Bacilo de Koch

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BACILO DE KOCH

Filogenia e historia evolutiva: el género Mycobacterium está formado por unas 30


especies, de las cuales media docena causan enfermedades. Es el género tipo de la
Familia taxonómica Mycobacteriaceae, que se recoge dentro del Suborden de las
corinebacterias, Corynebacteinae, que pertenece al Orden Actinomycetales.
Finalmente se recoge este orden en el Filo Actinobacteria del Dominio Bacteria. Se
denomina Complejo Mycobacterium tuberculosises a un grupo de 8 especies, no
diferenciables por las pruebas clínicas convencionales: Mycobacterium tuberculosis, la
especie principal del complejo y M. bovis, M. africanum, M. microtti, M. caprae, M.
pinnipedii y M. canetti.

Descripción: M. tuberculosis tiene forma de bastón o bacilo. Su crecimiento es muy


lento en comparación con otras bacterias, tarda unas 16 horas en dividirse. En placa
necesita unas 2 semanas para poderse ver las colonias. Debido a que fue descubierto
hace tiempo, su genoma está completamente secuenciado, por lo que se espera que
las cuatro especies que forman el Complejo se puedan diferenciar.

El sistema inmune humano tiene multitud de dianas a las que atacar en la pared de la
bacteria. Recientemente se han encontrado especies resistentes a los antibióticos
normales, como la rifampicina y la ampicilina. Se consideran cepas multirresistentes o
ultrarresistentes dependiendo de la cantidad de antibióticos a la que es resistente cada
cepa. Se ha estudiado estas resistencias y parecen ser causadas por mutaciones en
regiones del genoma en zonas intergénicas.
Distribución y hábitat: los bacilos de Koch son muy resistentes a las bajas
temperaturas, pero sensibles al calor. No resiste a la pasteurización. Para crecer
necesita de la presencia de oxígeno. En condiciones adversas las bacterias pueden
encapsularse para tomar una forma de resistencia. Es frecuente el medio Lowenstein
Jensen o Ogawa para su crecimiento. Se caracterizan por ser bacterias alcohol y ácido
resistentes, por lo que al crecer en medio de cultivo las colonias son incoloras o
blancas. Las colonias tienen dimensiones variables y esféricas.

Interacción con el ser humano: el bacilo de Koch es el agente causante de la


tuberculosis. El ser humano sano o enfermo es el reservorio natural de M.
tuberculosis, aunque otras especies del complejo se pueden encontrar en ganado
bovino.

Puedes leer más sobre esta enfermedad, que en la actualidad se considera erradicada
del primer mundo en su artículo aquí (próximamente). A pesar que es capaz de
infectar todos los órganos, aunque siempre es más común que cause una infección
pulmonar. Desde los pulmones la infección se extiende por el torrente sanguíneo o
linfático, extendiéndose por el resto de órganos. Desgraciadamente los síntomas
aparecen cuando la infección está muy avanzada.

El bacilo de Koch es un bacilo largo, recto, algo incurvado y de extremos 

redondeados que se tiñe por la fucsina básica de Ziehl y no se decolora en el 

lavado con acido nítrico y alcohol en el Método de Ziehl-Nielsen.

Es un bacilo aerobio fino estricto y crece mejor en contacto con el aire, es por 

eso que se aloja en los pulmones con mayor frecuencia.

Este bacilo es no esporulado, inmóvil además de resistente a la desecación y 

al alcohol.

El bacilo de Koch pertenece a la familia de mycobacteriaceas. Es del orden de 

actinomicetales. 

El bacilo de Koch: un tipo serio

Seguro que has oído hablar de “el bacilo de Koch”. Aunque te suene a otra cosa, se
refiere a  Mycobacterium tuberculosis, la bacteria con forma de bacilo que
descubrió Robert Koch en 1882.
Las aportaciones de Koch a la medicina, la ciencia y la bacteriología en particular le
hicieron merecedor del Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1905. Aunque
comenzó su carrera profesional como médico rural, un microscopio que le regaló su
mujer le hizo cambiar de rumbo y acabó dedicándose a la investigación. Ha pasado a
la historia como uno de los padres de la microbiología. Te resumo aquí algunas de sus
aportaciones más importantes.

