BIOTECNOLOGIA
BIOTECNOLOGIA
BIOTECNOLOGIA
Instituto de Suelos CIRN-INTA de los Reseros y Nicolás Repetto s/n 1686 Hurlingham, Buenos
Aires, 2Cátedra de Edafología, Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires. Av. San
Martín 4453, Buenos Aires 1417, Argentina
INTRODUCCIÓN
La situación mundial referida a los residuos es variada y complicada, los países industrializados
poseen diversos sistemas de tratamientos para sus residuos y poseen residuos tóxicos difíciles
de manejar si no se realiza separación en origen. Los países con poca industrialización han
manejado el tema de maneras diversas y en muchos casos directamente no existen políticas
definidas al respecto. Esto trae como consecuencia basurales a cielo abierto donde se
disponen todo tipo de residuo sin clasificar y donde los tóxicos son distribuidos en el suelo y en
las aguas superficiales y hasta en las profundas por medio de los lixiviados que genera el
material orgánico. El aire se contamina por generación de biogás o por quemas espontaneas o
intencionales liberando dioxinas y furanos. El método más usado es el destino final de los
residuos en rellenos sanitarios instalados y manejados con menor o mayor tecnología aplicada
correctamente o no (Tchobanouglous et al., 1994; Seoanez Calvo et al., 1999).
Hace varios años se ha comenzado con la separación en origen de los residuos domiciliarios y
el resultado mejor se ha alcanzado en centros urbanos pequeños. El material orgánico es el
principal actor en la producción de líquidos lixiviados alcanzando proporciones de hasta el 50
% en la basura domiciliaria. La descomposición anaeróbica de los residuos orgánicos al interior
del relleno libera agua y esta acarrea consigo contaminantes diversos y microorganismos de
los demás residuos. Así mismo el relleno sanitario es un reactor anaeróbico que genera biogás
cuya principal composición es el metano, gas que si se elimina a la atmósfera es altamente
contaminante.
La clasificación en origen del residuo urbano implica un nuevo destino que podría ser un
reciclado como el caso de los envases de plástico, de cartón o de papel, también del orgánico
cuando se destina a compostaje, elaboración de biogás o lombricompuesto. En ciertos casos
con poco esfuerzo el residuo se reutiliza total o parcialmente como podría ser el caso de un
electrodoméstico o de equipos electrónicos. En otros casos solo reducimos volumen por
ejemplo armando fardos con los plásticos o también en el caso de algunos tratamientos
citados para el material orgánico, compostaje, biogás, lombricompuesto su transformación
también implica disminución de volumen y reuso (Alvarado et al., 2010; Brutti, 2001; Brutti,
2003).
Legislación nacional y en la provincia de Buenos Aires Argentina
La Ley Nº 1854 Gestión integral de residuos sólidos urbanos (2006), conocida como, tiene
como principio la reducción progresiva de la disposición final de los residuos sólidos urbanos.
El Decreto 639/07 (09/05/2007) reglamenta la Ley N°1854, mientras que el Decreto 760/08
(01/07/2008) aprueba la reglamentación del artículo 9 de esa ley, modifica el decreto 639/07 y
designa la autoridad de aplicación, entre otros conceptos.
La Ley N o 13.592 Gestión integral de residuos sólidos urbanos (2006/2007) las bases de la
gestión residuos sólidos y delimita las responsabilidades del gobierno provincial y los
municipios. Por su parte, la Ley 13.657 suspende el artículo 12° y modifica el 8º de la Ley
13.592 y otorga más plazo para que los municipios “manifiesten su continuidad o no con lo
estipulado en el artículo 3° de la norma precitada y notificar de ello a CEAMSE y a la Autoridad
Ambiental Provincial”.
