Ley General Del Equilibrio Ecológico Y La Protección Al Ambiente Título Primero Disposiciones Generales Capítulo I Normas Preliminares

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LEY GENERAL DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO

Y LA PROTECCIÓN AL AMBIENTE

TÍTULO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES

CAPÍTULO I
NORMAS PRELIMINARES

Artículo 1o. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Artículo 2o. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Artículo 3o. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
LEY GENERAL DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO
Y LA PROTECCIÓN AL AMBIENTE

Publicada en el Diario Oficial de la Federación


del 28 de enero de 1988, en vigor a partir
del 1o. de marzo de 1988
TÍTULO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES

CAPÍTULO I
NORMAS PRELIMINARES

ARTÍCULO 1o. La presente Ley es reglamentaria de las disposiciones de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que se refieren a la pre-
servación y restauración del equilibrio ecológico, así como a la protección al
ambiente, en el territorio nacional y las zonas sobre las que la nación ejerce su
soberanía y jurisdicción. Sus disposiciones son de orden público e interés
social y tienen por objeto propiciar el desarrollo sustentable y establecer las ba-
ses para:
I. Garantizar el derecho de toda persona a vivir en un medio ambiente
adecuado para su desarrollo, salud y bienestar;
II. Definir los principios de la política ambiental y los instrumentos para
su aplicación;
III. La preservación, la restauración y el mejoramiento del ambiente;
IV. La preservación y protección de la biodiversidad, así como el estable-
cimiento y administración de las áreas naturales protegidas;
V. El aprovechamiento sustentable, la preservación y, en su caso, la res-
tauración del suelo, el agua y los demás recursos naturales, de manera
que sean compatibles la obtención de beneficios económicos y las ac-
tividades de la sociedad con la preservación de los ecosistemas;
VI. La prevención y el control de la contaminación del aire, agua y suelo;
VII. Garantizar la participación corresponsable de las personas, en forma
individual o colectiva, en la preservación y restauración del equilibrio
ecológico y la protección al ambiente;
VIII. El ejercicio de las atribuciones que en materia ambiental corresponde
a la Federación, los estados, el Distrito Federal y los municipios, bajo
el principio de concurrencia previsto en el artículo 73 fracción XXIX-
G de la Constitución;
IX. El establecimiento de los mecanismos de coordinación, inducción y
concertación entre autoridades, entre éstas y los sectores social y pri-
vado, así como con personas y grupos sociales, en materia ambiental, y

3
4 LEY DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y DEL AMBIENTE COMENTADA

X. El establecimiento de medidas de control y de seguridad para garanti-


zar el cumplimiento y la aplicación de esta Ley y de las disposiciones
que de ella se deriven, así como para la imposición de las sanciones
administrativas y penales que correspondan.
En todo lo no previsto en la presente Ley, se aplicarán las disposicio-
nes contenidas en otras leyes relacionadas con las materias que regula este
ordenamiento.

COMENTARIO
Al establecer este artículo que la Ley es reglamentaria de las dispo-
siciones que contiene la Constitución en materia de preservación, res-
tauración del equilibrio ecológico y la protección al ambiente, nos obliga
a hacer un recuento de los artículos constitucionales que son el funda-
mento de esta Ley y de las materias que regula. Las leyes reglamentarias
desarrollan los principios que consagra la Constitución como derechos.
En el caso de la presente Ley, especifica y dota de contenido al artículo
4o. párrafo cuarto, que establece el derecho al medio ambiente adecuado
que toda persona tiene para su desarrollo y bienestar y en la fracción
primera del artículo 1o. que combina este derecho con el derecho a la
salud que se establece en el mismo artículo 4o. en su párrafo tercero.
Se reglamentan también garantías constitucionales afines con este de-
recho como son la libertad de empresa, de trabajo o profesión, la libertad
de asociación y la participación ciudadana, así como el derecho de pe-
tición y aplicación de sanciones que se combina con el derecho a la
información que consagra el artículo 6o. de la Constitución. Podemos
decir que el régimen constitucional mexicano en materia ambiental per-
mite una aplicación amplia y flexible de los principios que si bien no
fueron formulados expresamente para esta materia nos permiten hacer
una nueva interpretación a la Constitución frente a estos nuevos fenó-
menos que imponen retos.
Estos derechos en materia ambiental han sido objeto de amplios de-
bates conceptuales desde el punto de vista jurídico debido a que los
significados que contienen provienen de definiciones que se han acuñado
en otras ciencias y para otros fines. La definición de medio ambiente
más generalizada contiene: el ámbito biofísico natural y sus sucesivas
transformaciones artificiales, así como su despliegue espacial. Se trata
específicamente de la energía solar, el aire, el agua y la tierra; fauna,
flora, minerales y espacio (en el sentido de superficie disponible para
ARTÍCULO 1o. 5

