Estrategias Docentes Frida Díaz Barriga.
Estrategias Docentes Frida Díaz Barriga.
Estrategias Docentes Frida Díaz Barriga.
Capítulo 5
ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA PARA LA PROMOCIÓN
DE APRENDIZAJES SIGNIFICATIVOS
INTRODUCCIÓN
Una línea de investigación impulsada con gran vigor por la corriente cognitiva ha
sido la referida al aprendizaje del discurso escrito, que a su vez ha desembocado
en el diseño de procedimientos tendientes a modificar el aprendizaje significativo
de los contenidos conceptuales, así como a mejorar su comprensión y recuerdo.
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En el caso de la aproximación impuesta, las "ayudas" que se proporcionan al
aprendiz pretender facilitar intencionalmente un procesamiento mas profundo de la
información nueva y son planeadas por el docente, el planificador, el diseñador de
materiales o el programador de software educativo, por lo que constituyen
estrategias de enseñanza.
Nótese que en ambos casos se utiliza el término estrategia, por considerar que el
profesor o el alumno, según el caso, deberán emplearlas como procedimientos
flexibles y adaptativos (nunca como algoritmos rígidos) a distintas circunstancias
de enseñanza.
En el caso del presente capitulo, nuestro interés se centra en presentar una serie
de estrategias de enseñanza, las cuales serán detalladas en particular en su forma
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sugerida de uso. Posteriormente, como complemento a este capítulo, en el
siguiente se explicarán las estrategias de aprendizaje.
Cuadro 5.1
Estrategias de enseñanza.
Analogías Proposición que indica que una cosa o evento (concreto y familiar) es
semejante a otro (desconocido y abstracto o complejo).
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Objetivos o propósitos del aprendizaje
Resúmenes
Ilustraciones
Organizadores previos
Preguntas intercaladas
Pistas topográficas y discursivas
Analogías
Mapas conceptuales y redes semánticas
Uso de estructuras textuales
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Otra clasificación valiosa puede ser desarrollada a partir de los procesos
cognitivos que las estrategias elicitan para promover mejores aprendizajes
(véase Cooper, 1990; Díaz Barriga, 1993; Kiewra, 1991; Mayer, 1984; West,
Farmer y Wolff, 1991). De este modo, proponemos una segunda clasificación
que a continuación se describe en forma breve (véase cuadro 5.2).
Cuadro 5.2
Clasificación de las estrategias de enseñanza según el proceso cognitivo
elicitado.
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El esclarecer a los alumnos las intenciones educativas u objetivos, les ayuda a
desarrollar expectativas adecuadas sobre el curso y a encontrar sentido y/o
valor funcional a los aprendizajes involucrados en el curso.
Por ende, podríamos decir que tales estrategias son principalmente de tipo
preinstruccional y se recomienda usarlas sobre todo al inicio de la clase.
Ejemplos de ellas son: las preinterrogantes, la actividad generadora de infor-
mación previa (por ejemplo, lluvia de ideas; véase Cooper, 1990), la enuncia-
ción de objetivos, etcétera.
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Por las razones señaladas, se recomienda utilizar tales estrategias antes o
durante la instrucción para lograr mejores resultados en el aprendizaje. Las
estrategias típicas de enlace entre lo nuevo y lo previo son las de inspiración
ausubeliana: los organizadores previos (comparativos y expositivos) y las
analogías.
Objetivos o intenciones
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Cuadro 5.3
Estrategias y efectos esperados en el aprendizaje de los alumnos.
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Partiendo del reconocimiento de que en los programas escolares los objetivos
deben tener un cierto nivel de concretización apropiado (grado de especificidad
en su formulación) y con la aceptación también de la función relevante que
desempeñan en las actividades de planificación, organización y evaluación en
la actividad docente, vamos a situarnos en el piano instruccional, centrándonos
en describir como los objetivos pueden fungir como genuinas estrategias de
enseñanza.
