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Créditos
Lectora
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Cat J. B
Cat J. B CruelSummer
Sinopsis
Brielle Storm hereda un rancho en ruinas en los campos de Montana
y ella no está contenta con su situación en lo más mínimo. Puede estar
mudándose a su nuevo hogar, y podría estar planeando en hacer lo que sea
necesario para que su padre multimillonario sea feliz, pero desde luego no
lo va a hacer con una sonrisa en su rostro.
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ciudad alguna vez sueña con ser, aparece en su puerta, Brielle decide que
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tal vez Montana no es tan malo después de todo.
Billonaire Bachelors #9
The Lost Andersons #2
Prólogo
Traducido por Auro Kyle
Corregido por Ama
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sus dedos, mirando la pintura saltada en sus uñas, y se desconectaría de
las personas que solían ser las más importantes en su vida.
Un spa estaba esperándola, ¿no? Por supuesto que sí.
Cuando le llegó el sonido de murmullos, alzó la mirada, molesta de tener
que hacer frente a su familia. ¿Con qué motivo los había llamado su padre?
Habían sido poco más que extraños durante mucho tiempo. Y a Brielle le
gustaba que fuese de esa manera. Bueno... esa era su historia, y se aferraba
a ella. No había lugar para las emociones en el mundo del que había llegado
a formar parte. Estas personas en la habitación con ella eran poco más que
extraños ahora. Enfocándose de nuevo en la conversación, convirtió su
rostro en una máscara de aburrimiento mientras uno de sus hermanos
hablaba.
—¿Alguno de ustedes tiene la menor idea de qué se trata esto?
—Nop. Parece que al viejo se le ha metido algo bajo el trasero de nuevo
—dijo otro hermano—. Todavía no he ido a la cama, ugh, estuve despierto
toda la noche y entonces sonó el teléfono con la llamada de papá. Consideré
seriamente no presentarme.
Brielle sonrió, la sonrisa social y forzada que sabía sus hermanos
detestaban.
—Deberían dejar de quejarse, ya saben cómo se pone padre. No quieren
que le corten su precioso fondo fiduciario justo ahora, ¿verdad?
—Cállate, Brielle. Tú eres la única que sufriría si perdieras el dinero de
papá.
El comentario le dolió, pero se negaba a reconocerlo. No mostraría
debilidad delante de sus hermanos, de ninguna manera. Hubo un tiempo
en el que pensaba que todos eran superhéroes, que el sol y la luna colgaban
sobre ellos.
Eso fue mucho tiempo atrás. Entonces, ¿por qué de repente estaba
luchando contra las lágrimas?
Nop. No iba a suceder, porque Brielle no lloraba, ya no.
Borró esa emoción y miró a su hermano mayor, Crew, con el ceño
levemente fruncido. Luego Lance habló y se dio la vuelta en su dirección.
Lance fue el segundo de los chicos que su traidora madre había lanzado
fuera de su vientre a intervalos regulares antes de irse en medio de la noche.
—Todos ustedes tienen callarse antes de que el viejo entre. Mientras más
obedientes seamos, más rápido terminará esta conmovedora reunión
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familiar y podremos seguir adelante con nuestras vidas.
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—Esa es una muy buena idea, Lance. Sé lo importante que es para que
ustedes huir de mi presencia.
La voz de su padre.
Brielle se tensó cuando el hombre del momento entró por la puerta. Una
vez había sido el mayor héroe de todos para ella. Ahora casi no hablaba con
él. Mientras se quedaba allí sentada inmóvil, esperó, deseando solo por un
breve segundo poder dar marcha atrás el reloj y ser otra vez esa niña que
corría a los brazos de su padre sin el peso del dolor a sus espaldas que le
impedía hacerlo ahora. Pero rápidamente alejó ese pensamiento. ¡Sin
emociones! Ese era su lema.
—Bien, nos has oído quejándonos —dijo Brielle—. Lo sentimos, papá,
pero no hemos estado todos juntos en una habitación en años. Así que,
¿cuál es la gran emergencia? —A pesar de que era por la mañana, ella se
puso de pie, caminó hacia el mueble bar y se sirvió un whisky. En realidad
solo fue un gesto dramático, todo para el espectáculo. No acostumbraba a
beber, mucho menos a las 8 a.m.
La verdad sea dicha, odiaba el whisky, odiaba su vida, odiaba el
cascarón vacío en el que sentía que se había convertido.
Pero eso no se lo diría a su padre. Y ciertamente no lo compartiría con
sus hermanos. Con sus veinticuatro años, era el bebé de la familia, pero no
estaba dispuesta a actuar como tal. Brielle no los respetaba, ni siquiera a
su padre. Y tampoco se respetaba demasiado a sí misma.
¿Cuál era el punto de siquiera estar allí con ellos ahora? Inclinando la
copa de nuevo, tragó, disfrutando la quemazón del whisky al deslizarse por
su garganta. Al menos eso era algo mejor en lo que centrarse en lugar de
esos pensamientos en su cabeza, en lugar de la pena de estar en esa
habitación con una familia que ya no se sentía como tal.
—Todos ustedes han sido sacados de mi herencia y congelaré sus fondos
fiduciarios.
Le tomó a Brielle unos momentos procesar las palabras de su padre,
pero cuando lo hizo, se encontró a sí misma con los nudillos blancos
apretando su vaso vacío. ¿Había oído bien?
—¿Te importaría explicar por qué? —preguntó Crew, con el rostro
carente de emoción.
Corre en la familia, pensó Brielle.
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—Mis padres fueron muy trabajadores durante toda su vida.
