Armadura de Dios

Descargar como txt, pdf o txt
Descargar como txt, pdf o txt
Está en la página 1de 3

la armadura de dios

Espiritualmente hablando, sabemos lo que la armadura de Dios representa para el


cristiano, pues el Esp�ritu nos lo ha revelado a trav�s de Pablo. Un factor
importante es entender que esta armadura es de Dios (�no es humana!), Y debe ser
vestida como un conjunto, sin dejar ninguna parte afuera, pues la Palabra nos
exhorta: �Vest�os de toda la armadura de Dios� (Efesios 6:11) Tambi�n es importante
entender lo que ganamos y en qu� sentido estamos protegidos obedeciendo al Se�or,
visti�ndonos y revisti�ndonos de su armadura.

Tenemos que cubrir toda la armadura de Dios, como un soldado romano, de la �poca de
Pablo, ten�a que armarse para la batalla: �ninguna parte, o miembro del cuerpo,
podr�a ser descubierto! Esta armadura era un conjunto de armas met�licas que
proteg�a el cuerpo de los guerreros:

EL CINTUR�N DE LA VERDAD

Salmos 15: 1-2; Salmos 91:4; Proverbios 12:17; Isa�as 45:19; Juan 8:32; Romanos 2:
2; Efesios 4:15; 1 Juan 2:4.

Cintur�n es una banda ancha, generalmente de cuero, en la que se cuelgan armas o


herramientas. El cintur�n tambi�n es un s�mbolo de protecci�n (�protege a las
partes generadoras de vida!). En la lucha contra las tinieblas, si no estamos
ce�idos con la verdad, nos falta una parte esencial de la armadura Y si no estamos
hablando y viviendo la verdad, nos volvemos est�riles, infruct�feros para el Se�or
(Juan 15: 8).

LA CORAZA DE LA JUSTICIA

G�nesis 18:19 ; Salmos 45:7 ; Efesios 4:24 ; Apocalipsis 19:8.

La coraza es una armadura defensiva que cubre el pecho y la espalda (donde se


encuentran los �rganos vitales). El hombre cuyas pr�cticas son pautadas en la
justicia es una persona �ntegra en su conducta. Cuando la Palabra habla de
�justicia�, habla del hecho de la justicia: la justicia de Dios, porque la justicia
humana no es m�s que � trapos de inmundicia� (Isa�as 64: 6).

LOS CALZADOS DE LA PREPARACI�N DEL EVANGELIO DE LA PAZ

�Calcen zapatos que puedan hacerlos andar r�pidamente para predicar las buenas
nuevas de la paz con Dios� (BV).

Isa�as 52:7; Isa�as 9:6: El Evangelio de la Paz es el Evangelio del Reino, es


decir, el anuncio del gobierno de Cristo ��Tu Dios reina!� Es el mensaje. Este
evangelio es de paz porque en la medida en que nos sometemos al gobierno de Cristo,
y ese gobierno va aumentando en nosotros, tenemos la paz de Cristo gobernando
nuestros corazones.

Los pies son la base del cuerpo; dan sustento y llevan el cuerpo a su destino. �Los
pies representan nuestro andar! Calzar los pies con la preparaci�n del evangelio de
la paz representa el �id� de Jes�s. Pero no s�lo eso; significa que deber�amos ir
preparados, entrenados en el Evangelio del Reino sin pervertir el evangelio de
Cristo, caminando en �l, en santidad de vida (Mateo 28:18-20; G�latas 1:6-7, 11).

EL ESCUDO DE LA FE

La fe revela nuestra limitaci�n e incapacidad, y por eso mismo, nuestra confianza


en Dios, que todo puede. Adem�s, la fe nos protege de los dardos de fuego del
maligno; nos justifica (Romanos 5:1); agrada a Dios (Hebreos 11: 6); el justo vive
por ella (Hebreos 10:38); Se expresa en obras (el fruto revela el �rbol) (Santiago
2:17). Vale recordar que, en una batalla en campo abierto, los soldados quedan m�s
protegidos de los dardos de fuego lanzados por el enemigo, cuando se juntan
haciendo sus varios escudos parecer uno solo. Cuando estamos juntos, nuestra fe es
aumentada, y as� no somos alcanzados tan f�cilmente.

EL YELMO DE LA SALVACI�N

El yelmo protege la cabeza. En la cabeza est� el cerebro, otra parte vital del
cuerpo. En el cerebro est� lo que llamamos la mente, o los pensamientos. El yelmo
de la salvaci�n protege nuestra mente de las mentiras del diablo y las influencias
del mundo (Romanos 12:2; Isa�as 60:18). Debemos revestirnos de la salvaci�n (2
Cr�nicas 06:4 ; Salmos 132: 16).

LA ESPADA DEL ESP�RITU

La Palabra de Dios � la Biblia � es muy importante en esta guerra, ya que trae la


sanidad de las heridas causadas por el enemigo (Salmos 107:20), y tambi�n porque
corremos riesgo de muerte cuando no la conocemos o rechazamos. La predicaci�n de la
Palabra tambi�n crea la fe en nuestros corazones (Romanos 10:17); es fiel y digna
de toda aceptaci�n (1 Timoteo 4: 9), debe abundar en nosotros (Col. 3:16); usarse
bien (2 Timoteo 2:15)* y predicada a tiempo y fuera de tiempo *(2 Timoteo 4:2).

�Por lo dem�s, hermanos m�os, fortaleceos en el Se�or, y en el poder de su fuerza.


Vest�os de toda la armadura de Dios� [�]. �Por qu� tenemos esta orientaci�n del
Esp�ritu de Dios?

