Platon Filosofia
Platon Filosofia
Platon Filosofia
ÍNDICE
¿Qué noticias tienes sobre la vida de Platón?.............................................................................3
¿Cuál es el carácter general del platonismo?...............................................................................3
¿Qué son las ideas según Platón?.................................................................................................4
¿Qué es la naturaleza del mundo dual?........................................................................................4
¿Qué es la dialéctica y el conocimiento de las ideas?................................................................5
Según Platón cual es el concepto del hombre, de la ética y de la política..............................5
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PLATÓN
¿Qué noticias tienes sobre la vida de Platón?
Platón (c. 427 a. C./428 a. C. – 347 a. C.) fue un filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de
Aristóteles, de familia nobilísima y de la más alta aristocracia. Platón (junto a Aristóteles) es quién determinó
gran parte del corpus de creencias centrales tanto del pensamiento occidental como del hombre corriente
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(aquello que hoy denominamos "sentido común" del hombre occidental) y pruebas de ello son la noción de
"Verdad" y la división entre "doxa" (opinión) y "episteme" (ciencia). Demostró (o creó, según la perspectiva
desde donde se le analice) y popularizó una serie de ideas comunes para muchas personas, pero
enfrentadas a la línea de gran parte de los filósofos presocráticos y al de los sofistas (muy populares en la
antigua Grecia) y que debido a los caminos que tomó la historia de la Metafísica, en diversas versiones y
reelaboraciones, se han consolidado. Su influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda
la historia de la filosofía, de la que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias
a sus trabajos.
Entre sus obras más importantes se cuentan: la República politeia, "forma de gobernar - ciudad"), en la cual
elabora la filosofía política de un estado ideal; el Fedro, en el que desarrolla una compleja e influyente teoría
psicológica; el Timeo, un influyente ensayo de cosmogonía, cosmología racional, física y escatología,
influido por las matemáticas pitagóricas; y el Teeteto, el primer estudio conocido sobre filosofía de la ciencia.
Fue fundador de la Academia de Atenas, donde estudió Aristóteles. Participó activamente en la enseñanza
de la Academia y escribió sobre diversos temas filosóficos, especialmente los que trataban de la política,
ética, metafísica y epistemología. El conjunto de las obras más famosas de Platón se han denominado
Diálogos, debido a su estructura dramática de debate entre interlocutores, si bien varios epigramas y cartas
suyos también han perdurado.
Toda la filosofía que «encarna» algunas de las principales ideas de Platón; se basa principalmente en
la lectura de los clásicos diálogos de Platón y se caracteriza por una intensa preocupación por la
calidad de la vida humana, a veces sobre la base de una creencia en la realidad inmutable y eterna,
independiente de la evolución de las cosas del mundo físico percibido por los sentidos; que objetos
abstractos, «sin» tiempo, objetivo y entidades, como los de las matemáticas (conceptos tales como el
de número o el de justicia), son reales; que los universales son las sustancias existentes, que el
cuerpo y el alma son dos sustancias independientes; la creencia, en consecuencia, en una «pluralidad
de formas» en una sustancia; Pedro Abelardo identifica las «Anima Mundi», que se cree que es una
noción platónica, con el Espíritu Santo.
La «Academia» de Platón siguió como una escuela de filosofía hasta el cierre por Justiniano en 529.
Los primeros estudiosos (Espeusipo, Jenócrates, Polemón, Cratilo) adoptaron una interpretación
pitagórica de las Ideas y se concentraron en los problemas morales. La «Academia Nueva» ( Arcesilao
y Carnéades fueron los principales maestros) se convirtió en escéptica y ecléctica. El «Platonismo»
fue muy apreciado por los Padres cristianos: San Ambrosio, San Agustín, San Juan Damasceno y San
Anselmo, por ejemplo. La «Escuela de Chartres» (Bernardo de Chartres, Teodorico de Chartres,
Guillermo de Conches, Gilberto Porreta) fue en el siglo XII un centro de platonismo cristiano,
interesados principalmente en la teoría cosmológica del «Timeo». El Renacimiento fue testigo de un
renacimiento del platonismo en la «Academia de Florencia»: Marsilio Ficino y Juan Pico Della
Mirandola. En Inglaterra, los platónicos de Cambridge (Enrique More, Teófilo Gale, Juan Norris) 2
iniciaron en el siglo XVII un interés por Platón. Los escritos de ética de Alfredo Eduardo Taylor, la
teoría de las esencias desarrollada por Jorge Santayana y la metafísica de Alfredo North Whitehead
están cerca de un platonismo contemporáneo.
