Hora Santa en Acción de Gracias Por El Año 2013

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HORA SANTA EN ACCIÓN DE GRACIAS POR EL AÑO 2013.

1. Canto: El Espíritu de Dios está en éste lugar.

2. Visita al Santísimo Sacramento:

Jesús mío, Dueño adorado, que escondido en el Sacramento del amor os


quedasteis aquí conmigo para endulzar mi destierro. ¿Cómo no consagrarme yo a
consolarte en el vuestro?

Ya que tú me das tú Corazón ¿Cómo no entregarte yo el mío? Te consagro, Oh


Corazón Eucarístico de Jesús todas las potencias de mi alma y las fuerzas de mi
cuerpo; quiero esforzarme en conocerte y amarte más y más cada día para
hacerte conocer y amar; no deseo trabajar sino a gloria tuya, para cumplir la
voluntad de tu eterno Padre. Ofrezco todos los instantes de mi vida, como otros
tantos actos de adoración ante tu real presencia, en acción de gracias por el
incomparable beneficio de la Eucaristía, en reparación por nuestra cruel
indiferencia y en incesante súplica a fin de que ofrecidas por Vos, sean elevadas
nuestra oraciones purificadas y fecundas hasta el trono de la Misericordia Divina
para tu eterna Gloria. Amén.

3. Canto: Hoy perdóname

4. Oración de perdón:

Padre, hoy, en tu presencia, queremos entregarnos y abandonarnos en tus


manos. Queremos rendirnos incondicionalmente a Ti Somos tus hijos en
Jesucristo, nuestro Señor. Que bueno, Padre, que enviaste a Jesús como nuestro
Salvador. Alabado seas porque aceptaste el sacrificio de Jesús en la cruz y
perdonaste nuestros pecados. Que bueno, Padre, que podemos tener paz contigo
por causa de Jesús y de su Sangre derramada por nosotros.

Hoy queremos acoger ese perdón. Y por eso, arrepentidos, pedimos que tu sangre
generosa venga sobre nosotros y sobre cada miembro de nuestra familia para
purificarnos. En este momento nos abrimos a la acción de tu Santo Espíritu. Ven
Espíritu Santo, tú que eres luz, amor divino y vida eterna.

Ven Espíritu Santo, tú que eres luz, amor divino y vida eterna. Ven Espíritu Santo
y revélanos todas las raíces de muerte instaladas en nosotros por causa del
pecado. Danos esa conciencia del pecado, esa convicción profunda de
arrepentimiento, para que, ahora mismo, podamos acercarnos a Jesús y recibir su
perdón.

¡Perdón, Jesús, Perdón! Nosotros te agradecemos y te bendecimos porque tu


Sangre redentora, que nos purifica de todo mal, está fluyendo sobre nosotros. Tu
perdón está viniendo a nuestro corazón. Estamos siendo renovados por tu amor.
Bendito seas Señor, por este momento de gloria en que nos reconcilias con el
Padre a través de tu Sangre. Amén.

5. Lectura del santo Evangelio según San Marcos 9, 30-37:

En aquel tiempo Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron


Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.
Les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo
matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.” Pero no entendían
aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaúm y, una vez en casa,
les preguntó: “¿De qué discutíais por el camino?” Ellos no contestaron, pues por el
camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los
doce y les dijo: “Quién quiera ser el primero, que sea el último de todos y el
servidor de todos” Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y
les dijo: “El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que
me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.
Palabra del Señor.

6. Momentos de Reflexión:

En el evangelio de Marcos, el «camino» representa el itinerario de formación de un


buen discípulo. Jesús no quiere un grupo de fanáticos que le entonen vivas a su
nombre, sino un grupo de personas responsables que sean capaces de asumir un
proyecto. Por esta razón, sus esfuerzos se concentran en la enseñanza de sus
seguidores. Pero, la instrucción parte de los desaciertos y de las respuestas
erráticas que ellos van dando a lo largo del trayecto hacia Jerusalén.

El «niño» era una de las criaturas más insignificantes de la cultura antigua. Por su
estatura y edad no estaba en condiciones de participar en la guerra, ni en la
política ni en la vida religiosa. Jesús coloca a uno de esos pequeños en medio de
ellos y muestra cómo el presente y el futuro de la comunidad está en colocar en el
centro no las propias ambiciones, sino las personas más postergadas y simples.
Sólo así se revierte el sistema social de valores. Y sólo así, la comunidad es una
alternativa ante el «mundo», que ya sabe poner en el centro a las personas
adineradas. La novedad de Jesús consiste en hacer grande lo pequeño, lo
doméstico e insignificante.

Eso que Jesús revelaba -con una paradoja- era muy serio: Jesús identificaba su
propia suerte y la de Dios con la suerte de los niños, los que no tienen derechos ni
quien mire por ellos, los últimos, los despreciados, los no tenidos en cuenta.
Porque en realidad todo él se identificaba con ellos: se había puesto de su lado,
había asumido su causa como propia. Por eso decía que todo servicio hecho a
ellos se le hacía a él mismo y, en definitiva, al Padre.
7. Oración de Acción de Gracias:

Gracias Padre, por todo cuanto me diste en el año que termina.


Gracias por los días de sol y los nublados tristes; por las tardes tranquilas y las
noches oscuras.
Gracias por la salud y la enfermedad, por las penas y las alegrías.
Gracias por todo cuanto me prestaste y luego me pediste.
Gracias Señor por la sonrisa amable y por la mano amiga, por el amor y por todo
lo hermoso y por todo lo dulce. Por las flores y las estrellas, por la existencia de
los niños y de las almas buenas.
Gracias por la soledad, por el trabajo por las inquietudes, las dificultades y las
lágrimas. Por todo lo que me acercó a Ti...
Gracias por haberme conservado la vida y por haberme dado techo, abrigo y
sustento...
¿Qué me traerá el año que empieza?
Lo que Tú quieras Señor.
Pero te pido FE para mirarte en todo, ESPERANZA para no desfallecer y
CARIDAD para amarte cada día más y para hacerte amar.
Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad.
Dame Señor, lo que Tú sabes que me conviene y yo no sé pedir.
Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas y que me
halle siempre dispuesto a hacer tu Santa Voluntad.
Derrama Señor, tus gracias sobre todos los que amo y concede Tu paz al mundo
entero. Así sea.

9. Bendición.

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