La Trampa de Satanás - Sesion Cinco
La Trampa de Satanás - Sesion Cinco
La Trampa de Satanás - Sesion Cinco
Tu perdón debe ser igual al de tu padre celestial, inagotable. Dios nos perdonó toda nuestra deuda, que
era impagable.
5) Lo que Jesús hace en la parábola de los talentos es asimilar al rey a Dios el Padre. ¿Por qué?
Dios nos perdonó una deuda (nuestros pecados) que era impagable. El sacrificio de Jesús nos evitó tener
que pasar nuestra eternidad en el infierno. Lo que merecíamos era arder en el infierno, pero Jesús vino y
murió por nosotros. Su Sacrificio nos evitó lo que teníamos como destino.
6) ¿Qué entiendes cuando el predicador habla de que a los cristianos nos cuesta perdonar porque
categorizamos los pecados?
Si podemos dejar de categorizar a los pecados, y considerar a todos los pecados como pecados, seríamos
mejores cristianos, ya que veríamos a los demás como Jesús nos ve a nosotros. Tendemos a ser más
severos con las personas que tienen pecados que para nosotros son pecados, y no tan severos con
aquellos que (para nosotros) solo “tienen debilidades”.
“el falso testigo que esparce mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.” – Proverbios 6:19
(NVI)
Cuando nos rehusamos a perdonar a alguien, lo ponemos en nuestra prisión, y nos hacemos jueces de esa
persona. Nosotros determinamos su “condena” hasta que consideremos que ha “pagado” su deuda.
Cuando no perdonamos a alguien, normalmente tratamos con frialdad a esa persona, o la ignoramos, o la
tratamos mal.
“Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los
perdonó a ustedes en Cristo.” – Efesios 4:32 (NVI)
Jesús les dice que, así como hizo el rey de ese pasaje, así hará también Dios con los creyentes que no
saben perdonar a sus hermanos. Si no perdonamos, no seremos perdonados por Dios.
“Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está
en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.” – Marcos 11:25-26 (NVI)
“Porque, si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero, si no
perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.” – Mateo 6:14-15
(NVI)
16) Según el testimonio que comparte el predicador, ¿de qué forma debemos perdonar? ¿Qué
tenemos que tener en nuestros corazones para perdonar? ¿Vale la pena estar atrapado en las
trampas de satanás permitiendo que raíces de amargura crezcan en el campo del corazón?
Respuesta personal.
Debemos perdonar de la misma forma en que Dios nos perdonó. Sin resentimientos, sin recordarle (a la
persona perdonada) una y otra vez lo que pasó. Debemos perdonar, aunque esa persona (según nosotros)
no merezca perdón. Debemos tener el amor de Dios en nuestro corazón para poder perdonar a los que
nos dañan. Es un ejercicio espiritual que debemos llevar a cabo constantemente, ya que muchas veces
somos dañados, pero también muchas veces dañamos a los demás. Muchas veces nos puede llevar
tiempo perdonar, pero debemos tener la certeza de que debemos obedecer lo que Jesús nos manda. La
falta de perdón hace crecer raíces de amargura en nuestro corazón, daña las relaciones, pero también
daña nuestra salud (física, emocional y espiritual).