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Construyeron no solo un consultorio médico, sino dos. Economizaron y
ahorraron, y me dieron una buena educación. Cuando murieron, estaba
devastado, pero tomé mi herencia y he creado algo de lo que ellos estarían
orgullosos. Por desgracia, los he mimado y consentido a los cinco, por lo que
ustedes piensan que la vida no es más que una gran fiesta, y que merecen
que todo les sea entregado en bandeja de plata. Bueno, eso se acaba ahora.
Como acabo de decir, han sido removidos de mi testamento. Sus fondos
fiduciarios están congelados, y sus tarjetas de crédito canceladas…
—¡No puedes hacer eso! —gritó Ashton.
Amén, dijo Brielle en silencio.
—Puedo y lo hice. Pueden salir de la habitación y arreglárselas solos, o
pueden escucharme. —Ninguno de ellos se movió cuando su padre se volvió
hacia cada uno de ellos y los miró a los ojos. Para su horror, Brielle volvió a
sentir las amenazantes lágrimas. ¡No! Esa era una debilidad que no
mostraría, sobre todo en esta habitación. Nunca más. No había derramado
una sola lágrima desde que tenía trece años. ¡Ni una!
—Realmente no nos has dado otra opción que escucharte, ¿verdad? —
dijo Lance—. ¿Esta es tu manera de decir que necesitas un poco de
atención? Podrías simplemente haber programado una cita para almorzar.
—Estaba tratando de hacer una broma, pero el estado de ánimo en la sala
no permitió ninguna interrupción en la tensión.
—Siempre hay una elección, Lance. Es su decisión si eligen
correctamente o no. Sin embargo, siento mucho que te sientas así.
Honestamente, me rompe el corazón. Una vez fuimos una familia muy
unida, reíamos juntos, hablábamos a menudo, compartíamos nuestras
vidas. No sé qué salió mal, pero nos perdimos en algún lugar a lo largo del
camino, y ahora les estoy permitiendo encontrarse a sí mismos de nuevo.
Espero que lo hagan.
Brielle rodó los ojos.
—Está bien, está bien. ¿Cuál es este “viaje” que quieres que tomemos?
—Bien. Ya había recuperado la compostura y podía pensar con más
claridad. Mejor que terminaran con esta reunión de una vez.
—Me alegra que lo preguntes, Duraznito —respondió él, volviendo al
apodo que le había dado al nacer. El color besado por el sol de su cabello
era tan impresionante como los rayos de una puesta de sol, y no había
cambiado a medida que fue creciendo.
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No la habían llamado así en mucho tiempo, y por un breve momento,
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eso la desestabilizó. Era un nombre de amor, de tiempos mejores. Y esos
días habían terminado.
Brielle se recompuso y volvió a mirar a su padre, ahora con los ojos
entrecerrados.
—No he sido Duraznito en quince años, papá, pero si quieres revivir los
“buenos” viejos tiempos, entonces voy a seguir adelante y jugar tu juego.
El tono de su voz pareció hacer tropezar ligeramente a su padre y Brielle
no pudo evitar sentir una gran culpa. Pero no podía sentir eso, no lo sentiría.
Ya no amaba a su padre. No era más que un viejo débil, se dijo. Había estado
tan absorto en sí mismo como el resto de ellos. O absorto en el trabajo.
—He vendido el negocio familiar. He decidido que es hora de un nuevo
comienzo, y he optado por hacerlo en la Costa Oeste. No hay nada en Maine
que me retenga por más tiempo, y estoy cansado de la temporada turística.
Acabo de finalizar la compra de una empresa de tecnología informática en
quiebra, y tengo la intención de darle la vuelta. Hacer eso me dio una idea
para ustedes cinco.
En los ojos de Lance se vislumbró la furia.
—¿Puedes revertir esto? —Su voz sonaba tensa debido al gran control
que tenía que ejercer para contener su temperamento.
—No. —Richard no dio más detalles.
—Se suponía que el negocio sería mío.
—Entonces debiste haber estado orgulloso de él. Deberías haberme
demostrado que te merecías una participación en el negocio familiar. Tenía
la esperanza de pasártelo un día, pero como son las cosas, no eres digno de
tomar las riendas de cualquier negocio mío.
Crew interrumpió.
—¿No crees que eso es un poco duro, padre?
—No, no lo creo, Crew. Y tú no eres diferente de tu hermano Lance.
Ninguno de ustedes ha trabajado por un dólar honesto en tanto tiempo que
no puedo recordar la última vez que lo hicieron, y prefiero transmitir mis
fondos a personas que realmente pueden apreciarlos antes que dejárselos a
ustedes con la forma en que han estado actuando. Tienen tiempo para
resolver esto, bueno, tienen tiempo por ahora, al menos.
—¿Qué se supone que significa “por ahora”? —preguntó Tanner.
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—Nada, Tanner. Solo tienes que prestar atención. Quiero que se prueben
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a sí mismos, que hagan algo de sus vidas. Son más que los niños mimados
que veo delante de mí en este momento.
—¿Cómo se supone que vamos a hacer algo si no tenemos dinero? ¿Qué
quieres que hagamos para probarnos a nosotros mismos? —Tanner alzó las
manos al aire con exasperación.
—Esa es la pregunta más inteligente que han hecho hasta ahora —dijo
Richard con una sonrisa antes de hacer una pausa para mirar a cada uno
de sus hijos—. He comprado cinco empresas más que están fracasando.
Pueden luchar entre ustedes para elegir cuál desean administrar. He creado
un presupuesto suficiente para que hagan lo que hay que hacer para que
las empresas sean rentables de nuevo. Si ustedes hacen esto, y lo hacen
bien, podré restablecer su herencia. Si no, estarán por su cuenta.