las Ideas representan el núcleo de la filosofía platónica, el eje a través del cual se articula todo su
pensamiento. No se encuentra formulada como tal en ninguna de sus obras, sino tratada, desde diferentes
aspectos, en varias de sus obras de madurez como "La República", "Fedón" y "Fedro". Por lo general se
considera que la teoría de las Ideas es propiamente una teoría platónica, pese a que varios estudiosos de
Platón, como Burnet o Taylor, hayan defendido la tesis de que Platón la había tomado directamente de
Sócrates. Los estudios de D. Ross, entre otros, han puesto de manifiesto las insuficiencias de dicha
atribución, apoyando así la interpretación más generalmente aceptada.
La existencia de un mundo dual es la realidad sensible sería el ténue reflejo de un mundo ideal en el cual
existirían los arquetipos perfectos de todas las cosas. La memorable alegoría de la caverna explica
claramente su concepción del universo.
El mito de la caverna describe a personas encadenadas en la parte más profunda de una caverna. Atados
de cara a la pared, su visión está limitada y por lo tanto no pueden distinguir a nadie. Lo único que se ve es
la pared de la caverna sobre la que se reflejan modelos o estatuas de animales y objetos que pasan delante
de una gran hoguera resplandeciente. Uno de los individuos huye y sale a la luz del día. Con la ayuda del
Sol, esta personave por primera vez el mundo real y regresa a la caverna diciendo que las únicas cosas que
han visto hasta ese momento son sombras y apariencias y que el mundo real les espera en el exterior si
quieren liberarse de sus ataduras. El mundo de sombras de la caverna simboliza para Platón el mundo
físico de las apariencias. La escapada al mundo soleado que se encuentra en el exterior de la caverna
simboliza la transición hacia el mundo real, el universo de la existencia plena y perfecta, que es el objeto
propio del conocimiento.
Platón entiende la dialéctica de dos maneras, primero como un camino o método mediante el cual y
gradualmente ascendemos desde la mera opinión (imaginación y creencia) al verdadero conocimiento
(episteme) de la realidad: la contemplación inmediata e intuitiva de las ideas (eidós), cuyo logro no es
posible sin cierto ascetismo y renuncia a los sentidos y lo corporal. 2
En la República, Platón establece una correlación entre los grados de conocimiento y los distintos grados de
ser, ocupando las ideas la máxima jerarquía tanto gnoseológica como ontológica. Por ello, en esta primera
concepción, la dialéctica, concebida como el camino y el método del conocimiento y de la ciencia lo es
también de la libertad y la justicia. Sólo el filósofo, como máximo dialéctico, podrá liberar a la humanidad de
las sombras de la caverna y traer la justicia al mundo.
En su segunda acepción recogida en el Filebo, el Parménides y el Sofista, Platón concibe la dialéctica como
un examen de las distintas ideas y de las relaciones que mantienen entre sí unas con otras, mostrando su
trabazón (symploké) y comunicación (koinonía). Las ideas son los géneros de las cosas, a partir de los
cuales y por división (diaíresis) se definen las especies o determinaciones de las cosas.
El centro de la filosofía de Platón lo constituye su teoría de las formas o de las ideas. En el fondo, su idea
del conocimiento, su teoría ética, su psicología, su concepto del Estado y su concepción del arte deben ser
entendidos a partir de dicha perspectiva.
El hombre es un ser libre, con capacidad de autodeterminación, es decir, capaz de obrar luego de una libre
elección. Esta elección se lleva a cabo como resultado de un conocimiento que define el carácter de una
conducta, ya que está vinculado con una conciencia moral que aprueba o desaprueba un determinado acto.