La Ley 25.916 Gestión de residuos domiciliarios (desde 2004) establece que los centros de
disposición final son los “especialmente acondicionados y habilitados por la autoridad
competente para la disposición permanente de los residuos” y pide para su habilitación “la
aprobación de una Evaluación de Impacto Ambiental, que contemple la ejecución de un Plan
de Monitoreo de las principales variables ambientales durante las fases de operación, clausura
y postclausura” de los rellenos sanitarios. Da plazo hasta 2019 (15 años) para la adecuación de
las distintas jurisdicciones al conjunto de disposiciones de la ley.
Define al consejo Federal del medio ambiente (COFEMA) como el “organismo de coordinación
interjurisdiccional” en cuanto al manejo de residuos urbanos.
La Ley 25.675 Política ambiental nacional (desde 2002) le da marco al conjunto de las políticas
ambientales en la Argentina. Establece una serie de principios ambientales como los de
prevención, sustentabilidad y responsabilidad. Este último implica que los generadores de
efectos degradantes del ambiente son responsables de los costos de las acciones preventivas y
correctivas de recomposición.
La ley 24.051 de residuos peligrosos (desde 1992) regula todo lo relacionado con los residuos
peligrosos, desde cómo se definen hasta su transporte y disposición final. Crea el Registro
Nacional de Generadores y Operadores de Residuos Peligrosos.
La Constitución Nacional en su artículo 41 (desde 1994) consagra el derecho “a un ambiente
sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano# y obliga a recomponer el daño ambiental.
También manda a las autoridades a proveer “información y educación ambientales”.
d) Uso y destino futuro del relleno sanitario incluidas las obras y actividades que se
realizaran.
F i g u r a 1 .
De izquierda a derecha planta productora de electricidad a partir del biogás del relleno
sanitario del Complejo Ambiental Norte III y etapa cerrada con recuperación natural de la
vegetación. Foto: Lucrecia Brutti.
En lo referente a rellenos sanitarios, el residuo orgánico que llega aquí proviene de las podas
de parques y jardines, de los cortes de césped y de los restos de los hogares, restaurante,
mercados y ferias libres, de residuos alimenticios. Podría incluirse el material de las
agroindustrias.
Los tratamientos controlados de los residuos orgánicos implican métodos aeróbicos como el
compostaje (en sistema abierto o cerrado) y lombricompuesto o anaeróbico como la
producción de biogás. El compostaje incompleto denominado sanitización que podría
continuar en un proceso de lombricultura. La incineración para obtener vapor de agua y
destinarlo a calefacción como es el caso de la ciudad de Uppsala en Suecia. Los rellenos
sanitarios son lugares ideales para realizar estos procedimientos dado que necesitan materia
orgánica degradada y estabilizada para mejorar la calidad de los suelos que se utilizan en sus
etapas de cierre parcial o total.
Tratándose del relleno sanitario que necesitaría cerrarse por etapas y recuperar el área, el
compostaje sería una opción. Según la normativa de calidad de compost chilena N. o 2880 se
define compost al producto constituido principalmente por materia orgánica que resulta del
proceso de compostaje.
Relleno sanitario
Un relleno sanitario es una obra ingenieril que implica un estudio de impacto ambiental
anterior a su establecimiento. Un trabajo de construcción, otro de operación, un cierre y un
monitoreo operacional de la tarea y sus externalidades durante y con posterioridad al cierre
(Tchobanouglous, 1994).
Cuando se aborda la problemática de los rellenos sanitarios casi siempre se hace hincapié
sobre todo lo que tiene que ver con la calidad y cantidad de materiales que se vuelcan en ellos,
pecando no pocas veces, por la falta de entendimiento de lo que sucede dentro del relleno con
tales materiales.
Una de las externalidades que producen los rellenos sanitarios son los líquidos lixiviados. Pero,
¿qué son esos lixiviados? Según Cruz et al.,2001 los lixiviados son líquidos que se generan por
la liberación del exceso de agua de los residuos sólidos y por la percolación de agua pluvial a
través de los estratos de residuos sólidos que se encuentran en las fases de composición. El
lixiviado es considerado como el principal y gran contaminante de un relleno.
