Amit Goswami La Física Del Alma
Amit Goswami La Física Del Alma
Amit Goswami La Física Del Alma
La física
del alma
El libro cuántico de la vida, la muerte, la reencarnación y la inmortalidad
Por el gran protagonista de la película ?¡Y tú qué sabes!?
DR. AMIT GOSWAMI
La física
del alma
El libro cuántico de la vida, la muerte, la reencarnación y la inmortalidad
Por el gran protagonista de la película ?¡Y tú qué sabes!?
Deepak Chopra
,
EDICIONES OBELISCO
A mi amigo Hugh Harrison,
que iugó un papel fundamental en el inicio
de la investigación que llevó a este libro,
y a mi esposa, Uma,
sin cuya sabiduría e inspiraciones este libro
no se habría realizado.
Prefacio
¿Qué sobrevive?
La reencarnación
girando. Por mucho buen karma que acumules, no vas a poder que-
darte en la celeste perfección para siempre, pues tendrás que volver a
la terrenal imperfección. De este modo, se introduce la sutil idea de
que ni siquiera un buen karma es lo suficientemente bueno. Aun así,
uno permanece ligado a la rueda del karma, al ciclo periódico de reen-
carnaciones. Y la rueda kármica se contempla como aquello que da
impulso al vehículo del sufrimiento.
¿Qué puede haber mejor que acumular buen karma, que hacer el
bien en todas las acciones y experiencias en la Tierra? La idea que tie-
nen los hindúes y los budistas es que existe una manera de vivir ópti-
ma y perfecta, una manera de vivir que, cuando se descubre, le libera
a uno de la rueda del karma. Los hindúes llaman a esta consecución
máxima moksha, que literalmente significa liberación; y los budistas lo
llaman nirvana, que se traduce literalmente como extinción de la llama
del deseo.
Podemos echar mano de la filosofía para explicar las diferencias
entre el punto de vista judeacristiano y el punto de vista hindú/budista
sobre lo que ocurre tras la muerte. En una de estas filosofías, el modelo
específico de realidad tras la muerte que una cultura desarrolla depende
de si la cultura es materialmente rica o pobre. El propósito de la religión
consiste en seducir a la gente para que viva según el bien, en lugar de
según el mal. Si la cultura es materialmente pobre, la gente vive con la
esperanza de disfrutar de una buena vida tras. la muerte. Si aceptan la
idea de la reencarnación, no dudarán en ser malos de vez en cuando y
en asumir el riesgo de un infierno temporal. Siempre le queda a uno la
siguiente vida para ser bueno. De ahí que la idea de un infierno eterno
sea importante para mantener a la gente a raya; ellos ya conocen el in-
fierno, no quieren pasarse la eternidad en él. En cambio, en las socieda-
des acomodadas, la idea de la reencarnación puede arraigar mejor.
En las sociedades ricas, la gente vive en un sistema de clases en el
cual la mayoría de las personas son de clase media. Si es usted una
persona de clase media, lo peor que le puede ocurrir es convertirse en
pobre. De ahí que funcione la amenaza de la reencarnación, dado que
un mal karma no sólo trae consigo el infierno, sino también una forma
de vida menor (en una clase más baja, por ejemplo) en la siguiente
18 La física del alma
... Nietzsche, con su teoría de la repetición eterna. Él decía que la vida que
vivimos la vamos a vivir una y otra vez, exactamente de la misma manera,
hasta la eternidad. Estupendo. Eso significa que tendré que aguantar Ice
Capades una y otra vez hasta el final. No vale la pena. 4
Cuando nos sentimos de este modo es cuando puede que nos interese-
mos por la idea de la liberación.
Observe que tanto la idea cristiana de la eternidad en el cielo co-
mo la idea oriental de la liberación se refieren, en esencia, a una escena
que, ciertamente, podríamos denominar como inmortalidad del alma
(no más nacimientos, no más muerte). La primera idea (la del cielo)
no es más que una versión simplificada de las segunda idea, que dice
cómo llegamos allí (es decir, la primera idea omite los pasos interme-
dios).
De modo que no crea que las ideas sobre la reencarnación son del
todo orientales, ni tampoco que ha sido recientemente cuando se han
importado a Occidente. La reencarnación era una idea aceptada del
judaísmo en el que nació Jesús. Muchos expertos sostienen que, antes
del 553 d.C., el cristianismo también aceptó la idea de la reencarna-
ción. Se dice que, aquel año, el quinto Concilio Ecuménico promulgó
4 Ice Capades es un espectáculo de patinaje sobre hielo que llevo muchos años en la cartelera de
espectáculos de Estados Unidos. IN. del T}
20 La física del alma
(De Song of the Spirits over the Waters, 5 citado en Viney, 19931
El cuerpo de B. Franklin,
Impresor,
y
despo¡ados de sus letras y sus adornos,
yace aquí,
alímento de gusanos,
pero la Obra no se perderá,
pues, como él creyó,
aparecerá una vez más
en una nueva y más elegante edición
revisada y corregida
por el Autor.
6 Utilizo lo palabro 'materialista> para designar a las personas que creen en la primacía de la mate-
ria, de que sólo la materia es real; a estas personas también se las llama «realistas materiales'.
Dr. Amit Goswami 23
las personas ven el Cielo como un lugar que sigue un patrón similar al
de la Tierra (no hay más que ver algunas de las representaciones que
se han hecho en las películas de Hollywood). Las religiones populares
suelen retratarlo de este modo, y caemos presa de ese modo de ver las
cosas que teníamos en la infancia. Pero, evidentemente, el «otro mun-
do», si existe, debe de ser radicalmente diferente de éste.
La ciencia moderna apoya de un modo bastante convincente la
idea de un mundo monista, la idea de que sólo existe una sustancia que
constituye la realidad. Si existiera también un mundo dual de sustancia
anímica, ¿cómo podría interactuar ese mundo con el mundo material?
¿Qué puede haber que medie en tal interacción? Evidentemente, ni la
sustancia anímica ni la sustancia material pueden hacer de mediado-
ras. Por otra parte, ¿no implicaría esta interacción un intercambio de
energías entre los dos mundos? Si fuera así, el libro mayor energético
del mundo material mostraría de cuando en cuando un exceso o un dé-
ficit, cuando lo cierto es que esto no ocurre. Es una ley física que la
energía del mundo material es una constante, la ley de conservación de
la energía. De ahí que la sabiduría científica evite, como corresponde,
el dualismo de la interacción (legado del filósofo René Descartes) en
nuestra manera de ver la realidad; el dualismo y la ciencia son como el
aceite y el agua: no hay manera de que se mezclen.
Así, la vieja ciencia de los últimos tres siglos nos enseñó que to-
dos los fenómenos son fenómenos de cosas que están hechas de ma-
teria. Es un monismo basado en la idea de que la materia es el fun-
damento de todo ser. En cambio, el nuevo paradigma plantea un
monismo basado en la primacía de la consciencia: que la consciencia
(diversamente nombrada como Espíritu, Dios, Divinidad, Ain Sof,
Tao, Brahmán, etc., en las tradiciones populares y espirituales), y no la
materia, es el fundamento de todo ser; es un monismo basado en una
consciencia que es unitiva y trascendente, pero que se hace múltiple
en los seres sintientes, como nosotros. Nosotros somos esa conscien-
cia. Todo el mundo de la experiencia, incluida la materia, es la mani-
festación material de las formas trascendentes de la consciencia.
La alegoría de la caverna de Platón deja clara la situación. Platón
imaginó que la experiencia humana era como un espectáculo de som-
24 La física del alma
El alma y el cuanto
8 Si le resulta difícil visualizar una onda en el cerebro, aunque sea una onda de posibilidad, ·porque
las ondas viajan», dese cuenta de que las ondas en un espacio confinado son ondas permanentes;
es decir, que «ondean» mientras permanecen en el mismo lugar, como en un instrumento musical.
Dr. Amit Goswami 29
9 los procesos cuónticos del cerebro los han investigado muchos autores, entre ellos: Walker (19701.
Bass 119751. Stuort, Takahashy y Umezawa 119781. Stapp 11982. 19931. WoIf 119841. Gos-
wami (1989, 1990, 19931. Herbert (1993) Y Eccles 11994).
30 La física del alma
10 Todas las referencias al Libro tibetano de los muertos son de la traducción de Evans-Wentz de
1960.
Dr. Amit Goswami 33
De la muerte a la inmortalidad
11 Hay un problema aquí. El libro tibetano de los muertos está escrito en segunda persona; está
dirigido a la persona que está muriendo. Así, estrictamente hablando, no hay referencia alguna al
alma. Sin embargo, el contexto deja claro que, en una traducción del mensaje del libro a tercera
persona, sería apropiado el uso de la imagineria del alma para el yo que sobrevive.
Dr. Amít Goswami 39
11 ) )
Fuente )
del
electrón
I)))
Fig. 2.2. Las ondas que llegan a la pantalla fluorescente en fase se refuerzan mutua-
mente (interferencia constructiva); las ondas que llegan al punto fuera de fase se can·
celan mutuamente.
Dr. Amit Goswami 43
12 A fuer de ser estrictos, esto es materia de interpretación. Sin embargo, como se demostró en
Goswami 1993, ésta es la única interpretación en la que no se dan paradojas.
44 La física del alma
_\¡©))~))~~©))~~~\~©))--
Fig. 2.4. Cuando miramos, colapsamos la onda del electrón hasta localizarla en un
lugar. Pero entre observación y observación, el electrón se difunde como una onda
de posibilidad en potencia trascendente..
Fig. 2.5. Una imagen gestalt, «Mi esposa y mi suegra», de W. E. Hill. Si usted ve
a la suegra, para ver a la esposa no tendrá que hacer nada en el dibujo; lo único
que hará será cambiar la perspectiva de observación. Las posibilidades de ambas,
la esposa y la suegra, se hallan en su consciencia; lo único que usted hace es
reconocer una posibilidad o la otra.
13 El físico australiano Ludwig Boss (1971) llegó independientemente a lo mismo conclusión mucho
antes.
48 La físíca del alma
Sujeto Objeto
ego/yo que actúa sobre la base de sus experiencias del pasado, su ca-
rácter. Pero hay una identidad asumida que la consciencia aporta, des-
de su libre albedrío, con el fin de que haya un punto de referencia.
Nuestros estados ordinarios de consciencia están empañados por esta
identidad-ego. (Más sobre esto en el capítulo 7.) .
Así pues, para resumir, ¿qué precio pagamos por reconocer nues-
tro poder de causación descendente? Perdemos el estado no ordinario
de consciencia en el cual experimentamos la unidad, más allá de nues-
tra individualidad y nuestra coautoría del mundo de la escisión sujeto-
objeto.
Todo esto ya lo sabía por mi anterior obra (Goswami, 1993).
