Amparo Constitucional Popular Maria
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Amparo Constitucional Popular Maria
LA PAZ
INTERPONE ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
OTROSIES.- SU CONTENIDO.-
LOURDES BERNARDA OCAMPO LUNA PIZARRO, con Cédula de Identidad Nº
2382180 La Paz, mayor de edad, hábil por derecho, Casada, Labores de Casa, domiciliada
en la Calle 38 A Nº 11, Zona Chasquipampa de la Zona Sur de La Paz, apersonándome ante
vuestro despacho de Garantías Constitucionales, respetuosa, expreso lo siguiente:
En aplicación de lo dispuesto por los artículos 128 y 129 de la Constitución Política
del Estado, concordante con los Artículos 51, 52 y siguientes del Código Procesal
Constitucional, interpongo ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL en mérito a los
siguientes argumentos y fundamentos de orden constitucional:
I. LEGITIMACION ACTIVA
En uso pleno de mi facultad, derecho fundamental y garantía constitucional, mi
persona: Lourdes Bernarda Ocampo Luna Pizarro, se apersona legalmente en calidad de
sujeto activo (legitimación activa), ante vuestra autoridad en busca de protección jurídica,
demostrando idóneamente el interés legal de forma directa e inequívoca, descrito como
se sigue en el expediente procesal constitucional, aspectos de vulneración a mis derechos
constitucionales que se demostrarán dentro el espectro del debido proceso, por
consiguiente, tengo a bien acudir ante su autoridad en resguardo y reparación a la
inminente violación flagrante de mis derechos fundamentales y garantías constitucionales
por parte del Juzgado Público Vigésimo Quinto Civil y Comercial del Departamento de La
Paz, en aplicación del artículo 129 parágrafo I de la CPE, concordante con los artículos 32
parágrafo II, 33 núm. 1) y 52 del Código Procesal Constitucional y la línea uniforme de la
amplia Jurisprudencia Constitucional Plurinacional, en consecuencia, su autoridad podrá
evidenciar que mi persona goza de legitimación activa para interponer la presente Acción
de Amparo Constitucional y proseguirlas hasta su conclusión.
En ese contexto conforme el artículo 33 de la Ley Nº 254, tengo a bien acreditar mi
personería, solicitando que ulteriores actuaciones sean de mi conocimiento, asimismo
cumplo con todos los requisitos establecidos para la interposición de la presente Acción
Constitucional.
II. CAUSALES DE ADMISIBILIDAD Y PROCEDENCIA
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a) SUBSIDIARIEDAD.- El amparo constitucional se rige por los principios de
subsidiariedad, entendido como el agotamiento previo o la constatación de la
inexistencia de otras vías o recursos legales para la protección inmediata de los
derechos denunciados como conculcados, por cuanto, no sustituye o reemplaza a
los recursos o instancias ordinarias preestablecidas en el ordenamiento jurídico,
por lo que, habiendo dictado la Sala Civil Segunda la Resolución Nº I-49/2019, de
fecha 12 de marzo de 2019, que confirma la Resolución Nº 137/2017 de fecha 16
de marzo de 2017, que en su parte resolutiva, numeral 2 declara IMPROBADA la
tercería de dominio excluyente interpuesta por Lourdes Ocampo Luna Pizarro, no
tengo otro recurso o medio ordinario eficaz, oportuno e inmediato para poder
buscar la revisión de la ilegal e indebida actuación y determinación dispuesta en mi
contra, y de esa manera restituir mis derechos y garantías constitucionales, que en
la vía ordinaria se encuentra agotada. Al respecto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional, a través de su SCP 0939/2014 de 28 de mayo, respecto al tema en
cuestión, refirió: “La exigencia contenida en el Art. 129.I de la CPE, respecto a la
procedencia de la acción de amparo constitucional: “siempre que no exista otro
medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados”, ha motivado un amplio y uniforme
desarrollo de la jurisprudencia constitucional, que sistematizó los supuestos en los
que la jurisdicción constitucional – por inobservancia de dicha exigencia – no podrá
ingresar a analizar la problemática presentada, cuando: “…1) las autoridades
judiciales o administrativas no han tenido la posibilidad de pronunciarse sobre un
asunto porque la parte no ha utilizado un medio de defensa no ha planteado
recurso alguno, así: a) cuando en su oportunidad y en plazo legal no se plantó un
recurso o medio de impugnación y b) cuando no se utilizó un medio de defensa
previsto en el ordenamiento jurídico; y 2) las autoridades judiciales o
administrativas pudieron haber tenido o tienen la posibilidad de pronunciarse,
porque la parte utilizó los recursos y medios de defensa, así: a) cuando se planteó
el recurso pero de manera incorrecta, que se daría en casos de planteamientos
extemporáneos o equivocados y b) cuando se utilizó un medio de defensa útil y
procedente para la defensa de un derecho, pero en su trámite el mismo no se
agotó, estando al momento de la interposición y tramitación del amparo,
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pendiente de resolución. Ambos casos se excluyen de la excepción al principio de
subsidiariedad, que se da cuando la restricción o supresión de los derechos y
garantías constitucionales denunciados, ocasionen perjuicio irremediable e
irreparable, en cuya situación y de manera excepcional, procede la tutela
demandada, aún existan otros medios de defensa y recursos pendientes de
resolución” (SC 1337/2003-R de 15 de septiembre)”.
b) INMEDIATEZ.- De acuerdo a lo normado en el Artículo 55 del Código Procesal
Constitucional se tiene que: “la acción de amparo constitucional podrá
interponerse en el plazo máximo de seis meses, computable a partir de la comisión
de la vulneración alegada o de conocido el hecho”. En el presente caso mi persona
cumple con el principio de inmediatez, porque desde la notificación con el último
fallo, no han transcurrido más de seis meses, en este entendido, el Tribunal
Constitucional Plurinacional, a través de su SCP 0634/2014 de 25 de marzo,
respecto al tema en cuestión estableció el entendimiento jurisprudencial siguiente:
“La acción de amparo constitucional, podrá ser planteada hasta los seis meses de
conocido el acto ilegal u omisión indebida, siempre que no existan otros recursos o
medios para dejarlo sin efecto, plazo que deberá computarse a partir del momento
en que se agotó la última instancia; entonces, la persona que se considera
agraviada, debe activar la jurisdicción constitucional máximo hasta los seis meses
de tener conocimiento dela acto ilegal u omisión indebida o después de haberse
agotado los medios o recursos que se tengan para hacer cesar los mismos, los
cuales también deben ser utilizados oportunamente, puesta ésta condición es
determinada por la norma contenida en el art. 129 de la CPE”, Así también, la SCP
2134/2012 de 8 de noviembre, señaló: “La SCP 0040/2012 de 26 de marzo, citando
al efecto la SC 0792/V2007-R de 2 de octubre, emitida por el extinto Tribunal
Constitucional, concluyó que: “…el principio de inmediatez está basado en el
principio de preclusión de los derechos para accionar, lo que significa que para
poder ingresar al análisis de fondo de la problemática que se plantea en este tipo
de acciones tutelares, quien recurre de amparo constitucional debe interponer su
acción dentro del plazo de seis meses de conocido el acto o hecho ilegal o de
agotados los medios o recursos que la ley le otorga para subsanar la supuesta
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lesión, caso contrario, se estaría incumpliendo con el citado principio del recurso
de amparo constitucional”.