  
Robert Koch (1843-1910)

Todavía en sus inicios, comienza estudiando la enfermedad delcarbunco o ántrax, y


descubre que las endosporas de la bacteria pueden también transmitir la enfermedad.
Consigue así explicar por primera vez el ciclo biológico del ántrax.
En el Instituto Imperial de la Salud de Berlín, junto con su equipo de colaboradores,
desarrolló las técnicas de cultivo bacteriano. Fue el primero en emplear el agar, en vez
de gelatina, para solidificar los medios de cultivo, y en crecer las bacterias en unas
cajitas de cristal que diseñó su colaborador Petri. Obtuvo así los primeros cultivos
puros de bacterias. Describió por primera vez las técnicas de preparación y tinción
de bacterias. Fue el primero en emplear el  microscopio de aceite de inmersión que
acababa de desarrollar la empresa Zeiss. Aficionado a la fotografía, consiguió las
primeras microfotografías de bacterias nunca publicadas hasta la fecha

Desarrolló métodos para evaluar la acción de agentes desinfectantes, demostró la


superioridad del calor húmedo frente al seco para matar las bacterias, y la necesidad
de alcanzar la temperatura en el centro del objeto a esterilizar, no en la superficie, para
una correcta esterilización. 

Pero lo que realmente le hizo famoso y popular a nivel mundial fue el descubrimiento
de que una bacteria era el agente causante de la tuberculosis, y la demostración de
que era una enfermedad infecciosa (todavía hoy en día sigue habiendo varios millones
de casos nuevos cada año!). Robert Koch fue el primero en aislar y cultivar el bacilo de
la tuberculosis.

La metodología que empleó para demostrar que una bacteria concreta es el agente
que causa una enfermedad determinada, la concretó en sus famosos postulados de
Koch: 1) el microorganismo tiene que estar siempre presente en los animales que
sufran la enfermedad y no en individuos sanos; 2) el microorganismo debe ser aislado
y crecer en un cultivo puro; 3) cuando dicho cultivo se inocula a un animal sano, debe
reproducirse en él los síntomas de la enfermedad; y 4) el microorganismo debe
aislarse nuevamente de estos animales y mostrar las mismas propiedades que el
microorganismo original. La aplicación de estos postulados permitió la demostración
del origen infeccioso de muchas enfermedades, una etapa de la historia de la ciencia
que se conoce como laEdad de Oro de la Microbiología. 

Pero además, Koch y sus colaboradores descubrieron que una bacteria, Vibrio


cholerae, era la causante del cólera: fueron capaces de aislar la bacteria en cultivo
puro y demostrar que el agua de bebida contaminada era la vía de transmisión del
patógeno. Colaboraron en la implantación de sistemas de filtración del agua, lo que
permitió el control de los brotes de cólera.

Durante la última etapa de su vida, se dedicó a estudiar otras enfermedades


tropicales como la peste bubónica, la malaria, la peste del ganado, la fiebre tifoidea o
la enfermedad del sueño. Realizó varios viajes a África y a la India, donde estudió los
mecanismos de transmisión de estas enfermedades y colaboró en el desarrollo de
medidas preventivas para evitar su propagación. Fue el primero, por ejemplo, en
incorporar el concepto de portador sano (una persona sana que no manifiesta
ninguna enfermedad pero que es portadora del microorganismo y puede contagiar a
otros) en el mantenimiento de muchas enfermedades infecciosas, algo fundamental en
salud pública.

Sin embargo, no todo fueron éxitos. Desarrolló la tuberculina(un preparado a partir de


cultivos del bacilo) que propuso como tratamiento para curar la tuberculosis. Aunque
constituyó su gran fracaso (la tuberculina no cura la tuberculosis), sí que llegó a ser
uno de los métodos más precisos para el diagnóstico clínico de la infección. A pesar
de ello, las aportaciones de Robert Koch son una referencia fundamental para el
desarrollo de la microbiología y el control de las enfermedades infecciosas.

CARACTERISTICAS MORFOLÓGICAS Y ESTRUCTURALES DE Mycobacterium


tuberculosis.

Las mycobacterias en general pueden variar mucho en su morfología, desde formas


cocoides pequeñas a largos filamentos, M. tuberculosis suele tener una morfología
característica, bacilo delgado de forma recta o ligeramente curvada en frotis teñidos, y
su tamaño suele ser de 1-4 micras de largo por 0,3-0,5 micras de ancho.
Ocasionalmente, forma ramificaciones verdaderas que se observan en cultivos
enriquecidos y en frotis de ganglios linfáticos gaseosos.
Son bacilos no formadores de esporas, sin
flagelos ni cápsula. La estructura celular de M. tuberculosis consta de una gruesa
pared, separada de la membrana celular por el espacio periplásmico, con cuatro
capas. La más interna es el glicopéptido o peptidoglicano con moléculas de N-
acetilglucosamina y ácido-N-glucolilmurámico (en lugar del habitual N-acetilmurámico)
con cortas cadenas de alanina. Esta capa es el esqueleto de la bacteria que le da
forma y rigidez. Externamente, hay otras 3 capas compuestas, una por polímeros de
arabinosa y galactosa, otra formada por ácidos micólicos (que son ácidos grasos
derivados) y otra superficial formada por lípidos como los sulfolípidos, el cord
factor,llamado así por su aparente asociación con la forma acordonada con que se
agrupan las mycobacterias virulentas, y los micósidos que son al igual que el anterior
glicolípidos. No difiere del resto de las bacterias en cuanto al citoplasma y el ADN
nuclear. Las mycobacterias son aerobios estrictos y no crecen en ausencia de
oxígeno.