—Bueno, ¿y si tu idea de un negocio exitoso es diferente de lo que sería
nuestra idea? —preguntó Ashton.
—Cuando realmente sientan el éxito por primera vez en su vida, sabrán
lo que es. Nunca han ganado esa insignia de honor antes. Van a aprender
ahora, de una manera u otra. Ya he terminado de explicar esto. Pueden venir
a verme cuando estén listos.
Dejando las carpetas de manila de las cinco empresas que había
comprado, miró de nuevo a cada uno de sus hijos a los ojos, luego volvió a
salir de la habitación.
Brielle estaba echando humo, y se negó incluso a mirar por encima las
carpetas. ¿En qué demonios estaba pensando su padre? Ella no sabía cómo
manejar un negocio, y mucho menos volverlo exitoso.
Esto no era nada más que una pérdida de tiempo. Se arrojó sobre una
silla profundamente acolchada. No iba a jugar. Pero cuando sus hermanos
caminaron a la mesa y empezaron a agarrar las carpetas, sintió sus dedos
retorciéndose. ¿Tenía otra opción?
Sí, la tenía. No habría una maldita carpeta para ella.
—Me voy de aquí —dijo, poniéndose de pie con las piernas temblorosas
y caminando hacia la puerta.
—¿Estás segura de que quieres hacer eso, Brielle? —preguntó Lance—.
Tus manicuras no son baratas.
Brielle se giró sobre sus tacones de diez centímetros con fuego en sus
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ojos. No la habían vencido, en absoluto, y no iba a dejar que Lance la
presionara. Se acercó a su hermano con gran determinación. Cuando estaba
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de pie a pocos centímetros de su rostro, levantó la mano y clavó una uña
contra su pecho.
—No te preocupes por mí, hermano mayor. Tengo mis propias ideas.
Lance no se molestó en contestar, y Brielle estaba luchando contra las
emociones. Eso no era bueno. Fingiendo indiferencia, se paseó hasta la
puerta y se abrió paso a través de la misma.
Esto no había terminado, ni por asomo.
Capítulo 1
Brielle respiró hondo y miró los números del elevador subir más y más
alto. ¿Por qué estaba en Seattle? ¿Y por qué estaba aquí para mendigar?
Porque no le quedaba otra opción.
De verdad pensaba que estaría bien por su cuenta. Había estado
trabajando en una tienda al por menor en un centro comercial en
Washington DC, emocionada por dejar Maine atrás, a pesar de que también
significó dejar su amada casa y mudarse a un pequeño apartamento. Pero
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el lugar en que había estado trabajando se había ido a la quiebra, y no pudo
conseguir otro trabajo para salvar su vida. Había vendido la mayor parte de
lo que poseía para mudarse, pero toda esta "aventura" le había comprado
solo un poco de tiempo, un año, para ser exactos.
Así que allí estaba, en el nuevo edificio de oficinas de su padre. No,
Brielle no era dueña de su destino, pero todavía estaba erguida. Estaba más
que erguida. Si Richard pensaba que ganaría de vuelta un lugar en su
corazón al forzar su mano, estaba totalmente equivocado. Lo que había
hecho era manipulador y degradante. Sí, estaba enojada, más allá de estar
mostrando los primeros indicios de temor real.
Al llegar a la planta superior, dejó de respirar cuando las puertas se
abrieron a un hermoso vestíbulo. Era más pequeño que el espacio de la
oficina ejecutiva de su padre en la Costa Este, pero era igual de elegante, y
la misma secretaria que había tenido durante los últimos veinte años estaba
sentada detrás de un enorme escritorio de caoba.
—Buenos días, Brielle. Cuánto tiempo sin verte —dijo Tanya con una
sonrisa sincera.
A Brielle siempre le había gustado Tanya, pero no podía bajar sus
defensas, no en este momento, por lo que su respuesta fue menos cálida.
—Estoy aquí para ver a mi padre. —El remordimiento instantáneamente
la llenó cuando la mujer, que siempre había sido amable con ella, se
estremeció—. Lo siento, Tanya —le dijo Brielle—. Yo... —Se quedó sin
palabras; no sabía qué decir.
—Está bien, querida. Lo entiendo —dijo Tanya, pero era obvio que no lo
hacía.
Brielle suspiró.
—No. No lo entiendes. —Le dio a la mujer una sonrisa triste, luego giró
y se dirigió a la oficina de su padre. Brielle sobrevivía siendo fría. Era
horrible, y lo sabía, pero era la única forma que tenía de superar cada día.
Tratando de borrar la torpeza con Tanya de su mente, llegó al final del
pasillo, donde se encontró una puerta abierta.
Por supuesto que su oficina estaba frente al agua. A su padre siempre le
había encantado el océano, incluso después de perder a sus padres en un
accidente de navegación.
Basta de esto. Brielle se negaba a ponerse sentimental. Estaba aquí por
negocios, y no tenía tiempo para nada más. Estaba allí para hablar a su
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padre y plegarse a su voluntad. O tal vez a sus artimañas.
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Vistiendo una sonrisa decidida, cruzó la puerta de su padre. Richard
alzó la mirada y una sonrisa se dibujó en su rostro. Era casi cegadora y
causó que Brielle se detuviera en seco. ¿Cuándo fue la última vez que entró
a una habitación y encontró a alguien tan feliz de verla? Honestamente no
lo recordaba.
Su muro de protección pareció romperse un poco. Demonios, en serio
quería correr hacia adelante y aferrarse a su padre como solía hacer cuando
era más joven y se encontraba asustada o herida.
