Yoyes - Desde Su Ventana

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YOYES

DESDE SU VENTANA

1987
M" Dolores Gom:álc~ )(¡¡Iurui n, YO)'cs, nnClO en
Ordizia el 14 de mayo de 1954. En los prirnt"ros años 70
se integr6eo ET A, y, a finale sde 1973, se exilió a Euskadi
Nnrte.
Vayes. una de las pri meras mujeres que se planteó su
militancia en ETA con todas sus consecuencias. llegó a
desempeñar puestoS de responsabilidad en esta o rsani .
;cación Tras abandonarla en 1979, se trasl:ldó a
pri ncipios de 1980 a México, donde realizó 13 carrcrJ de
Sociología y trabajó en uno revista de las Naciones
Unidas.
En octubre de 1985 regresó a Euskadi , acogiéndose al
decreto de amnistía de 1977. EIIOde sepriembrede 1986
fué asesinada en su pueblo nafll l. en atemado reivindica·
do por ETA, qu ien la ca lificó de "traidora " al Pueblo
Vasco. Sin embargo. ni este supuesto argumenro ni los
posteriores ¡memos de justificación del ascsinalO han
conseguido neurralizar el fuene impacto que produjo en
la opinión pública. El hecho ha sido objeto de diferentes
análisis que coinciden en ver en ello la degradación a la
que pueden verse abocadas las organizaciones militaris·
['015 .
El caso de Vayes, en coanlO símbolo de una
generación que vivió su juvemud centrada en el
compromiso político, y que al llegar a la madurez ha
dirigido su vida por a iras derro teros, es susceptible de un
estud io p rofundo que si rva, en defini tiva, para la
clarifi('Jció n de ciertos aspectos de la histo ria vasca
rC('ieme. El objetivo de ('SIl' libro es, sin embargo, más
limilado: m~iantc la publicación de extr3ctOS del diario
y diversos eser ilOSde Voyes, juma a notas biogrn ficas que
faciliten su comprensión, se pretende d3r sólo el primer
paso en esre sent ido.
El diario de Yoyes se inicia en 1979,coincidiendocon
1:1crisis que la IIev6 a abandona r ETA ,y seextiende hasta
lus últimos d í:lS de su existencia En él, va dejando
constancia de su vida cOlidiana. nada fácil en OCllsinncs, a
lo vez que reflexio na sobre mdo aquello que de~p i erta su
curiosidad insacia ble, siempre d<.-sde una óptica femen i-
na, rebelde aore las lim itaciones que esta sociedad
impone a la mujer.
YOYES
DESDE SU VENTANA

Este libro. que recoge fuf'ldamcnlalmentc el diario y diversos escritOS de


Yoyes, ha sido elaborado por:

Elixobete Gamtendia lAsa


Gtori COnzó/e: Kauuain
Ana Conzóle: KOllumn
Juti Garmctldia uuo
Juanjo Dorronsoro

Han aportado sus lCStimonios, escritos u orales:

I sa GOlUáln Kalarain, Kaldo ht~ta. Allne Elcheverry. M . AsWl


González Katarain, Angelita Katarain KamiruJur, Luis Gonzálcz
Redondo, Jesus Echamendi, J. Asur~ndi . Pedro M OCICZUlnI'l , Jor Be
Guliérrcl, Rocfo Dlauscobar, Gema GOllzález Kalarain . AranwI
Otaño. Marian Trujillo . M' üSús A.rizmendi, Isabel GOflullcz. M-
Carm.t!n Garmendia, Ana ZurUluza, LoTe G~nagll , Lurdes Auzmendi,
Ana ErdlO,llZiar Ajes/aran, Acuslln TxurruJ:¡J , Choro Muiz/ eRi,

1987
YOYES
DESDE SU VENTANA
Todo lo qllt pudimos vivir jU/ltas.
todo lo que la dUrancio nos privó €k contarMS.
€k compartir...
El corto upacib €k tiempo que a tu vuella
MS permitió saborear tu preunciaflsica ,
tafltas veces añorada.
TODO vieM hasta fllltStro reclltrdo,
quisiéramos ~r podido plaJmarlo.
rkjar COtlSlancia,
pero se hIl qlltdado ahi.
Se qlltda con los qllt te quisimos tanto.
con los qllt celosatru:llle
te seguiremos gllDTdando y transmitiendo.
mientraJ podamos respirar el (Jire. qllt
violenta e injusttllMllle
te ar~baJarOfl.
lNTROOUCCION

Yoyes no ha publicado su libro, petO nos lo ha dejado escr~o . No


aquél que ella habla proyectado y del que emborronaba cuartillas en
los dlas quellegar lan a ser muy próximos a su final. Ni aquel Olro oon el
que sofiaba en la adolescencia y del que escribió el título a todo correr,
pata que no se le olvidara. Poro si este 01ro que. aunque su finalidad
no era en principio la de salir a la luz pública, puede ayudar a conocer
su vida
Por eso, desde el momento en que ella no iba a poder seguir
llenando más cuadernos y cuartilhs. quienes de una u otra manera
habíamos sido testigos de su vida, en diferentes grados, épocas y
situaciones, y que no aceptaremos nunca el hecho de habérnosla
arrancado de entre nosotros, nos hemos decidido a publicar su libro,
este libro.
Nos han dolido en lo más profundo los empeños de quienes han
tratado de desfigurarla, mancharla, calumniarla y volver a juzgarla tras
ser ejecutada su sentencia. Maldecimos el silencio cómplice de gente
qU8 un d la S8 dijo amiga suya. Pero no ha sido el intarés an responder
a los aL:lores y cómplices de su asesinato. ni ninguna pretensión
apologética, lo que nos ha impulsado a sacar a la luz este libro.
Nos ha movido, en primer lugar, el deseo de que no caigan en el
olvido aquellas ideas, inquietudes, sentimientos. ilusiones y desen-
gaflos que ella abrigó y supo plasmar en el papel. Simplemente porque
creemos que su intento mereció la pana. que sus escritos tienen un
valor propio, intr lnseco, independientemente del l inal trágico de su
autora.
Nos ha inUuldo, sin duda, el hecho de sentirnos muy próximos a
esta mujer, parte de una generación que volcó su juventud en que-
haceres comprometidos y peligrosos, y llegó a la madurez con cierta
sensación de haber quedado con las manos vacías y la necesidad do
llenarlas de nuovo con lo cotidiano y lo trascendente, 10 concreto y lo
universal.

7
Nos ha estimulado tambi6n, a quienes compartimos su condición
d. mujer, asa solidaridad Intima, tan denostada a veces, difIcil de
explicar pero latente. ~Esa solidaridad que nos hace comprender en
cada pasaje de su vida las razones que le llevaron a actuar como lo
hizo. Que nos hace intuir sentimientos sospechosos hacia ella por
parte de quienes se Sinlieron con el derecho de castigar su abandono
de la organización. ave nos da coraje para seguir siendo nosotras
mismas, y no lo que otros qvieran,
Sabemos que su historia puede ser susceptible de lecturas dife -
rentes. Pero quisiéramos que quien 58 acerque a este libro no busque
en él a ese personaje que, a su pesar, IIeg6 a ser m~o ~e signo
pos~¡vo para algunos, negativo para otros- sino a la mujer que, desde
su ventana, miraba a la vida y trataba de explicársela para vivirla cada
vez con mayor conscierycia y consecuencia. Sus papeles son testigo
de ello.
Para situar el contexto en el que fueron escritos y facilitar su
comprensión, ~emos realizado un somero (ecorrido por las distintas
épocas de la vida de Yayes, desde los orlgenes familiares hasta aquel
10 d. . .ptiembre de 1986, qve fue el ú~ ¡mo de su existencia. Al ha-
cerlo no hemos pret8f1dido elaborar su biografla, que podrla ser objeto
de un estudio mis profundo, .Ino anotar Sencillamente los escenarios
y acontecimientos, pequeflos y grandes, que marcaron su vida.
Somos conscientes de que en estos apuntes se pueden encontrar
lagunas aCerca de ciertas épocas y aspados, sobre todo en lo refe -
rente a su vertiente militante en la segunda mitad de los 70. la clan-
destinidad que ella misma se imponla y la imposibilidad de acceder a
quienes hubieran podido dar testimonio de ello, nos han impedido
mostrar con mayor daridad este periodo.
Ellector'encontrará en cada capítulo una parte introductoria que, a
medida que avanza el libro. 58 irá reduciendo para dar paso a los ex -
trados del diario de Yoyas.

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APROXIMACK>N Al DIARIO DE YOYES

·Vivir es transformar en conciencia la experiencia más vasta po.


sible" dice A. Malraux. Estas palabras reUeJan con bastante lucidez la
actitud de Yoyes ante su vida , el sentido que Yoyes dio a su historia
personal.
Su vida transcurrió entre gritos y llamas y, desde su infancia, vivió
la existencia con gran intensidad, desafiando constantemente a la
muerte. AsI, en el diario del 29-12·84 escribe : ·Se diría que no me asuso
ta morirme, que siempre he vivido con la muerte como presencia".
Yayas no tiene miedo a la libertad y le gusta enfrantarse a la rea·
lidad que se le presenta, es incapaz de evadirse conscientemente de
lo dificil Y de lo amargo, y para ello reflexionará día a dia en su cua·
derno, realizará su pequel"lo autoanálisis. Enlre pausa y pausa se
recordará a si misma, en tono interrogativo, la frase de nna Modoli:
"¿Cuántas veces se puede empezar a vivir en la vida?".
l a necesidad de expresar la profunda verdad de su vida nace de lo
más intimo de su ser, del limite de su existir, de la soledad buscada y
amada por ella. Por eso, las decisiones de su cotidiano transcurrir, bao
sadas en la reflexión profunda, serán definitivas, casi irreversibles. No
admite normas axtral"las.
Cuando Yoyes dice no al régimen franquista, llegará a empurtar las
armas y a abandonar su casa, y cuando dice no a ETA. dará un paso
innegociable y retornará a la tierra que le vio nacer.
Aunque conecla el miedo hasta roer sus dientes en medio del
sueño, el constante conlrol de sus limites le llevaba a superar todo
signo de cobard la. Consciente de la complejidad de la vida, le disgus·
taba la aditud de huida de la realidad social o individual.
Yoyes no se arrepintió de los caminos andados ni de sus desacier-
tos o insuficiencias. Su estilo y su capacidad de saber dormir y poder
descansar en el momento propuesto eran el mejor si ntoma de la sere·
nidad de su conciencia.
lo que eUa nos cuenta en su diario, no es la anacdota o el suceso
cotidiano. ni siquiera la simple estrategia política. Al escribir, busca

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primordialmente su propio equilbrio pslquico, quiere ahondar en las
motlvadones que le llevan a actuar de una determinada manera, a
fundar su propia esperanza.
El diario de Yoyes se amplia a partir de 1979. No es que ante-
riormente se abstuviera de escribir sobre si misma y su entorno. pero
su actividad o.Jnstante y la disciplina de la clandestinidad, le impiden
escribir sistemáticamente.
El diario de 1979, escrito en Siarritz, muestra la agria lucha que
lleva en su interior al darse cuenta que el proceso de liberación de Eus-
kadi, 'vla luch,a armada, no avanza y que morir con el arma en la mano
no tiene senrdo. porque no acelera el proceso revolucionario,
Yoyes nos cuenta el estremecimiento que siente en su cuerpo y en
su alma, en el momento de decir a la dirección de ET A que quiere aban-
donar la organización. No dice ni una palabra de las diferencias que
hay entre ella i¡ los demás miembros de la dirección. Personaliza el
problema político porque sabe que si expone con claridad su profundo
cuestionamienlo de ETA. sus oponentes le tienen preparada una
tumba.
El diario de 1980 a 1984 será escnto en México. Yoyes logra huir
de la situación de terror vivida en Euskadi Norte, e Intenta en México
D.F. ampliar y enriquecer su experiencia vital: el contraste cu~ura l de
la capital azteca le re sultará difIcil, pero al mismo tiempo interesante.
Su angustia existencial no desaparece inmediatamente, pero el
poder entrar en los medios universitarios supone para ella empezar a
pensar con una mayor intensidad en términos universales, y a ver la
vida por encima de los límites vividos anteriormente.
Yoyes echa de menos a sus seres más queridos, que viven en
Euskadi, pero sus proyectos intelectuales, el nacimiento de su hijo, el
terminar la carrera, ... serán motivo de enorme satisfacción. Ella escri-
birá en el diario sobre su problema de adaptación al medio mexicano,
los viajes alrededor del país, los estudios, y al mismo tiempo recordará
su pasado y sus vivencias de la adolescencia.
La maternidad que le toca vivirtendrá para Yayes un atractivo úni-
co: el embarazo, la preparación al parto y la glori- de contemplar las
primeras andanzas de su hijo serán motivo de gran alegría, a pesar de

\O
la natural dificultad. Vida, vida, vida seré la palabra maravillosa repe-
tida por ella
El diario de 1985 será escrito en México, en Pads, en Biarritz y en
Oonostia, y el de 1986 en esta última ciudad. Yoyes continúa realizan -
do su introspacción en las pág inas del diario, a pesar de su cambio de
vida. El hábito que tenia de no tratar temas referentes a la poHtica
comienza a resquebrajarse. No se calla ante el cerco que le tienden
los círculos próximos a ETA, por un lado, y por otro, los medios de
comunicación, empeñados en tergiversarla. No hablará en público,
pero sr se expresa en su diario sobre los motivos de su vuelta a
Euskad i Sur, sobre la cerrazón de ETA y Ha, sobre su actitud ante la
cultura vasca...
Yoyes nos ha dejado cientos de cartas y cinco cuadernos con su
diario. No hemos seleccionado casi nada de su correspondencia abun-
dante y asidua porque está llena de referencias personales y ef respe-
to a la intimidad impide su publicación. Asimismo. hemos escogido lo
más significativo de su diario y dejado sin desvelar todo aquello que
pueda herir a personas que viven entre nosotros. Por esta razón las
fechas del diario tienen una continuidad más espaciada que la rea!. sin
que ello sea óbice para COIlOCilf su aventura personal.

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Capílulo 1
PRlMEROS AÑOS ...
(Ordiúo.. 1954-/970)

"Hablar de la infancia es hablar del atxona, que nos crió


mitnlras el aila y la amo trabajaban ; es hablar de uno. casa muy
grande. llena de misterios, casa Goiline, llena de cuartos, pasi-
llos y muebles amiguos que fabricaba el atXlJna; es hablar de la
carpimufa, la huerta que lan silenciosa guarda nues/rosjuegos y
camos. de la cuna grande de madera tallada, donde nos acunaban
y nos cantaban para dormirnos. Es hablar de lafamitia , que tan-
ta importancia lUVO en tu vida y en la nuestra , de nueSlras
muñecas de modera ta/lada y luego de cartón, de las muchachas
que nos cuidaban cuando ya/uimos muchos, de las monjas del
Colegio de la Milagrosa, al que nos llevaban de la mono, con la
batita blanca o el uniforme azul de paño, y la camisa blanca con
un lazo al cuello y la boina. Ase hiciste la primera comunión,
segÚII atestiguan las fotos. El colegio, del que volvíamos a las
doce para comer el pan untado en toma/e que nos daba el atxona
mien/rasjugábamos a reinas,princesas, a gitanas, bailando, dis-
razándonos, cantando, apoderándonos de la casa, las mesas, los
armarios poro. escondernos, corre/eando ...",

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He aqul algunas de fas claves de la infancia de Yayes expuestas
por Isa, hermana y compaflera en estos primeros afias. Aparece en
primer lugar el a~ona, José Katarain Gereflu. Nacido en Segura en
1eee, se crió en Ormaiztegi, donde aprendió el oficio de tallista y
fabricante de mue~les y se instaló en Ordizia. Tras enviudar se casó
en segundas nupcias con su prima Maria Kaminaur Gereflu, de
Zagama, madre de tres hijos habidos en América. De la nueva unión
nacer/an tres hijos, la mayor Angela o Angelita. madre de Yoyes.
José Kataraln lue quien convirtió Goitine en cuna y hogar de sus
hijos y nietos. Galtine es un antiguo caserlo cuyo origen se remonta
muchos años y quizá siglos atras. Es una casa que. sin ser sei'iorial.
no es corriente. El rro Oria la separa de ·Construcciones y Auxiliar de
Ferrocarriles·, la empresa más grande y de mayor tradición. incluso de
lucha, del Bajo Gaiern. Desde el puente que da acceso a la CAF, muy
cerca de Goitine, se observa uno de los perfiles más esbeltos del
Txindoki. en ~ extremo de la Sierra de Aralar, monte por excelencia de
esta comarca.
Gaitine está situada al final de la calle Urdaneta de Ordizla, que
parte de la céntrica ·Puerta del So," y baja en suave pendiente hacia
Beasain, el pueblo vecino. Esta calle CUenta con una parte de los
pequel'los establecimientos tan abundantes en Ordilia, pueblo de gran
tradición comercial, alimentada en gran medida pof' el mercado se·
manal de los miércoles, uno de los más prestigiosos y pujantes de
Gipuzkoa. Como se verá más adelante, la familia Ganzález Kalarain
está relacionada con el comercio por parte de sus dos ramas.
Los González proceden de Otero de Escarpizo, en la provincia de
le6n. El abuelo. Vicente Ganzález Mosquera, nacido en 1879, emigró
primero a Barakaldo y de allí a Panamá, donde trabajó en las obras de
construcción del Canal. A la vuelta se caSÓ con su prima segunda
Asunción Redondo Azkarate, nacida en Barakaldo, y tras vivir algunos
afias en Beasain, donde trabajó en la CAF, el matrimonio acabó por
instalarse en Ordizia. De esta unión nacerían seis hijos, el menor de
ellos, Luis, padre de Yoyes.
Mientras los Katarain tienen sus ralces en pleno Goierri, los Gan·
diez pertenecen a aquella primera oleada de inmigrantes que atrajo la

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temprana industrialización del Pals Vasco. Este componente mixto,
derivado de la diferencia de origenes da cada rama. ha astado pre-
santa durante al'los en la trayectoria de la lamilia González Katarain.
simbolizado de alguna manera por dos hombres de la misma: José
Kataraln, el a~ona. vascoparlante y euska~zale, que se alegraba cuan-
do vela que sus nietos empezaban a aprender euskara y sentirse vas-
eos; luis González, el padre, castellano de origen, espaflol por con-
vencimiento y apolftico respetuoso de lo establecido, aunque debla de
COntar COn algún antecedente republicano on la familia
l a caracterlstica común entre las dos ramas la const~uye la dedi·
cación a la actividad comercial. José Katarain tuvo su propio taller de
fabricación y venta de muebles. mientras su mujer se dedicaba a co-
ser y vender confecciones. labores que compartió desde muy joven su
hija Angel~a. Vicente González. aunque carpintero también de oficio,
acabó estableciendo una tienda de ultramarinos en la calle Urda neta
de Ordizia. unos números más arriba de Go~ine. Esta negaría a ser ,a
tianda- de la lamilia GonzáJez Katarain. tras Goitine. el segundo lugar
clave de referencia Mientras el padre, luis, llevaba representaciones
de balanzas y embutidos que le haclan viajar por toda la zona, la
madro. Angelila, despachaba en la lionda. la vida se repartla entre
Goitine y la tienda.
Precisamente a caballo entre la casa y la tienda dio a luz Angelita a
su segunda hija. Tras cenar en la vivienda que hab~aban junto a la
tienda, se sintió indispuesta, con doloras da parto. Rápidamente sa
trasladó a su casa natal, Goitine, y allilo de la medianoche nació una
niña, que se venia a unir a la mayor, M. Asun, de dos alÍos.
Era el 14 de mayo de 1954; a los pocos dias se le impuso a la
recién nacida el nombre de una de sus tlas, la que le llevó a bautizar:
MI Dolores; nombre que pronto pasada a ser casi s610 el olicial, des-
plazado por el que c:earon la lengua detrapo de los pequei'los: Yoyes.
Aunque la cartilla indica que MI Dolores González Katarain inició la
escolarización el 15 de septiembre de 1959, ya desde los tres afios
acudla al Colegio de la Milagrosa de Ordizia. regentado por las Her-
manas de la Caridad. En el anecdotario familiar. con ligeras varianles
según el relator. se recuerda un incidente que apunta ya el carácter

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poco conformista de Vayes. Cansada de hacer palotes y más palotes
por ardan de la Sor, le amenazó: "Cuando yo saa monja y tú nina, ta
mandaré hacer palotas toda la tarde~. Por lo demás era una nii'ia
aplicada y sin complicaciones, pero muy pi"egunlona, Trala mMi, a su
harmana mayor, M. Asun, a quien cosla a preguntas. Esta le llamaba
"filósofa- y Vayas se enfadaba, porque le sonaba mal la palabra, pero
'lOMa a pi"&guhtar: -¿V eso qué es?-,
Lo que más le gustaba a Voyes era vestirse con cualquier trapo,
cantar, bailar y hacer teatros, juegos que compartra con hermanas y
primas y en ~s que colaboraba a veces alguna Ha. Incluso llegó a
actuar en público varias veces, dentro de celebraciones escolares y
demás. En una ocasión, en un concurso con motivo de las liestas de
la cane Urdaneta, cantó: .... Y en un carro de gitanos .. :. No nece-
s~aba gran cosa para convertirse en g~ana convincente: la tez mo-
rana y pálida a la vez, el pelo negro y largo, los ojos oscuros y muy
grandes. Sólo la nariz y el mentón, largos y finos, rasgos tlpicamente
vascos heredados de los Katarain, denotaban su procedencia
El progresivo aL.mento de la familia hizo que Voyes pasase el curso
1963-64 en la colonia Golenetxe, cerca de San Sebastián. Allá lue "la
coadjutora- que ayudaba al sacerdote en las labores de la iglesia. Su
estancia se vio ensombrecida por un acontecimiento. Un dla vio llegar
a su madre toda vestid:l da negro y enseguida sospechó lo que habla
su~ido : habla muerto la abuela Asunción, Fue, según confesaba
siendo mayor, su primer contacto con la muene. Ai'ios más tarde, ella
misma la iba a tenar muy cercana, debido a un ataque de peritonitis
que obligó a una urgente y grave intervención.

"La infancia acaM ~ golpt, al terminar los estudios en las


monjas y pasar a fa Academia. Tuviste que dejar los juegos y
cambiarlos por el trabajo en la tienda; la ama le hizo una bata
azul, con tu nombre grabado en el bolsillo. Guardabas en una ca-
ja gris y rosa ~ me/al recortes tk Kennedy 'j de Lutero King,
junto a postales ylotos de cantantes, pero ya no discutlas si era
la mejor Marisol o la Roelo". (Isa)

16
Fue en el curso 1964·65 cuando Yoyes ingresó en la Academia
Urdaneta de Ordizla para iniciar el bachiUerato. "La Academia", como
,. la conoera por antonomasia, era toda una ¡nst~uci6n en el Bajo
Goierri, donde cumplfa las funciones dellnstitllto todav fa inexistente.
Sus locales estaban repartidos por la casa Torrea, Junto a ta
iglesia, que albergaba además las Escuelas Mun icipales, la Escuela
de Música y otras dependencias de carácter público. Al no ser centro
reconocido, los exámenes de fin de curso habla que pasarlos en los
Institutos de San Sebastián, jugándose el trabajo de todo un afio en
dos o tres dfas. Yoyes, aunque no era de los alumnos más destacados
de clase, fue completando el bachillerato sin mayores tropiezos.
Aunque regida por un sacerdote -don Antonio Yarza-, el hecho de
que la enseñanza fuera mixta, cosa nada rorriente en aquella época,
imprim la a la academia un carácter especial, diferente de los colegios
de frailes y monjas.
Por otro lado, la conlluencia de alumnos provenientes del medio
rural, junto con los más urbanos de Ordizla y Beasain, la convenla en
punto de reunión de mundos diversos, siempre dentro del microcos-
mos del Goierri. Precisamente alll Yoyes tendrJa ocasión de acercarse
al conocimiento del medio rural y vascoparlante, a través sobre todo
de su relación con Ana Zurutuza. de Lazkaomendi, su amiga Intima a lo
largo de todos eslos aflos. Era una amistad basada en la diferencia ,
diferencia de ambientes y caracteres, pero cimentada en el hecho de
compartir todas las ilusiones, descubrimientos e inquietudes de la
adolescencia.
Yoyes era bastante reservada pero a la vez tenia facilidad para
contactar en profundidad con la gente, facilidad que fue en aumento
con los a"os. Le gustaba comunicarse. Se cuestionaba casi todo y es-
cuchaba con interés aquello que pudiera aumentar sus conocimientos,
todo lo que pudiera ampliar su visión de las cosas y le ayudara a
entender un poco más el mundo que le rodeaba. As! se fue enterando,
en medio de conversaciones sigilosas, que los vascos tenían su
propia bandera, la ikurrifla, que algunos dibujaban a escondidas sobre
los pupitres. escribiendo al lado GORA EUZKADI. Algunos decían
también que Franco era malo.

17
Yayes escuchaba con curiosidad estas cosas, desconocidas para
ella porque, en casa, ni las habla ordo, y le movían a preguntar más y
reflexionar.
Para entonces la familia habla aumentado considerablemente.
Eran ya ocho hermanos, necidos en un lapso de doce años. Tras M.
Asun y Yoyes hablan llegado Isa (1956), José Luis (1957), Glori
(1959), Angel (1961), Luis Ignacio (1962) y Ana (1964). Más tarda
-nacerla Gema (1970).
Yoyes se habla convertido en segunda madre de los que le se-
gulan, mientras M. Asun ejercía las funciones de segundo padre. Luis
y Angelita estaban demasiado ocupados en sacar la familia adelante y
necesitaban la ayuda de sus hijas mayores tanto en casa como en la
tienda. M. Asun ss encargaba, sobre todo, de llevar las cuentas, y
Yoyes cuidaba y organizaba a los mas pequeños: baños, vestidos,
tareas escolares. Pero también tenía que echar una mano en la tienda
y pasaba recreos y vacaciones despachando, aunque no le gustaba
demasiado hacerlo.
De cualquier manera, el aburrimiento no tenia cabida en Goitine.
era casa. abierta a los amigos y amigas de cada uno de los hermanos,
pues habla suficiente espacio para jugar y perderse en los recovecos
de la casa, en la terraza y la huerta. El hecho de que la madre trabajara
durante todo el dla en la tienda la convertra en reino de los hijos; s610
de vez en cuando la severidad del padre penra Ireno a su mundo. AsI
recuerdan una vez en que para despedir a Isa, que se iba a Goienetxe,
montaron entre todos los hermanos una gran chocolatada. El padre los
pilló en plena faena y les impuso el castigo de escribir quinientas ve-
ces -El chocolate s610 lo hacen las mamás·. frase que se ha con-
vertido en latiguillo entre los González Katarain.
Entre las diversiones, ocupaba un lugar importante la iectura. Que-
da constancia de ello en una carta que escribió Yoyes en nombre de
todos los hermanos al Hospital de San Juan de Dios de Donostia. lle-
va fecha del 8 de agosto de 1970 y dice: ..... Somos nueve hcnnanos,
la más pcqueila tiene dos meses y la mayor 18 aflos; somos todos, has-
ta la de 6 alias, muy aficionados a leer l o que sea, y exagcr::Jndo en
esID, no pensando en cl dinero que gaslábumos en ciJo. hemos ido COIll-

18
prando Y leyendo chiSlCS, revistas, cuenlOS y algún libro que 000. és-
tos baslaJlte buenos ... ". En la carta ofrecen todo ese material, del que
se desprenden por el cargo de conciencia que les supone el dinero
gastado, a bs nit'los acogidos en el Hospital.
El cargo de conciencia debió ser momentáneo. pues Yoyes siguió
siendo lectora empedernida a lo largo de toda su vida. En esta época
la lectura le ocupaba Incluso muchas tardes dominicales. Sus amigas
recuerdan que en muchas ocasionas prefeda quedarse en casa asa·
lir, \o cual les asombraba tremendamente.
De la lectura, pero más quizás de su necesidad de expresarse,
nació ya en ella por estos a~os, si no el hábito, si por lo menos el de·
seo de escribir, algo que llegarla a ser una constante en su vida. Este
texto, aunque un poco posterior a la época que cierra este capítulo
(pertenece a 1971 , probablemente mayal, lo revela :

El otro día estaba mirando por la puena en clase de francés, oyendo


música. y veía un campo, con hierbas y algunos árboles; hacia viento.
Comparé cada hierba con una persona,lodas se movían según el vieOlO
y pensé ¿por qué seré I.íln débi11 ¿porqué no scré aquel árbol cuyo ltOn·
co se mantiene aunque sus hojas y ramas se muevan? ¿por qué no seré
una persona con un tronco, con una esencia, que por muchos vientos
que ~n ella se quede? ( ...) ¡Tengo queconscguirlo! ¡Tengo que tener
ideas, escncia, ser fuertel
Estaba. acordándose de todo esto al terminar el examen de políLica y
se me ocurrió que, aunque fuera una 10nterIa, tenía que ponerlo en mi
libro. De repente me salió el titulo que le iba a poner al libro y lo cs·
ribí a lodo correr para que no se me olvidase: " Primeros ailos de una
vida corricnlilla".

19
Capitulo 2
¡HAY TANTO
POR LO QUE SE PUEDE TENER lLUSION!
(O,dizi4,1970.197/)

"En/ras/e allfIJ/ItUlo ya con panla1o~s y anorak, ti! resis-


liste Q vestir otro UIIifor~ ; apenas wabas vestidos y yo le re-
elUdo seria y muy responsable. Los libros de Mar/m Vigil/ue-
ron quedando abandonados .. lelas a un;" y Marx y escondlas los
Ubros y paJN/es q~ tm.ptzaban a llegar a casa" .

Es el recuerdo que guarda Isa de aquellos primeros aoos 70 en que


Yoya', junio con otros compañeros y cOmpañeras de la Academia. se
traslada para seguir los últimos cursos del bachillerato al recién crea-
do mtituto de Beasain. En este centro , que contaba con una oon-
,id.rabIe concentración de alumnado y con un profesorado joven y
""'00 en su mayor la. Yoyes encuentra un buen ambiente para el
de.arrollo de sus Inquietudes juveniles. Su actitud hacia . 1entorno es
activa 'f establece muy buenas relaciones con algu nos profesores.
JeSÚl Echamendi, profesor de literatura en ~ de bachiller, describe
desde el recuerdo aquel ambiente y aquella relación.

21
"Todavla p~do e\lOcar con nitidez el Mmbre y el semblante
de la mayor parle de las alumnas de aquella clase de 6' Curso.
La armon(a de sus trajes, la limpieza de sus miradas, la seriedad,
aplicaci6n y talento del grupo ~ cautivaron desde el primer
mo~nto.

JuntO a la pared, en la tercera fila de la derecha dude la


perspectiva del profesor, se halla Marla Dolores, "Yoyes". de
frágil apariencia y tez pálida. La observo discretamente. Su mi-
rada que vislumbra, 101 vez, himalayas de ilusiones relampaguea
unos instantes ...; pero el batir de los aceros de las forjas cer-
canas abale el salto fugaz de sus sueños. Los duros mazazos me-
tálicos retumban en supecho, aceleran su pulso y ensombrecen
sumirada. Seguramente, ya entonces, creerla escuchar cuernos y
timbales impacientes que exiglan su holocausto en acciones, im-
precisas todavla, de servicio a los demás.
Sensible a las relaciones del grupo, proponía actividades pa-
ra avivar la convivencia. Con lacto exquisito s/Ulvizaba roces y
podaba uXÚJ brote de posible ruptura'.
Su carácter expansivo, su comportamiento espontáneo, su
amis/ad sincera y leal ~ ganaron tOlalmenlC, Son los lalOS
afectivos de aquella época los que a travis de los alios han sobre-
vivido, sin q~ acontecimientos posteriores los hayan mudado.
Con dieciseis años se sentla responsable de su destino. La
comodidad, la calidad o el afán de lucro jamás de cidlan en la
eleccit n de sus planes. Voy a estudiar magisterio me decía en
cierta ocasión. Durante el verano haMa dado clases a UI10S
chavales. Pronto detectó las causas de la infelicidad infantil y se
proponía ocupar el vacío cifeclivo que muchos niños padeclan.
En aquel momento, no concebía el magisterio como una
profesión más. Para ella se trataba de una tarea vocaciOfUJl,
sagrada, que exigía entrega absoluta.
Aquel curso de 1970-71 experimellló una honda conmoción
interior. u preocupaba convertir la religión en eje de la vida.
Como preparación para la Semana Santa celebrábamos ejer-
cicios espirituales de tres días en el centro. Era It/i!diod(a. Al

22
borcU de la pendiente escalera que desemboca en el pasadizo sub-
te"áneo comentábamos el desarrollo de los actos religiosos. Di·
jo Marra Dolores que hubiera preferido que las charlas las hu-
biesen dodD algunos profesore s. Aunque su opinión me hala·
gara, repliqué que yo no me consideraba ni preparado. ni, por
supuestb. instrumento propio de la Gracia. Marw Dolores de-
fendi6 su tesis: 'Los curas yiyen ajenos a la yida del hombre
corriente. Más que grandes teorlas necesi /O respuestas concretas
a problemas reaJes' .
Su inquietud religiosa le impuls6 a plantearse la posibilidad
de peregrinar a Taizi. lA sencillez y frescura de aquel mo-
vimiento espirilual pudieron orientar definitiyamente su yida;
pero otros eran los sentimientos de la colectiyidad, los empeños
de los j6vents. los objetivos de los ide610gos.
. Actitudes o palabras desdeñosas referidas a aspectos de
nuestro pueblo le herían profundamente. Recuerdo que, con-
siderando·la cuna dtl protagonista, e/eg í la aventura del vizcafno
para ilustrar la explicaci6n de 'El Quijote'. Duran/e la lectura
a¡NMS pod(a contener la carcajada que lasfrasesde Don Sancho
de Azpeilia me provocaban. Yoyescomentó irrilada : 'ridiculizar
la manera de hablar de los baserritarras me parece una ofensa
grotesca' . Yo defendl a Cervantes elogiando su sen/ido lingUls-
tico. Le bastan unas Uneas , ruje,para caraCterizar a un personaje
con virtudes comparables a las de Don Quijote.
Evoqué especialmente esta escena cuando. varios años más
tarde. por medio de su hermana Isa. me anunciaba que lela El
Quijote y que se deleitaba con su lectura. La noticia me produjo
gran alivio, pues tuve la convicción de que la profundidad y
grandeza del héroe cervamino le ayudaría" a revisar su ideario
polilieo" .

El curso 70-71 iba a tener un final feliz para Yoyes: el viaje de fin
de estudios a Andalucfa, en mayo. A la vuelta, escribió una especie de
diario muy detallado, donde se ve que fue una experiencia muy inte-
resante y satisfactoria para ella. Era la primera vez, en la adoles-

23
cencia, en que se iba lejos de casa para unos dias, y supo aprovechar
la ocasión con una actitud muy abierta, tanto hacia los comparieros de
curso, como hacia fuera. No faltaron los encuentros curiosos y reve-
ladores, como éste que relata en su diario:

Bajamos del GeneraliCe a Granada-centro. Allí dos chicos nos pi-


dieron fuego, empezaron a hablar y nosOlras les dij imos que nos
ensef\asen la catedral y luego algún bar barato parJ. comer un bocadillo.
Resulló que eran hijos de militares y cstudi:lban para grises. Por poco
nos da el ataque. Nos dijeron que allí también había jaleos, que hacía
poco en una huelga de albafliles habían muerlO dos y nos enseñaron
dónde habían puesto una bandera comunisla una noche.
De todas fonnas tenían miedo de que les mandasen para aquí, sabían
lo que qu iere decir ETA. Aprenden yoga, judo, lucha libre y yo no sé
qué más. pero ya les dijimos que lo más importante era que supiesen
andar por monte.

De cualquier forma Yoyes recibió una impresión muy favorable de


Andalucla. En una cana eSCf~a a una prima lo expresa asl;

El viaje de estudios fue algo fenómeno; es que teníamos una idea de


los andaluces tan desastrosa...

Tuvo ocasión de conocer un ambiente más tolerante y frívolo que el


que vivía en el País Vasco: discotecas, ligue, porro... Durante algun
tiempo siguió manteniendo correspondencia con un chaval que cono-
ció allá y alguna huella debió dejar. Tras su asesinato, en un bar de
Almuñécar, un señor contó a unos turistas vascos que había conocido
a Yoyes hacía años, cuando hizo el viaje de estudios.
En esta época Yoyas ha adquirido ya el hábito de plasmar sus
ideas, sentimientos, vivencias e inquietudes por escrito. En 1970 y
1971 inicia su diario, aunque sin continuidad. Escribe muchas cartas,
do} las que guarda una copia, especie de borrador, entre sus papeles.
De su correspondencia destaca la que mantuvo con una prima
segunda de Otero (León), a la que conoció en un viaje que realizó en
1969 al pueblo originario de los Gonzá!ez.

24
A través de todo este material escrito va apareciendo una ado-
Incante con una curiosidad tremenda por el mundo, una gran fuerza
de voluntad y un C01'lstante afán de superación y, sobre todo, con un
convencimiento muy luerte, muchas veces expreso, de que la vida
hay que trabajarla y vivirla con toda la consciencia posible. Ella lo
refleja de esta manera en una carta fechada el 11 ·8·71 Y dirigida a su
prima AranIXa Otai'lo:

... Tiene que crecer, tiene que desarrollarse en lÍ, una "vida" que está.
un poco así como un niflo en feto, existiendo pero sin nacer y que es
la más importante en una persona, porque no mucre, la vida in-
materiaJ, la vida de la personalidad, la vida de la cabeza, la vida por la
que tratarás de razonar y de hacer las cosas como a tí te parezca que
están bien, y no sólo como te digan, aunque escuches a la experiencia
de otro. claro. AranlXa, esa vida es una lucha constante, es un por qué
de todo, pero es una vida que merece la pena y por la única que te
puedes realizar"del todo; es el plantearte unos principios e intentar se-
guirlos; pero no olvides que somos débiles y que en esa lucha se pierde
muchas veces, aJ principio.

En la misma época (28-8-71) escribe a su hermana M. Asun:

... Saca ilusión de algún sitio, ¡Hay tanto por 10 que se puede tener
ilusión! ¿Crees que esto también es fác il sólo de palabra? María, l o
dificil, lo que cuesta, es lo que más llena. Busca la perfección sin
rendición.

Estos párrafos expresan ya la actitud que mantendrfa siempre ante


la vida, rota solamente por depresiones momentáneas.
Entre las inquietudes que traslucen sus escritos más intimos está,
en primer lugar, la cuestión religiosa. Yoyes en aquella época era pro-
fundamente creyente e incluso practicante. Impartía catequesis en la
parroquia y a lo largo del verano de 1970 se levantaba todos los días a
las siete de la mañana para ir a la iglesia. Allí se encontraba a gusto,
dacia, no por el rito en sf, síno porque le permilfa rellexionar y pro·

25
fundizar en su 'e. Precisamente, unos meses antes, habla tenido que
superar un escollo con respedo a sus creencias. Su madre, inas·
peradamente, quedó embarazada. Su salud corr!a peligro y se planteó
de alguna manera la ahernativa: la madre o al hijo. Algún sacerdote dijo
que, a la luz de la l., an estos casos había que optar por el nil'lo. Yo·
yes no pocHa ...ceptarlo y se rabalaba contra la opinión del sacerdote.
¿Cómo q uedarse sIn madre? Felizmente el asunto tuvo un buen de·
senlace: Angelita dio a luz en junio de 1970 a Gema, la peque"a de la
familia. y su salud SQ rocupGro.
En la vivencia religiosa inlluyó muy positivamente a Yoyes un
sacerdote ¡c'/en, don Félix Garitano, que ejerció en Ordizia. Ella se
relarla siempre a él con gran cariño y admiración.
Tuvo también algunos contactos con miembros del Opus. pero sin
sentirse identificada en absoluto, al contrario, le agudizaron extraor·
dinariamente su sentido a-ítico hacia ciertas formas de la religión.
Resulta revelador este escrito, sin lecha, paro seguramente del año
71, en el que expresa además su concep::i6n de la sexualidad:

... Dicen ellas que el instinto scxu., 1 tiene corno únieo fi n la


procreación. Además so lo pregunté: ¿Sól o la procreación? Y dijo, sf,
sí. Entonces, ¿por qué casi todas ¡as personas que no han salisfecho en
algo su instinto sex ual tienen anormalidades psíquicas? ¿no será que
también realiza más? Muchas veces una mujer () un hombre ¿no puede
scr l a causa de que tú sigas, de que tú te animcs a continuar con tu
ideal? Y ese ideal ¿por qué no va a ser el más noble? ( ... ) ¿Es que usted
come sólo porque si no se muere? ...
l a inquietud religiosa abrió a Yoyes a la inquietud social. muchas
veces presente en sus escritos, plasmada sobre todo en la cons·
tatación y cuestionamiento de la existencia de paises ricos y JX)bres,
pueblos desarrollados y subdesarronados. De la inquietud social
Yoyes pasa a adquirir conciencia sobre la s~uaci6n del Pueblo Vasco.
Hay un escrito, fechado el 19·3·71, en el que recorre los tres aspectos
-el religioso, el social y el nacional- tal como se los planteaba en aquel
momento, y en el que además no deja de exrresar las dudas e
inseguridades oon que se topaba:

26
... Tengo unas ganas terribLes de hacer aJgo pcJ'" Dios, es decir. pcJ'"
los demá.<¡. No hago más que pedir a Jeslls que me ayude. sobre todo
que me dé vaJor. ¡SOY UNA COBARDE! así, coo JOdas las letras:
estA demostrado. todo me da miedo, no tengo la suficiente fumcza para
hacer casi 10 que exijo. pero ¿qué es esto' ¿qu6 puedo haccr conmigo
misma? ¿es que no me vaya superar nunca? además d~ cobarde soy
débil, casi siempre tengo en los labios ese asqueroso NO PUEDO. El
caso es que saco razones para ello, puede que sea demasiado prudenw o
no $6, desde luego que esto es malísimo.
Tengo intención de ir dentro de unos al'l05 a Sudamérica. a misio-
nes. Habrá gente que entienda esto tambitll como una cobardía, ya que
aquí también se puede haccrel bien, ya que aquí también hay gcnteque
surre, puede decirse que qu ¡ero desinteresarme de los problemas de aquí.
Iremos por puntos: ¿Me siento yo vasca? Sí. ¿Hasta qué punto? No
muy adelantado que digamos. ¿Por qué? Porque también amo a Espaila.
Sem una bobada pero cada vez que hay un partidt. de fútbol entre sc-
lecciones nacionales. aunque veo que no me gusta nada el fútbol, de-
500. me sale de dentro que gane Espafta. ¿Por qué?...

Tras esto nace unas consideraciones nada nalagadoras sobre


Franco y algún otro personaje poHtico y continúa;

... Ahora bien, ¿deseo yo la independencia de Euzkadi? Croo que


es'" en su derecho, como pueblo: hay que partir de que la clasificaciÓn
del mundo en naciones ha tenido que ser un rallo, y de que ticne que
haber muchos pueblos en este caso; bueno. a mí me atalle éste, puedo
decir, es mi pueblo. son IUS hermanos. No. ¡Mis nennanos son todo el
mundo! ¡Mi pueblo es el mundo!
Procuraré no engal'larrne. Entre todo el mundo crcotj:ue siempre año-
raré y amaré más al Pueblo Vasco, esto )0 llevo también dentro.
Ahora. vay a procurar no sentimentalizarlo lanlO, porque si no me voy
a pasar la vida pegada a sus falrutas.
Otro punto: ¿quién me necesila más? Es derec ho de un pueblo ser
libre. Es derecho de una persona el vivir, el comer ... ¿Quién está
antes? Partiendo además de que para conseguir la libenad de ese pueblo

27
dicen que no queda más remedio que la violencia, hay que derramar san-
gre, hay que MATAR, Y de que para la persona Jo que vas a hacer' es
recoger, salvar vidas, Otra cosa. no está bien recurrir a la violencia sin
haber probado otros métodos. dicen que ya se hlln probado, que la gente
no es tonta. pero digo: ¿Yo ya he probado Olla cosa? No. Entonces...
He sufrido bastanle pensando en que no, que yo soy o tengo que ser
continuación de otras obras empezadas, qu~ yo tenía que continuar, co-
ger la antorcha de alguien. pero '0'00 que no, que t.cngo una cabeza, que
pienso, que oigo a la conciencia y que por lo tanto tengo que hacer lo
que ella me dice. que es lo que yo quiero, claro ...

Yoyes está viviendo una lucha ideológica muy fuerte. Discute,


piensa, lee. escribe y se encuentra en un mar de contradicciones,
porque tiene que pasar todo bien pasado por su tamiz, antes de de-
}ar"se convencer por nada.
Si el diario del Ché le habra hecho mella antes, en agosto del 71 lee
el "Iraultza" en 81 que se recog ran diversos escritos de Xabi Elxe-
bardeta, el primer militante de ETA muerto en enfrentamiento con la
Guardia Civil, el 7 de Junio de 1967. Tras transcribir algunos extractos
del libro de Elxebarriela. ella reflexiona:

,,, Hará unos dfas leí esto por la noche, a la madrugada. Tenía unas
ganas terribles de llorar y lo hice; no comprendía cómo se podía morir
por ese iclcal y sin casi ninguna esperanza en 10 que sucedería después
de su muerte; no comprendía y ahora wnpoco lo comprendo. Morir
por los demás y por CrislO no lo veo fácil pero El al menos nos ha
dado una solución a lOdo y hasta un sentido a esta vida. a las personas,
un sem..ido que tanto buscaba ése (se reliere a Etxebarrieta). En
algunas cosas no esfQy de acuerdo, desde luego, pero esto no viene a
cuento; yo he apuntado esto para. que euando quiera recuerde cómo se
piensa -bueno. será más o menos. pcro ...- en esos círculos.
Este tipo tiene mérilO. pero ¿es tan serio el problema? Tiene que
serlo. para euando hay lanta gente a la que no le importa sufrir no sólo
la cárcel y lo que viene ames y mientras tanto, sino también la muerte
( ...).

28
¿Mereceri la pena la sangre que va a c:om:r por tOOas las revo-
lucioneS7 ¿Sen1 tsa la única forma de conseguir a1go7 Y pensar que
CSIOY convencida de que M .

29
Capílulo 3
LO IMPORTANTE ES SEGUIR ADELANTE.
SEGUIR. ..
(Orditia-DOMslia, 1972-1973)

"Nos pusimos a dormir junlas en un cuarto del piso de


arriba. El a!xona MS ayudó. TenIas más independencia y yo le
vefa leer duranle horas, O ~enjr larde a casa sin ql~ se ertteraran
fos aitas. Un dfa el aita encontró uno caja de libros y papeles en
la bodega y los quemó. El ambiente se hizo muy tenso. Nos
empezó a hablar de los rusos, de S/QUn, de las purgas, de la gue·
rra. El GUona, con su mal castel/aM, lambién nos hablaba de la
guura, de los carlistas, de los nacionalistas, de los que robaban ,
de los muertos , de las balallas erttre la casa y el rlo ... No enten·
dimos, has/a muchos años después, por qué eSlaba en contra de
la guerra.
Aprendías euskero y hablabas del derec/w a la nación vasca.
En las corlinas de tela de saco tejimos los escudos de fa s siete
provincias. Las pusimos en nuestro cuarto , junto a un po.fter
del CM muy grande y UIIOS poemas que hablaban de la libertad.
Una Mche llegas/e muy tarde a la habitación: unos amigos
hnbfan tenjdo que huir, Goiburu y Paco. Me hablasle de la
Guardia Civil. Amaneció mientras hablábamos. No sabías qué

31
iba a ser de tlt vido. pero no quedas implica.ntCJs a todos y sa-
blas del sll/rimiefllo tU los aitas ... pero no uajusto. 110 erajus-
ta la represwn, la upI0tacWII. el gobiutlO. los presos de
Bwgos...... (Isa)

En la dbda de los 70. el Golerri llegarla a 59r la zona de Euskadi


de donde mAs miembros de ETA salieron. El Proceso de Burgos. en
diciembre de 1970. desencadenante de movilizaciones sin prece-
dentes. habra hecho estrenarse a las nuevas generaciones en la lucha
callejera y les había abierto las puenas de las Of9anizaciones po-
Ilticas.
Los ambientes más dinámicos del Goierri estaban dirigidos por
miembros o simpatizantes de ET A que realizaban una labor de cap-
t.:i6n y formación política. a la vez que sintonizaban bastante acer-
tadamente oon las inquietudes juveniles. dándoles un cauce para de-
sarrollarse.
En aste contexto no es raro que Yoyas se integrara junto con otras
companeras del In¡tiluto en un ,alde" o grupo de formación dirigido
por un miembro de ETA. era la orla de la organizaci6n clandestina,
pero que no exigla tOOavla un alto grado de compromiso. Koldo
Iztueta. militante de ETA en aquel momento. relata cómo se Pl'OOujo
e51e acercamiento de VOY" a la organización:

"Se ifllegró ell un taúU cuando estudiaba COU, durante el


CW S() 71-72. Nos sorprendieroll dos cosos: los imearan/es del
grupo no provenfan de ambienus abtrtzaJes y eran todos chicas.
F~ el primer talde tU chavalas en la zona. algo excepcional en '
aquella ipoca. Estuvieron todo JUt año formándose para la lucha
política. El responsable estaba. muy COntento de la evolución
del grupo; sólo temfamos una cosa, que Iras haberse formado
COII nosotras optaran por una vía ·españolista·. COl1lra lo que se
pod(a esperar. pronto empezó a deswwr Yoyes. Tuvo que su-
puar muchas contradicciones y su lucha ideológica fue muy
f~r/e" .

32
En esta 6poca. a la hora de la diversión, Yoyes frecuenta también
clrculos abertzales. Junto con Ana Zurutuza empieza a salir con una
cuadrilla de Amezketa: chicos abiertos. atracti.... os. rupturistas en su
aspecto tlsico -melenas, ropa moderna y cuidada. en un momento en
que la mayorla d. los chicos .n .1 enlorno no dan ninguna importancia
al ..... slir-; .ran obr.ros de proced.ncia rural . .... ascoparlant.s, com-
prom.tidos algunos da ellos, como más tarde se demostró. en la lucha
polltiea. Acostumbrados a andar por el Txindoki como por el pasillo de
IU casa -Am.zk.ta está al pie de este mont9-. su plan para los do-
mingos .ra monte por la ma/'latla y ' iestas de los pueblos por la tarde.
Yayes fu. fijándose en uno de la cuadrilla : Joxe Etxeberria, Beltza
de sobrenombre, por su pelo negrlsimo y su cara tostada. Hijo de una
lamilia numeroslsima de un caserlo, era un chico que destacaba por su
dulz:ura. Sonrisa permanente .....oz suav[sima. reservado y a la .... ez con
una tremenda disposición para Ctear buen ambiente en la cuadrilla. A
Yoyes le atrajo sin duda todo esto y un cierto misterio que encontraba
en su persona, como se lo (Xm!esaba más tarde en una carta.

Al finalizar el COU y ante la perspectiva de elegir carrera, Yoyes.


que se sentla inclinada por la .nse/'lanza, decidió iniciar Magisterio en
Donos!ia: una carrera corta que podla proporcionarle independencia
económica pata continuar con otro ni....el de .studios. En .ste punto
hNO que librar otra batalla. Ella queda quedarse en San SebastiAn, en
un piso. al igual que otra gente que conoe[a. En casa le imponlan
volver cada día a Ordizia. pero por fin consiguió instalarse en lJonostia
en un piso de la Parte Vieja donostiarra junto con Ana Zurutuza. Esto
le proporcionaba un margen de libertad impensable .... i....iendó en Ordi-
zia. margen que ella apro .... echó a fondo.

"A principios fhl curso 72-73 -aJenta Koldo Iztuela-


YOyt's adQuiere t!l rango de mili/ante en ETA. Segufamos prepa-
rándonos pofl/icamente en Donoslia. RecibÍlJmos charlas de

33
economla, historia Y cr(¡jea poIWea, y a la \ole: tentamos asigna-
do /UI trabajo polfLico; ella lo desarrollaba en el Goierri y en Do-
ItOstia" .

En el Goleni, Yoy., trabaja por la puesta en pie de un movimiento


Jwenll abertzale, manteniendo relaciones organlzativas con estudian-
t., del Instituto de Seasain, donde la movilización empieza a ser muy
pujante. Consciente ya sobre la necesidad de que la mujer se integre
en la lucha al mismo nivel que el hombre, su influencia no fue ajena al
hecho de que una cuadrina-oomando de chicas, única y exclusiva-
mente chicas, cogiera los sprays una tarde de domingo pata llenar el
Inst~uto de pintadas.
En la Escuela de Magisterio, cuyas dases se impartlan por falta de
aulas en la Facultad da Derecho, en el barrio lbaeta de Donost!a.
Yoyes conoció a la vanguardia del movimiento estudiantil. pero se
manlenla un poco en segunda fila en las movidas, sin duda por
Imperativos de la clandestinidad. AlU conoció a l.G.; el hecho de que
siguieran lineas polftic:as distintas, no fue obstáculo para que se
entablara entre ellas una amistad que Yayas echaba mucho da menos,
al'los más tarde.
Por lo demás ella esludiaba 8uskara, daba clases partlcular,1S
para sacar algún dinero y dormla de media poco más de seis horas .


Durante el verano de t 973 realizó un cursillo, obligatorio para las
estudiantes de Magisterio. en el Alber~ue que la Sección Femenina
tenia en Deba. Yoyes guardó cuidadosamente todos los cuadernos de
apuntes sobre Formación del Espíritu Nacional y demás. Con fecha 7
d. julio escribe a su familia una carta muy convencional, algo poco
usual en ella, donde cuenta que al dla siguiente tienen que ir a San
Sebastián para participar en el recibimiento a los prlncipes Juan Carlos
y Solla Se abstiene de hacer ningún comentario.
El resto del verano lo pasó compaginando el trabajo en la tienda,
en Ordizla, con el trabajo político. Se relacionaba mucho con Juan
Miguel Goiburu, quien se encontraba en d uaci6n de clandestino.

34
0ebi6 ser en esta época cuando, haciendo una regada de pan-
fleto. en Ordilia, con motivo da la larga huelga qua se estaba desa-
rrollando en la CAF, perdió su carnel de identidad. Un ni/'lo dio una
patada a un taco de panfletos y entre ellos apareció el documeruo; la
madre del niho lo recogió y se lo dio a Luis González. Fue un episodio
m'. que agudizó el conllido entre padre e hija. Ella trataba de com-
prender a su padre pero tampoco estaba dispuesta a ceder, Su postu-
ra queda reflejada en una nota que le escribió en esta época:

_.. En estos momentos en que siento que voy dejando la casa en que
nací. en que nació mi amalXo, en que ha pasado Jos anos más im-
portantes de mi vida, quiero decirte algo que hace mucho picnso de ti:
~ que eres auJilltico, que encontraste un camino, un fin en tu vida y Jo
has Uevado adelante y en eso te admiro. Pero por otro lado te pido que
nos dejes hacemos a los demás. A los hijos no se les puede hacer co-
mo el padre quiere ( ...).

En esta cana Voyes confiesa saber que su destino es la cárcel o,


en el mejor de los casos, el exilio, pero expresa el deseo de que esto
no ocurra todavla. ·sin haber hecho casi nada".
En septiembre de 1973, cuando va a comenzar 2i de Magisterio,
Yoyes $e traslada a un piso de la calle Malla, en el barrio del Antiguo
de Donostia, piso que comparte con otras cuatro personas, entre ellas
un profesor y varias estudiantes. Recuerdan que el primer di. apareció
con un impermeable de charol blanco, que contrastaba con su tez
morena. Mucha genta de esta época la evoca con asta prenda, que
ara muy de su gusto, pero que al final tuvo qua desechar porque debla
ser conocida hasta para la fX>licla.
En el reparto de las hó1bitaciones del piso Yoyes prefiere una
individual. con dos camas-litera y armario propio. Pronto se integra en
la vida de la casa: asiste a las clases de auskara que uno de los
residentes imparte a empleados de la Caja de Ahorros. muestra su
buena diSJXlsición ayudando a una de las estudiantes a preparar las
asignaturas de Ciencias de 6' de Bachillerato y comparte habitual-
mente la cena con el resto de kls compafteros.