2. Anime a los alumnos a enfrentarse con los objetivos antes de iniciar cual-
quier actividad de enseñanza o de aprendizaje.
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4. Cuando se trata de una clase, el objetivo puede ser enunciado verbal-
mente o presentarse en forma escrita. Esta última es más plausible que la
primera, además es recomendable mantener presente el objetivo (en
particular con los aprendices menos maduros) durante todas las actividades
realizadas en clase.
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Capítulo 6
ESTRATEGIAS PARA EL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO:
FUNDAMENTOS, ADQUISICIÓN Y MODELOS DE INTERVENCIÓN
Introducción: ¿Qué significa aprender a aprender? Metacognición y autorregulación del aprendizaje
¿Qué son las estrategias de aprendizaje? Entrenamiento en estrategias de aprendizaje
Clasificaciones (le las estrategias de aprendizaje Sumario
Actividades de reflexión
Adquisición de las estrategias de aprendizaje
Hoy más que nunca, quizás estemos más cerca de tan anhelada meta gracias
a las múltiples investigaciones que se han desarrollado en torno a éstos y otros
temas, desde los enfoques cognitivos y constructivistas. A partir de estas
investigaciones hemos llegado a comprender, la naturaleza y función de estos
procedimientos valiosos que coadyuvan a aprender de una manera estratégica.
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• Captan las exigencias de la tarea y responden consecuentemente.
• Planifican v examinan sus propias realizaciones, pudiendo identificar los
aciertos v dificultades.
• Emplean estrategias de estudio pertinentes para cada situación.
• Valoran los logros obtenidos y corrigen sus errores.
Muchas y variadas han sido las definiciones que se han propuesto para
conceptualizar a las estrategias de aprendizaje (véase Monereo, 1990; Nisbet v
Schucksmith, 1987). Sin embargo. en términos generales, una gran parte ale
ellas coinciden en los siguientes puntos:
• Son procedimientos.
• Pueden incluir varias técnicas. operaciones o actividades especificas.
• Persiguen un propósito determinado: el aprendizaje y la solución de
problemas académicos y/o aquellos otros aspectos vinculados con ellos.
• Son más que los "hábitos de estudio” porque se realizan flexiblemente.
• Pueden ser abiertas (públicas) encubiertas (privadas).
• Son instrumentos socioculturales aprendidos en contextos de interacción
con alguien que sabe más.
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La ejecución de las estrategias de aprendizaje ocurre asociada con otro tipos
de recursos y procesos cognitivos de que dispone cualquier aprendiz. Diversos
autores concuerdan con la necesidad de distinguir entre varios tipos de
conocimiento que poseemos v utilizamos durante el aprendizaje (Brown. 1975;
Flavell y Wellman, 1977). Por ejemplo:
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El conocimiento esquemático puede influir decisivamente en la naturaleza y
forma en que son empleadas las estrategias cognitivas. Una base de
conocimientos rica y diversificada que ha sido producto de aprendizajes
significativos, por lo general se erige sobre la base de la posesión y uso eficaz
de estrategias generales y específicas de dominio, así como de una adecuada
organización cognitiva en la memoria a largo plazo (véase Chi y Glaser, 1986;
Pozo, 1989). Una base de conocimientos extensa y organizada (en dominios
específicos: módulos), puede ser tan poderosa como el mejor de los
equipamientos de estrategias cognitivas.
En primer lugar, puede decirse también que existen formas más, generales y
otras más específicas. Algunas estrategias son aplicables a varios dominios de
aprendizaje, mientras que otras tienden a restringirse a tópicos o contenidos
muy particulares. Esto ha llevado a algunos autores a clasificar entre
estrategias generales y específicas, aunque en muchas ocasiones se ha
incurrido en vincular a las estrategias generales con las llamadas
metacognitivas. (Véase, por ejemplo, Kirby, 1984 citado por Nisbet y
Schucksmith, 1987, quien utiliza el término "microestrategias", para las
estrategias cognitivas o de aprendizaje, y "macroestrategias'°, para el caso de
las estrategias metacognitivas.)