Pero los tiempos habían cambiado. Tenía que recordar eso. No era una
niñita y no necesitaba a nadie, especialmente no a su padre. Reparando el
muro alrededor de su corazón, comenzó a moverse de nuevo —¿era su
zancada adecuadamente segura?— y se sentó frente a Richard sin decir una
palabra.
—Es tan bueno verte, Brielle. Me alegra que hicieras tu camino a Seattle
—dijo Richard, su sonrisa no desinflándose en lo más mínimo a pesar de la
mirada fría que ella estaba enviándole.
—Realmente me dejaste sin otra opción, padre —respondió, tratando de
disminuir la amargura en su voz, pero sin lograrlo del todo. Había tenido
que tomar un autobús a Seattle. ¡Un autobús! El viaje había durado tres
días. Tres días de puro infierno.
—Una vez más, he de decir que siento mucho tener que hacer las cosas
de la manera en que lo hice, pero necesito que todos entiendan que todo lo
que vale la pena en esta vida se tiene que obtener esforzándose.
—Todo este rescate de un negocio fallido es estúpido, padre. Yo no sé
nada de negocios. ¿Recuerdas mi carrera universitaria? Me estás dirigiendo
al fracaso, y lo sabes.
—Yo nunca haría eso. Te amo, Brielle. Sé lo fuerte y capaz que eres.
Caramba, desde el momento en que naciste, nos tenías a mí y a tus
hermanos envueltos alrededor de tus pequeños deditos —dijo con una
sonrisa.
—El único negocio que queda es un estúpido rancho en Montana.
—Lo sé. Tus hermanos ya han tomado posesión de los otros negocios.
Estoy muy contento de ya estar viendo resultados.
—¡No puedo ir a Montana!
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—Espero que eso no sea cierto, Duraznito, porque creo que es justo el
lugar en el que necesitas estar.
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—¡Ya no soy Duraznito! —Obviamente, Brielle no podía sacar esto
adelante. Estaba demasiado molesta.
—Siempre serás mi niña. Amo a tus hermanos, pero siempre tendrás
más de mi corazón que nadie. Y sé que puedes hacer esto. No te pediría que
hicieras una tarea para que fracasaras en ella.
Se miraron el uno al otro durante unos momentos. Dos personalidades
tan parecidas en algunos aspectos, pero tan diferentes en otros. Pero Brielle
sabía que él tenía la sartén por el mango, sabía que no iba a dar marcha
atrás. Él también lo sabía.
—Y si fallo, ¿lo pierdo todo?
—El fracaso no es una opción. Eres una Storm.
—¡Tú ya no me conoces, padre!
—Te conozco mejor de lo que piensas, Brielle. Eres una luchadora. Fui
un padre descuidado y olvidé cómo criarte, pero nunca es demasiado tarde.
No te rindas antes de haber tenido siquiera la oportunidad de verte lucir.
—Crew se va a la soleada California y yo tengo que ir a Montana. Eso no
es justo.
—No deberías haber tardado tanto en elegir.
—¿Así que estoy siendo castigada porque no quería jugar tu juego?
—No estás siendo castigada en absoluto, Brielle. Sé que te darás cuenta
de eso una vez que hayas decidido poner tu corazón y alma en esto.
—Bueno, te aseguro que esto se siente como un maldito castigo.
—Lo entiendo, cariño, pero ve a Montana y prometo que te encontrarás
a ti misma.
Su padre tenía que estar loco. ¿Cómo iba a encontrarse a sí misma en
medio de un montón de vacas?
—Necesito dinero. No tengo nada —le dijo. Si tan solo pudiera conseguir
lo suficiente para sobrevivir por un tiempo, habría logrado encontrar otro
trabajo, y le demostraría que no lo necesitaba para probar que era exitosa.
—Tienes un presupuesto para trabajar —dijo, luego hizo una pausa
antes de seguir hablando—. Lo obtendrás una vez que llegues a Montana.
—¿Y cómo se supone que voy a llegar? Me gasté lo último de mis fondos
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en el maldito billete de autobús para venir aquí. —Todavía estaba enojada
porque él ni siquiera le había pagado un vuelo en clase económica.
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—Yo te llevaré. —Brielle recibió sus palabras en silencio, pero sabía que
había sido derrotada. Iría, pero solo porque no le quedaba opción. No tendría
éxito, y lo sabía. Aun así, tendría un lugar para descansar su cabeza, un
lugar en el que pudiera entender las cosas y empezar a trazar sus próximos
pasos.
Sí, iría. Pero desde luego no tenía por qué estar feliz al respecto.
Capítulo 2
Traducido por Florff23
Corregido por Ama
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fijamente la monstruosidad gigantesca que tenía delante. La casa era
grande, de eso podía estar segura, con un enorme porche que la rodeaba y
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que algunas personas podrían encontrar atractivo, pero Brielle no era el
tipo de chica a la que un porche la cautivaba. Había un pintoresco sofá
mecedora para dos, que ella no hubiese usado nunca, ni en un millón de
años.
La casa necesitaba desesperadamente una mano de pintura, y las
ventanas también lucían como si necesitaran una remodelación. Dando un
paso cauteloso hacia delante en la grava y el polvo, dejó salir una maldición
completamente impropia de una dama cuando se golpeó la punta del dedo
y se rompió una uña cuidadosamente arreglada, sus sandalias de tacón
alto ofreciendo cero protección.
—Esto no va a funcionar. No hay manera de que funcione —murmuró.
¿Cómo podía su padre hacerle esto?