35
En este momento Yoyes compagina ya el trabajo poUtico con su
participación en acciones. Siguiendo su principio de tomar parte en la
lucha al mismo nivel que sus compañeros de organización, no admite
el quedarse al margen . Nuevamente es Koldo Iztueta quien relata este
episodio:

"En septiembre se planea hacer una acción. la más impar·
tante hasta entonces. Vinieron varios libt!radbs para realizarla,
pero pidieron ayuda. El objetivo era atentar contra un aulObús
de la Güordia Civil qut! venta de MartuJene a Do,wstia, después
de hacer el relevo de tos guardianes de la cárcel. La acción
consistía en poner una carga de 80-90 kilos en los pilares de la
varjanle de Amara, delante del EUTG y del cuartel de la Policta
Armado. Lo más difícil corría a cargo del grupo en el que estaba
foyes. X. y f oyes fueron a colocar la carga, pero dio la ca-
sualidad de que pasaba por allí la palru/la de la policía y X. se
dio a {afuga. foyes se quedó tumbada en el barro. hasla que la
policía pasó por allf sin advertir nada. Ella se comporló con tal
frialdad y valentta que dejó sorprendidos a sus compañeros. IJay
qut! recalcar que en ningún momento les reprochó el que la ac-
ción salieSe mal".

En esta época Yoyes sale del piso todos los dlas hacia las cinco y
media o seis de la mallana. Empieza a recibir visitas de genle un poco
rara, disfrazada con pelucas y barbas. Todo esto hace sospechar a
los compalleros de piso y se crea cierto malestar. Se plantea si el piso
va a ser utilizado por la organización y Yoyes deja bien claro que no.
Pero continúa recibiendo las visitas de uno de los d!slrazados, Joxe
Etxeberria. Beltza. el de Amezketa, que estaba huIdo desde febrero.
Estas citas, evidentemente, no eran de carácter político, es mas. se
mantenlan en secreto, dentro de lo posible, ante la organización. pues
podían constituir una transgresión de las reglas de clandestinidad.
Yoyes conservó una serie de notas y cartas cruzadas entre ella y
Bellza -quien firma y a quien ella se dirige como -Gadali-- que
muestran el carácter de su relación.

36
El 26 de noviembre Yoyes escribe a Benza en respuesta a una
nota mandada por éste:

... No Gadafi. no me siento atada a tI, no sé lo que siento, no sé si


soy capaz de enamorarme de un hombre. ni siquiera si ex iste ese amor
del que tamo se habla entre U:J hombre y una mujer únicamcnte. (...)
No quiero que me sigas queriendo siempre, en estas condiciones seria
insoportable para tí, tienes que olvidarme; cuando podamos (y si que-
remos los dos) estaremos juntos, pero lo que no puedes hacer es estar
acordándote de mí. te aseguro que no valgo la pena.
Hace un afto yo pensaba que para rendir más sí era necesario com-
penetrarse en todo; ahora pienso que para rendir más a la revolución, a
Euskadi. hay que obsesionarse por esa Idea, y de esta manera, cuando
no quede otro remedio que aguantarse, porque las posibilidades de tener
relaciones con un hombre son pocas, o porque esto te absorbe mucho
O demasiado tiempo, se resistirá mejor, lo que no quiere decir que no
sea mejor tener esas relaciones (...).
No sé cómo estarás ni dónde. me gusLaría que estuvieses contento y
tranquilo, ya sé que hay muchas cosas para hoccr. pero creo que todavía
tenemos algo de tiempo, o más del que muchas veces pensamos,
De todas fonnas ¡la revolución nos unirá siempre! claro que sI.
¡ANIMO!
Lo importante es seguir adelante, seguir...
En la carpeta de Yoyes hay dos versiones de esta carta, una en
papel cuadriculado -borrador- y otra en papel de cartas azul, con
sobre del mismo color. lo que queda por aclarar es si Yoyes tuvo
tiempo de entregar la carta (la correspondencia entre los dos se cruza
en mano, por medio de los hermanos de Benza) o, mejor dicho, si Joxe
Etxeberria llegó a recibirla
Una mañana de fines de noviembre, los compañeros de piso
encuentran a Yoyes llorando apoyada en la mesa de la cocina. Co-
nectan la radio para escuchar las noticias de las 8 y asf se enteran de
que dos militantes ~e ETA habían muerto el día 28 en Algorta al ex-
plotarles una bomba. Más tarde se sabrla que se trataba de Xabier
Pagazaurtundua y Joxe Etxeberria, Beltza.

37
Esa tarde, personas desconocidas acuden al piso preguntando por
Yoyes. Ella habla salido hacia la Escuela de Mag isterio con la inten-
ción de trasladarse después a Ordizia. Yoyes ya no volverla al piso de
la calle Malla.
En Ordizia se despide de su familia porque se va a marchar.
-¿Marchar?-. Angelita no entendía. Crela que Yoyes se iba monja, no
cabra otra maneta de marcharse, y se olreció a prepararle el arreo.
Yoyes dejó una carta y recomendó a su madre que luera donde
determinado sacerdote para que le explicara lo que sucedía
Antes de -desaparecer· Yoyes cogió tiempo para asistir en Amez-
keta alluneral de Seltza, que se celebró en medio de una gran tensión,
con el pueblo rodeado por la Guardia Civil.
Desde su refugio, un caserío donde se encontraba con otros com-
pañeros de militancia huídos, pues la muerte de Seltza coincidió con
una fuerte redada en el Goiern, Yoyes avisó a su prima Arantxa ataño
para encargarle algunas cosas personales, entre otras la recogida de
sus efectos del piso de la calle Matía , donde sus compañeros habían
hecho desaparecer ya, por temor a la policla, gran cantidad de pan-
fletos.
EI14 de diciembre se reunió en San Sebastián con su amiga Ana
Zurutuza. Haciendo uso de ciertas medidas de seguridad se trasladó
al piso de ésta, en la calle Aldamar. AlU cenaron y hablaron hasta muy
tarda. Yayas se mostró apenada por tener que marcharse tan pronto al
otro lado de la frontera, pues crela que podrla haber durado mas en la
legalidad, pero no se lamentaba del paso que iba a dar.
A las 8,30 de la mañana del día siguiente. antes de que el resto de
los ocupantes del piso pudieran datedar su presencia, se despidió de
Ana con una mirada silenciosa y serena. Ese mismo día, 15 de di-
ciembre de 1973, cruza la frontera, iniciando un exilio .que iba a durar
doce años.

38
CapílUlo 4
NO ME SIENTO SOLA
(Ewsk.adi Nor/t., 1974.1977)

"Cuando te voM a ver fue en Herr.da.ia, cerca de la estación.


Nos abrazamos muy ¡lUrtt. TtnÚlS /9 años, ti pelo largo y un
(JII()rak azul. Me lIellaste a rue Canella, a un piso chiquilo: ha-
bla mucha gente, libros y una guitarra. Me presentaste a Perlur.
Salimos a pasear para estar solas y para que te hablara de casa,
tk amigos. de /a lucha ... E/ día estaba muy nublado y tú muy
triste, pero /1l) lloraste".

Yoyas se instaló en Handaia, en el número 3 de la rue Canatta,


donde vivían Eduardo Moreno Bargaretxe ·Pertur" y otros refug iados.
Espera algunos días hasta que llegan los compañeros de comando
que también han conseguido escapar da la policía y cruzar la frontera,
para inlagrarse en la organización en su nueva condición da exiliada.
KoIdo Iztueta recuerda así la nueva situación:

"Según contó ella, el primer mes, hasta que llegamos noso-


tros a/U, /0 pasó muy mtll. Pensaba que querían que ella se que-
dara alf{ como mujer de algún exiliado. Ella se dio cuenta tk la

39
jugada y aguardó hasta q~ estuviisemos los q~ nos hablamos
librado de la redada.
Una vez aU(, la direccMn tenía la inlenci6n de dejarnos de
lado por la gran call1idad de gente que había. Sin embargo Perrur
confiaba mucho en nuestro grupo e idt6 lIJI(1 nueva f6rmuJa ex-
pui~ntal para la organizacMn. Pensábamos que la estructura
polttico-miUtar era la más adecuada y que es/a estructura s610 la
pod((JmI)s llevar adelante aquella nueva remesa de exiliados. Ya-
yes estaba. de acuerdo con este plan, que, además, no la mar-
giMba.
Tuvo ocasi6n de percatarse de mu.chas cosas que alU ocu-
rrían. El machismo no tenía Umites: las mujeres eran objeto de
sex.o (l recadis/as para algunos trabajos. Vivtan bajo el dominio
de los hombres de la organizaci6n. Yoyes deda que no qutrta
ser la mujer paciente que espera a su marido cuando éste se en-
cuentra en el inferior. Critic6 mucho. allle m( al menos, lo que
al/( ocurría" .
A finales de marzo de 1974 Yoyes V Koldo se trasladan a Pam-
plona para trabajar en la puesta en pie de la Infraestructura de ETA en
Navarra. Koldo continúa:

"Estábamos impaciellles, quertamos trabajar, pasar al ¡lile-


rior. continuar aIU nuestra labor. Por fin conseguimos la auta-
rizaci6n para hacerlo. Pasamos la muga quince d(as antes del
Aberr; Eguna; fuimo s a flondarribia y después nos distribuímos
por las distintas zonas de Euskadi. Yayes y yo tenramos enco-
mendada Navarra. Ella buscó y enconlr6 un piso provisional en
Pamplona ; al poco vimos que era conveniente alquilar airo, por-
que éste es/aba quemado. Yayes se encargó y enseguida nos ins-
talamos. Yo lenta un par de grupos en Sakana y algunos pocos
conocidos más en toda Navarra. Ella no quería eSlar en aquella
zona, que no conocía. Querta ir a Donostia o Bizkaia" .
La estancia en Pamplona iba a ser breve. El 2 de abr~ Koldo es
detectado por la po!icla, lo que da pie a una amplia redada. Tras una

40
aparatosa huida, al dla siguiente cae malherido en manos de la poliela.
Yoyes habla conseguido ponerse a salvo. La poliela, para quien em-
pezaba a ser conocida. centra todos los interrogatorios en ella
En Euskadi Norte, Yoyes se Impacienta de nuevo. As! lo expresa
en julio:

Busco y no sé qué
Quisiera liberarme del ambiente que me rodea
Estoy desgaslafldo mi juventud
¿Qué hacer?
lnne a otras tierras
Un día tomé una decisión
Tenía que luchar por Euskadi y sus nombres.
y empecé a hacerlo y lo he hecho
lo creo de verdad
¿Pero hoy? Esto no es luchar.
Llevo siete meses en Euskadi Norte
¡Pobre Euskadi Norte!
Sí. muy pobre. pero igual
acaba conmigo.
Sus gentes eslán donnidas. enterradas vivas
y sin embargo no quiero dejarlas.
Busco y no sé qué...
Quisiera salir de aquí,
a veces más que luchadores,
veo refugiados y repito
¡el mundo de los refugiados!

En junio Isa había huído de la policfa. que fue a buscarle a Gaitine,


sa~ando por una ventana. Eran ocho agentes que llamaron a la puerta
hacia las tres de la madrugada y enrontraron la cama de Isa todavía
caliente pero vacla.
Yoyes e Isa se juntaron en la clandestinidad y pasaron algún
tiempo en Bilbao. compartiendo ellrabajo en la organización y la vida

41
"liJamos MI brazo por lar ca/les. y anle nuu:Jw ¡Mis-
leflCias, ftOS compramos ropa en El Corte IngUs: dos chaquelas
M plUllO largas , con bolsillos y bolones. Soñdbanws con vol-
ver /lII dÚJ a casa, pero como algo muy lejano. NabÚJ que luchar
mucho para q/U! cambiaran las cosa.f y los pfQlles eran fa mul-
licopistq,y.d llegar a la gente que no se en/traba de lo que pa-
saba, eS/aban alielUldos... " .

El 11 de septiembfe la porlCia. que habla detectado un piso en la


ealle Doctor Areilza y otro en Zorroza, tiende una emboscada y detiene
a quienes van llegando, entre otros a Isa. Horas más tarde, Jan
Urzelai, que en otra ocasión habla escapado de manos de la poliela
fugándose de un hospital de San Sebastián en el que estaba inter-
nado, cae bajo las balas de la pald a. Sólo unos pocos, entre ellos
Yayes, logran librarse de la redada.
Al dolor por la muerte de un compañero, se unen para los detenidos
las terribles sesiones an Comisaría, donde a causa de las torturas Isa
queda con el i lmpano roto, lasión de la que, a pesar de varias inter-
venclonos: no so ha rocuperado. oosdo la cárcel da Basauri Isa rolala
a Yoyes en varias cartas clandestinas su paso por Com isaria y al
ambianto de la prisión, donde tiene ocasión de conocer la dura vida de
muchas prostitutas.
Para antonces, el13 de septiembre, habla l enido lugar en Madrid el
atentado de la calle Correo. Una bomba colocada en la Calelerla Ao-
landa con el objetivo de atentar contra miembros de la Oir&cción
General de Seguridad mató a once personas ajenas a dicho organis-
mo. Ante los nelastos resultados de la acción, ETA no qu iso reivin·
dicarla, lo que provocó en el seno de la organización fuertes debates y
anfrentamientos.
Yayas, según confesaba a sus allegados, era partidaria de reivin-
dicar el atentado y excusarse públicamente, a la vez que se tomaban
medidas disciplinarias contra sus ejecutores.
Esta divergencia acerca de la reivindicación o no de la acción fue
un punto más que influyó en la división que se ve"ra fraguando en el
seno de la organización y que dio lugar a las dos ramas de ETA, la

42
Polllico· Mil~ar por un lado y la Mil~ar por el airo. Yayas, al conlrario
que la mayorla ele sus compa~eros procedenles del Goierri c se posi-
cionó con ETA-Militar, hecho que le acarreada fuertes criticas por par-
le del otro sector.
En esla época Yoyes sigue pasando al interior, a Euskadi Sur, en
ocasiones. Esto le permite lener algunos encuentros con amigos y
lamiliares, encuentros no exentos de anécdotas. Una vez, tras cele-
brar una cena con los antiguos compa~eros de piso, Yoyes se lleva
los pasteles sobrantes. Al dla siguiente, un asistente a la cena los
descubre en una casa de la que de ninguna manera se pocHa sos-
pechar que fuera albergue de miembros liberados de ET A: la duefla
trabajaba en un dub de alterne.
A la hermana pequefla, Gema, cada vaz que va a visitar a Yayas
an San Sabastián se le dice que va a Paris, de lo cual queda ella total-
menta convencida. Hubo qua aleccionarle también para que guardara
el secreto da las Navidades da 1974.
El dla de Nochevieja la hermana mayor, M. Asun. recoga a Yayas
en Amazketa y le transporta an el capó de su "Diane" hasta el interior
ele la casa ela Drdlzla. A la ida M. Asun anduvo perdida. pues un
control de la Guardi¡¡ Civil instalado an Abalzisketa no dejaba ver el
carlel indicador hacia Amezketa. As!. tuvo que pasar dos veces por el
control. El camino a Ordizia lo hicieron por la carretera general y sin
incidentes. Yoyes pasó la Nochavieja y al dla de Mo Nuevo en familia.
Sólo la ausencia da Isa, que permanecfa en la cárcel, empaM la
alegria de estos dos dlas excepcionales. El 2 de enero, temprana
todavla la mañana, M. Asun dejó a Yoyes en la estación de Beasain.
A los pocos meses la paliela vuelve a Goltina, esta vez en busca
de Jase , el mismo día en que éste cumple 18 años, el 26 de abril de
1975. La peliela llamó dos veces, a las cuatro y a las seis de la ma·
flana, y a pesar de registrar minuciosamente la casa no dio con el que
buscaba. Tras esto Jose se exilió. Era ya el tercer miembro de la
familia que se veía obligado a hacerlo.
Este mismo año, 1975, en Euskadi Norte se inicia la guerra sucia
contra los refugiados: numerosas bombas explotan en librerlas, luga-
res de trabajo, y coches de exiliados. Cuando la policla francesa de-

43
tiene a Yayas junto con otros compal'leros en Urrui'le, le ocupa un
plano del hospital de Baiona, en el que se encontraba internado un
e,paflol vinculado • los seNicios secretos, ejecutor de acciones
contra refugiados. la policia francesa no puede probar nada contra
Yoyes, quien queda libre y puede continuar su vida.
En esta época ella vive en San Juan de Luz, en casa de Tomás
Pérez Revilla, un histórico que habla sido precisamente objeto del
primer atentado, frustrado, contra exiliados.
Yoyes, que lleva varios meses asistiendo a clases de euskara,
llega a dominarlo a nivel de comprensión oral y con este bagaje acude
a la Universidad Vasca de Verano que se desarrolla en Ustarilz. Allí
sigue con gran interés los debates sobre la situación de la mujer en
Euskadi. aunque su participación activa se ve limitada por la impo-
sibilidad de expresarse en euskara.
Duranle este verano se emplea en el "Hotel Euskalduna" de San
Juan de luz, donde su trabajo consiste en hacer las camas y limpiar
las habitaciones.

.-
Fue un verano especialmente caliente el de 1975 en Euskad i,
donde se sucedieron las movilizaciones de protesta por los juicios que
la dictadura segura contra miembros de ETA. Pero ni estas movili·
zaciones ni la opinión pública internacional consiguieron salvar a
Angel Otaegi y Juan Paredes "Txiki", de ETA, y a Baena, GaTera Sanz
y Sánchez Bravo, militantes del FRAP, que fueron fusilados el 27 do
saptiembre. .
A los pocos días, el 12 de octubre, Yoyes espera órdenes para
pasar al interior con un comando, pero por algunas dificu~ades en la
frontera, le llega la consigna de permanecer en Euskadi Norte. A partir
de esta fecha. ya no vuelve a entrar en Euskadi Sur como militante.
Su vida cambia también en otro aspecto. Inicia relaciones con
Juanjo Dorronsoro, quien llegaría a ser su marido y padre de su hijo.
Por medio de esta relación se amplfa su círculo y empieza a hacer
escapadas a diversos lugares de Euskadi Norte: Maule, capital de

44
Zuberoa, Sainl Jean de Pied de Port, capital de Behe-Nafarroa, los
bosques de Irali en oloño, elc. En estos viajes Yoyes goza apre·
ciando los valores eslélicos de paisajes y monumentos.
A linales de 1975 alquila un piso en la rue Marengo de Baiona,
donde se instala con su hermano Jose. Yoyes tenIa la sensación de
andar de prestado en casas de Olros refugiados y por fin consigue la
suya propia. Era un cuarto piso, frenle al Musáe Basque. la eslruc·
tura de la casa no olreela gran seguridad. pues las habitaciones, la
cocina y el baño estaban separados, accediéndose a cada una de las
partes directamente desde la escalera vecinal. Algunos compañeros
le ayudan a adecentar el piso, y con la adquisición posterior de ciertos
enseres, y decorado con cuadros pintados por su compañero y pos-
ters, queda no sólo habitable sino bonita.
Durante todo el tiempo que vivió en Euskadi Norte Yoyes buscó
solucionarse la vida por si misma, procurando no depender econó-
micamente de la organización. Subsistió en gran parte gracias a la
ayuda procedente de la familia, los donativos recogidos en Ordizia y a
través de la organización -Cáritas Especial", que en aquella época
recogla dinero para presos y refugiados. Cada viaje de padres, her-
manos y primos le proporcionaba un cargamento de lo más básico:
aceite, arroz. conservas ... . más algunos vicios -Ducados por ejem-
pb- que en fechas señaladas aumentaban. AsI, las Navidades se
celebraban con cordero y turrón Imperial, una de sus golos¡nas pre-
feridas, y las fiestas de Ordizla, el 25 y 26 de julio con pasteles y
helado del pueblo.
Yoyes mantenía una relación intensa con la familia, por medio de
las visitas y la correspondencia. A veces sus hermanas quedaban a
pasar unos dias con ella; a las dos pequeñas, Ana y Gema, les lela "El
Quijote" al acostarse, con tal entonación y convencimiento que les
convirtió también er, adictas a esta obra. Otro de sus libros preferidos
~ra el de San Juan de la Cruz. siempre en su mesilla, y que se lo lera
también a su hermana Isa por las noches.
la complicidad entre los hermanos queda rellejada en este sueño,
compartido por todos ellos, alimentado por la distancia, y que Isa ex-
presa de esta manera:

45
"Ya tn la ado~sce1\Cia, pJanedbamos vivir todos jlUltos en
un castrlo grlllUlt, con nuestros compañtros. con los hijos, ani-
majes y muchas flores. Distribulomos ti espacio, el trabajo ~II
la calle y en el campo-, el cuidado tú los niños. Todos los Mr-
manos jUIIlos.ytro lUtO habitaciÓn para coda un 1. En la cdrctl,
en el txilio, segulamos viviendo nuestro sueño, y tú sonrelas
feliz , plantabas. era un pacto de UllÍón y dt amor.
Durante aiios. a la elllrada de la casa, en el portal, en la pa-
red dt la dtrecha. estuvo sobre UIIa gran cartulina el caserlo de
nlU!!stros sut'nos. a todo color , con gallinas a la en.trada,flores,
chi.mtntas. las ventanas rojas con cortinas... lo dibujó Angel.
La h~diuifut' comiendo y arrugando ~stro caserto. y se
hizo ti plan dt coltStruir otro mtjor. que no I~gó a hactrse" .


En Saiona Yoyas empieza a trabajar an al sarvicio doméstico, en
casa de unas sefloras amigas de Lezo, antiguo militante del PNV y
benefactor de los refugiados en esta época. Este señor. que hab la
tenido una gran fortuna y luego la habla perdido, aventurero, amigo de
Maria f(llix en olros tiempos. confiaba en Yoyes y le pidió que aoog iera
8 su hijo adolescente, falto de hogar porque padre y madre estaban
separados. Yoyes accedió y duranla un tiempo tuvo a su cargo a este
chaval.
Ocasionalmante Yoyes acogió también en su casa a algunos refu·
giados, paro sólo para estancias esporádicas. Queda separar la vida
organizativa de la personal y guardaba celosamente su intimidad, aun-
que su casa estaba abierta para refugiados y po1iticos con los que
mantenra relaciones de amistad.
A pesar de las limitaciones que le imponra su tipo de vida, Yoyes
era una gran cultivadora de la amistad. Buscaba a veces el ambiente
de cuadrilla joven. relajado y un punto frlvolo -asr la recuerda en esta
época Anne Etcheverry. amiga y compañera de pequeñas juergas-.
pero amanta siempre de la comun icación entre las personas, enta-
blaba también muy buenas relaciones con gente mayor. Entre sus

46
amigos estaba Sanli Brouard, a quien apreciaba mucho por su ca-
pacidad de diálogo; la noticia de su asesinato, en noviembre de 1984,
estando ella en Méx ico, le afectó profundamente, A Telesforo Monzón
le llamaba la atención esta moren~a tan despierta, a quien él apodaba
-La Chica-, Manten le también muy buenas relaciones con Ukiniano y
Casilda, militantes de la CNT en tiempos de la guerra. Attratarse de
personas de procedencia no nacionalista y que habían tenido una vida
¡nlensa y comprometida, Yoyes escuchaba encantada sus historias.
Precisamente el objeto más apreciado por ella en su casa de la rue
Marengo era una talla realizada por Lik.iniano en homenaje a Joxe
Etxeberria, Beltza. En ella plasma Ukiniano por primera vez el que
llegarla a ser anagrama de ETA: la serpiente y el hacha-o
En esta época Yoyes asiste a los cursos de lengua y civilización
Irancesas que el Gobierno de aquel pals organiza para retugiados de
cualquier nacionalidad. Aprovecha al máximo las clases, estupia tam-
bién por su cuenta y practica con la famnia de la casa en que trabaja.
Da esta manera llega a un nivel aceptable de conocimiento dellrancés
y .e despierta su curiosidad por la cultura trancesa. Impulsada por
ello, en Semana Santa viaja a Pat!s, donde recorre museos, recogien-
do todo tipo de detalles, asiste a varios debates en la Universidad de
Vinc.nnes y vis~a V.rsalles. Desea conocer también la vida nocturna
de Pigalte y una noche la pasa de cabaret en cabaret, donde, azuzada
por su conciencia feminista, se fija especialmente en las prostitutas.
Chartres, donde durmió en un hotel·castillo medieval, le dejó muy
buen sabor de boca y en Les Halles se llevó un pequel'lo susto. Es·
tanda medio dormida en el interior del coche, un policla acudió a
despertarle: ella temo lo peor. Pero se trataba de un gendarme amable
que lo único que querla era advertirte de que el motor del coche estaba
encendido.
A la vuelta de este viaje precioso una mala noticia espera a Yayas.
En la frontera, en un liroteo con la Guardia Civil, ha muerto Manuel Mi
Garmendia, "KOr1alu·, de legorreta, que intentaba pasar al interior
para realizar alguna acción con motivo del Abeni Eguna
Meses más larde otra mala noticia sacudirá la comunidad de
refugiados. El 23 de julio de 1976 Eduardo Moreno Bergaretxe. "Pero

47
tur", desaparee::. al acudir a una cita en Behobia Se supone que se
trata de un secuestro realizado por algún grupo parapolicial (ATE -Anti
Terrorismo ETA-, Guerrilleros de Cristo Rey ... ), lo cual desencadena
fuertes movilizaciones en Euskadi Sur. Pasarla el tiempo hasta que
las Indagaciones de la familia llevaron a convencerse de que se trat6
de un secuestro '1 asesinato por parte de miembros de los comandos
-Serezis· de ET A·Político·Militar.
A lo largo de 1976 Yoyes '1 Pertur hablan participado juntos en las
reuniones del recién creado organismo KAS, ella como portavoz de
ETA· Militar '1" 1da ETA·Político-Militar. Yoyas, qua sintió sinceramente
la pérdida de Partur, envió el pésama a su familia, a la qua habla cono·
cido '1 tratado dasdalos primeros tiempos de exilio '1 dandastinidad.
Pasados los aflos Yayas se mostraba profundamente conmovida
cada vez qua se mentaba el caso de la desaparición de Pertur, rehu·
sando hacer ningún comentario.


Yoyes, a lo largo de estos afias, en medio de la activa vida que
está desarrollando, '1 como medio de desahogo, recurre a la form a
poética pata dejar reflejados sobre .1 papel sus sentimientos, inquie-
tudes '1 vivencias. A veces, sobre todo cuando se trata da temas
relacionados con la militancia, se expresa en clave '1 sirviéndose de
slmboles. Asr, en julio de t 975 escribe sobre ·Una barca que se
tambalea-, renejando una vez más la lucha entre la vida plena '1 la
muerta:

Morir o flotar
Morir Y acabar, o
flocar y seguir buscando
¿qué?
la vCIdad, la vida
al amigo, al hermano
al pobre. al tonto, al lisLO
a quien lucha
no importa, sólo

48
quiero personas, sólo
quiero a quien es
no quiero máscaras
no quiero máquinas
me hunden, me hunden
cada vez más adentro (,.,)

El pasado, lleno de afloranzas, '1 un futuro incierto están presentes


en una larga poesla dedicada al Txindoki, al monte de su vicia:

.. , A veces estabas lejos allí grandioso


como un sol solía decir
pero iqoo cerca otras veces!
¡Cuántas cosas te he contado!
¡Cuántas cosas me has dicho!
Cuando me he twnbado sobre tí
Cuando he besado tu cuerpo
Cuando le he sentido Iall cerca
¿Volvcro a venc? (...)
(20-<i-1976)
Poco más tarde (14-7-1976), la celebración de la Fiesta Nacional
Francesa en Baiona va a provocarle tristes reflexiones:

... Banderas francesas y americanas


la adoman
y qué dice todo ello
¿Qué puede dccU?
Vacío, mentira, vergüenza
F'1CSla Nacional Francesa
Será posible que el camino
recorrido sea Ian corto?
Será posible que nadie
piense en quién asaILÓ
la Bastilla un 14 de Julio'!
(...)
Pero no todo es tristeza y tenskSn. En este caso, 1 de enero de
1976., está vivi .ndo un :momento de plenitud y serenidad.

Nunca en ano nuevo


me he levantado um
temprano. si me lo
hubieran dicho hace tiempo
hubiera pensado que
para hacerlo tenía que
estar muy maltsin.
etnbargo... en el exilio
con pocos amigos, :amigos
y no me siento sola (...).

50
CapfWlo 5
UN ALTO EN EL CAMINO
(úskiJdi NOf'te, /977. /979)

1977 es el afio de la amnistía. Las movilizaciones masivas y uni-


tarias que Euskadi vivió en favor de esta reivindicación dieron su
fruto. El Gobierno, que tras la muerte de Franco habra concedido un
Indulto y el31 de Julio de 1976 habla publicado un decreto de amnlsUa
qua dejaba fuera los llamados delitos de sangre, se vio obligado a ir
ampli¡\ndolo de manera qua las cá.rceles se fueron vaciando poco a
poco y los refugiadospodlan volver.
ETA-Militar se habla planteado qué hacer tras la consecución de la
amnistla. Mantuvo diversas reuniones con partidos poHticos y en el
sano de la organización se desarrolló un debate entre diversas
posiciones. Al final prevaleció el criterio de Argala. que compartía
también Yoyes. Se consideraba que la amnistía concedida no era tal
porque no habían cambiado las condiciones objetivas que habían
llevado a tanta gente a la cárcel y el exilio. Haciendo uso del decreto,
quien quisiara podla volver a Euskadi Sur, y naturalmente, los ax-
carcelados debían integrarse a la vida normal, pero ya que se con-
sideraba que la organización armada debla continuar exist iendo. al·
gunos refugíados optaron por permanecer en Euskadi Norte.

51
Yayes se planteó también su s.uaci6n, y asl lo refleja en un escr~o
fechado el 26 de abríl de 19n, en el que apunta contradicciones y de-
seos no satisfechos a causa dellipo de vida que lleva:

Tengo ganas de escribir Y por el momento no sé de qué, pero ne·


cesito volver a transcribir en el papel mis pensamientos, mis inquie-
tudes, mis temores, mis problemas y mis alegrías.
Vuelvo a enconuarme en una situación clave para mi vida ¡cuántas
veces en pocos aftos! y de alguna (onua tengo que elegir o por lo
menos acoplarme a una nueva situación que quizás me venga im-
puesta. ¿Vas a volver a aceplar algo impuesto? me preguntO ahora y sé
la respuesta, va a ser sí, y esto es lo que me asusta, y esto es lo que no
me deja tranquila, ¿por qué? ¿ese sí no lo das por inercia? , tengo otras
ilusiones, tengo otras esperanzas a corto plazo y la posibilidad de no
hacerlas realidad no me gusta, quisiera vivir tranquila, reurada, pensar,
sentir, tener hijos. ayudar a la gente sr, elegir mi futuro; y segu-
ramente no lo voy a hacer '1 lo siento, ¿dónde se queda mi libertad?
¿cuánto voy .a aguanl.1l1 ya sé que (el texto se interrumpe).
La verdad es que la situación no es para cruzarse de brazos., no hay
posibilidad de ganar, se asentarán los otros porque la gente no dife-
rencia todavía casi nada, no hay conciencia suficiente. Estatfa tranquila
aceptando esa "democracia", pero cómo vaya aceptAr y participar por
ello con la alienación, con la mentira. No, no creo que podría hacerlo y
sin embargo tengo oorccho a una vida personal y hoy veo las dos cosas
enfrentadas, CStoy en una contradicción y tengo que elegir o hacer una
síntesis, pero renunciar a mi vida personal, a una evoluci6n ... me
cuesta una barbaridad. es terrible. Hay mucha gente que lo hace, por
inconsciencia, creo yo, por miedo; a veces es difícil lanzarse a pensar
lo
por una misma a actuar así, y sin embargo para mí, difícil es lo
otro. Cada vez me relaciono con menos gcnlC y mi vida se va cerrando,
con eso pierdo en experiencias, en calor humano, pero no me gUS13 re-
lacionarme con la gente porque me viene impucsl.3. esa relación, porque
según diccn piensan como yo o están en mi guerra. No, somos dife-
renles, además esta vida cierra el círculo de por sí. no puedes hacer lo
que se consideran "lomerí<i~" porque le miran, te nh" '~':1II y mlcm,ís la

52
gente no se dirige a ti como a una persona "normal", ni yo puedo ha-
cerlo con los demás, ni yo puedo decir lo que pienso, lo que siemo mu-
ehas veces , no lo entenderían, lo interpretarían mal, no lodos, pero
muchos sí, y eslO me coarta. Tengo muchas eosas que aprender, tengo
mucho para estudiar y para ver por delame, pero ¿qué sentiré con 60
aftOS si no lo he hecho, si no he sido capaz de hacerlo? Es horrible
pensar que has perdido el tiempo, que los atIos no le han servido de
nada y han pasado en vano, y éste no es el medio en el que puedo
vivir, sentir, aprender todo lo que quisiera, todavía es tiempo de echar
marcha atrás. TodavÚl puedo romper; no es que sienla ya que pierdo el
tiempo, ni mucho menos, pero me temo que, de no cambiar un poco,
terminaré por pensarlo y no quiero.

Finalmente Yoyes opta por continuar en el exilio. Su vida no cambia


demasiado. Desde 1976 trabajaba en la revista "Enbata", semanario
abertzale dedicado a la información política. Realizaba trabajos de
oficina y se encargaba de preparar los ejemplares destinados a los
l uscriptores. En algún momento hubo un intento de asalto a la sede de
"Enbala", en la rue Cordelieros de Baiona, por parte del Batallón Vasco-
&paflol, según medios policiales franceses.
Para desarrollar el trabajo organizativo disponla de un pequeflo
despacho, del que sólo ella hacia uso, en B iarr~z. AIII sonaba muchas
veces la máquina de escribir. Las citas potlticas procuraba mante-
M rlas entre las dnco y las diez de la mallana, para escapar del control
policial, que cada vez iba en aumento.
Sigue manteniendo fu ertes relaciones con la familia. a la que
hablan vuelto ya Jase, finalizando su exilio, e Isa, puesta en libertad
por aplicación del primer indulto en febrero de 1976.
Continua también con sus escapadas de los fines de semana.
Visita las playas nudistas de las landas , al norte de Baiona:
Capbréton. Hosségor ... Sus lugares preferidos son la oosla y la mono
tana en la zona de Bidart. Sara, Bidarrai e Itxasu, así como el bosque
de Irati. En un pueblo de esta ultima zona, en Larre. un dia de Corpus
encuentra a una viejecita con pinta de bruja, sembrando la calle con
pétalos de rosa para la procesión. La viejec~a cuenta que eUa no cree
-.
· 53
en la iglesia. pero que le gusta regar la calle con píotaJos de rosa.
Voyes recuerda Goitine, donde por iniciativa del aitona, el patio segura
cubri6ndose cada al\o con hierbas, hojas y píotalos de rosa, además
del arco de ramas en la puerta de entrada.
En Navidades de 1977 Yoyes realiza un viaje a Andorra, con su
companero y 90S hermanas. No se atreve a cruzar la trontera con ellos
y se queda sola en un pueblecito del Pirineo. A la vu.~a les sorprende
con poemas e$Cr~os expresamente par. cada uno de sus acom·
pahantes. Este es el dedicado a una de sos hermanas:

Diecisiete anos, es poco


se dice sin pensar. sin observar
pero diecisiete atk>s, no. no
son los mismos cuando a veces
sin querer te miro y miro...

TlCnes alma de madera Y seda


Tienes corazón de hierro y oro
Tienes ojos de avestruz 'i ángel
y esa cara tan bonita
habla y habla...

Hubiese querido evitarte


tantO'i tanto surrimiento
Hubiese querido adorarte
cuando aún adolcscenlC
le enrrentabas. sola, como nadie
con la vida. con hechos
que nos venían dados y
no has querido ni quisiste
evitarlos, envolv,iéndote
en suei\os de nina o adolescente.

Has sabido hacerlo como pocos


por eso para IOdos, para mi
Hoy eres un ejemplo
por eso para todos, para mi
Hoy y Manana eres
y setás un refugio

Adelante como hasta ahora


Adelante hennanita pcqucl\a
Adelante hermana mayor
tienes mucho que decir
tienes mucho que dar...

Pero yo, te lo prometo


de aquf en ade'ante
¡xefecióa da<1e
II'1I1NrARE DARlE

(27-12-77)

Por esta época Yoyes mantiene estrechos contactos con clrculos


feministas de Baiona. Asistió a algunos abortos clandestinos y segula
con Inter" la literatura feminista francasa; en su casa de la rue Ma·
r. . guardaba toda la colección d. la revista "Femmes". le gusta la
manera de comportar.. de la mujer trancesa y aprecia las relaciones
de solidaridad que se establecen entre ellas en los amblenles femi·
niltas.
Preocupada por impulsar la conciencia feminista en su enlorno,
ncribe pequeflos ensayos sobre la mujer vasca y apoya a SUs her·
manas, que participan en la creación de lo que llegaría a ser "Aizan'",
proporaonándoles ideas y material. Resultan significativos y 00 exen·
101 de originalidad, estos eldrac10s d. un escrito en el que rellexiona
lObe el alma femenina vasca:

Otciza me ha hecho ¡x:nsar realmente en la entrevista que he leído.


Es increíble su búsqueda del "a1ma" vasca, para reconstruirla, y es in-
creíble que no haya más genlC que la busca conscienlCmemc, pero ltay

55
algo más impol'Wlte que he descubieno. y es la relación qoe ello tiene
con mi Kiea sobre la necesidad de buscar el "alma" femenina para de·
sarrollar una mujer nueva. Lo triste es que si el vasco tiene que echar
500 anos, por lo menos, atrás en la historia, aunque lo fundamcntal
eslé más lejos, en la prehistoria. la mujer no tiene más remedio que
echar por lo menos 2.000 anos atrás en la hisLOria; se trata de llegar al
momento en que no estaba oprimida ni sometida. Todo ello tiCllC que
estar en el inconsciemc colectivo. qu.e es cl que hay que descubrir. Pero
se complica más todavra; si cada pueblo. o por lo menos los más dife-
renciados, tiene un propio inconsciente colectivo. las mujeres de esos
pueblos deben tener un inconsciente diferente al inconsciente femenino
de los demás pueblos; aunque haya semejanUlS fuertes como mujeres,
habrá características fuertes diferenciales. Ame ello. doble tarea, que es
una: descubrir el alma vasca ¡erMnino.. (...).
¿Cómo hacer nuestra filosofía. cómo montarla? Y es que parece que
como parir es lo nuestro, nos hemos olvidado de que hay que parir algo
más que hijos. Yo empezaría por decir: busca en tus sentimientos e
inquietudes más profundas, busca en tu comportamiento. prcgúmatc
las razones de lUS aClOS de lodos Jos dCas, imagina otra situación par-
tiendo de lo que ves, imagina de lo que vives y lánzate por el cambio,
con tus razones, no con las de 01lOS, trata de encont.rar las lUyas, yasr
estaremos en condiciones de parir algo más. que es como cmpel.3rcmos
a "ser"'; no te conformes con ser "madre", hay que ser persona, mujer,
madre, vasca ... organrzate con 01lUS mujeres en búsqueda. hay que
aunar esfucrros. (...)
Se me dirá, quizás, que por qué no pueden tener la misma forma de
ver la vida las mujeres y los hombres de un mismo pueblo y una mis-
ma clase social. Y se puede contestar que si la constituCión física de
Jos individuos produce sicologías diferentes ¿cómo van a lCner sico-
logías iguales las mujeres y los hombres. cuya constitución es total-
menle diferente? Y hay más. La sicología eslá íntimamente relacionada
con la actividad de los individuos y no creo que haya dudas enlre la di-
ferente aClividad de la mayoría de las mujeres y los hombres. en todas
las épocas históricas (...).

56
Es necesaria una rcconsidcración total del papel de la mujer en la
sociedad. pero cuidando en todo momento de participar como mujeres y
no para adquirir la sicología y los valores de los hombres. sino para in-
troducir en la sociedad nuestra sicología y nuCSlIa escala de valores.
Esta larca es urgenúsima, porque si seguimos como hasta ahora. cada
vez. nos será más difícil encont.rar y desarrollar nuestra propia persa-
naUdad, porque estará más perdida y prostituida, y es que se trata de a-
portar a la sociedad una mentalidad y unos valores que no son preci-
samente la coquel.erÍ3 y el cOliUea. De todas forma s, nos falta bastante
para conquistar. para hacer renacer y demostrar.
Una de las mejores formas de redescubrir, por lo menos una forma
a tener en cuenta, es el arte. Y es que no se nos ve tampoco mucho en
este campo. También es verdad que los que juzgan y critican son hom-
bres. pero la mentalidad del hombre artista no se puede considerar igual
a la del resto.
(Febrero de 1977)

Un año más tarde, en febrero de 1978, muestra la eterna preo-


cupación sobre cómo compaginar la m il~ ancia en una organización y el
feminismo:

Tengo que escribir. es algo imprescindible si quiero seguir evolu-


c:ionando, hay un temor que últimamente me revuelve un poco. no
quiero convertirme en la mujer que porque los hombres consideran de
alguna forma macho. es aceptada. Cómo lograr quc mi prcsencia
signifique de hecho que a lIas también pueden eslar, cómo lograr quc
mi presencia llame a otras y no tienda a considerarme, de alguna for-
ma, un bicho raro. cómo lograr que estos hombres comprendan que la
¡ireroción de la mujer es un objetivo fCvolucionario para que lo asu-
man plenamente, eómo lograr que en CQnlactO tan eslrCCho con ellos,
yo misma no olvide las formas que la lucha del feminismo LOma para
no escandalizarme nunca; cómo lograr Que desgajada de lo específi-
camente feminista, mantenga vivo el problema y sepa distinguir lo
revolucionario de lo anecdótico y reformista; cómo fusionar revolución
y liberación de la mujer.

57
la dcllibro (no queda constancia de • qu.n se refiere) dice qtK: es
relativamenle fácil para k>s hombres el aceptar a algunas mujeres en su
"campo" si eUos las convierten en mujeres-macho, o las consideran
así. Y, si no, Lo inlentanln casj con toda seguridad, es un peligro a
combatir en ellos y en mi, y si un día me canso en esta lucha creo que
lo mejor que ¡.Odrla hacer sería retirarme, porque bien triste es luchar
para que algo cambie y que las mujeres sigamos oprimidas y no cam-
bie nada en nuestra situación de ciudadanas de segunda calegoría y de
inferioridad, si nuestra dignidad y personalidad queda pisoteada. El pro-
blema es que como las cosas sigan asf, ello es muy posible, hay que
despertar conciencias y desde aquí no participo c1aramenle en ello. ten-
go que optar por la revolución, pero me pregunlD si esa confianza se
basa en algo real o no, porque las mucsuas que cada día tengo opor-
tunidad de ver, la mayor[a de las veces, indican que no la merecen, y
¿qué~
Estoy en lUla contradicción continua, si hablo de un objcLivo
político o una lucha por él dejo de lado el feminismo, y si hablo de la
igualdad de condiciones para la mujer, dejo de lado la lucha política, es
verdad que objetivamente pueden y deben estar intcrrelacionados, pero
ello no es ase hoy porque unos olvidan a olIaS y éstas por reacción a
los primeros.

Consecuente con sus Ideas y preocupaciones, a lo largo de 1978


se reúne peri6dicamente con mujeres de refugiados, en torno a un
ca" con leche, para hablar un poco de todo. A pesar del carácter nada
·subversivo· de estas reuniones algunos campat'ieros se sienlen re -
celosos ante lo que Yoyes pudiera remO'oler en sus mujeres. Y es que
ella, en ciertas ideas y actitudes, en gustos y aficiones, discrepa del
ambiente imperante en los circulos de refugiados. Congenia, sin em-
bargo. muy bien con algunos de ellos, en1re ellos José Miguel Benaran
Ordet'iana, "Argara", con quien le une una amistad profunda. Com-
par1en. además de lecturas, canciones y paseos, concepciones si-
milares sobre distintos aspectos de la vida. Yoyas confía también
polflicamente en Argala. Por eso, cuando una bol"T'lba le mata en San
Juan de Luz, el21 de diciembre de 1978, Yoyes queda tremendamente

58
afedada. Guarda, además, según confesaba aflos más tarde, un sen·
tmiento (te culpa derivado de la idea de que la organización no le había
proIegldo suficientemente. Asimismo opinaba que el atentado fue ne·
O.ivO Incluso para el Gobierno Espafiol, ya que Argala era partidario
de una negociación gradual, no maximalista .
Tras al atentado Yoyes se hace depos~aria de los documentos de
Argela y ocupa su lugar en la Oficina Polftica, pero por poco tiempo. La
p6rdida da rumbo de la organización, en la que el puro activismo va
arrinconando el cuidado del aspecto teórico y la visión poHtica y las
divergencias que ven ia manteniendo con algunos miembros de la di·
r..::ción, divergencias que se iban agudizando con el paso del tiempo,
la desmoralizan. AsI, a finales de enero de 1979 había confiado ya
1Odos los medios y responsabilidades de la Oficina Política a otro
miembro de la organización.
Esto coincide con el recrudecimiento de la política de la Ad·
minlstración Francesa contra los refugiados. A fin,,¡les de enero la po-
lieta francesa va a casa de Yoyes. en la rue Marengo. y le detiene .
.... tarde vuelve en busca de otros cuatro refug iados navarros que se
encontraban en esta casa porque hacia poco que habían cruzado la
frontera. Junto COn otros tres, los entrega a la palicla espafiola. Se
Ir_aba de las primeras extradiciones de hecho de miembros de ETA.
Yoyes, junto con otros dieciseis compafi eros, es confinada a
Valensole, un pueblo del Departamento de Haute Provence, al Sureste
d. Francia, a 800 kilómetros de Euskadi, donde llega el31 de enero.
Sus compal'leros de confinamiento, entre los que es la única mujer.
qultran nombrarle portavoz del grupo. pero ella se niega en redondo
por varias razones. En primer lugar. teme que el Gobierno Espaflol
lOIicite su extradición. noticia que se rumoreó en los medios de
comunicación cuando fue detenida; su aparición como portavoz del
grupo podía convertirle en un blanco todavía más apetecible. Por otro
lado no quería convertirse en la responsable del grupo, del que le
distanciaban gustos y costumbres. As!. mientras algunos de los
confinados compart ían sus sesiones de gimnasia y deportes con los
palie!as enviados por el Gobierno Francés para vigilarles. Yoyes
prOCuraba no dejarse "ni oler" por dichos policlas. Además, en el hotel

59
en que se hospedaban resldla también casualmente un capo de la
mafia marsellesa. del que se pod lan sospechar los más l urbios
intarases.. Por lodo ello. Yayas procura vivir su estancia an Valensole
da la manera más desapercibida p::Isib!e. En esla ~ia ul a de oro~. como
alla la llamaba. 'reparte su tiempo enlra la ledura. los paseos por los
campos de trigo Y lavanda, paisajes preleridos de los pinlores Impre·
sionistas según le gustaba se"aJar a ella. y las vis~as de fam iliares y
amigos. La alegró especialmante la qua la hicieron ras amigas lemi·
nistas de Balona'
En marzo. al acabar el perIodo de conl jnamiento, dos de los relu·
giados son detenidos y encarcelados cerca de Marsella, a la espera,
según parece, del juicio de extradición. Al resto se le da a elegir entre
abandonar inmediatamente el terr~orio francés o continuar alll con un
permiso de residencia para tres meses, renovable. poro con la prohi·
bición e:xpresa de' residir en 105 departamantos fronterizos. de donde
deblan marchar en un plazo de tres dlas. Yoyes no cumple esta orden
y toma fuertes· medidas de clandestinidad, enlre olras cosas, se tiñe
al pelo y cambia de aspeclo. Para entonces , y desde su confinamienlO
8n VaJensoJe, habla abandonado el piso de la rue Marengo.
Sa reintegra plenamente en la organizad ón, pero la tensión ne r·
viosa mina sus fuerzas, Teme por su vida, pues se suceden los aten-
tados contra los refugiados; tras el de Argala. en enero de 1979 Jo sé
Manuel Pagoaga Gallaslegi, · Peixoto·, habla sido objelo de un
ametrallamiento del que a duras penas salió con vida, y los ataques
continuaban sin parar. Por otro lado. siguen agudizándose sus dife-
rancias con los nuevos dirigente s de ET A. Y sumida en una fuerte
crisis, comienza a plantearse la salida de la organización.
Yayas no ha dejado en esla época mención expresa de las
divergencias concretas que manlen la oon sus compañeros. Sólo a
posteriori se ha referido a ellas, pero nunca, sin duda por preservar la
clandest inidad, las explicó con detalle. Se sabe que discrepaba, enlre
otras cosas, en la interpretación de los puntos de la alternativa KAS.
que para ella constituían un medio pero no la finalidad; en c uanlo a la
concepción de la organización. que para ella debla tener una fuerte
carga política. A la vez, consideraba que ET A debla estar siempre

60
abierta a la negociación. En otro orden de oosas, no aceptaba la
Implantación del centralismo democrático en Herri Batasuna y los or-
ganismos con ella relacionados. De cualquier manera de lo que 51 que-
da constancia es que rellexionó largamente antes de decid irse a
abandonar ETA. Al comunicárselo a sus compal\eros, la mayod a no
van a comprenderla y esto le proporcionará: tensiones y disgustos. Se
impone la ley del silencio sobre su ruptura y, a la vez, 58 18 obliga a
lomar parte como portavoz en una intervención para la televisión
inglesa, en un momento en que ella ya no se sentía identificada oon la
organización, En fecha no precisada, pero alrededor de esta época,
dos compañeros le amenazan diciéndole que su destino es "el hoyo·.
Su salida de la organización será interpretada por algunos oomo su
final. En este sentido resulta revelador este comentario, incluido en un
ed~orial de la revista · Punto y Hora"', en el que, tratando de justificar
su asesinato, se dice: "En Herri Batasuna apenas queda la menor
duda. Maria Oolores González Katarain, Yoyes, murió vld ima de la
cerrazón de los Poderes Fácticos, un dla cualquiera de 1979" (Punto y
Hora, nV 445, del 25 de septiQmbre al2 de octubre de 1986).


Durante estos meses pasa los fines de semana en un piso de la
Parte Vieja de Saiona. En noviembre y diciembre reside en casa de
una amiga del Partido Socialísta Francés, sin tener apenas contado
con sus compal\eros. En diciembre planea ya seriamente el trasla·
darse a Latinoamérica.
Baraja la posibilidad de Nicaragua, pero pronto la descarta, porque
su intención es estudiar y aquel país no ofrece garantías para ello . Se
informa sobre las posibilidades de residir en Cuba y realiza diversas
gestiones por medio de un amigo del Partido Socialista Francés. El 20
de diciambre presenta en la Embajada de Cuba en París la docu-
mentación requerida; la respuesta por parte de la Embajada es ne-
gativa: no puede instalarse en Cuba_ Por '" visto, en aquel momento a
Castro no le interesa la gente relacionada con ET A, a la que considera
organización pequeño-burguesa.

61
Yoyes aprovecha los tres dlas de estancia en París para visitar las
exposiciones de Picasso y Dall, y el d[a de Nochebuena vuelve a Bia-
rritz. A finales de diciembre, al oomunicársele la posibilidad de ser
acogida en México por una familia de ex-m ilitantes del PNV, refugiados
tras la guerra del 3'3, comienza \os preparativos para tr:;¡sladarse allá.
A lo largo de enero, en sucesivas cenas, alrededor de la "fondue"
que tanto le gustaba, se va despidiendo de sus más allegados. la
última visita de la familia da pie a una anécdota curiosa. Cuando más
empei'lada estaba eUa en pasar desapercibida, los González Katarain
acudieron a despedirle en una furgoneta comercial propiedad del
padre, en la que figuraban bien claros el nombre y el pueblo. Yoyes
resaltaba lo absurdo de la situación, ella cuidando al máximo hasta el
último detalle de la clandestinidad, y la familia en el coche, con las
señas de identidad bien marcadas.
Pocos dlas más tarde, coge las maletas y unos amigos le acom-
pañan hasta la estación de Dax, de donde sale en dirección a Par[s,
para embarcarse en un vuelo a México. Muy pocas personas conocen
su destino, que no será desvelado más que poco a poco y a partir de
sentirse segura en su nueva residencia .


Yoyes, coincidiendo oon su CriSIS, recurre ya sistemáticamente a
la escritura para plasmar sus estados de ánimo, sus reflexiones y los
hechos en que se ve inmersa. Para ello, sigue utilizando la forma fXJé·
líea esporádicamente, pero su recurso habitual será ya el diario.
Volvemos unos meses atrás, para que sea ella quien hable.'

Hay un silencio atroz a mi alrededor


unos pasos que ya desaparecen
una puerta que se ha abierlO o cerrado
un disco que empieza a funcionar
Era mejor escuchar el silencio
yen el silencio voces de mujeres
Voces de mujeres que lOdavía vibran

62
Voces de mujeres que empiezan a oirse
Voces de mujeres que a veces callan
y de nuevo el silencio para escuchar
Voces de mujeres que vibran para hacerme vibrar.

Sólo voces de mujeres en el dolor de


un cuerpo que se quiebra
Sólo voces de mujeres en un ser
que se derrumba.
El abismo es cada día más grande
El vértigo me produce vómitos
euando lo miro
Es un marco exlratk> el que siento
Abismo, véltigos, mareos
Hoy también t.crminaré vomitando.

El calor y el rrio se Olpodc.ran por


momenlOS de mi cuerpo y paso
de uno a mm rcspccLiv¡uneOlc
me hará ra.lr.a valor, y de es"'l
lempcsl:.ld de sensaciones LCndré
que salir, luego se irán viendo
Vendr.\n nuevas sensaciones
Vendrán nuevos conocimientos
Vendrán nuevas experiencias

Pero no habré hecho alto en el camino


Para abotargarme, parn aletargarme
para neganne, para negarme ¡no!
y por lo menos me quedará eso.

(1979)

63
14,(;-79

Día de San Juan, una pena. entré en casa ayer a las 7 y no saldré
hasta mal\ana, aprovecho el tiempo para leer un poquito y dormir.
Ayer he Icfdo un libro de AnaI, Nin, campanera de Henri MiIlcr
durante un tiempo pero al que le critica por el tipo de lenguaje sexual
que utiliza en sus libros. Una femini sta llena de contradicciones, en mi
opinión, idealiSUl; ni menciona la imponancia del sistema social y
económico en este problema. aunque se le ve sensible 8 las injusticias
que observa. Ahora bien. con su imerés en conceder una importancia
fundamental a fá voluntad, nos transmite continuamente la necesidad de
desarrollar siempre la propia identidad. y en esto me gusta. Sé que la
voluntad no es todo pero sí juega un papel importante, sobre todo
cuando sirve para cambiar e l sistema; pero la idea que machaca
continuamente. de evolución constante, de voluntad creadora propia
viviendo para dentro. de malllCllimiento de la personalidad, de cono-
cimiento de una misma, del inconsciente y subconsciente, está muy
bien expresada y por supuesto me encanta.
Luego afuma que el conocimiento intuitivo. sensible. ele., es
mucho mayor en las personas que el racional y sef\ala que no nos
dirige la razón en nuestros actos y palabros, sino esa carga que hemos
ido amonlonando en nuesua mente a uav~ de la intuición y los
sentidos, muy interesante en definitiva. ¿Habla Henri Millcr en esle
sentido? Imagino que va por ahi, pero no luve la paciencia de leerlo
con calma para poder captar, en el libro que empcct , esta característica.
¿Será que las mujeres tenemos nuestro propio lenguaje, aunque en-
tendamos tambit n Olros idiomas y podamos hablarlos. Ya se sabe quc
en el maternal sentimos muchas más cosas, y de manera diferente, y
que csLá poco desarrollado porque hemos tendido a escribir como los
hombres. En fin , sería largo de discutir y además no sé si a efectos
prácticos tendría aJgo de positivo para el movimienLO feminista.
Yo, como ando obsesionada con el miedo a la pérdida de sensi-
bilidad por la forma en que vivo, me he sentido aJiviada allcerlc, aun-
que eUo no resuelva el problema porque al final tcnía la sensación de
que la autora. a pesar de su lucha constante durar.le su vida por mante-

64
ncr y desarrollar la sensibilidad. había caído como tanlOS 01rQS en la
rrialdad de análisis racionales decstasocicdoo a1ienantc. Virginia Woolf
es mucho más pura, mucho mis librc en este sentido. por lo menos en
lo que he podido leer hasta ahora.

Hi-79

Ya no puedo quercnc más


Pueblo mío
No puedo quererte más
Hay amores que matan, dicen

Es que el amor puede convertirse


en odio y éste sí mata.

Pero no es eso, mi amor por tí


no 9:: ha convcrtido en odio
pc.tQ me está agotando.
Es el mío un cansancio infinito
Es la mía una soledad inmensa.

Creía que ni lágrimas me quedaban


pero no, estoy llorando. estoy llorando
y disimulando para no tener que dar
explicaciones. es demasiado complicado.

Es el mío un cansancio infinito


es la mía una soledad inmensa.