También sabía que, a pesar del desarrollo del ego, no todo está perdi-
do. Hay experiencias que involucran a ese tipo de estado no ordinario
de consciencia al que hago referencia arriba, un estado que nos ayuda
a atravesar esa nube del condicionamiento. Cuando somos creativos,
cuando tenemos percepciones extrasensoriales, cuando amamos, en
esos momentos nos elevamos por encima del condicionamiento, yac-
tuamos con pleno conocimiento de nuestra unidad y de nuestra coau-
toría, mientras colapsamos las posibilidades disponibles con plena li-
bertad de elección. Y quizás esto suceda también cuando morimos. En
los momentos que preceden a la muerte, nos introducimos en la cons-
ciencia una y, a través de ella, en la no-localidad.
Para los materialistas, sólo existe el mundo material, las cosas sólo se
mueven en el espacio y el tiempo; no existe una base conceptual para
otro mundo. Cuando usted se hace preguntas como «¿qué me ocurrirá
después de la muerte?», usted piensa de manera dualista. Usted piensa
que aquella parte de usted que sobrevive, su alma, va a otro mundo, un
mundo dual. Pero la lógica del científico le frustra. ¿Cómo interactúa
ese mundo dual con este mundo espacio-temporal? Y, si no existe, ya no
hay de qué preocuparse, porque usted no lo va a saber. La física cuántica
50 La física del alma
Obi etoA
Ob¡eto B
Fig. 2.7. Una vez se vinculan dos objetos cuánticos a través de la interacción, la
vinculación permanece aunque los objetos estén separados por grandes distancias.
*
luz no polarizada
con todas sus
direcciones
[J
PoIarizador
1
luz polarizada.
Sólo aquellas ondas
con la polarización
No luz
Polarizador cruzado
Fig. 2.8. El doble valor de la polarización de la luz se revela al mirar la luz a través
de dos gafas de sol polarizadas; usted no verá nada.
Origen de la vinculación
¡Crea que he
vista un destella
de luz!
¿Será la
iluminación?
0.33 Potencial
0.24 evocado
0.15 N=lOO
0.05 02
-0.04 Sujeto: jP
-0.14
-0.23
-0.32
-o.42+---....l--...--..,...--,.-......,,.....-...--..,...--, mse
O 64 128 192 256 320 384 442 512
0.75 Potencial
0.55 transferido
0.35 N=100
0.16 02
-0.04 Sujeta: TP
-0.24
-0.44
-0.64
-0.83+--,.--,.....-.,...-...,..-......,,.....-...--...,...-.... msee
O 64 128 192 256 320 384 442 512
0.75 Superposición
0.55 del potencial
0.35 evocado y
0.16 el potencial
-0.04 transferido
-0.24 N=lOO
-0.44 02
-0.64 Sujeto: TP
-o.83+---r--...--...,...-""""T--r--.,.--....,..--'l msee
O 64 128 192 256 320 384 442 512
0.50 Potencial
0.37 evocado
0.26 N=lOO
0.11
02
0.02
-0.15
-0.28
-0.41
-0.54+-.....,--.,...-...,..---.--..--......----...---.. msec
O 64 128 192 256 320 384 442 512
0.08 Ausencia de
0.06 potencial
0.03 transferido
0.01 N=lOO
-0.02
02
-0.05
-0.07
-0.10
-0.13 +_.....,__.,..._...,.._.....,__..-_......-_--..._--.. msec
O 64 128 192 256 320 384 442 512
0.50 Superposición
0.37
0.24
0.11
0.02
-0.15
-0.38
-0.41
-o.54+---r---r--..,..---r--or--"T"'---"'---' msec
O 64 128 192 256 320 384 442 512
Fig. 2.11. Un sujeto de control sin vinculación, aun cuando haya un potencial
evocado diferenciado en el electroencefalograma del sujeto estimulado, no muestra
ningún potencial transferido. Obsérvese la escala.
(Cortesía de Jacobo Grinberg-Zylberbaum).
Dr. Amit Goswami 57
Colapso
instantáneo
no-local de la
onda cerebral en
dos observadores
separados
localmente
14 Uno de los pioneros de los experimentos controlados de visión distante, el fisica Russell Targ, con
quien he mantenida muchas conversaciones sobre el temo, piensa lo mismo que yo.
Dr. Amit Goswami 59
""
"
" P /;(
Decisión con
demora sí o no
/
]'A 2 ''"'
¿ambas A
rutas? 6W
M3 .ve;./
.
Pero el aspecto más sutil del experimento está por llegar aún. En el
experimento de la decisión tomada con demora, el experimentador
decidía en el último momento, en el último picosegundo (l0-12) , si
insertaba o no el espejo con medio baño de plata en P, si medía o no el
aspecto onda (la decisión se manifestaba por medios mecánicos, claro
está). En efecto, esto significa que los cuantos de luz han pasado ya por
el punto de escisión MI' si usted los considera objetos newtonianos
normales. Aún así, si se inserta el espejo en P, siempre se mostrará el
Dr. Amit Goswami 61
Sin embargo, por poco intuitivo que pueda parecerle a usted, las posi-
bilidades cuánticas no se convierten en actualidad hasta que nosotros,
los seres sintientes, las miramos y elegimos. Éste es el mensaje del
experimento de la decisión tomada con demora. En un reciente expe-
rimento del parapsicólogo Helmut Schmidt se ha confirmado una vez
más este mensaje.
Schmidt lleva haciendo investigaciones pioneras en psicocinesis
desde hace muchos años. En sus experimentos, los psíquicos intentan
mover un objeto físico o intentan influir en un resultado físico a tra-
vés de la intención consciente, en contraposición a la telepatía men-
tal, en la cual el resultado de la influencia sólo supone pensamientos
internos.
En una serie de experimentos que realizó, se dieron instrucciones
a unos psíquicos para que intentaran influir en la generación de núme-
ros aleatorios, en las secuencias de números aleatorios positivos y nega-
tivos. En definitiva, tenían que intentar inclinar la secuencia de núme-
ros generados al azar en favor de los números positivos, por ejemplo.
En el experimento típico, el generador de números aleatorios
creaba una secuencia de cien acontecimientos binarios (es decir, con
un valor de O o de 1), que se transformaban en una secuencia de 100
destellos de luz roja (cuando el bit era O) y verde (cuando el bit era 1),
y se le daban instrucciones al psíquico para que mentalmente provoca-
ra que hubiera más rojos que verdes (o viceversa). La secuencia de
rojos y verdes se registraba, y se imprimía al final de la sesión.
Dr. Amit Goswami 63
posibilidades, cuando el psíquico miró los datos fue cuando pudo in-
fluir en el resultado con su intención. Nada en todo el proceso se con-
virtió en actualidad hasta que se hizo la observación consciente.
Si esta interpretación es correcta, entonces la preinspección de
los datos habría inhibido el posterior esfuerzo de psicocinesis. Y, de he-
cho, se descubrió que éste era el caso cuando se hacía una preinspec-
ción exhaustiva (Schmidt, 1993).
Schmidt repitió su medida en varias ocasiones con diferentes
observadores independientes; y, aunque los experimentos a nivel in-
dividual no siempre dieron como resultado una conclusión inequívo-
ca, sus experimentos demuestran (con la garantía de tres desviaciones
estándar, que, si bien no son los destacados estándares al uso en los
experimentos de física, sí que son compatibles con los realizados en
psicología) que los psíquicos son capaces de influir en eventos radiac-
tivos aleatorios aun observando los datos con una demora temporal y,
por tanto, que las ondas de posibilidad no colapsan hasta que las con-
templa un observador sintiente.
Volvamos de nuevo a la pregunta de por qué no parecemos ser
conscientes de estar creando nuestra propia realidad. Lo cierto es que
rara vez nos encontramos en el estado de consciencia desde el cual se
puede elegir libremente. Este estado de consciencia se da cuando so-
mos creativos, por ejemplo, cuando experimentamos una profunda
compasión por otro ser, cuando nos sentimos inspirados moralmente
o cuando estamos en comunión con la naturaleza. Las tradiciones es-
pirituales denominan a tan exaltadas autoexperiencias con nombres
como Atman (en el hinduismo), el Espíritu Santo (en el cristianismo),
etc. Yo lo denomino yo cuántico, debido a su conexión con la absoluta
libertad de elección de la medida cuántica. El yo de estas experien-
cias es universal, transpersonal, unitivo. En cambio, nuestras expe-
riencias ordinarias están dominadas por nuestros egos, sumamente
personales y condicionados (difícilmente puede haber creatividad al-
guna ahí), en los cuales la libertad cuántica cede el paso a casi un 100
por 100 de condicionamiento, debido a los múltiples reflejos del espe-
jo de la memoria de las experiencias del pasado (Mitchell y Goswami,
1992). De hecho, los neurofisiólogos han descubierto que existe una
Dr. Amit Goswami 65
15 En inglés original, existe cierta similitud fonética, que no se da en castellano, entre God, ,Dios»,
y G-word, «palabra-D» IN del T.i
66 La física del alma
J
Medida cuántica en la célula viva
Vida Entorno
16 Con uno excepción. El biólogo Humberto Maturana ha definido la vida como la capacidad para
conocer (como en la escisión sujeto-objetol, pero esta definición está lejos de gozar del consenso
entre los biólogos.
No-localidad y reencarnación: una
displicente conversación con mi esposa
para eso? ¡Pero cuidado! Muchas personas saben más de las teorías
esotéricas del karma y de la reencarnación que tú -dijo con no poco
desdén.
-Espera un momento. Lo estás planteando todo de un modo
clásico y competitivo. Escucha y no me interrumpas -dije-o A la cien-
cia le gusta la simetría, especialmente la simetría temporal. Si el tiem-
po es no-lineal en los dominios no-locales, y si las cosas pueden llegar
hasta nosotros sin señales desde el futuro, también podrán llegarnos
no-localmente desde el pasado.
-No veo defecto en tu lógica, por especulativa que sea -bromeó
ella echándose atrás-o Pero, ¿qué partido le podemos sacar nosotros a
eso?
Complacido con su atención y con el uso que había hecho del
«nosotros», continué:
-Deja que te ponga un ejemplo de algo que en cierta ocasión
escuché. Una mujer tenía un dolor en el cuello para el cual los médi-
cos no encontraban una causa física, y los psiquiatras también habían
certificado su salud mental. Entonces acudió a un terapeuta de vidas
pasadas que, hipnóticamente, la hizo regresar a sus vidas anteriores.
De modo que, mientras estaba recorriendo el sendero de siglos de re-
cuerdos, sintió de pronto un asfixiante dolor en el cuello y experi-
mentó el fin de una vida en la cual había muerto en la horca. Cuando
volvió del trance hipnótico, el dolor del cuello se le había ido, y ya
nunca más le volvió a doler.
Mi mujer se echó a reír.
-¡Cómo has cambiado en dos décadas! ¿Es que no te acuerdas
de tu propia experiencia de regresión a una vida pasada?