La M. tuberculosis se desarrolla de forma adecuada en medios simples que contienen


una fuente de carbono, una de nitrógeno e iones de metales esenciales entre ellos
hierro y magnesio. Para su cultivo, se requiere un medio más complejo que contenga
una base de patata-huevo o una base de agar-suero. Los bacilos tuberculosos tienen
un crecimiento muy lento incluso en condiciones óptimas y requiere de 10 a 20 días de
incubación a 37ºC. Aunque la proliferación puede tener lugar a un pH que oscila
entre 6 a 7.6, el pH óptimo de crecimiento es de 7.
Las mycobacterias son muy resistentes a la
desecación. El medio ambiente en el que se encuentran constituye un factor muy
importante para su viabilidad. Por ejemplo, cuando se exponen a la luz solar directa,
los bacilos tuberculosos de los cultivos son destruidos en 2 horas, pero si estos están
presentes en el esputo, pueden permanecer viables durante periodos más largos.

Las mycobacterias son más resistentes a la desinfección con productos químicos que
otros microorganismos no formadores de esporas, probablemente como consecuencia
de su contenido en lípidos. Son sensibles al calor húmedo y son destruidos por las
temperaturas de pasteurización

http://www.insht.es/RiesgosBiologicos/Contenidos/Fichas%20de%20agentes
%20biologicos/Fichas/Bacterias/Mycobacterium%20tuberculosis.pdf

Periodo de incubación y transmisión

La interacción del bacilo de la tuberculosis con el hospedero humano


comienza cuando las gotitas 

infecciosas de la persona infectada son inhaladas por otra persona. La mayor


parte de los bacilos 

quedan atrapados en las vías respiratorias superiores y son expulsados por el


barrido de las células 

de la mucosa hasta alojarse en los alveolos. 

Después que el bacilo logra instalarse se produce una reacción de


hipersensibilidad retardada a 

diversos antígenos y destruye los macrófagos no activados. Aquí es donde


comienza la infección.

Desde el momento de la infección hasta que aparece una lesión primaria o


una reacción tuberculinica 
significativa transcurren de 2 a 12 semanas aproximadamente.

La mayoría de las personas que presentan síntomas de infección por


tuberculosis resultaron primero 

infectadas en el pasado ya que alrededor del 10% de las personas desarrollan


la enfermedad en alguna 

época de su vida.. En algunos casos la enfermedad puede reactivarse en


cuestión de semanas después 

de una infección primaria o permanecer inactiva (latente) por anos.

La mayoría de las personas se recupera de la infección de tuberculosis


primaria sin evidencia mayor de la 

enfermedad. 

Periodo de incubación y transmisión

La interacción del bacilo de la tuberculosis con el hospedero humano


comienza cuando las gotitas 

infecciosas de la persona infectada son inhaladas por otra persona. La mayor


parte de los bacilos 

quedan atrapados en las vías respiratorias superiores y son expulsados por el


barrido de las células 

de la mucosa hasta alojarse en los alveolos. 

Después que el bacilo logra instalarse se produce una reacción de


hipersensibilidad retardada a 
diversos antígenos y destruye los macrófagos no activados. Aquí es donde
comienza la infección.

Desde el momento de la infección hasta que aparece una lesión primaria o


una reacción tuberculinica 

significativa transcurren de 2 a 12 semanas aproximadamente.

La mayoría de las personas que presentan síntomas de infección por


tuberculosis resultaron primero 

infectadas en el pasado ya que alrededor del 10% de las personas desarrollan


la enfermedad en alguna 

época de su vida.. En algunos casos la enfermedad puede reactivarse en


cuestión de semanas después 

de una infección primaria o permanecer inactiva (latente) por anos.

La mayoría de las personas se recupera de la infección de tuberculosis


primaria sin evidencia mayor de la 

enfermedad. 

Si el infectado de tuberculosis adquiere el VIH, el riesgo de desarrollar la


enfermedad es de 50%.

El riesgo de desarrollar tuberculosis activa también es mayor en personas que


tienen otros trastornos que 

deterioran el sistema inmunitario.


La transmisión de la enfermedad solo puede darse en personas que tengan
activa la enfermedad.

