Importancia de Las Variables Macroeconómicas
Importancia de Las Variables Macroeconómicas
Importancia de Las Variables Macroeconómicas
Lord Keynes es considerado por muchos estudiosos el economista del siglo XX, ya que
revolucionó el pensamiento económico al cambiar su postura respecto a la escuela del pensamiento clásico,
pues la problemática del momento (1929-1933) así lo exigía y, por lo mismo, no podrían esperar a que el
Estado regulara y participara a través de la política económica.
Así, Keynes no sólo hablaba de ofertas y demanda agregadas, de consumo y ahorro nacional, y de la
propensión al consumo por parte de la sociedad, sino que también estableció bases para la macroeconomía,
logrando el mayor impacto; aunque también hubo aportaciones de otros economistas.
Observa que el modelo Keynesiano se expresa en términos de agregados macroeconómicos, con dos tipos
de agregación involucrados:
Finalmente, cabe insistir que la aportación de Keynes (la más importante) es la formulación del principio de
demanda efectiva, con lo que concluye que:
[…] el nivel de empleo y producción es determinado por la magnitud de la demanda agregada y que el Estado
puede actuar sobre ésta por medio de instrumentos monetarios y fiscales a fin de alcanzar determinados
objetivos de empleo y producción.[1]
[…] mientras que para Keynes y los neokeynesianos el principal problema del sistema capitalista es el
desempleo y la concentración del ingreso, para los monetaristas el principal problema es la inflación, la cual
es provocada por el exceso en la cantidad de dinero, producto del intervencionismo del Estado. [2]
Para los monetaristas, un aspecto central de su análisis es la inflación, —la pérdida de capacidad adquisitiva
de la moneda—, la cual controlan a través de la oferta monetaria en corto plazo, y por la liberalización de los
mercados en el largo plazo —con el supuesto que toda oferta crea su propia demanda— y reduciendo
aranceles y subsidios. Hay dos versiones del monetarismo y que en función de ello la oferta monetaria puede
ser exógena y endógena.
Te habrás percatado que el corto y el largo plazo, en el monetarismo, modifica la estrategia a seguir para
lograr el ajuste automático de la economía, y cómo una disminución en la oferta monetaria reduce la inflación,
así como reducir subsidios significa sanear al sector público, haciendo menores sus gastos tanto efectivos
como virtuales, generando de inmediato la especulación financiera ya que se desacelera el crecimiento de la
demanda agregada, limitando créditos de consumo y pretendiendo dar estímulos al ahorro.
Los keynesianos se abocaron a resolver problemas relacionados con el nivel de demanda efectiva en tanto
que un monetarista lo haría por el análisis de la oferta monetaria y las situaciones de un mercado no
liberalizado.
1. La revolución keynesiana
La revolución keynesiana
Keynes se echó a cuestas la tarea de demostrar que el equilibrio de pleno empleo no constituye el caso
general. El caso general es el equilibrio con desempleo, y el empleo pleno es sólo un caso especial. Para
alcanzar la meta deseable del empleo pleno, el Estado está obligado a emprender políticas deliberadas en tal
sentido, porque las fuerzas automáticas del mercado no garantizarán tal resultado si no se ven auxiliadas.
Lawrence Harris
Como sabes, la revolución Keynesiana surgió en el siglo XX, generando serios debates debido a quienes se
opusieron intransigentemente a aceptar las nuevas ideas, lo que significó un intervencionismo moderado entre
la libertad económica absoluta y el control total del Estado sobre el ambiente económico. [3]
1.1.1. La vertiente mercantilista
Asimismo, se afirma que la doctrina mercantilista dio ideas de Keynes sobre el arte práctico de gobernar,
sobre la posibilidad de optimizar todos los recursos del sistema, la relación entre balanza comercial favorable
y la prosperidad nacional. Para Keynes, la técnica de análisis de los mercantilistas fue de gran importancia, no
así su doctrina nacionalista y monolítica. [4]
[…] el sistema capitalista no se equilibra a sí mismo de un modo automático, pues consideraba necesario
mantener el nivel de la demanda efectiva. Critica la teoría del valor de Ricardo y el teorema de Say. De
hecho, Malthus entremezcló teorías, lo cual le permitió llegar a conclusiones tales como el de que la
producción depende de la demanda efectiva, de la demanda que permite al productor cubrir sus costos. [5]
La doctora Joan V. Robinson identifica a Malthus como precursor del pensamiento Keynesiano; al igual que
Kurihara quien lo relaciona con la macroeconomía Keynesiana, de tal suerte que con él se presagia el
surgimiento de la moderna Teoría Keynesiana, y el comportamiento de la economía como un todo. [6]
Malthus es, entonces, un importante precursor de la macroeconomía de Keynes, observando que la demanda
global puede ser insuficiente, pues la economía no se autorregula automáticamente. [7]
Marx, en El Capital, trató los problemas del sistema económico, de la vida y
las relaciones económicas como un todo. Sin duda, fue una tarea de síntesis que otros economistas habían
descuidado, anticipándose al análisis moderno del crecimiento, pues el estudio global de Marx se considera
por algunos autores como orgánico, referido al organismo del capitalismo como un todo que se desarrolla,
mientras que el de Keynes se dio principalmente en términos de análisis mecanicista del equilibrio, ya que su
método consistió en investigar el mecanismo de equilibrio del capitalismo en una situación histórica dada, de
tal manera que se encuentra una diferencia fundamental entre la metodología marxista y keynesiana.