la actividad humana), así como el medio ambiente construido o artifi-


cializado y las interacciones ecológicas entre todos estos elementos y
entre ellos y la sociedad. El concepto de medio ambiente, para caracte-
rizarlo como bien jurídico a proteger, es la síntesis de la evolución del
concepto de ecosistema y nos hace referencia a la puesta en práctica
del enfoque holístico. Cuando se habla de medio ambiente desde el punto
de vista jurídico, se habla del ecosistema, más el ser humano; el eco-
sistema no es sólo factores físicos, sino que en el mismo concepto se
hace también referencia a las relaciones interindividuales, intercomuni-
dades y sociales. Esta forma de concebir al ecosistema nos lleva a acuñar
un concepto jurídico holístico de medio ambiente, que es el resultado
de unir y combinar el análisis ecológico, a los análisis económico, po-
lítico, social y cultural. El derecho al medio ambiente adecuado no es
sino una de las formas de expresión de las relaciones que se entablan
entre el hombre y la naturaleza, entre el sistema social y todas sus in-
teracciones con el ecosistema.
Además del derecho al medio ambiente adecuado la Constitución en
el artículo 27, párrafo tercero, regula la conservación de los elementos
naturales susceptibles de apropiación y las acciones para evitar la des-
trucción de los elementos naturales y los daños que la propiedad pueda
sufrir en perjuicio de la sociedad, desde 1917 y la preservación y res-
tauración del equilibrio ecológico desde el 10 de agosto de 1987. Esto
implica que el régimen ambiental constitucional es eminentemente pa-
trimonialista y que se fundamenta en el establecimiento de modalidades
a la apropiación de recursos naturales y en el régimen de bienes nacio-
nales. Las fracciones II, IV, V y VI del artículo son reglamentarias de
este precepto constitucional.
El derecho al desarrollo sustentable que es reglamentado en la fracción
segunda se encuentra en el artículo 25 de la Constitución de dos formas:
como principio de la planeación nacional y como modalidad a la pro-
ductividad.
Como principio de planeación nacional, se encuentra desde 1999 cuan-
do se reformó la primera parte del artículo que señala que ‘‘Corresponde
al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea
integral y sustentable...’’, esto significa que el desarrollo sustentable es
ahora parte de la política de Estado y que en consecuencia el Plan Na-
cional de Desarrollo deberá tener este carácter si se quiere que sea acorde
con la Constitución. La protección al ambiente como una nueva visión
6 LEY DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y DEL AMBIENTE COMENTADA

de Estado ya había cambiado de sentido cuando fue recibida como ma-


teria autónoma en la Constitución en la reforma al artículo 25 de la
carta magna en 1983. En el párrafo sexto, expresamente se señala que
el cuidado del medio ambiente es una modalidad a la producción del
sector privado y social:

Bajo criterios de equidad social y productividad se apoyará e impulsará a


las empresas de los sectores social y privado de la economía, sujetándolas a las
modalidades que dicte el interés público y al uso, en beneficio general, de
los recursos productivos, cuidando su conservación y el medio ambiente.

El artículo 25 es reglamentado por la fracción segunda del artículo


primero, ya que se señala que la Ley establecerá las bases para definir
los principios de la política ambiental y los instrumentos para su apli-
cación. El derecho al desarrollo sustentable se concretiza a partir de la
política ambiental y en su aplicación a partir de la imposición de mo-
dalidades a la productividad.
La técnica de la ley-marco se positivizó una vez más en la fracción
XXIX, inciso G del artículo 73 constitucional; allí se facultó al Con-
greso,

para expedir las leyes que establezcan la concurrencia del gobierno federal,
de los gobiernos de los estados y de los municipios, en el ámbito de sus res-
pectivas competencias, en materia de protección al ambiente y de preserva-
ción y restauración del equilibrio ecológico [que es el fundamento de la frac-
ción octava del artículo primero].

Las materias concurrentes en México son la salubridad general, la


educación, los asentamientos humanos, la fiscal, la cultura y el deporte.
Dado que en las distintas materias mencionadas se reconoció la materia
ambiental, entonces se encuentra también una ley-marco, que es la Ley
General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente; a partir
de ella, se han expedido las leyes locales que atribuyen competencia en
sus respectivos ámbitos a los gobiernos estatales y municipales.
Cabe señalar que la materia ambiental siempre ha tenido un carácter
de general. La primera reforma a la Constitución en materia ambiental
se dio en 1971, cuando al Consejo de Salubridad General se le dota
constitucionalmente de la facultad de establecer medidas para la lucha
ARTÍCULO 1o. 7

en contra de la contaminación ambiental y la protección al ambiente.


