Monografía Milagros Alcántara Psicologia

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FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y TRABAJO SOCIAL

MONOGRAFIA:
BASES CIENTIFICAS DE LA PSICOLOGÍA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL

CURSO:
DESARROLLO CIENTIFICO Y BIENESTAR HUMANO

ASESOR(A) DEL CURSO:


DOCTORA NORA CAMACHO

AUTOR(A):
ALCÁNTARA MORALES, MILAGROS MERCEDES

LIMA, AGOSTO DE 2021


INDICE

1. BASES CIENTÍFICAS DE LA PSICOLOGÍA

1.1 DEFINICIÓN ETIMOLÓGICA DE PSICOLOGÍA

1.2 CARACTERÍSTICAS DE LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA

1.3 LA PSICOLOGÍA Y SU RELACIÓN CON CIENCIAS AFINES

1.4 PRINCIPALES ESCUELAS DE LA PSICOLOGÍA

1.4.1 EL ESTRUCTURALISMO
1.4.2 EL FUNCIONALISMO
1.4.3 LA GESTALT
1.4.4 EL PSICOANÁLISIS
1.4.5 LA REFLEXOLOGÍA RUSA
1.4.6 EL CONDUCTISMO
1.4.7 EL HUMANISMO
1.4.8 LA PSICOLOGÍA COGNITIVA

2. RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA PSICOLOGÍA

2.1 CONCEPTO DE RESPONSABILIDAD SOCIAL

2.2 RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL PSICÓLOGO

2.3 FACTORES COMUNES DE LA PSICOLOGIA Y LA


RESPONSABILIDAD SOCIAL

3. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. BASES CIENTIFICAS DE LA PSICOLOGIA

1.1 DEFINICION DE PSICOLOGÍA

El término de psicología proviene de las palabras griegas psyche (mente, alma, espíritu)
y logos (estudio o teoría), es decir etimológicamente significa “estudio de la mente”.
Han sido muchas y diversas las definiciones realizadas de Psicología en función de la
escuela predominante en distintos etapas, actualmente se puede afirmar que la
psicología es una ciencia que intenta construir teorías y modelos que permitan explicar,
predecir y controlar la conducta humana (Ballesteros y García, 1995) [2] y los procesos
mentales (Grzib & Briales, 1996) [3] aplicando el método científico.
La ciencia, implica el uso de herramientas tales como la observación, la descripción y la
investigación experimental, para reunir y organizar información del comportamiento
que incluye acciones que pueden ser observadas directamente, como actividades físicas
o verbales y otros procesos mentales que no pueden ser observados directamente, tales
como percepción, memoria, atención, etc.

1.2 CARACTERISTICAS DE LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA

Precisión.
La psicología procura ser precisa definiendo con toda claridad lo que se va a estudiar,
expresando los resultados de forma numérica, y comunicando estos resultados por
medio de informes detallados que describen los sujetos, equipos, procedimiento, tareas
y resultados. La comunicación permite a otros científicos de la conducta replicar las
investigaciones para verificarlas o refutarlas.
Objetividad.
La psicología busca manifestar la realidad tal cual es, evitando los sentimientos de
afinidad o prejuicios que los científicos de la conducta puedan tener con respecto a los
individuos, objetos o situaciones de estudio. La ciencia se autorregula a sí misma, toda
vez que al publicarse los estudios, las críticas estimulan a los científicos a vigilar su
trabajo, evitando que no contaminen estos datos.
Empirismo.
Esta característica se refiere a que todas las afirmaciones deben estar respaldadas por
estudios empíricos basados en la observación. Estos estudios pueden ser hechos
directamente por el investigador o pueden conocerse por informes escritos, discursos o
correspondencia personal.

Determinismo.
Afirma la creencia de que todos los sucesos tienen causas naturales. Los psicólogos
están convencidos de que las acciones de las personas están determinadas por un gran
número de factores, algunos internos –potencialidades genéticas, emociones,
pensamientos, etc. y otros externos –influencia de otras personas, circunstancias, etc.-.
No se aceptan como influencias, la magia, la suerte o los espíritus malignos. El
determinismo se reduce a ciertas actitudes respecto a la explicación y predicción.
Cuanto más sabemos, más comprendemos y mayor será nuestra capacidad para
predecir. En la actualidad, aún no podemos predecir con absoluta exactitud la conducta
de las personas, ya que son muchos los factores determinantes que hay que considerar y
muchos aspectos que aún no comprendemos.