Otro aspecto por demás saliente dentro de los rellenos (su funcionamiento) está en función de
la cantidad de oxígeno del proceso de descomposición, la edad del relleno, así como la capa,
segmento o sector del cual estemos hablando.
En la evolución de los rellenos existen (y muchas veces coexisten) etapas acidogénicas con
otras metanogénicas, de ahí la importancia de utilizar algunos materiales ricos en Ca como
para moderar estas etapas como para no generar problemas aún más serios.
Tal membrana inferior, por lo general está constituida por polietileno de alta densidad (PEAD),
y por debajo de ella, puede también contener una o más capas de arcilla. Respecto del sistema
de colección de líquidos, sabemos que consiste en caños ubicados en el fondo del relleno. El
líquido ingresa dentro de estos caños, y debido a la inclinación propia del terreno, o bien la
que por ingeniería haya sido dada, por gravedad, o succionados con bombas, debería ser
dirigido hacia la planta de tratamiento de líquidos, cuando existe. Y aquí encontramos otra
arista importante referida a la peligrosidad de los rellenos sanitarios.
Eugenio Giraldo, ingeniero civil, de la Universidad de Los Andes. MSc. Ingeniería Ambiental y
Ph. D. en Ingeniería Ambiental, University of Massachussets, EUA; profesor asociado del
Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de Los Andes, en su trabajo
“Tratamiento de lixiviados de rellenos sanitarios, avances recientes”, aclara que “ A pesar de la
creciente conciencia mundial sobre la necesidad de Reducir, Reusar y Reciclar los materiales
que fluyen a través de la sociedad, la implementación real de estas políticas ha encontrado
numerosos obstáculos que han impedido su materialización en hechos concretos. Parte del
problema se encuentra en la poca internalización de los costos ambientales en que se incurre
en la producción de bienes que finalmente se descartan convirtiéndose en residuos. La
comparación final sobre qué hacer con un bien descartado se hace en términos de las
alternativas para su manejo final, mas no en los impactos ambientales que generó su
producción, distribución y uso, siendo con frecuencia la alternativa más económica su
disposición en un relleno sanitario”.
Quedaría claro, a través de lo expresado hasta ahora, que la problemática casi se circunscribe
al tratamiento de los lixiviados. Si bien entonces existen numerosas caracterizaciones de los
lixiviados en donde se hace énfasis en su alto poder contaminante, se podría concluir sin temor
a equivocarnos que estos contienen toda característica contaminante principal, es decir, alto
contenido de materia orgánica, alto contenido de nitrógeno y fósforo, presencia abundante de
patógenos e igualmente de sustancias tóxicas como, metales pesados y constituyentes
orgánicos.
Características por demás importantes ya que nos indican qué es lo que toca removerle a los
lixiviados durante su tratamiento. No obstante, ello, desde el punto de vista de la selección de
la tecnología, somos conscientes de que existen otras características, cualidades y atributos
que, sin ser necesariamente contaminantes, pueden afectar el funcionamiento de los procesos
de tratamiento.
Volviendo otra vez sobre el tópico “calidad de los lixiviados”, es común encontrar
concentraciones mucho mayores de DBO (demanda biológica de oxígeno), amoníaco, metales
y sustancias precipitables; ello encierra implicancias por demás importantes en la operatividad
y el rendimiento de los procesos de tratamiento; debiendo recurrir a adaptaciones sobre
tecnología conforme a casos y cuestiones locales. Consecuencia de ello, los lixiviados de las
áreas de los rellenos sanitarios que han sido recientemente rellenadas producen un lixiviado
altamente contaminante, denominado lixiviado joven. (Giraldo, 2001).
Cuadro 1. Características conceptuales de un líquido lixiviado.