El dolor de cabeza no cesa, son


los nervios me digo, hay una
concentración de energía que lo
pro"""-

65
El nudo en el pecho a la ahora
del corazón, y en el estómago
es constante en algunas situaciones
situaciones que me producen el dolor
de mil cuchillos

Es la frialdad del entorno cuando


una está a 400 conswuemcnle.

Es la insensibilidad de los otros


cuando mi sensibilidad no se resigna a morir.
Es el andar de una máquina
que va perdiendo piezas, sin tenerlo en cuenta
y el cansancio de una es infinito
la soledad inmensa.

El nudo en la garganta llega a provocar


dolor y una se reprime
¿par.! qué llorar? es IOdo Ia!l duro,,,
pero nadie le llora, nadie 110m
y esto es tan duro como IOdo el reslO

Algunos no esperan mi decisión


A otros quizás les haga dat\o
No lo sé, pero no es momento de
tener tantas cosas en cuenta ..
Eslá mi ser profundo que se derrumba.
y es el mío un cansancio infinito
es la mía una soledad inmensa.

~Qué puedo hacer de positivo si pierdo


mi :,:"r? Actuar como una autómata
movcmk' por inercias. hacer andar la
máquina. m\.:"ánicamente con el
ra- m- m- ro de ~" viejas locomotoras

66
Quizás objeti vamente sea lo necesario
pero yo temo que no, el sentido
de mi vida desaparece si sienlO perder
mi ser, y el sentido de la lucha desaparece
automáticamente como consecuencia de ello.

y además el cansancio de uno es infinilO


la soledad inmensa.

No puedo querer como anteS. Pueblo mío


el cansancio es infinito.

18-9-79

El problema está planlCado. está, como suele decirse. sobre la mesa


¿y qué? es la pregunta que sigue a continuación; porque por ello las co-
sas no han cambiado en absoluto, la situación objetiva continúa siendo
la misma y mi vida personal también.
Sin embargo, a nivel personal, subjetivo, he dado un paso. difici l
por cieno, cual es el de hablar para salir de esa tumba, de este cnterra·
micnlO en vida quccomenzaba a ahogarme y en el que sentía morir Osi·
camenLC. Era además muy rocil: no poner las medidas suficientes de se·
guridad, no totalmente consciente quizás. pero sí por incapacidad , por
la crisis en la que me he visto sumergida y que al final puede impedir
responder a tantas cosas al mismo tiempo, y el atentado venía por
atiadidura. No puedo dejarme matar,dejarme morir, creo quena debo ha-
cerlo, y en el caso de que alguna vez debiera, no es el momento. tengo
ganas de vivir. tengo muchas cosas todavía por vivir. que no he vivido
yen esta lucha contra la mucnc las recuerdo más que nunca. No servi-
ría hoy.
y es una verdadera lucha contm la muerte; he necesitado hablar de
mi situación personal de crisis con gente querida para dar un paso im·
portanLC. No LCnía fueras para cambiar de casa. llevaba demasiado tiem-
po en la misma y ello comen7.ab;.¡ a ser peligroso. ¡x:.ro la idea de cncon·

67
trarme con nuevas casas a las que acostumbranne y a las que acoso
lumbrar a m( y a poder ser hacer surgir una chispa de carilla entre todas
me asustaba de una manera atroz. Después de eSIar con J. y con las
hennanas, aquí estoy en una nueva casa dispuesta a soportar por un
tiempo. privaciones. rollos, adapcaciones. ele.
( ...)
He necesitado de ellos para dar el paso, no ~ si serán conscierll.cs.
pero me salvan con sus cartas, con sus sonrisas, con sus visitas, con
su amor, con su amor y su calor me salvan la vida cada día. Pero he de
estar alena. la situación objetiva no ha cambiado.
Oua solución o forma de pJantcar la cosa sería asumir mis inca·
pacidades. mis limitaciones. pero esto no es positivo. Yo creo que la
capacidad humana es casi casi ilimitada. las capacidades humanas nos
son desconocidas, hacen Calta condiciones que las hagan brotar y ma·
nifestarse y para ello no es nada positivo que nosotros mismos pon·
gamos limites. La capacidad de cada cual no es conocida mientras no la
ponga a prueba y todavía esto no debe de ser suficiente para enjuiciar,
como ya he dicho, hacen falta condiciones. Si en un momento dado és·
laS no se dan. el efecto deseado tampoco se producirá.

20-9-79
"Estar dispUCSUl a dar la vida" no puede significar "CSUlt dispuesta a
entregar la vida al enemigo". son dos cosas lota 1m ente di ferenLes. yo di·
rra contrapuestas. Me pregunto si es posible hacer algo positivo acep-
tando la mucnc en esLaS clrcunstancias. ..
¿Es diferente la concepción de la vida del hombre y la de la mujer'!
¿Por qué he echado tanto de menos a mujeres con capac idad y posibi.
lidad de expresarse?

24-9-79

No me gusta que mi nombre ande en boca de la gente, ni para bien,


ni para mal, porque adem ás. normalmente la genLC habla de otros para

68
maJ. para despellejar todo lo que pueda al ()(fO. Hasta cuando 1. me
cuenta algunas veces que ha oído hablar muy bien de ml, recibo cicroo
impresión fastidiosa. No quiero que me aJaben. ni que me condenen. la
gente habla con una Cacilidad y seguridad asombrosa de los demás. pero
pocas veces hablan de sl mismos, de sus sentimientos. de sus deseos...
No. no quiero que hablen de mi. Hace unos alias tuve sueftos de ser re·
conocida como una persona de vaJor. e imentaba agradar. pero todo se
vino abajo. ahora no st si soy o no una mujer de valor. pero no me
preocupa que los demás lo reconozcan o no. No ticnen derecho a juz-
grume. no quiero que hablen de mi. Sólo quiero que me respeLCn como
yo ereo hacerlo con ellos. quiero que me cespelcn corno a una indivi-
dualidad, un ser ímegro en sí mismo, quiero que reconozcan mi libertad
y mi derecho a ella, pero nada mfí'!. No quiero piropos, me han fasti-
diado siempre. pero wnpoco halagos de otro tipo. ni condenas.
Ha sido un golpe ICrrible el comprobar cómo después de haber con-
fiado a una persona que a su vez me hablaba todo el tiempo de sus ro-
sas, un problema, he com probado que lo había hablado con varias per-
sonas que me rechazaban por ello; no he podido soportarlo. hablo aho-
ra de ello porque hace casi un mes que sucedió esto y la cicatriz se ha
cermdo un poco, pero me ha dolido profundamente. Y asl pasa casi
siempre, todo el mundo está deseando oir historias de ()(fOS para con-
tarlas a quien quiera escucharles con lOdos los cambios que su imagi-
Il3ción y famasIa puedan producir. La pcr$ona en cueslión es un paque-
le cn boca de la otra y no se le reconoce como tal. Incluso he visto de-
cir cosas a otros cuando a mí me pedían silencio hacia personas impli-
cadas en el asunto...
IEsto es una mierda! no existc ningún respeto hacia los otros, pare-
ce que siempre son algo a medir desde nueslra perspectiva propia f un<b-
da en nuestros actos y om isiones, "todos dcben de hacer lo que uno ha·
ce" ¡realmente denigrame! en la mente de la geOle es así. no se tiene cn
cuenta nada más que el propio comportamiento exterior, visible y se
pasa de ahí a juzgar el resto. Es injusto, terriblemente injuSto.
Menos mal que por otra parte. la noccsidad que la gente en genera l
siente de los OlroS, les lleva a aprobarlos OlraS veces. Son dos lados
que tiran de UIl3 cuerda, siempre había creído que ganab.... n los con·
mos a los que dicen que "el hombre es un lobo para el otro hombre"
J que el problema se debía a las condiciones y circunstancias en que se
desarroUa la vida de la gente. Esto me daba una gran con fianza en los
otros. pero se acabó, sin dejar de pcnsar en la importancia de las condi-
ciones que rodean a cada uno, hoy no conrfo en los oeros. ya no, se aca-
bó. hay experiencias vividas que me inducen a ello. y no puedo recha-
zarlas. no puedo negarlas. Una calla y guarda cantidad de cosas de otros
por respeto o lo que sea y recibe como respuesta: golpes. No se puede
ir por la vida sin conocer el terreno o pretendiendo ignorarlo, habrá tro-
piezos continuos. ~ro adapwse puede significar anularse muchas ve-
ces y en muchos terrenos, "hacer lo que los demás juzguen necesario
en todo momento". Queda la posibilidad de luchar aguantando los tro-
piezos y caídas. pcro hay otra que puede servir momentáneamente. ais-
larse de todos. separarse para intentar curar las hcridasde tanta caída, sa-
biendo que se corre el riesgo de "adapwsc" comodecíaanlcs, perocons-
ciente de ello intentar evitarlo.
Es mucha la mierda que he almacenado durante anos en condiciones
dificiles, tengo que limpiarla para que no se desborde un día. Es urgen-
te que escriba m~s que nunca, tengo que hacerlo para sustituir la falta
de comunicación, el papel recoge sicmpre lo qoc quiera dedrle.

2·10·79

Estoy nerviosa como si debiera pasar un examen importantísimo a


la edad de 15 alias. Llevo dos días pensando en lo mismo. con la dife-
rencia de que no tengo lecciones para repasar, cosa que podría tranqui-
lizarme. No me puedo calmar, no 56 cómo enfocar el asunto. Los ner-
vios me pueden, querría gritar, gritar, no me basta con llorar, querría
gritar mi angustia, lo que me pasa, querría rezar si pudiera crecr en
algo. creer en algo. pero no me es posible, todo me puede. tengo que
salir de esto, tengo que salir de aquí. Y los nervios no cesan, si tu viera
lecciones que repasar... Elvierncs no podrá venir nadie, la frontera CSl!I'
rá cerrada. ¡Mi única illl'.itin! ¿Cómo habr;í llegado J.? ... Lc ~ he pro-

7U
metido algo, aunque no fonnaJmcnte, a los de casa, a mí misma. tengo
que hacerlo, salir de ¡ajaula porque hay posibilidad de hacerlo que debo
aprovechar. Vaya inlCntar leer, ello me calmará un poco.

4-10-79

He vuelto a hablar, esta vez para dejar todo, y de repeme siento


pánico y vacío, un pánico inexplicable y un vacío profundo. ¿Qué me
queda? Son siete anos de mi vida dedicados por entero, en cuerpo y
alma, son siete anos de mi historia dedicados y enllegados a mi pue-
blo.
Sólo me queda mi cuerpo y mi mente y con ellos debo de seguir
haciendo camino. Siento un calor eXlrano en todo el euerpo y sin em-
bargo en casa dicen que hace frío, yo tengo calor y quizás tiemblo un
poco.

8-10-79

ora gris de ot.oI\o, con colores hermosos pero con un calor pesado,
es como si fallata odgcno en el aire. Es falta de aire a pesar de que
ayer y hoy he dado paseos y he salido, pero parece que tengo estam-
padas las narices.
He pasado dos días extraordinarios con l., recordando nueSLra in-
funcia, haciendo planes para el fUluro y sonando despierlas en allO. Es
algo que necesito hacer frente a una realidad lan brutal, sonar despierta
es algo importanle en mi siluaciÓn. Soilar con paisajes bellos, con gen-
tes diferentes, con momentos agradables para vivirlos lo más intenso
PlSiblc.
Continúo encerrada, es un encierro que dura ya meses, meses en
sombras para cambiar el mundo, para darle la vuclla. El día llegará, el
día luminoso en que desaparecerán las sombras; micnllas Ianto y aun·
que en penumbra, hay que seguir andando.

71
10-10-79

Días tranquilos, días de mediLaCión, aunque no tenga muchas condi-


ciones para ello. Días de mcdilaCión y concem.ración. ¿Qué voy a hacer
con mi vida? Ahora estoy libre de ataduras. he rolO con los com-
promisos y tengo lOdo por delante. Empezar de nuevo, siempre es be-
lla una obra que comienza, pero también inquictant.e. aJgo que com ien-
za. que nace, pero que no se sabe cómo va a resollar y que además hay
que ir haciendo cada d[a, cada momcnlO, se tnua de hacer vida, como di-
ría Maiakowski.
Son ésLOS, d[as de rcnexión, y ya no suci'lo despierta en un fUluro
feliz. cmpiew a cscudrinar y escarbar en mi pasado. él me aporta los
únicos datos de los que puedo fiarme porque sé que han existido y han
tenido una rcalidad. Trato de descubrirlos para así conocer mis deseos
más profundos y no equivocar mi camino. Hacer aquello de 10 que me
sienla capaz. sin pasarme.
Querría rccoocr mi infancia y sobre todo mi adolescencia. Oigo de
lejos una canción que me grabó A. en uno de los casseues, debe ser
algún vocino. no recuerdo el titulo. pero es maravilloso. como algo
que se desliza. suave, era la cara anlerior a la del patito.
sr, querría recorrer mi adolescencia y por eso me quejaba de mis
eSCritos quemados. aun sin ellos intcnwé hacerlo. A tinos dislílncia.
lejos de mi familia y de los lugares andados. lejos de lamas cosas que-
ridas. en un encierro. en parte voluntario. ¡mcnto continuamemc reco-
nocer Otros liempos, recordar sentimientos e ideas, lo hago dumntc el
día. mientras hablo con otros incluso, mientras como, mientras hago
algunos Lrabajos de la casa ... recordar. escarbar en mi mente y prcpa-
ranne para los cambios que vengan, para seguir andando. Y siempre
sin traicionanne. sin traicionar la causa de la libertad:.. causa insepa-
rable de la colectividad y de mi individualidad.
Eran tiempos en que "sonaba despierta" en una vida fulUrA llena de
aClividades. de sensaciones. enlera, sincera y me preparaba con ilusión
para ella. leía lodo con curiosidad, eslud iaba. escuchaba conferencias.
¡Qué ganas de aprender! ¡qué ganas de ~abc r! ¡qué ganas de ver! ¡qué
ganas de vivirdcsbordada a veces! Cuando me pascahasoftadora por los

72
montes de los alrededores de mi pucblo, enfrascada de ideas y yivencias
tan SntilT'as y pensaba en salir un día de alU para volver otro día. más
Uena tod3vía.

J7. /().79

Todavía no hay nada scguro sobre mi próxi mo yiaje, sólo la deci-


sión de hacerlo. Sí, estoy convencida de salir de aquí hac ia otros luga·
res, hac ia otras tierras; no sé qu~ posibilidades tendré. no veo muchas.
petO aquí no voy a continuar. además después de haber rOLOcon tant.as
cosas, ya no pinto nada aquí, por un lado me da algo de pereza empc7..ar
de nuevo, es como si estuviera de nucvo en una marcha de mont.ana y
me hubiera sentado en una piedra. después cuesta levantarse; pero {Xlc
0lr0 lado hay cierta intriga y curiosidad y deseo de seguir andando, no
para yer el trayecto, ya st que no habrá grandes cosas. ni grandes dife-
rencias. sino para hacerlo. y ¿quién sabe? igual también veo maravi-
llas, es cuestión de no cerrar los ojos mucho.
Hace un día cxtraordinario de atonO, quiero vivirlo y sentirlo. es
importante para mí, seguramente en ninguna parte del mundo ex ista un
otofto como el de mi Pueblo, que reúna tantOS factores: temperatura,
viento. colorido. son tres meses encantados, es como si la naturuleza
en su madurez, en su vejez, adquiriern su mayor belleza , envuella en
una tristeza y melancolía relajada, la calma que sólo dan los anos. pero
quc al mismo tiempo es atrevida, bella. reluciente, sensual, no tímida
y resignada.
y vuelyo a recordar atonas pasados con la impresión de que siem-
pre han sido importantes en mi vida. Recuerdo la conversación con A.,
era el otono pasado, sobre mis estudios, lo yeía como una posibil idad
real , me decía que siguiera estudiando y dejara " Enbala", yo no negaba
la ilusión que ello me producía y el hecho de que era una idea que muo
chas vcces había zumbado en mi mente, pero no lo veía ractible enton-
ces, paramos en una gasolincrn en 8 idache. en la que le estafaron, pero
no importó. estábamos conlClJtos como siempre que íbamos en el co-
che. los dos; me dcc ra que puesto que ya sabía francés suricieOlemcntc

73
podía estudiar en la facultad que hubiera en Sayona, luego hablamos
del libro "Mi vida" de lsadora Duncan que no le gustaba porque no ma-
nifestaba ninguna conciencia social en sus ideas y extravagancias, lo
dezhizo con su inquebrantable argumemadón, que cuando se transfor-
maba en crfoca era tan tajante y destructora, que no quedaba nada por
donde coger el objeto criticado en cuesLión, tal era la fuera y agilillad
de sus razonamientos y expresiones..
Ahora tengo la oponuntdad de hacerlo, tengo que estudiar, no dejar-
me llevar por las dirtCultades y problemas administrativos y de cual-
quier Lipo que puedan surgir. No puedo pennitinne el lujo de perder
tiempo y tiempo porque la insatisfacción que ello iba a producir en mí
Sería muy grande y además sigo formando parte de un pueblo en un
momento muy especial de su historia, tengo que aportar algo a él aun-
que no siempre sea bajo las mismas fonnas, no puedo abandonanne al
absurdo, fonnando parte de un pueblo tan vivo. tan joven que lucha
con tantas razones.
Estudiar ha sido una ilusión durante todos estos alIos. ahora hay
muchas posibilidades de que sea una reaJidad, tendré que intentarlo y no
dejar que se me escape ese (fen aunque llegue con un poco de retraso a
la estación.

2J.JO-79

Llueve. detrás de los cristales llueve y llueve, la canción de Semu


que tanto oí all! por los I7 al\os. vuelve a mi memoria , un día gris
que ha ido oscureciéndose poco a poco y ahora la lIuvi;¡ y el ruido lo
cubre todo, Llueve a veces hacia un lado y al cabo de un rato hacia el
otro, es como si alguien llorara con una uistez.a infinita y resignada-
mente ¡cs tanta la amargura que se desprende de ese llanto!
Pienso en el futuro, tan incierto se prescma, ¿qué hacer'? ¿dónde cs-
taré dcnLrO de un ano? son preguntas sin respuesta con la eerteza de que
no estaré donde hoy y de que mi vida será distinta, Es una tarde de esas
que provocan ganas de tomar un chocolate caliente en casa con gente
querida. con alguien querido, tranquilamente, hablando del invicrno que

74
se aproxima Y que estos días anuncian, hablando de cualquier cosa, y
haSta sin hablar, pero tranquilamente, sin tensiones extranas ni nada
por el estilo.
He leído "Mndame Bovary" y he vueho a empezar pam caplar más
en In obra y sobre todo el estilo y la forma en que eslá escrita, ya que
parece ser lo más imponanle de ella.

30-10-79

Lo extrafto es que esta noche y tras una conversación fem iniSIa de


más de tres horas, me enconlté aJ ir a acostarme con que no lenía mano
laS suficienles e iba a pasar frío. sin embargo no quería despenar a na·
die y así ha sido, me he despenado destemplada a la mai1ana recordando
noches pasadas en el monte en las que el frío se dejaba sentir por las
rendijas, hasta provocarme una vez la regla con bastante adelanto. Pero
lo más curioso y que quería renejar aquí es que he vuelto a sonar con
L.G., debería de contar las veces que en 105·6 anos ltanscurridos desde
nuestra separación he sonado con ella. pero no me es posible, no lo
recuerdo, además seria importante el tema, de todas rormas sé que son
ya muchas las veces que lo hago. Hoy la he enconLrndo con dos nUlos
que eran sus hijos en un lugar oscuro con grondes mesas en las que
babía genle comiendo. le he pedido que me acompai1ai.l y luego íba-
mos las dos con los ninos enlte callejuelas uunbi6n oscuras.
No sé lo que esta persona ha dejado en mf, pero esw claro que no la
he olvidado nunca. y que al pensar en mi voclla a Euskadi Sur me he
imaginado muehas veces el momcnlo en que iba a buscarla y lOCando
el timbre esperaba inquieta ante una puena en la que debía de aparecer
ella. Tambi6n hay una especie de lemor a su respucsla, pero nunca he
dudado de encanlJarla de nuevo, de que nos enconltáramos un día. Su
cara permanece clara y nítida en mi memoria, cuando tan olvidadiza
soy para las caras de la gente que he conocido anteriormente y no he
vuelto a ver en aftos. Sí, es algo extrano. algo en lo que mi conciencia
no juega ningún papel. esta mujer está grabada en mi mente y el
inconsciente me devuelve su imagen al menor eSlímulo que, sin darme

75
yo cuenta, recibe. Además todo ello va acompaliado de una scnsaciÓll
agradable para mí, de un esw a gusto. ¡A ver cuando nos encontramos!
l)c:.sputs de pensar tanto en ella será algo estupendo.
Empiezo a estar bastante a disguSto en mi situación, es verdad que
hay días y días, pero estos últimos me dicen que debo irme cuanto
anles porque ya no hago nada aquí, por m ueha pena que me dé es algo
que no puedo evitar y que de alguna forma también me apetece hacer.

Explicación con Tx . y casi despedida, he estado muy fuene pcro


eso me ha dejado rota. "Ya no siento nada con todo lo que ha pasado"
(era esto más o menos lo que he oído en un momento) ¡HORROR!

4· //·79

Hace un dia de sol extraOrdinario y, sin embargo, yo lCngo una es-


pecie de tontcm, es como si me encontrara drogada dentro de un sopor
muy fuerte todo el día. La conversación de la genLC vuelve a moles·
wme, las voces me parecen siempre agudas y eslridentcs y el observar
la agresividad entre otros, no hacia ml, me excita, me pone nerviosa.
Necesito calma, tranquilidad y sé que no la vaya hallar. que en este
mundo no existe 10 que yo busco '1 que no habrá otro.
Si la agresividad se volviera eontra mI no sé cómo lo soportaría.
Querría poder estar dras enteros sin hablar'¡es un gran descanso pan¡ el
espÚ'ilU! pero suena a extrafto a la genle. en todo caso en mi situación
no lo puedo hacer y mis palabras salen como a borbolOOC,S, forLadas.
Necesito silencio, tranquilidad, serenidad '1 calma a mi alrededor, no
soporto el ruido, el más pequeño me altera. No es justo esto, pues no
es pcilir mucho, pero me está negado uunbtén '1 sólo me queda el
recurso, ya inconsciente, de encerrarme en esLC sopor y esperar a que
otras circunstancias levanten un poco este ánimo para que el hablar
deje de ser un csfuerro y la relación con los Otrns sea una felicidad,
algo agradable,

76
Siempre lo había intuído, pero cada día comprendo mucho mejor la
reacción feliz en la gente de lo que los católicos llaman ejercic ios espi.
rituales; el silencio de los conventos. de las iglesias. el ambiente, cte.
Es como si la mente humana tuviera un limite de actividad Itas de lo
cual se impone un a lto en el camino y cuando ello nos está pro hibido
de alguna mancm, se produce el desequilibrio.
La vol untad debe de jugar aquí un papel importante, pero no lo es
todo. Necesito de la soledad tanto como del pan, pero no de esa soledad
que se produce a veces por incomunicaeón entre la gente. sino de la
otra, ahora bien, siempre que sea una opción libre y para salir de e lla a l
cabo de unas horas o de unos días o ... según los esudos de ánimo.
Hace unos días luve también una especie de arranque de este tipo:
me costaba hablar, me molestaba toda clase de ruidos; hace más de un
mes, antes de romper con la organización; y antcciormente también
porque recuerdo un día, sería en 1ulio o Agosto, en que hablando del
tema de las vacac iones , yo pedía poder ir al convento de Belloc y sola.
Al cabo de unos días se me pasa, así que, esu vez también será así.
Ayer me han contado que en la cárcel de Les Bcaumeuesen Aix ..cn·
Provence, en la celda de Mikel había un tipo Quc se hizo amigo de é l,
que había recortado durante nuestro confinamiento en Valensole, una
falO mía de un periódico, a la que miraba diciendo que querría tener una
novia como ésa; además e l chaval en cucsti ón debía hablar y preguntar
por mí continuamente; ¿cómo es? le pregunLaba a Mikel. Son cosas
que sin dejru de ser lristcs tienen cicna curiosidad, sobre lodo para mi.
por lo difícil que es e nterarse de una cosa así: ¿Será que también
conmigo ha habido gente que me mirdba, descosa de conocccme o por
lo menos pregumándose por mi vida. como yo UlfltaS veces he hecho,
sobre lodo en mi adolescencia, con personas que por algun molivo
d~naban mi admiración?
Es algo eXl1'año pero posiblemente sí ha sucedido CSto, pero no
debo de ser muy vanidosa porque cuando lo he sentido a mi alrededor
no me ha producido un gran placer, sino más bien un sentimiento de
timidez, de no saber qué hacer. ni qué decir, como ayer en que incluso
me avergonzaba un poco cuando me contaban esto y no dejaba de decir
iqué pobre! ¡qué mal debía de estar! El problema es que tampoco suelo

77
querer decepcionar y una se anna todo un Ha, porque el someterse a la
imagen que una cree, otros pueden lener de ella una imagen diferente,
es una locura, aparte del alentado a la propia libertad que una siente al
verse "obligada" o "alada" de esa forma y entonces tu ser se rebela y te
conviertes en esa chica antipática y dura que muchos habrán conoc ido,
porque mandas todo a freir churros:. tu miedo a decepcionar, la gente
que te produce ese efecto y sobre lodo hay rechazo hacia una misma
por entrar en esas pequencces, por caer en semejantes banalidades.

15-11-79

Creo que pronto tendré alguna noticia, si no deberé de ir a buscarla.


No sé qué hacer, quizás debería de ir a hablar con alguien antes del fin
de semana, tengo que pensarlo bien.
Por lo demás no deja de llover y el frío aumenla, lo siento sobre
todo en la cabeza por el c orte de pelo que me han dado.
El árbol que veo desde mi ventana y que no hace mucho lOdavía
estaba magnífico va perdiendo unas hojas amarillas a gran velocidad y
desde hace unos días sólo le veo moverse agitado por un fuerte viento
en grandes convulsiones.
ESla noche me han vuelto a picar los mosqui tos, me he dcspcrLl.ldo
u-as de alguna pcsaditla horrible, el viento had a golpear las pucrUlS, y
el frío no me animaba a buscar los mosq uitos ¿Cómo pueden aguantar
Lanto tiempo sin alelargarse? debe de ser mi sangre que chupl.ln cada
noche. A la manana he visto dos en el cuárto, uno muy grande, a los
que he echado insecticida. Espero que hayan sido los últimos de cste
ailo.
Estoy leyendo, mejor dicho devorando, "La consagración de la pri-
mavera" de Alejo CarpcnLier, una se desliza a gran velocidad sobre esa
prosa fluída como pocas. Además me interesa por su ambientación ltO-
pical en muchos pasajes.
Sigo haciendo gimnasia por las mananas, ahora pasamos de la
media hora de tiempo. Creo que es super-necesaria en la situación en la
que me encuentro.

78
Parece que voy a conseguir dejar de (umar, anlca.yer no rumé ni un
cigarrillo, ayer empecé uno y tuve que dejarlo, es incl'CJ.ble lo mal que
reacciona mi cuerpo desde hace tiempo ya a la nicolina: el dolor de
cabeza es casi inmediato y dW11 bastante: hoy no he fumado nada y
espero pasar el día sin hacerlo. Es curioso que me apetezca tamo cuan-
do tan mal me sienta. Es el momento a aprovechar para dejar totalmen-
le esa droga.
Es un esruen.o oir las noticias y casi hasta leer los periódicos,
CStoy bien dentro de mí, muy dentro.

22-11-79

Llevo días sin escribir en una especie de espera en la que sólo podía
hablar de ello y no he querido, hoy he sabido que la posibilidad de viaje
con la que he contado en algunos momentos, La de Nicaragua, no exis-
te, hay que intentar por otros caminos y por 10 tanto el encierro se va a
alargar m:1s de lo que en principio se podía prever.
Tengo que tomMmclo con calma, con tranquilidad y pensar bien (l<L -
ra escoger un lugar y seguir haciendo gestiones.
Tengo unas ganas terribles de estar con J., de abra:t.arme a él, o por
lo menos de estar con alguien de casa y me vendrh bien Ilomr, pero he
vuelto a encerrarme, los griros se han cerrado y es increíble lo que me
cuesta abrirlos necesitando tanto, la !Cnsión nerviosa dism inu ye y se
reduce al endurecimiento que ella puede provocar y de hecho provoca.
pero tampoco estoy casi sola en casa y me cueSLa dar explicaciones de
mi actuar. así que me reprimo sin remedio.

25-11 -79

Le quiero. le quiero como no hubiera pcns.,do que podia llegar a


hacerlo, sobre IOdo, allá por finales del 75, hace ahora euauo ai\os.
cuando empezaba a desear con ruena su presencia; le quiero, le quicro
como nunC4l hubiera imaginado, le quiero a este hombre sencino con

79
pinta de artista, andar de libenad Y una gran ternura en los gestos, en la
voz, en las manos, en la mirada, cuando está conmigo, siempre con la
palabra precisa a mi pregunlól, a mi ItÍstc7..a. ¡Cómo te Quiero!
Se ha ido eslól maliana después de pasar dos díasjun\.Os; yo he dado
un largo paseo anws de encerranne, era uml mMana fria la de hoy, la
radio ha dicho 0° en Donostia; he salido de Bayona y me he ido an-
d.1ndo por la carretera de La Barre hasta el reslaurante GaulXo, unos lres
cuartos de hora o más. El viento frfo en I¡I (am, las manos en los bol-
sillos, la Ix>lsa en bandolera, he visto en el mar la bruma que se levan-
taba por momentos con el sol, abriendo paso a algunos barcos en las
esquinas, un horizonte más amplio y mientrds en mi mente se repelÍan
las escenas de los días anteriores, de la despedida, algunas gaviotas le-
vantaban el vuelo entre maderas y palos de atnlCar barros.
En mi cam ino una vía de lten que me ha hecho evocar el recorrido
de Villafranca a Lazcano lantas veces andado por mí en alIas époc.'ls,
con sus ranes y vías, con su paso a nivel, y las imágenes se mezclan
entonces en mi mente; el camino a Lazcano, las clases al hijo del inge-
niero, las reuniones, las fiestas, unas Nav idades en lus que iba com ien-
do turrón de chocolate y J. que me cuenta sus andanzas, venía a reunir-
me al camino enlre ....d)'OS del sol que alraviesnn los árboles en un bes·
Que próximo dándole ese bri llo de luces indircc!.as, y cierto calor freme
al frescor de la maf\ana, y una ligera capa de bruma lo envolvía lOdo.
He sentido emonccs con más fu e....¿a el rrio viemo en la cara y las
lágrimas han brotado, solas en sileocio.. .
¡Había deseado lanto poder ir con J. un domingo a la maitana tran-
quilamente a casa!
¡Había deseado Irulto esa mai'\ana haber podido ir al Goiherri, a casa!
¡Había deseado IrullO ver a G., después de su descripción el día an-
terior! .
¡Había deseado lantas cosas Que aun siendo bien pequeñas me son
negadas; Que el privilegio de ver y sentir en lodo el cuerpo unn mañana
como ésta me emocionaba!
¡Y he deseado hijos, haccr brotar vida como la que allá respimba,
frente a tanta dCSl!ucción en las mentes, en la naturaICJ"<I!

80
¡Y hedcseado hijos, utilizar m; capacidad de hacer vida físicamcnte!
Una minúscula panícula en lOdo un mundo cn movimiento pero
¡cuánto sufría!

26-11-79

He salido desafiando a mi Horóscopo q ue pedía precauc ión para


hoy, me revienta la idea de prestar la ulenor atención al Horóscopo de
una revista barma...
Al principio todo ha ido bien y he pensado en ir a Pau el fin de
semana si ello es posible, pero poco a poco se han ido torciendo las
cosas y fin almcnte cuando he entrado a una farmacia al vcnir andando
por un camino, hc visto cntrar al momcnto a Etxcto, policía del Ser-
vicio de Inteligencia e Información frJ ncés, y no puedo decir si cm ca-
°
sualidad o no, si me ha reconocido no, pero en un día como hoy (via-
je de Suáccz a París) es difícil pensar que se p:lscaba tranquilamente por
la calle. Lo más posible es que se huya dado CUCnla de algo... , tendré
que tener m:\s cuidado; esta parte es el país má.s pcq ue ~o y con me nos
población que nos podía haber tocado, me he encontrado con alguien
conocido casi siempre que he salido, a veces he hecho como que no era
yo, pero no sé si habré dcspisUldo, y con la poli , he visto desde que
ando escondida a más de ellos que cuando salí:. normalmente y eso que
casi no les conozco. Aquí nos encont.ramos lodos a nada que nos mo-
vamos. ¡Qué mierda!

28-11-79

Hace unos días exlntOrdinarios, por la nochc frío y brumas, por el


día un sol extraordinario que levant.l la nichl¡¡ r:ipidamelllC dando calor
dondo: no hay sombras y dando sobre lOdo un cnlorido inmenso a las
calles, a los jardines, al mar, al a Lardccer se prc.<;(:nLa ca~i sicmpre con
un rojo intenso contrast<lndo a la claridml ¡Id mur y a algUl1<l que otra
nube. Ayer he paseado basUlnte j he eSIa<lo maravillada al t:Onlcm plar

81
IOdo esto, me decían que hace ya unos días que se prescnla así el
paisaje y he sentido pena de no poder gozar de lodo ello teniéndolo tan
cer<:a.
He sorlado mucho esta noche y tengo algunos recuerdos mezclados
entre sí. Primero eSl3ba con una pareja que acaban de tener una hija y
hablábamos de eJlo, me animaban en mi idea de hijos y ello me re·
confortaba Me habían traído una camisa blanca como la que ella tenia
puesta (mangas, cuello de colores ...). Después estaba en una cama y a
mi lado había otras dos camas ocupadas, era una habitación vieja en la
que había pasado algo, algo que no recuerdo pero que estaba relacionado
con Ar.
Cuando me he despenado he estado pensando en alguna cosa rara
que vi ayer: un tipo que me siguió un mumento; me CUCSUl una barba·
ridad cambiar de casa, estoy bien aquí, yo me he acostumbrado y ellos
también, ya veré qué hago pero preferiría salir del País de una vez y no
empezar de nuevo con traslados. Pensaba en Mé.xico y no me parecía
tan descabellada la idea; si pudiera coger nacionalidad mexicana de al·
guna forma, sería estupendo, luego con un pasaponc mex icano podría
moverme con facilidad a otro país si así lo descara, cosa probable por-
que México no me ofrece grandes cosas, por lo menos vistO desde aquí.
Es una locura.
Termino a la wde " Los pasos perdidos" y tengo ciena sensac ión de
desazón, de angustia, me ha dejado un gustO de boca extrano, me admi·
ra el valor que da al pcolagonista y hay un párrafo en el que habla de
que "la marcha por los caminos excepcionales se emprende. incons·
eientemente... ", cuando empieza el desengano, que me ha conmovido.
No se puede volver atrás en la vida y me encuentro atada, IOtalmente
atada porque cuando hablo de viaje me parece hablar de ángeles y esta
fonna " irreal" que empieza a tomar mi vida me w.ormenla sobrcmanerol.
No lengo ningún cabo al que agamullle para continuar andando, al·
go a lo que recurrir en espera de una solución, seguramente hay gente
que la tiene, que podría tenerla para mí, pero en cste ambienle es difí·
cil, muy difícil, pedir algo por mínimo que sea y además no puedo mo-
verme así como así, porque han podido localizarme. ESloy desesperada,
sr, empiezo a pzrdcr toda esperanz.a. ¡Quiero estar sola, sola!

82
4-}2-79

Tengo buenas noticias por parte de los SOCialiSlaS, parece que se en·
carga el segundo de a bordo en el Partido Social ista Francés. han dicho
que esta semana mandarán alguna carta y después tendré que subir a
París. segurameme será para arreglar problemas de papeles y preparar
_para saI~.
¿Y si me piden que me presente a la policfa fra ncesa? ¿Y si me pi-
den que lo haga en el consulado cspai\ol? Espero que no porque se com-
,plicaría todo demasiado. no me rK) ni un peJo.
He andado mucho estos días y me siemo mejor que los días pasa-
dos. puede que las buenas noticias uunbién infl uyan. Hoy he venido an-
dando de Bayona a BiarriLZ y ayer también anduve unas cualro horas,
noto el cansancio en los pies. JX!ro hace tamo tiempo que no lo sentía
que se me hace agradable. Me encanta andar y si no puede ser por mon-
te, en carrelCJ'a Iampoco se va mal.

5-}2-79

Empiezo a tener ciena sensación de inuti lidad. Hace ya dos meses


que empecé este diario con cicna espera nza de "reencontrarme" y si
bien es verdad que he vi vido gran parte de mis pcquetlos o gr.lndcs trau-
mas, si bien es verdad que he vivido algunos de mis deseos. empiezo 11
sentir la necesidad de abrirme al cxterior, no lOlalmente, pero hay algo
que me falta.
¿Para qué sirvo? ¿Qué puedo hacer ahora? son prcgunlaSqu~ vienen
a mi mente mientras repaso todos los días pasados en este encierro.
Las respuestas en gran parte dependen de un viaje que no desearía ver
reuasado ni un día más. Procuraré estudiar. aprender cosas, aprender a
ser autónoma e independiente, prcparMllle para aponar más un día. sin
destruinnc como persona; procuraré trabajar en cosas que me gusten y
si no tcndré que hacerlo en otros, claro; peto loclo ello son sólo "posi-
bilidades". EnltClarllO seguiré leyendo y esperando.

83
19·J2·79

He decidido por fin venir a París, he pasado la noche en el tren y no


he descansado hasta conseguir una cita para mnnana con el senor al que
tenia que escribir, voy a hablar con él para ver de cerca si hay posi-
bilidades o no. Me ha costado mucho, pero no veía otra solución, !Oda
la gente con la que he hablado es escéptica a lo que planteaba, as! qu(".
manana espero ver de cerca s.i el escepticismo es totalmente fundad o o
no para ver de pisar rocrt.e.
He venido sola, pero mal\ana por la mai'laoa espero a J. en la esta-
ción y según lo que me diga el tipo ése pensaremos en la vuelta. no
creo que sea más larde que el sábado porque he quedado en que el do-
mingo estaré abajo.
Sólo he cogido un libro. poemas de Evtuchcnko y me siento en un
bar para escribir y icer un poco con una UlZa de leche caliente. Hace un
fñe glacial en este país. Cogí billete "couchcltc" para venir tumbada y
donnir. pero me ha hecho mucha impresión el departamento con seis
camas y pasillo estrechísimo en medio. justo para pasar una persona,
porque no se podía estar ni sentada, era como un pantcón con sus pi-
sos, menos mal que las mantas rojas daban un poco de colorido al de-
partamento.
Hemos venido tres, dos hombres y yo, habla uno Quc debía de tener
asma porque se ahogaba y de vez en cuando lOsía haSta echar la nema y
salía al pasillo, era un ruido atroz además de Que provocaba arcadas, vie-
jo y jadeante, parcela que podía morir en cualquier momento.
He donnido a ratitos y cada vcz. con pesadillas. En los ralOS en que
estaba despierta pensaba en cómo debía plantear el rollo y así ha lle-
gado el tren a París, ecan las siete y cuarto y no había amanecido toda-
vía, una fina lluvia dificultaba más la visión, he buscado Ih salida con
una fuerte sensación de estar perdida, pero poco a poco con el mapa y
la luz se han ido aclarando las cosas y he empezado a andar. Lo prime-
ro que he visto es algo de lo que había oído hablar cuando se cita a Pa-
rís, un hombro tirado en el suelo lrataba de coger el calor que ~lía del
melrO a través de unas rendijas, y por supuestO lOdo el mundo pasaba a
su laOO sin preslar la menor atención ai desdichado.

84
Cuando he arreglado la cila 'i encontrado el alojamiento me he lan-
zado a andar por las calles, he enconuado N6Lre Dame y he visto algu-
nos sitios de nueSlIo viaje anterior en 101 Seman01 Santa del 76 con J.,
en que el descubrir algunos lugares me lIUía rccuerdos de IcctuTOlS refe-
rentes a esta ciudad. El Barrio Latino, puentes del Sena , el selr-scrvice
donde comimos y al que he vuelto ... haMa pensado en seguir paseando
por la larde, pero el rrro me rompe la cara y vaya intentar buscar el
Musco de Louvrc para pasar allí la tarde en espera de ma1\ana.
"Duerme amor"
..... Envuélvele en el sueno, arrcbujate en él.
Todo lo que se quiera se puede ver en sueños,
lOdo lo que anhelamos
cuando estamOS dcspicnos.
No dormir es absw'do,
es incluso delito:
lo que acullo llevarnos
griLa en nucstIaS entranas.
Duerme amor...
No te dejes llenar de rencor... "

26-1Z-79
A las 6 de la mal\ana me dirijo al MellO para esperar a J.; encontré
fácilmente la forma de ulilizarlo. Espero casi dos horas, había estado
agotada el día anterior, los cuadros se mezclaban en mi menlC con los
nombres de sus autores y finalmente sólo pienso en la cita, J. cslá
contento de llegar a París, le auae una barbaridad, sobre todo por los
aftos pasados en esta ciudad.
El resultado de la cita es un tanto deprimente: no hay mucho que
hacer, un suspiro de llanto al salir que ahogo inmediatamentc, no mc-
r~e la pena, es la política de los dos bloques fuera de la cual no ex isle
nada, comprobarán que el "problema vasco" no acabará enseguida, co-
mo decía, hay algo que se reafirma dentro de mí anle las diricullades,
hay algo que se refuen:a frente a tanlOS intereses mezquinos, es la idea

85
de defender mi casa, de defender mi pueblo y la libertad frente a lOdo.
Cuando más se agranda el monslrUO enemigo en mis experiencias, en
sus diferentes formas, mayores son nuestras razones y más justa nues-
tra lucha. De todas formas ha dejado una pequcna rendija que quizás de-
ba utilizar.
Esto era el jueves y hemos estado hasta el domingo a la noche.
y
Aparte de ver una obra de teab'O, "La torre de Babel" de Arrabal, dar
alguna 'Vuella, hemos visto sobre todo exposiciones y museos. Picasro
entranable, cercano e impenetrable al mismo tiempo, vibrando en las
formas; era una colecc ió n pagada por sus sucesores al Estado en con-
cepto de impuestos, realmente emocionante. Dalí en una exposición de
obras personales o de su colección, extravagante, amenazador, agresi-
vo, con una técnica perfecta y una gran suavidad a veces. Arte mo-
derno, abstracto, que agota sobremanera, figurativo. etc. Intentábamos
ver todo y aprovechar para ver precisamente lo que sólo allí se puede.
Ha sido poco tiempo, pero aprovechado, el viernes amaneció nevando
y e l contraste entre el calor pesado del Melro y el frío de la calle, es
una de las cosas más grabadas en mí.
De despedida comida en un reSlJuranle chino y de nuevo a la Es-
tación. Apoyada en su hombro o e n la ventana he donnido a nitos,
sonaba que tomaba un caró con leche o una orangina por la sed que me
devoraba. Y empieza a pesamos la despedida que se aproximaba. Nos
besamos y salgo del tren. Todavla de noche, a las 6.20 de la manana.
en Euskadi llueve como es costumbre, salgo y no veo taxi. Es tem-
prano para llamar por teléfo':lo a nadie. empiezo a andar oyendo el ruido
de l tren que se aleja con él. la lluvia aumenta y poco después el agua
ha cubierto mis botas, mi gabardina, las bolsas, s igo andando, pienso
en los días pasados, en lo agradable y en lo triste.
Comparo el día con e l de hace un ailo, triste, horrible Navidad la
del 78-79 por perder a AJ. Le recuerdo pasando en su coche por la
misma carretera que recorro, hace un ai"io, sí, lo hemos comenlado el
21 en París; pero de nuevo en la 1.Ona nuestra, su figura toma foona y
le veo con su gabardina beige y la maciconera negra en la mano co-
mentando los últimos acontecimientos, ahora cae una fina lluvia 10-
rrencial y me estoy aproximando a la casa, sólo enlonees veo un coche

86
42 blanco de la policía que me mira y sigue hacia delante. no me había
cnu.ado con nadie. la lluvia disminuye un poco. es otro aIIo el que va 8
comenzar. pero no quiero que su recuerdo se borre en mi memoria. no
quiero que muero nunca. ni los otros tampoco.
El 24 han venido a buscarme. es un detalle lambién inolvidable.
me disponía a quedarme en casa. pcro no fue así. hemos pasado bien
hablando hasta las 6 de la maf\ana.

/5-/-111)

Como vengo diciendo ha llegado el momento de las despedidas. pe-


ro la mayoría son despedidas silenciosas, en las que yo sola y muy
callandito me despido de los sitio~ , de amigos. sin decir nada porque
tiene que ser así. algunos sólo saben que me voy, pero otros. la
mayoría. nada y yo voy diciendo "adiós" en mi menlCcuaodo al dejar a
alguien. pienso que no le veré en bastante tiempo, y ¿quién sabe? Voy
diciendo adiós a las casas. a los lugares l:ln queridos en los que he vi-
vido muchas cosas los últimos alIos, a la gente. a las playas, a los par-
ques, a los montes, a los rlos, a los bares ... pero siempre en silencio,
muy bajito: y muchas veees quisiera que mi pensamiento se incrustara
en el otro sin que tomara conciencia de ello, pero que sintiera mi adiós,
mi abrazo, mis deseos deque sea feliz en el tiempo de separoeión, en el
futuro. en lo qucquede. Y ya hasta que me vuya seguiré despidiendo en
silencio lodo aquello que guarde alguna significación para mr. y que
pueda ver en estos dlas.
A todos les diré adiós con un beso muy muy fuene y profundo ¡nos
veremos! Ahora bien, todo irá en silencio. dulcemente, sin temblor
algWlO. sin una palabro. ni una sena, en mi mente...
No sé qué haré. no sé de lo que seré capaz. ni las posibilidades que
encontr..lre, pero lo habré internado... y ello será 10 importante.
y también me despido de este diario, casi cuatro meses que recogen
un momento, de un diario al fin recomenzado y que tanto me había
costado abandonar... me ha ayudado, estoy scgUrd... lo dejo en buenas
manos. con una confianza absoluta ... me guslar:1 encontr.ulo algún día.
quisiera que diera fuera a quienes puedan leerlo. que no debilile a

87
nadie, que dé calor y esperanza en otro mundo. Has sido muy bueno
.:onmigo. Se cierra una puena y se abre aLta, se acaba una cUlpa y
comienza oua, quisiera no oh'idar nada de mi pasado, recogerlo lodo,
guardarlo bien dentro de mr, para que me siNa y sirva a otros.
La lluvia , el sol, la tierra, las esU'ellns, el viemo, lodo hace que en
estas tpocas, en invierno, algo esté germinando con ayuda de manos y
sin cUas, se está gestando un3 nueva primavera que surgirá rebosanle
denU'o de poco... traerá nuevas cosas, nuevas alegrías. nuevas penas,
pero movimiento siempre, vida siempre. cambio, calma y tensión se
ido inlerponicndo poco a poco... andando.
Lo dejo, vaya aprovechar para esl.ar con J., luego tengo que pre-
parar algunas cosas. Quiero vivir plenamenle estas últimas horas, siem-
pre en silencio. pero no por ello menos inleosas.
Volveré.
Nada más
"Esta exttaJia tarde desde mi ventana
trdC la brisa vieja de por la matlana
No hay nada aquí
sólo unos días que se prestan a pasar
sólo una wdc en que se puede respirar
un diminuLO instanlC inmenso en el vivir
dcspu6s mintl' la rcalidad
y nada más
y nada más.
Ahora me parece que hubiera vivido
un caudaJ de siglos por viejos caminos
No hay nada aquí
sólo unos días que se prcsLan a pasar
sólo una tarde en que se puede respirar
un diminuto instante inmenso en el vivir
después mirar la rcalidad
y nada más
y nada más"
(S ilvia Rodriguez)
Capítulo 6
HE PENSADO TANTO EN TI, MI PEQUEÑO
(MlxK:o, 198(J../982)

En México Yayas inicia una nueva vida. Buen slmbelo de ello es su


cambio de nombre; abandona el de Yayas. mostrado siempre como
alias por la poliera, y se hace llamar Nekane (Oolores en euskara),
nombre por el que te conocerán todas sus nUlivas amistades Ii incluso
al cabo de los al'los su hijo. Voyes, la nueva Nekane, esta decidida a
dejar atras su pasado y a dirigir su vida por otros derroteros. la salida
de Euskad i Norte le supone una fuerte liberación personal y las
nuevas condiciones de vida le pe rm~en volver a saborear el goce de
las cosas más cotidianas y simples.
Voyeos lue la primera relugiada procedente de ETA· Mil~ ar que viajó
a México. La organización intentó nombrarle re sponsable de los fu -
turos refugiados que iban a ser enviados a Latinoamérica, pero ella se
negó. No quiso tomar sobre sI esa responsabilidad porque ya no se
sentla miembro de ETA. Asl, cuando en la primavera de 1980 una
delegación da parlamentarios de Herri Batasuna v¡s ~ó Méx ico con el
objeto de obtener garant ías para los refugiados p:>r parte del Gobierno
de lópez Portillo, ena no mantuvo ningun contacto con ellos , a pesar
de que a nival personal le hubiera encantado verse con alguno. Al
cabo de los meses consiguió la legalización de su estancia
en México como estudiante, mientras el testo de los relugiados

89
gozaba de un estatuto especial roncedido por el Presidente lópez
Ponillo.
A poco de llegar Voyes preparó un examen de selectividad para
entrar en la Universidad Autónoma Metropolitana. Al principio dudó
entre estudiar literatura, que fue siempre una de sus pasiones, o
Sociologla, que le habla atraldo también desde aflos afrás. Finalmente
optó por la Sociologla, en la que buscaba especialmente la ¡:x:lsibilidad
de profundizar 80 el estudio de los conceptos marxistas, para revisar
las tesis empleadas en sus a!los de actividad ¡:x:llftica. De esta manera
en abril de 1980 inicia el primero de los doce trimestres de que consta
la carrera. Desde marlO tenia un empleo de media jornada en las
Naciones Unidas; se encargaba de la adaptación, composición y
corrección de la revista "Foro del desarrollo· para los paIses de habla
hispana, a partir del modelo inglés.
En junio Yoyes alquila un piso con un compañero, también refu-
giado. en la calle Melchor Ocampo, esquina A ro Mississipi, en una
buena lona de México D.F. De todas maneras, la vida en la capital es
atosigante y aprovecha los fines de semana para escapar de ello y
conocer nuevos lugares. Visita con frecuencia la zona de Veracruz y
en verano pasa quince dla, en el Estado de Moreria y alrededores.
Yoyes, aunque era consciente de la dificultad de integrarse en un
pals tan distinto al suyo en cuanto a civilización y costumbres, se
habla propuesto vivir 8U estancia en México aprovechando al máximo
las ¡:x:lsibilidades que aquella tierra le olrecla en cuanto a nuevos
conocimientos y experiencias. As f, poco a poco, se rodeará de amigos
mexicanos. entre quienes destacan Jorga Gutiérrez y Pedro Moco
tezuma, profesores de la Universidad Autónoma, y Roclo Dlazes·
cobar, poetisa a la que conoció como compal'iera de clase y con la que
llegó a entablar una amistad profunda.
Contactará también con feministas y, naturalmente, con vascos
residentes allá. Sus visitas al Centro Vasco no soy muy frecuentes,
pero cuando va aprovecha para visitar la hemeroteca y leer la prensa
procedente del Pals Vasco. Su voluntad de integración en el nuevo
pals no le impide &ehar de menos su tierra y, muy especialmente, su
fam ilia. la correspondencia. sobra todo con las hermanas , es cons-

90
tante y en sus cartas deja ver siempre el intento, a veces dificubdo
por la di!=tancla, de seguir la evolución de sus vida, y la necesidad de
calor lamillar, del que consiguen aportarle un poco sus hermanas M.
Ason, Isa y Gbri en las visitas que le harán en diferentes épocas.
Las noticias procedentes de Euskadi no siempre son buenas. Asl
en noviembre de 1980 se entera de que la policfa ha detenido a su
hermano Jase y su compaflera, torturando brutalmente al primero.
Otro hecho va a afectarle en las mismas fecha s: en Caracas son ase-
sinados Jokin Etxeberria y Esperanza Arana. próximos a los círculos
de refugiados vascos. Esto hará que los refugiados en México mano
tengan una entrevista con el Presidente López Portillo, con el objeto
de solicitarl e garantlas. Yoyes, aunque fue invitada a dicha entrevista,
no asistió.
Entre 1980 y 1981 la policía implica a Yoyes en varios atentados
reatizados en Espai"ia, incluso algún medio de prensa publicó que se le
habla visto pasear por la calle Colón de Madrid. No quedaba claro qué
objetivo pocHan tener estas informaciones totalmente falsas, pues por
otra parta Yoyes estuvo controlada y vigilada por la policia mexicana.
con mayor o menor intensidad, a lo largo de toda su estancia en aquel
pals. AsI en agosto d8 1981 empezó a sentirse seguida por policlas
mexicaoos y espafloles, sagún ella. Al poco tiempo S8 entera por la
prensa que se prepara un viaje oficial a México del Presidente del
Gobierno Espaflol, Leopoldo Calvo Soteto. Yoyas, que en aquel mo·
mento aS1aba acompai"iada por su hermana Isa, decide salir de casa
hasta que el ambiente se calme. Pasan una semana en casa de una
amiga, Aurora, hija de repubticanos españoles exiliados y al volver,
una vez finalizada la visita de Calvo So¡elo. se encuentran con que la
poliela habla estado en al piso y habla detenido a quienes se encon-
traban alll. expulsando a uno de ellos del pars. Al parecer con estas
detencion es el Gobierno Mexicano queda demostrar al Español que no
aceptaba la presencia oficiat de refugiados en su territorio.
Cada vez que atgún alto cargo español visitaba México, la policía
intensificaba su vigilancia sobre Yoyes. Una de las modalidades em·
pleadas eran las llamadas telefónicas constantes y anónimas: al des·

91
colgar el t&l6fono nadie contestaba. 8 objeto de estas llamadas era
sin duda el asegurarse que ella segura haciendo vida normal,
Este verano de 1981 Yoyes deja el piso que oompartla con un
refugiado y se traslada a la zona de Tasquet'la, .n México D.F. lam-
bi4n, Va a vivir con su compañero Juanjo, que habiendo solicilado
eICcedencia en el trabajo, se traslada a MéICioo, donde permanecerá
hasta el otoflo de 1983.
En diciembre de 1981 viajan junios a Cancún, zona maya, en el sur
de México. Yoyes va aprobando con muy buenas notas los trimestres
dela carrera. Continúa también con su trabajo en las Naciones Unidas.
Con su compaflero aliado, al ver que ya no es excesivamenle vigilada
por la polida y que de goza de un modo de vida estable, a principios de
1982 decide cumplir un deseo pendienle: ser madre.
la vida de refugiada eslaba matcada por la conslante presencia de
la muerte, tanto de compafieros como de enemigos polilicos. Por eso,
lener un hijo supone para ella salir del cerco de la muerte y empezar a
valorar la vida con mayor fe.
Yoyes vive su embarazo con una Intensidad tremenda. Se cuida
mucho ffsicamente -al saberse embarazada deja automáticamente de
fumar-, lee libros sobre puericultura y realiza un cursillo de prepa-
ración al parto. Prepara con mimo todos los detalles para el niflo o la
nil'ia qua vaya a lI&gar -ropas, cuna, etc.- en lo que le ayuda, a pesar
de la distancia, la lamilla. la correspondencia que en eSla época
mantiene oon sus hermanas gira casi eICclusivamenle sobre el aoon·
tecimiento: cuenta con detalle las visitas a la ginecóloga, los movi·
mientas del feto dentro del vientre, las nuevas sensaciones, y la gran
ilusión, en fin, por senlirse creadora de vida. Piensa también sobre el
nombre a poner a quien vaya a nacer y en una carta a su hermana
Gema dice qua si as nitla le gustarían liern!, una ermita del Glierr! a la
que acudía en peregrinación con el aitona, o larrailz, la ermita al pie
del TICindoki. En alguna otra ocasión habló de que le gustarr a Goltine,
el nombre de la casa de Ordilla.
En las cartas expresa también el deseo de que alguna de sus
hermanas pueda acompaflarle en su nuevo estado, y asl Glari se

92
traslada a México en agosto de 1982, donde permanecerá hasta
febrero de 1983.
Yoyes ...i... e el cuidado de todos estos aspectos practicos con una
8Ctitud "militante" que reivindica la importancia de vivir la maternidad
conscientemente y el deseo de hacer parlfcipe de ella a su entorno.
Asf, en una carta dirigida a Isa, se lamenta de lo poco que han e scr~o
las mujeres sobre ello:
¿Cuántas escritoras han hablado de SUS embarazos, si hasta la pala-
bra tiene una connotación de algo molesto? ¿Has visto alguna vez un
diario de un embara7.o? Esta siempre es una hislOria cortita en mujeres
que hablan de ellas mismas, incluso de sus senllmicnlOs, hacia el
exterior. Se quedó embarazada y tuvo un nino o una niita: como si fue -
ra tan sencillo ... Y las mujeres que "¡ven recluídas en sus "cárceles" ha-
blan mucho de sus experiencias. pero sólo entre ellas y con la coletilla
de que hablan " cosas de mujercs", "tonterías" que no tienen ninguna im -
portancia. Claro, las grandes decisiones políticas, cienlinca<;, litcrurias,
eIC. no las lOman nunca las mujeres. y menos las mujeres embaraza-
das. iQué diferenlcs serían esas decisiones si las lOmasen ellas! Siem-
pre que hubiera una acept.ación de lo íntimamente vivido, claro, porque
lo que generalmente pasa es lo conlr'.u-io ( ...).