Mi esposa se refería a un incidente que tuve a mediados de la
década de 1970 y que compartí con ella. Yo acababa de dejar el campo
de la física nuclear y estaba buscando a tientas nuevos intereses en
otras áreas de la física cuando vino hasta mí alguien que se declaraba
terapeuta de regresiones a vidas pasadas. Me convenció para hacer
una regresión, y uno de los episodios que recordé trataba de las gran-
des y jugosas aventuras sexuales de las que había disfrutado supuesta-
mente en el siglo XII. Pero, por desgracia, también tuve la sensación
72 La física del alma
como los fotones de Aspect, sólo al otro lado del tiempo? ¿Qué pasaría
entonces?»
Me refería al experimento clásico del físico francés Alain Aspect,
en el cual había demostrado que unos cuantos de luz vinculados, los
llamados fotones, se influían mutuamente a través del espacio sin
intercambiar ningún tipo de señal.
-¿Qué pasaría entonces? -repitió mi mujer- Haré el papel de
abogado del diablo en nombre de la ciencia. ¿Qué evidencias tienes?
-Como teórico, no demuestro las cosas empíricamente por mí
mismo, pero puedo citar evidencias aportadas por otros. El doctor Ian
Stevenson, del Centro Médico de la Universidad de Virginia, es un
investigador de la reencarnación serio y respetado. Y él dispone cier-
tamente de algunos datos intrigantes de niños que recuerdan sus vi-
das pasadas, datos que son muy resistentes a cualquier explicación
que no sea la de la reencarnación. Después, están los datos sobre ex-
periencias cercanas a la muerte, que también apuntan a la no-locali-
dad cuántica.
-Supongo que sí pero, francamente, me generan ciertas dudas.
-Bien, simplemente estoy intuyendo, pero tendría sentido que,
si la creatividad es recordar una idea del parque temático no-local
antes de su época, lo mismo puede ocurrir con el karma, o las causas
que nos atormentan desde el pasado a través del mismo ámbito de
temas no-locales.
-Amit, me parece que estás cavando tu propia tumba. Te has
esforzado mucho intentando refutar el determinismo, y ahora parece
que estés diciendo que el karma del pasado determina nuestra vida.
Eso es peor que el determinismo con todas sus variables ocultas. No
es sólo un vino viejo en una botella nueva, sino que es un vino picado,
echado a perder.
Mi esposa se refería a los intentos científicos por justificar la no-
localidad cuántica postulando que las variables ocultas (desconoci-
das) eran las «verdaderas» responsables de las rarezas cuánticas. La
existencia de tales variables, que podrían salvar las creencias materia-
listas, había quedado descartada con los experimentos de Aspect y de
otros investigadores.
74 La física del alma
esperas que siga vivo; pero resulta que volvió a la oficina y ha muerto.
¿Puedes hacer algo?
»Si tú sabes algo de no-localidad cuántica y de causación hacia
atrás, entonces sí que podrás hacer algo. Gritas en tu mente la necesa-
ria advertencia a tu amigo y esperas que la capte (que «escuche» tu
advertencia) a tiempo para salvarse. Pero él sólo puede captarla creati-
vamente o precognitivamente, para lo cual existe una posibilidad pe-
queña, pero finita. Es bastante más probable, cómo no, que tu adver-
tencia llegue demasiado tarde, y que tu amigo salte por los aires hecho
pedazos. Así pues, aunque es bastante más probable que aquellos aspi-
rantes zen de hace siglos iniciaran la serie de experiencias que tuvo
Paul, no podemos descartar que el mismo Paul haya sido quien invo-
cara al pasado, a sus vidas pasadas.
-¿Estás diciendo que el futuro puede cambiar el pasado? Dime,
mi impetuoso pionero de tierras ignotas, ¿estás pretendiendo poner
patas arriba la relatividad de Einstein? ¿Es que no respetas nada?
- ¡Claro que lo respeto! Einstein viene a ser el arquetipo de Dios
para los físicos. Probablemente no lo sepas, pero las ideas que tenía
Einstein acerca de la existencia son muy similares a las que yo estoy
proponiendo.
-¿De verdad? Nunca dejas de sorprenderme-dijo la mujer a la que
amo, aunque no podía saber si estaba fingiendo su admiración o no.
-Es verdad. Einstein tenía una perspectiva muy interesante acer-
ca de la muerte. Él mantenía que el pasado, el presente y el futuro
existen, en cierto nivel, simultáneamente, aunque el viaje en el tiempo
al pasado está prohibido para una persona de una franja temporal a
otra. Cuando murió su querido amigo Michelangelo Besso, Einstein
consoló a la viuda de Besso diciendo exactamente eso: «Para nosotros,
físicos convencidos, la diferencia entre pasado, presente y futuro es
sólo una ilusión, aunque una ilusión persistente». Quizás Einstein in-
tuía que las personas viven y permanecen en sus respectivas franjas
temporales; lo único que hago yo es darle más comprensión científica
a esa intuición. Las personas viven y permanecen en diferentes encar-
naciones que son posibilidades vinculadas que cruzan de un lado a
otro las franjas temporales. ¿Comprendes?
Dr. Amit Goswami 77
La mónada o sutratman
ginan otro tipo de ser contextual al que llaman mónada, que represen-
ta combinaciones y confluencias de temas Oudge, 1973).
En el desarrollo de una teoría científica de la reencarnación, la
primera idea que tuve fue que las distintas encarnaciones de cada ser
humano eran las expresiones inmanentes de los distintos temas de una
mónada humana trascendente y universal. Tenemos más de una en-
carnación porque existen muchos temas, y es imposible aprenderlos y
vivirlos plenamente en una sola vida. Las encarnaciones continúan
hasta que cada uno de nosotros completa la manifestación de todos los
temas de la mónada humana. Como explica Rabbi Simeón ben Yohai
en El Zohar,18 «Las almas [mónadas] deben volver a sumergirse en la
sustancia absoluta de donde emergieron. Pero, para alcanzar este fin,
tienen que desarrollar todas las perfecciones, el germen de las cuales
está puesto en ellas; y si no cumplen con esta condición dentro de una
vida, tienen que comenzar otra, una tercera y así sucesivamente».
La mónada es similar al concepto hindú de sutratman. La palabra
sánscrita sutratman se traduce literalmente como «vida hilo», el hilo
de oro de los contextos trascendentes sobre los cuales todos los cuer-
pos encarnados inmanentes de cada ser humano se enhebran como
perlas en un hilo.
Curiosamente, en la mitología griega y romana también aparece
la idea del hilo que se devana, hilo que guarda relación con la vida y la
muerte. Hay una tríada de ancianas que hilan: las Moiras. Cloto es la
custodia del nacimiento, que devana el hilo de la vida en su rueca.
Láquesis, que recoge el hilo y determina su longitud. Y Átropo, la cus-
todia de la muerte, que corta el hilo.
Hay personas que no tienen claro el concepto del alma porque,
según indican, hay más personas ahora de las que ha habido en toda la
historia, y se preguntan si esto no entraría en conflicto con algún tipo
de conservación de las almas. Pero si las almas son simplemente con-
textos, y no cosas, no hay ninguna necesidad de tales cuentas.
Observe que el individuo humano, definido de esta forma, tiene
tanto un comienzo finito como un final finito. El comienzo finito no
19 Super-ESP, donde ESP es Extrasensory Perceptian, «percepción extrasensorial». IN. del T.)
¿Hay algo más en la historia de la
reencarnación que la no-localidad
cuántica?
20 Al parecer, Stevenson está escribiendo uno obro de varios volúmenes en los que presenta sus
datos. En el momento de escribir este libro, aún no se ha publicado.
100 La física del alma
¿Cómo podía Mozart tocar tan bien el piano a la edad de tres años, o
como pudo Ramanujan convertirse en un experto en la suma de series
matemáticas infinitas sin haber recibido un excepcional entrenamien-
to matemático? La respuesta habitual, la de la genética o el condi-
cionamiento ambiental, parece completamente inadecuada en estos
casos. Los genes son instrucciones para la elaboración de proteínas,
nada más. No existe ningún gen de un talento especial que pueda here-
106 La física del alma
Las leyendas dicen que Buda podía ver quinientas vidas, no sólo las
suyas propias, sino también las de los demás. Esto no está documenta-
do históricamente, pero existen algunos casos históricos de personas
que eran capaces de leer las vidas pasadas de los demás (Sugrue, 1961),
Dr. Amit Goswami 111
Sin embargo, después de estudiar lo mejor del material del caso, uno llega
a la conclusión de que los grandes médiums (l) o bien obtenían la infor-
mación de la mente del fallecido o descarnado, (2) o bien creaban ilusio-
nes convincentes de las personas fallecidas mediante la obtención de to-
das las informaciones relevantes por medios paranormales, a partir
normalmente de diversas fuentes (las mentes de personas vivas, y regis-
tros escritos o fotográficos), para luego sintetizar instantáneamente los
datos dispersos y crear imágenes convincentes de personas fallecidas co-
nocidas (Grosso, 1994).
del fallecido del modo correcto; puede ser que la pureza de inten-
ción del fallecido, junto con la de los psíquicos, fuera suficiente para
crear estos intrigantes acontecimientos sincrónicos. En cualquier caso,
es evidente que los datos procedentes de la mediumnidad no necesitan
ser tomados como evidencias de lo que pretenden ser, es decir, de co-
municaciones con un alma consciente descarnada.
Sea como sea, este aspecto de los datos de los médiums tiene que
ver con el contenido de la historia de la persona fallecida y, por tanto,
en el mejor de los casos, demuestra la capacidad del médium para
sintonizar con la ventana no-local del difunto.
Más significativos son los datos sobre canalización. También
aquí abundan los intereses comerciales y los fraudes. Aún así, ha ha-
bido canales y entidades canalizadas que resultan intrigantes, debido
a que los canalizadores parecen adoptar el carácter de la entidad cana-
lizada, que es sorprendentemente diferente del canalizador.
Un ejemplo espectacular es el caso de «Lydia]ohnson», un ama
de casa de treinta y siete años de edad, un caso que estudió Ian Steven-
son y del que dieron también cuenta Sylvia Cranston y Carey Williams
(1984). En un principio, Lydia estaba ayudando a su marido con los
experimentos que éste llevaba a cabo sobre hipnotismo. Pero, con la
ayuda de otro hipnotizador, Lydia no tardó en canalizar a una entidad
llamada]ensen]acoby, un nombre que ella pronunciaba como «Yen-
sen Yahkobi», que había vivido en una aldea de Suecia trescientos
años atrás. Canalizando a]ensen, Lydia hablaba en sueco y reconocía
objetos suecos del siglo XVII; pero lo más revelador es que, cuando se
convertía en ]ensen, Lydia se olvidaba de cómo se utilizaban unas
herramientas modernas, como unas simples tenazas. El caso de la psi-
cóloga ]ane Roberts y de la entidad canalizada, Seth, es otro ejemplo
destacado de la canalización de una entidad con un carácter muy di-
ferente al del canalizador. Cuando canalizaba, el carácter de]ane cam-
biaba dramáticamente; por ejemplo, se comportaba como un varón
intelectual (Roberts, 1975).
