Estrategias de Divulgacion Cientifica
Estrategias de Divulgacion Cientifica
Estrategias de Divulgacion Cientifica
2015
EDITORIAL
UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE VALÈNCIA
Colección Manual de Referencia
Los contenidos de esta publicación han sido evaluados mediante el sistema doble ciego,
siguiendo el procedimiento que se recoge en:
http://www.upv.es/entidades/AEUPV/info/891747normalc.html
Impreso en España
Presentación
Aunque mucha gente no sea consciente de ello, la ciencia y sus productos forman parte
de nuestros bienes materiales, de nuestra cultura y de nuestro bienestar; ha llegado,
incluso, a moldear el sistema de valores sobre el que se asientan las sociedades moder-
nas. Por todo ello la ciencia es parte esencial de nuestras vidas. Sin embargo, y por el
hecho, precisamente, de no ser conscientes de la gran importancia que tiene para todos
nosotros, las cuestiones relativas a la ciencia no se encuentran en los lugares preferen-
tes de la agenda política, con las consecuencias prácticas –en términos del apoyo públi-
co a la I+D, por ejemplo- que ello comporta. De hecho, una de los males seculares de
la política científica española es la escasez de recursos, que en épocas de crisis llega a
hipotecar seriamente el futuro de la ciencia, por sus efectos sobre la formación de jóve-
nes investigadores, principalmente.
Esa situación, sin embargo, es reversible. De hecho, las encuestas de percepción social
de la ciencia y la tecnología que realiza la FECYT periódicamente dan cuenta de una
mejora constante en la imagen que tiene la ciudadanía española de esas áreas de activi-
dad. Otras encuestas de opinión colocan a los científicos en las primeras posiciones de
valoración social entre un amplio conjunto de profesiones. Se trata de resultados nunca
vistos antes y aunque hay que ser prudentes a la hora de interpretar los estudios demos-
cópicos, la verdad es que hay razones para alimentar un cierto optimismo acerca de la
valoración social de las actividades científicas.
En este –posible– cambio a mejor de la percepción social de la ciencia y la tecnología,
ha podido tener alguna importancia –para algunas capas relativamente amplias de la
población al menos– la constatación de que es muy arriesgado fiar el futuro económico
de un país al devenir de sectores basados, principalmente, en bajos costes laborales. Y
se empieza a creer que quizás sea cierto eso de que conviene fundamentar el crecimien-
to económico en actividades que demandan mucho más conocimiento.
Pero también ha podido tener relevancia algo a lo que quizás no se le ha solido dar
importancia. Aunque los científicos solemos quejarnos con frecuencia de que en Espa-
ña los fondos destinados a la investigación son muy escasos, la verdad es que a lo largo
V
Estrategias de divulgación científica
VI
Prólogo
VII
Estrategias de divulgación científica
VIII
Prólogo
Además, expondremos las principales amenazas a las que está sometida la divulgación
científica desde distintos medios, que por desgracia son los mismos por los que discu-
rre la divulgación científica. También veremos qué hacer cuando somos requeridos por
parte de los medios de comunicación para aportar nuestros conocimientos o valoracio-
nes ante un hecho de actualidad con base científica, y cómo salvaguardar la divulga-
ción de comportamientos poco éticos en los que cualquiera está expuesto a caer en un
momento dado.
Los pocos libros que hay disponibles sobre este tema están generalmente escritos por
periodistas y comunicadores y van dirigidos a futuros profesionales de los medios de
comunicación que van a informar de temas científicos. Este libro es diferente. Habla de
comunicación, pero está escrito por científicos y destinado a cualquiera (profesional o
no de los medios de comunicación) que esté interesado en divulgar ciencia ya sea por
medios convencionales, por Internet o por redes sociales. Los tres autores son profeso-
res de la Universitat Politècnica de València y científicos en activo, con la particulari-
dad de que los tres dedican parte de su tiempo a la divulgación. Este libro no se basa en
estudios de comunicación ni en teorías del lenguaje o de los medios, sino que es el
resultado de la labor y de la experiencia de campo de los autores en divulgación cientí-
fica en diferentes medios de comunicación. En este libro comparten sus experiencias y
te dan indicaciones para que en un futuro cercano puedas utilizarlas para comunicar
ciencia con éxito.