El periodo de transmisibilidad todo el tiempo en el que el paciente expulse en


el esputo bacilos tuberculosos viables

Una persona con tuberculosis activa no tratada infecta entre 10 y 15 personas


por año.

¿Qué es la tuberculosis
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por Mycobacterium acto, los
principales son el complejo Mycobacterium tuberculosis y comlex Mycobacterium avium.
En una vida de Mycobacterium tuberculosis llamada bacilo de la tuberculosis.
Mycobacterium tuberculosis se transmite por gotitas en el aire, para que pueda obtener la
tuberculosis mediante la tos y los estornudos enfermos e incluso al hablar con él.

Muy a menudo, la tuberculosis ha sorprendentes efectos sobre los pulmones, pero también
puede afectar a otros órganos y sistemas. Hay dos formas de tuberculosis: abiertas y
cerradas. En la forma cerrada de aislamiento de micobacterias de tuberculosis en el medio
ambiente está casi ausente. Signo de la forma abierta de la enfermedad es la asignación
de los pacientes de esputo que contiene gérmenes de la TB.

Los pacientes con una forma cerrada de la tuberculosis pueden ser tratados en forma
ambulatoria y con una abierta – sólo en los hospitales.

El período de incubación de la
tuberculosis
Período desde que Mycobacterium tuberculosis (bacilo de Koch) entra en el cuerpo, y
antes de los primeros síntomas de la enfermedad, denomina período de incubación. Esta
fase dura de 3 a 12 meses o más. El final del período de incubación es bastante difícil de
identificar debido a la aparición de la enfermedad se confunde fácilmente con una infección
viral respiratoria.

En un período de incubación de Mycobacterium tuberculosis entrar en las vías


respiratorias están expuestos al sistema inmune. Si el sistema inmune para llevar a cabo
plenamente la función de protección contra la infección, se mató a Mycobacterium y el
cuerpo de rueda en el ambiente interno sigue siendo reciclado de Mycobacterium
tuberculosis. En este caso la enfermedad no se desarrolla.

Si el sistema inmunológico de la persona se debilita, entonces se metió en la micobacteria


no se destruye, y con el flujo de sangre a los pulmones, donde comenzó a desarrollar el
foco de la inflamación. Se ha completado el período de incubación, y los primeros
síntomas de la enfermedad.
Durante el período de incubación, la persona no se libera en el medio ambiente de las
bacterias. En la etapa inicial de la tuberculosis prueba de Mantoux es negativa, lo que
dificulta el diagnóstico precoz de la enfermedad.

Los síntomas de la tuberculosis


Muy a menudo tuberculosis de asintomáticos y se detectan sólo de pasada fluorografıa.
Los primeros síntomas son similares a los síntomas de la intoxicación. Estos incluyen:

Los síntomas clásicos de las últimas etapas de la enfermedad de la tuberculosis son:

 dificultad para respirar;


 tos con o sin;
 descarga de sangre, esputo;
 dolor en el pecho al toser, así como en reposo.

Los dos últimos síntomas son signos de tuberculosis complejo y requieren hospitalización
inmediata.

Muy a menudo la primera tuberculosis afecta a los pulmones, y de ellos la infección del
torrente sanguíneo se mete en los intestinos, huesos y otros órganos. Bastante casos
raros de lesiones tuberculosas intestinos y riñones en personas con pulmones sanos.

Diagnóstico y tratamiento de la
tuberculosis
Como el diagnóstico de esta enfermedad mediante fluoroscopia y radiografía de los
órganos y sistemas afectados, el estudio microbiológico de diverso material biológico del
paciente, la prueba de la tuberculina (Mantoux), así como el método de análisis genético
molecular y otros.

Tratamiento de la tuberculosis es complejo y consume tiempo, y requiere recibir los


preparativos necesarios para un mínimo de seis meses. En la identificación de los
enfermos también se llevaron a cabo en contacto con él para nombrar a un tratamiento
preventivo oportuno con medicamentos antituberculosos.

Los factores que complica el tratamiento, se pueden atribuir a algunos de los fármacos
antituberculosos de resistencia patógeno. Esta estabilidad está utilizando la investigación
microbiológica y preparación para el tratamiento se selecciona en base a sus resultados.

Además de la quimioterapia para pacientes con tuberculosis recetar medicamentos para


mejorar la inmunidad, terapia física y ejercicios de respiración. En el caso de una forma
compleja de la enfermedad necesitar cirugía – eliminación del pulmón afectado.

