Sekula El Cuerpo y El Archivo

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1975; Haacke, Hans, Del' Pralinenmeister, Paul Maelll.

G"lIcry, Co-
lonia, 1981, (edición inglesa, Art :\1etropole, TomnlO, 1982),
]4, Véase catálogo de exposición Christopha D'Arcange!o, T.oui.\"
Law/n; ildrian Pipe?; Ciady Sher1llan, Artists Space, l\ueva York, El cuerpo y el archivo
1978. Allan Sekula
15. Para una excepción notable, véase Rorimer, Anne, "Michad
Ashe!. Recenl Work", Arlfnrum, abril 1980.
16. ]ürgens-Kirchhofl, Annegret, lPdmik und Tendem der ;VIontage,
Anabas Verlag, GiesseTl, 1978, pág. 91.
17. El concepto de "espaciado" como función lingüística se ha intro-
ducido recientemente en el debate de la estética del colla-
ge/montaje de los años veinte. Véase 1\1'''uss, Rosalind, "Los 11111- "Debemos organizar un sistema global de intercambio con el fin de
damentos fotográficos del surrealismo", La. originalida.d Ilf la disponer de una especie de moneda universal mediante billetes, o la
vIl1lguardw y otros mitos modarws, Alianza Editorial, I\htllitl, 199G. promesa de pagar en las sustancias sólidas que el sol ha acuñado para
1H. 1.evine, Sherrie, inédito, extracto sin fecha, c. 1980. el gran llaneo de la Naturaleza".
19. Bcnjamin, Walter, Angelus Novus, Edhasa. Barcelona, 1971. Oliver Wendell Holmes, 1859
20. Bcnjamin, Walter, "El autor como productor", en Iluminaciones
JII TentativI" sil/m Ji>pcht, '¡¡mms, Madrid, 1975. "Por un bdo no~ aproximamos más a lo flue es buello y bello; por otro,
21. Rosler, Martha, '/11.1"" WOlks, Nova Seotia College of Art and el vicio y el sufrimiento son recluidos en 1ímites Illá.~ estrechos; así,
Design Press, Halifax, 1981. deucIJlos sl'ntir IllCIlOS lemor el las mOIl~truosidadcs, físicas y morales,
22. Martha Rosler entrevistada por Martha Gever en AfteTimage, octu- que tienen el poder de pruvocaI perturbaciones en el lC¿jjdo social",
bre 1981, pág. Eí. Atlolphe Qucldcl, 1842
23. Graham, Dan, Video-AnhitntulP,-¡plevision, '-Jova Scotia College of
Art and Design Press/New York Univnsity Press, Halifax/Nueva
York, 1979,
24:. Algunas variaciones de la obra han sido pnsteriornlente instala-
das en 74th A.merican Exhibitian, Al"! TnstiUlle 01' Chicago, y en la
Documenta 7, Kassel.

Tílulo urigillal: "Allcgorical PI ucedures: Appropiation and MOl1tage in


ConLelll[JüT'ary Arr", puhlicarlo en i\r{furuJ1I, vol. XXI, núm. 1, septiembre
Alphonse Bertillon, Servíce Identification, Gabinete de clasificación, Prefectura
1982. de Polida de París, 1893.

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El gran alcance y volumen de la práctica fotográfica ofre- "La nueva Ley de Policía fmnmú nota de cada hecho
cen una amplia evidencia del estatus paradójico de la fotogra- Que ocurra dentro de su ampliajurisrlicción,
fla dentro de la cultura burguesa. La amenaza y la promesa y cada mendigo y ladrón
que, simultáneamente, suponía el nuevo medio fueron adver- Dará colora la ficción".'
tidas muy pronto, antes incluso de que el proceso del dague-
rrotipo hubiera proliferado. Por ejemplo, y tras el anuncio del De nuevo, la última línea de la estrofa presenta una dosis de
daguerrotipo por parte del gobierno francés en agosto de ingenio quejuega con la ambigüedad de la palabra "dar color",
I R39, circulaba una canción por Londres que empezaba con la que puede sugerir a la vez la elabOI·ación y el desenmascara-
siguiente estrofa: miento de una mentira y con las limitaciones monocromáticas
del nuevo medio, así como con la proximidad hamo fónica de
"¡Oh Sr. Daguerre: Seguro que no está al corriente color y collm: 2 Pero este ingenio aterciopelado estaba jugando
De la mitad de las impresiones que está causando, con una jaula ele hieno que por entonces estaba en proceso de
El Támesis incendiará con un rayo de sol ardiente, construcción. Aunque todavía ninguna "Ley de Policía" había
Mientras la "Iational Gallery se está agrietando". afectado a la fotografía, las décadas de 1820 y 1830 engendra-
ron un torrente de investigaciones y de legislación gllherna-
En su inicio, la fotografía amenaza con abrumar a las ciu- mentales destinadas a profesionalizar y normalizar los procedi-
dadelas de la alta cultura. El humor, en cierto sentido burlón, mientos policiacos y penales en Gran Bretaña, la más
de esta estrofa se ve más acentuado al considerar que la importante de las cuales fúe la Ley Gaols de 1823 y las Leyes de
National Gallery acababa de ser trasladada a su nuevo edificio Policía Metropolitana de 1829 y 1839. (El principal instigador
de corte clásico en Trafalgar Square en 1838, dado que la de estos esfuerzos de modernización, el líder conservador Sir
colección había crecido rápidamente desde su fundación en Robert Peel, resultó ser un gran coleccionista de pintura holan-
I R24. Quiero hacer especial hincapié en esle punto ya que la desa del siglo Xvll y miembro de la dirección de la l\ational
canción no opone la fotografía a la cultura tradicional estáti- Gallery J. Sea como fuere, y haciendo referencia directa a la
ca, sino que juega con la posibilidad de que las instituciones canción. en la ley de 1839 se estipulaba el arresto de los vaga-
culturales, ya en expansión, se queden atrás respecto a la tec- bundos, los que no tuvieran hogar y otros delincuenles "cuyos
nología. En este contexto, la fotografla no es el precursor de nombres y residencias no [se pudieranJ determinar".'
la modernidad, puesto que el mundo ya se está modernizan- Aunque la documentación fotográfica de los prisioneros
do, sino que la fotografía es la revuelta de la modernidad. Pero no fue del todo común hasta la década de 1860, el potencial
el peligro no reside únicamente en la proliferación numérica para un nuevo realismo fotográfico jurídico era ampliamente
de imágenes. También lo es una fantasía prematura del triun- admitido en la década de 1840, en un contexto general de
fo de una cultura de masas, una hmtasía que reverbera con esfuerzos sistemáticos por regular la creciente presencia urba-
connotaciones políticas, especialmente en el contexto delmili- na de las "clases peligrosas", de un subproletariado crónica-
tante desafío democrático postulado por el chartismo en 1839. mente desempleado. Los líricos anónimos expresaron unos
La fotografía promete un dominio mágico de la naturaleza, sentimientos que fueron también escuchados en las cámaras
pero la fotografía también amenaza con la conflagración y la altas de la nueva cultura fotográfica.
anarquía, con un reequilibrio incendiario del orden cultural Pensemos en ese incunable de la historia de la fotografía,
existente. The Pencil oINalur~ de Henry Fax Talbot. Talbot, el caballero
Sin embargo, en la tercera estrofa de la canción, se predice inglés y científico aficionado cuyo proceso de papel fue com-
un nuevo orden "social": parable a la invención metálica de Daguerre, realizó un lujoso

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libro que no fue únicamente el primero en ser ilustrado con Nos vemos, pues, ante un sistema doble: un sistema de
copias fotográficas, sino también un compendio de meditacio- representación capaz de funcionar tanto honoríficamente
nes de gran alcance sobre la promesa de la fotografía. Estas como represivamente. Esta doble operación es más evidente
meditaciones tomaron la forma de breves comentarios sobre en las obras del retratismo fotográfico. Por una parte, e! retra-
cada uno de los caloLipos del libro. La ambición estética de to forográfico hace extensiva, acelera, populariza y degrada
Talbot era clara: para una imagen austera de una escoha apo- una función tradicional. Dicha función, de la que se puede
yada cerca de una puerta (alegóricamente) ahierta, pidió la decir que tomó su primera forma moderna en el siglo XVII, es
"autoridad de la escuela artística holandesa, por tomar como la de proporcionar la presentación ceremonial del yo bur-
objeto de representación escenas familiares y cotidianas".' Pero gués. La fotografía subvirtió los privilegios inherentes en el
en sus notas emerge un tipo de naturalismo completamente arte del retrato, pero sin un equilibrio más extenso de las rela-
diferente en otro helio calotipo que representa varios estantes ciones sociales estos privilegios podrían reconstruirse sobre
sosteniendo "artículos de China". Aquí Talbot especula con nuevas bases. Es decir, se podía asignar a la fotograHa un
que "en caso de que más tarde un ladrón robara los tesoros (y papel adecuado dentro de una nueva jerarquía de! gusto. De
si el mudo testimonio de la imagen pudiera ser utilizado en su este modo, las convenciones honoríficas estuvieron en condi-
contra en un tribunal) sería, sin duda, un nuevo tipo de prue- ciones de proliferar de arriba hacia abajo.6 Al mismo tiempo,
ba".' Talbot reivindica una nueva verdad legal, la verdad de un el retrato fotográfico empezó a jugar un papel que ningún
inventario indéxico más que textual. Aunque esta disposición retrato pictórico podría haher desempeñado del mismo modo
frontal de objetos tenía sus precedentes en la ilustración cien- preciso y riguroso. Este papel derivó, no de una tradición de
tífica y técnica, en este caso se hace una reivindicación que no retrato honorífico, sino de los imperativos de la ilustración
se había realizado ni por un dibujo ni por una lista descriptiva. médica y anatómica. Así, la fotografía empe7ó a establecer y
Únicamente la fotografía podía empezar a demandar la condi- delimitar el terreno del otro, a definir tanto el aspecto general
ción legal de documento visual de propiedad. Aunque el calo- (la tipología) y e! caso particular de desviación y patología
tipo era demasiado insensible a la luz para registrar todo lo que sociales.
no fuera los modelos más dispuestos y pacientes, sus posibili- Michel .Foucault ha argumentado, decisivamente, que es
dades de ser una evidencia podían ser exploradas en esta un error describir la nuevas ciencias reguladoras basadas en e!
variante de la naturaleza muerta consciente de la propiedad. cuerpo a principios del siglo XIX como ejercicios de poder
Tanto Talbot como el autor del cómico homenaje a Dague- absolutamente negativos y represivos. Más bien, e! poder social
rre reconocieron el nuevo potencial instrumental en la foto- actúa en virtud de un positivo encauzamiento terapéutico o
grafía: un silencio que silencia. Los mutables "textos" orales reformador del cuerpo.7 Con todo, debemos entender que
del criminal y el pobre se someten a un "mudo testimonio" aquellos métodos de realismo instrumental sí actuaban en rea-
que "toma nota" (que no precisa credibilidad, que transcribe) lidad de acuerdo con una lógica disuasoria o represiva muy
y desenmascara los disfraces, las coartadas, las excusas y las explícita. Estos métodos constituyen el límite más bajo o
múltiples biografías de aquellos que se encuentran o se sitúan "grado cero" de! realismo socialmente útil. I.as fotografías de
al otro lado de la ley. Esta batalla entre la pretendida univo- identificación criminal son un claro ejemplo, ya que están des-
calidad denotativa de la imagen legal y la multiplicidad y pre- tinadas literalmente a facilitar el arresto de su referente.' En la
sunta duplicidad de la voz criminal tiene lugar durante los últi- segunda parte de este ensayo sostengo que el refinamiento
mos años del siglo XIX. Durante e! transcurso de esta batalla se semántico y la racionalización de exactamente este tipo de rea-
define un nuevo objeto (el cuerpo criminal) y, como resulta- lismo es esencial en e! proceso de definición y regularización
do, se inventa un "cuerpo social" más amplio. de! criminal.