La amplia jurisprudencia constitucional emanada del Tribunal Constitucional,
establece que la acción de amparo constitucional “…podrá interponerse en el plazo
máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la vulneración
alegada o de notificada la última decisión administrativa o judicial” (art. 129.II de la
CPE); de ese modo, se pretende acentuar el propósito de esta acción, consistente
en otorgar protección inmediata y eficaz a los derechos y garantías lesionados,
dentro de un plazo razonable fijado al efecto; considerando que el agraviado no
puede disponer indefinidamente de la jurisdicción constitucional (con similar
afirmación, las SSCC 0551/2010-R, 0554/2010-R, 0626/2010-R, 0782/2010-R, entre
otras)”.
III. AUTORIDADES DEMANDADAS
De acuerdo a lo establecido por la línea jurisprudencial, Sentencia Constitucional
Plurinacional 0343/2016 de fecha 18 de abril de 2016, en lo relativo a la legitimación
pasiva de autoridades y servidores públicos que dejaron la titularidad del cargo, la
Sentencia Constitucional Plurinacional 0134/2012 de 4 de mayo, concluyó lo siguiente:
“En cuanto a la responsabilidad institucional de nuevas autoridades la SC 0264/2004-R
de 27 de febrero, estableció que: …la demanda debe estar dirigida contra la 'autoridad'
que ostente el cargo desde el cual se realizó el acto ilegal o se incurrió en la omisión
indebida, sin que ello implique que, en caso de existir responsabilidades personalísimas,
como la penal, el funcionario que haya accedido al cargo con posterioridad al acto lesivo
de derechos, tenga que asumir las consecuencias únicamente por encontrarse en
funciones al momento de iniciarse la demanda y porque ésta haya sido dirigida en su
contra”, (Las negrillas corresponden a la accionante), es decir, debe entenderse que a la
autoridad que ejerce el cargo del cual emergió el acto ilegal u omisión indebida
únicamente le corresponde la responsabilidad institucional, entendida como una situación
jurídica derivada de una acción u omisión que lesiona derechos fundamentales y garantías
constitucionales, por lo cual el funcionario que ocupa el cargo a momento de interponer la
Acción Constitucional, asume por la institución a la cual representa, el deber de cesar la
restricción, supresión o amenaza de restringir o suprimir los derechos fundamentales y
garantías constitucionales. En cambio, la responsabilidad personal, es la asumida por el
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que lesionó de forma directa ya sea con sus actos ilegales u omisiones indebidas derechos
fundamentales y garantías constitucionales, de lo cual podría devenir no sólo la
responsabilidad civil, sino la penal, a efectos de la reparación del daño causado.
Por consiguiente, y conforme lo establecido por el Artículo 128 de la Constitución
Política del Estado, concordante con el Artículo 33 núm. 2) y 51 del Código Procesal
Constitucional, la presente Acción de Amparo Constitucional es presentada contra las
siguientes autoridades actuales del Tribunal Departamental de Justicia del Departamento
de La Paz, que vulneraron mis derechos constitucionales con la emisión de actos
administrativos lesivos a mis derechos:
Por el Juzgado Público Vigésimo Quinto Público Civil y Comercial, la siguiente
autoridad:
- Dr. Raúl Alejandro Gutiérrez Quisbert, con domicilio en la Calle Yanacocha,
Edificio Yanacocha, piso 3, Juzgado Público Vigésimo Quinto Público Civil y
Comercial.
Por la Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de Justicia del
Departamento de La Paz, las siguientes autoridades:
- Dra. Carmen Del Rio Quisbert Caba, con domicilio en la Calle Potosí, Edificio
antiguo del Tribunal Departamental de Justicia del Departamento de La Paz,
Sala Civil Segunda.
- Abog. Iván Edgar Ordoñez Quijarro, con domicilio en la Calle Potosí, Edificio
antiguo del Tribunal Departamental de Justicia del Departamento de La Paz,
Sala Civil Segunda.
III. TERCEROS INTERESADOS EN LA PRESENTE ACCIÓN CONSTITUCIONAL
De acuerdo a lo establecido por el parágrafo II del artículo 31, concordante con el
núm. 2 del Artículo 35, ambos del Código Procesal Constitucional, que señalan
respectivamente: “La Jueza, Juez o Tribunal, de oficio o a petición de parte cuando
considere necesario podrá convocar a terceros interesados”; “la Jueza, Juez o Tribunal,
de estimarlo necesario, ordenará la notificación para la audiencia terceros interesados
que puedan ser afectados en sus derechos o que aporten mayores elementos de juicio,
para dictarse resolución”, solicito a su Autoridad que se notifique y se convoque a los
terceros interesados en la presente Acción de Amparo Constitucional, toda vez que se
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trata de un proceso civil coactivo donde las partes procesales tienen un interés directo y
legítimo:
- Arminda Claros Sossa de Nosiglia, en su condición de coactivante y
adjudicataria del bien inmueble objeto de remate, domiciliada en la Av.
Sánchez Lima Nº 2282, Edificio Da Vinci, piso 12, departamento 12-A, Zona
Sopocachi de la ciudad de La Paz.
- Roberto Fresco Mattos, en su condición de deudor – coactivado, domiciliado
en la Av. Arce esquina Macario Pinilla, Edificio Arcadia, departamento F-1, Zona
San Jorge de la ciudad de La Paz.
IV. ANTECEDENTES
A) PROCESO CIVIL COACTIVO.-
En fecha 31 de enero de 2007, la Sra. Arminda Claros Sossa de Nosiglia, interpone
demanda coactiva civil en contra de Roberto Fresco Mattos, cobrando la suma de 10.000.-
(Diez Mil 00/100 Dólares Americanos), en fundamento del Testimonio Nº 085/2002, de 25
de marzo de 2002, de la Escritura Pública de préstamo de dinero con garantía hipotecaria
de un departamento ubicado en la Av. Arce, esquina Macario Pinilla, Edificio Arcadia,
Departamento F-10 con una superficie de 122 Mts.2, inscrito en Derechos Reales con la
Matrícula Nº 2.01.0.99.0023203, suscrito ante la Dra. Sandra C. Cabrera Ríos, Notaria de
Fe Pública de Primera Clase Nº 084, la Sra. Arminda Claros Sossa de Nosiglia ha otorgado
al Sr. Roberto Fresco Mattos, la suma de 10.000.- (Diez Mil 00/100 Dólares Americanos),
con un interés del 3% mensual, por el plazo de noventa días, habiéndose estipulado en la
Cláusula Séptima que mi persona Lourdes Bernarda Ocampo Luna Pizarro, otorga su
conformidad con el contrato hipotecario en cuestión, en este entendido, se ha dictado la
Resolución – Sentencia Nº 184/07, de fecha 13 de marzo de 2007, el Juzgado Tercero de
Partido en lo Civil y Comercial, falla declarando probada la demanda interpuesta,
determinando la ejecución coactiva hasta hacer efectivo el pago de 10.000.- (Diez Mil
00/100 Dólares Americanos), más intereses corrientes penales, gastos y costas procesales
dentro del plazo de tres días a partir de su legal citación, bajo apercibimiento de
procederse al remate del bien dado en garantía, pero, mediante Resolución Nº A-216/09,
de fecha 17 de julio de 2009, la Sala Civil Segunda de la Corte Superior de Distrito, anula
obrados hasta fs. 8 inclusive debiendo remitirse obrados a demandas nuevas a objeto de
nuevo sorteo al juzgado de instrucción en lo civil.