La tuberculosis es una enfermedad peligrosa, pero en el caso de la enfermedad en las


primeras etapas es completamente curable. Si observa a los primeros síntomas de la
tuberculosis antes mencionados, y en 2-3 semanas que no pasa, usted debe consultar a
un médico para establecer un diagnóstico preciso y el tratamiento oportuno.
¿Cuál es el período de incubación de la tuberculosis?
La tuberculosis tiene un largo período de incubación. Como
resultado de ello, la infección necesita de varios meses a años
para desarrollar síntomas activos de la enfermedad. Sin embargo,
dentro de las 2 a 12 semanas de exposición a la bacteria, una
persona puede desarrollar una infección primaria en los
pulmones. Por cierto, esta infección es asintomática, lo que
significa que no se produce ningún síntoma en absoluto. Una
radiografía de tórax en este momento no muestra ninguna
infección de los pulmones. La única manera de detectar una
infección es la prueba de la tuberculina, que busca anticuerpos
contra la bacteria de la tuberculosis. Con esta prueba se puede
confirmar con éxito si el paciente ha estado expuesto a la bacteria
de la tuberculosis o no. Por lo general, la infección primaria es
atendida por el sistema inmune de la persona dentro de las 6 a 8
semanas de exposición a la bacteria.
Las personas con sistema inmunológico comprometido, los niños
y las personas mayores pueden no ser capaces de protegerse de
la infección por sí mismos. En tales casos, se requiere un
tratamiento para erradicar la infección por completo. Si la
infección no es tratada durante la etapa primaria, entonces los
síntomas activos pueden desarrollarse  posteriormente. En una
persona sana, los síntomas de la tuberculosis activa  pueden
aparecer después de una década más o menos, mientras que
aquellos, que tienen el sistema inmunológico debilitado pueden
desarrollar síntomas antes.
Las bacterias de la tuberculosis siguen siendo inactivas durante
mucho tiempo. En la tuberculosis de reactivación, la infección
ataca de nuevo cuando el sistema inmune del cuerpo baja la
guardia. Mientras que otras infecciones  buscan la oportunidad
para hacer una reaparición. Si la infección se propaga a otros
órganos aparte de los órganos respiratorios, a continuación un
tratamiento médico extenso puede ser requerido.
¿Cómo se trata la tuberculosis y como se transmite?
La bacteria de la tuberculosis está presente en la materia de
expectoración (flema) de la persona infectada. Cuando una
persona con infección de TB tose o estornuda, el aire que lo
rodea  se llena de bacterias encapsuladas en flema. Cuando una
persona sana respira este aire, las bacterias pueden entrar
fácilmente en su cuerpo. Como es evidente, el modo de
transmisión de esta infección es muy conveniente. Esta es la
razón por la que la infección de tuberculosis se propaga tan
rápidamente de una persona a otra. Sin embargo, hay que
señalar que sólo una persona que muestra síntomas activos es
capaz de transmitir la infección. Las personas infectadas de
forma pasiva y aquellos que están bajo  tratamiento, no pueden
infectar a otros.
¿Cómo se trata la tuberculosis?
Los síntomas de la tuberculosis activa incluyen fiebre persistente,
fatiga, pérdida de peso, pérdida de apetito, tos, etc.  En los casos
graves de la infección, la persona puede sangrar internamente o
gotas de sangre se pueden encontrar en la flema. El tratamiento
de la tuberculosis por lo general incluye un curso de antibióticos.
Una persona puede ser obligada a tomar estos medicamentos
diariamente durante 6 meses. Este tratamiento es suficiente para
erradicar la bacteria por completo de su sistema. Sin embargo, si
se realiza una prueba de la tuberculina después de recuperarse
de la infección y usted sigue siendo positivo, no hay de que
alarmarse. Esto es porque la prueba comprueba a los anticuerpos
y no a la propia bacteria. Estos anticuerpos se quedarán con
usted por el resto de su vida, por lo tanto, usted siempre tendrá
un resultado positivo.
Esto fue todo acerca de la tuberculosis y su período de
incubación. Debido al largo período de incubación, puede ser
difícil de detectar esta infección. Sin embargo, si usted sospecha
una posible exposición, entonces lo mejor es hacerse una prueba
de la tuberculina.
 

Cómo evitar que la infección de tuberculosis latente evolucione a enfermedad de


tuberculosis

Muchas personas que tienen infección de tuberculosis latente nunca


presentan enfermedad de tuberculosis. Pero algunas personas que tienen infección de
tuberculosis latente tienen más probabilidades que otras de tener enfermedad de
tuberculosis. Entre las personas en alto riesgo de presentar la enfermedad de tuberculosis
están las siguientes:
 Personas con infección por el VIH.
 Personas que se infectaron con las bacterias de la tuberculosis en los últimos 2
años.
 Bebés y niños pequeños.
 Personas que se inyectan drogas ilícitas.
 Personas que tienen otras enfermedades que debilitan el sistema inmunitario.
 Ancianos.
 Personas que en el pasado no recibieron el tratamiento adecuado para la
tuberculosis.

