Ensayo Crítico UPN

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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

UNIDAD 05 MONCLOVA
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN BÁSICA

Alumno:
Alicia Isabel Guerrero Amador
1° B

MEDIACIÓN PEDAGÓGICA Y ESTRATEGIA DIADÁCTICA I

CAPÍTULO I: La función mediadora del docente y la


intervención educativa.

ASESOR: MTRO. Jorge Alfonso Borjas Fraire.


INTRODUCCIÓN

Lo que sucede en el aula es una experiencia que marca la forma en la que el alumno percibe
y organiza la vida a través de situaciones de aprendizaje que promueven habilidades,
destrezas, actitudes y valores puestas en común con sus pares.

Así mismo, es para el docente el encuentro con una observación profunda y respetuosa
hacia todos y cada uno de los alumnos logrando identificar los procesos de aprendizaje y
construcción de ideas que se van formulando ante cada reto.

El ser aprendiz de todos los que conviven en el aula se vuelve una experiencia significativa
y debe, por lo tanto, estar en compromiso con buscar que cada alumno independientemente
de sus características aprenda de la mejor manera posible y así se desarrolle integralmente.

¿QUÉ QUEREMOS LOGRAR LOS DOCENTES?

Lograr que nuestros estudiantes alcancen su crecimiento personal a través de un desarrollo


humano integral, mediante un modelo pedagógico innovador, centrado en el aprendizaje,
que nos permita estar a la vanguardia para adquirir conocimientos, fortalecer habilidades y
actitudes necesarias para la vida y acordes a las exigencias de la sociedad.
Queremos su plena realización, felicidad y trascendencia.

En la actualidad, la mejora de la practica docente, la innovación de estrategias, la


funcionalidad de los aprendizajes, son retos que los docentes enfrentamos. Saber si en
realidad estamos respondiendo a las necesidades de nuestra sociedad. Se requiere que los
docentes actuemos como investigadores, constructores de conocimiento, que a través de
nuestra labor se favorezcan y desarrollen las habilidades y destrezas, las actitudes, los
valores para que en un futuro lograr que los alumnos sean autónomos, que aprendan a
aprender, que ellos se interesen en aprender y de desarrollar sus competencias.
Es por eso, que no debemos actuar como simples transmisores de conocimientos o
facilitadores del aprendizaje, si no ser mediador entre el alumno y el conocimiento.
Para ser docentes mediadores del aprendizaje debemos alejar de la planeación el método
expositivo, dando lugar a experiencias de aprendizaje que leven al alumno a aprender
colaborativamente con otros.

Debemos tomar en cuenta que el aprendizaje escolar se compone de una actividad social y
de la experiencia compartida. El alumno construye su propio conocimiento mediante la
relación con su contexto cultural.
Es difícil precisar acerca de cuáles son los conocimientos y habilidades que un buen
profesor debe poseer, pues esto depende del compromiso, la vocación y la actualización
que se haya adoptado. A lo largo de nuestra trayectoria, los docentes vamos desarrollando
competencias para favorecer el aprendizaje y las competencias en nuestros alumnos, según
Cooper1999, algunas áreas generales de competencia docente que sean congruente con la
idea de que el profesor ayuda al alumno a construir su conocimiento a crecentar como
persona y a ubicarse como actor crítico de su entorno. Dichas áreas de competencia son las
siguientes:

 Conocimiento teórico suficientemente profundo y pertinente a cerca del aprendizaje,


el desarrollo y el comportamiento humano.
 Despliegue de valores y actitudes que fomenten el aprendizaje y las relaciones
humanas.
 Dominio de contenidos o materias que enseña.
 Control de estrategias que faciliten el aprendizaje del alumno y lo hacen motivante.
 Conocimiento personal práctico sobre la enseñanza.

Debemos tomar muy en cuenta estas áreas de competencia y reflexionar con madurez con
cuál cuento y en cuáles hay que trabajar para tener un dominio adecuado sobre ellas, y de
esta manera se logre un gran impacto en nuestro desempeño dentro del aula.

En la actualidad se habla de muchos modelos educativos que pueden apoyar nuestra labor
docente, pero mientras no exista un compromiso por nuestra parte de querer innovar, de
impactar en el proceso de enseñanza-aprendizaje, de investigar cuál es el adecuado para las
características de mis alumnos y sus necesidades, no se tendrá un aprendizaje significativo.

Tenemos que estar repensando la educación que impartimos en las escuelas e imaginarnos
lo que requieran saber los alumnos a largo plazo.

REPRESENTACIÓN Y PENSAMIENTO DIDÁCTICO DEL PROFESOR: SU


INFLUENCIA EN EL APRENDIZAJE.

En este apartado se destaca la influencia que tiene en el desarrollo de la práctica docente las
representaciones de alumnos y maestros, así como sus procesos de pensamiento.

La opinión de Coll y Miras (1990, p. 297)’’ menciona que si queremos comprender por qué
el profesor y los alumnos interactúan de una manera determinada y se comportan como lo
hacen en sus intercambios comunicativos, hemos de atender no sólo a sus comportamientos
manifiestos y observables, si no también a las condiciones asociadas a los mismos’’.

