Tesis Dos Tarimas Un Fandango Cecilia Del Mar Zamudio
Tesis Dos Tarimas Un Fandango Cecilia Del Mar Zamudio
Tesis Dos Tarimas Un Fandango Cecilia Del Mar Zamudio
Presenta
Cecilia del Mar Zamudio Serrano
Director
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................. 4
Objetivos y preguntas de investigación ........................................................................................... 5
Sobre la metodología y el trabajo de campo ................................................................................... 7
Estructura del documento .............................................................................................................. 14
1
CAPÍTULO III. “LA LÍNEA” COMO PUNTO DE ENCUENTRO, UNA ETNOGRAFÍA DEL
V F ANDANGO F RONTERIZO ............................................................................... 89
3.1. Cambios y transformaciones en la frontera, en el muro fronterizo y el Friendship Park ..... 89
3.2. “La Línea” separa pero también une: encuentros en la frontera. Manifestaciones populares
y artísticas en el Friendship Park .......................................................................................... 95
3.2.1. Border Encuentro ............................................................................................................ 97
3.2.2. Posada Sin Fronteras ..................................................................................................... 100
3.3. Dos tarimas, un fandango. El norte y el sur unidos por la frontera: una etnografía del
V Fandango Fronterizo......................................................................................................... 101
3.3.1. El V Fandango Fronterizo ............................................................................................. 105
3.3.2. El Fandango después del Fandango .................................................................................. 127
4.1. Un marco referencial sobre los estudios de las identidades en la frontera México-
Estados Unidos ................................................................................................................... 134
4.2. Procesos de identificación con el son jarocho en la frontera Tijuana-San Diego ................ 136
4.2.1. El son jarocho en Tijuana, un elemento identitario para los jaraneros de origen
veracruzano ................................................................................................................... 141
4.2.2. El son jarocho como elemento de identificación y pertenencia a la nación ................. 146
4.2.3. Los “otros” nosotros: procesos de identificación con el son jarocho entre los
jaraneros de San Diego ................................................................................................. 151
2
F UENTES CONSULTADAS .............................................................................................................. 183
Bibliografía y hemerografía ........................................................................................................ 183
Filmografía y discografía ............................................................................................................ 189
Páginas de internet ...................................................................................................................... 189
Entrevistas ................................................................................................................................... 190
3
Dos tarimas, un fandango.
Dinámicas y relaciones transfronterizas entre los jaraneros de Tijuana,
México-San Diego, EUA: Un análisis desde el lado sur de la frontera
INTRODUCCIÓN
En esta tesis se analiza la presencia del son jarocho en la frontera Tijuana, México-San
Diego, Estados Unidos durante el periodo comprendido entre 2001 y 2013. El son jarocho
país vecino, durante la primera mitad del siglo XX cuando con el auge del cine mexicano
de la Época de Oro, personajes como Lorenzo Barcelata, Andrés Huesca y Lino Chávez,
realizaron una serie de giras por estos lugares, dando a conocer con sus respectivas
también llamada por algunos como son jarocho “marisquero”. Durante las décadas
siguientes -1960 y 1970- se conformaron algunos grupos de son jarocho del mismo estilo
en California, además de darse a conocer la versión en Rock and Roll del son de La Bamba,
Esta versión estilizada del son jarocho fue durante mucho tiempo catalogada como
década de los setenta, a partir de un proyecto encabezado por Gilberto Gutiérrez Silva y el
Grupo Mono Blanco, que tuvo como objetivo inicial el rescatar el son jarocho tradicional
campesinas del sur de Veracruz, nació lo que actualmente se conoce como el Movimiento
Jaranero, dando lugar, con el paso del tiempo, a una expansión del son jarocho hacia otras
ciudades del país fuera del estado de Veracruz y también, hacia otras partes del mundo.
4
De tal manera que actualmente el son jarocho se inscribe en contextos como el de
los jaraneros que radican de un lado o del otro de la frontera, nuevas formas de expresión y
de significación, de las cuales presento y analizo algunas de ellas en este trabajo como
maneras posibles en las que se puede observar cómo la frontera geopolítica, determina en
gran medida la dinámica de un grupo de actores sociales que comparten una práctica
cultural, llevándolos al mismo tiempo a encontrar formas de convivencia a pesar del control
de entrada y salida de personas entre un país y otro que representa esta frontera.1 Por otro
lado, expongo también cómo el son jarocho es resignificado de diferente manera por el
mismo grupo de actores sociales a partir de una serie de factores, como por ejemplo: el lado
Objetivo general
Objetivos específicos
Diego.
1
El término jaranero se deriva de la palabra jarana –el instrumento principal con el que se ejecuta el son
jarocho- y es utilizado en la actualidad para referirse en términos genéricos a quienes tocan, cantan y/o bailan
son jarocho y que generalmente participan también de la fiesta del fandango.
5
Conocer y describir las actividades que se realizan en la frontera Tijuana-San Diego
Fronterizo.
Analizar los sentidos identitarios que otorga el son jarocho para quienes lo ejecutan
Identificar y analizar las nuevas formas que adquiere la versada del son jarocho en
el contexto fronterizo.
Preguntas de investigación
¿Cuáles son las actividades relacionadas con el son jarocho que se llevan a cabo en
jarocho?
contexto fronterizo?
6
Sobre la metodología y el trabajo de campo
Para cumplir con los objetivos que se expusieron en el apartado anterior me propuse seguir
una metodología de corte cualitativo, que me permitiera enfatizar la visión de los actores
tomando en cuenta el contexto en el que ésta se desarrolla. En este sentido lo que busqué
con ello fue obtener las herramientas necesarias que me permitieran explicar la presencia
del son jarocho en la frontera Tijuana-San Diego, narrar la historia de este proceso,
observar la relaciones sociales que se dan en torno a esta práctica cultural, y localizar
actores sociales.
estudiado, pues a través de sus testimonios los entrevistados expresaron sus pensamientos,
Las entrevistas que realicé fueron las llamadas semiestructuradas, que consisten en
que “el entrevistador mantiene una conversación enfocada sobre un tema particular, y le
discusión” (Bernard, 1988, p. 204-207 en Vela, p. 77). En este caso llevé un guión de
7
entrevista y di algunas líneas de conversación que me interesaba conocer dependiendo de
las características de cada informante. Esto quiere decir que los tópicos de las preguntas
dependieron del rol que desempeña cada entrevistado dentro del Movimiento Jaranero en la
frontera.
panorama general sobre los mismos. Cabe decir que los criterios de selección fueron varios:
etcétera-; y d) para darle una visión lo más equitativa posible intenté entrevistar tanto a
8
Jaranero y laudero.
Integrante del grupo
Cambalache.
Productor de Radio
2 Veracruz, Ver., Los Ángeles,
César Castro Jarochelo.
México CA, EUA.
Fue integrante del grupo
Quetzal.
Fue integrante del grupo
Mono Blanco.
Jaranera.
Puerto Vallarta, San Diego, CA,
Cindy Cox Robles
Jal., México. EUA. Integrante del grupo Son
de San Diego.
Jaranero.
Dirige un taller de son
jarocho en San Diego.
Fundador e integrante del
grupo Son de San Diego.
Eduardo García Cd. Juárez, San Diego, CA, Participó en la
Acosta Chih., México. EUA. organización del
Fandango Fronterizo del
2008 al 2011.
Fue miembro de la
Sociedad Sonera Tijuana-
San Diego.
Jaranero
Participa en la
Francisco J. A. San Diego, CA, San Diego, CA,
Mayer Ochoa EUA. EUA. organización del
Fandango Fronterizo
desde 2012.
Jaranero y laudero.
Participa en la
organización del
Fandango Fronterizo
desde el 2008 a la fecha.
Gabriel Romero Tapachula, Tijuana, B.C., Integrante del grupo
Anzueto Chis., México3 México. Pájaro Brujo.
Fue integrante del grupo
Cantuyo.
Fue miembro de la
Sociedad Sonera Tijuana-
San Diego.
2 César Castro no es propiamente jaranero de la región fronteriza Tijuana-San Diego, sin embargo lo he
incluido porque he ocupado algunos de sus testimonios compartidos en la entrevista realizada durante el V
Fandango Fronterizo.
3 Gabriel Romero Anzueto en la entrevista comentó haber nacido en Tapachula, Chiapas, sin embargo resalta
haber sido llevado a la ciudad de Soledad de Doblado desde recién nacido, Veracruz en donde creció.
9
Jaranero.
Integrante del grupo Ecos
Tlacotalpan, Tijuana, B.C.,
Carlos Rosario de Cedro.
Ver., México. México.
Fue fundador e integrante
del grupo Son Chimbicá.
Jaranera.
Colaboradora en el Taller
Libre de Son Jarocho en
Tijuana.
Guadalajara, Tijuana, B.C., Participó en la
Sandra Ruiz organización del
Jal., México México.
Fandango Fronterizo del
2009 al 2012.
Fue miembro de la
Sociedad Sonera Tijuana-
San Diego.
Jaranera.
Fue colaboradora del
Taller Libre de Son
jarocho en Tijuana.
Participó en la
organización del
Veracruz, Ver., Tijuana, B.C.,
Isabel Sosa Fandango Fronterizo del
México México.
2008 al 2012.
Fue miembro de la
Sociedad Sonera Tijuana-
San Diego
Fue integrante del grupo
Son Chimbicá.
Activista
Organizador de los Border
Encuentro
Participa en la
Nueva York, Tijuana, B.C., organización del
Daniel Watman
NY, EUA. México. Fandango Fronterizo
gestionando el permiso
con la Patrulla Fronteriza
para ocupar el Friendship
Park en San Diego.
10
Jaranero
Fundador y colaborador
en el Taller Libre de Son
Jarocho en Tijuana
Participó en la
organización del
Fandango Fronterizo del
Los Ángeles, Tijuana, B.C.,
Geovanni Zamudio 2009 al 2012
CA, EUA.4 México.
Fue miembro de la
Sociedad Sonera Tijuana-
San Diego
Fundo el grupo Punta
Chueca.
Fue integrante del grupo
Son Chimbicá.
paralelo y posterior al proceso del trabajo de campo, también realicé una revisión
Importante es señalar que todo el trabajo de campo que formó parte fundamental de mi
razón de esto, es porque no conté con la visa estadounidense para poder cruzar a San Diego.
realidad y de las dinámicas que existen en torno al son jarocho en el lado norte de la
frontera. Esto lo logré haciendo uso de documentos como notas periodísticas y fotografías;
4
En realidad Geovanni Zamudio sólo nació en Los Ángeles, él es hijo de mexicanos y desde recién nacido ha
vivido en Tijuana: “soy tijuanense, en verdad no nací en Tijuana, soy nacido en Los Ángeles, California, pero
aquí en Tijuana es algo muy común que la gente nazca al otro lado y que crezcas en Tijuana. Habemos yo
creo toda una generación de personas que vivimos una circunstancia similar” (comunicación personal, 23 de
julio, 2012)
11
de materiales audiovisuales, como documentales y videos; así como de los testimonios de
jaraneros como Eduardo García y Francisco Mayer que viven en San Diego pero que
cruzaron a Tijuana para ser entrevistados, o en el caso de Cindy Cox, que entrevisté a
Mi primer viaje a Tijuana lo realicé en agosto de 2010 y viví en esta ciudad hasta
marzo de 2011, durante estos siete meses conocí a varios jaraneros de Tijuana y a algunos
de San Diego que de vez en cuando cruzaban la frontera para asistir a talleres de son
frontera fue un proceso aparentemente sencillo, en el que me vi favorecida por saber tocar
son jarocho y por ser originaria del estado de Veracruz. Estos dos factores influyeron en
definitiva para involucrarme inmediatamente en varias de las actividades que ellos realizan,
sobre todo en los talleres y en los fandangos. Pero también fue importante en este proceso
ciudad, a Geovanni Zamudio, uno de los principales impulsores del son jarocho en Tijuana,
pues fue él quien me presentó a muchos de los jaraneros de la región. Durante este tiempo
compartí varias experiencias con ellos, lo que me permitió conocer las dinámicas y
actividades que tienen en torno al son jarocho y también, identificar los roles que cada uno
tiene en dichas actividades. Todo esto me sirvió más tarde para hacer una selección de
informantes clave, que fueron a quienes entrevisté finalmente para documentar gran parte
de esta tesis.
A pesar de que dejé de vivir en Tijuana –desde principios de marzo de 2011-, nunca
perdí los lazos de amistad que logré construir con varios de los jaraneros durante mi
estancia en esa ciudad. Pasó el tiempo y en agosto de ese mismo año ingresé a la Maestría
12
en Estudios de la Cultura y la Comunicación, y desde ahí me replantee continuar y concluir
Sandra Ruiz, viaje que aproveché para entrevistar a uno de los jaraneros de la zona. No
verano del 2012, del 8 al 28 de julio. Temporada que coincidió con la realización del V
Fandango Fronterizo, uno de los eventos de son jarocho más importantes de la frontera.
Aunque fue un periodo corto para un trabajo de esta naturaleza, mucho ayudó el que yo
conociera a los informantes y las dinámicas de éstos, pues dediqué todo ese tiempo sólo a la
realización de entrevistas y a asistir a algunos eventos de son jarocho que tuvieron lugar
trabajo de campo lo realicé con Ignacio Chávez, un compañero que viajó también desde
Xalapa y que fue parte fundamental durante esa temporada, puesto que con la intención de
realizar un documento audiovisual paralelo a la esta tesis sobre lo que acontece con el son
jarocho en la frontera, fue él quien realizó toda la parte técnica correspondiente a las
grabaciones en video de cada una de las entrevistas hechas a los informantes, y también es
cuales fueron de gran utilidad para complementar la etnografía que presento en el capítulo
III. Todos estos factores es importante que los conozca el lector, sobre todo para establecer
un punto de referencia sobre cómo y desde dónde se escribió esta tesis, y con esto, ayudar
13
Estructura del documento
investigación en cinco capítulos y una conclusión general. Inicio con el capítulo titulado
presento un panorama histórico y contextual sobre el son jarocho; desde sus orígenes hasta
algunos apuntes históricos sobre éste, pasando por la fiesta popular del fandango, los
instrumentos utilizados para interpretar esta música, hasta exponer el papel que jugó el son
jarocho a nivel nacional durante la primera mitad del siglo XX. En un segundo y tercer
apartado de este mismo capítulo, muestro otro momento importante en la historia del son
jarocho, el del Movimiento Jaranero, desde sus inicios hasta la actualidad, siguiendo la
trayectoria que hizo hasta llegar a formar parte del panorama cultural de Los Ángeles,
California.
frontera Tijuana- San Diego”, describo la llegada del son jarocho a la frontera Tijuana-San
Diego, y las diferentes actividades relacionadas con esta práctica cultural que tienen lugar
El tercer capítulo “„La Línea‟ como punto de encuentro. Una etnografía del V
Fandango Fronterizo” está íntimamente ligado al capítulo II, en éste presento un contexto
Estados Unidos, panorama que da pie a una descripción sobre el espacio conocido como el
general para la población de Tijuana y San Diego, en este espacio se realizan encuentros de
14
carácter artístico y culturales, a los cuales les dedico también unas páginas de este capítulo,
cerrando con una etnografía del V Fandango Fronterizo de Tijuana-San Diego, con la
desde donde observo y analizo la presencia del son jarocho en la frontera Tijuana-San
Diego.
que los jaraneros fronterizos experimentan a través del son jarocho. Inicio este capítulo
presentando un estado del arte sobre los estudios de las identidades realizados en la frontera
México-Estados Unidos, con el cual construyo también un marco teórico que me permite
testimonios de los jaraneros entrevistados. De tal manera que presento tres posibles
Dicho de otro modo, expongo lo que representa al son jarocho como un elemento que tiene
viven en Tijuana, para los fronterizos y migrantes de otras partes de México que viven en la
frontera del lado mexicano, y finalmente lo que representa el son jarocho para los jaraneros
del son jarocho en la frontera. Esto es, las nuevas formas que adquiere el son jarocho a
partir de la apropiación de esta manifestación cultural por parte de los jaraneros fronterizos.
poder identificar dichos cambios, dedico un primer apartado a mostrar un panorama general
sobre las temáticas que se cantan en los sones en un su contexto tradicional, para
15
contrastarlo en un segundo apartado con ejemplos de la versada de los fronterizos en donde
además cómo desde un caso específico –el son jarocho y el Movimiento Jaranero en
Tijuana-San Diego- se pueden observar y explicar algunas de las dinámicas que existen en
16
17
Ubicación del Friendship Park y línea fronteriza de Tijuana, México-San Diego, EUA
https://maps.google.com.mx
CAPÍTULO I.
Un son, según del Diccionario breve de mexicanismos proviene del español son “sonido” y
son entendido como canción popular; la segunda definición, es la de baile popular, especie
Randall Kohl en Ecos de la Bamba, al retomar los apuntes que Sheehy (1979) elabora con
vocablo son tiene su origen en el latín sonus, y éste hace alusión a un “ruido concertado,
que percibimos con el sentido del oído, especialmente el que se hace con arte, o música”, y
que con el pasar de los años dicho término se ha utilizado para nombrar a “una composición
específicamente el son, entendido éste como el término que sirve para nombrar un conjunto
de músicas tradicionales de México, entre las que encontramos son jarocho, son huasteco,
son abajeño, son istmeño, etcétera (Figueroa, 2007, p. 13) es, para Jas Rauter (1980) el
género musical más rico y más representativo de la cultura popular del país (p. 154). Sin
embargo, cada uno de estos géneros se define de entre los demás, como diferente, a partir
5
Para la elaboración de este apartado de la tesis he retomado varios de los apuntes ya presentados en mi tesis
de licenciatura El nuevo son neo-jarocho, un fenómeno de re-creación lingüística y cultural: Un ejemplo de
trascendencia textual (2010).
18
de una serie de rasgos particulares, al mismo tiempo que se les adscribe a una región,
lo define como una palabra de origen español provincial, utilizada para nombrar a una
“persona de modales bruscos y algo insolentes”, al mismo tiempo que lo muestra como
adjetivo atribuido a una persona perteneciente o relativo a Veracruz. Por su parte, Gonzalo
seguidores de la fiesta del fandango (p. 374). Así, centrándonos en la música popular
veracruzana, varios autores han coincidido en definir al son jarocho, como un género
Sotavento -la cual incluye el territorio que va desde el Puerto de Veracruz, hasta el sur del
estado del mismo nombre, circunscribiéndose también a esta región cultural parte del
identidad entre quienes comparten dicho espacio (Delgado, 2004; Figueroa, 2007).
Según Reuter (1980), hay ocho características generales que acompañan a los
19
1) El son es, en primer término, música profana y festiva típicamente
mestiza.
2) El son es un género musical estrechamente ligado al baile; no a la
danza ritual del indígena, sino al baile social.
3) El son combina partes puramente instrumentales con partes cantadas
[…] Las partes instrumentales se zapatean vigorosamente con tacones
que reflejan claramente sus antecedentes andaluces; las partes cantadas,
acompañadas discretamente por los instrumentos, sirven a las bailadoras
para “paseos”, “descansos” […] que permiten a todos entender la letra.
4) La poesía cantada en los sones está invariablemente compuesta de
coplas, muchas de ellas de origen español, otras ambientadas en México
y otras más, resultado de la inspiración de poetas locales.
5) Al estar coordinadas la parte musical y la parte coreográfica, con
frecuencia los versos de las coplas –ya sea sólo uno o dos o todos- se
repiten en el canto: predomina la forma en que un cantador solista (el
llamado “pregón” en Veracruz) interpreta dos versos que luego son
repetidos por el coro, o sea los otros músicos. Pero en cada región estas
repeticiones siguen esquemas diferentes.
6) Otro rasgo es la longitud variable de cada son. La estructura es
siempre la misma […] pero no hay norma que establezca el número de
coplas que deben intervenir en un son junto con sus correspondientes
interludios para zapatear.
7) La intervención muy importante de toda clase de gritos, interjecciones
y exclamaciones por parte de los músicos cuando, al interpretar un son,
quieren animarse a sí mismos o a los bailadores.
8) Los intérpretes del son […] suelen ser conjuntos de tres a siete
integrantes […] Todos los integrantes tocan algún instrumento, y
generalmente todos cantan. (pp. 156-163)
En este sentido, el son jarocho, en efecto, cuenta con las características propuestas
por Reuter, arriba enumeradas. Situando los orígenes de éste, podemos apuntar algunos
rasgos que sustentan su constitución mestiza originada al mezclarse la cultura indígena -que
ya existía en nuestro país antes de la conquista-, con las culturas española –colonizadora- y
versada […] como El Pájaro Carpintero, partícipe en varias narrativas míticas como
originarias al momento de interpretar los sones, como es el caso del grupo La Unidad
Indígena de Santa Rosa Loma Larga y el grupo de Los Ramírez; así como también por los
20
sones más pausados y monorrítmico distinguibles de las zonas con gran presencia indígena
(Figueroa, 2007, p. 77). En cuanto a la raíz española o europea –tal vez la más evidente-,
Pérez Montfort (2003) apunta la similitud que existe entre los bailes de fandangos
veracruzanos del siglo XIX con los bailes peninsulares de los siglos XVII y XVIII (p. 35-
36), además de estar presentes en el son jarocho las formas musicales heredadas de la
música barroca y las formas literarias ocupadas en la versada, que van desde las cuartetas
hasta las décimas y las seguidillas (Figueroa, 2007, p. 80). Finalmente, la influencia
Por otra parte, Alfredo Delgado (2004) sustenta la condición profana del son
el cual se documenta la prohibición del son de El Chuchumbé por parte del Santo Oficio en
el S. XVIII por bailarse con “meneos provocativos, zarandeos, manoseos y abrazos „hasta
dar barriga con barriga‟” (pp. 38-39). Dicho documento, que data de 1766, es también uno
de los registros más antiguos que se tienen respecto a la presencia del son jarocho en
México, aunque el mismo autor pone en tela de juicio que El Chuchumbé pertenezca o no a
jarocho o de otro género. Lo cierto es que, El Chuchumbé ha sido adaptado y adoptado por
la comunidad jaranera contemporánea como un son más del repertorio jarocho, a partir de
los arreglos que Gilberto Gutiérrez y el Grupo Mono Blanco hicieron de él (p. 39).
En todo caso, dejando de lado la legitimidad de éste como un son jarocho, de lo que
Alfredo Delgado en el mismo texto-, es que en efecto, para finales del siglo XVIII la fiesta
del fandango ya era una práctica común entre los mulatos (p. 39- 40).
21
1.1.1. La fiesta popular del fandango jarocho
caso del son jarocho, el espacio donde convergen la música y el baile es en la fiesta
conocida como fandango, mismo que sirvió también como un rasgo cultural –antes de la
expansión del son jarocho hacia otras regiones dentro y fuera del país como consecuencia
de lo que se conoce como el Movimiento Jaranero-, para definir el área cultural del
Sotavento (Pérez Montfort, 2003, p. 32).6 En el caso específico del fandango jarocho ha
sido definido por Alfredo Delgado (2004), como “la expresión comunitaria […] en la que
alrededor de una tarima hecha de madera” (p. 52-53). Al respecto, Pérez Montfort (2003)
agrega a éste el carácter festivo popular y también la función social que posee, pues por lo
general, en las comunidades rurales del sur del estado de Veracruz -en donde se le ubica
como originario-, un fandango jarocho “se celebra en algunas fechas importantes del
santoral local, de un cumpleaños, o en las llamadas pascuas y velorios” (p. 34), aunque
como vemos, a partir de la inserción del son jarocho en otros contextos socioculturales -
sobre todo urbanos-, tanto éste, como el fandango, han tomado actualmente otros sentidos
en el cual se muestra una función social distinta a las expuestas por Pérez Montfort –no
obstante siguen conservando los fandangos la expresión comunitaria-, como es el caso del
que no hay distinción ni prejuicios por la clase social, edad, género o pertenencia étnica.
Así, el fandango resulta ser una práctica intergeneracional en la que participan igualmente
6
Para más detalles sobre el Movimiento Jaranero consultar el apartado 1.2, en él explico a detalle en qué
éste.
22
desde los viejos y los adultos, hasta los jóvenes, adolescentes, e incluso, niños que apenas
que éstos no tienen ni un horario, ni un límite de tiempo para su ejecución, “pueden ser de
día, después de una boda o un bautizo, o en la noche, durante una fiesta patronal o una
velación” (Delgado, 2004, p. 53) y pueden durar todo el día y toda la noche hasta el
amanecer, incluso, continuar durante el día siguiente sin interrupción, pues la dinámica de
encuentren presentes, los cuales después de algunas horas continuas de tocar, comienzan a
hacer una especie de rotación en la que los músicos que se cansan salen por un momento
del fandango, descansan un tiempo y regresan a tocar, de tal modo que el fandango nunca
para.
varía al incorporarse el son jarocho y la fiesta del fandango a espacios urbanos, en donde
como menciona Homero Ávila (2008), las motivaciones, desarrollo, contextos y sentidos,
son distintos a los del medio rural, en donde hay un profundo sentido comunitario e
histórico (p. 31); además, en los contextos urbanos los fandangos habitualmente se llevan a
7
Hasta hace un par de décadas, los roles de la mujer y del hombre en el fandango estaban claramente
definidos. El papel de la mujer se limitaba únicamente al de zapateadora, rara vez se le veía tocando un
instrumento y mucho menos cantando. El hombre entonces era quien ejecutaba los instrumentos, versaba y
también zapateaba en los sones correspondientes –los de pareja-. Aunque en los últimos años, ya es común
ver a mujeres versadoras, jaraneras, arpistas, requintistas, etcétera.
23
muestra entre otros géneros. También se lo encuentra en lugares
comerciales como cafeterías, bares, espacios culturales alternativos,
bailes populares. En estos espacios su motivación puede ser festiva,
comercial, de apoyo a causas sociales e incluso personales, etcétera (pp.
31-32).
De tal manera que cada fandango resulta ser distinto, pues hay una serie de factores
que determinan su dinámica, como lo son el lugar donde se realiza, la gente que asiste a
éste y los motivos para celebrarlo (p. 32). Así por ejemplo, en los centros urbanos, los
de inicio y de fin establecido, aunado a una práctica común que no sucede en los fandangos
comida –por lo regular tamales- y la bebida tradicional conocida como torito. Al respecto
se ha creado un espacio de confrontación pues hay quienes abogan por que los fandangos
prácticas.
El son jarocho se ejecuta sobre todo con instrumentos de cuerda como las jaranas, el
8
Este verso es extraído de una décima de autoría de Fernando Sobrino García cantada en el son de El
Buscapiés y grabada en el disco Golpe de Sotavento (2004) del grupo Son y Tangueo. La décima completa
versa así: Me he declarado soldado / defiendo a la humanidad, / quiero decirle a Sadam / y a Bush si me
están oyendo, / que no se sigan creyendo / príncipes de la verdad, / porque me voy a enlistar; / pa‟ no
quedarme con ganas, / mi rifle es una jarana, /mis balas son mi cantar.
24
experimentado nuevas sonoridades incorporando otros instrumentos tanto acústicos como
eléctricos.
