cautelar y las razones que han aconsejado acordarla sin oír al demandado.
Contra el auto que acuerde medidas cautelares sin previa audiencia del demandado no cabrá recurso alguno y se
estará a lo dispuesto en el capítulo III de este título”.
Artículo 669. – sexies del Código de Procedimiento civil italiano. “Il giudice, sentite le parti, omessa ogni formalita’
non essenziale al contraddittorio, procede nel modo che ritiene piu’ opportuno agli atti di istruzione indispensabili in
relazione ai presupposti e ai fini del provvedimento richiesto, e provvede con ordinanza all’accoglimento o al rigetto
della domanda.
Quando la convocazione della controparte potrebbe pregiudicare l’attuazione del provvedimento, provvede con de-
creto motivato assunte ove occorra sommarie informazioni. In tal caso fissa, con lo stesso decreto, l’udienza di compari-
zione delle parti davanti a se’ entro un termine non superiore a quindici giorni assegnando all’istante un termine peren-
torio non superiore a otto giorni per la notificazione del ricorso e del decreto. A tale udienza il giudice, con ordinanza,
conferma, modifica o revoca i provvedimenti emanati con decreto. Nel caso in cui la notificazione debba effettuarsi
all’estero, i termini di cui al comma precedente sono triplicati”.
Artículo 797 del Código procesal civil de Brasil.- “Só em casos excepcionais, expresamente autorizados por lei, deter-
minará o juiz medidas cautelares sem a audiencia das partes”.
24. Artículo 31 de la Ley 23506.- “A solicitud de parte y en cualquier momento, el juez podrá disponer la suspensión del
acto que dio lugar al reclamo cuando por los fundamentos expuestos por el actor los considere procedentes”.
25. ABAD YUPANQUI, Samuel. El proceso constitucional de amparo. Gaceta Jurídica: Lima, 2004, p. 571.
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26. Artículo 31.- Medida de suspensión del acto violatorio. “A solicitud de parte y en cualquier etapa del proceso, por
cuenta, costo y riesgo del solicitante, podrá disponerse la suspensión del acto que dio origen al reclamo.
De la solicitud se corre traslado por el término de un día, tramitando el pedido como incidente en cuerda separada, sin
intervención del Ministerio Público. Con la contestación expresa o ficta el Juez o la Corte Superior resolverá, dentro del
plazo de dos días, bajo responsabilidad. La resolución que dicta el Juez, o, en su caso, la Corte, será recurrible en doble
efecto ante la instancia superior, la que resolverá en el plazo de tres días de elevados los autos, bajo responsabilidad”.
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de las medidas cautelares, el hecho que su aquél, se regulaba expresamente el trámite de
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trámite debía ser reservado27. Otros, en cam- apelación. Esta norma no tuvo mucho tiempo
bio, la apoyaron28, alegando que la restricción de vigencia, pues, luego del golpe de Estado de
del derecho de defensa en la medida cautelar 199231, se dictó el Decreto Ley 2543332. En esta
encontraba justificación en los embargos (que regulación, se permitía el derecho de defensa
es un tipo de medida cautelar), mas no en el previo del demandado, además, se establecía la
amparo, en el que la medida cautelar tiene una intervención del Ministerio Público y que la im-
naturaleza diferente. pugnación a la resolución cautelar suspendía los
efectos de la resolución cautelar. Este régimen,
La modificatoria introducida por la Ley 25011, bajo la apariencia de querer tutelar el derecho
no solo permitió el ejercicio del derecho de de defensa del demandado, anulaba claramente
defensa del demandado antes de concederse el derecho a la tutela cautelar, pues la resolución
la medida cautelar, sino que reguló un proce- cautelar venía demasiado tarde. Una regulación
dimiento de impugnación contra la resolución de ese tipo, que anula tan gravosamente un
que concedía la medida cautelar. Posteriormen- derecho fundamental (en este caso, el derecho
27. Es el caso, por ejemplo, del profesor Monroy, quien sostenía que: “Doctrinariamente la modificatoria es defectuosa
porque prescinde – por desconocimiento o ligereza – de una de las características esenciales de toda medida cautelar,
su carácter reservado”. MONROY GÁLVEZ, Juan. La medida cautelar en el proceso de amparo peruano. En: Lecturas
sobre Temas Constitucionales. Comisión Andina de Juristas: Lima, 1989, p. 117.
