Freud Resumen de Clase
Freud Resumen de Clase
Freud Resumen de Clase
Introducción:
Psicoanálisis: tiene como objetivo destituir ideales que llevan a la enfermedad. Se trata de
hacer consciente lo inconsciente para que el paciente no lo descargue en forma de síntomas,
actos fallidos o sueños. Ayuda a entender al paciente que el daño viene del conflicto interno,
de tendencias e impulsos que no acepta, y no de fuera. [Lo anoté por las dudas, no tiene
relevancia y está sacado de internet]
Sigismund Schlomo Freud (1856 – 1939) fue un médico neurólogo, judío, padre del
psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del Siglo XX.
Freud pasa de lo neuro a lo psicopatológico. Trataba con mujeres a las que los demás llamaban
“histéricas” por padecer síntomas a los que no se les podía atribuir una razón orgánica,
tachándolas entonces de mentirosas, de exageradas y demás.
Freud nota y ve ponerse en juego la hipnosis cuando se forma con Charcot en Paris, mucho
antes de conocer a Breuer; Charcot lograba extraer síntomas e incluso podía hacer que los
pacientes lo actuaran. En pocas palabras, descubrió que existía algo psíquico que podía ir y
venir, sin relacionarse con lo orgánico de forma aislada. La mente puede crear síntomas que se
manifiestan corporalmente. Freud empieza a interesarse en esto y es así como se pone en
contacto con Breuer, que le cuenta a través de cartas sobre sus casos, entre ellos el
renombrado caso de Anna O.
Hasta ese momento Breuer utilizaba la hipnosis, teorizándose de que existía un afecto
estrangulado que no había podido ser expresado en palabras y por eso se manifestaba en el
cuerpo; la persona hablaba de ese suceso en estado de hipnosis y conseguía que ese afecto se
destrabase y por lo tanto el síntoma desaparezca.
Claramente llega un momento en el que Freud se da cuenta de que no todas las personas son
hipnotizables, pero sigue usando ese método hasta conseguir uno mejor. Surge entonces el
método catártico, un método sugestivo que consistía en poner su mano en la frente de los
pacientes para ayudarlos a recordar. Esto lo sostuvo hasta armar su propio método, llamado
asociación libre.
“Descubrimos, que los síntomas histéricos singulares desaparecían enseguida y sin retornar
cuando se conseguía despertar con plena luminosidad el recuerdo del proceso ocasionador,
convocando al mismo tiempo el afecto acompañante, y cuando luego el enfermo describía ese
proceso de la manera más detallada posible y expresaba en palabras el afecto”.
“Cuando intenté aplicar a una serie mayor de enfermos el método de Breuer para la curación
de síntomas histéricos, tropecé con dos dificultades:
Problema 1: Debía renunciar a esos enfermos o bien procurar por otro camino el
ensanchamiento de la memoria.
PERO… no se llegaba muy lejos con el simple esforzar, entonces recurrió a “un pequeño
artificio técnico”, la presión sobre su frente. No pone al descubierto la representación
patógena pero sí señala el camino (método catártico).
Eran todas ellas de tal índole que a uno le gustaría no haberlas vivenciado, preferiría olvidarlas,
Representaciones inconciliables = DEFENSA.
La terapia no consiste en extirpar algo, se trata de eliminar resistencias que bloquean el camino
al conocimiento de las representaciones patógenas (enlace de representaciones).
El Supuesto compartido por todos: los síntomas histéricos se deben a una escisión de la
conciencia con grupos psíquicos separados.
“En las funciones psíquicas es necesario distinguir algo (monto de afecto, suma de excitación)
que tiene todas las características de una cantidad –aunque carezcamos de todo recurso para
medirla- algo que es capaz de aumentar, disminuir, desplazarse y descargarse y que se expande
por las huellas mnémicas de las representaciones tal como lo haría una carga eléctrica a través
de la superficie de los cuerpos” **
Los pacientes gozan de salud psíquica hasta el momento en que sobrevino un caso de
inconciliabilidad en su vida de representaciones, se presentó a su YO una vivencia, una
representación, una sensación que despertó un afecto tan penoso que la persona decidió
olvidarla.
