Tdha Diagnostico
Tdha Diagnostico
Tdha Diagnostico
Téllez Moreno Rafael*; Giner Bayarri Pau**; Moliner Ibáñez, Juan**; Chilet Chilet Rosa**
TDAH, Adolescencia, Neurofisiología, Atención, Potenciales Evocados, Hijos Unicos, varios hijos.
ADHD, Adolescence, Neurophysiology, Attention, Evoked Potentials, Only children, Several children.
RESUMEN
Introducción. El trastorno por déficit de atención con/sin hiperactividad se trata de una entidad de
elevada prevalencia. Históricamente su diagnóstico venía siendo exclusivamente clínico, basado en
criterios observacionales (DSM-IV-R, APA), metodología sometida al sesgo subjetivo del agente
evaluador. Recientemente se han descrito nuevos métodos de diagnóstico neurofisiológico que están
apoyando notablemente la seguridad diagnóstica, mejorando las indicaciones terapeúticas y el
pronóstico de estos pacientes. Un sesgo observacional descrito se refiere al hecho de ser hijo único
o de tratarse de una fratria de varios hermanos. Se hipotetiza sobre el hecho de que los padres de
hijos únicos tienden a sobrevalorar los síntomas, generando sobrediagnósticos. Varios estudios han
explorado estos hallazgos desde diversas perspectivas.
Objetivo. Valorar si la evaluación de los padres de hijos únicos discrepan más que los padres de
familia con varios hermanos. Pacientes y métodos: 159 pacientes no adoptados, (edad media 11,5
años), a los que se les realizó una valoración clínica y neurofisiológica (Criterios DSM-IV-R, EEG,
P300 auditivos y visuales, Cartografía Cerebral y Test atencionales auditivos y visuales).
Resultados. Encontramos diferencias significativas entre la valoración entre padres de hijos únicos y
de varios hermanos, encontrando discrepancias entre los criterios diagnósticos y las pruebas
neurofisiológicas (34,6% y 22,8% respectivamente). Sin embargo, no encontramos diferencias en
cuanto a la dirección de esas discrepancias.
Conclusiones. En nuestra muestra los padres de hijos únicos tienden a discrepar significativamente
más que los padres de familia de varios hijos. Serán necesarios nuevos estudios que confirmen
estos hallazgos.
ABSTRACT
1
14º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2013
www.interpsiquis.com - Febrero 2013
Psiquiatria.com
EL TRASTORNO POR DÉFICIT CON/SIN HIPERACTIVIDAD (TDAH).
DISCREPANCIAS ENTRE EL DIAGNÓSTICO CLÍNICO Y EL DIAGNÓSTICO
NEUROFISIOLÓGICO EN FUNCIÓN DE TRATARSE DE FAMILIAS DE HIJO ÚNICO O
FAMILIAS DE VARIOS HERMANOS
Several studies have hypothesized that parents of only one child tend to overestimate the symptoms
of their children, resulting in overdiagnosis.
Objective. Assess whether the evaluation of only one child parents differs more than several
brothers parents’ evaluation. Patients and methods: 159 not adopted-patients, with a mean age of
11.5 years, who underwent clinical and neurophysiological (DSM-IV-R, EEG, P300 auditory and
visual attentional, Brain Mapping and Test auditory and visual).
Results. We found significant differences between the evaluation between only one child parents and
several brothers ones, finding discrepancies in diagnostic criteria and neuropsychological tests
(34.6% and 22.8% respectively). However, we found no differences in the direction of these
discrepancies.
Conclusions. In our sample, only one child parents tend to disagree significantly more than several
children parents. Studies are needed to confirm these findings.
-2-
INTRODUCCIÓN
El trastorno por déficit de atención con ó sin hiperactividad (en adelante TDAH) es una patología de
muy elevada prevalencia dentro del desarrollo neurológico infantil, cuyo inicio, en al menos algunos
de sus síntomas, deben estar presentes antes de los siete años. Sin embargo, es a partir de los 11-
12 años, cuando los síntomas pueden producir deterioro en su funcionamiento académico y social.
Según los estudios más recientes, su prevalencia oscila entorno a del 3 al 5% de la población
adolescente. Su importancia radica no sólo en que afecta a población en edad escolar y que
presenta un curso crónico sino porque repercute en el ámbito familiar, escolar e incluso puede
afectar al paciente en su vida adulta, generando un elevado número de consultas, valoraciones e
intervenciones tanto desde el ámbito médico como psicopedagógico y familiar. Es, sin duda, el
trastorno del neurodesarrollo que mayor incidencia tiene en ámbitos como el escolar, y que mayor
número de consultas suscita en relación a problemas de conducta y aprendizaje (1, 2).