Hasta la fecha y desde su creación en 1917, este Consejo no ha ejercitado
estas facultades, que podemos denominar de excepcionales. Para hacer
frente a una emergencia, existe la posibilidad que ante una contingencia
ambiental opere esta autoridad, que es la máxima en materia ambiental
y que tiene su fundamento en el artículo 73 fracción XVI de la Cons-
titución.
Después de que nuestro país asumió en el texto del artículo 124 de
la Constitución vigente la fórmula clásica del federalismo dual, las fa-
cultades que ‘‘no están expresamente concedidas por esta Constitución
a los funcionarios federales, se entienden reservadas a los Estados’’, el
articulado ha sido retocado en varias ocasiones para otorgarle al fede-
ralismo mexicano matices peculiares. Al respecto, destacan dos cuestio-
nes principales: adopción en ciertas materias de las llamadas leyes ge-
nerales o leyes marco, partir de las cuales se autoriza la distribución de
competencias por parte del legislador secundario entre los distintos ór-
denes de gobierno; tarea que antes estuvo reservada de manera exclusiva
a la Constitución.
Cabe decir que la recepción de esta nueva técnica se ha realizado a
través de adiciones al artículo 3o. constitucional, y para el efecto se ha
adoptado la poca afortunada expresión que alude a las potestades ‘‘con-
currentes’’. Tal ha sido el caso de materias como educación, salud, asen-
tamientos humanos, protección al ambiente y equilibrio ecológico y, con
algunos rasgos distintos, tributación y vías de comunicación.
El otro factor trascendente para la organización federal mexicana es
el fortalecimiento de las atribuciones del Municipio impulsado desde la
Constitución. Las reformas al artículo 115 han enriquecido el marco de
competencia de los ayuntamientos, aunque por regla general en detri-
mento de las facultades propias de las entidades federativas.
Además de estas dos orientaciones constitucionales, mencionadas
como antecedentes para entender el carácter específico del federalismo
mexicano, hay que tener en cuenta también la manera particular en
que la organización formalmente federal de nuestra República ha en-
cubierto un ejercicio de tipo centralista. Los disimulos, las adaptacio-
nes y los encubrimientos han generado una vida federal sui generis,
a cuyo través deben observarse los ajustes a los que se hizo referencia
inicialmente.
8 LEY DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y DEL AMBIENTE COMENTADA

La fracción IX, cuando hace alusión a los convenios de coordinación,


tiene como fundamento el artículo 116 de la Constitución en su fracción
VII, que señala:

La Federación y los estados, en los términos de ley, podrán convenir la asun-


ción por parte de éstos del ejercicio de sus funciones, la ejecución y operación
de obras y la prestación de servicios públicos, cuando el desarrollo económico y
social lo haga necesario. Los estados estarán facultados para celebrar esos
convenios con sus municipios, a efecto de que éstos asuman la prestación de
los servicios o la atención de las funciones a las que se refiere el párrafo
anterior.

Para el caso de la concertación e inducción estamos frente a la apli-


cación del artículo 25 de la Constitución y de la Ley de Planeación.
La fracción X reglamenta los artículos 14 y 16 constitucionales cuando
señala que las medidas de control y de seguridad para garantizar el cum-
plimiento y aplicación de la Ley y la imposición de sanciones penales
y administrativas.
El último párrafo nos señala la supletoriedad de la Ley ambiental y
nos remite a la aplicación de todo el sistema jurídico mexicano que tendrá
y deberá ser aplicado integralmente para el caso ambiental. Este principio
se refuerza con la definición ‘‘legislación ambiental’’ del artículo 45 del
Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte, que significa
cualquier ley o reglamento de una parte, o sus disposiciones, cuyo pro-
pósito principal sea la protección del medio ambiente, o la prevención
de un peligro contra la vida o la salud humana, a través de: a) la pre-
vención, el abatimiento o el control de una fuga, descarga, o emisión
de contaminantes ambientales; b) el control de químicos, sustancias, ma-
teriales o desechos peligrosos o tóxicos, y la diseminación de informa-
ción relacionada con ello; o c) la protección de la flora y fauna silvestres,
incluso especies en peligro de extinción, su hábitat, y las áreas naturales
protegidas en territorio de la parte, pero no incluye cualquier ley o re-
glamento, ni sus disposiciones, directamente relacionados con la segu-
ridad e higiene del trabajador.
Para mayor certidumbre, el término ‘‘legislación ambiental’’ no in-
cluye ninguna ley ni reglamento, ni sus disposiciones, cuyo propósito
principal sea la administración de la recolección, extracción o explotación
de recursos naturales con fines comerciales, ni la recolección o extrac-
ARTÍCULO 1o. 9

