Nacionalismo - Marxismo
Nacionalismo - Marxismo
Nacionalismo - Marxismo
Antes de abordar los puntos del tema 3, es preciso establecer que Robert Gilpin
utiliza la palabra “ideología” para referirse a:
“los sistemas de pensamientos y creencias por medio de los cuales (grupos e individuos)
explican… cómo funciona su sistema social y a qué principios responde éste”
La idea central del nacionalismo es que las actividades económicas están y deben
estar subordinadas a la construcción del Estado y a los intereses de éste. Todos los
nacionalistas adhieren a la primacía del Estado, de la seguridad nacional y del poder
militar en la organización y el funcionamiento del sistema internacional.
Como dice Jacob Viner, los diferentes economistas nacionalistas a lo largo del tiempo
comparten ciertas convicciones respecto de la relación entre la riqueza y el poder:
“creo que prácticamente todos los mercantilistas (nacionalistas actualmente), fuera cual
fuera su época, país o estatus individual, podrían haber suscripto la totalidad de las
proposiciones siguientes:
El punto más fuerte del nacionalismo es que enfoca al Estado como el agente
predominante en las relaciones internacionales y como instrumento del desarrollo
económico. El segundo punto fuerte es su énfasis en la importancia de los interese
políticos y relativos a la seguridad, en la organización y conducción de las relaciones
económicas internacionales. La seguridad del Estado es una precondición necesaria para
su bienestar político y económico, en un sistema de Estados anárquico y competitivo. Un
Estado que es incapaz de hacerse cargo de su propia seguridad, deja de ser
independiente.
Entre las debilidades del nacionalismo se encuentra, la tendencia a creer que las
relaciones económicas internacionales constituyen siempre y en todos los tiempos un
juego de suma cero, es decir que la ganancia de un Estado necesariamente implica que
otro pierda. Sin embargo, si hay cooperación, los mercados pueden producir ganancias
mutuas (si bien no necesariamente equitativas). La posibilidad de que todos se beneficien
es la base de le economía internacional de mercado.
Por último, a los nacionalistas se les puede reprochar que no aplican, tanto en el
nivel interno como en la determinación de la política internacional, su presupuesto de que
el marco político tiene influencia en los resultados económicos.
El marxismo que apareció hacia mediados del siglo XIX como reacción contra el
liberalismo y la economía clásica, sostiene que la economía determina a la política. Los
conflictos políticos surgen de la lucha que se da entre las clases por la distribución de la
riqueza. En consecuencia, los conflictos políticos se acabarán cuando se eliminen el
mercado y la sociedad de clases.
4. Compromiso normativo con el socialismo, todos los marxistas creen que la sociedad
socialista es el fin necesario y deseable del desarrollo histórico.
Lenin desarrollo una cuarta ley, debido a su pensamiento que era imposible que los
capitalistas fueran racionales para no pelearse entre ellos mismo por las colonias y más
bien se aliaran para conquistarlas.
4. Ley del desarrollo desigual, dice que a medida que las economías capitalistas
maduran, se acumula el capital y caen las tasas de beneficio, así las economías
capitalistas se ven compelidas a apoderarse de colonias y crear dependencia, a fin de
que sirvan como mercados, canales de inversión y fuentes de alimentos y de materias
primas. Compitiendo entre sí, dividen el mundo colonial de acuerdo con su poderío
relativo.
Esta última ley, con sus fatales consecuencias, resultó válida en su tiempo, porque el
mundo se había vuelto súbitamente finito, el globo se había transformado en un sistema
cerrado. Durante décadas, las potencias capitalistas europeas se habían expandido,
devorando territorios, pero las potencias imperialistas entraron en un contacto cada vez
más estrecho, y en consecuencia en conflictos entre sí, a medida que disminuyeron las
tierras pasibles de ser colonizadas. A su tiempo, los conflictos entre las potencias
imperiales producirían revueltas entre sus propias colonias, y se debilitaría el control del
capitalismo occidental sobre las razas colonizadas del mundo.
Por otro lado, una economía comunista no tiene ninguna tendencia económica a
expandirse internacionalmente, la inversión y el consumo están primordialmente
determinados por el plan nacional y más aún, el Estado tiene el monopolio de todo el
intercambio exterior. Por el contrario, el capitalismo necesita una economía mundial
abierta, ya que este desea acceder a las economías extranjeras para exportar bienes y
capital.
La debilidad principal del marxismo como teoría de la economía político
internacional, reside en su incapacidad para apreciar el papel de los factores políticos y
estratégicos en las relaciones internacionales. Aunque la competencia por los mercados y
las fugas de capitales puede, sin duda ser motivo de tensión y uno de los factores que
conducen al imperialismo y a la guerra, no resultan una explicación adecuada para el
comportamiento de la política exterior de los Estados capitalistas.