Hasta aquí son iguales los procesos en la histeria y en las fobias y representaciones obsesivas,
veremos entonces las diferencias:
Manuscrito K (1896):
¿Contra qué opera la defensa? factor causante es una vivencia sexual de índole
traumática. Seducción de un niño por parte de un adulto; el suceso traumático
eficiente tiene lugar siempre antes del período de la pubertad, por más que el estallido
de la neurosis se produzca luego de esta (1897 Carta 69).
Aparecen en las mismas circunstancias que sus prototipos afectivos, siempre que su
determinación incluya otras dos condiciones: que sea de índole sexual y que ocurra
antes de haberse alcanzado la madurez sexual.
No son las vivencias mismas las que poseen efecto traumático, sino sólo su
reanimación como recuerdo, después que el individuo ha ingresado en la madurez
sexual.
Freud se dirige en este texto a la comunidad científica, a la Iglesia y todo aquel que se “resistía”
a los conocimientos que él planteaba para la ciencia. Supone que todo esto se debía a que era
Judío y lo único que podía hacer era esconderse o huir.
Darwin: afirma que los humanos venimos del mono y por lo tanto no queda una
división tajante entre el hombre y los animales.
Copérnico: descubre que el Sol no gira alrededor de la Tierra, sino que la Tierra giraba
a su alrededor, siendo una herida porque los humanos vivimos en la Tierra.
Psicológica: El Yo no es dueño de su propia casa. Existen cuestiones inconscientes que
no podemos controlar. También habla de la sexualidad infantil, de síntomas, etc.
Este texto tiene la particularidad de haber sido trascendental por incorporar un montón de
material clínico. No analiza los sueños de manera azarosa sino que los analiza en la clínica
cuando los pacientes los llevaban a las consultas. Empieza a pensar que tanto los síntomas
como los sueños son manifestaciones del inconsciente. Esto borra la barrera establecida de los
enfermos y los sanos, ya que todos soñamos independientemente de nuestra condición.
Hasta ese momento nadie se había interesado en el sentido de los sueños. Existían dos
formas de hacerlo:
Tomar todo el relato del sueño para hacer una lectura general del mismo.
Método del descifrado: tomar partes de los sueños e ir decodificar cada
una.
Freud no toma ninguna de estas ideas de saber profano, toma el relato que trae el
paciente y analiza los extractos, pero a diferencia del método del descifrado, Freud
atribuye significados únicos a los elementos del sueño, significados singulares y
particulares de cada soñante, no eran para todos lo mismo.
Interpretar un sueño exige (al igual que el trabajo con ideas patológicas) que se ponga
en juego el método de Asociación libre respetándose la regla fundamental:
intensificación de su atención sobre sus percepciones psíquicas y la exclusión de toda
crítica (frecuentes RESISTENCIAS).
Nuestra técnica radica en hacer que emerjan, por asociación libre sobre estos
elementos, otras formaciones sustitutivas desde las que podamos colegir lo
inconsciente.
Se siguen tres importantes reglas en el curso del trabajo de interpretación del sueño:
1- Se vuelve tanto mayor cuanto peores sean los deseos que han de censurarse.
2- Cuanto mayor sea la rigidez con que se presenten las exigencias de la censura
en ese momento.
Desplazamiento: tiene que ver con desplazar el acento psíquico de una representación
a otra. Para notar este desplazamiento Freud le pedía al paciente que re-relate y
cuando olvidaba enunciar un elemento que después resurgía se daba cuenta de que
era el más importante y se había dejado de lado primeramente, pero era primordial.
No hay una exactitud en cómo el soñante cuenta el sueño, se dice que esto responde a la
resistencia y a la censura que intentan desfigurar o no admitir estas ideas inconciliables.
Aunque este contenido manifiesto sea “pobre” o “infiel” al sueño ayuda a descubrir los
elementos latentes por medio de la asociación libre.
En cuanto a la técnica de interpretación de los sueños con la asociación libre, hay algunos
elementos que pueden prestarse a la interpretación y que pueden llevar a ideas latentes, pero
la interpretación tiene un límite, Freud lo nombra como un nudo imposible de desatar.
El olvido del sueño depende más de la resistencia (censura psíquica), que de la diferencia entre
el estado de vigilia y el de reposo, como los autores suponen.
