Mcdougall, Joyce
Mcdougall, Joyce
Mcdougall, Joyce
Madrid, 57:31-51.
(2009). "Revista de Psicoanálisis, 57:31-51
De hecho, la mayoría de las personas viven sus actos eróticos y su elección de objeto como
egosintónicos, sean o no considerados por los demás como algo «perverso». Así, la forma
específica que reviste la predilección sexual de un paciente sólo se convierte en un problema
analizable en la medida en que provoca sufrimiento y conflicto en el o la paciente. Por ejemplo,
algunos de nuestros analizandos homosexuales pueden llegar a descubrir que son heterosexuales
latentes y que podrían ser más felices buscando relaciones heterosexuales. Otros rotundamente
no, considerando el mantenimiento de la identidad homosexual como una necesidad psíquica
vital. Dado lo que está en juegos sólo cabe darles la razón.
Volviendo nuestra mirada a los actos y relaciones heterosexuales encontramos que las
soluciones clínicas no son más claras que las que se producen con la elección homosexual de
objeto. No necesita enfatizarse la naturaleza polimorfa de la actividad heterosexual del adulto.
Nuestros pacientes nos describen una variedad infinita de escenarios eróticos, incluyendo
travestismo, objetos fetichistas y adornos, juegos sadomasoquistas etc., que son como espacios
privados en su vida amorosa y no son causa de conflicto en cuanto que no son sentidos como
obligados. En cambio, otros de nuestros pacientes heterosexuales sólo llegan a la satisfacción
sexual a través de guiones fetichistas o sadomasoquistas. Lo mismo que a algunos de nuestros
pacientes homosexuales, podríamos desearles una vida sexual menos restringida, menos sometida
a condiciones ineludibles, pero si estas puestas en escena eróticas constituyen para ellos las
únicas condiciones que les permiten el acceso a relaciones sexuales amorosas, igualmente no
tenemos ninguna buena razón para desear que abandonen estas prácticas amorosas sólo porque
podemos ver como sintomáticas estas versiones heterodoxas del objeto de deseo. Los pacientes
mismos raramente desean abandonar sus soluciones eróticas. A lo largo de la aventura analítica,
algunos pacientes desarrollan un espectro más rico de actividades eróticas y amorosas. Pero, si
esto no ocurre, abandonar su sistema de supervivencia sexual, el único al que han podido acceder,
equivaldría a una castración. Y aún más. En numerosos casos, estos guiones eróticos, complejos e
ineludibles, no sólo sirven para asegurar el sentimiento de identidad sexual que acompaña al
placer sexual sino que a menudo se revelan como técnicas de supervivencia psíquica en cuanto
salvaguardan al mismo tiempo el sentimiento de identidad subjetiva. A fin de poner de relieve su
carácter innovador y la intensidad de la investidura que suponen, he denominado estas
invenciones como neosexualidades, siguiendo con esta denominación el modelo de las
neorrealidades que algunos pacientes con fragilidad pueden crear en un ilusorio y erróneo intento
de solucionar un conflicto dolorosamente abrumador (McDougall 1982, caps. XI, XII).
Vemos cómo Jason comprende cómo había logrado hacer tolerable, a través de la erotización, los
factores psíquicos que constituían la causa de sus mayores angustias (McDougall 1978, cap. IV): en
primer lugar, el hueco vacío del sexo de su madre y el correspondiente miedo a ser pillado por su
padre en un acto que inconscientemente equivalía a un incesto. Luego, lo que los padres le habían
dicho sobre la sexualidad había creado un agujero de significación en la mente del niño. Nada
tenía sentido. Jason se vio obligado a inventar una nueva escena primaria que después integró en
su creación neosexual. Por encima y detrás de la amenaza de los factores sexuales, se encontraba
el miedo arcaico de desaparecer en el vacío en el que podía perder no sólo el esquema corporal
sino también los límites de su yo. En su práctica sexual condensada, Jason, había logrado erotizar
tanto sus angustias de castración edípica como los primitivos terrores de castración: los miedos de
anonadamiento y de muerte. Como muchos desviados sexuales, coqueteaba con la muerte en sus
peligrosos juegos sexuales, con el intento de demostrar que a pesar de sus accesos agresivos y de
su deseo sexual, y a pesar de su convicción de no existir a los ojos de su madre, ni ella ni él
morirían. No sólo triunfaría sobre la muerte sino que esas angustias podrían convertirse en la
causa de sus placeres sexuales más intensos.
JM: Así usted se negaba a dejarse aterrorizar por la experiencia de la nada y por sus
fantasías acerca del cuerpo de su madre.
Jason: Sí, y me negaba a lo que ella quería: que no tuviera sexo.
JM: ¿Rehusaba ser un vacío para ella?
Jason: ¡Eso es! Nunca fui otra cosa que un adjetivo para mis padres.
JM: ¿Un adjetivo?