Yo mismo he podido ver en acción a una canalizadora,JZ Knight,
que canaliza a una entidad llamada Ramtha, que supuestamente es un
ser iluminado. También en este caso, hay un extraordinario cambio
114 La física del alma
Los ángeles
24 Los Uponishods, el Zohar y, más recientemente, los textos de los teósofos plantean todos ellos la
existencia de cuerpos sutiles.
118 La física del alma
que fue un pensamiento breve, pero no podrá decir que medía dos
centímetros y medio. Usted intenta guardar silencio cuando medita;
pero, a pesar de todo, su mente se ve invadida por pensamientos que
pasan por su cabeza sin que se les haya invitado.
Según estas tradiciones, cuando morimos, dejamos atrás sólo el
cuerpo físico; nuestros cuerpos sutiles sobreviven. Pero, ¿qué son es-
tos cuerpos sutiles sino los productos de la visión dualista del alma
individual? ¿No serán más que otro nombre de lo que normalmente
llamamos alma? Y, si adoptamos la explicación del alma para la super-
vivencia, por sofisticado que sea su atuendo, ¿no caeremos en los pro-
blemas propios del dualismo cartesiano? Esto da lugar a preguntas
ciertamente incómodas: ¿qué sustancia o sustancias median en la inte-
racción entre estos cuerpos sutiles y el cuerpo físico? ¿Cómo se conser-
va la energía del mundo físico a la luz de tales interacciones con estos
otros cuerpos?
Mientras ponderaba la idea de los cuerpos sutiles y de los proble-
mas de la interacción en el dualismo, exploré la posibilidad de que
estos problemas se pudieran superar con los nuevos principios de
nuestra ciencia dentro de la consciencia. No es posible postular que
los cuerpos sutiles interactúen directamente con el físico sin cavar al
mismo tiempo la tumba de esta idea. En eso tendremos que estar de
acuerdo. Por otra parte, si no interactúan con el cuerpo físico, ¿qué
trascendencia pueden tener?
Bueno, hay otra forma de ver la situación. Suponga que los cuer-
pos sutiles no interactúan con el cuerpo físico ni interactúan entre sí;
suponga que discurren en paralelo, manteniendo una correspondencia
con el cuerpo físico. Dicho de otro modo, para cada estado físico, exis-
te el correspondiente estado supramental, el correspondiente estado
mental y el correspondiente estado vital. Esta filosofía la formuló el
filósofo y físico del siglo XVII Gottfried Leibniz para rescatar el dualis-
mo mente-cuerpo, y recibe el nombre de paralelismo psicofísico. La
extensión de la idea hasta incluir al intelecto supramental y al cuerpo
vital viene por sí sola; generalice la idea de la psique, nuestro mundo
interno, hasta incluir al cuerpo vital, al mental y al intelectual. Pero el
paralelismo psicofísico nunca ha gozado de popularidad, porque es
Dr. Amit Goswami 119
Las leyes causales de la física son leyes deterministas. Dadas las condi-
ciones iniciales sobre posición y velocidad, y dados los agentes causa-
les (fuerzas) que actúan sobre el sistema, las leyes del movimiento
determinan el futuro de todos los sistemas no vivos.
Por ejemplo, suponga que queremos saber el paradero del plane-
taJúpiter en algún momento futuro. Determine la posición y la veloci-
dad del planeta ahora. Estas «condiciones iniciales», más los algorit-
mos (reglas paso-a-paso lógicas de instrucciones) generados por el
conocimiento de la naturaleza de la gravedad y las leyes del movimien-
to de Newton, permitirán que cualquier ordenador calcule la posición
del planeta en cualquier momento del futuro. Incluso en los sistemas
cuánticos, las leyes estadísticas causales pueden predecir el comporta-
miento medio y la evolución media, siempre y cuando trabajemos con
un número suficientemente grande de objetos o eventos (lo cual es
normalmente el caso en los sistemas submicroscópicos). Los sistemas
no vivos están, así pues, determinados por las causas, y de ahí que yo
llame a su comportamiento «como comportamiento a modo de ley».
Pero los sistemas vivos tienen una peculiaridad. Cuando habla-
mos de lo vivo, no sólo estamos hablando del movimiento de objetos
físicos, sino también de sensaciones, sensaciones que necesitan con-
ceptos tales como la supervivencia, el placer, el dolor, etc. Estas pala-
bras no están en el vocabulario de las leyes de la física; nunca necesi-
tamos tales palabras para describir lo no vivo. Las moléculas de lo no
vivo no muestran tendencias a sobrevivir ni a amar. Ni tampoco nece-
sitamos los conceptos del placer y del dolor para describir el compor-
tamiento molecular. Sin embargo, estos conceptos describen los con-
textos y los significados que hay tras los contenidos o los «sentires» de
lo vivo.
Dr. Amit Goswami 121
El cuerpo vital
Intelecto supromental - - - . , . , . .
Mental
Vital
Físico
Pero hacen falta años para aprender a sentir el chi de otra persona. El
chi se siente internamente, y normalmente no forma parte de nuestra
realidad compartida. El modo en que el acupuntor comparte la expe-
riencia del chi de un paciente se parece mucho a la telepatía mental.
Para mí, el punto más interesante del programa de Bill Moyers
tuvo lugar cuando un maestro de qi gong demostró cómo controlaba
su campo de chi (y presumiblemente el de los demás), campo que
otras personas no podían penetrar ni con todo su poderío físico. Ata-
caban a este anciano y menudo maestro con todas sus fuerzas, pero se
veían repelidos por una fuerza invisible sin que hubiera ningún tipo de
contacto físico. ¿Estaría repeliendo el maestro a sus atacantes median-
te algún tipo de control de sus campos de chi? Sin duda, ésa era la
impresión. El qi gong es una forma de arte marcial diseñado para
aprender a controlar el flujo del chi en el cuerpo vital. Y el tai chi es
una especie de danza que tiene el mismo objetivo.
El sistema japonés del aikido está diseñado, igualmente, para
aprender a controlar el movimiento del ki, que es la palabra japonesa
que designa los modos de movimiento del cuerpo vital.
Me gustaría hablarle de mi primera experiencia directa del chi (o
prana, o ki). Tuvo lugar en 1981. Me habían invitado a dar una charla
en un taller que dirigían John y Toni Lilly en el Instituto Esalen, en el
Big Sur, California. Por entonces era muy popular el gurú indio Bha-
gwan Shri Rajneesh, y una mañana me sumé a una meditación «diná-
mica» con una cinta de música de Rajneesh, que consistía en sacudir
primero el cuerpo vigorosamente, bailar después una danza lenta y fi-
Dr. Amit Goswami 131
Fig. 6.2. Los chakras. Sentimos las emociones en las áreas en las que se localizan
estos puntos del cuerpo físico. Los chakras representan los lugares del cuerpo físico
donde se hacen las representaciones (los órganos) de los moldes del cuerpo vital
para la elaboración de las formas biológicas, o morfogénesis.
El Uno
Fig 6.3. Los cinco mundos de la Kabbalah. Ain Sof es el fundamento del ser.
Atziluth representa el mundo del pensamiento puro o de los arquetipos del
pensamiento. Briah representa la creación (del pensamiento). Yetzirah representa la
forma (biológica) y Assiah, la manifestación de la forma.
26 Este punto lo recalca muy especialmente el filósofo John Searle, 1992. Véase también Varelo et
01,1991.
Dr. Amít Goswami 139
27 Conscious awareness, en el inglés original. Aunque pueda sonar redundante, este término, que
se repite en más ocasiones a lo largo del libro, tiene pleno sentido en contraposición a la con-
ciencia inconsciente, que sería el estado del ser durante el procesamiento inconsciente de los
estados creativos de los que habla el autor. A lo largo de todo el libro, hemos traducido la pa-
labro inglesa awareness por 'conciencia-, mientras que consciousness la hemos traducido como
'consciencia-, con 's-. IN. del T.}
28 Este punto también lo comparte el científico informático Subhash Kak, en comunicación privada
con el autor. Véase también Kak, 1995.
140 La física del alma
Cuando hablo con personas que no son científicos acerca de los cuer-
pos sutiles, suelen hacerse la pregunta: ¿y por qué no puede haber
sustancias cada vez más sutiles, hasta el infinito? Cuando el cuerpo
físico evoluciona hasta un nivel de complejidad adecuado, se pueden
reflejar en él las funciones vitales y las funciones mentales del mundo
vital y del mundo mental; así es como la vida y la mente evolucionan
en el mundo físico. Pero, ¿podría la evolución futura de seres biológi-
Dr. Amit Goswami 141
cos más complejos permitir el reflejo de mundos aún más sutiles que
el mental? Evidentemente, no podemos saber la respuesta a esta pre-
gunta, pero la menciono con la idea exclusiva de señalar que los no
científicos están bastante dispuestos a ponderar los cuerpos sutiles y
sus ramificaciones. (Yo creo que el ser humano tiene que dar, al me-
nos, un paso evolutivo más: el paso que nos permitirá reflejar el inte-
lecto supramental en el cuerpo físico.)
También sé por experiencia que en torno a la medianoche, espe-
cialmente bajo el cielo abierto y con un poco de espíritu (de natura-
leza alcohólica) en sus tripas,29 hasta los científicos más duros se ha-
cen un poquito espirituales. En esos momentos, la idea del espíritu y
de sus cinco cuerpos puede tener sentido para ellos. Hasta de Freud
se dice que le admitió esto a un amigo: «Me he pasado la vida en el
sótano del edificio. Tú dices que, cambiando el punto de vista, se pue-
de ver una escena más elevada, en la que viven hUéspedes distinguidos
como la religión, el arte, etc. Si tuviera ante mí toda una vida para
trabajar, no me cabe ni la menor duda de que encontraría espacio
para estos nobles hUéspedes en mi pequeña casa subterránea».
Pero el problema llega con la luz del día. Alentados por la sólida
ilusión de la realidad material matutina que les rodea, estos científicos
duros profesan una descreencia total en cualquier cosa salvo en la
materia, y se comportan como si la existencia de sustancias que no
sean la sustancia física les perturbara en su sensibilidad científica has-
ta extremos indecibles. ¿Puede el concepto del cuerpo sutil competir
con el intenso carácter persuasivo de la realidad material sólida?
Lo primero que tiene que comprender usted en este punto es que
palabras tales como «sustancia» o «cuerpos» tienen un significado
muy diferente en la mecánica cuántica del significado que tienen en la
mecánica clásica newtoniana. Y esto es aplicable incluso a los objetos
de la física cuántica. «Los átomos no son cosas», dijo Werner Heisen-
berg, el codescubridor de la mecánica cuántica. La «cosidad» de nues-
tro familiar macromundo surge debido a que los grandes o enormes
29 El autor hace un ¡uego de palabras con el término spirit, «espíritu». En inglés, el término de los
licores en general es spirits. IN. del T}
142 La física del alma
30 El autor hoce un nuevo juego de palabras. En inglés, nothing, <nada», sería literalmente 'no-
cosa'. En el punto señalado, el autor utiliza los términos quantum no-thingness. Si le quitamos el
guión a no-thingness, sería 'nada cuántica'. (N. del T.)