Por consiguiente, Keynes no sólo hizo aportaciones para superar la depresión y luego la crisis de 1933, pues
otros como D. H. Robertson y Pigou —dice Hansen—, así como G. Cassel, A. Marshall, R. G. Hawtrey, I.
Fisher y F. Hayec —agrega Kurihara—, desarrollaron teorías como la del dinero, los precios generales y, por
supuesto, una teoría general de la producción y la ocupación como un todo; es decir, Keynes y otros más se
propusieron analizar cuestiones como la estabilización de los precios generales y el valor estable del dinero;
sin embargo, la teoría general de Keynes impactó en forma impresionante la política económica aplicada en
países como Estados Unidos, principalmente. [9]La segunda guerra mundial, con su movilización total de
hombres y pertrechos por un lado y por el otro la transición de posguerra con sus problemas de inflación,
reconstrucción, balanza de pagos, el desarrollo de las economías subdesarrolladas y otros problemas
globales, requirieron de un marco general de referencia para experimentos fiscales, controles directos, planes
económicos internacionales y otras medidas de política pública. [10]
1.2.1. Macroestática
En los supuestos del análisis del equilibrio cambiante, si se pretende mostrar una imagen inmóvil de la
economía como un todo, el método macroestático es la técnica apropiada, pues consiste en investigar las
relaciones entre las macrovariables en la posición final de equilibrio sin referencia al proceso de ajuste
implícito en esa posición final. Dicha posición final de equilibrio puede estar reflejada por la ecuación
Y=C+I
Dónde:
Y = ingreso total,
I =inversión total.
No hay indicaciones de ningún mecanismo de ajuste, lo que vemos es que el ingreso total es idéntico al
consumo total más la inversión total, considerada como condición de equilibrio que se ha de satisfacer. Esta
identidad no incluye la variable tiempo, implica que el ingreso total se incrementa o decrece a menos de que
se gaste en bienes de consumo y bienes de capital una cantidad igual a ella, ya que el ingreso total no
aumenta ni disminuye; se puede decir que los consumidores y los hombres de negocios en su conjunto
desean gastar sólo lo que ganan en el período corriente, pero no necesita más información para saber cómo
el ingreso total ha llegado a esa posición de equilibrio, sin tomar en cuenta el tiempo. Algo de este
conocimiento se puede ver en el método macroestático comparativo.
Y=C+I
Y = C (Y) + I
En el supuesto de que el consumo dependa de manera específica del nivel del ingreso y de que la inversión
sea una cantidad fija en cualquier unidad de tiempo.
Como observas, ésta es esencialmente la técnica de Keynes del análisis del equilibrio cambiante. En estos
supuestos relativos al consumo y a la inversión existen diferentes valores de equilibrio del ingreso total como
resultante de cambios en la inversión y el consumo totales, a través de algún mecanismo de ajuste, como en
el siguiente sistema de ecuaciones: . [11]
∆Y=∆C+I
∆C+α ∆Y
ΔY =--------- Δ I,
1-α
Dónde:
Y = incremento de ingreso,
En este sistema se considera que, cualquier nivel (inferior o superior) del ingreso, surge de manera
instantánea por razón de que el nivel original del ingreso cambia en Y, que iguala al recíproco de alguna
fracción definida de ingreso no gastada en consumo, 1/(1- α), por el incremento de la inversión independiente
del nivel de ingreso I. Esta teoría del multiplicador instantáneo está implícita en la estática comparativa de
Keynes, para ver la transposición de una posición de equilibrio a otra a través del tiempo o del proceso de
desequilibrio. [12]
* Keynes consideró su teoría como dinámica, llamándola Teoría del equilibrio móvil; además hizo poco por
mostrar el proceso de transición de una posición de equilibrio a otra. Su método de comparar cambios en los
valores de las micro variables, han sido designado estática comparativa. [13]
1.2.2. Macrodinámica
La macrodinámica trata de los movimientos o tasas de cambio discretos de las macrovariables. Este
método separa el proceso de experimentación en una serie de reacciones continuamente cambiantes e
indica, paso a paso, qué es causa y qué es efecto.