Las jaranas tienen su origen en la guitarra barroca española, y las hay de diferentes
desde la que produce el sonido más agudo al más grave- las siguientes: chaquiste,
mosquito, jarana primera, jarana segunda, jarana tercera; además del requinto o guitarra de
longitud (Figueroa, 2007, p. 17) aunque en realidad las dimensiones varían dependiendo de
cada laudero, y por lo general son construidas en una sola pieza con madera de cedro;
cuentan con ocho cuerdas acomodadas en cinco órdenes y son el instrumento armónico-
rítmico que da cuerpo a los sones (p. 18). En cuanto a su afinación se conocen varias, entre
las que se encuentran las llamadas por dos, chinanteco, variación obligado, media bandola,
arribeño, etcétera, sin embargo, muchas de estas han caído en desuso y se ha estandarizado
–sobre todo en lugares urbanos- la afinación llamada normalmente por cuatro –sol / do /
El requinto, que es también parte de la familia de las jaranas, tiene cuatro o cinco
cuerdas y es el instrumento melódico dentro del son jarocho. Tanto la(s) jarana(s) como el
vozarrona, de la misma estructura que las jaranas y el requinto, solo que de cuerpo más
grande y más ancho, con cuatro cuerdas simples, cumple el papel de un bajo. Aunque vale
la pena mencionar que no todos los grupos utilizan este instrumento, de hecho es más
visible su uso en las regiones del sur de Veracruz, a cambio, hay quienes lo sustituyen con
9Para más detalles sobre las características de las jaranas y la instrumentación utilizada en el son jarocho,
consúltese el trabajo de Rafael Figueroa Hernández (2007).
25
el contrabajo, como es el caso del Grupo Siquisirí y Son de Madera, o incluso, incorporan
Aunque actualmente sean menos los grupos que la utilizan, el arpa es uno de los
menciona Rafael Figueroa (2007) que, dicha relación entre este instrumento y género
musical se debió a que fueron los grupos de arpistas los primeros en llegar a la Ciudad de
México, exponerse y grabar (p. 21). Sin embargo, menciona también los cambios que tuvo
el arpa en los años cuarenta con el fin de hacer más vistosos los espectáculos. Así, de
un arpa más grande de 1.70 metros de altura aproximadamente (p. 21), a quien se le
atribuye esta mudanza es a don Andrés Huesca. Para terminar con los instrumentos de
cuerda que hacen parte del son jarocho, basta mencionar al violín como un instrumento
característico de los ensambles de los Tuxtlas, aunque cada vez es menos frecuente verlo
En cuanto a las percusiones que se utilizan para hacer son jarocho están: la tarima,
la quijada de burro y el pandero. La tarima es un tablado sin una medida estándar, sobre
todo porque además de ser parte fundamental de los fandangos en donde bailan por lo
menos dos personas a la vez, un hombre y una mujer, o cuatro mujeres, dependiendo si se
trata de un son “de pareja” o un son “de a montón”, ahora los grupos también la han
zapatea por lo regular únicamente una bailadora.10 El sonido en este caso se consigue al
10
Dentro del son jarocho hay una clasificación de los sones por la forma de bailar, y se dividen en sones “de
pareja” y sones “de a montón”, los primeros lo zapatea una pareja de hombre y mujer, mientras que los sones
“de a montón” son sólo parejas de mujeres las que suben a zapatear a la tarima, y generalmente siempre son
dos o tres parejas de mujeres que bailan al mismo tiempo.
26
dar golpes en la tarima con “los pies enfundados en zapatos o botas de suela de cuero, con
los cuales se ejecutan diversos ritmos combinando los sonidos diferentes de la planta, el
entre los jaraneros y grupos de son jarocho, sobre todo porque cada vez más se ha
ve a músicos de las comunidades rurales del sur de Veracruz vendiéndolas a precios más o
los dientes de la quijada son el equivalente a las ranuras de este otro instrumento y se
se complementa al intercalar golpes en la parte baja de la quijada, mismos que hacen vibrar
a los dientes. Por otro lado, el pandero es también parte de las percusiones utilizadas por
algunos grupos, aunque es más común su uso en la región de Tlacotalpan. El pandero que
alrededor de éste y con un parche de cuero. Cabe mencionar que son pocos los que logran
frente a la boca del instrumento como formando un teclado, produce tonos bajos, y con esto
son jarocho.11 Finalmente, como resultado de la fusión que varios grupos han hecho al
combinar el son con otros géneros musicales, y por el mismo interés hacia el son jarocho de
ejecutantes de otras músicas, se han incorporado una variedad de instrumentos además del
ejemplo, que se incluya en la interpretación de sones jarochos, el cajón peruano, las congas,
Ante la amenaza de agresiones extranjeras durante los siglos XVIII, XIX y XX, en
diferentes países de América Latina, los Estados promovieron formas de exaltar el espíritu
determinado grupo social o regional (Pérez Montfort, 2000, p. 16). Dichos estereotipos
estuvieron ligados al proceso de mestizaje en América Latina (p. 19). Sobre todo en el siglo
XX justo después de la Revolución, con el proyecto de modernización del país que buscaba
11
Para más referencias sobre el origen, estructura y usos del marimbol consultar la obra de Octavio Rebolledo
Kloques (2005) El marimbol. Orígenes y presencia en México y en el mundo. Veracruz, México: Universidad
Veracruzana.
28
Fue a principios del siglo XX, cuando el son jarocho y en general diferentes
manifestaciones de la cultura popular del país resultaron ser foco de atención para el
identidad compartida, de tal manera que, como menciona Néstor García Canclini al hablar
de la relación del Estado con la cultura generada por el pueblo –cultura popular-, “el
pueblo interesa como legitimador de la hegemonía burguesa”, aunque por otro lado,
“molesta como lugar de lo in-culto por todo lo que le falta” (2009, p. 194). En este sentido,
lo que se resalta entonces del pueblo, son aquellos elementos del pasado que de alguna
México Profundo “el pasado glorioso del que debemos sentirnos orgullosos, el que nos
asegura un alto destino histórico como nación, aunque nunca quede clara la lógica y la
razón de tal certeza” (p. 91). Así, se presenta entonces a un jarocho “blanqueado”, al que se
diferentes regiones de México, entre las que se encontró el son jarocho como elemento
implementaron algunas acciones encaminadas a cumplir su objetivo, sobre todo por medio
lo plantea Hosbsawm y Ranger (2010)- sustentadas en los trajes típicos de cada región,
entre ellos el traje del jarocho y la jarocha; se organizaron los primeros ballets folclóricos y;
caso del son jarocho, la obra más representativa es la de Huapango de José Pablo Moncayo
29
estrenada en 1941y en la que se incluyen ritmos de los sones jarochos de El Siquisirí, El
Durante este periodo, se modificaron también las estructuras musicales del son
jarocho, convirtiéndolo en versiones más cortas y más rápidas que servían también para
inmediatamente como aquél con pantalones, camisa y zapatos blancos, sombrero de cuatro
pedradas y el paliacate rojo amarrado al cuello; a la mujer, con el traje de jarocha también
blanco, de enagua larga con holanes, un delantal negro bordado con algunos motivos rojos
y, peinada con el cabello recogido y una flor prendida del peinado. Al respecto, Ricardo
Pérez Montfort menciona que con esto se intentó blanquear la imagen del jarocho:
Aunado a todo esto, la migración de la gente del campo del Sotavento veracruzano a
entonces estaban conformando las estampas de lo mexicano por medio del cine (Figueroa,
personajes como Lorenzo Barcelata, Andrés Huesca y Lino Chávez, este último, integrante
del Conjunto Tierra Blanca y fundador del Conjunto Medellín. Cada uno participó con sus
agrupaciones en varias producciones del cine mexicano de la época, que por otra parte,
30
En México se realizaron muchas películas que tenían como escenario
locaciones en Veracruz y que por lo tanto contaban con el son jarocho
como ambientación, aunque sin mucha rigurosidad, ya que la industria
nacional del cine no se preocupaba mucho por los conceptos
estrictamente etnomusicológicos y revuelve como en Los Tres
Huastecos las tradiciones jarochas, huastecas y jaliscienses sin el más
mínimo resquicio de pena (Figueroa, 2007, p. 89).
De tal modo que estas imágenes tanto acústicas como visuales se alejaban, por
campesinas del sur de Veracruz. Es a partir de ese momento que se forma una nueva
vertiente de este género musical, conocida hoy en día como son “blanco”, son “comercial”
o son “marisquero”, ya que pasado el auge de la comercialización del son jarocho, sus
ejecutantes encuentran sustento en las cantinas y marisquerías. Sin embargo, éste no sería el
único momento en el que el son jarocho pasara a ser parte de una escena nacional. Más
tarde, durante la segunda mitad de la década de los cuarenta y principios de los cincuenta,
1952), el son jarocho se encontró tal vez con el momento más importante de su difusión
hasta entonces, pues este personaje político utilizó el son de La Bamba como parte de su
campaña y durante su gobierno. En este sentido, Randall Kohl (2007) realiza un trabajo
historiográfico exhaustivo del papel que jugó el son jarocho durante el alemanismo y
manifiesto el uso y popularización del son jarocho durante estos seis años, como lo expone
en el fragmento de una entrevista hecha a Mario Barradas, ex miembro de los grupos Tierra
31
no conocía la gente el género. Miguel Alemán nos ayudó tanto que,
cuando entró de Presidente, al conjunto Tierra Blanca nos metió a la
policía: éramos policías pero tocando […] En la policía duramos todo su
sexenio, después, con Ruiz Cortines hasta Echeverría, entramos a la
Secretaría de la Defensa, también como dependientes, también tocando
con Tierra Blanca […] Miguel Alemán tuvo un impacto muy importante
en mi vida y en la música (En Kohl, 2007, p. 57).
Así, durante estos dos sexenios presididos por Miguel Alemán (1946-1952) y
Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) serán hasta ese momento, los años de esplendor del son
jarocho a nivel nacional, y será hasta finales de los setenta que éste resurja con una visión
totalmente diferente y con aspectos subyacentes, que darán nacimiento a lo que se conoce
con su versión folclórica o estilizada, por decirlo de alguna manera, durante la primera
mitad del siglo XX, y como resultado también de la migración de poblaciones rurales a
culturales populares, propias de las comunidades, pasaron por un estado de crisis y desuso.
Así, los fandangos y el son jarocho llamado tradicional que se tocaba en las zonas rurales
(Figueroa, 2007), llamado por otros como de revitalización (Ávila, 2008) o de renacimiento
/ resurgimiento (Hernández Palacios y Gutiérrez, 2006) del son jarocho y el fandango, que
resultó en lo que se conoce como el Movimiento Jaranero. Para ese entonces, el país estaba
de izquierda en diferentes sectores y áreas. Entre ese universo, la música -en específico la
nueva trova cubana y la música latinoamericana- fue una alternativa a los mensajes
enviados por las industrias culturales y los medios de comunicación al servicio del poder
político y económico, para expresar una postura social, ideológica y política distinta (Ávila,
2008, p. 44). Es entre ese panorama de expresiones musicales que nace el Movimiento
Jaranero.
Meléndez, otro promotor del son jarocho y fundador del grupo Tacoteno en Minatitlán
(Figueroa, 2000, en Ávila, 2008, p. 46)-, ha sido definido por Figueroa (2007) como el
“conjunto de grupos e individuos que con plena conciencia de su labor trabajan para la
preservación y el rescate de la tradición del son jarocho” (p. 98). Por su lado Homero Ávila
movilización cultural, iniciada hacia el fin de los años setenta del siglo
veinte, compuesta por la participación de agentes societales y estatales
cuyo objetivo es revitalizar las manifestaciones culturales del son y
fandango jarochos, las cuales definen la región cultural Sotavento y la
identidad cultural jarocha (Ávila, 2008, p. 38).
e instituciones con proyectos políticos y sociales en torno a los diferentes aspectos del son
respectivamente, ambos autores se refieren a un momento de crisis como el punto que dio
origen a este movimiento. Sin embargo, en la actualidad, en pleno siglo XXI, a más de tres
33
incluso hacia diferentes contextos fuera de su lugar de adscripción, que lo hace gozar de
1977, mismo que tuvo su origen al encontrarse los veracruzanos Gilberto Gutiérrez, José
actividades para la difusión y revitalización del son jarocho, mismos que serán la piedra
angular de lo que hasta ahora es el Movimiento Jaranero. Aunque será Gilberto Gutiérrez
Entre las actividades llevadas a cabo por Arcadio Hidalgo y el grupo Mono Blanco
que fueron parte fundamental del trabajo de revalorización y resurgimiento del son jarocho,
están los conciertos didácticos impartidos por esta agrupación; las dos grabaciones de sus
primeros discos, en las que presentaron un son jarocho distinto al promovido por el Estado
diferentes poblados del sur de Veracruz, en donde se encontraban los viejos jaraneros,
sobre todo conocidos de don Arcadio Hidalgo. Esto dio como resultado la conformación de
nuevos grupos de son jarocho en la región del Sotavento. A dicha labor, se suma también el
12
En el capítulo IV correspondiente a los procesos de identificación, explico más a fondo varias
clasificaciones étnicas y nacionales a partir del trabajo realizado por Mariángela Rodríguez (2005).
34
que dos años después convirtieron en encuentro, formato que ha dado cabida a la
jarocho más emblemático a nivel nacional e internacional, pues según el programa del 2010
jarocho con estilos diferentes, provenientes de diversos lugares del estado de Veracruz, de
otras ciudades del país y de Estados Unidos, que se presentaron a lo largo de los tres días
Los lazos con el extranjero, en lo que va del periodo de vida del Movimiento
también el grupo Mono Blanco, quienes viajaron a Estados Unidos en 1980 invitados por
de Long Beach, y en otras escuelas (Hernández Palacios y Gutiérrez, 2006, p. 386). Éste
californianos y veracruzanos que se han ido cristalizado con la presencia en el país vecino
de grupos como Son de Madrera, Chuchumbé, Siquisirí, Quemayama, Los Cojolites, Los
Por otro lado, los Seminarios de Son Jarocho organizados anualmente por el Centro
de Documentación del Son Jarocho -liderado por Ricardo Perry y Los Cojolites, en
Jáltipan, Veracruz-; el Festival del Tesechoacán en Playa Vicente; y más recientemente los
Talleres Vivenciales de San Andrés Tuxtla, han sido foco de atracción para nacionales y
extranjeros interesados en aprender de esta tradición. Pero sobre todo, es en estos eventos
en donde se nota la movilidad de norte a sur, pues es a dichos eventos a los que llegan con
más frecuencia jaraneros de California y de otros lugares de Estados Unidos –o los también
35
llamados jarochicanos-.13 En este sentido, cabe aclarar que tanto el Seminario de Son
Jarocho y los Talleres Vivenciales tienen un costo que para muchos de los jaraneros locales
resulta elevado, pero que es accesible para algunos extranjeros, aun cuando estos tengan
que viajar largas distancias para poder asistir. En algunas asesorías y conversaciones con el
Dr. Homero Ávila, concluía él sobre esta situación, que el intercambio entre algunos
veracruzanos son los que poseen el capital cultural, en este caso la cultura jarocha, que
algunos californianos, sobre todo mexicoamericanos, buscan como parte de ese sentido de
muchos de los californianos a los que me he referido, poseen un capital económico que les
posibilita pagar por aprender y aprehender este tipo de manifestaciones culturales, que en
muchos casos resulta ser para ellos un elemento que les otorga identidad. De esta manera se
trascendencia que tiene actualmente el son jarocho a nivel mundial, sobre todo a partir del
auge que en el nuevo milenio ha tenido la World Music, donde las músicas regionales,
antes casi completamente desconocidas, han tomado un papel importante dentro de los
13
Termino que hace referencia a los jaraneros de la comunidad chicana de Estados Unidos. Un chicano es
aquel que comparte identificación que implica orgullo étnico y cultural, apelando a la parte indígena de la
identidad mexicana. (Rodríguez, 2005, p. 39)
36
número de festivales nacionales en los cuales los principales exponentes del son también
las versiones de El Conejo y La Bruja interpretadas por Los Cojolites y Los Vega
el Oscar a la mejor banda sonora en ese mismo año. O que el álbum Sembrando Flores
(2012) de Los Cojolites haya sido nominado a los premios Grammy 2013 en la categoría de
Música Regional Mexicana, pero además haya sido un disco manufacturado por una
Paralelo a esto, ocurren también proyectos independientes para la difusión del son
jarocho como los de La Casa de Nadie A.C. en Xalapa, coordinada por Camil Messeguer,
Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC) que año con
año destina un buen número de apoyos a proyectos encaminados a la difusión del son
jarocho dentro del estado, e incluso también fuera de éste, donde promotores culturales han
ganado este tipo de recursos para llevar a cabo proyectos de música jarocha en ciudades
como Mexicali, en donde el grupo La Pura Pulpa obtuvo la beca PACMYC 2004 para
descartarse el rol que alrededor de la revitalización han tenido distintos agentes estatales
Artes, y la Dirección General de Culturas Populares, así como los gobiernos municipales
(p. 39).
Otra de las actividades que forma parte también del Movimiento Jaranero, aunque
jarocha. Aunado a esto, se han creado espacios para la difusión de dichas tareas, por
del Sotavento; los congresos académicos dedicados a la música y la cultura popular, en los
que la música jarocha está presente; y más recientemente, el festival ¡Que viva el Son!
(2013) cobijado por la Universidad Veracruzana con un programa que abarcó seis ciudades
Jaraneros, Sonoro Sueño y Por los Caminos del Son, producidos por Rafael Figueroa
38
momento por la radio estatal de Veracruz, Radio Más.14 O el podcast realizado por César
producciones discográficas, eventos e incluso dieron o dan cabida –en el caso de Radio
son jarocho. Estos programas han trascendido no sólo las fronteras espaciales entre el
nuevos públicos que poco a poco se suman a una comunidad imaginada en los términos de
Anderson (1993).
Como vemos, desde sus inicios, a finales de los setenta y principios de los ochenta,
trata pues de un proceso sociocultural complejo, y con varias aristas. El número de grupos
instrumentos para interpretar este género musical y la fusión que muchos de los ejecutantes
logran hacer mezclándolo con otros ritmos es cada vez más frecuente. La creatividad de
varios, se ve reflejada en una producción considerable de nuevos sones. Los lauderos que
elaboran instrumentos jarochos son cada vez más. Las investigaciones y publicaciones
14
Actualmente Radio Más ya no incluye ningún programa de son jarocho en su transmisión.
15
Radio jaróchelo es un portal de internet dedicado exclusivamente al son jarocho y administrado por César
Castro que puede ser consultado en la siguiente liga www.jarochelo.com.
39
académicas y literarias, y los trabajos audiovisuales como documentales, filmes y
Todo esto además, está integrado a la nueva era de la comunicación en donde los
medios electrónicos también han contribuido a la circulación del son jarocho. Foros de
discusión, blogs, páginas de Facebook, videos en YouTube y demás sitios en internet son
acontecimientos han hecho que muchas personas, en su mayoría jóvenes, giren su mirada
hacia el son jarocho, lo que asegura de alguna manera la permanencia de esta tradición.
aunque surgió en un momento de crisis -considerado así por algunos- con el objetivo de
rescatar el son tradicional que estaba quedando en el olvido entre las comunidades
campesinas del sur de Veracruz, hoy, tal movimiento no es ese son tradicional que se
buscaba rescatar. Al respecto Rafael Figueroa apunta en una entrevista que “el Movimiento
[Jaranero] puede aprender del son tradicional, puede abrevar en el son tradicional, como
mayo, 2008).16 Por un lado sí, una parte del resultado del trabajo de revitalización del son
ha sido el que los viejos hayan desempolvado sus instrumentos para hacerlos sonar
generaciones. Muchos de los grupos de son jarocho del sur del estado de Veracruz, aun
siendo integrados por jóvenes, reproducen estilos tradicionales en la ejecución del son; los
16
Por son jarocho tradicional entiéndase en este contexto del Movimiento Jaranero, a aquel que tiene un
origen campesino y que se ejecuta actualmente sobre todo en las rancherías y algunas comunidades del sur de
Veracruz.
40
fandangos siguen ocurriendo con una esencia de lo que eran en el pasado y con mucha más
frecuencia, y sigue siendo el son jarocho, una clara manifestación de unidad identitaria en
Por otra parte, los efectos del movimiento en zonas urbanizadas han resultado en la
jaraneros citadinos:
Transformaciones que tienen que ver con la trayectoria que hace una manifestación
Diego –del que hablaré en las siguientes páginas-, de contexto sociocultural, político y
económico distinto, pero en el que la lejanía con Veracruz no impide que se mantenga el
clase, edad, género, etcétera, aunque como apuntaré en algunos apartados siguientes, el son
La presencia de son jarocho en las Californias se remonta a la primera mitad del siglo XX,
cuando con el auge del cine mexicano de la Época de Oro, Lorenzo Barcelata, Andrés
41
Huesca y Lino Chávez realizan una serie de giras por los Estado Unidos dando a conocer
con sus respectivas agrupaciones, entre otros géneros, la música jarocha. La cual, fue para
en el país vecino fue durante su gira con el Cuarteto Tamaulipeco en 1927, quien años más
tarde vuelve para permanecer ahí hasta 1943, año de su retorno a México. Por su lado,
Andrés Huesca antes de emigrar a Los Ángeles, California -donde finalmente muere en
1957-, fue jaranero en el Casino Agua Caliente, uno de los centros nocturnos más
Bamba, misma que Ritchie Valens años más tarde, en 1958, haría famosa en su versión de
Un par de décadas posteriores, en 1978, el grupo chicano Los Lobos en su disco Los
Lobos del Este de Los Ángeles, graban los sones jarochos La Iguana, El Canelo y La
María Chuchena, entre una serie de sones mexicanos, con lo que dieron sin duda un
impulso al son jarocho en el terreno comercial (Figueroa, 2007, p. 110). Sin embargo,
Papaloapan de Los Ángeles, mismo que grabó en 1960 el disco Cantándole a Veracruz; el
Herrera que se hacía acompañar por sus hermanos; el Conjunto Alma Grande de los
Hermanos Moraza, fundado en 1975; o los conjuntos que resultaron del trabajo de
42
1.3.2. El Movimiento Jaranero a las Californias. La construcción de redes entre
californianos y veracruzanos
En 1980, durante la gira de Arcadio Hidalgo y el grupo Mono Blanco por diferentes
ciudades de California, se da el encuentro con algunos grupos que desde décadas antes ya
expansión del Movimiento Jaranero al otro lado de la frontera, pues tanto para quienes sólo
conocían el son al estilo de Andrés Huesca o de Lino Chávez -mismo que se limitaba a los
jarocho desde sus raíces campiranas, forjado en la tradición del fandango, dicho encuentro
significó no sólo el choque entre lo que cada una de las partes consideraba una tradición
legítima, sino que con el tiempo, resultó un intercambio fructífero que dio lugar a una
veracruzanos que han originado la formación de una red para la circulación de bienes
obteniendo diversos resultados. Una red, en los términos propuestos por Manuel Castells
tienen límites fijos, están abiertas y operan bajo la lógica de inclusión-exclusión (p. 45). En
este sentido, Mono Blanco fungió al inicio como ese centro o nodo importante que además
dejó abierta la red para que más tarde se sumaran otros grupos del territorio veracruzano,
como Los Cojolites, Chuchumbé, Quemayama, Son de Madera, Los Utrera, Los Vega,
mismos que se convirtieron también en nodos que conectan actualmente, de alguna manera,
43
Entre las actividades de intercambio que se llevan a cabo en Estados Unidos están
los conciertos y talleres de jarana, zapateado, versada y laudería impartidos por dichos
grupos, o incluso, talleres que han resultado de estancias obtenidas a través de becas
otorgadas por instituciones educativas u organizaciones civiles que se suman a esta red.
Este es el caso, por ejemplo, de Laura Rebolloso, quien fue invitada en 2010 por la
Universidad de Washington School of Music para realizar una estancia durante la que se
vinculó con varios músicos de la región, entre ellos algunos chicanos, e impartió además
algunos conciertos y talleres. Éstas y otras actividades han sido el medio para transmitir, no
Estados Unidos ha crecido y se ha expandido durante los últimos años por varias ciudades
de este país, entre las que se encuentran Los Ángeles, San Francisco, Santa Ana, San
también se suman a las actividades del Movimiento Jaranero en Estados Unidos. Justo en el
California el 12º Encuentro de Jaraneros de Los Ángeles, al que asistieron grupos locales
San Diego, Son de San Diego; de Mexicali, el grupo Pa‟ sumecha; y de Xalapa, Veracruz,
como invitados especiales Laura Rebolloso y Ensamble Marinero, entre otros. En Santa
Ana cada año realizan una celebración de día de muertos, Noche de Altares, organizada por
el Centro Cultural México y el grupo Son del Centro. En el marco de este festival también
se lleva a cabo un encuentro de jaraneros con grupos de la zona. Sin embargo estos son sólo
44
algunos ejemplos de los festivales de son jarocho que ocurren durante el año en tierra
estadounidense.
Otro punto del Movimiento Jaranero en Estados Unidos resultado del encuentro e
intercambio entre los jaraneros veracruzanos y muchos de los jaraneros que residen en
Estados Unidos, tiene que ver con un proceso más complejo que encuentra su lugar, en
una gran diversidad de fusiones de varios géneros en los que el son jarocho aparece como
elemento creativo. En este sentido Ishtar Cardona (2012) expone el tema de la siguiente
manera:
Así, las colaboraciones entre grupos veracruzanos de son jarocho con algunos
grupos de Estados Unidos que no precisamente se dedican a hacer música jarocha sino que
están más cercanos a géneros como el jazz, el ska, el reggae, el funk, el rock, incluso, la
música electrónica, es cada vez más constante, logrando con estos experimentos, fusiones
que muestran de algún modo el carácter global y al mismo tiempo híbrido de estos
proyectos musicales, entre los que se encuentra el trabajo creativo de grupos como Quetzal,
ZocaloZüe, Jarana Beat y Sistema Bomb, en los que han participado respectivamente
Ramón Gutiérrez y Son de Madera, César Castro, Patricio Hidalgo, y Los Cojolites que son
algunos de los han contribuido con el toque jarocho a esa música, en su mayoría clasificada
45
como música chicana, ya que muchos de estos grupos están conformados por integrantes
algo semejante a lo que sucede con los “ciclos de hibridación” propuestos por Brian Stross
y expuestos por Néstor García Canclini en Culturas híbridas para explicar el tránsito de
estructuras o prácticas discretas a una forma híbrida. De esta manera, se menciona que “en
relativamente más heterogéneas, sin que ninguna sea „pura‟ o plenamente homogénea” (p.
iii), así, no hay que olvidar que el son jarocho en su modo “más puro”, resulta de ser una
mezcla de ritmos con raíces andaluzas, africanas e indígenas, y que encontró de algún modo
Por otro lado están las fusiones de grupos en Estados Unidos que sí tocan son
jarocho pero que igualmente lo fusionan al incorporar ritmos y otros instrumentos, entre
ellos están Las Cafeteras, Son del Centro, El Conjunto Jardín, Cenzontle, entre otros.
estos grupos es de ida y vuelta. En sentido inverso, los efectos que han generado el
encuentro y el diálogo de varios grupos chicanos con los jarochos también se nota en la
extranjeros a esta expresión musical, ahora con tan arraigadas raíces que se le han
grupo Quetzal, quien recientemente convocó a varias de las soneras veracruzanas para
Sin embargo la presencia del son jarocho en Estados Unidos a partir del
de productos de música fusión. El son jarocho del otro lado de “La Línea” ha cumplido y
cumple una función social de la misma manera que lo hace en las comunidades del sur de
Unidos, el son ha sido un cohesionador para dichas comunidades que fortalece a su vez los
procesos y luchas de éstas. Todos estos jaraneros no buscan en esta tradición una identidad
jarocha perdida u olvidada, sino más bien una mexicanidad que contraste, los defina y
segregados y excluidos. El son jarocho se presenta del otro lado también, como una cultura
de resistencia, que expresa e implora una justicia social, como se presenta por ejemplo en
las letras de los sones que se cantan o en algunos de los usos y motivos por los que se
47
CAPÍTULO II.
