Monografía Milagros Alcántara Psicologia
Monografía Milagros Alcántara Psicologia
Monografía Milagros Alcántara Psicologia
MONOGRAFIA:
BASES CIENTIFICAS DE LA PSICOLOGÍA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL
CURSO:
DESARROLLO CIENTIFICO Y BIENESTAR HUMANO
AUTOR(A):
ALCÁNTARA MORALES, MILAGROS MERCEDES
1.4.1 EL ESTRUCTURALISMO
1.4.2 EL FUNCIONALISMO
1.4.3 LA GESTALT
1.4.4 EL PSICOANÁLISIS
1.4.5 LA REFLEXOLOGÍA RUSA
1.4.6 EL CONDUCTISMO
1.4.7 EL HUMANISMO
1.4.8 LA PSICOLOGÍA COGNITIVA
3. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. BASES CIENTIFICAS DE LA PSICOLOGIA
El término de psicología proviene de las palabras griegas psyche (mente, alma, espíritu)
y logos (estudio o teoría), es decir etimológicamente significa “estudio de la mente”.
Han sido muchas y diversas las definiciones realizadas de Psicología en función de la
escuela predominante en distintos etapas, actualmente se puede afirmar que la
psicología es una ciencia que intenta construir teorías y modelos que permitan explicar,
predecir y controlar la conducta humana (Ballesteros y García, 1995) [2] y los procesos
mentales (Grzib & Briales, 1996) [3] aplicando el método científico.
La ciencia, implica el uso de herramientas tales como la observación, la descripción y la
investigación experimental, para reunir y organizar información del comportamiento
que incluye acciones que pueden ser observadas directamente, como actividades físicas
o verbales y otros procesos mentales que no pueden ser observados directamente, tales
como percepción, memoria, atención, etc.
Precisión.
La psicología procura ser precisa definiendo con toda claridad lo que se va a estudiar,
expresando los resultados de forma numérica, y comunicando estos resultados por
medio de informes detallados que describen los sujetos, equipos, procedimiento, tareas
y resultados. La comunicación permite a otros científicos de la conducta replicar las
investigaciones para verificarlas o refutarlas.
Objetividad.
La psicología busca manifestar la realidad tal cual es, evitando los sentimientos de
afinidad o prejuicios que los científicos de la conducta puedan tener con respecto a los
individuos, objetos o situaciones de estudio. La ciencia se autorregula a sí misma, toda
vez que al publicarse los estudios, las críticas estimulan a los científicos a vigilar su
trabajo, evitando que no contaminen estos datos.
Empirismo.
Esta característica se refiere a que todas las afirmaciones deben estar respaldadas por
estudios empíricos basados en la observación. Estos estudios pueden ser hechos
directamente por el investigador o pueden conocerse por informes escritos, discursos o
correspondencia personal.
Determinismo.
Afirma la creencia de que todos los sucesos tienen causas naturales. Los psicólogos
están convencidos de que las acciones de las personas están determinadas por un gran
número de factores, algunos internos –potencialidades genéticas, emociones,
pensamientos, etc. y otros externos –influencia de otras personas, circunstancias, etc.-.
No se aceptan como influencias, la magia, la suerte o los espíritus malignos. El
determinismo se reduce a ciertas actitudes respecto a la explicación y predicción.
Cuanto más sabemos, más comprendemos y mayor será nuestra capacidad para
predecir. En la actualidad, aún no podemos predecir con absoluta exactitud la conducta
de las personas, ya que son muchos los factores determinantes que hay que considerar y
muchos aspectos que aún no comprendemos.
Parsimonia.
El principio de parsimonia afirma que en igualdad de condiciones la explicación más
sencilla suele ser la correcta, este principio ha sido útil a la ciencia en muchos campos,
aplicándose de diferentes maneras para analizar y categorizar diversos fenómenos en
base a su sencillez
Se prefieren explicaciones sencillas que hayan sido sometidas a pruebas y que
respondan a los hechos observados. Sólo se aceptarán explicaciones complejas y
abstractas cuando las más sencillas hayan resultado inadecuadas o incorrectas.
Aperturismo.
La psicología presenta una actitud tolerante y receptiva hacia nuevas ideas y a las
críticas, nunca se afirma que sus resultados son concluyentes, siempre se aceptan de
forma provisional ya que en cualquier momento pueden ser rechazados –por ejemplo,
pueden ocurrir errores debido a complicaciones del mundo real, instrumentos
defectuosos o procedimientos mal diseñados.
1.3 LA PSICOLOGÍA Y SU RELACIÓN CON CIENCIAS AFINES.
1.4.1 EL ESTRUCTURALISMO
La psicología como ciencia apareció aproximadamente en 1879, cuando el psicólogo
alemán Wilhelm Wundt, considerado padre del estructuralismo, abrió en Leipzig
(Alemania) el primer laboratorio de psicología científica, así mismo publicó el primer
tratado de psicología experimental “Grunzdzüge der Physiologischen Psychologie”, y la
primera revista especializada de psicología “Phylo-sophische Studien”.