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Posteriormente, en fecha 18 de febrero de 2010, la Sra. Arminda Claros Sossa de
Nosiglia, interpone nuevamente demanda coactiva civil en contra de Roberto Fresco
Mattos, cobrando la suma de 10.000.- (Diez Mil 00/100 Dólares Americanos) y la
autoridad jurisdiccional dicta la Resolución – Sentencia Nº 200/2010, de fecha 17 de abril
de 2010, el Juzgado Décimo de Instrucción en lo Civil y Comercial, falla declarando
probada la demanda de fs. 6 a 7, 70 a 71 y subsanado a fs. 72 de obrados interpuesta por
Arminda Claros Sossa de Nosiglia contra Roberto Fresco Mattos, disponiendo el embargo
del departamento ubicado en la Av. Arce, esquina Macario Pinilla, Edificio Arcadia,
Departamento F-10 con una superficie de 122 Mts.2, inscrito en Derechos Reales con la
Matrícula Nº 2.01.0.99.0023203, bajo apercibimiento de procederse al remate del mismo,
para que con su producto se haga efectivo el pago de 10.000.- (Diez Mil 00/100 Dólares
Americanos), más intereses convencionales, gatos y costas procesales, dentro del plazo de
tres días de notificados con la demanda y sentencia.
En fecha 21 de agosto de 2013, la Sra. Arminda Claros Sossa de Nosiglia, pide
medidas previas al remate del bien inmueble departamento ubicado en la Av. Arce
esquina Macario Pinilla, Edificio Arcadia, Departamento F-10, con una superficie de 122
Mts.2, inscrito en Derechos Reales con la Matrícula Nº 2.01.0.99.00232, a lo que mediante
providencia de fecha 22 de agosto de 2013, el Juzgado Décimo de Instrucción en lo Civil y
Comercial, ordena los oficios solicitados mediante memorial de fecha 21 de agosto de
2013.
Por otra parte, mediante informe A.T.M. – A.C. Nº 409/2013, de fecha 10 de
septiembre de 2013, el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, informa: (textual) “Que,
según los datos proporcionados por su autoridad, se ha realizado la búsqueda en el
Sistema del Registro Único para la Administración Tributaria Municipal (RUAT.NET
INMUEBLES), encontrándose en el Padrón Municipal de Contribuyente el PMC 486936111
a nombre de Roberto Fresco Mattos, con Cédula de Identidad Nº 486936 expedido en La
Paz que registra a una propiedad horizontal consistente en un departamento situado en el
Edificio Arcadia, Piso 10, ubicado en la Av. Arce Esq. Pinilla de la Zona San Jorge. Según el
Reporte del Detalle de Deudas extraído del mismo sistema, se verifica que el Impuesto a la
Propiedad de Bienes Inmuebles NO ha sido cancelado desde la gestión 1999 hasta la 2012,
la deuda de la gestión 2003 cuenta con Proceso por Determinación de Oficio”.
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Al respecto, mediante Peritaje Judicial de Terreno y Edificaciones, elaborado por la
Arq. Marisol Betsabe Corrales Q., de fecha 16 de diciembre de 2013, presenta los
siguientes resultados del peritaje: (textual) “TIPO DE INMUEBLE: DEPARTAMENTO –
UBICACIÓN: AV. ARCE ESQ. CALLE PINILLA Nº 2588 1º PISO DEPARTAMENTO F-01 – ZONA:
SOPOCACHI – CÓDIGO CATASTRAL: 22-22-19 – ZONA TRIBUTARIA: 1-10 – DESTINO/USO:
VIVIENDA – AREA DEL TERRENO: 8.94 MTS.2 SEGÚN F.I.S. – AREA CONSTRUIDA: 157.04
MTS.2 SEGÚN F.I.P. – FOLIO REAL: 2.01.0.99.0023203” (las negrillas corresponden a la
accionante), mismo que fue impugnado, y mediante Resolución Nº 312/2014, de fecha 30
de mayo de 2014, el Juzgado Décimo de Instrucción en lo Civil y Comercial, RECHAZA la
objeción de avalúo interpuesto por Roberto Fresco Mattos, en consecuencia se aprueba el
avalúo pericial realizado en el inmueble objeto de remate en la suma de $us. 85.780,80.-
(Ochenta y Cinco Mil Setecientos Ochenta 20/100 Dólares Americanos).
Ulteriormente, mediante providencia de fecha 31 de octubre de 2014, de
conformidad a lo previsto por el Artículo 87 del Código de Procedimiento Civil, dispone se
oficie a la Dirección de Recaudaciones o Ingresos del Gobierno Autónomo Municipal de La
Paz a fin de que informen la situación impositiva del inmueble objeto de ejecución con
Matrícula 2010990023203 correspondiente a Roberto Fresco Mattos y a la oficina de
Derechos Reales a fin de que informen o certifiquen sobre los gravámenes, mutaciones o
limitaciones que pudiese registrar en el inmueble con Matrícula 2010990023203, en este
entendido, mediante informe A.T.C. – A.C. Nº 13/2015, de fecha 08 de enero de 2015, el
Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, informa: (textual) “Revisado el Registro Único
para la Administración Tributaria Municipal (RUAT-NET-INMUEBLES), se evidencia que el
Sr. ROBERTO FRESCO MATTOS con CI 486936 LP, tiene asociado más de un inmueble y con
la información proporcionada en la Orden Judicial, no es posible relacionar cual es el
inmueble de su interés en razón a que el número de matrícula no se constituye en criterio
de búsqueda en el mencionado sistema…”, así también, mediante informe
GAMLP/ATM/UPCF/SEA Nº de fecha 31 de agosto de 2015, el Gobierno Autónomo
Municipal de La Paz, informa: (textual) “Al punto único.- De la revisión del Padrón
Municipal de Contribuyentes (P.M.C.), se informa que el inmueble con registro tributario
Nº 193410, ubicado en la Av. Arce esquina Pinilla, Edificio Arcadia, piso 10 departamento
F-10, Zona San Jorge, registra una superficie de 189.21 mts.2 (no así con 122 mts.2 tal
como señala la solicitud) como Propiedad Horizontal, a nombre de Roberto Fresco Mattos
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con C.I. Nº 486936 L.P., mismo que cuenta con procesos de fiscalización en esta
Administración Tributaria Municipal…”.