Comienza a apreciarse en torno al tercer año de vida, siendo más claramente observable al inicio de
la escolarización obligatoria, los 6 años de edad (3). De hecho, el Consorcio de Neuropsicología
Clínica establece los 7 años de edad para que pueda establecerse el diagnóstico de TDAH. Según el
DSM-IV-TR (8), sin embargo se mencionan los 6 años y distingue 3 subtipos de TDAH: con
predominio de la atención, con predominio hiperactivo/impulsivo y combinado (éste último sólo si
cumple criterior de ambos subtipos).
Sin entrar en la polémica que suscita el elevado número de diagnósticos de esta patología y su
elevada prevalencia entre la población, el TDAH suele ir acompañado de otras alteraciones, déficits
cognitivos y problemas de comportamiento, por lo que, de considerarse un cuadro sindrómico,
tendría una prevalencia inferior a la manejada actualmente (4). Este hecho debería ser tenido en
cuenta, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento, y no hace sino apoyar la idea de objetiva en
lo posible su diagnóstico, partiendo de una completa anamnesis y complementándolo con un
adecuado análisis neurofisiológico.
La Neurofisiología Clínica viene trabajando en los últimos años sobre diversos métodos diagnósticos
que, basado sen el análisis electroencefalográfico de la corteza cerebral, tanto en reposo, como a
través de la activación de diferentes centros neurálgicos implicados en los procesos atencionales
(Potenciales Evocados Cognitivos), están ayudando notablemente a mejorar el diagnóstico clásico
basado en la apreciación subjetiva de las familias basados en evidencias conductuales observables
en los individuos. (9, 10 y 11).
gran utilidad por dos motivos: a) diagnóstico diferencial de las crisis generalizadas de ausencias y b)
descartar la presencia de actividad epileptiforme que pudiera contraindicar la utilización de
psicofármacos.
4) Test psicofisiológicos
Test de atención: Se realiza junto con la P300 y obtiene los siguientes parámetros:
Tiempo de reacción: Valora la rapidez en el procesamiento de la información. En el paciente con
TDAH estará prolongado. Errores de comisión: Valora la impulsividad. En los pacientes con trastorno
de hiperactividad estarán por encima de los valores normales. Errores de omisión: Valora la
inatención. En los pacientes con TDAH subtipo inatento estarán por encima de los valores normales.
(18, 19 y 20).
Los estudios realizados sobre el TDAH son muy numerosos. Una gran cantidad de ellos se han
centrado en marcadores conductuales, poniendo de manifiesto que esto niños presentan un
-4-
Los criterios clásicos para el diagnóstico clínico según el DSM-IV-TR son estrictamente conductuales
a pesar de que se trata de un trastorno del neurodesarrollo. Por eso, los estudios conductuales no
han logrado precisar qué alteraciones neurofisiológicas se relacionan con ese defectuoso
procesamiento cognitivo ni con las manifestaciones conductuales del TDAH (22), así, la
Neurofisiología Clínica ofrece técnicas que apoyan el diagnóstico clínico y ofrecen al clínico una
cuantificación y gradación del TDAH. Así mismo, estas técnicas colaboran en la orientación y manejo
terapéutico de estos pacientes, pues permiten un seguimiento de la respuesta a las distintas
estrategias terapéuticas utilizadas en estos pacientes.
OBJETIVOS
1) Valorar si la evaluación de los padres de hijos únicos discrepan más que los padres de familia con
varios hermanos a la hora de cumplimentar los cuestionarios diagnósticos, y analizar en qué sentido
aparecen estas discrepancias. Para ello, utilizaremos dos métodos diagnósticos diferentes: la
aplicación de los clásicos criterios diagnósticos DSM-IV-TR, y los métodos neurofisiológicos.
2) Además, como segundo objetivo, el análisis de los resultados nos permitirá comprobar si existe
correlación entre estos dos métodos diagnósticos.
MATERIAL Y MÉTODOS
Fueron valorados 159 pacientes no adoptados, (edad media 11,5 años), valorados en el Servicio de
Neurofisiología Clínica del Hospital Universitario Dr. Peset de Valencia, y que fueron remitidos desde
el Servicio de Neuropediatría y Psiquiatría Infantil de este Hospital o del Area Sanitaria dependiente
de éste, con diagnóstico clínico de TDAH. El estudio se realizó de manera retrospectiva, con los
pacientes valorados entre enero de 2011 y agosto de 2011.