31 Por ejemplo, el físico Saul-Paul Sirag está desarrollando un modelo de la mente basado en lo
teoría grupal, una rama de las matemáticas. Véase Mishlove, 1993.
32 Una referencia al Taittiriya Upanishad (Nikhilananda, 19641, donde apareció por primera vez
la idea de los cinco cuerpos de la consciencia, demostrará que no es necesario interpretar los
cuerpos como fundas. Estoy agradecido a Swami Dayananda Saraswati por la discusión que
mantuvimos sobre este punto.
Dr. Amit Goswami 143
33 Para obtener un atisbo del alcance de esta ciencia ampliada, véase Goswami (en prensa).
La mónada cuántica
34 Sin embargo, las leyes conocidas de la física no permiten que una memoria de este tipo sea
completamente irreversible.
Dr. Amit Goswami 147
35 El físico Howard Carmichael (en comunicación privada con el autor) ha demostrado, mediante
cálculos estadísticas «Monte Cario», que la solución de las ecuaciones no-lineales de Schrodinger
para un fotón en una cavidad resonante adquieren también condicionamiento, proporcionando
osi uno verificación independiente de lo idea de la memorio cuántico.
Dr. Amit Goswami 149
Colapso secundario
Imagen
del posado
acerco del
mundo
Dominios del
preconsciente
Colapso secundario
Nuevo
modo
Colapso secundario
~
Respuesta habitual
delego
veo comida
Fig. 7.2. Los dominios del ego, el preconsciente y las experiencias del yo cuántico.
152 La física del alma
"IIlIIIiIII"~·
37 Se puede plantear la siguiente pregunta: ¿Puede el cuerpo físico por sí solo, si tiene incorporada
una dinámica jerárquicamente entrelazada, precipitar el colapso autorreferencial sin formar equi-
po con un cuerpo mental o vital? ¡Quizás tengamos que construir un ordenador cuántico para
encontrar una respuesta!
160 La física del alma
39 ¿Qué sobrevive?
40 Ediciones Urano. Barcelona, 2006.
Dr. Amit Goswami 173
Actualmente, nos podemos perder con todo eso de tierra, agua, fuego
y aire, pero hay aquí una inconfundible sabiduría. Tenemos que ver la
naturaleza metafórica de los «elementos».
La tierra es el más denso de todos los elementos, y se corresponde
con el cuerpo físico denso. Así, el proceso de la muerte comienza con
la disolución de gran parte de nuestra identificación con el denso cuer-
po físico. Los elementos siguientes (agua y fuego) se refieren al com-
ponente vital y al componente mental de la mónada cuántica. Después
de que la consciencia deja de identificarse con el denso cuerpo físico,
se identifica con estos componentes del cuerpo sutil, si bien continúa
colapsando ondas de posibilidad vinculadas de ambos, para que las
experiencias puedan continuar. Pero se trata de experiencias de ligere-
Dr. Amít Goswami 179
za, de estar fuera del cuerpo, justo lo que dicen las personas que han
pasado por experiencias cercanas a la muerte.
El siguiente elemento es el aire, difícilmente sustancial. Repre-
senta al cuerpo temático o cuerpo del intelecto supramental, la mora-
da de los arquetipos. Cuando nos identificamos con él, tenemos acce-
so a los arquetipos, a partir de los cuales podemos construir visiones.
La última identificación es la identificación con la consciencia en su
gloria original, ilimitada: el Brahmán o shunyata.
Observe que el proceso de disolución en la muerte representa
una elevación de la consciencia hasta la completa libertad, y los bardos
que se suceden durante el tiempo de la muerte son sus complementa-
rios: el descenso de la consciencia hasta la esclavitud de nuevo.
Obviamente, las personas que pasan por una experiencia cercana
a la muerte se ven catapultadas por el estremecedor incidente que
amenaza su vida, que desencadena su experiencia con un cambio del
centro de su identidad, desde el cuerpo físico hasta el componente
vital y el mental de la mónada cuántica. Desde este nuevo centro, estas
personas son capaces de hacer incursiones ocasionales hasta la identi-
dad del cuerpo temático, y de ahí sus visiones arquetípicas; y pueden
incluso ver débilmente la luz de la misma consciencia. Pero como se-
ñalaba el gurú de Sogyal Rimpoché, no están teniendo una verdadera
experiencia de disolución que lleve a la muerte. El suyo es un recorri-
do de práctica. Es un genuino samadhi, la experiencia de un estado de
consciencia que está más allá del ego, sin duda, pero no es una verda-
dera experiencia de bardo de la muerte, pues no es lo suficientemente
profunda.
De ahí surgen las diferencias en las experiencias de la ventana no-
local que yo intuyo que se abre tanto en la experiencia cercana a la
muerte como en el bardo del instante de la muerte, el tercer bardo. Las
personas que pasan por una experiencia cercana a la muerte tienen
vivencias de esferas celestiales, pero rara vez de esferas infernales. Es-
tas personas tienen vivencias de revisión de su vida, pero rara vez tie-
nen visiones de vidas futuras. y todo esto porque no profundizan lo
suficiente. Con frecuencia, tienen la experiencia de que alguien les
dice que regresen. ¿Quién es ese alguien? En definitiva, ellos mismos.
180 La física del alma
El «proyecto atman»
42 Traducción de Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez. En Ofrendo líríca. Alianza Editorial.
Madrid, 1986. IN del T)
190 La física del alma
43 Estos comentarios los escribió el autar Thomas Bell, citado por Imara, 1975.
Dr. Amit Goswami 191
Repensarnos
El karma
44 Estos hermosos versos del poeta William Henley pertenecen a una cita de Cranston y W'dl',ams,
1994, p. 343.
198 La física del alma
Los gunas
Los filósofos y los sabios del este de la India creen que las personas se
pueden clasificar en función de cuál de los tres gunas, sattwa, rajas y
tamas, domina en sus psiques. Sattwa significa «iluminación»; es la
cualidad que ilumina, como la capacidad para amar o la creatividad.
Rajas es la cualidad de la actividad; y tamas es la cualidad de la pereza,
cuando uno se queda enfangado en el condicionamiento.
En mis primeros trabajos, yo reconocía los gunas como lo que
ahora llamamos (siguiendo al conductismo, a Freud y a ]ung), «im-
200 La física del alma
Así pues, lo primero que hay que hacer para vivir como una mónada
cuántica individual es descubrir tu dharma, tu destino, tu dicha, iY
seguirla!46 El mitólogo Joseph Campbell solía decir, «sigue tu dicha»,
pero, claro está, para seguir tu dicha, tienes que saber primero qué es
46 <Dicha», en inglés b/iss, es también el término que hemos traducido como «gloria» cuando el
autor habla del b/iss body, el cuerpo de gloria. Este término tiene ambas acepciones en inglés.
IN de/TI
206 La física del alma
beres. Ambas tareas suponen ampliar los contextos en los que usted
vive ahora. Estas tareas suponen también descubrir los contextos de
transformación interior: conocer de primera mano que es usted más
grande que su ego. En la creatividad interior, usted también medita
para obtener una conciencia mayor de sus patrones kármicos. Cono-
cer estos patrones le ayudará a liberarse, consumiendo karma y evitan-
do crear nuevas implicaciones kármicas.
La nueva ciencia de la que he estado hablando en este libro sugie-
re cinco senderos para el viaje de autodescubrimiento, que son esen-
ciales para que se dé un cambio en su identidad con el ego. No es de
sorprender que estos senderos se descubrieran hace mucho tiempo a
través de medios empíricos; son bien conocidos en las grandes tradi-
ciones esotéricas. Personalmente, utilizaré los paralelismos hindúes,
porque son aquellos con los que estoy más familiarizado.
Uno de los senderos consiste en tomar la pregunta «¿cómo pue-
do ir más allá del ego?» como una pregunta candente e investigarla a
través del proceso creativo. Recuerde que el proceso creativo consta
de cuatro fases: preparación, incubación, inspiración y manifestación.
Para la preparación, usted lee la literatura disponible y practica la me-
ditación (preferiblemente, con un maestro). La incubación es un pro-
cesamiento inconsciente, durante el cual usted deja que las ambigüe-
dades de la vida construyan una plétora de superposiciones de
posibilidades no colapsadas en su mente. La inspiración tiene lugar
repentinamente, cuando usted da un salto cuántico desde su mente
hasta el intelecto supramental y trae de vuelta un nuevo tema para
vivir conscientemente.
Después, la manifestación es el proceso de despertar gradual a
una autoidentificación nueva y más fluida más allá del ego, una iden-
tificación que yo llamo el despertar de buddhi, pero que se puede tra-
ducir mejor como inteligencia supramental (Goswami, 1993). Con el
despertar de buddhi, tomará conciencia más pronto o más tarde de
que, mientras vive usted su existencia, una identidad más grande, el
jiva, una confluencia evolutiva de disposiciones aprendidas, está vi-
viéndole a usted. Así, en este método, que a veces recibe el nombre de
sendero de la sabiduría (jnana yoga, en sánscrito), usted utiliza su
20S La física del alma
mente para dar el salto cuántico desde la mente con el fin de trascen-
der el ego.
Existe una segunda estrategia denominada raja (rey) yoga, en la
cual uno se centra en el descubrimiento creativo de la naturaleza de
la conciencia en sí (de los procesos mentales) para ir más allá. El raja
yoga tiene su origen en el Yoga Sutra, del famoso sabio del siglo 1,
Patanjali. Patanjali dio instrucciones muy detalladas para alcanzar el
samadhi, la experiencia del yo cuántico, y ningún libro de raja yoga ha
conseguido superar la calidad de su tratamiento comprehensivo.
Clave en este método es la tríada de concentración, meditación y
samadhi. Puede ver la concentración como la fase de preparación de la
creatividad. Pero el objeto de su concentración es un objeto de su con-
ciencia, no un objeto de conocimiento. Por ejemplo, la meditación en
un mantra cae dentro de esta categoría. Lo que Patanjali llama medita-
ción es más sutil. En parte es meditar sobre la consciencia testigo,
convirtiéndose en un observador indiferente de sus pensamientos (si-
milar a la fase relajada de la incubación en el proceso creativo).
Sin embargo, un paso crucial es el encuentro del ego y del yo
cuántico, que sólo puede tener lugar cuando usted entra en el precons-
ciente, sólo cuando hay un flujo sin esfuerzo (o casi sin esfuerzo) entre
su conciencia del sujeto y la de los objetos. Desde este estado, es posi-
ble el salto cuántico porque las probabilidades de las posibilidades de
entre las cuales usted elige ya no se encuentran sesgadas en cerca del
cien por 100 a favor de la respuesta del pasado. Cuando usted salta
hasta una nueva respuesta, usted se ha identificado con el yo cuántico,
lo cual constituye el samadhi.