B) TERCERÍA DE DOMINIO EXCLUYENTE.-
En ejecución de fallos, se interpone tercería de dominio excluyente en contra de
Arminda Claros Sossa de Nosiglia y Roberto Fresco Mattos, en fundamento del Artículo 56
de la Constitución Política del Estado, Artículos 356, 359, 360, 362, 363, 364, 367, 368 y
369 del CPC y del Artículo 137, parágrafo I de la Ley Nº 603, del Código de Familias y del
Proceso Familiar, de 19 de noviembre de 2014, que establece: “El matrimonio y la unión
libre son instituciones sociales que dan lugar al vínculo conyugal o de convivencia
orientando a establecer un proyecto de vida en común, siempre que reúnan las
condiciones establecidas en la Constitución Política del Estado y el presente Código,
conllevan iguales efectos jurídicos tanto en las relaciones personales y patrimoniales de los
cónyuges o convivientes, con respecto a las y los hijos adoptados o nacidos de aquellos”,
en este entendido, si el coactivado Roberto Fresco Mattos, ha comprometido un bien
inmueble en detrimento de su economía, de mis hijos y la de mi persona, es obligación
acudir ante la autoridad jurisdiccional a objeto de se excluya el 50% de las acciones y
derechos del bien inmueble ubicado en la Av. Arce esquina Macario Pinilla, Edificio
Arcadia, piso 1, departamento F-1, inscrito en Derechos Reales con la Matrícula Nº
2.01.0.99.0023203, y por ende se ordene el levantamiento de toda medida restrictiva, por
constituir un bien común adquirido en la unión libre y matrimonio civil, aspecto
demostrado por la prueba documental que demuestra que los bienes adquiridos desde el
año 1986 al 2002 y desde ese año a la fecha, tienen la calidad de bienes comunes.
Asimismo, el bien inmueble objeto de garantía fue adquirido por mi cónyuge el año 2001,
y el año 2002 celebramos nuestro matrimonio civil, empero, por la sentencia judicial
declarativa se evidencia que el año 2001, nos encontrábamos en unión libre.
En consecuencia, la autoridad recurrida dicta la Resolución Nº 137/2017, en fecha
16 de marzo de 2017, determinando en su CONSIDERANDO III: III.2., señala: “Con relación
a la tercería de dominio excluyente planteada por Lourdes Bernarda Ocampo Luna
Pizarro… …III.2.1. En este sentido, de acuerdo al detalle realizado en el punto I.9., de
acuerdo al testimonio judicial de fs. 990-993 se halla acreditada la unión conyugal libre o
de hecho entre Roberto Fresco Mattos y Lourdes Bernarda Ocampo Luna Pizarro por el
periodo comprendido en 1986 al 15 de febrero de 2002, con todos los efectos personales
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y patrimoniales, en este sentido de acuerdo al certificado de fs. 996 (y el detalle del
apartado I.10.) se tiene por demostrado su vínculo matrimonial demostrado desde el 16
de febrero de 2002. III.2.2. Asimismo, tal cual se expresó en el punto I.7., del informe de
fs. 712 en correspondencia al folio real de fs. 995, se encuentra probado que el
departamento F-10 ubicado en la Av. Arce esq. Macario Pinilla Edif. Arcadia, de 122 Mts2.,
con Matrícula Nº 2010990023203 fue adquirido mediante escritura pública Nº 2300 de 18
de septiembre de 2001 e inscrita en Derechos Reales el 02/10/2001, es decir ha sido
adquirido en vigencia de la unión conyugal libre o de hecho entre la tercerista y el
demandado, por lo que de conformidad a lo dispuesto en el Art. 176 y 190 de la Ley Nº
603, es un bien común del cual los cónyuges son propietarios, es así que el derecho de
propiedad en el 50% del inmueble respecto al tercerista se hallaría acreditado a pesar de
no estar inscrito en derechos reales, por presunción legal, que en su caso debe ser
desvirtuada por el medio y vía procesal idóneo… …III.2.4. Ahora bien, en la especie, de
acuerdo a la fecha de celebración del documento de préstamo contenido en el Testimonio
Nº 85/2002 de 25 de marzo de 2002 de fs. 4-5 (documento base de la demanda coactiva
instaurada) se encuentra demostrado que la obligación que motiva la ejecución fue
contraída en vigencia del matrimonio por lo que la misma se presume en beneficio de la
comunidad, máxime si la tercerista al intervenir en la constitución del préstamo (última
parte de la cláusula séptima) tenía pleno conocimiento del crédito, por lo que en su caso
la referida presunción (también) debe ser desvirtuada por el medio y vía procesal idóneo…
…III.3.2.1. Ahora, no puede dejarse de lado 2 aspectos fundamentales. El primero que al
inicio de la causa (que fue de conocimiento de las anteriores autoridades judiciales) la
condición de copropietaria del inmueble (ganancialidad) no se encontraba establecida, de
ahí que solo se haya efectuado un examen conforme al contenido del documento de
préstamo y el folio real del inmueble caso de autos donde el demandado figura como
único propietario; situación que recién es advertida con el planteamiento de la tercería
que también es resuelta en el presente fallo en donde se pudo evidenciar el carácter
ganancial del mismo, por presunción que determina la norma familiar. El segundo, que el
proceso se encuentra en la etapa de ejecución y que no se dispuso medida (determinante)
sobre el bien objeto de la ejecución coactiva a más de la hipoteca voluntaria de la cual,
tanto el demandado como la incidentista, tienen pleno conocimiento; asimismo de autos
se tiene que aún no se señaló audiencia de subasta y remate; asimismo, en merito a la
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fecha de las medidas previas al remate se tiene que debido a los diferentes incidentes que
planteo el demandado las mismas se encuentran desactualizadas, por lo que
eventualmente corresponde realizar nuevamente las mismas… …III.3.2.2. A lo anterior
debe sumarse el hecho, de acuerdo a lo expresado en el apartado III.3., que la incidentista
tenía conocimiento del proceso y que tampoco expuso y justificó el gravamen irreparable
que el aparente acto irregular le causaría, es decir que la incidentista tenía la carga
procesal de señalar y acreditar el perjuicio que el acto procesal defectuoso le provocó y,
en su caso, debió precisar la defensa de la que se vio privada de realizar como
consecuencia directa del acto procesal cuestionado; pues debe tenerse presente que las
normas procesales se configuran como un medio que permite asegurar la defensa en
juicio y no tienen por objeto la dilación del proceso por el mero respeto de las formas las
cuales por si solas no tienen un fin de ahí su carácter instrumental, por el contrario
haciendo valer sus derechos planteo la tercería de dominio excluyente de fs. 998 y 1001 –
1002, por lo que, conforme a las SSCCPP 1913/2012 de 13 de octubre y 1682/2014 de 29
de agosto, no puede alegarse indefensión… …POR TANTO: 2. Se declara IMPROBADA la
tercería de dominio excluyente interpuesta a fs. 998 y 1001 – 1002 por Lourdes Bernarda
Ocampo Luna Pizarro, con costas. 3. Se RECHAZA el incidente de nulidad de obrados
planteado a fs. 1011 – 1013 por Lourdes Bernarda Ocampo Luna Pizarro…”, en este
entendido, habiendo sufrido agravio con el fallo en cuestión, se ha interpuesto recurso de
apelación, pidiendo que el Tribunal Ad quem, revoque el fallo apelado disponiendo la
nulidad de obrados hasta el vicio más antiguo o se declare probada la tercería de dominio
excluyente.