ción de recursos naturales con propósitos de subsistencia o por pobla-


ciones indígenas.
El propósito principal de una disposición legislativa o reglamentaria
en particular, para efectos de los incisos a) y b) se determinará por su
propósito principal y no por el de la ley o del reglamento del que forma
parte.
Alberto Székely señala que, sin embargo, aun con todos los instru-
mentos jurídicos con que cuenta la legislación ambiental, México pre-
senta serios problemas para llevar a cabo acciones de conservación en
materia de medio ambiente, y en específico sobre recursos naturales.
Estos problemas no se deben a la falta de leyes, reglamentos y normas,
sino a la falta de precisión y coordinación de éstos, y al traslape en las
atribuciones de las distintas dependencias y niveles del gobierno. Estos
instrumentos jurídicos usualmente no llegan a ser aplicables, ya que al-
gunos de ellos son obsoletos, se traslapan o son tan generales que no
son claros en los casos específicos reales. Además, está la discreciona-
lidad que se le confiere a la autoridad para su aplicación o interpretación.
Lo anterior resulta en la falta de observancia de estas medidas por parte
de la población, ya sea por ignorancia o por la poca importancia que
se les atribuye.
Por ello es importante señalar qué se entiende por cumplimiento efec-
tivo de la legislación ambiental según el artículo 5o. del Acuerdo de
Cooperación Ambiental de América del Norte que establece las medidas
gubernamentales para la aplicación de leyes y reglamentos ambientales.
En primer término establece que con el objeto de lograr altos niveles
de protección del ambiente y de cumplimiento con sus leyes y regla-
mentos ambientales, cada una de las partes (Canadá, Estados Unidos y
México) aplicará de manera efectiva sus leyes y reglamentos ambientales
a través de medidas gubernamentales adecuadas, conforme al artículo
37, como: a) nombrar y capacitar inspectores; b) vigilar el cumplimiento
de las leyes e investigar las presuntas violaciones, inclusive mediante
visitas de inspección in situ; c) tratar de obtener promesas de cumpli-
miento voluntario y acuerdos de cumplimiento; d) difundir públicamente
información sobre incumplimiento; e) emitir boletines u otras publica-
ciones periódicas sobre los procedimientos para la aplicación de leyes;
f) promover las auditorías ambientales; g) requerir registros e informes;
h) proveer o alentar el uso de servicios de mediación y arbitraje; i) uti-
10 LEY DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y DEL AMBIENTE COMENTADA

lizar licencias, permisos y autorizaciones; j) iniciar, de manera oportuna,


procedimientos judiciales, cuasijudiciales, o administrativos para procu-
rar las sanciones o las soluciones adecuadas en caso de violación de sus
leyes y reglamentos ambientales; k) establecer la posibilidad de practicar
cateos, decomisos y detenciones administrativas; o l) expedir resolucio-
nes administrativas, incluidas las de naturaleza preventiva, reparadora o
de emergencia.
En segundo término establece que cada una de las partes garantizará
la disponibilidad, conforme a su derecho, de procedimientos judiciales,
cuasijudiciales o administrativos para aplicar sus leyes y reglamentos
ambientales, con el fin de sancionar o reparar las violaciones a éstos.
En tercer término señala que según proceda, las sanciones y recursos
previstos contra las violaciones a las leyes y reglamentos ambientales
de una parte, deberán: a) tomar en cuenta la naturaleza y gravedad de
la infracción, cualquier beneficio económico que obtenga de ella el in-
fractor, la situación económica de éste y otros factores pertinentes; y
b) incluir convenios de cumplimiento, multas, encarcelamiento, medidas
precautorias, clausura de instalaciones y el costo de detener y limpiar
la contaminación.

CONCORDANCIAS
• Artículos 2o., 3o., 4o., 25, 27, 73 fracciones XVI, XXIX G; 115,
116, 122, 124 y 133 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
• Código Civil para el Distrito Federal en Materia Común y para
toda la República en Materia Federal (Diario Oficial de la Fede-
ración, 26-05-28. Con reformas en Diario Oficial de la Federación
31-03-38, 20-01-40, 14-01-48, 27-02-51, 09-01-54, 15-12-54, 31-
12-54, 30-12-66, 17-01-70, 17-01-70, 28-01-70, 24-01-71, 04-01-
73, 14-03-73, 28-12-73, 23-12-74, 31-12-74, 22-12-75, 30-12-75,
29-06-76, 29-12-76, 03-01-79, 31-12-82, 27-12-83, 27-12-83, 07-
12-85, 10-01-86, 07-01-88, 07-01-88, 23-07-92, 21-07-93, 23-09-
93, 06-01-94, 10-01-94, 24-05-96, 24-12-96, 30-12-97, 19-10-98.
Última reforma como Código Federal y local, Diario Oficial de la
Federación, 29-05-00, en la que cambia la denominación; deja de
ser Código Civil para el Distrito Federal en Materia común y para
toda la República en Materia Federal).
ARTÍCULO 1o. 11

• Decreto de promulgación de los Acuerdos de Cooperación Am-


biental y Laboral de América del Norte (Diario Oficial de la Fe-
deración, 21-12-93).
• Ley Agraria (Diario Oficial de la Federación, 26-02-92).
• Ley de Aguas Nacionales (Diario Oficial de la Federación, 01-
12-92).
• Ley de Amparo (Diario Oficial de la Federación, 10-01-1936, úl-
tima reforma el 17-05-2001).
• Ley de Vías Generales de Comunicación (Diario Oficial de la Fe-
deración, 19-02-40).
• Ley Federal de Procedimiento Administrativo (Diario Oficial de
la Federación, 04-08-94).
• Ley Federal del Mar (Diario Oficial de la Federación, 06-01-86).
• Ley Forestal (Diario Oficial de la Federación, 25-09-98).
• Ley General de Asentamientos Humanos (Diario Oficial de la Fe-
deración, 21-07-93. Reformas Diario Oficial de la Federación, 05-
08-94).
• Ley General de Bienes Nacionales (Diario Oficial de la Federa-
ción, 08-01-82).
• Ley General de Vida Silvestre (Diario Oficial de la Federación,
03-07-00).
• Ley Minera (Diario Oficial de la Federación, 26-06-92).
• Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (Diario Oficial
de la Federación, 28-12-94).
• Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del
Petróleo (Diario Oficial de la Federación, 29-11-58).
• Ley sobre Variedades Vegetales (Diario Oficial de la Federación,
25-10-96).
• Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 (Diario Oficial de la Fe-
deración, 30-05-01).

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12 LEY DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y DEL AMBIENTE COMENTADA

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para la elaboración de una agenda legal ambiental)’’, Modernización del derecho
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el estudio del sistema jurídico mexicano en materia de contaminación del am-
biente’’, Jurídica, México, núm. 6, julio de 1974; id., ‘‘Notas sobre el sistema
jurídico mexicano, a la luz de la Constitución’’, Jurídica, México, núm. 7, julio
de 1975.

ARTÍCULO 2o. Se consideran de utilidad pública:


I. El ordenamiento ecológico del territorio nacional en los casos previstos
por ésta y las demás leyes aplicables;
II. El establecimiento, protección y preservación de las áreas naturales
protegidas y de las zonas de restauración ecológica;
III. La formulación y ejecución de acciones de protección y preservación
de la biodiversidad del territorio nacional y las zonas sobre las que la
nación ejerce su soberanía y jurisdicción, así como el aprovechamiento
de material genético; y
IV. El establecimiento de zonas intermedias de salvaguardia, con motivo
de la presencia de actividades consideradas como riesgosas.

COMENTARIO
Cuando la Ley hace alusión a la utilidad pública estamos en presencia
de la aplicación del artículo 27 de la Constitución cuando señala en su
14 LEY DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y DEL AMBIENTE COMENTADA

párrafo segundo que las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa
de utilidad pública y mediante indemnización. Siguiendo al texto cons-
titucional tenemos que remitirnos a la Ley de Expropiación en sus ar-
tículos primero y segundo, ya que en ellos se indican las causas de uti-
lidad pública, para el caso ambiental destacan las siguientes:

III. El embellecimiento, ampliación y saneamiento de las poblaciones y puer-


tos, parques, jardines, campos deportivos o de aterrizaje... y de cualquier obra
destinada a prestar servicios de beneficio colectivo.
IV. La conservación de los lugares de belleza panorámica, de las antigüe-
dades y objetos de arte, de los edificios y monumentos arqueológicos o his-
tóricos, y de las cosas que se consideran como características notables de
nuestra cultura nacional;
V. La satisfacción de necesidades colectivas en caso trastornos interiores...
y los procedimientos empleados para combatir o impedir la propagación de
epidemias, epizootias, incendios, plagas, inundaciones u otras calamidades
públicas;
VII. La defensa, conservación, desarrollo o aprovechamiento de los ele-
mentos naturales susceptibles de explotación;
X. Las medidas necesarias para evitar la destrucción de los elementos
naturales y los daños que la propiedad pueda sufrir en perjuicio de la colec-
tividad;
XI. La creación o mejoramiento de centros de población y de sus fuentes
propias de vida;
XII. Los demás casos previstos por leyes especiales.

En el presente artículo estamos frente al caso de la fracción XII, ya


que es precisamente este artículo el que determina las causas de utilidad
pública.
El artículo 2o. de la Ley de Expropiación, señala que en los casos
comprendidos en la enumeración del artículo primero que, para el tipo
ambiental, son los que señala el párrafo anterior, previa declaración del
Ejecutivo federal, procederá la expropiación, la ocupación temporal, total
o parcial, o la simple limitación de los derechos de dominio para los
fines del Estado o en interés de la colectividad.
La Ley Orgánica de la Administración Pública establece que es la
Secretaría de Gobernación la que tiene la facultad en su artículo 27 frac-
ción XX de ejercitar el derecho de expropiación por causa de utilidad
pública en aquellos casos no encomendados a otra dependencia, en el
ARTÍCULO 2o. 15

