Mi Opinión de Etica Empresarial 1

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MI OPINIÓN DE ETICA EMPRESARIAL

Actualmente el comportamiento ético de las empresas en todas sus actividades y


negocios es una preocupación y un tema que ocupa no sólo al mundo
empresarial, sino a los diferentes núcleos de la sociedad, como el Estado, la
academia, la iglesia y, por supuesto, a quienes son los receptores de sus
productos y servicios.
Una de las razones de esa inquietud es que la ética de las empresas busca
resolver los dilemas éticos que surgen durante el transcurso de su vida y
proporciona los criterios para tomar las decisiones correctas, que son aquellas que
consultan los principios y las normas que deben observar los dirigentes
empresariales.
De acuerdo con lo anterior, en las empresas de cualquier naturaleza hay ciertos
niveles éticos que se relacionan o se refieren a la honestidad que también tiene
que predominar en los actos y relaciones de la organización con la sociedad, a la
calidad de los bienes y servicios que la compañía suministra y a la responsabilidad
empresarial como un instrumento necesario para su contribución al bienestar
general de la comunidad.
La ética de las empresas, además de tener una responsabilidad con el bien
común, es un compromiso con el respeto permanente hacia con todos sus
asociados: su personal, sus clientes, sus inversionistas, sus proveedores, sus
acreedores y el Estado como representante de la sociedad.
Es decir, con lo que hoy se conoce como un grupo de interés.
Así, la ética debe contribuir a afianzar la credibilidad y la confiabilidad de toda la
sociedad en la empresa, logrando satisfacer los deseos y atendiendo los derechos
de todas sus partes interesadas.
Si una de esas partes o grupos recibe menos que los otros, la empresa actúa
antiéticamente, así como cuando se rehúsa a responder por la calidad de lo que
ofrece a sus clientes.
Es necesario que los principios de justicia, respeto y responsabilidad hagan parte
sustancial de su cultura y estén involucrados en el espíritu y en las acciones de
todos sus cuadros o estamentos. La ética para las empresas debe ser una actitud
y una política corporativas.
Además de los valores ya anotados, la empresa tiene que tener en cuenta la
transparencia como un valor necesario y fundamental, tanto en sus operaciones
como en sus cuentas y en todas sus actividades financieras y económicas.
Promover, observar y actuar con ética es más fácil cuando se ponen todas las
cartas sobre la mesa.
Una organización transparente contribuye al comportamiento ético de todo su
personal y lo defiende de los riesgos de caer en actos o comportamientos ilícitos.
Una ética exigente en los negocios de las empresas, tanto privadas como
públicas, demuestra más razones para que surja la confianza en ellas: por la
motivación, cohesión y eficacia de todo el equipo de sus colaboradores y porque
es así como aparece la confianza que todos los grupos de interés y demás
núcleos sociales depositan en la empresa.
Por lo anterior, la ética empresarial es el camino que se debe seguir, pese a sus
obstáculos y dificultades.
Es necesario tenerla, observarla y cumplirla a toda costa, no sólo por virtud moral,
sino porque en el largo plazo la ética genera resultados positivos para todo lo que
se relaciona con sus actividades, actos y operaciones inherentes a determinado
objeto social, a su razón de ser un valioso y sobresaliente agente económico.
La ética para las empresas es una fortaleza en el mediano y largo plazo, es la
seguridad de contar con una organización sana, honesta y transparente.
Además, la ética empresarial significa disfrutar de la verdad en el cumplimiento de
sus compromisos, y ser reconocida como íntegra y honrada, sin lo cual no es
sostenible ni manejable.
Un clima permanente de comportamiento ético en las empresas es un factor de
desarrollo económico y social y por lo tanto muy valioso para el país y para toda
su población.

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