Tanto la moral, como el derecho y los usos sociales, forman parte de un todo mayor: la ética. Hablar de
ética es hablar del bien y del mal. La ética no es una abstracción, es el otro. Cada acto está obrando directa
o indirectamente sobre una vida: "Nunca se roba algo, se le roba a alguien".
La moral hace referencia a aquellas pautas interiorizadas por el individuo quien se las auto impone no como
obligación sino como necesidad, por el simple hecho de provenir o formar parte de "lo bueno".
El derecho es el conjunto de normas emanadas por un órgano competente. Las mismas constituyen una
prescripción, o sea la imposición de la voluntad de la autoridad normativa sobre la voluntad del sujeto o
destinatario.
Los usos sociales recogen comportamientos deseables y aprobados por una comunidad, es decir
costumbres sociales. Son normas consuetudinarias.
El hombre, por naturaleza tiene la capacidad de perfeccionarse y de superarse día a día, por lo que tiende a
alcanzar la plenitud. Para llegar a tan preciada meta como lo es la plenitud, es necesario vivir en sociedad;
el ser humano necesita de los demás para construir un mundo o ambiente propicio en el cual alcanzar la
plenitud, causa esencial de la felicidad.
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Es por ello que el hombre necesita de la sociedad política, pues nada es pleno si no se comparte, confronta
y comunica a los demás, ya que el bien es expansivo, comunicativo: "De nada sirve la sabiduría si no se la
comunica mediante la educación".
El hombre se reúne en sociedad para el logro de un bien común a todos. El bien común no es el bien
individual, no es la suma de la porción de felicidad de cada individuo integrante de una comunidad, pero
tampoco es un bien que nada deba a las partes. Es la integración sociológica de todo lo que hay de virtud y
riqueza en las vidas individuales, y que tiende a perfeccionar la vida y la libertad de persona de cada ser. No
es utilidad solamente, sino fin bueno es sí mismo, sujeto a la justicia y a la bondad. Es el fin último de la vida
social.
La política es la ciencia social y práctica cuyo objeto es la búsqueda del bien común de los integrantes de
una comunidad. El bien común no es sólo la tarea del poder político sino también razón de ser de la
autoridad política.
Por lo tanto, es el bien común el principio y fin ético de la política. Será bueno todo aquello que beneficie,
tienda, acreciente o promueva el bien común. Será malo todo aquello que tienda a perjudicarlo, disuadirlo,
disminuirlo, etc.
"...con el objeto de constituir la unión, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a
la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad,
para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran
habitar en el suelo argentino...".
El bienestar general se logra por medio de una auténtica justicia social cuya finalidad es
obtener una más justa distribución de la riqueza entre todos los grupos sociales. Hace falta la
presencia de un estado capaz de generar este equilibrio. Un estado que no elimine la
responsabilidad de las personas, de las comunidades y de las organizaciones intermedias.
Un estado que no convierta en dependientes a los ciudadanos y en pupilas a las
comunidades y organizaciones intermedias. Un estado que no les quite sus obligaciones. Esa
orientación de la intervención estatal ha sido nefasta para la sociedad civil, la ha hecho débil.
Pero tampoco sirve un estado ausente, que deje la suerte de sus habitantes al juego de la
oferta y demanda. Ni un estado indiferente a los problemas sociales. El estado debe
intervenir para asegurar el mínimo de bienestar para todos. Sin demagogias.
En resumen, la naturaleza de un estado o de la sociedad política, es la búsqueda del bien común. El estado
se desnaturaliza, es decir pierde su esencia, cuando se corrompe. Corromper, entre otras acepciones
posibles, es alterar la forma de alguna cosa; así el estado corrupto ya no tiende al bien común, sino que se
desvirtúa transformándose al provecho de unos pocos.
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Según Aristóteles, definiendo las formas de gobierno, hay monarquía, aristocracia o democracia cuando el
rey, una minoría o una mayoría gobiernan para el conjunto. Estas serían las formas naturales. En cambio,
hay tiranía, oligarquía o demagogia cuando un tirano, una minoría o una mayoría gobiernan para sí mismos.
Estas serían las formas desnaturalizadas.
