Mentoreo Magistral

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MENTOREO MAGISTRAL

I. ¿QUÉ ES MENTOREAR?

El mentor original es un personaje de la Odisea de Homero, en la cual el soldado


griego Odiseo, es convocado a pelar contra Troya, y deja a su hijo joven,
Telémaco, en las manos de su amigo y esclavo, Mentor. ,Telémaco. Desde
entonces, este consejero y maestro ha sido llamado el mentor.
Varios términos claves necesitan ser definidos antes de emprender el camino de
mentorear:
Mentorear: actividad de ayudar a otra persona a crecer en sus habilidades,
carácter y conocimiento, en un área señalada de la vida. Normalmente implica que
una de dos personas es más experimentada, conocedora y que, por lo tanto, tiene
algo digno de trasmitir a una menos experimentada, más joven y/o menos
conocedora. El sistema de entrega para que se dé tal trasmisión es lo que
llamamos mentorear.

Mentor: Alguien que ofrece conocimiento, penetración, perspectiva o sabiduría


que resulta de ayuda a otra persona en una relación que va más allá del cumplir
con las responsabilidades dadas por las obligaciones de uno.
A los mentores también se los describe como parteras que ayudan a otra gente a
dar a luz nuevas ideas, habilidades y maneras de ser y hacer. Apoyan a los
aprendices dando a luz sus propias ideas, visiones y metas. El mentor no es un
maestro sino un compañero de viaje que afina sus propias habilidades y
conocimiento conforme mentorea a la otra persona.

Mentoreado. La palabra fue desarrollada en 1.978 cuando una persona, con


apellido Levinson, escribió un libro titulado Las Estaciones De La Vida De Un
Hombre. Levinson miró las transiciones de la vida, reconociendo que atravesamos
etapas en nuestro desarrollo adulto y la importancia de contar con alguien en los
momentos críticos de transición.
El mentoreado es alguien que hace un esfuerzo por evaluar, interiorizar y usar
efectivamente su conocimiento, habilidades, ideas, perspectivas, o sabiduría
ofrecida…alguien que busca tal ayuda y la usa apropiadamente par a propósitos de
crecimiento cuando fuere necesario. El mentoreado no es un clon de nadie, él o
ella es un individuo que es ayudado en el camino a fin de poder desarrollar su
carácter único.
Mentoreo espiritual. A el mentoreo espiritual a menudo se le ha definido como
del tipo que ayuda a una persona a crecer en su desarrollo religioso, en su relación
con Dios y con otros en la comunidad espiritual.
Un equipo mentoreal de padre e hijo escribió un libro en el que describen el
mentoreo espiritual como el hecho de afilar hierro con hierro, basada, dicha
descripción, en Proverbios 27:17 “Hierro con hierro se aguza y así el hombre aguza
el rostro de su amigo”. Esta es una descripción buena y sucinta de mentoreo
espiritual. Ellos escriben: “ No hay manera de experimentar lo que en lo profundo
realmente queremos como personas: ser escuchados, entendidos, afirmados y
valorados. Dios ha puesto en cada uno de nosotros un anhelo de ser significantes,
de sentir que nuestra vida importa”. ¿Acaso no es esto lo que cada uno de
nosotros procuramos cuando nos reunimos regularmente con un hermano o
hermana en la fe? ¿No estamos buscando ser oídos y afirmados; vivir una vida
significativa y digna de ser vivida y, por lo tanto, que glorifica a Dios ? Sí, el
mentoreo espiritual va un paso más allá que todas las demás formas de mentoreo
al incluir a Dios en el cuadro. Un mentor espiritual nos ayuda a crecer
espiritualmente, conforme viajamos a través de la vida; nos faculta, a través de
esa otra persona y de Dios, para llegar a ser lo que fuimos predestinados a ser. No
hay un llamamiento más alto que el ser un mentor espiritual, para hablar a la vida
de otra persona, y tampoco una relación mayor de mentoreo que una formada en
el plano espiritual.

II. ¿QUÉ TIENE QUE VER DIOS CON MENTOREAR?

El apóstol Pablo nos dice que todas las cosas tienen su raíz en Dios: “Porque en Él
vivimos, nos movemos y somos” (Hechos 17:28). Pablo recordó esto a los filósofos
de Atenas citándoles al poeta griego Epiménides. Dios es quien sustenta lo que
somos y hacemos aun como mentores. Él es el cimiento para mentorear.
La trinidad nos ofrece un concepto interesante como el de tres personas en una
relación de amor; Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo viven
eternamente en unarelación de amor el uno con el otro.
Relación
La trinidad nos provee el cuadro para hablar de la naturaleza de la relación del
mentoreo. De la manera como Dios es persona en relación, el mentor y
mentoreado también son personas en relación. El mentoreo ocurre en una
relación. Más aún, el mentor cristiano no provee meramente conocimiento, o
habilidades, o guía, de una manera profesional o despersonalizada. Él provee esas
cosas urgido por un corazón de amor hacia el mentoreado, y por la manera en que
ama.

El amor del mentor cristiano es una entrega de sí mismo, en un amor centrado en


el otro. El mentor tiene una relación, no por su propio bien, sino por el bien de su
mentoreado. Es este vínculo de amor ágape que se da un mentoreo profundo, de
transformación de vida.

Comunicación

La comunicación es la clave para mantener una relación de amor. Escuchar y


conversar también son fundamentales para relación de mentoreo. El mentoreo se
lleva a cabo dentro de la relación y a través de la conversación. La comunicación
es la clave para mentorear. Escuchar, hacer buenas preguntas y compartir
apropiadamente: son todas destrezas que un mentor necesita tener.