Finalmente, la Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de Justicia, dicta la
Resolución Nº I-49/2019, en fecha 12 de marzo de 2019, disponiendo en su parte
principal, lo siguiente: “…Entre ellas – la presunción de ganancialidad o comunidad de los
bienes y cargas adquiridas durante la vigencia del matrimonio – prevista por el Art. 190 de
la Ley Nº 603 que señala: “…Los bienes se presumen comunes, salvo que se pruebe que
son propios de la o el cónyuge…”. Por la cual se establece como “verdad formal” a ser
asumida por las autoridades judiciales, que tanto los bienes como las “…deudas contraídas
por ambos cónyuges, durante la unión…”, son comunes o gananciales cuando estas han
sido adquiridas durante la vigencia del vínculo matrimonial por cualquiera de los
cónyuges, de acuerdo a lo establecido por los Arts. 188 inc. a) y 194 inc. d) de la Ley Nº
11
603; hasta tanto y cuando no se demuestre o establezca que los mismos son propios (en el
caso de los bienes), o hayan sido adquiridos a título personal (en el caso de las deudas), en
la vía o instancia legal que corresponda… …No correspondiendo que ante ello la tercerista
y esposa del demandado pretenda excluir de los efectos de la presente causa coactiva el
50% de acciones y derechos que le corresponden sobre el bien inmueble otorgado en
garantía; por haber sido formulada su tercería al interior de un proceso coactivo que tiene
por fin el cobro de una deuda adquirida en favor de la comunidad de gananciales, y sobre
un bien inmueble – que forma también parte de la comunidad de gananciales –
corresponde ser destinado en su integridad al pago de aquella deuda común, de acuerdo a
lo expresado por el Art. 195 de la Ley Nº 603, que de manera textual señala “Las cargas de
la comunidad ganancial se pagan con los bienes comunes…” …2. Con relación a los puntos
de agravio formulados por Lourdes Bernarda Ocampo Luna Pizarro en contra de la
determinación asumida por el Juez A-quo referente a su incidente de nulidad de obrados…
…Que, Lourdes Bernarda Ocampo Luna Pizarro en su condición de esposa del demandado
Roberto Fresco Mattos y titular del 50% de acciones y derechos sobre el inmueble
otorgado en garantía al interior del presente proceso coactivo, se apersona al mismo por
primera vez por escrito de fs. 348 suscitando tercería de dominio excluyente y no así
incidente de nulidad de obrados, considerando que el incidente de nulidad de autos es
interpuesto después de tramitarse la tercería conforme se puede acreditar de los escritos
de fs. 348-348 y 362-363 vta… …Conforme lo cual se puede advertir que Lourdes Bernarda
Ocampo Luna Pizarro llega a convalidar o dar por bien hecho todo lo obrado en el proceso
principal con anterioridad a su apersonamiento, considerando que a través de su primera
intervención solo llega a solicitar que se excluya del proceso el 50% de acciones y
derechos que le corresponden sobre el bien inmueble otorgado en garantía – limitando de
esta manera su defensa e intervención, a una pretensión incidental y accesoria al proceso
principal como lo es la tercería de dominio excluyente – y no así, a cuestionar lo obrado en
el proceso principal coactivo, conforme lo requiere la norma procesal civil de manera
inexcusable para que la autoridad judicial de primera instancia pueda considerar los
defectos denunciados y disponer la nulidad de los mismos si correspondiere, al señalar en
su Art. 107 par. II y III (NO DICE DE QUÉ NORMA), que “…Constituye confirmación tácita,
no haber reclamado la nulidad en la primera oportunidad hábil…”, y que “…No podrá
pedirse la nulidad de un acto por quien la ha consentido, aunque sea de manera
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tácita…”…POR TANTO: CONFIRMA la Resolución Nº 137/2017 de fecha 16 de marzo de
2017…”. (Las negrillas, mayúsculas y subrayado corresponden a la accionante).
V. RESOLUCIONES Y ACTOS ILEGALES MOTIVO DE LA PRESENTE ACCIÓN
CONSTITUCIONAL
Las Resoluciones y actos administrativos ilegales motivo de la presente Acción de
Amparo Constitucional son las siguientes:
a) Resolución Nº 137/2017, de fecha 16 de marzo de 2017, acto judicial emitido por
el Juez Público Vigésimo Quinto Civil y Comercial de La Paz.
b) Resolución Nº I-49/2019, de fecha 12 de marzo de 2019, acto judicial que confirma
la vulneración de derechos constitucionales, emitido por los Vocales de la Sala Civil
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz.
VI. DERECHOS Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES VULNERADOS POR EL JUEZ PÚBLICO
VIGÉSIMO QUINTO CIVIL Y COMERCIAL Y VOCALES DE LA SALA CIVIL SEGUNDA
a) NATURALEZA JURÍDICA DE LA ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
En resguardo de los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución
Política del Estado, el constituyente boliviano estableció la acción de amparo
constitucional en el acápite de las acciones de defensa como una garantía de naturaleza
jurisdiccional, cuya máxima finalidad es brindar protección a las personas en el ejercicio
pleno de sus derechos, en ese sentido, el Artículo 128 de la CPE, señala: “ La Acción de
Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley” (Las
negrillas corresponden a la accionante).
Como es fácil advertir, la finalidad de esta acción constitucional es la de resguardar
y asegurar la vigencia de los derechos fundamentales y garantías constitucionales
inherentes a la persona, frente a las acciones u omisiones ilegales o indebidas que tiendan
a vulnerar o menoscabar la integridad de los mismos, entre tanto ellos no encuentren
protección en alguna otra acción o recurso expresamente previsto en la Constitución
Política del Estado y la Ley.
En concordancia con la CPE, el Artículo 51 del Código Procesal Constitucional,
establece que: “La Acción de Amparo Constitucional tiene el objeto de garantizar los
derechos de toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del
13
Estado y la Ley, contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los servidores
públicos o particulares que los restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir”.
(Las negrillas corresponden a la accionante), A partir de los presupuestos normativos
expuestos precedentemente, es posible sostener que esta garantía tiene la finalidad de
brindar la pronta protección y restitución de los derechos cuya protección se busca en
esta instancia.