Los factores que conducen a la desnaturalización del estado, a su proceder éticamente negativo, inmoral,
ilegítimo e ilegal son principalmente: a) el economicismo, b) la tentación del poder absoluto y c) la pérdida
de un orden político.
a) Este tipo de corrupción se da siempre que el dinero ocupa un lugar preferencial en la escala de valores
de una sociedad. Y lo cierto es que así parecen estar hoy las cosas en la mayoría de los países. Lo común
es que un funcionario viole sus deberes de lealtad al pueblo por alguna condición económica, es decir,
porque hay dinero de por medio.
Max Weber distinguió entre los políticos que viven para la política y los que viven de la política. En el último
caso, la ambición política deja de valer por sí misma y se rebaja al nivel de un valor instrumental al servicio
del enriquecimiento.
A fines del siglo XIX, Leandro Alem sostenía: "... el interés material será para un pueblo de mercaderes, no
para el nuestro...", "...no conviene materializar las sociedades, aflojando los resortes morales de su
espíritu...", "... Se nos quiere halagar con las promesas de engrandecimiento material. Yo prefiero, porque lo
considero más digno de una sociedad como de un individuo, vivir con menos lujo y con menos pompa,
siempre que me dirija yo mismo. Prefiero una vida modesta, autónoma, a una vida esplendorosa sometida a
tutelaje...".
b) Todo poder tiende a corromper; el poder absoluto corrompe absolutamente. Alguien que carece de una
sensibilidad moral excepcional, y que no es sino una persona ordinaria, común y corriente, puede sucumbir
frente a la tentación extraordinaria que surge de las inmensas posibilidades del poder, a menos que se la
limite y se la controle. Expresaría Elpidio González: "... El radicalismo es una fuerza principista. Para la
Unión Cívica Radical los gobiernos son medios de servir al país y no fines...".
c) Bajo cualquier sistema político existe un orden político natural al cual la acción política debe sujetarse en
aras de la estabilidad y el bienestar de la nación. El orden político es la única posibilidad de trabajar por el
bien común. Su contraparte, el desorden político, implica el desquicio general de las funciones sociales, de
modo que nadie trabaja en lo que le compete. Diría Dante: "Siempre la confusión de la persona es principio
del mal de la ciudad".
Podemos, lógicamente, reducir los tres factores de desnaturalización del estado, anteriormente
mencionados, a un solo eje fundamental: la conducta. Según el diccionario de la lengua española, conducta,
entre otras acepciones, es la manera con que los hombres gobiernan su vida y rigen sus acciones. Como ya
sabemos, el hombre es un ser libre, capaz de autodeterminarse y que actúa según una elección. También
dijimos que la ética esta compuesta por la moral, el derecho y los convencionalismos sociales. 2
Por lo tanto, una conducta será éticamente positiva siempre que el hombre encamine su vida conforme a las
costumbres sociales y normas jurídicas vigentes, y cuyos principios morales, que por naturaleza indican qué
es lo bueno, no queden sólo en el campo de la abstracción o el conocimiento, sino que los concrete
mediante su observancia. En resumen, será una conducta acorde a la ética aquella conducta virtuosa.
La virtud es la disposición constante del alma a conducirse de acuerdo al bien y a evitar rigurosamente el
mal. Las virtudes que hacen ética a una conducta, y que son además indispensables en un estado
democrático, son las siguientes:
Es fácilmente entendible entonces que los tres factores de desnaturalización del estado tienen su semilla o
su fundamento en una conducta éticamente negativa: en el materialismo, en la mentira, la deslealtad, la
intolerancia, el egoísmo, en la carencia de patriotismo, etc.
Válida es la ocasión de mencionar, sin entrar en detalles, lo que la Unión Cívica Radical mantiene
doctrinalmente como filosofía de conducta. El radicalismo cree que el fin no justifica los medios, y que los
altos fines sólo se alcanzan cuando los medios son adecuados a su altura. Colócanse así los medios en el
plano del deber constante e inmediato, y surge la filosofía realmente creadora de conducta, que es unidad
e interacción entre el esfuerzo moral-personal y el político o social que lo incluye. Esta filosofía
radical de la conducta es la única que podrá reintegrar al hombre-espíritu y salvar a la humanidad del
posible desastre de los siglos.