Durante el embarazo Yayes pudo comlnua: con su trabajo y


estudios; en esta época y para cumplir el servicio social, participó en
un esludio sobre los movimientos sociales. Con su panza creciente va
de un lado para otro, con el único handicap de los mareos que le
producen el calor y el ambiente cargado, unidos a su estado.
A la hora de dar a luz no luvo suerte. Ella deseaba seguir todo el
proceso paso a paso, consciente, pero lo consiguió sólo en parte.
Desde el inicio de las contracciones hasta el alumbramiento tran·
scurrieron sesenla horas. Tuvieron que pradicarle la cesárea, apli-
cándole para ello anestesia local. Así, el miércoles 3 de noviembre, a
las 5,15 de la tarde , nació un niño al que se le impondria el nombre de
Akaitz, monle y riachuelo de Ataun, en la Sierra de Aralar.
Yoyes, convencida de que tanlo el padre como la madre. indi-
vidualmente, deben ser capaces de dar una seguridad alectiva y una

93
estabilidad sicológica al nil'lo, Implica a IU compal'lero totalmente en el
cuidado del mismo, al igual que lo habra hecho en todo el proceso del
embarazo y el alumbramiento. A la vez no deja de tener presente la
contradicción entre la estructura famillar y la independencia de la
pareja Se plantea repetidamente la neoesidad de preselVar la liber1ad
personal y, sobre todo, de no abandonar de ninguna manera otros
aspec10s de la vida, a pesar de ser madre. Ella, que tiene por modelos
intelectuales a Virginia Wootf y Simone de Beauvoir, tiene presente
siempre la necesidad de cu~ivar la vida propia y trata de enmarcar la
maternidad también dentro de este contexto.
De nuevo volvemos a los cuadernos de Voy es, para recorrer su vi·
da en México, desde la llegada a aquel pals, hasta su maternidad.

28·J.fI{)

y estoy en México. ¿Quién lo hubiera'dicho hace unos meses? Des·


pufs de 14 horas de avión he llegado en una maftana fría y oscum , he
tomado un bafto y después he intentado dormir pero no he podido. Esta·
ba eOnLema por andar en avkSn, al tanto de todas las subidas y bajadas.
de todas las maniobras, pero al venne en una ciudad tan grande y deseo·
nacida me he asustado, estoy algo nerviosa, de nuevo todos los obsut·
culos que me quedan me parecen insalvables.
Vaya escribir a J. y a los de casa, teodre que contar que he llegado
bien.
El scl\or que me ha venido a buscar ha preguntado al taxista umes
de enttar cuánto le iba a cobrar, será por los sablazos que meten. Me
preocupa un montón lo del cambio de la hora, estoy todo el tiempo
preguntándome qué hora será aquí Yallí.

29·J .fI{)

Ayer me inacrrumpió el viejillo, habla sin parar, historias o lo que


sea, cosas de las que no sé nada. EsUl matiana me ha cogido llorando a

94
las 6.30 cuando escribiá a J. Se acaba de ir, pero temo que vuelva. Ne-
cesilO llorar porque ello me libera del reseco nasal, bucal, etc. que !Cn-
JO, y hace que funcionen las glándulas que segregan la mucosa. pero si
no me dejan sola. será imposible, la altura me está dando buen trabajo.
Ahora todo mi problema es cómo me libero de eslC scftor para po.
der salir y ver algo. o para simplemente pensar y hacer Jo que considere
necesario para empezar a andar.
Tengo que hablar con Jos dos úos. Cuestiones a hablar: situación
mta en Euskadi None, documentación, uabajo, estudio, viaje de los
parlamentarios, una dirección viJgen a la que me manden.
Tengo un poco de miedo a ir sola por la ciudad, pero es mucho me-
jorque lo haga, miemras vaya coo ouas no aprendo nada. y además es-
ta gente no tiene tiempo de andar haciendo de ciccrooe.
Aunque sólo haga ir hasta COITCOS y volver hoy tengo que ¡men·
tarlo. Es miedo a lo desconocido que sólo desaparecerá andando, csp!ro
que no me peguen sablazos y haga el palO. En estas horas maldigo con
todas las fuenasdel mundo a la sociedad machista, si hubiera sido hom-
bre todo eslO se hubiera reducido a la miUld, o menos. Ser mujer libre
supone superar miedos. angustias y temores que nunca acaban , que se
reproducen ante cada nueva situación, es siempre un recomenzar, defen-
diéndose de las agresiones de todo tipo que una pueda sufrir, desde el ro·
110 del viejo hasta el miedo, en mi caso, de un atentado político. y en
medio un abanico inmenso de cosas.
Tengo que hacer un siuo en un ambiente en el que hasta ahora no
soy nada, en un ambiente que me es desconocido, del que no conozco
las reglas de juego, dcl!Catro que es esta vida, yo intentaré ser Jo más
rtel posible a mf misma, y actuar en consecuencia. pero indudable·
mente tendrá que haber una cierta adaptación al medio. Es increíble la
dimensión que abarca "la angustia de recomenzar", cuando has conse·
guido que en un delemlinado ambiente se te acepte y reconozca y por
lo tanto te sientes segura, se producen los momentos más felices, de
aportación, de seguridad, pero lo lamentable es que esto no vale cuando
hay corte lotal de ambiente o simplemente cuando se conoce nueva gen-
te. Está la ventaja de saber qaue otras veces 10 has conseguido. en cier·
ta medida claro, aunque siempre satisfactoria, pero nada más; el tr.o.bujo

95
es el mismo, por lo menos para mí, y supongo que para mucha gente,
sobre todo mujeres. Tengo miedo hasta de sonrojarme por alguna ton·
tería.

JO-l.J3l)

Como me esperaba, en cuanto hablt de salir, me dijo el viejillo que


me acompaliaba; tuve que esperar hasta las 12,30 y luego seguirle en
sus pequeftos pasos y escuchar su rollo, me invitó a comer, le pedí ir a
Correos, me decía que sí, pero ni se movía, al final me encontré en un
Metro, siguiéndole a él, ¡pUn había olvidado la cartera en el bar y vuel·
ta otra vez, más despacio porque estaba más cansado, a las 5,30 me
encontré en la puerta de casa, y en un arrebato de rabia, pero contenida.
dije nuevamente que me iba a dar una vuelta. el viejillo me dijo que
no. que podíamos seguir de conversación, semí un temblor de ira y dije
que no.
Me parece que en este país son todos unos mentirosos. no saben de·
cir que no, pero hacen lo que quieren sin hacer caso para nada del vcci·
no. Cuando volvía Mcia las 8,30 estaban lodos preocupados y alboro·
lados, me costó encontrar la casa en el bamo.
Fui al centro, compré mapas, y me puse a andar hacia la dirccción
de Correos, preguntt varias vcces el camino, me indicaban la dirección
pero no daban explicaciones, al final encontré un montón de gr.mdes
edificios, de los que podía ser cualquiera, pregunté a una senara de unos
40 atlas que me explicó algo más. Me dirijo a una taquilla con 1.000
pesos y me dicen que no tienen cambios. a otra que tampoco. salgo a
la calle, vaya un Banco y le pregumo a un agente que estaba al lado de
un seflor; éste empieza a sacar billetes y dice que no tíene lodo, me
largo diciendo que éste es un país de locos, entro en una librería, salgo,
vaya otra y me dirijo a la chica de la caja, le explico lo que me pasa y
al rmal me da los cambios. vuelvo a Correos y por fin puC{)o echar las
canas, pero lemo que no lleguen porque no llevan dinero encima ...
( .. .)

96
AlH después de esperar un montón de ticmpo me dan una cabina '1
me dicen que han preguntado en el número 27325 1 '1 COOleslan que no
quieren comunicar porque es 51, no entiendo nada, sospecho que hay
gato encerrado y corto, salgo sin pregunta:r siquiera el precio. El lipo
de la librerfa no sabía leer el mapa. El único detalle bonito que me
ocurrió fue en el Metro; vcníamos el viejo '1 'lo de pie, un chaval muy
guapín me miraba, otro detás se me pegaba como una lapa, se levama
el primero y se dirige a mí ofreciéndome el asiento. Me pareció que me
miraban mucho, esto no está en absoluto europeizado.

2-2-80

De todas fonnas estoy mejor que los días pasados. Empiezo a no


sentir la allura, y duermo mejor.
Anlcayer"a la noche vimos a Silvia Rodríguez '1 a la Nueva Trova
Cubana con Pablo Milanés también. éste dulce aunque con mucho
acompanamicmo y Silvio encantador, sólo con una guilillra, mÍls so-
brio, pero profundo como no hay ot:rO, maravilloso, no hubiera sonado
con verle actuar en direclO. este último verano cuundo escuchaba sus
discos, ensimismada. envuelta en su profundidad para JX:n5ar, rclajarme
o llorar. y sin embargo he tenido la gran suerte de vcrlOS, '1 ha llegado
easi solo.
Hoy hemos comide mucha gente oyendo tangos de Carlos Gardel,
de otro y mi cassette de Silvia Rodríguez.. Resulta que les encantan ,
importante coincidencia ésta, yo estaba casi emocionada, todo el tiem-
po con carne de gallina, tan lejos de donde acostumbraba, pero más cer-
ca de su nacimiento, del lugar de su creación, oía las canciones tantas
veces escuchadas, tantas veces saboreadas y adoradas. Gtan poder de evo-
cación el de la música.
Mailana saldremos hacia J¡. playa, volveremos el día 5, martes; esto
son ,·erdaderas vacaciones, sobre todo si hace bueno, pero yo estoy in-
quieta po:r poder empezar a hacer algo, aunque intenlO tomármelo con
calma claro.

97
Poco a poco empiezo a captar el ambiente. a conocer la ciudad y ya
no es la misma impresión de las primeras horas, creo que hay toda una
rica cultura a estudiar y lo haré según vayan pasando los días, y ello
me sea posible. He visto edilicios extraordinarios. en esta ciucbd se
mezcla 10 anterior a la Colonización, 10 Colonial espanol, la ¡nnucn-
cia francesa y lo Moderno.

5-2-80

Hemos vuelto de la playa, es un viaje pesado, pero ha sido agra-


dable. he conocido nueva gente, nos quedamos a hablar por la noche
delante de un fuego, he conocido el Trópico con toda su vegetación
rebosante, he visto una noche de estrellas que cogía la mitad de la
esfera terrestre, una bóveda completa ¡impresionante!, he visto muchos
inruos, sus pobres casas. sus bonilOS vestidos muchas de las veces. he
paseado sola por una larga playa unas tres horas casi con ganas de
cantar y de saltar, (me encontré que venía de frente un indio viejillo, se
me acerca, se quita el sombrero en un saludo y me dice: "Suerte
sei'lorita. yo me encontré la Virgen y usted a San Jost, muy linda,
muy linda"). He empezado a leer el libro de Ul rike Meinhof que me
regalaron las dos A. y me ha producido una profundu impresión, ¡qué
claridad en los escritos de CSUl mujer! es horrible que una mujer como
ella haya desaparecido y tan prOnto. ¡Cómo se hace querer! por su am -
plitud. su comprensión de las cosas, y gran respeto.

10-2-80

Hoy llega el grupo de parlamentarios, no veré a ninguno, LCngo que


arreglar primero mi situación aquí porque querría quedarme, claro. En
cuanto todo ese lío se pase, veremos lo que vaya hacer yo, parece que
hay buenas perspectivas, ya veremos sobre la marcha.
Es impresionante cómo me siento libre de movimientos en este
país. salgo continuamente saboreando LOdo lo JXlsible la suene de andar

98
por la calle tranquilamentc: es curioso, me he dado euenta de que lo que
el primer día de salida in tcrpre~ como petición de "pasta", no es tal, la
gente es antipática, pero hospitalaria en general, no es que esperen na-
da, es que no les da la gana ele prestar atención al de su lado, incluso en
las tiendas, donde parece que el interés de vender puede primar sobre
otraS cosas, es igual. ponen unas caras tan enigmálicas y escépticas
que dan ganas siempre de darse la vuelw. ¿Por qoo esas car'.tS?

14-2-80

Se han ido los parlamentarios: Monzón, OrlZi, Castells, Brouard y


Urbiola. No les veo. El Gobierno de Lópcz Portillo dice, oficiosamen-
te, que aceptará rerugiados vascos. No tengo ninguna noticia de allí, de
J. ¡cuán"" me gustarra!

20-1.80

Ayer he visto !lIgo terrible, una indit.:l (como dicen IHluí) lloraba
mienlraS le arrastraban para hacerle bajar en Un:lS escalerus automáticas
y se negaba a ello eoo todas sus fucr/.a5. dcbía-de pensar que por am de-
saparecía la genIC, porque ni se acereaba pam ver el final. Pensé que si
yo me siento muehas veces perdida en esta ciudad monsltuo hay OltoS
que 10 pasan peor y senlÍ una gran láslima. (...).

24-2-80

Cada día me parece que esto de los papeles se complica un poco


más. estoy desanimada. no sé qué hacer. las noticias de allí son horro-
rosas, deben de estar pasándolo muy mal y yo aquí muchas veces casi
desesperada porque no veo cÓffie... logmr cstudiar y tener papeles.

99
Hoy he paseado sola, he estado en el Musco de Antropología casi
todo el día, lo encontré extraordinario, por todllla ..... ida.. que hay en él,
por conocer lo que ha habido en eslaS tierras en los anos pasados, me
he quedado con las ganas, pero al final cswba agotada.
Ayer estu ...e con Aurora en Cuemavaca, es una ciudad muy bonita,
hablé mucho con clla, es muy maja, creo que puede ayudarme, pcro no
st si le doy la suficiente confianza, si fuera más abierta quizás sería
más sencillo, pero muchas veces, al haber sido tan complicada mi ... ¡.
da. no stlo que debo decir y cómo actuar porque todo me es desconoci-
do, normalmente me dejo llevar por lo que me sale, pcro no sé, ¡ojalá
pudiera ayudarme! ¡ojalá lo quisiera!
Ahora el problema más gordo es que me piden los certificados de
estudios, legalizados en el Consulado de México cn Madrid , y además
de tenerlos aquí están sin pasar por el Consulado, las inscripciones se
van a cerrar pronto y tengo que hacerlo amcs con alguien de confianza,
no puedo fianne del Correo, un verdadero lío. Neccsito ayuda urgen·
temente y no veo cómo, necesito que me ayuden, cspcro no olvidar
nunca todo lo que estoy pasando (X>r si algún día yo puedo ayudar a
otros y dudo en dedicarme lo suficiente. Lo necesito tanto /,Qué podría
hacer? '
Llevo casi un mes fu era de Euskadi y me siento ya algo diferente,
creo que estoy aprendiendo a diferenciar mejor lo esencial de lo super-
fluo en la lucha. st, tengo la impresión de que podría aprender muchas
cosas, entre estudios de Sociología y la proximidad de las luchas de
América Latina, con una inmensa riqueza y experiencia, scrf;¡n estos
anos fructíreros, pero tendría que conseguir papeles y convencerme
bien de ello para no estar con un pie aquí y alro en Euskadi todo el
tiem(X>, sin olvidar que aquello es el objetivo rundamental. Tengo que
situarme aquí, porque de lo contrario es mejor que me vuelva.
ESLOy leyendo la hiSLOria de la Revolución Mexicana, me interesa
muchísimo todo lo relacionado con la historia de este país porque creo
que puede ayudarme mucho a comprenderlo y si tuarme mejor en el am-
biente. como decía. He andado bastallle en la ciudad y empieza a hucér-
seme algo más fami liar a pesar de lo monstruo y grande que es en este
momento.

100
8-3-80

Recuerdo tantas veces aquella frase de mi diario: "Nos vendrá bien a


los dos esta separación" y no, no, no, mil veces no, me duele rccordar
que pode pensar as!, no se puede separar a la genlC que se quiere. es un
desgarrarse vivo. ¡Cómo pude escribir en mi diario verde una cosa tan
fría!
He pasado un día bueno. sobre lodo la mailana; después de escribir
lo anlerior y ver que me bajaba ya la temperatura me he Icvanwdo,
enseguida he salido a andar, como a la media hom he notado que me
bajaba la regla, ha sido eslupendo pcro de nuevo siento la angustia de
los días pasados ¿qué cstará pasando el aita? ¿por qué en la clín ica? nun-
ca había o ído que tuviera algo en la vejiga, ¿cómo estarán cn"Casa con
ese asunto?
Me acabo de librar por chiripa de una muy desagradable reunión
social, no aguan to muy fácilmente los rollos esos y desde luego, de di-
vcninne nada, nada, lo encuentro todo muy vacío enlrc conversaciones
que me inLCresan bien poco o nada.
No estoy bien, con lo a gusto que hubiera estado con Olras gentes
en este mismo lugar, enlrC montcs tan bellos con el fuego afuerd, pero
nada, me gusta estar con los de casa, pero cuando CSLamos solos. Y es
que ellos pueden entender algo. No me centro del lOdo, cslá clarísi·
mo, o me centro muy poco, eslOy en otros lugares, mi menLC no pue·
de estar quieta, es inútil, vuela sin cesar hacia un lugar de la tierm en el
que miles de fuerzas liberadoras brotan y luchan por brotar y desarro·
liarse, hacia una cocina, hacia una celda horrible ... hacia un beBo pisi·
to, vuela y vuela sin cesar y para col mo lo que muchas veces tengo de.-
lante no es nllda interesame, muy lejos de alfaer mi interés por mucho
tiempo.

3-4-80

Estoy mejor porque he hablado con los de casa, son estupendos


para este tipo de cosas, hemos hablado de ello, de mi vacío, y me he
al iviado.

JOJ
Hoy he visto por fin a los mariachis de Garibaldi, nos ha llevado
~. y creo que por mí, pero no ha dicho n003, les ha hecho canlat a un
grupo de nort.ci'\os, de su tierra. He recordado mucho a X. en la plaza y
lo imaginaba cantando y movi~ndose con ellos, hablando y bromeando
o riendo más contento que un nii'\o de mi tiempo con zapatos nuevos,
era éJ quien me hablaba de ir a verlos.
Estoy. icyendo "Ellabcri nto de la soledad" de Octavio Paz, si lo
hubiera leído al principio de Uegar me hubiese evitado unos cuanlOS
quebraderos de cabeza, es muy agudo y pcnetranle. uata de explicar la
idiosincrasia y el carácter de los mcxk:anos, ¡me encanta!

104-&J
Después de hablar con las chicas he terminado de leer "Posdata" de
Octavio paz. He estado uanquila y relajada. me encanta aprender cada
día un poco más sobre esta América que se ha quedado en la periferia
del mundo "moderno", pero lCata de enU'Oncar con sus raíces pUnl poder
florecer, aJ margen de otras culturas y civi li;t.acioncs, por lo menos sin
que ésUlS la ahoguen. Quisiera comprender a esLc enigmálico pu ís anles
de dejarlo. Desde luego está claro que los plamcumienlos de lipo revo-
lucionario de allí no sirven aquí, y viceversa, son situaciones incom-
parables aunque por encima de todos cst6. el Imperialismo. anlCS espa-
nol y ahor.. yankc.c y para nOSOO'OS los dos.
Sigo con una gran ilusión por aprcnder y a veces tic demasiado be-
nito que es, me parece irreaJ, como si fu era un privilegio demasiado
grande para mí. Sobre todo quiero aprender a rcdaelat, a ordenar bien las
ideas en el papel, a utilizar fichas, hacer trabajos, desarrollar ordenada·
mente los puntos de las rápidas síntesis que hago, etc. J\ saber deshil-
vanar y desmembrar bien cada uno de ellos sin saltarme continuamente
pasos de razonamiento... no sé. soy demasiado parca y rígida en las
explicaciones y me cuesta dcscnlraftar lo que yo considero esencial y
sustancial , sin pasarme en las form as, tengo que buscar formas porque
son parte del contenido, no despreciar el ejercicio memorístico, ademús
del de comprensión y asimilación, y como consecuencia de eS13S últi-
mas; para que el aprendizaje sea más completo y trunsmisiblc.

102
Eslá claro que la persona es un ser social, que no se puede estudiar
ni comprender fuera del contexto que vive y ha vivido, no existe más
que como miembro de un grupo social determinado y eslá complet&·
mente desarrollado por él. Son estas condiciones, el contexto, el gru·
po, lo que me intercsa conocer bien para conocer a la persona, para po.
der participar en un cambio posilivo de ese conglomerado que hoy en
abSlJ'acto llamamos sociedad. Son los estudios de Soc iología los que
pueden ayudarme y eso es hoy una gran ilusión . que sin olvidar otras,
lOma prioridad en mi vida mexicana.

164-80

Cuál no ha sido mi sorpresa al levantanne CSL.1 manana, con los


ojos hinchados y cansada como si hubiera recibido una fuerle paliza, y
ver en erpcriódico que ayer ha muerto Same en París, se mucre el
maestro que me ayudó a comprender y conocer mi angustia y el valor
de "hacer", "actuar", en un ataque furibundo mío, ClUlndo nadie lo espe-
raba; queda Simone de Bcauvoir que para mí es más importante, pero,
sobre lodo. queda la angustia, desesperanza, la náusea contra la que él
combatió y tantos combatimos cuando pcxIemos.
Me asusta la idea de no poder resolver los papeles y tener Que vol-
ver sin haber hecho nada concrelO. también la idea de volver ahora . Me
asusta todo.
De todas formas hoy eSloy más lIanquila , pensando en que a pesar
de los pesares tendré que seguir intentándolo, sin rendinne ahora . Ade-
más el problema no tiene nada que ver con mi vida anterior. es eues·
lión burocrática de sellos en cosas completamente nonnalcs.

4-8·80

Llueve como casi todas las lardes mexicanas de venlno.


Quisiera atrapar el tiempo en mis manos para que no se fuera en
los días que a mi pesar pasan y siguen su curso. ( ...).

103
He descubierto uno de los problemas de muchas mujetes de la clase
media. Sin barrer en absoluto la escala de vaJores burguesa, los con-
vencionalismos y normas "socialmente" ac:cplados, uatan de aceptar en
una posición " liberal" y ''progre'', los nuevos vaJores. A los primeros
sUpelpOnen los segundos. que quedan en la superficie, es suficiente ras-
car un poco para darse cuenta de que no hay un fondo, un cambio pro-
fundo y auténtico en el in!Crior de estas gentes, pero ello les origina
grandes conmctos y problemas en los que se ven enredadas irremisi-
blemente.
Sus maridos cargan casi siempre en ellas sus contradicciones y pro-
blemas y ellas, con la capacidad que las mujeres tenemos de sentimos
culpables, sin serlo, lo aceptan así. "Hemos rotO con el destino que se
nos marcaba y sciUlaba por lo que somos dignas de castigo ... ", "malas
mujeres" no es nada difícil sentirlo así. miles de afias y mitos de
anulación pesan sobre nocstras cabezas.

23-8-80

Hemos salido para el fin de semana del Distrito Federal , es la des-


pedida, J . se va el dfa 27. Después de 6 horas de autobús, llegamos a
MarcHa, capital del Estado de Mi<::hoacan, ciudad colonial que nos en-
cantó. pero tuvimos algún problema para cncontr'Jr alojamiento. todo
nos parecía demasiado caro, y dejándonos guiar por una guía francesa
desembocamos en una posada en la que a la 1,30 de la madrugada
escribo estas líneas porque me es imposible dormi r. Un cuarto del s.
XVI, con una altura enorme. una cama vieja que se hunde completa-
men!C allá donde uno se apoya mínimamente, un colchón desnudo de
espuma que no queda cubierto por la sábana bajera, demasiado corta,
agujeros en las paredes, una puerta destarulada enfrente de la cama y
para colmo se les ha ocurrido construir water y lavabo con una ducha
que diri~c el agua hacia los dos primeros , que están sucios pero sobre
todo echan un olor a desagüe insoportable. Hace calor aunque acaba de
caer una tormenl.a, no se puede abrir por ningún lado para que entre el
fresco, me ha picado un mosquito, me pica la cabc7.a y todo el cuerpo.

104
Me siento horrible, se oyen voces ruera todo el tiempo, he donnido
ligeramente un rato al principio, la lluvia aumenla y con ella el ruido
al caer en la puerla, quizás así logre enlIa!' un poco el rresco, ... he
visto otro mosquito, si apago la luz seré su vfctima, seguro, huele a
orines, a mierda...
Yo quería estar bien descansada para la partida de J. , quería CSlar
fuerte y tranquila, ¡x:ro a este paso ... no sé, no sé ...
De todas formas creo que hoy he aprendido una cosa y es que a
pesar de ideologías o buenas voluntades, yo no puedo adaptarme a vivir
como la gente pobre de este país, son condiciones inaguantables para
mí, me siento transportada de siglo y de planela, tengo que administrar
de direrente manera el poco dinero que tenga en cada caso, hay nece-
sidades primarias diferentes entre ellos y yo. Espero no volver a come-
ter el error de hoy en el tiempo en que esté en este país, en que tendré
muchas oponunidades de hacerlo si me dejo llevar por esa clase de
cosas.
A J. le duele la cabeza, no le dejo dormir, coches que enlr<ln y sa-
len, voces de nuevo, hablan a gritos... y ya no se puede hacer nada si-
no esperar a que amanezca, estamos como encerrados, llueve a cánw.-
ros, es muy tarde para tralar de buscar un hotel más civili7...ado, sólo
nos quC<la esperar en este lugar inmundo. el cuano tiene más de alto
que de ancho, piso de cemento, techo de maderas atmvesadas ... un cua-
dro vamos. Se me enUlpona la nariz, tambien me pliSÓ estO hace unos
días a la noche, lo pasé muy mal en una cena, a causa de un espai\ol y
un mexicano que nos provocaban, cuando salf !lomba de lo mal que me
sentía y me costó mucho dormir porque no podía rcspimr.

27-1J-lJ(J

Terminó mejor el viaje, ayer domingo llegamos a México a la no-


che, vimos Patscuaro, con su lago y sus islas tan preciosas, las gentes "-
no hablaban cspanol, y los mercados eran preciosos, dormimos en un
hotel limpio que nos pareció la gloria después de lo del día anterior, y
hasta nos hicimos fOlOS.

105
AnteS las despedidas tenían la compensación de que me esperaba
una tarea importante; si renunciaba a estar más tiempo con ~I . todo el
que deseaba. era porque me reclamaba algo que tiene mucho valor: la
lucha de un pueblo. Hoy, sin embargo. eso ha desaparecido. 00 me
sirven las pocas razones que logro cncoolrar para estar separada de él.
son muy pcquenas frentc a lo inmenso del deseo de esUU' juntOS, frente
al terrible sufrimiento de esta separación, ya no hay nada lan impor-
tante en mi vida como para calmarme y é l empieza a ser piedra funda -
menta1 de un equilibrio recicntcmenl.e recogido. readquirido.

31-8-80

Me tranquilizó un poco la idea de un posible corte con ataques in-


c1uídos, estilo burgués, pero 00 creo que era simplemente eso, una idea
que me tranquilizara. no me veo haciendo nada de eso, no scría yo, aun-
que el dolor pueda hacer estragos ¡es una bartmidad!
También me han hecho duna los follones que ha hnbido en el grupo
de los que vivimos, y entre los mismos del grupo de los refugiados, a
mí me toca lOdo de rebote, pero no me salvo de los ataques ni de lener
que opinar. Me hubiera gustado no meterme para nada en este conflic·
to, pero no pocHa escaparme. El comportam iento humano es de 10 más
extrat\o. los mecanismos mentales sólo buscan defendernos del exte·
rior, justificamos en nuestras debilidades. Nos falla casi siempre visión
del conjunto, la realidad exterior se nos escapa , la defonnnmos a nive-
les bestinlcs.
Me duele encontrar frío a Tomás P., no me habla como antes; des-
pués de tantos afias de amistad, es duro perder su conflam·.a, en circuns-
tancias como éstas que vivimos se producen los piques más IOnIOS, los
enfrentamientos menos lógicos y racionales. Los del comité han sufri-
do una gran decepción, pensaban que los refugiados emn diferentes,
eomo si entre nosotros hubieran dejado de existir las características
propias del hombre y de la mujer de hoy en día. Nos habían idealizado
tremendamente y ahora viene el descngat\o. Por otra parte la genle
venida piensa que el comité 00 hace 10 suficienlC, que ellos vi ven

106
_..~------- '
como dios, y nos quieren mandar a nOSOlIOS a arrastramos por la vida.
Algunos pensamos que es el único que tenemos y 10 necesitamos mis·
mo si es chueco y desastroso. o extraordinario y muy revolucionario.
La cuesti6n es que en c inco O seis meses se ha quemado, han quemado
la casa de l D.F, y buscando soluciones se encuentra la de llevar a los
nuevos a una pensión, cosa con la que los viejos de la casa no están de
acuerdo.

3-9-80

En este país es muy dificil relacionarse con los hombres, si una de·
mUCSlnl la mellOr intenci6n de hablar con alguien, el menor interés,
enseguida pensarán que está buscando "acueste", entonces sólo hay dos
alternativas, o dices enseguida que no estás buscando ligue, con lo que
el interlocutor se siente herido porque supongas que él podía estarlo, o
te expones a tener que justilicar y expl icar el por qué de tus "no ganas"
de ligar con e l tipo en cuesti6n. Es difícil enconlrar hombres que vean
a una mujer como persona completa, con direrentcs racultades y deseos
a los que corresponder, que no sean los cspccíricamenle sexuales. Es
realmente denigrante que le vean a una como "vaca", para los que la
ven así claro, les denigra , les deja a la altura del barro. ¿Cómo no
despreciarlos?
Me d ccian que aquí se utiliza e l sexo en beneficio propio, en busca
de otras satisfacci ones, y que muchas mujeres lo haccn así, ¿no será
que los hombres piden a las mujeres acostarse con ellos a cambio de l
más pcqueilo favor y las mujeres, desvalorizadas y embrUlecidas como
están, acceden?
La vestimenta tan inc6moda que llevan aquí la mayoría de las
mujeres dice mucho de esta sociedad, es una sociedad sexista, pero no
en el scmido de que direrencia dos sexos, no hubiera sido tan bestial,
sino e n el sentido de que hay un sexo que domina, oprime, explota y
se impone al otro, de manera descarada y brutal, en el sentido común
del término, en el que yo conozco.

107
5-9.¡j/)

Llueve a cántaros como se dice en mi pueblo, nunca en la vida


había visto llover como aquí, estA lcnninando mi primer verano en
Mé,;ico, creo que no olvidaré fácilmeme los veranos de esta ciudad
porque además y excepcionalmente. me gustan, son muy diferentes 3
los de Euska1crria. lodos. o casi lodos los días. hay un momento en
que las nubes y el aire se cargan completamente, la Clcclficidad se sicn-
te mucho en el ambiente y unadcsca que la lluvia, el desahogo de algo
tenso y cargado. comience para descargarse con ello. Así comienzan
los relámpagos con sus inmensos truenos, lOdo relumba y el agua cae
como a chorro, no a gotas, luego son bellos Jos colores que lOma el
ciclo y IOdo. EJ problema es que habrá gente que no tendrá tiempo de
saborear nada de esto porque la anguslia de que se le inunde la casita no
se lo pennitirá. Es así cómo mis placeres pierden encanlO a veces, aun-
que realmente yo sí tengo la posibilidad de sentir que algo se desgarra,
se rompe. se descarga sobre la tierra, maravillas, agua, es como si se
produjera un parlo en sonido, siempre la vida su rgiendo por doquier a
pesar de los pesares, yo me dejo llevar por el olor, por el sonido, por
el aglUl y me siento dcnlIO de algo, debe ser el globo terrestre con sus
capas, y voy con los truenos y relámpagos a llorar, a llover. sobre este
tierra de doloces y amarguras, de sufrimienlOs y tristezas. Ser realista
no es ser pesimista, eslO es otra cosu. Sólo regándolas salen las Oores
y sólo luchando por ellas y buscándolas logr.¡mos alegrías.

Estoy leyendo por fin "Una habilaCión propia" de Virginia, me ha


costado encontrarlo en C3SlCllaro. pero ¡ya lo encontré!
"La historia de la oposición de los hombres a la emancipación de
las mujeres es más interesante quizá que el relalO de la emancipación
misma".

108
·1
" Durante siglos. las mujeres han sido espejos doudos del mágico y
delicioso poder de refl ejar una silucl.a del hombre del tamai'lo doble del
natural".
"Sería una lástima terrible que las mujeres escri bieran como los
hombres. o se parecieran (ísicamCnlC a los hombres porque dos sexos
son ya pocos. dada la variedad del mundo ... " ,
"Es funesto ser un hombre o una mujer a secas... Alguna clase de
colabornción debe operarse en la mente cnlJ"C las mujeres y el ho mbre
para que el arte de creación pueda real izarse",
me hicieron prcgunt.arme si la meRle tiene los dos sexos del
.. o • •

cuerpo y necesitan también estar unidos para alcanz.lf la satisfacció n y


la felicidad completas",
..... en el cerebro del hombre predomina el hombre sobre la mujer y
en el cereb ro de la mujer predomina la mujer sobre el hombre",
" Por delicioso que sea, el pasatiempo de medir es la más fútil de las
ocupaciones y el someterse a los decretos de los mediocres la mas ser-
vil de las actividades. Lo que imporLa es que escribais lo que descais
escribir. y n..'ldie puede decir si importan1 mucho tiempo o unas homs".
" Só lo se me ocurre decir, breve y prosaicamente, que es mucho
más impon a llle sr..r una misma que cualquie r otra cosa. No soncis con
in(1uenciar a Olra genLC, os dirra, si supierJ hacerlo vibrar con exalta-
ció n".
Es un li bro con gran capacidad de comprender y captar la realidad
eXle rior, m uy ag udo, práclico; mientras no Ic ngamos dinero, in(1uencia
y poder cstamos perdidas, el problema es malCrial y am biental, es lo
que viene a decir.
Pero ¿cómo llegar a tener esas condiciones? ¿Cómo logrur el cam-
bio y los objetivos? Hay que fcminizar el mundo, prevalece desde hace
mucho la panc más masculina de los hombres por oposición a la o Lra.
No hay valores masculinos y femen inos absolutos y scpamdos, pero si
prioridad de unos u Olros en un momcnto y lugar determinados.
Encantadora la sensibi lidad de esta muje r y su inteligencia c uando
pregona la no compclitivid:Jd , en geneml, y la con.prensión enlre las
mujeres y la realidad .

109
8-9-130

Me apetece fumar y no sé ni qoo. ya no me gustan los negros lan


fuertes y los rubios, pues no sé. no mucho. Sin embargo me apetece
mocho. ¿Por qué tanta lrislC2.a?
Ha empezado a llover, estoy lejos de todo lo querido. 10 cmrai\ablc,
de la comunicación, eslOy lejos de mi (ieem, de mi gente, sólo me que-
do yo misma y me busco y me busco sin cesar para cubrirme, para que-
rcnne más sin condiciones.
Tengo la tensión prcmcnstrual o la prc-Io que sea, pero me siento
tensa, con sudor O con eño y sólo me queda llorar, llorar sin hombro
en el que apoyannc. lo que úllimamcntc es bastante normal ( ...). Oigo
la lluvia. los truenos, los relámpagos. a veces entra la luz, y sin dejar
de llover, pienso en aquellos afias anteriores a los 17 y 18. en que
como ahora me sentía que estaba soJa frcOle al mundo. pero tenia cosas
que hacer en la vida. en él.
Que no digan dcspu~s que estuve siempre apoyada y prOlegida, he
luchado y me he desenvuelto sola casi siempre, y ahora e n este m o~
mento, después de sacar ellrimcslre con buenas notas, encontrdr y ha·
cer el Lrabajo para ganarme el pan, encontrar la casa en que vivimos,
tuve que oir y aguantar desprecios,

16-9-130

Hemos celebrado el grito de la independencia de México en el Ceno


lrO Vasco, lo pasamos muy bien; después de la crisis habida e n el gru-
po nueSlrO, tooo se siente superado o casi todo, y la annonía c..<¡ tOIDI
entre nosotros, incluso recibí oua alegría: Jos p-m vin ieron a saludólr-
me, recordando los tiempos en que nos conocimos; no soy rencorosa y
les hablé 10 mejor que pude; además e llos dieron el paso ('Ie acercarse a
mi mesa y hay cosas que no se deben recordar tooa la vida. Yo prc rícro
llevarme bien con ellos, incl'ISO si supiera que lomaron parte muy acti-
va en la campaña de desprestigio .

11 0
Hoy empiezo un nuevo cuaderno desde mi estancia en México; el
rojito. fiel companero de mi vida en estos ocho meses. )'a no da más.
está completamente abarrotado de letras y contiene cosas tan queridas y
lloradas. tan alegres y profundas que querría conscrvarlosiempre. Tam-
bién me do)' cuenta de que ticne muchas limitaciones. hay muchas
cosas que han sucedido y que he sentido que no están recogidas en el
cuaderno. es una pena. pero ha sido así. espero mejorar en este tercer
cuaderno, aunque no tcngo la esperanza dc poder recogerlo todo; sería
mucho pedir a mi tiempo. y a mi actual capacidad de escritora, además
hasta puede que fuera demasiado aburrido.
El objetivo perseguido es conocerme, conoccnnc cada día más, lle-
gar al inconsciente y removerlo con mi conciencia, conocerme para co-
nocer, para aceptarme, para vivir conmigo misma, para saber de mis
reacciones y las ajenas. El objetivo es también poder recordarme des-
pués de tener presente a lo largo de mi vida una visión clara dc lo que
ha sido mi pasado y de lo que es mi presente para constru ir en lo posi-
ble un futuro. Será una "foto" a la que pueda volver en el transcurso de
los anos y verme, )' saber cómo sentía y cómo viv ía a una dctemlinada
edad. ¡Siento tanto no lener "falOS" de momentos pas<ldos lan impor-
lílnlCs en mi vida!
Hoyes sábado, )' después de una semana agotadora. escribo en la
cama por la maftana. Empiezo a eSlar más tranqui la y la crisis del mes
pasado deja lugar a cierta serenidad mezclada quii'-<Í de escepticismo:
sólo puedo confiar en mis propias fuerzas, sólo puedo esperar dc mí
misma y recibir con gusto lo que venga del exterior sin ser esperado,
pero no hacer proyectos en base a ello.
He viSlO por las cartas que me han eseriLO que la situación es tensa
en Euskadi, las amenui'.as se extienden y quizás el cl ima de terror. pero
de nuevo se han oído voces que hablan de negocial:ión; sigo muy pen-
diente de aquello. pero ya no me angustia tanto, he vuelto a ccntrJ.rme,
sé Id que tengo que hacer ahora porque me servirá siempre, estudiar,
aprovechando la circunstancia de que los maestros son todos progre-
sistas, incluso mar,\istas, )' dan a los lemas el e.lfoque que )'0 he
buscado desde hace liemjX).

111
22-10-80
El sábado pasado fuimos de fiesta y bailé mucho. nos gastamos de-
masiado dinero para nuestras débiles economías. hemos decidido no
volver a ir a ese lugar, y hacer fiestas de otro tipo, pero si bien esto
amarga la fltsta. )'0 lo pasé bien en el momento, bailé muy animada
con CuauhleJJloc, es un buen amigo de clase y me semI muy a gusto
con ti; al final yo estaba muy manga y las preguntas de la chica que
donnia conmigo me hicieron llorar.
Hemos entrado fuerte al análisis de K. Marx , me encanta la idea,
me encantan las clases, me gustaría estudiar loda la vida, continua-
mente, es donde más a gusto estoy y donde me siento yo.
En Redacción quiero hacer un trabajo sobre las Sufragistas. entien-
do que sus luchas adelantan lo que serán las !uchas femini stas de la
segunda mitad del s. XX y quiero empezar por sabcrcómo fue la lucha
en sus inicios. fonnas utilizadas, razones, etc.

25-10-80
Ayer, día 24, viví mi primer lCmblor en M~xico, un terremoto fuer.
te que en Oaxaca ha causado 40 muertos. Me COStÓ asim ilar lo que es-
taba pasando, de repente senti que la silla de la escuela se movía, Juego
era todo, las paredes, el maesltO, y un ruido sordo se escuchaba en toda
la sala; duró casi dos minutos, dicen que es mucho; la gentc se asustó
y el maestro calmó la clase siguiendo el criterio de que, en esLOS casos,
hay más muertos por la histeria que por la misma calásU'orc. Luego el
helicóptero y las sirenas me hicieron caer en la cuenta de lo que había
pasado, también un poco de marco. Pero era dineil de asimilar. Cuando
llegué a casa escribí:
'Tembló
tembló la tierra
tembló la madre
¿por qué?
y ni la tierra nos protege
pero vivimos y solos nuestra aventura..."

112
La inseguridad que se siente es ésa, que la madre te abandona porque
el lugar al que siempre irías a apoyarte, el suelo, tiembla y se tamba·
lea.
Se cayó una pared, se separaron muros del techo, yo lo miraba tado
alucinada como no dando credito, y sentI miedo, despu6s sentí mucho
miedo por lo que podía haber pasado; las gentes llamaban a sus ramio
lias, se agarraban a los altos, ¡impresionante! A la noche scntI como
si hubiera revivido, estaba bien y salí al cinc con un compallcro.

18·1 J.lj(}

Hemos tenido un fin de semana agitado, aunque yo me cmpcM en


terminar el trabajo de las surragistas y ayer lo terminamos, pero me ha
cost.:ldo mucho ir contracorriente en un ambiente, a veces, muy tenso.
El viernes han matado en Caracas a una pareja, Jobn ElXebcrria y
Esperanza Arana, que realizaban labores de ayuda a los rcrugiados de
ETA, y únicamente por este moUvo. Tambitn he recibido la carta de
casa y, ant.cs de saber esa noticia, se preocupaban mucho por lo de
aquí. Habrá que decir que la Ilanquilidad se acabó, hadurudocasi un ano
y no puede una quejarse. A Jose le han torturado brutalmente, no hay
paLubras, y ti ha denunciada; salió una hoja entera del periódico con lo
sucedido, él dice que no es más que un resumen, llore allccrlo; al final
le dicen que todo es por ser mi hermano, pero es muy significativo que
le llevaran hasta Madrid.
Trataremos de saber cuál es la actitud del Gobierno Mexicano,
respecto a las presiones que con toda seguridad debe eslal' rccibiendo del
Gobierno Espai'!ol. Es de locos ver cómo actúa el pensamiento de este
enemigo nuestro, ¿qué vamos a hacer de grave nosotros a tantos miles
de kilómetros de Euskadi'? ¿qut más puede desear que nuestra rctir.tda'?
¿qué necesidad tiene de internacionalizar el problema hasta en América'?
Por lo que se ve, busca cerrar las salidas a quien quiera dejar la
organiz.aci6n, descansar y escapar, si n conceder que esto sólo trae
mayor radicalización, ant.c la imposibilidad vita.! de hacer otra cosa que
luchar.

11 3
19-/}-80

Me escribió G lory. es una carta preciOS3, me ayuda a hacerme una


idea de cómo han vivido en casa 10 de Jose. de cómo han llorado y
cómo hacen para ayudarles a El y a Tungu. cómo intentan cubrirles.
protegerles. quererles para que puedan c urarse de tanto holTOt, tanta
humillación. tanto dolor. pánico. etc. Una vez más no me es dado estar
a su lado en momentos tan deseados y necesarios.
Estos días siento, como hace mucho sentía, la barrera que hay entre
los mexicanos que me rodean en general y yo; no me saJe explicarles
10 que me pasa, pero tampoco me interesan sus cosas, y de esta ma-
nera,la brecha se hace más profunda y ancha; no me entienden y yo no
estoy con humor para csfQC'UU"ffie a comprenderles. a conocerles y qui-
zás quererles en sus diferencias.
Son vidas muy distintas, experiencias completamente diferentes.
vivencias. querencias. angustias. que tienen motivaciones muy dis-
tintas. Sin embargo hemos de esforzamos micnLraS estemos aquí. aun-
que nos cueste escuchar conversaciones triviales. aunque nos c ueste
pasar por cnc ima de prejuicios, timideces, recelos. envidias, juic ios,
calumnias...

29-11-130

Ayer, aniversario de la muerte de Bcltza. Han malado a seis de los


princ ipales dirigentes salvadorct\os. la tienen dific il en El Salvador, la
represión aHí está adquiriendo dimensio nes m ~ que increíbles, los ni-
nos, los viejos, lOdos son posibles víctimas, no se salva nadie.
Ayer he term inado el curso y por fin he hablado con el·maestro acer-
ca de muchas cosas, cmpezando por mi pucblo. Es un tipo muy intere-
sante, me ha encantado, hablamos más de dos horas de una manCrd
nuída. de la situación, de arte, de nosotros mismos, fácilmente.
A la noche fui con la companera de casa. al cine; vimos "Las mil y
una noches" de Passolini, estuvo preciosa, llena de sensualidad y de vi-
da; me llevo muy bien con Sara, estoy fcliz con ella.

\14
8-I2-J30

Estoy en la playa. vine el sábado con los dos viejillos, dispuesta a


pasar una semana tranquila y de descanso en Playa Paraíso. cerca de
Vctaeruz; además aprovecharé para leer, engordar y ponerme morena.
Estoy leyendo "Los Mandarincs" cnlrC ralO y rato, mientras tomo
el sol del trópico o paseo por la playa en la que no se ve a casi nadie,
está soliuuia y muy bonita. Hay novelas en las que me melO paro so-
nar, imagino encuentros, imagino situaciones y verdaderas conversacio-
nes en mi cabeza, a veces cierro el libro y me pongo a sonar. Claro.
los personajes no son imaginarios. son reales y si bien durante tiempo
me preocupó un poco esta manía. ahora no lo sienla así, dejo correr
mi imaginación que sin resistencias atraviesa los caminos más invero-
símiles. Eslá clarísimo por qué no me aburro casi nunca, creo que nun-
ca. y es más. cuando por algo dejo de imaginar y pcnsar durante días,
termino sintiéndome maL Es algo que necesito hacer y que me ayuda
mucho a vivir.

/0-/2-130

Hoy ha amanecido lloviendo, "sopla Norte", lo cua! quicre dccir que


hace frío y el trópico no parece tal, o por lo menos no se corresponde
con la idea que tenemos de él. No sé si voy a"pooer lOmar el sol a
gusto un día. Me he puestO a leer desde por la mai'lana, con calceLines
gordos, jersey y bien encogida. He tenn inado el libro de "Los Man-
darines", hay algo que siempre me ha unido a la concepción de la vida
que traduce el libro; el final es impresionante, jusLifica la vida porque
nuestra muerte la viven los scrcs queridos. Yo hace mucho que vengo
diciendo que la vida ticne semido micntras uno es qucrido, y esto fue
muy importante en mi decisión de salir de Euskadi Nor\.C cuando vi lan
cerca la muertc.
Me ha dado envidia la vida tan propia queda a cada personaje y creo
que ésta fue otra de las razoncs que me empujaron: hacer mi propia
vida durante un tiempo con las menos dependencias posibles. Nos

11 5
.-
hacemos preguntas parecidas porque vivimos épocas parecidas, pero no
me resulta angustiosa su posición, más bien realista y la posibilidad de
captar la realidad, conocerla y buscar tmnsformarla siempre me ha im-
presionado. Tenclrfa que leer un ctra las obras de Sartre, pero eso scrá
después de Marx, quizás al final de la carrera.
Hoy me pregumaba por qué me decidí por la Sociología y no por la
Literatura. Al principio pensé mucho en esta última, porque guardaba
la esperanza de escribir algo valioso, es algo de lo que nunca hablo, pe-
ro que está ahí guardado en mi caja de proyectoS y de suenos. En la
escuela me califican muy bien los Irdbajos personales quc he hecho o
aquéUos en los que vierto ideas o comentarios propios. Esto me hacc
hoy escribir aquí sin rubor que una cosa que me hubiera gustado mu-
cho hacer era escribir. Sin embargo no es lo mismo escribir sobre te-
mas sociales o fenómenos generales que hacer literalura o una obra de
arte. La sociología me va a empujar hacia la primera cosa, y laIllbién
me gusta; de cualquier forma aprendo a escribir y a comunicanne, pcro
no es el mismo grado de comunicación en un caso que en cI OlfO.
Mientras en soc iología damos un lOno objetivo a nueslfOS escrÍlOs,
un tono frío y "serio", en la literatura se permiten toda clase de tonos.
Yo no entro decididamente en el tono del sociólogo porque no creo en
la objeti vidad, de nuevo ésta no puede separarse de la propia subjeti-
vidad, y es necesario asumirlo 8,$( y actuar en consecuencia si se quiere
ser sincero.
Me ha agradado venne aprobada en los trabajos en que mezclo lo
subjetivo con los datos y lo impersonal , porque hasta ahora esto me
había impedido ·escribir. SenlÍa que no podía hacer escritos "fríos"
como otros hacían en mi ambiente y tampoco podía escribir sobre "flo-
res"; ahora he podido mezclar los dos lonos y así no me niego. Sé que
estos trabajos no lieocn trascendencia alguna, pero me ensenan y qui-
zás me ayuden a encontrar el estilo en el que me pueda expresar sin ne-
gannc.
Dedicamos el trabajo a la maestra con esta frase: "Por un mundo
más femenino", y si bien me cuesta creer en un lenguaje fe menino, sí
creo que en la situación en que se encuentra la mujer, tienen muchas
cosas nuevas que decir.

11 6
Hay mil lemas sobre los que hablar, mil temas sobre los que inves·
tigar, pero hay que elegir aunqoo ello obligue a dejar trenes en e l ea-
mino y esto es lo que me cuesta hacer porque duelen los trenes perdi.
dos y las posibilidades desechadas.
Hoy tampoco se puede tomar el sol aunque hace mejor tiempo que
ayer. El viento sigue siendo (río. No me queda Olta cosa que dedicarme
a la lectura; también doy largos paseos por la playa. No encuentro casi
gente y la largura del recorrido es casi interminable por los dos lados.
No sé qué habrá en México. si tendré cartas, ele., no leo los perió-
dicos ni o igo noticias, pero no siento ninguna prisa, lo que haya por
saber se sabrá y micntrdS tanto descanso alejada del mundo, alejada de
todo. conmigo misma. Si no fuera por los dos viejillos que andan en
la casa, estaría sin hablar todo el día. Y pienso en la familia, en mis
estudios. en J., en M. Asuo que está a punlO de llegar.
Hoy pensaba que hay un personaje terriblemente enamorable en
"Los Mandarines", y es Enrique, por su naturalidad, su bondad, su capa-
cidad de entendimiento. su rlImeza y su debilidad; escncantador. Simo-
nc es realmente creadora, las situaciones que origina, las S<llidas que les
da, y todo ello en e l papel no tiene que scr nada fácil de hacer. Yo llego
a imaginarme los lugares, las discusiones, los personajes y les veo mo-
verse en sus más profundos sentim ientos; es una novela de interiores
que recoge en gnlO manera la complejidld de la vida. lo complejo de lo
rcul . s in simplificar las cosas y en un mubicnle no integrJdo, en un
medio que busca cambio, lo cual lc da mayor riquczu u la vida y en este
caso a la novela.
Casi todas las mananas amanezco con nuevas marcas de picaduras
de mosquitos en las piernas, no sé cómo ni cuándo me pican pero las
marcas y a veces la piearon eslán ahí. Es increíble la humedad que se
siente en la cama, el olor a húmedo, las sábanas están como si acaba-
ran de secarse.
No sé cómo será la vuelta a México. pero ahora me voy tran-
quilizando. Es curioso cómo los miedos reales, que e:\:isten fuera de
nuestra imaginación, hacen que otros miedos desaparezcCln o por lo
menos disminuyan de grado, haciendo el efecto de dar valor y empuje
para muchas cosas. Una se pregunta, a veces, por el va lor de un mo·

11 7
mento de ridículo frente a toda una vida, y ello impulsa, al menos.
mientraS ese miedo real no se apodcrd. de una, debilitándole comple-
tamente. Hay que esw al tanlO de nucstraS reacciones. sin perderse en
las conrradiccioncs y en las penas, viviéndolas, conociéndolas, afirmán-
dolas, descubriéndolas, superándolas.

12·12-80
"Saber llevar nuestra porción de noche
O de maftana puta;
llenar nuestro vacío coo desprecio.
llenarlo de ventura.
Aquí una estrcJla. y Olm CSLrella lejos;
alguna se extravía.
Aquí una niebla, más allá otra niebla
poco después el Día."
Hacia 1859
Emily Dickinson

Una poetisa que vivió en Nueva Inglaterra de 1830 a 1I~86, seden-


taria y solitaria, llena de vida y de angustia, profunda y serena , la acabo
de descubrir. hay algo que no me gusta y es que habla demasiado de la
muerte, habla más que de la vida, ¿ser:!. por la condición en que vivra?,
pero su lirismo y su forma de hacer las poesras me encanta. Debe de
tener poemas preciosos, cuando los temas sean de vida, de amor y de
lCmura, ¡ojalá los encontrara un día!, csperoque no se me pascdesapcr-
cibida, eslaría muy lejos de mi "casa", ello sería la prueba y nunca qui-
siera estarlo tanto.

/4 -12-80

Hoy es el último día de vacaciones, manana voy para México D.F.,


me llevan hasta Poza Rica y de ahr tomo el autobús hasta el Distrito
Federal. Todavía tengo alguna esperanza de que salga el sol. pero hay

¡¡g
mochas zonas cubienas. es una lástima. cspcro con mi bikini lila jun.
to a las palmeras como si ello fuera a atraer el sol. pero nada. Se me
han pasado rápido los días, ahora vuelvo al trabajo, me esperan días
agotadores porque estaré sola pam sacar la revista , por las vacaciones de
la campanera, también tengo cosas pcnd ientes pura lcer. He leído todo
lo q ue me traje, además de un libro del PNV, "El nacionali smo vasco
en la paz. y en la guerr,I" , por cieno bastante malo.

5-1 -81

Hoy el jefe me ha ofrecido hacer un contr.Uo fijo de Naciones


Unidas para mi trabajo; no sé si me interesa o no, lengo que pcnsar la
conveniencia o no del contralO. No deja de ser curioso que, con la
actitud q ue la policía espailOla tiene hacia mí yo pudiera estar en la
nó mina .de la ONU en Nueva York, al mismo tiempo que me cst<Ín
acusando de formar parte de un comando de ETA en activo. Lo de mi
conlrJ.to dependerá de si ello me permite o no seg uir estudiando, de la
seguridad Oinseguridad en la que me encuentro aquí en el D.F., de la
opinión de Cristina y de la conveniencia de hacer el visado como
trabajadora de Naciones Unidas O de estudianle.

9- 1-81

Estos días eSlaba pensando que cada humano sólo tiene la posi·
bil idad de desmallar lo máxi mo de sí mismo en su lugar de origen; la
mayoría de los em igranles, ex.iliados, etc. son gentes lnmmadas que no
han podido desarrollar parte de su potencial. Como en la naLuralcza, la~
palmeras no salen en cualquie r sitio porque no hay condiciones para
eJlo, en las personas se requieren tambié n una serie de condiciones para
su "crecimie nto", y parle de esas condiciones la rorman el ambiente en
el que una ha crecido, el clima. la aliment.aciÓn, la música ... y lOdo lo
que forma In cultura de un pueblo, de un lugar com.:rcto. C:lda persona
puede eneontmtSC bien en cualquier sitio, pero el l u~ar dondc mejor

11 9
puede sentirse, donde se da la posibilidad de mayor plenitud, de mayor
~e licidad para ella es en su país de origen. No es malo salir, ver OllaS
lugares, pero es mucho mejor volver al sitio donde uno fue ereado.