Se realiza una breve historia clínica del paciente en la que se recoge brevemente los siguientes
datos aportados por los padres/acompañantes dada la edad del paciente, en el que se valora el
motivo de consulta, los antecedentes personales y familiares, la enfermedad actual y la medicación
que sigue. A continuación se solicita al acompañante que complete un test con los criterios DSM-IV
por parte del acompañante de manera que clasificaremos al paciente en un subgrupo: inatento,
hiperactivo/impulsivo o combinado.
A todos los pacientes se les realiza las siguientes exploraciones complementarias neurofisiológicas
con un equipo Neuronic® de electroencefalografía y potenciales evocados cognitivos:
Para la realización de los potenciales evocados cognitivos auditivos y visuales (P300) se promedian
200 estímulos (160 frecuentes y 40 infrecuentes). El paciente solamente tiene que responder a los
infrecuentes. El test tiene una duración de 5 minutos para cada tipo de potencial –auditivo y visual-.
Se recoge la señal EEG en todas las derivación del sistema 10-20 referenciadas a A1+A2 y se
promedia por separado 1 segundo de la señal electroencefálica tras el estimulo frecuente e
infrecuente. Valoramos la onda P300 (amplitud y latencia), tiempo de reacción y los errores de
omisión y comisión. (15, 16, 17, 18, 19 y 20)
La cartografía cerebral se obtiene a partir de la señal electroencefalográfica. Para ello se recoge 30
minutos de actividad bioeléctrica cerebral con el sistema internacional 10-20. Se realiza en reposo,
oscuridad y aislamiento acústico. Durante el registro se realizan maniobras de apertura y cierre de
ojos, hiperventilación y fotoestimulación. La cartografía cerebral valora la potencia absoluta, la
potencia relativa, la frecuencia media y la coherencia y la podemos relacionar con el grado de
maduración bioeléctrica cerebral. (14)
El EEG va a permitirnos valorar el ritmo de base, la presencia o no de grafoelementos (actividad
paroxística, signos irritativos), la reactividad, etc y de esta manera permite descartar patología
epileptiforme u otras alteraciones patológicas (13)
RESULTADOS
Del total de individuos de la muestra, fueron excluidos por diversas causas (sobre todo por falta de
información) 28 pacientes. De los 131 pacientes que fueron considerados válidos, se observó la
siguiente distribución (Tabla 1):
Tabla 1
Distribución de la muestra según el número de hijos de la fratria
Desde el punto de vista clínico, consideraremos los criterios del DSM-IV-TR aplicados a las familias,
-6-
esto es: positivizar 6 de los 9 ítems relacionados con la Inatención, y 6 de los 9 ítems relacionados
con la Hiperactividad-Impulsividad, así como la presencia de estos síntomas antes de los 6 años, y
la presencia de ellos en más de dos ambientes.
Para considerar patológicas las pruebas neurofisiológicas hemos establecido los siguientes criterios:
Así, la distribución de los individuos en función de cumplirse los criterios diagnósticos queda como
sigue (Tablas 2 y 3):
Tabla 2
Tabla de contingencia DSM * Fratría
Fratria
HIJO VARIOS
UNICO HIJOS Total
DSM NORMAL 5 27 32
PATOLOGIC
21 78 99
O
Total 26 105 131
Tabla 3
Tabla de contingencia NFC * Fratria
Fratria
HIJO VARIOS
UNICO HIJOS Total
NFC NORMAL 4 29 33
PATOLOGIC
22 76 98
O
Total 26 105 131
-7-
Observemos ahora cómo se relacionan las dos pruebas entre sí (Tabla 4):
Tabla 4
Tabla de contingencia NFC * DSM
DSM
PATOLOGIC
NORMAL O Total
NFC NORMAL 16 17 33
PATOLOGIC
16 82 98
O
Total 32 99 131
Aplicando la prueba de Chi2, como método no paramétrico idóneo para comparar dos variables
cualitativas, observamos cómo correlacionan estas pruebas entre sí (Tabla 5):
Tabla 5
Prueba de chi-cuadrado (NFC*DSM)
Sig.