Krause, filósofo de gran influencia sobre la doctrina radical, sostenía que la ley moral lleva implícita la
libertad y el orden, siendo su máxima de conducta más difundida: "Haz el bien por el bien mismo".
Plenitud, es una totalidad, integridad. Observaremos entonces como esta filosofía es el camino para
alcanzar la plenitud del hombre, quien vive en sociedad para alcanzarla, configurándola al nivel de un bien
común, principio y fin de la existencia de la política. 2
La historia de nuestro país muestra como, buscando lo mejor para la concreción de un mejor estilo de vida
al servicio de la consecución del bienestar común, se han obtenido, en un proceso que comienza el siglo
pasado y que aún no termina, la emancipación y la independencia, la democracia y la libertad. Pero aún no
hemos concluido, la igualdad y el federalismo verdadero son tareas pendientes.
Nuestro partido se fundamentó sobre dos grandes bases. Una es considerar la política como una
concepción ética de la vida. La otra afirmar el federalismo como la forma institucional de la vida autónoma
argentina, de la libertad ciudadana y de la soberanía de la nación. Nuestras luchas anteriores a veces nos
han hecho suponer que somos el partido de la libertad y nada más, si así fuera ya hubiéramos agotado
nuestra razón de existir... tenemos libertad en la Argentina, pero falta tanto, ...queremos concretar al mismo
tiempo la libertad y la igualdad
Para concluir, me parece oportuno destacar que la pérdida del camino ético de la política, no es más que el
reflejo de una sociedad que también lo ha perdido. Al fin y al cabo, los hombres de la política, forman parte
de la sociedad a la cual representan y dirigen.
Es increíble cómo la indiferencia individualista ha llegado a atrofiar nuestros más profundos sentimientos,
cómo nos ha llevado el egocentrismo a disimular y a enceguecernos frente a aquellas personas que
necesitan y suplican de una mano que las ayude, que les sirva de guía. Es tal la ausencia de solidaridad
que se presenta, que hemos llegado al extremo de la extranjería total, mientras, hermanos nuestros mueren
frente a nuestros ojos.
Es imposible pensar que, en sociedades corruptas y desnaturalizadas, que no saben de donde vienen ni
adonde van, que han olvidado su pasado y no tienen visión de futuro, en donde la hermandad es una
palabra cada día más en desuso ya que cada cual busca sobreponerse al prójimo en vez de
mancomunadamente buscar lo mejor para todos, pueda surgir una minoría dirigente inmune a tal peligrosa
enfermedad como lo es la corrupción, la extranjería y lo peor de todo, la indiferencia.
Pero también es cierto que la clase dirigente, que en realidad no es "clase" sino minoría, es la encargada de
dirigir y de dar el ejemplo a la comunidad y que, por lo tanto, tiene una mayor responsabilidad. Dirigir
significa enderezar, llevar rectamente una cosa hacia un lugar señalado.
Creo que los argentinos, ya hemos "tocado fondo", hemos sido fiel imitación de la sociedad anteriormente
descripta. Ahora hace falta un cambio rotundo de mentalidad ya que es lo único que nos permitirá "salir
nuevamente a flote". Y todo indica que la tierra ya está lo suficientemente abonada para comenzar a
sembrar ese cambio, para comenzar a sembrar futuro. Afortunadamente nuestro país de a poco está
madurando, está creciendo junto a la democracia, ha "aprehendido" su dolor y ha aprendido de él. El
argentino ya no quiere limosnas ni favores, quiere trabajar; el argentino de hoy tiene sed de justicia, se ha 2
fortalecido en la vida democrática, exige respuestas de sus representantes, responde a la verdad y condena
la inmoralidad.
La falta de ética en todos los ámbitos es un problema de fondo. Tenemos que tomar conciencia de que
somos muchos, pero que conformamos uno solo, nuestro país, nuestra Argentina. Tenemos que
replantearnos quienes somos, a donde vamos y a donde queremos llegar. Sobre la experiencia del pasado,
los valores de aquellos que forjaron la libertad y la democracia, deberemos empezar de nuevo, pero con los
ojos puestos en el futuro.