Toma el síntoma para pensar que en este hay muchos contenidos latentes, pero hay un
momento en el que el paciente ya no puede asociar y es ese mismo el límite, de modo que ese
elemento ya no se puede analizar, al menos por el momento.
Durante la noche las resistencias pierden parte de su poder, permitiendo que se ponga en
juego algo de lo inconciliable en el material que luego el soñante reconoce como propio y lo
explica para que el analista proponga una técnica de interpretarlo.
Freud somete a análisis el frecuente caso del olvido temporario de nombres propios, un
fracaso de una función psíquica.
“La ocasión que me indujo a considerar en profundidad este fenómeno del olvido temporario
de nombres fue observar ciertos detalles que, si bien no se presentan en todos los casos, en
algunos se disciernen con bastante nitidez: en estos últimos no sólo se produce un olvido, sino
un recuerdo falso. En el empeño por recuperar un nombre así, que a uno se le va de la
memoria, acuden a la conciencia otros —nombres sustitutivos—, y estos, aunque discernidos
enseguida como incorrectos, una y otra vez tornan a imponerse con gran tenacidad. El proceso
destinado a reproducir el nombre que se busca se ha desplazado {descentrado}, por así decir,
llevando de tal suerte hasta un sustituto incorrecto”.
Opina que este suceso no ocurre al azar, sino que obedece al nexo que mantienen el o los
nombres propios sustitutivos con el nombre buscado. Freud, esperaba poder rastrear ese nexo
para analizar los procesos que se ponían en juego en el olvido de nombres. Indagó entonces los
influjos y caminos asociativos por los cuales una reproducción se desplaza de cierta manera.
“Simplemente, para ciertos casos, agregamos un motivo a todos los factores admitidos de
tiempo atrás, capaces de producir un olvido; y por otra parte aclaramos el mecanismo del
recordar fallido. También para nuestro caso son indispensables aquellas predisposiciones; ellas
crean la posibilidad de que el elemento reprimido se apodere por vía asociativa del nombre
buscado y lo arrastre consigo a la represión. Acaso ello no habría acontecido con otro nombre
que poseyera unas condiciones de reproducción más favorables. Es verosímil, en efecto, que un
elemento sofocado se afane siempre por prevalecer en alguna otra parte, pero sólo alcance
este resultado allí donde unas condiciones apropiadas lo solicitan. En otros casos sobreviene
una sofocación sin perturbación funcional o, como podemos decir con acierto, sin síntomas”.
Se debe prestar atención a la última condición, que generalmente ocurre en la mayoría de los
casos, para ver si no hace falta un nexo más íntimo entre los dos temas; los dos elementos
enlazados por una asociación intrínseca (el reprimido y el nuevo) poseen por añadidura un
nexo de contenido,
El olvido de nombres con recordar fallido sucede con frecuencia, Freud lo explica como
represión.
Freud insiste en que no se debe separar el caso de olvido de nombres con recordar fallido, con
otros casos en los que no acudieron nombres sustitutivos incorrectos. Estos últimos surgen de
manera espontánea así como pueden no aflorar, en estos casos se puede obligarlos a emerger
concentrando la atención: se revela el elemento reprimido junto al nombre buscado, y los
mismos vínculos que en aquellos se rastrean. Se toman dos factores:
- El empeño de la atención.
- Una condición interna propia del material psíquico.
“Junto al olvido simple de nombres propios, se presenta también un olvido que está motivado
por represión”.
En este encuentro de fuerzas ocurre una “transacción”, como lo llama Freud, y consiste en que
en vez de que aparezca la imagen real o traumática, aparezca un sustituto. Este desplazamiento
(de recuerdo 1 a recuerdo 2) no es una conexión que se haga de manera aleatoria, sino que es
una modificación que tiene conexión total con el recuerdo reprimido (asociación).
Es necesario que algo sea conflictivo, para luego reprimirse, y que finalmente ocurra la
transacción.
Freud propone una explicación del funcionamiento general del aparato psíquico en todas las
situaciones de la vida, pero toma los sueños para explicarlo. Dice que el funcionamiento del
aparato psíquico durante la vigilia funciona en una dirección progrediente y durante el dormir
en una dirección regrediente.