Esperamos que cuando acabes este libro, estés preparado para comenzar a divulgar, y
sobre todo, para seguir aprendiendo a hacerlo. Porque, no lo olvides, como en tantas
otras facetas de la vida, a divulgar ciencia se aprende divulgando.
¡Que lo disfrutes!
Los autores
IX
Índice
Presentación .................................................................................................. V
XI
Estrategias de divulgación científica
XII
Índice
XIII
Estrategias de divulgación científica
XIV
Índice
XV
Estrategias de divulgación científica
XVI
PARTE 1
El fondo de la
divulgación científica
(aspectos generales)
Capítulo 1
Introducción a la
divulgación científica
Antes de entrar en detalles específicos sobre los distintos aspectos concretos de la di-
vulgación científica, sus objetivos, sus técnicas, sus trucos, sus ventajas y sus limita-
ciones, conviene tener una idea general de qué es concretamente la divulgación cientí-
fica, para qué nos sirve a nosotros y a la sociedad, cual es el contexto de la divulgación
científica en la actualidad, y qué canales tenemos a nuestra disposición para divulgar.
De todo esto hablaremos en este primer tema introductorio, que hemos estructurado en
los siguientes apartados:
¿Qué es la divulgación científica?
Importancia de la divulgación científica
¿Quién divulga?
Formatos divulgativos
1
[citado 13/07/2014] www.rae.es.
3
Estrategias de divulgación científica
Dicho así parece fácil, pero si empezamos a profundizar, comienzan a surgir las dudas.
Pongamos los siguientes ejemplos:
Dar una conferencia sobre nuevos avances en ingeniería tisular en un congreso
de ingeniería tisular, ¿es divulgación científica?
Publicar lo último que he descubierto en un artículo científico en Science, que
en principio lo puede leer cualquiera, ¿es divulgación científica?
Si yo le cuento dicho descubrimiento a mi compañero de laboratorio ¿es di-
vulgación científica?
Y si se lo cuento a mi tía Jacinta, que hasta que se jubiló trabajó ordeñando
vacas en una granja de Peralejos de las Truchas, provincia de Guadalajara ¿Es
divulgación científica?
¿Y si se lo cuento a un periodista de La Sexta, que elaborará una pequeña pie-
za con ello que emitirá en los informativos del mediodía? ¿Es divulgación
científica?
Si publico algo en un blog o en una red social, ¿es divulgación científica?
4
Introducción a la divulgación científica
Divulgar es importante.
Por diversos motivos, y desde distintos puntos de vista
Según Plutarco, la mujer del César, además de ser decente, ha de parecerlo. Para un
investigador es muy importante ser bueno investigando, pero también ser bueno ha-
ciéndolo ver a la sociedad. Es decir, ha de saber explicar bien su trabajo a la sociedad.
Teniendo en cuenta que la capacidad divulgativa siempre puede mejorarse, es casi
obligado evitar que una mala divulgación haga parecer irrelevante o incluso invisible
un hecho científico relevante y al equipo humano que lo ha hecho posible. O que no se
vean los efectos positivos de un descubrimiento y erróneamente se perciba como algo
negativo. En esta sociedad es muy importante saber realizar un correcto “marketing
científico”. Es conveniente que los científicos y su trabajo se hagan visibles ante la
sociedad, por varios motivos:
Desde un punto de vista ético, en una sociedad como la nuestra, donde las
principales fuentes de financiación de la investigación son públicas, los cientí-
ficos deberían saber comunicar adecuadamente a los ciudadanos en qué se han
gastado su dinero.
También, y teniendo en cuenta que la financiación de la investigación en Es-
paña siempre ha sido escasa, y más en tiempos de crisis, en los que la inver-
sión en I+D es lo primero que se recorta, es obligación de la comunidad cientí-
fica hacer ver a sociedad y políticos que el dinero usado en investigación
siempre es una buena inversión.
Desde un punto de vista puramente pragmático, es también esencial para el
científico saber poner en valor su propio trabajo. En la sociedad actual, la ima-
gen pública es muy importante, hasta el punto de que hay quien opina que lo
importante es que se hable de uno, aunque sea mal. A nadie se le escapa que
abrirá más puertas un investigador que, además de ser bueno investigando, sea
mediático y aparezca en televisión o en radio, colabore en prensa o en portales
web, o escriba libros o tenga un blog. Se trata de tener influencia y de lograr
más visibilidad y reconocimiento, lo cual abre también las puertas de la finan-
ciación. Aunque no todos llegaremos a ser divulgadores tan famosos como
Carl Sagan, no cabe duda de que saber divulgar bien nuestro trabajo nos ayu-
dará en nuestra carrera profesional, y la hará más completa y satisfactoria.
5
Estrategias de divulgación científica
1.3.1. Profesionales
Los encargados de divulgar la ciencia son los periodistas y los científicos. Los pe-
riodistas lo hacen a través de los medios de comunicación para los que trabajan. En
ocasiones, los periódicos, o las cadenas de radio o de televisión tienen sus propios re-
dactores especializados en temas de ciencia y tecnología, que buscan y elaboran este
tipo de noticias. Pero este tipo de especialización es cada vez menos frecuente. Por este
motivo, adquieren cada vez más importancia los gabinetes de prensa de empresas o
instituciones y las unidades de comunicación científica (UCCs) de universidades y
centros de investigación, en las que trabajan periodistas que elaboran notas de prensa
sobre avances generados en sus propias instituciones y que luego envían a los medios,
para propiciar su divulgación.
Además de los periodistas, los científicos tienen también un papel muy relevante en
la divulgación. En primer lugar, como generadores de la ciencia que se divulga. Pero
también como divulgadores. Algunos de ellos optan por la transmisión directa del co-
nocimiento científico, sin pasar por el tamiz del periodista, escribiendo artículos divul-
gativos en revistas de ese perfil, y también en revistas generalistas, no especializadas
en la divulgación científica. También pueden participar en la prensa diaria, con aporta-
ciones que van desde las columnas de opinión hasta las entrevistas, pasando por la
colaboración en noticias, con sus opiniones como experto o aportando información.
También se demanda la opinión de los científicos en entrevistas radiofónicas y televi-
sivas. Tampoco es raro que los científicos escriban libros o ensayos de divulgación,
que en algún caso han llegado a ser auténticos best sellers.
2
Gregory, J., Miller, S. (1998). Science in Public: Communication, Culture and Credibility. Plenum Press, NY.
3
de Semir, V (2003). Medios de Comunicación y cultura científica. Quark 28-29.. Disponible en línea: http://quark.prbb.org/28-
29/028022.htm [citado 13/07/2014].
4
http://ec.europa.eu/research/press/2001/pr0612en-report.pdf [citado 13/07/2014].
6
Introducción a la divulgación científica
¿cuáles son las fuentes de información (no excluyentes entre sí) sobre temas científicos
para los ciudadanos de los Estados miembro de la UE?, arrojó los siguientes datos:
Tabla 1. Fuentes de información científica para los europeos
UE España
Televisión 60,3% 52,2%
Prensa escrita 37% 25,8%
Radio 27,3% 33,6%
Escuela y universidad 22,3% 24,7%
Revistas científicas 20,1% 16,9%
Internet 16,7% 13,5%
De estos datos se puede claramente deducir que los medios de comunicación de masas
son con diferencia los principales canales de transmisión del conocimiento científico y
tecnológico.
Hasta el siglo XX, las fuentes de información que transmitían el conocimiento científi-
co a la sociedad eran muy variadas: libros, revistas, museos, conferencias, tertulias,
exposiciones, etc. Pero ahora, los medios de comunicación de masas han desplazado a
estas, hasta dejarlas prácticamente relegadas. Dentro de estos medios, la televisión
tiene un protagonismo muy destacado. Curiosamente, esto es así pese al poco peso que
la ciencia tiene en ella. El Eurobarómetro 2001 antes mencionado arrojó también que el
66% prefería ver programas de televisión sobre ciencia y tecnología a leer artículos
sobre esos temas.
Este panorama comenzó poco a poco a cambiar al adentrarnos en el siglo XXI. Si bien
la situación con los medios de comunicación de masas se mantuvo similar, un nuevo
canal ha irrumpido con fuerza en escena: Internet. Ya en 2002, uno de los estudios más
potentes sobre fuentes de información de ciencia y tecnología (la serie Science and
Engineering Indicators de la National Science Foundation de los EE.UU.)5 revelaba
que mientras que la televisión era el medio preferido por un 44% de los ciudadanos
estadounidenses para informarse en general sobre ciencia y tecnología, cuando estos
mismos ciudadanos querían buscar información sobre un tema científico específico, el
medio mayoritariamente elegido (también 44%) era Internet. En 2010, el patrón reve-
lado por el informe6 era muy parecido, en cuanto a que Internet se consolidaba aún más
como el medio preferido para las consultas específicas. Además, ascendía al segundo
lugar como medio preferido para la información científico-tecnológica general. En
5
Datos del informe Science and Engineering Indicators 2002, National Science Foundation, EE. UU. Disponible en línea:
http://www.nsf.gov/statistics/seind02/pdfstart.htm. [citado 13/07/2014].
6
Datos del informe Science and Engineering Indicators 2010, National Science Foundation, EE. UU. Disponible en línea:
http://www.nsf.gov/statistics/seind12/c7/c7s1.htm. [citado 13/07/2014].
7
Estrategias de divulgación científica
7
Datos del informe Science and Engineering Indicators 2012, National Science Foundation, EE. UU. Disponible en línea:
http://www.nsf.gov/statistics/seind12/. [citado 13/07/2014].
8
Datos del informe Science and Engineering Indicators 2014, National Science Foundation, EE. UU. Disponible en línea:
http://www.nsf.gov/statistics/seind14/index.cfm/etc/pdf.htm. [citado 13/07/2014].
8
Introducción a la divulgación científica
9
Estudio General de Medios, resumen general de resultados, Octubre de 2013 a Mayo de 2014. Disponible en línea:
http://www.aimc.es/-Datos-EGM-Resumen-General-.html. [citado 13/07/2014].
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Estrategias de divulgación científica
años atrás o al 1,8% que tenía 15 años antes (en 1999), y frente al 30,4% y el 41,9%
que muestran en 2014 dos canales clásicos como los diarios y las revistas, respectiva-
mente. De hecho, en la gráfica de dicho estudio lo que más destaca es el espectacular e
ininterrumpido auge que ha tenido internet en estos últimos 18 años, mientras que
el resto de medios o bien se mantienen estables, o bien caen en penetración, excepción
hecha de la radio, que ha aumentado ligeramente en la última década. Aunque es evi-
dente que Internet se utiliza para muchas otras cosas, además de para informarse, el
aumento reflejado en esta gráfica, y en el resto de parámetros medidos en el estudio,
ilustra el aumento observado en el uso de este medio como fuente de información.
Figura 3: Comparativa de la
percepción ciudadana sobre la
atención que dedican los distintos
medios a la ciencia y la tecnología
en España. Fuente: FECYT.
10
Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología en España (FECYT).
Disponible en línea: http://icono.fecyt.es/informesypublicaciones/Paginas/Percepcion-Social-de-la-Ciencia.aspx. [citado
13/07/2014].
10
Introducción a la divulgación científica
11
En el Tema 3 veremos que uno de los grandes peligros de internet como medio de divulgación científica es que fuera de los
portales de los grandes medios de comunicación, apenas hay control sobre la calidad, rigor y veracidad de los contenidos publica-
dos.
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Estrategias de divulgación científica
12
[Citado 13/07/2014] Por ejemplo, la sección de ciencia de la edición online del diario El Mundo
(http://www.elmundo.es/ciencia.html).
13
[Citado 13/07/2014] Por ejemplo, la sección de tecnología de la edición online del diario El Mundo
(http://www.elmundo.es/tecnologia.html).