Figura 6. De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. Piscina de percolado en el CEAMSE, Buenos
Aires, Argentina. Piscina liquido percolado relleno sanitario cerrado Lepanto, San Bernardo, Chile.
Bandejas de evaporación de líquidos percolados, relleno Sanitario Santiago Poniente, Chile. Fotos:
Lucrecia Brutti.
Entonces, en cuanto a alternativas de tratamiento se podrá deducir hasta ahora que existen
no pocos sistemas que combinan distintas tecnologías, muchas de ellas sobre la prueba-
error, sabiendo que los sistemas naturales, lagunas y humedales artificiales también se han
propuesto como alternativas para el tratamiento de lixiviados. Estos tienen la ventaja de la
simplicidad en su operación, y la posibilidad de lograr diferentes niveles de tratamiento,
desde un pretratamiento, hasta un tratamiento terciario en caso de necesitarse.
Se descarta del presente comentario que el tratamiento de los lixiviados de los rellenos
sanitarios es un problema difícil de atacar, tal vez, sin exageración, uno de los problemas
más desafiantes en la ingeniería del tratamiento de las aguas residuales. Y ello queda al
descubierto a través de la gran cantidad de tecnologías y de investigación que se vienen
realizando. Por suerte aún hay mucho campo para la innovación. Queda claro que lo más
racional sería no producir lixiviados, o bien producir lixiviados con cualidades menos
contaminantes. Sin embargo, conforme a comentarios del ingeniero Giraldo, esta solución
se podrá dar cuando se mire de una manera global el flujo de materiales en la sociedad y se
internalicen los costos ambientales en todo el ciclo de los materiales, desde su producción,
transformación, distribución, uso y descarte. Mientras tanto es muy probable que los
lixiviados continúen siendo un problema apremiante de la sociedad.
Figura 7. De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. Emplazamiento de pilas y máquina
volteadora. Acopio de material degradado. Foto: Lucrecia Brutti.
El plan de cierre de un relleno sanitario se lleva a cabo una vez completada la capacidad del
relleno y su objetivo es que este siga funcionando eficazmente como una unidad para el
control ambiental de los residuos durante un período, que en promedio podría extenderse a
unos 25 años; si bien existen rellenos sanitarios de Europa donde luego de 100 años hay
producción de biogás. (UCV 1997).
La idea sería biorremediar la zona si bien aquí jugarían dos conceptos: el primero se define
como bioprofilaxis caso en el cual se utilizan tecnologías que evitan la contaminación, y el
segundo concepto es la biorremediación que implica aplicar un conjunto de metodologías que
principalmente se valen de la biología y devuelven un ser natural al que estaba o similar.
(Beider y Brutti, 2015).
A continuación, se desarrollan los puntos que se relacionan con la temática de este libro
a) Diseño de la cobertura final:
Es la estructura que se instala sobre la cobertura normal de la celda una vez que
han finalizado las obras de recepción y disposición de residuos. Esta asegura el
confinamiento de la masa de residuos al interior del relleno sanitario. (EMERES,
1995 y 2000).
Sobre la cobertura de 25 cm que va sobre la última celda del relleno, comienza la instalación
de una capa de material homogéneo, bien graduado, con un coeficiente de permeabilidad de
aproximadamente 10 - 4 cm/seg. El material utilizado está exento de bolones, ladrillos,
escombros y basura. El espesor final de esta cobertura es de 40 cm, colocados en el terreno en
capas de 20 cm, el que es compactado con maquinaria adecuada. Posteriormente se coloca
una lámina de polietileno de baja densidad de 0,2 mm de espesor en planchas de un ancho
mínimo de 10 metros traslapando los empalmes al menos 50 cm. La finalidad de esta lámina es
proteger la integridad de la capa de 40 cm, actuando como una barrera que impide la
infiltración de agua que puede provocar erosión en la estructura.