Ya fuimos viendo que el sueño es un acto psíquico que tiene sentido, la fuerza que lo impulsa
es un deseo irreconocible, que intenta manifestarse y que lo hace de manera desfigurada o
disfrazada. Son producciones inconscientes y son vía para acceder a lo latente.
En este capítulo se pregunta qué elementos entran en juego para la construcción de estas
producciones.
Freud propone una hipótesis que supone un psiquismo que no tiene localización anatómica,
sino que habla de constructo (no algo tangible). Toma el sueño para ver de qué está hecho este
aparato psíquico.
Este aparato posee una dirección = Toda actividad psíquica parte de estímulos (internos o
externos) y termina en inervaciones. El proceso psíquico se desarrolla en general pasando
desde el extremo de percepción hasta el extremo de motilidad.
Existe una primera instancia donde se recibe la información (Polo) y una instancia en la que se
emite un impulso motriz (Motor). Las percepciones que llegan a nosotros dejan en nuestro
aparato psíquico una huella mnémica (función memoria).
La función mnémica es, en segunda instancia, lo que va complejizando ambos sistemas (Polo y
Motor); En el sistema de las huellas mnémicas se almacenan información, imágenes,
representaciones, recuerdos, etc. Estas huellas dan cuenta de que el aparato psíquico no se
compone solo de actos y reflejos. Los elementos dentro del sistema mnémico se agrupan
según semejanza o asociación.
El único sistema que tiene capacidad de alterarse es el sistema de las huellas mnémicas. El
sistema P (Polo) no se altera ya que imposibilitaría, valga la redundancia, la posibilidad de
adquirir información y del ingreso de estímulos tanto internos como externos; carece de
memoria (conservar alteraciones sobrevenidas a sus elementos
Tras éste sistema hay un segundo sistema que traspone la excitación momentánea del primero
a huellas permanentes, poniendo en juego la asociación.
Es imposible explicar la formación de los sueños sin aceptar la existencia de dos instancias
psíquicas, una somete a crítica la actividad de la otra: crítica de la que resulta la exclusión de
esta última conciencia.
La criticadora mantiene conexiones con la conciencia que la criticada no. La criticadora le exige
a la criticada que no pase a menos que esté desfigurada. Freud habla de esto como una
censura, que le exige al inconsciente que se someta a ciertas leyes para poder manifestarse. El
sistema crítico está situado en el extremo motor del aparato psíquico.
Al sistema que se halla detrás de las huellas mnémicas se llama inconsciente y se comunica a
través de la conciencia solo a través del preconsiente, el cual pone las leyes de censura.
El inconsciente intenta manifestarse a la conciencia pero tiene una barrera (preconsiente), pero
al dormir el inconsciente puede filtrarse o acceder ya que el Polo Motor (M) está anulado, por
lo que se dirige en dirección regrediente al polo perceptivo, es por eso que soñamos en
imágenes sensoriales, y nos despertamos si nos movemos. Es lo contrario que sucede en la
vigilia (cuando estamos despiertos), el inconsciente se dirige de forma progrediente y es
detenido por el preconsiente.
El sistema inconsciente es el punto de partida para la formación del sueño (fuerza impulsora).
La formación del sueño se ve precisada a anudarse con pensamientos oníricos que pertenecen
al sistema del preconsciente (restos diurnos).
En el sueño la excitación en lugar de propagarse hacia el extremo motor del aparato, lo hace
hacia el extremo sensorial, por último alcanza el sistema percepciones.
La Regresión es una de las más importantes peculiaridades psicológicas del proceso onírico (no
es privativa de los sueños).
La excitación toma un camino regresivo, se propaga hacia el extremo sensible, y acaba por
llegar al sistema de las percepciones (imagen sensible). La representación vuelve a mudarse en
la imagen sensorial de la que alguna vez partió.
¿Por qué transformaciones resulta posible esta regresión, imposible durante el día?
Se trata de modificaciones de las cargas de energía de cada sistema que los hacen más o
menos transitables.
La regresión sería posible en el sueño por la cesación de la corriente diurna progresiva de los
órganos sensoriales, están cerradas las puertas de la motilidad, son permitidas cuantas
mociones de lo inconsciente quieran aparecer, y son inofensivas porque no ponen en
funcionamiento el aparato motor.