18-1-{jl

Conversación sobre sexualidad-homosexual idad con Sara. Ella crce


que es algo que puede vivir fácilmente. Yo también lo pensé en un
tiempo, viendo OtraS experiencias, pero he vislo que no lo he buscado,
no hay atracción. No veo la posibilidad, a corto plazo o a medio, de
vivir una relación sexual con una mujer. Ella decía que siente que le
falta mucho por conocer, por aprender, por vivir a ese nivel. Es curio-
sa que yo lenga la sensación contraria, como si ya hubiesc vivido to-
do, o casi lOdo. respeclO a la sexualidad.
Por la noche vino un amigo de Far, cineasta, que nos pasó dos pelí-
culas en casa; es un ch ico muy inLCrcs.1nte, con una melena larga atada
en cola, con gafas y cara muy simpática. delgado y aILo para ser de
aquí. Habló con emusiasmo sobre el cine y la imagen y dejó ver una
posición política muy izquierdista con su Icnguaje correspondiente, a
lo que de alguna fanna correspondimos. Una de las pelrculas era un do-
cumental-ficción sobre el ni no-campesino en México, era unu denuncia
y dcnOluba gran sensibilidad, lo hicieron en un pueblo con genLe del
mismo pueblo, con la que se encarinaron mucho y vivieron muy a
gusLO.

26-4-81

Ya estoy en Zihuatanejo, flashi me ha recibido con mucho carino,


ayer comimos juntos y hablamos de ella. de mí. Yo le conté un poco
en la "JX'sadilla" en que estoy metida por el rollo de la poli y ella me
contó sus impresiones sobre el lugar y sobre el vabajo. Este es un
sitio de "emnco moderno, utapa. donde la gellle viene de "relajo", bus-
cando la farra frívola.

120
Hoy pienso salir a conocer el pueblo. me qucdlfé una semana e iré
a comprar el billete de vueha. vaya procurar descansar mucho porque
negué con una "ocurn" de impresión. olvido las cosas, pierdo OlntS...

28-4-81

Ya me situé en el lugar. entre gentes que por encima de todo pien-


san en ligar. Todos los sitios turísticos se parecen: cicna frivolidad. vi-
da muy cara, ligues baratos. ropas ligeras. Aquí las mujeres son pat'd ir
a la cama, si no te vas a acostar ya no tienes wnigos y le quedas en ca-
sa. Si no te sitúas en esa onda lo pasas muy nuL
Ayer un mozo que hnblaba de sus ligues con las gringas. pam no
más de quince días O un mes, me preguntó muy melosamenle qué
hacía en México O.F.; al decirle que sociología, me respondió también
en plan meloso: "así que vas a ser sociológ ica, qué buena onda".
SienLO ya el sol hasta el corazón. procuro no quemarme y me em-
badurno de crema todo el rato porque el sol pega ruene y no hay duda
de que me vaya poner muy morena . El agua tiene muchas alglL~ y
pascar por la orilla es un placer extraordinario; eOlre palmeras y ha-
macas enganchadas en sombrillas de hoja de palma estuvimos ayer eon
un olor a salitre magnffieo y una vista prec iosa. Si será suene la mía,
de poder estar en un sitio as!. Cuando pienso en 105 horrores que atta
geme estar.1 pasando en esos momentoS, se me hace tan cruel el mun-
do, tan cruel.. . pero aquí sigo y no por eso dejo de estar bien. de sentir
el sol que calienta mi interior y las noches e.i1idas de estrellas que
cuidan un sueño profundo y tranquilo...

2-5-81

Dentro de nada, el 14, mi cumplcai'los, voy a hacer 27. no me


asusta, siento que el tiempo sigue su curso, se cumple la ley natural,
el ciclo de vida que sigue su curso, y yo soy parte de él, un ciclo que
son muchos ciclos. Además creo que en la época que me ha tocado
vivir, mis 27 anos se cOITC.<¡ponden con un ruene desarrollo personal;

12 1
be vivido. no son at\o:s gratuitos los pasados. los sienLO con mucha
intensidad y espero seguir o incluso aumenlar. sr. tendría que !lUlnentar
el provecho a sacar de esta vida en la que aparecí hace anos de maner.1
muy conscicnle y hace más aftos sin saber ni por qué y mucho menos
para qoc.
Ayer, con mis pantalones conos y toda morena, me acordaba de la
primera vez que salí de vacaciones y veslia un short azul con una cam:·
seta prieta y chanclas blancas. en aquel pueblo de Granada, AlmuMcar.
Sedienta de cosas nuevas, de experiencias. hace anos de aquello. pero la
sensación es muy viva en mí; la recordaba por la semejanza de la situa·
ción. pueblccilO de la costa, vacaciones de Pascua, me tr.lspuseenscgui-
da a aquel momento y pensé que mi cuerpo no podía ser el mismo. co-
mo yo no lo wy a pesar de todas las constantes, claro.
Este cuerpo queenlOnces era algo a descubrir, una caja de sorpresas.
es ahora mocho más conocido en sus pos ibilidades y todavía está fuer·
le. pero en un momento empezará a declinar. No sé cuánto le falta por
andar y por aprender pero ahora lo siento muy mío, soy yo, soy yo en
movi miento. sintiendo, vibrando, en reposo, expectante, corriendo, sc-
dante y aquí me he sentido ínlegra, parle de un planetll, parte del coso
mos, pcqucnjta pero fonnando parte de algo inmcnso, de J:¡ inmen-
sidad.
Ahora me lOCa volver al cemento donde muchas veces me siento
desubicada. fuera de lugar, pero es que esa ciudad es terriblemente tmu·
mante y agresiva, no se ve el ciclo por la contuminación, no se ve la
ticrra por el asfalto. y allí donde sc enc uentrol un U'OCilo está seca y es
un montón de polvo y es asaltada por inmcnsa cantidad de gente y no
tiene ningún frescor. Ahora cuando empiecen las lluvias volveremos a
sentir que formamos parte de la tierra porque el agua, la lluvia. nos
sit.uará en la naturaleza. sin remedio. yo lCngo mochas ganas.

j-j-IJI
Encontré México D.F. como siempre. ruido. gentes, suciedad, ele.,
pero en casa un ambiente más abierto, y sobre tooo dos canas pre-
ciosas de J. y de l.: si supieran la fueral que me dan para vivi r... Fui a

122
la Universidad tranquila, panx:e que no va a ser problema lo de la cre-
dencial y no sé, me muevo con otro espíritu, son un a1imemo funda-
mental para mí.
La poli se sigue montando hislOrias sobre mf, ahor.l resulla que he
estado en una reunión en México que ni sl si ha existido y he vuelto a
Euskadi; en fin , una serie de movimientos por Ccnttoamérica y no sé
qut historias más. Todo ese oombardco empieza a ser supcragobiame y
10 peor es que no le encuentro salida. si !Cngo esperanza de que se pase.
pero sienlO como nunca la !Crrible injusticia que se cieme sobre mi; es
como si hubieran estado buscando a alguien sobre quien cargar las
mochilas y hubieran decidido que era yo. Me lmnquiliza la idea de saber
que en mi trabajo y en la Universidad puedan demosLrat de manera seria
mi colaboración o panicipaci6n continua y diaria en sus ocupaciones.
Es increíble cómo cierran las salidas a la gente. al final sientes
como si sólo te quedara la vía del enfrenlamiento directo. incluso a
nivel pcrsoflal. porque todas las demás pucnas se cierran, y conmigo. y
supongo que con otras gentes también. estoi claro que lo están bus-
cando.

10-8-81

El viaje del Presidente del Gobierno Espai'lol. Calvo SOlelo, a Mé-


xico, ha traido consigo detenciones, chequeos. interrogatorios... lsu y
yo nos fu imos de la casa, no me agradaba nada enCOnlIanne con ellos,
ni siquiera un momento, aún a sabiendas de que eso les hubierJ podido
tranquilizar respeclo de mi, pero si quieren, ya saben dónde pueden
venne y yo prefiero tenerles un poco lejos. Me costÓ irme de casa, cs-
taba en plenos exámenes y era mucho engorro adaptarme a otro lugar,
aguantar conversaciones sin interés alguno. por lo menos par,) el mo-
memo, yen seOlinne mal de no acompadar a Isa a ningún lugar, ni a
ver nada. Le avisamos a J. que relmsara su viaje, eslO me ponía tensa,
pero era peor que viniera en todo el lío que se organizó. Le pregunturon
a JoselJr.o por mí con insistencia, el rollo del trabajo, el de 1;1 dirección
de la casa, sabían bien mis calirlCociones univcrsiLarias.

123
28-8-81

Tengo que acoslumbrarme a vivir más tranquilamente. con más


caJma. de una manera más sosegadn. Siento que eso supone mucho
amor, pero amor concreto, no abstracto. a k.ilÓmetros de distancia,
tendré que aprender a amar más. a amar lo que me rodea, las genteS con
quienes convivo.
El próximo mes cambiamos de casa, vamos a estar muy atareados,
pero picnso que con esta casa se acaba un capítulo de mi estancia en
México y empieza 0110. Se acaba el capítulo del descubrimiento. de la
desadapt.ación más absoluta, de la JX!Sadilla policiaca a mi alrededor y
empieza uno nuevo de companía, de más calor picnso ya, porque J.
estará cerquita.
Primera tarde sola en casa desde hace mucho tiempo, hoy he em-
pezado de nuevo a trabajar y hoy se ha ido de la casa JosclXO. persona
muy enrevesada, poco esponlánea y con muchos vcricuelOS; QUi7..áS con
el tiempo nos podamos ver de otra manera, pero ahora es mejor diSlan-
darse. porque a mí no me conviene por el papel que liene con la genle
que viene, y a él tampoco, por la manía que me Liene. De esta manera
yo me separo completamente del rollo. Ahora empieza mi verdadera vi-
da de pareja con J. ¿Cómo vamos a vivir CSUl experiencia?

23·12-81

El 25 salimos temprano para Cancún, el lurrón que me han man-


dado de casa lo vaya repartir enlIe los dos sitios. Iñake nos ha llamado
desde Cancún, lOmaremos el sol, estaremos con eUa y su chaval, vere-
mos algunos monumenlOS arqueológicos, pasaremos Año Viejo y vol-
veremos a la ciudad para el día 3 de Enero, yo lengo que trabajar. Ten-
go unas ganas inmensas de salir, de estar en el monte y en la playa, de
respirar aire puro, de viajar oon J. otra vez como cuando esluvimos en
Gavamie, ele. Tengo esos viajes grabados en mí, estaremos tranquilos,
con tiempo de miramos, de hablar, de acariciamos, en calma muchas
horas ...

124
Este curso he salido bastantes veces del t.rabajo a la una del medio-
día y Cristina me tapa: además el primer mes fue muy duro aunque el
segundo se anojara bastante, por 10 menos para mf, después de la huel-
ga todo fue más tranquilo.
Pero no puedo quejarme, estoy viviendo una de las CUlpas más
felices de mi vida, es un momento que no quiero desaprovechar, no
vaya adelantar problemas, ni vivir de los pasados, lo que venga habrá
que encajar, además cuando pienso en que estoy siendo a veces muy
feliz, me entra miedo, como si ruguicn O algo fucr'J a vcngarse después
trayéndome la desgracia Esuín bien en casa, el aLXona mejor y lose
fuera.
Hemos recordado el aniversario de A. Y de 1.M., de antiguos
amigos míos. las preocupaciones que estarán pasando algunos, pero
yo, por primera vez en mucho tiempo, no me incluyo a mí ent.rc los
de riesgo. me preocupan mi familia y alfas gentes, me preocupan
guatclmatecos. sa1vadorci\os y p::llacos, mexicanos y argentinos, pales-
tinos e italianos, y esLO es una novedad en los últimos afias; no debo
dejar de estar atenta, pero la sensación es diferente. tenía miedo a los
OlOrlOS, al mismo tiempo que, por 10 menos en mi tierra. me gUS¡¡I-
b3n. Ya no vivo en la misma tensión y ser consciente de ello es im -
porw.nte, tengo muchas cosas, y saber que altos no las lienen, que vi-
ven tristes, o pobres, o hambrientos, o memori.....a'los, es también im-
portante.
Intento explicar que se puede ser feliz sin ser inconsciente, que ser
consciente no implica ser alguien angusliado, que esa felicidad de la
que hablo es diferente a la del inconsciente. buscando hacer estáticas si-
tuaciones que no pueden serlo, porque nada se para y porque perderían
toda su gracia. Ser valienle para conservar la sensibilidad aguda, sin
atrofiamientos, es uno de mis inlentOS cotidianos.

4-1-82

Aquí cmpiC1.a un año nuevo, ya voy lOmando conciencia de ello


aunque lOdavía me cuesta escribir 1982 y de rcpen.c pongo 83. Ense-
guida hará dos años que llegué a México. He pasado unas Navidildes

125
bonitas. Al salir paro el sureste de Mé.xico fue un problema el trans-
porte, pero hemos visto cosas preciosas aJ recorrer Yucatán. Hemos
eslado en Cancún con Jtlake, su compaftcro y otras gentes. pasándolo
estupendamente. Hemos visto Chichén ILza. Uxmal, Kabah, Labna y
otras ruinas mayas. Hemos pasado dos días en M~rida y el resto en
Cancún. Daba mucha pena volver pero el trabajo esperaba y ¡qué
remedio que hacerlo!
Hoy empieza de nuevo la rutina de todos los días. y yo me resislO.
cuánto había sonado y sin embargo ha sido cierto; a mi uunbién me ha
tocado. aunque sé que hay demasiados a los que no les loca nada pare-
cido. un viaje precioso. eswpendo. Me he sentido a gusto con Inake.
hay mucho respeto enlte las dos. Este mes vuelve a Euskadi. iqu~ suer-
te la suya!, y eso que no se le veía con ilusión por el viaje; es normal
porque no eslá en mi pellejo, y ha tenido otras experiencias diferentes.
ahora querría quedarse aquí. pero también quiere acabar la carrera.
Hemos visto el Pico de Orizaba, majestuoso. paisajes fantásticos.
secos, lrOpicaJes y selváticos. Ha hecho mucho calor como todos los
días pasados. En la estación de autobuses de Mérida me mareé por el
calor, cansancio y falta de ventiladores, croo yo.
En Ano Viejo estuvimos bailando en una especie de fronlÓn po-
pular; toda la gente que había era indígena, morena. Muchas mujeres
llevaban huipil de la zona, eran mayas y bailaban muy bonito, música
caribella, de movimientos; nosotros intenlábamos imitarles y ellos in·
lCnLaban imitamos, al menos esa impresión tuvimos un momento.
Recordé la última época de mi vida en Euskadi Sur con li'iake, elc.
Rccordé un paseo con ella por Ondarrcla, hac ia el mes de Noviembre.
con buen tiempo, poco antes de que me tuviera que escapar; hablá·
bamos de nosotras micntras paseábamos. Son recuerdos agl1ldablcs pe-
ro también causan dolor porque aJgo pasó, como todo pasa, y el uem-
po querámoslo o no. no puctk ser detenido. es la vida y su futilidad, es
cada vida que no supone ni un granito de la fina arena de Chac Mool en
Cancún. pero que para cada uno es tan importante. ¿Cómo hubiera
podido yo sospechar aquel f'o''lvicmbre de 1973 todo lo que iba a pasar
después?, ni siquiera en anos anteriores lo que iba a pasar en los si·
guientes. ¿Volveré a pasear con una amiga por la playa de Ondarreta un

126
mes de Noviembre? ¿Habrá un día paz y felicidad en mi país?, no digo
la feli cidad absoluta, ya sé que eso es una quimera, pero esa tranqui.
lidad de un pueblo que marcha, aunque no deje de: haber problemas ...

18-1-82

Me han prestado el libro " La vejez" de Simone de Bcauvoir, tenía


ganas de 'leerlo; ya he empezado, parece un e nsayo un poco al estilo de
"El segundo sexo", sólo que en este caso, en lugar de denunc iar la silua·
ción de las mujeres. denuncia la de los viejos; se muestra interesante.
Hoy en los transportes me he leído "El paralelo 38" de Alfonso Sasl.fe.
me ha gustado. quiere ser un guión para una película.
En las vacaciones he leído " Pedro Martínez" de Osear Lcwis, me ha
impresionado pero no sé si de una manera positiva, porque es una no-
vela que cuenta la historia de un campesino mexicano y trata de expre·
sar la idiosincrasia del mexicano. lo cual me ha impresionado bastante.
¿Cómo vay a re lacionarme )'0 con esta gente? picnso enseguida y me
veo indefe nsa freme a su mancm de ser. A mí me hicieron de otra
fonna y en el medio que describe me siento comple LJme nle perdida.
Me hará falta mucha prudencia. y ést.a no ha sido una de mis gr.mdes
vinudcs. En dos aflos sigo sin e ntender muc has Cvsas y sobre todo si·
guen sin gustarme muchas cosas aunque logre entenderlas. Hay dema·
siada pobCC1.a, demasiada corrupeión y demasiad¡¡ memir.!.

25·J .fJ2

He pensado bastante en estos días y deberé pensar más, pero de al-


guna manera me he visto dominada. sometida por procesos de mi cuer-
po. De nuevo surgen las dudas en mi mente. ¿estoy dispuesta, ahora, a
vivir loda esa serie de cambios que supone un e mbarazo. y a lOmar la
responsabilidad de c uidar a un niño? No quiero dejar de trabajar ni de
estudiar. me falta lo gordo de mi carrer.t: el serviCIO social y la tesis.
¿Es JUSlO lener un nino en una ciudad como ésta, siendo conseienle de

127
su peligrosidad para la salud física y mental? ¿No hay demasiados
nitlos en la tierra?
Se me ha plantca<lo un dilema muy grande, de nuevo siento que no
hay compatibilidad entre ser madre en esta sociedad salvaje en la que
vivo y seguir desarrollando facultades, potencialidades. Tener un hijo o
seguir viviendo activamente, he ahí el dilema.
He visto ya dos casos de mujeres en la Universidad que han ten ido
un hijo y siguen estudiando, pero son mujeres que se toman la Univer-
sidad como un requisito a cumplir en su vida, pero sin mucho interés
personal en el asunlO, por lo menos en aparicncia, hay que aprobar
malerias para lograr el título que les dará un mayor status scicial, o un
trabajo bueno, o una aprobación del marido que les impulsa a ello,
pero pocas más satisfacciones personales; además lienen problema en
pasar las materias, no parecen poder con todo.

28-/-82
He sentido como un puftalla noticia que Ir.len algunos periódicos
de Méx ico de que algunos militantes de ETA estamos recaudando dine-
ro en el D.F. para ETA. Sé que lodo el tiempo que llevo aquí no han
dejado de hablar de mí en una u alfa ocasión. pero esta vez, cuando yo
eSlaba casi convencida de que ya hablan lenn inado por acepUlf que no
soy más que una ciudadana nonnal y corriente. viv iendo aquí, me salen
con ésas. ¿Qué estoy preparando uh(){u? Suena a risa, si no ruera por-
que soy yo la del nombre ese. la que aparcce y deS<lparcce como por en-
canto, se multiplica y se divide y hace veinte cosas al mismo tiempo.
¿Por qué la han In!loado así conmigo? ¿Es que Crccn realmente que
estoy haciendo algo o quieren crear o recrear su propio milO y por eso
tiencn que sacarme en el periódico? Esto empici'...a a parecer cosa de
locos, antes hablaban de mí allí y aoom en México mismo (. ..). Por lo
ilógico e irracional que suena todo, me gust.aría creer que es una fal1la,
pero eso me daña una seguridad que no conviene tener. Si la policía
espatlola está hociendo de verdad lfabajo para que crean que soy diri-
gente y activista. al mismo tiempo busca algo, que me repriman de
alguna manera, y en ese caso, tengo que estar alerta, pensar bien, y 10-

128
mar las medidas que pudieran cubrinne mínimamente; pero aquí está el
dilema. si mcescondo parezco darles la razón. puede ser interpreladoeo-
mo que quiero ocu1tar algo. y si aparezco abienamente me arriesgo por-
que no sé exactamente lo que quieren de mr.
Pero ellos siguen acosándome. alae4ndome a pesar de lOdos los da·
lOS que Lienen sobre mi vida, como negando realidades. y yo. alucina·
da, miro para un lado y OlrO sin saber a cuemo de qué se me echa enci·
ma semejame piedra y sin saber cómo quitármela, no iban a creer nada
que dijera, eso eslá claro, si no creen lo que ven, no van a creer las pa·
Iab"".

J2·3-S2
Una emoción profunda, una soledad inmensa, dos lágrimas tamo
bi&!. Estoy embarazada, el resultado del análisis es positivo. me hubie·
ra gusLado, en este momenlD, abrazar a alguien de casa; mi ama , l., A.,
han venido de golpe a mi cabeza cuando paseaba en la estación del
metro pensando en ellos, quería decirles a ellos primero. J. me ha lla-
mado por teléfono desde su lrabujo y le he dicho. Hablar a los de casa,
estar con ellos, sentirme arropada, celebrarlo con unos pasteles, reir-
nos de la tripa que se me pondrá, de lOdo. de un ser que pronto se mo-
verá y luego andará y hablará y me dirá... pero celebrarlo con ellos,
sobre todo con ellas. Glori, Ana, Gcma, se pondrían contentas. pcro
no puedo hacerlo, no puedo sentirles a mi lado. Me da una pena terri-
ble el no poder estar en mi casa: los chicos me bromearían y le diría a
mi madre que empiezo a saber lo que sufrió por nOSOtrOs, que la adoro,
que le siento en mr con su temul1l, con su calor ... Ríos. aguas, mares,
IAgrimas, fu enleS,... mi casa, mi txOko, mis hennanas, Isa, las calles.
el olor...

/9·3 -S2
La gente un poco madurita y bien posicionada me loma lo del cm·
balazo como si fuera un capricho loco que me ha dado. algo que he he-
cho sin saber las consecuencias que tiene. Venía pensando en el auto-

129
bús que no sólo los ricos tienen el derecho de tener hijos. Encima de
que tienen tamo, también los hijos para ellos; he sentido tan cerca la
muerte en bastantes ocasiones y ahora siento la vida a mi lado y tengo
todo e l derecho a ello. Quienes me han cuestionado saben muy poco de
la muerte y de la vida, están atados a mediocridades y miedos, a como-
didades que no les hacen felices en absoluto.
Si no quieren apoyarme que na lo hagan, de hambre no creo que me
muera, porque esto, ahora, no 10 cambio por nada, y de alguna manera
se lo voy a hacer saber; no voy a ir disculpándome, ni dando explica-
ciones porque es mi vida, mi hijo, mi derecho, mi placer.
Hoy me he despertado y le he eonLado a J. el sueño que he te nido.
Después me ha traído el desayuno a la cama y se ha ido al Centro Vas-
co por el campeonato de peloLa. El estaba contento y cariñoso y yo me
he quedado relajada y me he vuelto a dormir. He soñado que andaba en
un lugar donde había agua, barro, arena y llovía. Yo estaba toda moja-
da pero no tenía frío, me sentía fel iz; el agua por todo el cuerpo mezela-
da de arena o barro me producía griln placer. Yo caminaba o me movía
en esa especie de masa líquida, muy mojada, toda húmeda, comenta; en
algún sitio me he quitado una bota y la he vaciado. estaba llena de are-
na. Me he despertado sintiéndome muy a gusto, tranquila, caliente y
cuando me he levantado, er'dll las doce del mediodía.

21-4.J32

Acabo de leer que los cambios de ánimo en las mujeres e mbara-


zadas son a causa de cambios glandulares en la mayoría de los casos, y
no de cambios psicológicos o de problemas externos. Debe ser cierto
porque a veces siento mucho ánimo y vitalidnd y otras veces una descar-
ga increíble. Tendré que aprender a ser consc iente de que se lra13 de algo
físico para rcslarle un poco de imporLancia, algo físico que está ¡nnu-
yendo en mi psique y en mi actitud ante las cosas.
Por otro lado vengo nOLando como una especie de regeneración físi-
ca: la piel se me ha puesto suave, las uñas me crecen más rápidamente,
así como el pelo. El sábado, la pelllqucm me decía que tenía muy buen

130
cabcUo y hasta domable. Yo suptlngo que en la relación entre el feto y
el resLO de mi cucrpo no se produce sólo un movimiemo del primero al
SC¡undo sino que la relación es recíproca. El feto nuye reacciones y
sustancias a mi cuerpo y, cn este caso, el relo, que es productO de un
espc:nnalozoide de él y un óvu lo mío, tiene gran prutc de la compo-
sición física de él, por lo que ~Le llega a mí flsicameme inclUSO. Me
sorprende no haberlo pensado nunca y no haberlo leído UlffipocO. y. sin
embargo, se me hace de lo más lógico y de lo más precioso. ¡Increible
ruuuralcza! ¿Fenómeno mamvilloso? ¡Maravillosa vida!

27-4-82

El domi ngo me llamaron por tcl¿fono desde mi casa de Ordizia. No


56 cómo han conseguido el teléfono pero me hizo lama ilusión, a los
dos. yo crco. Estábamos haciendo gimnasia hacia las 10,30 y sonó el
~ono; yo no podía crrermelo, hablé hasta con la amauo, ni sé cuán-
10 tiempo had a que no oía Su voz, deben ser como dos anos y medio o
mú, la conocf enseguida, ¡me la hubicr.J comido! Todo el domingo es-
wve como ensimismada pensando en la famil ia 1:10 encanlooom (Iue ten-
80; varias voces dcci..,n: ¡queremos al hijo! Todo me a1egmba . er.J (¡jn
boniLO. si pudiera durar sicmpce esa sensación...
La cucstión es que vivo mucho la fe licidad, la vida, y eso no me 10
quita n:.dic. Otra cosa que me alegm es que he dejado cornplclUmentc de
fumar. ya no fwno ni un cigarro desde que vi "positivo" en el análisis.
Aqoel día decidí que se acabaron los cigarros; después fumé uno en una
cena de amigos, pero nada más. Espero dejar de fumar totalmente y no
volver a empezar.

/2-5-82

Hace poco me descubrf pcns¡mdo, o dic iendo. que tení:l miedo de


8(;Ostumbrarme n vivir con gente muy querida pontue no si.lbí:. si luego

13 1
iba a ser capaz de vivir sola o con otro tipo de genlC. A la matUna si-
guiente lloraba mientras pensaba que todo el mundo tiene derecho a
vivir con seres queridos y, sin embargo. yo me vela obligada a pensar
en la otra. posibilidad porque de hecho me ha tocado vivir asl mucho
tiempo, sin intimidad o sin calor, todo parece indicar que me tocará de
nuevo porque tampoco quiero o sueno con vivi r toda la vida con la
misma persona. Yo 56 que muchos me quieren, pero eso no sirve en el
mismo grado cuando es a distancia que cuando es algo cotidiano; no
pueden compararse Jos niveles, los dos son importantes, pero sólo Jo
cotidiano da calor verdadero. seguridad, calma ...
Temo ser injusta con mi familia , yo sé que me quieren, que se preo-
cupan por mí, que siempre me han apoyodo y sobre todo que no es su
culpa no poder convivir conmigo, sino IOdo lo conlrario, causa de do-
lor y preocupación pant ellos, la separación duele, todo eso lo sé, pero
también sé que en definitiva la que tiene que cargar las consecuencias,
la soledad, etc. soy yo. No puedo negar la realidad, una realidad que só-
lo podré enfrentar asumiéndola, eonoci6ldola. Estoy viviendo la época
dorada de mi exilio.

27-5-82

Pregumo el domingo por la manana a mi eompai'lero "¿(Iué pien-


sas?, ¿qué suenas?". "Que te había encontrado en un bar de Ordi~ja y te
besaba". "¿En qué lugar?". "En la Puerla del Sol. Te encontro en un
bar de la Puerta del Sol y le besaba". ¿Se puede decir algo más bello cn
las circunstancias en las que estamos?, ¿cn las que cslOy? No sabía qué
decirle. Sonaba con que estaba en Ordizia, con que pascaba. en la calle
por mi cuenla.
Volver a mi pueblo después de tanto tiempo en que se me han cerra-
do las puenas, seguir teniendo una vida independiente, y seguir querién-
donos, es lOdo lo que puedo desear, es lo máximo, el sumum y además
con un(a) ni~o(a) merodeando por allá. demasiada fe licidad. demasiado
sonar.

132
18.().1J2

Ucvo bastanle tiempo si n escribir y eso que no dejan de pasanne


cosas interesantes; pero una predomina sobre todas las demás: mi hija
o mi hijo se mueve dentro de mr 'i me hace vivir esperandolc. espe-
rando sentir su movimiento, porque ello me confirma más <loe cual·
quier otra cosa que esui ahí, conmigo. y me invade una emoción pro-
funda, y le quiero hablar. decirle todo lo que le amo; son una ternura,
un carir.o incontenibles los que me absorlx:.n por momentos.
Mi tripa se va agrandando. loma una forma diferente. todo mi cuero
po adopta otra posición, en general estoy ttanquila y bien. Lo malo es
que me baja mucho la tensión y eso me quita fuerzas. IntenLO cOlllrolar
la cosa con unas gOUlS que me dio la doctora pero no sé si tiellCn algu-
na repercusión negativa en el feto y me dan un poco de miedo. Inlento
hacer los ejercicios del método psicoprofiláctico sola, pero hay noches
en que renuncio por cansancio o nojera.
El curso está ya adelantado, estoy llevando lJes materias de 7" y una
de 8°, hubiera sido mejor hacer lodas las de 7°, pero no me quedaba
bien el horario y hubiera tenido Quc dejar de traoojar.
El sábado llegaron los papeles de Gobernación, la aUlorización de
prórroga de primer ai\o y el euadernilOcon I:i prorroga marcada. Ni si-
quiera me han hecho ir a dar vuehas p<1f3 recoger mis papeles, está bien
asl.

30-7~2

Ya he terminado los exámenes del "P trimcslre. ahorJ tengo 4ue


empezar el Servicio Social. Me ha dado pena dejar a los comp;li\eros.
Las mujeres me hicieron el viernes pasado un "baby showcrs". Es una
costumbre gringa. por la cual se reúnen las amiga... de la mujer que va
a tener un bebé y le hacen regalos. cosas que la niila(o) va a necesitar.
No existe la eOSlumbre de hacer los regalos eU;lndo nace. o al menos
no liene tanto arraigo. Vinieron las compañeras a casa y 10 pasarnos
muy bien. Yo, en el fondo eSlaba muy agradecida. sin que ellas supie-

133
ran seguramente la falta que me hacían todas aquellas muestras de ca-
,,¡oo. Acertaron. No estaba contenta por los regalos sino porque senLÍa
que les saUa de dentro lo que me hicieron. Además una me dijo bicn
claro: "estamos aquf porque hemos querido y no por ningún compro-
miso". Nos hicimos falOS despué.'I de la comida, organizada con lo que
cada una trajo hecho en su casa.

16-9-82

Llevo mucho tiempo sin escribir y temo olvidar cosas muy impor-
tantes si no lo fijo en el momento. Es complejo, maravilloso, terrible,
fascinante y dramático hocer un hijo(a), sentirle denllO de una lodos los
días, hablarle e interpretar sus respuestaS sin saber si son respuestas,
pero deseando una comunicación que produce una emoción indes-
criptible, sonando con su carila, con sus oj itos y su sonrisa y viviendo
con las lágrimas a pUnlO de brOlar de los ojos. El presente estado de
sensibilidad no es de trisler.3, es de intensidad, de plenitud porque quie-
ro darle lodo, aunque sé desde ahora, que eso no es posible: le traigo a
un mundo en el que tendrá que pelear por si mismo(a) y yo muchas
veces no podré hncer nada por echarle unn mano porque lOdos estamos
solos, porque desde ahora le siento aut6nomo(a) dentro de mL Cuando
la tensión dentro de mi tripa es ¡ronde, muchas veces me veo im-
potente para hacer desaparecer esa sensación angustiosa en mi tripa,
esos movimientos por los que parece que busca un espado más có-
modo que yo no puedo ofrecerle en ese momento. iQ u~ bonito cuando
el movimiento es suave, cuando le pongo la mano y se mueve suave-
mente!
Han pasado muchas cosas en estas semanas, Glorí vino el 19 de
Agosto, nos llamó a casa desde el aeropuertO y por alfO lado nunca nos
entregaron el lClegrdma que había enviado con bast;ulle antclación. To-
tal que p~só un rato malo esperándonos en el aeropuerlo y noSOlroS fui-
mos a recogerle a las dos horo... de su llegada. Después he hablado muo
cho con Glori y hemos preparado casi todo lo rcbcionado con el bcb6:
ropitas, cuna ...

134
12-9-82

Mi tripa ha crecido mucho y ¡está titO viva! Me guslaJ'ía oir o sentir


su primera respiración.
He pensado tanto en lf mi pcquel\o, lO he soi'\ado LantO en cste tiem-
po. quizás pienses de mayor, en momentOs de tristeza. en por qu6 te
traje al mundo, en que hubiera sido mejor no haber nacido. QUi7.ás hasta
me lo preguntes. lemo mucho que no sepa conlCSwtc y que sin COl-
bargo tengas razón en tCnegar de este mundo l3n injusLo. lan lCrrible.
¿Qué le puedo decir? que un día senlÍ necesidad de amarte, que si n
saber por qué empecé a echarte en falt<!, que, ¿cómo se puede echar en
falla lo que nunca se ha tenido?, pues no es fácil de explicar. Quiero
crearte, que mi cuerpo, yo, te creara ... y ¡ha sido lan bello en muchos
momentos! , pero también me ha coswdo. también ha habido do lor. y
sin embargo. mi chiquitín, no he dejado de descarle, no he dejado de
quercnc, en algún momento puede pcsarmc la responsabilidad que tO-
mo, puedo temer no darte todas las posibilidades pam ser tú, para ser.
Todos los temores del mundo son pcquenos cuanto le siento mo-
vene, como ahora, dentro de mí y me invade un gran amor, una gran
fuerza... Quizús, mi pcqueftito, es que esLO es la vida y he 4uerido vivir
por la vida misma.
Perd60ame si puedo llegar a temerte. este mundo no está hecho en
favor de la vida, prefiere la muerte. y son muchas las dificultades que
uno encuentra para ir contraCorriente, los ninos casi no lienen lugar en
él porque son la vida. contigo voy a leocr que luchar un poco más y
me pregunto si podm, le prometo que lo ¡ntenturé en lOdos los casos y
enseguida tú me ayudarás. nos ayudaremos. y OlfOS te a y ud~U'án , hay
muchos quc nos quieren y ¡podremos! jverJS cómo podremos!
Perdóname si te parece egoís!a que yo haya <Iucrido que nacierJS por
llenar una necesidad mía. de alguna maneru es así, no podía pregunlartc
tu opinión, y yo he querido hacerlo, he lomudo la determimlción por
mi cuenta, bueno, con tu aita !ambién, pcro sin lí, lo que pasa es (Iue
yo lo pensé bien solita primero y vi que tu aitu t:unbién querr¡¡ , pero
somos dos seres uuLÓnomos y sólo podemos pensar individualmente.
no se repanc la responsabilidad. los dos la lcncmO!) en cada uno de

135
nosotros. Lo curioso es que no lo he decidido por mcro gusLO, sabía de
la parte jodida del asunLO y aún con todo estás ahí, a punto de nacer, y
muchos te esperamos con ilusión aquí, con tu cuniLn, y en Euskadi mi
familia y la de tu aita, con miles de cosas que darte.
Mi chiquitín, mi chiquiLin, haremos que los mamemos fclices cu-
bran la mayor parte de tu vida, con mucho, con mucho amor, ilo hare-
mos!
Hasta lucgo.

24-10-82

Ya tengo quc despedirmc de mi embarazo. todo indica que eSlQ llega


a su fin, las fcchas así lo diccn, también las contracciones que siento
todos los. días, el flujo rosado ... Todo me dice que este nii'lo(a) está
para salir y esto provoca en mí dos sentimientos encontrados. Por un
lado me da pena terminar este período, ha sido una fase bonita, la
sensación de crear vida ha predominado sobre todo lo demás. Es la
época que menos he pensado en la muerte; ante cada cosa desagradable
el recurso era poner mi mano en la tripa, saber que estaba ahí para
sentir enseguida un gran alivio. Algo mar'dvilloso pasaba en mí y si
todo lo demás no dejaba de ser importante por ello, este hecho hacía
que perdiera lo que de angustiame y tenso tenía para mí.
He estado m.ás sensible, sin embargo, más sensible de una forma
esponlánea, como más inmediaLa. La risa, el llamo. la alegría, la pena,
la nostalgia ... me han acompail.ado todo el tiempo, pero j la vida estaba
corunigo! ¡Estaba en mí! Desde el primer día hasta el úhimo lo he
sentido así.
Por otro lado empieza una nueva fase, no sé cómo se inaugurará, el
nacimiento y la clínica no han dejado de preocuparme y su cercanía e
inevitabilidad lo hacen más real y asumible. Enseguida, tal vez el
próximo domingo. un nuevo ser rondando por la casa. Todo se ilu-
mina, la casa, nOSOtros. las ropitas. la cunila, tooo lOmará vida y luz ...
Es una emoción indescriptible de solo imaginarlo y es un miedo
exlrai'lo de que algo pudiera impedir, todavía. esa alegría. Y luego cstá

136
oua vez ahí, llorando, sonriendo, ruera de mr, rreme a mí, en un mun-
do terrible, pero con mucho amor en su alrededor, con todo el calor,
con lOdo el carit\o.

3/-/0-82

Es la e5pern al nacimiento de mi hijo-a.


Seguramente hay tres momcntos en la vida de los humanos que no
pueden compartirse de ninguna manera, cn ningún caso, si bien es
ctert.o que la soledad es la rorma común de vida y saber vivirla la única
posibilidad de vivir; algunas veces podemos puliarla, podemos eviLarla
en diferentes eircunsUUleias, momentos y lugares. Todo depende de la
capacidad de comunicac ión y del entorno que nos lOque tcner. Pero
insisto, hay tres momentos en que esto es imposible, dos en los hom-
bres: el nacimiemo y la muene; y ltCS en la mujer: el nacimiento, el
pano y la muene. Nos enrrentamos solos, lOlalmeme solos a ellos y
si por eso no deja de ser imporlante qui6n esl6 aliado de uno en esos
momentos, al hecho en si, sólo puede enfrcnLarsc cad:!. cual con su ruer-
za. con su ser entero, con su volunutd, con su alegria o su dolor... na-
die le acompafta en ello. EsUlba Icyendo en una cntrcvistll a Raqucl
Tibol que le gustaría morir con lueidcz, sin embargo, los médicos pro-
curan eviUlrlo en general, y mucha gente tambi~n. A mí me gustaría
parir con lucidez, éste era mi deseo anleS de haber decidido tener un
hijo, y ha sido mi querer a lo largo del embarazo. Hoy , cuando el paIlo
puede C'.mpczar en cualquier momento, quiero parir con lucidez, cons-
ciente, y estoy nrmemente decidida a hacer todo lo posible para que sea
así. La doclOra lo sabe, se lo dije desde el principio. no lo hacen gene-
ralmente y menos con primerizas. El bloqueo epidural "no quita la con-
eK:ncia", dicen, "sólo la sensación dolorosa", la sensación de sacar y de
salida de alguien con quien he vivido Ulmo tiempo en comunión tOlaI,
de alguien eoo quien he sonado hasta el "sumum", de algu ien a qu ien
he adorado lamo en estos mcscs. Quiero sentirle en su cam ino, ayu-
darle, vivirlo lodo. ¡Ojal:i pueda hacerlo! Necesi to sangre fría y la ten-
go que sacar de donde sea, si me ven bien me dejarán más libre. De

137
todas formas estart sola y eno me da derechos, tengo que hacer que se
me reconozcan. He venido preparándome para ello, sabiendo que tengo
todo, menos mi fuerza, en contra; pero 1.1mbién sé que mi fuerLa es
mocha y que tengo que podor. es mi suetlo, es mi deseo, es mi dere-
cho. ¿Se podrá saber algún dIa qué se siente al naccr? ¿En qué consiste
el Wl cacarcado"ltauma" del nacimient01 ¿Se podrá sabcr qué se sieme
al morir1 Yo quiero saber qué se siente al parir, quiero hablar de ello,
que se sepa, que deje de ser un taM. Tengo a dos flClWnas muy queri .
das a mi lado que, a su manera. y realmente, están a mi lado, muy cer-
quita. Ellos wnbién me darán fucrLa en la medida en que ello se haga
posible.
"Está llegando un día de abril , el día feliz eslá llegando..... (Silvia
Rodriguez).

138
Capíwlo 7
MEXICO ME PESA TANTO...
(México, 1983.1985)

las Navidades de 1982 están marcadas por un incidente triste: su


hermano Angel ha sido detenido, junto con otros compañeros, en
Oonostia y pasa la Nochebuena y el dla de Navidad en la Comandancia
de la Guardia Civil, sufriendo malos tratos y torturas. En una de las
ocasiones en que alguien de la familia va a Comisaria interesándose
por él, a un guardia civil se le escapó: ·Ya está mejor". Durante los
siete dlas que permaneció detenido, el centro de los interrogatorios
fueron sus hermanos mayores, por lo que la detención cogió visos de
tratarse, entre otras cosas, de una venganza <x>ntra la familia.
la racha de malas noticias se reanuda más tarde, en agosto de
1983. A la muerte del anona, José Katarain, a quien Yoyes no deja de
recordar en todas sus cartas, se unen las inundaciones que asolaron
buen parte del País Vasco y afectaron también a Gaitine. Yoyes mal-
dice ladistanciaque no le permite echar una mano a su familia.
Este otoño acarreará también otro contratiempo: Juanjo debe
.... olver a Donostia por razones de trabajo. Yayes se queda en México
con su hijo, de quien se ocupara con el mismo afán con que lo hizo
durante el embarazo. En sus cartas a la famil ia da cuenta de cada

139
pequeno progreso que realiza, los primeros balbuceos y pasos, y tam-
l>i'n los sustos, entre ellos las infecciones que sufre a causa de virus
tropicales.
Su condición de madre Inf1uye de alguna manera a Yoyes en la
elección del tema para la tesina de fin de carrera. Pedro Moctezuma,
profesor de la Universidad Aut6noma Metropolitana y director del
trabajo, relata todo el proceso:

"Me pidió q~ asesorara su tesilUJ, lo cual auplt gustoso.


Pri~ro le inquietó es/udiar t:f desarrollo del movimiento de
mujeres demro del Movimien/o Urbano Popular. Ya que se es/a-
ba organizando el Primer Encuentro de Mujeres de la C(}()rdi·
nadora Nacional del Movimiento Urbano Popular (realizado en
noviembre de 1983), asisti6 a lUla rell!liÓn. en Úl Colonia Gue-
rrero de mujeres dt:f Valle tk Mi:cico, pero después me explicó
que no vela convenientt abordar ese lema debido a qs.u elfo era
exiliada. que eslOoo vigilada y que su presencia en reuniones y
movilizaciones populares no era conveniente. Fue la primera
vez que mJ! plalicó Sil "s/a/us" en Mbico, y hablamos de la re-
presión, de experiencias vividas, de S il estancia en Francia, de
que aquí a vects la molestaban en su deparwmento. c/c. En gene-
ral, siempre fue muy discreta y nunca me habló de haber sido
dirigen/e de ETA.
En su /esifUJ trabajó muy duro; recorrió la ciudad, en/revis/ó
a mucha gen/e, se abrió camino investigando en un pa[s en el
que se esconde todo, !Jas/a los dmoJ más simples. Siempre trala
avafICes y nuevos preocupaciones. Se peleó con un f1UJCSlTO que
cuestionaba fa validez de es/udiar las gUllrderías en la Ciudad de
Mixico. Es/ando en el área urbanade la carrera de sociologÚJ, el
remo estaba fucra de /0 urbano según il, y luego dijo varias
sandues acerca deque los niños estaban mejoren casa. Efla con-
testó firme y lo paró en seco. Se preocupó de que el lema fuera
aprobado y su lesina reconocida, me presionó y movi6 cielo y
lierra para lener garantizado que no habría problema.~. 1"emunó
an/u de acabar el ,u/imo /rimes/re. Nun ca he tenido la expe-

140
,uncia de qut un alumno term/fU! su tesina justo al acabar el
J2t trimestre: ella ha sido la única. L.e urgfa acabar y regresar a
España. TU\I() un rilmo de 'rabajo y una calidad tllQrmt.
Era muy sensible a las necuidadu y a la situación de fa
clase trabajadora. Se iba a las fábricas a aplicar encuestas a las
mujeres trabajadoras a la salida dl sus lurnos ,para corlOcer afon-
do su siluación como madres. Criticaba el sistema de guardtrlaJ
como a fgo ligado a las necesidades dl ¡xoducli ,,¡dad capitalistas
y no a las de las madres Irabajadoras. ufa mucho. COmln/ába·
mos que. en el Socialismo sería la Comu.nidad , {as organizacio-
MS sociales. fas encargadas de fa gestión y con/rol del cuidado
dllos niños. y de fas venlajas de un sistema comunilario de cui-
dado de los niiios.
Conoció fa legisla ción. entrevistó funcionarios. fUL ti los
partidos políticos. rtcorri6 el sütema de glUlTderías. Era incan-
_o",e...
_

Esta tesina, que estuvo a punto de publicarse en México, lue


objeto de dos programas en "Radio Educación" da México D.F. Yayas
,imultanea su realización con los cursos regulares. donde va obte-
niendo las mejores calificaciones, y su trabajo en las Naciones Uni-
das. De vez en cuando sentir:' perder sus fuerza: ante el cumulo de
responsabilidades, en el contexto además de una ciudad enorme y
agobiante. Pasaré diversas crisis en las que el gran punto de apoyo
.. ré, en delinitiva, su hijo.
lleva ya casi cuatro años de nueva vida, y está a punto de entrar
en la treintena. Han quedado atrás ilusiones e intereses de otros tiem-
pos; las ideas y convicciones han ido evolucionando, atemperadas
por nuevos conocimientos y experiencias. Por un lado la vida en
~xico obliga a Yoyes a tomar ooncienci a del problema social con
mucho más realismo. Las utopías revolucionarias que llevan a identi-
ficarse con la clase más marginada, caen por su propio peso. al darse
cuenta de que ella, con el trasfondo cultural de un pais desarrollado.
nunca se podrá situar en igualdad de condiciones con las clases más
marginadas por el sistema capitalista. Aunque en algun momento. con

141
la mejor de las intenciones, habia escrito ..... si no podemos conseguir
una casa ya viviremos en una chabola", pronto se dará cuenta de que
no se trata de querer sino de poder aguantar tal tipo de vida.
La distancia le hace relativizar y ver el problema de Euskadi con
otros ojos. En este sontido la lectura de "El milenarismo vasco· de
Juan de Atanzadi va a causarle una fuerte impresión en las valora-
ciones polfticas sobre el nacionalismo que ella mantenla hasta enton-
ces. El intento de desmitificación de ETA realizado por Aranzadi no
disgustó a Yayes en general. e incluso le pareció bastante acertado.
Por airo lado. había mantenido numerosos contactos pers onales
con ex-militantes de diferentes frentes revolucionarios de Centroamé-
rica. Ve cómo éstos, antiguos tupamaros y montoneros, profesores de
universidad, están deseosos de aprovechar la mínima ocasión para
volver a sus paises. A ella le va ganando también, por un cúmulo de
factores, la idea de dejar México y acercarse a Euskadi.
Había cumplido ya el objetivo que le Uevó a México. En julio de 1984
defiende su tesina y se licencia, con el número uno dentro de su
promoción.
La vida se hace cada vez más dilícil en Méx ico. Con la inflación y
las sucesivas medidas contra ella. el nivel de vida sufre un deterioro
terrible. Si ya de por sI la situación económica de Yoyes no era nada
boyante. el presente y el futuro se presentan cada vez más oscuros.
A Yoyes le va pesando también la dilerencia cultural. Ella es una
persona racionalista, muy lógica, que va siempre directa a las cosas y
que da mucha importancia a la palabra. En este sentido su manera de
ser choca con la del mexicano y sus costumbres. Le molestan en
particular los hábitos machistas de la sociedad mexicana.
En medio de esto el futuro de su hiío le preocupa. A los problemas
de salud causados por las infecciones se une la falta de un entorno
familiar para su hijo. En este sentido resulta significativo que a Akaitz,
acostumbrado a llegadas y despedidas de su padre, lías, etc., le
cueste ¡oduso al cabo del dla el separarse de amigos y amigas de
Yoyes con los que hubiera compartido la jornada; buscaba un padre en
su entorno. La vida lamitiar y de pareja no ohada perspectivas basán-
dose sobre esta separación entre Yoyes y Juanjo.

142
Por otro lado Yoyes querra continuar con sus estudios y docto-
rarse. Le atraían los temas relacionados con la situación de la mujer,
pero éstos no podla seguirlos en México. Por eso, en un primer mo-
mento intentó, por medio de la Embajada de EE.UU. en México, con-
seguir una beca para estud iar en alguna universidad de aquel país,
paro esto no le fue posible porque las becas estaban destinadas úni-
camente a estudiantes de nacionalidad mexicana.
Mientras buscaba una salida a su situación, tras licenciarse,
impartió clases en la Universidad Autónoma Metropolitana, la misma
en la que habla estudiado; ensenaba Teoría Sociológica según Talcoll-
Pearsons. Durante todo el ano no cobró un céntimo ni esperaba co-
brarlo por su condición de extranjera. Al cabo del tiempo, cuando le
avisaron que podía disponer del dinero correspondiente, ella estaba ya
fuera de México y dispuso que fuera entregado para los fondos de
ayuda a las víctimas del terremoto que asoló Ciudad de México en
1985.

El 21 de junio de 1984 el diario madrilei'lo "El País· publica una
información en la que se da cuenta de la intención del Gobierno
Francés de retirar el estatuto de refugiado polftico a ocho miembros de
ETA-Mili1:ar, entre ellos a Yoyes. Sobre ella en concreto dice lo
siguiente:"María D% res Garua/e: Calara/n, r eyes. de 30 años de
edad, una de las Ires mujeres con eS/allLlo./ue durante 1979 y 1980
uno de los máximos diri gentes de ETA . Aunque ha residido en México
en 1982, Iras deja r sus responsabilidades en ETA, la policía e.~pañofa
la sitúa aClualmenle en Francia, donde a par/ir de /983 rcanudtJ S IL~
larcas de dirección y organización".
A los pocos días Juanjo Dorronsoro, que reside en Donostia, remite
una carta al citado periódico en la que desmiente y rectifica lo
publicado sobre Yoyes, señalando que ella no pertenece a ETA· Militar
desde cinco años antes. Este desmentido no pasa desapercibido en
105 círculos cercanos a ETA y así Yoyes recibe una carta de una ex-
compañera de organización con la que seguía manteniendo correspon-
dencia. recriminandoJe por haberse dado a conoctlr públicamente su
ruptura oon la organización. Yoyes responde en estos términos:

14 3
México, 20-8-84
Aupa B.: Aprovechando que Anne va pam ah! te voy a conteStar;
no lo habfa hecho antes porque no me no nada del correo, es más,
estoy convencida de que Icen todo y no me apelCCe ... Ahora está la
oportunidad de que la lleven y tu última carta, como que nccesila
respuesta, me ha dolido demasiado para dejarla así, aunque también me
dan ganas... no creas.
A veces pienso que no eres tú la que me ha escrito, que hay otras
cosas, pero no sé, en rcalidad es tu letrJ. y no puedo más que creerlo
asf, me has dado un buen disgusto.
El hecho de que mantuviera eiena relación contigo, no significa que
la quiera mantener con la organización, para mí son cosas muy dire-
rentes que tú en esa carta pareces mezclar, corno si no estuviera claro
que yo con la organización rompí hace mucho y no de manera provi-
sional. Me dices que creías que me había ido porque estaba cansada,
como si una vez descansada fuera a volver a integrarme, y esto nunca
lo he dicho yo, ni siquiera algo parecido. porque lo que hice, aunque
algunos no parecen habérselo creído. rue rompe r totalmente. Que en un
tiempo la policía no lo creía es otra cuesti(¡n. pero no pensaba que esa
confusión hubicra hecho mella en airas y ahora ésa cs la imprcsión
que tengo. como que mienlras se me sigue sacando en el periódico
junto a los demás ...
Cuando yo he escrito ahí lo he hecho a nivel de amiSLad y nunca de
organización. Si no se me respeta a ese nivel, si no se termina de acep-
tar y respetar mi "ida y mi determinación de romper con la organi -
7.aci6n, por mucho que me duela rompert.lambié n con las personas que
lo hagan, porque para mí la amistad incluye necesariamente un respeto
total por el otro.
Por favor, que quede claro que no estoy bajo cons'igna, y mucho
menos bajo disciplina o algo aproximado. Lo que yo haga lo consul-
taré conmigo misma y con quienes pueda considcr.¡r amigos, pero no
con la organizaci6n, ya es hora de que se separen ambas cosas, he sido
siempre muy clara en senaL'lr mi distanciamiento de lo que fu era estar
organizada para que a estas alturas parezca ponerse en duda. No pienso,
ni remOlamente, en volver a la órbita de la org;J.llizaci6n, lo repiLo nue-

144
vamtnLC, que nadie lo dude, '1 s: sienLO presiones en ese sentido, sólo
servirá para alejanne de ella más de lo que esLOy en la octualidad.
( ...)
De todas formas 'lo llevo mucho tiempo aquí y no sé muy bien
cu4l es la situación como para emitir juicios, pero vaya In observación
de que no veo por qué la organización se ha ido cerrando cada vez má.~
(aWlque de alguna manera lo presentí y temí antes de venir); es como
si todo empujara a un callejón que ella misma ha contribuido a formar,
pero prefiero no hablar de esto porque me conozco la idea general izada
de que las críticas desde fuera no tienen validez. lo cual no es sino
muestra de esa cerrazón, Pero no se confunda, que no hable no sigoifi-
ca quc apruebe lo que se hace, '1 esto parece ser que es lo que ha succ<li-
do en estos atlas; aunque con algunos, que supongo que han preferido
también olvidar, sí hablé. pero nunca tuve la fucrla para convencer.
Ahora ya es larde y no volvería ni a intentarlo porque las cosas, y yo
misma, han cambiado,
Si no de manera dirccla, tú has recibido muchos mensajes de por
dónde andan los problemas, el hecho de que ello se junt.am con una cri -
sis por mi parle (tú dices cansancio) no significa que no los hubiera (la
carta que mandó Ji'iak i con firm a algunos, ml\.s si cabe), incluso tú mis-
ma veías muchos. Si yo he rcsptlaOO en todo momento IU opción no
veo por qué tú no tengas que rcspctar 4.1 mía.
( ... )
Lo que yo haga tendrú razones de tipo moral '1 humano que sean
v4lidas para mí, pero no se deberá... (no se entiende la letra). Y quede
claro que no esto)' escapando de ningún sitio, porque uno no puede cs-
caparse de donde no esw,
Dejé la organización, no sólo por cansancio, sino porque había co-
sas en ella. posiciones de diverso tipo, que no me gustaban, y el ticm-
po me ha dado la razón, porque tengo la sensación de que muchas de
cUas se han exacerbado, y en definitiva la han debilitado, llegiindosc a
la Situación actual que a mI me parece no sólo terrible, sino también
desastrosa. Se ha subestimado al enemigo al tiempo que se prefería el
anquilosamiento aOles de una renovación, que pam muchos lomó el
nombre de "claudicación", impidiéndose así que cualquier.! que viera su

145
necesidad hablara de ello por temor a verse estigmatizado con epítetos
de ese tipo.
Yo no quise saber nada de ese proceso y ahora no tengo por qué
asumirlo, ya que no lo conozco bien ni lo siento como mío. Si al -
guien ha creído lo contrario, ello se ha debido sólo a su fantasía, por-
que e n lodos estos afias nunca he dicho ni he insinuado a lgo parecido.
Todas mis cartas y conversaciones han sido de tipo I>crsonal , y a o tres
niveles en general me he callado, pero el que calle no O\orga, y paru
buen entendedor... he dicho lo suficiente.
Cambiando de tema. Con mucho esfuerzo he terminado la carrera y
... ¿qué voy a hacer ahora?, por si hay alguna duda que no me ex tra-
i'laña.. . no vaya ir a Euskadi Norte, nunca he pensado en ello como
una posibilidad a corto o mediano pla:r..o. Mi intención es seguir estu-
diando pero no con un fin determinado ya que para mí e l estudio no es
un medio sino un fm en si mismo. Durante los ai'los de carrcr..l pensé
en seguir estudiando después:, por ejemplo en París; en la actualidad mi
deseo sigue siendo el mismo y me do lería mucho renunciar a él, pero
tal y como están las cosas lo eSloy cuestionando. Quizás el gobierno
francés me accp~lIía pero ¿con qué tipo de papeles?
(...)
No tengo la impresión de que mi vida eorr.! peligro aquí, porque d i·
gan lo que digan los periódicos, saben bien lo que hago y aquf me sien·
to vigilada pero no perseguida, y CSlO no porque el gobierno mexic.mo
actual no esté dispuesto a hacer lo que le pidiera e l esp.¡l'Iol, como
ocurría con el gobierno anterior, para golpear a los "del incuentes co-
munes de ETA", como ha dicho el actual presidente de Méx ico, sino
porque no se lo piden y han decidido dejanne en paz a ese nivel. Hace
unos anos me hubieran matado pero el gobierno me;t;: icano se negó a
e llo, y en la actualidad casi casi le esulfán pidiendo que !lie dejen estar
aquí porque el gobierno preferiría no hacerlo; la actitud genera l con
respecto a mí es pues totalmente diferente aunque sigan vigilúndome.
Bueno mujer, ya voy a acabar este rollo, espero que haya servido
para aclarar las cosas y poner c iertos puntos en algunas íes; si te parece
que he estado demasiado fuerte , creo que tu carla no cm para menos.
S610 espero que se me respete, a lo cual C: ..;Q que tengo derecho.