caso ambiental es la dependencia encargada de ello debido a que la atri-


bución que tiene Semarnat es la de proponer al Ejecutivo federal el es-
tablecimiento del área y no tiene facultades expropiatorias.
Para el caso de la primera fracción, es importante señalar que el hecho
de que sea causa de utilidad pública permite el cumplimiento efectivo
de los programas de ordenamiento ecológico, convirtiéndolos en instru-
mentos que crean derechos y obligaciones. Se tiene que relacionar este
artículo con el artículo segundo de la Ley de Expropiación, ya que los
criterios de ordenamiento ecológico, las acciones y prohibiciones pre-
vistas en ellos son una limitación de los derechos de dominio para los
fines del Estado o en interés de la colectividad, que en el caso ambiental
son los artículos que consagran el derecho a un medio ambiente adecuado
y los que fundamentan la planeación del desarrollo sustentable.
La segunda fracción es el sustento para llevar a cabo lo previsto en
la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente,
en el artículo 60 fracción IV, para el establecimiento de áreas naturales
protegidas. La expropiación por causa de utilidad pública debe señalarse,
si así se requiere, para que la nación adquiera su dominio. También se
prevé que cuando al establecerse un área natural protegida se requiera
la resolución expropiatoria, deberán observarse las previsiones de las
leyes de Expropiación, Agraria y los demás ordenamientos aplicables.
En el caso de la tercera fracción, es causa de utilidad pública la for-
mulación y ejecución de acciones de protección y preservación de la
biodiversidad del territorio nacional y las zonas sobre las que la nación
ejerce su soberanía y jurisdicción, así como el aprovechamiento de ma-
terial genético. La Ley de Variedades Vegetales establece que la Semar-
nat tiene a su cargo: proteger la biodiversidad de las variedades vegetales
que son de dominio público, esto significa que para que éstas existan,
se requerirá de que sean expropiadas por causa de utilidad pública.
La última fracción que señala como causa de utilidad pública el es-
tablecimiento de zonas intermedias de salvaguardia, con motivo de la
presencia de actividades consideradas como riesgosas, es una de las dis-
posiciones más importantes de la Ley y la menos regulada. En la Ley
sólo se vuelve a regular esta figura en el artículo 148 de la LGEEPA
en la que el gobierno federal, mediante declaratoria, establecerá restric-
ciones a los usos urbanos que pudieran ocasionar riesgos para la pobla-
ción. La Semarnat promoverá, ante las autoridades locales competentes,
16 LEY DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y DEL AMBIENTE COMENTADA

que los planes o programas de desarrollo urbano establezcan que en di-


chas zonas no se permitirán los usos habitacionales, comerciales u otros
que pongan en riesgo a la población. Consideramos que sería importante
desarrollar una mejor y más amplia regulación de riesgo ambiental no
sólo para establecer este tipo de áreas sino también para establecer un
mapa de riesgo nacional, así como medidas de emergencia y contingencia
ambiental para establecer las reglas a seguir en estas áreas y en situa-
ciones de peligro ambiental.

CONCORDANCIA
• Artículos 4o., 25, 27 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
• Ley de Expropiación (Diario Oficial de la Federación, 25-11-36).
• Decreto que adiciona la fracción III del artículo 1o. de la Ley de
Expropiación (Diario Oficial de la Federación, 30-12-49).
• Decreto que reforma, adiciona y deroga disposiciones de diversas
leyes relacionadas con el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (Diario Oficial de la Federación, 22-12-93).
• Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas dis-
posiciones del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal; de la
Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos; de
la Ley de Expropiación y de la Ley Orgánica de la Administración
Pública Federal (Diario Oficial de la Federación, 04-12-97).
• Ley de Aguas Nacionales (Diario Oficial de la Federación, 01-
12-92).
• Ley General de Asentamientos Humanos (Diario Oficial de la Fe-
deración, 21-07-93). Reformas Diario Oficial de la Federación,
05-08-94).
• Ley Agraria (Diario Oficial de la Federación, 26-02-92).
• Ley Federal del Mar (Diario Oficial de la Federación, 06-01-86).
• Ley de Vías Generales de Comunicación (Diario Oficial de la Fe-
deración, 19-02-40).
• Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del
Petróleo (Diario Oficial de la Federación, 29-11-58).
• Ley Sobre Variedades Vegetales (Diario Oficial de la Federación,
25-10-96).
• Ley Forestal (Diario Oficial de la Federación, 25-09-98).
• Ley Minera (Diario Oficial de la Federación, 26-06-92).
ARTÍCULO 3o. 17