El sendero de la devoción o del amor (bhakti yoga, en sánscrito)
es bastante diferente de los dos de arriba. En éste, la ardiente pregunta
creativa es: ¿cómo puedo amar? Pero no se trata de una pregunta inte-
lectual, de modo que la lectura o la meditación serán de limitada ayu-
da. Más bien, usted comienza por socavar las estructuras jerárquicas
simples del ego en favor de la jerarquía entrelazada del ser que se en-
cuentra más allá del ego. Si lo mira bien, desde el ego, el amor que
sentimos por los demás es un amor centrado en el yo; amamos a las
demás personas y cosas por lo que nos aportan, o porque implícita-
Dr. Amit Goswami 209
mente las vemos como una extensión de nosotros mismos. Nos situa-
mos en la posición de El Padrino de nuestras relaciones jerárquicas
simples con el resto de nuestros limitados mundos. Pero, cuando so-
cavamos esta estructura con prácticas como la de amar a nuestros se-
mejantes como a nosotros mismos, o amar a nuestros enemigos, o
viendo a Dios en todos, tiene lugar un repentino salto cuántico en el
cual descubrimos directamente la alteridad (la «otridad») de los de-
más. Vemos que los demás seres, los otros, son jivas individuales, al
igual que nosotros, con el mismo tipo de aspiraciones creativas, que
van en pos de su propio dharma y que interpretan su propio karma.
Incluso atisbamos que todos, nosotros y los demás, estamos enraiza-
dos en el mismo yo, el yo universal.
El cuarto método se denomina karma yoga en la literatura. El
karma yoga se traduce a veces como el sendero de la acción ritual,
pero se trata de una definición incompleta. El karma yoga es otra ma-
nera de socavar la jerarquía simple del ego en favor de la jerarquía
entrelazada del yo que hay más allá del ego. En la jerarquía entrelaza-
da, no hay quien haga, no hay hacedor, sólo hay acción; el énfasis está
siempre en el verbo. Así, en esta práctica, renunciamos a la autoría de
la acción. Las cosas suceden; yo soy, simplemente, la conexión causal,
normalmente de acuerdo con mis patrones caracteriales y mis necesi-
dades kármicas, pero ocasionalmente con libertad y creatividad.
El quinto método, el tantra yoga, se centra en la creatividad del
cuerpo vital-físico. Normalmente, la persona está totalmente identifi-
cada con su mente, tal como se refleja en su cerebro físico. En este
método, usted se sumerge en las prácticas del yoga (hatha yoga) y en
las técnicas de respiración (pranayama), meditando sobre el flujo del
prana. Usted hace movimientos para activar y sentir su propio chi,
como en el tai chi; le da potencia a su ki con la práctica del aikido
(artes marciales); activa su energía vital mediante el deporte y la dan-
za. El prana, el chi, el ki o la energía vital son, cómo no, una y la mis-
ma cosa: los modos de movimiento cuántico del cuerpo vital. Ahora
bien, por lo general, sólo experimentamos los movimientos o modos
condicionados del cuerpo vital viciados por la mente-cerebro. Pero
una vislumbre repentina acaece cuando uno experimenta directamen-
210 La física del alma
más pronto o más tarde. ¿Le gustaría tener alguna opción en este asun-
to, o prefiere dejarse arrastrar por las fuerzas inconscientes de las
oportunidades y las necesidades? Si quiere usted elegir, hará bien en
prestar atención a lo que escribió el gran poeta indio sufí Kabir:
Morir creativamente
personas que ven toda su vida como una preparación para la muerte
(algo parecido a lo que ocurre con aquellas personas para las cuales
toda la cena es un preámbulo del postre), y no andan nada desencami-
nados al pensar de esta manera (la muerte es su «postre»). Pero si us-
ted ha vivido de un modo <<normal», el cuándo debería prepararse
para la muerte tendrá una importancia especial. Es el inicio de su par-
ticular práctica del yoga de la muerte.
Usted debe de comenzar esta preparación cuando sepa que tiene
una enfermedad terminal; así de fácil. Pero si no hay un indicio tan
claro como éste, ¿qué puede hacer?
Cuando uno se hace mayor, y si presta atención, se le hacen evi-
dentes los síntomas preliminares de la eventual retirada de la cons-
ciencia de la vida. Quizás el cuerpo físico se debilite. Quizás sienta la
boca reseca y tenga problemas para respirar. Quizás tenga también
cierta dificultad para reconocer a la gente. Los síntomas de la retirada
de la consciencia pueden aparecer también en la forma de una reduc-
ción general de la necesidad de conceptualizar, de cierta disminución
de la agresividad en las acciones y los logros, y de una reducción del
deseo por las cosas. Estos síntomas vienen acompañados más tarde
por una tendencia natural a la apatía, así como por cierto desinterés
por los contenidos de la mente, que se halla cerca de la vacuidad. ¿Por
qué aparecen estas tendencias? Se da una disociación gradual entre las
acciones vinculadas del cuerpo mental y el cuerpo físico, o del físico,
el mental y el vital. Cuando esto se hace frecuente, es el momento de
prepararse en serio.
¿En qué consiste la preparación? Aunque se ha documentado
mejor con pacientes terminales, lo cierto es que la mayoría de las per-
sonas pasa por las fases de negación, ira, negociación y depresión
.cuando se enfrenta a la muerte, aunque sea de forma vaga (como ocu-
rre cuando nos hacemos viejos y no disfrutamos de buena salud, cuan-
do comenzamos a darnos cuenta de los síntomas preliminares de reti-
rada de los que hemos hablado arriba). El primer paso para la
preparación, un paso esencial, es pasar por todas estas fases, terminan-
do con la aceptación. La aceptación es la apertura de la mente hacia las
posibilidades creativas de la muerte. El psicólogo Cad Rogers le daba
Dr. Amit Goswami 223
'1).
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Fuente de IT
electrones ~
.~! i
Ranuras Pantallas
Fig. 10.1. En una disposición en la cual se apunta una linterna sobre las
ranuras, podemos ver por qué ranura pasa cada electrón, de ahí que el patrón de
interferencia desaparezca y los electrones se comporten del modo clásico, como
minúsculas pelotas de béisbol.
El cineasta Mel Brooks decía: «Si estás vivo, agitas brazos y pier-
nas, vas saltando de aquí para allá y haces mucho ruido, porque la
vida es lo opuesto a la muerte. Y, por tanto, tal como yo lo veo, si estás
en silencio es que no estás vivo. Tienes que ser ruidoso o, al menos,
tus pensamientos deben de ser ruidosos, coloridos y vivos». En cam-
bio, hay un haiku zen que dice: «Sentado en silencio, sin hacer nada.
Llega la primavera, y la hierba crece sola». Así, el camino que lleva al
encuentro creativo combina la sabiduría de Mel Brooks y la del zen.
48 Para escribir esta sección, he recibido la inestimable ayuda del maestro espiritual Joel Mor-
wood.
226 La física del alma
muerte, no puede esperar que haya un sacerdote presente cada vez que
haga usted este ejercicio. De igual modo, a los musulmanes se les insta
para que mueran diciendo: «No hay más dios que Allah, y Muhammad
es el mensajero», y los hindúes practican el japa, meditando interior-
mente en uno de los nombres de Dios.
Cuando asesinaron a Gandhi, tenía tan interiorizada su oración
de la muerte, estaba tan preparado para morir, que su última palabra
fue «Ram», uno de los nombres de Dios. El propósito de la oración de
la muerte es exactamente ése, estar preparado hasta tal punto que el
instante de la muerte se convierta en un verdadero encuentro entre
Dios y usted, entre su yo cuántico y usted.
¿Cómo se practica? Créese un breve mantra personal con un ar-
quetipo de su propia tradición (ante cuya imagen esté usted consagra-
do de forma natural) como punto central de la oración, y luego repíta-
lo en todos los instantes conscientes. Si la frase es «Dios, me someto
ante ti», usted se dirá esto mentalmente cada vez que se acuerde y sea
consciente. Cuando se vea sumergido en el dolor: «Dios, me someto
ante ti». Si se queda adormilado, al despertar: «Dios, me someto ante
ti». Si se distrae, cuando se dé cuenta de que estaba distraído: «Dios,
me someto ante ti». Al cabo de un tiempo de hacer esto, la oración se
interiorizará; se activará por sí sola como un procesamiento incons-
ciente. Habrá alcanzado el equilibrio perfecto entre el hacer y el no-
hacer. Los hindúes le llaman a esto ajapa-japa (japa sin japa).
Así pues, ¿qué sucede aquí? Todas las tradiciones afirman que
esta oración nos permite reconocer la consciencia en su totalidad (la
clara luz de El libro tibetano de los muertos).
El segundo ejercicio, el sacrificio perfecto, es la práctica de uno de
los más elevados ideales de las tradiciones espirituales. Se basa en la in-
tuición de que el sacrificio voluntario es una forma sumamente eficaz de
llegar a la naturaleza de la verdad. Jesús eligió la crucifixión para redimir
a la humanidad; y, durante el proceso, él mismo llegó a la resurrección.
Los budistas lo llaman el ejercicio del bodhisattva, el sacrificio incluso
de la propia liberación hasta que todos los seres sean liberados. El Bha-
gavad Gita habla de tyaga, el sacrificio, como de la práctica más elevada;
es el tema del último capítulo del Gita, «El Yoga de la Liberación».
Dr. Amit Goswami 227
hacer este ejercicio, éstos parecían pasar por lo que parecían ser expe-
riencias prenatales y perinatales, las del momento del parto. Pero a
medida que las personas profundizaban, las experiencias que emer-
gían parecían centrarse en un dolor colectivo, en el sufrimiento de
toda la humanidad. Le aconsejo que lea en particular la experiencia
que tuvo el filósofo Christopher Bache con esta técnica, si quiere tener
un atisbo de lo potente que es (Grof, 1998; Bache, 2000).
Se puede utilizar el sendero del jnana del que hablábamos en el
anterior capítulo, pero se dice que esta forma de desarrollar la contem-
plación sin esfuerzo es de las más difíciles, ya que consiste en descu-
brir la consciencia permaneciendo dentro de su naturaleza, dentro del
instante presente, sin permitirse distracción alguna. Éste es el verdade-
ro significado de la frase «morir conscientemente».
«De todas las meditaciones conscientes -dice Buda en el Parinir-
vana Sutra-, la meditación suprema es la meditación de la muerte.»
Sin embargo, en la práctica, sólo las personas habituadas a meditar,
que pueden mantener la atención durante prolongados períodos de
tiempo, pueden esperar permanecer con todo el dolor, todo el sufri-
miento, todas las distracciones y toda la indignidad que habitualmente
comporta la muerte.