La interacción que se da entre alumno y maestro dentro del aula es muy importante, pues se
crea un vínculo afectivo en donde el alumno admira a su maestro y muchas veces retoma
sus actitudes y son modelos a seguir. En mi posición como directora me doy cuenta que
cada grupo de alumnos adoptan características propias del maestro; si el maestro es
dinámico su grupo es muy participativo realizando actividades divertidas, por otra parte, se
observa que, si el maestro es estricto, que le gusta mantener el orden y la disciplina el grupo
acoge la misma característica. Los docentes debemos cuidar nuestra manera de actuar, las
actitudes que tomamos frente al trabajo, porque sin darnos cuenta nuestros alumnos nos
imitan. Lamentablemente por cuestiones de sanidad en estos momentos no es posible
mantener ese vínculo con el alumno, ese vínculo que definitivamente favorece el proceso
de enseñanza.

’’Los profesores no parecen seguir para planificar su trabajo el modelo racional que
normalmente se prescribe en los esquemas de formación y en la planificación del
curriculum’’ (Sancho, 1990 p. 101.) En la mayoría de los casos los maestros guían su
trabajo tomando como base las características del contexto de los alumnos, sus estilos de
aprendizaje, los recursos didácticos y bibliográficos con los que cuenta para así cubrir las
necesidades que se vayan presentando durante el trabajo cotidiano. Los docentes no se
limitan a guiar el trabajo en función de objetivos específicos.

El conocimiento del pensamiento didáctico del profesor es un elemento ineludible cuando


se aborda un proceso de formación docente. Algunos autores (Gil, Carrascosa, Furió y
Martínez – Terregosa, 1991) lo articulan dentro de las que consideran tesis centrales de un
programa de formación de profesores, puesto que:

1.- Los profesores tienen ideas, comportamientos y actitudes sobre los que hay que conectar
cualquier actividad de formación.
2.- un buen número de dichas creencias y comportamientos sobre la enseñanza son
acríticos, y conforman una docencia de sentido común, que al presentar una resistencia
fuerte al cambio se convierte en un obstáculo para renovar la enseñanza.
3.- dicha problemática sólo es superable, como sostendremos más adelante, si se realiza un
trabajo docente colectivo, reflexivo e innovador.

Para comprender la tarea docente radica en ubicar la etapa formativa en la que se encuentra
el profesor y su grado de experiencia en la docencia.
Consideremos que a medida que vamos teniendo contacto con nuestros alumnos y la
experiencia en el trabajo diariamente, se vuelve más comprensible y mejora en muchos
aspectos. Como coloquialmente se dice ’’la práctica hace al maestro.’’

LA FORMACIÓN DEL DOCENTE COMO UN PROFESIONAL


AUTÓNOMO Y REFLEXIVO

Es difícil saber a ciencia cierta lo que caracteriza aun buen docente y todo lo que conlleva
este concepto. Considero que la formación del docente es esencial para la práctica
educativa. Dentro de esta formación creo importante incluir en la práctica la autoevaluación
y con base a ella reflexionar sobre nuestro quehacer educativo y así mejorar nuestro
desempeño.
Tomemos en cuenta la diferencia entre formación docente y capacitación docente.
Wallace nos recuerda que capacitación docente es algo presentado o manejado por otros,
mientras que la formación docente es algo que solo puede ser realizado por uno mismo
como docente.
Como ya se mencionó con anterioridad, el docente debe dejar de lado su concepto como
transmisor de conocimientos y adoptar el de mediador donde el actor principal del proceso
de enseñanza aprendizaje es el alumno y el docente (mediador) juega un papel de
acompañante.

Algo que se debe resaltar es la teoría de Vigotski sobre el andamiaje como apoyo en su
proceso de desarrollo educativo donde menciona dos zonas de desarrollo:
Zona de desarrollo real: en este nivel de desarrollo el alumno puede adquirir
conocimientos y habilidades por cuenta propia, sin asesoría o acompañamiento de sus pares
o decentes.
zona de desarrollo próximo: nivel de desarrollo implica hasta donde puede aprender el
alumno con ayuda del adulto o de sus pares.
Paulatinamente dejará de requerir este apoyo hasta que pueda adquirir competencias en este
nivel por cuenta propia.
En este momento la zona de desarrollo próximo pasa a ser la zona de desarrollo real.

Existen cuatro constantes en la practica reflexiva propuesta por Schön que hay que tomar
en cuenta al examinar la acción de los docentes:

 Los medios, los lenguajes y repertorios que emplean los docentes para describir la
realidad y realizar determinadas acciones.
 Los sistemas de apreciación que emplean para centrar los problemas, para la
evaluación y para la conversación reflexiva.
 Las teorías generales que aplican a los fenómenos de interés.
 Los roles en los que sitúan sus tareas y a través de los cuales delimitan su medio
institucional.

Puede observarse que dichas constantes son congruentes con la necesidad de conocer el
pensamiento del profesor y de conducir un análisis de la práctica real del docente ene el
aula, así como de sus producciones y recursos didácticos. Otro aspecto crucial es el de la
comprensión de la intervención educativa que ocurre en su espacio en el aula, así como del
clima motivacional y de colaboración que promueve.

Schön (1992) resalta ¨la enseñanza a través de la reflexión en la acción ¨, haciendo hincapié
que el diálogo entre alumno y maestros es esencial para el aprendizaje práctico reflexivo y
a través de este transmite mensajes a sus educandos sobre la manera de hablar y de actuar.

CONCLUSIÓN

Cuando como docentes conocemos a nuestros alumnos, sus familias, sus entornos; así como
lo que debe aprender de acuerdo con sus intereses, problemas a resolver dentro de su
comunidad, su realidad social y el mundo cambiante en el que vivimos seremos capaces de
reflexionar y retroalimentar nuestra práctica y así lograr que el proceso enseñanza-
aprendizaje de nuestros alumnos sea funcional.

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