Guía Buen Trato
Guía Buen Trato
Guía Buen Trato
· La violencia no educa........................................................................................................................................................ 4
¿Qué les pasa a niños, niñas y adolescentes cuando reciben castigos físicos?............................................. 4
¿Qué les pasa a niños, niñas y adolescentes cuando sus padres o cuidadores los humillan o insultan? 6
¿Qué consecuencias genera el maltrato en la vida de niños, niñas y adolescentes?................................ 8
· ¿Dónde denunciar?............................................................................................................................................................. 40
La hora de dormir, la hora del baño, las comidas, las tareas escolares,
las salidas u otras actividades son las que suelen aumentar la tensión
cuando ocurren de una forma distinta a la que esperamos madres, padres
y personas cuidadoras. A pesar de las buenas intenciones, esta tensión
puede ir en aumento y presentarse con la siguiente secuencia: ha-
blar-convencer-discutir-gritar-golpear.
Los niños y niñas aprenden principalmente del ejemplo y si se les enseña que
los conflictos pueden resolverse a golpes e insultos, probablemente repro-
duzcan estos patrones violentos de conducta en el futuro.
Los niños pueden sufrir distintas formas de maltrato, pero cuando se trata de
poner límites las que aparecen son el maltrato psicológico o físico.
Baja autoestima
A menudo pueden experimentar sentimientos de inferioridad e inutili-
dad. También pueden mostrarse tímidos y miedosos o, por el contrario,
hiperactivos buscando llamar la atención de los demás.
La comunicación no es
cuando solo habla la per-
sona adulta o, peor, cuando
sermonea.
Este proceso de apego no ocurre solo con la madre, sino también con el
padre y los cuidadores. Es fundamental que los hombres participen de
manera activa en los cuidados de los bebés y los niños y niñas pequeños,
que se involucren en el vínculo con ellos, así como que apoyen a la mamá
en su rol.
Por ejemplo: Los adultos van «interpretando» el llanto de sus hijos e hijas: «es
un llanto porque tiene sueño, hambre, calor o quiere mimos». De esta manera, Para establecer
respondiendo a las necesidades de los bebés, madres, padres y cuidadores van un buen vínculo
organizando una rutina más estructurada, a medida que van creciendo. no solo tenemos
que amar al bebé,
Cuando se acercan a los tres meses, los bebés van ajustando su ritmo sino también
biológico al entorno, y es un buen momento para comenzar a enseñarles empezar a entenderlo.
poco a poco algunas reglas de la vida. Para ello, los rituales y las rutinas
son vitales, porque ayudan a calibrar el reloj biológico del bebé y a en-
tender algunas señales. El ritual implica mantener razonablemente los
mismos horarios y la misma secuencia de acciones.
Guardar las cosas que representen un riesgo para ellos, como objetos
cortantes y líquidos tóxicos, así como tapar los enchufes, etc.
Por ejemplo: el niño está alrededor de una mesa y quiere agarrar el celular de un
adulto para jugar. En un caso así, se puede quitar el celular de la mesa y ofrecer-
le un juguete u otro objeto alternativo para que juegue.
rrinchesElegir algo: si la situación lo amerita, se les puede dar la posibilidad de
elegir. Por ejemplo: ¿Quieres bañarte antes o después de comer?
Evitar una situación: si sabemos que una situación los frustra dema-
siado y los desborda, lo mejor será evitarla hasta que logren enfrentarla
de otra manera.
«Tranquila, te
ayudaré a calmarte
y buscaremos una
alternativa viable.»
rrinchesUna vez tranquilo, ofrécele una alternativa: si le dijimos no a su deseo
original porque era inviable, ofrezcamos algo que sea posible.
Una vez que la rabieta pasó, podemos manifestarle la alegría de que haya
recuperado el control y enseñarle cuál habría sido la mejor manera de actuar
o de expresar lo que sentía, estimulando el uso de palabras.