Otro asunto relevante, relacionado con el comentario anterior, tiene que ver con
el grado de especificidad que a veces hace confundir al término estrategia con
técnica o hábito de estudio o aprendizaje. Nos parece que la distinción
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fundamental entre cada uno debe referirse al grado de flexibilidad e
intencionalidad con que sean utilizadas cuando se requieran o demanden. En
este último sentido, cualquier entrenamiento en estrategias es incompleto si se
les concibe como simples técnicas a aplicar (como "recetas de aprendizaje"),
aunque no parezca aceptarse ni en su planteamiento ni en su forma de
enseñarlas (véase Muriá, 1994),
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favorecer la motivación y la concentración, para reducir la ansiedad, para dirigir
la atención a la tarea y para organizar el tiempo de estudio (Dansereau, ob. cit.;
Weinstein y Underwood, ob. cft.). Las estrategias de apoyo tienen un impacto
indirecto sobre la información que se ha de aprender y su papel es mejorar el
nivel de funcionamiento cognitivo del aprendiz.
Continúa
Estructuras y
planificación,
procesos
control y evaluación
metacognitivos
Identidad personal
Situados:
Motivación
Culturalmente Motivación y Expectativas
Históricamente efectividad Reacciones afectivas
Institucionalmente
Evaluación
Competencia y control
Estructuras y
Continuo uso de
procesos
estrategias
cognitivos
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características detalladas de cada una de las estrategias mencionadas en las
clasificaciones, pueden encontrarse con un buen nivel de profundidad el las
obras de los autores citados.)
CUADRO 6.1
Una clasificación de estrategias de aprendizaje (basada en Pozo, 1990).
Procesamiento ¾ Elaboración de
complejo inferencias
¾ Resumir
¾ Analogías
¾ Elaboración
conceptual
Organización Clasificación de ¾ Uso de categorías
la información
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son (en especial el repaso simple) las estrategias básicas para el logro de
aprendizajes repetitivos o memorísticos (Alonso, 1991; Pozo, 1989).
Por último, hemos incluido dentro del cuadro a las estrategias de recuperación
de la información, las cuales son aquellas que permiten optimizar la búsqueda
de información que hemos almacenado en nuestra memoria a largo plazo
(episódica o semántica).
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segunda se utiliza cuando la información almacenada es de carácter semántico
y puede ser utilizada aun cuando haya ocurrido más tiempo entre los procesos
mencionados.
Por ejemplo, pueden utilizarse varios tipos de estrategias que han demostrado
ser efectivas para el aprendizaje de información factual dentro de los
escenarios escolares. La información factual se presenta de diversas formas en
la enseñanza, tales como datos (aprender símbolos químicos o matemáticos,
fórmulas, datos numéricos, fechas históricas, etcétera), listas de palabras o
términos (como los nombres de países de algún continente, los nombres de los
ríos de alguna región, los elementos que componen un medio ecológico, o los
que intervienen en algún proceso físico, etcétera) o pares asociados de
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CUADRO 6.2
Clasificación de estrategias, a partir del tipo de contenidos declarativos
que se ha de aprender (inspirada en Alonso, 1991).
¾ Proposiciones ¾ Elaboración
• tomar notas
¾ Explicaciones (textos) • elaborar preguntas
¾ Resumir
¾ Elaboración conceptual
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tratamiento de la información más sofisticado y profundo que el aprendizaje de
información factual.
Habilidades organizativas
Habilidades analíticas
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Habilidades en la toma de decisiones
Habilidades de comunicación
Habilidades sociales
Varios autores, especialmente aquellos que han hecho investigación sobre este
tema en el campo del desarrollo de la cognición y de la memoria (J. Flavell, A.
Brown y S. Paris), se han abocado a trabajar sobre el primer asunto (véase
Flavell, 1993; García Madruga, 1991; Kail, 1984).