146
A mediados de diciembre de 1984, Yoyes viaja a Europa vla Es·
I.S Unidos y Luxemburgo, desde donde se traslada a Parls en tren
par• .vitar tener problemas oon la policla francesa, a pesar de que
posela pasaporte en regla. Y es que, entre 1983 y 1984, la Embajada
Eapaflola en México expidi6 pasaportes a todos los refugiados que
luvitfan el antiguo -o el falso- caducado. De esta manera, Yoyes y
0It0S relugiados, al parecer por ignorancia de la Embajada, obtuvieron
p.aporte nuevo y en regla.
EI31 de diciembre se traslada a Biar';I.l, para mantener contactos
con dirigentes de ETA, al objeto de tantear cuál sería la postura de la
organización ante su futuro posible regreso a Euskadi Sur. Pide cita
con Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, ~Tx ikierd i·, y Txomin Iturbe , por
medio de los cauces habituales. Espera durante tres días y no se le
confitma la cita. Vuelve a París desanimada, sospechando que si no
han querido estar con ella se debe a la aaitud de dureza e inlran·
aigencia que mantiene la organización.
Por otra parte, Yoyes aprovecha su estancia en París para inlor·
marsa sobre las condiciones de entrada a la Universidad '1 las posibi·
Ildades de realizar el doctorado, tomando nota de los diferentes curo
lOS qua se iban a impartir en septiembre de 1985. En Parls recibe la
vilila d. algunos familiares, a quienes pone al corriente de su situa·
ciOn a Intenciones.
o. regreso a México con su hijo, lleva un boleto de ida y vue~a con
validez para un año, pues tiene claro que en ese plazo volverá a Parls.
Oa enero a junio de 1985 a~e rn a su trabato en la Universidad con el
cM la revista de las Naciones Unidas. Plantea a sus allegados, tanto
mexicanos como vascos, su intención de dejar México y trasladarse a
Parla. Baraja incluso alguna vez, más en plan hipotético que real, la
podlilidad de acercarse al País Vasco. Quienes conocen y compren·
den su situación le animan. Otros, inlluenciados por los círculos de la
organización, no quieren entenderla y la presionan en sentido ron·
trario. Esperan que algun dla vuelva a integrarse en ETA y asl, llegada
la hora de partir de nuevo a París, en ju nio de t 985, no organizan
ninguna cena de despedida con la excusa de que su vuelta debe mano
tenerse en secreto. Esto indigna a Yayas, quien tiene muy clara su no

147
reintegración en ETA, y aumenta su rechazo a esta gente que quiere
marcarle el futuro.
En mayo empieza a liquidar sus asuntos en México. Deja su trabajo
y durante un par de fines de semana o tres organiza, junto con otra
pareja de amigos vascos que volvfan a Euskadi, la ·venta de garage",
tradicional en México. Ahf, con bastante buen tino comercial por cier-
lo, se desprende de los enseres y pertenencias de la casa y de algu-
nas ropas. Lo que más coslaba dejar a Yoyes era la ropita de Akailz, y
parte de ella se la regaló a una amiga que iba a ser madre. Da por
finalizado el contralo del piso de Tasqueña y pasa los últimos días en
la misma casa en que la acogieron a su llegada a México.
El 4 de junio se embarca con su hijo en el avión que les llevará a
París. Pero volvemos hasta noviembre de 1982, para recorrer a través
de su diario la segunda parte de su estancia en México.

17-/1-/32
No siento en el día la depresión (¿o la esLOy reprimiendo'!) postpar-
to de la que tanto se habla, y en la noche pues no sé, La única direren-
e ia son los sueros, que han cambiado de manera radical. El tema que
ahora predomina es la muerte, no había aparec ido en lodo el embarazo.
bien al contrario eslaba totalmente fuera de mf, ahonl suei'lo con ella,
me lOCa morirme, pero sin angustia, con mucha calma. La vida cstá
fuera, está en Akaitz.

11-2-83
Hoy 11 de febrero se va Glori, después de pasar aquf casi seis me·
ses, es lo que yo pedí, y es 10 que me dieron con la entrega mÍls dcsinLC-
resada. ¿Podré devolverles algún día siquiera un poquiLO de lodo lo que
han hecho por mí'? Sé que no lo esperan, sé que ni lo picnsan, pero
después de todo lo lejos que llegué a sentirles al final de zsc año en que
no tuve visitas de ellos, y lodo lo que me dolió, ahora vuelvo a tener-
les, están en mí y les siento conmigo y todo lo han hecho e llos. ¿Có-
mo pucdoquererlcs tanto? Ya van a hacer die;>; años (en noviembre) que

148
de~ mi casa y su recuerdo está tan vivo como el primer mes, corno
aquellas primeras navidades fuera de casa.
Creo que esto me frena en la búsqueda de nuevas relaciones, y que
se acrecienta cuanto más lejos en kilómetros estoy y cuanto menos les
veo, es como si por ello temiera perderles. Me cuesta entrar en su habi·
taCión, siento vacío en la casa. En Euskadi Norte tambit n lo notaba ca·
da vez que alguien de casa se iba, y me dan ganas de salir, de no rea-
lizar, pero t.cngo que hacerlo para ir deshac iendo poco a poco los nudos
que se me han hecho. Luego vendrá otro y sentiré la misma ilusión y
al partir la tristeza.
Si lOdo va bien a mí me faltarían dos trimestres para acabar la ca·
rrera y después me iría yo, a mediados del 84, pero no a mi casa claro,
aunque .de todas fonnas me hace una ilusión tremenda, les vería a todos
en un día de lluvia como hoy, o en un día de sol, pero lo que es seguro
es que el sol estaría conmigo, un calor inmenso, tan grande como el
frio que siento hoy_ ¿Y Akaitz?, andaría con nosotros, andando en plan
patoso ¡qué alegría! Esto llegará, Nekane, esto llegará, aunque ahOnlle
cueste crecrlo. llegará y tú estarás haciendo nuevos planes, planes de
estudio'i de lIabajo, joven todavía, vital, y vendrán nuevas tristezas y
nuevas alegrías porque eso es la vida, esto es la vida. Si ahom no
llorams habrfas dejado de sentir, habrías dejado de vivir y andarías
como auLÓmata por el mundo. Ahora loca remonlJIT, supemr el trago y
sabcrquc todo sigue y que nada irremediable ha sucedido; la vida sigue
su curso y tú puedes COIllO tantas veces has podido, en unos días vol·
verás a coger el rilmo, y estUl.ljarús con ganas de acubur la carrera y rei·
rás con Akai!Z sin hacer ningún esfucrLo.

12-5-83
. __ El nii\o va creciendo, cada vez se comunica más, ¡,me frena'!
Tengo toda la impresión de que es mayor el espacio que me "ocupa en
la mente" del que me ocupa físicam ente en la realidad cotidiana, y esto
me preocupa y me alivia, me preocupa por el lado de que cuando crezca
un poco dejará de ocuparnle físicamenle en eltrajfn cOIidi:mo de darle
de comer, cambiarle, lavar su ropa, llevarle a [a guarderia, preparar sus

149
cosas, biberones, ropas. etc., )evantanne por las noches, no sé; pero
'leguirá. "ocupándome mentalmente", con lo cual mis posibilidades de
desarrollo. de creación, se verán mennadas de lOdas formas. Y me ali-
via. sin embargo, por el lado de que es más fácil de superar esta "limi-
tación sicológica" que la rrsica "real" de nocesidades mínimas y absolu-
tas. ¿En qué consiste esa "ocupación mental" o "¡imi13ción sicológi-
ca"? No creo que se trata de una preocupación por su salud, por su
bienestar, por su equilibrio, elC. No es una especie de preocupación por
el nitio, aunque esto ocupe su lugar, lo más imporUUlte de este fen ó-
meno e s que limita porque una siente que ya ha realizado algo muy
importante en su vida, con lo cual ha cubierLO el cupo. por lo menos
socialmente ya uene justificada su vida, "se ocupa de cuidar a sus
hijos" se suele decir de una mujer con hijos que está en su casa y no
sale, ni hace nada más. Y yo no digo que el cuidado de un hijo y una
casa no le lleve a una toda el día, sobre todo cuando no se tiene nin-
guna ayuda, pero ello limita a las mujeres a ser meros animales repro-
ductores, como si no hubicra otras potencialidades o posibilidadcs de de-
sarrollo. Y el riesgo de quedarse ahí es muy grande, incluso si se hace
algún otro trabajo para obwocr dinero; y el peligro no viene \.anto de
las presiones externas, aunque sean muy imporUlnteS, sino de la ideo-
logía intcriorizada a lo largo de muchos anos, y sobre lodo en la infan-
cia, de un inconscienw traicionero que empuja a una actitud , a un com-
portamienLO que nos limita LOtalmenw y del que es muy diffcil escapar.
Ineluso en tt rminos marxistas se dice que la mujer se cncuentra en
el espacio de la reproducción, de la reproducción social, imprescindible
para la producción y reproducción del sistema cupitalisla. En ese lugar
de la reproducción, reproducción de la fuert.a de 1mbajo: ali mentación,
procreación, cuidado de la casa, del sueno, del sexo, ete.
La mujer tiene un lugar en la "l ucha revolucionaria"; buscando
mejores condiciones para la reproducció n, puede poner en cuestión el
sistema entero, que nunca puede satisfacer las nccesid<ldcs de lOdos los
elementos humanos que necesita a su aJrcdcdor.
Sin embargo, pocas veces se cuestio na el papel Que juega en sr
mismo, pareciera que el lugar de la mujer est.í cn la reprod ucción, por
lo menos el lugar fundamenUlI, y si p:miciJXLen la producción o en

150
actividades de otro tipo, se ve esLO como algo secundario, excepcional.
algo que lCnderA a desaparecer. En la ideología burguesa esto no es
completamente claro, porque el capitalismo ha necesi\.:ldo muchas ve-
ces de la fuenade trabajo fem enina; permite una especie de apenura en
el sentido de no confinar LOLalmenle a la mujcr demro del hogar, pero
CSI8 idea persiste y tiene más fucrza dentro de esta ideología que la que
consideraría que la mujer puede y tiene derecho a dedicarse a Otros me-
nesteres. se accpta esto como mal menor (necesidad económica, de equi-
librio sicológico, ele.), pero no como algo "normal", ideal.
En ambientes de izquicrda. cn el marxismo, ideas socialistas. cte.
tambtén existe una posición eonfusa al rcspecLO, una especie de dico-
tomia, por la cual se quiere vcr a la mujcr como ser libre, con todos
los derechos. ensalzándose incluso a la mujer productora, pero no se re-
suelve de otra manera el problema de la reproducción (no procreación,
claro) sino la.. condiciones de la reproducc ión, con lo quc de la misma
manera se sigue considerando este aspecto como responsabilidad única
de la mujer.
Las organizacionc... de izquierda llaman a la mujer a la lucha dentro
de Su med io, como amas de casa, pcro no cuestionan el p¡¡pcl de ama
de casa, no proclaman la necesidad de su exünción como l¡¡l , In neceo
sidad de que la comunidad a.. uma en sus nUlllOS toda unu serie de fun -
ctones que hoy se cargan sobre la mujer con el consiguiente desper-
dácio de capacidades y mano de obra. Por ejemplo: ¿no es parecido
cocinar para tres que para quince con buenos materiales?, sin embargo,
el Licmpo que se ocupa en ello es casi el mismo; se podrían citar así
muchos ejemplos sobre el desperd icio de horas en el trabajo de las mu-
jeres aisladas en un hogar. El hombre tendría que asumir responsabi -
lidades que hoy caen excl usivamente sobre la mujer, repartiéndose éstas
enue la mujer y el hombre como individuos y la comunidad en su
conjunto.

25-5-83
... Hay muchas mujeres que han criado solas a sus hijos, incluso
sin la satisfacción de saber que, aunque sea a muchos kilómetros de dis-

151
tancia, alguien vela por ellos, alguien los recuerda y los quiere casi de-
'iespcradarncnle. Hay muchas mujeres que han podido, y yo vaya po-
der, tengo que poder, porque además sólo serán unos meses, y después,
al menos no estaremos a tantos kilómetros de distancia, más cc{eanos
en el espacio y ello lo cambia todo.
En un país extranjero. con una carrera que tengo que tcnninar. si n
un uabajo seguro (aunque tengo dinero de J. no es 10 mismo), con un
hijo de meses, en una ciudad salvaje, se juntan demasiadas cosas.
Lo que más me molesta o me empieza a preocupar es que siempre
vivo igualo parecido, en tensión, exprimiéndornc a mí misma. hacien-
do esfuerzos grandes ... es como si sintiera que me falla tiem¡x:l, como
si quisiera sacar un provecho desmesurado a mi juvenlud, pero sin go-
zarla verdaderamente, siempre corriendo, o en crisis; parcce que sólo cs-
toy satisfecha cuando consigo hacer algo más de lo "normal", de lo que
hace la mayoría dc la gente, forzándome. quitándome homs de sueno,
de diversión, de calma.
Me preocupa constatar que no sé vivir tranquila. Que muchas veces
he sido muy feliz, que lo he logrado a pesar de muchos pesares: pero
que no sé quedarme un rJtÍfOen ello, que dejo que esos momentos de
felicidad pasen muy rápido, para ponerme en tensión y tratar de hacer
algo que me cueste. Es como si me cstuviera poniendo a prueba todo
el tiempo para dcc1nne a mí misma que puedo, que soy una chica
valiosa, digna de ser querida por mí misma y por los demás. ¿CuánlaS
veces me he dicho a mí misma ¡tengo que poder? Creo que hace un
ralO lo estaba escribiendo, vivo fort.ándome, ¿cómo evitarlo? ¿forzán-
dome a ello? Es como si s610 viera "lll fuer/..3 de voluntad" por todos
los sitios, por todos lados, y lo peor de lodo es que seguramente ello
está en mí de forma muy profunda y tiene pocas solucione!i, sobre todo
si otra vez se llata de ponerse en tensión por ello. ¿O scría el úlLimo
esfuerzo para pasar luego a vivir más tranquila?
De todas formas me vaya morir, de todas fonnas la vida es corta.
¿Por qué vivirla como si tuviera otra trascendencia? ¿Por qué vivirla
como si fuera única y luvierJ una misión extra que cumplir en ellll?

152
... Hoya la manana no podía eviw sonar despierta; tumbada en la
cama, me imaginaba que subIa al Txindoki con AkaiLZ en una mo·
chila, que iba con él de la mano de casa a la ticnda y he tenninado
llonIndo.
He salido a la calle a comprar el periódico, no he encontrado nada,
entonces he comprado otro y tampoco traía nada de eso. ¿Será por la
referencia al preso portorriqueno en Méltico, del que EE.UU. puede
pedir la extradición? No lo dijo claro, pero hizo alusión a esto, y
quizás en México no han querido publicarlo, la c uestión es que nadie
habla de esa parte de sus declaraciones, y yo no sé si soi'lé o lo leí, la
cosa es que no hablaba de los de México, pero es de pensar que no iban
a hacer discriminacioncs, aunque no se puede saber.
Lo Que me llama la atención de mí misma es que, por primera vez,
una noLieia así me produce inquietud, interés, ¿ilusión? NWlca hasta
hoy, y qui:cis mañana vuelva a la actitud anterior, he prestado mucha
aleRción a este tipo de cosas, como si no fueran para mI, como si yo
no fuera a volver nunca a mi casa: me salvé de lacárccl, me salvé de la
muerte y con eso ya puedo conform annc, CStO me lo vcngo diciendo
desde hace mucho tiempo, y por salud men,""l, creo, no suei'l o en vol·
ver a Euskadi Sur, a recorrer mis caminos. mi casa, mis calles...
Pero ¿qué me pasó hoy? Posiblemente, 1<1 seguridlld de que con el
vi::.je de Felipe González no me iba a pasar nada, de lo CUi.¡ han dado
suficientcs muestras, me hizo pcnsar en el futuro con más optimis mo.
Me dio coniianza para sonar y volar más alto. No parece que me estén
controlando, las sospechosas llamadas telefónica... habidas ante rior·
mente han desaparecido por eomplcLO, hoy no ha habido ninguna y
ayer tampoco coinc idí con ninguna, aunque cstuve menos en casa, pero
tengo la sensación de que las órdenes han sido de que no se me
moleslC. ¿Será cierto? Lo dijeron en el periódico cuando hablaron, por
primera vez aquí, de ex·militantes, pero siempre queda la dud:l. al me·
nos no me pareció que la cosa pudiem tener trdscendencia. sin embar·
go, ayc r ... ¿Qu ~ sed lo de Venezuela? Siempre he deseado volver a ca·
sa, pero s iempre me ha parecido algo imposible, desde luego no c.'itoy

153
dispuesta a aniesganne a una detención, ser lOrtwada es algo que tengo
que evilar por todos los medios, y a 1000$, o al menos a la mayoría de
los que volvieron con La amnistía del 77. detuvieron y torluraron, len-
go La experiencia anterior, hay que aprender de ella y ello cierra casi
todas las puertas, si no todas. Lo de Josc me parece insoportable, no sé
si ahora estará tnlnquilo, pero ha vivido unos anos horribles, cerca de
casa, o en casa, pero horribles, yo estoy lejos. pero no creo haber sufri-
dowuo.
Calma Nekane, calma, lienes que acabar la carrera, tienes el plan de
hacer una macsltÍa en Francia, la distancia, la soledad, no matan en
principio. ¡adelante!, ¡adelante oon tuS planes. oon tu fuena! Puedes
estar alerta a las noticias, ¿por qué no?, pero sigue lu cam ino, no te
dejes perturbar tan pronLO, quizás vuelvas a subir al Txindoki , pero si
no lo haces, habrá otras cosas que puedas hacer menos bonitas, sin
duda. pero tan interesantes o más.

17-6-8)

Me he despertado en la noche upuruda, el suei\o venía de alrJs,


quiero decir que era más largo y al principio se desarrollaba en M~xico,
pero lo último era que en Villafmnca yo Corría hacia mi casa, huyendo
de una situación embarazosa en la que un perseguido por fniudc. rela-
cionado con el prcsidcnle anterior de M~xico, quería que yo lo escon-
diera. Corro hacia casa y de repenLC veo que la casa no estaba, mi casa
habla desaparecido. La. calle Urdanct.a cambiaba de repenLC de aspecto, y
en lugar de mi casa, comenzaba una valla de barrotes de hierro, muy
bonitos, como las vallas que resguardan casas cleganlCs, pero cm imer-
minable. y yo seguía corricndo y la valla no se acababa. Me he des-
penado angustiada.
¿Cuál es el motivo del sueño? pues no lo sé, pero quizás haya
innuído que aycr recibí carta de Gema con unos poemas muy bonitos,
hechos por ella, y eso me alteró. Desde luego la carta me dejó pensati-
va, me escribe una Gcma que ya casi no conozco, una Gcma que sale
con chicos, que hace proyectos para un fu turo como jovencita, que en

154
plena adolescencia sigue siendo alegre, "aunque a veces estoy lriste",
dice, "el AMOR me hace olvidar las cosa:;; malas".
¿No es admirable? Me enternece de una manera increíble. ¡Qué a
gusto le hubiera abrazado! He puesto uno de sus poemas pegado a la
pared de mi cuarto, siempre me ha maravillado Gema, y no deja de ha-
cerlo, aunque deje de ser njna. Ahora se me aparece como una jovencila
eacanladora, más bonita lOdavía.

25-6-83

He hablado mucho esta mañana con Rocío, le he contado mi vida a


grandes rasgos, y ella la suya, le he platicado de mis últimos año:;;
también lo hice con Pedro para explicarle la razón por laque desistía de
la primera idea que tenía respecto a la tesis de mi carrera y tomaba un
tema más ne utral. Con este hablar de mí me surge una especie de in-
quietud, es como si al no hablar de la "pesadilla", ésta dejar.! de ex istir
y lo contrario; al hablar de ella toma una gran rcalidad y me cnlla
como miedo, revivo lo pasado y mc pregunto, ¿cuál será mi situaci6n
acwal en los fichcros pol iciales? Las llamadas por teléfono también
me inquietan, ¿qué buscan con e llo? Me llaman , lOmo el teléfono y
nadie contesta, en unos segundos cuelgun, y así todos los días, y así
varias veces al día ... es para hanar a cualquicra.

JJ·7-83

... No he podido saber a qué hora IIcgaría el avión, porque además


del desbarajuste genemliz.ado, la gente no da explicaciones de ningún
tipo, a una cortesía de lo más falsa como "ahí está su casa de Vd.", se
UDCn las expresiones más cortantes que yo he podido escuchar. Me
asusta la idea de que me contag ien su forma de ser, dc que adopte sus
maneras de forma inconsciente, me asusta y me repugna, dirán que es
OU'U cultur..! , yo misma 10 he venido diciendo en los tres aftos y med io
que llevo aquí, pero ya he llegado a la conc lusión de que eso no la hace

155
más aceptable, el hecho de que sea una cultura no la hace más vivible,
no querría entrar en moralismos de si es mejor o es peor, lo único que
sé es que a mí me resulta odiosa muchas veces y me hace mucho dal\o,
me gasta, me quema, me envejece ... Aquí dicen que los europeos
somos muy rígidos y tenemos unos márgenes de comportamiento muy
estrechos. el problema es que aquí no hay márgenes, cada cual hace 10
que quiere mientras puede y acepla que los demás hagan lo mismo, si
te toca la buena racha, qué felicidad, si te loca la mala te aguantaS
"jodiendo" al que puedes, sin que eso no quiera decir que en el primer
easo "jodas" menos, bien al conuario. La agresividad, la suspicac ia, el
hcrmetismo, la desconfianza, el dcsintcrés rei nan por donde una vaya y
a mí me tienen harta. Ultimamcnte ando renegando de haber venido a
este país, "si lo hubiera sabido..." me digo, ¡con lo contenta que estu-
ve al principio! ConLÓ mucho el que viniera de una situac ión deses·
perante para mirar las cosas con una perspectiva segurameme especial,
pero ahora esLOy cansada de csLO.
Ayer me llamaron de casa, vienen Isa y M. Asun de vacaciones,
espero que ellas me traigan nuevas fuerzas, me interesa en especial ver
cómo aborda esLO Isa, yo lrUlaré de ayudarle, pero en esta ci udad tan
bcstialla brulalidad no sc pucdeeubrir y llega a todos. Clori optó ense-
guida por junlarsc con los vascos, yo no he podido hacer eso y posible-
mente por ello me siento más desprolegida, sigo relacionándome con
mexica nos, por mucho que en un momento pueda criticarlos. Prefiero
muchas veces eSLar con I. y R. O con Cristina que en el Centro Vasco.
y sobre lodo cada vez me uno más a Rocío y Germán , CSto)' queriendo
mucho a Rocío, mucho, y me gustaría estar más cerca de ella, pero
esta ciudad y sus grandes distancias no favorecen mucho las am istades.
Verse con amigos y hacer amigos implica gastar un tiempo que mu-
chas veces no se tiene.
Rocío tiene una dulzura y una fortaleza de carácter al mismo tiem-
po tan perfectamente compaginadas que le dan una presencia muy poco
común. Su problema con la vista quizás haya inn uído en esto, pero
me inclino a pensar que ese carácler 10 trae de más antiguo, cuando
todavía veía con normalidad; me da ternura . me entristece que pueda
quedarse completamente ciega en poco tiempo y ni mismo tiempo la

156
admiro, no sólo por cómo ha reaccionado a su problema: poniéndose a
escribir poesía al verse obligada a dejar la Universidad para no quedarse
ciega, la admiro de todas formas. hubiera sido una compatlera incom·
parable e n la Universidad si hubiera seguido eswdiando, sólo estuvi-
mos junUlS un trimestre, pero ya nos scmábamos en la misma mesa.
El otro día me dijo que ya no sufría por haber dejado la Universidad,
que creía que era ahora, y sólo ahora, c uando estaba haciendo lo que
realmentc hubía soi'\ado en e l fondo de sí misma: escribir. Tiene un
libro de poesía a punto de publicarse y otro a punLO de terminar y eso
le satisface más que cualquier otra cosa que hubiera podido hacer. Le ha
costado mucho, pero se ha impuesto una disciplina feroz y lo ha hecho
y a mí me alegra un montón.
En esLOs días en que México me pesa tanto, ella es la única luz en
este país salvaje y oscuro, no sé hasta dónde llega su luz, pero quisiera
que aumentara más y más, no sólo porque me va a ayudar a "pasar
mejor" o a vivir el tiempo que me quede en México. sino por ello en
sí. por s u luz en sr, en cualquier sitio que estt.

5-9-83

¿Hacerse vieja es dejar de "sonar despierta"? No sé. [o c ien o es que


cada vez me cuesta más "sonar despierta" . antes luc haba contra esa ten·
dencia en mí por creer que me sacaba de la realidad, ahom me gustaría
poder volver a "soflar despierta" con la faci lidad de antuño, tampoco le
veo mucho chiste a "estar en la realidad" y en todo CU$O creo que aqueo
110 era una fuente de equilibrio, un arma que no quiero perder, lo pasa-
ba tan bien a veccs .. .

/2·11-83

El 15 de Dic iembre salía cx iJiada, enscguida hará diez anos tamo


bién, y tantas cosas que sucedieron dcspues ... sin embargo tengo la scn·
sación deque mis lreima atlas van a ser a lfa cosa, entro a otra ra~, ten·
go ganas de entrar a otm puerta, a un lugar de sedimentación de expc-

157
riencia, de vivencias, de ideas, de cooocim ienlos, que cada cosa vaya
colocando en mi para que busque y encuentre un cauce, para que sirva
de algo úlil, ¿de qué?, no ICngo ni idea. sólo la necesidad de guardarlo
lodo y ordenarlo en me para hacerlo de alguna forma prodUClivo, para
que me sirva a mC también.
No quisiera olvidar nada, querría tenerlo todo presente, no ser un
saco de ideas todas revueltas que pugnan por salir sin coherencia nin-
guna, no ser un saco de conocimientos dispersos que buscan salir para
satisfacción de la propia vanidad. Quiero cocaUl.at todo lo vivido. no
tengo ganas de vivir oua vez lo pasado, no quiero volver aLrás, estuvo
bien en un momento, ahora empieza otra fase, una fase en la que será
necesario recuperar IOdo lo pasado para realizar nuevas cosas. a otro
ritmo.
No quiero que el tiempo me empuje, como hasta ahora. no quiero
vivir en un maremagnum de ocupaciones y experiencias, de prisas y
actividad, de vivencias que se pierden por la velocidad con que se su-
ceden, por falta de tiempo y de una actitud que trate de recuperarlas y
vivirlas en toda su dimensión e intensidad para pasar a otrolS con ese
bagage. Yo sé que el tiempo no se retiene, sé que cada momento y
experiencias son nuevos en sí mismos, pero mielllras viva no quiero
olvidar lo pasado y en alguna fOfma quiero hacerlo útil, si no es para
los demás, al menos para mf, no querría convertirme en una "cuenLa-
hislOrias" queaborre a todo el mundo, quiero triturar lo vivido, lrugarlo
bien. asimilarlo, asumirlo, a eso llamo scdimenlOCión, y luego darle
un cauce en mi vida; si es para perder rápidamente muchos matices y
sensaciones por la velocidad con que se suceden. no merece la pena
vivir tantas eosas.
Ya sé que no es posible recogerlo todo pero sí más de lo que yo he
recogido de mi vida, siempre demasiado ocupada. Ha habido altos en el
camino pero eran altos involuntarios. La vida es corta, sí; y dan ganas
de correr, pero no por mucho correr se va a alargar o va uno a vivir
más. porque puede pasar que lo vivido se vaya perdiendo easi cn su
totalidad al buscar tan rápido el momcnlO siguiente.
Para mis treinta tendría que abrirse otra puerUl en mi vida, con un
Lren menos rápido, pero no por ello menos interesante e intenso, me·

158
DOS dramático y emocionante, lOdo cabe en él, pero en forma distinta,
con ouas emociones y wo riuno, y lOdo ello sin negar lo anterior.
Todo lo contrario, asimilándo lo. asumiéndolo, haciéndolo parle de una
misma, scría imposible negarlo, pero sería lo más posible, por la poca
memoria que tenemos, dejarlo pasar al inconscieme y no controlar de
ninguna forma su intervención en la vida cotidiana de los próximos
011"'·
A ver cómo lo hago, pero sería tan bello, no quiero morirme, quie-
ro lCIIer cierta calma para vivir más, con más intensidad fundamcn-
talmente.

7-/2-83

Algo maJo tenía que pasar, vaya terminar siendo supersticiosa con
respecto al otoiio, en él me pasan cosas siempre fuertes. algunas bue-
nas, pero la mayoría maJas. esla vez yo lo eSl:lba esperando. simiendo
que me encaminaba a ello: me pusieron S. en el proyccto de tesis, en
una situación muy tensa, sin darme oportunidad alguna en la eva-
luación de manifestar lo que yo había venido haciendo. Me semí ha·
rrible. humillada, burlada, marioneta en manos ajenas. fui a hablur
con la jefa del área para saber si seguir o no, me d i;o que siguiera y me
reconoció que la cosa no había sido juSta. En fin , que me han dado un
aerio golpe, y cada vez veo más difícil terminar en las fechas pro-
gnIIIIlIdos.

/4-12-83

Hace diez aftas de lo de BellZa y cinco de lo de Argala; diez ai10s


también hoyo maí'lana, exactamcntc, que yo pasé a Euskadi Norte.
Una casa curiosa en Urrugnc me recibía sin S<Locr nada de mí, una
noche fría la mía, con un amanecer también frío. Eran las primeras
sensaciones de un tiempo que yo cspcmba con interés, con curiosidad,
a pesar de las tristezas, a pesar de las nostalgias. Ya no tengo esa

159
esperanza, esa especie de ilusión que enlOllccs me envolvía, por nada:
era la ilusión de mis 20 al\os, era la alegría de la lucha, una lucha que
se basLaba por sr misma, pienso que nunca crcf en la victoria, ni soné
con ella, el momento era lo m8 emocionante. La esperanza de que me
impondría como mujer en un mundo de hombres me empujaba, me
senlla fuerte, yo diría que llena de vida y entusiasmo. Y cuando me
"impuse" como mujer, o aJ mmos así lo sentí, ya era demasiado tarde,
me habia agolado en la lucha, o el "triunfo" no me daba nada. Primero,
comprendía que era algo individual, que no se traducía en más respeto y
solidaridad para con otras mujeres, y segundo, ese "triunfo" era la de-
rrOLa de mi lucha como mujer en un futuro no muy lejano y había
otras cosas. pero lo cieno es que me faJtaron motivos para seguir, me
faltó entusiasmo, fuerza, cmpuje. .. y después de casi ocho anos decidí
cambiar de vida, ver otras cosas. porque lo otro era morir en los dos
sentidos, opté por vivir sabiendo que tendría que hacerlo a tope, ple-
namente, por haberlo elegido asJ, para saber que mi opción había me-
recido le pena, y sin embargo, sigo sin estar muy satisfecha, tampoco
des:onLCnw, pero...
Hay en mí una especie de inconformidad. de desesperanza, de desa-
sosiego. No creo que nunca haya sido muy ingenua, aunque lrate de
serlo algunas veces y de no serlo OlroS, CStoy como dividida , llevo en
mi las dos cosas: la ilusión y el escepticismo; y esto desde muy joven,
pero unas veces ha triunfado un lado y ahora cada vez más triunfa el
segundo, eso es lo que me pnxlucc inquietud... Es más fácil y cqu ili -
brante creer en valores positivos: el amor, la lucha, la vida, la verdad,
elC., elC., pero no es así como funciona el ser humano. que es mucho
más complejo, más inquieUUlLC y más "cabrón" de lo que parece.

10-/-84

... Ahora vuelvo a sentir el nudo de tanlaS veces, el de las des-


pedidas, muy conocido, pero no menos desagradable por ello. La sen-
sación de vacío, de que a1gC" falta , de que la llave de In pucrtn no va a
sonar para que entre ese algo. ese alguien, una ausencia como el dolor.
el vaclo. el nodo. la angustia.

160
Sin embargo, siento Que he recuperado fuenas, me he sentido muy
querida lo que, junto al descanso, ha tenido sus efectos. Sólo espero
que las fuerzas me duren y no me vea pronto sumida otra vez en la
desesperanzn y la fl acidez Que muchas veces me invadían últimamente,
por demasiados problemas a atender, demasiado cansancio y algún que
otro suceso imprevisLO.
Lo cicrt.o es que he vivido baSlantes "par6ntesis" de este estilo en
mi vKb, unos más cort.os y otros más largos, pero han existido y han
sido muy bellos, luego tengo que salir de ellos y empezar a rodar de
nuevo, con la diferencia de que llevo mejor sabor de boca, y una
especie de satisfacción profunda muy bonita.
No st si en este caso me servirá de mucho todo ello, el rollo de la
universidad está muy "jodido" de todas fonnas. y las ocupaciones
seguirán siendo muchas, pero en fin , trataremos de que así sea y si no
CS, uataremos de tomar las cosas con calma.

18-2-84

Ayer me llamaron por tcléfono de casa paro. decirme que el viaje y


IOdo había ido muy bien y que AkailZ eswoo feliz, me sentí tr:mquila
porque ya esUlba muy nerviosa y preocupada. Ahonl tengo que dejar
..ueUo y lid iar conm igo misma, el vacío que deja el niilo y el
probk:ma de la tesis son dos cosas que me tienen jodida, lo del niM se
puará porque volverá, pero lo de la lCSis no st cuándo term inará.
Le presté mi proyccLO a Jorge y me dijo que yo podía h:lbcrlo
bccho mejor. Me dolió un monlÓn pero seguramente tiene razón, no
cst.d bien y de lo que yo dudo es de si podía haberlo hecho mejor.
Empiezo a pensar que tengo mucho poder de asimilación y muy poca
capacidad de creación, cuando se trala de CJtpresar y dar de mí un trabajo
de tipo intelcctual, flaqueo, lo hago corriendo y soy muy poco capaz de
corregirlo, de un tirón no pueden salir las cosas bien, pero no puedo
'COIanne a hacerlo lenlamente, corrigiendo, cambiando, rechazando
cosas e incorporándolas de otra manera ... Por lo que se ve no sirvo
pata la investigación, pero tengo que hacer la tesis para que me den el

16 1
titulo de la carrera. Estoy hecha un lío a ese nivel y temo que me está
angustiando mucho todo este tiempo, me absorbe completamente, pero
no avanzo, es algo que está en mi mente como una preocupación, más
que como una tarea a cumplir y realizar. Ha habido materias que me
han preocupado a lo largo de la carrera, pero la tesis me tiene an-
gustiada, lo cual creo que está empezando a mermar el mismo trabajo,
al sentirme dé bil e incapaz, más bien tonta para ello, lo hago mal, 110
tengo ningW1a seguridad ni conrlanza en mí misma en cuanto a quc
puedo hacerlo, y así no se puede trnbajar.
Lo que CStoy cuestionando cada día más es el hecho de que se obli-
gue a los estudiantes a hacer invesligaeiórJ para terminar la carrera. La
investigación sólo es un campo de trabajo denlro de los posiblcs. ..

244-84

Todo se me complica ame un futuro tan incierto y vuelvo a pensar


en la muerte, aunque hay una modificación sustanc ial, el hecho de que
Akaitz exista cambia mi sentir ame la muerle, la idea de dejarle sin
madre me horroriza, aunque haya quienes quisieran susutuinne y aun-
que no me considere la madre "ideal " (que no creo que exista porque
sólo hay madres). Tiene derecho a te ner madre, s i no era mejor no
haberlo hecho.
Pienso que, en definitiva, me voy a morir y que es mejor una muer-
le rápida, aunque sea violenta, que una muerte lenta por una enfermedad
dolorosa, pero 00 puedo morirme ahora ... aunque pueda elegir la forma
mejor. El otro día me oí diciendo e n la discusión que de mí no dijeran
que era de ETA porque no sería verdad, como dando por.supuesto que
me iban a matar porque iba a volver, me asusté a mí misma, claro que
si se diera el caso no quería que dijeran eso; lo que pasa es que no se
tiene que dar ¡no se puede dar! Esto venía a euemo por la forma como
se trata el asunto de los muenos tanto en un lado como en el oLIO.
Para el gobierno son "máquinas de matar", para la izquierda ubcnzale
son " héroes de un pueblo", cuando se da el caso de que eSI.:.Ín matando
gente que no estaba en la lucha, ninguna interpretación es cierta y sólo

162
buSCa c;en1lt posiciones y confinnur supueslOS. No me gusta el rollo
del heroísmo, nunca me sentf Mroo, ni creo en los herocs, porque ello
lleva a una mililicaci6n absurda que impide el dcsar,ullo individual y
por lo tanto colCClivo, ya que no ereo en el segundo sin el primero. Lo
que cSlá peor lOdavfa es hacer de IOdo muerto un "héroe·', sin huma-
nizar a personas que el más inlCrCsado en deshumani7.ar es el gobierno
~. .
Olra cosa es la cuestión de quién (y par.! qué) "eapitali7.a" esas muer-
leS. pero yo siento que debfan ser del pueblo y de opciones políticas,
pero no de organizaciones, sobre todo en los casos en que en absoluto
lo sean, aunque a veces no se pueda decir abicruunenLc... Es un tcma di-
ficil, pero se planlCÓ y no tengo dudas de cómo se está plant.cando la
CUCSlión.

1-'-84
Pero hoy estoy Irisle... Mi fe en una sociedad mejor se ha des-
moronado, sólo veo dcslrucción, agresividad, ¡nlereses. casi siempre
e¡olsw, por lodas parles y ¿qu!! me 4ucda?, eSloy sola y a veces, <11
i.ual que hace muenos anos me decfa <¡ue hubicra querido seguir
creyendo en Dios para no sentirme ab;mdonada , ahor..l hubiem querido
poda- seguir creyendo en cI Hombre para no sentirme sola; querría
Je¡Uir creyendo en hombres y mujeres nuevos y no puedo, no porq ue
no haya algunos sino porque su peso e influencia es tan débil... term i-
DIII imponiéndose los OIrOS ... agresivos, viles, insensibles ... y ya no
_ valen las juslificociones de que en esta sociedad no pueden surgir
OlIO tipo de personas, y que con olra surgirán Oltas genlcs, es muy
InCCInicista eso y no se ha dado en lugares en que grandes luchadores
consiguieron romper muchas caden<lS. No hay ninguna gamnlía decl lo,
y elaro que en algunos casos muchas cosas se mejoran . ahí csLá Cuba
(sin hambre en sus niflos), pero a mí ya no me basta eso (porque en
nU país no había hambre) si no va unido a un tipo de personas dife-
1'CI'NCs, a OImS aclilUdcs y valores respeclo del ser humano ... que no es
un ente abstracto, que soy )'0. mujer concreUl, I.:on una vida y real idad
concreta, y otros muchos como )'0 ...

163
24-5-84

Todo el tiempo me viene a la cabeza aquella idea que yo tenfa de


que de vez en cuando es bueno ''perdersc'', de que hay que saber ''per-
derse" queriendo decir que hay que leocr el valor de cuestionar aquello
t

en lo que uno cree, O aquello por lo que cree que vive. pero ahora en-
tiendo que la genle no quiera perderse y su inconsciCnLc no se 10 pcnni-
ta, entiendo que ponga lOdas las barreras y siga agarrándose a casi cual-
quier cosa_ Y es que lo que yo no sabía enl que una vez que uno se
"pierde" en serio. el riesgo de no "cnconlr.lrSC" es muy grande. demasia-
do grande para alreversc a dejarse "perder" en el espacio, en cllaberinto
de las creencias. ideas, etc.
Hablando la semana pasada con Rocío. me vino la idea de que otra
ru.6n para casarme pldía ser la de que CSLO conlribuiría a dislanciarme
del reslO de la gcnle, a liberannc de posibles agobios. incluso familia-
res, y a sentinne más aislada. como una barrera (reme a agresiones o
invasiones de mi espacio vital allí. Cuando una mujer se casa, social-
mente se considera que "es del marido y tiene obligaciones particu-
lares". con lo que no se cuent.a con ella para un montón de cosns. Algo
que me preocupa para mi vuelta es el cambio que ha habido en mí a
nivel de la vida cotidiana, la necesidad de tener mi lugar. espacio pa-
rticular, sin ingerencias de ningún tipo, la dificulwd que ICngo ahora de
eompartir espacios rácilmente por la necesidad de est..1r sola y concen-
trarme en cosas que me interesan; esLO es algo que no va a ser entendi-
do en mí fácilm ente, y sin embargo. casarme me facilita el camino, de
alguna manera se justifica mejor el aislamiento y el poner condiciones
a mis relaciones familiares. de amigos, ctc.

23-8-84

Acabé la carrera, seguí lrabajando el mes de julio y J. se quedaba


cuidando al nil\o por las mafianas, yo cstudiaba por las noches porque
con los dos en casa me costaba mucho. En un fin de semana hice la
Introducción y las Conclusiones de la Tesis. en una noche eada cosa;

164
busqué los maestros que quisieran leerla, me puse a trabajar en las dos
materias que había dejado un poco abandonadas. El 24 de julio me
hicieron el examen de la tesis, les había gustado mucho a los macs-
trOS. estaban encantados y me felicitaron un montón. Si 110 hubiera
sido por los ataques tan gmtuitos que me hicieron antcs de todo esto,
en trimestres pasados, Osear N. y René C., habría vivido de forma
muy diferenle los meses de trabajo en esta invesLigación. Pero csta gen-
te fue tan eabrana y se portó tan mal conm igo que agriaron gran parte
de mi tiempo. Al final yo tuve raz6n , siempre cstuve segura de tenerla.
parque el tipodc cucstionamiemos que me hacían indicaban fác ilmente
que no habían comprendido nada, pero eso no significa que no me hi- ·
cietan dafto sus comentarios porque en este mundo no basta con tener
razón. ni mucho menos, para hacer triunfOlf la propia idea y nunca na·
die valoró mi trabajo hasta que estuvo terminado y logré que dos maes-
trOS con bastante prestigio se comprometieran a lcerlo. y cuando éstos
dijeron que estaba perfccto, los demás hicieron como si nada hubiera
pasado, pero el daño ya estaba hecho. El 27 de Julio vi la última cali-
ftcación. tenía M.B. como en la" otras dos, y satisfccha por el triunfo
me fui con J. y Akilitz al Valle de Bravo a descansar y vivir a tope con
ellos. De 45 materias que se componra la carrera he Sllcado 40 MB, 3 B
Y2 S. ¡No lo hubiera creído al eomeni'.ar! Pensar que hace unos años
ni siquiera se me hubiera concedido lu suerte de poder entrar a la Uni-
versidad por ser mujer, y yo he aprovechado bien la oportun idad, ésa es
ahora una gmn satisfacción para mí. como que confirmo en la realidad
Ioquc muchas dijeron sin que pudieran contrastarlo con hecho); reales.
He sido la primera, posiblemente en varias generaciones, y ningún
hombre me ha pasado.
En VaJle de Bravo todo ha sido tranquilidad, he leído con apasio-
namiemo la novela "El nombre de la rosa" de Umberto Eco, extraor-
dinaria por el tipo de discusiones que mucstra y también por la intriga,
aunque esto último no sea tan importante pam mí; una obra de ane
porque trata con mucha belleza y emoción problemas siempre canden-
ICS e importantes como la rigidez mental. la creencia en venladcs abso-
lutas. la dificultad de dudar y poner en cuestiÓn muchas cosas, mostrán-
donos a través de un personaje lo estimulante y con~trU(:tivo que puede

165
ser tomar la actitud opuesta y creer sólo en verdades, nunca en La
Verdad. En estos días he leKto también un ensayo de Rosario Caste-
llanos, "Mujer que sabe lalfn... ", que no me ha gustado porque va
haciendo una crítica a distintas mujeres cscritoms, erigiéndose en juez
absoluto, haciendo afirmaciones que en muchos casos no se sabe de
dóndcwlcn ni por quó haya quc creerlas, hablando luego de ella misma
como una más de esas mujeres... Me dejó mal sabor de boca; además
cae en lo que Virginia Woolf ha lnlt.ado de advertir como muy peli-
groso para la escritura de la mujer, el "lOna chillón" de autodefensa,
todo el libro parece una respuesta a quienes pensaron que la mujer no
es capaz de escribir; y es que creo que Virginia tiene rdz6n, la ira no es
la mejor compai'iera de la escritura, se requiere una calma y serenidad
intelCClUaJ muy fuene a la hora de sentarse, aunque las motivaciones
por las que uno se sienta no tengan nada que ver con la calma ni con la
serenidad.
Lo que me ha enfermado han sido unas conversaciones sobre la
gente de Euskadi Norte. Comprobar que ellos no han terminado de
asumir que rompí con la organización y scmirme al mismo tiempo tan
lejos de sus posturas me crea un conflicto de la "chingadu". Me han
escrito pidiéndome cuentas por una carla que J. escribió a "El País" en
rcspUCSLa a un artículo en el que decían que yo seguia siendo dirigente
de ET A Y hasUl me sacab:m fOto. La carta en cuestión no les alaca a
ellos pero es un intento de sacarme a mf de toda mentira, y los chicos
se han ofendido.
La cosa es que mi futuro casi inmediato está en juego en lOda esa
mierda, porque ahora que he terminado la ¡;urrera )'O quema irme a
Francia como tantas veces he dicho, y pan! eso conviene lener las co-
sas claras lafllO con la "poli" como con ETA sobre mi alejamiento to-
tal del mundo polílico en el que estuve desde h."Ice un montón de tiem-
po, pero parcce que los últimos no quieren aceptarlo, como si ruera un
marido al que la mujer ha dejado pero que mienlras no lOdo el mundo
lo sabe mantiene la esperanza de que ella vuelva.
Entre tanto la poli j uega con esto para intentar hartarme y provocnr
una reacción por mi parte que puedan utilizar a nivel polílico en el
asumo del indulto.

166
Estoy en una situación muy delicada, enl.fC la espada y la pared.
unos me ac usan de ser d irigente con lo que pueden maUlrme si piso
Francia, Y los otros (ETA) ponen el grito en el ciclo. con lo que tiene
de peligroso. como si se traLara de una traic ió n. J. lrJta de romper o al
menos de quebrar la trampa.

/0·9-&1

Estoy sin teléfono porque se ha desconectado, no sé si scrá por los


problemas laborales que hay en teléfonos . por la tormenta del viernes o
por qué. la cosa es que eso me hace sentirme aislada, desconectada del
mundo y con una cierta sensación de tranquilidad pero también de te·
mor; tranquilidad porque nadie me puede llamar con rollos que no me
apetezca oir. y lemor porque si necesito algo no puedo llamar a nadie ...
demasiada soledad la mía, sólo q ue ahora le involucro en ella a Akuitz
y ello me inquieta un poco. ¿Estará necesitando OLr:.1 cosa para desarro·
llarse?
Tengo prisa por irme, si me dier:m beca para París ("reo que ni lo
pensaría ... También ando pensando en lo del indulto, es algo sobre lo
que me gustaría decidir allí, una vez palpada la situadón, pero que y:l
no descarto como lo rulCí:l anterionnente.

15·9-&1

... C laro que ella también me admir.l mucho y en algún momemo


eso pudo ser alimento para mi van idad, pero ahora veo que esa admi·
ración lleva consigo también un fuerte componente de envidia y de re·
chazo, para eslO ¡prefiero que no me admiren! Además es una :ldmim·
ción que a quien la siente crce que le otorga e l deroc ho de ex ig ir algo a
cambio al objeto admirado. Yo no he ped ido que se me admire, así que
no esloy en deuda con nadie, es más, no quiero que se me admi re. q uie·
ro que me quicmn, porque sólo el carii\o y no la admiración (idea li .
zación) se lraduce en acciones sinccms en nuestro comporuuniento con
los demás.

167
Ahora yo también soy importante. mejor dicho. estoy aprendiendo
serlo y ello me produce una satisfacción interior dificil de explicar; es
ti.
como si me hubiera quitado un peso de encima.lOdavía no es claro, ya
digo que estoy aprendiendo, pero no quiero cejar en el empci\o. Quiero
construir conmigo misma, quiero sentirme creciendo. verme avanzar ...
y sólo tener los compromisos que de alguna forma contribuyan a ello
o por lo menos que no sean un obstáculo. Ahora mi único compromi-
so a este nivel es mi hijo, es mi responsabilidad en gran manera, pero
también me hace crecer, me da, le dedico mucho. pero sé que no siem-
pre requerirá tanto y que 10 hecho será condición dc ello, y que ¡yo 10
he querido así! ¡El también es importante! ¡Los dos somos impor-
tantes!

17-9-84

Cortázar en "Rayuela" dice en un momento que" ... En esas gemes


la acción social se parecía demasil.ldo a una coartada, como los hijos
suelen ser la coartada dc las madres para no hacer nada que valga la
pcna en esta vida..... (pág. 476). Lo he buscl.ldo porque se me ha
quedado grabado; al principio del nacimiento de AkaiLZ éste fue un
asunto que me preocupó, muchas veces me venía a la cabeza que el
hecho de haberlo tenido a él no podía impedir que yo siguiera sintiendo
la nccesidad de darme a conocer, de expresarme, de buscarme. de crear-
me y crear. Esto jugó un papel deleIminante cn la elección dclLCma de
mi tesis: las guarderías. Pero según fui avan:r.ando en mi trabajo como
que perdí la noción de euál había sido el principal motivo. Cuando
vuelvo a esto sólo puede confinnanne en que el problema es sobre to-
do ideológico y eslá tan prorundamente enrai:t.ado en nuestra mente de
mujeres que pelear contra ello no deja de ser eso, una lucha difícil.
Llego a sentirme muy bien viviendo esta especie de relación sim-
biótica entre el nií'lo y yo, aunque, como ahora, no deje de ver que pue-
de ser peligrosa.
Así pues la trampa es doble. Por un lado, socialmente se considera
que la función más excelsa de la mujer es ser madre y que cunndo lo es

168
puede considerarse realizada. es decir. no hay una exigencia social de
busCar otro tipo de objetivos en la vida cuando se ha sido madre. Por
OlIO lado. una misma sienlC algo parecido y no sólo porque eso es lo
que una ha aprendido. hasta los sentimientos se aprenden. sino porque
establece una relación con los hijos que puede satisfacer mucho de lo
que el ser humano siente hoy que le falta. esa insatisfacción que nos
empuja a actuar y a buscar queda de alguna forma paliada, y mienlras
no cambie la misma concepción de la maternidad. es necesario estar
muy alerta para. sin convertirme en un monSlruo. seguir buscando. se-
guir haciendo. seguir diciendo y ello tambi6n sin que sea en delrimento
del nino. sin que ello implique falla de atención y de cariilo para él.
Esto no puede implicar una negación de lo que la e~pcriencia de la
maternidad puede suponer, yo lo estoy viviendo intensamente en mu-
chos momenlOS y no quiero rehuirla porque puede ser muy placentera.
El placer de subir con el nillo por primera vez en un autobús. de decirle
que eso es un autobús y besarle, de ver su carita mirando a su alrededor
con expcclaCión, de semarle en las piernas y verle mover hasta lOmar
el también su asiento como el resto de los pasajeros. muy serio y muy
tieso, y entonces sonreirle. El placer de verle comer con guslo Ulmbién
por primer.! vez en su vida.
¡Hay lllnlaS eosns en un nitio "por primera vez en su vida" en los
primeros meses, e incluso en los primeros anos!

25-10-84

Akailz se ha donnido en una posición encantadora, yo csUlba recos-


tada en la cama. enU"e sentada y tumbada , apoyada en las almohadas, se
ha pueslO encima mío todo largo. su cabeza quedaba justo debajo de mi
pecho y sus pies cerca de mis rodillas, ha puesto sus manos a los lados
boca abajo y se ha quedado donnido. relajado a niveles desconocidos
para mí. creo yo. Yo oía su corazoncilO y tenía mis manos en su eabe-
lA. una en la parte de arriba y otra en la oreja-cuello, estoy segura que
el también oía mis latidos y lodo 10 que todavía puede que le suene o
recuerde en alguna rorma de mi cuerpo. Esturo emocionada. casi me

169
saJen las lágrimas de lo bien que me sentía, he nx:ordado el primer día
que oí su corazón, cuando la doctora me puso un apamlO en la panza
que aumentaba el sonido. era flffilC como el de ahora, y me sentí Uln
feliz, saIr como loca a Insurgcot.eS, me acuerdo muy bicn yendo al
metro, a la Glorieta, pensando en cómo quería a mi hijo O hija, cnton-
ces no sabía, queriéndole ya eon locura. Hoy la realidad se me imponía
con más fuena, esl.á fuera de mí y me siento unida a él por lazos
indescriptibles, su carita me hace sonreir, cuando la miro y cuando la
recuerdo me parece fascinante, todo él, su cuerpo, sus manos, sus ges-
tos, es tan fresco , tan ligero... Hoy como aquel día lan dichoso, he
sentido una emoc ión maravillosa, y la he semido y siento muchas
veces, pero hay momenLOS en que su intensidad es mayor, o en que
quiero escribirlo para que no se me olvide. Nuestro contacto es lOdavfa
muy rLSico, de cuerpos. cuando le tomo en brazos, jugamos por el
suelo, se abraza al despertarse en la mailana , o me agarra de las piernas,
cuando esLira sus braciLOS para que le abrace al momenlO de vestirle o
porque le he rcgar'\ado ... • son nuestros cuerpos los que se buscan . A me-
dida que desarrolle el lenguaje, seguramente ya pronlO, CStO irá dismi-
nuyendo. no sé, con el tiempo está claro que disminuirá y quedará en
simples retazos, un beso y poco más, sin embargo recordaré esta época
como muy bonita, bellísima, porque nos comunicamos sin palabms y
nos damos felicidad a montQllCS. ¿Seguirá teniendo mucho tiempo los
gestos que tiene ahora?, como el de abrir sus manos a los lados y le-
vantar los hombros, simulando un "no pasa nada" o " no es gmve". co-
mo preguntando tambi6n. ¿Seguirá poniendo las caras que ahom pone?
Con esa sonrisa que tanto me gUSta, que la liene desde siempre, yo
la recuerdo de bien chiquitín al menos ...
Estoy leyendo, además de a Cortázar, las memorias de Alejandra
KoUontai , y ésta dice que ha avanzado siempre a través. de Obstáculos;
es horrible pero yo Ulmbién lo siento así, es posible que nunca se
pueda avanzar sin obstáculos. pero la dificultad . el tipo de obsláculo es
lo que me preocupa, ya no quiero más, no quiero obstáculos tan gran-
des, sobre todo porque son externos a mi y al superarlos no siento gran
satisfacción; si tengo que vivir y avan7..ar a través dc obst.k ulos, que
sean iOlernos. los que yo me ponga o cncueOlre, que scgurumcnte son

170
más que suficientes para mis frágiles fuert.aS. pero no más luchas
desCOmunales por alcanzar metas que no siempre nacen de las necesi-
dades más profundas de una misma o al menos se mezclan con otros po-
ca construCtivas, no más luchas que no sean queridas en su totalidad,
que algo muy mío no es~ demandando con urgencia, donde las dudas
sean mínimas y la razón tenga su buena JXlI1.C.