28. Es el caso del profesor Quiroga, quien al hablar de la medida cautelar en el amparo, se preguntaba: “Se debe permi-
tir el derecho de defensa del demandado antes de tomar tan importante medida? Creemos que sí, porque la restricción
al derecho a la defensa no tiene justificación en este caso”. QUIROGA LEÓN, Aníbal. El amparo y su modificación: La ley
25011. En: Lecturas sobre Temas Constitucionales. Comisión Andina de Juristas: Lima, 1989, p. 138.
29. En ese supuesto, quedó con este texto: “Si la solicitud está referida a actos que generan o pueden provocar daños al
ambiente, sus ecosistemas, o sus componentes esenciales, la resolución que ordene la suspensión de los mismos sólo
será apelable en efecto devolutivo.
En los casos a que se refiere el párrafo anterior, el juez podrá disponer la suspensión de los actos que se estén producien-
do como consecuencia de la omisión de otros de cumplimiento obligatorio, aun cuando la demanda sólo se refiera a
este último supuesto”.
30. Artículo 31.- “A solicitud de parte y en cualquier etapa del proceso, por cuenta, costo y riesgo del solicitante, el juez
podrá disponer la suspensión del acto que dio origen al reclamo.
La resolución que dicte el juez, o en su caso, la Corte será recurrible en un solo efecto, conservando su eficacia la medida
que dispone la suspensión del acto violatorio o la amenaza, en tanto no sea revocada.”
31. ABAD YUPANQUI, Samuel. El proceso constitucional de amparo. Gaceta Jurídica: Lima, 2004, p. 583.
32. Artículo 31.- “A solicitud de parte, en cualquier etapa del proceso y siempre que sea evidente la inminente amenaza
de agravio o violación de un derecho constitucional, por cuenta, costo y riego del solicitante, el Juez podrá disponer la
suspensión del acto que dio origen al reclamo.
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De la solicitud se corre traslado por el término de un día, tramitando el pedido como incidente en cuerda separada, con
intervención del Ministerio Público. Con la contestación expresa o ficta el Juez o la Corte Superior resolverá dentro del
plazo de dos días, bajo responsabilidad. La resolución que dicta el Juez, o en su caso, la Corte será recurrible en doble
efecto ante la instancia superior, la que resolverá en el plazo de tres días de elevados los autos, bajo responsabilidad.
La medida de suspensión decretada no implica la ejecución de lo que es materia del fondo mismo de la acción de am-
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con la medida cautelar. En su regulación, clara- cautelar, el solicitante dejaba de ejecutar una,
mente se optó por preferir el derecho a la tutela a fin de generar con ello que el Juez (que el
cautelar, postergando el derecho de defensa solicitante sabía que iba a actuar interpretando
del afectado. En líneas generales, el sistema literalmente la norma) impida (inconstitucional-
adoptado por el Código Procesal Civil en su mente) la intervención del afectado con la me-
versión original puede resumirse en lo siguiente: dida, evitando su notificación y manteniéndolo
(i) existe el régimen general de postergación en estado de soportar los efectos de una medida
del derecho de defensa del afectado; (ii) solo cautelar dictada sin haber sido escuchado. Lo
después de la ejecución de las medidas caute- peor, perdonando la insistencia, es que a pesar
lares se le notifica de la resolución cautelar y su que el afectado podía haberse enterado de la
solicitud al afectado; (iii) el afectado solo puede existencia de la medida cautelar en su contra
intervenir en el proceso, luego de ejecutadas porque, por ejemplo, se le había ya ejecutado
todas las medidas cautelares; (iv) al intervenir otra, no se le permitía intervenir. Sin notificación,
el afectado solo puede apelar la resolución que sin posibilidad de intervención, ni alegación, ni
concede la medida cautelar; y, (v) la apelación prueba, ni impugnación, se mantenía al afecta-
no suspende la ejecución de la medida cautelar. do con la medida cautelar. Nada más gravoso al
derecho constitucional de la defensa. ¿Acaso en
La prohibición al ingreso del afectado al proceso aras de proteger el derecho a la tutela cautelar?