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A partir de las investigaciones realizadas por J. Flavell y su grupo, a principios
de los setenta, dirigidas a indagar lo que los niños pequeños eran capaces de
hacer respecto al uso de estrategias de memoria, encontraron algunos asuntos
de relevancia singular que merece la pena comentar aquí. Se demostró por
ejemplo, que desde etapas muy tempranas (aproximadamente desde los 7
años) los niños parecían ser capaces de utilizar, sin ningún tipo de ayuda,
estrategias de repaso de la información ante una tarea que las demandaba.
También se demostró que unos años después (a los 9 o 10 años) los niños son
capaces de utilizar, también de forma espontánea, una estrategia de
categorización simple para recordar listas de cosas y objetos. Se demostró en
varios estudios, que el uso de ambos tipos de estrategias al principio es
titubeante, pero su aplicación mejora paulatinamente con la adquisición
respecto a las estrategias y con los años.
Un hallazgo más interesante fue revelar que los niños de edad preescolar ya
eran capaces de utilizar los dos tipos de estrategias y beneficiarse de su
recuerdo cuando se les enseñaba directamente a hacerlo. Las diferencias
evolutivas entre estos niños y los que las utilizaban espontáneamente
(diferencias reales de varios años), se diluían por completo cuando se
establecía una comparación en su ejecución en tareas de recuerdo.
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véase más adelante) implicadas en el uso de estrategias. Se ha documentado
que la mejora del conocimiento metacognitivo se extiende hasta la
adolescencia, para la mayoría de los dominios de aprendizaje.
Según Flavell (1981, citado por Nisbet y Schucksmith, 1987) las diferencias en
la edad, existentes en la capacidad metacognitiva, se deben a que los niños
mayores poseen un caudal mayor de conocimientos, una mejor organización
de la capacidad, pero sobre todo, más destreza para utilizar esa información
estratégicamente para fines específicos, porque se va estableciendo una
vinculación cada vez más estrecha entre lo que se sabe y el conocimiento
metacognitivo.
Garner y Alexander (1989) opinan que los pequeños no han desarrollado tal
conocimiento porque aún no se han aproximado a reflexionar sobre el
conocimiento y/o su cognición como objeto de conocimiento, ante tareas
académicas; algo que los mayores se han visto impelidos a hacer debido al
gran número de tareas de aprendizaje intencional que ya han enfrentado en su
vida escolar, las cuales fungen como "catalizadores" y provocan la adquisición
de este tipo de saberes.
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pequeños llegan a reconocer que no es lo mismo realizar un acto de
aprendizaje accidental o incidental que uno intencional (este último involucra un
esfuerzo cognitivo distinto). En ello va involucrado el papel activo del agente,
quien actúa directamente por medio de ciertas acciones autodirigidas para
optimizar su funcionamiento. En un principio, los adultos (padres o enseñante)
son los primeros modelos de agente activo que el niño reconoce, porque le
enseñan (a través de situaciones de andamiaje) cómo conducirse activamente
para mejorar su aprendizaje o su ejecución en alguna tarea de solución de
problemas; más tarde, el niño logra entender que él puede desempeñar ese
papel, y una vez que consigue interiorizarlo, llega a ser capaz de hacerlo por sí
mismo.
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CUADRO 6.3
Adquisición de las estrategias de aprendizaje (ampliado de Flauell, 1993).
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proceso de adquisición-internalización de las estrategias (véase cuadro 6.3).
En ella se señalan algunos aspectos relevantes en torno al proceso de su
adquisición que tienen una clara implicación educativa.
Bajo esta visión, podemos observar que existe una primera fase en la que en
principio no es posible el uso inducido o espontáneo de las estrategias,
simplemente porque se carece de la competencia cognitiva para lograrlo o
porque no se ha aprendido la estrategia. En esta fase podemos decir que hay
una deficiencia cognitiva en el uso de mediadores o estrategias en situaciones
de aprendizaje.
Referencia:
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