9-/2-84

En mi reloj las 3.30 de la madrugada , en el ciclo por donde voy las


10,30 de la mai'lana. Un avión nos lleva a Luxemburgo. y ahí tomare-
mos eluen para Paris. Cinco atlas menos un mes que salí de eSlas tie-
rras, vuelvo para un mes como deseaba. con la carrera tenninada y un
Ilifto de dos aí\os.
Estoy tranquila, contenla. hasla ahora he hecho un viaje magnílico.
AkaiIZ se pana como un campeón. Sólo se ha orinado una vez en el
panlalón y eso porque no le he podido llevar al batlo cuando me ha
pedido pipí. Estábamos pasando el control m¡~ralor¡ o en Nueva York
y juslO cuando la policía revisaba nucstros papeles con cara de muy
pocos amigos, Akail1. ha hecho pipr en el suelo. Qúe bonila respuesta,
¿no? Así lo he senudo y ni me he preocupado.
J. nos espera en París, ¡hace larlto que no estamos juntos en este
ambiente! ¿Cómo nos veremos'!, seguro que distintos pero bien.
Akail1. ha descubierto las puertas que se abren al pisar en un lugar
deaenninado del suelo, ha sido muy gracioso, en Nueva York, y la gen-
le le miraba cómo hacía Que empujaba la puerta y se reía y sorprendía
al mismo tiempo al ver Que se abría como si rucra por magia. He visto
• muchos que al fijarse en ti dicen en inglts que es muy bello, a mí
lambién me han dicho unos cuantos. y es que sonríe y se dirige a la
pie con una lnInquilidad impresionante, ¡ojalá siga así!
Yo estoy vi viendo con t i con una intensidad maravillosa. le expli-
co que vamos en avión, que vamos a ver al nita, que volvemos a donde
yo viví anles de que t i naciera. que me hace ilusión, que aunque encuen-
IIC todo exuaoo y distinto a otros días no se preocupe porque no hay

171
problema, que todo está bien asi... y el njno va tan feliz, hasta salta y
conetea por donde puede. Ahora lleva seis horas dormido. En las adua-
nas o mostradores sí es un problema porque se me escapa, y si llevo
las dos maletas es un lío, pero bueno, alguien me ayuda y se para.
Es exuat10 esto de volar encima de un montón de nubes que parecen
bolitas de algodón, pero en grande. ¿Qué me espera? ¿Conseguiré veni r
a estudiar con una beca? Ese es mi objetivo y tengo que poner en ello
todo el empef\o que me sea posible, dirig'ir distintos esfuerLOS en esa
dirección y ¿por qué no? ¡Chance y lo logro!
¿Cómo vaya enconLrar a mi familia? Espero tnmsmilirlcs carii\o y
un gran respeto, Y que ellos me quieran y me rcspcl.en como la mujer
que soy ahora, la que conocieron. pero distinta, no soy la misma que
hace cinco rulos ni mucho menos la de hace diez y mucho menos la
que quedó en sus mentes, igual que ellos ya no son lo que fueron ni lo
que yo recuerdo de ellos. Y esto se aplica no sólo a la familia si no a
toda la gente que dejé entonces y no he vuclto a ver.
A ver cómo me muevo en esta "incertidumbre", en ~te no saber
con "quién" estoy. ni con "quién" hablo. Sobre todo mueha calma, a es-
cuchar lo más posible. y a buscar ser rcspclada como base de cualquier
relación.
Ya veremos qué pasa porque ahorn sólo quiero vivir la sensación
tan agradable quc me envuelve al ver ticrr.1 europea. los campos deli-
neados, verdes. Pasamos por encima de alguna ciudad, ¿cuál será?

París , 10-12-84

Se acaba de ir J. Y Akailz con él. vuclven el día 20 Ó 21, me siento


mal, cansada, separarme de Akaiu me duele un monlÓn, ~bre lodo por-
que no sé qué sienlO él y no se ve qué enticndc al decirlc que enseguida
nos vamos a reunir; no quería que me fuera cuando les he dejado en el
!ren.
De repente me pareccque no voy a ser capaz de empezar mi vida de
nuevo, y venir a vivir a París es eso, que ya no tengo fuerl3S, que en
Euskadi Norte fue muy duro. que en México fue terrible y que en París

172
no va a ser menos, que ya no puedo. no puedo... pero no tengo que
pensar en todo lo que me espera, poco a poco, día a día, pasito a pasito
se irán cumpliendo las cosas, y un día me sentiré bastante adaptada sin
habcnne dado euenta de cómo ha sucedido. Me viene a la mente de
nuevo aquella frase de Tina Modoti: ¡Cuántas veces se puedeempc1..ar a
vivir una vida!
Estoy en una casa cómoda. con un tipo muy majo, me hoy a aho-
rrar el hotel, no puedo quejarme. Maftana , más descansada, me sentiré
mejor, sin AkaiLZ, pero mejor; descansa nina, descansa ...

13-12-84

Ayer empecé el recorrido de las universidades para conocer los di -


plomas de doctorados, maestros de lCsis, ele. Hoy a las cuatro viene
Glod, tendré que llevarla a un hotel, llevarla a casa supondría un pro-
blema y ba~lante favor me está haciendo a mf el de la casa. Hacc anos
que no la veo.
Para vcnir a vi vir a París tengo que lograr la beca y ser aceptada en
una Universidad. lo que trae consigo un mamón de LrámilCS impresio-
nantes , y por consecuencia un esfucrlo muy gmnde de mi parte pUIU
cumplir con todos de manera correcta, llegando a: objeti vo propuesto.
Toda mi energra se liene que encauzar en esa dirección, lo que además
significa un mejoramiento notable de mi frane~; demasiadas cosas pa-
ra dcspcrdigarme o perdenne en elucubraciones sentimentales o de otro
tipo. Con los pies en el suelo, tengo que pisar fltllle en una dirección
y me va a costar, pero no me queda otra posibilidad, cuando todo esto
esté resuellO ya tendré Liempo de paranne en otras cosas, de traLar de
resolver problemas que ahora deje pendientes. ¡Ojalá llegue pronlO ese
momento!, pero enlIe tanto una sola cosa importa. Además está el pro-
blema del dinero.
Apanc deeso hay algo curioso que me está pasando: llevo casi eua-
lrO días en París y el primero y un poco el segundo me sentía cx lrdña a
lodo, totalmente despistada; sin embargo, hoy he sentido quc esto cs
más mIo que México. La comida . los cafés, las caras, las calles ... cs-

173
tAn más cerca de mí, reconozco mejor la fonna de vida de la gente, la
siento más parecida a la mía, más cercana ... cinco allos en México no
han pasado en baJde, también es cierto, pero es curioso que a pesar de
la lengua México sea tan distinto a lOdo los niveles: cuhural, social,
ele., que la distancia es mayor para mí. Espero que esto me anime y
me ayude a iniciar una nueva fase, otra fase más en esta vida mía , com-
puesta de tantas vidas.

16-12-84

He pasado dos días y medio con G1ori, eslá en plan majo y respe-
tuoso, le he explicado cómo sentía que habían pasado mis problemas,
lo que quiero hacer en el futuro, mis dudas respecto de apuntarme o no
al indullO, mis ganas de hacerlo, mi no aceptación de la política de
Herri Balasuna, respecto a esto y a otras cosas. He podido estar tam-
bién con Angel y Miren. A esta chica no le conocía pero nos hemos
comunicado enseguida. Me he enrrollado un montón con ellos. Con
ellos pierdo la noción del tiempo, hablamos un montón de horas sin
damos cucnla.
No he estudiado nada cstos días y eso me hace SClllinne a disgusto,
pero he estado tan bien eon ellos que me cuesta dejarles y retirunne u
estudiar.

20-J2-84

Mallana vienen 1. y A. Tengo unas ganas terribles de ver al ni~o.


temo que me haya echado mucho en falta y que est.1S scpa'.lcioncs le
hagan dal'lo. Estoy deseando verle para palpar cómo se encuentra y po-
der paliar en lo posible lo que haya podido sentir de negativo, si lo ha
sentido claro, que lampoco sería cosa extraña.
Yo me siento bien sin él, hablando tranquilamente. paseando, leyen-
do, pero cuando me viene él a la cabcw me entra una inquietud rara.
Me acucrdode un chaval que conocí, mu y desequ ilibrado, al que sus pa-

174
ares le habían dejado dos ai'los con sus abuclos cuando era pcquefto y
del que yo senLÍa que eso le había trastornado. Comparo las situaciones
y veo que no es lo mismo, pero el rollo de las separaciones del "aita"
no st cómo Jo encaja.
Hoy quería veninnc a estudiar a casa pem no puedo concentrarme,
quiero pensar en mis cosas, en lo que me han contado eslOS días, en
AkailZ y J., en mí, quiero pensar y cstar conmigo misma. sentirme en
este presente parisino, en el pasado. en el futuro, quiero mirarme para
adentro, exislO, pcro ¿qul! hago aqul!. ¿qul! soy1. ¿quién soy?, ¿qué son
Angel y Miren para mn. ¿qué soy pum ellos?
J. y Akaitz ocupan ahora un lugar clave en m; vida, pero me si-
guen imlxmando otras personas, no me cierro a otras vibrac iones, a las
que no me incomodan, a las que sean agradables. mur.:ha otra gente tam-
bién es importante, no sé en qué medida, porque aunque sé que puedo
prescindirdeella sin grandes problemas, preferi ría lcnerla cerca: la fami -
lia, algunos amigos de México...

27-12-84

El sábado y domingo vinieron mis padres: agrJdable reencuentro


después de muchos anos. Ya tengo mi boleto de v.!elta p¡\fa el día 4 de
Enero y el de Ak..'litz, claro. El 31 a la noche salgo para Biarrill y el 3
a la noche de allí a París. El viaje es por Aeronot y el bolelo es abie-
rto a un ailo y lo más bamto que hemos encontmdo.
La verdad es que si quiero metenne a la Universidad tendría que
venir para Junio por los trámites, pero el curso no empieza hasta ÚClU-
bre o Noviembre. Por otra parte me vendríu bien eSlar ese tiempo aquí,
por el francés, buscar casa, escucla para el nino, aclimatarme. etc. En
realidad no tengo tanta prisa JX!ro está el problema del dinero.
Los trámites de solici lud e inscripcionc..<; son baslante complicados.
si tuviera un difC(:tor de tes is se podña hacer por c.arta y en ese caso po-
drCa venir en Septiembre y terminar los trámilCS en el período de Oc-
tubre, pero eso depende de las investigaciones que vayan a seguir, de
estar con ellos, cte.

175
1)·2-85

Softé que andaba buscando un banco abierto por la larde, creo que
era en Bilbao, pero no es seguro porque tengo idea de que tambitn ha-
bía playa; me urge sacar un dinero y busco desesperadamente. sabiendo
casi con cctteza que voy a encontrar, pero agam1ndomc a la frasc de al-
guien, creo que en una ticnda, que me ha dicho que si hay uno abierto
por la playa; entre tamo me encucnU'O a Shanli B. y loda su fam ilia.
nos saludamos de beso, pero lampoco muy cálidamcnle. yo CStoy preo-
cupada con lo del banco y Shanti me dice que voy a enconU'ar todos cc-
rrados porque aquello no es como Méx.ico, donde caben muchas excep-
ciones a la regla, o no hay regla. y todos los bancos cierran a la tarde.
les dejo sin perder del lOdo la esperanza y sigo buscando...
Pero ya me he cansado de estar mal. lCogo ganas de CSlar bien y pa-
sar Jo mejor posibie el ticmpo que me queda en este país, por lo me-
nos en calma. AkaiI2 lleva dos días buellOs y eso me anima.

9·)·85

Creo que desde que vine de París no he sonndo una sola vez en un
escenario mexicano. siempre sueno en Europa, o sin escenario dClCnn i-
nado, pero no aquí. Tengo la impresión de que mi mente esLá peleando
rucncmcnte por preparurme para el cambio. y en los suenos trabaja y
trabaja sin cesar. Es curioso que además tengo más sueno que en OlrdS
épocas. mucha necesidad de dormir y si duermo poco me siento peor de
que de costumbre.
Rocío y Germán están en Espal'la. y también iban a ir a Dooostia y
a París. me acuCl'do mucho de ellos y espero con ilusión su yuclta.

8-4-85

Debería vivir mis últimos días en M6.x ico de otra manerJ, muchas
veces tuve ganas terribles de irme y ahoru que CSto cs inmincnlC. no
soy capaz de saborearlo; sabiendo que esto se acaba ¡xx1ría vivir saoo..

176
rc:ando todo lo bueno, tratando de sacar lOdo el jugo posible de mi
estanCia en esle país; y no, CStoy absorbida por la preocupación de qué
voy a hacer al dIa siguienle hasta dentro de lrCS días, una semana,todo,
tengo la continua impresión de que no puedo con el presente y por 10
tanto menos posibilidades tengo de poder con el fu turo. Los utimitcs,
la recogida de la casa, etc. me tienen de lo más inquieta. y aunque es
real que no es nada sencillo, que estoy gastando un monlÓn de dinero
en trámites que son necesarios. pero sin saber bien hasta qué pumo,
que son complicados por la falla de información existente sobre los
diversos pasos, que ya he metido algunas veces la pata, no arreglo nada
con ponenne nerviosa. SeguramenlC eslO interfiere negativamente en el
asunto, pero no lo puedo evitar. y la tensión se acumula, dcsgask1n-
dome en lugar de empujándome, vaciándorneen lugar de estimulándo-
me a actuar. Voy a veces como autómala de un lado a otro, y así se me
olvida preguntar cosas que debo, Y lOdo se me complica más, pero es
q~ tengo verdaderas dificultades de andar completamente despierta.

24·5-85

Casi he vendido ya todo 10 que tenía en la casa, paro manana he


vuelto a anunciar otra "venta de garage" como lo hice el fin de semana
pasado, y con ello espero deshacerme de tooo. Es una si tuación CJtlrafta
la que estoy viviendo, no tengo nada, no tengo ni cama, ni mesa, ni
uabajo para estudiar, lo eslOy dejando todo para partir, y la sensación
que experimento ante ello no es terrorífica, no, es la de levantar las
alas y volar, con la esperanza de poder hacer otro nido en 000 lado.
No es la primera vel. que siento esto, sólo que no .CS 10 mismo
'sentirlo a los 20 que a Jos 30 MOS. Al exi liannc, dur..tnte aftos (dic.
1973-<1ic. 1975) no tuve nada y en varias ocasiones "pcrdí'"' incluso la
poca ropa que poseía.
En el 79, mientras resolví lo de venirme a México, también viví
as' varios meses, tcnía entonces 25 anos, y decidí volar sola, ahora si,
IOl8lmente sola, sin saber nada de lo que encontraría en mi atcrri7.<Jjc,
pero llena de ideas Y planes para el futuro.

177
Ahora tengo 31 af'íos y estoy en la casa de la misma familia que me
recibió al llegar a Mtx ico y me ayudó en mis primeros pasos. Ahora
preparo de nuevo oua partida, con la satisfacción de haber cubierto la
mayoría de las melaS propuestas, al menos las fundameOlalcs (he un·
bajado en algo intcrcsame, O.N.U. y Un iversidad, soy socióloga, y
existe Akaitz), pero tambitn con cl lCmor de lo desconocido y la im.:er·
tidumbrc de lo que habré de vivir, a todos los niveles, en un fuluro pr6-·
ximo.
Me gustarla poder seguir cstudiando, pero no veo claro qué es en
concreto, lo que me interesa más estudiar. Además he solici tado una be·
ca, pero no es nada seguro que me la concedan. Por Qua parle st que el
trabajo en París está muy difícil de enconlt"dJ', incluso ¡xIra los mismos
franceses, con que ¿cómo será para los extranjeros? ¿Se quedará AkailZ
conmigo o no? ¿Duraré mucho tiempo en París o decidiré irme a Do·
nostia?
En México últimamente las dificultades me están mennando o que·
mando, las enfermedades de Akaitz, el deterioro de la casa, los prepa-
rativos, cluabajo en El Foro, la oposición de cierta gcnte a mi viaje,
etc., etc. Ahom en casa de 1. y de R. estoy descansando, duermo muy
bien, : hasta he tenido tiempo de tam.. r dos veces el sol y de hacer
gimnas ia. Es muy agradable eSI<.lt en esta casa porque compurando con
la de Ta5(IUC~a parece un p.'lIacio.
No me atrevo a dejar a Akaitz con las chicas y cuando lo hago es
porque no tengo OtrO remedio, CoStay preocupada y vengo a casa con
cierta angustia.
Akaitz está inquieto por el cambio, a veces me dice que quiere ir a
"tu casa", además conoce poco a las chicas y hay un perro chiquito y
saltarín y un galo en la casa que pueden ctan.arlc. El gato le ha aranado
hoy cn la cara muy cerca del ojo izquierdo, y por lo tanto mi inquietud
crete... esto me ala mucho .. . y Lodavía Lengo cosas quc hacer: sacar el
penniso de salida, hablar del trabajo con el jefe, vcr a Laty y Jorge,
cambiar el dinero, redondear 10 del coche, confinnar el vuelo el día 4. ir
a la ginecóloga y llevar al niño a las vacunas, ver a Rocío y Gennán ,
entregar las llaves de la casa ... Salimos el día 8 a las 11 de la man.ana,
llegamos el día 9 a las 9 de la noche, j nos espera una nueva fase de
nUCSlIa vida!, ¡sea bienvenida!
Sensaciones exltaftas cuando paso por una calle y pienso e n que no
la volveré a ver posiblemente nunca, cuando separo la ropa que vaya
llevarme de la que vaya dejar y pienso que la que se queda no la
volveré a ver nunca más... Sentimientos de culpabilidad cuando pie nso
que Akaitz se va a ir sin mI a Alaun y me va a eXlfanar mucho ... Sen-
saciones cuando hago un recorrido que jamás volveré a hacer y ha sido
casi cotidiano los últimos años ... Algo se desgarra, algo se rompe ... Y
en medio de todo ello surge la figura de J., quiero CSlar con quien deseo
CSIar, hablar con quien lo puedo hacer tra nquilamente, y luego, o antes,
no tiene importancia, hasta hacer el amor. Aparte de mis padres, él y
alguna amiga, el resto de la gente no me atrae, no siento grandes ganas
de verles, barreras que nos separan, afias de vidas totalmente distintas.
mentes cerradas. miedo a la libertad y por lo tanto a pensar y a eleg ir,
rigideces absurdas nos separan radicalmente ... no sé si volveremos a vi-
bntr juntos en algo, ~ro con mucha genle lo veo difícil.
No es mucho lo que tengo y, sin embargo, es muc ho porque
Akajtz no es c ualquiera , el nino mayor y el lx:queflo son los que llenan
esos momentos de tristeza, por un tiempo viv ido que se va y no se pue-
de recuperar. Los anos de México pronto serán un pasado ti con lar, de
los que muchas cosas se bormrán, ¿cómo es posible esto cuando han si-
do tan imcnsamentc vividos? ¡xro as' es, se irún difuminando en mi
consciente como otros anos pasados en otros lugares. de los que puedo
rcoordarmontoncs de vivencias, sensaciones, conversaciollc.'\. eIC., ~ro
un poco descalificador y desde luego, nada que ver con el momento en
que las vivía.
Maftana me voy de México, mañana me voy de México, dejo Mé-
xico, los amigos, las gentes, las calles, los olores, cI metro, los colo-
res, la pobreza más cruel... ¡me voy! ¿He asumido real mente esto?
mallana me voy, e n unas horas éste ya no será mi medio, vay a cam-
biar de selva, de plantas, de suelo, de ciclo. de agua, de clima , de olo-
res, de sabores. nuevos aires entrarán en mis pulmones y en mi piel,
nuevos sonidos en mis oídos ... toda yo me transformaré con cllo, al
igual que cuando vine aquí, ¿estoy preparada? Si al menos hubiera po-

179
dido irme dc.recha a San Scbaslián... hubiese sido más fácil . pero así.
sola de nucvo, otra vez sin él, siD Akaitz, sin nadic conocido. abriéndo-
me paso entre... ¿CÓmO saber entre qué? Es como para pedir ¡auxilio!,
pero ¿a quién?, ya cnconlrarás. ya encofll.run1s. .

180
Capítulo 8
VERE CAER LAS HOJAS EN OTOÑO
(Parts , 1985)

En Paris Yoyes se instala, sola, pues su hijo es llevado al Goierri


parII que ella tanga mayor libeñad de movimiento, en casa de un ami-
go. e. a.ta persona, J. Asurmendi, quien da cuenta de los pasos de
VOY" durante estos meses:

"Sujinafidad era clara; aproximarse geográficamente a Eus-


kadi para hacer más viable su vida de familia y trabajar su tesis
erl 3Ociologla.
Las perspectivas académicas eran excelentes. Los contaclos
~ estableció con los disfinros resp.:>nsables de los departamen -
tos tú sociologia fuero n todos positivos. El proyecto de tesis
~ bien acogido. Todo es/aba en orden.
Q~daba. sin embargo, un obstáculo de im¡JOrtancia: 10ft-
NJIICiación de los estudios. Todas sus esperanzas de centraban en
.IU&a beca del Gobierno Vasco. El dossier académico no podio .ser
!Mjor. Las razones personales y las circunstancias no podían ser
más aptas para conseguir dicha beca" .

181
Efectiv~mente, Yoyes presentó dos solic~udes de beca en otros
tantos Departamentos del Gobiemo Vasco, para poder continuar sus
estudios en Parls. Ella lo deseaba, En París, además, S8 sentra a
gusto. Al contrario que en México. pod la sentarse tranquilamente fin
una terraza con un libro y pasear sola durante horas. Los contactos
que tuvo con gente francesa te resultaron satisfactorios y le aIra ran el
ambienle cultural y el "savair faire" francés.
Con vistas a la realización de la tesina. siguió un curso intensivo
de francés en el Instituto Católico, para poner al dia y ampliar sus
conocimientos de esta lengua. Consiguió inscribirse en los cursos de
sociologra de Pierre Fougeyrollas. Miró la posibilidad de alguna guar-
dería para su hijo y la de empleo para eUa y su marido, comprobando
pronto que esto último se presentaba muy dificil, dada la situación de
paro existente en Parls.

"Pero a principios de agosto -recuerda J. ASlIrmerufi- todo


se vilU) abajo. En aquellas/echas me encontraba lejos de ParLf y
de Euskadi por razones profesio"ale.~ y me escribió una carta
anunciándome la respuesla negativa del Gobierno Va.fCO a su
petición de beca. Comprendí inmediatamente. por ellOno (le la
carta, que la sitlUlClón se habÍIJ vuello crílica . A ¡xmir de ahí em-
pezó a tomt¡r cuerpo la idea de lUla posible vuella a Euskadi" .
Tras largas y costosas reflexiones, Yoyes no ve otra alternativa
que el regreso a Euskadi Sury comief\Za a prepararlo.
A mediados de agosto viaja a Biarritz y pide cita con Txomin Iturbe,
pues le ha llegado la noticia de que si Txomin no se presentó a la cita
de las Navidades anteriores, fue porque no se le habra comunicado su
deseo de entrevistarse con él. Algún intermediario había impedido que
Yoyes y Txomin se vieran.
Asr. el18 de agosto es conducida por unos amigos de Txomin a un
bar de las afueras de Biarritz, donde se encuentra con su antiguo
compañero de militancia. Txomin le hace ver que le ha costado lo suyo
ven ir solo a la cita. pues la dirección quería que le acompañara algún
otro mie,nbro; pero dada la amistad personal entre Yoyas y Txomin,
éste habla preferido que la entrevista tuviera lligar a solas.

182
Hablan de la marcha de la organización, de la política exterior de
ETA y sus relaciones intern acionales, pero también, naturalmente, de
asuntos personales.
Yayes contra a Txomin la posibilidad que se plantea de volver a
Euskadi Sur, ante las dificultades para seguir residiendo en Parls.
Txamin le recomienda quedarse allá y le ofrece ayuda económica
propia para ello: 3.000 francos al mes, para mantenerse all1 ha,>!a
Navidades. Al parecer Txomin veia posibilidades de negociar para es&
fecha. E lla rechazó la oferta económica, pues consideraba que impli-
caba algún tipo de compromiso con la organización.
Txomin hace ver a Yoyes su rechazo a la reinserción y, sobre todo,
que no queria que ella se valiera de la mediación de Euskadiko Ezkerra
o del PNV, contrincantes políticos de Herri Batasuna. Yoyes aclara
que puede volver sin hacer uso de las vías habituales de teinserción,
por medio de un amigo que ocupa un alto cargo en el Ministerio de
Econom la del Gobierno Español. A la vez, ella pide a Txomin la segu-
ridad de que por volver a Euskadi Sur no se va a atentar contra ella .
Txamin contesta que no debe temer nada de su parte pero que él no
controla toda la organización. Queda, de todas maneras, en hablar
con el ,esto de miembros de la dirección y se citan de nuevo para el 25
de agosto.
El encuentro se plantea como comida entre amigos, a la que
aisten además de Yoyes y Txomin, Enrique Errastl, Antxon Ezeiza,
KokIo Gorostiaga y Fini Rubio. En el transcurso de la comida hubo una
discusión larga y acalorada sobre la situación política de Euskadi y el
tema da la reinserción. Después de más de dos horas en las que
Yoyas discutió contra el resto, eUa y Txom in se retiraron a una
habitación para continuar la conversación a solas. Txomin hizo ver a
Yoyas que no estaba en desacuerdo con su análisis politico y le pidió
que s. reintegrara a ETA y que planteara todo desde dentro, asegu-
,ándc»e además que podía contar con su apoyo. Yoyes se negó
rotundamente a ello y le volvió a pedir garantías de que no se atentaria
contra .Ua si volvla a Euskadi Sur. Txomin tomó el telefono de ella en
Parls para un tercer contacto que no se llegó a realizar, aunque sí
mantuvieron una conversación telefónica.

183
Antes, el 20 de agosto, Yoyes se habla entrevistado con Pelleoto,
a quien también planteó su posible vuelta. Respecto a la petición de
que no se atentara contra ella, Pe;xoto respondió que, al no encono
trarse en la dirección, no podla asegurar nada.
Durante su estancia en Siarritz Yoyes tomó algunas precauciones,
pues temla que a la vista de sus plantam ientos algún -intráptdo- pu-
diera secuestrarle o meterle algún susto. De hecho, un miembro de la
organización había dicho a una amiga suya que ad ...irtiera a Yoyes "de
que se anduviera con cuidado".
El 1 de septiembre Yoyes ...uel...e a París con la decisión de trasla-
darse a Euskadi Sur. Mantiene una entre... ista con el amigo que traba-
jaba en el Ministerio de Economla, y éste le promete entrar en contacto
con el Ministerio dellnteriOf para estudiar su caso. Este amigo, a quien
ella había conocido en Méleico en el ... erano de 1984, había estado exi-
liado en París y habla ... uelto a España con la amnistía del 77. Ex-mili-
tante de izquierdas, ofrecía a Yoyes todas las garantlas como inter-
mediario.
Ella impone la condición de no (einsertarse, porque la reinserción
supone un indulto parcial de algunas acusaciones, Eleige que se le apli·
que la amnlst!a del 77, porque no podían eleistir pruebas de su partici-
pación en acciones con posteliolidad a esa fecha.
Pronto el Ministerio del Interior 1& comunica que su ...uelta va a ser
posible a primeros de octubre. El 8 de octubre Yoyas redactó este es·
crito que fue descubierto entre sus papeles tras su asesinato:

París, 8-10-85
A la opinión pública:
Yo, María Dolores González Catarain, declaro haber sido amena-
zada por ETA al enterarse éSIa de mi inlCneión de regresar del exilio
para vivir en Euskadi Sur junto a mi familia.
Tengo la finne convicción de que mi seguridad personal no peligra
por el lado de las fuerzas de seguridad espaftolas que mantienen a este
nivel una política de tolerancia bien conocida en los círculos políticos.
Por lo tanto, arlfmo que la. responsabilidad de mi muerte corrcs-
ponde aETA.

184
Conozco las consecuencias de esta afirmación. pero aún sin estar de
acuerdo con la polJlica del Gobierno espatiol (renle al problema vasco.
es inaceptable que una organización que se dice revolucionaria utilice
t*;ticas fascislas o slalinislas. como más guste, con 105 miembros que
en algún tiempo (lejano en mi caso) fonnatOn pune de ella.
El silencio es cómplice.
El sentido de esta cana es daro: Yoyes teme que ETA realice
alguna acción contra ella, pero sin reivindicarla.
Oos días más tarde, ellO de octubre, Yoyes viaja de Par[s a
Biarritz, donde pasa la noche. Por razones de seguridad, los datos
concretos de su vuelta son desconocidos incluso para sus familiares
y los amigos de la casa en que pernocta, por temor a un intento
deseperado de ETA para intimidana. Deja una nota a Txomin Iturbe,
dindoIe noticia definitiva de su regreso, y el 1 1 de octubre, a las 11,15
de 11 maflana, cruza la frontera con su hijo y su marido, en el coche de
61te. Al enseñar los pasapones en el puesto fronterizo, un comisario
encargado expresamente por Madrid les franquea el paso automAtica-
mente.
El diario de Voyes com ienza en este capitulo con el viaje a Patls.

28-6-85
El viaje. todo nucvo, ltisteza. búsqueda, Cltlranela. dcscspcr.K:ión,
amor, horror de nacer de nuevo. un encuentro. Jesús Mari, M¡lrisa •...
AkailZ, AkailZ ¿cómo csw ?
Suell.o: Estoy en Méx.ico. en una ficsta de I. y R. para los nUlOS,
mucha gente elttraila. pero están ellos. en lugar dellipo de los "tacos al
pastor". Hay dos mas fijas en la pared de helados de colores distintos.
le coge primero el barquillo y después se apriela una cosa de donde sale
el helado a1 barquillo, tellgo ganas de comer helados pero lambién la
sensación de que no puedo hacerlo porque son para los ninos. Hablo
con la gente mientras muchos ninos juegan alrededor.
La casa de Ordizia donde nací. está llena de gatos, UIlJ masa in-
mensa de pcqUCfK>S galOS avanza en la cocina, miro asuslada desde una
silla.

185
Paso la rrontera con el pasaporte sin decir nada a nadie, con mi
maleta negra y el bolso al hombro. llego a una ciudad, ¿Donostia?
busco la casa de J., cuando la encuentro. veo que hay que subir unas
escaleras aéreas que me dan miedo porque son muy altas. Su departa-
mento está en una casa que se enCUenlrd encima de otra. y sin entrar en
ésta se pasa a la de arriba por esa escalera, la subo con mucho cuidado
por las maletas y con miedo de cacnne. además s iento vértigo. Cuando
toco la puerta J. me abre y se asusta, dice eómo he podido ir así. por
mi cuenta y riesgo. que vaya lío, ¿qué vamos a hacer aho ra?, es la
madrugada pero estaba levantado; hay otro tipo en la casa scntado en
un sillón de la sala que me mira asombrado, alguien que no conozco,
J. me ensena la casa, resulta que habitables están: la sala, una habi-
tación, una cocina y el bailo (lo que en realidad me ha dicho que exis-
te). pero hay otras habitaciones destartaladas. sobre las que hacemos
planes de cómo sc podrían arreglar. Luego hay una senara, ya de edad,
pero parece que esLá ahí para hacer la limpieza, también me mira con
extral'ieza. Yo me siento a gusto pero con la impresión de haber com-
plicado más las cosas de lo que estaban.

29-6-85
S uei\o: Estoy con Santi en su casa. le pid o una carta, que me
haga una carta en la que no tengo cla ro lo que quiero que ponga:
habla con su muje r y le explica que no tiene much o sentido 10 que le
estoy pid ie ndo (¿ava l?). En tre tanto estoy haciendo los preparativos
de la vuelta y c reo que estoy sola. pero en un momento me doy
cuenta de que no soy la única y hay mucha ge nte en las mismas.
hacié ndolo con toda tranqu ilidad, me pongo co ntenta y sigo, siento
mi vuelta inmediata.

25-7-85
Sueno: Tengo cita con la dirección de ETA, voy con alguien que
no recuerdo. No sé, hay mujeres y son rnue tlos, quieren, dando por
supuesto que tienen derecho a decidir sobre mi vida, que me integre o
me vuelva a México (hubo gente que se vino por su cuenta y que

186
volvió por algo que le dijeron); mi planlCamiento es que no tienen
derecho alguno a decidir sobre mr, e l que va conmigo me ayuda y X
wnbié n, éstedcsde un punto de visla así: ¿qué mal puede hacer?, dejar·
le en paz, que no pasa nada. Las mujeres permanecen casi lOdo e l
tiempo calladas, y lraLO de explicar que hay una confusió n, que yo no
estoy ahí para ponerme a su consideración, que yo quería plantear otra
cosa, no me dejan hablar e insisten en segui r hablando como si luvie·
tan ese poder. Así rápidamente se ponen a VOlar, y con pesar por parte
de X Yno sé bien quién más en la vmación, sale que LCngo que volv{".r
a México. me quieren ruejar.
A1gunos se levantan y se van, yo pienso en hacer lo mismo, pero
X sigue sentado enfrente mío y me mira, me doy cuenta de que así cs·
toy en mejor situación de plantear lo que quería y de que no es fácil ca·
ncctar con esta gente, y aunque ya quedan pocos, digo que en vista de
que no me toman en cuenla ni paid dejanne h:.lblar, yo vaya seguir
haciendo mi vida y vay a regresar a Donostia porque no tengo otra
opeión. Alguien med ice que no puedo arriesgarme así porque tengo UII
hijo (para csto sí sale a reluc ir, claro), le conteslO que de quién debo
tener miedo, porque no creo que sea de la poli , "I,CS que tú va:i a ir a
matarme?". T., saltando en su asiento, dice: "pues scrJ.s tú bujo tu rcs-
ponsabilidad personal, no de la organi:t.ación".

26-7-85
Sueno: Al parecer por presiones de mi madre o de alguien decido
casanne de blanco, el aita está contento y yo pienso en los prepara-
tivos, el vestido que no es nuevo, comprado hace tiempo pero que ser·
vini, los pendientes de oro que me regaló Cristina, la mujer de Paul ha
dicho que vendn'i a peinarme, veo Olras chucherías paret:idas a joyas que
puedo limpiar P¡¡t¡J ponenne. Llego al reSti.luranle sin peinarme}' salu-
do a la genLC, CSlÚ Charo con su madre y con Agustín 'j gente típica
del país; hay que ir a por los entremeses y el postre)' voy yo, con los
entremeses me qu ieren hacer volver en media ho m y y.. c.~ muy tarde,
les digo que no, que me den lo que leng:Jn. Vuelvo al rCSl.auranLC y es"!
todo levanlD.do, la gente se ha cansado de esperar y se han pUCSIO a co-

187
mer en los bares de los alrededores, me dicen que además mi vestido se
nOla que esLá usado y sin limpiar, con manchas ... me siento ridícula ha·
ciendo algo que no quería, con consecuencias bastante desaslTosas por·
que al final estoy sola haciendo todo, sin ayuda y totalme nte humillada
por los demás.

9.;)-85

Sueno: Es el último día de clases en la UAM. Tengo que poner un


e~amen que a úl¡im¡¡ hora no he preparado y en dos días tengo que
entregar las calificaciones. Voy con el coche (VW) y no encuentro
eSlacionamienlO, ando loca entre atascos, semáforos y demás, doy
vueltas inútilmente, me encuentro un tipo que dice que me guarda e l
coche dos horas en su estacionamie nto y me da un ticket. Entro a la
Universidad, y mi lugar en el despacho está tan desorg:mizado que me
pongo a arreglarlo un poco entre dos maestros que reprueban mi desor-
den y a veces se burlan, no puedo tenninar de ordenar para ir a la clase,
pensando ya en improvisar un e~amen, tendría que avisar al menos a la
secretaria porque si me voy no podré enconlrar de nuevo a los alum-
nos, CStoy ncrviosIsima pero se me pasa el tiempo tratando de o rdenar
el despacho sin que llegue a ello. La otra macsLra, SLCla , me pide que
le ayude a llevar cosas de la UAM a su casa, y yo también LCngo mu-
cho que llevarme, el otro maestro también se ve ndrá con nosotras, es
que ya es hora de cemer, les digo que mejor voy primero por el coche
parn no ir cargando. Han pasado hace mucho las dos horas, me entre -
tiene una sei'lora que me da una vuelta inmensa por un garage lleno de
aparatos rarísimos, y cuando llegamos, un senor me dice que el coche
no C5Ui. Le grito que me lo h¡u) robad u, que lile lo devuelvan si 110 quie-
re que les haga algo, me saca una pistola pequen.. de l bolsillo y se bur-
la, yo pienso en los que me espemn. en que tengo que avisar a los
alumnos o en que se habrán ido, en que he entregado el ticket y no
LCngo prueba de haber entregado el coche. me despierto inquieUl.
Hace dos días me despené a las 2 de la mai'lana con un sueno, llena
de angustia y me puse a llorar. En mi t¡lsa de Ordizla uml señora LCnía

IBB
el encargo de malar a una joven adolescente que no pone ninguna
resisrtncia, yo no quiero ver y no paro quieta en la sala de comer, voy,
vengo, pero sé cuándo le está malando, en un grifo como ahogúndole.
Cuando termina, la senara, de unos 50 anos, se me acerca y eslá muy
desCOmpuesta, dice que es horrible, que me quede a hablar con ella,
cierro las venlanas explicándole que hay un cuartel en frente de casa y
nos pueden ver. Al rato viene un tipo que quiere ver si la joven ya está
muerta, y avisa a su vez, que ellos tambit n le han mat¡¡do (como si se
umara de la misma chica). Yo no acepto esas muertes. estoy descs-
petada. ¿Cuál es el motivo de la muerte? No se ve claro pero parece
que es una especie de sacrificio religioso para evita:- "males mayores".
¿Quién es la tantas veces muerta? No sé, porque aunque soy obser-
vadora creo que también soy yo.

2-9-85

Acabo de venir de Biarrilz. sola.


Escribir es una necesidad, es un desahogo, casi, casi, un vómito, y
pensar que también es arte, o puede llegar a serlo. La relatividad de las
frases, de la realidad, a veces aparente, otrdS profunda. A mí me gusta-
ría que mi escritura no fuera desahogo, o únicume,lte desahogo, no sé.
pero hasta ahora no he logrado más, he ..:scrito a estos niveles yacadé·
micos. para vomitar, y está llegando un momento en que esto me can·
sa, es como un lamento continuo, sin salida alguna. Mi angustia y mi
desesperación puesta en un papel una y otra vez, hablada y vuelta a
hablar, ya estoy harta, pero ¿qué puedo hacer si cada vez mi crisis se
hace más pro~unda y oscura? Akaitz ~ J. rondan sin cesar en mi cabeza.
La mierda que nota en mi país también huele, quisiem salir corriendo,
¿pero a dónde? ¿Qué sentido tendría mi vida sin ellos?
Quizás se trate sólo de sumergirme en la mierda, caminar un poco
y salir porque es sólo una capa la que yo tengo delante, y hay algo des-
pués disLinto, aleccionador, aparte de J. Y Akaitz. que ya es mucho. Pe-
ro yo sólo veo la mierda por la que tengo que atravesar si quiero llegar
a ellos, y no puedo echar marcha atrás, soy incapaz de vivi r si n Akait7.,

189
me siento demasiado culpable atxJ.ndonándole. corno si realmente no
ruera tolalmente nccesario que él esté allí y yo aquí, como si no hubie-
ra luchado lo suficiente.
Le tengo miedo al OCOI\o, demasiados rantasmas ...
¿Cómo una necesidad de vivir tipos de vidas, de vivirlo todo, me
lleva a estas disyuntivas, a estaS crisis? No entiendo nada.
Quedarme en Euskadi None surriendo las consecuencias de las
"creencias" de otros que dicen "creer" en lo mismo que yo hace aftos,
cuando yo estoy segura de que no emn Iils mismas "crccnc i<ls" las de
:lnlCS y las de ahora, o Las que yo tenía y las que hoy tienen, ¿tiene
sentido?
¿Tiene sentido euandoex istc la posibilidad de que no sea así? Quie-
nes creen que así debe ser, lo argumentan en am.'; de una pretendida fide-
lidad a las "creencias" que tuve. Ahora bien. si esas "ideas" no son las
mismas ¿no me Itaiciono lambi6n al acepLar surrir por ellas? Y esto es
panc de mi evolución. Yo no estoy de <lcuerdo con "ellos" (los de
ETA), ¿tiene sentido actuar como si lo estuviera? ¿Por miedo'!
Si un día salgo de esta pesadilla no me lo vaya creer...

15-9-85

He empezado a dcspcrt.anne tempmno, no lo quiero. pero en alguna


panc del suefto me dcspieno. Ahora estaba arrcglundo las co~s en un
coche del aÍla para irnos a algún sitio. y cuando ya está todo liSIO p:.lfU
la salida y ll! ayudO a sacar el vehículo de la huerta me encu~ n l!O unte
una ma la grande de las que me dan miedo. el aila senl:ldo delante dicién-
dome que subiera y yo con las dos manos ocupmlus: un bolso en una y
el pañuelo de la cabeza, que debía habérmelo pUc:.IO con .mtelat iÓn. en
la Olra. He cslado preparando el viaje con uhín(o y me he olv idado do::
mí hasta encontrarme delanLe del aita 1:0010 ton l••, no sé qué h:.u.:cr
porque no quiero que me esperen; me despierto.
Son las 6.30 de la mañana, eslÚ oscuro, llueve en París. DcnLro d,,;
unos días, una semana. enLraremos en 010110. 010110 de 1985 , de nue-
vo en Europa, veré caer las hojas. cambiar el colorido, la vestimenta de

190
la gente. eslO no existía en México. Me encama y me asusta un poco
el Qwno. estaba pensando que todas las desgracias suceden e n é l. pero
no. cambién me han sucedido en é l muchas cosas buenas. quizás más.
Echando para atrás la maquinita. ¿qué pasó en el OlOno de175? Andaba
preparando la casa de Bayona, iba a tener por lin. después de dos años
sin nada. un lugar propio. para mr. estaba encamada, arreglando,
pintando •... además J. merodeaba ya mucho a mi alrededor y yo e mpe-
zaba a esperarle con ilusión, ya "O era como en el vemno. en que me
daba un poco ig ual. éramos amigos. sí, porque yo le contaba mis an-
gustias y demás. pero en OLOfio empezó a ser algo más. El día que
fuimos a Donibane Garazi, en que realicé y acepté {'sc algo. me sacaba
fOlOS por lodos los lados. el Otoño estaba más bello que nunca. los na·
ranjas. bcigcs. marrones predominaban sobre el verde, demasiado boni-
to todo para recordarlo ahora, diez años después, sola, en un cuarto de
París, sola en París, suspirando estar con él y con el hijo que tuv imos
aIIos después.
Hace diez años empezamos a queremos, desde entonces no hemos
dejado de hacerlo, todo el tiempo nos he mos dado prioridad en amores,
pam mí s u presencia ha sido siempre querida, y su ausenda mal vivida.
Esta mwlDona lluvi0sa, recordando nuestros primeros pasos juntos, llo-
rando porque últimamente lloro demasiado.

/ 6-9-115

Quizás la locura sea o empiece por una idea o, en este ca'\O, una
pequei'la melodía con texlQ que no se quila de la caheza y está prescllle
conslantc mellle, si no en primer lugar, sí mienlrds se Ice o se c.scucha
OU-J, cosa, pero persistente, que continúa ahí como telón de fOlldo
repitiéndose sin cesar, hasla la saciedad durame e l día y parece que la
noche. y cuando se le dice ¡vete de ahí!, ¡déjame en paz!. no se va y
cnlonces se empieza a pcnsar en otra cosa, se trata de pcnsar en Olrd
cosa y la susod icha melodía vuelve. y en lances ya no se quiere pcnsar
en nada y se le dice al pensamiento: idéjame en paz!, ¡quiero est¡¡r
tranquila!, ¡me aturdc.<¡!, ¡me atosigas!. ¡esws insoport¡¡blc!, y vuelve

191
IOdo, la melodía y la obsesión de ¿qué puedo hacer?, ¿como creíste en
amigos que hoy te amenazan? hoy son lUS enemigos. ¿cómo hemos
podido seguir caminos tan diferenles? ven enemigos por todas partes,
y se hacen enemigos por lOdas partes. todos han claudicado menos
ellos. piensan. se creen los puros, pero ¡qué pureza tan demoníaca! No
soy oponente, no estar a su lado no signi fica estar cn el otro lado del
frente, sólo en sus mentes maniqueas cabe tanUl simple7A
y el dolor de cabeza.. y Akaitz que toma un valor único,
desmesurado, el más perjudicado dc esta situación... me arranca el
alma.
No l.engo beca, no me la han querido dar, busco un trabajo que no
llega, tengo que arreglar .los papeles, Mme. Taviani no quiere recibir-
mc. Los papeles son imprescindibles pard el trabajo ...

26·9-85

No tengo que pedir indulto, actualmente no hay cargos conlla mí,


puedo volver a Euskadi Sur por la amnistía del 77, sin firmar nada, ni
declarar nada en público, ni nada que se le parezca.
Rocío me ha escrito una carUl maravillosa, tan cálidu y serena
como es ella, toda ella puesta en la carta ... ¡Cómo le quiero! Roclo me
sugiere que escriba una carta a quienes se oponen a mi vuclla y si es
necesario con copia a un líder im portante, para que cx islll el antece-
dente de mi posición ante ellos y mi decisión definitiva.
Me dice: "No puedes seguir determinando lu vidu, Yoyes, sal vo quc
tú lo permitas, indefinidamente. Tal vez éste sea lu momento para
rompcr el pasado e imponerte ahora, como eres octualmente, en el
lugar de origen que te pcClenecc. Escucha tu voz i,ntema. y ¡sé fuerte!
porquc este pedazo de vida es el único que vcrdadcmmcntc tenemos......

192
Capítulo 9
CON MI PASADO A CUESTAS,
BUSCO AVANZAR
(DOtIOSIia, ¡ g85- J986J

Lo primero que hace Yoyes al llegar a Donostia es ir al Paseo


Nuevo a ver el mar. Come '1 a la tarde se presenta en casa de sus
padre., en Go~ine de Ordizia. Su llegada resulta sorpreSlva, pues
aunque sabran que algún dra no muy lejano iba a volver, no cor'lOclan la
fecha exacta. Al dra siguiente celebran la comida de bienvenida.
VOY" recorre los rincones de la casa, tan presentes a lo largo de sus
a!'los de exilio y, a la vez, deformados : encuentra todo más pequei'lo
d. 1o que imaginaba.
El 15 de octubre realiza un rápido viaje a Madrid. Se presenta en el
Palacio d. Justicia para dejar constancia de su presencia en el pars y
recoger el documento en el que se señalaba que. al no tener nada
pendiente con la Justicia, podia residir legalmente en el Estado
Espaflol. Yoyes, que no habla anunciado previamente su vis ~a , tuvo
qua esperar un par de horas para recoger el c~ado documento . Con él
pudo tramitar el carnet de identidad, que le fue expedido en la Co-
misaria del Gobierno Civil de San Sebastián.
l a noticia de su vuelta no saltarla a los periódicos hasta el día 18
d. octubre. Ella habla pedido al Ministerio del Interior que no se

193
aireara; el Minislerio se compromelió a ello. aunque advirtió que no
paella garantizar el sileocio por parte de los medios de comunicación.
Yoyes. teniendo en la mente todav[a los esquemas de funcionamiento
del franquismo. creia que ese control del Ministerio del Interior sobre
los medios de comunicación era factible. Ouilés no supo valorar
tampoco en su justa medida el interés que el propio Ministerio pocHa
tener en filtrar la noticia. El caso es que Yayes se encuentra abfumada
ante ~I eco que ha despertado en la prensa su regreso. Una mal'lana
en ql.\J, en Donoslia. baja a la calle para hacer algunos recados. se
encuentra con su imagen en la portada de "Cambio 16". Horrorizada.
"'uelve rodendo a casa hasta que consigue reaccionar. Rehúye todo
contado con los periodistas, que le persiguen durante estos primeros
días. Se siente manipulada por los "dos bandos·, que coinciden en
última instancia on presentarla como "arrepentida". Ante la tergiver-
sación a que se voía sometida. ostuvo a punto de romper su silencio y
su compromiso de olud ir cualquier declaración pública, y redactó un
escrito dirigido a los medios de comunicación, en el que explicaba con
todo detallo su trayectoria y las razones que le llevaron a decidir su
vuolta, a la vez que respond ia a las acusaciones de traición que se le
hablan lanzado por parte de circulos allegados a ETA. Al final dejó su
carta, que se transcribe a continuación, en borrador. y no la difundió.

Octubre de 1985

Estimado Sr. DircclOr.


Le envío la siguiente carta espcmndo que sea tan amable de publi-
carla cn su periódico, por lo cual le quedaré muy agr.J.dcci~.
En virtud de la confusión existente y de ulgunas cxpresionc.... dam-
mente amenazantes que se hiUl prcxlucido de~pués de mi regreso a la Pe-
nínsula I bérica. creo necesario rom¡x:r mi si lencio y explicar los moti-
vos de los que ha estado rcxlcada mi vuclta.
En el verano de 1979. debido a imporwnlcs discrepancias de oroen
tácLico y político que surgieron entre mi persona y al parccer el resto
de la organización. tras la mucn e de Argala, rompí con ET A .

194
Una vez producida la ruptura quise ¡xU'tir. después de un tiempo, se
me orredó l3 oponunidad de ir a M ~xico doode ¡xxIría llevar una vida
oormal y estudiar en ronna, lraooj:1ndo ni mismo tiempo. La necesidad
ele estudiar nunca había dejado de estar prc.~nte en mí pero se vió incre-
mentada por La crisis vivida.
Esta ruptura rue mantenida en secreto por ETA, lo que yo pensé
que sería momentánca, pero me equivoqué. Yo informé decl la u I :l~ per-
sonas más próximas pero cv itf! un proL:.Igonismo del <Iuc siempre he
huido.
Por fin , en Enero de 1980, pude salir pata México y en M:1r.'.o me
enconlf8ba ya , debido a la ayuda recibida de parte de algunos miembros
de la comunidad vasco-mexicana, lrab<ljando en el Centro de Inform:l'
ción de la Organización de las Naciones Unidas. de la capit:.11 mex icana.
sin vinculación alguna con ETA.
En Abril de ese mismo aOO me matriculé en Sociología en la
Universidad AULÓnoma Metropolitana y en pocos meses me encontré
n:alizando una nueva vida de lf"".lbajo y c.<;tudio en fOflna intensa.
Poco a poco, las divergenc ias que len ía con ETA se fuero n profun-
dizando y, en parte a causa de ellas, en p:.lrle ti cau~ de la lejan;" y, en
panc. por una evolución personal panicular por lo que de distin\o Icníu
qucotn:c:crme esa vida y un país tun complejo cuma México. 011 que yo
Ilcpbl en una aclitud abierta. se fue abriendo una brecha t.::lda \'CI: m.Í\
banda entre lo que erJ aquí el movimielllo Ix>!itko abcrt/.ale y mi";
pn:ocuJlltCioncs y deseos pcrsoo:llc.~.
Durante todos CSIOS rulO$, los periódicos ~igu..: n c.'>Cr,bicndu regular-
mente sobre mí, impuLándome flechos de tipo dlverm que, es falal. de-
cir que erun completamente ra lsos, porque lo grJ\'e ele ello cm que me
ponía en una situación di fíc il ame 1<1 polida llleXiCillla y ante U1I ~t.:lO r
del Pueblo Vasco, que cSlá :H.:oSlUmbr,¡do II hileer dc tlllucllo I.jue s:l lc en
los pcriódit.:os símbolos de su lut.:hil. Además, se daba la 1l:lrauoja de
que, a medida que yo me alejaba de estos grupos. miembros de ellos vi-
vian de mí una imagen que no se corrcspondíu ni de lejos con la reali-
dad, pero que unos y otros parecían interesados en ulimentar.
Cuando en Julio de 1984 me li" ncié en Sociología Uroona (;On !;I
prc$CnlaCtón de una lesis sobre las &uar<k.rias públ icas (en conson¡mda

195
con inquiclUdes feministas), me encontrJOO ya en un punto con res·
pecto a mi aclividad política anlerior y a la política en general total·
mente irreversible; nada o casi nada me unía ya a los plantamientos
que se manifestaban en la actuaciones de Herri Batasuna y ETA , por lo
que no me encontraba en absoluto inclinada, y menos obligada , a
seguir sus consignas y proclamas.
En 1985 , cuando hacía ya dos anos que el gobierno socialista cspa·
nol habja comenzado a aplicar indultos paniculnrcs a refugiados y pre·
sos que así lo solicitaban, y lJ'aS un período de reflex ión en e l que se
mezclaba una situación personal difícil, oplf por indagar en qut cir·
eunstancias se podría producir mi regrc50. Para ello me ayudaron ami·
gas míos y J., todos ellos personas de confianza y lejanas a los medios
policiales. Tenía muy claro que no acept.aría condición alguna de con·
dena a lo que en su momento había sido mi vida política y que tamo
poco haría declaracioncs que tuvieran carácter político. Nadie puso obs·
táculo alguno a ello y se aceptó, supongo yo, por la seguridad que se
tenía de que mi forma de vida actual estaba lejos de actividad política
alguna. La respuesta fue que podía volver cuando quisiera porque no
había ocusaciones policiales ni jurídicas contra mí, posteriores 11 1977
(ano de amnisua). sin condiciones de ningún tipo.
Va lorando 10 anterior y al considerur que mi regreso ¡xxHa ser rea·
lizado de manem digna, al igual que el de otros miles de casas decltilia·
dos que vuelven a Sus países en el mundo emero en JXlrec id:ls circuns·
tancias, y que la cuestión del aprovcchumielllo político era algo que
únicamente dcpendía de la interprebción que pudicr.l darle cada fucr/.a
polfticu, decidí poner fin a mi exilio.
Las distimu... versiones que se han dado sobre mi vuelta, carecen dc
fundamcnto, pero cn CStC momento, una vez explicado lo anterior, me
imc rcsa responder a las que han sido parlicularmentc agresivas y calum·
niosas.
Para quc se produ7..ca una Lraici6n son necesarias dos·coodicioncs:
1') La pcncnenc ia a un grupo con e l que se compancn acucrdos,
Ctc.; 21) un abandono y tr.lslado a un grupo encmigo del anlCrior. En
mi caso no se da ninguna de esas circunsbncias por lo que la acusación
de traición es dc un:l b'Tatuidad imprcsionante. Yo no he traic.:ionudo a

196
padjc. Ni penenccía a ninguna colccuvid:ld organizada desde hacía mu-
choS aftoS, ni me he pasado al enemigo de ETA con la que insisten en
rdlcionarme hasta muy recientemente, unos con la idea de realzar lo
que consideran su "triunro" y OU'OS al parecer llevados por la corrienle.
Yo era libre de actuar como quisicrn si n perjudicar más que a aqué-
llos que se han apropiado de una rcprescntatividad respecto de mi per·
sona que bien saben no les correspondía.
Quede claro pues que mucho antes de que se hubiera planteado si-
quiera la posibilidad de los indultos, yo no companía ya las posiciones
de Hcrri Batasuna y de ET A Y no tenía relación alguna con éstas. Y
quede claro también que no he debido de pagar ningún precio por mi
vuelta como no sea la citada campana de calumnias y otros pretendidos
"piropos", nada agradables en m i caso, que espero que se queden ahí.
porque unos y OlfOS tendrán cuestiones más interesantes de las que
1taJar.

Para entonces la polémica habia llegado al Bajo Gaier,i. En Bea·


sain hablan aparecido pintadas contra Yoyes con la firma de KAS: en
medios de HB se hablaba de que no era positivo firmar este tipo de
pintadas. El asunto se discutió ef'l la Permanente de HB de Ordizla, y
.. tomó la decisión de no realizar ninguna pintada referente al tema. A
pnw d. esto y de no haberse celebrado ninguna asamblea en el seno
de HB de Ordizia para tratar el caso, el pueblo apareció a los pocos
dlas atiborrado de pintadas sin lirma en las que se leia ~Yoyes Ixibata".
-Voyes Ir aidora~. Estas mismas pintadas. además de "Damuturik ez"
.....eci&ron en otros pueblos del Gaierri.
A los pocos dlas y en Ordizia, algunas de las pintadas lueron
translormad as: el término "lxibala" aparecia tachado y rectificado con
"Glzurrik ez·. Más tarde la mayorla de las pinladas aparecieron con el
nombre de Yoyes tachado.
Yoyas está instalada ya en Donostia, con su marido y su hijo. Poco
a poco empieza a contactar con antiguos amigos. Su reserva le impide
mostrar a las claras los dificiles momentos que está viviendo, pero
cuenta que su situación era ya insostenible en el exilio.