Pero, por otra parte, en la India existe una curiosa anécdota acer-
ca de un sabio llamado Tukaram. Dicen que un discípulo le preguntó
a Tukaram cómo había tenido lugar su transformación, cómo era que
nunca se enfadaba, que siempre se mostraba amoroso y cálido con los
demás; el discípulo quería saber el «secreto» de Tukaram.
-No sé qué decirte acerca de mi secreto -dijo Tukaram-; pero lo
que sí conozco es tu secreto.
-¿Y qué secreto es ése? -preguntó curioso el discípulo.
-Que vas a morir en el plazo de una semana -dijo Tukaram con
gravedad.
Dado que Tukaram era un gran sabio, el discípulo se tomó sus
palabras muy en serio. Durante aquella semana, el joven cambió su
manera de comportarse, tratando a sus familiares y amigos de forma
amorosa, meditando y orando, y haciendo todo lo que estaba de su
mano para prepararse para la muerte.
Dr. Amit Goswami 229
Hay una maravillosa historia en los Upanishads. Había una vez un jo-
ven llamado Nachiketa cuyo padre dispuso un gran yajna (palabra
sánscrita que significa sacrificio ritual), una orgía de ofrendas, para
asegurarle un lugar en el Cielo. Pero el padre era bastante calculador;
por ejemplo, se guardó las mejores vacas para sí mismo, ofrendando
las vacas más flacas y débiles. Nachiketa, cuando se dio cuenta de la
mezquindad de su padre en las ofrendas, lo puso en cuestión.
-Padre, ¿a quién me estáis ofreciendo?
Pero no hubo respuesta. Nachiketa insistió. Cuando se lo pregun-
tó por tercera vez, el padre respondió molesto:
-A Yama, el dios de la muerte. He decidido ofrecerte al dios de
la muerte.
Pero una promesa es una promesa, de modo que Nachiketa fue a
la morada de Yama. Dado que había ido con antelación, no había nadie
para recibirle. Nachiketa esperó durante tres noches, hasta que, final-
mente, el dios de la muerte regresó. Yama se sintió avergonzado por el
hecho de que se hubiera ignorado a un huésped durante tres noches,
por lo que, para compensar la falta, le concedió a Nachiketa tres peti-
ciones.
Las dos primeras peticiones fueron triviales; pero, en la tercera,
Nachiketa pidió conocer el secreto de la muerte: ¿qué ocurre después
de la muerte?
-Hay quien dice que morimos y hay quien dice que no. ¿Qué
ocurre en realidad?
Yama estaba ahora en un aprieto, e intentó escabullirse para no
contar el secreto de la muerte. Pero de nada le sirvió, de modo que, al
final, le enseñó a Nachiketa la verdad de la existencia: que la conscien-
cia no muere con la muerte. Al percatarse de esta verdad en su interior,
dijo Yama, uno descubre el misterio de la muerte.
y así es. Un día, cuando Ramana Maharshi tenía dieciséis años de
edad, tuvo la extraña sensación de que iba a morir, y «un violento
miedo a la muerte se apoderó de mí». Se puso a pensar qué podía hacer
Dr. Amit Goswami 231
P: Creo que sí. Me gustaría que repitiera cómo define usted el buen
y el mal karma.
R: El karma se ha entendido erróneamente en gran medida, espe-
cialmente en la mentalidad popular. Mucha gente en la India (y no
digamos en Occidente) cree que si realizan buenas acciones (como
dar limosna a los pobres, atender a sus padres y todo eso), acumula-
236 La física del alma
tro ser vital y mental. Sabemos que la propagación tiene un final (la
liberación). ¿Por qué no ha de haber también un principio?
Pero lo cierto es que aquí opera también otro factor. Muchas mó-
nadas cuánticas viejas están ahora más allá del ciclo del renacimiento.
La vida espiritual era más fácil en la Antigüedad, tenía más apoyo por
parte de las distintas culturas. Los hindúes denominaron a aquella
época la Satya yuga (la edad dorada). La gente se liberaba al cabo de
pocos nacimientos. Ahora existen tantas distracciones materiales que
resulta difícil mantener la atención en el aprendizaje. (No en vano los
hindúes denominan a la época actual Kali yuga, la edad de la ignoran-
cia.) Así, las mónadas cuánticas tienen que nacer en cuerpos físicos
muchas más veces antes de que «vean la luz». Esta idea se desprende
también de los datos de Helen Wambach (véase el capítulo 5). Natu-
ralmente, ahora nacen muchas más personas.
Pero, en última instancia, el tema del número de almas emerge
una y otra vez debido a que seguimos siendo presas del pensamiento
dualista, que nos dice que existe un número finito de almas eternas
independientes de Dios (el todo). La visión cuántica (al igual que la vi-
sión mística) es que el alma no tiene existencia aparte de Dios (o la
consciencia). El alma es una identificación limitada que la consciencia
asume con el propósito de explorar posibilidades. Cuando este trabajo
está hecho, la identificación con el alma se somete dentro del todo.
50 Léase Merrell-WoIff, 1994, si desea tener una idea de la proFundidad espiritual de este hom-
bre.
240 La física del alma
cie tiene su propio tema colectivo que satisfacer. Así, al menos, los
animales tienen almas grupales, una mónada para toda la especie. 51
51 El filósofo Arthur Young coincide conmigo en este punto. Véase Young, 1976.
Dr. Amit Goswami 249
mas mejor con el entorno por el bien de nuestros nietos, sino también
por nuestro propio bien. Nosotros mismos, en una encarnación futu-
ra, tendremos que lidiar con los daños que le hayamos hecho al medio
ambiente. Las personas con las que me relaciono en esta vida pueden
estar kármicamente entrelazadas conmigo desde hace muchas vidas.
¿Cómo deshago el enredo del karma pasado?
52 Debido o que los cuerpos sutiles no tienen lo diferenciación micro-macro y sus movimientos son
siempre cuánticos y no degeneran nunca en clásicos, ni siquiera por aproximación, no existe lo
entropía en los mundos sutiles y, por tonto, no hay deterioro.
Dr. Amit Goswami 259
55 Si desea leer una discusión sobre muchos casos documentados, véase Murphy, 1992.
266 La física del alma
que realizan los milagros han alcanzado el nivel supramental del ser,
desde donde son capaces de operar más allá de las leyes de la física,
desde donde tienen cierto control sobre el cuerpo temático de las le-
yes; dicho de otro modo, las personas que realizan los milagros son, en
cierto sentido, los dioses y las diosas de la mitología. Pero el control
que estas personas obtienen es un control basado en cederle todo el
control a Dios, a la consciencia.
Aurobindo identificó cuatro poderes en los seres supramentales:
mahakali (el poder de transformar lo negativo en positivo); mahasa-
raswati (el poder de la expresión creativa incluso más allá de las leyes
de la física); mahalakshmi (el poder del amor incondicional); y mahe-
swari (el poder de la armonía y la ecuanimidad).
En consecuencia, este nivel del ser se expresa como acción apro-
piada (éste es el poder de maheswari). En segundo lugar, se dice que
su voluntad, sea cual sea, se convierte en la voluntad de Dios (éste es
el poder de mahasaraswati). La sabia india Anandamayi Ma hablaba en
ocasiones de sus kheyals, cuya traducción más adecuada sería «capri-
chos». Pero sus caprichos siempre se convertían en realidad. En estas
personas, tanto la realización de milagros como su voluntad ocurren
siempre en completa armonía con el propósito cósmico. En otras pala-
bras, cuando jesús convirtió el agua en vino, sabía que este acto estaba
en consonancia con la voluntad divina.
Durante los últimos siglos ... qué digo, durante el último milenio, con
la salvedad de unas cuantas excepciones aisladas, hemos ido en pos de
la mente y del ego mental. Esto nos ha llevado a una separatividad
creciente, pero también nos ha dado una mayor comprensión, un an-
damiaje para el próximo salto cuántico de nuestra evolución como es-
pecie. Quizás el milenio en el que acabamos de entrar sea el milenio del
270 La fíSica del alma
Involución y evolución
¡ti "3-
~
~
I .
Gloria
ilimitada ~ ..rO
Primera limitación: cuerpo
Intelecto: representación
intelectual [cuerpo de contextos
del cuerpo intelectual
y leyes de movimiento)
G
Mente: representación del
.t
Segunda limitación: cuerpo
(>
i \/' o
.
cuerpo mental
\_0
<)
mental (cuerpo de significadosl
-¡
<\/ o 'ti'
0
.';"", r
V ......'"
Vida: representación • ,.. '1 . ..,.
del cuerpo vital Tercera limitación:
cuerpo vital (cuerpo
de energia sutil)
Cuerpo físico
(libertad perdida)
¿Qué tiene que ver la ufología (el estudio de todo lo relativo a los ob-
jetos voladores no identificados) con la muerte, la reencarnación y
la inmortalidad? Superficialmente, nada. Según la creencia popular,
los ovnis son naves muy avanzadas del espacio exterior, pilotadas
por seres de otros planetas que vienen a visitarnos, y se piensa que
los gobiernos intentan ocultar esta información. La película de Steven
Spielberg Encuentros en la tercera fase resume este sentimiento ge-
neral.
Algunos autores creen que tales contactos entre los extraterres-
tres y los seres humanos se vienen produciendo desde hace eones;
algunos de sus libros se han convertido en best sellers, lo cual hace
evidente la simpatía que esta idea genera entre el gran público.
Éste es el tema en el que prospera la ciencia ficción; y yo, per-
sonalmente, siempre he sentido cierta debilidad por la ciencia fic-
ción. Hace años, me puse a escribir un libro sobre ciencia ficción, de
manera que investigué el tema de los cohetes espaciales bastante a
fondo. La pregunta que me hacía era: ¿pueden llegar hasta nosotros
naves del espacio exterior, procedentes de otros planetas, de otros
sistemas estelares, si tenemos en cuenta las inmensas distancias que
una nave espacial tiene que recorrer?
En general, los autores de ciencia ficción no se preocupan dema-
siado por este problema, porque la física moderna ha acrecentado sus
276 La física del alma
57 Término que aparece a menudo en la saga de Star Trek y que hace referencia a la propulsión por
curvatura, que permitiría viajar supuestamente a velocidades superiores a la de la luz. (N. del T.i
Dr. Amít Goswamí 277
58 El proyecto Omega.
Dr. Amit Goswami 279
Pero ¿qué tienen que ver los OVNIS con la inmortalidad? Hace un par
de años, tomé parte en algunas discusiones interesantes con expertos
en el tema «ovnis». Las discusiones tuvieron lugar en uno de los luga-
res más idílicos que pueda usted imaginar: Paradise Island, en las Islas
Bahamas. ¿Cómo pueden permitirse este lujo unos expertos en el te-
ma de los ovnis y un físico cuántico? Pues porque nuestro anfitrión
era Swami Swaroopananda, director del Centro de Retiros de Yoga de
la Escuela Sivananda en la isla.