El sello intermedio y final se realiza empleando tierra arcillosa que tenga un grado de
permeabilidad adecuado para evitar infiltración de aguas lluvias. (Botadero Plazuelas, 2009).
Es la etapa final y una de las más importantes del plan de cierre de un relleno sanitario,
la cual debe cumplir con lo establecido en la normativa ambiental vigente. Esta
comienza a ejecutarse una vez terminadas las operaciones que se realizan dentro del
plan de cierre del relleno sanitario, las que se relacionan con la obra en ejecución de la
cobertura final. (Espinace et al., 1988).
Los objetivos que se persiguen con un plan de recuperación del área son básicamente
dos:
- Proteger la cobertura final que podría ser dañada por efecto de los agentes
erosivos del viento y de las precipitaciones.
Todos los usos finales mencionados anteriormente tienen una cosa en común: requieren de
una revegetación para lograr satisfacer el objetivo de proteger la salud humana y el
medioambiente. Los objetivos de recuperación son muy claros, pero esto no quiere decir que
debamos dejar de reflexionar brevemente en torno al tema de la dificultad en cuanto a
seleccionar la metodología y el sistema de recuperación más adecuado. Las experiencias
indican que hay posturas distintas entre diferentes tendencias de ingenieros y especialistas
con experiencia en el tema. La dificultad para seleccionar la metodología y el sistema de
recuperación se explica por cuatro razones:
- Las condiciones previas en las que se encuentra el terreno, las cuales son
necesarias para desarrollar proyectos de recuperación.
El espacio poroso del suelo está constituido por poros grandes que retienen
oxígeno y por poros pequeños que retienen humedad entre lluvias y riegos. Los
procesos de compactación del suelo con maquinaria pesada en los rellenos
reducen dicho espacio y perjudican el buen crecimiento de las plantas que
depende del suministro de oxígeno en sus raíces.
El tipo de destino agrícola forestal que se pretenda dar a un antiguo relleno sanitario será en
función del grado de estabilidad del terreno y del espesor de la capa final de cubrimiento. Si en
el relleno sanitario terminado se van a sembrar algunas especies vegetales en particular, el
espesor de la capa de cubrimiento final de tierra debe ser suficiente y debe presentar
condiciones de soporte vegetal adecuadas para las especies que se van a sembrar. En la
mayoría de los casos es suficiente un recubrimiento final de suelo de aproximadamente 60 cm
bien compactado. Según el tipo de especie arbórea o arbustiva que se desee introducir puede
ser necesario que el recubrimiento final requiera un espesor mayor.
Es importante considerar la disposición que debiera tener la cobertura final del relleno
sanitario para mantener una cubierta vegetal sin la incidencia mayor de gases y metales
pesados, asegurando así un mayor desarrollo de las especies implantadas para lo cual es de
vital importancia la adecuada eliminación de gases del vertedero. En relación con lo anterior,
es también importante considerar el espesor de la cubierta final donde se desarrollarán las
especies vegetales. Se estima que un espesor de 50- 60 cm sería suficiente para la vegetación
pratense y 70-80 cm para la arbustiva. (Espinace et al., 1990; Trellez, 1976).
Se utilizan terrazas como estructuras de relleno para nivelar el terreno en laderas y pendientes
inclinadas que funcionan como mecanismos de control de drenaje al actuar como una
superficie permeable que aumenta la filtración del agua y reduce el escurrimiento y la erosión
en el suelo. Los terraplenes de la terraza deben tener un cruce gradual con la pendiente para
permitir tanto la filtración como el escurrimiento gradual del agua superficial. Se debe tener
cuidado con compactar todas las áreas del terraplén para hacerlas estables y usar una cubierta
vegetal adicional para hacerla más estable. (Sharma y Lewis, 1994).