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Pero primero, ¿qué conexiones generales pueden estable- en una nación de emigrantes. Este "afecto primario de linaje"
cerse entre el polo honorífico y el polo represivo de la prácti- tuvo una función de cohesión social, según Root, articulando
ca del retrato? Teniendo en cuenta que el orden burgués un familiarismo del siglo XIX que sobreviviría y se convertiría en
depende de la defensa sistemática de las relaciones sociales una característica ideológica esencial de la cultura de masas
basadas en la propiedad privada, teniendo en cuenta que las americana. Además, los retratos de los grandes personajes
bases legales del yo radican en el modelo de los derechos de ampliamente distribuidos someterían la experiencia cotidiana
propiedad, en el que se ha condicionado el "individualismo a un destile habitual de ejemplos morales. La preocupación de
posesivo", cada retrato que se precie tiene un reverso oculto y Root por la respetabilidad y el orden le llevó a celebrar la adop-
objetivizador en los archivos de la policía. En otras palabras, ción de la fotografía por parte de la policía, argumentando que
una lógica hobbesiana encubierta enlaza el terreno de la no sería fácil para los delincuentes convictos "reanudar sus
National Gallery con el de la "Ley de Policía". 9 carreras criminales, mientras sus rostros y fisonomías fueran
Mediado el siglo XIX, los términos de esta unión entre la familiares a tanta gente y en especial a los perspicaces agentes
esfera de la cultura y la de la regulación social eran específica- de policía".l' Las dos palabras "tanta gente" son muy significa-
mente ur.ilitarisras.1oMuchos de los primeros promotores de la tivas en este fragmento, ya que implícitamente hacen que una
fotografía se hicieron eco de las aspiraciones benthámicas, po- amplia ciudadanía se sume a la vigilante labor de identifica-
niendo de manifiesto las posibilidades del medio para el cálcu- ción. De este modo se cierra el círculo del utilitarismo de Root,
lo social del placer y la disciplina. Ante sus ojos había una má- que empieza con placeres estéticos de precio asequible y lec-
quina que proporcionaba pequeJias dosis de felicidad a una ciones morales, y acaba con la extensión fotográfica de una
escala de masas, para contribuir al bien conocido objetivo de máquina con una utilidad social ejemplar, el panóptico. 14
Jeremy Bentham: "La mayor felicidad del mayor número".ll A pesar del tratamiento estándar liberal de la historia de la
Por todo ello, el retrato fotográfico en particular fue bien fotografía, el nuevo medio no se limitó a heredar y a "demo-
recibido tanto como mejora social cuanto como instrumento cratizar" las funciones honoríficas del retratismo burgués.
de represión social. Jane Welsh Carlyle expresó unas esperan- Tampoco la fotografía policial tuvo una función únicamente
zas características en 1859, al considerar los baratos retratos represiva, aunque sería absurdo decir que la función inmedia-
fotográficos un paliativo social: "Bendito sea el inventor de la ta de las fotografías policiales era, de algún modo, más ideo-
fotografía. ¡Lo comparo con el inventor del cloroformo! Ha lógica o positivamente útil que negativamente útil. Pero en
proporcionado más placer positivo a la humanidad pobre y líneas generales, en lo que se refiere a la introducción del
sutriente que cualquier otra cosa que se haya lanzado en mi principio panóptico en la vida cotidiana, la fotografía unió las
tiempo l ... J este arte, gracias al cual incluso los pobres pue- funciones honoríficas y represivas. Implícitamente, cada retra-
den poseer una imagen de sus seres queridos ausentes" .12 to encontró su lugar dentro de una jerarq uía moral y social.
En los Estados Unidos, el fotógrafo retratista )'1arcus Aurelis El momento "íntimo" de la individualización sentimental, la
Root, que fue capaz de articular la conexión entre placer y dis- mirada a los ojos inmóviles de la persona amada, [ue ensom-
ciplina, argumentaba en una línea similar, pero más utilitaria brecido por otras dos miradas públicas: una hacia arriba, a
en defensa explícita de una economía moral de la imagen. nuestros "superiores", y otra hacia abajo, a nuestros "inferio-
Como Carlyle, acentuó los etectos saludables que tenía la foto- res". Especialmente en los Estados U nidos, la fotografía pudo
grafía sobre la vida familiar de la clase trabajadora. La fo- sostener una movilidad imaginaria dentro de esta escala verti-
tografía no sólo estaba destinada a servir de vehículo para la cal, lo que provocaba tanta ambición como miedo, e interpe-
iluminación cultural de las clases trabajadoras, sino que las [oto- laba, según la terminología clásica, a un tema característica-
grafías familiares servirían para sostener los lazos sentimentales mente "pequeJio-burgués".

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A partir de este momento podemos hablar de un archivo neurología para trazar un mapa de las funciones cerehrales
generalizado, un archivo en la sombra que abarca todo un localizadas.
dominio social mientras sitúa a los individuos en dicho domi- En general, la fisiognomía, y más específicamente la freno-
nio.]C' Este archivo contiene otros archivos subordinados, terri- logía, vinculó el empirismo cotidiano sin especializar con los
torializados: archivos cuya independencia semántica queda intentos cada vez más autorizados de medicalizar el estudio de
habitualmente oscurecida por la "coherencia" y la "exclusivi- la mente. El ambicioso esfuerzo por constmir una ciencia
dad mutua" de los grupos sociales incluidos en cada uno materialista elel yo conclt~o a la disección de cerehros, inclui-
de ellos. El archivo general, el que los incluye a todos, contie- dos los de eminentes frenólogos, ya la acumulación de vastas
ne necesariamente tanto el rastro de los cuerpos \~sibles de los colecciones de cráneos. Eventualmente, este esfuerzo llevaría
héroes, líderes, ejemplos morales, celebridades, como e! de a la volumetría del cráneo, llamada craneometría. Pero presu-
los pobres, los enfermos, los locos, los criminales, las minorías miblemente cualquier atento lector de alguno de los numero-
raciales, las mujeres, y demás encarnaciones de lo indigno. La sos libros de texto y manuales de frenología podía dominar los
indicación más clara de la unidad esencial de este archivo de códigos interpretativos. Cal! describió los humildes orígenes
imágenes del cuerpo radica en el hecho de que a mediados del de la investigación frenológica en estos términos: "Reuní en
siglo XIX un único paradigma hermenéutico había obtenido mi casa a un gran número de personas, escogidas de entre las
un prestigio ampliamente difundido. Este paradigma tuvo dos clases más hajas y dedicadas a diV"t'rsas ocupaciones, como un
ramas estrechamente entrelazadas: la fisiognomía y la frenolo- conduclOr de carruajes, un pOrlero, etc. Me gané su confiann
gía. Ambas compartían la creencia de que la superficie del y los indt~e a hablar con franqueza dándoles dinero y hacien-
cuerpo, y en especial el rostro y la cabeza, eran porladores de do que les sirvieran cerveza y vino. Cuando me di cuenta de
los signos externos del carácter interior. que se encontraban bien predispuestos, les insté a que me
Consecuentemente y en lo que se refiere a la revitalización con taran todo lo que supieran uno del otro, buenas y malas
y hasta cierto punto sistematización de la fisiognomía en los cualidades, y examiné cuidadosamente sus cabezas. Este fue el
últimos arios de la década de 1770, Johann Caspar Lavater sos- origen del mapa craneológico al que tan ávidamente prestó su
tenía que "e! lenguaje original de la naturaleza, escrito en el atención e! público; incluso los artistas lo adoptaron y lo dis-
rostro del Hombre" podía ser descifrado por una ciencia fiso- tribuyeron extensamente entre el público en forma de másca-
nómica rigurosa. lli La fisiognomía aislaba analíticamente el ras de todo tipo".]7
perfil de los diversos rasgos anatómicos de la cabeza y rostro, El gran atractivo e influencia de estas prácticas en el realis-
asignando un significado caractereológico a cada elemento: mo literario y artístico, y en la cultura general de la ciudad de
frente, ojos, orejas, nariz, mentón, etc. El carácter individual la mitad del siglo XIX es bien conocido.]" Y difícilmente com-
erajuzgado mediante la libre con~atenación de estas lecturas. preuderíamos la cultura del retrato [otográfi~o si no somos
Tanto en su etapa analítica como en la sintélica, este proceso capaces de reconocer e! enorme prestigio y popularidad de un
interpretativo requería que la característica individual distinti- paradigma fisiognómico general de las décadas de 1840 y
va se interpretara en conformidad con el tipo. La frenología, 18.',0. Especialmente en Estados U nielas, la proliferación de la
que surgió en la primera dé~ada del siglo XIX de la investiga- fotografía y la de la ti'enología fueron bastante coincidentes.
ción de! médico vienés Franz Joscf Call, buscaba descubrir las Dado que la fisiognomía y la h"CllOlogía eran disciplinas com-
correspondencias entre la topografía del cráneo y lo que se parativas y taxonómicas, pretendían abarcar un abanico
pensaba que eran facultades mentales específicamente locali- completo de diversidad humana. A este respecto, estas disci-
zadas situadas en el cerebro. Esta búsqueda era una precur- plinas fueron esenciales para la construcción del gran archivo
sora poco evolucionada ele los intentos más modernos de la que pretendían interpretar. Prácticamente todos los manuales

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desplegaban un gran número de casos y tipos individuales a lo Quizás no nos sorprenda entonces, que la fotografía y la
largo de un inconexo conjunto de continuidad "moral, inte- frenología se encontraran formalmente en un libro de 1846
lectual y animal".'9 Las zonas del ingenio, la virtud, la fortale- sobre 'jurisprudencia criminal". Surgía la oportunidad de
za se localizaban únicamente en relación con las zonas de la transferir una nueva casuística al género del estudio de casos
idiotez, del vicio y de la debilidad. T,os límites entre estas zonas ya establecido por la medicina y la psiquiatría." Una reforma-
se marcaban con vaguedad; así era posible hablar, por ejem- dora penal aficionada a la frenología y directora de la prisión
plo, de una "idiotez moral". Generalmente, en este sistema dis- de ml~eres de Sing Sing, Eliza Farnham, encargó realizar a
tintivo preevolucionista, las zonas más bajas se degradahan en Mathew Brady una serie de retratos de los internos de dos cár-
animalidades y patologías varias. celes de Nueva York. Los grabados basados en estas fotografías
En el énfasis casi exclusivo que se pone en la cabeza y el ros- fueron aiíadidas a la nueva edición de Farnham, titulada
tro podemos descubrir el secreto idealista escondido en el Rationale o/ Crime, de la anterior obra inglesa sin ilustraciones
corazón de estas ciencias supuestamente materialistas. Estos de Mannaduke Sampson. Sampson consideraba el comporta-
eran discursos de la cabeza para la caheza. Cualquiera que sea miento criminal como una forma de "enfermedad moral".
la tendencia del pensamiento de la fisiognomía y la frenología Tanto él como Farnham eran partidarios de una variante de la
-ya sea fatalista o bien terapéutica en relación con la lógica frenología que defendía la posibilidad de realizar modificacio-
inexorable de los signos del cuerpo, ya sea decididamente nes o mejoras terapéuticas de las características predetermina-
materialista en su tono o bien vagamente espiritual en relación das orgánicamente. Según su teoría, los órganos buenos po-
con ciertas zonas de lo orgánico, ya sea republicana o elitista dían ser lIevaoos a la victoria sobre los malos. La contrihución oe
en su postura pedagógica-, estas disciplinas servían para legi- Farn ham se caracteriza por su singular atracrivo oe aficionaoa.
timar sobre bases orgánicas el dominio de la labor intelectual Ella pretendía dirigirse a "la mente popular de la América
sobre la manual. De este modo, la fisiognomía y la frenología republicana", al argumentar a favor de la abolición de la pena
contribuyeron a la hegemonía ideológica de un capitalismo de muerte y el establecimiento de un sistema de tratamiento
que cada vez dependía más de una división jerárquica del tra- terapéutico." Su contribución al libro consistió en una polé-
bajo, de un capitalismo que aplaudía su propio progreso como mica introducción, notas adicionales y varios apéndices, inclu-
el resultado de la inteligencia y la habilidad individuales. yendo estudios de los casos ilustrados. Farnham contó con la
En su pretensión de proporcionar los medios para distin- colaboración del eminente frenólogo y editor de Nueva York,
guir el estigma del vicio de las resplandecientes marcas de la Lorenzo Fowler, en la selección de los sl~etos de los casos de
virtud, la fisiognomía y la frenología ofrecieron un servicio estudio, lo que aiíadió mayor autoridad al muestreo.
hermenéutico esencial a un mundo de transacciones mer- Se pueden ver representados diez prisioneros adultos, divi-
cantiles transitorias y a menudo anónimas. Había llegado un didos de fOfma equitativa entre hombres y mujeres. Tres son
método que permitía evaluar rápidamente el carácter de los identificados como negros, uno como irlandés, otro alemán;
desconocidos en los peligrosos y densos espacios de la ciudad una mujer como 'Judía de origen alemán", otra como "de raza
del siglo XIX. Ahí estaba el indicador de las intenciones y la medio india y medio negra". Los otros tres internos son pre-
capacidad del otro. En los Estaoos lInidos, en 1840, las oeman- sumiblemente anglosajones, pero no se les identifica como
das de empleo de los periódicos requerían frecuentemente tales. e na serie oe ocho láminas oe niiíos imernos no presen-
que los candidatos se sometieran a un análisis frenológico.'" ta acotaciones en términos raciales o étnicos, si bien un niiío
Así, la frenología proporcionaba los "hechos" morales e inte- parece ser negro. Aunque la variante de frenología que Far-
lectuales que en la actualidad proporcionan de un modo más nham profesaba no era abiertamente racista (a diferencia de
"refinado" y abstracto los expertos en psi come tría y poligrafía. otros analistas de la cabeza predarwinianos que buscaban