El estructuralismo se fundamenta en el uso de la introspección analítica mediante la cual
se analiza o descompone la mente en sus elementos más básicos.
Wundt consideró la mente como un proceso e intentó buscar su estructura elemental, sus
elementos básicos y los atributos de éstos.
Según Wundt el objeto de estudio de la psicología es el estudio analítico de la mente
humana y para conseguir este objetivo propuso como método de estudio la
introspección o auto observación analítica.
El principal aporte del Estructuralismo ha sido conseguir el respaldo científico que la
psicología necesitaba para convertirse en una disciplina científica independiente
introduciendo la introspección como un nuevo método científico.
1.4.2 EL FUNCIONALISMO
Los funcionalistas, y en especial W. James su principal representante, se basaron
fundamentalmente en la teoría de la evolución de Darwin y consideraron que los
procesos mentales cumplen una función adaptativa (Ballesteros & García, 1995) [2].
En este sentido buscaron descubrir la utilidad de la conciencia, para qué sirve la
conciencia y cuál es su función, definiendo los procesos mentales a la forma como
nuestra mente almacena, elabora o traduce los datos que aportan nuestros sentidos,
determinando nuestro comportamiento para satisfacer nuestras necesidades.
El Funcionalismo tuvo una fuerte influencia en la psicología americana y sirvió para
abrir nuevas áreas dentro de la psicología científica: psicología diferencial y psicología
de la educación (Beltrán-Llera, 1988) [1].
1.4.3 LA GESTALT
En los años veinte, un grupo de psicólogos alemanes, Max Wertheimer (1880-1943),
Kurt Koffa (1886-1941) y Wolfgang Köhler (1887-1967), establecieron un nuevo
enfoque de la psicología, la Gestalt, palabra alemana que significa “todo” (Worchel &
Shebilske, 1997) [6].
Para la Gestalt, la característica más importante de la conciencia es su aspecto global, su
organización y estructura compleja, donde la forma destaca sobre el fondo y el todo
siempre es mucho más que la suma de las partes.
Los representantes de esta escuela se centraron fundamentalmente en el estudio de los
fenómenos perceptivos, aunque también se preocuparon de los procesos del
pensamiento y el aprendizaje.
1.4.4 EL PSICOANALISIS
A finales del siglo XIX Sigmund Freud (1856-1939), un médico residente en Viena, con
formación en neuropatología y neurología clínica, propone un método nuevo para
explicar la neurosis, el Psicoanálisis, convirtiéndose en una teoría psicológica sobre el
funcionamiento de la mente humana.
Freud estudió el fenómeno de las pulsiones, o aquellas fuerzas motivadoras que hacen
que el individuo tienda hacia determinados objetos o hacia fines determinados. Creó un
modelo de la mente asumiendo las siguientes bases teóricas: La vida psíquica es
activada por energía de dos tipos de fuerza pulsional (en su primera teoría de las
pulsiones fueron la pulsión sexual y la pulsión de autoconservación, en la segunda teoría
de las pulsiones fueron las pulsiones de vida-pulsiones de muerte o sexualidad y
agresión).
Estas pulsiones representan las demandas básicas del cuerpo a la mente y se hacen
conocer a través de la búsqueda específica de objetos sobre los cuales satisfacerse.
Para explicar su teoría se sirvió de un constructo básico, el aparato psíquico. En él
distinguía tres instancias psíquicas (Ello, Yo y Superyo), a las que de una manera
compleja relacionaba con tres cualidades psíquicas (consciente, preconsciente e
inconsciente).
La interacción de los tres sistemas es lo que producía la vida mental consciente y la
conducta. El Ello desea y ordena al Yo que satisfaga sus deseos, el Superyo prohíbe y
ordena al Yo que reprime al Ello, a su vez el Yo busca un equilibrio entre este conjunto
de ordenes pero también debe atender al mundo y realizar acciones realistas, si fracasa
en su tarea, se produce, según Freud, la enfermedad mental.
1.4.6 EL CONDUCTISMO
El Conductismo propuso como método científico el estudio objetivo de la conducta
manifiesta, definida por estímulos y respuestas, los cuales pueden ser observables y
medibles, rechazando cualquier contenido de subjetividad, sobre todo por una razón de
método.
Watson (1878-1958), creador del Conductismo, además de su formación en psicología,
estudió biología y fisiología con Loeb, el cual había formulado una interpretación
mecanicista de la conducta animal (Kazdin, A. 1983) [4]. Una vez finalizado sus
estudios puso en marcha un laboratorio animal y a través de su investigación poco a
poco se fue convenciendo que la psicología animal era una ciencia objetiva que podía
funcionar independientemente de todo tipo de apuntalamiento mentalista.
