Bendiciones Patriarcales
Bendiciones Patriarcales
Bendiciones Patriarcales
Cada vez que leemos nuestra bendición patriarcal, nuestro testimonio puede
fortalecerse aún más y nuestra vida puede adquirir un mayor propósito. Debido
a su propia naturaleza, todas las bendiciones dependen del grado de fidelidad de
las personas que las reciben y están basadas en ciertas condiciones, sea que
éstas se mencionen o no cuando se les otorgan a la persona dichas bendiciones.
Los patriarcas
Deseo rendir tributo a estos hombres fieles que han sido ordenados a este gran
llamamiento y quienes, en la mayoría de los casos, se cuentan entre los más
humildes y fieles de todos nuestros hermanos. La dignidad de la vida de estos
hombres escogidos les permite recibir la inspiración de los cielos. Los patriarcas
tienen el privilegio de dar bendiciones directamente en lugar de simplemente
solicitarlas para que le sean otorgadas al individuo; ellos están autorizados para
hablar por el Señor. El oficio de patriarca es uno de los oficios más importantes
en el Sacerdocio de Melquisedec, y su función es la de bendecir, no la de
administrar ni de aconsejar. Este es un llamamiento sagrado que, por lo general,
lo desempeñan los patriarcas por el resto de su vida. Nuestros patriarcas se
dedican totalmente a desempeñar su llamamiento y hacen todo lo posible por
vivir una vida fiel y digna para asegurarse de que cada bendición sea inspirada.
La bendición
Bajo la inspiración del Espíritu Santo, el patriarca declara el linaje de la persona
que recibe la bendición y añade bendiciones, dones espirituales, promesas,
consejos, exhortaciones y advertencias que él se siente inspirado a dar. Es, en
resumen, una declaración profética.
Las bendiciones patriarcales deben leerse frecuentemente y con espíritu de
humildad y devoción. Son muy personales, pero pueden compartirse con los
miembros de la familia. Son guías sagradas de consejo, promesas e información
que provienen del Señor. Sin embargo, nadie debe esperar que las bendiciones
den en forma detallada todos los acontecimientos que sucederán durante la vida
o que sean la solución a todos nuestros problemas. Si en una bendición se omite
un acontecimiento muy importante en la vida, tal como una misión o el
matrimonio, eso no quiere decir que la persona no recibirá dichas bendiciones.
Mi propia bendición patriarcal es corta y tal vez sólo ocupe tres cuartas partes
de una página. Sin embargo, ha sido para mí muy completa, adecuada y
perfecta.
El presidente Heber J. Grant nos dice que su bendición patriarcal no fue muy
larga: “El patriarca puso sus manos sobre mi cabeza y me confirió una bendición
cortita que podía incluirse en menos de una página escrita a máquina. Sin
embargo, esa bendición ha predicho mi vida hasta el momento presente.”
(James R. Clark, comp., Messages of the First Presidency of The Church of Jesus
Christ of Latter-day Saints, Salt Lake City, Bookcraft, 1965-76, 5:152.)
Bendiciones de padre
El élder John A. Widtsoe declaró: “Todo padre cuyos hijos hayan nacido bajo el
convenio es para ellos un patriarca y tiene el derecho de bendecir a su
posteridad por la autoridad del sacerdocio que posee”. (Evidences and
Reconciliations, pág. 321.)
La Primera Presidencia ha hecho la siguiente declaración; “Indiscutiblemente
debemos poner nuevo y adicional hincapié en el papel que corresponde al padre
en el otorgamiento de bendiciones a sus hijos. Pensamos que debemos, por lo
general, dejar a los patriarcas así ordenados en las estacas la responsabilidad de
pronunciar el linaje en lo que se refiere a una bendición patriarcal oficial. No
obstante, podemos dar margen para que cualquier padre de familia que se
sienta inspirado a pronunciar el linaje dentro de una bendición paternal pueda
hacerlo sin impedimento.
“Debemos instar y estimular a los padres de familia para que den bendiciones
paternales a sus hijos en ocasiones tales como la partida de ellos al servicio
militar, a la universidad, o a una misión o cualquier otra ocasión que lo amerite.
Y de nuevo dijo:
El rey Benjamín se refiere a los fieles como a la “progenie de Cristo, hijos e hijas
de él”, siendo de esa manera “engendrados espiritualmente… por medio de la
fe”, llegando de esa forma por medio de un nacimiento espiritual a pertenecer a
la familia de Cristo. (Mosíah 5:7.)
No importa si las bendiciones de la casa de Israel se reciben por medio del linaje
o del espíritu de adopción. El élder John A. Widtsoe declaró: “No importa sí el
linaje es un linaje de sangre o de adopción”. (John A. Widtsoe, Evidences and
Reconciliations, pág. 322.)
El profeta José Smith enseñó que “al descender el Espíritu Santo sobre uno que
es de la descendencia literal de Abraham, viene con calma y serenidad…
mientras que el efecto del Espíritu Santo en un gentil es purgar la sangre vieja y
convertirlo efectivamente en descendiente de Abraham. Él hombre en quien no
hay (físicamente) la sangre de Abraham debe sufrir una creación nueva por
medio del Espíritu Santo.” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 177.)
Yo recibí mi propia bendición patriarcal cuando apenas tenía doce años de edad,
y fue en esa corta bendición que aprendí algo sobre mis responsabilidades y
labores que tenía que desempeñar para ayudar en el establecimiento del Reino.
Es mi oración que todos podamos vivir dignamente para poder lograr que se
cumplan las bendiciones que nos prometió el Señor por medio de nuestros
padres, en su calidad de patriarca del hogar, y también por medio de los
patriarcas ordenados, y que nos esforcemos para que todo lo que hagamos sea
con el propósito de que estas grandes promesas se cumplan.