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pruebas concluyentes de la "creación por separado" de las es: únicamente en base a la comparación mutua, en base a la
razas no caucásicas), esta diferenciación por razas y etnias de tentativa de construir un archivo más grande, universal, se
acuerdo con su tiempo es significaliva por otros aspectos. podrían demarcar con claridad las zonas de desviación y res-
Después de todo, la obra de Farnham apareció en un contex- petabilidad. En este ejemplo de la primera aplicación consis-
to americano (caracterizado por la esclavitud y por el comien- tente de la fotografía al análisis frenológico, parece claro que
zo de una inmigración masiva de campesinos irlandeses in- la descripción comparativa del cuerpo criminal llegó primero.
ducida por el hambre) que se encontraba profundamente El libro finaliza con un autocomplaciente espejo situado fren-
eSTratificado a este respecto. Al señalar a los niños en términos te al lector de clase media. Llama la atención que la labor ilus-
menos raciales y étnicos, Farnham evitaba estigmatizarlos. trativa del muestreo de criminales de Farnham fuera de Brady,
Por ello los presentaba generalmente como figuras más ma- quien dedicó devotamente toda su carrera anterior a la guerra
leables que los adultos y también menos lastrados por una bio- a la construcción de un enorme archivo fotográfico honorífi-
grafía c¡üninal o por el ejercicio habitual de sus peores facul- co de figuras americanas "ilustres", famosos y aspiran tes a
tades. A pesar del hecho de que algunos de estos chicos eran ser]o?'i
explícitamente tachados de incorregibles, proporcionaban a Hasta aquí he seüalado varios intentos iniciales, a veces có-
Farnham una figura de renovación moral general. Dado que micos, especulativos y prácticos, de aplicar la cámara al cuerpo
su potencial de "respetabilidad" era mayor que el de los delin- del criminal. También he sostenido, siguiendo la línea de in-
cuentes adultos, se les presentaba como versiones en minian¡- vestigación general trazada en los últimos trabajos de Fou-
ra de su posibilidad de ser hombres proletarios adultos, respe- cault, que la posición asignada al cuerpo criminal era relativa,
tables y anglosajones. Farnham, Fowler y Brady pueden ser que la invención del criminal moderno no podía disociarse de
considerados como los relevantes inventores de esa figura pri- la construcción de un cuerpo que respete la ley; un cuerpo
vilegiada del discurso de la reforma social: la figura del niüo burgués o bien del dominio de la burguesía. El cuerpo que res-
rescatado por una ciencia medicosocial paternalista. 23 petaba la ley reconocía a su otro yo amenazante en el cuerpo
Las inquietudes de Farnham incidieron en dos de las pre- criminal, reconocía sus propia codicia y agresividad desenfre-
misas fundamentales del discurso penal del siglo XIX: el dibu- nadas, e intentaba tranquilizarse de dos maneras contradicto-
jo práctico de las distinciones entre criminales incorregibles y rias. La primera era la invención de un criminal excepcional
dóciles, y la conversión disciplinada de los que se pueden que era indistinguible del burgués, a no ser por la conspicua
reformar en proletarios "útiles" (o al menos en provechosos falta de inhibición moral: en esta circunstancia radica la figu-
informadores). Por tanto, aún cuando ella atribuyó a varios ra dd genio criminal. 26 La segunda era la invención de un
internos intelectos "bien desarrollados", y a pesar del hecho de delincuente orgánicamente distinto al burgués: un solo biotipo.
que sus detractores la acusasen de fourierismo, su visión refor- La ciencia de la criminología surgió de esta última operación.
madora tenía un techo definido. Este límite estaba definido En la década de 1840 se encontraron, por una parte, un
explícitamente en la conclusión de su estudio. En ella subraya código fisiognómico de interpretación visual de los signos del
la vileza que compartían todos sus sujetos criminales compa- cuerpo -específicamente de los signos de la cabeza- y por
rándolos con tres "cabezas de personas con intelecto superior" otra, una técnica de representación visual mecanizada. Este sis-
(dos de las cuales, ambas de hombres, eran tratadas como bus- tema unificado de representación e interpretación prometía
tos clásicos), a la vez que pedía a sus lectores que notasen el un extenso ordenamiento taxonómico de imágenes del cuer-
"llamativo contraste". 24 po. Éste era un potencial archivístico. Parecía que su realiza-
Quiero enfatizar este aspecto dado que es emblemático res- ción, ante todo, se basaría estrictamente en el refinamiento
pecto al modo en que el archivo criminal llegó a existir. Esto técnico de los medios ópticos. Pero no fue así.

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Estoy especialmente interesado en que no se hagan excesi- mente"'"" Para los positivistas de! siglo XIX, la fotografía bizo
vas reivindicaciones acerca del poder del realismo óptico, ya realidad por partida doble el sucüo de la Ilustración de un len-
sea desde un punto de vista crítico o elogioso. Uno de los peli- guaje universal: el lenguaje mimético universal de la cámara
gros radica cn la construcción de un modelo de discurso rea- aportó una verdad superior y más cerebral, una verdad que
lista del siglo XIX que sea unitario o demasiado monolítico. En podía ser pronunciada en el lenguaje abstracto universal de las
el bastante limitado y frecuentemente desconocido campo del matemát.icas. Por ello, la fotografía se adaptaba a la visión gali-
realismo instrumental técnico y científico, encontramos una leana del mundo como un libro "escrito en el lenguaje de las
casa dividida. Nunca fue una división tan pronunciada como matemáticas". La fotografía prometía mucho más que una
la de la persecución del cuerpo criminal. Si examinamos el riqueza de detalles: pe!1l1itía reducir la naturaleza a su esencia
modo en que la fotografía fue utilizada por la policía de fina- geométrica. Se presumía, por tanto, que el archivo podría pro-
les del siglo XIX, encontraremos abundantes evidencias de una porcionar un modelo de indicador fisiognómico de lo crimi-
crisis de fe en el empirismo óptico. En resumen, debemos nal, que podría asignar a cada cuerpo criminal una posición
explicar la emergenLia de un "aparato de la verdad" que no relativa y cuantitativa dentro de un grupo más amplio.
puede ser adecuadamente reducido al modelo óptico que 1\0 obstante, esta promesa del archivo quedó frustrada,
proporciona la cámara. La cámara se integra en un conjunto tanto por la caótica aleatoriedad de las fotografías, como por
más amplio: un sistema de "inteligencia" burocrático, admi- la ingente cantidad de imágenes. Los componentes de los
nistrativo y estadístico. Este sistema se puede calificar como archivos fotográficos no son unidades léxicas convencionales,
una forma sofisticada del archivo. El artefact.o central de este más bien están sujetas al carácter circunstancial de todo lo que
sistema no es la cámara sino el gabinete de archivo. La insti- se puede fotografiar. Por ello es absurdo imaginar un diccio-
tución del archivo fotográfico recibió su más completa articula- nario de fotografías, a menos que se esté dispuesto a desdeñar
ción en precisa conjunción con un sistema de trabajo policial, la especificidad de las imágenes individuales en pro de una
cada vez más profesionalizado y tecnológico, y con una emer- especie de modelo de lo típico, como el que subyace en la ico-
gente ciencia social de la criminología. Esto ocurría en las nografía de la anatomía vesaliana o de la mayoría de las lámi-
décadas de 11\1\0 y 1890. ¿Por qué el modelo del archivo era de nas que acompaüaban la Encyrlopédie de Diderot y d'A1embert.
tanta importancia para estas disciplinas enlazadas? Esta claro que un modo de "domesticar" la fotografía es a través
En términos estructurales, el archivo es a la vez una entidad de esta transformación de lo circunstancial y lo idiosincrásico
paradigmática abstracta y una institución concreta. En ambos en lo típico y lo emblemático. Habitualmente esto se consigue
sentidos, el archivo es un gran conjunto sustitutivo que facilita mediante una licencia interpretativa o estilística, o presentan-
la relación de equivalencia general entre imágenes. Este con- do una muestra del archivo a una instancia "representativa".
cepto de archivo como almacén enciclopédico de imágenes Otro modo de conseguirlo es inventar una máquina, o mejor
intercambiahles fue articulada con mayor profundidad en los un útil de oficina, un sistema de clasificación que permita al
últimos años de la década de 1850 por e! médico y ensayista administrativo/investigador/editor recuperar el caso indivi-
americano Oliver 'Vendell Holmes, al comparar fotografías con dual de entre la enorme cantidad de las imágenes que contie-
papel moneda. 27 La capacidad que presenta el archivo para ne el archivo. Aquí no se considera la fotografía como necesa-
reducir todos los puntos de vista posibles a un único código de riamente típica o emblemática de algo, sino como una imagen
equivalencia se basaha en la precisión métrica de la cámara. He particular que ha sido aislada para poder ser inspeccionada.
ahí un medio del que se podrían extraer datos matemáticos Estas dos vías semánticas son tan fundamentales para la cultura
precisos, o como el físico Fran,ois Arago apuntó en 1839. un del realismo fotográfico que su propia existencia es a menudo
medio "en el que los objetos conservan su forma matemática- ignorada.