Jaranero, con características propias y dinámicas de sus actores sociales que en su mayoría
están determinadas por ese aparato burocrático marcado por la frontera geopolítica.
Aunque durante algunos años de la primera mitad del siglo XX el son jarocho
del Casino Agua Caliente; y, aunque el encuentro entre los chicanos de California con
quienes iniciaban el trabajo de revitalización del son jarocho campesino del sur de Veracruz
–Mono Blanco- se dio desde principios de la década de los ochenta del siglo pasado, el son
jarocho vuelve a aparecer en la escena fronteriza Tijuana-San Diego hasta entrado el nuevo
milenio. Concretándose de esta manera un corredor cultural entre las Californias por el cual
transitan actualmente muchos de los músicos veracruzanos de son jarocho que contribuyen
Este apartado lo dedicaré a exponer las diversas actividades que en torno al son
jarocho han ocurrido en la frontera Tijuana-San Diego desde que se origina el movimiento
en la zona a partir de los conciertos de grupos jarochos que han llegado a presentarse en
diversos foros de Tijuana y San Diego. Por otro lado, se destaca también en este espacio el
trabajo de promoción y difusión del son jarocho que han hecho varios de los jaraneros de
48
también, como parte importante de todo este conjunto de actividades que hacen al
por fronterizos.17 Finalmente hago énfasis en la organización de, tal vez, el evento más
Puesto que las dinámicas sociales de un grupo social no terminan ahí donde las
bien el objetivo de este trabajo en su conjunto se centra sobre todo en lo que acontece con
el son jarocho y los jaraneros de Tijuana-San Diego, en algunos casos, como se verá a
continuación, cruzo esta delimitación espacial de carácter metodológico para incluir lo que
acontece en zonas allende a la ciudad de Tijuana, sobre todo en Mexicali en donde también
El establecimiento de migrantes veracruzanos en Tijuana tiene una historia más larga que la
presencia del son jarocho en la misma.18 Sin embargo no ahondaré en lo primero, basta con
decir que algunos de estos veracruzanos son ahora parte fundamental del Movimiento
Jaranero en la zona. El son jarocho en su versión tradicional llegó a Tijuana a través del
festival Encuentros del Son, organizado a partir del verano de 2001 por la Coordinación de
Proyectos Binacionales del Centro Cultural Tijuana (CECUT) que tenía como objetivo
17
Cuando hago referencia los “jaraneros fronterizos” no estoy refiriéndome únicamente a los jaraneros que
hayan nacido en la frontera, sino a todos los jaraneros que viven en la zona fronteriza de Tijuana-San Diego.
18
Cabe aclarar que para fines prácticos me referiré a lo largo de este capítulo y de los siguientes como
veracruzanos a aquellos jaraneros del área considerada como el Sotavento, o los también llamados jarochos
por su identificación con este género musical. Sin embargo, hay que recordar que el estado de Veracruz
incluye también otras regiones, entre ellas la Huasteca al norte del estado , misma que es identificada también
por un género de música tradicional, el son huasteco.
49
fortalecer las raíces de la música popular mexicana, así como difundir y dirigir su oferta
cultural hacia el sur de California (Pérez, 2006, La Prensa de San Diego). Dicho festival,
llevado a cabo anualmente, tuvo lugar durante los siguientes años hasta el 2006. Pero fue en
2005, en la presentación de los grupos de son jarocho Los Parientes de Playa Vicente y Los
Utrera, que se encuentran varias personas, tijuanenses y veracruzanos, entre otros -en su
mayoría residentes de esta ciudad fronteriza y algunos más de Mexicali y San Diego-,
Jaranero en la frontera será aquella noche del 16 de septiembre en la que después del
concierto de Los Utrera, varios de los asistentes llegaran al fandango que don Carlos
Rosario -un jaranero tlacotalpeño radicado en Tijuana desde hace 23 años e interesado en la
50
A partir de entonces comenzaron a reunirse periódicamente varias personas
interesadas en la ejecución del son y del fandango. Las relaciones con los jaraneros de
a poco en Tijuana fue creciendo el número de jaraneros hasta formar talleres de jarana y
zapateado con la intención de que cada vez más gente pudiera unirse y participar de los
fandangos que también empezaban a proliferar en ese entonces. Se formó el grupo Son
Chimbicá, el primero de son jarocho tradicional en Tijuana según lo cuenta don Carlos
Rosario, con el que se presentaron en varios festivales y espacios culturales locales, hecho
que ayudó a la promoción del son en la ciudad. En 2006, al Encuentro del Son llegó como
para todos fue un momento muy importante del son jarocho aquí en
Tijuana cuando vino Quemayama, este proyecto que traían Zenén y
Patricio Hidalgo, donde venía tocando Quique Vega con ellos, el otro
chico que se llama Orlando que tocaba la leona y Andrés Flores ¿no?
Ellos vinieron, dieron un par de conciertos, dieron talleres… nos dieron
un par de talleres que la verdad, de los talleres no fue tanto, fue mucho la
convivencia con ellos, fue mucho… Es que yo creo que ellos lo hacen
con todo el corazón ¿sabes?, en verdad, o sea, creo que a todo mundo le
gusta y todo mundo se divierte, […] para mí, Patricio, Zenén y ellos
tienen un alma impresionante, tiene un feeling muy cabrón, están muy
cabrones, y haber convivido con ellos, ver las grandes personas que son
y cotorrear con ellos, también fue una gran inspiración (comunicación
personal, 23 de julio, 2012).
en Tijuana, ha sido valiosa para acercar a la comunidad fronteriza con Veracruz, pues
resulta ser una fuente de saberes legítima que nutre de conocimientos sobre el son jarocho a
pocos son los que tiene la posibilidad de viajar al estado de Veracruz a los festivales,
51
seminarios y talleres que ocurren allá. Solo algunos veracruzanos regresan cada
determinado tiempo a sus lugares de origen o a festivales de son jarocho, pero son los
menos. Para todos los demás jaraneros fronterizos, por lo menos los del lado mexicano –
con excepción de Geovanni Zamudio y Jorge Castillo que han asistido entre otros
acercamiento más próximo con el son jarocho del sur de Veracruz es a través de esos
momentos en los que después de las presentaciones, los integrantes de esas agrupaciones
visitantes ofrecen talleres y conviven con los del lugar en fandangos que ocurren por lo
hace poco vino Saúl [Bernal], y nos dijo “a ver, cuál es la diferencia
entre El Butaquito y La Guacamaya”, y yo pensé, es algo que yo me he
preguntado siempre, dije: curiosamente es algo que yo me he preguntado
siempre y que no había tenido respuesta, y que también yo nunca lo
había preguntado, o sea, venía la gente, a veces daba talleres, pero son
talleres muy cortos, de un día, y que tú te emocionas de que venga
alguien de fuera y que te enseñe un son nuevo, y se te olvida lo básico.
Entonces este taller que dio él apenas este año [2012], para mí fue muy
revelador. Nos enseñó: “ok lo que diferencia es el acento, lo que
diferencia es el tiempo, tienes que respetar… o sea la música va
cantando, el sonsonete te va dando la letra prácticamente de la canción,
del son” (S. Ruiz, comunicación personal, 25 de julio, 2012).
Más tarde, después de los Encuentros del Son, Gabriel Romero, un veracruzano que
vive en Tijuana desde 2007 y que recién a su llegada pasó a formar parte de Son Chimbicá,
decide hacer su propio grupo, Camino Verde, y trabajar en conjunto con el Instituto de
Cultura de Baja California (ICBC) para seguir con la difusión del son jarocho en Tijuana:
52
difundir el son jarocho (G. Romero, comunicación personal, 19 de julio,
2012).
ciertos actores que están al frente de estás tiene un peso importante. Así, en septiembre de
2009 el mismo ICBC, representado entonces por el veracruzano Mauricio Castro Morales,
incluyó dentro de su oferta cultural el proyecto Aires de Veracruz que abarcó diferentes
áreas artísticas, entre ellas, una exposición fotográfica, obras de teatro, poesía, cine y
música de dicho estado. Dentro de este programa, bajo el título Aires de Son, se presentaron
Los Cojolites, Son Chimbicá y Sonex. Fuera de estos eventos también han llegado a ofrecer
también de la sociedad civil, grupos de son jarocho como Mono Blanco, Los Soneros del
Tesechoacán, Son Candela, Laura Rebolloso y Ensamble Marinero, entre otros. A muchas
de estas actividades llegan a asistir jaraneros de San Diego, Santa Ana, Mexicali y
compartida entre los de la región, San Diego tiene una historia propia, paralela a los
Del otro lado, el trayecto inicia en 2002. En un viaje con dirección norte-sur –San
Diego- Veracruz- Eduardo García, –quien desde entonces es uno de los principales
difusores del son jarocho en San Diego-, llega a San Andrés Tuxtla, Veracruz, y se
encuentra no sólo con el son jarocho tradicional, sino con quienes lo mantienen vital: los
campesinos, aquellos que después del tedio de una jornada de trabajo hacen la música que
53
mi primer acercamiento al son jarocho ocurrió hace 10 años, en el
verano del 2002 en donde un grupo de artistas y de músicos que nos
dedicamos a la educación -un equipo de trabajo en donde se entrenaba a
maestros de escuela a formular y crear actividades donde se integraban
las distintas disciplinas artísticas-, ganamos una beca Fulbright –que son
becas de una de las agencias gubernamentales de Estados Unidos-, para
ir a estudiar un mes la música y la danza de Veracruz. Entonces
estuvimos en aquel viaje dos semanas en el norte, el área de Papantla;
bajamos al área central, a Veracruz, al Puerto de Veracruz; y las últimas
dos semanas del viaje la pasamos ahí en San Andrés Tuxtla. Y desde ese
primer viaje pues yo me propuse regresar a seguir estudiando, seguir
aprendiendo; a entrevistar, a hacer ya trabajo, mi propio trabajo de tratar
de entender un poco más la cosmovisión sobre todo de los músicos del
campo. Ese fue mi primer contacto con el son, con el son jarocho (E.
García, comunicación personal, 20 de julio, 2012).
En aquel viaje, García estableció los lazos que fueron fundamentales para formar
otra extensión de la red que conecta al Movimiento Jaranero de la frontera con Veracruz,
pues desde entonces, San Andrés Tuxtla es un punto de referencia y de llegada para varios
jaraneros de San Diego. Desde hace un par de años a esta ciudad han llegado a fandangos,
encuentros y talleres, varios jaraneros de esta ciudad fronteriza, que poco a poco han ido
construyendo vínculos con los jaraneros de esta región. No es fortuito que los invitados
especiales para la sexta edición del Fandango Fronterizo Tijuana-San Diego hayan sido los
Además de los viajes a San Andrés, muchos de los jaraneros de San Diego -aquellos
que cuentan con la visa o pasaporte estadounidense-, también visitan otras ciudades del sur
de Veracruz en donde asisten a otros festivales y toman talleres con los soneros reconocidos
de la zona. El acercamiento al son jarocho en este caso se ha dado de manera paralela más
no igual a la de los de Tijuana, aunque haya puntos de convergencia. Por un lado, están las
visitas al estado de Veracruz que son mucho más comunes y constantes que las de los de
Tijuana; por otro, los talleres y fandangos que los mismos jaraneros de San Diego
organizan periódicamente –esto sucede igual de este lado de la frontera-; y también, más
54
recientemente, por medio de los talleres y/o conciertos que han llegado a impartir soneros
de amplia trayectoria como Patricio Hidalgo, Andrés Flores y Laura Rebolloso. A esto se le
suma el frecuente intercambio y comunicación que mantienen los jaraneros de San Diego
Del lado de San Diego el paso de grupos jarochos originarios de Veracruz ha sido
menor en comparación con Tijuana, esto tiene que ver con el trayecto que estos músicos
hacen antes de llegar al destino final de sus giras que por lo regular es Los Ángeles, siendo
Tijuana sólo una escala en el trayecto, lo que no implica necesariamente una escala en San
Diego, o viceversa, quienes llegan a San Diego, no precisamente se presentan del lado
mexicano de la frontera.
las instituciones culturales son las que absorben gran parte de los gastos para las
varias ocasiones con el cobro de una cuota de entrada a estas actividades-, en San Diego, la
dinámica en este sentido es distinta. La organización de dichos eventos corre a cargo casi
esto, establecen cuotas de donación sugeridas sin que sea obligatorio pagarlas para asistir a
los talleres y conciertos. Lo que se ve aquí son dos formas diferentes para la promoción y
difusión de la cultura, en este caso específico de la tradición jarocha, que refleja a su vez
dos tipos de políticas culturales distintas en el que la sociedad civil y las instituciones
general, la oferta cultural dependen directa o indirectamente del Estado, mientras que
distinta en cada lado de la frontera, tanto jaraneros de San Diego como los de Tijuana
buscan espacios en los que puedan compartir y convivir en torno al son jarocho, no sólo
mediante la realización del Fandango Fronterizo que es tal vez la forma más objetivada de
esta idea, sino a través del trabajo de difusión que realizan varios de ellos cotidianamente,
como lo cuenta Geovanni Zamudio haciendo referencia al trabajo de difusión que Eduardo
cuando hay chanza vamos a una escuela. De repente “compas” que son
maestros nos dicen: “Hey, hay chanza de que vayan a dar una plática a
unos „morros‟ para que aprendan lo que es el son jarocho”. Va, vamos,
tocamos. En general, pues yo puedo cruzar del otro lado, entonces
también de repente pues apoyamos a la gente de San Diego que hace su
propia labor de trabajo de difusión. Y pues sí, somos como una gran
familia aquí, yo siento. Los jaraneros aquí y en San Diego sí nos estamos
apoyando. De repente Eduardo García, por ejemplo, […] tiene una
tocada en una escuela y nos dice: “Hey, vamos a enseñarle a estos
muchachos”, -no sé, de prepa-, “lo que es el son jarocho, vamos a darle
una clase o algo”. Y también he tenido chance de ir allá a “hacer el paro”
(comunicación personal, 23 de julio, 2012).
Estas y otras actividades como talleres y fandangos son las que comparten durante
todo el año los jaraneros fronterizos. A continuación describiré esta otra parte que hace
Hasta el verano de 2012, fecha en la que hice mi última visita a Tijuana, existían dos
talleres de son jarocho del lado de San Diego y uno del lado de Tijuana, todos gratuitos y
con un funcionamiento similar, aunque distintos a los talleres que actualmente abundan por
normalmente resulta ser un trabajo remunerado para algunos soneros que por su trayectoria
56
ofrecen impartir clases de son jarocho -jarana, requinto, zapateado, etcétera- en diferentes
centros culturales o espacios alternativos. De tal manera que dichos talleres tienen la figura
del maestro como parte fundamental de estos, y en varios casos también el maestro tiene
una técnica o método específico de enseñanza. Aunque el objetivo es el mismo entre dichos
talleres y los de los fronterizos de Tijuana y San Diego, -el de difundir el son jarocho no
también como una práctica cultural que asegura su permanencia a través del tiempo
talleres que conocemos se imparten en la parte central y sur de México y los de la frontera,
hay diferencias sustanciales entre ellos, que tienen que ver, de entrada, con la forma en la
habría que definir la idea de taller porque con los años yo he asistido a
talleres y bueno, son más organizados. Mucha gente lo hace de distintas
maneras, para mí es simplemente compartir, tocar, con la idea de que
estás entrando en un proceso a muy largo plazo ¡vaya! Eso para mí es la
actividad principal, de reunirse con las personas una vez por semana
mínimo e ir aprendiendo poco a poco la música con las herramientas que
uno tiene (E. García, comunicación personal 20 de julio, 2012).
En principio, un taller de son jarocho para los fronterizos, está fundado en la idea de
un trabajo colectivo, comunitario. Así, el primer taller de son jarocho en la frontera lo inició
reúnen los viernes en Muévete Dance Studio en Lemo Grove y la invitación está abierta
jarocho. Por esta actividad Eduardo no cobra ni un centavo, pues para él el son jarocho y el
fandango son un saber que está ahí para ser compartido, como le fue compartido a él
57
durante la convivencia que tuvo en aquella estancia en 2002 con los jaraneros en San
Andrés Tuxtla:19
Desde que inició el taller, el trabajo de difusión del son jarocho y el fandango por
parte de Eduardo ha sido ininterrumpido. Por éste han pasado y aprendido muchos de los
jaraneros de San Diego y, como parte de esa labor constante ha nacido el grupo Son de San
Diego.
El otro taller lo inició Jorge Castillo hace aproximadamente dos años atrás, éste
también es abierto y gratuito, puede llegar a él cualquier persona. Al principio fue dirigido
por Jorge hasta que cambió su residencia a Tijuana, a principios de 2012; a partir de
entonces no hay una sola persona responsable del taller, sino que son los mismos asistentes
quienes asumieron esa responsabilidad. El taller “de los jueves”, como lo llaman algunos de
del son jarocho; gran parte de los jaraneros que recién comienzan a tocar esta música, en
cierta medida, es resultado del trabajo de difusión que ha hecho a través del Taller Libre de
19
Generalmente Eduardo no cobrar por compartir sus saberes sobre el son jarocho, con la excepción del año
2013, donde obtuvo por medio de Center for World Music una beca que duró de enero a mayo, para dar
talleres. Durante ese tiempo impartió talleres a quienes pudiera y quisieran en cuatro puntos de la ciudad,
cuatro días a la semana: los martes en Hoover High School; el vienes en el Muévete Dance Studio en Lemo
Grove; los sábados en su casa; y los domingos en el Centro Cultural de la Raza.
58
Son Jarocho –como él optó por llamarle-. Geovanni tampoco cobra por las horas que pasa
en el taller ya que igual que Eduardo García, comparte la idea de que el son jarocho es un
saber para compartir con los demás, pues así fue como él aprendió a tocar la jarana:
Siguiendo esa lógica, en la dinámica de este taller no existe la figura rígida del
maestro, aunque por lo observado durante las sesiones a las que asistí, ha sido Geovanni el
principal motor que ha hecho que éste funcione. Sin embargo, él y otros jaraneros
Pues aquí no hay maestros, así tal cual, que digas: “ah, yo voy con esta
persona que tiene 10 años tocando son, o que su familia de tradición toca
son jarocho”, o sea, esas personas aquí no existen […]. Entonces somos
como un collage, tú sabes esto, tú sabes aquello, tú sabes lo otro, y ahí
nos vamos puliendo entre todos, y eso también implica que los errores
que hasta ahorita -ya ves que llevamos unos seis años tocado más o
menos-, los sigamos arrastrando, hasta que llega alguien de allá [de
Veracruz] y nos dice: “a ver, a ver…” […] Entonces te digo, cada quien
se va pasando lo poquito que va aprendiendo, pero también se van
pasando los malos hábitos en cuanto a la interpretación del son jarocho
[…] por ejemplo lo poquito que yo sé zapatear, yo lo compartí con las
59
personas que estaban, con las mujeres que iban al taller (S. Ruiz,
comunicación personal, 25 de julio, 2012).
dinámica del taller, sino la ausencia también en la región de una figura “legítima” que
pueda enseñar la tradición como “debe ser”, lo que los ha llevado, entre otras cosas, a
Desde sus inicios, en 2009, el taller ha transitado por varios espacios, éste es uno de
los principales problemas por resolver constantemente, pues no hay un lugar fijo para
llevarlo a cabo dado que el proyecto no está ligado a ninguna institución cultural, ni es la
intención de quienes están al frente de él. Generalmente el transitar del taller ha sido por
Teniente Guerrero, siendo este último el lugar en el que se estableció por más tiempo. Ahí
fue donde yo conocí la dinámica del taller, entre agosto de 2010 y febrero de 2011, donde
cada viernes, después de las cinco y media de la tarde, se reunían en una de las esquinas de
ese parque entre cuatro y ocho personas –incluso llegaba gente de San Diego que sólo
cruzaba para asistir al taller-, para tocar un poco de son jarocho al cobijo del cielo abierto.
Actualmente, el Taller Libre de Son Jarocho se lleva a cabo los miércoles, y otros nuevos
2.1.2. Fandangos
60
Como se mencionó anteriormente, el fandango como parte esencial del son jarocho es
celebrado histórica y originalmente en las comunidades del sur de Veracruz por motivos
bautizos, bodas, fiestas patronales, etcétera. No obstante, al tiempo que el son jarocho ha
trascendido sus fronteras regionales como resultado del trabajo de revitalización por parte
realización. Así, tanto en Tijuana como en San Diego, la práctica del fandango que
conserva aún está lógica comunitaria, ocurre por diversos motivos, distintos a los de su
lugar de origen, en los cuales influye sin duda el contexto en el que ha sido relocalizado. En
este sentido Sandra Ruiz menciona algunas de las razones por las que varios de los
Tratamos por lo menos de que cada mes o cada dos meses haya un
fandango. ¿En honor a qué? Pues a lo que se nos ocurra, porque aquí no
se usa mucho lo de los santos, entonces es: ¡Ah!, va ser mi cumpleaños,
hay que hacer un fandango; ¡Ay! que vino fulanito de San Francisco;
¡Ay!, que ya se va a ir fulanita al D.F. ¡Ah!, pues vamos a hacer un
fandango. O sea, es como que, se va a ir o va a llegar un jaranero, se
hace fandango (S. Ruiz, comunicación personal, 25 de julio, 2012).
Por estas y otras razones los fandangos ocurren en la frontera cada vez con más
frecuencia. Varios de los jaraneros fronterizos reconocen que una de las actividades por las
que el son jarocho se mantiene con vitalidad es a través de la práctica del fandango, en este
sentido, a falta de esos motivos que sugieran en la frontera la realización de éste, los
jaraneros de la zona han buscado la manera de por lo menos reunirse una vez al mes para
fandanguear:
61
donde está una torrecita que es la torre de Agua Caliente -es como una
torre muy emblemática de Tijuana-; y empezamos a hacer fandangos el
último sábado de cada mes, […] precisamente para eso, para ejercitarnos
dentro del son jarocho, compartir ideas, enseñarnos cosas entre todos,
retroalimentarnos, y es una actividad que nos duró, más o menos, poco
más de un año; después de esto yo me cambié de casa, Gaby empezó a
trabajar, Geovanni empezó también con otro tipo de actividades, y nos
dejamos de reunir. Esa fue una de las actividades que estábamos
haciendo (G. Romero, comunicación personal, 19 de julio, 2012).
San Diego no es tan grande, lo que hace que prácticamente se conozcan todos y al mismo
tiempo, dada la circunstancia, esto sea una de las causas para el esfuerzo por asistir y
compartir la mayoría de las actividades que en torno al son jarocho se llevan a cabo en la
frontera. Los fandangos son tal vez el lugar más frecuente en el que confluyen tanto
jaraneros de un lado como del otro de la frontera. Cada que hay un fandango ya sea en San
Diego o en Tijuana, la invitación se hace extensiva a los del otro lado, y en muchas
ocasiones, algunos de los que tienen visa para transitar entre un país y otro, asisten a estos.
Los fandangos para los fronterizos son además, como lo mencionó Eduardo García, una
práctica de civilidad en la que aun con las diferencias se puede llegar a hacer comunidad.
62
que nos conocemos que tocamos son jarocho, tal vez haya más porque
pues la ciudad es pequeña pero no tanto, pero por ejemplo, ha habido
diferencias personales entre varios jaraneros […] pero vas al fandango y
como que a la hora del fandango se neutraliza, […] entonces eso es lo
que nos integra, y yo creo que eso no sé si ocurra en otras partes pero
aquí en Tijuana-San Diego ocurre (S. Ruiz, comunicación personal, 25
de julio, 2012).
citado, otro elemento que contribuye a mantener y hacer crecer el Movimiento Jaranero en
la frontera. Cada vez es más visible el esfuerzo de los fronterizos por reproducir el
De entre esos fandangos hay uno con características distintas, el Fandango Fronterizos, que
se realiza en “La Línea” entre Tijuana y San Diego, y al cual dedicaré las siguientes
páginas a explicar lo que acontece en torno a la organización de dicho evento, para con ello
Como ya se mencionó, actualmente Tijuana y San Diego forman parte de ese mapa en el
que se localiza una fracción de la diáspora del son jarocho, resultado del Movimiento
Jaranero que desde finales de la década de 1os setenta se ha ido extendiendo hacia otros
lugares fuera del estado de Veracruz y del país. En ambos lados de la frontera se organizan
fandangos y eventos relacionados con el son jarocho; jaraneros de San Diego cruzan la
frontera para asistir a los fandangos, talleres o presentaciones de grupos que se realizan en
Tijuana, en otras ocasiones algunos de Tijuana –quienes pueden cruzar-, pasan a San Diego
63
Sin embargo, las asimetrías propias de esta frontera geopolítica siempre han
representado un problema para que familias o amigos que están separados por su condición
migratoria puedan reunirse de uno u otro lado de ésta con la gente que quieren. Para el caso
de los jaraneros que viven en Tijuana, en San Diego, o ciudades cercanas a esta frontera, la
pueden reunirse todos los jaraneros de la zona en torno a una tarima, compartiendo un
mismo tiempo y espacio. Para los del norte -llegaron a comentar algunos de los informantes
que entrevisté-, el miedo a la inseguridad que representa una ciudad como Tijuana cargada
de prejuicios, y las largas filas de autos que deben hacer para cruzar “La Línea” a la hora de
volver a Estados Unidos, resultan ser las principales razones por las cuales prefieren en
muchas ocasiones no cruzar la frontera; para los jaraneros del sur, los de Tijuana, el
problema es aún más complicado, pues el que puedan cruzar depende de poseer una visa
El deseo por vivir un fandango todos juntos era un sentir compartido entre varios,
pero fue en Jorge Castillo en quien nació la idea de realizar un Fandango Fronterizo en “La
Línea”, entre el Friendship Park, en San Diego, y El Faro, en Playas de Tijuana, en el cual
no fuera necesario cruzar la frontera para convivir con los del otro país, convirtiendo así a
64
mismo momento, y él encantado, le gustó mucho la idea (J. Castillo,
comunicación personal, 11 de julio, 2012).
Así, casi de manera improvisada, con una organización que constó más bien en
convocar a todos los jaraneros de la zona pasando la información de voz en voz, se acordó
Tijuana-San Diego. En ese momento ni Jorge Castillo, ni Daniel Watman tenían la certeza
Sin embargo, casi un año después, algunos jaraneros que habían participado en el
primer fandango en “La Línea”, y otros más, se organizaron en colectivo para coordinar lo
que sería el II Fandango Fronterizo. Sólo que para ese año, en 2009, el Departamento de
segundo muro hasta el Friendship Park. Durante estas obras se colocó un portón corredizo
justo en el parque, y por un tiempo se cerró por completo el acceso a éste, dejando sin
Este hecho llevó a los organizadores a buscar una solución alterna que les permitiera
por segunda vez, reunir al mismo tiempo a jaraneros de uno y otro lado de la frontera. Lo
cual representó, más que un problema, un reto, pues en ninguna otra parte de “La Línea”
que demarca los límites entre Tijuana y San Diego hay un espacio en el que la gente que
65
vive en Estados Unidos pueda acercarse al muro y estar tan próxima a la del lado mexicano,
Cerca de la garita de San Ysidro, del lado mexicano, en la calle Chapo Márquez número
133, en la zona norte de Tijuana, pegado al muro, está ubicado el Centro de Arte y Cultura
Casa del Túnel, con una terraza en su segundo piso que permite una vista panorámica de
Tijuana y también de lo que hay más allá de la frontera. A sus espaldas, después del muro,
está el centro comercial Plaza las Américas. Estos fueron los espacios que encontraron los
jaraneros fronterizos de Tijuana-San Diego para reunirse, y con el son jarocho, nuevamente
Así que consiguieron un permiso con el entonces director de la Casa del Túnel, Luis
Ituarte, para que los del lado mexicano pudieran vivir el Fandango Fronterizo desde ahí. El
evento se programó para las cinco de la tarde del sábado 23 de mayo de 2009, quince meses
Estados Unidos y a algunos jaraneros de otras nacionalidades que residen en esta zona
fronteriza.