Parsimonia.
El principio de parsimonia afirma que en igualdad de condiciones la explicación más
sencilla suele ser la correcta, este principio ha sido útil a la ciencia en muchos campos,
aplicándose de diferentes maneras para analizar y categorizar diversos fenómenos en
base a su sencillez
Se prefieren explicaciones sencillas que hayan sido sometidas a pruebas y que
respondan a los hechos observados. Sólo se aceptarán explicaciones complejas y
abstractas cuando las más sencillas hayan resultado inadecuadas o incorrectas.

Aperturismo.
La psicología presenta una actitud tolerante y receptiva hacia nuevas ideas y a las
críticas, nunca se afirma que sus resultados son concluyentes, siempre se aceptan de
forma provisional ya que en cualquier momento pueden ser rechazados –por ejemplo,
pueden ocurrir errores debido a complicaciones del mundo real, instrumentos
defectuosos o procedimientos mal diseñados.
1.3 LA PSICOLOGÍA Y SU RELACIÓN CON CIENCIAS AFINES.

Se puede considerar la conducta como una interacción entre factores biológicos,


antropológicos, sociológicos y psicológicos, de ahí la relación de la psicología con las
ciencias biológicas y sociales.
Dentro de la biología las disciplinas que tienen más influencia sobre la psicología son
(a) la neurología, que estudia el sistema nervioso, (b)la fisiología, que estudia el
funcionamiento general de los organismos, (c) la embriología, que estudia el
crecimiento y desarrollo de los organismos antes de crecer, y (d) la genética, que estudia
los procesos hereditarios.
La sociología influye sobre la psicología proporcionando diversos conocimientos en
torno al estudio de las leyes que rigen los grupos, la conducta de los grupos y la
influencia de estos sobre los individuos.
La antropología también influye sobre la psicología, proporcionando diversos estudios
sobre la evolución del género humano, los orígenes de los grupos raciales y el desarrollo
de las civilizaciones, los cuales son muy importantes para el entendimiento de los
factores culturales que ejercen influencia sobre la conducta humana.

1.4 PRINCIPALES ESCUELAS DE LA PSICOLOGIA


A finales del siglo XIX y principios del siglo XX nacen las primeras escuelas
psicológicas, entre las que se destacan: el Estructuralismo, el Funcionalismo, la Gestalt,
el Psicoanálisis, la Reflexología rusa, el Conductismo, la Psicología Cognitiva y el
Humanismo.

1.4.1 EL ESTRUCTURALISMO
La psicología como ciencia apareció aproximadamente en 1879, cuando el psicólogo
alemán Wilhelm Wundt, considerado padre del estructuralismo, abrió en Leipzig
(Alemania) el primer laboratorio de psicología científica, así mismo publicó el primer
tratado de psicología experimental “Grunzdzüge der Physiologischen Psychologie”, y la
primera revista especializada de psicología “Phylo-sophische Studien”.
El estructuralismo se fundamenta en el uso de la introspección analítica mediante la cual
se analiza o descompone la mente en sus elementos más básicos.
Wundt consideró la mente como un proceso e intentó buscar su estructura elemental, sus
elementos básicos y los atributos de éstos.
Según Wundt el objeto de estudio de la psicología es el estudio analítico de la mente
humana y para conseguir este objetivo propuso como método de estudio la
introspección o auto observación analítica.
El principal aporte del Estructuralismo ha sido conseguir el respaldo científico que la
psicología necesitaba para convertirse en una disciplina científica independiente
introduciendo la introspección como un nuevo método científico.

1.4.2 EL FUNCIONALISMO
Los funcionalistas, y en especial W. James su principal representante, se basaron
fundamentalmente en la teoría de la evolución de Darwin y consideraron que los
procesos mentales cumplen una función adaptativa (Ballesteros & García, 1995) [2].
En este sentido buscaron descubrir la utilidad de la conciencia, para qué sirve la
conciencia y cuál es su función, definiendo los procesos mentales a la forma como
nuestra mente almacena, elabora o traduce los datos que aportan nuestros sentidos,
determinando nuestro comportamiento para satisfacer nuestras necesidades.
El Funcionalismo tuvo una fuerte influencia en la psicología americana y sirvió para
abrir nuevas áreas dentro de la psicología científica: psicología diferencial y psicología
de la educación (Beltrán-Llera, 1988) [1].