era más que clara. La absoluta postergación, No, en aras de permitir un abuso del cual muchos
más allá de lo razonable y proporcionado del magistrados eran cómplices. Mientras tanto,
derecho del afectado había sido consagrada el proceso continuaba. Esta situación, además
en abierta contravención con la Constitución. de inconstitucional, lindaba con lo absurdo,
Interesante es notar cómo, para ese momento, en casos en los que la medida cautelar era de
teníamos dos regímenes de ejercicio de defensa conocimiento público a través de medios de
del afectado: uno (el de la Ley 23506, modificado comunicación social, como en los sonados casos
por el Decreto Ley 25433) en el que en la prácti- de un canal de televisión o de una aerolínea.
33. Artículo 637.- Trámite de la medida. “La petición cautelar será concedida o rechazada sin conocimiento de la parte
afectada, en atención a la prueba anexada al pedido. Sin embargo, puede excepcionalmente conceder un plazo no
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mayor de cinco días, para que el peticionante logre acreditar la verosimilitud del derecho que sustenta su pretensión
principal.
Al término de la ejecución o en acto inmediatamente posterior, se notifica al afectado, quien recién podrá apersonarse
al proceso e interponer apelación, que será concedida sin efecto suspensivo.
Procede apelación contra el auto que deniega la medida cautelar. En este caso, el demandado no será notificado y el
superior absolverá el grado sin admitirle intervención alguna”.
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Cuando el afectado, lograba superar todos los regula el proceso contencioso
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obstáculos para su acceso al trámite cautelar, administrativo
la defensa, por lo demás, estaba prevista solo a
través de la impugnación. De este modo, cuan- En 1996, se promulgó la Ley Procesal del Tra-
do al afectado se le lograba notificar y permitir bajo (Ley 26636). Esta norma, tiene un título
su intervención, no podía esgrimir su defensa dedicado a las medidas cautelares, sin regular el
ante el propio Juez que expidió la cautelar, sino trámite que corresponde seguir ante la solicitud
ante el superior, a través del recurso de apela- de aquel. Ante ello, antes que preguntarse por
ción. De este modo solo era escuchado una vez, la efectividad de los derechos procesales fun-
mientras el solicitante, podía ser escuchado en damentales exigibles en el proceso, se aplicaba
dos oportunidades. En un trabajo anterior, he literalmente lo dispuesto en la Tercera Disposi-
manifestado mi opinión en el sentido que este ción Derogatoria, Sustitutoria y Final: “En lo no
procedimiento era inconstitucional por afec- previsto por esta Ley son de aplicación supletoria
tación a los derechos a la defensa, igualdad y las normas del Código Procesal Civil”; y, por ende,
doble instancia34; la que mantengo hasta hoy. el trámite diferido e inconstitucional de ejercicio
34. PRIORI POSADA, Giovanni. La tutela cautelar: su configuración como derecho fundamental. Ara: Lima, 2006, p. 185 y ss.
35. Los trabajos de la doctrina nacional, por lo general, solo ratificaron la regla según la cual las medidas cautelares
se conceden sin conocimiento de la otra parte o la justificaron. En ese sentido, puede verse: MONROY PALACIOS,
Juan. Bases para la formación de una teoría cautelar. Comunidad: Lima, 2002, pp. 134 – 136; HURTADO REYES, Mar-
tín. Tutela jurisdiccional diferenciada. Palestra: Lima, 2006, pp. 232 y ss.