Jason: Sí… «eres un chico brillante», «eres un chico sucio», «estás chifla-do». ¡Pero
nadie, comprendes, nadie me dijo nunca que yo era un chico!
Se produce una larga pausa y Jason empieza a llorar. Luego, controlando su emoción,
continúa:
Jason: ¿Cómo podía saber que era un chico? ¿O incluso en qué consistía ser un
chico? ¿Y que era bueno ser simplemente un chico? Me he convertido en hombre por
accidente. En realidad no lo era. Sólo tenía el aspecto de un hombre, actuaba como
un hombre. ¡Había que ser mejor que los árabes, los judíos y los negros! ¡Había que
follarse más mujeres que ellos! ¡Siempre el adjetivo! El gran follador. Pero no era
todavía un macho. Todo lo más un engaño. Ahora soy un hombre. ¡Del vacío he
creado una verdadera polla! El trabajo que hacemos aquí es como un parto.
¿Recuerdas mi primera sesión en el diván? Dije que salía de entre tus muslos. Es
como si viera mi propio nacimiento como un bebé. Como un deseo que nunca he
querido admitirme. ¿Por qué no existí como un niño para mi madre? (Gritando.)
¡Joyce! ¿Has entendido? ¡Por Dios, di algo!
JM: ¿Teme no existir como un chico para mí?
Jason: Es peor que eso. Es como si tú tampoco existieras.
JM: ¿Me ha transformado en vacío? ¿Como si me hubiera comido de nuevo? (Aquí
hago referencia al material de una reciente sesión en la que Jason había expresado el
temor de que hubiera agotado todas mis ideas, y temía ser una carga demasiado
pesada para mí.)
Jason: Sí. Lo veo ahora. He devorado a mi madre, y el gran peligro es vaciarla,
convertirla en un vacío. Ella siempre me decía que era un niño voraz y que tenía que
apretarme la nariz para que dejara el pezón… y todo lo que había hecho por mí a lo
largo de la infancia: ¡se había desgarrado las entrañas por mí! ¿Ves?, aun bebé no era
sino un adjetivo: ¡un bebé malo! (Ríe de forma algo descontrolada; siento el
crecimiento de su angustia e intento ver las fantasías subyacentes de incorporación
en búsqueda de expresión.)
JM: Me hace pensar que su madre podría haber temido que usted la devorara.
Jason: Eso es, ella me hacía sentirme peligroso. ¿Por qué ella tenía tanto miedo? Lo
sé…: la llamada proyección. ¡Yo tenía miedo de devorarla, y ella tenía miedo de su
deseo de comerme! Estoy pensando en la pierna perdida de mi abuelo. Le
preguntaba durante horas dónde estaba. ¡Otro vacío!
JM: ¿Como si usted pensara que la habían devorado?
Jason: ¡Sí! Pero eso era un vacío que había que admirar, mientras que mi padre
teniendo las dos piernas no valía una mierda. (Se puso a gritar.) ¡Podía dar saltos con
una sola pierna pero no me estaba permitido tomar nada de mi padre! ¡Nada de
nada!
JM: Excepto en lo de «seductor perpetuo». Aunque es un adjetivo es algo que tomó
de su padre.
Jason: ¡Toma, es cierto! Sin ello hubiera sido psicótico. Sé que era psicótico, como
ese Sammy sobre el que has escrito. Somos muy parecidos. Cuando vine aquí, al
principio, ¡era un psicótico oculto!
JM: Pero los adjetivos le ayudaron a sobrevivir.
Jason: Sí, y mi padre estaba orgulloso de mi inteligencia, solía decir que llegaría a ser
un profesor mundialmente famoso. Sí, me he convertido en cirujano por todos ellos:
para reparar a mi madre, para reemplazar la pierna del abuelo, para realizar la
ambición de mi padre. Durante años reparé a todo el mundo; mientras yo
permanecía vacío y dañado. Como tú una vez me dijiste: una hemorragia psíquica.
Espero que esta viñeta clínica proporcione un atisbo del complejo juego de objetos internalizados,
fantasías de incorporación, identificaciones y contraidentificaciones, de los miedos y deseos
inconscientes parentales, que participan en la construcción de las neosexualidades. La angustia es
la madre de la invención en el teatro de la psique. Aunque aún queda mucho por hacer en este
análisis, puede que haya podido transmitir a través de los desesperados intentos de Jason por
hallar una solución a sus dificultades vitales, algo sobre los caminos en los que los miedos de
castración y aniquilación y los sentimientos de una identidad confusa, rabia infantil y sentimiento
de muerte interna pueden transformarse, pese a su aspecto implacable, en un juego erotizado.
