226 La Gitana y El Pintor Color
226 La Gitana y El Pintor Color
226 La Gitana y El Pintor Color
Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8
U
n famoso artista estaba pintan- antes le habían contado acerca
do un cuadro de Jesús clavado de Cristo. Ella apenas se atrevió a
en la cruz. Él conocía la historia respirar mientras escuchaba. En sus
de Jesús, pero nunca lo había reci- ojos brillaban lágrimas de tristeza.
bido como su Salvador. Era una historia bella, pero a la vez
Cierto día el artista quiso descan- muy triste.
sar un poco. Tomó papel y lápiz y Cuando el pintor terminó el relato,
salió a pasear por el campo. Allí se ella no pudo menos que exclamar:
encontró con una gitana que tejía –¡Cómo debe usted amar a Cristo!
una canasta. Era joven y hermosa, ¡Debe amarlo más que a nadie en
y el pintor pensó que podía pintar un el mundo porque Él ha muerto por
lindo cuadro de ella. usted!
–Niña –le dijo el pintor–. Eres tan Las palabras de la gitana dejaron
bella que quisiera pintar un cuadro muy turbado al artista. Se dio cuenta
de ti. ¿Podrías venir a mi estudio tres de que tenía un gran vacío en su
veces por semana? corazón. ¿Qué le hacía falta?
–Con mucho gusto –respondió ella. ¡Ah! Eran las palabras de la gita-
Lo primero que vio la gitana al na que lo molestaban: «¡Cómo debe
entrar en el estudio del pintor fue el cuadro de Cristo. usted amar a Cristo, pues Él ha muerto por usted!»
Inmediatamente le preguntó a quién estaba pintando. No se quedó tranquilo hasta entregar su vida al
–Es Jesucristo –le dijo el pintor. Señor Jesús. El amor de Cristo llenó el corazón del
–¿Qué le están haciendo? –preguntó la gitana. artista. Ahora quería pintar a Jesús de otra manera.
–Lo están crucificando –respondió el pintor. Pintó a Jesús crucificado, con los brazos extendidos
y con una expresión de amor y compasión en el rostro.
–¿Y la gente que lo rodea? –preguntó ella. Cuando terminó el cuadro lo exhibió en una galería,
–¡Cállate niña! No puedo trabajar contestando a acompañado de estas palabras:
tantas preguntas –respondió bruscamente el pintor.
La gitana se asustó y no volvió a preguntar sobre TODO ESTO LO HICE POR TI.
el cuadro, pero no se le borraba de la mente la figura
de Cristo. Pasaron varios días sin que ella volviera a ¿QUÉ HAS HECHO TÚ POR MÍ?
preguntar acerca del cuadro.
Miles de personas llegaron para contemplar el her-
Pero una tarde, cuando el pintor estaba de buen moso cuadro. Un día llegó también la gitana. Miró el
humor, se atrevió a preguntar de nuevo. cuadro y lloró amargamente.
–¿Por qué crucificaron a Cristo? ¿Era malo?
–¡Ojalá a mí también me hubiera amado así! –dijo la
–No, no. No era malo –dijo el pintor. joven–. Pero yo soy solamente una gitana.
–Si Cristo era bueno, ¿por qué lo crucificaron? –Discúlpame por no habértelo dicho antes –le dijo el
Al artista lo incomodaron las preguntas. Dejó caer pintor–. Te voy a volver a contar la historia. El amor de
sus pinceles y dijo: Jesús es también para una gitana.
–Escucha, niña. Te voy a contar la historia una vez Y así lo hizo, pero esta vez contó la historia con todo
por todas. Después no quiero que me molestes con el amor de su corazón, porque él mismo conocía a
más preguntas. Jesús.
El artista pintor contó a la gitana la hermosa histo- Terminado el relato del pintor la gitanita entregó su
ria del Señor Jesucristo que murió por nosotros en la corazón a Cristo. Sonriente y alegre dijo:
cruz. Era algo totalmente nuevo para la gitana. Nunca –¡Gracias, Jesús, por amar también a una gitana!
«La Perlita» con Tía Margarita 226 4/2014 | Tema: salvación | misperlitas.wordpress.com | ©2014 hermanamargarita.com
Texto bíblico: Reina-Valera 1960 Copyright © 1960 por American Bible Society