Con una actitud más crítica a la regulación de la postergación del ejercicio del derecho de defensa en mate-
ria cautelar pueden consultarse: PALACIOS PAREJA, Enrique. Medidas cautelares y tutela jurisdiccional efectiva. En:
PRIORI POSADA, Giovanni. Proceso y constitución. Actas del segundo congreso internacional de derecho procesal
Proceso y Constitución, desarrollado en el campus de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica
del Perú. Ara: Lima, 2011, p. 527; QUIROGA LEÓN, Aníbal. La actualidad del proceso cautelar y su modificación en el
Código Procesal Civil. En: CÓRDOVA SCHAEFER, Jesús (editor). El proceso civil. Problemas fundamentales del proceso.
Ediciones Caballero Bustamante: Lima, 2011, p. 197; RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson. Los problemas del proceso cautelar.
En: Reformas urgentes a las normas del proceso civil peruano. En: Congreso de la República. Comisión de Justicia
y Derechos Humanos, periodo 2008 – 2009, GTZ: Lima, 2009, p. 65.
36. Versión original del Artículo 15 del Código procesal constitucional.- Medidas Cautelares. “Se pueden conceder me-
didas cautelares y de suspensión del acto violatorio en los procesos de amparo, hábeas data y de cumplimiento. Para su
expedición se exigirá apariencia del derecho, peligro en la demora y que el pedido cautelar sea adecuado para garanti-
zar la eficacia de la pretensión. Se dictan sin conocimiento de la contraparte y la apelación sólo es concedida sin efecto
suspensivo. Su procedencia, trámite y ejecución dependen del contenido de la pretensión constitucional intentada y del
aseguramiento de la decisión final.
El juez al conceder la medida atenderá al límite de irreversibilidad de la misma.
Cuando la solicitud de medida cautelar tenga por objeto dejar sin efecto actos administrativos dictados en el ámbito
de aplicación de la legislación municipal o regional, serán conocidas en primera instancia por la Sala competente de la
Corte Superior de Justicia del Distrito Judicial correspondiente.
De la solicitud se corre traslado por el término de tres días, acompañando copia certificada de la demanda y sus recau-
dos, así como de la resolución que la da por admitida, tramitando el incidente en cuerda separada, con intervención
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del Ministerio Público. Con la contestación expresa o ficta la Corte Superior resolverá dentro del plazo de tres días, bajo
responsabilidad salvo que se haya formulado solicitud de informe oral, en cuyo caso el plazo se computará a partir de
la fecha de su realización. La resolución que dicta la Corte será recurrible con efecto suspensivo ante la Corte Suprema
de Justicia de la República, la que resolverá en el plazo de diez días de elevados los autos, bajo responsabilidad.
En todo lo no previsto expresamente en el presente Código, será de aplicación supletoria lo dispuesto en el Título IV de
la Sección Quinta del Código Procesal Civil, con excepción de los artículos 618, 621, 630, 636 y 642 al 672.”
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generalizado del contradictorio anticipado para cautelar, sin menoscabo de bienes constitu-
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todos los casos en los que se pretenda dejar sin cionales protegidos como la gobernabilidad;
efecto actos administrativos regidos por la legis- asimismo, proporcional, por poseer una razón
lación municipal o regional, redujo la exigencia jurídica legítima para su establecimiento” (§7,
de algunas formalidades excesivas. La inconstitu- 34). Inmediatamente después, señala que
cionalidad del trámite, sin embargo, se mantenía. lo que se pretende con ello es la tutela de
la autonomía regional y municipal frente al
Con ello, el régimen del ejercicio del derecho de dictado de medidas cautelares (§7, 35).
defensa del Código Procesal Constitucional es,
en su regla general y en su excepción, incons- (iv) “(…) el Tribunal Constitucional no com-
titucional. En su regla general, lo es, porque parte necesariamente los argumentos
por proteger desmedidamente el derecho a la expresados por la demandante. En efecto,
tutela cautelar vulnera el derecho de defensa. el legislador tiene la potestad de regular el
En su regla de excepción, lo es, porque por pro- procedimiento cautelar en procesos como
teger desmedidamente el derecho a la defensa el amparo, en tanto no desnaturalicen la
37. PALACIOS PAREJA, Enrique. Medidas cautelares y tutela jurisdiccional efectiva. En: PRIORI POSADA, Giovanni. Proce-
so y constitución. Actas del segundo congreso internacional de derecho procesal Proceso y Constitución, desarro-
llado en el campus de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ara: Lima, 2011, p. 514.