Asimismo, es un método para estudiar el proceso de ajuste del equilibrio temporal o las relaciones entre
variables que son funciones del tiempo, y cuyos valores se encuentran, por lo tanto, rezagados en su sentido
económico, como se muestra en el sistema dinámico:
Yt = Ct + It
Dónde:
(Yt – 1 – Yo) =cantidad en que el ingreso (Y) del período precedente excede el (Y) del período básico;
En este sistema:
El método macrodinámico muestra, básicamente, la conducta del ingreso, la ocupación y el producto global a
los precios generales a través de intervalos discretos en el tiempo y en el espacio. Las fluctuaciones de estas
magnitudes globales se pueden explicar adecuadamente por el método macrodinámico en la medida en que
los supuestos tácitos relativos a conducta de las unidades individuales de la economía sean realistas en el
sentido histórico, institucional y psicológico.
La macrodinámica es útil para la comprensión del funcionamiento de la economía como un todo dinámico, así
como también arroja una luz sobre los problemas prácticos de la estabilización económica, tanto en el corto
como en el largo plazo.
1.3. El ciclo económico
A principios del siglo XIX surgieron las primeras explicaciones de los ciclos económicos. La economía clásica
explicaba las crisis violentas del capitalismo naciente, pero se enfrentaba a un sistema que postulaba un
engranaje armónico del organismo económico. En julio de 1810 surgió la primera crisis en Inglaterra; los
primeros que trataron de explicarla fueron lord Sismondi, J. B. Say, Malthus y Ricardo.
Surge así la Teoría Keynesiana, en Inglaterra (1934); algunas ideas de Keynes fueron utilizadas por
Roosevelt en Estados Unidos para salir de la profunda depresión de ese país en 1932.Fue hasta 1936, con la
aparición de la Teoría General de la Ocupación, el Interés y el dinero, de J. M. Keynes, cuando las nuevas
ideas se difundieron.
Al referirse a este fenómeno, Keynes no elaboró en forma concreta una teoría de los ciclos económicos, sino
únicamente aplicó su instrumental al examen mismo. En el capítulo 22 (“Notas sobre el ciclo económico”), de
su Teoría general, Keynes explicaba:
Si examinamos los detalles de cualquier ejemplo real del ciclo económico, veremos que es muy complejo y
que para su explicación completa serán necesarios todos y cada uno de los elementos de nuestro análisis. En
particular, encontramos que las fluctuaciones en la propensión a consumir, en estado de preferencia por la
liquidez y en la eficiencia marginal del capital han desempeñado su parte. Pero sugiero que el carácter
esencial del ciclo económico y, especialmente, la regularidad de la secuencia de tiempo y de la duración que
justifica en que lo llamemos ciclos, se debe sobre todo a cómo fluctúa la eficiencia marginal del capital. A mi
modo de ver, lo mejor es considerar que el ciclo económico se debe a un cambio cíclico en la eficiencia
marginal del capital, aunque complicado y frecuentemente agravado por cambios asociados en las otras
variables importantes de período breve del sistema económico. Para desarrollar esta tesis sería necesario
más bien un libro que un capítulo y se requerirá un examen minucioso de los hecho […]. [13]
Para Keynes, el ciclo se debe a las fluctuaciones de la eficiencia marginal del capital, ya que no sólo
dependen dela abundancia o escasez de bienes de capital y del costo corriente de producción de los mismos,
sino también de las previsiones futuras sobre su rendimiento; es por la influencia de este factor como se
presenta una repentina caída de la eficiencia marginal del capital. Asimismo, a la par del auge, la mayor parte
de las nuevas inversiones muestran un rendimiento habitual que no deja de ser satisfactorio; la desilusión
viene por las dudas surgidas en relación con la confianza que puede tenerse en el rendimiento probable,
quizá porque el actual muestra señales de baja a medida que las existencias de bienes durables de reciente
producción aumentan en forma sostenida. Si se piensa que los costos corrientes de producción son más altos
de los que serán posteriormente, habrá una razón para la baja de la eficiencia marginal del capital. Una vez
que la duda surge, se extiende rápidamente.