1.4.3 LA GESTALT
En los años veinte, un grupo de psicólogos alemanes, Max Wertheimer (1880-1943),
Kurt Koffa (1886-1941) y Wolfgang Köhler (1887-1967), establecieron un nuevo
enfoque de la psicología, la Gestalt, palabra alemana que significa “todo” (Worchel &
Shebilske, 1997) [6].
Para la Gestalt, la característica más importante de la conciencia es su aspecto global, su
organización y estructura compleja, donde la forma destaca sobre el fondo y el todo
siempre es mucho más que la suma de las partes.
Los representantes de esta escuela se centraron fundamentalmente en el estudio de los
fenómenos perceptivos, aunque también se preocuparon de los procesos del
pensamiento y el aprendizaje.

1.4.4 EL PSICOANALISIS
A finales del siglo XIX Sigmund Freud (1856-1939), un médico residente en Viena, con
formación en neuropatología y neurología clínica, propone un método nuevo para
explicar la neurosis, el Psicoanálisis, convirtiéndose en una teoría psicológica sobre el
funcionamiento de la mente humana.
Freud estudió el fenómeno de las pulsiones, o aquellas fuerzas motivadoras que hacen
que el individuo tienda hacia determinados objetos o hacia fines determinados. Creó un
modelo de la mente asumiendo las siguientes bases teóricas: La vida psíquica es
activada por energía de dos tipos de fuerza pulsional (en su primera teoría de las
pulsiones fueron la pulsión sexual y la pulsión de autoconservación, en la segunda teoría
de las pulsiones fueron las pulsiones de vida-pulsiones de muerte o sexualidad y
agresión).
Estas pulsiones representan las demandas básicas del cuerpo a la mente y se hacen
conocer a través de la búsqueda específica de objetos sobre los cuales satisfacerse.
Para explicar su teoría se sirvió de un constructo básico, el aparato psíquico. En él
distinguía tres instancias psíquicas (Ello, Yo y Superyo), a las que de una manera
compleja relacionaba con tres cualidades psíquicas (consciente, preconsciente e
inconsciente).
La interacción de los tres sistemas es lo que producía la vida mental consciente y la
conducta. El Ello desea y ordena al Yo que satisfaga sus deseos, el Superyo prohíbe y
ordena al Yo que reprime al Ello, a su vez el Yo busca un equilibrio entre este conjunto
de ordenes pero también debe atender al mundo y realizar acciones realistas, si fracasa
en su tarea, se produce, según Freud, la enfermedad mental.

1.4.5 LA REFLEXOLOGIA RUSA


La Reflexología es una doctrina psicológica que forma parte de la llamada psicología
objetiva y que rechaza el mentalismo de Wundt (Llor, Abad, García, & Nieto, 1995) [5].
No tuvo una influencia importante en la psicología, ya que se desarrolla en el mundo
ruso y apenas se introduce en el resto de Europa. No obstante constituye el precedente
claro del Conductismo (Llor, Abad, García, & Nieto, 1995) [5].
Entre los principales representantes de esta escuela, se destacan los fisiólogos rusos:
Ivan M. Sechenov (1829-1905), Ivan P. Pavlov (1849-1936) y Vladimir M.
Bechterev (1857-1927), los cuales se comprometieron profundamente con los métodos
de investigación objetivos y desarrollaron los procedimientos de experimentación de la
neurofisiología.
A través de la investigación empírica del sistema nervioso llegaron a interesarse
en temas estrechamente vinculados al objeto de estudio de la psicología. Por entonces,
la psicología confiaba en explicaciones subjetivas de la conducta más que en los
métodos científicos objetivos. La contribución más importante de los fisiólogos rusos
consistió en sus interpretaciones estrictamente mecanicistas, tanto de los procesos
subjetivos como de la conducta manifiesta. Lo que los fisiólogos rusos hicieron fue
aplicar los métodos objetivos de la fisiología a los problemas de la psicología (Kazdin,
A. 1983) [4].

1.4.6 EL CONDUCTISMO
El Conductismo propuso como método científico el estudio objetivo de la conducta
manifiesta, definida por estímulos y respuestas, los cuales pueden ser observables y
medibles, rechazando cualquier contenido de subjetividad, sobre todo por una razón de
método.
Watson (1878-1958), creador del Conductismo, además de su formación en psicología,
estudió biología y fisiología con Loeb, el cual había formulado una interpretación
mecanicista de la conducta animal (Kazdin, A. 1983) [4]. Una vez finalizado sus
estudios puso en marcha un laboratorio animal y a través de su investigación poco a
poco se fue convenciendo que la psicología animal era una ciencia objetiva que podía
funcionar independientemente de todo tipo de apuntalamiento mentalista.
Watson pensaba que los principios y métodos del estudio del comportamiento animal se
podían aplicar a la psicología de los seres humanos, pues consideraba la conducta
animal similar a la humana pero más simple.
Consideraba que la conducta se puede modificar fácilmente a través de manipulaciones
ambientales, manipulando el entorno (estímulos) y la determinación de sus efectos sobre
la conducta (respuesta), todo ello sin tener en cuenta la conciencia y la introspección.

1.4.7 EL HUMANISMO
El humanismo surge entre los años 1950 y 1960 como una reacción contra el
conductismo, a partir de los aportes de la psicología de la personalidad, psicología
social y psicología clínica, en la que postulan la naturaleza humana como activa y
creativa y no como un ente que reacciona pasivamente frente a los estímulos externos,
dando una mayor importancia al estudio de la persona como ser humano y dejando de
lado todo tipo de cientificismo exacerbado.
El humanismo rechaza la visión freudiana del hombre que considera que las personas
están dirigidas por deseos inconscientes de destrucción, argumentando que los
individuos son básicamente buenos. También enfatiza el aspecto creativo de las
personas para encontrar su verdadero potencial. Asimismo, rechaza la idea conductista
que la conducta humana se reduce a estímulos y respuestas observables argumentando
que son los sentimientos, los pensamientos y los deseos lo que hace a la gente única
(Worchel & Shebilske, 1997) [13].
Entre sus principales representantes se tienen a Gordon Allport (1897-1967), Carl
Rogers (1902-1987) y Abraham Maslow (1908-1970).

1.4.8 LA PSICOLOGIA COGNITIVA


La psicología cognitiva surgió como corriente psicológica entre los años 1950 y 1960
como alternativa a la concepción conductista de la mente como caja negra e inaccesible.
Su inicio coincide con la aparición y desarrollo de los ordenadores, el funcionamiento
de estas máquinas sirvió como metáfora al investigador para explicar los procesos
cognitivos internos, estableciendo una comparación con el ordenador, ya que ambos son
sistemas de procesamiento de información, que codifican, retienen y transforman la
información que reciben.
La psicología cognitiva es una de las adiciones más recientes a la investigación
psicológica y estudia diversos procesos cognitivos, tales como la resolución de
problemas, el razonamiento (inductivo, deductivo, abductivo, analógico), la percepción,
la toma de decisiones y la adquisición lingüística. Se desarrolló como un área separada
de la disciplina desde los primeros
Los principales exponentes de la psicología cognitiva son Alan Baddeley, Frederic
Bartlett, Donald Broadbent, Jerome Bruner, Hermann Ebbinghaus, George A. Miller,
Ulric Neisser, David Rumelhart, Herbert Simon, Endel Tulving, Robert L. Solso, Lev
Vygotsky, David Ausubel, Jean Piaget, Ángel Rivière y George Kelly.
Actualmente la psicología cognitiva sigue siendo una importantísima corriente
psicológica, tanto en investigación como en intervención y terapia, apoyado con los
nuevos descubrimientos en el ámbito de neurociencias y la mejora de las tecnologías
que permiten escanear el cerebro obteniendo imágenes sobre sus patrones de activación,
como por ejemplo la imagen por resonancia magnética funcional (fMRI) que es un
procedimiento clínico y de investigación que permite mostrar en imágenes las regiones
cerebrales activas al ejecutar una tarea determinada.
2. RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA PSICOLOGÍA

2.1 CONCEPTO DE RESPONSABILIDAD SOCIAL

El término responsabilidad social comenzó a utilizarse de forma generalizada a


comienzos de la década del 70, pero muchas organizaciones y gobiernos ya realizaban
acciones en algunos de los aspectos considerados como responsabilidad social desde
tiempos antiguos, a finales del siglo XIX, y, en algunos casos, incluso antes.