Y Brielle solamente podía encontrar una respuesta a eso: Porque no me
ama.
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Sintió un cardenal formándose en su trasero, y después hizo algo que no
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había hecho desde que tenía trece años. Doce años de reprimir sus
emociones terminaron en un berrinche infernal.
—¡Odio este sitio! —chilló, sintiéndose como una tonta, pero no le
importaba. No había estado en el rancho ni cinco minutos y su mundo ya
se estaba desmoronando—. ¡Arañas, telarañas, piedras, tierra, polvo,
mugre, y quién sabe qué más! Leones y tigres y osos...
Sus lágrimas enfadadas pararon de pronto, pero Brielle aún
continuaba de mal humor mientras se sentaba allí tratando de respirar
normalmente. Después de unos momentos, se calmó. Ella era mejor que
esto, ¿cierto? Cuando oyó el crujido de unos pasos detrás de ella, hizo un
gesto, no quería tratar con nadie o nada justo en ese momento.
Girando bruscamente la cabeza, se preparó para decirle a quien quiera
que fuera que era mejor que desapareciera cuando su lengua se quedó
pegada a su paladar. Cuando la persona que había invadido su privacidad
habló, se sintió incluso más desorientada.
—¿Puedo ayudarla?
Brielle no parecía ser capaz de encontrar su voz. Aún continuaba
sentada en el suelo, el hombre que se erguía ante ella era aún más alto,
parecía tapar el sol. Sus botas tenían aspecto de viejas, sus vaqueros
estaban llenos de polvo —como la camioneta— y la camiseta que cubría su
pecho había visto tiempos mejores. Brielle alzó el cuello para examinar su
cara, que estaba ensombrecida por el ala de su sombrero vaquero
descolorido.
—¿Eres real? —le preguntó.
Cuando sus labios se alzaron en una sonrisa sardónica, pensó por un
momento que debía estar fantaseando. No, no era probable. De donde ella
venía las chicas nunca fantaseaban con vaqueros, preferían a los hombres
con traje. A pesar de eso, tenía que admitir, aunque solo para sí misma,
que el tipo delante de ella era un hombre infernalmente dulce y caliente.
Y entonces él habló de nuevo.
—Tú debes ser Brielle Storm. Yo soy Colt Westbrook. —El colosal
hombre de voz sedosa extendió su mano para ayudarla a levantarse, y su
voz profunda y arrastrada envió escalofríos inoportunos que bajaron por
su columna. Y Brielle se encontró a sí misma sin saber si darle la mano o
no.
¡Tonterías! No se sentía atraída por él, y necesitaba levantarse del suelo.
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Enderezando los hombros —ayudó que estuvieran en el suelo— estiró
la mano. Cuando sus dedos estrecharon los de ella, la levantó fácilmente.
Brielle sintió que su respiración abandonaba rápidamente sus pulmones.
Pero cuando su mano la mantuvo agarrada un momento demasiado largo
para ser apropiado, Brielle finalmente se alejó de él, necesitando dar un
paso atrás.
—Gracias, Colt. ¿Trabajas para mí? Debes hacerlo si conoces mi
nombre. —¡Gracias al cielo que su voz había salido controlada, que
finalmente estaba funcionando otra vez!
Él entrecerró los ojos, como si algo de lo que ella había dicho le
estuviera divirtiendo. Brielle estaba más desconcertada ahora, pero
rápidamente lo encubrió con un comentario despectivo, su especialidad.
—Pregunté si trabajabas para mí. ¿Sería mucho esperar obtener una
respuesta?
Él se rio entre dientes.
—No, señora —fue todo lo que dijo.
¿Qué demonios quería decir? ¿No, él no trabajaba para ella, o no, no
debía esperar una respuesta? ¿Este lugar ya estaba alborotándole la
cabeza? ¿Estaba viviendo en alguna realidad alternativa donde se
encontraba instantáneamente atraída por la clase equivocada de tipo, y no
podía entender su lenguaje?
Chorradas. Esto no eran nada más que tonterías. Enderezando los
hombros de nuevo, decidió no echarse atrás.
—De acuerdo, Colt. Estoy cansada, no me alegra estar aquí, y tampoco
jugar jueguecitos. —Si no respondía su simple pregunta, simplemente
podía largarse.
Además, ahora su olor estaba empezando a llegar hasta ella, y la
combinación de sudor, cuero, y algo más que no podía identificar estaba
haciendo aletear mariposas en su estómago, lo que de nuevo no tenía
ningún sentido. Amaba la colonia, colonia cara. ¡No el sudor!
Subió cuidadosamente las escaleras, pero esta vez evitó el pasamanos.
Si podía sobrevivir a esta pequeña y miserable excursión, debería ver el
interior de la casa antes de que el maldito sol se pusiera sobre las
“pintorescas” montañas que se cernían sobre toda la propiedad.
No era que apreciara la vista. No apreciaba nada de esta escabrosa
tierra. Había crecido en una pequeña ciudad cerca del mar donde las
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grandes ciudades no estaban demasiado lejos, especialmente con una
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tarjeta de crédito sin límites.
Después, cuando fue a la Universidad de Brown, se enamoró de la gran
población, pese a que estaba bastante en el campus y era como vivir en tu
ciudad personal con toda gente de tu misma edad, que mostraban tus
mismos intereses. Suspiró, casi deseando poder volver atrás...
En ese entonces ya había superado la espina que tenía clavada cuando
había dejado a su familia, pero no había sido tan malo porque amaba la
Universidad, al menos al principio, y después había sentido el peso del
mundo sobre sus hombros otra vez y había abandonado antes de
graduarse. ¡Estúpida! Había sido una estúpida.