Watson pensaba que los principios y métodos del estudio del comportamiento animal se
podían aplicar a la psicología de los seres humanos, pues consideraba la conducta
animal similar a la humana pero más simple.
Consideraba que la conducta se puede modificar fácilmente a través de manipulaciones
ambientales, manipulando el entorno (estímulos) y la determinación de sus efectos sobre
la conducta (respuesta), todo ello sin tener en cuenta la conciencia y la introspección.
1.4.7 EL HUMANISMO
El humanismo surge entre los años 1950 y 1960 como una reacción contra el
conductismo, a partir de los aportes de la psicología de la personalidad, psicología
social y psicología clínica, en la que postulan la naturaleza humana como activa y
creativa y no como un ente que reacciona pasivamente frente a los estímulos externos,
dando una mayor importancia al estudio de la persona como ser humano y dejando de
lado todo tipo de cientificismo exacerbado.
El humanismo rechaza la visión freudiana del hombre que considera que las personas
están dirigidas por deseos inconscientes de destrucción, argumentando que los
individuos son básicamente buenos. También enfatiza el aspecto creativo de las
personas para encontrar su verdadero potencial. Asimismo, rechaza la idea conductista
que la conducta humana se reduce a estímulos y respuestas observables argumentando
que son los sentimientos, los pensamientos y los deseos lo que hace a la gente única
(Worchel & Shebilske, 1997) [13].
Entre sus principales representantes se tienen a Gordon Allport (1897-1967), Carl
Rogers (1902-1987) y Abraham Maslow (1908-1970).
La responsabilidad social de un psicólogo es muy amplia, debido que al trabajar con una
persona no implica que lo hace solo a nivel individual sino que también tiene una
repercusión familiar y social, ya que el ser humano está en constante interacción con su
medio y desde ahí su conducta afecta a los que están a su alrededor y viceversa.
Bajo esta premisa, la responsabilidad social de un psicólogo es ayudar a su sociedad a
encontrar los caminos de prosperidad y salud mental para que a su vez se expanda y así
las personas puedan vivir en un ambiente de tranquilidad y confianza.
Las acciones de responsabilidad social no solo se refieren al voluntariado o cuestiones
filantrópicas, sino también en un contexto de transformación, la responsabilidad social
debe estructurarse desde la situación de la comunidad y para la mejora de la misma.
La responsabilidad social del psicólogo, como profesional y como ser humano implica
tener conocimientos especializados precisos para evaluar, comprender y analizar los
diversos fenómenos que motivan la forma de comportamiento de las personas y
comunidades, transmitiendo procesos de conocimiento, reflexión y propuestas
colectivas, a fin de conseguir transformaciones sociales viables y de desarrollo
sostenido. De esa manera, aumentar el conocimiento del comportamiento humano y la
comprensión que poseen los individuos sobre ellos mismos y sobre otros, con miras a
contribuir al bienestar de la humanidad.
Como científico, el psicólogo dirige investigaciones allí donde su juicio le indica que
son necesarias y planifica toda investigación de manera que la posibilidad de error en
sus resultados sea mínima, proporciona amplia información sobre las limitaciones de los
datos e hipótesis, especialmente cuando éstos pueden perjudicar a su trabajo sin destacar
jamás -sin explicación- datos que puedan tergiversar la interpretación de los resultados y
evita cualquier clase de vínculos que interfieran con su objetividad. Son conscientes de
la responsabilidad inherente al ejercicio profesional con seres humanos y, por lo tanto,
aceptan los deberes de ser competentes y objetivos en la aplicación de sus
conocimientos científicos, así como de ejercer el máximo cuidado por los intereses de
sus clientes, de sus colegas y de la sociedad en general.
Como segundo elemento a tener en cuenta es el trabajo con los agentes externos a la
comunidad, ya que a través de las acciones de apoyo social se fortalecen los procesos de
participación, compromiso y problematización, los cuales son factores importantes para
el cambio del entorno (Montero, 2003) [7]. Las dimensiones de apoyo como el
emocional o afectivo, la ayuda material y financiera, asistencia física, información y
contactos sociales positivos ayudan a identificar intereses de la comunidad para luego
proponer acciones de desarrollo conjunto o el establecimiento de relaciones mejor
estructuradas a modo de red social (Martínez, 2006) [9].
La responsabilidad social tiene que ver con la inversión personal en el bienestar de otros
y del medio ambiente, y se manifiesta en la forma como vivimos y tratamos con los
otros. En la consideración por el otro está el carácter incluyente del trabajo en términos
de igualdad y respeto, incluyendo la responsabilidad que cada uno tiene respecto del
otro.
4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS