Desarrollo Emcoional
Desarrollo Emcoional
Lactante: las etapas del desarrollo emocional son paralelas a las del desarrollo cognitivo. Los niños
dependen totalmente de los adultos para sobrevivir y su repertorio social y emocional va
creciendo gracias a las interacciones con el cuidador. Los estados de ánimo del lactante son muy
variables u están íntimamente relacionados con sus estados internos, como pude ser el hambre.
Hacia los dos tercios finales del primer año, el estado de ánimo crece de forma progresiva en
relación con las claves sociales externas y los cuidadores pueden hacer que el lactante sonría.
Existe una diferencia congénita y amplia variabilidad en la reactividad autónoma y temperamental
de los recién nacidos.
A las tres semanas de vida imita los movimientos faciales de sus cuidadores adultos. Abren la boca
y sacan la lengua en respuesta a los adultos que hacen lo mismo. Entre los 3 y 4 meses e fácil
provocar conductas de imitación, precursoras de la vida emocional. La respuesta de sonrisa se
produce en dos etapas: primero es la sonrisa endógena (espontáneamente en los primeros 2
meses) que no está relacionada con la estimulación externa, y la segunda es la exógena que se
estimula desde el exterior y aparece a las 16 semanas.
Formación de apego: los recién nacidos se adaptan a la interacción social e interpersonal en sus
primeros meses de vida, y muestran una capacidad de respuesta ante el entorno exterior que
aumenta rápidamente, junto con la habilidad de crear una relación especial con sus cuidadores
principales más significativos.
Primera infancia
2-5 /3-6 años Puede entender la causa de muchas La empatía aumenta al comprender
emociones Más respuestas y menos reacción.
Empieza a buscar formas de regular las Autorregulación: “usa tus palabras para
emociones y expresarlas decir que estas enfadado con él”
Se identifica con el adulto al que se enfrenta La agresividad se vuelve competitividad
A los 5 años muestra sensibilidad a las
críticas y se preocupa por los
sentimientos de los demás
El yo manda hasta los 6 años
Periodo del niño pequeño: En el segundo año de vida comienza a diferenciarse mejor el agrado y
el desagrado. A esta edad ya son evidentes sus referencias sociales: el niño busca en sus padres y
en otras personas las claves emocionales de la forma en que debería responder ante nuevos
episodios. Muestran excitación exploratoria, placer asertivo y placer al descubrir y desarrollar
nuevas conductas. Además, tienen la capacidad de hacer demostraciones organizadas de amor,
como abrazar, sonreír, besar; así como de protestar cuando se alejan, lloran, patalean, muerden,
golpean, chillan y dan patadas. El consuelo procede de la familia y la aprensión hacia los extraños
puede aumentar. La ansiedad parece está relacionada con la desaprobación y la pérdida de un
cuidador querido.
Periodo preescolar: expresan emociones tan complejas como amor, la desdicha, los celos y la
envidia, tanto en etapa preverbal como verbal. Sus emociones dependen de sucesos somáticos,
como el cansancio y el hambre. Aunque piensan en forma egocéntrica principalmente, empieza a
emerger su capacidad de colaborar y compartir. La ansiedad está relacionada con la perdida de
una persona cercana. Los niños de 4 años empiezan a aprender a compartir y preocuparse por los
demás, y a veces expresan sentimientos de ternura. Los niños de entre 3 y 6 años sin conscientes
de sus cuerpos y de las diferencias entre los sexos. Al terminar la etapa preescolar se establece la
conciencia del niño, ese punto marca el tono del sentido moral de lo que está bien y lo que está
mal. Hasta los 7 años percibirá las reglas como absolutas.
Segunda infancia
Años intermedios (edad escolar): establecen nuevas identificaciones con otros adultos. La
interacción con compañeros adquiere una enorme importancia. El interés por las relaciones
extrafamiliares predomina con respecto a las que se establecen en el seno de la familia, aunque
existe una relación especial con el progenitor del mismo sexo, con el que los niños se identifican y
que se convierte ahora en un ideal y en su modelo. La empatía y la preocupación por los demás
empiezan aparecer al comienzo de los años intermedios; cuando tienen 9 o 10 años los niños
posen una capacidad de amar, compadecer y compartir bien desarrollada. También pueden
mantener relaciones estables a largo plazo con la familia, los compañeros y amigos, incluidos los
mejores amigos. Los niños de edad escolar prefieren interactuar con los niños de su mismo sexo.
Las emociones sobre las diferencias sexuales empiezan a manifestarse en forma de excitación o
timidez ante el sexo opuesto.