Si tan solo hubiera terminado su carrera, no estaría ahora en este
embrollo, escalando las escaleras delanteras de una casa desvencijada con
un vaquero enorme detrás de ella.
—Acá afuera, nosotros somos un poco más amistosos. Pero
probablemente eso es demasiado difícil para una zorra rica como tú.
Brielle se volteó desde lo alto de las escaleras y contempló fijamente a
Colt, quien la miraba con una sonrisa burlona que la hacía rechinar los
dientes.
—Si me importase un rábano tu opinión, te la pediría —le dijo con lo
que esperaba fuera una sonrisa de superioridad en sus labios. No había
manera de que permitiera que ese hombre, un completo extraño, hiciera
su día peor de lo que ya era.
Se volvió, pero antes de que tuviese oportunidad de excavar en su
cartera en busca de las llaves de la casa, oyó el murmullo de pasos, y sin
ningún otro aviso lo sintió detrás de ella, haciéndola saltar. Se dio vuelta
para enfrentarlo —mejor ver a tu enemigo— pero quedó de espaldas a la
puerta.
Él no dijo nada por unos pocos momentos, tan solo bajo su cara a
centímetros de ella, que lo miraba fijamente con ojos dilatados.
—Señora, en serio necesita aprender los modales más básicos. —No era
una amenaza; la voz demasiado baja, el brillo en sus ojos le decía que se
estaba divirtiendo. Pero no conocía a este hombre, ni tampoco sabía lo que
era capaz de hacer. Si fuera sabia, y en este momento aparentemente no
lo era, se disculparía y lo mandaría lejos.
Pero una vez que Brielle se sentía acorralada, no tendía a tomar las
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más sabias decisiones. Crew le decía a menudo que cuando era joven era
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la primera en tirar piedras contra su propio tejado. Sentía como si estuviera
haciendo eso justo ahora, pero no parecía ser capaz de dejar de molestar
al oso, un oso de bonitos y deslumbrantes ojos color avellana.
Cuando finalmente encontró su voz, estuvo agradecida de que saliera
con tono mordaz.
—Quita tus manos de mí en este instante, o te juro que nunca más vas
a ser capaz de tener hijos.
Cuando él ni siquiera se encogió, tan solo mostró una sonrisa con unos
perfectos dientes blancos, Brielle se tensó, su cuerpo preparado para llevar
a cabo la amenaza que acababa de lanzar. Él debió de sentir su ligero
movimiento porque de repente se presionó contra ella, evitando con sus
piernas que levantase la rodilla.
—Cariño, planeo hacer montones de bebés, así que te sugiero que no
hagas eso —prácticamente le susurró, haciendo que Brielle se enfureciera
aun más por la reacción de su cuerpo a su aliento flotando sobre sus labios
mientras él acercaba la cabeza un poco más a su boca.
Horrorizada y completamente sin palabras, Brielle se encontró a sí
misma mirando al fondo de sus ojos, descubriendo que tenía motitas
plateadas. ¿Por qué y cómo podía darse cuenta de esto justo ahora? ¿No
debería tener miedo?
—Mmmm, Brielle, va a ser un placer trabajar contigo —le dijo,
inclinándose aún más cerca.
Con sus labios tan solo a medio centímetro de los suyos, aspiró su
aliento a través de la separación entre ellos, preguntándose si iba a permitir
que este extraño —este vaquero— la besara.
¿Por qué demonios ese pensamiento cruzaría su mente? Debería estar
gritando, no contemplándole como si sintiera sus labios presionados
contra los suyos. Finalmente su voz volvió.
—¿Colt? —La repentina dulzura de su voz debió haberlo confundido,
porque se retiró unos centímetros dejándole espacio para respirar.
—¿Sí, cielo?
—Espero que estés mintiendo acerca de todos esos bebés. —La dio una
sonrisa prometedora.
A Colt le tomó un momento procesar lo que estaba diciendo, y entonces
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volvió a sonreír con una sonrisa incluso más brillante que antes.
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—De nuevo, un placer —le dijo antes de dar un paso atrás, lejos del
alcance de su rodilla—. Que tengas un gran día.
Con esas palabras finales, él se volvió y bajó de un salto las escaleras,
desapareciendo de pronto, Brielle no sabía dónde. Después de cinco
minutos... diez minutos —demonios, podría haber sido una hora— Brielle
finalmente se despegó de la puerta y se dio la vuelta.
Había sido un infierno de primer encuentro, solamente en los primeros
diez minutos en la propiedad. Si cada día iba a ir así de bien, no sobreviviría
ni una semana...
Capítulo 3
Traducido por Flor
Corregido por Ama
21
Colt quería expandir los 30.000 acres de su rancho, pero la propiedad
Página
de Martin Whitman se asentaba a su derecha y no había posibilidad de que
ese hombre partiera ni un simple acre de su extensión. Ni Cold lo hubiera
esperado tampoco de él.
Pero la propiedad de Arnold era ideal. Y se suponía que iba a ser suya,
maldita sea. Cuando Colt descubrió que Richard Storm se había abalanzado
sobre la propiedad y la había adquirido, se había puesto furioso. Se suponía
que iba a ser suya.
Colt había oído rumores sobre lo que estaba pasando en la familia
Storm, no era ninguna maravilla, los hijos de ese hombre eran obviamente
unos idiotas sin remedio. Y eso era algo bueno. Ella era una chica de ciudad
de pies a cabeza y no tenía ni la más mínima idea de cómo llevar un rancho.
Y eso significaba que Colt no tendría que esperar mucho para conseguir la
tierra.