La responsabilidad social es un concepto que se refiere al compromiso o deber de


carácter moral relacionado a una acción que tiene un integrante de la sociedad respecto
a otros miembros o al grupo en su conjunto. Esto quiere decir que cualquier acción que
realice una persona o un grupo tiene consecuencias en la comunidad, ya sean negativas
o positivas, por lo que deben hacerse cargo de ellas, es decir deben tener conciencia
sobre las consecuencias que acarrea lo que hacemos o dejamos de hacer sobre nosotros
mismos y sobre los demás.

Por lo tanto, la responsabilidad social garantiza el cumplimiento de los compromisos


adquiridos en beneficio de la sociedad, generando un clima de confianza y bienestar,
contribuyendo a una sociedad más justa y participativa, buscando proteger el medio
ambiente y las generaciones futuras.

De acuerdo con Schwald, 2004 [12], la responsabilidad social es una filosofía de los


actos; ser socialmente responsable es “ser consciente del daño que nuestros actos
pueden ocasionar a cualquier individuo o grupo social”.

La RS es un término que ha evolucionado continuamente y que en el tiempo se va


adaptando a diferentes actores y situaciones. Generalmente se asocia esta práctica al
ámbito de las empresas, muchas veces olvidando que este enfoque resulta también un
tema estratégico para las intervenciones de desarrollo social y bienestar integral de las
comunidades. Es por eso que la responsabilidad social resulta ser una nueva visión, y
que debe estructurarse con criterios, metodologías y prácticas que permitan a las
empresas, la sociedad y el estado, accionar de manera co-participativa en el desarrollo
de los pueblos y el país.
2.2 RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL PSICÓLOGO

La responsabilidad social de un psicólogo es muy amplia, debido que al trabajar con una
persona no implica que lo hace solo a nivel individual sino que también tiene una
repercusión familiar y social, ya que el ser humano está en constante interacción con su
medio y desde ahí su conducta afecta a los que están a su alrededor y viceversa.
Bajo esta premisa, la responsabilidad social de un psicólogo es ayudar a su sociedad a
encontrar los caminos de prosperidad y salud mental para que a su vez se expanda y así
las personas puedan vivir en un ambiente de tranquilidad y confianza.
Las acciones de responsabilidad social no solo se refieren al voluntariado o cuestiones
filantrópicas, sino también en un contexto de transformación, la responsabilidad social
debe estructurarse desde la situación de la comunidad y para la mejora de la misma.

La responsabilidad social del psicólogo, como profesional y como ser humano implica
tener conocimientos especializados precisos para evaluar, comprender y analizar los
diversos fenómenos que motivan la forma de comportamiento de las personas y
comunidades, transmitiendo procesos de conocimiento, reflexión y propuestas
colectivas, a fin de conseguir transformaciones sociales viables y de desarrollo
sostenido. De esa manera, aumentar el conocimiento del comportamiento humano y la
comprensión que poseen los individuos sobre ellos mismos y sobre otros, con miras a
contribuir al bienestar de la humanidad.

Como científico, el psicólogo dirige investigaciones allí donde su juicio le indica que
son necesarias y planifica toda investigación de manera que la posibilidad de error en
sus resultados sea mínima, proporciona amplia información sobre las limitaciones de los
datos e hipótesis, especialmente cuando éstos pueden perjudicar a su trabajo sin destacar
jamás -sin explicación- datos que puedan tergiversar la interpretación de los resultados y
evita cualquier clase de vínculos que interfieran con su objetividad. Son conscientes de
la responsabilidad inherente al ejercicio profesional con seres humanos y, por lo tanto,
aceptan los deberes de ser competentes y objetivos en la aplicación de sus
conocimientos científicos, así como de ejercer el máximo cuidado por los intereses de
sus clientes, de sus colegas y de la sociedad en general.

Como docente, el psicólogo reconoce su obligación primaria de ayudar a otros a


adquirir conocimientos y destrezas y a mantener elevados niveles académicos y
profesionales. Su docencia de distingue por la más seria objetividad y calidad
académica, evitando sobrevalorar la profesión, reconociendo las limitaciones de las
técnicas que utiliza.