Si usted tiene infección de tuberculosis latente y pertenece a uno de estos grupos de alto
riesgo, debe tomar su medicamento para evitar la enfermedad de tuberculosis. Hay varias
opciones de tratamiento para la infección de tuberculosis latente.Usted y su proveedor de
atención médica deben decidir cuál es el mejor tratamiento para usted. Si toma su
medicamento como se le indique, puede evitar la enfermedad de tuberculosis. Debido a
que hay menos bacterias, el tratamiento para la infección de tuberculosis latente es mucho
más fácil que el tratamiento para la enfermedad de tuberculosis. Una persona con
enfermedad de tuberculosis tiene una gran cantidad de bacterias de la tuberculosis en el
cuerpo. Se necesitan varios medicamentos para tratar la enfermedad de tuberculosis.

Obtenga más información sobre los factores de riesgo de la tuberculosis.


 

Cómo prevenir la exposición a la enfermedad de tuberculosis durante los viajes al


extranjero

En muchos países, la tuberculosis es mucho más común que en los Estados Unidos. Los
viajeros deben evitar el contacto cercano o prolongado con personas que se sabe que
tienen tuberculosis, en espacios cerrados con una gran cantidad de gente (por ejemplo,
centros médicos, hospitales, prisiones o albergues para desamparados).

Aunque en todo el mundo hay casos de tuberculosis multirresistente o MDR, por sus siglas
en inglés,  y de tuberculosis extremadamente resistente o XDR, por sus siglas en inglés,
estos son aún muy poco frecuentes. Los viajeros que tienen el VIH son los que tienen el
mayor riesgo si entran en contacto con una persona con tuberculosis MDR o XDR.

Los viajes aéreos por sí solos representan un riesgo relativamente bajo de infección con
cualquier tipo de tuberculosis. Los viajeros que vayan a trabajar en centros médicos,
hospitales y otros entornos médicos donde haya probabilidad de encontrar pacientes con
tuberculosis deben consultar a expertos en el control de infecciones o de salud
ocupacional. Estos viajeros deben preguntar sobre los procedimientos administrativos y
ambientales existentes para prevenir la exposición a la tuberculosis. Una vez que se hayan
implementado esos procedimientos, se pueden tomar otras medidas como el uso de
equipos individuales de protección respiratoria.

Los viajeros que anticipen tener una posible exposición prolongada a personas con
tuberculosis (por ejemplo, aquellos que saben que van a estar en contacto rutinario con
personas en centros médicos, hospitales, prisiones o albergues para desamparados)
deben hacerse una prueba cutánea de la tuberculina o un examen de sangre para detectar
la tuberculosis antes de salir de los Estados Unidos. Si la reacción a la prueba es negativa,
deben repetirse la prueba entre 8 a 10 semanas después de regresar a los Estados
Unidos. Además, sería recomendable que las personas que anticipan una exposición
prolongada o repetida, o que vayan a permanecer largo tiempo en otros lugares a lo largo
de varios años, se realicen la prueba de forma anual. Debido a que las personas con
infección por el VIH tienen más probabilidades de tener una respuesta deficiente en las
pruebas para detectar la tuberculosis, los viajeros que sean VIH positivos deben decirle al
médico que tienen ese virus

El Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch, la micobacteria, es la bacteria


responsable de la tuberculosis, una enfermedad que acompaña desde hace milenios
a la humanidad. Es un patógeno profesional, y aunque puede cultivarse en el
laboratorio, en la naturaleza no se le conoce otro hábitat aparte del ser humano.
Larga y peligrosa convivencia. En la costa de Israel se han encontradoesqueletos de
personas, que vivieron hace ya 9000 años, con señales dehaber padecido tuberculosis.

Las cifras de la Organización Mundial de la Salud son abrumadoras: un tercio de la


población mundial ha sido infectado en algún momento y aunque la mayoría de
estas infecciones permanecen latentes, en la décima parte se desarrollará una
tuberculosis activa que si no se trata correctamente será mortal en la mitad de los
casos. Pese a este desolador panorama, la tuberculosis es una enfermedad tratable
con antibióticos, y responde bien al tratamiento, es decir, en la mayoría de casos se
cura.