Sig. Sig. exacta
asintótica exacta (unilateral
Valor gl (bilateral) (bilateral) )
Chi-cuadrado de 13,830(
1 ,000
Pearson b)
Corrección por
12,143 1 ,000
continuidad(a)
Razón de
12,715 1 ,000
verosimilitudes
Estadístico exacto de
,001 ,000
Fisher
Asociación lineal por
13,724 1 ,000
lineal
N de casos válidos 131
a Calculado sólo para una tabla de 2x2.
b 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima
esperada es 8,06.
Vemos pues que podemos rechazar la hipótesis nula de independencia de variables, concluyendo así
que estas dos variables pueden mantener una relación de dependencia, aspecto que se recoge en
diversos trabajos publicados (8, 9 y 10).
Por otra parte, interesa valorar en qué medida se producen discrepancias entre las apreciaciones de
los padres cumplimentando los test conductuales DSM-IV-TR de tipo subjetivo, en relación con
-8-
las pruebas neurofisiológicas de carácter absolutamente objetivo. Para ello, en primer lugar,
analizamos cómo correlacionan las variables: número de hijos * Criterios DSM-IV-TR (Tablas 6 y 7):
Tabla 6
Tabla de contingencia Fratría*DSM
Fratria
HIJO VARIOS
UNICO HIJOS Total
DSM NORMAL 5 27 32
PATOLOGIC
21 78 99
O
Total 26 105 131
Tabla 7
Prueba de chi-cuadrado (fratría*DSM)
Sig.
Sig. Sig. exacta
asintótica exacta (unilateral
Valor gl (bilateral) (bilateral) )
Chi-cuadrado de
,475(b) 1 ,491
Pearson
Corrección por
,188 1 ,664
continuidad(a)
Razón de
,494 1 ,482
verosimilitudes
Estadístico exacto de
,614 ,341
Fisher
Asociación lineal por
,471 1 ,493
lineal
N de casos válidos 131
a Calculado sólo para una tabla de 2x2.
b 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima
esperada es 6,35.
Tabla 8
Tabla de contingencia Fratría*NFC
NFC NORMAL 4 29 33
PATOLOGIC Fratria
O HIJO 22 VARIOS 76 98
Total UNICO26 HIJOS
105 Total
131
-9-
Pruebas de chi-cuadrado
Tabla 9
Prueba de chi-cuadrado (Fratría*NFC)
Sig.
Sig. Sig. exacta
asintótica exacta (unilateral
Valor gl (bilateral) (bilateral) )
Chi-cuadrado de
1,655(b) 1 ,198
Pearson
Corrección por
1,070 1 ,301
continuidad(a)
Razón de
1,797 1 ,180
verosimilitudes
Estadístico exacto de
,312 ,150
Fisher
Asociación lineal por
1,643 1 ,200
lineal
N de casos válidos 131
a Calculado sólo para una tabla de 2x2.
b 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima
esperada es 6,55.
Analizando todo ello, observamos que no existe relación de dependencia entre las variables: fratría-
DSM, ni entre las variables: fratría-NFC, por lo que podemos concluir que no podemos afirmar que el
número de hijos condicione la presencia de TDAH por ninguno de los dos métodos aplicados.
Por otra parte, interesa ahora definir qué vamos a entender por discrepancia, para lo cual,
entenderemos como tal, la ausencia de concordancia entre los dos métodos. Así, podemos encontrar
tres subgrupos en nuestra muestra: subgrupo de concordancia entre pruebas, subgrupo en el que se
positiviza el test DSM-IV-TR pero no el método NFC, y subgrupo en el que se positiviza el método
NFC, pero no el test DSM-IV-TR. Entenderemos que estos dos últimos subgrupos son los que que
conforman el grupo de discrepancia (Tabla 10 y Gráfico 1):
-10-
Tabla 10
Tabla de contingencia DISCREPANCIAS * Fratria
Fratria
HIJO VARIOS
UNICO HIJOS Total
DISCREPANCI DSM
AS NORMAL Y 5 11 16
NFC PATO
NO
17 81 98
DISCREPA
DSM PATO Y
NFC 4 13 17
NORMAL
Total 26 105 131
Gráfico 1
Gráfico de barras
100 DISCREPANCIAS
DSM NORMAL Y NFC
PATO
NO DISCREPA
DSM PATO Y NFC
80 NORMAL
Recuento
60
40
20
0
HIJO UNICO VARIOS HIJOS
Fratria
Vemos pues, que existen claras diferencias entre la valoración entre padres de hijos únicos con
respecto a familias de varios hijos, y la aplicación de pruebas neurofisiológicas (34.6% y 22.8%
respectivamente) (Gráficos 2 y 3):
-11-
Gráfico 2
DISCREPAN;
35%
NO
DISCREPAN;
65%
Gráfico 3
DISCREPAN;
23%
NO
DISCREPAN;
77%
-12-
Tabla 11
Pruebas de chi-cuadrado (Discrepancias*Fratría)
Sig.