Salí de estas discusiones con un novedoso respeto por los avista-
mientos de ovnis. Los materialistas intentan rebatir estos datos ince-
santemente, y con tanta vehemencia como suelen mostrar con los da-
tos paranorma1es. A lo largo de los años, he podido ver que el punto de
vista del científico materialista acerca de lo paranormal está cargado de
prejuicios. Esto se debe, por una parte, a que yo mismo he tenido ex-
periencias paranormales; y, en segundo lugar, porque la no-localidad
cuántica nos ofrece un marco explicativo para lo paranormal, una vez
se introduce la consciencia en la ecuación (véase el capítulo 2). Pero,
de un modo u otro, seguí aceptando algunas de las críticas de los ma-
terialistas a los avistamientos de ovnis sin llevar a cabo demasiados
exámenes críticos; hasta que participé en estas discusiones, claro está.
Los datos sobre los avistamientos son bastante buenos, y sus im-
plicaciones pueden ser mucho más radicales de lo que uno supone
normalmente. ¿Cómo enmarca usted los datos cuando escucha a al-
guien hablar de un ovni? Usted, probablemente, al igual que yo (hasta
aquellas discusiones), supone que, si la afirmación es cierta, hay seres
alienígenas que vienen a la Tierra con una nave espacial, y todos sus
juicios acerca de la veracidad de estos avistamientos se mezclan con la
asunción implícita que usted presupone. Al menos, ésa era mi asun-
ción implícita, y en este mismo capítulo ya le he dado todas las razo-
nes científicas que yo tenía para convencerme de que no podía haber
naves alienígenas de otra estrella visitando la Tierra. Así pues, las pro-
fundas discusiones mantenidas con estos científicos de los ovnis, per-
sonas de alta credibilidad, crearon en mí un conflicto entre dos siste-
284 La física del alma
Así pues, ¿existe el alma y existe una física del alma? ]úzguelo usted
mismo; yo resumiré las ideas de la física que, progresivamente, llevan
a un modelo convincente y casi completo del alma. Simplemente por
diversión, utilizaré la metáfora de las nueve vidas del gato, pero con
un pequeño giro. Cuantas más vidas vive el gato, más cerca está de su
eventual muerte. Pero aquí es al revés. A medida que la física se ex-
pande, a medida que el modelo del alma mejora, el alma se acerca a la
inmortalidad. Y, como regalo extra, más son los datos que se puedan
acomodar dentro de este modelo.
7. En la séptima vida del alma, la física del alma reconoce una ley
del karma sobre la base de los datos empíricos de que sólo trae-
mos parte de nuestras propensiones del pasado a una vida en
concreto. Se trata de las propensiones (prarabdha) que nos per-
mitirán satisfacer la agenda concreta de aprendizaje de una en-
carnación en particular, que contribuirá a la evolución de nuestra
alma hacia la liberación. A la física del alma le añadimos ahora el
arte de recordar nuestro prarabdha, un arte llamado dharma en
el hinduismo. Ahora, nos ejercitamos activamente en el recuerdo
de las propensiones que trajimos a esta encarnación en particular
para cumplir con la agenda de aprendizaje, el dharma, de esta
vida en particular. Cuando aprendemos de acuerdo con nuestro
propósito, nuestra vida se hace especialmente gozosa. La vida se
nos llena ahora de sentido, de significado, a medida que cumpli-
mos con nuestra agenda de aprendizaje.
Los practicantes de la física materialista se quejan de que
~~cuanto más comprendemos el universo, más parece carecer de
sentido». ¡Ahí está! Por comparación, la física del alma recupera
el sentido perdido.
8. En la octava vida del alma, el alma satisface sus responsabilidades
monádicas de descubrimientos creativos de acuerdo con su físi-
ca, y se libera de la rueda kármica. El alma ya no evoluciona, ha
alcanzado ya el primer tipo de inmortalidad, como ángel o espí-
ritu guía, para ayudar a otras almas que se esfuerzan por alcanzar
la liberación.
9. En la novena encarnación del alma, una encarnación especulati-
va que va más allá de la física actual, el objetivo del alma es su
intento creativo por asumir un cuerpo físico inmortal (la resu-
rrección). El posterior desarrollo de la física del alma nos dirá si
esto supone un nuevo tipo de materia que pueda elaborar repre-
sentaciones del intelecto supramental o un nuevo desarrollo del
cerebro capaz de hacer lo mismo.
Así termina la saga del alma, tal como se ha explorado en este
libro.
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YOUNG, ARTHUR M.: The Reflexive Universe: Evolution 01 Consciousness.
Delacorte Press. Nueva York, 1976.
índice analítico
A y evolución 285
annamaya (cuerpo físico) 127
abducción, alienígena 282 Aristóteles 29
aburrimiento 245-246 arquetipos 81-82,196
actualidad 29,43-44,272 experiencias cercanas a la muerte 97
acupuntura 129-130 yextraterrestres 277-278
agujero negro 39 artha (seguridad) 204
aikido (arte marcial) 130 arupadevas (devas sin forma) 164
Ain Sof 134. Véase también lig. 6.3 Aspect, Alain 50-51,73
ajapa-japa (hacer y no hacer) 226 Assiah (manifestación) 135. Véase
albedrío, libre 188--189 también lig. 6.3
alimentos 245 asuras (demonios) 38
ABen, Woody 19,199,241 atman, proyecto 188
alma 15-16,30-31,168--170,237,289-293. átomos
Véase también mónada, mónada inmortalidad de los 253
cuántica no-localidad de los 51-52
de los animales 247 Atziluth 134-135. Véase también lig. 6.3
en la metafísica budista 38-39 Aurobindo, Sri 83, 263-264, 269-270,
inmortalidad del 19 270-271,285-286
y cuerpos sutiles 117-118 autismo 103
y mónada cuántica 153-155 Autobiografia de un yogui (Yogananda) 268
y reencarnación 11 Avalokitesvara (arquetipo de la compasión)
y seres descarnados 116-117 164
Almeder, Robert 163
ambrosía 257 B
amor 208, 227
anandamaya (cuerpo de gloria). Véase Babaji 268
también lig. 6.1 Bache, Christopher 228
Anandamayi Ma 266 Banerjee, Hemendranath 100-101. Véase
ángeles 10,93, 164-165, 246 también nota al pie n.o 21
datos sobre los 115-116 Banerji, Bibhuti 160
ánima!ánimus 196 Banerji, Ranan 121
animales bardos 37-39,39-41,86-88,171-173,172-
yalmas 247 174,179-181,180-182,181-183,
323-325,326-328,329-331
324 La física del alma
materia Moisés 81
cuerpos sutiles 136-137,155-158 moksha (liberación) 17, 204
e inmortali.dad 253, 256-259, 269 mónada 81-83. Véase mónada cuántica
naturaleza cuántica de la 26-29 y reencarnación 82-85,87-89,146
primacía de la 9,23,144 mónada cuántica 12, 153-155, 166-167,235
Yconsciencia 38,46, 79, 270-271, desencarnada 164, 166-167
286-287 individualización de la 169-170,290-291
materialismo 9,22,24-25, 176 yautorreferencia 156-160
Y causación 27-28 y canalización 164-165,243
y lo paranormal 283 Y cuerpos sutiles 140-144,181
y reencarnación 253 Y dharma 204-209
Maturana, Humberto. Véase nota al pie n.o 16 y memoria cuántica 234-235
Maxwell, Clerk 122 y reencarnación 245
McGowan, Robert 279 monismo 23-24
McKenna, Terence 257,260 Montgomery, Ruth 108-109
mecánica. Véase mecánica cuántica Moody, Raymond 92-93
mecánica cuántica 27, 39 Moorcock, Michael 234
medida. Véase medida cuántica morfogénesis 10, 121,272
medida cuántica Morwood, Joe!' Véase nota al pie n.o 48
y consciencia 45-49,67-68 Moss, Richard 131
Ylos cuerpos sutiles 139-140 Moura, Gilda 114
meditación 207-208,228 movimiento, ley del 120-121
médiums 111-114,112,281-282 Moyers, Bill 129-130
memoria muerte 10, 13,34, 172-176, 182-185, 237-
cuántica 148-153,161,169,234-235 238. Véase también inmortalidad;
reencarnación 145-146,160-164 experiencias cercanas a la muerte
Yexperiencia 48, 65 ejercicios tibetanos para la 225-228
mente fases de aceptación de la 189-191
naturaleza de la 9,80,122-125 miedo a la 31, 189,213-215
Ycerebro 134, 250 por suicidio 243-244
Ycuerpo mental 137-138 preparación para la 213-216
yego 207 y creatividad 31-34,77-78,86-87,
yevolución 271. Véase también fig. n.o 12.1 216-217,233-234
y significado 121, 168,291 Y cuerpos sutiles 148-149,178-179,
Ysupermente 263-264, 269-270 182
meridianos 129 yentropía 233-234,257
Merrell-Wolff, Franklin 216,229, 239, 262 Y no-localidad 171
metafisica 24-25. Véase también nota al pie y reencarnación 16,86-87,234
n.o 7 Y visiones 94-95
budista 37-38 Muhammad 163
miedo Muktananda, Swami 278
a la muerte 30, 189,211-216 mundo material
yreencarnación 106-111,160-161 naturaleza del 22-23
Mi esposa y mi suegra (Hill) 45. Véase Yconsciencia 45, 79
también fig. n.o 2.5 Ymundo mental 123-126
milagros 257-259 N
y resurrección 266-268
Mishra, Swarnalata 100 nadis (canales) 129
Mitchell, Mark 147 Neuman, John von 45
Dr. Amit Goswami 329
P Q
qi gong (arte marcial) 130
Pablo, San 249
Quan Yin 165
Padmasambhaba 172
paramatman (yo cuántico) 195 R
paranormal 283
Parinirvana Sutra 228 raja (rey) yoga 208-209
Parker, Dorothy 215 rajas (actividad) 199-200
Pasricha, Satwant 12-13 Rajneesh, Bhagwan Shri 130
Patanjali 208 Ramakrishna. Véase nota al pie n.o 41
Pemose, Roger 121 Ramayana (epopeya india) 256
330 La física del alma
1. De la muerte a la inmortalidad........................................... 13
2. El libro tibetano de los muertos es correcto. ¡Nuestro
trabajo es demostrarlo! 37
3. No-localidad y reencarnación: una displicente
conversación con mi esposa . 69
4. La ventana no-local: interpretar El libro tibetano
de los muertos en términos modernos 79
5. ¿Hay algo más en la historia de la reencarnación
que la no-localidad cuántica? 91
6. ¿Tenemos más de un cuerpo? 117
7. La mónada cuántica 145
8. La historia completa de El libro tibetano de los muertos..... 171
9. Del ego a la mónada cuántica evolutiva: el desarrollo
de un nuevo contexto para la vida 187
10. El yoga de la muerte: morir creativamente 213
11. Preguntas y respuestas....... 233
12. La física de la inmortalidad 253
13. Ufología, inmortalidad y evolución 275
Epílogo: Las nueve vidas del alma 289
Glosario 295
Bibliografía 309
Índice analítico 323