146 147
Las diferencias entre estos dos modelos de significación En primer lugar, com hinó en una misma ficha el retrato foto-
fotográfica se ponen de manifiesto en dos acercamientos dis- gráfico del criminal, la descripción antropométrica y breves
tintos a la representación fotográfica del cuerpo criminal: la anotaciones que seguían un patrón nonnalizado. Luego, orga-
aproximación "realista", y aquí por realismo se entiende ese nizó estas fichas mediante un completo sistema de archivo
venerable (medieval) realismo filosófico que insiste en la ver- basado en la estadística.
dad de las premisas generales, en la realidad de las especies y Francis Calton, estadístico inglés y fundador de la eugene-
tipos, y la igualmente venerable aproximación "nominalista", sia, inventó a su vez un método de retratismo compuesto.
que niega toda realidad de las categorías genéricas fuera del Calton actuaba en la periferia de la criminología. No en vano,
constructo mental. El primer planteamiento puede ser visto SU interés en la herencia y el "mejoramiento" racial le llevó a

como demasiado teórico y "científico" en sus objetivos, inclu- unirse a la búsqueda de un "tipo climinal" determinado hio-
so encubiertamente teórico. Por tanto, los aspirantes a cientí- lógicamente. Mediante una de sus varias aplicaciones del retra-
ficos del crimen buscaban el conoc:imiento y el dominio de un tismo compuesto, Calron intentó comtruir una aparición
"tipo de criminal" difícil de capturar, mielllras que los "técni- puramente óptica del tipo criminal. Esta impresión fotográfi-
cos" del crimen buscaban el conocimiento y el dominio de los ca del rostro abstracto, definido estadísticamente e inexisten-
criminales individuales. Aquí radica una distinción terminoló- te empíricamente, de un criminal era a la vez el más grotesco
gica, y una división del trabajo entre la "criminología" y la "cri- y el más sofisticado de muchos intentos concurrentes de inte-
minalística". La criminología perseguía el cuerpo criminal en grar las pruebas fotográficas en la búsqueda de la esencia del
general. La criminalística buscaba a "este" o "aquel"' cuerpo crimen.
criminal. Los proyectos de Bertillon y Calton constituyeron pues dos
Contrario al concepto comúnmente admitido de "fotogra- polos metodológicos de los intentos positivistas por definir y
fía de camet" como un claro ejemplo de poderoso empirismo regular la desviación social. Bertillon perseguía individualizar.
visual completamente denotativo y libre de cualquier pretensión Sus pretensiones eran práLlicas y operativas, una respuesta a
artística, esta primitiva utilización instrumental del realismo las demandas del trabajo policial urbano y a la política de la
fotográfico fue sistematizada en base a admitir las inadecua- lucha de clases fragmentada durante la Tercera República.
ciones y limitaciones del empirismo visual ordinario. Aú, du- Ca !ton pretendía visualizar la evidencia genérica de las leyes
rante la década de 1880 se desplegaron dos sistemas de des- de la herencia. Sus aspiraciones eran teóricas, el resultado de
cripción del cuerpo criminal; amhos pretendían sustentar la curiosidades eclécticas, aunque, en definitiva, de ideas fijas,
evidencia fotográfica en métodos estadísticos más abstractos. de uno de los últimos caballeros victorianos que al mismo
Esta fusión de óptica y estadística era fundamental para una tiempo era científico aficionado. Sin embargo, el trahajo de
integración más amplia de los discursos de representación Bertillon tuvo sus propias implicaciones y su contexto teórico,
visual y los de algunas ciencias sociales del siglo XIX. A pesar de al igual que la investigación tristemente jovial de Calton reco-
poseer un origen teórico común, de la intersección de la foto- noció sus implicaciones prácticas en el programa ideológico y
grafía con la estadística, se obtuvieron resultados diferentes en político del movimiento eugenésico internacional. Los dos
los trahajos de dos personas distintas: Alphonse BerLillon y homhres estaban comprometidos con las tecnologías de regu-
Francis Galron. lación demográfica. El sistema de identificación criminal de
El funcionario de policía de París Alphonse Bertillon in- Bertillon era parte de los esfuerzos por poner en cuarentena
ventó el primer sistema de identificación criminal moderno y permanentemente a una clase de criminales habituales o pro-
efectivo. El suyo era un sistema bipartito, que situaba un regis- fesionales. Calton pretendía intervenir en la reproducción
tro individual "microscópico" en un conjunto "macroscópico". humana por medio de la política pública, alentando la propa-

148
149
gación de los "aptos" y desalenlando o evitando absolutamen- ¿Quién, o qué, era el hombre medio? Una pregunta menos
te la de los "no aptos". frívola sería: ¿Cómo era el hombre medio? Quetelet introdujo
La proclividad al idealismo, al territorialismo, y a la con- este carácter compuesto en su TraTado de 1835 Sur I'h01mne. En
ciencia de clase de la historia intelectual nos han impedido éste argumentaba que los grandes conjuntos de datos sociales
darnos cuenta de los puntos en común que tienen Bertillon y revelaban una regularidad de incidencias que únicamente
Galton. Mientras Gallon ha sido considerado objeto adecua- podían ser considerados como una evidencia de determinadas
do, acaso un poco excéntrico, dentro de la historia de la cien- leyes sociales. Esta regularidad tenía claras implicaciones polí-
cia, Bertillon sigue siendo considerado un funcionario admi- ticas y morales, así corno epistemológicas: "Cuanto mayor era
nistrativo, recordado únicamente por los historiadores de! el número de individuos observados, más se difuminaban las
anecdotario de la policía. peculiaridades individuales, ya fuesen flsicas o morales, los
Para explomr el terreno compartido por el funcionario de hecllos generales se situaban en un punto de vista prominen-
policía y el caballero estadístico, necesito introducir una ter- te, en virtud del cllalla sociedad existe y queda preservada".""
cera figura. Tanto el proyecto de Bertillon como el de Galton Quetelet perseguía trasladarse de la matematización de los
se cimentaban en la emergencia y la codificación de la esta- cuerpos individuales a la de la sociedad en general. En Sur
dística social durante las décadas de 1830 y 1840. Ambos se {'homrne incluía una gráfica referente a varias biografías cuanti-
basaban en la categoría conceptual central de la estadística tativas de la capacidad productiva y reproductiva del Ilombre y
social: la noción del "hombre medio" (l'homme moyen). Este la mujer medios. Por ejemplo, calculó la fluctuación de la
concepto fue inventado (explicaré en breve que en realidad fecundidad respecto a la edad de la mujer. Utilizando los datos
fue reinventado) por e! astrónomo y estadístico belga Adolphe de estudios realizados con un dinamómetro, realizó una grá-
Quetelet. i\unque sea actualmente menos recordado que fica sobre el poder muscular de los hombres y las nu~eres
Auguste Comte, Quetelet es el otro de los primeros y más de diferentes edades. En e! ámbito de! grupo social, la historia de
significativos arquitectos de la sociología, e! que realmente dis- la vida se leía como la curva de una gráfica. (Aquí encontra-
puso los fundamentos del paradigma cuantitativo en las cien- mos, en su forma extrema, la pretiguración del naturalismo de
cias sociales. Buscando regulatidades estadísticas en los índi- Zola: una narrativa cuantitativa y subliteraria del organismo
ces de natalidad, mortalidad y criminalidad, Quetelet esperaba social generalizado).
materializar la propuesta del filósofo de la Ilustración Si vemos que las primeras contribuciones estadísticas de
Condorcet sobre las "matemáticas sociales", es decir, una cien- Quetelet a la industria de los seguros de vida pueden ser con-
cia matemáticamente exacta que descubriera las leyes funda- sideradas como cruciales para la regularización de esa forma
mentales de los fenómenos sociológicos. Quetelet ayudó a organizada de juego conocida como capital financiero, sus
eSl.ablecer algunas de las primeras tablas de mortalidad utili- gráficas sobre el incremento y descenso de las energías del ser
zadas en Bélgica y a fundar, en 1853, una sociedad internacio- humano se pueden ver como un intento de conceptualizar al
nal para la promoción de los métodos estadísticos. Como ha Hércules del capitalismo industrial, al que Marx denominaba
sugerido el filósofo de la ciencia Ian Hacking, la ascensión de "el trabajador medio", la personificación de la capacidadlabo-
la estadística social, mediado e! siglo XIX, fue crucial para la ral del grupo.:;¡ y fuera de la esfera del trabajo asalariado,
sustitución de teorías estrictamente mecanicistas por un para- Quetelet creó sin darle nombre la figura de la madre media,
digma basado preferentemente en la probabilidad. Quete!et crucial para las nuevas ciencias demográficas que intentaban
era un determinista, pero creó un dett'rminisIIlo basado en las nerviosamente trazar una gráfica de los recursos numéricos
férreas leyes de la probabilidad. Este paradigma emergente rt'lativos de una clase frente a otra y de una nación frente a
conduciría finalmente al indeterminismo. 2" otra nación.

150 J51
Para Quetelet la manifestación más enfática de la regulari- Así concebido, el "hombre medio" constituía un ideal, no
dad del fenómeno social provenía de las estadísticas de crimi- únicamente de salud social, sino también de estabilidad social
nalidad. Las "estadísticas morales" proporcionaban el eje para y de belleza. Con unas interesantes metáforas, que revelan
su creación de una "física social" que demoliera el prestigio de tanto las fuentes astronómicas como las ambiciones estético-
los paradigmas morales basados en el libre albedrío. El crimi- políticas inherentes a la "física social" de Quetelet, definió las
nal no era más que un agente .de las fuerzas sociales determi- normas sociales como "centro de gravedad", y al hombre
nistas. Es más, las estadísticas sobre criminalidad aportaban medio como "la representación de todo lo que es bello, de
la base "sinecdóquica" para una descripción más amplia del todo lo que es bueno" ." El crimen constiruía una "fuerza per-
campo social. Como ha explicado Louis Chevalier, QueteIet turbadora" que actuaba para romper el delicado equilibrio de
inauguró una "descripción cuantitativa que tomaba las esta- este mecanismo social implícitamente republicano. Aunque
dísticas de criminalidad como el punto de partida de una des- Quetelet estaba construyendo un modelo cuantitativo de la
cripción de la vida urbana como un todo".32 Chevalier va más sociedad civil y describía sólo indirectamente el perfil de un
allá diciendo que las estadísticas de criminalidad contribuye- bien común ideal, su modelo de orden social gravitacional
ron, de este modo, a la penetrante concepción burguesa del presenta una similitud llamativa al Leviatán de Hobbes."
carácter esencialmente patológico de la vida en la metrópolis, Como Hobbes, Quetelet empezó con cuerpos individuales
especialmente en el París de la Monarquía de Julio. La contri- atomizados y volvió a la imagen del cuerpo para describir el
bución terminológica de Quetelet a esta mcdicalización del grupo social. Sin embargo, Quetelet trabajó en un clima de
campo social es evidente cuando hace referencia al estudio entusiasmo fisiognómico y frenológico y, por tanto, las prime-
estadístico de la criminalidad como a una forma de "anatomía ras estadísticas sociales pueden ser consideradas como una
nioral". variante de una forma elaborada de fisiognomía. Por ejemplo,
Quetelet depuró su noción de "hombre medio" con herra- Quetelet aceptaba, a pesar de su republicanismo, la noción de
mientas conceptuales que tomó prestadas de la astronomía y finales del siglo XVIII sobre el ángulo craneal, que, como Geor-
de la teoría de la probabilidad. Observó que los grandes gm- ge Mosse argumentó, surge de la apropiación por parte de
pos de datos sociales "principalmente datos antropométricos" la antropología preevolucionista del idealismo clasicista de la
se adaptaban a un modelo correspondiente a una curva en Ilustración de WinckIemann."" Basado en parte en los testi-
forma de campana desarrollada por Gauss en 1809, en un monios histórico-artísticos de las nobles frentes griegas, esta
intento de determinar medidas astronómicas precisas partien- ficción geométrica y racista ddinía una jerarquía descenden-
do de la distribución al azar de errores alrededor de una te de tipos de cabezas, seguramente con las frentes rectas de
media central. Quetelet reconoció esta curva binomial simé- los caucásicos más cercanas a ese modelo ideal perdido que
trica como la expresión matemática de una ley social funda- las frentes simiescas de los ah'icanos. Por su parte, Quetelet
mental. Mientras que él admitía que el hombre medio era una estaba menos interesado en una antropología física abierta-
ficción estadística, esta ficción vivía dentro de la configuración mente racista que en detectar los modelos de evidencias cor-
abstracta de la distribución binomial. En una extraordinaria porales de desviación de la "normalidad". Es comprensible
unión metafórica de la diferencia individual y el error mate- que se sintiera atraído hacia aquellas variantes del pensa-
mático, Quetelet definió la parte central de la curva, ese con- miento fisiognórnico que pretendía sistematizar los signos
junto de mediciones agrupadas alrededor de la media, como corporales en base a un esquema de cuantificación geométrica.
la zona de normalidad. Las mediciones divergentes tendían A partir de Quetelet, los estadísticos biosocialcs estuvieron
hacia las regiones más oscuras de la monstruosidad y la pato- cada vez más absorbidos por las investigaciones an tropométri-
logía biosocial. :<1 cas, centradas tanto en las proporciones del esqueleto corpo-