En efecto, se constituye en una acción tutelar de carácter autónomo, con un
trámite diferente a los de naturaleza ordinaria; así, a los fines de materializar los
propósitos de la justicia constitucional, esta acción opera bajo el principio de celeridad,
por ello, tiene una tramitación sumarísima con efectos inmediatos; dado que, al tratarse
de la protección de los derechos fundamentales, la justicia constitucional (en primera
instancia los jueces o tribunales de garantías constitucionales) debe obrar con la debida
prontitud y sin ninguna demora, en estricta observancia de los postulados establecidos en
la Ley Fundamental, contenidos en su Artículo 115 parágrafo I, cuyo texto señala: “Toda
persona será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos e intereses legítimos”, (Las negrillas corresponden a la
accionante).
El Tribunal Constitucional Plurinacional, mediante su SCP 0858/2014 de 8 de mayo,
respecto a la naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional, sentó el
entendimiento jurisprudencial siguiente: “La acción de amparo constitucional se
encuentra establecida en el Art. 128 de la CPE, que señala expresamente: “La Acción de
Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley”. En
este orden, el constituyente ha previsto que la directa justiciabilidad de los derechos y
garantías fundamentales se operativice a través de las acciones de defensa señaladas
constitucionalmente, entre ellas, la acción de amparo constitucional, consagrada para la
defensa de los actos y omisiones que lesionen derechos y garantías fundamentales, cuyo
ámbito de protección se encuentra delimitado pos los Arts. 128 y 129 de la Constitución.
Bajo la perspectiva señalada, la acción de amparo constitucional se configura como una
verdadera garantía jurisdiccional destinada, a través de un procedimiento rápido y
oportuno, a resguardar los derechos fundamentales expresados en la Constitución y en el
14
bloque de constitucionalidad, con excepción de aquellos que se encuentran resguardados
en otros mecanismos específicos de defensa. Así lo estableció la SCP 0002/2012 de 13 de
marzo, “Del contenido del texto constitucional de referencia puede inferirse que la acción
de amparo constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz e inmediato
de protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de
protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías que
no se encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que
el mismo orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de
protección de privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los
actos contra los que procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones
ilegales o indebidos provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de las
personas individuales o colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y
garantías objeto de su protección”.
Delineada como está la naturaleza jurídica de la Acción de Amparo Constitucional,
la acción de defensa, mediata, oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de
los derechos y garantías fundamentales, cuando éstas sean restringidos, suprimidos o
amenazados por actos ilegales, omisiones indebidas de las y los servidores públicos, por
consiguiente las autoridades del Juzgado Público Vigésimo Quinto Civil y Comercial y la
Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de Justicia, al haber vulnerado mis derechos
constitucionales, dejándome en una indefensión total y despojada de mi 50% de mi
patrimonio, corresponde la interposición de la presente Acción de Amparo Constitucional.
De acuerdo a la relación de los hechos que motivan la presente Acción de Amparo
Constitucional, los Derechos y Garantías Constitucionales vulnerados por el Juez Público
Vigésimo Quinto Civil y Comercial y los Vocales de la Sala Civil Segunda, con la emisión de
la Resolución Nº 137/2017, de fecha 16 de marzo de 2017 y la Resolución Nº I-49/2019, de
fecha 12 de marzo de 2019, han provocado indefensión total en contra de mi persona,
pues de no haberse producido los mismos, el resultado del proceso sería diferente en la
ejecución de la sentencia, con relación al remate y adjudicación del bien inmueble. En
consecuencia, se ha lesionado en DERECHO AL DEBIDO PROCESO (previsto en el Artículo
115 parágrafos I y II, Artículo 117 parágrafo I y Artículo 120 de la Constitución Política del
Estado, Artículo 8 del Pacto de San José de Costa Rica y Artículo 14 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos), en sus ELEMENTOS ESENCIALES DE FUNDAMENTACIÓN,
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MOTIVACIÓN, CONGRUENCIA y DEFENSA, en relación a los siguientes actos y omisiones
por parte de las autoridades ahora recurridas:
No se ha considerado y valorado que si bien mi persona ha firmado el contrato de
préstamo de dinero de fecha 25 de marzo de 2002, protocolizado mediante Testimonio Nº
085/2002, ante la Notaria de Fe Pública de Primera Clase Nº 084, sin embargo, mi persona
no tiene la calidad de “ codeudora” o “garante”, solo he firmado en mi calidad de
cónyuge, dando mi conformidad y satisfacción con el préstamo de dinero realizado por
Arminda Claros Sossa de Nosiglia a favor de mi cónyuge Roberto Fresco Mattos, en este
entendido, la acreedora – demandante, con pleno conocimiento y voluntad de las partes
que intervienen en la celebración del contrato de préstamo, ha interpuesto una demanda
coactiva civil dirigida sólo contra mi cónyuge y no contra mi persona; y la autoridad
jurisdiccional, en vulneración del Artículo 1 del Código de Procediendo Civil, que ordena
que “…los jueces y tribunales de justicia, substanciarán y resolverán, de acuerdo a las
leyes de la República, las demandas sometidas a su jurisdicción…”, principio rector del
proceso civil, que halla su concordancia en el Artículo 3 de la misma Ley Adjetiva, que
determina “…Son deberes de los jueces y tribunales: 1) Cuidar que el proceso se desarrolle
sin vicios de nulidad… …3) Tomar medidas necesarias para asegurar la igualdad efectiva de
las partes en todas las actuaciones del proceso…” NO ha OBSERVADO la demanda
interpuesta por Arminda Claros Sossa de Nosiglia, sino que tanto la autoridad declarada
incompetente, (Juez 3º de Partido en lo Civil y Comercial), como la autoridad competente
(Juez 10º de Instrucción en lo Civil y Comercial), han dictado primero la Sentencia Nº
184/07, de fecha 13 de marzo de 2007 y segundo la Sentencia Nº 200/2010, de fecha 17
de abril de 2010, declarando ambas autoridades PROBADA la demanda coactiva civil
interpuesta por Arminda Claros Sossa de Nosiglia, es en este fundamento que solo se ha
citado y emplazado a mi cónyuge, quien posteriormente se ha apersonado ante la
autoridad jurisdiccional, causando de esta forma INDEFENSIÓN en mi persona.