El mundo tendría sentido de nuevo.
¿Lo tendría? ¿Qué demonios eran esos zapatos que ella llevaba puestos?
Seguro, eran rojos e increíblemente sexis, pero no eran para Montana, y
ciertamente menos para un rancho de Montana. ¡Demonios, no! Eran más
adecuados para una noche en la ciudad, o tal vez para el dormitorio, solo
los zapatos, con nada más...
¡Nop!
Iba a empujar.... eh... presionar... sacar ese pensamiento de su cabeza
en este mismo momento. Estaba allí para convencerla de que no estaba
preparada para llevar un rancho, convencerla de que se lo vendiera a él. Y
su tarea acababa de volverse muchísimo más fácil. La pequeña y
despreciable malcriada pensaba que él era un empleado suyo.
Aunque Colt esperaba no ser normalmente tan cruel, ni siquiera de
pensamiento, esa mujer se había metido inmediatamente bajo su piel, y en
los lugares equivocados. Era tan... engreída —o quizás tenía algo atascado
en su dulce trasero— y obviamente no tenía excusa alguna para ser tan
arrogante. Pero esta nena no quería estar allí, así que ambos saldrían
ganando si le compraba todo. Odiaba engañarla, incluso por poco tiempo,
porque normalmente no era deshonesto. Había crecido en una pequeña
ciudad de Montana, Sterling, con una población negativa de dos, pensó
riéndose suavemente entre dientes, y alrededor de allí, sus vecinos eran...
bueno, vecinos amigables. Era una comunidad en la que todos estaban muy
unidos, se ayudaban los unos a los otros, no importaba lo que hubiese que
hacer.
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Sí, había más dinero flotando sobre esta parte de Montana que todo el
Página
que se guardaba en Fot Knox, pero ninguno de ellos era arrogante; no tenían
complejo de superioridad. Habían hecho un dineral con la rica tierra en la
que estaban, llena de buenos campos, ganado saludable, y petróleo —de
hecho, una buena inversión en el mercado de valores había supuesto las
mayores ganancias para muchos de ellos— pero al final del día, todo lo que
necesitaban era una cerveza fría y un fuego caliente.
La idea que Colt tenía del cielo era holgazanear a la orilla del lago con
una caña de pescar, una botella fría en su mano y su sombrero calado sobre
los ojos. De vez en cuando algún encuentro nocturno, por supuesto, no le
importaría tener un buen cuerpo —como el que Brielle exhibía— subido
encima de él y llevándole mucho más allá de una cabalgada de ocho
segundos.
Colt sabía que podía atraer a las damas. Demonios, lo había aprendido
en segundo grado, cuando la pequeña Sally había venido y lo había besado
en los labios, mientras le rogaba que se escapara con ella. Él se había
quedado horrorizado.
En ese momento.
Ahora, bueno, ahora sabía apreciar una buena mujer sobre él o debajo
de él, de cualquier manera, no le importaba. O lado a lado, o de pie, o... Le
daba igualdad de oportunidades a todas las posturas. Y siempre se
aseguraba de que las mujeres dejaran su cama con una sonrisa en sus caras
y con él en su cabeza.
No estaba preparado para sentar cabeza. Demonios, acababa de cumplir
treinta y tres años. ¿Qué podría objetarse a su vida de soltero?
Bueno, sabía de tres personas que parecían objetar a gritos. ¡Esas
mujeres! ¡Ese trío terrible! ¡Maggie, Eileen, y la peor de todas, Bethel!
Tenían alrededor de sesenta años, según creía, no es que nadie lo
supiese con seguridad, porque esas mujeres no hablaban nunca de su edad.
Actuaban más como unas adolescentes que como abuelas. Aunque Colt
tenía un lugar en su corazón para cada una de ellas, últimamente él y los
otros hombres solteros del pueblo habían estado corriendo lo más rápido
que podían para alejarse de esas tres.
Esas entrometidas claramente querían ver a todos los hombre elegibles
casados y produciendo bebés. Eso no era para él, al menos no de momento.
Colt había hecho un maldito buen trabajo manteniéndose alejado del trío,
porque cada vez que lo veían, le mencionaban a cada mujer soltera atractiva
de los alrededores. No le haría ningún bien a un hombre tener una cita con
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una mujer en Sterling, porque tan seguro como que el sol salía cada
Página
mañana, en el minuto en que sucediera, el pobre gilipollas iría de cabeza al
altar en menos de un año.
Eso era lo que se esperaba allí. Primero venía el amor... y después una
camada completa de pequeñas ratas sin pelo mordiéndote los tobillos y
haciendo estragos en tus horas de sueño.
No quería decir realmente lo que dijo sobre hacer un montón de bebés,
pero cuando el cuerpo de Brielle se presionó contra él, ella envió una
explosión de lujuria propagándose por todo su cuerpo que no había
experimentado desde que tenía dieciséis años y Maggie Thomas había
empujado sus recién adquiridos pechos contra él en los vestuarios.
Demonios, el sentimiento que había tenido con Brielle había sido incluso
más fuerte. Y Colt no había pensado nunca que eso fuera posible. No. Pero
en cualquier caso, pasarían unas buenas décadas antes de que una mujer
lo convirtiese en un tonto a él y a su esperma.
Casi se pavoneó hasta el gran establo de la propiedad de Brielle, sabía
que encontraría allí a su capataz, Tony, consintiendo a los caballos. Tony
había trabajado en el rancho La Ponderosa desde antes de que Colt hubiese
nacido. El poco pelo que le quedaba al hombre era completamente blanco,
pero su piel estaba curtida y su cuerpo era delgado.