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ral como en el volumen y la configuración dc la cabeza.'17 La 110 del pensamiento de la escuela francesa de criminología
inherente fascinación idealista por las frentes rectas se puede durante la década de 18RO. En el primer período de su carre-
percibir incluso en el modelo de sociedad ideal de Quetelet; ra Tarde era magistrado, y en 1R94 se convirtió en el director
sostenía que el progreso social comportaría una disminución de la Oficina de Estadística del Departamento de Justicia de
de los casos defectuosos o inferiores. con el consiguiente París, lo que le llevó a ser el supervisor abstracto del tlLÜO y
incremento de la zona de normalidad. Si consideramos qué es refll~o de la criminalidad regulada. Su formación teórica y de
lo que significa esta proyección utópica en cuanto a la curva ejercicio legal hizo que intentara una modificación crítica del
binomial. tenemos que imaginarnos una configuración erecta determinismo extremo de Quetclet, que había ahsuelto a los
con un pico cada vez más agudo: el ideal clásico en su máxi- criminales de toda responsabilidad. Después de todo, la teoría
mo exponente. legal clásica no estaha dispuesta a abandonar su capacidad
Verdaderamente. la fisiognomía proporcionó un terreno ideológica para sostener el derecho del Estado a castigar a los
discursivo en el que se encontraron el arte y las ciencias bio- criminales por sus fechorías. En 1890 Tarde avanzó una no-
sociales emergentes a mediados del siglo XIX. En este contex- ción de "responsabilidad criminar' basada en la continuidad
to, el entusiasmo explícito de Quetelet por el modelo de prác- de la identidad individual dentro de un medio social compar-
tica artística es comprensihle. pero el tema no es tan sencillo. tido, un medio de "similitud social". El modelo psicológico de
A pesar del carácter abstracto de sus técnicas, Quetelet poseía individualidad de Tarde asumía una coherencia narrativa
la ambición estética de comparar su proyecto con los estudios interna del yo esencial: "La identidad es la permanencia de la
de Durero sobre las proporciones corporales. El estadístico persona, es la personalidad considerada desde el punto de
argumentaba que su "objetivo había sido, no sólo volver a exa- vista de su duración". 41
minar la obra de Alberto Durero, sino hacerlo a una escala El planteamiento hasta cierto punto nominalista de Tarde
más amplia". 38 Así, el empirismo visual retuvo su prestigio fren- sobre la filosofía del crimen y el castigo se podría comparar
te a un nuevo objeto (la sociedad) que no podía en modo con una formulación más práctica de Alphonse Bertillon,
alguno ser visualizado efectiva o totalmente.'9 director de la Oficina de Identificación de la Comisaría de
A finales del siglo XIX, este modelo esencialmente organi- Policía de París. En 1893 Bertillon aportó la siguiente intro-
cista de un campo social visible estaba en crisis. Las condicio- ducción a su sistema, ya vigente desde hacía unos diez años, y
nes en que se realizaba el enlace honorífico de Quetelet entre conocido como "bertillonaje'· y como "anotaciones signaléti-
la estadística emergente y el venerable paradigma óptico cam- cas": "En la práctica penitenciaria las anotaciones signaléticas
biaron completamente y de un modo explícito. El sociólogo acompañan a cada recepción, a cada ingreso ele individualidad
francés Gahriel Tarde sostenía en 1883 que "un despacho esta- humana; este registro guarda el rastro de la presencia real
dístico se puede comparar con un ojo o una oreja", e iba más actual de la persona solicitada por un documento judicial o
allá al decir que: "cada uno de nuestros sentidos nos propor- administrativo [ ... 1 La tarea es siempre la misma: guardar los
ciona, a su manera y desde su punto de vista específico, las suficientes antecendentes de una personalidad para poder
estadísticas de! mundo externo. Sus sensaciones características identificar la actual descripción con la que se pueda presentar
son en cierto modo sus tablas gTáficas. Cada sensación [ ... ] es en un futuro. Desde este punto de vista la identificación de ras-
sólo un número".·o Aquí la transición ~e realiza desde el pres- gos es el mejor instrumento para la prueha de reincidencia,
tigio de lo visual y lo orgánico al prestigio de la abstracción que necesariamente implica la prueha de identidad. 1"
burocratizada e institucionalizada. En efecto, el archivo policial de Bertillon funcionaba como
Tarde fue una figura central, no sólo en la extinción de los UIla máquina biográfica compleja que, presumiblemente, pro-
modelos de sociedad organicistas, sino tam hién en e! desarro- porcionaba resultados simples y sin ambigüedad. Pretendía

131 155
identificar a los delincuentes reincidentes, esto es, criminales P¡,(/( JI

que podían ser considerados "habituales" o "profesionales" en -==-~-=~

su comportamiento desviado. La preocupación que inspiraba GllNE~ SRAPE OF TRE READ SllllN IN PROFII.E
la reincidencia era de una enorme importancia social en la
década de 1880. Bertillon, de todos modos, no profesaba nin-
guna tearía sobre el tipo criminal, ni tampoco sobre la conlÍ-
nuidad y discontinuidad psíquica que pudiera diferenciar a los
criminales "responsahles" de los "irresponsables". Estaba muy
sensibilizado sobre la jerarquía de estatus entre su Oficina de
Identificación y la misión más teórica de la Oficina de Esta-
dística. (Bertillon era el hijo de un eminente antropometrista,
T.ouis Adolphe Bertillon, y según parece, se esforzó mucho por
reivindicarsc a sí mismo tras un comienzo poco prometedor
como simple funcionario de policía). Era más un ingeniero
social, un funcionario técnico con mucha inventiva, que un
criminólogo. Su objetivo era ba.sar el trabajo policial en prin-
cipios científicos, ya que veía que la mayoría de los agentes de
policía no estaban familiarizados con técnicas de investigación
coherente y rigurosamente empíricas. En parte, sus pretensio-
nes eran aligerar el trabajo de clasificación de delincuentes y
utilizar con eficacia la labor de funcionarios sin formación. En
muchos aspectos guarda similitud con su coetáneo americano,
Frederick Winslow Taylor, el inventor de la gestión científica,
el primer sistema de disciplina de las fábricas modernas.
Bertillon puede ser considerado, al igual que Taylar, como un
profeta de la racionalización. He aquí a Bertillon describiendo
la rapidez de este proceso: "Cuatro parejas de policía bastan,
en París, para medir, cada mailana desde las nueve en punto
hasta el mediodía, de 100 a 150 hombres arrestados el día
anterior".H En última instancia, este proceso no era suficien-
temente rápido, y ahí radica el principallllotivo de su desapa- Alphonse Bertillon, Tdentificación tlntropomórfica, 1893.
rición, transcurridos treinta aúos.
¿Cómo funcionaba el sistema de Bertillon? Fueron muchos
los problemas con los anteriores intentos de identificación cri- descubrir entre todas ellas alguna que se parezca a un delin-
minal. La promesa que había representado la fotografla se Cll("nte que haya asumido una falsa personalidad. De nada ha
había desvanecido frente un archivo de imágenes masivo y servido que en los últimos diez aúos la policía de París haya
caótico. El problema de la clasificación era de capital impor- recopilado más de 100.000 fotografías. ¿Cree ellcctor que es
tancia: "La recopilación de retratos criminales ha romado una posible comparar sucesivamen te cada una de ellas con cada
envergadura tan considerable que es ya físicamente imposible una de las que se toman a los 100 individuos que son arresta-

l!i(i L~7
dos diariamente en París) Cuando se intentó hacerlo en el en sucesivas subdivisiones, cada una basada en una separación
caso de un delincuente particularmente fácil de identificar, la tripartita ele cifras entre inferior a la media, media, por enci-
búsqueda supuso más de una semana de dedicación, por no ma de la media, Bertillon consiguió archivar 100.000 expe-
hablar de los errores y los descuidos que en un trabajo tan fati- dientes en una red ele cajones, en los que el subconjunto
goso para la vista es imposible no cometer. Se necesitaba un menor dentro de cada uno de ellos consistía en aproximada-
método de eliminación análogo a los u tilizados en botánica y mente doce fichas de identificación. Habiendo, por tanto,
zoología; es decir, un método basado en los elementos carac- procesado por separado 100.000 prisioneros y 20.000 prisio-
terísticos de la individualidad"."" neras durante la década entre H\83 y 1893, Bertillol1 se sintió
A pesar de la última parte de esta observación, Bertillon no con la suficiente confianza como para afirmar que su sistema
pretendía relacionar individuo con especie, sino extraer un era "infalible". Con él había identificado "infaliblemente" a
individuo de la especie. Con esta intención inventó un sistema 4.564 reincidentes!7
esquemático de clasificaeión no tan basado en la categoriza- Poelemos decir que Bertillon transformó la curva binomial
ción taxonómica de tipos como en una ordenación de casos en un mueble ele oficina. Fue uno de los primeros en utilizar
individuales dentro de un conjunto segmentado. Había falla- los documentos fotográficos que comprendió cual era el pro-
do estrepitosamellle en su primer intento de clasificar las foto- blema fundamental del archivo: el volumen. Dado que recu-
grafías policiales según el tipo de delito, por razones obvias." rría a un método estadístico, ¿qué valor semántico encontró
Los delincuentes podían haber constituido un "tipo profesio- en las fotogratIas? Él consideró la fotografía como un signo
nal", corno sostenía Tarde, pero no seguían necesariamente conclusivo final en el proceso de identificación. En última ins-
un estricta especialización en su trabajo. tancia, era el roStro fotografiado extraído del archivo el que
Bertillon perseguía romper con la gran habilidad para dis- debía coincidir con la cara del sospechoso fotografiada de nue-
frazarse de los delincuentes profesionales, para adoptar iden- vo, incluso si esta pmeba "fotográfica" final dependía de una
tidades falsas, biografías múltiples, y coartadas. Lo hizo fusio- serie de etapas más abstractas.
nando la antropometría, la precisión óptica de la cámara, un Bertillon fue crítico con la fotografía no sistemática practi-
vocabulario fisiognómico refinado y la estadística. cada por los primeros técnicos y funcionarios de policía. De-
En primer lugar, Bertillon calculó, sin un conocimiento fendía contundentemente un modelo neutral de representa-
demasiado sofisticado del cálculo de probabilidades, que la ción estética: "En los retratos comerciales y artísticos, es muy
posibilidad de que dos individuos compartieran la misma serie importante todo lo relacionado con la moda y el gusto, la foto-
de once medidas corporales era del orden de una entre cuatro grafía policial, liberada de estas consideraciones, nos permite
millones."' Registró estas once medidas como constantes en observar el problema desde un punto de vista más simple:
cualquier cuerpo adulto. Sus notas signaléticas interrelaciona- ¿Qué pose es teóricamente la mejor para este o aquel caso?""
ron su "identificación antropométrica de rasgos" establecién- Bertilloll insistió en la utilización de una distancia focal
dolas como series numéricas,junto con una descripción verbal normalizada, una iluminación plana y uniforme, y una distan-
en notas taquigráficas de las marcas distintivas y dos retratos cia fija en trI" la cámara y el poco predispuesto modelo. La foto-
fotográficos, de frente y de perfil. gratIa de perfil servía para eliminar la contingencia de la
El segundo problema de Bertillon era la organización de expresión; el contorno de la cabeza seguía siendo inalterable
las fichas individuales dentro de un sistema de conjunto del por el tiempo. La toma frontal proporcionaba un rostro más
que se pudieran extraer con facilidad. Con este fin, Bertillon reconocible dentro de los otros apartados del trabajo policial
buscó el apoyo de las prodigiosas energías racionalizado ras menos sistematizados. Estas últimas fotografías eran de más
del "hombre medio" de Quetelet. Organizando sus medidas ayuda en la búsqueda de sospechosos que todavía no habían