197
Al principio toma ciertas medidas de seguridad, muy ligeras, en la
calle. Aunque no lo diga expresamente da a entender que prefiere ser
acompafiada al volver a casa por las noches. Sabe que su casa debe
estar vigilada, pero procura hacer la vida cotidiana con la mayor nor·
malidad posible, pues éste constituye su objetivo inmediato y prio·
ritario. Acompai"ia a Akaiu al autobús del Licao, lo recoge a la vuelta,
va con él al parque cuando el tiempo lo perm~e, sale con amigos y
dedica sus ratos libres a la lectura y la escr~ura.
Los fines do samana los pasa oon frecuencia en el Goler,i, reanu·
dando bs paseos por los montes de su adolescencia.
Poco a poco va reencontrándose con sus rinconas más queridos,
aquéllos que hablan permanecido tan vivos an su recuerdo. Así 1986
lo estrena an el Txindoki, aunque una tormenta de nieve y granizo no le
permite llegar a la cima.
En ocasiones preferla pasear sola por el pueblo; "sola por las
calles, la genle no me conoce, puedo saborearlo todo a mis anchas·,
decfa. Con sus hermanas por la calle le oeurría a veces lo que tanto
detestaba: miradas curiosas, saludos de genle que no conoela ni la
conocfan, pero la identificaban por la compañia y el parecido ...
Va reiniciando relaciones violentamente cortada s muchos ai"ios
atrás con primos, amigos, compaf'leros de correrías de infancia, de
aventuras e inquietudes de adolescente, preocupaciones de juven-
tud ... que siempre permanecieron en su recuerdo, Induso en sus sue-
I'Ios, unos con mas fuerza y Olros con menos. No tiene prisa por en·
contrarse con lodos, sino que pref i er~ asimilar, satxlfear la "nueva-
relación: tampoco tiende a saludos acalorados y efusivos, al primer
contacto se podría calificar quizás de frio; sienle que deben volver a
conocerse, intimar. Prefiere no partir de los esquemas que se ha
podido hacer ella de las personas, y a la inversa, sino volver a en-
contrarse, si es po~ble, a pesar de las distintas experiellCias vividas
y la lejanía mantenida durante tantos años.
Su prima Marian relata así el primer reencuentro:
"rodav[(. recuerdo como algo nmy cercano aquel/a conver·
sación telefó nica, don!Ú: no ,tt pod{a oc,./Wr el nervio.tü mo en
nuc,ttras voces. Sin embargo, ti día dI! n¡¡e.uro reencuentro no

198
fue lo que noSOlras hablamos espcr(klo. Eran demusjada.~ co.w..\·
juntas. /labía pasado lanlO tjempo ... Yu '1 0 ¿ramo.~ (¡q/iClllH dOJ
jovencitas que un día se Jepararon. nue.was \'idus habían
cambit¡do del Iodo . NueJ/ros lujos. wlllbién de la mÜ!IIa edad,
estaban con naso/ros ... Terdallw-f /(11110 de qué }I{jh/ar... pero 1(/
convcrsación 110 fue sólo nueSlra, la llevaron por otro ctmuno,
sin tener en cuenta que el reencuelllro era nue.tIro. Puo aquello
fUI! lo de menos, lo que en reafjdad jmporta/XI era qlle volvíamos
a esuu cerca y (crefarrws) que Icndr(al/los mucho /jempo {)lIra
volvcr a estar como anles. Segujmos vi¿ndonos I:Ullnlll.\· veces
pudimos, IIOlvjmos a visitar los Lwkos que dll¡ habla añorado
tJ¡qanlc mucho tjempo; los njños no.{ wtÍan /odavla mlÍs. (Iyu-
dándonos a recordar aquellos liempos ell que nosOlra.~ jllJllÍ'
bomns como elfos. ( ... )".

la Nekane da México volvía a ser Yayas. Poco a poco va dándose


cuenta y aceptando que ella no puedll ser Nekane sino Yoyes, para
IOdos aquellos seres queridos que la habían conocido como tal.
Ella valora sobremanera el reencuentro con la familia, no exento de
ten.iones a veces. Han sido muchos afies de separación, de experien-
cias dilerentes: lamenta no haber podido seguir de cerca a aquellos
que dejó siendo nii'los y procura recuperar el tiempo perdido. Las
celebraciones terminan siempre con buenas sesiones de canto, al que
IOn muy afidonados los González Katarain. Tangos, habaneras y
canciones latinoamericanas de 'actura más moderna, presentes en
distintas épocas de la vida de Yayas, constituyen el repertorio pre·
ferido.
Pero la relativa tranquilidad alcanzada va a interrumpirse de nue·
vo, A finales de enero Yoyes reeibe una tarjeta indicándole que !lame
el Gobernador Civil, Julen Elgorriaga. Este le cita para hablar, pero al
responder ella que no puede ir al Gobierno Civil, te inlorma por teléfono
del objeto de su llamada: según datos recogidos por medios policiales,
se estaba hablando de un atentado contra ella, por lo que le ohece
protección y vig ilancia. Yoyes desconHa, rechaza la oferta de protee·
ct6n y teme que pueda tratarse de una excusa para cubrir un posible

19!>
atentado por parte de alguna organización parapolicial, o una estra·
tagema para ganarse su conlianza.
Se pone en contado de nuevo con la persona que realizó las
gestiones para su vuetta y obtiene la seguridad. por parte del Minis-
terio del Interior. de que la primera posibilidad es impensable. Yoyes
sigue tomando ciertas precauciones pero sin alardear; procura a toda
costa seguir el ritmo normal de vida y oculta sus temores incluso a
gente cercana.
Su deseo es obtener la Independencia económica y para ello un
empleo. Por medio de un anuncio en los periódicos se entera de la
convocatoria para Ayudantes de la Biblioteca Municipal de San Se·
bastián. Sohre la base de los conocimientos que acerca de archivos y
documentación pose ra desdo Móxico, haoo acopio del material neceo
sario y prepara el temario a conciencia. Supera 'as pruebas especi·
ficas con un buen margen. pero suspende el examen de euskara, que
requer!a un nivel elevado. No le pasan inadvertidas algunas irregulari·
dades que observa en el desarrollo de las pruebas. pero continua bus-
cando empleo en los anuncios de la prensa. Meses más tarde la ob-
tención del subsidio de desempleo -30.000 ptas. mensuales- le pro-
porciona cierta tranquilidad. Tan reacia siempre a resuttar carga para
nadie. le alegra enormemente el disponer de algun dinero propio.
las vacaciones de Semana Santa las pasa en Ezkarai, en la Rioja,
y en primavera realiza un par de visitas a Madrid y Segovia. que.
segun confiesa a la vuetta, le despiertan la curiosidad por conocer
Espafla. tan eXlrai'la para ella, excepto por los viajes que en su ado·
lescencia le llevaron a León y Andalucía.
Por otro lado su curiosidad respecto a Euskadi está centrada
sobre todo en los aspectos cutturales, y especialmente en todo lo
relacionado con la situación de la mujer. As!, las salidas por las tardes
en San Sebastián tienen por objetivo preferente el cine. el teatro y las
conferencias. Vió "la fuga de Segovia", dirigida por Imanol Uribe, una
de las primeras pellculas del cine vasco, y confesó que le habia
gustado. Por medio de su asistencia a conferencias pudo observar el
nivel de los debates feministas en Euskadi. Su impreSión no fue
demasiado positiva y descartaba su integración. al menos inmediata.

200
en alguno de los grupos que funcionan, pero el feminismo seguía
...ndo uno de sus puntos de interes, quizá el más importante. Con
motivo del día de la mujer asistió a la representación teatral de la obra
"Un millón de mujeras·, a cargo de un grupo perteneciente a la
Atlmblea de Mujeres de Donostia. El mismo dia acude también a la
titila que la Movida anti·OTAN habla organizado an un frontón de San
Sebastián. Se sorprende y mira divertida a los cientos de chavales
vestidos de negro y con los pelos en punta que bailan al son de un
rodI. duro y chillón. Observa con interes este ambiente desconocido
para . 11a dentro del mundo vasco, al que, por cierto, encuentra muy
cerrado. "Haría falta abrir las ventanas para airear un poco esto·,

_os.
••I\a1a ante las muestras de cerrazón que observa en el Pa ís, del que
h.na la impresión de que no ha evolucionado demasiado en ciertos

o. todas maneras, antes de em~ ir cualquier juicio advierte que ella


todavla está "aterrizando"; "han sido doce años fuera". rep~e , adver-
tencia que hace extensiva a los comentarios sobre la situación politica
d. Euskad i. Este no es un tema habitual en sus conversaciones, no le
Quata hablar de ello, pero ante su inevitabil idad, exprQ)a sus opinlo·
nH. lanzada ya por Herri Salasuna la campaña por la negociación,
manirilsta su temuf de que sea demasiado tarde para ello. Pensaba
que la trayectoria que habla seguido ETA en los últimos años, con los
tipos de atentados cometidos y su inoportunidad, habla ahogado las
poebiidadesde negociar.
Eltas opiniones no llevaban sin embargo a Yoyes a dar por válida
ninguna aIra alternat iva política y. en conjunto, su impres ión sobre la
IiIUllCión polftica vasca efa negativa. Además, no sentia ningún entu·
Iiasmo anle la perspectiva que le ofrecían los llamados movimientos
IIOciales. Su situación en cuanto a lo político Y lo social era similar a la
de muchos jóvenes que vivieron los 70 con grandes ~usion es revolu-
cionarias y centrados en el compromiso político.
Asim ismo duda sobre si debe seguir aprend iendo euskara o no. El
mundo euskaldun, replegado en si mismo, no le ofrece ningún atracli·
'11'0; pero ante la evidencia de que para poder desarrollar un trabajo
profesional le va a resultar necesario el dominio del euskara, y para po.

201
der oomunicarse en esta lengua, sobre todo oon su hijo, que lo va
utilizando cada vez más, se inscribe en una Academia de Donostia pa-
ra realizar un cursillo intensivo. Acude a él todas las mañanas de julio,
divertida porque la gente oon quien comparte las clases, mucho más
;oven que ella, no le reconoce y as! puede guardar su anonimato.
Un fin de semana acude a sanfermines, reoordando otra ocasión,
afias atras, en que estuvo en fa fiesta pamplonica. Pasa toda la noche
recorriendo el espacio de la fiesta y asiste incluso al encierro. Obsor-
va todo con gran curiosidad y le gusta la espontaneidad de la gente,
pero no llega a integrarse en el ambiente, hasta el punto de que se
negó a ponerse el pañuelo rojo que llevaba en el bolso.
A ella le atraían más las fiestas en pequenos grupos. En primavera
había vivido una de éstas, que le dejó muy buen recuerdo, en un case-
rlo de Alkiza. le gustaba la reunión de amigos basada en ~la con-
versa-; echaba de menos el que en Euskadi no hubiera hábito de
celebrar tertulias sobre temas interesantes, costumbre que ella habla
conocido en Méxic::o y Francia.
l as fiestas patronales de Ordizia, fiestas de Santa Ana, se
celebran del 24 al 27 de julio. Voyes, tras tantos años de ausencia
pocHa vivirlas en su txoko, pero su alegria quedó empañada por una
provocación de la que fue objeto. Era la una del mediodía del dla 26;
habla tenido lugar la tamborrada matutina, que lranscurre de
madrugada y a la que los participantes acuden disfrazados, muchos
de ellos tras hacer gaupasa. Estando Yoyes con su marido y su hijo
comprando boletos en la tómbola de la Ikastola, ~os jóvenes
disfrazados de presos se les acercaron y uno de ellos, hablando
ostensiblemente alto para que ella pudiera oir, empezó a decirle al
otro: ~Oye, yo no me arrepiento, y tú, tú de qué te arrepientes?~. ~Pues
yo me arrepiento de ser vasco·. Siguieron en el mismo tono hasta que,
en vista de que no se les respond ía, se aburrieron. Al llegar a casa
Voyes comenta el incidente a su hermana M. Asun; por los datos que
le da ésta sabe de qué gente se trata y le dice que no le dé ninguna
importancia; aclara que es g9nte que s610 se apunta a las juergas, que
nunca se moja en nada, votantes de HB que se llenan la boca de

202
palabras, por lo que se les prefiere a favor que en contra, pero que
nunca han adqu irido mayor grado de compromiso.
De todas maneras este incidente dejó mal sabor de boca a Yoyes.
Sensible y dig na a la vez, sufre también en las pocas ocasiones en
que observa ostentosas negaciones de saludo por parte de antiguos
conocidos, pues no puede aceptar su actitud prepotente y enjui·
ciadora. Por eso, cuando recibla muestras de signo contrario, de co-
nocidos que le saludaban y se interesaban por ella sin prejuicios ni
reticencias, no dejaba de mostrar su alegria.
El mes de agosto está presidido por la intervención a que se ve
sometido su padre. Yoyes, a quien le pesaba cierta sensación de no
haber podido estar presente para ayudar a la famitia en los momentos
dificiles, acompaña a su padre en las visitas a los médicos y la estan-
cia en el hospital. Esto depara a padre e hija la ocasión de sincerarse.
luis González guardaba cierto resquemor acerca de si Yoyes se había
marchado de casa a causa de él. Se lo confiesa y ella lo niega
rotundamente: "Me marché de casa por mi compromiso en la lucha y si
volviera a nacer lo haría exactamente igual".
Este verano Yoyas no sale fuera de San Sebastián en vacaciones.
El tiem po libre se lo dedica a su hijo, con quien disl ruta de las playas,
.,. como siempre. sigue leyendo y escribiendo.
Se sentra atralda por la escritura a nivel de ane. La vida tensa y
lIboriosa en Euskad i Norte y en México no le habla permitido dedi-
carse a ello, pero al instalarse en DOl'lOstia y contar con tiempo libre
empezó a hacer sus pinitos en literatura y dejó algunos borradores.
Entre ellos el esquema y las primera páginas de una novela que
proyectaba escribir. Ella la presenta asl en una explicación previa al
texto:

Puede ser el Cn(;uenlfO de dos mundo: el lmdicional y el nuevo. en


las rcI¡lciones personales y amorosas; cada parcja representaría uno de
eUü:i. pero no cn fonna tajanLC. sólo de forma predominanLC. En el fo n-
do, los tranSlQmos causados por los fuertes cambios hjbidos en los úl·
timos allos en ese campo, deben impregna r la personalidad dc los cua-
tro pcrsomljes. La filmilia tradicional duda si n quererlo de su forlll<l de

203
vida y la pareja más moderna hace lo propio, dejando un pcqucno mar-
gen de mayor aprobación a la opción lomada, sin que ello les separe ni
haga imposible su amistad, por reconocerse como seres humanos con
necesidades y deseos similares.
El texto es una buena muestra de por dónde iban los intereses y
preocupaciones de Yoyes en esta etapa de su vida. le atrae la inda-
gación en las relaciones personales y la búsqueda de nuevas formas
de convivencia, sin hacer por ello abstracció n de las imperantes.
EI6 de septiembre, cuatro dlas antes de que la mataran, escribe un
peque/'lo relato en el que desarrolla la historia de un niño que pierde su
~cas~a azur,laguarderia, tema muy presente siempre en su mente.
Yoyes consideraba que el proceso de la escrhura era difícil. Decia
que exig la una fuerle dosis de introspección, además del conoci-
miento de cierlas técnicas. No se sentía muy segura respedo a sus
borradores y s610 a personas muy allegadas daba cuenta de esta ver-
tiente suya. De haber seg uido con vida, sin duda la hubiera desa-
rrollado.
La ú~i ma parte del diario de Yoves se abre con su llegada a
0000sli8_

28-10-85
Vine el día 11 de Octubre a San Sebastián, ¡demasiado fa miliar!,
demasiado extrano. Una semana desput s reventó la noticia en los perió-
dicos, en la radio, cmpezó el acoso. Intereses a los que el ser' humano
como ta1 les importa un comino brotaron por doquier.
Me han quitado el nombre, " Yoyes" es una ricción, una invcnción,
no me idemirico con ninguna de las que bamjan desde distint.as posi-
ciones políticas y mucho menos con las que han venido barajando des-
dc hace aros, antes y sobrc lOdo dumntc mi estancia en Méjico.
En mi pueblo he visto una pinlada que dice " Yo)'cs chivata" y
otra "Yoyes traidora", me imagino que habrá más... en Ataun también.
Me duele la cabeza. Soy feliz de estar con A. y con J.
Es como si todos se hubieran puesto de acuerdo para matarme. En
la portada de "Cambio 16" han puesto una foto "robot" mía y un LiIU-

204
lar que dice "El retomo de la etarra", el mismo mensaje que el de ET A,
'1lasUt ayer era de ETA y hoy ... ". Estarán satisfechos en los dos lados
porque se dan mutuamente la razón y. sin embargo, ¡todo es mentira!.
quisiera gritarlo, gritar ...
Fui militante de ET A, dimitfporque cstaba cansada y en desacuerdo
con la nueva línea que se perfilaba, hace de esto más dc seis aftas, me
Cui, hice una vida alejada del mundo de la políliea, trabajando. estu-
diando; cuando sentí que no me involucrarían de nuevo en el pasado,
tuve a AkailZ. un nioo maravilloso que me absorbi6 un mom6n. Han
pasado demasiadas cosas, demasiado tie mpo para que yo recuerde o ten-
ga presente lo anterior. algo que ahom lOma una dimensi6n desco-
munal.
H1:Iy un fantasma con mi nombre que anda rondando por ahí, un
fantasma que se vino gestando desde hace afias, desde que empezaron a
hablar de mí sin conocerme y que en los ultimas seis ailos ha conli-
nuado vivo, aunque yo he tratado o he creído que moría, han contribui-
do para cIJo los periódicos que seguirán aLribuyéndome una militancia,
inventando historias; y la gente que crea mitos para bendecir o conde-
nar, salvaguardando cualquier prcguma o cuesLion.1miemo sobre sus
propias personas, poniendo en el exterior el objeto (milo) de sus senli -
miemos, pasiones, ele.
En cste mito, la persona de carne y hueso qu:: es un sustrato, no
exiSIC más que como tal sustrato, no es humana.
No, no y no. ¡yo existo!, iYo siento como todo el mundo!, cs una
injusticia mOSlIuosa la que hacen conmigo. ¡tcngo un hijo!, quiero
vivir, ¡lo luve porque quería vivir!
Muchos son culpables de eSla injuslicia. ¡demasiados ! Hay otras
que no pero son impolenlCS ante ella. Hay lambién mucho silencio
cómplice. Mucho miedo e n la genle ante lodo, ante su propia liber-
rad... ¡cuiinla mierda!

17-11-85
Traté sie mpre de que la im agen que desde diversas poSICiones
(tcrrorislJ/héroc) se le confería a mi persona. no me cond icionara, no

205
condicionara ni dirigiera mi evolución , decisiones a tomar respectO de
mi vida, etc. Hoy la lucha es la misma. prescrvanne de la nueva ima·
gen que se me acuerda (integradalltaidora): eslOy un poco más cansada
que ames. esta pelea me harta. pero tengo que cuidarme y avanzar
eomo yo. al margen de imágenes que otros hacen sobre mr, SoCrul del
eolor que sean. No me considcrt h6roc. no puedo considcranne anti·
héroe, tampoco fui terTOriSIa sino mili14mte poHtica. el hecho de no ser·
lo no me convierte aulOmáLicamente en pan.c polCnciante del sistema.
Cuando estuve en México nadie lo dijo. seguir alH en las cir·
cunstancias en que estaba no tenía senLido. cuando no quería actuar en
apoyo de una lucha que ha degenerado en algo terrible, diclaLOrial y
mítico, cont.rario a mis valores y "sentircs" más profundos y constan·
tes en mi trayeclOria. No DJXlyar a esto no signifi ca hacerlo al contra-
rio. falso y asqueroso maniqueísmo en el que cstán inmersos muchos
habitanlCS, su origen judeo<risLiano quil'.ás lo CAplica, pero fastidia
igual. ¿Cómo voy a apoyar a un HB convertido en payaso de un militll-
rismo de corte fascista? ¿Cómo me voy a identificar con dirigentcs que
lo único que saben hacer es aplaudir los atentados de ETA y ped ir más
muertOs? ¿Qué línea polfLica es ~ ta? Han tergiversado el contenido de
la alternativa KAS confundiendo los medios con los fin es. No elaborn-
mos los di versos puntos de la alternativa para darles la intcrprctllción
que ahora les da ETA-HB, interpretación militarista en vcz de política.

2Q-J/.JJJ
Ayer ha nevado en Donostia durante todo el día, hoy, hasta mi
ventana, todo cslá blanco, IOdo ha amanecido blanco. Me ha encamado,
después de tantos años sin ver nevar, la cosa Liene su gusto, me siento
en un sillón, delt'ás de la ventana y veo nevar un poco ensimismada.

3-12.JJJ
Acabo de leer "El libro de Manuel" de CoruV.ar. no puedo decir que
me ha encantado, más bien me ha im pact.ado. No sé si nucsU'os hijos
podrán entender algun día la fiebre que nos embriagó a muchos. en una

206
~ con más o menos dudas, es cieno, pero con la f ICbre en lOdos.
"El libro de Monuel" parece estar hecho para ellos, para que algo qucde
de nUCSlTOS suenos, de la foona en que se vivían incluso. En Euskadi,
a alguien que hubiera escrito como ~ I , le hubiera devorado la gente, y
por eso no se hace nada y "lo real y vivido se deshace entro los dedos
como un bunuelo apolillado". Nada se recoge porque en este país sólo
vale la comunidad, y destacar dcella si no es con riesgo de morir, es 10
más despreciado que existe, un crimen que hay que pagar, y el precio
son las eríLicas más bajas, el rechazo más ruin y personalisUl . La
fonna corno trata el sexo sigue siendo de 10 más curiosa, es bella y
cruda al mismo tiemjX), impacLUnte y atrayente, es una manifestación
de vida, que ayuda a enfrentar la muerte, que te poncen contacto con e l
"mundo", con diversos "mundos" que tú tienes y otros tienen según
cultura, mentalidad. etc. Es la forma más bella de abordar y comulgar
con alguien. Mientras siga reprimida. censurada , escondida, no puede
haber sociedad que cambie a bien porque se está ahogando al ser hu-
mano.

5·/2-85
"Un inSlfumento de guerra cs, por su propia índole, anUlgónico, y
el mero querer quiwle ese carúctcr es amom5licamente equiparJdo (on
ponerse a fa vor del adversario". Sánchcz Ferlosio.
El militarismo ha caido lan hondo en algunos SCClorcs vascos que
«IIlvicrtcn en instrumento ~lico ctmlquier cosa para acusar. estigma-
tizar o rcinviodicar como propios u opuestos los elementos más sim -
ples de la vida individual y colectiva (personas, música, lengua,
arte...).
En Euskadi se cslá perdiendo en la mente de bastanlcs personas el
aspecto "universal" del ser humano en ams de un cnsal7..amieOlo des-
rncsunulo del aspeclO "parLicular", "propio", de "identidad nacional" en
sus palabras, que puede arrasar con to<.Io lo h.ccho hasla hace unos ailos
de labor militante por una sociedad más j uslll, progresisla, abierta. crea-
tiva, donde todos sus componcmcs luvicran mayorc.-' ' posibilidades de
desarrollo personal.

207
¿Qué sak1n1. de todo esao? Hay claramente un receso hacia postwas
reaccionarias. fanáticas, irnolerantes, que dominan al resto de visiones.
polarizando la situación, y dejando gran cantidad de gente fuera de
juego.
Del "derecho a la diferencia" (desarrollo de la cultura vasca) se ha
pasado al "deber de uniformidad". en pro de un supuesto "movimiento
de liberación nacional". Se le tu. despejado a csle lema dellénnino "y
social", lo cual no es gratuito. De acuerdo con que no se puede hablar
de "socialismo" como se hacía en los ms sesenta y setenta, la crisis
del m8JXismo tiene su razón de ser, pero algo muy distinto es aban-
donar toda pretensión de cambio al interior de la sociedad vasca, ex-
cepto en eso, en lo nacional.
ESIe abandono está dando al traste con un montón de valores que
impregnaban el concepto de "nacionalismo" de un significado progre-
sista, abierto, universal, y ¿qué le queda?
Si esto estuviera sucediendo en una relación de fuerzas favorables a
ese "movimiento" se podría esperar un cambio en su interior, pero en
la actual situación es de temer que no ocurra así. La disminución del
poder de este sector no es ajena a la exacerbación de que hablaba antes,
y la pérdida de fuena provoca en 6$te una mayor exacerbación y ~rdida
de dirección, con lo que la esperanza desaparece por obra y gracia de
qutenc5 proclaman esperar y desear los "objetivos más altoS Y puros)t
para la sociedad vasca.
Yo me subí al carro en 1972-73 y bajé en 1979 previendo que el
aspecto social del movimiento, su visión progresisla desaparecería.
aumentando el militarismo basado exclus ivamente en el nacionalismo
oscurantista y mítico.

JO-JUJ5

Rehúyo el encuentro con mi pasado como si tuviera más de dolo-


roso que de alegre. Este encuentro implica !.ambién una acepUlción del
presente. y ésta 00 existe., al menos en forma completa. Esta sociedad
me agobia, es una soctcdad de tccoócr.¡tas y empresarios. Es una soc ie-

208
dad cuya ideología dominante CSlá conformada por el mundo rural
agrícola Y por el mundo capitalista competitivo y liberal propio de la
revolución industrial ocurrida en el siglo pasado. Una sociedad en la
que el elemento cultural y humanista o humanizante ha estado en mu-
nos del clero y 10 sigue estando porque sus octuales porl:ldores no han
escapado paro nada a esa innuencia. El caserío, el nuevo rico y el clero,
una trilogía que da por resultado el nivel más pobre que pueda pensarse
del desarrollo imelcctual, artístico, periodístico, crítico, creativo, elc.
en una sociedad europea industrializada con un nivel de vida mayori-
tariamente alto.
SaU de aquí corriendo, sí. creo que quería salir, si no me hubiera
ido a la fuerza , creo que también hubiera buscado otro forma de inne.

31-1-86
He estado con una fuenc gripe y llevo una semana sin fumar, la
semana anterior fumé por las dos. Primero entré en una furia lerrible a
cucma dc unas oposiciones para ayudantes de biblioLCcasa las que quie-
ro presentarme, me urge ser independientc económicamentc, haccr caja
con J. micntros viva con él y lognlr que ambos sc:lmos igualmente res-
ponsables del uabajo dc casa y de los cuid:ldos que requiere el niilo.
Después fue la crisis que revolvió toda mi \lucha ¡¡ miz de unas supues-
tas amenazas detectadas por un bando en el airo (Euskadi Norte), en
fUi. ellabcrinto de la vida política de este país que me tiene h.1rta.
Uevo. con algunos descansos cortos, doce aJ\os viviendo en riesgo
constante, antes por unos y ahora por OIIOS, pero me está cost.undo tan-
to vivir que realmente sólo sueno con un liempo en el Que pueda vivir
sin lacspada encima colgando. Era de prever que aquí no iba a ser fácil
lograr esto. hay demasiado loco, pero me fui cerrando otras puenas y
no había otras opciones. A veces lo lamento, espero que con el tiempo
pueda aprovechar las posibilidades que me ofrezca este cambio, espero
tener ese tiempo y que euando llegue no me caiga una teja en la cabe-
za. Pero dudo Yeso me mantiene en una tensión const.unLC. Los justi-
cieros, únicos portadores de la verdad, según ellos, se alegrarían de lcer
esto a partir de sus "seguridadcs". ¡Qué mierda de gente! ¡Qué mierda!

2D9
Mlenuas andaba en el "rollo" no era tan duro vivir con la espada
encima. pero al principio en MéxiCO (como dos aftas o más duro el
riesgo fuerte) y ahora aquf... viviendo as!, a causa de cuestiones viejas
de las que he olvidado tantas cosas, es bastante más peliagudo. Y
seguramente esto también va para largo. no hay interés en razonar ni
en ser claros: quieren ver sospechas en todos los lados porque las lle -
van dentro de s! mismos; su propia inseguridad, suspicacia y desean-
fian7.8 la transfieren a lOdo y ocultan la verdad. sabiéndola. para no
mover esquemas que pudieran poner al descubieno su incoherencia. y
por lo mismo la tergiversan; y finalmente. mienten descaradamente
con la ltanquilidad que les da el mesiánico argumento de que ellos
también exponen la vida y han visto morir a amigos que ¿por qué no
habrían de ser considerados inocentes, si eran de los pocos que "saben"
cumplir con su deber? Su vida vale más que la de quienes no se
comprometen o no "hacen nada" aunque tampoco sean enemigos. es
preciso que haya muenos para que haya guerra ... que haya muchos
presos... si yo sufro que sufran los demás... es su tesis.

Amar es combatir, si dos se besan


el mundo cambia. encaman los deseos,
el pensamiento encarna, brotan alas
en las cs(Xlldas del esclavo, el mundo
es real y Ulllgiblc, el vino es vino.
el pan vuelve a saber, el agua cs agua,
amar es combatir. es abrir puenas,
dejar de ser fantasma con numero
a perpetua cadena. eondcn¡¡do
por amo sin rostro.
Piedra de sol (Libertad bajo palabra).
Octavio 'P'dZ.

Estoy atado al liempo


prendido prendado
CSlOy enamorado de este mundo.
Octavio P-dZ.

210
17-3-86

Me deja mal sabor de lxx:a hablar de política en CSUlS tierras. Tengo


que uaw de no volver a hacerlo en mucho tiempo.
Todo este tiempo he estado ocupada con Ia.'\ oposiciones para biblia-
ICCIS pero lodo ha sido bastante raro porque no se han cumplido las ba-
ses. En lo sucesivo tengo que seguir con el LIabajo que empecé por mu-
cho que me cueste.
Vivo sensac iones y momentos que me hacen pensar que estoy em-
pezando a realizar y asumir el cambio: la vuelta a mi origen. No me
identifico con la njfla y ¡ajovencita que viv ieron en este lugar hace mu-
chos años, yo ya no soy ellas, soy Olfa pero ¡qué placentero es estar
cerca de ellas!. ¡volver a encontrarlas!, ¡hablar con el las! Algunos
olores. sonidos, paisajes, comidas y sobre lodo algunos días especiales
pot S'u temperatura, grado de humedad, viemo .. . ctc. me tracn a la
memma. al corazón. a mí entera, recuerdos y vivencias, sensaciones.
ya conocidas. pero no vividas duranle largo tiempo, scnsaciones que
I0Il fuertes y no puedo reconocer como nuevas porque en muchos
casos las viví ya antes, ¡maravilloso!

26-3-86

Hoy salimos de vacaciones para ulloS día. . ¡t Ezcamy: uumenta mi


üusión la idea de que es el lugar a donde ib¡l mi madre de vacaciones de
joycncita, y al que han vuelto no hace mu chos ¡lños mis padres con las
hcnnanas más jóvenes. Tengo ganas dc pascar y leer tranqu ilamente y
qué mejor que en un lugar por donde ha r umin;ldo ¡;'lmbién gente Lan
querida. Al ver la plw..a recordaré que Ana se cayó una vez en bicicleta
ahf mismo al pillar a una nina a la que no le P¡¡'\Ó nada. Me han dicho
que me fijé en el hOlel "La Coja" que es donde solían estar ellos. Hace
mocho tiempo que no preparaba las maletas tan a gUSIO, hoy ha sido
muy agradable. Vamos A., M. Y su hijo de un ailo Manuel.
Quisiera que los nioos rierun más fácilmellle.

211
Quisiera que los hombres focran menos "valientes", más temerosos
en el euidado de su vida y la de los demás.
Quisiera que las mujeres dejaran de pensar que no merecen lo que
tienen pan!. aspirar 8 nuevos y más profundas logros.
Quisicra, quisiera que todo el mundo quisicm.
¡Buenas vacaciones! "Bonnes vacanccs".

15-4-815

¡Simone de Bcauvoir ha muerto! "por causas no específicas" dice el


periódico. ¿Se ha suicidado? Me ducleeomo si de una madre se trawa,
y es que no hay duda de que ha sido mi "madre intelectual", mi madre y
mi padre pocque con esa madre no necesilaba padre.
Lef "El segundo sexo" con 16-17 anos, ¡qué emoción!, no podía
creer que alguien pudiera enscftarme I.3nto, confinnarme con tanlOS ar-
gumentos y Ianta claridad multitud de intuiciones propias que no me
atrevía siquiera a manipular por parcccnne a mí misma excesivamente
extraftas al medio en que vivía. ¡Me dab¡¡ la razón~ ¡Me dCSCubrfa
mucho más todavía! ¡Eslaba loca de contento! Luego busqué y devoré
siempre todas sus cosas con miedo a tcnninar. Ha sido clave en todas
mis crisis, me he apoyado siempre en ella pam d:lnne fuerLllS y lograr
actuar con libertad cuando esto era particuL.1nnentc difícil. La sencillez
con la que ella hacía, 10 tedioso y triste de los personajes que no
lograban hacerlo... Le leí en la crisis del 79, en la del 85 Y lanlaS otras
veces... siempre fue estímulo y leerle , sentirme reconfortada... afir-
mada.. .
El verano pasado en París, a pesar de creer que gran pm:te de mi yo
adolescente ha quedado muy atrás. muchas vccc..<; en la calle, cuando
pasaba por "Deux M¡¡golS", y más por Montpamassc. pensaba en cuán-
la me gustaría encontrármela y mirarle, como una joven " fans" de un
artiSIJl de moda cualquiera, ¡hasta ahí Ilcg:Jlxl mi amor por ella! Ya nun-
ca la veré, pero su inOuencia y mi reconocimiento y agradecimiento
por ello sólo morirán conmigo.

212
2J.4-8ó

He terminado la lectura que tenia ~ mano, he leído "Uliscs" d~


Joyee. "Primavera con una esquina rota" de M. Bcncdcui y la " Inso-
portable levedad del ser" de Milán Kundcra, esta última ha sido la
novela más impacLantc y que he leído con nuís fervor. Vuelvo a los
poemas de Emily Dickinson, pcro echo en falla e l conocer y te ner una
cominuación ... porque no me alrCvo a cn frcnt:..rmc 3 la tarca... Al leer
"La Insoportable levedad del ser" vi con horror que los pro13gonislaS
principales de la novela son dos parejas. ¡lo mismo que en la mía! ,
¡qué horror!. ¡qué desilusión!, mejor dicho ¿quién iba a creer si yo
lograra continuar y finali zar mi trabajo con éx ito. que mi idea rue
anlCrior a esa Icclum? No lo puedo dejar por eso, pero 10 cierlo es que
hace mucho que no trabajo y este hecho me desanima enorm emente.
Me cosLÓ pensar y decidir una estructura , aposté por prioritar cuatro
personajes, principalmenlc una muje r y un hombre de distintas parejas
y sus panenaires con algunos diálogos entre ellos ¡y encuentro en la
novela bcsl-seller de estos úhimos meses algo muy simi lar! A esto se
le llama tener mala suerte. Cuando empiezo a hacer mis pequeftos pi-
nitos en este campo un golpe como éste ... y empc:l.Uf otra cosa me re-
sulta más dificil todavía, pero seguir con eMO Lr<Il.mdo de dcsmarcarme
continuamente de esa nove la ... La verdad es que la he le ído muy rápido
y si no vuelvo a ella, no podría inOuinne mucho. ¡Qué mal rollo!

14-5-86

Mi cumplcai\os de este año no se parece en nada al del año pasado:


debajo de la almohada me he encontrado un he nnoso rega lo de J. y de
Aka.itz. Y hay tranquilidad en mí.
El fin de semana pas'ldo hemos cslado de excursión en Madrid , con
un sol radiante y mucho calor; hemos visto parle del Musco del Prado,
el Gemika .. . y sobre todo a los amigos que viven allí. con los que
hemos pasado dos veladas muy agmdablcs. Nos han prestado mucha
atención, y a pesar de que para mí son a mistades recientes, no así para

213
J., yo CStoy muy a gusto con ellos; creo que se ve fácilmente que hay
' Ina inlensa corrientc de comunicación entre nosollos. Hablé baslante
rato con Inés el sábado por la manana en que me acompatló al Regislfo
Civil Central para sacar el Aela de Nacimiento de AklliLZ. Y tocamos el
punto, en mí connictivo, de la relación que involuntariamente hago
entre N. y P., que me lleva a veces a situaciones tensas o eXlfai'las en
su presencia, le dije que había una especie de choque entre su "fucrJ..,a" y
la mía que se buscaban y se repelían , qui ...ús sea mucho decir pero hay
rugo que me cuesta mucho poner en palabms en este tipo.
El lunes cenamos con Juan, Alberto y Maite, también lo pasamos
bien. Vamos a ir juntos a Segovia a pasar unos días en casa del pri-
mero.
Ahora la cuestión del euskara se presenta ante mí sin escapatoria
posible: ¿me vaya poner a aprenderlo seriamente?, ¿sí o no?, ¿merece
la pena o no desgastar en ello el tiempo y la energía necesarios? El
problema principal es que he perdido lodo interés por el "mundo" al
que el euskam me puede dar acceso, eSLQ es lo tri ste y lo que más me
desanima a la hora de planteanne iniciar una empresa tan dura. Claro
que la lengua en sí puede tener un atractivo, peco...
A los que todavía pregunlan ¿de buena fe? por qué me vine, sólo
decirlcs que no tenía ya un soporte ideológico en el que apoyar el
esfuerzo y el dolor de estar lejos de la genlC más querida, la {alta de
confianza cn los que propugnan qué debe hacerse, y una especie de fuer-
te necesidad de desmarcarme de ellos y qu ¡tarme de encima "la etiqucta"
de miembro dirigente que los migm{'._ habían hecho que perdurara. En
resumen, para lo que fallaban razones era precisamente para quedarme.
¿Por qué permanecer ex il iada cstando abierta la posibilidad de no
hacerlo? En mis circunstancias no tenía sentido.

9-6-86
Hoy hace un ano que atravesé el Allálllico con la idea de instalarme
de nuevo en Europa, no sabía si en Francia o aquí, aunque descaba ar-
dientemeOlc que fuera aquí, yaquí fue , en una Donostia todavía no reen-
contrada pero vivida porque está ante mis ojos.

214
De México sólo traía dos maletas, un bolso de mano (los libros I~
babia enviado por correo) y Akaitz en la otra mano; además muchos
eswdios.expcrieneias. rene xiones y vivencias que hoy no parecen eslar
abí. pero que yo distingo a pesar de los pesares.
No soporLO que el medio ambiente me coma, en México y e n
Oayona. por ser extrJnjcra, no se me asimilaba al reslO de la gente, se
daba por supuesto que tenía una historia diferente, sin embargo aquí...
y no es por orgullo O prepotencia, es porq ue ello supone quitar todo
valor a los doce años vividos fuera y además me pone en inferioridad de
condiciones con la gente, ya que ellos tiene n una experiencia de la vida
de aquí y yo no.
Hoy, con mi pasado a cuestas, y con mi pas..'1do de apoyo porq uc
oada se repite pero una llega a e ncontrar alguna rcgularidad que le da
seguridad, busco avanzar. Quiero seguir y buscar como otras veces,
claro que a veces he encontrado. pcro 00 por ello dejo de buscar, en
definitiva qui7.ás esos encuentros con fimlen que merece la pcna seguir
buscando, lo que para mí debe ser segui r "viviendo", sin olvidar los
descansos. seleccionando, sin prisas, pero seguir...

/8-6-86

"El Cuarto de Jucob" me dejó con un sabor de boca raro, consigue


transmitir muchos e lementos de la vida de la gente que pocos libros
logran rcalrnenlc. Se ve que Virginia Woolf llegó csta vez muy adentro
y además consigue expresar lo que h..'l y. en un libro, en el tono de
"quien no decía nada", no parece estar descubriendo algo al lector por·
que lo hace con demasiada natumlidad, dando por hecho que todos sabe·
mos algo de ello, y con tama discreción (Ille ni siquicr.1 insinúa que en
genera) se suele lnltar de olvidar, de no reconocerlo ni ante uno mi smo,
que nadie habla de ello en nueslnls sociedades, ni escritores, ni gente
comun. por la dific ultad que hay de asumir la contradicción. algo que
impregna nuestra vida. sentimientos. etc. y que IlOS negamos a ver.
Es una obm demasiado lúc ida, en la que va más allá que e n otras de
sus novelas, de sugerir algo más. sin llegar tOlalmente a decir, de insi·

215
nuar a planu:ar situaciones reales de todos los días, con gran bellC7.a.
!.Sólo la belleza pcnnancce?
Sin embargo, la novela parece carecer de una estructura pensada
previamente y si la hubo, se ha buscado romperla, como si lo que im-
portara sólo fuera lo que se quiere decir, el contenido, y la fonna
estuviera totalmente al servicio del primero. Esto desconcierta a veces
un poco, pero da toda la impresi6n de que e.~ intencionado, como si
pretendiera expresar el caos y lo irracional de nuestro mundo en
general. Pero lo peor del caso es que el desenlace de la novela confirma
plenamente esa idea y por eso nos deja pensaLivos, un poco absortos,
como anonadados y bastante tristes. ¿Así de absurda es la vida? Virgi-
nia Woolf es en esta novela mucho más esctpLica y pesimista que en
otraS, ni siquiera las pcquenas cosas de la vida: como una reuni6n, una
comida, unas salida, un encuenlrO, Lienen aquí un encanto que en otras
ocasiones les caracteriza ... pero, sobre lodo, es la mucne del personaje
principal la que nos deja como abrumados, habíamos llegado a querer-
le. como ella, y por eso es tambi61 doloroso el final.
"El cuarto de Jacob" no ha sido valomdo suficientemente, al igual
que yo creo que tampoco lo ha sido su aulorJ en una mcdidajusLU. Ten-
go que leer su biogruHa, lo que siempre retruso, la de Quentin Bccll,
pero no entiendo cómo se oye hablar tan poco de ella (quizás en OlnlS
tpocas se haya hablado más) euandoa mf me produce tanl4l admiración;
y empiezo a pensar algo que quizás ella tambitn sospechó, que si hu-
bicrn. sido hombre le hubiemn dado el Premio Nobc.I.
ImpresionanlC ese libro, páginas y más páginas de gran belleza. no
como en Joyee con quien a veces hay que aburrirse muchas páginas
hata enconlrdl" las buenas; aquí hay muchas más buenas que aburridas,
si hay alguna completa, asr, y el conjunlo, a pesar del problema ese de
la estructura, j impresionanlC!
Me sienLO ~bil, me he apuntado a un cursillo de euskaru para el
mes de Julio, ¿conseguiré jumar mis energías en esa dirección?, no hay
otta manera de aprender ese idioma, pero dudo mucho de que logre
reunir mis fuerzas en esa única direcci6n y sin embargo es lo que me
he propuesto hacer a cono plazo ( 1 62 ailos). Ojalá pueda no dispcr-
sanne, interesarme totaImenlC en ello.

216
He empezado a cobrar el subsidio de dc.scmplco, me han pagado lo
reuasado desde Marzo, sc me termina en Septiembre del ano que viene.
Esto me ha animado a met.erme e n elases de euskara, vay a aprovechar
esle tiemJX) en algo que, a poder ser, tenga un resultado real, al menos
si después del próximo mes me quedan ganas de seguir. Me alivia mu-
cho el cobrar todos los meses mi sueldo, mi dinero.

22-8-86

Después del programa "Apostrophe". Tienen razón los llamados


"nuevos fi lósofos" franceses pero es dudoso que su discurso favorezca a
los oprimidos en los países del "socialismo real", y es casi seguro que
en el mundo occidental su discurso favorece a los opresores-poderosos.
Tienen razón, tienen razOn, pero ¿no es mejor callar? Yo callo_

5-9-86

Tengo días tan malos a veces que me asombmn a mí misma. A nlc.~


de esta úhima menstruación he estado desesperada, c.~s dfas creo que
van muy ligados al ciclo menslrWll, es curioso, pero más de una vez
los siento como algo que me vendría impuesto, sin control y qué sola
me siento !'rente a ello, como si nadie pudiera abarcarme. Entonces
pienso que sólo el escribir podría salvarme, que lo que necesito es
expresarme por algún med io, romper todos los silencios, y no veo alfa
medio, aunque no creo que sea el único y ni siquiera el mejor, que la
palabra, digo que pam mí sería e l único, porque es el que mejor o peor
he aprendido en todos estos rulos.
Sin embargo, no me siento prcpamda para ello. he estudiado mu-
cho, he leído más, he hecho montones de ensayos que en el nivel de la
universidad emn considemdos buenos. pero no es ése el género que me
atrae. no es la forma mejor de decir cosas, es una forma de aprender.
pero creo haber llegado a un tope. como si no pudiera seguir por ahí.
lo malo es que tempoco me siento preparada para laM.arme a Olfa cosa
y hacerlo bien.

217
Pisar esta tierra. pisar la tiena en que nacl... lo he sonado tanto
durante atlos y ahora estoy aquí. éste es mi pueblo. mi país... y se ha
armado tal revuelo. es como si un volcán o un terremoto hubiera levan ·
tado y removido montones de capas que de alguna forma. sin dejar
nunca de tener pequcl\as o medianas erupciones. desli7..amienl05 y de·
más, habían logrado cierto asentamicnto. ahora cl volcán ha erupcio·
nado pero no echa nada bello. simplemente se revuelve. hierve sin lo·
grar asentarse.
No puede ser... quiero pensar que todo esto me llevará a un pucno
tranquilo. más maduro, siempre que no me dt prisa. que no corra mu o
cho, JXllque en mi juventud quizás corrí demasiado.

218
Capílulo 10
MIERCOLES, 10 de SEPTIEMBRE DE 1986

El martes, 9 de septiembre, Yoyes " Akaitz fueron en tren de San


Sebasliáo a Ordizia, Angelita había invitado a su nieto a ver las vacas
y demás de la gran leria que se iba a celebrar al día siguiente con
motivo de las Fiestas Vascas, aquellas 118stas d8 las que Yo"es había
escrito un dia, allá por la adolescencia, que 10 uoico que le lastidiaba
era no saber euskara para seguirlas mejor.
la feria semanal de Ordizia tiene en esa fecha su punto cul·
minante ; 10$ diferentes concursos -de q ueso, productos de hU8rta,
ganado, etc.- atraen lo mejor de la provincia y alrededore s. El aspecto
comercial se funde con la 'iesta: bertsolaris, trikitixas y partidos de
pelota son compartidos igualmente por gente procedente del medio
rural y del urbano,
Hace años, en la diK:ada de los 70, las Fiestas Vascas ofrecian
una buena excusa para organizar charlas y actos de reivindicación de
la cultura vasca. Siguiendo con la tradición, hoy en dia, y alrededor de
la :¡esta, se desarrollan también diversos actos culturales. Yoyes iba
a recuperar estas fiestas después de doce años de ausencia.

2 19
Al atardecer del martes estuvo bordando el nombre de Akaitz en la
bata que acababan de recoger en la tienda de un tro. El n¡fIo, feliz con
su batita nueva para el Liceo, pedla que le bordara también los dos
apellidos. Oorronsoro y GonzAlez.
Más tarde, Yoyes y Glori fueron al -Herri Antzokia-, donde pro·
y8C1aban, dentro del programa de la Fiestas. la pellcula "Ehun metro·.
Basada en la novela de Ramón Saizarbitoria: relata la persecución y
muerte de un militante de ETA par parte de la paliela. A la salida del
cine Yayas comentó que se habla sentido bastante angustiada. El
protagonista. en su huida, siente la presión de una llave que le trae
viejos recuerdos. Yoyes contó que, cuando vivía exiliada en Baiona.
tenIa una llave con la que podía abrir casi todos los portales de la Parte
Vieja.
Por la noche Gema acostó a Akaitl y Yoyes comentó que era la
primera vez que el niño permitía eso: estando Yayes. Akaitz ten Ia que
dormirse siempre con ella.
El 10 de septiembre amaneció un dla espléndido: Iresco por la
mafiana, el calor lue ganando terreno con el paso de la horas : el
paisaje, que se destacaba en colores vivlsimos sobre un cielo muy
azul. anunciaba ya la proximidad del olono, esa eSlación que Yoyes
echaba lanto de menos en México. y a la que consideraba clave. ya
que habra siclo escenario de cambios y acontecimientos trascenden·
tales en su vida. positivos unos y muy negativos otros.
Por la mal'lana, Yoyes estuvo en la tienda can su padre. des·
pachando como lo hacIa años atrAso Desde allí habló por lelélono con
su hermana Ana. de vacaciones en el Pirineo. que llamaba para recibir
las felic~aciones de la familia, pues ese diacumplía veintidos años.
Al mediodía. de vuelta a casa. dejó un momento a Luis porque se
habla encontrado con unos amigos que no veía desde hacia al'los:
Koldo Iztueta, JOX8 GoikoeIXea ... Quedaron 8n reunirse de nuevo en
plan de cena, pues habra muchas cosas que contarSe entre los
antiguos compañeros de militancia y andanzas. Más tarde, en las
escaleras de casa. se ve con su prima Aran!)(a Otaño , con quien habia
compartido muchos días de la niñez y adolescenc¡a. y quedan por fin
en citarse un dia para hablar como lo hacian en los viejos tiempos.

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pues todavía no habían tenido ocasión para hacerlo. Evidentemente,
era un dfa de encuentros facilitados por la fiesta.
Comida normal en casa, porque padre y hermanos tienen que
volver a sus ocupaciones. Todavla temprano a la tarde, Yoyes salió
oon Akaitz para entretenerle un poco; el nii'lo estaba Inquieto y quería
volver cuanto antes a Donostia. para estrenar al día siguiente su batita
nueva en el l iceo. Yoyes y Akaitz t enian que esperar a una amiga de
M. Asun. con la que habían quedado para volver a San Sebastián en
coche. Madre e hijo iban a ir mientras al parque de Altamira. al de "la
montañita·. pero se quedaron a medio camino. viendo los tractores de
la feña. que estaban expuestos en una plaza todavía I:In construcción.
Angelita salió de casa para ir a la tienda. pero tomó el camino largo.
para así atravesar el pueblo y ver el ambiente. De pronto se encontró
entre gente inquieta, que corría. Decían que una chica se había suici-
dado. Dos enfermeras le tomaban el pulso. Reconoció los calcetines
de M. Asun: "iEs mi hija!". l evantó un poco la manta y vió a Yoyes.
Angelita no podía entender nada. ¿Por que se habrá suicidado? Akaitz
se le abrazó llorando: "Amona, amona. bi gizonek hil dute". Eran las
cinco y media de la tarde de un miércoles, la misma hora y el mismo dla
d.1a semana en que ella había dado a luz una nueva vida.
Alguien llevó a Angelila y Akaitz a casa. Este a pesar de la hora.
s. durmió profunoamente . Al despertarse. ya casi de noche, rechazó
• Gema con dureza: "Nik amarekin nahí det". Por fin accedíó a bañarse
con Glarí. Más tranquilo, le cont6, ayudándose de gestos: "Bakeroak
etorri dira pistolekin eta ama hit egin dute".
Para entonces la fiesta habla enmudecido. Al día siguiente Ordizia
quedaría paralizada por una huelga general. y horas antes de que
Voyes volviera a la tierra. a la vista del Txindoki. ETA reivindicó su
asesinato mediante un comunicado en el que acusaba de: . ... cola-
boradora en los planes represivos del Estado opresor espanol y
traidora al proceso de liberación que el pueblo trabajador vasco lleva a
cabo".
Esta acción iba a ser una de las máS"'controvertidas en la historia
de ETA. como lo muestra el hecho de que. por primera vez. lideres de

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H..,.i Balasuna se hayan visto obligados a justificarla y defenderla una
y otra vez p(bk:amf(lt• .
No •• ajeno a -'lo .1 h«:ho de que el asesinato de Yoyes hubiera
creado un fuerte Impacto en la opinión pública, provocando un eco
Inusual en los medios de comunicación, como lo manifiestan las de-
cenas de artrculos y cartas que, desde dislintas JX)siciones, reivin-
dicaban a Yayes y expresaban su solidaridad hacia ella
Ahora, al pasar por la plaza. Akaitz todavla recuerda: "Hemen hil
zuten ama". Por lo demás no sabe muy claro si su madre se fue al c ielo
volando como las brujas o en avión, ese avión que más de una vez los
habla acercado y separado.

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FRENTE A UN INTERROGAN fE

El niño, de tiempo en tiempo, m.e pre¡:uflla . ammxo non


dago?
Los primuos d{os mi resp~s((lfue un ((InlOtacilurna: pero
01[1/101. inUfIlando calmar su ansiedad Itllenle, le he dicho lo
t¡III! ftOS enstii.aron de niños a tI y a mI: z.eruon.
Ya sé qla tú erasparlidaria del puro realismo. que no te iban
los c~nlos de hadas anle claslioflts tan trascendentales. Ya sé
que tú luchaste por traer ti cielo a la tierra y que el relOrnar a la
uanquilidnd de la 1IQluraleza no le asustaba. Más de una vez,
harta de larnas guerras, cansalÚl de tanto desasosiego CÚJsurdo me
dijiste: ¡Qué bien estarra ahora en el vientre de mi madre!
Nunca le olvidasle del útero materna. nunca abandonaste del
todo el útero familiar, soñasle y buscaste ti útero social, olyj-
dmtdo todo desengaño de fos de U'ftr y de 10.( de siempre.
Ahora te encuenlras en Itu entrañas de la tierra, muy a pesar
l Uyo, porque ilusión no te fallaba para seguir endulzando en IU
regal.o al soplo de tu barro. al suspiro dI! tu vida , a tu Akaitz.
QId pena ¿verdad?Qué desgarro para elfrulO de I u deseo, qui au-
uncia de tu viva presencia, qué locura para :an lierno cami·
IIaIIle,
El cielo grande y bello, la eternidad inmensamente .dlencio-
sa, lUla senda láctea en la noche húmeda , son la,\' referencifu que
doy a Akai¡z sobre IU perpetua residencia.
Tu amiga de largas horas, Emily Oickimon. dice que "los
Nlrc6ticos no pueden inquietar el dieflle que nos roe el alma" .
Tal vez lenga raz6n. Pero. ¿qué hacemos eslO.f dos hijos IUyo.f
sin un consuelo inyisible. sin una mlLsiCll que IC.f venga del
más allá? ¿Qui hacemos si no lanzamos lUla omln en/re tú y no-
sotros capaz de encontrarnos en IUI arrUJnecer gris o en una ()(i-
mollera rota?
Los amigos que le vieron unos ",inmoJ o se te (lccrwron
bwcando allura, nos recomiendan que Yay<lfrIQJ .filendllfulo tu

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eco, que cerremos las venlanas €k la memoria. No entienden por
qué 110 acallamos esos sonidos lUyas, esas vibraciones luyaJ,
ese alfabelo amoroso luyo capaz €k embellecer lada crispaci6n.
Ahora que lUS mejores compañeras son las estrellas que te
abrazaroll en el cielo y las aves que le cortejaron al alejarte de
fIOSOlros. Ahora que pue€ks vigilar desde lo allO IIIUW ros sue-
ños. Ahora que nuestro corazoncilo lale pesadamen/e. Ahora no
podemos reducir a la nada esos ojos que eran fuego, C.fa mirada
que cra luz, ese ros/ro que era vida. Por e.m, cada vez que el
niño me prcSUIIle dón€k es/á su anltUXO, le responderé: Zerunn.

Junnjo

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Pr ime-ra CnmuniÓn. ¡ ' ·')·61

En In playa con M; " sun. l -R-n .

Con el uniforme- del


cok-gio. 1960 (!)
Yoyes. 1)11 Y M Asun con una prirru . en b lerl".IU de
Guidne. 1958 (?).
Con sus compañeras de colegio, en una repn'senl3ci6n 1e3lral. 1%2
, '

En la "Colon;:L Infantil de Riv;1 ~lIosu ··. 1966


¡;-
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~ 1.
3 .
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~ , ~ ,'
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%' I
2: '
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~. ,
En la {t'rraza dt' casa con sus
1970

En la huerta ck ca~a 1971


En una boda con sus primos. 197~
t

Primer viaje n París. St-mJn:l SJntadel En P~rís. Semana Santa del 76.
76.

Con Isa r Glor; en Valensole. Febrero del 79.

Octubre del 78 ¿.. .?


En el mercado de Taxo).
AgoslO del RO

En T uco. Agosto dd 80. En su ~~a de Mtlxico. 19HO


C.oyoacan. con Juanjo y Glo ri. el 24·1O·t:l2.

Pirámide: "TeTlayuca". 19R3.

Mtxico. Junio del fB


a Dolores González Ctltarain
10 <k Stpliembre de 1986

NckaM, M.rmana mÍil:


hoy si qUl! no conleSlartLf
mis cartas
y tendré que buscarte
en la tibieza
de aquellas tordes
amarillas.
ReencOnJra"ws
nuestro amor de niñas
tendidas en lo hitrba
conllt!rsando
yen medio
th un azul violcta
~ hablabas de la lluvia
que c"",fa tus noslaisia,f.
Te quiero conscrWlT
como (lItte.f, lu:r!flmr(I,
pero de pronto
tus alas dcSlrOllldll,~
me aniquilan;
r ompieron tu c"incQ
de luces y fuego
y las flores ck ,<¡(lngre
como río
ahogarán por siempre
nuestras dichas.

Rocfo DÚJzc.~cQ/.N.lf'

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