Como psicoterapeuta, el psicólogo reconoce que, en su actividad, debe buscar el


desarrollo mental y general del cliente, respetando la dignidad del ser humano y se
compromete a preservar y proteger los derechos humanos. Asimismo cuida la
privacidad e integridad de aquellos que requieren sus servicios y de los que aceptan
participar en proyectos de investigación psicológica. El psicólogo reconoce los límites
de su competencia y alcances de sus técnicas, y no ofrece servicios ni utiliza métodos
que no cumplen las normas profesionales establecidas en cada campo particular.
Asimismo, ayuda a su cliente a obtener apoyo profesional en los aspectos que caen
fuera de los límites de su propia competencia. El psicólogo evita cualquier actividad en
la que sus problemas personales puedan menguar sus servicios profesionales o dañar a
un cliente y, si ya está comprometido en tal actividad, busca asistencia profesional
competente.

2.3 RESPONSABILIDAD SOCIAL Y PSICOLOGÍA: FACTORES COMUNES

Existen algunos puntos en común entre las acciones enmarcadas en la responsabilidad


social y las de intervención en psicología, acciones que estarían estrechamente
relacionadas con el compromiso por el bienestar personal, social y comunal. 

El primer elemento en la responsabilidad social a tener en cuenta por el psicólogo es la


comunidad, la cual es el escenario de intercambio e interacciones de las relaciones
estructuradas a partir de aspectos culturales, formas de pensar, actuar, intereses y
necesidades que determinan la manera de interactuar con los agentes externos a la
comunidad.
En este proceso se deben conocer los problemas, necesidades y recursos de la
comunidad y de los actores (Sánchez, 1991) [11]; los cuales permitirán estructurar
intervenciones de manera sostenible. Desde el punto de vista de la psicología se deberá
partir por un proceso socio-cognoscitivo en el cual los agentes de cambio inician o
profundizan su conocimiento mutuo (Montero, 2006, p.78) [9]; Estas acciones se
relacionan con el proceso de identificación y jerarquización de las necesidades y
recursos, planteado por la psicología proceso que se trabaja junto con las personas, ya
que mientras no sean percibidas psicológicamente y no se produzca el deseo de
satisfacerlas, los programas no producirán efectos. Por ello es importante considerar
elementos culturales de percepción y estructuración cognitiva asociados a los grupos o
comunidades en las que se pretenda intervenir; es necesario jerarquizar y evaluar. De no
ser así se podría producir dos efectos negativos en los proyectos: el uso inadecuado del
bien que pretende satisfacer las necesidades y los agentes e instituciones actuantes
acusarán a la comunidad de ser desagradecida y ser incapaz de disfrutar una vida mejor
(Montero, 2006, p. 93) [9].

Como segundo elemento a tener en cuenta es el trabajo con los agentes externos a la
comunidad, ya que a través de las acciones de apoyo social se fortalecen los procesos de
participación, compromiso y problematización, los cuales son factores importantes para
el cambio del entorno (Montero, 2003) [7]. Las dimensiones de apoyo como el
emocional o afectivo, la ayuda material y financiera, asistencia física, información y
contactos sociales positivos ayudan a identificar intereses de la comunidad para luego
proponer acciones de desarrollo conjunto o el establecimiento de relaciones mejor
estructuradas a modo de red social (Martínez, 2006) [9].

La Psicología destaca la participación como una dimensión estrechamente ligada al


desarrollo humano y social, ya que la participación no es sólo una necesidad sino
además un proceso hacia el desarrollo; es decir, hacia nuevas formas de intervenir la
comunidad; de modo que las acciones socialmente responsables deberán incluir a los
miembros de las comunidades como agentes activos en los procesos propuestos.
Montero (2004) [8].

El tercer factor en común entre la psicología y un marco de responsabilidad social es el


bienestar personal y social y desarrollo comunal, entendiendo como bienestar personal y
social el estado positivo de satisfacción de la interacción de múltiples factores
personales, relacionales y colectivos y por desarrollo de una localidad se entiende, la
responsabilidad de los mismos actores, conociendo sus propios problemas, dando
soluciones y movilizando sus propios recursos materiales y humanos.

