Ca Conrad - Cartografía de Las Hormigas
Ca Conrad - Cartografía de Las Hormigas
Ca Conrad - Cartografía de Las Hormigas
Ediciones Microcentro
CartografÍa de las hormigas
DÍA DOS: Tomé el mapa de las hormigas a una parte aleatoria del desierto, lo
continué hasta una roca pequeña, era como haber sufrido una suerte de olvido,
inesperado, pero sólido. Me senté sobre la roca como si fuera un huevo, con el
deseo de empollar la rebelión, ¡Cuánto estrés! Dibujé el mapa sobre mi cuerpo
desnudo detrás de unos arbustos, mi tercer ojo era la entrada del hormiguero,
rastreando la travesía en reversa, tomando notas de mis recuerdos sobre hacer
lo que me decían para alcanzar cierto estándar de corrección. ¿CÓMO
podemos crear un mundo generoso, bueno, pero desobediente? ¿Cómo
deshacemos siglos y siglos de este daño? Incluso la mitología griega es
venganza, sexo, celos, venganza, sexo, celos, los dioses y las diosas esclavizando
a seres humanos, violándolos con sus enormes pijas y vaginas. ¡Necesitamos
una insurrección total y duradera! Después tomé un fideo espagueti cocido y lo
acomodé para seguir la forma del mapa. Cuando se secó, lo llevé a la entrada
del hormiguero. “¡NO SÉ CUÁL DE USTEDES ME DIO ESTE MAPA, PERO SE LOS
DEVUELVO!” Y lo desmenucé alrededor del agujero para que los pequeños
seres lo cargaran, pedacito por pedacito, esperando la aprobación de la reina.
Ustedes hagan lo que tengan que hacer, pero yo voy a escribir un poema con
mis notas.
El tiempo no va a cuidarte
Saborear una palabra como un poeta, no solo utilizarla para construir oraciones
sino comprender cómo entra en el cuerpo y qué hace una vez que se ha abierto
camino dentro de nosotros. Este ritual gira en torno a una palara y en cómo esa
palabra ha alterado los cuerpos humanos en los últimos años.
El “OM” está vivito y coleando en los Estados Unidos donde la gente aprende
yoga y meditación. Cuando se lo canta, el OM vibra a través del cuerpo,
haciendo que las células tiemblen y se concentren, calmándonos, abrazando
una frecuencia empática. En el Bhagavad Gita está escrito, “Hay armonía, paz y
dicha en este sonido simple pero profundamente filosófico”. El Pentágono gasta
millones en investigaciones lingüísticas para vendernos los nombres más
nuevos y brillantes para las máquinas de guerra: drone.
En una residencia en Machine Project en Los Ángeles me senté con los ojos
cerrados y canté DRONE, DRONE, DRONE, y sentí que al antiguo “OM” dentro
de la palabra me calmaba, me conducía a la serenidad. Me dirigí a la esquina de
Sunset y Alvarado para preguntarle a la gente: ¿Me acompañarían a ponerles a
los drones el nombre de lo que realmente son: “robots voladores asesinos”?
Algunas personas querían hablar y los invité a cantar DRONE conmigo en una
esquina transitada para sentir cómo una blanda sensación de guerra penetra
nuestros cuerpos e intercambia el sentido de justicia y amor por el de
aniquilación. “Acompáñenme en el proyecto de cambio de nombre: Robots
voladores asesinos”. Tomé notas para el poema
El siguiente componente del ritual era el examen del agudo contraste entre los
efectos que produce el escuchar la palabra, y la carnicería que los drones
producen con sus bombas y sus balas. Caminé unas cuadras hacia Echo Park y
dibujé un blanco con tinta roja en mi palma izquierda. En los auriculares iba
escuchando una grabación de la misión militar israelí estadounidense Pillar of
Cloud, una flota de drones zumbando sobre Gaza 24 horas por día, misiles
explotando en objetivos. Con el volumen al máximo, tomé notas al borde del
estanque. Cada vez que se escuchaba una explosión, yo le gritaba al blanco
dibujado en rojo en mi mano, gritaba mientras escribía notas para mi poema.
