Trabajo Encargado
Trabajo Encargado
Trabajo Encargado
- Hay que ser un discípulo antes de tener Discípulos, tenemos que alinear
nuestra vida con la palabra de Dios
- Se tendrá que empezar con poca masa de personas para más adelante
alcanzar a multitudes
- Los discípulos no se hacen en el pulpito, se recalca que tener discípulos
va implicar tiempo para ellos, como padres espirituales.
- Principalmente se va necesitar de la oración (intersección)
- Se deberá de tener una vida transparente con los discípulos ( contar lo
que nos sucede para que ellos también opinen de lo suyo)
- Se deberá aceptar errores, el discípulo tiene que estar abierto a aprender
siempre
- El que quiere discipular a otro tendrá que tener un habito de lectura las
escrituras, estudiar, memorizar y la biblia tendrá que ser su base de todo
cambio
Puedo opinar que este capítulo es realmente de bendición y tiene mucha razón
en la importancia de formación de discípulos en cada iglesia. Que es un labor
que nunca debe de acabarse y todas las enseñanzas se deben de poner en
práctica para que tenga un efecto de agrado por los demás y quieran así imitar
esos comportamientos que reflejan a un verdadero cristiano.
Uno que hace discípulo tiene que ser irreprensible, que no está en condiciones
de ser llamado a cuenta. Debe tener buen testimonio (1 Tes. 5:22).
Uno que hace discípulos tiene que ser devoto. Tiene que demostrar
consagración y devoción en sus relaciones: Con Dios, con su familia,
etc.
Uno que hace discípulo no debe ser arrogante ni soberbio.
Uno que hace discípulos tiene que manejar la ira en forma correcta. No
inclinarse a la ira.
Uno que nade discípulos debe practicar la temperancia (1 Cor. 6:12).
Uno que hace discípulos tiene que ser amante de lo bueno. Esto no es
sólo tener una buena disposición, es necesario pensar activamente en
hacer el bien (Fil. 4:8).
Uno que hace discípulo ha de ser santo y justo con todas sus
implicaciones.
Uno que hace discípulos tiene que tener dominio de sí mismo. Dominio
propio.
Uno que hace discípulos debe aferrarse a la Palabra.
Uno que hace discípulos tiene que ser sano en la enseñanza.
Uno que hace discípulos tiene que refutar el error (2 Tim. 2:14; 3:16).
Uno que hace discípulo no debe ser un nuevo convertido (1 Tim. 3:6).