158 159
sido arrestados, cuyos rostros debían ser reconocidos por los siendo necesaria pero insuficiente) al texto verbal y las series
inspectores en la calle, numéricas. No era éste un mero proyecto archivÍstico inde-
El objetivo de llertillon era tanto clasificar la fotografía pendiente. Podremos entender otro imperativo, más global, si
mediante un registro vitruviano de los rasgos antropométricos recordamos que uno de los problemas de la policía de finales
y la curva binomial como intentar traducir los signos aporta- del siglo XIX era la transmisión telegráfica de la información
dos por la fotografía misma a otro registro, un registro verbal. concerniente a los sospechosos. La policía se las veía con opo-
Por tanto, su tarea implicaba dominar dos facetas, una interna nentes que también disponían de los modernos ingenios,
y otra externa, de la contingencia de la fotografía, Su inven- incluyendo el ferrocarril.
ción del por'lrail-parLé (la "'imagen hablada" o retrato verbal) ¿Por qué era tan importante para la Francia de la década
era un intento de superar las inadecuaciones de un empirismo de 1880 la cuestión de la reincidencia? Robert Nye ha explica-
puramente visual. Organizó extensos esquemas taxonómicos do recientemente que este tema llega al programa político de
de las características de la cabeza del varón utilizando foto- los republicanos gambettistas durante la Tercera República,
grafías de cada sección. Dedicaba una especial atención a la que trajo la Ley de Relegación de ] 885, la cual establecía una
morfología de la oH'ja, en una nueva fascinación fisiognómica política draconiana de transporte a las colonias para los delin-
con dicho órgano que lo retrotraía a Lavater. 49 Pero en el fon- cuentes reincidentes. La norma establecía una cuota variable
do de esta anatomía comparativa, Bertillon buscaba reinventar de deliros menores y crímenes, incluyendo el vagabundeo, que
la fisiognomía en términos precisos de carácter etnogrático y podía comportar el exilio permanente a la Guayana o Nueva
no metafísico. Mediante la construcción de un vocabulario Caledonia. La crisis agrícola en Francia durante la década de
signalético estrictamente denotativo, su proyecto perseguía el 1880 provocó un renovado flujo urbano masivo de campesinos
dominio de una traducción inequívoca de la apariencia a las desplazados a la ciudad. El debate sobre la reincidencia se cen-
palabras. tró en el peligro social que representaban los vagabundos, a la
Para Bertillon, el cuerpo criminal no expresaba nada. No vez que se contemplaha el ambiente de los pobres urbanos
existían secretos caracterológicos escondidos bajo la superficie crónicamente desempleados como una fuente de incremen-
del cuerpo. Más bien, dicha superficie junto con el esqueleto to de la criminalidad. Y la e\~dencia de una renovada militan-
enm índices de un tipo más estrictamente material. La identi- cia de la clase trabajadora que supuso la ola de huelgas de
ticación antropométrica de rasgos era el registro de la cons- 1881 no suponía una menor preocupación para los defensores
tancia morfológica del esqueleto adulto, por tanto la clave de del orden, después de una década de paz conseguida con la
la identidad biográfica. Del mismo modo, las cicatrices y otras masacre de los comuneros. En su aspecto más extremo, el
deformaciones de la carne nos cuentan mucho, no sobre una debate sobre la reincidencia incluía a los vagabundos, los anar-
innata propensión al crimen, sino sobre la historia física del quistas y los reincidentes dentro de una única tigura com-
cuerpo: sus vivencias, ocupaciones y desgracias. puesta de amenaza social.:'o
Para Bertillon, el dominio del cuerpo criminal requería El propio Bertillon impulsó su sistema en el contexto de
una carnparia de inscripción masiva, una transformación de este debate. Habiendo identificado a su primer reincidente en
los signos del cuerpo en un texto, un texto que fuera redu- febrero de 1883, expuso inmediatamente que su sistema de
ciendo la descripción verbal a una taquigrafía denotativa, la c1asilicación binomial sería esencial para la aplicación de cual-
cual sería entonces puesta en relación con las series numéri- quier ley de relegación. Describía un ambiente de la clase tra-
cas. Así, Benillon arrestó el cuerpo criminal, detenninó su bajadora parisina atravesando por lo que se podría denominar
identidad como cuerpo que ya había sido definido como cri- festivamente una "crisis de identidad". Durante la Comuna, to-
minal, mediante la subordinación de la imagen (que seguía elos los registros de la ciudad anteriores a 1859 se quemaron;

160 l(jl
todo parisino de más de veintidós años de edad tenía la li- petir con el de huellas digitales, una técpica sinecdóquica más
bertad de inventar y reinventar un nacimiento falso. Es más, radical, inventada en parte por Francis CalLon, que estaba tan
Bertillon dijo que existía un extraordinario tráfico de docu- interesado en la identificación como en la tipología. Con el
mentos falsos, y citaba el testimonio de algunos encargados de advenimiento de la dactiloscopia, se hizo evidente que el cuer-
las industrias más "insalubres" (fábricas de plomo y fertilizan- po no tenía necesariamente que ser "circunscrito" para su
te, por ejemplo) que contaban que frecuentemente los que les identificación. Por el contrario, la llave de la identidad se
pedían trabajo volvían a aparecer dos semanas después de podía encontrar en el más mero rastro de la presencia táctil
baber sido rechazados con papeles completamente nuevos y del cuerpo en el mundo. Es más, la dactiloscopia era más pro-
nombres diferentes." En realidad, Bertillon quería revisar un metedora en un sentido taylorista, ya que se podía llevar a
campo social que había entrado explosivamente en la multi- cabo por funcionarios menos especializados. Al final de la pri-
plicidad. mera década de 1900, el sistema de Bertillon había alcanzado
Uno de los aspectos más curiosos de la reputación de su método más diciente y menos incómodo, aunque durante
Bertillon radica en el modo en que su método, que va contra algunos años funcionaron sistemas híbridos.'-'
toda doctrina metafísica o esencialista del yo, podía ser consi- Para Berrillon, el tipo existía únicamente como medio de
derado como un triunfo del humanismo. Uno de sus biógrafos depuración de la descripción de individualidad. Los inspecto-
lo expresó de este modo: "Un hombre como él inició inevi- res no se podían permitir el lujo de no ser nominalistas.
tablemente una especie de romance con una técnica cuyo ob- Bertillon no estaha solo en esta comprensión de las peculiari-
jetivo era individualizar a los seres humanos"." El propio dades de la búsqueda policial de la especificidad del crimen.
Rertillon contribuyó a esta lectura "humana" de su proyecto: Por ejemplo, el inspector jefe de la ciudad de Nueva York,
"¿No es al fin y al cabo un problema de este tipo el que esta- Thomas Byrnes, publicó en 1886 una extensa "galería de píca-
blece la base del eterno melodrama popular acerca de los ros" titulada Pmfessional Criminals 01 A.merica. Aunque Byrnes
niños perdidos, intercambiados y recuperados?"" Pero en con- practicaba un tipo de forografía menos sistemática que la de
textos más técnicos y teóricos, e! grado en que el bertillonaje Bertillon, expuso con claridad que la clásica tipificación fisiog-
erosionó "lo singular" de! yo quedaba claro. Bertillon, junto nómica no tenía ningún valor en cuanto a la búsqueda de los
con un coautor, escribió en 1909 que, de acuerdo con la lógi- delincuentes "más importantes y más peligrosos" cuyo aspecto
ca de la curva binomial, "cada observación de cada gmpo de "no sugería en absoluto quiénes eran" .c," En el caso de Berti-
observaciones debe ser definida, no por su valor absoluto, sino lIon, la resistencia a la teoría de un tipo criminal condiciona-
por la desviación que presente respecto al eje aritmético"." En do biológicamente también estaba en consonancia con la
consecuencia, incluso el Bertillon nominalista se veía forzado corriente general de la teoría criminológica francesa de fina-
a admitir la realidad superior del "hombre medio". El indivi- les del siglo XIX, la cual subrayaba la importancia de la influen-
duo únicamente podía ser identificado invocando los poderes cia del entorno en la determinación del comportamiento
de este genio. Y el individuo sólo existía corno un individuo al delictivo. Por ello la "escuela francesa", y en especial Gabriel
ser identificado. La individualidad como tal no tenía significa- Tarde y Alexandre Lacassagne, se opusieron al determinismo
do. Visto "objetivamente", el yo ocupaba una posición que era biológico de la "escuela italiana" de antropología criminal,
totalmente relativa. que se centraba en la teoría cuasi darwiniana, del anatomista-
El sistema de Bertillon proliferó ampliamente y fue recibi- cráneometrista Cesare Lombroso, sobre el delincuente como
do con entusiasmo, especialmente en los Estados Unidos, con- "ser atávico que reproducía en su persona los feroces instintos
tribuyendo a la internacionalización y normalización de los de la humanidad primitiva y ele los animales inferiores" .." Contra
métodos policiales. El sistema antropométrico tuvo que com- esta línea de pensamiento, Lacassagne argumentaha que "el