Porque estamos en guerra, y nuestros enemigos no son carnales, sino espirituales y


muy poderosos. Estamos en lucha, en plena guerra (una suma de batallas). Y nuestros
enemigos no son personas; no son nuestros vecinos, colegas, los que se interponen
en nuestro camino, y mucho menos nuestros hermanos en Cristo. Definitivamente tiene
que estar bien claro: �[�] Pues aunque andamos en la carne, no militamos seg�n la
carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios
para la destrucci�n de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se
levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia a Cristo� (2 Corintios 10: 3-5).

Contra esta banda de enemigos no podemos combatir �de cualquier forma�, ni


�cualquier arma�, ni tampoco utilizamos �armadura humana� (1 Samuel 17: 38-40).

En Hechos 19:13-16, vemos que la autoridad delegada por Jes�s (Lucas 10:19) es
estricta a sus disc�pulos, aquellos que viven bajo su se�or�o, los que caminan con
�l y, por �l son enviados (Marcos 3, 13-14). No hay ning�n poder m�gico de las
palabras: �en el nombre de Jes�s�, �hay poder en la sangre de Jes�s�. �Hay poder,
s�, en el nombre de Jes�s, pero principalmente, en su persona. Si estamos en �l, �l
actuando a trav�s de nosotros, y nosotros bajo su autoridad; �ah�, s�, los enemigos
se someten! �Que quede bien claro: la armadura de Dios es para soldados y
disc�pulos, no para simpatizantes del evangelio!

�Y para qu� �l nos orienta as�?

�Para estar libres de las trampas del enemigo! Cilada es una trampa; es astucia y
enga�o. Enga�ar es llevar al error a trav�s de la ilusi�n, el disfraz, etc.
�Satan�s no tiene poder sobre nosotros, los hijos de Dios! Por eso, intentar�
inducir al error, pues s�lo tendr� autoridad sobre nosotros si nos sujetamos a �l.
�La elecci�n ser� siempre nuestra! Nuestro enemigo puede venir disfrazado como un
�coraz�n lleno de buenas intenciones� (Jerem�as 17: 9); como un hermano �teniendo
en cuenta los asuntos de los hombres y no de Dios� (Mateo 16: 22-23); puede venir a
la palabra de Dios, pero por la mitad o alterada (1 Timoteo 4: 1-2 ; 1 Timoteo 6:
3-5; 2 Pe 2: 1-2, 17; Hechos 17:11); o incluso como un ��ngel de luz� (2 Corintios
11:14). De ah� la necesidad de habitar (estar siempre juntos, viviendo�) al abrigo
del alt�simo (Salmos 91:1) y revestidos de toda la armadura de Dios.

�Para resistir en el d�a malo! Una excelente palabra de Jes�s sobre este tema se
registra en Mateo 7:24-27 todos podemos ser visitados por fuertes lluvias,
inundaciones, tormentas, vendavales, etc. Pero, nuestra salvaci�n estar� en ser
practicantes de las verdades pronunciadas por Jes�s, �y as� estar afirmados sobre
la roca que sostendr� nuestra casa en pie!

�Para permanecer firmes despu�s de la victoria! Una guerra est� hecha de muchas
batallas y luchas. Vestidos de toda la armadura de Dios, cada vez que ganemos una
batalla, vamos a estar firmes y abundantes en la obra del Se�or, sabiendo que en
�l, nuestro trabajo no es en vano (1 Corintios 15:57-58), y la victoria,
garantizada: �Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la
victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. �Qui�n es el que vence al mundo, sino
el que cree que Jes�s es el Hijo de Dios?� (1 Juan 5: 4-5). Hasta que venga la
pr�xima batalla �

�Y C�MO PODEMOS VESTIRNOS DE ESTA ARMADURA DISPONIBLE PARA TODOS NOSOTROS?

El ap�stol responde: ��orando en todo tiempo con toda oraci�n y s�plica en el


Esp�ritu, y velando en ello con toda perseverancia y s�plica por todos los santos�!
Las palabras que est�n saltando all� son: �oraci�n�, �en todo tiempo�, �en el
Esp�ritu�, �velando�, �toda perseverancia�, �por todos los santos�.

Aqu� aprendemos muchas cosas:

Debemos orar (1 Timoteo 2: 1-4);

Orar sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17);

Pero no orar de cualquier manera: una oraci�n nacida y guiada por el Esp�ritu Santo
que nos ayuda en nuestra debilidad y conoce la mente del Padre, y as� puede
interceder adecuadamente por los hombres *(Romanos 8:26-27)*;

Con s�plicas. Orar con s�plica es orar con humildad, reconociendo nuestra situaci�n
de necesitados, de pecadores; es orar y permanecer orando; es no desistir antes de
venir la respuesta, es ser insistente. Es orar seg�n la necesidad (Daniel 10: 2,3;
Ne 1: 4);

Velar con toda perseverancia. �Significa que no podemos darnos el lujo de quedarnos
�relajados� en oraci�n, despu�s de todo estamos en guerra! Es m�s o menos �orar con
uno de los ojos abierto�. Y hay m�s, vemos la exhortaci�n a no desisitir, a orar
hasta el fin (Hechos 1:14);

Por todos los santos. Nuestra oraci�n y s�plica no puede ser ego�sta, dedicada s�lo
a nuestros problemas personales, ya que a medida que buscamos el �Reino de Dios y
su justicia�, nuestras necesidades ser�n r�pidamente suplidas por el Se�or (Mateo
6:33).

La mayor parte de nuestro tiempo de oraci�n debe ser destinada a la intercesi�n por
los otros (2 Timoteo 2:1) como el ejemplo de Pablo, que hac�a eso por sus amados
hermanos (Filipenses 1:3-4; Colosenses 1:9-12; 1 Tesalonicenses 1:2-4), ciertamente
siempre llevado en sus oraciones por el Esp�ritu Santo de Dios.

También podría gustarte