No son buenos ni los gritos ni Si creemos que el niño o la niña ya conoce los motivos por los que
los exabruptos. Cuanto más le pedimos que se comporte de determinada manera, no está bien
serenos estemos, mejores se- repetirlos para «convencerlo/a».
rán los resultados obtenidos.
Un buen sistema implica indicarle la consecuencia de su incumpli-
Encontrarás más detalle
miento. En tono firme, pero sin gritos ni ningún tipo de violencia y
sobre estas alternativas en la
sección «Límites sin violencia» una sola vez. La repetición interminable solo agota la paciencia de los
(página 32). adultos.
Entre los 5 y 7 años los niños y niñas tienen mucha energía. Su coordi-
nación sigue mejorando: pueden escribir y manipular mejor los objetos.
Siguen teniendo un corto período de atención. Buscan actividades
que involucran acción. Necesitan sentir confianza en sí mismos como
miembros de una comunidad. Son soñadores y sensibles a la aproba-
ción de los demás.
Las figuras adultas son muy importantes para las y los adolescentes,
aun en el clima conflictivo y demandante en que a veces se dan sus
relaciones. En su proceso de transformación las y los adolescentes
pasan por cambios físicos y emocionales que por momentos les re- «Así veo yo las cosas,
sultan difíciles de sobrellevar. Por eso, aunque las y los adolescentes y entiendo que para ti puede ser
no sean conscientes, el apoyo y el acompañamiento de los adultos diferente, pero, de momento,
son vitales. y porque soy responsable de
La inmadurez y la irresponsabilidad son rasgos saludables de los y las ado- ayudarte a crecer, tomé esta
lescentes, quienes madurarán cuando sea el momento de hacerlo, sin decisión y espero la entiendas, o
necesidad de ser forzados. Es una etapa en la que los límites de los adul- quizás lo harás más adelante.»
tos también son saludables, si se dan en un marco de sostén y confianza.
«A guardar, a guardar,
cada cosa en su lugar.»
Leer cuentos: es otra manera en que madres, padres y cuidadores
podemos ir transmitiendo ideas acerca de las concepciones del mundo,
además de ir estimulando el lenguaje, lo que, a su vez, proporciona
más elementos cognitivos y emotivos para que los niños y niñas com-
prendan lo que las personas adultas esperan de ellos.
Compartir gustos: con los niños y niñas mayores, así como con las y
los adolescentes, los adultos podemos lograr una aproximación si-
milar para dialogar mejor y obtener su atención conociendo y com-
partiendo algunas actividades de interés para nuestros hijos e hijas,
como sus programas de TV, juegos electrónicos o temas musicales
favoritos, por citar algunos ejemplos.
«A ver Nico...
si te calmas nos
podemos entender.
Estás cansado, es
muy tarde para ir
a casa de Pedro, mañana
lo llamamos.»
Reforzar verbalmente las conductas positivas: madres, padres y
personas que cuidan, cuando el niño, la niña o el adolescente tiene
un comportamiento adecuado, podemos emplear frases como:
«¡Diste lo mejor de ti!», «¡Felicidades por tu esfuerzo!», «Gracias
por tu ayuda», «¡Cómo estás creciendo!», «¡Mira todo lo que ya
aprendiste!», «¿Te diste cuenta del buen resultado que trajo tu trabajo
arduo?», entre otras.
«¡Felicitaciones,
te quedó precioso!»
Para ello, las madres, los padres y cuidadores podríamos decirles y an-
ticiparles lo que va a ocurrir si no actúan debidamente, dejando que los
niños, niñas y adolescentes enfrenten sus propias responsabilidades.
Para el desarrollo de la guía se tomaron como base los contenidos de las siguientes
publicaciones:
- ¿Mucho, poquito o nada? Guía sobre pautas de crianza para niños y niñas de 0 a 5 años de
edad, Montevideo, UNICEF, 2011.
- Primera persona. Realidades adolescentes, Montevideo, UNICEF, 2014.
UNICEF agradece a Uruguay Crece Contigo por los insumos para la adecuación de los
contenidos de la guía.
UNICEF México agradece a UNICEF Uruguay por compartir el contenido y artes de la guía para su adaptación.