Durante el sueño las intensidades adheridas a las representaciones son trasferidas por obra del
trabajo del sueño (desplazamiento).
Los recuerdos (HM) están cargados con vivacidad sensorial funcionando como polos de
atracción para la excitación. La representación vuelve a mudarse en la imagen sensorial de la
que partió.
Freud no puede desconocer que de los sueños hay gran parte del material que proviene de los
pensamientos de la vigilia o restos diurnos.
No solamente los sueños están constituidos por los cumplimientos del deseo.
Hay sueños que están muy poblados de deseos de la vigilia y hay sueños que están poblados
de elementos donde la censura onírica actuó deformando esos elementos.
- Sueños donde es de manera franca reconocible el deseo (Ej, soñar que apruebo un
examen).
- Sueños donde NO es irreconocible el deseo y está oculto, es estos últimos es donde la
censura onírica hizo una intervención (Ej, el sueño donde el padre sueña que su hijo ya
difunto le avisa que se está quemando).
1. Algo pendiente del día, una excitación que no se obtuvo satisfacción a causa de
condiciones exteriores. Proviene del sistema preconsiente.
2. Deseos que pueden haber manifestado durante el día pero encontraron un tipo de
defienda que intenta ocultarlo (desestimación) porque se reacciona con lo reprimido,
por lo que se manifiesta al dormir. Es un deseo pendiente ya que es un deseo no
tramitado pero que fue sofocado. Este deseo fue esforzado hacia atrás del sistema
preconsciente hacia el inconsciente.
3. Sueños en los que se pone en juego un deseo que carece de relación directa con los
deseos consientes. Puede carecer de relación con la vida diurna y contarse entre
aquellos deseos que sólo de noche se ponen en movimiento en nosotros desde lo
sofocado. Esta moción de deseo es incapaz de desaparecer el sistema del Inconsciente.
Proviene del inconsciente y se nutre con deseos reconocibles, aceptados.
4. Fuentes de deseos que se gestan durante el dormir, por ejemplo tener sed mientras
estoy durmiendo y sueño que tomo agua.
No todos los deseos tienen el mismo valor para iniciar un sueño. Freud deja en claro que en los
sueños de mayor desfiguración es notable y tiene gran lugar un deseo proveniente del
inconsciente y, por otro lado, tenemos que notar que, el mismo deseo inconsciente provee la
fuerza impulsadora para la creación del sueño.
“El deseo consciente solo deviene excitador de un sueño si logra despertar otro deseo
paralelo, inconsciente, mediante el cual se refuerza”
Freud también analiza los sueños punitorios, la fuerza impulsora provienen del YO del soñante,
se esfuerza por tomar un castigo por algo que tiene que ver con el inconsciente (Ej, soñar que
no puede hacer algo que desea).
Tanto en los sueños como en los síntomas de la neurosis se pone en juego el cumplimiento de
un deseo.
Se sostiene que el síntoma tiene relación con el pasado, pero que este pasado tiene
características particulares remitidas a lo sexual.
El obsesivo no llega a sucumbir a estos impulsos pero a cambio lleva a cabo actos
insignificantes que se tornan repetitivos y con lo cual pueden llegar a ser ceremoniales.
El enfermo no puede hacer otra cosa más que desplazar o reemplazar ideas por otras que
continúan siendo absurdas, modificando sus ceremonias, pero no se puede suprimir.
El sujeto obsesivo duda siempre de si realizó o no sus ceremoniales y debe asegurarse, a veces
repitiéndolos por si a caso.
“Los síntomas neuróticos tienen entonces su sentido, como las operaciones fallidas y los
sueños, y, al igual que estos, su nexo con la vida de las personas que los exhiben”.
“La neurosis obsesiva […] se porta más como un asunto privado del enfermo, renuncia casi por
completo a manifestarse en el cuerpo y crea todos sus síntomas en el ámbito del alma”.
“La acción obsesiva […] figura un deseo como cumplido dentro de una acción presente”.
Esta conferencia intenta explicar de cómo el síntoma habla del sujeto, inexplicable
conscientemente.
“El sentido de un síntoma reside, según tenemos averiguado, en un vínculo con el vivenciar
del enfermo”.