Playas de Tijuana, con los cuarenta metros de distancia entre la terraza de la Casa del Túnel
Diego, hicieron que la dinámica del II Fandango Fronterizo tuviera características muy
diferentes a las del primero. No hubo forma de estar a centímetros de “los otros” cara a cara
para poder conversar con ellos; no hubo tampoco una tarima en la que se pudiera compartir
el zapateado con los del otro lado; ni en los sones se escucharon las voces de ida y vuelta de
los versos que se cantaban. Según lo cuentan Jorge Castillo, que vivió el fandango del lado
estadounidense, e Isabel Hernández Sosa quien participó desde la terraza de la Casa del
Túnel, fue un fandango muy diferente a todos los fandangos fronterizos que hasta ahora se
han realizado. Hubo dos tarimas, pero muy alejadas la una de la otra, y los jaraneros de
Tijuana y de San Diego podían mirarse, sí, pero a varios metros de distancia:
67
Jaraneros en el II Fandango Fronterizo en el estacionamiento
de una plaza comercial de San Diego.
Foto: Julio Blanco, 23 de mayo de 2009
Ese Fandango Fronterizo duró dos horas, y como se hace siempre al terminar el
frontera para seguir con el fandango, esta vez la fiesta continuó en el mismo centro cultural
Casa del Túnel, y aquel día ese segundo momento de encuentro también fue diferente, la
68
cercanía del lugar con la garita de San Ysidro permitió a los del lado mexicano ir a esperar
El fandango siguió según cuentan, hasta el amanecer del día siguiente, y aunque no se
ha vuelto a hacer un Fandango Fronterizo en ese lugar, aquel segundo fandango fue muy
significativo para todos los que lo vivieron. Lo recuerdan, y platican detalladamente cada
momento de aquel día por varios motivos: por el encuentro, por la particularidad del
espacio, por la manera en el que se llevó a cabo, pero sobre todo -y por eso la existencia de
este apartado-, por esa necesidad de buscar la forma de derribar las fronteras a como dé
lugar; deseo constante, presente en todos los fronterizos, presente por ejemplo en el
tú ponme las bardas que quieras, ponme todo lo que quieras, ponme
alambres, ponme lo que quieras, yo lo voy a hacer… Porque de hecho el
II Fandango Fronterizo no se hizo ahí en Playas, porque no sé qué pasó
con el permiso, estaban reparando. No sé qué rollo pasó y se hizo en la
Casa del Túnel, que es como un lugar cultural. Y los de Tijuana
estábamos en la Casa del Túnel y los de San Diego estaban en un
estacionamiento de un centro comercial que está cruzando San Ysidro, a
mano izquierda; y ellos ahí estaban en el estacionamiento con su tarima,
sus jaranas, pusieron unos papelitos picados. ¿Y sabes qué?, ¿Qué hace
un fandango en un estacionamiento de una plaza comercial gringa?, o
sea, explícame tú eso. Entonces eso fue como…: ponme lo que quieras,
yo lo voy a hacer; yo estoy acá, o ellos están allá… Pusimos unas
bocinas, medio se escuchaba, medio no, ahí casi casi fue interpretación
de lectura de labios ¿no? […] Eso es bien bonito, es bonito saber que se
pueden hacer las cosas, es bonito ponerte a pensar cómo vas a hacer para
brincar esas barreras. O sea, cómo esa barrera física te pone a pensar qué
hacer para brincarla. Si no estuviera a lo mejor ni nos hubiéramos
integrado ¿sabes? Si esa barda no estuviera, a lo mejor cada quién
69
andaría por su lado, pero como está ahí, te genera esta posibilidad y te
pone a pensar cómo… formas de cómo poderla brincar (comunicación
personal, 25 de julio, 2012).
Cierto es que para hacer un fandango no se necesita más que tener un motivo para celebrar
–una fiesta patronal, un cumpleaños, una boda, un bautizo, e incluso hasta un velorio-, y
tener una tarima, un espacio dónde colocarla, e invitar a los músicos y bailadores para que
asistan a la hora y lugar indicados. En ese sentido, una sola persona puede ser capaz de
organizar un fandango, incluso de un día para otro, ya sea en el patio de su casa, en una
plaza pública, en el atrio de una iglesia o en algún otro lugar disponible. Sin embargo, por
aparato burocrático determina un proceso que debe seguirse previo y durante su realización,
Fandango Fronterizo se ha ido modificando año con año; ha cambiado la gente que se ha
de recursos –los cuales casi nunca son monetarios-, hasta la gestión de espacios y difusión
del evento. El carácter comunitario de los fandangos, pero también la dinámica por lo
regular incluyente que impera entre quienes tocan son jarocho, ha permitido que el
Fandango Fronterizo sea un espacio abierto en el que puedan participar de manera activa en
ellos, en común acuerdo, y con el fin específico de que existiera una comisión de jaraneros
70
colectivo, mismo que decidieron convertirlo más tarde en una sociedad, la cual
agentes de la Border Patrol -Patrulla Fronteriza-, en San Diego, para ocupar el espacio del
Friendship Park, 3) diseñar el cartel y los volantes para la difusión del evento, 4) informar
a los medios de comunicación sobre éste para que le den difusión, 5) buscar un espacio en
el que se pueda realizar el fandango por la tarde, 6) decidir quién será el, o los jaraneros
invitados para dar una plática sobre son jarocho, que desde 2010, se lleva a cabo después
del fandango en “La Línea”, 7) acordar quiénes pueden preparar y/o donar la comida que se
Después de ver la magnitud que resultó ser el I Fandango Fronterizo, y que quedó entre
quienes asistieron a éste el deseo por repetir ese encuentro en “La Línea”, algunos jaraneros
organizar año con año dicho evento, y así, instituirlo como una de las actividades más
importantes de son jarocho que se realizan en esa frontera. Este colectivo se conformó a
inicios de 2009, casi un año después del I Fandango Fronterizo con el propósito inmediato
20
El grupo que organizan el Fandango Fronterizo ha cambiado de integrantes en diferentes momentos y por
diversos motivos, siendo Jorge Castillo y Gabriel Romero los únicos que durante los seis años han estado
presentes.
71
de coordinar el segundo. Éste estuvo integrado en principio por jaraneros de San Diego,
Tijuana y Mexicali:
exige cierta organicidad y cuyo sentido prioritariamente está dado por un proyecto o
identitaria (Reguillo, 2000, p. 54), fue tal vez la primera acción en la que jaraneros de
ambos lados de la frontera se unieron bajo un objetivo en común, mismo que ha implicado
más que organizar un fandango en “La Línea”, pues de fondo lo que hay en este evento -
que desde mi perspectiva está cargado de un carácter político-, es una demanda en contra,
cada de uno de sus miembros; sin recursos económicos externos y/o apoyos de instituciones
intereses y aptitudes de cada uno de los del colectivo, así lograron organizar el Fandango
Fronterizo de 2009. Tiempo después, en 2010, seguido de algunas pláticas entre los
miembros de éste, se acordó -como comenta Jorge Castillo-, dejar de ser colectivo para
72
la Sociedad Sonera que organiza un evento al año y ya está”
(comunicación personal, 11 de julio, 2012).
participación a ésta a los jaraneros de estas dos ciudades, dejando fuera a los de Mexicali,
anteriores. Así, quienes conformaron esta sociedad fueron: de San Diego, Eduardo García
Acosta y Jorge Francisco Castillo; y de Tijuana, Gabriela Silva, Rafael Luna, Mikhaela
Iván Vázquez y Julio Blanco.21 Entre otras cosas, lo que se buscaba también con constituir
al colectivo como sociedad, era formalizar en términos legales al grupo y que esto a su vez
tanto a su funcionamiento parecen haber continuado con la misma dinámica que cuando
21
Información tomada del blog de la Sociedad Sonera Tijuana San Diego.
22
Durante las entrevistas no se aclaró qué tipo de organización legal se intentó constituir, si una sociedad
cooperativa, una asociación civil u otra.
73
eran colectivo, el cambio más notable además del nombre, fue en lo referente a quiénes
Fronterizo-, y quiénes no, esto es, se limitó la participación a los jaraneros de Tijuana-San
Diego. Esto se acordó en reuniones que tuvieron entre jaraneros de estas dos ciudades. En
lo que respecta a la gestión de recursos con instituciones, lo más que se logró por acuerdo
con los integrantes de la sociedad, fue con El Colegio de la Frontera Norte, que para IV
Fandango Fronterizo, en mayo de 2011, donó la comida para el convite con los jaraneros de
ambos lados de la frontera que se realiza después del fandango en “La Línea”. Por otro
lado, al tiempo que se acordó ser en conjunto la Sociedad Sonera Tijuana-San Diego,
crearon un blog en internet en el que se exponen de manera sintética algunos apuntes sobre
lo que son el son jarocho y el fandango, una nota sobre quiénes son los jaraneros
fronterizos y, hasta hace poco, contuvo también una lista de los integrantes que fueron parte
de dicha sociedad.23
Sonera Tijuana-San Diego decidieron ya no formar parte de ésta, lo que dio como resultado
23
La dirección electrónica del blog de la Sociedad Sonera Tijuana-San Diego es la siguiente
sociedadsoneratijuanasandiego.blogspot.com
74
Fronterizo, quizá habría que organizar otra cosa, quizá habría que
rediscutir, y creo que uno de los problemas que hubo y por lo que
algunas de las personas se salieron de la organización, fue porque, creo
yo, no hubo un enfoque crítico, no hubo una autocrítica en el momento
en el que en el IV Fandango Fronterizo hubo muchas fallas. Ese
fandango se trató de organizar muy bien, se trató de hacer comisiones,
[…] y en el momento en el que hubo problemas ahí, en el momento en el
que después del Fandango Fronterizo se quiso hacer una reunión para
discutir todo esto y ver cuáles habían sido las fallas, pues la gente no
estaba dispuesta como a ir y escuchar esas fallas y escuchar las críticas
(G. Zamudio, comunicación personal, 25 de julio, 2012).
únicamente de Gabriel Romero y Jorge Castillo del lado de Tijuana, y de Francisco Mayer,
Carolina Lamar y Anselmo Duenas de San Diego, en 2012. Ya para el 2013 se sumaron a
ésta Horacio Barberena y Adrián Florido, firmando en conjunto como La Organización del
Al principio, en 2008, cuando Jorge Castillo tuvo la idea de realizar un fandango en “La
compartió la idea con Daniel Watman -quien organiza desde 2004 encuentros de carácter
cultural entre esa frontera de México y Estados Unidos-, bastó el entusiasmo con el que
compartió ese deseo con algunos jaraneros de la zona para que ellos también se
no existía un segundo muro en el Friendship Park, y aún se utilizaba de manera libre ese
espacio que conecta a las poblaciones de estas dos ciudades pertenecientes a países
diferentes. La vigilancia por parte de la Patrulla Fronteriza era menor, como también lo era
la reglamentación que existía en torno al uso del Friendship Park -en caso de que fuera un
75
evento que convocara a más de 20 o 25 personas del lado estadounidense, como ha sido el
caso del Fandango Fronterizo-. En este sentido Daniel Watman tiene un panorama más
conseguir dicho permiso, pues es quien tiene los contactos y relaciones necesarias con
quienes otorgan éstos, ya que él está al frente del Border Encuentro, el colectivo que
organiza la mayoría de los eventos que se llevan a cabo durante el año en ese espacio, y es
él quien dialoga con las autoridades correspondientes para conseguir la aprobación de éstas
para realizar cualquier actividad en “La Línea”, aunque supuestamente podría hacerlo
por ejemplo, Jorge hizo todo esta vez [en 2012] con el fandango. O sea,
yo soy la persona que lo hace más porque tengo más eventos que nadie
yo creo, pero claro que no soy el único que puede, y yo trato de evitar
eso. Como mencioné con la Patrulla Fronteriza, su idea es separar,
entonces esta idea de conectar a través de la malla va en contra de su
trabajo. Pero también desde el 2009 han tenido como directivo, prestar
atención a la comunidad, o sea, no estoy muy claro de qué es lo que
tienen que hacer exactamente pero nos tienen que mantener contentos.
Entonces cualquier persona puede hablar con ellos. Y yo que he tenido
más experiencia, por ejemplo, Jorge me hace preguntas: “¿Con quién
debo de hablar? ¿Y qué hago si hacen esto?” […] y él o cualquier otra
persona puede hablar con ellos aunque por lo mismo, si por ejemplo […]
tú llamaras así nada más al número general de la Patrulla Fronteriza, te
van a dar muchas vueltas antes de que llegues a la persona indicada para
hacer el arreglo. Eso pasó con Jorge […] él se juntó con nosotros, con la
coalición de diferentes organizaciones que están luchando para más
acceso [al Friendship Park] y dijo: “Quiero hacer el fandango, etcétera,
76
etcétera”. Y nosotros le pedimos el favor de llamar él solo, porque como
a nosotros ya nos conocen pues no nos dan tantas vueltas, y parece,
como se portan con nosotros, que no dan problemas a nadie, pero
queríamos experimentar a ver si con alguien que no conocían tendrían el
mismo trato, y resulta que no. Le dieron muchas vueltas a Jorge, tuvo
que hablar con muchas personas diferentes antes de llegar a la persona
indicada, pero ya, ya que llegó con la persona indicada, pudo arreglarlo
como nosotros (D. Watman, comunicación personal, 24 de julio, 2012).
Finalmente parece ser que en efecto, cualquiera puede hacer dicho trámite, aunque
políticas del gobierno federal estadounidense cambiaron. En resumen, para hacer un evento
en la frontera entre Tijuana y San Diego antes de ese año, se necesitaba solamente el
permiso del estado de California. Después de esto, al tiempo que se han hecho
reglas para el uso de éste último. En 2009, por ejemplo, con la extensión del segundo cerco
hasta la playa que atraviesa el parque, el espacio se cerró por completo impidiendo la
casos, como sucedió en el IV Fandango Fronterizo –en 2011-, se limita la entrada por
la dinámica del fandango, sobre todo en lo que respecta al tiempo que dura cada son como
24
En ese entonces, existía una reja del lado estadunidense entre el primer y segundo muro que formaba una
especie jaula, la cual no permitía el contacto entre la gente de un lado y del otro. Este es el espacio al que
regulaban su entrada los agentes de la Patrulla Fronteriza.
77
Entonces ya en el tercer fandango que fue que ya se volvió a hacer ahí
[en el Friendship Park], tuvieron que tener [los organizadores del
Fandango Fronterizo en San Diego] muchísimas pláticas con la Patrulla
Fronteriza para obtener el permiso. Ahora se ha restringido mucho el
tiempo, ya no puedes llegar a tocar a la hora que tú quieras, sino que
ellos te van a dar un horario y un número determinado de horas, y lo más
difícil es que también indican un determinado número de gente que
puede entrar a tocar, y con un tiempo de media hora, creo que son 25
personas a la vez por un espacio de media hora. Entonces ya de aquel
lado es más difícil… tienen que ser sones cortos, tienes que limitar el
son a un tiempo para que puedan relevar los jaraneros del otro lado
(comunicación personal, 19 de julio, 2012).
con los agentes de la Patrulla Fronteriza de esa zona, quienes son los encargados de esa
área federal. En éstas se les informa en qué consiste el evento, cuándo se pretende hacerlo,
y cuántas personas se espera que lleguen. De esta manera, dichas políticas han determinado
en gran medida, entre otras cosas, la fecha en la que se ha decidido hacer cada Fandango
Fronterizo. Y justo porque los organizadores están sujetos a: 1) que no haya una
acuerdo con los agentes de la Patrulla Fronteriza para asignarle un día al evento, es que no
hay una fecha fija establecida para el Fandango Fronterizo, aunque se ha intentado que a
partir del segundo coincida su realización en algún fin de semana de mayo, con la
excepción del V Fandango Fronterizo que se hizo en julio porque desde meses antes el
cerco estuvo en remodelación y no se permitía el paso a la gente del lado de San Diego.
Así, las fechas de las ediciones del Fandango Fronterizo en las que se han llevado a cabo
78
IV Fandango Fronterizo – Sábado 21 de mayo de 2011
Fue a partir del II Fandango Fronterizo, -la primera vez que se organizó formalmente este
difusión del fandango. La primera acción en este sentido fue el diseñar un cartel que
entonces cada año el diseño del cartel ha sido diferente, y diferentes personas son también
carteles, hay dos elementos de la vida fronteriza que aparecen como una constante, uno de
binacional del evento, y el otro, es la presencia del muro fronterizo representado de diversas
formas.
Por otro lado, soportes como la radio y la televisión, han sido utilizados también
organización acuden a los programas locales para comentar y dar a conocer el evento, e
incluso, también en ocasiones, para interpretar algunos sones jarochos como una forma de
dar a conocer este género musical. Uno de los programas radiofónicos de la frontera en el
79
950 de AM, en el que cada jueves don Carlos Rosario participa compartiendo un poco de
Fandango Fronterizo.
vertebral de la comunicación global (p. 378) ha sido también parte fundamental para la
mi perspectiva, la creación -por parte de los organizadores del Fandango Fronterizo- de los
en 2009 y, del perfil de Facebook en 2010, han sido los principales medios de difusión de
dicho evento, consiguiendo, por la naturaleza de las redes que se generan a través de
comunidad jaranera del estado de Veracruz aunque también de otras partes del país y del
mundo.
80
Sin duda, las posibilidades que otorgan las redes sociales de compartir textos,
con el son jarocho en la frontera, al tiempo que va generando fuertes vínculos con jaraneros
de otras regiones. Esto último ha sucedido a nivel local sobre todo -o por lo menos es más
evidente-, entre los jaraneros de California, específicamente de San Diego, Santa Ana y Los
fandangos, conciertos o encuentros de son jarocho. Por otro lado, a partir de estas redes, se
han fortalecido de igual manera los lazos de amistad e intercambio cultural entre jaraneros
fronterizos y jaraneros de las comunidades del sur de Veracruz, por lo que no es raro que a
Seminario de Son Jarocho que organiza el Centro de Documentación del Son Jarocho AC.,
en Jáltipan, y más recientemente, los Talleres Vivenciales de San Andrés Tuxtla, asistan
jaraneros del norte de México y el suroeste de Estados Unidos. O en sentido inverso, que
Ensenada, Los Ángeles, Santa Ana, San Diego, y otras ciudades de Estados Unidos.
A partir del III Fandango Fronterizo, se instituyó como parte de las actividades del evento
para participar durante el fandango en “La Línea” y después de éste -en las actividades
vespertinas que se llevan a cabo en Tijuana- una vez que, al terminar el Fandango
Fronterizo, los que estuvieron del lado de San Diego cruzan la frontera para continuar con
81
la fiesta. Los invitados han sido desde entonces músicos que están de paso por California
ofreciendo talleres o conciertos, y que coincide la fecha del Fandango Fronterizo con la de
su gira, este fue el caso, por ejemplo, de Patricio Hidalgo y Laura Rebolloso quienes
respectivamente.25 Aunque sólo Patricio participó en 2010 –en el III Fandango Fronterizo-
en una plática donde se reflexionó sobre el fandango y el son jarocho; en aquel entonces
participaron también de este momento Eduardo García, Sergio Vela y Francisco Guerrero.
Para el IV Fandango Fronterizo, dicha plática se omitió debido a que ese año toda la
tiempo fueron algunas de las limitantes. Al año siguiente, en el 2012, para el V Fandango
Fronterizo, el invitado fue César Castro, quien durante una hora comentó sobre la anacrusa
Ya para entonces el Fandango Fronterizo hacía eco en diferentes partes del país y de
del Fandango Fronterizo Tijuana-San Diego su deseo por ser partícipes del próximo evento;
las preguntas para conocer la fecha del VI Fandango Fronterizo eran recurrentes, así que en
las primeras semanas del 2013 se hizo público que el 25 de mayo sería el día del siguiente
fandango en “La Línea”. Así, esta última edición del Fandango Fronterizo parece haber
contado con mayor tiempo y apoyo para la organización. Por primera vez se buscó la forma
de conseguir recursos monetarios para, entre otras cosas, poder extender la invitación a
algún jaranero de Veracruz contemplando el pago de sus boletos de avión y demás viáticos
25
Patricio Hidalgo es ex integrante del grupo Chuchumbé y Laura Rebolloso ex integrante de Son de
Madera, ambas agrupaciones han marcado el camino del Movimiento Jaranero.
82
correspondientes. De esta manera, el comité organizador del VI Fandango Fronterizo -
conformado por Jorge Castillo, Gabriel Romero, Horacio Barberena, Rafael Hernández,
Adrián Florido y Francisco Mayer-, decidió que dichos recursos se obtuvieran a través de la
participación en el sitio web de Kickstarter, así que realizaron un video promocional del
3,000.26
El dinero recibido se destinó, entre otras cosas, para financiar el viaje de los
hermanos Félix y Arcadio Baxin y Carolina Cruz Castellanos, de San Andrés Tuxtla y
2013. La participación de ellos esta vez no se limitó únicamente a las actividades habituales
del día del fandango –asistir al fandango en “La Línea” e impartir la plática después de
éste-, sino que en esta ocasión, los invitados impartieron talleres de zapateado y jarana en el
Instituto Municipal de Arte y Cultura de Tijuana unos días previos al evento, esto con la
finalidad -dicen algunos de los organizadores-, de que “los viejos soneros de allá, gente que
realmente está haciendo esto de tradición, vengan y nos enseñen para que este fandango sea
En realidad no es que los jaraneros fronterizos no sepan tocar son jarocho o llevar a
cabo un fandango, de hecho, varios de ellos tocan más un de instrumento y son integrantes
de grupos que ejecutan otros géneros musicales. Es más bien, desde mi perspectiva, que
26
El Kickstarter es un sistema por internet para el financiamiento de proyectos a través de donaciones que la
población civil hace con anticipación. Las donaciones van desde 1 a 300 dólares, y dependiendo de la
cantidad, el comité organizador ofreció a cambio a los donadores desde una calcomanía conmemorativa del
Fandango Fronterizo, hasta playeras con la imagen del VI Fandango Fronterizo, y un DVD del documental
realizado por José Luis Gallo.
83
sustentado en una tradición que recién se inserta en la escena de la vida fronteriza, y es a
través de la participación de quienes poseen lo que Bourdieu (1990) llama el capital cultural
-en este caso los conocimientos heredados como el son jarocho tradicional-, que se logra
esa legitimación. La muestra clara de esto son las palabras de bienvenida que da Jorge
De esta manera tanto Patricio Hidalgo, como Laura Rebolloso, César Castro,
Andrés Flores y los hermanos Baxin, considerados como herederos de una tradición
transmitida de generación en generación por el hecho, sobre todo, de haber nacido o vivido
y aprendido el son jarocho en Veracruz, cumplen con ese rol de jerarquía que puede
otorgarle cierta legitimidad al evento, legitimidad que es pensada desde una fracción del
total de los jaraneros fronterizos –la fracción que organiza este fandango-. Sin embargo,
desde otra perspectiva, compartida entre otros jaraneros fronterizos que han aprendido son
jarocho viviendo en la frontera, la presencia de los considerados por algunos como jerarcas
27
Texto transcrito de una escena del documental VI Fandango Fronterizo realizado por José Luis Gallo.
84
lo aprendido, como lo comentó Isabel Hernández Sosa en una entrevista realizada unos días
Así, con la mirada externa desde donde escribo, me parece que el Fandango
Fronterizo, pensado desde este hecho, es una lucha simbólica sustentada en una misma
idea: la del considerar lo tradicional y originario como lo auténtico y legítimo siempre por
Otra parte dentro de la división del trabajo que debe cumplirse en la organización del
Fandango Fronterizo, es la de coordinar la convivencia vespertina que tiene lugar del lado
mexicano una vez terminado el fandango en “La Línea”, misma que se ha resuelto de
diferentes formas. Al principio tuvo un carácter más comunitario en el que cada quién
compartía los alimentos o bebidas que quería o podía llevar, básicamente así ha funcionado
hasta la fecha, con la diferencia de que ahora se hace una lista de las cosas que se necesitan
y cada quien se compromete a llevar algo en la medida de sus posibilidades. Todo esto,
teniendo en cuenta que se hace una especie de mesa común en la que cada quien puede
85
La única excepción ha sido la del IV Fandango Fronterizo, en donde El Colegio de
la Frontera Norte donó la comida para los jaraneros. En aquella ocasión toda la dinámica en
torno al convite cambió, se otorgaron unos boletos para el control de la comida, y éstos
activamente en el fandango, perdiendo de este modo el sentido incluyente para con los
Finalmente otra de las cosas que se deben contemplar para el Fandango Fronterizo,
principio, al finalizar el I Fandango Fronterizo se propuso que los que estaban del lado
estadounidense cruzaran a Tijuana para continuar con el fandango, y así se hizo; aquel día,
Yori, amiga de Gabriel Romero, prestó su casa que se ubicaba muy cerca de El Faro en
Playas de Tijuana para recibir a los jaraneros de ambos lados de la frontera. El siguiente
Casa del Túnel, muy cerca de la garita de San Ysidro. Para el tercer año fue Gabriel
Romero quien dio cabida en el patio de su los jaraneros asistentes. Hasta entonces, esa
parte del evento parecía estar resuelta sin complicación alguna, sin embargo, ya para el IV
Fandango Fronterizo, ni Yori ni Gabriel vivían en las mismas casas y la Casa del Túnel
resultaba poco estratégica para el traslado de los jaraneros, por lo que tuvieron que buscar
previamente un lugar alterno que les permitiera continuar con el fandango el día del evento.
Así, se gestionó el permiso para poder ocupar las instalaciones de la Casa de la Cultura de
Playas de Tijuana, lo que resultó no ser tan buena idea porque, al contar la institución con
un horario de servicio, las puertas se cerraron a determinada hora y por tanto hubo que
86
Como normalmente los fandangos se extienden hasta el amanecer, se procuró para
así, el comité organizador ese año llegó a acuerdos con los dueños del Café Latitud 32,
ubicado en el malecón de Playas de Tijuana, para hacer ahí la segunda parte del evento del
Fandango Fronterizo, siendo este lugar los dos últimos años el recinto para continuar la
fiesta del “postfandango”. La realidad es que el local del café sólo se utiliza para el
momento de la charla con los jaraneros invitados, todo lo demás –el convite y el fandango-
Como puede apreciarse, hay una serie de hechos en torno a la organización del
Fandango Fronterizo que están presentes previo y durante el evento. El conocer tales
hechos nos permite tener un horizonte más claro, no sólo del cómo es su preparación tras
bambalinas, sino más bien, del proceso que vive un colectivo con objetivos comunes en un
contexto fronterizo. Lo importante, entonces, tal vez no son los actores sociales en sí con
nombres y apellidos, sino los roles que cumple cada uno de ellos en este complejo proceso.
En ese sentido, lo trascendental tampoco es el cómo se hacen las cosas sino la justificación
o razones que llevan a hacerlas de determinada forma y no de otra. Por otro lado, me parece
sociedad civil necesita negociar con las instituciones su derecho de querer convivir con sus
finalmente, en donde el carácter ritual del fandango se incorpora a una nueva red de
significados.