El suelo es un ser vivo, un recurso natural formado por miles de años que además de servir
como sustento para las plantas, hospeda un sistema biológico activo microorganismos que
participa en el ciclo de los nutrientes para los cultivos (Beider y Brutti, 2015). El hombre debe
ofrecer sobre el cofre de basura un suelo para que las plantas y los organismos vivos que lo
habitan tengan soporte, aireación, nutrientes y agua. Es conveniente imaginar al menos los
tres horizontes principales del suelo y tratar de imitarlos.
Figura 9. De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, riego por cintas en el terreno del
relleno sanitario cerrado, impermeabilizado, Lo Errazuriz. Zona empastada (Bromus
unioloides, Cynodon dactylon, Eragrostis lugens, Stypa hialina) con especies espontaneas del
lugar. Cultivos de plantas aromáticas, medicinales y calabazas. Foto: Lucrecia Brutti.
Experiencia 1
Los objetivos del plan de cierre del relleno sanitario de Los Vásquez-San Miguel de Tucumán,
Argentina, que funcionó entre 1996 hasta 2004 se definieron así:
Experiencia 2
Todas estas especies introducidas son las que han mostrado un mejor desarrollo durante el
proceso de reinserción. El área recuperada funciona actualmente como un área verde y una
zona de juegos infantiles que tiene a cargo la Empresa Metropolitana de Residuos Sólidos
(Brutti, 2004). El mantenimiento de la carpeta herbácea se realizó con alfombras de césped
cultivadas en el invernadero con un método sustentable de producción sobre polietileno en
bandejones separados por listones de madera y con riego presurizado en abanico (Brutti y
Alvarado, 2008).
Figura 10. De arriba hacia abajo. Jardín al ingreso de las oficinas, plantando doca
(Mesembyianthemum chilensis), arborización de taludes, corte de césped. Relleno Sanitario
cerrado Lo Errazuriz.
Experiencia 3
Balardini (1995) trabaja en Italia con más de 21 especies, determinó que las especies arce
(Acer negundo), aliso italiano (Alnus cordata), carpe negro europea (Ostrya carpinifolia),
encino del pantano (Quercus rubra) y acacio (Robinia pseudoacacia) presentaron una
sobrevivencia del 100 % después de 4 años de evaluación en el relleno sanitario. Así mismo la
especie aliso (Alnus glutinosa), fresno de flor (Fraxinus ornus) presentaron altos niveles de
sobrevivencia de los árboles los que superaron el 70 %. (La Marca et al., 1995).
Experiencia 4
El manual de operaciones para el plan de cierre del basurero actual de San Juan de Nicaragua
2004 se refiere al mantenimiento de un Plan de Cierre (Min. De Amb y Rc. Nat.). Por un lado,
algunos tipos de cubierta vegetal (césped o grama) pueden requerir la limpieza por lo menos
dos veces al año. La limpieza puede ayudar en la supresión de la mala hierba y estimular el
crecimiento, puede aumentar el vigor de cierta especie de hierba. Por otro lado, ciertos tipos
de cubierta (hierba o césped nativos) requieren la limpieza con menos frecuencia (una vez
cada tres años) y pueden ser convenientes para ciertos tipos de clima e instalaciones donde es
preferible un requerimiento de bajo mantenimiento. Para ciertos tipos de cobertura vegetales
la fertilización puede ser necesaria para sostener un crecimiento vegetal deseable. Los tiempos
de fertilización se deben basar en el tipo presente de cubierta. La fertilización puede ser
necesaria para ciertas hierbas, mientras que la vegetación nativa puede requerir poco o nada
de fertilizante una vez establecida. Los insecticidas se pueden utilizar para eliminar las
poblaciones de insectos perjudiciales para la vegetación.
La siembra de los árboles debe realizarse en forma triangular (tresbolillo) con distancias de 3
metros entre planta y planta. Es de competencia del municipio realizar el control y
seguimiento en cuanto a este proceso mediante el mantenimiento mensual de las especies
arbóreas aquí sembradas durante los tres próximos años.