Es una característica esencial del auge que las inversiones con rendimiento real de 2% en condiciones de
ocupación completa, se proyecten basándose en previsiones de 6% y se valúan en consecuencia. Cuando
llega la desilusión, esta previsión se reemplaza por el contrario “error de pesimismo”, con el resultado de que
se espera una cantidad negativa de las inversiones que de hecho hubieran dado un rendimiento de 2% en
estado de ocupación completa; y el colapso resultante de las nuevas inversiones conduce entonces a un
estado de desocupación en el cual, aquellas que hubieran producido 2 % en condiciones de ocupación
completa, de hecho dan menos que nada.
El auge no sólo termina por los errores de previsión, sino también por el obstáculo que representa una tasa de
interés alta y que el optimismo excesivo impide ver con claridad. Otro factor que influye en el derrumbe es la
influencia de los especuladores y los compradores ignorantes.
La caída de la eficiencia marginal del capital puede ser tan completa que no basta ninguna baja de la tasa de
interés para estimularla. Y muchas veces así sucede, pues si los empresarios prevén pérdidas y una
reducción mayor de la demanda, la tasa de interés no logrará nada para neutralizar el descenso, pero la baja
de la tasa de interés no sólo es incapaz de estimular la eficiencia marginal del capital, sino que a veces resulta
que el pesimismo y la incertidumbre que acompañan la caída de aquella, puede provocar un aumento
importante de la preferencia de liquidez, que hace subir la tasa de interés y crea más dificultades para la
recuperación; sólo el retorno a la confianza es capaz de restaurar la eficiencia marginal del capital. [14]
El problema se encuentra, no en las altas tasas de interés sino en la caída de aquella, porque en la actualidad
han disminuido las oportunidades de inversión. Keynes escribe, en su obra Teoría General:
Durante el siglo XIX el crecimiento de la población y de los inventos, la explotación de las nuevas tierras, el
estado de la confianza y la frecuencia de la guerra en el promedio de (digamos) cada década, junto con la
propensión a consumir, parece haber sido suficiente para establecer una curva tal de eficiencia de capital que
permitió un nivel promedio de ocupación, lo bastante satisfactorio para ser compatible con una tasa de interés
lo suficientemente alta para ser psicológicamente aceptable para los propietarios de la riqueza. Hoy y
probablemente en el futuro, la curva de la eficiencia marginal del capital se encuentra, por variadas razones,
muy por debajo de lo que era en el siglo XIX. [15],
Keynes no elaboró una teoría completa del ciclo económico, sino que se refirió más bien a una de sus fases
particulares: la depresión, a pesar de que al definir el movimiento cíclico se ocupa de su carácter acumulativo
y de que los movimientos ascendentes y descendentes acaban por invertirse; no hace un estudio minucioso
de las fases, pero es posible construir un esbozo de las frases del ciclo según la Teoría Keynesiana.
a) Auge o prosperidad
Keynes mencionó tres causas para la iniciación de un auge: la absorción de existencias, la depreciación y la
obsolescencia del capital fijo. La duración de una depresión está medida por el tiempo que se llevan estos
fenómenos. Si las existencias son muy grandes, más prolongadas será la depresión.
Una vez que las previsiones de utilidades de los empresarios han mejorado, se iniciarán las nuevas
inversiones:
Mientras el auge continúa, la mayor parte de las nuevas inversiones muestran un rendimiento habitual que no
deja de ser satisfactorio, sin embargo, esto no puede durar mucho, porque de repente surgen dudas en
relación con la confianza que pueden tenerse en el rendimiento probable, quizá porque el actual muestra
señales de baja medida que las existencias de bienes durables de reciente producción aumentan en forma
sostenida… una vez que la duda surge, se extiende rápidamente.