Cada explosión apagaba vidas, el blanco en rojo estaba dibujado a través de la
línea del amor, la línea del corazón, la línea de la vida, cantar, gritar, escribir.
Cantar DRONNNNNNE me calmaba, pero gritar con ellos en el medio del
combate me hacía temblar junto al agua. La grabación está en esta página:
Http://bit.ly...
Quiero que cada estadounidense que lea este libro recuerde lo siguiente: Antes
del uso de los drones, mi familia militar proletaria, al final del gobierno de Bush,
estaba en contra de las guerras, exhaustos de preocuparse por los miembros
jóvenes de la familia luchando en Irak y Afganistán. Ahora que están usando
drones, se sienten cómodos con nuestro baño de sangre racista en el Medio
oriente. Solamente en Pakistán, nuestros drones han matado a más de 1000
civiles, incluyendo a 207 niños. Yemen, Somalia, Syria, Libia, son otros países
traumatizados por nuestros drones. Nunca podremos ser perdonados por
nuestra barbarie.
Comiendo ambos
lados de
lo que quedó
En medio de la guerra
incluso nuestra timidez
debe cesar
contenida dentro de un escalofrío
apretada contra un sueño
la memoria y sus
tumbas no están
hoy en armonía
extendidas por el vasto sueño de este
mundo donde
Inventarios planetarios
recientes muestran
más blusas de estampado
de leopardo que leopardos
la nueva vida de la inanición como
una dieta accidental
poeta a
bordo del barco
tomando nota de
quién está mirando el cielo
quién está observando el lejano mar
quién está mirando el agitado revuelo junto al barco.
El tarot como verbo
tirarle al tarot a la carne
Para Selah Saterstrom
De espaldas, debajo del cerezo en flor sobre la calle Spring en Marfa, Texas.
Abejas, mariposas, y unas magnificentes polillas esfinge trabajaban
esforzadamente para polinizar las flores de cinco pétalos sobre mi cabeza. Tomé
notas con los ojos entrecerrados, las actividades en torno al árbol se volvieron
borrosas aunque seguían siendo visibles. Cuando una abeja o una polilla
polinizaba una flor cerca, yo esperaba hasta que se fuera, después,
delicadamente cortaba la flor, la olía, miraba su interior, recientemente
desplegado en forma de estrella y después me la ponía en la boca. Hice esto
cinco veces, una por cada elemento, el fuego, el aire, la tierra, el agua, y una por
el espíritu dentro de ellos. Mastiqué lentamente la delicada dulzura mientras
escribía notas para el poema. Este es un corto que hice sobre los polinizadores:
https://vimeo.com/87948424
Dejá algo
en silencio en la concha
de mi oído
Dónde está el
viejo druida que
me amó cuando mi
marea golpeó su puerta
estatua de Kafka que parece
Judy Garland que se parece a mí
en la vida se trata de elegir es lo que
dicen los hijos de puta con las mejores opciones
aceptá el viaje o partite debajo del viaje
motines en la televisión con comerciales de autos
que hacen que los hombres dentro de esos autos contraigan
sus esfínteres todo pasa con señalizaciones a través de la niebla
pijas bailando para llamar la atención caliente no es cínico ellos
prometen la gloria y mantienen firme su
ruta blanda hacia el genocidio
un punto negro en el mapa
el capitalismo y la religión no son
lugares para estar en el medio
mi canción se descargó del oído a la página
el viejo druida la amó con su guitarra
muebles de futuros eriales se abren ante nosotros
preguntarse es como caerse por toda la mente
besando el borde de un relleno sanitario no pensó
en la muerte con su lengua en mi boca ningún miedo de encierro
en una oración hacemos agujeros en la pared para mirar crecer las plantas
amarnos el uno al otro lo suficiente para las partes que falta
puedes culparme porque sí puedes culparme
mi primo me emborrachó para convencerme de
que me arrepienta de algo que le enseñó su pastor
le dije a su hija
cuando estés lista para
rebelarte contra este forro
acá está mi número
viajaré hasta dónde estés
sea donde sea
Ediciones Microcentro
Buenos Aires, junio de 2021
www.faxsi.info