asintótica
Valor gl (bilateral)
Chi-cuadrado de
1,838(a) 2 ,399
Pearson
Razón de
1,700 2 ,427
verosimilitudes
Asociación lineal por
,272 1 ,602
lineal
N de casos válidos
131
a 2 casillas (33,3%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia
mínima esperada es 3,18.
Encontramos pues, que no apreciamos evidencias de que haya diferencias significativas entre los
tres subgrupos de la muestra.
Sin embargo, podríamos agrupar los dos subgrupos discrepantes en uno solo y compararlo con el
grupo no discrepante, comparando esta nueva agrupación con el grupo de individuos donde no se ha
dado esta discrepancia (Tabla 12):
Tabla 12
Tabla de contingencia DISCREPANCIAGLOBAL * Fratria
Fratria
HIJO VARIOS
UNICO HIJOS Total
DISCREPANCIAGLOB 0 17 81 98
AL 1 9 24 33
Total 26 105 131
Y así, poder ahora realizar el análisis comparativo de los dos subgrupos (discrepante y no
discrepante), en función de los dos grupos de fratría (hijo único y varios hijos), sometiéndolos al
siguiente contraste estadístico (Tabla 13):
-13-
Tabla 13
Prueba de chi-cuadrado (Fratría*Discrepancia Global)
Sig.
Sig. Sig. exacta
asintótica exacta (unilateral
Valor gl (bilateral) (bilateral) )
Chi-cuadrado de
15,29(b) 1 ,216
Pearson
Corrección por
,969 1 ,325
continuidad(a)
Razón de
1,453 1 ,228
verosimilitudes
Estadístico exacto de
,218 ,000
Fisher
Asociación lineal por
1,517 1 ,218
lineal
N de casos válidos 131
a Calculado sólo para una tabla de 2x2.
b 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima
esperada es 6,55.
Lo que nos puede llevar a concluir que existen diferencias de valoración entre padres de hijos
únicos y de varios hermanos, encontrando discrepancias entre los criterios diagnósticos y las
pruebas neurofisiológicas (34,6% y 22,8% respectivamente). Sin embargo, no encontramos
diferencias en cuanto a la dirección de esas discrepancias, esto es, no podemos concluir que los
padres de hijos únicos sobrevaloren o infravaloren los síntomas observables de sus hijos, en relación
con los padres de familias de varios hijos.
CONCLUSIONES
En nuestra muestra, se vuelve constatar una adecuada correlación entre los criterios de la APA
(DSM-IV-TR) y la batería de pruebas neurofisiológicas (q-EEG, Potenciales Evocados Cognitivos y
Pruebas Neurofisiológicas), lo que confirma la idoneidad de estas pruebas para establecer el
diagnóstico del TDAH (9, 10, 11), si bien, no podemos olvidar que una debilidad de nuestro estudio
se basa en que hemos establecido un criterio de aglutinación de todas ellas. Futuros trabajos
deberían pormenorizar cada una de estas pruebas con objeto de definir más detalladamente estas
correlaciones.
Por otro lado, podemos observar que en nuestra muestra no parece apreciarse una tendencia en
cuanto al diagnóstico al comparar ambos grupos de fratría, esto es: ninguno de los dos grupos
parecen relacionarse con la presencia de mayor o menor grado de diagnóstico por ninguno de los
dos métodos.
Además, y éste era el objetivo principal de nuestro estudio, podemos afirmar con suficiente robustez
estadística, que en nuestra muestra, sí se cumple que los padres de hijos únicos tienden a discrepar
más que los padres con varios hijos.
-14-
Sin embargo, no podemos afirmar en qué sentido suceden estas discrepancias (al sobrediagnóstico
o al infradiagnóstico), al menos en la muestra analizada, por lo que no podemos afirmar que los
padres y tutores de hijos únicos sobrevaloren de forma significativa la sintomatología de sus hijos
con respecto a los padres de varios hijos. Serían necesarios más estudios que confirmen estos
hallazgos.
-15-
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