Es en esta lógica que he interpuesto tercería de dominio excluyente, a objeto de se
excluya el 50% de las acciones y derechos del bien inmueble ubicado en la Av. Arce
esquina Macario Pinilla, Edificio Arcadia, piso 1, departamento F-1, inscrito en Derechos
Reales con la Matrícula Nº 2.01.0.99.0023203, y por ende se ordene el levantamiento de
toda medida restrictiva, por constituir un bien común adquirido en la unión libre y
matrimonio civil, sin embargo, en una interpretación errónea de la norma civil adjetiva y
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familiar, primero el Juez Público Vigésimo Quinto Civil y Comercial, ha motivado su fallo,
en los Arts. 176, 190 y 195 de la Ley Nº 603 y Art. 360.I del Código de Procedimiento Civil,
y segundo la Sala Civil Segunda, ha fundado su fallo en los Arts. 17 de la Ley Nº 025 del
Órgano Judicial, 1318, parágrafo III del Código Civil, 188, inciso a), 190, 194, inciso d), 195,
1, numeral 13), de la Ley Nº 439 y 107, parágrafos II y III (NO REFIERE LA NORMA
APLICADA), vulnerando mis derechos y garantías constitucionales, cuando debió fallar
ANULANDO de OFICIO obrados hasta el vicio más antiguo, es decir, hasta la interposición
de la demanda, o en su caso, declarar PROBADA mi tercería de dominio excluyente, que
en el caso de autos no fue aplicada la norma de esa forma.
b) DERECHO AL DEBIDO PROCESO EN SUS ELEMENTOS DE FUNDAMENTACIÓN,
MOTIVACIÓN Y CONGRUENCIA DE LAS RESOLUCIONES
Como se mencionó en los antecedentes, mi persona se alzó en grado de apelación
ante las vulneraciones de derechos fundamentales sufridos por el Juez Público Vigésimo
Quinto Civil y Comercial. Considerando que la Sala Civil Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, iba a corregir estos agravios y restituir mis derechos,
grande fue mi sorpresa al ver que no sólo no se resolvieron, sino que se incrementaron,
porque, con el fallo dictado por la Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, habría perdido mi patrimonio representado en el 50% de acciones y
derechos gananciales, es decir, que como consecuencia de los fallos dictados en franca
vulneración de mis derechos y garantías constitucionales, se ha procedido al remate y
adjudicación del 100% del bien inmueble, culminando de esta forma con los sistemáticos
actos ilegales que cursan en el cuaderno de autos.
Al respecto, José María Asencio, refiriéndose a la motivación de la sentencia en la
legislación española, manifiesta que: “en el relato fáctico no sólo debe incorporarse la
narración de los hechos y la enumeración de las pruebas, sino también los motivos y
razonamientos que han conducido al juez a dictar su fallo… La motivación de la
sentencia constituye un elemento intelectual, de contenido crítico, valorativo y lógico,
que consiste en el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en que el juez
apoya su decisión (…) En definitiva, la motivación de la sentencia es la fuente principal
del control sobre el modo de ejercer los jueces su poder jurisdiccional. Su finalidad es
suministrar una garantía y evitar el exceso discrecional o la arbitrariedad, es decir, que
el razonamiento carezca de todo fundamento o bien sea erróneo… Ni la sentencia puede
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pronunciarse sobre materia distinta, ni puede dejar de hacerlo respecto de cualesquiera
de las cuestiones que lo integran (citra o mínima, extra y ultra petita), en virtud de la
mutatio libelli”. (Las negrillas corresponden a la accionante).
En ese contexto y a manera de puntualizar, la SCP 0071/2016-S3 de 8 de enero, en
relación con los elementos esenciales que componen el derecho al debido proceso, se
encuentran la motivación, fundamentación, congruencia y pertinencia entre otros, que
deben ser observados por las y los juzgadores al momento de dictaminar sus resoluciones.
En este sentido el razonamiento consolidado a través de la jurisprudencia reiterada tanto
por el extinto Tribunal Constitucional como por el actual Tribunal Constitucional
Plurinacional, señaló que: “…la garantía del debido proceso, comprende entre uno de sus
elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda
autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución resolviendo
una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su
decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos, si la
problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la decisión
del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una resolución tanto en el
fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado
no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que
también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen
al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el
pleno convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino
de la forma en que se decidió” (Las negrillas corresponden a la accionante).
Asimismo, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En
cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa, pero clara y satisfacer todos los
puntos demandados, debiendo expresar las convicciones determinativas que justifiquen
razonablemente la decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por
fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando la resolución aun siendo extensa no
traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se
tendrán por vulneradas. (SC 1365/2005-R de 31 de octubre, citada y reiterada por las SSCC
0871/2010-R, 2017/2010-R, 1810/2011-R y Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0405/2012, 0666/2012, 2039/2012, 0527/2015-S3, entre otras.
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De igual manera, la SCP 1548/2014 de fecha 1 de agosto de 2014, concluyó que: “La
abundante jurisprudencia constitucional, ha señalado que una de las derivaciones del
debido proceso es el principio de congruencia entendido en el ámbito procesal como la
estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, que no es
limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución, ya sea judicial o
administrativa, sino que implica la concordancia entre la parte considerativa y
dispositiva, que además debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un
razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y juicios de valor
emitidos por la resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su estricta
correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de
las disposiciones legales que apoyan la razón que llevó a la determinación que se
asume. De acuerdo con esas consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá
fallos motivados, congruentes y pertinentes. El principio de congruencia responde a la
pretensión jurídica o la expresión de agravios formulada por las partes; la falta de
relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice el principio procesal de congruencia;
la resolución de primera y/o segunda instancia, debe responder a la petición de las
partes y de la expresión de agravios, constituyendo la pretensión jurídica de primera y/o
segunda instancia” (SSCC 0486/2010-R, 1619/2010-R y SCP 0387/2012), entre otras (Las
negrillas corresponden a la accionante).
c) DERECHO A LA DEFENSA COMO ELEMENTO ESENCIAL DEL DERECHO AL DEBIDO
PROCESO
En este contexto, la Sentencia Constitucional Nº 1845/2004-R, expresó: “…desde
una interpretación sistemática, se extrae que la garantías consagradas en el art. 16.II y
IV de la CPE abrogada ahora (art. 115.II, 117.I de la CPE), con las que se vincula el
precepto en análisis, tiende a garantizar que la tramitación de los procesos judiciales o
administrativos se desarrollen revestidos de las garantías del debido proceso; y dentro
de ello, que el amplio e irrestricto derecho a la defensa no se constituya en un enunciado
lirico y meramente formal sino que tenga plena eficacia material en la sustanciación de
los procesos, finalidad que no se cumple si las resoluciones judiciales no llegan a su
destinatario y el medio idóneo es precisamente las comunicaciones judiciales, pues el
objeto de estas comunicaciones es precisamente que las partes y en su caso terceros,
tengan conocimiento del actuado procesal en cuestión”.
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En el mismo sentido la Sentencia Constitucional Nº 1534/2003-R de fecha 30 de
octubre, definió al Derecho a la Defensa como: “…potestad inviolable del individuo a ser
escuchado en juicio presentando las pruebas que estime convenientes en su descargo,
haciendo uso efectivo de los recursos que la ley le franquea. Asimismo, implica la
observancia del conjunto de requisitos de cada instancia procesal en las mismas
condiciones con quien lo procesa, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus
derechos”.
Sobre el tema en particular, la Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 0206/2010-
R de fecha 24 de mayo, señaló: “Como uno de los elementos de la garantía del debido
proceso, es el derecho fundamental a la defensa consagrado por el art. 115.II de la CPE,
que tiene dos connotaciones: la primera es el derecho que tienen las personas, cuando
se encuentran sometidas a un proceso con formalidades específicas, a tener una persona
idónea que pueda patrocinarles y defenderles oportunamente, mientras que la segunda
es el derecho que precautela a las personas para que en los procesos que se les inicia,
tengan conocimiento y acceso de los actuados e impugnen los mismos en igualdad de
condiciones conforme a procedimiento preestablecido y por ello es inviolable por las
personas o autoridades que impidan o restrinjan su ejercicio, por ello en caso de
constatarse la restricción al derecho fundamental a la defensa, se abre la posibilidad de
ser tutelado mediante el amparo constitucional, ahora acción de amparo
constitucional”. Criterio reiterado por la SCP 0932/2012 de 22 de agosto.