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entorno social es la cultura materna de la criminalidad; el Pero incluso los trabajos que pretendían acabar con el biolo-
delincueute es el microbio".'8 (En este contexto. es importan- gismo dogmático de Lombroso establecían una jerarquía simi-
te apuntar la admiración mutua que se profesaron Pasteur, el lar. El racionalismo cientítico despreciaba los productos \~sua­
cazador de microbios, y Rertillon, el cazador de reinciden- les de una delincuencia primitiva. Era un discurso cuasietno-
tes).59 Los franceses podían medicalizar el crimen y, a la vez, lógico. Consideremos, por ejemplo, un trabajo de Charles
señalar los tactores ambientales. Apareció un abanico de posi- Marie Debierre que argumentaba contra el atavismo y a favor
ciones, algunas más de tipo médico, otras más bien socio- de la degeneración, titulado tipológicamente Le mine des cn-
lógicas. Tarde insistía en que el crimen era una profesión que minels, Este libro contenía un capítulo ilustrado sobre "las
proliferaba a través de los canales del comportamiento imita- bellas artes en las cárceles" como tema objeto de estudio psi-
tivo. Otros sostenían que el delincuente era un "tipo degene- cológico del delincuente. eno de los capítulos siguientes pre-
rado" que sufría más agudamente los efectos ambientales noci- sentaba una serie de fotografías de las cabezas cortadas de
vos del entorno urbano que los no delincuentes. 5o convictos, "tomadas un cuarto de hora después de su deca-
A pesar de las pronunciadas diferencias entre las facciones pitación". Frente a estos especímenes de degeneración, este
encontradas de la emergente profesión criminológica, casi fisiognomista de la guillotina observava: "Degroote and Clayes
todos los practicantes compartían un entusiasmo común por [, .. ] sus caras carentes de toda inteligencia y sus ojos salvajes
la representación fotográfica del tipo criminal, con la notable revelan que bajo sus cráneos no hay lugar para la compasión".
excepción de Tarde, quien soslayó el humilde empirismo del Trabajos de este tipo dependían en una forma extrema de la
estudio de casos para dedicarse a las más elevadas, aunque inferencia estadística: hasar las generalizaciones fisiognómicas
nominalistas, meditaciones sobre el prohlema de la criminali- en muestras muy limitadas. 6l
dad. Antes de dirigir nuestra mirada a la peculiar contribución Todo ello nos lleva finalmente a Francis Calton, que inten-
de Francis Calton a la búsqueda del tipo criminal, quiero tó superar las limitaciones de este tipo de sistema de sacar con-
hacer notar que durante la década de 1890 en particular, apa- clusiones precipitadas de los estudios de casos indhiduales.
reció en Francia e Italia una profusión de textos que ofrecían Allí donde Bertillon actuó como un sistematizador com-
evidencias fotográficas de tipos criminales básicos. Aunque los pulsivo, Galton lo hizo como un cuantificador compulsivo.
autores discutían entre ellos sohre la naturaleza "atávica" o ;"1ientras Bertillon estaba preocupado sohre todo por el triun-
"degenerada" del delincuente, a un nivel más profundo com- fo del orden social frente al desorden, Ga1t.on lo estaba por el
partían una batalla común. Esta era una lucha de representaci- triunfo de la jerarquía establecida sohre las fuerzas del equili-
ones. La fotografía actuaba como la imagen de una verdad brio y la decadencia social. En realidad ambos proyectos no
científica, incluso tl'ente a la demostración de Bertillon de las eran incompatibles. No obstante, en un plano teórico, Galton
inadecuaciones del medio. Las fotografías y las ilustraciones está más cerca de las preocupaciones de la escuela italiana de
técnicas eran mostradas como representaciones inferiores, no antropología climinal y del determinismo biológico en gene-
únicamente contra el cuerpo del delincuente en ellas repre- ral. Las imágenes compuestas basadas en la técnica de Galton,
sentado, sino también contra el cuerpo como portador y pro- propuesta por primera vez en 1il77, proliferaron ampliamente
ductor de sus propias representaciones inferiores. Estos textos durante las tres décadas siguientes. Una composición de crá-
pueden ser considerados como una hatalla entre la cámara y neos de criminales aparece en los álbumes de la edición fran-
el tatuaje, entre el dibujo erótico y los graffiti de una subcultu- cesa de 1895 y en la edición italiana de 1896-1S97 de L'uomo
ra de prisión. Para Lombroso, el tatuaje era una marca parti- de1in'luente de Lombroso. De la misma manera, la ohra The
cular de atavismo, ya que los criminales compartían esta prác- CTiminal de Havelock E!lis, que se adhería a los postulados de
tica con tribus que supuestamente eran menos evolucionadas. la escuela italiana y que estableció el punto álgido del IOlll-

161 165
ma evolucionista de su primo Charles Darwin, a finales de la
década de 1860, y el descubrimiento tardío del trahajo de
Gregor 1.1endel sohre la herencia genética en 1899. Desde un
punto de vista político, Galton pretendía articular un programa
de mejora social a través de la educación. Este programa giraba
en torno a una profunda biologizaóán ideológica de las relacio-
nes de clase existentes en Inglaterra. Los eugenésicos justifica-
ban su programa en términos utilitaristas: reduciendo el núme-
ro de "no aptos" se reducía el número de predestinados a la
infelicidad. Pero el movimiento eugenésico que fundó Galton
floreció en un contexto histórico (similar en este aspecto a la
Tercera República francesa) de descenso de la natalidad de la
clase media, conjugado con los miedos de esta misma clase
hacia un residuo creciente de pobres urbanos degenerados."5
El trabajo de Galton de 1869, Heredilary Cenáis, era un
intento de demostrar la prioridad, en sus propias palabras, de
la "naturaleza" sobre la "educación" a la hora de determinar la
calidad de la inteligencia humana. De una manera bastante
tautológica, Galton se propuso demostrar que la reputación
de inteligencia equivalía a inteligencia y que los hombres con
(reputación de) inteligencia engendraban asimismo descen-
dencia con (reputación de) inteligencia. Se apropió de la dis-
tribución binomial de Quetelet, observando que los resultados
del examen de admisión de los cadetes del ejército en
Sandhurst se adaptaban al modelo en forma de campana alre-
dedor de una media central. En base a esta evidencia "natura-
Francis Galton, Compuestos n7minales, ca. 187R
liladora", propuso pues una jerarquía cuantitativa de inteli-
gencia general y la aplicó a grupos raciales. Estajerarquía se
brosonismo en Inglaterra, presentaba un fronti~picio galtonia- caracterizaba por un evidente anhelo clasicista: "La capacidad
no en su primera edición de 1890 f ., media de la raza ateniense se sitúa, en la estimación más baja
Tanto Galton como su biógrafo oficioso, el estadístico Kad posible, muy cerca de dos puntos por encima de la nuestra.
Pearson, consideraron la fotografía compuesta como una de Esto es, tanto como nuestra raza está por encima de la raLa
las invenciones intelectuales más cruciales de la carrera de Gal- negra africana" ,it; La eugenesia puede ser catalogada como un
ton. Estudios más recientes sobre Galton tienden a ignorar la intento de empl~ar la media social ingl~sa hacia una Atenas
importancia que se le concendió a lo que ahora parece una perdida e imaginaria, alejándola de una Africa amenazadora e
curiosidad óptica."' igualmente imaginaria.
La relevancia de Galton en la historia de la ciencia radica en La pasión que Galton sentía por la cuantificación y la cate-
el desarrollo de los primeros métodos estadísticos de estudio de gorización numérica coexistieron con una fe cualificada en la
la herencia.'" Su carrera discurrió entre el triunfo del paradig- descripción fisiognómica. Sus obras demostraban un acentua-

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do paralelismo y tensión entre entre el deseo de medir y el datos proporcionados por los sen ridos. Aquí encontró la ins-
deseo de mirar. Sus composiciones de imágenes surgieron del piración en Thomas Huxley. En realidad reivindicaba que el
intento de fusionar las técnicas ópticas y estadísticas en una sistema fotográfico compuesto compartía, e incluso superaba,
sola operación "orgánica". En su obra de 1883, Inquines into la capacidad de la inteligencia artística para generalizar. En
Human Faculty, empieza señalando algunas de las limitaciones este caso, como sucede con Quetelet, podemos observar al
de los intentos precedentes y subsiguientes de llevar a cabo estadístico como artista frustrado.
una tipificación fisonómica: "Siendo las diferencias fisonómi- Galton construyó sus compuestos mediante un proceso de
cas entre los hombres tan pequeñas y numerosas, es imposible exposición y registro de retratos frente a una cámara de repro-
medir y compararlas entre cada una de ellas, y descubrir por ducción sobre una sola placa. Cada una de las sucesivas imá-
métodos estadísticos ordinarios la fisonomía verdadera de una genes era expuesta fraccionalmente y en proporción inversa al
raza. El modo usual es seleccionar individuos que se juzguen número total de imágenes de la muestra. Es decir, si se debía
como representativos del tipo común y fotografiarlos; pero realizar un compuesto de doce originales, cada uno recibiría
este método carece de fiabilidad, ya que el juicio es en sí una doceava parte de la exposición total requerida. Así, las
mismo htlaz. Está dominado por las características grotescas y características distintivas individuales, características idiosin-
excepcionales más que por las ordinarias, y los retratos que se uáticas y que no eran compartidas por todas las imágenes, des-
supone debían ser típicos se asemejan más a caricaturas".67 aparecían en la oscuridad de la subexposición. Lo que queda-
Este libro era un sumario de las investigaciones de Galton ba era la configuración borrosa y nerviosa de los rasgos
durante los quince años precedentes. Desde su crítica inicial comunes a la wtalidad de la muestra. Gallon sostenía que estas
de una postura más fisiognómica, Galton se trasladó directa- imágenes constituían medias legítimas, más aún, que se podía
mente a la prefiguración de su método compuesto. F.l frontis- inferir un mayor número de generalidades de la pequeiia
picio que lo presentaba y las referencias recurrentes a las con- muestra que componía el compuesto. Proponía que la "cons-
clusiones que debían ser extraídas de los compuestos en varios tancia estadística" se conseguía tras "haber combinado treinta
contextos a lo largo de! libro, sugieren que Galton creía que imágenes del mismo tipo al azar". 69
había inventado una herramienta epistemológica prodigiosa. Galton reivindicó su proceso de una manera más amplia y
Consecuentemente, su interés en la imaginería compuesta no lo describió como una forma de "estadística gráfica": "El com-
debe ser observada como una maniohra ideológica transpa- puesto de imágenes es [ ... ] mucho más que un promedio; es
rente, sino como un ejemplo sobredimensionado de bioposi- más bien el equivalente de las largas tablas estadísticas cuyos
tiViS1110. totales, divididos por el número de casos e introducidos en el
¿Cómo produjo Galton sus borrosas apariciones ficticias? balance final, son las medias. Son generalizaciones reales, ya
¿Cómo las interpretó? Al comienzo de sus experimentos tuvo que incluyen todo el material sometido a consideración. La
conocimiento del planteamiento de Herben Spencer de un parte borrosa de su contorno, que nunca es muy amplia en los
proceso de superposición similar. La concepción organicista verdaderos compuestos genéricos, excepto en algunos detalles
de la sociedad de Spencer se puede considerar un terreno abo- sin importancia, mide la tendencia de los individuos a la des-
nado para la noción de un cuerpo generalizado, aunque en viación respecto al tipo central".70 En este fragmento la tensión
este caso Spencer parece haberse sentido atraído por la entre la reivindicación de la especificidad empírica y la reivin-
noción de un compuesto a través de una fascinación de juven- dicación de la generalización alcanza un punto de ruptura
tud por la frenología. 68 Pero Galton también estaba interesado lógica: ¿Cómo debemos entender este deslizamiento simplista
en la psicología de la imaginación visual, en la capacidad de la que va desde e! "incluyen todo" al "excepto detalles sin impor-
mente para construir imágenes genéricas partiendo de los tancia"? En su búsqueda del tipo, Galton creía que no se per-