Freud dice que existen situaciones en la que los enfermos retroceden con los síntomas a un
periodo de su vida pretérita, eligiendo por fijación momentos muy anteriores, particularmente
a momentos donde el líbido quedó estancado (cristalizado).
Esta fijación al trauma es lo que da cuenta del inconsciente implicado, ya que sin la existencia
del mismo no habría síntomas.
La característica del síntoma es que insiste y persiste, funciona de modo que manifiesta aquello
que no consiguió salida sin negociar o disfrazarse, esto es el trauma, los procesos psíquicos que
no pudieron acceder a la conciencia.
“[…] el análisis muestra por lo regular que estos síntomas son retoños de procesos
inconscientes que, empero, bajo diversas condiciones favorables, pueden hacerse conscientes”.
“La posibilidad de dar a los síntomas neuróticos un sentido por medio de la interpretación
analítica es una prueba inconmovible de la existencia —o, si lo prefieren, de la necesidad de
suponer la existencia— de procesos anímicos inconscientes”.
“De procesos conscientes no se forman síntomas; tan pronto como los que son inconscientes
devienen conscientes, el síntoma tiene que desaparecer”.
Freud da una definición de síntomas y da puntos de fijación para la formación del síntoma.
Los síntomas son actos nocivos o inútiles que el sujeto realiza contra su voluntad
experimentando sensaciones de displacer; el daño principal de estos síntomas son las
exigencias de la ejecución y la lucha del sujeto contra ellas.
“El síntoma se engendra como un retoño del cumplimiento del deseo libidinoso inconsciente,
desfigurado de manera múltiple; es una ambigüedad escogida ingeniosamente, provista de dos
significados que se contradicen por completo entre sí”.
Surgen en un contexto de libido negada que busca la forma de ejecutarse, otro modo de
satisfacerse. Lo hace regrediendo en organizaciones previas, donde en algún momento hubo
satisfacción y en puntos de fijación que ya habían sido abandonados. Esta regresión no siempre
genera conflicto o neurosis.
Gracias a esta regresión puede establecerse la transacción (negociación) que hace que la libido
pueda surgir disfrazada y por esa razón es difícil de interpretar.
(La predisposición tiene que ver con la particularidad de cada uno, respecto a su vivenciar
infantil y la constitución sexual en relación al vivenciar prehistórica)
Va a haber tal o cual síntoma en cuanto a como todos estos elementos se ensamblen.
“La constitución sexual hereditaria nos brinda una gran diversidad de disposiciones, según que
esta o aquella pulsión parcial, por sí sola o en unión con otras, posea una fuerza particular”.
Definición de pulsión: son estímulos que provienen del interior del organismo los cuales
buscan satisfacerse, tienen varios elementos: fuerza objeto, meta y fuente de la pulsión.
Busca explicar cómo funciona el aparato psíquico mediante la Metapsicología; tiene la función
de librarse de los estímulos que le llegan, de rebajarlos al nivel mínimo posible.
En este texto veremos que las pulsiones están en juego siempre en la vida cotidiana, no sólo en
la enfermedad y los síntomas neuróticos.
Para Freud las pulsiones no son ni psíquicas ni somáticas, considera que mente y cuerpo tienen
una relación y no es posible sostener que estos dos conceptos se polarizan. La pulsión es el
representante psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo y alcanzan el
alma.
Lo pulsional NO tiene que ver con el instinto. Lo pulsional proviene del interior del propio
organismo, como una fuerza constante. La huída de nada puede valer contra ella. La pulsión
EXIGE la satisfacción.
Se habla de una exigencia de trabajo, que refiere al factor cuantitativo del aparato psíquico,
aspecto económico, cantidades de excitación (energía / afecto) que se invierten cuando el
aparato psíquico realiza cierto trabajo para procurarle al organismo una satisfacción.
Fijación: suele consumarse en períodos muy tempranos del desarrollo pulsional y pone
término a la movilidad de la pulsión. Se evidencia en los cuadros clínicos.
- Fuente de pulsión: proceso interior a un órgano o una parte del cuerpo, cuyo estímulo
es representado en la vida anímica por la pulsión, lugar donde aparece la excitación,
(zona erógena). Muchas veces puede inferirse retrospectivamente las fuentes de la
pulsión a partir de sus metas.