87
En el siguiente capítulo, expongo más a fondo algunas características y
objetivo de observar cómo cada una de las decisiones que se toman en torno a esta, tanto
aquellas que están relacionadas con las modificaciones físicas de la barda, como las que
tienen que ver con reglamentos y leyes, inciden directamente en las dinámicas y relaciones
entre los jaraneros de un lado y otro de la frontera, incluso cuando ni siquiera sea necesario
salir de un país y entrar a otro para realizar alguna actividad, como es el caso del Fandango
Fronterizo.
88
CAPÍTULO III.
El territorio mexicano antes de la invasión de Estados Unidos en 1846 incluía los estados
de Lusiana, Florida, Oregon, Texas, California, Nuevo México, Arizona, Utah, Nevada y
Hidalgo los Tratados de Paz, límites y arreglo definitivo entre la República Mexicana y
Estados Unidos (Valenzuela, 2012, p. 16), en los cuales se definía, entre otras cosas, la
nueva configuración de la frontera entre estos dos países demarcada principalmente por
kilómetros aproximadamente, conformada del lado mexicano por los estados de Baja
arbitraria no sólo se establecieron los límites geopolíticos entre México y Estados Unidos,
89
extranjeros insertos en una nueva realidad social definida desde un idioma, una religión y
una cultura diferente a los suyos” (Valenzuela, 2012, p. 42). Aunado a esto, en la primera
inestabilidad económica, política y social que imperaba en nuestro país, y más tarde como
respuesta a la demanda de mano de obra por parte de Estados Unidos durante la Primera y
mejores condiciones de vida, habiendo así, en 2010, más de 11.8 millones de mexicanos en
familias que a su vez generan procesos socioculturales propios de los flujos migratorios,
Estados Unidos con el programa Operación Guardián, en 1994, inició la construcción del
muro fronterizo, mismo que actualmente tiene una extensión total de 1,100 kilómetros que
aparecen fragmentados a lo largo de toda la frontera entre México y Estados Unidos, sobre
todo en las zonas metropolitanas, siendo Baja California el segundo estado con mayor
presencia de valla en su territorio después de Sonora. Las características físicas del muro
fronterizo son diferentes en cada región, en lo que respecta a Baja California hay cuatro
tipos de construcciones: la llamada landing mat que está compuesta a partir de los bloques de
láminas de hierro que se utilizaron como pistas de aterrizaje durante la Primera Guerra Mundial; la
triangle with bollard que también es un muro hecho con láminas pero éstas están colocadas sobre
una base triangular de postes unidos al suelo; la bollard with extension son postes colados con una
malla en la parte superior; y la aesthetic hecha a partir de gruesas columnas de hierro colocadas
28
Información tomada del sitio en internet del Observatorio de legislación y política migratoria.
90
a una distancia no mayor de 10 centímetros entre una y otra, reforzadas con una malla
microcuadriculada de alambrón.29
Aunado a esto y a partir de los atentados del 11 de septiembre del 2001, el gobierno
18,516 agentes de la Patrulla Fronteriza los que vigilan esta zona, de un total de 21,394 que
están distribuidos por todas las fronteras del territorio estadounidense.30 Además, como
parte de los mecanismos de seguridad, cuentan también con sistemas de vigilancia por
el país vecino, esto los lleva a separarse de sus familias permanentemente o por largos
periodos de tiempo, a menos de que consigan los documentos necesarios como la visa o la
residencia temporal o permanente que les permita poder entran y salir del país de manera
Pacífico, donde se encuentran el mar con el principio o final, según se vea, del muro que
divide México de Estados Unidos, en donde existe un espacio en el que las familias
separadas por su estatus migratorio pueden reunirse cara a cara con sus seres queridos que
29
Información tomada del sitio de internet U.S. Customs and Border Protection.
30
Información tomada del sitio de internet U.S. Customs and Border Protection.
91
se han quedado al otro lado de la frontera. Este espacio que es único en su forma, es
conocido como el Friendship Park y fue inaugurado como símbolo de fraternidad entre
estos dos países en 1971 por Pat Nixon, quien fue esposa del entonces presidente de
El paisaje y la dinámica que se vive en torno al Friendship Park ubicado entre San
Diego y Playas de Tijuana, a unos 50 metros de la costa del Pacífico, ha ido cambiando
conforme el pasar de los años, sobre todo por las modificaciones que ha realizado el
malla que dividía este espacio era más “transparente”, con orificios más grandes, lo que
permitía una mejor visibilidad hacia ambos lados. La gente que llegaba ahí, compartía los
alimentos pasándolos de un lado a otro, incluso, podían tomarse de las manos. Lo mismo
pasaba con la última parte del muro, esa que se adentra en la playa, en donde unas
columnas disparejas que estaban colocadas a unos 30 centímetros de distancia entre una y
otra, permitían a la gente del lado mexicano utilizar ese espacio como un atractivo turístico
y, como un lugar de diversión en el que además de tomarse fotos, las personas podían jugar
a pisar suelo estadounidense, por lo menos por unos segundos, al cruzar los barrotes
Así, el Friendship Park ha sido durante más de cuatro décadas para muchos
migrantes un punto de reencuentro y de convivencia con sus seres queridos y con su país,
religiosas y en pro del medio ambiente, de carácter binacional. Antes del 2009 el
Friendship Park fue un parque abierto de los dos lados, las personas podían llegar el día y a
la hora que quisieran. Todo esto cambio cuando se realizó la construcción del segundo
92
muro en la playa, al conceder el Congreso de Estados Unidos el poder al Departamento de
Seguridad Nacional para modificar cualquier ley que hasta entonces impidiera la extensión
Junto con la extensión del segundo muro que concluyó a inicios de 2009, también
remodelaron el primero -el que marca realmente la división entre México y Estados Unidos
con el monumento 258 en el medio- colocando una malla más cerrada, pero que aún
permitía ver al otro lado. Lo que quedó entonces en tierra estadounidense era algo parecido
a una prisión de máxima seguridad con barrotes por todos lados, y con el Friendship Park
dentro de ésta, al que además rodearon y separaron del primer cerco colocando una reja de
físico a través de la malla con quien estuviera del otro lado. Después de esta remodelación
el parque permaneció cerrado al público durante unos meses, y cuando se reabrió, tiempo
93
después, la Patrulla Fronteriza había implementado nuevas reglas para el uso de este
espacio, entre ellas la limitación del acceso al parque los fines de semana en horario de 10 a
14 horas.
remodelación en la misma zona, está vez en el primer muro, la cual consistió en colocar un
cerco más alto y resistente, de casi cinco metros de altura, reforzado con una malla de
alambrón que por poco impide ver por completo lo que hay del otro lado, además de
colocar este nuevo cerco libraron el monumento 258, dejándolo completamente del lado
mexicano. Con todo esto la convivencia entre la gente de ambos lados de la frontera se ha
complicado, pero además, la existencia de este nuevo muro refuerza la idea de ser una
frontera impenetrable, creando una imagen mucho más agresiva. Al respecto Daniel
que el gobierno de Estados Unido ha procurado en ese espacio con el objetivo de separar
aún más a las poblaciones, el Friendship Park sigue siendo el punto de encuentro para
94
El muro y el Monumento 258 después de la última
remodelación en 2011-2012
Fotos: Cecilia del Mar Zamudio, Tijuana, 10 de julio de 2012
Monumento 258
La frontera demarca un límite, es un espacio de ruptura, existe para separar, pero también
como ya lo mencioné, el muro fronterizo resulta ser un punto de encuentro no sólo para los
jaraneros fronterizos, sino en general, para quienes viven de uno o del otro lado de la
frontera. Además de ser el lugar para la reunión de familias, es un espacio que ha sido
ocupado para realizar una serie de encuentros y actividades que van desde celebrar la
comunión cada domingo, hasta la realización anual de una posada, tomar clases de yoga,
realizar lectura de poesía, limpiar la playa o darle mantenimiento al Jardín Binacional, entre
95
otras más. Así, con el fin de aportar un panorama más claro sobre lo que sucede en dicho
permanencia del parque y demás cuestiones fronterizas. Esta coalición está integrada por
ambiente, colectivos culturales, artísticos y grupos religiosos, entre los que se encuentran la
American Friends Service Committee, Border Encuentro, Border Angels, CASA (Coalition
of Amigos in Solidarity and Action), Center for Justice and Reconciliation, Foundation for
San Diego, No Border Wall, San Diego Coalition for Peace and Justice, San Diego
Coastkeeper, Wildcoast-Costa Salvaje entre otros, los cuales trabajan de manera conjunta
en pro del parque para mantener ese espacio abierto a la convivencia binacional, y también
cuestiones referentes al parque.31 Así, los líderes de esta coalición han negociado en varias
ocasiones con la Patrulla Fronteriza para lograr que el parque siga siendo un espacio abierto
al público, consiguiendo por ejemplo, que se reabriera el acceso a éste en 2009 después de
En cuanto a los encuentros que se realizan en “La Línea” durante todo el año,
mantenimiento del Jardín Binacional que se efectúan cada domingo; y otros tienen lugar
de Limpieza de las Costas -a la que llegan voluntarios de ambos lados de la frontera para
31
Información recuperada del sitio oficial en internet del Fiendship Park.
96
limpiar la zona de la playa-. Los demás eventos, como las lecturas de poesía, las clases de
yoga, y los de comunicación por medio del lenguaje de señas se realizan una o más veces al
año.
Crear lazos de amistad uniendo a la gente a través del muro fronterizo es el objetivo de
binacional desde el 2004 en el Friendship Park, en la frontera entre Tijuana y San Diego.
Desde entonces, Daniel Watman -líder de esta agrupación- junto con personas interesadas
convocar durante todo el año –con excepción de diciembre y enero- a diversas actividades
De este modo, con los Border Encuentro se logra transgredir además de las barreras
físicas que dividen a México y Estados Unidos, las fronteras de pensamiento que nos llevan
muchas veces a discriminar al otro, a excluirlo y a segregarlo. En este sentido, los alcances
del Border Encuentro se incrementan al tener actividades que incluyen a personas de clases
sociales y adscripciones étnicas distintas, pero con intereses comunes, como por ejemplo:
El Jardín Binacional
Uno de los proyectos del Border Encuentro es el Jardín Binacional, el cual se encuentra
dentro del espacio que corresponde al Friendship Park. Este jardín de plantas nativas fue
98
estadounidense, con la finalidad de hermanar a gente que compartiera el interés por
que en 2009 estuviera a punto de desaparecer tras haber cerrado el parque en seguida de las
través del lenguaje de señas. Para este evento se utilizan telescopios en ambos lados que
permiten observar a las personas que están al otro lado, ya que para esta actividad los
participantes no se colocan al pie de la malla, sino que se sitúan en la parte más alta de la
comunidades, además de que en este evento participan no solamente personas sordas sino
también oyentes que desean sumarse a la actividad, desvaneciendo así una frontera más, esa
quiénes no.
Otros eventos
que cada participante fabrica su papalote con materiales reciclados; talleres de baile –salsa
que en sentido inverso, quienes saben inglés y/o español enseñen a los mixtecos estas otras
lenguas. Están también las clases de yoga y los encuentros de lectura de poesía –
reunieron un grupo de poetas fronterizos para compartir sus letras a través de la malla.
religiosas como el Comité de Amigos Americanos de San Diego, junto con Ángeles de la
Fronteras, Ángeles Sin Fronteras y la Asociación Pacto Por la Paz de Tijuana han
organizado con el fin de hermanar a las dos poblaciones, pero también para recordar y
Igual que en el Fandango Fronterizo, las personas que llegan a la posada se colocan
al pie del cerco frente a los que están del otro lado y así, con la malla en medio entonan
villancicos en inglés y español, de igual modo entonan el tradicional canto para pedir
tiempo para que deportados o miembros de familias separadas por la frontera platiquen sus
Por otro lado, dado que la Posada sin Fronteras es uno de los eventos binacionales
que reúne a más personas de la sociedad civil fronteriza de esa zona, quienes organizan el
100
evento han llegado a acuerdos con la Patrulla Fronteriza para que por lo menos por ese día
no se limite ni el tiempo ni la entrada al Friendship Park del lado de San Diego y así,
puedan participar todas las personas que deseen hacerlo. De esta manera, la Posada Sin
Fronteras logra, igual que los Border Encuentro y el Fandango Fronterizo –que describiré a
3.3. Dos tarimas, un fandango. El norte y el sur unidos por la frontera: una
etnografía del V Fandango Fronterizo
para el Fandango Fronterizo, será para fines de junio o principios de julio, la razón es
porque está en construcción el parque donde se hace este evento. Pronto nos veremos”.33
remodelaciones que ha tenido el muro fronterizo entre Tijuana y San Diego en la zona del
parque y reforzar la valla que divide a estas dos ciudades y a México de Estados Unidos,
poniendo una malla más cerrada y más alta que la anterior, de unos cinco metros de altura
32
He decidido respetar el nombre de dicho perfil tal cual aparece en ela red social –Fandango Fronterizo
Tijuana SanDiego-.
33
Tomado textualmente de la publicación realizada el 1 de mayo de 2012 en el perfil de Facebook Fandango
fronterizo Tijuana SanDiego.
101
Las obras de construcción se concluyeron hasta finales de mayo de 2012. Para ese
Tijuana, y Francisco Mayer y Adrián Florido en San Diego- habían asumido ya desde
por causa de dicha remodelación tuvo que programarse para el 14 de julio de ese mismo
año, y no para el mes de mayo como se había realizado en los últimos tres años.
dejarían de ser parte del paisaje del Friendship Park, los organizadores dieron a conocer el
Fronterizo con la fecha en la que se convocaba, para ver reunidos en la frontera por quinta
vez, a jaraneros de Tijuana y de San Diego principalmente, aunque también llegarían para
102
Jorge Castillo, uno de los iniciadores del Fandango Fronterizo, comentó sobre las
éste:
principalmente por medio de las redes sociales, a través de los grupos de Facebook
Jaraneros Fronterizos y Taller Libre de Son Jarocho, y del perfil Fandango Fronterizo
fueron medios ocupados por los organizadores para dar a conocer el evento unos días antes
por supuesto también que algún veracruzano o cualquier persona interesada en el son
jarocho que no tuviese conocimiento del evento pudiera enterarse y asistir, como fue el
caso que cuenta Gabriel Romero de Doña Vicky, una señora de un municipio del sur de
103
Llegué a Tijuana seis días antes del V Fandango Fronterizo, en medio de un verano
noches templadas, casi frías. Durante ese tiempo pude entrevistar y conversar con algunos
jaraneros de la ciudad, -entre ellos Jorge Castillo, Isabel Hernández Sosa, Geovanni
Con la intención de encontrarme con más jaraneros, asistí también al Taller Libre de
Son Jarocho que se imparte cada viernes en el Parque Teniente Guerrero, ubicado entre las
calles 3ª y 4ª, y entre González Ortega y 5 de Mayo, en el centro de Tijuana. Aquella tarde
llegamos solamente cinco personas, entre ellas Ignacio y yo.34 A pesar de esto el taller se
llevó a cabo, tocamos La Guacamaya, Los Juiles, El Pájaro Cú y otros sones, hasta que
cayó la noche y abandonamos el parque. Para ese momento las horas estaban contadas; en
compartimos entre otras cosas, el gusto por versar, tocar, cantar y bailar son jarocho,
caminaríamos con un mismo objetivo hacia un punto en común, “La Línea”, esa frontera
geopolítica compartida que nos divide pero que al mismo tiempo nos une. Caminaríamos de
norte a sur y de sur a norte respectivamente hacia ese límite que demarca claramente dónde
empieza y termina una patria, el mismo lugar en el que se unen las dos naciones. Sin
embargo, el recorrido que se tiene que hacer para llegar hasta ese punto en el que nos
encontramos con “los otros”, los del otro lado, y la forma en la que compartimos ese sentir
del “nosotros” mediante el Fandango Fronterizo para desvanecer las fronteras tanto
geopolíticas como culturales, se vive de manera diferente del lado estadounidense y del
mexicano. El paisaje y la presencia o ausencia del poder del Estado en sus diferentes
34
En toda esta narrativa y como parte del resultado del trabajo de campo me sitúo como observadora y
participante a la vez, lo cual no me impidió mantener el enfoque académico con el que llegué a observar
dichos hechos.
104
representaciones o formas es en donde se puede apreciar ese contraste de la doble visión de
esta frontera, por ejemplo: en San Diego la Patrulla Fronteriza vigilante y las cámaras de
seguridad siempre presentes contrastan con la ausencia de esa figura de autoridad del lado
mexicano, al mismo tiempo que el paisaje desolado del lado estadounidense choca con el
Tijuana el 14 de julio de 2012. Todo lo aquí expuesto es sólo una de entre tantas maneras
en las que se puede observar y analizar dicho fenómeno. En mi caso, es importante decir
presente dos conceptos propuestos por José Manuel Valenzuela (2003): el de apropiación
analizar los cambios presentes en la versada jarocha de los fronterizos. Ambos conceptos
me resultan útiles para pensar y observar un fenómeno como éste, puesto que en el fondo
estos se refieren a las nuevas formas que adquieren elementos culturales inscritos en nuevas
presente que lo que quiero resaltar con la descripción detallada de los acontecimientos del
V Fandango Fronterizo, y que en ocasiones contrasto con los fandangos de las comunidades
105
del sur de Veracruz, esas formas únicas de recrear la práctica cultural del son jarocho y el
fandango en la frontera, además, por supuesto de dar cuenta de este evento como algo único
en su forma.
El 14 de julio de 2012
Es el segundo sábado del séptimo mes, en Laderas de Otay, una unidad habitacional de la
Delegación Mesa de Otay al este de Tijuana.35 El cielo despejado de las seis de la mañana
augura un día soleado. En casa la gente aún duerme, pero para mí la fiesta del Fandango
Fronterizo, y el día del trabajo de campo más esperado ha comenzado desde el momento en
el que vi por la ventana, desde un quinto piso, aquel amanecer. Lo que siguió fue ordenar la
mochila con cámaras, grabadora, tarjetas de memoria, laptop, baterías, libreta y lapicero.
mutuamente qué ropa es la más adecuada para vestir este día: “¿Esta guayabera o esta
otra?”, “¿Será que haga frío más tarde?”, “¿Cómo ves este sombrero?” me preguntan ellos.
a los patrones de indumentaria que se han adoptado desde hace un par de décadas atrás
pantalón de mezclilla y zapatos negros, que es básicamente el atavío común que los
Veracruz y otras partes del país. Geovanni decide llevar también un sombrero tipo fedora
pedradas.
35
En Laderas de Otay viven Geovanni Zamudio y Sandra Ruiz, quienes nos dieron hospedaje a Ignacio y a
mí durante la primera semana de trabajo de campo en Tijuana. En el mismo edificio vive también Damaris
Santos, mamá de Geovanni, con quien también compartimos parte del tiempo de nuestra estancia en Tijuana.
106
En la casa de abajo, Damaris, vestida con blusa y falda blancas, está lista con sus
zapatillas para zapatear y jarana en mano. Así, poco antes de las diez de la mañana
comenzamos a acomodar en la cajuela del coche de Damaris las mochilas, las jaranas, una
sombrilla y hasta una silla de playa “por si se necesitara”. Estamos listos para atravesar la
ciudad de este a oeste durante treinta minutos para encontrarnos con los demás jaraneros a
monumento 258 que demarca los límites entre México y Estados Unidos, en Playas de
A esta misma hora los jaraneros del lado estadounidense deben estar llegando al
caminando desde el lugar en el que dejan sus carros hasta toparse de frente con el muro en
el Friendship Park. En realidad no es que no haya un lugar más cercano al muro en el cual
puedan estacionarse, es más bien que la Patrulla Fronteriza no les permite llegar más cerca.
Ese es el primer punto de reunión del Fandango Fronterizo para los jaraneros del
vecino país del norte. Para ellos el fandango comienza ahí, en el encuentro, el abrazo y el
saludo con los jaraneros que han viajado desde Santa Ana o Los Ángeles, California para
compartir ese acto simbólico de cruzar y borrar la frontera por medio de la música, por lo
menos durante un momento. Esa frontera que a pesar de la distancia se hace presente en el
cotidiano vivir de las personas, ya sea por las consecuencias de su existencia en términos
107
2011] vino gente del área de San Francisco. Entonces nos conocemos,
nos da la oportunidad de conocernos, de afinarnos, y empezamos a
cantar inmediatamente en lo que esperamos a otros. Ya [desde el
momento del encuentro] se empieza a crear una atmósfera de convivio,
de fiesta (comunicación personal, 20 de julio, 2012).
Poco después de las diez de la mañana comienza la caminata. Del lado de San
Diego a diferencia del de Tijuana, el área contigua a “La Línea” no está urbanizada; la
población más cercana queda a unos ocho kilómetros en línea recta y como a 24 kilómetros
por carretera, aproximadamente. Así que el recorrido es entonces un tanto solitario, entre la
vegetación propia de un área semidesértica y la brisa del mar del Pacífico. Son 50 minutos
caminando sobre la arena o un poco más, cargando mochilas, jaranas, requintos, zapatos,
botines, tarimas, quijadas de burro, cámaras y botellas de agua. Es un trayecto que con el
paso del tiempo, quienes participan de éste, le han cargado de un carácter ritual, cada uno
definiéndolo de manera diferente, pero en el fondo compartiendo una visión del mundo y
que las fronteras arbitrarias resultado de la mano del hombre dejen de separarnos en dos
mundos. Al respecto, muestro aquí dos testimonios, el de Francisco Mayer quien participa
108
Yo he pensado mucho en esto, y creo que esa procesión, por llamarlo de
esa manera, es precisamente parte del evento, y es parte de lo que
nosotros creo, como seres humanos buscamos […] ritualizamos la vida
para encontrarle significado; […] la gente hace estas cosas, así nomás, le
sale. Lo hacemos naturalmente sin pensarlo, no es que nos pusimos la
meta de hacer un ritual de tal o cual manera. No, simplemente lo
hacemos porque creo que como seres humanos eso es lo que buscamos,
tenemos una necesidad de hacer eso. […] Entonces imagínate, es algo
así como llevar la antorcha del fuego olímpico de un lado a otro, así es,
[…] ya desde el estacionamiento llevamos eso hasta llegar a la cerca. Y
eso es lo bonito, llegar hasta ese punto. Y ya ese fueguito se junta con el
fueguito de los que están del otro lado, de los que están del lado
mexicano, y ya para seguir con las metáforas y con las imágenes, pues
ya ahí ardemos para iluminar la oscuridad (E. García, comunicación
personal, 20 de julio, 2012).
camino, cada vez está más cerca el encuentro. En Playas de Tijuana, Geovanni estaciona el
coche justo frente al muro, a la altura del Jardín Binacional que está a unos 50 metros del
monumento 258, en donde ya hay algunos músicos con sus jaranas y requintos
altura yace una tarima de madera de unos 15 centímetros de alto por 80 de ancho y un
metro de largo. Conforme avanzan los minutos van llegando más jaraneros. La gente que va
pasando por ahí o la que explícitamente ha llegado para ver el evento, comienza a agruparse
alrededor de El Faro, tomando su lugar en unas mesas y bancas de concreto que están
El reloj marca ya las 11 de la mañana, los jaraneros que viven en Tijuana siguen
llegando, saludo a algunos de ellos: a don Carlos Rosario, a Horacio Barberena, a Gabriel
Romero, a Isabel Hernández Sosa, a Jorge y Luis Castillo, a Julio Blanco, a Pamela García,
109
poco más al este, desde Mexicali, llegan Víctor Siono, Rebeca González, y también Alfredo
Herrera “El Godo” junto con Alejandra Machado y su hijo.36 Minutos después llegan los
jaraneros de Ensenada, con el mismo objetivo de compartir y ser parte de uno de los
acontecimientos más importantes de son jarocho en esta zona fronteriza. Ofelia, una joven
que vive en San Diego y que cruza cada viernes a Tijuana para asistir al Taller Libre de Son
Jarocho, ha decido atravesar la frontera desde muy temprano para vivir del lado mexicano
el V Fandango Fronterizo.
Pasadas las 11 de la mañana habemos reunidos a la sombra del muro del lado de
Tijuana unas 70 personas, entre jaraneros, amigos, familiares, comunicadores locales con
cámara en mano y público en general. Todos, sin excepción y como reacción automática
conforme vamos llegando, lo primero que hacemos al toparnos de frente con el muro es
tocar con la palma de las manos la malla, tratar de traspasarla con cualquiera de nuestros
dedos e intentar mirar a través de ésta, que apenas deja pasar un poco de luz y permite ver
de manera fragmentada lo que hay de aquel lado. Lo violento y duro que resulta ver una
estructura como la que tiene el muro fronterizo ahí, nos sorprende e indigna a todos, y
resulta casi inevitable no compartir con quien esté junto, nuestra molestia ante esa lógica de
36
Alfredo Herrera es un veracruzano ex integrante del grupo Son de Madera y actual integrante del grupo Pa‟
sumecha de Mexicali.
110
Allá, del otro lado, con su uniforme verde olivo, tres agentes de la Patrulla
Fronteriza-, dos hombres y una mujer que están parados a unos centímetros de la puerta que
han dejado en el segundo muro para acceder al Friendship Park, se notan alertas, ellos
respaldados bajo el discurso oficial de seguridad nacional, lo que cuidan en realidad día y
logra ver como se aproximan ya los jaraneros que han llegado para completar e iniciar el
Fandango Fronterizo. Vienen en grupos de cuatro o cinco personas a una distancia de pocos
metros entre un grupo y otro. Al frente, José Luis Gallo con cámara de video en mano, su
hermano César cargando una tarima, y Roxana Bernal de vestido negro y floreado con su
jarana al hombro se encuentran con los tres agentes de la Patrulla Fronteriza en el segundo
cerco, el primero viniendo de norte a sur. Roxana pregunta en inglés si pueden pasar.37 La
respuesta por parte de uno de los agentes no sólo resulta afirmativa sino que además, a
diferencia de los años anteriores en donde limitaban el acceso a quienes contaran con
37
Roxana Bernal es una joven jaranera nacida en La Paz, Baja California Sur, actualmente vive en San Diego.
César y José Luis Gallo son dos hermanos originarios del municipio de Guadalupe, Chihuahua, ciudad
fronteriza con El Paso, Texas en Estados Unidos, ellos son residentes permanentes del vecino país del norte y
viven en Costa Mesa, California. César es jaranero desde hace un par de años y en 2012 participó por vez
primera en el Fandango Fronterizo. José Luis no toca son jarocho pero asistió para documentar el evento. La
imagen sobre la llegada de ellos tres a “La Línea” y el encuentro y el diálogo con los agentes de migración, la
describo a partir del video V Fandango Fronterizo realizado por José Luis Gallo.
111
documentos que demostraran que no eran “ilegales”, está vez parecen no haber
Son aproximadamente 35 personas las que han llegado desde el lado norte de la
frontera, entre jaraneros y gente que sólo ha ido como espectadora y a escuchar, a tomar
presencia mayoritaria de mujeres sobre la de los hombres, muchas de ellas viajaron desde
Los Ángeles o Santa Ana, California, algunas, integrantes del grupo de son jarocho Son del
Centro y otras, talleristas que aprenden esta tradición con las primeras en El Centro
A todos ellos también les causa un desconcierto ver las dimensiones del nuevo
muro, sobre todo porque no es una imagen con la que convivan diariamente, en realidad
muchos de ellos sólo llegan hasta ese punto una vez al año, cada que se realiza el Fandango
Fronterizo, y para varios de los que están ahí en ese momento la imagen que seguramente
recuerdan de “La Línea” en ese punto es otra; la de una malla menos alta, más transparente,
falta quien comente: “Está difícil saludarse con esta malla aquí tremenda”, “Con esta malla
tenemos que estar viendo o la boca, o el ojo”, “¡Ahora sí se pasaron los gringos con esta
„muralla china‟!”. Y otros al tiempo que se escuchan estos comentarios, intentamos mirar a
38
Para el III Fandango Fronterizo, justo después de la remodelación al Friendship Park en el que colocaron el
segundo muro, los agentes de la Patrulla Fronteriza encargados de vigilar esa área pidieron a los asistentes
mostrar el documento que acreditara su estancia legal en el país, ya sea como ciudadano o como extranjero, y
sólo quienes contaban con ello podían acceder al Friendship Park. Por esta razón, muchos jaraneros que
viven en Estados Unidos bajo una condición migratoria diferente a ésta, no han podido participar en los
Fandangos Fronterizos que se han realizado hasta ahora.