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día nada significativo en la subexposición. Ello requería una nes de estilo o a convenciones artísticas, Calton asumía que los
presunción no confesada: únicamente tenían importancia las grabadores habían cometido varios errores en sus representa-
características más generales de la cabeza. Las orejas, por ciones. El compuesto, según la lógica gaussiana de las medidas
ejemplo, que eran de reconocida significación en otros sis- promediadas, contendría pues una "semejanza verdadera". Sin
temas fisiognómicos como una de las características individu- emhargo, un deseo inconfeso se esconde tras esta construc-
alizadoras y típicas, no quedahan registradas en el sistema ción. Calton elaboró varios compuestos de los retratos que
de compuesto. (Más adelame Calton intentó "recuperar" las presentaban varios medallones y monedas griegas y romanas,
pequeüas diferencias o "detalles sin importancia" mediante buscando en la "imagen" borrosa la fisonomía ya desaparecida
una nueva técnica que denominó "[otografía analítica", la cual de la raza superior.
superponía las imágenes positivas y negativas, aislando de eSl.e Los dos compuestos siguientes de Calton habían sido reali-
modo los elementos no compartidos) .71 zados con miem hros de la misma familia. Con ellos se adentra
Del mismo modo en que utilizó a Quetelet como fuente decididamente en el terreno de la manipulación e investiga-
para su primera clasificación de inteligencia, Calton sostenía ción eugenésica. Mostrando la mezcla de características indi-
que el compuesto proporcionaba una impresión mejorada de viduales en una sola imagen compuesta, Galton parece haber
¡'homme moyen: "El proceso [ ... 1 de la estadística gráfica (es) estado buscando una proporción de la influencia hereditaria.
capaz de proporcionarnos imágenes genéricas del hombre, Hizo extensivos estos experimentos a compuestos que reco-
como las que Quetelet ha obtenido en líneas generales por gían el linaje de los caballos de carreras.
medio de los habituales mérodos númericos de la estadísti- El siguiente compuesto era prohahlemente la más demo-
ca, según se describe en su trabajo sobre Anthropométrie l ... ] crática de las composiciones de Calton en toda su carrera: una
Mediante el proceso de compuesto obtenemos una imagen y com hinación de retratos de doce oficiales y once reclutas de
no un simple contorno".72 los Tngenieros Reales. Este compuesto se presentó como una
En realidad, Calton creía haber traducido la cun-a de error "pista indicativa de la dirección a seguir para poder mejorar
gaussiana a imágenes. Ahora la curva en forma de campana del modo más fácil la raza inglesa"." Esta imagen utópica se
simétrica tenía un rostro humano. Esta era una hipostización comparaba con sus homólogas distópicas, imágenes genéricas
extraordinaria. Dehemos tener en consideración el modo en de enfermedad y delincuencia.
que Calton desterró convenientemente la parte difusa de los Mientras que la tuberculosis producía una fisonomía lige-
bordes del compuesto, cuando de hecho toda la superficie de la ramente pálida, el crimen era más difícil de tipificar. Calton
imagen estaha horrosa, aunque fuera de forma menos percep- había obtenido del director de prisiones, Edmund Du Cane,
tible. Sólo una imaginación que quisiera ver una analogía visual lIna serie de fotografías de convictos que eran la fuente de sus
de la curva binomial cometería este error; encontrar el tipo en primeros compuestos en 187l:l. A pesar ele haher empezado
el centro y la idiosincrasia y el individuo en la periferia. pronto en la húsqueda de tipo criminal biológico, Calton llegó
El frontispicio de ¡nquiries inlo Human Faculty presenta a adoptar una posición menos entusiasta que la de Lombroso:
ocho compuesros. Galton describe estas imágenes como un "Los rostros individuales son lo suficientemente infames, pero
COIuunto imegrado en el texto, o lo que es lo mismo: un ensa- son infames de distintos modos, y cuando se combinan las
yo ilustrado sobre eugenesia. El primer compuesto situado en peculiaridades individuales desaparecen, todo lo que queda es
la parte superior izquierda, que se compone de seis medallo- la humanidad común de un tipo inferior".74 Así Calton parece
nes con el retrato de Alejandro Magno, es utilizado por Callan haber hecho desaparecer la frontera entre el delincuente y los
como un punto de referencia epistemológico introductorio, pobres de clase trabajadora, el residuo que tanto obsesionaba
no sólo para la serie, sino para todo el libro. Ajeno a cuestio- la imaginación política de la burguesía de los últimos años

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de la época victoriana. Considerando la premisa eugenésica de lismo filosófico. Galton defendía que sus compuestos refuta-
GaIton, esto significaba que sencillamente metía al delincuen- ban los acercamientos nominalistas a las ciencias humanas,
te en la cesta de los "no aptos". demostrando con certeza la realidad de los distintos tipos
\1ás adelante, siguiendo la estratificación sociológica de la raciales. Esto se podía equiparar a la antropología física esen-
79
pohlación de Londres de Charles Booth, Galton clasificó a los cialista de la raza
"criminales, delincuentes y holgazanes" como lo peor de los eu- No nos sorprenda, enronces, que Galton considerara su
genésicamente "no aptos": el uno por ciento inferior de la je- mejor compuesto el que representaba "el tipo judío". En un
rarquía urbana. En base a esto, apoyaba las condenas largas contexto histórico en el que no existía un consenso antropo-
para los "delincuentes habituales", con la esperanza de "res- lógico claro sobre el carácter racial o étnico de los judíos
tringir las posihilidades de que tengan descendencia de clase modernos, Galton compuso una imagen que era, según KarI
inferior".75 Pearson, "la cumbre del compuesto": "Todos conocemos al
Galton concluía su muestra introductoria de retratos de hombre judío, y el retrato de Galton nos lo presenta de una
compuestos en su Inquiries contrastando imágenes compuestas manera que sólo una gran obra de arte podría igualar, pero
resultantes de una muestra muy amplia que representahan difícilmente superar, dado que el artista únicamente idealiza-
casos de "tuberculosos" y "no tuberculosos". Con ello subraya- ría un "modelo"". 80 Este aplauso, perverso al extremo, toma
ha las aspiraciones, tanto estadísticas como de higiene social, tintes todavía más siniestros desde un punlo de vista retros-
que se escondían tras su proceso óptico y su programa político. pectivo, cuando consideramos la línea de influencia que llevó
GaIton abrigaba otras ambiciones psicológicas y filosóficas. desde la eugenesia angloamericana a la RassentheuTie del nacio-
En sus primeros ensayos sobre "imágenes genéricas" examinó nal-socialismo. sl
las "analogías" entre imágenes mentales, de las que sostenía El proceso compuesto de Galton disfrutó de un gran pres-
que se componían de "recuerdos mezclados", yel género pro- tigio hasta 1915. A pesar de haberse originado en un discurso
ducido por su proceso óptico. Haciendo referencia a la ley de de esencialismo racial, el compuesto se utilizó para respaldar
psicofísica de Weher-Fechner, que demostraba que la sensibili- diversos argumentos, algunos en favor de la "educación" fren-
dad perceptiva relativa disminuía según aumentaba el nivel te a la "naturaleza". Por ejemplo, I.ewis Hine realizó en 1913
del estímulo, Galton concluía diciendo que "la mente humana unos cnIdos compuestos de unas trabajadoras en los que se
es por tanto un aparato muy imperfecto a la hora de elaborar evidenciaha un intento de señalar los efectos generales que
ideas generales", si se compara con la consistencia incansable, tenían sohre los cuerpos jóvenes las condiciones de trabajo en
implacable de la "estadística gráfica".76 En In quiries, retoma la fáhrica. Y en un giro curioso, el libro que expuso una refu-
este tema: "Los rostros ideales obtenidos por el método del tación concluyente desde la criminología de la teoría de
retrato compuesto han resultado tener mucho en común con Lombroso del criminal innato con el cráneo revelador, [he
[ ... ] las ideas denominadas abstractas". Galton se preguntaba English Convict, de Henry Goring, empezaha su ataque con una
si lIO sería más correcto llamar a las ideas ahstractas "ideas acu- comparación entre compuestos de dihujos a pulso y compues-
mlllativas".77 Las ideas de Galton respecto a lo que constituía tos con calcos fotográficos de cahezas de delincuentes. El pri-
el pensamiento son expresadas de la manera más clara, si no mero había sido utilizado por Havelock Ellis para exponer su
deliberada, en su definición improvisada de introspección: caso fisiognómico en The Criminal. La diferencia entre éste y el
"hacer inventario de mi propio mobiliario mental" .78 realizado con calcos revelaba un alto grado de caricaturización
El sistema compuesto proporcionó a Galton un modelo de en las imágenes de ElIis. s2 Tanto en Hine como en Goring, per-
inteligencia científica, un modelo mecánico de trabajo inte- sistía una fe en la objetividad de la cámara. Sin embargo, con
lectual. Es más, esta inteligencia respondía a la lógica del rea- la des~parición de un modelo óptico de empirismo, la hibri-

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dación que hizo Galton de la cámara y de las tablas estadísticas linajes criados eugenésicamente tendían a la regresión hacia la
se acercaba a la extinción. La fotografía continuaba sirviendo media, y hacia la "mediocridad". 85 En consecuencia, la fantasía
a la ciencia, pero de una manera menos grandilocuente y exal- de la mejora racial absoluta se veía acosada por una especie de
tada, y consecuentemente, con reivindicaciones más modestas entropía hiológica. xli Más adelante, en el siglo xx, la eugenesia
(y frecuentemente más superficiales), especialmente en la actuaría con una certeza brutal, pero únicamente en su aspec-
periferia de las ciencias sociales. to negativo, a través de la esterilización y la exterminación del
Desde un punto de vista retrospectivo, el compuesto de Otro.
Galton se puede considerar como la versión colapsada del ¿Qué conclusión podemos sacar de los problemas fotográ-
archivo. Con esta configuración borrosa, el archivo intenta ficos con que se encontraron y "solucionaron" Bertillon, el
existir como una sola imagen convincente, y esta imagen única detective nominalista, y Galton, el hiometrista esencialista? El
intenta apoderarse de la autoridad del archivo, de las pro- filosófo y semiótico americano Charles Sanders Peirce, su coe-
puestas generales y abstractas. Galton era sin duda un ideólo- táneo, hizo una distinción entre los signos que se referían a sus
go vociferante de la extensión y la elaboración de los métodos ohjetos a modo de índices y los que actuahan simhólicamente.
archivísticos. Promovió acrivamente la autosupervisión fami- En la medida en que las fotografías son "efectos de las radia-
liar para estudiar la herencia, pidiendo a sus lectores que "se ciones del ohjeto", son signos indéxicos, como lo son todos los
fotografiasen y se midieran periódicamente a ellos mismos y a signos que registran un rastro físico. Los símbolos, por otra
sus hijos, conviniendo esta práctica en una costumbre fami- parte, tienen significado en virtud de convenciones o normas.
liar".83 Aquí su modelo era el voluminoso archivo de mari- El lenguaje verhal en general y todo el pensamiento concep-
neros del Almirantazgo británico. De nuevo, la eugenesia se tual son simbólicos en el sistema de Peirce. 87 Paradójicamente,
amoldaha a lo militar. Galton fundó un lahoratorio antropo- Bertillon, al domesticar la fotografía subordinándola al texto
métrico en 1884 que en principio se instaló en la International verbal del pOTtmit paTlé, permaneció comprometido con un sig-
Healrh Exposition para ser trasladado más tarde al Science nificado de orden indéxico. La fotografía no era más que el
Museum en South Kensington. Se midieron 9.000 visitantes rastro flsico de su modelo contingente. Galton, en su búsque-
que pagaron de tres a cuatro peniques cada uno por el privi- da de la apoteosis de lo óptico, intentaba elevar la fotografía
legio de contribuir a la investigación eugenésica de Galton.'< indéxica al ámbito de lo simhólico, formulando así una ley
Aunque estuvo casado muchos años, Galton no tuvo ningu- general mediante el acrecentamiento de los modelos con-
na descendencia. En su lugar, dejó un inmenso archivo de do- tingentes. Al hacer esto, Galton produjo una caricatura invo-
cumentos. Un aspecto curioso de la faraónica biografía de luntaria de la razón inductiva. Los compuestos tenían signi-
Galton escrita por Karl Pearson es su profusión de ilustracio- ficación, no por encarnar la ley del error, sino por estar
nes fotográficas, que incluyen, además de los muchos experi- retóricamente anexionados a dicha ley. El objetivo de Galton,
mentos fotográficos de Galton, una especie de álbum familiar aunque científico, no era distinto de los ohjetivos de los otros
intermitente de fotografías más personales. adoradores de la fotografía, los neosimholistas de la Photo-
La eugenesia era una ideología utópica, pero su utopía Sccession. Tanto Galton como Stieglitz querían algo más que
estaba inspirada y sostenida por un sentido del agotamiento y un mero rastro, algo que igualara o superara la capacidad de
declive social. Si Quetelet había abordado la cuestión del pro- ahstracción del intelecto imaginativo o generalizador. Am hos
medio con optimismo, encontrando en las medias un ideal creían fervientemente que el significado, que surgía del carác-
tanto moral como estt'tico, la esperanza eugenésica de Galton ler "orgánico" del signo, era certificado por una convención
de una estirpe racial mejorada quedaba limitada por el descu- estructural oculta. Bertillon, por otro lado, se mantenía (o por
brimiento anticipado de que las generaciones sucesivas de lo menos sus subordinados) con los pies en el suelo. Esta acti-

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