Las neosexualidades no sólo sirven para reparar las fisuras de una identidad sexual subjetiva
sino también, en la fantasía inconsciente, para proteger a los objetos internos de la rabia y de la
destructividad del sujeto. Éstas surgen en parte de las pulsiones orales y anales no mitigadas,
propias del amor infantil de incorporación. Estos mismos problemas podrían dar lugar a unos
resultados más serios de tipo psicótico o psicopático.
Con el extraordinario descubrimiento del juego neosexual, donde había sinsentido ahora hay
sentido y donde había sentimientos internos de muerte, vitalidad. A pesar de las condiciones
exigentes de compulsividad y de extrema angustia que tan a menudo acompañan a las creaciones
de las desviaciones sexuales, gracias a sus objetivos de autocuración y reparación Thanatos queda
encadenada y Eros triunfa sobre la muerte.
RESUMEN
Identificaciones, neonecesidades y neosexualidades
En relación con las perversiones, la pregunta pertinente no es qué actos y qué preferencias
objetales han de considerarse desviadas, sino cuándo la desviación debe ser considerada como
una simple variación o versión de la sexualidad adulta y cuándo se la ha de juzgar sintomática . Este
trabajo propone que sólo las relaciones pueden calificarse acertadamente de perversas.
El término neosexualidades se elige para enfatizar el carácter innovador y un tanto irreal de las
relaciones y actos sexuales desviados. Éstos son una respuesta a las comunicaciones incoherentes
y a los problemas inconscientes de parte de los padres. Se introduce también el concepto de
sexualidad adictiva o neonecesidad en referencia a la compulsividad que acompaña
invariablemente a la sexualidad perversa.
Sus aspectos dinámicos o económicos se resumen de la siguiente manera: aquellos que han
creado una realidad en cuanto a actos y objetos sexuales al servicio de la homeostasis libidinal, y
neonecesidades al servicio de la homeostasis narcisista, han cortocircuitado la elaboración de la
angustia de castración fálico-edípica y al mismo tiempo, a través de la denegación de los
problemas de la separación y del sadismo infantil, han sorteado lo que Klein denominó la
elaboración de la posición depresiva.
Una viñeta clínica ilustra las anteriores proposiciones teóricas.
Summary
Identifications, neoneeds and neosexualities
With regard to perversions, the pertinent question is not which acts and which object-
preferences are to be deemed deviant, but when is deviance to be regarded as a simple variation
or version of adult sexuality and when is it to be judged symptomatic. This paper proposes that
only relationships may aptly be termed perverse.
The term neosexualities is chosen to emphasize the innovative and somewhat unreal
character of deviant sexual acts and relationships. These are a response to incoherent
communications and unconscious problems on the part of parents. The concept of addictive
sexuality or neoneeds is also introduced in reference to the compulsivity that invariably
accompanies perverse sexuality.
Its dynamic and economic aspects are summarized as follows: those who have created a
neoreality in terms of sexual acts and objects in the service of libidinal homeostasis, and neoneeds
in the service of narcissistic homeostasis, have short-circuited the elaboration of phallic-oedipal
castration anxiety and at the same time through disavowing the problems of separateness and of
infantile sadism have, also circumvented what Klein termed the elaboration of the depressive
position.
A clinical vignette is given to illustrate the above theoretical propositions.
RÉSUMÉ
L'identification, la néo-nécessité et la néo-sexualité
En ce qui concerne les perversions, la question appropriée elle n'est pas quels actes ou
préférences d'objet sont à considérer deviées, mais plutôt, à quelle occasion, cette déviation doit
étre regardée comme étant une simple variation ou une version de la sexualité adulte et à quelle
occasion par contre, cette déviation sera reconnue comme étant symptomatique. Ce que ce travail
suggère est que l'on ne peut tenir correctement pour perverses que les relations.
Le terme néo-sexualité est adopté a fin de souligner le caractère innovateur et à la fois un peu
irréel des relations et des actes sexuels deviés. Ces derniers représentent une réponse aux
communications incoherentes et aux problèmes inconscients du côté des parents. Par ailleurs, une
autre notion est introduite, celle de sexualité asservissante ou néo-nécessité, en relation avec la
compulsivité qui accompagne toujours la sexualité perverse.
Les aspects à la fois dynamiques et économiques, sont brièvement énumerés de la façon
suivante: ceux qui ont crée une néo-réalité en fonction d'actes et d'objets sexuels mis au service
de l'homéostase libidinale, les néo-nécessités au service de l'homéostase narcissique, qui ont
court-circuité l'élaboration de l'angoisse de castration phallique oedipienne et à la fois, par
l'intermédiaire du deni des problèmes de la séparation et du sadisme enfantin, ont contourné ce
que Klein a signalé comme étant l'élaboration de la position dépressive.
Une illustration clinique éclaire les propositions théoriques précédentes.
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Article Citation
Mcdougall, J. (2009). Identificaciones, neonecesidades y neosexualidades *. Rev. Psicoanál. Asoc.
Psico. Madrid, 57:31-51