39
La notable presencia de más mujeres que de hombres en el V Fandango Fronterizo del lado estadounidense
pudo deberse a varios factores: razones personales, condición migratoria y otros por los cuales varios de los
jaraneros hombres no llegaron al evento, sin embargo desde mi perspectiva fue un asunto fortuito que no se
explica necesariamente con la afirmación de que haya más mujeres que hombres jaraneros en Estados Unidos.
112
través de los orificios de la malla, ahí nos encontramos con las miradas y las sonrisas que se
cruzan fragmentadas, el contacto con los dedos a través de la reja sustituye el abrazo de
alegría que ésta imposibilita en ese espacio. De ambos lados del muro, ellos y nosotros,
buscamos a ese amigo que no hemos visto en mucho tiempo, saludamos a uno, a otro, a
otra… No todos nos conocemos, pero seguro hay por lo menos una persona del otro lado a
quien esperamos ver. En mi caso saludo con gran emoción a Francisco Mayer y a su
mamá, Paty Mayer -a quienes conocí en Xalapa en 2009 mientras Francisco hacía en esta
ciudad una estancia como parte de sus estudios universitarios-, les pregunto cómo les fue en
el trayecto. También pregunto por los ausentes, por quienes por razones personales, por
trabajo o por su condición migratoria no llegarán al fandango. Nos abrazamos con la yema
de los dedos, sonreímos y manifestamos nuestro gusto por vernos una vez más.
A unos centímetros de mí, Geovanni saluda a Roxana que está detrás de la reja y
consigue compartir con ella una de las calcomanías que ha hecho para repartir en el evento,
113
así el delgado papel cruza indocumentado el gran muro con dirección de sur a norte entre
preparan colocándose sus zapatos para bailar mientras otros acomodan la tarima justo frente
a la que tenemos ya instalada del lado mexicano; tanto ellos como nosotros empezamos a
A las 11:40 aproximadamente, Jorge Castillo que está de este lado de la frontera, en
Playas de Tijuana, sube a la tarima con su jarana colgando del hombro y pide la atención de
los presentes diciendo: “¡Estamos listos, estamos listos!”. En ese momento todos los
jaraneros reunidos nos colocamos con instrumento en mano alrededor de las tarimas, las
cuales asemejan hacer una sola a pesar de la malla que las parte por la mitad. Un poco
como olvidándonos de que tenemos frente a nosotros un muro que nos divide, o bien, tan
conscientes de que está el muro ahí, nos paramos unos frente a otros, nosotros viendo hacia
el norte y ellos hacia el sur. Al pie de la tarima se colocará Jorge Castillo con su requinto,
de la misma forma que Alejandro Pineda toma su lugar al frente de lado derecho del
entarimado; son ellos quienes con la melodía y el tiempo de sus requintos llevarán el curso
del fandango hasta el final. Junto y detrás de ellos nos colocamos los demás respetando
40
Entre algunas de las actividades creativas que Geovanni Zamudio realiza para promover el son jarocho en
la región son unas calcomanías que generalmente en cada Fandango Fronterizo comparte o vende –al precio
prácticamente de la impresión- entre los asistentes.
114
jerarquías igual que en los fandangos tradicionales: al frente los viejos, los que mejor
ejecutan su instrumento y aquellos que tienen más tiempo tocando, y hacia atrás los
evento, buscan por su parte también un buen lugar para hacer la mejor toma.
dinámica del fandango, me sitúo hasta adelante al lado izquierdo de la tarima, con cámara y
jarana en mano. Estamos listos todos para iniciar el ritual. “Vale, pues yo quisiera
comenzar con una décima dedicada con mucho cariño al Fandango Fronterizo”, continúa
diciendo Jorge mientras toma con las dos manos una hoja de papel que lleva en la mano
El corazón de un intento
yo quisiera regalar
al mundo en este lugar
lo digo con sentimiento
también mi agradecimiento
a todos los aquí presentes
y también a los ausentes
porque este fandango se hizo
este Fandango Fronterizo
para hoy y para siempre.
es el son con el que se inician tradicionalmente todos los fandangos; en seguida las jaranas
entran en el acorde de sol y segundos después Alfredo Herrera lanza el primer verso:41
“Para empezar a cantar / señores pido licencia, / señores pido licencia / para empezar a
41
En la gramática del son jarocho y el fandango, la estructura de un son está compuesta por lo general de
versos y estribillos con temáticas específicas que se alternan a lo largo de cada son, así, se le llama verso a
una copla o conjunto de versos variables que se cantan alternadamente a los estribillos que por lo general
tienen una estructura poética diferente a la del verso y mantiene un contenido constante (García de León,
2006, p. 46).
115
cantar…” Conservando la estructura musical del “llamado y respuesta” que tienen la
mayoría de los sones jarochos, el canto de Alfredo cruza la frontera desde el lado
mexicano hacia Estados Unidos, y regresa cruzando de norte a sur con la respuesta de Ana
Siria, una joven jaranera que ha llegado desde Santa Ana al Fandango Fronterizo.
encontrados están ahí: se siente, se escucha y se ve el ambiente festivo, la alegría por “estar
todos juntos” una vez más aunque sea por un instante; pero también llega la tristeza, la
impotencia y el coraje por saber que al final el muro sigue estando ahí, que nos sigue
separando, que sigue siendo la causa de muertes de migrantes que intentan cruzarlo en
busca de un mejor porvenir, que seguimos siendo vigilados ellos y nosotros por unos
Geovanni interpreta ese vivir y ese sentir que le provoca el Fandango Fronterizo como una
visita carcelaria:
Desde este lado en donde todo parece más libre, en donde no tenemos a policías a
nuestras espaldas haciendo guardia de cada uno de nuestros movimientos, desde aquí
consigo capturar con mi cámara apenas el primer verso de ida y vuelta de El Siquisirí, y no
116
más. No puedo mantenerme por más tiempo con una mirada externa, como ajena a lo que
pasa, así que sin pensarlo bajo la cámara y decido pregonar el segundo verso que regresa
como un eco en la voz de Roxana Bernal. Continúo grabando. Los versos siguen cruzando
de norte a sur y de sur a norte; pasan dos, tres, cuatro minutos y la tarima en ambos lados
siguen ahí, vacía, esperando a que alguien decida hacer con ella parte de la música.
salgan a bailar mujeres…”, y con éste nos invita a las presentes a subir al entarimado. Nos
comunicamos con las miradas entre nosotras como decidiendo “quién pasa primero”;
deciden subirse a zapatear Damaris Santos y Alejandra Machado del lado mexicano, y dos
jóvenes más del lado estadounidense, se colocan dando la cara a la malla respectivamente y
así, forman dos parejas con una bailadora en cada lado del muro.
frontera sin visa ni pasaporte, como lo explica don Carlos Rosario, que está ahí, en el
fandango, al lado derecho de la tarima vestido muy al estilo jarocho tlacotalpeño, con
amarrado al cuello:
el son es ad hoc para esto porque está la malla, y está la tarima de este
lado, y está la tarima del otro, canta el pregonero y canta el que contesta,
baila aquí una pareja y baila allá la otra, entonces es una maravilla, es un
fenómeno que nomás se da aquí, y eso es algo que impacta socialmente.
Además de que te dice que las músicas no tienen barreras, ni fronteras,
ni van a tener ningún muro… Yo veo cómo no piden permiso de
importación las notas musicales, se van pasando de este lado para el otro
y no necesitan ni visa ni pasaporte, y eso es una chulada, es una
maravilla (comunicación personal, 17 de julio, 2012).
Del lado mexicano cada vez hay más gente que embelesada por la música se detiene
a ver y a escuchar lo que sucede. De repente, a medio son, se oye un verso diferente a los
117
ya conocidos: “Estas rejas no me paran / y no paran mi pasión, /y no paran mi pasión / estas
rejas no me paran. /Aunque estés del otro lado / yo tendré tu corazón, / estas rejas no me
sobre todo en los fandangos en donde a partir de una estructura musical, poética y
música y el baile, y pueden crearse también nuevos versos que expresen lo que hay en el
En la tarima el “café con pan” del zapateo que acompaña el rasgueo de las jaranas
se alterna con las mudanzas que permiten escuchar mejor el canto de los jaraneros.42 Como
somos pocas las mujeres que sabemos zapatear del lado mexicano, no más de cinco en ese
momento, nos vamos turnando la tarima por periodos de tres o cuatro minutos; mientras
tanto los fotógrafos y camarógrafos no dejan de capturar esa imagen de los pies que se
Desde allá Ana Siria manda al vuelo otro verso, sólo que esta vez su español con
acento influenciado por el inglés no nos permite entender qué es lo que exactamente está
cantado, los que estamos más cercanos a la malla nos miramos preocupados y sonreímos de
manera nerviosa mientras escuchamos su canto con atención. Como nadie logra contestarle
aproxima lo más posible al muro para escuchar mejor lo que ella está cantando, aun así no
42
En el baile de tarima del fandango jarocho el zapateo tiene una base que se conoce como el “café con
pan”, esta base es una clave que consiste en alternar el pie izquierdo con el derecho haciendo sonar el tacón
y/o la planta más fuerte en las sílabas tónicas de la frase, y sobre esta base cada bailador puede realizar pasos
más elaborados para lucirse durante su participación. En los sones generalmente el zapateo se realiza en los
tramos instrumentales y se alternan con las mudanzas cada que se canta. Dichas mudanzas son diferentes
pasos en los que no es preciso percutir tan fuerte la tarima ya que la intención es permitir que se escuche
quien está cantando (García de León, 2006, p. 53-54).
118
consigue entender del todo e improvisa un verso para responder la segunda parte del
pregón. Y es que algunos de los jaraneros que están del otro lado tienen como primer
idioma el inglés, aun siendo hijos de mexicanos y habiendo aprendido el español, el uso de
Geovanni en una de las entrevistas: “hay gente del otro lado que no habla el español pero
canta los versos en español”, sin embargo en algunos casos un acento distinto al del español
aparece, y sucede que no logramos entender del todo lo que están diciendo al momento de
cantar.
jaraneros que están del lado mexicano grita: “Échense la despedida”, y segundos después
alguien canta:
119
Sin dejar pasar más tiempo y al grito de “¡Una!” se acaba el son.43 Los aplausos y
momento para compartir las emociones con los que están junto o con los del otro lado;
para tomar un poco de agua, para relajar las manos o estirar los brazos. Es también un
momento para afinar los instrumentos que por sus propias características, por las
condiciones del clima que pasa de templado a caluroso y por la humedad que llega del mar,
tienden a desafinarse.
Entre todos nos ponemos de acuerdo para decidir cuál es el son que sigue. Se
propone que sea uno “de pareja” para que los hombres también puedan participar con el
zapateado. Entre los sones que se mencionan para escoger están: El Toro Zacamandú, El
hombre y una mujer. Finalmente se decide que sea El Buscapiés el próximo son a tocar, así
que en cuanto los requintistas dan la primera nota que declara el fraseo de este son, los
demás ocupamos nuestro lugar alrededor de la tarima para seguir con el fandango.
Desde el inicio se siente la fuerza de este son en el acento que se marca en cada nota
de las jaranas. Mientras la música sigue sonando, sobre la tarima del lado mexicano hay,
agachado, un fotógrafo, tal vez periodista, que con su equipo de trabajo se ha instalado de
cara a los jaraneros dándole la espalda al muro, su intención es evidentemente hacer un par
de tomas en contrapicado de los jaraneros. Lo que este fotógrafo no sabe es que la tarima
está puesta ahí exclusivamente para zapatear, así de que de inmediato Alfredo Herrera le
dedica un verso:
43A los sones se le conoce como géneros abiertos porque su estructura poética está compuesta por coplas
autónomas, no tienen una relación estructural entre sí y generalmente un vínculo temático entre ellas
(Sánchez, 2003, p. 262), lo cual permite que en los fandango un son pueda extenderse por tiempo indefinido.
Así, como parte de los códigos internos del fandango para indicar que el son va a finalizar, cualquiera de los
soneros que considere que ya fue suficiente tiempo de tocar el mismo son, gritan ¡Una! y con ello todos paran
en el mismo compás.
120
La tarima es un altar
donde reinas vida mía
donde reinas vida mía
la tarima es un altar.
A los que quieran grabar
o tomar fotografías
que no se pongan enfrente
porque rompen la armonía.
escucha el verso, y sin más, se baja de la tarima y se coloca al pie de ésta para seguir con su
trabajo. Francisco Mayer –del otro lado- y yo estamos escoltando la tarima desde que inició
el son, y aprovechamos justo ese momento para subir al tablado a zapatear, hasta que unos
minutos después Roxana Bernal releva a Francisco, y Jorge Castillo hace lo mismo de este
lado para tomar mi lugar. Así continúa la dinámica del baile durante este son: si un hombre
sube a la tarima del lado estadounidense será una mujer la que lo acompañe desde el lado
mexicano y viceversa.
un poco más sutil. Sin embargo, a diferencia de los fandangos que se realizan en algunas
partes de Veracruz, aquí no se siente esa competencia entre los bailadores de, por una parte,
resonar más fuerte la tarima para sobresalir, o bien, que a algunos no se les permita bailar
relevándolos inmediatamente después de que han subido a la tarima. Tampoco son requisito
para participar zapateando ni los botines ni las zapatillas de danza; igual se comparte la
tarima con alguien que lleve zapatos deportivos que con quien lleve huaraches o botines.
Ahora los versos cruzan la inquebrantable muralla que nos divide sin tener el eco de
las voces de quienes están del otro lado porque el son de El Buscapiés no comparte la
estructura del “llamado y respuesta”, en este son se cantan sólo décimas y octetos sin
respuesta y sin estribillo, o cuartetas y sextillas convertidas en octeto. Así el son sigue y
sigue también la improvisación de versos: “Qué bueno ver a la banda / tocando del otro
Herrera, haciendo explícito el contraste entre la alegría que siente por estar con los amigos
Cuando el reloj marca ya 20 minutos antes de la una de la tarde, del lado mexicano
lo que pasa alrededor del Fandango Fronterizo es una fiesta compartida: hay gente
comiendo, niños jugando, señoras platicando, curiosos observando fijamente a los músicos,
personas bailando al compás de los sones a unos metros del fandango. Mientras, del otro
Park, y han llegado más agentes de la Patrulla Fronteriza que con su simple presencia y sus
“de pareja”, sólo que esta vez no tarda en llegar el grito de “¡Una!” y se termina para dar
inicio a La Morena, que es un son “de a montón” tocado en modo menor y con la misma
tarima es ocupada por cuatro mujeres, dos de un lado y dos del otro que acompañan el
ritmo del “café con pan” con un ligero levantamiento de la mano simulando un saludo cada
que suena el estribillo “Adiós morena, adiós morena… / adiós, adiós, mi morena adiós.” Y
con ese adiós poco a poco se va sintiendo cómo se aproxima el momento en el que las dos
Después del último acorde de La Morena, varios de los que estamos en Tijuana
nos acercamos al muro para preguntarles a los de San Diego si aún hay tiempo para tocar
otro son. Y es que un fandango por lo regular no tiene un tiempo definido de duración,
incluso puede prolongarse hasta el amanecer y continuar sin interrupción durante el día
siguiente, ya que es una improvisación alrededor de una tarima en donde un mismo son
puede extenderse hasta por más de una hora, y pueden tocarse y cantarse tantos sones como
esto no sucede así pues, igual que el espacio, el tiempo en el Friendship Park está regulado
por la Patrulla Fronteriza que permite la entrada al parque únicamente los sábados y
domingos de las 10 a las 14 horas. Así que en cualquier momento llegará alguno de los
Faltan sólo algunos minutos para las dos de la tarde y sin más preámbulo, con la
intención de aprovechar el poco tiempo que queda para tocar, nos arrancamos tocando el
44
Otra clasificación de los sones se construye a partir del modo en que se ejecuta y puede ser en modo menor
o en mayor.
123
son de La Bamba. Los versos se escuchan uno tras otro sin intervalos instrumentales,
pareciera que nadie se quiere quedar con las ganas de cantar, incluso a ratos se traslapan los
versos que cantan los de un lado y los del otro. Llevamos más de dos horas tocando,
cantando y bailando, y ni los ánimos ni la fuerza con la que se inició el fandango han
decaído. De repente, del otro lado se ve cómo los agentes de la Patrulla Fronteriza
comienzan a acercarse hacia el primer muro, a donde estamos en el fandango, como con la
intención de presionarnos para que demos por terminado el son, sin embargo los versos
parecen interminables y con ellos el son se alarga hasta que, en coro entonamos todos los
Fronterizo, o por lo menos el fandango con la participación de los que están del lado
contiguo al muro. Como una forma de despedida, don Carlos Rosario, conocido en el
medio también como un versador, improvisa al pie de la tarima unas décimas y enseguida
tocamos El Jarabe Loco. En tanto, los jaraneros del otro lado comienzan a alistarse para el
regreso: levantan la tarima, se cambian nuevamente los zapatos; algunos guardan su jarana
124
en su estuche y así, comienzan a despedirse de nosotros. Durante la despedida se escucha el
grito de “¡Una!” que anuncia no solamente el final de este último son, sino también de ese
encuentro ahí en “La Línea”. Inmediatamente Jorge Castillo sube a la tarima para despedir
a los del otro lado e invitar a todos al fandango que nos espera más tarde: “Buen viaje, buen
viaje. Nos vemos en Tijuana al rato...”. Y continúa, ahora dirigiéndose a quienes estamos
del lado mexicano: “Para toda la gente, el fandango continúa a partir de las cinco en el
Latitud 32. En el café Latitud, más fandango, con toda la gente de allá que se cruce para
acá”.
Y así, ellos vuelven a tomar camino hacia el norte. Uno a uno cruzan la puerta del
segundo muro que está escoltada desde el inicio por los agentes de la Patrulla Fronteriza,
quienes por primera vez les ofrecen irse por una ruta más corta, pero no aceptan tomarla
cuando se acabó el fandango, uno de ahí de la migra nos dijo: “se pueden
ir por el camino corto”, o sea, como que lo habían abierto o algo, y todos
dijimos: “no ¡ni madres! ya nos acostumbramos a irnos por acá por la
playa”, y como que todos ya estábamos acostumbrados y ya lo
queríamos hacer, ya era parte del ritual hacer esa caminata, y nadie dijo:
“no, hay que irnos por acá porque estoy cansado”. No, nada, todos en
bolita igual nos fuimos yendo. Quizás facilitó que estaba nublado el día
entonces no estábamos tan cansados y asoleados. Pero eso se me hizo
muy interesante, esa decisión de todos de decir -ya que nos abrieron el
camino-: “no, vámonos por donde ya se convirtió en costumbre” (F.
Mayer, comunicación personal, 21 de julio, 2012).
Conforme avanzan sobre la arena, vemos cómo poco a poco se van perdiendo entre
el horizonte y la bruma, hasta que los dejamos de ver. De este lado de la reja el paisaje va
cambiando gradualmente, algunas de las personas que sólo miraban se retiran del lugar;
otros nos quedamos a platicar con los amigos y a saludar a quienes están llegando en ese
momento, como César Castro y Xóchitl Flores que han conseguido llegar por fin desde Los
125
Ángeles; es el momento también para tomarse la foto del recuerdo, con el muro y la lona
una vez más el objetivo con el que se inició en 2008 este evento, el de compartir un
fandango con los amigos que están tan cerca pero que la frontera separa y aleja,
Es posible que para los próximos años no disminuyan las largas filas de coches que
se hacen para cruzar la frontera, y que tanto abruman a quienes hacen este trayecto;
tampoco es un hecho que todos los jaraneros de Tijuana o los mexicanos que están en
Estados Unidos, consigan su visa o residencia que les permita la movilidad entre un país y
otro. Así que mientras sigan existiendo estas condiciones, habrá tres horas anuales de
algarabía en “La Línea”, tres horas de son jarocho compartido que trascenderán esos
espacios materiales como una forma para borrar de algún modo esa línea separadora,
convirtiéndola mejor en una frontera que los une, como lo expresa Geovanni:
126
La despedida es entonces un hasta pronto, hasta el próximo Fandango Fronterizo.
Ese mismo 14 de julio, después del Fandango Fronterizo, abandonamos el espacio donde El
Faro y el muro se encuentran de frente con el Friendship Park para tomar rumbo hacia el
Café Latitud 32, sitio donde se llevará a cabo lo que se conoce como el “Segundo
que se realizó el Fandango Fronterizo en 2008, se convirtió en parte del programa de éste.
Ahí coincidiremos nuevamente con algunos de los jaraneros que cruzarán de Estados
con una terraza en el frente, y se encuentra ubicado justo de cara al mar, en el malecón de la
delegación Playas de Tijuana, a unos 500 metros del lugar donde se llevó a cabo el
Fandango Fronterizo. Así que no nos toma más de 15 minutos llegar hasta ahí; algunos nos
trasladamos caminando y otros toman su carro para estacionarlo lo más cercano posible al
lugar. Quienes vienen de San Diego después del fandango en “La Línea”, el trayecto que
tienen que hacer para llegar hasta el Latitud 32, es nuevamente diferente y contrastante con
el que hacemos los del lado mexicano. A pesar de estar a un paso de tierras mexicanas
durante el Fandango Fronterizo, ellos tienen que volver a hacer el recorrido de los 50
minutos caminando hasta llegar al lugar donde dejaron sus carros por la mañana, y viajar 15
kilómetros hasta la garita de San Ysidro, que es el cruce fronterizo más cercano a Playas de
Tijuana. Una vez estando en México, el tiempo que les resta para llegar hasta el malecón es
127
de unos 20 minutos en carro aproximadamente, pero en total es un trayecto que les toma
tiempo resultó insuficiente para compartir la música y la alegría por haberse podido reunir.
Así que el ánimo festivo los llevó a encontrar una alternativa para continuar con ese primer
encuentro:
Fue en la casa de Yori… […], entonces ella vivía aquí en Playas, ahí
pegado al malecón, cerquita del malecón. Entonces ella vino al fandango
porque se hizo amiga de varios jaraneros, y ella ofreció su casa en ese
momento… Pues ahí fuimos todos a seguir la fiestesota […] los que
pudieron llegaron aquí a Playas de Tijuana y se siguió el fandango hasta
la madrugada (J. Castillo, comunicación personal, 12 de julio, 2012).
Desde entonces este fandango se ha ido planeando como parte del Fandango
ha realizado del lado mexicano, debido a la facilidad de movilidad que existe entre la
mayoría de los que vienen del norte para cruzar al sur, en contraste con los pocos que
sino también, como se hace en los fandangos del sur Veracruz, compartir la comida que
45Aunque esto es relativamente cierto, porque como se mencionó anteriormente no todos los jaraneros que están
en Estados Unidos tienen los documentos para cruzar la frontera, y además no a todos los que cuentan con la visa
o el documento que acredite su ciudadanía estadounidense, les gusta cruzar al lado mexicano por aquella imagen
que circula en el imaginario de Tijuana como una ciudad violenta.
128
para este caso un grupo de jaraneros ha preparado previamente de manera voluntaria. Cerca
de las cuatro de la tarde los organizadores del Fandango Fronterizo en Tijuana, Jorge
Castillo y Gabriel Romero, asistidos por algunos otros jaraneros, colocan en el corredor,
frente a un lote baldío, a un lado del Latitud 32, la mesa con los vasos, los platos y la
comida: birria, tamales, frijoles y agua de jamaica. A un par de metros de esta mesa, la
tarima está lista, esperando a los jaraneros para resonar en el fandango. Mientras tanto, la
gente que estaba en El Faro va llegando poco a poco hasta este segundo punto de
encuentro.
En lo que esperamos a que lleguen los jaraneros que vienen de Estados Unidos, se
hace un tiempo para conversar con los amigos, y entre saludos y pláticas se dejan escuchar
las jaranas: en una banca colocada al pie de la puerta del café, hay un grupito de jaraneros
tocando Las Olas del Mar; a unos metros de ellos, en unos escalones, hay otros sonando su
instrumento, como practicando los rasgueos. De este modo los minutos parecen transcurrir
más rápido. Al mismo tiempo, adentro del Latitud 32, hay gente preparando ya un equipo
Justo a las 4:30 de la tarde empieza a llegar la gente que viene “del otro lado”, y en
cuanto estamos reunidos la mayoría, comenzamos a comer, sirviéndose cada uno lo que
gusta. Como no hay sillas ni mesas suficientes para todos, hay quienes se sientan en la
todos los jaraneros que estaban en el Fandango Fronterizo del lado de San Diego han
cruzado a Tijuana, ni tampoco todos los que estaban del lado mexicano se han quedado
129
En cuanto terminamos de comer pasamos al interior del café y en torno a una sala
nos acomodamos para que Castro dé inicio a su plática titulada “Anacrusa y la síncopa en el
desde una de las ventanas del lugar. En punto de las cinco de la tarde, Jorge Castillo
presenta al invitado que ha venido desde Los Ángeles, y explica la intención de ese
momento: “pues queríamos darle un toque especial y tener aparte del fandango algo más
para la comunidad jaranera, para que la gente siga aprendiendo, siga creciendo dentro del
fandango, dentro del son, y pues que nos sigamos conectando con la gente”.
haber podido llegar al Fandango Fronterizo en el muro por cuestiones del tráfico y el
compartir lo que él ha entendido sobre el son jarocho durante su trayectoria como músico
de este género. Así, centrándose sobre todo en explicar la importancia que tienen los
fraseos de cada uno de los sones al momento de su ejecución para poder diferenciar uno de
otro, y de una forma muy didáctica, con su requinto en la mano que lo hace sonar cada que
quiere ejemplificar algo, nos involucra en su exposición, no sólo como escuchas sino
Afuera, con el atardecer que está a punto de caer sobre el horizonte que se tiende
entre el cielo y el mar, alrededor de la tarima unos 20 músicos dan inicio al fandango
interpretando el son de El Siquisirí, y sin parar, va sondando un son tras otro. Hay jaranas,
requintos, leonas, una quijada de burro y hasta un arpa acompañando el fandango. Quienes
no están tocando están compartiendo unas cervezas mientras conversan con los amigos, a
130
ratos se integran al fandango cantando un verso desde su lugar; quien se cansa, deja de
tocar y se separa por un momento del fandango y vuelve en cuanto ha recobrado energías.