Keynes explicaba en las últimas etapas del auge se caracterizan por: una abundancia creciente de bienes
de capital; por el ascenso constante de los costos de producción, y por el alza de la tasa de interés. El
optimismo exagerado de los empresarios pone un velo transitorio a la existencia de estos factores; el
optimismo es lo bastante fuerte para neutralizar los efectos de la abundancia creciente de bienes de capital, el
aumento de los costos de producción y las altas tasas de interés. Aunque la caída se inicia por un aumento de
la tasa de interés, la característica es un colapso de la eficiencia marginal del capital. El aumento de la tasa de
interés se debe a que en las postrimerías del auge aumenta la preferencia de liquidez (demanda de dinero)
por los motivos de transacción y especulación. Nace el pesimismo, la incertidumbre y el desencanto se cierne
sobre los mercados de inversión organizados, la situación se agrava, como ya se dijo, por la especulación y la
influencia de los compradores ignorantes.
Aparte de los aumentos que sufre la preferencia de liquidez por el mayor comercio y especulación durante el
auge, no vuelve a subir sino hasta después del derrumbamiento de la eficiencia marginal del capital. El
aumento de la tasa de interés agrava la depresión.
c) La depresión
• Estos hechos hacen que la depresión muestre determinada regularidad habitual en, digamos, tres y cinco
años.
• En la medida que se va eliminando las existencias y el uso, la decadencia y la obsolencia reducen el capital,
se va abriendo el camino para la recuperación.
• Una disminución de la tasa de interés puede ayudar a salir de la depresión, pero si la eficiencia marginal del
capital ha caído por completo, cualquier baja de aquella será insuficiente, ya que en ocasiones la eficiencia
marginal de capital puede llegar a ser negativa.
• Resucitarla no es un problema fácil, ya que se guía por la psicología cambiante del hombre de negocios;
además, el retorno a la confianza es muy poco controlable en el capitalismo de economía individual.
• El descenso como el auge, adquiere un movimiento acumulativo; es necesario que el ciclo recorra parte de
su camino para que exista un aliciente de recuperación.
• La caída de la eficiencia marginal del capital puede efectuar la propensión al consumo a través de la bolsa
de valores: la caída del valor de mercado de los valores de rendimiento variable en la bolsa puede ejercer una
influencia depresiva sobre las personas que toman interés activo en sus inversiones en la bolsa, pues con un
público de “mentalidad de accionistas” como el de Estados Unidos de la actualidad, un mercado de valores al
alza puede ser condición casi esencial de una propensión a consumir satisfactoria; y esta circunstancia,
generalmente desdeñada hasta hace poco, sirve evidentemente para agravar más aún el efecto depresivo de
una baja en la eficiencia marginal del capital…
• Para salir de la depresión Keynes propone sobre el particular, medidas concretas aplicables a esta fase del
ciclo y medidas generales que intentan suavizar o eliminar el ciclo de todas sus fases e incluso medidas que
tienden a modificar el sistema capitalista.
d) La recuperación
Ésta se inicia cuando surgen motivos que mejoren las previsiones de utilidad de los empresarios, pero sólo a
partir de la disminución de las existencias y la escasez de los bienes de capital. Ya para entonces la tasa de
interés habrá llegado a su límite inferior extremo, por lo que será un factor que estimule la recuperación,
siempre y cuando ya se haya presentado un aumento de la eficiencia marginal del capital.
Al reaccionar ésta surgen las primeras inversiones, que se propagan mediante el contrario
del optimismo, iniciándose una nueva fase ascendente que adquiere carácter acumulativo. La función del
consumo proporciona una respuesta adecuada al problema de porqué tanto, los movimientos de alza y baja,
se invierten fácilmente.
2. Teoría monetarista
El éxito mismo de los penetrantes comentarios y conjeturas de Friedman, cuando son sometidos a prueba y
comparados con otras conjeturas distintas, acrecienta las ventajas que esperábamos obtener por el desarrollo
de una teoría explícita, capaz de generar la metodología empírica en que se apoya el “monetarismo”.
2.1. Antecedentes
Asimismo, Marshall adoptó medidas que hicieron sobrevivir a la teoría clásica, conciliando las viejas con las
nuevas teorías, surgiendo así la teoría neoclásica. En las postrimerías de la segunda guerra mundial surgió
una versión diferente, identificada como síntesis neoclásica, que a su vez trató de reconciliar la
macroeconomía keynesiana con la microeconomía ortodoxa; por supuesto, no es en esta síntesis donde se
puede ubicar a Friedman, pero keynes decía que:
El sistema existente ha fracasado en determinar no la dirección, sino el volumen del empleo actual…el
resultado de llenar las brechas de la teoría clásica no es descartar el sistema Manchesteriano (economía de
mercado), sino indicar la clase de medio ambiente que requiere el libre juego de las fuerzas para aprovechar
las potencialidades plenas de la producción. [13]