Todas las pulsiones son cuantitativas de la misma índole, y deben su efecto a las
magnitudes de excitación (cantidad). Lo que distingue entre sí a las operaciones
psíquicas que proceden de las diferentes pulsiones puede reconducirse a la diversidad
de las fuentes pulsionales.
La confrontación entre el yo, amo de las necesidades, y las pulsiones sexuales que (por
originarse en el interior del propio organismo y no conocer otra meta que el placer de órgano,
la satisfacción en la propia zona erógena) constituyen un peligro ineludible para el yo.
- Hacen un papel vicario (sustituto) unas respecto de las otras y pueden intercambiar
con facilidad sus objetos. A consecuencia de dichas propiedades, se habilitan para
operaciones muy alejadas de sus acciones-meta originarias (Ej: sublimación).
Por ser "peligrosas" para el yo, los destinos que las pulsiones sexuales pueden experimentar en
el curso de su desarrollo las modalidades de defensa frente a la pulsión:
- La vuelta a la propia persona: hay una instancia en el desarrollo del sujeto en el que la
pulsión sexual está instalada en el Yo, cuando se encuentra con los límites de la pulsión
sexual vuelve al Yo. El masoquismo, por ejemplo, es un sadismo vuelto hacia el yo
propio, y la exhibición lleva incluido el mirarse el cuerpo propio.
Lo esencial en este proceso es el cambio de vía del objeto, manteniéndose inalterada la
meta.
Los destinos de pulsión que consisten en la vuelta sobre el Yo propio y en el trastorno
de la actividad en pasividad dependen de la organización narcisista del Yo.
Tal mudanza pulsional nunca afecta a todo el monto de la moción pulsional.
Todas las etapas de desarrollo de la pulsión subsisten unas junto a las otras. En época
más tardía del desarrollo puede observarse, junto a una moción pulsional su opuesto:
ambivalencia (Bleuler).
- No existe un objeto predeterminado para nuestra satisfacción sexual, cada sujeto realiza una
“elección de objeto” para alcanzar la satisfacción, y que no siempre deberá ser el sexo opuesto.
“El quehacer sexual se apuntala primero en una de las funciones que sirven a la
conservación de la vida, y sólo más tarde se independiza de ella”.
“En cuanto estado, la necesidad de repetir la satisfacción se trasluce por dos cosas: un peculiar
sentimiento de tensión, que posee más bien el carácter del displacer, y una sensación de
estímulo o de picazón condicionada centralmente y proyectada a la zona erógena periférica”.
El hallazgo de objeto:
“A lo largo de todo el período de latencia, el niño aprende a amar a otras personas que
remedian su desvalimiento y satisfacen sus necesidades. Lo hace siguiendo en todo el modelo
de sus vínculos de lactante con la nodriza, y prosiguiéndolos”.
“El trato del niño con la persona que lo cuida es para él una fuente continua de excitación y de
satisfacción sexuales a partir de las zonas erógenas, y tanto más por el hecho de que esa
persona —por regla general, la madre— dirige sobre el niño sentimientos que brotan de su
vida sexual, lo acaricia, lo besa y lo mece, y claramente lo toma como sustituto de un objeto
sexual de pleno derecho”.
Angustia Infantil: los propios niños se comportan desde temprano como si su apego por las
personas que los cuidan tuviera la naturaleza del amor sexual. La angustia de los niños no es
originariamente nada más que la expresión de su añoranza de la persona amada; por eso
responden a todo extraño con angustia.
“En esto el niño se porta como el adulto: tan pronto como no puede satisfacer su libido, la
muda en angustia; y a la inversa, el adulto, cuando se ha vuelto neurótico por una libido
insatisfecha, se porta en su angustia como un niño: empezará a tener miedo apenas quede solo
(vale decir, sin una persona de cuyo amor crea estar seguro) y a querer apaciguar su angustia
con las medidas más pueriles”.
- Atribuir a todos los seres humanos, aun a las mujeres, un pene: los niños dividen a las
personas en los que tienen pene y en los que NO lo tienen, no siendo lo mismo que
clasificar entre los que tienen pene y las que tienen vagina. Se consuelan pensando
que a las niñas algún día les crecerá también un miembro viril.