38. PALACIOS PAREJA, Enrique. Medidas cautelares y tutela jurisdiccional efectiva. En: PRIORI POSADA, Giovanni. Proceso
y constitución. Actas del segundo congreso internacional de derecho procesal Proceso y Constitución, desarrollado
en el campus de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ara: Lima, 2011, p. 515.
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derecho de defensa del afectado a un momento demandado no vaya a realizar actos tendientes
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posterior al del dictado de la medida cautelar, a restarle eficacia a la medida cautelar; la restric-
con lo cual, el Juez que concede o rechaza ción del derecho a la defensa es constitucional,
la medida cautelar, lo hace sin escuchar – en solo en la medida que se eviten esas dos situa-
ningún caso – al afectado con ella. El afectado ciones, en ninguna otra.
solo puede intervenir, luego del dictado de la
medida cautelar – ya no se hace referencia a Por ello, en los casos en los que existe peligro en
que pueda hacerlo luego de la ejecución de la la demora, pero el evento que se teme que se
medida – quien puede esgrimir sus argumentos pueda producir no sea tan próximo en el tiem-
de defensa, a fin de que se levante la medida po que justifique la restricción del derecho de
cautelar ya concedida ante el propio Juez que defensa, se debe dar la posibilidad de ejercicio
concedió la medida; mientras tanto, la medida del derecho de defensa del afectado. La misma
continuará produciendo todos sus efectos, solución debe darse en los casos en los que, por
pues su ejecución no se suspende por la sola la naturaleza de la medida cautelar, el afectado
interposición de la oposición. La resolución pudiera estar en condiciones de realizar actos
aquellos en los que por darle la posibilidad de señalar que una cosa es dictar la medida cautelar
defensa se pierda la eficacia de la medida cau- y otra ejecutar la medida cautelar. El dictado de
telar. Si la razón de ser de la postergación del la medida cautelar es la emanación de la resolu-
derecho a la defensa es, por un lado, la urgencia ción por medio de la cual el Juez, sobre la base
en el dictado de la medida; y, por el otro, que el de apreciar la concurrencia de los presupuestos
que la medida cautelar se dicta in audita altera miento de las resoluciones judiciales a través
pars, pero se ejecuta con conocimiento previo del de la notificación, sin embargo, esta no es la
afectado, quien puede oponerse a la ejecución sin única vía, pues en el caso en que se dicten
que esta se suspenda”. varias medidas cautelares la ejecución de una
de ellas puede advertir a la parte afectada con
La respuesta que da el profesor Enrique Pala- ella de la existencia de esa resolución cautelar,
cios no solo es (i) conforme al texto literal de la y sin que haya sido formalmente notificada,
norma, (ii) coherente con los antecedentes a la puede enterarse o darse por enterada. En esta
modificación legislativa, sino también (iii) la in- circunstancia ¿puede oponerse? No veo por
terpretación menos lesiva al derecho de defensa qué no, más aún si la norma es clara en señalar
del afectado. Razones suficientes para estar de que la oposición no suspende la ejecución de
acuerdo con ella. Sin embargo, esta interpreta- la medida. La realidad jurisdiccional, sin em-
ción tiene un problema destacada por el propio bargo, sigue manteniendo al afectado con la
profesor Palacios40: hay casos en los que la notifi- medida cautelar postergado, sufriendo pasiva
cación con la medida cautelar al afectado puede e inconstitucionalmente las consecuencias de
terminar afectando la efectividad de la medida una resolución cautelar dictada sin su conoci-
cautelar y, por ende, el derecho fundamental a la miento ni intervención.