Sin embargo, la micobacteria tiene múltiples peculiaridades, y una de ellas es que para
curarla no sirven los antibióticos más habituales. El tratamiento estándar de la tuberculosis
se inicia con al menos tres antibióticos llamados “de primera línea” durante dos meses,
seguidos por cuatro a siete meses más con dos de ellos. Esto complica bastante la
administración de tratamientos correctos y completos, y favorece el abandono de los
mismos, especialmente en poblaciones pobres ó marginales y entre quienes no entienden
que una mejoría de los síntomas no significa que la enfermedad se haya curado. Un
tratamiento incompleto o interrumpido favorece la selección de micobacterias resistentes.
La mayoría de las resistencias a los antituberculosos (que es como se llaman los
antibióticos utilizados contra la micobacteria) surgen por mutaciones puntuales
espontáneas. Esto quiere decir que en cualquier población suficientemente grande existen
algunas micobacterias resistentes a un antibiótico. Es muy poco probable, sin embargo,
que exista en un enfermo un mutante doble, el que es resistente a dos fármacos a la vez
(para ello sería necesario que albergase en su cuerpo una población enorme de
micobacterias). Durante el tratamiento se eliminan selectivamente las micobacterias
sensibles, que en principio son la gran mayoría, lo que generalmente conduce a la
curación. Pero si el tratamiento se interrumpe antes de tiempo puede suceder que no solo
rebrote la enfermedad, sino que ahora las bacterias que la producen puedan ser en su
mayoría resistentes a alguno de los antibióticos de primera línea. El peligro es que en este
caso, la probabilidad de que existan células portadoras de una segunda mutación que
confiera resistencia a otro fármaco deja de ser ínfima para convertirse en algo posible. Los
tratamientos inadecuados, ya lo sean por no haberse completado, por haberse aplicado de
forma intermitente, ó parcial (tomando alguno de los fármacos, pero no todos), han
contribuido a que durante las últimas décadas hayan aparecido micobacterias
llamadas MDR (multiresistentes) que son refractarias al tratamiento con dos o más
antibióticos de primera línea. En éste caso se deben aplicar otros tratamientos que son
menos efectivos, tienen efectos secundarios más molestos e incluyen ya un inyectable.
Por otra parte, la tuberculosis MDR, aunque se trate, tiene un pronóstico mucho menos
favorable. Más recientemente han aparecido cepas llamadas XDR, con resistencias
expandidas, que además de tener las mismas resistencias que las MDR también son
resistentes al menos a dos antibióticos de segunda línea incluyendo a uno de los
inyectables.
¿Por qué es tan difícil acabar con la micobacteria? Su estrategia defensiva es compleja, y
probablemente es el resultado de una larguísima evolución cuyas últimas etapas han sido
bastantes milenios de interacción con nuestro sistema inmunológico. Parece obvio que el
objetivo de la micobacteria no ha sido el evolucionar para ser resistente a los tratamientos
clínicos, que al menos hasta mediados del siglo XX no existían, sin embargo las tácticas
que utiliza para defenderse del sistema inmune también pueden ser útiles frente a los
tratamientos farmacológicos. A continuación detallamos algunas de las tácticas de
supervivencia de la micobacteria.
Táctica 1: Blindaje. Ya se comentó en otro artículo que las micobacterias poseen una
doble capa protectora, mucho más parecida a la cubierta de las bacterias Gram-negativas,
que son bastante resistentes a los antibióticos como la penicilina. El blanco de  la
penicilina es el peptidoglicano, y en estos casos está enfundado entre una capa de lípidos
externa y la membrana celular, mientras que en las bacterias Gram-positivas, las más
sensibles a la penicilina, el peptidoglicano está en contacto directo con el exterior.
Táctica 2: Camuflaje. Una de las características típicas de la tuberculosis es la formación
del granuloma, una lesión inflamatoria crónica formada por macrófagos que rodean una
masa de células y bacterias que se creía estaban muertas. Se consideraba antes al
granuloma como una estructura para contener y eliminar al agente infeccioso pero ahora
se sospecha que el granuloma es también una de las estrategias que utiliza la
micobacteria para propagarse al inicio de la infección y para diseminarse. Además el
granuloma es un auténtico escondrijo en el que las micobacterias vivas pueden zafarse de
los ataques del sistema inmune y resistir mejor a los antibióticos, que no penetran
fácilmente en su interior.
Táctica 3: Paciencia. Los antituberculosos, como la mayoría de los antibióticos, son
inhibidores de actividades metabólicas esenciales. Entre los antibióticos de primera línea
para combatir a la tuberculosis se incluye un inhibidor de la síntesis de ARN mensajero y
tres inhibidores que bloquean la síntesis ó la incorporación de ácidos micólicos o de ácidos
grasos a la pared celular. Pero la micobacteria tiene un metabolismo muy lento comparado
con otras bacterias, su ciclo celular puede estar en torno a las 16 a 24 horas, y esto hace
que la concentración de cada fármaco deba mantenerse dentro de los niveles terapéuticos
adecuados durante el suficiente tiempo, de varios meses como ya dijimos, para que la
inhibición resulte eficaz para matarla. Mientras el enfermo acaba cansándose y a veces
abandona, la bacteria prosigue lenta pero implacable.