- Es preciso que el hijo sea evacuado como un excremento, una deposición: Entonces
no era sino consecuente que el niño no concediera a la mujer el doloroso privilegio de
parir. Si los hijos nacían por el ano, el varón podía parir igual que la mujer. Así, el
muchacho podía fantasear que él mismo concebía hijos, sin que por eso pudieran
imputársele inclinaciones femeninas. De ese modo, no hacía más que activar su
erotismo anal todavía vivaz.
- Concepción sádica del coito: ven en él algo que la parte más fuerte le hace a la más
débil con violencia, y lo comparan, sobre todo los varoncitos, con una riña como las
que conocen del trato entre niños, y que por cierto no dejan de ir contaminadas por
una excitación sexual . Y como confirmatorias de su concepción ve el niño unas huellas
de sangre que eventualmente descubre en la cama o la ropa interior de la madre.
Serían estas las más importantes entre las teorías sexuales típicas producidas
espontáneamente en los primeros años de la infancia, sólo bajo el influjo de los componentes
pulsionales sexuales.
Este concepto es fundamental para el psicoanálisis, antes del 1900 Freud lo llamaba defensas.
Las resistencias se ponen en juego en los olvidos, en los excesos de detalles, etc. No son
voluntarias. Son la puesta en acto de lo que ha ocurrido, que es la represión. Es decir, la
represión tiene como función mantener lo reprimido como reprimido.
Cuando ocurre una pulsión interna no podemos evadirla, si el estímulo viene de afuera a veces
es posible huir, pero al tratarse de algo interno lo púnico que nos queda para apartarnos de lo
pulsional es el mecanismo de la represión. Este es un mecanismo psíquico que nos permite
crear una idea diferente, anular eso que no queremos saber.
La represión crea como mecanismo principal la división entre la instancia psíquica, esto es
consciente e inconsciente.
- La represión propiamente dicha es la que se instala sobre lo que se deprimió; una vez
instalado el mecanismo, puede repetirse la represión. En todo momento intentará
acceder a la conciencia. La consciencia rechaza pero el inconsciente atrae.
Para que esto inconsciente se mantenga reprimido, existen fuerzas llamadas contracatexias.
Estas se debilitan en momentos como la hora de dormir.
“El mantenimiento de una represión supone, por tanto, un dispendio continuo de fuerza, y en
términos económicos su cancelación implicaría un ahorro”.
“Es un hecho cotidiano que un retoño así permanezca no reprimido mientras es representante
de una energía baja, aunque su contenido sería idóneo para provocar un conflicto con lo que
impera en lo conciente”.
“El factor cuantitativo resulta decisivo para el conflicto; tan pronto como esa representación
en el fondo chocante se refuerza por encima de cierto grado, el conflicto deviene actual y
precisamente la activación conlleva la represión”.
“Si circunscribimos la observación a los resultados que afectan a la parte del representante
constituida por la representación, advertimos que la represión crea, por regla general, una
formación sustitutiva”.
Lo inconsciente (1915):
Metapsicología Freudiana:
- Punto de vista tópico: Tópico punto de vista que supone una diferenciación del
aparato psíquico en cierto número de sistemas dotados de características o funciones
diferentes, y dispuestos en un determinado orden entre sí.
- Dinámico: Punto de vista que considera los fenómenos psíquicos como resultantes del
conflicto.
- Económico: Califica todo lo relacionado con la hipótesis según la cual los procesos
psíquicos consisten en la circulación y distribución de una energía cuantificable
(energía pulsional), es decir, susceptible de aumento, de disminución y de
equivalencias.
Lo inconsciente es una construcción teórica con la que Freud se encuentra ante una necesidad
en la clínica.
Lo inconsciente en sentido descriptivo: abarca por un lado actos que son apenas latentes,
inconsciente por algún tiempo, pero en lo demás en nada se diferencian de lo consciente, y
procesos como lo reprimido que si devinieran consciente, contrastarían con otros procesos
conscientes.
Inconsciente no reprimido.
Existen dos mecanismos que sostienen la represión: el divorcio que se produce entre
representación y afecto, y la contrainvestidura.