• Ley General de Bienes Nacionales (Diario Oficial de la Federa-


ción, 08-01-82).
• Ley Federal de Procedimiento Administrativo (Diario Oficial de
la Federación, 04-08-94).
• Ley General de Vida Silvestre (Diario Oficial de la Federación,
03-07-00).
• Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (Diario Oficial
de la Federación, 28- 12-94).
• Ley de Amparo (Diario Oficial de la Federación, 10-01-36, última
reforma 17-05-01).
• Código Civil para el Distrito Federal en Materia Común y para
toda la República en Materia Federal (Diario Oficial de la Fede-
ración, 26-05-28. Con reformas en Diario Oficial de la Federación,
31-03-38, 20-01-40, 14-01-48, 27-02-51, 09-01-54, 15-12-54, 31-
12-54, 30-12-66, 17-01-70, 28-01-70, 24-01-71, 04-01-73, 14-03-
73, 28-12-73, 23-12-74, 31-12-74, 22-12-75, 30-12-75, 29-06-76,
29-12-76, 03-01-79, 31-12-82, 27-12-83, 27-12-83, 07-12-85, 10-
01-86, 07-01-88, 07-01-88, 23-07-92, 21-07-93, 23-09-93, 06-01-
94, 10-01-94, 24-05-96, 24-12-96, 30-12-97, 19-10-98, 29-05-00).
• Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 (Diario Oficial de la Fe-
deración, 30-05-01).

ARTÍCULO 3o. Para los efectos de esta Ley se entiende por:


I. Ambiente: El conjunto de elementos naturales y artificiales o inducidos
por el hombre que hacen posible la existencia y desarrollo de los seres
humanos y demás organismos vivos que interactúan en un espacio y
tiempo determinados;
II. Áreas naturales protegidas: Las zonas del territorio nacional y aquellas
sobre las que la nación ejerce su soberanía y jurisdicción, en donde los
ambientes originales no han sido significativamente alterados por la
actividad del ser humano o que requieren ser preservadas y restauradas
y están sujetas al régimen previsto en la presente Ley;
III. Aprovechamiento sustentable: La utilización de los recursos naturales
en forma que se respete la integridad funcional y las capacidades de
carga de los ecosistemas de los que forman parte dichos recursos, por
periodos indefinidos;
IV. Biodiversidad: La variabilidad de organismos vivos de cualquier fuen-
te, incluidos, entre otros, los ecosistemas terrestres, marinos y otros
ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman
18 LEY DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y DEL AMBIENTE COMENTADA

parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las espe-


cies y de los ecosistemas;
V. Biotecnología: Toda aplicación tecnológica que utilice recursos bioló-
gicos, organismos vivos o sus derivados para la creación o modifica-
ción de productos o procesos para usos específicos;
VI. Contaminación: La presencia en el ambiente de uno o más contami-
nantes o de cualquier combinación de ellos que cause desequilibrio
ecológico;
VII. Contaminante: Toda materia o energía en cualesquiera de sus estados
físicos y formas, que al incorporarse o actuar en la atmósfera, agua,
suelo, flora, fauna o cualquier elemento natural, altere o modifique su
composición y condición natural;
VIII. Contingencia ambiental: Situación de riesgo, derivada de actividades
humanas o fenómenos naturales, que puede poner en peligro la inte-
gridad de uno o varios ecosistemas;
IX. Control: Inspección, vigilancia y aplicación de las medidas necesarias
para el cumplimiento de las disposiciones establecidas en este ordena-
miento;
X. Criterios ecológicos: Los lineamientos obligatorios contenidos en la
presente Ley, para orientar las acciones de preservación y restauración
del equilibrio ecológico, el aprovechamiento sustentable de los recur-
sos naturales y la protección al ambiente, que tendrán el carácter de
instrumentos de la política ambiental;
XI. Desarrollo sustentable: El proceso evaluable mediante criterios e indi-
cadores del carácter ambiental, económico y social que tiende a mejo-
rar la calidad de vida y la productividad de las personas, que se funda
en medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, pro-
tección del ambiente y aprovechamiento de recursos naturales, de ma-
nera que no se comprometa la satisfacción de las necesidades de las
generaciones futuras;
XII. Desequilibrio ecológico: La alteración de las relaciones de interdepen-
dencia entre los elementos naturales que conforman el ambiente, que
afecta negativamente la existencia, transformación y desarrollo del
hombre y demás seres vivos;
XIII. Ecosistema: La unidad funcional básica de interacción de los organis-
mos vivos entre sí y de éstos con el ambiente, en un espacio y tiempo
determinados;
XIV. Equilibrio ecológico: La relación de interdependencia entre los ele-
mentos que conforman el ambiente que hace posible la existencia,
transformación y desarrollo del hombre y demás seres vivos;
ARTÍCULO 3o. 19