El panorama aquí es muy distinto al de “La Línea”, no hay nada que nos separe, ni
nada que nos distinga como jaranero de un país o del otro, estamos intercalados, y ahora la
dinámica para cantar y bailar es tan libre como en cualquier fandangos, aquí canta y
responde quien gane el verso, y sube a bailar quien sea, siempre y cuando se respeten las
reglas de éste, no importa si hay más mujeres de San Diego que de Tijuana en la tarima o
viceversa. Este evento es más que un fandango, es un tiempo para convivir con los amigos
que han cruzado la frontera, porque aunque los encuentros durante el año entre jaraneros de
éstas ciudades fronterizas son cada vez más frecuentes –ya sea porque los de Tijuana que
pueden cruzar van a San Diego, a Los Ángeles u otra ciudad en Estados Unidos, o porque
jaraneros de estos lugares vienen a Tijuana-, casi nunca las reuniones son tan numerosas:
Abajo del corredor de donde está ocurriendo el fandango, sobre el malecón, la gente
que está de paseo se detiene a observar lo que está sucediendo, y en poco tiempo ya se ven
congregadas a unas 30 personas que escuchan atentas por unos minutos y después,
continúan su camino. Llegan otros, hacen lo mismo y así sucesivamente hasta que cae la
noche y la playa queda casi desierta. Aquí el tiempo no nos presiona, y tampoco tenemos la
vigilancia que había en el muro. Las horas siguen pasando, dan las nueve de la noche y
todavía a esa hora van llegando algunos jaraneros de Santa Ana y de San Diego. La música
131
continúa, los sones de pareja se van intercalando entre los “de a montón” como una forma
Entre más noche, el frío se acrecienta y algunos jaraneros -sobre todo los que están
con sus familias-, se despiden con un abrazo de quienes tal vez vuelvan a ver hasta el
siguiente Fandango Fronterizo, y sin más, se retiran del lugar. A la media noche, con el
canto de las olas del mar y a luz de la luna el fandango parece estar en su mejor momento;
quedamos más o menos unas 25 personas en el lugar, casi todas estamos participando
activamente del fandango, y como para esta hora ya hemos tocado el repertorio de sones
más conocidos, comenzamos a tocar algunos sones que poco se escuchan fuera de las
comunidades del sur de Veracruz, como La Tuza, El Presidente y Los Enanos. Así, el
curso de los sones se ve a Ana Siria, por ejemplo, explicándonos cómo se baila La Tuza, o
cómo se toca El Presidente según lo aprendió con los jaraneros de las comunidades del sur
de Veracruz.
Dan las dos, las tres, las cuatro de la mañana y la tarima y las jaranas no dejan de
sonar; termina un son y empieza otro, de repente es más constante la repetición de los
versos -para estas horas ya nadie está improvisando y quienes están cantando intercalan un
mismo verso en varios sones-. Compartimos unas cervezas y un poco de aguardiente que
nos ayudan a mantenernos despiertos hasta que, el alba y el agotamiento nos sorprenden y
con ello llega el fin del fandango. Entre la despedida, algunas personas de Tijuana -
Geovanni Zamudio, Gabriel Romero y Jorge Castillo- que han permanecido durante todo el
evento, ofrecen sus casas a quienes vienen de otras ciudades para que no tengan que viajar
en ese momento. Dos chicas que han llegado de Ensenada aceptan el ofrecimiento de
132
Geovanni y junto con Ignacio Chávez, con un cansancio lleno de alegría por haber vivido el
V Fandango Fronterizo, en medio del amanecer, los cinco emprendemos la retirada hacia
133
CAPÍTULO IV.
La „identidad‟ se nos revela sólo como algo que hay que inventar
en lugar de descubrir; como el blanco de un esfuerzo, „un objetivo‟,
como algo que hay que construir desde cero o elegir de ofertas de
alternativas y luego luchar por ellas para protegerlas después con
una lucha aún más encarnizada…
Hasta ahora he planteado algunas dinámicas y relaciones que a partir del son jarocho
existen entre los jaraneros de Tijuana y San Diego, a través de ejemplos prácticos como: los
talleres, los conciertos, los fandangos y el Fandango Fronterizo. Sin embargo, paralelo a
esto también existen procesos simbólicos inmersos en estas prácticas culturales –como el de
las identidades- que permiten comprender y explicar dichas acciones. En ese sentido, el
presente capítulo está encaminado a exponer los diferentes procesos de identificación con el
son jarocho que vive el conjunto de jaraneros residentes en la región fronteriza Tijuana-San
partir de una revisión teórica de las identidades, la cual retomo como dimensión analítica,
Son varios los autores que han centrado sus investigaciones en los procesos identitarios de
las personas que habitan en las diferentes fronteras entre México y Estados Unidos. Uno de
134
ellos es José Manuel Valenzuela, quien ha analizado el tema de las identidades, sobre todo
vecindad entre estos dos países. Situándose en este espacio, Valenzuela argumenta que las
cultura y otra, Néstor García Canclini (2009) las llama culturas híbridas, concepto que da
nombre a una de sus obras más representativas. En ésta resalta “las fronteras entre países y
las grandes ciudades como contextos que condicionan los formatos, los estilos y las
contradicciones específicos de la hibridación” (p. xii). Esto haciendo referencia a que las
fronteras rígidas se han vuelto cada vez más porosas y en ese sentido pocas culturas puede
ser descritas como unidades estables, de tal manera que no se puede hablar de identidades
“puras” o “auténticas”, pues menciona que: “En un mundo tan fluidamente interconectado,
mezcla de dos o más culturas, de dos o más razas, etcétera. Es en este contexto que García
Giménez escribe que “las áreas fronterizas son el lugar de las identidades exasperadas en
135
conflicto, donde las identidades dominantes luchan por mantener incuestionable su
hegemonía, mientras que las identidades subalternas luchan por el reconocimiento social”
(p. 27). Ante este supuesto, la noción de fronteras étnicas de Fredrik Barth (1976) cobra
mucho sentido pues las distinciones étnicas, -dice este último autor- no se dan a partir de
en donde se puede apreciar la distinción de cada grupo. Dicho de otro modo, es a partir de
Por otro lado y en otro contexto de la misma frontera entre México-Estados Unidos,
Pablo Vila (2004) analiza a través de la narrativa los procesos de construcción identitaria de
etnia, raza, clase, género e incluso de religión, procesos todos estos en los que la frontera
norte de México, no se puede hablar, según lo plantea Pablo Vila (2008), de la existencia de
una sola cultura e identidad fronteriza compartida,46 sino más bien de complejos procesos
de identificación por parte de los actores sociales que conviven en este espacio, en los
136
En este sentido, no planteo en el presente capítulo la existencia de una posible identidad
jarocha compartida entre los jaraneros que residen en la frontera Tijuana-San Diego; así
como tampoco una idea de “el ser jaranero” como una identidad individual y colectiva al
mismo tiempo. Lo que me propongo mostrar en este espacio es cómo el son jarocho es un
a diferentes tipos de pertenencias sociales; todo esto siguiendo el planeamiento de Vila que
como jarochos, o bien, son identificados como tales por quienes están dentro o fuera de este
territorio. Sin embargo, en un contexto más allá de las fronteras veracruzanas, el son
jarocho resulta ser también para muchos un rasgo de identificación que no precisamente
Entonces, ¿en qué sentido el son jarocho es un elemento identitario para estos
jaraneros fronterizos? Dicha pregunta no tiene sólo una respuesta en la que se pueda incluir
y generalizar el caso de todos los soneros de la frontera Tijuana-San Diego, pues como se
verá en las siguientes líneas, factores como el vivir de un lado o del otro de la frontera, el
lugar de origen o el origen de la ascendencia familiar, la historia de vida de cada uno, entre
otros factores más, determinan el sentido de pertenencia que en ellos genera el son jarocho.
agosto de 2010, pensé que ésta estaría constituida en su mayoría por inmigrantes
veracruzanos de la región del Sotavento establecidos en esta ciudad, y que el son jarocho
137
como práctica cultural funcionaba como un mecanismo a través del cual se formaban lazos
medida una comunidad con características compartidas, semejantes a las del sur de
Veracruz. Esto es, pensaba que funcionaría como una especie de comunidad transnacional,
estudiados por Bartolomé (2008), Castro (2005), Goldring (1999), Kearney (2008), Portes
(2005), Velasco (2008), entre otros autores, las cuales están “constituidas por migrantes que
mantienen con éstas relaciones económicas, políticas y sociales (Castro, 2005, p. 181), ya
sea que visiten periódicamente su localidad o no. Sin embargo, la realidad en el caso de los
compartida por el conjunto de estos jaraneros, y mucho menos de un grupo étnico ligado a
su comunidad de origen.
del lado mexicano, son veracruzanos, aunque cabe señalar que algunos de ellos aprendieron
a tocar son jarocho y conocieron sobre esta tradición una vez establecidos en Tijuana; otro
es el caso de los inmigrantes de diferentes estados de México que viven de este lado de la
frontera y que también se identifican como jaraneros; están por otro lado, los que han sido
fronterizos desde siempre y han vivido desde que nacieron en Tijuana. Del lado
estadounidense, una parte de quienes se asumen como jaraneros son migrantes de origen
mexicano, algunos de ellos con un estatus legal de “residentes”; otros más son migrantes de
segunda generación, esto es, nacidos en Estados Unidos de padres mexicanos o llevados a
este país antes de los 12 años, o en casos específicos, por lo menos uno de los dos padres es
fronteriza.47
Para cada uno de ellos el son jarocho genera un sentido de pertenencia en diferentes
direcciones, ya sea porque los una a su veracruzanidad y se cree con esto un lazo que
mantenga vigente su adscripción étnica a un territorio que han dejado; ya sea porque es un
Con el fin de analizar los procesos de identificación con el son jarocho entre los
11 de ellos, tres mujeres y ocho hombres. De este total tres viven en San Diego; uno es de
y estadounidense, nacida en Puerto Vallarta, Jalisco, pero llevada a Estados Unidos desde
en el que se realizó la entrevista-: cuatro de ellos son veracruzanos, una jalisciense, otro
al total de la población jaranera de tan diversas características que reside en las ciudades
47
Este es el caso de Edwin Aguirre, un colombiano, estudiante de doctorado de El Colegio de la Frontera
Norte y establecido en Tijuana por esta razón desde hace tres años. Otro es caso de Paul Baumgartner,
australiano que llegó a Tijuana para estudiar en la Universidad Autónoma de Baja California, que fue incluso
integrante del grupo de son jarocho Cantuyo.
48
Durante la temporada de trabajo de campo yo no contaba con la visa estadounidense, por lo que sólo
conseguí hacer tres entrevistas a jaraneros que viven en San Diego y que accedieron cruzar a Tijuana para ser
entrevistados.
139
fronterizas de Tijuana y San Diego; sin embargo, la muestra está conformada por un grupo
heterogéneo en el que se intentó incluir distintos casos de los dos lados de la frontera que
permitan dar un panorama sobre las diferentes formas en las que el son jarocho es un
este sentido lo que se busca en las siguientes páginas es comprender posibles lógicas en los
procesos de identificación relacionados con la práctica cultural del son jarocho, a partir de
de esta manera más que representativa, una muestra significativa para los objetivos
planteados.
Así, los procesos de identificación con el son jarocho por parte de los jaraneros que
consiste en la manera en la que cada individuo que se adscribe como jaranero o sonero en
esta región, define su relación con este conjunto de prácticas y las vincula como parte de
sentido de ser la auto-percepción de un sujeto en relación con los otros (Giménez, 2009a, p.
29), que se define, según el mismo Giménez, a partir de una pluralidad de pertenencias
La identidad es:
49
Haciendo una aproximación a partir de la observación en el Fandango Fronterizo y en otros eventos
relacionados con el son jarocho en Tijuana, el número de jaraneros en la región fronteriza Tijuana-San Diego
no sobrepasa los 50.
140
Las identidades, escribe por su lado José Manuel Valenzuela (2004), sufren
La importancia del son jarocho como un elemento que contribuye a definir una
también para algunos originarios de la misma, se da en diferentes formas, los cuales tal vez
mayoría étnicas- en este contexto determinado, en el sentido que las plantea Fredrik Barth
4.2.1. El son jarocho en Tijuana, un elemento identitario para los jaraneros de origen
veracruzano
El valor del son jarocho como elemento de identificación para la construcción identitaria de
los veracruzanos establecidos en Tijuana que se asumen como jaraneros, se observa en sus
sentido, el son jarocho es un rasgo distintivo que ayuda a construir una identidad en torno a
la categoría étnica del “jarocho” en medio de un universo tan heterogéneo, -en términos
población estadounidense que llega a cruzar a esta ciudad con fines mayoritariamente
lúdicos. Cabe mencionar que dichas interacciones sociales no siempre son armoniosas,
141
sobre todo si se piensa en las asimetrías que existen en este espacio entre la población de un
Así, para el caso de los jaraneros veracruzanos, el son jarocho como elemento
veracruzanos, y en consecuencias, para diferenciarse con relación a esos varios “otros” con
los que interactúa cotidianamente en el contexto tijuanense, o en el caso de los que pueden
Gabriel Romero:
La identificación de Gabriel con la práctica cultural del son jarocho existe desde
antes de llegar a establecerse en esta ciudad fronteriza, ya que cuando vivió en el estado de
Veracruz fue integrante de algunos grupos de son jarocho. En ese sentido, continuar
ejecutando esta música parece ser para él un elemento que mantiene vigente una identidad
“de dónde viene”, dos preguntas fundamentales para la construcción de una identidad. Por
otro lado, deja ver claramente Gabriel en este testimonio cómo él se sitúa frente a los
la frontera “es una oportunidad que mucha gente usa para trascender los límites y las
142
barreras” (Vila, 2008, p. 316); dicho de otro modo, la proximidad con el país vecino influye
está ligada a un espacio determinado, valorado sobre todo por contener un pasado histórico
y familiar. Al respecto Gilberto Giménez (1999) menciona que los individuos tendemos a
menciona también que a pesar de que el individuo migre de ese lugar de origen, la
es también una forma de identificación que los une al territorio original, es un elemento de
argentina Patria adentro de Chalchaÿ y César Isella. Es decir la patria entendida no como
143
familia, puesto que yo con Estados Unidos ni me debe, ni le debo, o sea,
nada. Entonces, más bien es eso, la emotividad que me da estar lejos de
mi familia (I. Hernández, comunicación personal, 12 de julio, 2012).
George Carney (2007) en Música e lugar escribe que “el lugar de nacimiento deja
una marca que determina la manera en la que percibimos otros lugares, y que la música
contribuye a recordar experiencias del lugar doméstico” (p. 132). Por medio de la música
nos acercamos simbólicamente a esos espacios de los que estamos físicamente distantes,
unimos el tiempo pasado con el presente. La música puede intensificar la nostalgia, aún
más cuando nos encontramos lejos de ese espacio familiar, así como le pasa a don Carlos
Rosario -otro veracruzano radicado en Tijuana- cada que escucha un son jarocho en la
frontera-:
Alguien me preguntaba: “Me puedes decir por qué haces esto, y qué es
lo que sientes con respecto al son”. Y digo: bueno, yo te voy a definir
con unas cuantas palabras. Para mí, el son significa exactamente lo
mismo que cuando hago el amor con la mujer que quiero. O sea, así de
pasión, así de emoción, así vibro, cuando lo siento, siento que me recorre
un escozor por la espalda ¿no?, sobre todo cuando estás lejos, si estás
lejos de tu tierra y oyes Canción mixteca, y lloras. Bueno, pues yo siento
exactamente lo mismo cuando oigo un son y veo una presentación de
algún grupo; vibro, me emociono. Eso es lo que yo siento por el son
(comunicación personal, 17 de julio, 2012).
Por otro lado, ampliando las fronteras más allá del universo de los jaraneros, el son
encuentro con los otros paisanos del sur de Veracruz, sean o no jaraneros. Basta con
escuchar por la calle o en algún evento el sonido de una jarana acompañada de un par de
versos para que, si el que escucha es de la región del Sotavento, se sienta identificado con
el que toca y viceversa; como es el caso que expuso Gabriel Romero en su testimonio que
aparece en el apartado 3.3 donde narra lo que ocurrió con Doña Vicky, la señora de
144
recordó un origen compartido. Finalmente se trata de un encuentro con una parte del
Poco a poco lo que sucede en Tijuana con los veracruzanos que encuentran en el
son jarocho un elemento de identificación, es más o menos lo mismo que con la comunidad
imaginada de Benedict Anderson (1993) aplicada a las naciones, en donde una de las
características de ésta es que aún en la nación más pequeña, los miembros que la componen
ellos, pero comparten una imagen de su comunión en la mente de cada uno (p. 23). Parece
entonces que el son jarocho, más allá de la práctica musical de los jaraneros, cumple sí una
función cohesionadora entre los que son de Veracruz establecidos ahora en Tijuana, sin
embargo, como ya lo mencioné líneas arriba, aún no es posible hablar de una comunidad
tal, como sí se ha dicho por ejemplo, de la comunidad de mixtecos en esa ciudad. Sin
embargo a partir de la identificación con el son jarocho y del encuentro que ha generado
entre paisanos, se ha ido construyendo una red que sobre pasa el ámbito musical:
Sí, mira es un fenómeno muy curioso, qué bueno que preguntas eso,
porque algún grupúsculo de personas que ya nos escucha una vez,
después anda buscando dónde tocamos. Y nos encontramos con ellos y
que ya llevaron a un acompañante: “Oye, ya llegó otro paisano por
acá…”. Entonces de alguna manera han nacido incluso nuevas
amistades, cuando se hace ese tipo de fandangos y de son… Yo creo que
sí estamos ahorita en ciernes, en el nacimiento de una nueva comunidad,
145
de una comunidad que comparta el gusto por el fandango y el son
jarocho, y además que comparta la vida social, que ahorita eso es la
menos, […] pero lo hacemos a nuestro modo particular: que si llega
alguien de Veracruz, especialmente si es jaranero y necesita que le
echemos la mano, aquí lo cobijamos y aquí le damos entrada, y empieza
a formar parte de esa comunidad (C. Rosario, comunicación personal, 17
de julio, 2012).
Con todo lo expuesto hasta aquí, no estoy asumiendo una postura esencialista
respecto a la configuración de una identidad a partir de la categoría étnica del jarocho por
parte de esos jaraneros veracruzanos que radican en Tijuana, como se podría interpretar
Veracruz, soy jarocha cien por ciento” (I. Hernández, comunicación personal, 12 de julio,
2012). Lo que estoy tratando de mostrar en cambio es el sentido en el que el son jarocho
resulta ser un elemento de identificación para los veracruzanos en la frontera que les da una
adscripción local, a un estado, a un espacio regional, y así poder contrastarlo con el sentido
de pertenencia que genera esta misma práctica cultural entre el resto de los jaraneros que no
Diego.
“En las zonas fronterizas internacionales, las clasificaciones nacionales son intensas y
obedecen a los contextos conflictivos o armoniosos entre las poblaciones de los países
vecinos” (Albuquerque, 2010, p. 199) Sin embargo, las fronteras son espacios de
hibridación de las identidades en las franjas fronterizas, Giménez (2009b) dice que, las
146
identidades, lejos de diluirse, mezclarse o de reinventarse permanentemente por la vecindad
entre los países, tienden más bien a endurecerse (p.27). En este mismo sentido Jorge
los valores tradicionales aprendidos de sus antepasados y los reproduce en sus relaciones
familiares en una búsqueda de definición de su mexicanidad (p. 15). En ese sentido, son
diferentes las maneras en las que los fronterizos encuentran esa afirmación o identificación
con la nación mexicana. El caso de la identificación con el son jarocho es sólo un ejemplo
de esto.
Para los jaraneros que no son del sur de Veracruz, pero que también viven en
Tijuana ya sea porque son originarios de esta ciudad fronteriza, o bien, son migrantes
justificada a partir de la carga histórica que contiene esta tradición. Nótese que no estoy
hablando de una identidad nacional, sino más bien de una identificación con la nación, que
147
Esta segunda idea se acerca más a lo que quiero mostrar en tanto a los procesos de
identificación con el son jarocho por parte de algunos fronterizos. En ese sentido, el son
jarocho es una práctica cultural que genera el sentimiento de pertenencia a la nación entre
Gallissot-, a partir de la pertenencia por auto y hetero adscripción como sucede para el caso
los colectivos restringidos como la familia o la etnia, sino que se da a partir de la referencia
desbordan los espacios inmediatos de las interacciones de alta frecuencia y se definen por
tener un carácter imaginario, invisible y anónimo (2009a, p. 93). El caso de los jaraneros lo
A diferencia de las ciudades y comunidades del centro y sur del país, en donde las
148
contribuyen a la construcción de identidades regionales, que a su vez están vinculadas a la
pertenencia a la nación, la ciudad de Tijuana tiene una historia muy reciente, de poco más
presencia de migrantes de todo el país. Es por eso que para muchos fronterizos que radican
como dice Giménez-; una manera de sentirse pertenecientes a la nación en ese espacio
origen en la frontera, ya sean dictadas por el aparato hegemónico o no. Así, el son jarocho
expresa que su identificación con el son jarocho está vinculada a la pertenencia a la nación
mexicana:
149
vivimos en un mundo globalizante, globalizado, con una cultura en
expansión; entonces la nación viene a ser una de estas trincheras en
donde tú pones piedritas y te acomodas. […] Son como tus parámetros
de donde te estás distinguiendo del mundo, de donde te estás agarrando.
Entonces para mí la tradición claro que es súper importante, y el son
jarocho para mí es una forma, un anclaje a esa tradición, y al decir la
tradición de México, es a decir a esa diversidad de cosas que están ahí
detrás y que son nuestra base (comunicación personal, 23 de julio,
2012).
En primer lugar, se define como fronterizo y se separa de cualquier referencia que pueda
existir a un posible origen veracruzano por relación inmediata a su gusto por el son jarocho.
En ese sentido Geovanni aclara el punto diciendo que su acercamiento a esta tradición no
está vinculado a una identidad jarocha, en cambio, “revive como ciertas cuestiones de
Mattelart (1972) llaman “imperialismo cultural”, esto es, de la expansión de una cultura
exportada desde Estados Unidos y Europa a través de la industria cultural y los medios de
comunicación. De tal forma que el anclaje a una tradición, en este caso al son jarocho,
resulta ser un mecanismo no sólo para sentir pertenencia a la nación, sino que funciona
también como una estrategia para diferenciarse tanto de los “otros” próximos como de los
Por otro lado, Geovanni coloca al son jarocho no como una tradición específica,
sino como “la tradición”, en un sentido más amplio, como si tomara a la parte por el todo.
Esto es, el son jarocho está representando para él un pasado histórico compartido con los
150
Yo creo que el hecho de que a la gente, y en lo particular a mí también,
nos guste lo tradicional, es una forma de reconocer la importancia del
trabajo que han hecho las generaciones pasadas, ya sea política, social,
cívicamente, no sé, o sea, reconocer que antes de nosotros que estamos
ahorita aquí hubo alguien atrás, y que atrás de esos hubo otros atrás, y
que no toda la gente ha estado pasiva viendo pasar el tiempo ¿no? sino
que ha habido gente que dice: “sabes qué, esto es algo que nos une, que
nos integra, es algo que nos ante precede”; entonces es importante darle
ese reconocimiento y ese valor a todas las culturas y las creaciones
tradicionales porque pues son nuestras bases ¿no? (S. Ruiz,
comunicación personal, 25 de julio, 2012 ).
Lo importante aquí entonces no es tal cual el son jarocho, podría ser el son huasteco,
es pues ese pasado común, lo que tanto Geovanni como Sandra llaman “nuestras bases”, es
la tradición, ese pasado al que remite, real o inventado, que impone prácticas fijas, y que
4.2.3. Los “otros” nosotros: procesos de identificación con el son jarocho entre los
jaraneros de San Diego
Lo expuesto hasta ahora han sido únicamente los procesos de identificación con el son
jarocho que experimentan los jaraneros fronterizos del lado mexicano, en donde un
obtenidas a través de entrevistas. Sin embargo, también me interesa conocer cuáles son esos
procesos de identificación con el son jarocho entre los jaraneros que están del otro lado de
la frontera, tomado en cuenta que como demarcación geopolítica, ésta marcaría además de
sentido Arjun Apadurai (1999) discute sobre la crisis del Estado-nación y su relación con la
151
territorialidad, y apunta que “cada vez es más difícil ver la integridad territorial que
justifica a los Estados y la singularidad étnica que valida a las naciones como aspectos
perennes de uno y otra” (p. 123). Esto es, cada vez la idea de nación está más distante de la
relación territorio-Estado.
Lo anterior se hace observable, entre otros casos, a partir de los grandes flujos
migratorios que existen de un país a otro, como es el caso entre México y Estados Unidos,
en donde para muchos mexicanos que han migrado al país del norte -sobre todo a los
lugares de procedencia, y en algunos casos, el uso del español en varios ámbitos de su vida
frontera, esto es, provoca en ellos un tipo de nacionalismo en el nuevo lugar de residencia,
partes del mundo, pero no todos ocupan el mismo lugar dentro del sistema clasificatorio. Se
puede distinguir entre nativos, afroamericanos, europeos, asiáticos, y latinos o hispanos, sin
embargo para este último grupo la estigmatización como migrante es mayor, y a diferencia
de las demás comunidades a quienes se les llega a identificar incluso por su nacionalidad, o
adscripción religiosa, a los latinos el angloamericano los cataloga como iguales, como un
grupo homogéneo sin hacer ningún tipo de distinción étnica (Rodríguez, 2005, p. 35).
152
Dentro de este grupo están ubicados los mexicanos, quienes además han construido
categorías internas propias como las del chicano y mexicoamericano, entre otras.
diferentes (p. 35). Esta autora hace un recorrido histórico sobre las distintas formas de
en 1846, cuando se perdió gran parte del territorio nacional y muchos mexicanos quedaron
del otro lado. Entre estos están las siguientes categorías: “Californio”, “Tejano”,
“Mexicoamericano”, “Pocho”, “Cholo”, “Chicano” y “Mexicano” (p. 38-39). Pero para los
chicano.
Por mexicano entenderé a aquellos migrantes nacidos en México que sin importar
su estatus legal residen en Estados Unidos; por mexicoamericanos a aquellos que nacieron
en Estados Unidos pero son de ascendencia mexicana; y por chicano a aquel que se
particular a Aztlán, el mítico lugar de origen de los aztecas” (Rodríguez, 2005, p. 39).
cada uno de estos grupos son distintas; yo me centraré particularmente en los procesos de
identificación con el son jarocho por parte de los jaraneros que residen en San Diego.
Siguiendo la clasificación expuesta, este grupo está conformado únicamente por mexicanos
153
y mexicoamericanos.50 Resalto este punto porque, muchos de los que integran el
Sin embargo, para el caso estudiado, estos últimos no aparecen como parte de la escena
fronteriza.
No obstante, si algo hay en común entre la mayoría de quienes forman parte de las
(2004), a resistirse a cortar sus redes afectivas y culturales con México, objetivo que
culturales provenientes de nuestro país (p. 117). Entre ellas, la adopción y adaptación de
Así, el son jarocho es una práctica cultural por medio de la cual los jaraneros que
están “del otro lado” expresan parte de su mexicanidad, como lo describe Jorge Castillo en
dentro de las razones por las que nace este interés por el son, ya sea a mí
y yo creo que a mucha gente… Pues yo he encontrado que mucha gente
nos identificamos con nuestras raíces, muchísima gente que vive en Los
Ángeles, en San Diego, en Santa Ana, que son segunda o tercera
generación, gente que ya nació allá pero no han vivido en México; otros
llegaron muy chicos y no han tenido mucho contacto con México,
entonces al escuchar esta música se sienten identificados con y llenan un
vacío. Yo creo que se llena un vacío muy grande, cultural, que nos hace
sentirnos más orgullosos de nuestras tradiciones, de nuestra cultura.
Entonces es lo que yo he descubierto, lo que a mí mismo me ha pasado.
