07 Huellas Que Me Hacen Bien-Leemos Juntos
07 Huellas Que Me Hacen Bien-Leemos Juntos
07 Huellas Que Me Hacen Bien-Leemos Juntos
EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE
Huellas que me hacen bien
Leemos
Esta semana tendremos la oportunidad de leer un fragmento de Juvenilia, novela escrita por
el argentino Miguel Cané; y también un fragmento de la novela Corazón, que lleva por título
“Nuestro maestro”. Fue escrita por el italiano Edmundo de Amicis.
NUESTRO MAESTRO
Martes, 18.
Algunos entraban, le tomaban la mano y escapaban. Se veía que lo querían mucho y que habrían
deseado seguir con él. Él les contestaba:
—Buenos días —y les estrechaba la mano, pero sin mirar a ninguno; durante cada saludo se
mantenía serio, con su arruga en la frente, vuelto hacia la ventana, contemplando el tejado de la
casa vecina, y en lugar de alegrarse de aquellos saludos, se adivinaba que le daban pena. Después
nos miraba, uno tras otro, con mucha atención.
Empezó a dictar, paseando entre los bancos, y al ver a un chico que tenía la cara muy enrojecida
y con unos granitos, dejó de dictar, le tomó la barbilla y le preguntó qué tenía, tocándole la
frente para ver si tenía fiebre. En ese momento un chico se puso de pie y empezó a bufonear a
espaldas de él. Se volvió de pronto, como si lo hubiera adivinado, y el muchacho se sentó y esperó
el castigo, con la cabeza baja y encarnado como la grana.
—Escuchad: tendremos que pasar juntos un año. Procuremos pasarlo lo mejor posible. Estudiad y
sed buenos. Yo no tengo familia. Vosotros sois mi familia. El año pasado todavía tenía a mi madre:
se me ha muerto. Me he quedado solo. No os tengo más que a vosotros en el mundo; no poseo otro
afecto ni otro pensamiento. Debéis ser mis hijos. Os quiero bien, y debéis pagarme con la misma
moneda. Deseo no castigar a ninguno. Demostrad que tenéis corazón; nuestra escuela será una
familia, y vosotros mi consuelo y mi orgullo. No os pido que lo prometáis de palabra, porque estoy
seguro de que en el fondo de vuestras almas ya lo habéis prometido, y os lo agradezco.
En aquel momento apareció el bedel a dar la hora. Todos abandonamos los bancos, despacio y
silenciosos. El muchacho de las piruetas se aproximó al maestro y le dijo con voz temblorosa:
—¡Perdóneme usted!
El maestro lo besó en la frente y le dijo:
—Bien, bien; anda, hijo mío.
Texto 2:
Juvenilia VIII
Tomó el camino del destierro y llegó a Montevideo, desconocido y sin ningún recurso mecánico de
profesión; lo sabía todo, pero le faltaba un diploma de abogado o de médico para poder subsistir.
—Abrió una clase libre de Física experimental, dándole el atractivo del fenómeno producido en el
acto; aquello llamó un momento la atención.
XIII
Jacques llegaba indefectiblemente al Colegio a las nueve de la mañana; averiguaba si había
faltado algún profesor y en caso afirmativo, iba a la clase, preguntaba en qué punto del programa
nos encontrábamos, pasaba la mano por su vasta frente como para refrescar la memoria y en
seguida, sin vacilación, con un método admirable, nos daba una explicación de química, de física,
de matemáticas en todas sus divisiones, aritmética, álgebra, geometría descriptiva o analítica,
retórica, historia, literatura, hasta latín! El único curso, de todo aquel extenso programa, que no
le he visto dictar por accidente, era el de inglés, dado por mi buen amigo David Lewis, que nos
hacía leer a Milton y a Pope, a Addison y a todos los buenos prosistas del"Spectator".
Reflexionamos
ACTIVIDAD 01 Responde las preguntas:
ACTIVIDAD 02 Creamos
¡Estamos listas y listos para registrar nuestra experiencia lectora!
Ahora, escribe tus ideas y emociones, y todo lo que experimentaste al disfrutar la lectura del
fragmento de la novela “Corazón” y del fragmento de Juvenilia.
¿Qué tal si nos convertimos en titirilectores y hacemos una función en casa sobre anécdotas o
recuerdos? ¡Manos a la obra!
TITIRILECTORES
Pensemos en cómo y con qué materiales que tengamos en casa podemos hacer nuestros
títeres.
Sobre la base de las respuestas que dimos en “Reflexionamos”, conversemos sobre qué
dirán nuestros personajes, ya sea uno o varios, en nuestra función de títeres.
Invitemos a nuestra función de títeres a nuestra familia y compartamos un momento
artístico en casa.