Un dragón mortífero. En los cultivos líquidos las células de Mycobacterium


tuberculosis tienden a agruparse y a formar grumos con forma de cordones. Esta
sugerente imagen muestra un cordón teñido con auramina. Fotografía: Julio Rodríguez-
García (Servicio de Microbiología, Hospital Universitario La Paz).
Táctica 4: Eficacia. La micobacteria vive despacio, pero dista mucho de ser una bacteria
torpe. Más bien podría decirse que es meticulosa y extremadamente eficaz. La dosis
infectiva de la micobacteria es muy baja, diez bacterias, la cantidad que contiene la gota
de un estornudo son más que suficientes para provocar la infección, incluso se sospecha
que una célula viva puede bastar para producir una infección, ó para hacer fracasar un
tratamiento.

Táctica 5: El proyectil antiproyectil. Como dijimos, los antibióticos de la familia de


la penicilina (beta-lactámicos) no son eficaces contra las micobacterias, y ello pese a que
el elemento central de su pared celular es el peptidoglicano, y poseen PBPs, que son las
enzimas que sintetizan peptidoglicano y las dianas de los antibióticos beta-lactámicos. De
hecho, en el tubo de ensayo los antibióticos beta-lactámicos se unen a las PBPs
purificadas de micobacterias igual que a las de otras bacterias. Sin embargo, en la célula
viva, la baja permeabilidad de su peculiar pared celular, junto con la presencia de una
beta-lactamasa muy activa, inutilizan de manera muy efectiva a esta clase de antibióticos.
La función natural de las beta-lactamasas, que participan en el metabolismo de la pared
celular, puede que no sea la eliminación de antibióticos. Sin embargo, por las mismas
razones por las que los antibióticos beta-lactámicos inhiben a las PBPs, porque encajan en
su sitio activo y lo bloquean, son ellos mismos degradables ya que igualmente encajan en
el sitio activo de las beta-lactamasas en donde son destruídos. Muchos microorganismos
producen beta-lactamasas de manera natural, pero muy pocas de ellas son tan activas
como las de las micobacterias. La razón probablemente estribe en que la propia
complejidad de la pared celular de la micobacteria dificulta el acceso de la enzima a su
lugar de acción y por ello se requiere un nivel de actividad mucho mayor. En todo caso, la
beta-lactamasa estaba ahí mucho antes de que empezase a usarse la penicilina como
medicamento, pero proporciona una resistencia natural muy efectiva contra esta familia de
antibióticos.
Una estrategia de ataque nueva. Sí, pero sacada del manual. Ante este panorama, y
con la amenaza de las nuevas cepas XDR, la necesidad de nuevos fármacos contra la
micobacteria es acuciante, y la búsqueda continúa en múltiples frentes. En
un trabajo publicado recientemente se retoman los beta-lactámicos y se demuestra que
una combinación de meropenem y ácido clavulánico podría ser útil para combatir la
micobacteria. Los dos fármacos son viejos conocidos, están aprobados por las autoridades
correspondientes en todo el mundo, se usan habitualmente para combatir otros tipos de
infecciones y carecen de efectos secundarios significativos. ¿Entonces, cuál es la
novedad? El meropenem es un beta-lactámico de uso hospitalario (no espere encontrarlo
en la farmacia de la esquina y mucho menos, como erróneamente se ha dicho en algún
medio, en el botiquín casero) de la familia de los carbapenems activo contra un amplio
espectro de bacterias. El ácido clavulánico se usa en combinación con antibióticos beta-
lactámicos para evitar su degradación por las beta-lactamasas, a las que inhibe, y así
potenciar su efecto. Los investigadores observaron que el meropenem es un mal sustrato
para la beta-lactamasa de Mycobacterium tuberculosis y se hidroliza muy lentamente, por
lo que razonaron que la combinación de meropenem y ácido clavulánico en dosis similares
a las terapéuticas podría ser útil contra la micobacteria, y de hecho comprobaron que en
cultivos de laboratorio, la combinación es efectiva tanto contra las cepas de laboratorio
como contra una colección de aislados clínicos del tipo XDR. Ahora hay que demostrar
que la combinación es eficaz también en los enfermos, y ya están en marcha ensayos
clínicos dirigidos a ello. Teniendo en cuenta la estrategia defensiva de la micobacteria,
parece poco probable que esta sea el arma definitiva contra la tuberculosis, sin embargo,
en esta larga guerra hay muchas batallas, y todas las armas pueden resultar útiles en
algún momento

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