Es así que la Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 0798/2015-S2 de fecha 17 de
julio de 2015, ha sido uniforme al señalar que la vía idónea para tutelar el Derecho a la
Defensa, es la acción de amparo constitucional, en ese contexto la SCP Nº 1590/2014 de
fecha 19 de agosto, al respecto sostiene que: “La Norma Suprema en su art. 115.II, con
referencia al debido proceso establece lo siguiente: 'El Estado garantiza el derecho al
debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita,
transparente y sin dilaciones'. La jurisprudencia constitucional, a través de la SC
1534/2003-R de fecha 30 de octubre, ha establecido el alcance del debido proceso
garantizado por la Constitución Política del Estado, señalando que: '(…) constituye el
derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se
acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos
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aquellos que se hallen en una situación similar (…)”. Por su parte la SC 0999/2003-R de
fecha 16 de julio, respecto a este tema señaló que: “…asegura a las partes el
conocimiento de las resoluciones pronunciadas por el órgano judicial o administrativo
actuante durante el proceso, a objeto de que pueda comparecer en el juicio y asumir
defensa, y en su caso hacer uso efectivo de los recursos que la ley le franquea. En virtud
de ello, los órganos jurisdiccionales que conozcan de un proceso deben observar los
principios, derechos y normas que la citada garantía resguarda, infiriéndose de ello que
ante la vulneración de los mismos se tiene por conculcada la referida disposición
constitucional. La importancia del debido proceso está ligada a la búsqueda del orden
justo. No es solamente poner en movimiento mecánico las reglas de procedimiento sino
buscar un proceso justo, para lo cual hay que respetar los principios procesales de
publicidad, inmediatez, libre apreciación de la prueba; los derechos fundamentales
como el derecho a la defensa, a la igualdad, etc., derechos que por su carácter
fundamental no pueden ser ignorados ni obviados bajo ningún justificativo o excusa por
autoridad alguna, pues dichos mandatos constitucionales son la base de las normas
adjetivas procesales en nuestro ordenamiento jurídico, por ello los tribunales y jueces
que administran justicia, entre sus obligaciones, tienen el deber de cuidar que los juicios
se lleven sin vicios de nulidad, como también el de tomar medidas que aseguren la
igualdad efectiva de las partes”.
Complementando lo precedentemente señalado en lo que concierne al derecho a
la defensa las Sentencias Constitucionales 1842/2003-R de fecha 12 de diciembre y
0186/2014 - S2 de fecha 24 de noviembre, así como la SCP 1330/2012 de fecha 19 de
septiembre, entre otras, se pronunciaron al respecto, refiriendo en suma que el derecho a
la defensa, como elemento del debido proceso, previsto en el Artículo 115, parágrafo II de
la Constitución Política del Estado, comprende dos aspectos, el derecho que tienen las
personas, la primera, cuando se encuentran sometidas a un proceso con formalidades
específicas, a tener una persona idónea que pueda patrocinarle y defenderle
oportunamente; y la segunda, para que en los procesos que se les inicia, tengan
conocimiento y acceso de los actuados e impugnen los mismos con igualdad de
condiciones conforme al procedimiento preestablecido siendo por ello el mismo inviolable
por las personas o autoridad que impidan o restrinjan su ejercicio (Las negrillas y
subrayado corresponden a la accionante).
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P E T I T O R I O
En consecuencia, en mérito a los fundamentos expuestos en la presente Acción de
Amparo Constitucional, de conformidad a los Arts. 128 y 129 de la Constitución Política del
Estado, en concordancia con los Arts. 52 y siguientes del Código Procesal Constitucional,
interpongo ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL en contra de las autoridades del
TRIBUNAL DEPARTAMENTAL DE JUSTICIA DE LA PAZ, que cuentan con legitimación pasiva
y generales de ley descritas con anterioridad, solicitando a sus autoridades ADMITAN la
presente Acción y luego de los trámites correspondientes, en audiencia pública se sirva
dictar sentencia CONCEDIENDO LA TUTELA DEMANDADA, disponiendo dejar sin efecto la
Resolución Nº 137/2017, de fecha 16 de marzo de 2017 y la Resolución Nº I-49/2019, de
fecha 12 de marzo de 2019 y consiguientemente las autoridades demandadas emitan una
nueva Resolución enmarcando sus actos en el derecho al debido proceso en sus
elementos de fundamentación, motivación, congruencia y defensa, conforme a
procedimiento vigente, fundamentos jurídicos de las Sentencias Constitucionales y
normativa legal vigente que rige en nuestro Estado Plurinacional de Bolivia.
OTROSÍ PRIMERO.- MEDIDA PRECAUTORIA.- A los efectos jurídicos de evitar
daños irremediables a mis derechos fundamentales, al amparo de lo determinado por el
Art. 34 del Código Procesal Constitucional, concordante con el Art. 169 del CPC (en
aplicación supletoria), pido se conceda la medida precautoria de SUSPENSIÓN DE LA
ADJUDICACIÓN en el proceso civil coactivo seguido por Arminda Claros Sossa de Nosiglia
contra Roberto Fresco Mattos, sobre cobro de dólares americanos, sustanciado en el
Juzgado Público Vigésimo Quinto Civil y Comercial de La Paz, dado que de proseguir el
mismo sin que se resuelva en revisión la presente acción, es inminente que se suprima mi
derecho a la propiedad y otros derechos concurrentes con éste, y se deje sin efecto la
ejecución de la adjudicación mientras no se resuelva el presente recurso.
OTROSÍ SEGUNDO.- A los fines de la presente Acción Constitucional de Amparo, en
virtud del núm. 7 del art. 33 del Código Procesal Constitucional, solicito se disponga que el
Juez Público Vigésimo Quinto Público Civil y Comercial, con domicilio en la Calle
Yanacocha, Edificio Yanacocha, piso 3, remitan en el día los originales del Expediente
caratulado como CLAROS C/ FRESCO, donde se encuentran todas las pruebas en original
que motivan la presente Acción de Amparo Constitucional.
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OTROSÍ TERCERO.- El suscrito profesional, se atiene a Iguala de Servicios
Profesionales suscrita al efecto con la accionante, extremo que pido se tenga presente.
OTROSÍ CUARTO.- En cumplimiento al numeral 1 del Art. 33 del Código Procesal
Constitucional, señalo domicilio procesal: la oficina ubicada en el Edificio Libertad, piso 6,
oficina 606 – Pasaje Peatonal de la Casa de la Cultura, a los efectos de comunicación
inmediata.
La Paz, 25 de octubre de 2019
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