Un elemento importante para el psicólogo es trabajar responsablemente en los factores


personales (como autoestima, control emocional, seguridad, toma de decisiones); y
relacionales (sentido de comunidad, habilidades sociales) debiendo estar balanceados y
cada uno de ellos debe cumplir con ciertas necesidades básicas. En este sentido los
proyectos de responsabilidad social posibilitarían el proceso de ampliación de opciones
para elevar el nivel de bienestar, calidad y progreso en las comunidades. Los proyectos
enmarcados en salud, educación, servicios básicos, nutrición o derechos humanos
además de mejorar el bienestar y calidad de vida, elevarían la sensación de control sobre
sus vidas; comprensión crítica del medio ambiente; participación y compromiso;
competencias individuales (Montero, M. 2007) [10].

Otro punto de la responsabilidad social de la psicología es la ética en los trabajos, la


cual está basada en el trabajo en equipo, la escucha del otro, la negociación, la
discrepancia, la voluntad de consenso, la búsqueda común de soluciones a través de la
expresión de los mejores argumentos, aquello que Montero, M., (2004, p-100) [8]
denomina ética de la relación. Considerar al otro para producir conocimiento no es una
brecha, una diferencia o algo que separa, sino un proceso que incluye la pluralidad de
modos de producir conocimiento y el consecuente respeto de la cultura y contexto
blanco de intervención. (Montero, M. 2004) [8].

La responsabilidad social tiene que ver con la inversión personal en el bienestar de otros
y del medio ambiente, y se manifiesta en la forma como vivimos y tratamos con los
otros. En la consideración por el otro está el carácter incluyente del trabajo en términos
de igualdad y respeto, incluyendo la responsabilidad que cada uno tiene respecto del
otro.

Otro aspecto de la responsabilidad social es el rol de los profesionales de salud mental,


ya que la validez y solidez de sus propuestas socialmente responsables se podrán lograr
solo si se considera en su quehacer al contexto de trabajo, a los sujetos involucrados, a
los sistemas, a la formación e información, respetando el derecho de las comunidades,
por lo que el trabajo de los profesionales debe estar orientado a facilitar recursos,
espacios, conocimientos y aprendizajes; aplicando diversas estrategias a fin de que la
comunidad y personas se vean incluidas y proporcionen información confiable y
suficiente, de ahí la necesidad de permanencia del profesional en el campo de trabajo.

4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

[1] Beltrán-Llera, J. (1988). Introducción histórica, escuelas u objeto de la


psicología. In J. Beltrán‐Llera (Ed.), Navarra: Ediciones Verbo Divina.
[2] Ballesteros, S., & García, B. (1995). Las distintas teorías psicológicas. In S.
Ballesteros, & B. García (Eds.). Madrid: Editorial Universitas.
[3] Grzib, G., & Briales, C. (1996). Conductismo y cognitivismo. In G. Grzib, & C.
Briales (Eds.). Madrid: Centro de estudios Ramón Areces S.A.
[4] Kazdin, A. (1983). Fundamentos de la modificación de conducta. In A. Kazdin
(Ed.). Bilbao: DDB.
[5] Llor, B., Abad, M. A., García, M., & Nieto, J. (1995). Aproximación histórica.
Tendencias doctrinales en ciencias psicosociales. In B. llor (Ed.). Madrid:
Interamericana.
[6] Martínez, V. (2006). El Enfoque Comunitario: Estudio de sus modelos de base.
Santiago: Universidad de Chile.
[7] Montero, M. (2003). Teoría y Práctica de la Psicología Comunitaria: La tensión
entre comunidad y sociedad. Buenos Aires: Paidós.
[8] Montero, M. (2004). Introducción a la Psicología Comunitaria: Desarrollo,
conceptos y procesos. Buenos Aires: Paidós
[9] Montero, M. (2006) Hacer para transformar. Buenos Aires: Ed. Paidós.
[10] Montero, M. (2007). Fortalecimiento Comunitario Y Formación Ciudadana. Un
estudio Psicosocial Comunitario. En E. Soforcada, N. Cervone, J. Castellá, A. Lapalma
y M. De Lellis (Copms.). Buenos Aires: JVE editores.
[11] Sánchez, A., (1991). Psicología Comunitaria. Bases Conceptuales y Operativas.
Métodos de Intervención. Barcelona: PPU.
[12] Schwald, M. (2004). Responsabilidad social: Fundamentos para la
competitividad empresarial y el desarrollo sostenible. Lima: Universidad del Pacífico.
[13] Worchel, S., & Shebilske, W. (1997). El mundo de la psicología. Madrid:
Prentice Hall Iberia

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