Ensayo-Angie Pérez Vargas

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Nombre.

Angie Daniela Pérez Vargas


Ensayo. Retos de la intervención en psicología educativa.

Inicialmente, se mencionará una pequeña definición de la psicología educativa.


Díaz, Hernández, Rigo, Saad y Delgado (2006) afirman lo siguiente:

Concebimos a la Psicología de la Educación como la disciplina que estudia, en el


más amplio sentido, los procesos psicológicos (cognoscitivos, sociales y afectivos)
que ocurren como consecuencia de la participación de los individuos y los grupos a
que pertenecen, en contextos y prácticas educativas de diversa índole (p.15).

A partir de lo dicho con anterioridad, es posible entrever que el actuar del psicólogo
en el ámbito educativo debe partir desde una perspectiva holística, justamente, la necesidad
de evaluar e intervenir de acuerdo con estos tres procesos surge tras reconocer que evaluar
únicamente al individuo resulta ineficaz y erróneo. Por lo tanto, uno de los retos de la
intervención psicológica en el ámbito educativo es recolectar información de múltiples
fuentes (docentes, padres, compañeros, individuo, test, pruebas, observación) y a partir de
los datos establecer un plan de intervención integrador que, finalmente va a generar
mayores beneficios y será mucho más útil.

Desde mi perspectiva uno de los grandes problemas o dificultades que se presentan


en el accionar del psicólogo educativo en contexto, es la falta de identidad, reconocimiento
de sus labores, funciones y rol, sin embargo, esta problemática tiene múltiples causas y es
necesario conocerlas para trabajar en ellas. De acuerdo con León (2011), en ocasiones la
definición del perfil y las funciones del psicólogo se realiza en base a la demanda social y
no necesariamente a las tareas que realmente debería desempeñar, por lo tanto, sí como
profesionales no reconocemos nuestra labor y no hay un proceso de identificación de roles
resultamos haciendo tareas que le competen a otra profesión u ocupación, violamos
reglamente éticos, incluso no generamos ningún tipo de beneficio con la intervención o
terminamos limitando nuestras acciones.
Justamente, la falta de identidad está muy relacionada a que, en la universidad aprendemos
una serie de teorías, modelos y conocimiento teórico que si bien, son fundamentales no
sustituyen la práctica, por lo tanto, no hay una conexión entre el conocimiento profesional y
las competencias que exige la realidad, por consiguiente, si no aplicamos los conocimientos
al escenario real, es probable que no reconozcamos nuestros límites profesionales.

Sin embargo, el problema no se centra únicamente en la acumulación de teorías,


también se enfoca en el escaso conocimiento que tenemos de la realidad en la que nos
encontramos y el contexto en el que realizaremos nuestras funciones de psicólogos
educativos; olvidamos todo el contexto político, económico, social, cultural y familiar que
influye en el proceso de enseñanza-aprendizaje, si bien, esta problemática esta muy
relacionada con lo que se mencionó al inicio, podríamos redireccionar la presente no solo al
individuo y sus esferas sociales, sino también a la institución educativa, las normas y leyes
educativas que intervienen en el actuar del profesional.
De hecho, el actuar del psicólogo educativo, debe regirse de acuerdo con unas necesidades
contextuales específicas, sin embargo, uno de los grandes problemas es que las
intervenciones del psicólogo tienen bajo impacto en la comunidad educativa y esto puede
deberse a múltiples razones, principalmente se realiza una evaluación e intervención
ineficiente, se siguen usando modelos y parámetros teóricos antiguos que no tienen relación
con el momento histórico actual (Erazo, 2012). Por lo tanto, una de las funciones del
psicólogo, es la innovación y creación de propuestas cognitivas, de enseñanza, evaluación y
desarrollo de material didáctico.
Con lo anterior, es posible percibir que las funciones y actividades que puede
desempeñar un psicólogo en el ámbito educativo son diversas, reconocerlas le permite
integrar muchas más herramientas en el proceso de intervención y su campo de actuación se
torna más amplio. León (2011) menciona una serie de funciones que puede desempeñar el
psicólogo educativo, por lo tanto, a continuación, enlazaré sus aportes a nuestro contexto.

1. Mejora significativa de los procesos de enseñanza y aprendizaje: Junto con los


docentes, los psicólogos educativos pueden plantear diversas estrategias que hagan
partícipe al estudiante de su proceso de formación.
2. Evaluar las necesidades de servicios de educación especial: Efectivamente el
psicólogo educativo puede evaluar y diseñar intervenciones adecuadas para la
educación especial, es fundamental el tema de la inclusión, especialmente en el
contexto escolar colombiano, que las aulas de clase cuentan con gran cantidad de
estudiantes, es importante diseñar estrategias de inclusión adecuadas, un currículo
que se adapte a las necesidades del estudiantes, que docentes, directivos y
compañeros que reconozcan la situación y se involucren correctamente en el
proceso.
3. Asesoría a los docentes: Como mencionaba con anterioridad en Colombia,
especialmente en primaria y bachillerato se presenta una alta cantidad de alumnos
por salón, por lo tanto, en muchas ocasiones para el docente es difícil conocer los
estilos de aprendizaje de cada uno, sus métodos de estudio, por consiguiente, el
psicólogo puede realizar diversas observaciones en las aulas y ofrecer
retroalimentación a los docentes, así mismo, puede asesorar al profesorado sobre
dificultades de aprendizaje. Lo primordial de este ejercicio es un trabajo colectivo e
interdisciplinario que permita compartir conocimiento, experiencia y saberes.
4. Promoción de estudiantes saludables, salud mental, emocional y social: Los
psicólogos educativos pueden diseñar actividades relacionadas con la promoción y
prevención en asuntos de la salud mental, sin embargo para esto, es fundamental un
reconocimiento del contexto, de las necesidades de los alumnos, familias y
directivos, debido a que, lo que funciona en una institución o incluso un aula de
clase puede no ser efectiva para otra, por esa razón es de suma importancia conocer
el contexto, plantear intervenciones holísticas y reconocer la realidad social, política
y económica en la que deseo intervenir.
5. Creación de un clima escolar positivo y seguro: Si bien, el psicólogo puede cooperar
con administrativos y docentes para crear un ambiente que facilite el aprendizaje,
hay que reconocer que en todo el territorio colombiano no se encuentra con el
mismo acceso a la educación, en algunas zonas más olvidadas y rurales, no hay los
suficientes utensilios o implementos que faciliten el aprendizaje, de hecho, hay que
tener en cuenta que, por ejemplo, la alimentación es una de las variables que
influyen en este proceso, por lo tanto, el psicólogo tiene la función de crear un clima
escolar adecuado pero, hay situaciones y condiciones que superan su labor.

Evidentemente, hay muchas posibilidades y funciones que puede desempeñar el


psicólogo educativo, por lo tanto, es importante seguir capacitándose, actualizando los
conocimientos porque el mundo se encuentra en constante evolución y la educación no
es un fenómeno estático, por el contrario, se transforma diariamente, y todo el proceso
debe estar en sintonía con el momento histórico que se vive. Es fundamental reconocer
nuestra labor, mejorar nuestras prácticas, ser éticos, actuar de acuerdo con las
necesidades educativas y pensando que desde nuestra profesión los cambios también
son posibles.

Referencias.
Díaz Barriga, Frida; Hernández, Gerardo; Rigo, Marco Antonio; Saad, Elisa; Delgado,
Georgina RETOS ACTUALES EN LA FORMACIÓN Y PRÁCTICA
PROFESIONAL DEL PSICÓLOGO EDUCATIVO. Revista de la Educación
Superior, vol. XXXV (1), núm. 137, enero-marzo, 2006, pp. 11-24. Asociación
Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior Distrito Federal,
México

Erazo, O. A. (2012). Reflexiones sobre la psicología educativa. Revista de Psicología


GEPU, 3 (2), 139 - 157.

León. J. (2011). Hitos y retos del psicólogo educativo. Psicología educativa, 17(1), 3-11.

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