XV. Elemento natural: Los elementos físicos, químicos y biológicos que se


presentan en un tiempo y espacio determinado sin la inducción del
hombre;
XVI. Emergencia ecológica: Situación derivada de actividades humanas o
fenómenos naturales que al afectar severamente a sus elementos, pone
en peligro a uno o varios ecosistemas;
XVII. Fauna silvestre: Las especies animales que subsisten sujetas a los pro-
cesos de selección natural y que se desarrollan libremente, incluyendo
sus poblaciones menores que se encuentran bajo control del hombre,
así como los animales domésticos que por abandono se tornen salvajes
y por ello sean susceptibles de captura y apropiación;
XVIII. Flora silvestre: Las especies vegetales así como los hongos, que sub-
sisten sujetas a los procesos de selección natural y que se desarrollan
libremente, incluyendo las poblaciones o especímenes de estas especies
que se encuentran bajo control del hombre;
XIX. Impacto ambiental: Modificación del ambiente ocasionada por la ac-
ción del hombre o de la naturaleza;
XX. Manifestación del impacto ambiental: El documento mediante el cual
se da a conocer, con base en estudios, el impacto ambiental, significa-
tivo y potencial que generaría una obra o actividad, así como la forma
de evitarlo o atenuarlo en caso de que sea negativo;
XXI. Material genético: Todo material de origen vegetal, animal, microbiano
o de otro tipo, que contenga unidades funcionales de herencia;
XXII. Material peligroso: Elementos, substancias, compuestos, residuos o
mezclas de ellos que, independientemente de su estado físico, repre-
sente un riesgo para el ambiente, la salud o los recursos naturales, por
sus características corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflama-
bles o biológico-infecciosas;
XXIII. Ordenamiento ecológico: El instrumento de política ambiental cuyo
objeto es regular o inducir el uso del suelo y las actividades producti-
vas, con el fin de lograr la protección del medio ambiente y la preser-
vación y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, a
partir del análisis de las tendencias de deterioro y las potencialidades
de aprovechamiento de los mismos;
XXIV. Preservación: El conjunto de políticas y medidas para mantener las
condiciones que propicien la evolución y continuidad de los ecosiste-
mas y hábitat naturales, así como conservar las poblaciones viables de
especies en sus entornos naturales y los componentes de la biodiver-
sidad fuera de sus hábitat naturales;
XXV. Prevención: El conjunto de disposiciones y medidas anticipadas para
evitar el deterioro del ambiente;
20 LEY DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y DEL AMBIENTE COMENTADA

XXVI. Protección: El conjunto de políticas y medidas para mejorar el ambien-


te y controlar su deterioro;
XXVII. Recursos biológicos: Los recursos genéticos, los organismos o partes
de ellos, las poblaciones, o cualquier otro componente biótico de los
ecosistemas con valor o utilidad real o potencial para el ser humano;
XXVIII. Recursos genéticos: El material genético de valor real o potencial;
XXIX. Recurso natural: El elemento natural susceptible de ser aprovechado
en beneficio del hombre;
XXX. Región ecológica: La unidad del territorio nacional que comparte ca-
racterísticas ecológicas comunes;
XXXI. Residuo: Cualquier material generado en los procesos de extracción,
beneficio, transformación, producción, consumo, utilización, control o
tratamiento cuya calidad no permita usarlo nuevamente en el proceso
que lo generó;
XXXII. Residuos peligrosos: Todos aquellos residuos, en cualquier estado fí-
sico, que por sus características corrosivas, reactivas, explosivas, tóxi-
cas, inflamables o biológico-infecciosas, representen un peligro para el
equilibrio ecológico o el ambiente;
XXXIII. Restauración: Conjunto de actividades tendientes a la recuperación y
restablecimiento de las condiciones que propician la evolución y con-
tinuidad de los procesos naturales;
XXXIV. Secretaría: La Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y
Pesca;
XXXV. Vocación natural: Condiciones que presenta un ecosistema para soste-
ner una o varias actividades sin que se produzcan desequilibrios eco-
lógicos, y
XXXVI. Educación ambiental: Proceso de formación dirigido a toda la socie-
dad, tanto en el ámbito escolar como en el ámbito extraescolar, para
facilitar la percepción integrada del ambiente a fin de lograr conductas
más racionales a favor del desarrollo social y del ambiente. La educa-
ción ambiental comprende la asimilación de conocimientos, la formación
de valores, el desarrollo de competencias y conductas con el propósito
de garantizar la preservación de la vida.

COMENTARIO
Las definiciones que marca este artículo podemos considerarlas como
la definición jurídica de conceptos que si bien tienen un contenido cien-
tífico o técnico, deben ser manejadas para la aplicación conforme a lo
que establece este artículo.
ARTÍCULO 3o. 21

Cabe señalar que también existen definiciones en los reglamentos de


la Ley y en las normas oficiales mexicanas, que no necesariamente con-
cuerdan; así que se recomienda que para la aplicación de los preceptos
se haga siempre un análisis de los conceptos jurídicos y sus alcances
en la aplicación y cumplimiento.
En el presente trabajo no se comentarán estos conceptos, sino que
serán manejados en el artículo que corresponda y en donde el término
sirva para dar sentido jurídico a la disposición comentada.

CONCORDANCIA
• Reforma a la fracción XXXVI al artículo 3o. (Diario Oficial de
la Federación, 7 de enero de 2000).

BIBLIOGRAFÍA
BRAÑES, Raúl, Manual de derecho ambiental mexicano, México, FUNDEA-
FCE, 2000.

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