tutela cautelar del demandante. En estos casos,
se debe diferir la notificación al afectado hasta 3. Su naturaleza
luego de la ejecución de la medida cautelar, sin
embargo, nada de esto dice la modificatoria al La oposición es un acto por medio del cual el
Código Procesal Civil. afectado con la medida cautelar se defiende
frente a su dictado. No se trata de un medio de
Es necesario señalar, sin embargo, que nuestros impugnación. Si bien, su finalidad es la modifi-
jueces no vienen interpretando así la norma. cación de la resolución que concede la medida
Habituados a la regla generalizada de pos- cautelar, esta se produce como consecuencia
39. PALACIOS PAREJA, Enrique. Medidas cautelares y tutela jurisdiccional efectiva: En: PRIORI POSADA, Giovanni. Proce-
so y constitución. Actas del segundo congreso internacional de derecho procesal Proceso y Constitución, desa-
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rrollado en el campus de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ara: Lima, 20011, p.
515. En el mismo sentido se pronuncia la profesora Eugenia Ariano. ARIANO DEHO, Eugenia. ¿Un cautelar renova-
do? En: AAVV. Manual de actualización civil y procesal civil. Tomo 1. Gaceta Jurídica: Lima, 2010, pp. 27 – 28.
40. PALACIOS PAREJA, Enrique. Medidas cautelares y tutela jurisdiccional efectiva. En: PRIORI POSADA, Giovanni. Proce-
so y constitución. Actas del segundo congreso internacional de derecho procesal Proceso y Constitución, desarro-
llado en el campus de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ara: Lima, 2011, p. 515.
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de la sujeción de las resoluciones cautelares a la para obrar, interés para obrar, capacidad, etc.).
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cláusula rebus sic stantibus; conforme a la cual la También, puede refutar los hechos en los que
resolución cautelar se dictó con base a determi- se basa la solicitud ofreciendo los medios pro-
nadas circunstancias (la información brindada batorios en los que sustente su argumentación,
solo por el solicitante) sin embargo, ahora se o contradecir los argumentos de derecho que
está frente a una situación diferente, pues el haya esgrimido el solicitante.
Juez se encuentra ante información y prueba
que refuta los argumentos del solicitante, lo que En materia de peligro en la demora, el afectado
lo habilita a modificar su fallo anterior. podría señalar que el evento que el demandante
señala que teme que se produzca, no es posible
En el ordenamiento jurídico peruano, la oposi- que se produzca, señalando las razones de ello.
ción es el acto a través del cual se efectiviza el Dependiendo del tipo de peligro en la demora
contradictorio; recién con él se introducen los alegado por el solicitante, el afectado puede alegar
argumentos y las pruebas que refutan la solicitud la ausencia de peligro en la demora. En ese sentido,
cautelar. Sobre la base de ello, recién el Juzgador si es que el solicitante ha alegado un peligro de
41. ARIANO DEHO, Eugenia. ¿Un cautelar renovado?. En: AAVV. Manual de actualización civil y procesal civil. Tomo 1.
Gaceta Jurídica: Lima, 2010, p. 30.
de la oposición al solicitante supone extender sea cual fuera la decisión, esta surtirá sus efectos
42. De un parecer diverso es el profesor Martel. MARTEL CHANG, Rolando. La Ley No. 29384 y el procedimiento cautelar
en el proceso civil. En: Actualidad Jurídica. No. 188, Julio, 2009, p. 41.
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mientras se resuelve el recurso de apelación. En hipótesis – o se levantará - en la segunda-. Sin
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ese sentido, si al resolver la oposición el Juzgado embargo, si el superior revoca la que resolución
decide levantar la medida cautelar, el solicitante que la declara fundada, dictará la medida cau-
perderá la garantía que tenía con ella. telar correspondiente.