Yo al descubrir una jarana y saber que una jarana es hecha por manos
50
Dentro del conjunto de jaraneros de San Diego hay también casos -aunque pocos- de jaraneros
estadounidenses sin ascendencia mexicana, sin embargo, dejaré este caso para próximos análisis, puesto que
no conseguí entrevistarlos durante el periodo de la realización de esta investigación.
51
Sobre todo se puede observar a muchos jaraneros chicanos en la región del Este de Los Ángeles y Santa
Ana en donde tanto el Movimiento Jaranero como el chicano es aún más fuerte. Entre grupos de son jarocho o
que fusionan el son jarocho entre su propuesta musical y que son reconocidos como tales, como chicanos,
están: Quetzal, Las Cafeteras y Son del Centro.
154
mexicanas, y que es un instrumento cien por ciento mexicano y que el
son jarocho es cien por ciento mexicano, a mí me llena de orgullo y me
da un montón de gusto poderlo hacer, y andar por todas partes tocando
son jarocho, lo hago con mucho respeto a pesar de que viene de una
región campesina y lo entiendo y lo conozco, pero pues ya el son ha
crecido mucho, ha salido a las ciudades, ha salido del campo y pues aquí
estamos, es increíble (comunicación personal, 11 de julio, 2012).
diferenciarse de los “otros” y al mismo tiempo es una manera de establecer lazos con los
compatriotas, identificarse como una colectividad que comparte pasados comunes, sobre
Tocar son jarocho del otro lado de la frontera, es una manera de sobrellevar y darle
continuidad a ese pasado. Pongo aquí la visión de Cindy Cox, que ayudará a complementar
México, pero llevada a los Estados Unidos durante su infancia, hace 24 años:
Hay otro punto importante que resaltar, el que tiene que ver con el valor de lo
155
auténtico cobra un valor simbólico muy importante a considerar en estos procesos de
identificación con el son jarocho en el país vecino. Es en ese entramado que Francisco
Se trata entonces, para el caso de los jaraneros de San Diego, de una adscripción a
trasciende las delimitaciones del Estado-nación, como resultado de los flujos migratorios,
156
CAPÍTULO V.
PROCESOS DE APROPIACIÓN Y RECREACIÓN DEL SON JAROCHO EN LA
FRONTERA TIJUANA -SAN DIEGO: LA NUEVA VERSADA FRONTERIZA
jaraneros fronterizos de Tijuana-San Diego con el son jarocho, resaltando únicamente esta
inicio de esta investigación, -el de identificar la recreación y resignificación del son jarocho
en la frontera-, expongo en este capítulo algunas formas en las que se hacen visibles dichos
procesos.
Tomando en cuenta el planteamiento hecho por Gilberto Giménez respecto a que las
etcétera, por otro (2005, p. 80), entiendo al son jarocho como una forma objetivada de la
grupo específico de actores sociales que residen en la frontera. Esta forma objetivada de la
cultura que es el son jarocho puede ser observada en diferentes expresiones como: el
fandango, la ejecución de instrumentos, la versada y el baile, estos tres últimos son parte
fundamental del fandango, pero también pueden presentarse en otros contextos, como por
157
Así, el son jarocho en tanto práctica cultural desterritorializada y reterritorializada
por una colectividad, sino también adaptada por la misma a un campo concreto de
frontera. En este sentido José Manuel Valenzuela (2003) expone el territorio fronterizo
mismo, como procesos socioculturales de la frontera (p. 55), y para los cuales propone
52
Los otros ejes interpretativos de los procesos socioculturales fronterizos que propone José Manuel
Valenzuela son:
Intersección cultural. Entendida como el conjunto de elementos culturales compartidos por grupos que
poseen matrices culturales diferentes. Este concepto tiene dos formas de expresión, por un lado la intersección
vertical, que corresponde a la estructuración de procesos jerárquicos e implica formas de relación
institucionalizadas e institucionalizantes; relaciones que pueden tener un sentido ascendente o descendente
definidas por relaciones de poder, subordinación, colonización, exclusión. Por otro lado, está la intersección
cultural en sentido horizontal, la cual se construye cuando existen elementos culturales compartidos entre
distintos grupos sociales que no poseen vínculo estructurados de dominación ni redes o formas de interacción
institucionalizadas que generen relaciones de subordinación.
Vecindad. La frontera como vecindad implica la necesidad de establecer espacios de habitabilidad de
interacción intensa, donde según Heidegger, el vecino es aquel que habita en la proximidad de otro y con otro
(cit. En Derrida, 1989). La vecindad implica coparticipación en campos de relación. Sin embargo, como
contigüidad física, la vecindad no agota ni explica el conjunto de prácticas culturales que ocurren en los
ámbitos fronterizos.
Transculturación. Se refiere a procesos de doble o múltiple apropiación cultural en los que los grupos
“intercambian” elementos culturales. Ésta tiene lugar en campos de relaciones desiguales donde a menudo los
grupos, sectores o naciones dominantes diseñan estrategias para imponer sus modelos culturales a los grupos
menos poderosos.
Innovación cultural, proceso que tiene que ver con la producción de nuevos elementos culturales por parte de
los grupos sociales, que responden a situaciones recientes o a diferentes formas de apropiarse de las antiguas
condiciones. Esta dimensión remite a la característica dinámica de los procesos culturales, a su condición de
proceso, no de una esencia o un arte fijo, cristalizado
Resistencia cultural. Ésta existe cuando los miembros de un grupo reaccionan activamente frente a los
intentos de otros grupos por imponerles sus propios elementos culturales. Los movimientos de resistencia
cultural se caracterizan por sus posiciones antihegemónicas, anticolonizantes, que se concretan en las acciones
colectivas que grupos realizan para evitar su colonización cultural por grupos de mayor poder.
Interpretación. Se trata de procesos más complejos que la mera “traducción” o la “co-traducción”, ya que la
desterritorialización y la reterritorialización no sólo implican la traducción de la condición previa, pues el
migrante se sabe inscrito en nuevos campos de sentido y, por ello, además de recurrir a sus referencia
158
tiene que ver con los nuevos sentidos que adquieren los productos
culturales que se integran en una estructura de significados diferente de
la original. Esta condición implica su resemantización y, por tanto, su
nueva codificación, y ha sido particularmente notable en las variadas
maneras en que la población chicana en los Estados Unidos se apropia
de la simbología que define el perfil cultural mexicano, en donde la
Virgen de Guadalupe y otros símbolos patrios se inscriben en nuevos
campos de sentido y de disputa sociocultural (p. 59).
analizar, además del caso de los chicanos, como lo menciona Valenzuela, otros procesos
socioculturales que tienen lugar en el contexto fronterizo, como es el caso del son jarocho y
el Movimiento Jaranero en la frontera. De tal manera que, retomo este eje analítico para
explicar en las siguientes páginas lo que desde mi punto de vista resulta ser la recreación
conceptos propuestos desde el campo de las teorías del performance para analizar dichos
anteriores debe recurrir al nuevo contexto social donde, de manera selectiva y paulatina, intenta “interpretar”
la pertinencia y las nuevas opciones de los elementos culturales de su matriz original en el nuevo contexto.
Traslación cultural. Es la proyección y reinterpretación o transformación que se efectúa para hacer
corresponder un elemento cultural de la nueva realidad social, con otro y otros de la anterior situación (2003,
pp. 57-60)
159
5.1. Una aproximación a las características de un repertorio tradicional.
hasta las primeras décadas del siglo XX fue reservada a contextos campesinos, rurales, los
cuales se pueden percibir aún en los discursos de los sones tradicionales que tienen como
temática principal aspectos que están relacionados a dichos entornos, ya sea que reflejen los
comunidades de dicha región, por ejemplo: el grupo de sones que versan sobre aves, en
Guacamaya (a); o bien, son un recurso en sentido figurado para hablar de temas
relacionados con el amor, como en El Pájaro Cú (b). Están también los sones en los que la
marinería, el mar y las historias que en él acontecen, son elementos recurrentes, éste es el
caso de sones como El Balajú (c) y El Fandanguito (d).53 Por otro lado, hay sones que
refieren a otro tipo de oficios y a la vida campirana, como el del vaquero, mencionado en El
Toro Zacamandú (e), o el del carpintero, en El Pájaro Carpintero (f). Entre otros temas,
también está el de la mujer amada que aparece en el son de La Morena (g). A continuación
correspondientes a dichos sones, todos tomados del cancionero propuesto por Antonio
53
En el análisis que Caterina Camastra (2006) realiza en su tesis La poesía popular jarocha: formas e
imaginarios (2003) encuentra que “El mar y el campo, en ocasiones, se unen en el espacio imaginario del son
jarocho”, como en el caso del estribillo del son de El Balajú (p. 94).
160
García de León (2006) en su libro Fandango. El ritual del mundo jarocho a través de los
siglos:
(Estribillo)
Ariles y más ariles
ariles de aquel que fue
a darle agua a su caballo
y se le murió de sed.
161
(Estribillo)
A remar, a remar marinero,
que aquel que no rema
no gana dinero…
A remar, a remar en el agua
que aquel que no rema
no gana piragua.
A remar, a remar en el río,
que aquel que no rema
no gana navío.
Los sones y tópicos mencionados en este fragmento son sólo un porcentaje mínimo
del total de sones existentes,54 he incluido estos y no otros porque considero –después de
observar en varios fandangos a los que he asistido tanto en diferentes partes del estado de
54
Durante los últimos años se ha visto una considerable producción de nuevos sones por parte de algunos de
los grupos que son parte del Movimiento Jaranero, mismos que se van incorporando al repertorio, e incluso
algunos llegan a tener tal aceptación entre la comunidad que estos sones han llegado a formar parte de los
sones más interpretados, en los encuentros de jaraneros e incluso en los fandangos.
162
Veracruz como en Tijuana- son algunos de los sones más populares, y por tanto, más
ejecutados por los jaraneros. Al mismo tiempo, es preciso señalar que tampoco las
temáticas que aparecen en los versos presentados líneas atrás, agotan la totalidad de tópicos
que se han abarcado a través del son jarocho. En este sentido, es importante recordar que la
génesis de esta tradición ha dejado rastros no sólo en términos de las estructuras poéticas,
sino también en algunos pasajes que en los sones se cuentan, como lo expone García de
León (2006) al presentar una propuesta de cancionero con el objetivo de ilustrar el amplio
repertorio con sus raíces poéticas y musicales que trascienden los siglos:55
Este dinamismo es resultado, en parte, del carácter oral del que goza el son jarocho,
por medio del cual se ha heredado esta tradición de generación en generación. Proceso de
transmisión que le permite también una recreación constante y a menudo, una innovación
en el sentido poético y musical; innovación que está inspirada casi siempre en el contexto
geográfico, histórico, cultural, religioso y hasta político de quienes ejecutan esta música. Es
por esto que podemos observar cómo aparecen actualmente todavía en el discurso de los
55
Las estructura poética de los sones jarochos varía entre: “sextas, cuartetas y quintas octosilábicas, décimas
octosilábicas, seguidillas simples y complejas, cuartetas hexasílabas y retahílas hexasílabas, sextas, quintillas,
sextillas, hasta décimas” (García de León, 2006, p. 46).
163
mayordomos del siglo XIX, o personajes que ahora son parte de la historia del son jarocho,
por otro; hasta elementos del entorno cultural y natural de la región, como nombres de
Sin embargo, lo que sí se puede decir es que: “el son jarocho ha sufrido cambios bastante
comunidad de referencia, sin por eso dejar de ser popular o perder su supuesta pureza”
(Camastra, 2006, p. 269). Como sucede en el caso del son jarocho en la frontera Tijuana-
cultural, toma nuevos sentidos para los actores sociales que la desarrollan.
Después de haber asistido por vez primera a un fandango en Tijuana, recién llegué a vivir a
esta ciudad en agosto de 2010, hallé interesante la manera en que varios jaraneros
cambiaban las letras de algunos sones cantando, por ejemplo, en el estribillo de La Bamba:
“Yo no soy de la migra, ni lo seré, ni lo seré”, y cómo esto era recurrente en los fandangos
que de vez en cuando se hacían en casa de alguno de los jaraneros, o en el Parque Teniente
164
Guerrero durante las tardes de los viernes en el Taller Libre de Son Jarocho. De entrada,
esos cambios me parecieron creativos, pero más tarde me di cuenta que en el fondo no era
nada más un asunto que tuviera que ver con esa capacidad y destreza de alguien para
cambiar la letra de un son sin alterar la rima y la métrica. Me di cuenta entonces de dos
cosas: 1) que los jaraneros de esta zona intentaban reproducir esta manifestación cultural lo
más parecido posible a la forma de los jarochos, pero que 2) el son jarocho en la frontera
estaba siendo además, un medio por el cual los jaraneros de ahí expresaban una realidad
próxima. Este fue el motivo por el cual decidí agregar como un punto importante de mi
investigación, el identificar esas nuevas formas que ha ido adquiriendo el son jarocho entre
En general, todos los elementos que forman parte del son jarocho y el fandango en
versada. Pero sí es a través de ésta, en donde se visibiliza más claramente una recreación
Dos conceptos –el de archivo y el de repertorio- propuestos por Diana Taylor (2003)
desde las teorías del performance, pueden ayudar a complementar la explicación de este
cartas, restos arqueológicos, huesos, videos, diskettes, es decir todos aquellos materiales
56
El número de página corresponde al paginado del documento en su versión PDF.
165
que ver con la memoria corporal que circula a través de performances, gestos, narración
difusión y transmisión del son jarocho. Ya que los sones y la tradición del fandango se
aprenden ahora, no sólo a través de la oralidad, como pasaba antes con los viejos soneros
que enseñaban a sus hijos y nietos, o a través de los talleres que comenzaron a impartirse a
partir del boom del Movimieto Jaranero a finales de la década de 1970, sino que también
una manera de ir aprendiendo ha sido a través de los cancioneros ya publicados, los discos
audiovisuales de otro tipo como por ejemplo los tutoriales que se encuentran en YouTube.
No obstante, los cambios en las letras de los sones jarochos se presentan de manera
siempre a hablar de las aves, del amor o de las historias o ambientes naturales propios del
Sotavento, como tradicionalmente cantan o cantaban los “jarochos”. Entre los jaraneros de
Tijuana y San Diego, sus versos, en la mayoría de los casos, están dirigidos a denunciar la
existencia de una frontera geopolítica que los divide; al cantar, muestran su repudio hacia
“los migras”; cantan en apoyo a los migrantes; cantan a sus “nosotros” que están del otro
lado. Dichos cambios sólo pueden llevarse a cabo a partir de otra característica del
repertorio, esto es, a partir de “la presencia de la gente que participa en la producción y
reproducción del saber, al estar allí y ser parte de esa transmisión” (Taylor, 2003). Así, de
166
manera opuesta al archivo, el repertorio no permanece inalterable, y los fronterizos
encuentran en esta característica del son jarocho una posibilidad de crear en la que
Sin duda, esa posibilidad de proyectar la realidad que permite el son jarocho, se ve
de la misma manera que ha pasado a través de los siglos con el son jarocho en Veracruz.
Esta es la razón por la cual, en la recreación de la versada de los jaraneros de Tijuana y San
Diego, aparezcan elementos propios de ese espacio fronterizo, del desierto, y otros aspectos
que caracterizan dicha región. Pongo a continuación el testimonio de Eduardo García, uno
de los jaraneros fronterizos que desde mi punto de vista puede ser considerado como
decimista, ya que diariamente hace el ejercicio de crear nuevos versos, vinculados muchos
167
de estos, a contar lo que acontece en la frontera. Él, en las siguientes líneas hace mención
en su testimonio. El primero fue creado para cantarse en el son de El Pájaro Cú, y los dos
elemento importante –igual que en la versada de los “jarochos”-, pero aquí, estos seres se
Estaba la guacamaya
parada en la nopalera
sacudiéndose las alas
para cruzar la frontera.
(Estribillo)
Vuela, vuela, vuela,
guacamaya real,
en este mundo bendito
ninguno es ilegal.
168
Sin embargo, el entorno por sí mismo no es el único motivo por el cual aparecen
identificación con lo que se está cantando, que tiene que ver con entender el sentido de lo
Por eso yo me propuse hacer versos que tuvieran que ver con mi
entorno, que cuando yo los cantara, yo supiera qué estaba diciendo. Que
no estuviera repitiendo un verso porque se oía bonito; porque sí hay
versos que se oyen muy bonitos pero, yo no tengo la más mínima idea de
qué significan, y no porque esté hablado en otro idioma, pero son
objetos, animales o plantas que no se dan aquí. […] No puedo hacer
versos de guacamayas porque aquí no hay guacamayas, no las hay… Yo
me di cuenta de eso, de que el son jarocho habla de lo que te está
rodeando: situaciones políticas, situaciones familiares, situaciones
amorosas, contexto geográfico. Cuando yo me di cuenta de eso, de que
me gustaba el son jarocho, y que quería crear versos, [me pregunté] qué
voy a hacer, qué palabras voy a usar dentro de mis oraciones, dentro de
mis versos. Y después dije: Ah, pues tengo que utilizar de lo que estoy
rodeada, porque si yo me agarro poniendo que “los cocuyos” y que “la
flor de residol”, pues a lo mejor riman, en la estructura me pueden rimar,
pero a lo mejor estoy diciendo algo que no tiene nada que ver, que no
tiene lógica. Entonces fue que yo decidí empezar a hacer versos de aquí
de la frontera, y no de esa barda, sino de la vida que hay aquí, y hasta
me puse a investigar cómo se llaman esas plantas y los pájaros hay aquí
(S. Ruiz, comunicación personal, 25 de julio, 2012).
Por otro lado, el son jarocho en la frontera, igual que ha pasado durante las últimas
décadas en Veracruz, ha sido el medio para exponer denuncias de carácter social, sobre
migrantes en Estados Unidos, y más recientemente, con las reformas migratorias y las
Presidente, respectivamente, fueron creados por Eduardo García justo cuando tuvieron
en su mayoría convocadas por los Dreamers, quienes buscan la aprobación del Dream
169
Act.57 En este contexto político y social fueron creados estos versos, en palabras de
El Aguanieve
Aguanieve es inocente
de ser indocumentado
aquí llegó con su gente
nadie le había preguntado,
lo trajeron simplemente
sin que él hubiera opinado.
Aguanieves en la escuela
a veces miedo sentía
y procedía con cautela
pues del peligro sabía
que la migra siempre asuela
y deportarlo podría.
57
El Dream Act es una la propuesta legislativa realizada al congreso estadounidense que busca, a través de su
aprobación, la ciudadanía estadounidense para jóvenes indocumentados que cumplan ciertos requisitos, entre
ellos, que hayan llegado a Estados Unidos siendo menores de edad.
170
dejen su familia unida
para que día con día
en libertad merecida
pueda estar con alegría.
Señor Presidente
(Justicias)
Señor presidente
tenga convicción
haga la reforma
de la migración.
Señor presidente
dígale al congreso,
pase la reforma y
no se haga pendejo.
Señor presidente
tome convicciones
exigimos no haga
más deportaciones.
Señor presidente
con esta vigilia
no separe y rompa
ya nuestras familias.
Señor presidente
no sea delincuente
que el joven migrante
es contribuyente.
Señor presidente
los republicanos
del uno por ciento
son los cortesanos.
Señor presidente
usted y su partido
si no hacen reforma
quedan despedidos.
Señor presidente
ya no se hagan güeyes
171
ayude al migrante
¡ya cambien las leyes!
Señor presidente
ya no haga discursos
a salud y escuelas
métale recursos.
(Estribillos)
Y le digo a usted
si no me hace caso
en las elecciones
le doy un mazaso.
Y si usted no ayuda
al que está acá abajo
en las elecciones
lo voto al carajo.58
En las letras de estos dos sones se observa claramente cómo García está haciendo,
como resultado de un proceso de apropiación cultural con respecto al son jarocho, una
adaptando sus letras al contexto político y cultural que se vive actualmente en varias
ciudades de Estados Unidos, entre ellas, San Diego, el lugar de residencia del autor. Así,
Dreamer, aquel niño que cruzó la frontera por decisión de alguien más –generalmente por
disposición de sus padres que decidieron migrar- y llegó a Estados Unidos como
indocumentado, condición que se refleja en cada instante de su vida al ser siempre blanco
de “los migras” para su deportación en cualquier momento. Por otro lado, en el siguiente
son, es clara la plegaria dirigida a un “Señor presidente”, que aunque no aparece en los
58
Estos versos fueron escritos por Eduardo García en abril y octubre de 2013, respectivamente, y compartidos
por él a través de varios medios: fueron publicados en su cuenta personal de Facebook, y enviados también a
mi correo electrónico.
172
versos el nombre de a quién se refiere, por contexto se entiende que van dirigidos a Barak
también la función social que cumple el son jarocho como una cultura de resistencia, que
entre los fronterizos se hacen observables también, y con gran frecuencia, en el espacio del
cualquier elemento que esté presente en el momento en el que se realiza el ritual es motivo
Buscapiés a un fotógrafo que se coloca en la tarima para tener un mejor ángulo y tomar sus
fotos; o bien, el verso que lanza en el mismo son haciendo alusión a la imponente malla que
impide ver bien a los jaraneros que está del otro lado:
La tarima es un altar
donde reinas vida mía,
donde reinas vida mía,
la tarima es un altar.
A los que quieran grabar
y tomar fotografía,
que no se pongan enfrente
porque romper la armonía.
173
La frontera y la migra son elementos asociados, que en muchos casos suelen
Fandango Fronterizo:
Otro verso que escuché en el fandango y que cruzó la frontera de norte a sur, fue
Todos estos ejemplos muestran cómo los fronterizos conocen la particularidad del
174
VI. CONCLUSIONES
con cercos cada vez más altos e impenetrables, militarizándolas; en donde los gobiernos
proponen reformas migratorias que impiden a los seres humanos el libre tránsito entre éstas,
al tiempo que criminalizan a los migrantes. En medio de un contexto en donde las fronteras
culturales y de pensamiento se cristalizan cada día más por la intolerancia que impera como
según lo apunta Bauman (2001, p. 65)-. En medio de un panorama en donde esas fronteras
que son resultado de la intervención humana, parecen ser naturales aunque no lo son, sólo
erguida entre México y Estados Unidos, está presente en la vida de todos los mexicanos, ya
sea por las noticias que nos llegan a diario a través de los medios de comunicación, o a
través de esa historia que relata la hazaña del amigo o familiar que se fue “pa‟l norte” en
busca del “sueño americano”. En ese sentido la frontera nos cruza simbólicamente a todos,
175
fronterizo de Tijuana-San Diego, el límite demarca además sistemas lingüísticos, sistemas
monetarios, sistemas políticos y sistemas culturales diferentes para el sur y para el norte.
como lo es el caso del Movimiento Jaranero Fronterizo de Tijuana-San Diego que describo
y analizo a lo largo de esta tesis, y en donde, como expondré en los siguientes párrafos, los
procesos de socialización entre los jaraneros de un lado y del otro de “La Línea” ponen en
punto importe de mi objetivo general, el de observar, a través del análisis de los procesos de
recreación del mismo, algunas dinámicas que se generan a partir de dicha frontera.
Dinámicas que aparecen en diferentes momentos de la tesis, pero que pudieron pasarse por
presente en todo el análisis. Lo que me interesa entonces, es concluir cómo la frontera, esa
línea limítrofe que divide a México de Estados Unidos, y el inmenso aparato burocrático,
legal, político y sociocultural que la define formal e informalmente y que divide a las
poblaciones (Kearney, 2006, 80), está evidente en las relaciones sociales de un grupo que
comparte una práctica cultural específica, pero que a la vez está dividido por la misma
176
6.2. La frontera como espacio de tránsito y flujos para el intercambio cultural
En los primeros dos capítulos expuse, a través de una breve reseña de carácter histórico
sobre el Movimiento Jaranero en las Californias, las actividades que se llevan a cabo en
existencia de talleres, conciertos y fandangos que comparten entre los jaraneros de ambos
lados de la frontera. En estas actividades se pude observar cómo la metáfora de flujo está
obstáculo, el flujo sugiere una especie de continuidad y pasaje (Hannerz, 1997, p. 15). Esta
noción, para el caso de mi objeto y mis sujetos de estudio -el son jarocho y los jaraneros en
los actores sociales, como por ejemplo: la música que se compra o se comparte a
tiempo.
177
Diego-Tijuana-San Diego, ya sea por motivos profesionales –grupos y músicos que
viajan para dar conciertos y/o talleres de son jarocho-; ya sea para asistir a talleres
en dirección norte (San Diego/ Los Ángeles /Tijuana)-sur (Veracruz), o bien puede
ser que el motivo para cruzar la frontera sea el compartir un fandango con los
amigos que están del otro lado, como es el caso de algunos de los jaraneros de San
Diego y Tijuana en donde los cruces son cada vez más frecuentes por este motivo.
geográficos en los que esta manifestación cultural no esté presente. En este sentido, la
red transnacional por un lado, y por otro, de lo que llamo la conformación de una
específicamente.
fronteriza” propuesto por Jorge Bustamante (1981) como una región binacional
conjunto de actores sociales que reunidos en torno al son jarocho, recrean esta
Por otra parte fue posible identificar, a partir de las dinámicas que existen entre la
frontera. Pablo Vila (2001) señala que las fronteras son espacios de disputas de poder,
además de ser asimétricas, ya que depende de qué lado se observe es la perspectiva (p.18).
particulares descritos en los capítulos II y III, sobre todo en los que se presenta el cruce de
la frontera geopolítica:
Asimetrías existentes a partir del aparato burocrático y legal de los países con relación a
requieren contar con una visa en cualquiera de sus categorías que otorga el gobierno
179
b) Si observamos el caso contrario, el cruce de la frontera en sentido Estados Unido-
c) Con relación al cruce, aun si tienes la visa, las diferencias entre un país y otro son
notables. Para cruzar en sentido sur-norte, la gente espera largas filas para poder
llegar a su destino, pues parte de las reglas para ingresar a Estados Unidos es pasar
revisión.
espacio del Friendship Park durante el tiempo que dura el evento. Además de saber
que ese espacio y a lo largo de toda la frontera, la vigilancia para cuidar que nadie
ruptura, existe para separar; pero también es un punto de unión, une a las partes que separa,
geopolítica demarcada con una gran cerca, se convierte en un espacio de encuentro para los
180
jaraneros fronterizos que se dan cita cada año en el Friendship Park del lado de San Diego,
cuestionar la lógica de intentar mantener separados a una sociedad que en la mayoría de los
todas las manifestaciones culturales que existen en Tijuana-San Diego con relación al son
jarocho, que pone de manifiesto la existencia de una comunidad, o por lo menos la expone
como una posibilidad entre ese sistema que va en contra de esta idea. Así, paradójico a la
idea de frontera separadora, puedo concluir que el Fandango Fronterizo y el son jarocho
de la frontera.
y choca con el aparato burocrático que marca estatus y relaciones de poder a través
del “nosotros”.
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6.5. Líneas de investigación que quedan pendientes
Finalmente, es franco decir que a lo largo del proceso de investigación me encontré con
temas que en su momento quise abarcar en este trabajo, pero que por motivos de tiempo,
organización, el no contar con la visa estadounidense durante los tiempos en que realicé mi
trabajo de campo y limitaciones económicas para viajar repetidas veces a la frontera, fue
imposible incluirlos en esta tesis. Entre los temas que quedan pendientes son:
frontera geopolítica.
cotidianas de los jaraneros por el hecho de vivir de uno u otro lado de la frontera.
Dejo pues expuesta aquí estas posibles líneas de investigación y la puerta abierta
para continuar construyendo el conocimiento que nos permita seguir comprendiendo, las
realidades de la frontera, las dinámicas culturales, y la presencia del son jarocho inscrita en
182
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