Rendición de cuentas

Como Dios creó todas las cosas, todas rinden cuentas a Él. Todo el mundo es
sujeto de rendición de cuentas a Él como su hacedor (Romanos 9:20-21). Toda
persona comparecerá delante de Él y dará cuenta durante el Día del juicio (Génesis
18:25, Salmo 9:7-8, Hechos 17:31, Romanos 2:12-16…). Rendir cuentas es algo
necesario para las buenas relaciones.

Hay rendición de cuentas en la relación de mentoreo. No se trata de que un


inferior reporta a un superior; tampoco de que un injusto dé cuenta a un justo.
Más bien es algo mutuo sobre lo que se fundamenta la rendición de cuentas.
Quien es mentoreado acuerda los términos del pacto de mentoreo para alcanzar el
crecimiento necesario: el mentor acuerda promover ese crecimiento. Los dos
entran en una relación de pacto en la cual voluntariamente se tornan responsables
de rendir cuentas. Este reporte, entre el mentor y el mentoreado, es necesario
para el progreso deseado, a fin de alcanzar crecimiento, habilidad o formación de
carácter.

III. JESÚS, UN MENTOR MODELO

Fue A.B. Bruce en su libro clásico El Entrenamiento De Los Doce quien trajo
conciencia a la iglesia sobre el hecho de que Jesús vino a la tierra con dos tareas:
Ciertamente Él vino para “salvar a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21); pero
también vino a levantar y entrenar líderes (Juan 17:6) quienes continuarían la obra
de Jesús después que él dejara la tierra y ascendiera al cielo. (Hechos 1:8,9),
Bruce resalta:

“Los doce entraron en la etapa última y más alta de discipulado cuando fueron
escogidos (de entre la masa de los seguidores) por su maestro; y los formó en un
grupo selecto, para ser entrenados para la gran tarea del apostolado…El gran
fundador de la fe no sólo deseaba tener discípulos, sino estar rodeado por
hombres a quienes Él pudiera entrenar para que hagan discípulos a otros…En la
oración intercesora, por ejemplo, Jesús habla del entrenamiento que había dado a
estos hombres como si aquello hubiera sido la parte principal de su ministerio
terrenal. Y, en algún sentido, así era.”

Jesús tuvo varios círculos de gente que se había afiliado a Él, en mayor o menor
medida. Hubo “grandes multitudes” que lo siguieron (Marcos 3:7); Él llamó a
discípulos diciéndoles “venid en pos de mí”(Mateo 4:19). Lo más importante, llegó
el momento en que Jesús escogió doce para ser apóstoles (enviados). Marcos
3:13-15.

Jesús intencionalmente se concentró en unos pocos. No descuidó a las masas,


pero de ellas seleccionó solo a doce para un entrenamiento especial. Lucas, el
escritor del evangelio, deja claro cuán intencional resultó esto de parte de Jesús.
Lucas 6:12-13.

La preocupación de Jesús no era por programas para alcanzar multitudes sino de


hombres a quienes las multitudes sigan…el objetivo inicial de plan de Jesús era
enlistar hombres que podrían dar testimonio de su vida, y llevar adelante Su obra.

Creemos que hay cuatro características principales en el mentoreo de Jesús: 1) era


intencional;2) era relacional;3) era intelectual; 4) era práctico.

1.El mentoreo de Jesús era INTENCIONAL.

Jesús fue muy intencional en cuanto a llamar y entrenar a los doce.

Fue una parte importante de Su misión, identificar y equipar a los seguidores que
llegarían a ser líderes. Jesús, intencionalmente y a propósito, llamó y entrenó
líderes para el movimiento misionero de Dios. Para que ese movimiento continúe
2. Él oró
Jesús oró deliberadamente (Lucas 6:12-13), Jesús llamó a propósito, de la manera
en que estaba diseñado, designó doce para que fueran apóstoles, eso es: “los
enviados”. Estos fueron líderes que Él enviaría al mundo con el mensaje de las
buenas noticias.
¿Oramos de manera efectiva por líderes? (Rogad, pues, al Señor de la mies que
envíe obreros a su mies” (Mateo 9:38) ¿Estamos desarrollando en la iglesia
discípulos de los cuales surjan los futuros líderes?

Jesús intencionalmente identificó/seleccionó/estableció/llamó a cada uno de los


doce. Ellos eran individuos muy diferentes; pero, con entrenamiento, Jesús podría
usar a cada uno.
 Simón (el voluble) llegaría a ser Pedro (la roca) y el líder del equipo.
 Andrés continuaría atrayendo gente a Jesús.
 Santiago, ambicioso y temperamental, se sometió para llegar a ser el primer
 Juan, el otro “hijo del trueno” llegó a ser el apóstol del amor.
 Tomás, el que dudó, llegó a proclamar: “¡ mi Señor y mi Dios!
 Simón, el zelote político, llegó a tener celo por el Señor
Jesús vio el potencial en estos hombres. Los hombres lentos para entender a Jesús
y Su mensaje del reino, llegaron a ser los escritores del Nuevo Testamento. Los
tímidos y temerosos llegaron a ser hombres audaces y de coraje, a tal punto que
aun sus enemigos reconocían el hecho de que “habían estado con Jesús” (Hechos
4:13).
Para mentorear en la iglesia como el Maestro, debemos ser capaces de identificar
a aquellos que tienen potencial de liderazgo; tenemos que ver de antemano de
qué son capaces y luego entrenarlos.
4. Él repitió las lecciones
La intencionalidad de Jesús también puede ser vista en la repetición de lecciones
que necesitan ser aprendidas por sus futuros líderes. Mencionamos la lección sobre
la humildad y sobre el liderazgo de siervo que surgió de la discusión “¿Quién es el
mayor?” Los textos de Mateo 20:21b-23 , Mateo 20:24-28 y juan 13:2-16, así lo
demuestran.

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