14
[Citado 13/07/2014] Por ejemplo, la sección de salud de la edición online del diario El País
(http://sociedad.elpais.com/tag/salud/a/)
15
[Citado 13/07/2014] http://www.heraldo.es/suplementos/tercer_milenio.html
16
[Citado 13/07/2014] http://www.rtve.es/television/tres14/
17
[Citado 28/10/2014]
http://www.rtve.es/television/20141017/angel-martin-presentara-2-nuevo-show-divulgacion-cientifica-orbita-laika/1031564.shtml
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Introducción a la divulgación científica
Existen también una serie de canales más especializados en la divulgación escrita, que
incluyen revistas periódicas de divulgación científica, que ya hemos visto que son los
medios que cuentan con mayor confianza por parte de la sociedad española. La pionera
18
[citado 13/07/2014]. Disponible en línea: http://www.rtve.es/podcast/radio-5/ciencia-al-cubo/
19
[citado 13/07/2014]. Disponible en línea: http://www.rtve.es/podcast/radio-5/ciencia-a-mano/
20
[citado 13/07/2014]. Disponible en línea: http://www.rtve.es/podcast/radio-5/a-hombros-de-gigantes/
21
[citado 13/07/2014]. Disponible en línea: http://www.rtve.es/podcast/radio-5/entre-probetas/
22
[citado 13/07/2014]. Disponible en línea: http://www.ondacero.es/partiendo-de-cero/
13
Estrategias de divulgación científica
de este género a nivel mundial se considera que fue la revista norteamericana Popular
Science, fundada en 1872. Como ejemplos de representantes españolas de este género
podemos mencionar Muy Interesante23, Quo24 (aunque en ocasiones sus reportajes
pueden resultar algo heterodoxos), Investigación y Ciencia25, la versión española de
Scientific American, o la revista Naukas de reciente creación (ver más adelante, aparta-
do 1.4.2). Además, algunas Universidades e instituciones públicas dedicadas a la inves-
tigación o a su divulgación publican o han publicado también revistas de este tipo,
generalmente gratuitas, aunque con una tirada, difusión y audiencia mucho más limita-
da. Es el caso de revistas como Mètode26, de la Universitat de València, o la revista de
los Centros de Investigación Cooperativa de Euskadi27. Aunque ya no se sigue publi-
cando, merece también mención Quark28, que desde 1995 a 2007 publicó el Observato-
rio de la Comunicación Científica de la Universitat Pompeu Fabra. En el ámbito ibe-
roamericano destacan la revista dominicana Órbitas Científicas29, que se distribuye de
forma gratuita en internet en formato pdf y se mantiene solamente por la publicidad,
con notable éxito y artículos de calidad, y la colombiana Hipótesis30, de la Facultad de
Ciencias de la Universidad de los Andes, que pretende hacer artículos de divulgación
de calidad, en castellano, y con revisión por pares.
Otro de los formatos convencionales más populares son los libros de divulgación cien-
tífica, que suelen ser ensayos monográficos sobre un tema concreto y escritos por cien-
tíficos, periodistas o divulgadores expertos en el tema. Algunas obras divulgativas han
llegado a convertirse en auténticos best-sellers, como Historia del tiempo, de Stephen
Hawking, o Los dragones del Edén, de Carl Sagan. Este último recibió el Premio Puli-
tzer en 1978. Para fomentar este y otros tipos de formatos divulgativos, algunas institu-
ciones, fundamentalmente públicas, organizan certámenes y premios de divulgación
científica. Algunos han adquirido un gran prestigio a nivel nacional como medio de
difusión de obras divulgativas. Como ejemplos podemos citar el Certamen Teresa
Pinillos de Divulgación Científica31 que organiza con carácter bianual la Universidad
23
[citado 13/07/2014]. Disponible en línea: http://www.muyinteresante.es/
24
[citado 13/07/2014]. Disponible en línea: http://www.quo.es/
25
[citado 13/07/2014]. Disponible en línea: http://www.investigacionyciencia.es/
26
[citado 13/07/2014]. Disponible en línea: http://www.metode.cat/
27
[citado 13/07/2014]. Disponible en línea: http://www.cicnetwork.es/
28
[citado 13/07/2014]. Disponible en línea: http://quark.prbb.org
29
[citado 28/10/2014] http://editoraneutrina.com/Editora_Neutrina/Orbitas_Cientificas.html
30
[citado 28/10/2014] http://hipotesis.uniandes.edu.co/hipotesis/
31
[Citado 28/10/2014] http://www.unirioja.es/ensaya/
14
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