—Hola Colt —dijo Tony con su típico acento—. ¿Qué estás haciendo por
aquí? —Un extraño podría pensar que Tony era intimidante, pero Colt sabía
que bajo toda esa brusquedad, el hombre tenía un corazón de oro. Era un
pan de Dios cuando trataba con los niños, las pequeñas ancianas, y los
animales recién nacidos. Tony no sonreía mucho, pero cuando lo hacía,
aparecían aun más pequeñas arrugas alrededor de sus ojos y su boca.
—Ya sabes, tenía que salir y revisar mi competencia —le dijo Colt con
una risa.
—¿Qué opinas? —le preguntó Tony.
—Ja. —Colt no explicó más. Avanzó por el barandal y se quedó de pie
cerca de Tony mientras observaban al hombre que estaba entrenando al
nuevo caballo que la viuda de Arnold, Canice, había comprado justo antes
de fallecer.
—Oh, maldita sea, Colt. Ninguna chica de ciudad sabrá cómo llevar un
rancho. No tardará mucho en largarse fuera de aquí a toda velocidad
llorando, y entonces la tierra será toda tuya —dijo Tony con su versión de
una sonrisa entre dientes. Después giró la cabeza y escupió un largo chorro
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de saliva coloreada por el tabaco.
Página
—Sí, así es. Bien, aun así seguía queriendo encontrarme con ella. —Colt
recordó la sorpresa en sus translúcidos ojos verdes. Agitando la cabeza para
aclararse, se volvió hacia Tony justo a tiempo para captar las palabras de
su amigo.
—¿Cómo es?
—Exactamente como podrías esperar, Tony. Una chica de ciudad, una
que se exhibe en vaqueros apretados con pequeñas joyas brillantes sobre su
trasero, así cada hombre que pasa no tiene más remedio que mirar abajo, y
una blusa de seda que quedará destruida al final del primer día aquí en el
campo. Cabello rojo, y unos aun más rojos tacones altos, y esas uñas
sofisticadas que les gusta ponerse a las chicas de ciudad. Dudo mucho que
alguna vez haya lavado su propio plato.
—Sí, eso es lo que pensaba. —Tony se dio la vuelta justo a tiempo para
ver al caballo encabritado sobre sus patas traseras en toda su gloria.
—Ese animal es una belleza —dijo Colt en un susurro bajo mientras el
peón lo bajaba de nuevo y empezaba a caminar con él haciendo círculos por
el anillo de entrenamiento.
—Sí, lo es. Fue un buen movimiento de Candice. Solo me gustaría que
se hubiera quedado con nosotros el tiempo suficiente para montarlo al
menos una vez.
—Sí. Está llevando bastante tiempo entrenarlo. Odio que haya sido
maltratado.
—Está mucho mejor ahora. Los peones están trabajando con él un poco
más cada semana. Ya no tardará mucho más tiempo —dijo Tony con no poco
orgullo.
Tony tenía más paciencia de la que mucha gente hubiese soñado, pero
cuando finalmente perdía su temperamento, había que estar atento. Llevaba
años trabajando allí, pero no era culpa suya que el rancho La Ponderosa
hubiera fallado. Arnold y Candice se habían quedado sin fondos, y en lugar
de pedir ayuda al banco, se mantuvieron en silencio, haciendo que Tony
hiciese lo mismo.
Para el momento en que Candice había abandonado este mundo, el
rancho estaba muy necesitado de dinero en efectivo y un propietario que
quisiera invertir tiempo y esfuerzo en replantar el trigo, traer más ganado, y
hacer unas muy necesarias reparaciones.
Cuando Richard Storm se había quedado con la propiedad, Colt se había
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sorprendido y luego enfurecido, en parte porque ningún forastero podría
darle a La Ponderosa lo que necesitaba. Pero al menos Richard había
Página
asegurado a Tony que podría quedarse con un incremento en su paga.
Richard también le había pedido al capataz que viera si su hija podía
aprender cómo llevar un rancho.
Colt había estado por casualidad justo en ese encuentro y había
terminado por largarse. Criar a la chica de Richard no era trabajo de Tony.
Sin embargo Tony se había reído de la petición. Había visto otras chicas de
ciudad venir a Montana antes. Después las había visto marcharse más
rápido que un tornado que hubiese destruido todo lo que se había preparado
para destruir.
Brielle Storm no sería diferente. Colt no le daba a la chica ni una sola
semana de vida en el rancho antes de que estuviese rogándole que comprase
la tierra.
—Brielle piensa que trabajo para ella.
Tomó un par de momentos antes de que los labios de Tony se levantaran.
Después se estaba riendo descaradamente. Al principio, Colt estaba en
shock, pero finalmente no pudo evitarlo y se unió a las risas.
—Bueno, ¿no deberías aprovechar esa ventaja? —preguntó Tony cuando
hubo terminado de reírse entre dientes.
El peón giró en la pista con el caballo y se quedó mirándolos fijamente
por un minuto antes de regresar a lo que estaba haciendo. Cuando Tony
reía tendía a parar el tráfico, considerando que era más un espasmo de tos
que una risa real.
—Sí, lo haré —replicó Colt—. Asegúrate de decirles a los peones que no
revelen nada. No es que espere que ella hable mucho con ellos, si es que les
hablaba en absoluto. Tengo la impresión de que piensa que está muy por
encima de esos zafios pueblerinos de ahí afuera en Montana. —Bajó la voz e
intensificó su lenta pronunciación.
—Sí, la gente que no es de por aquí tiende a juzgarnos bastante rápido.
Déjales hacerse todas las ideas que quieran. Tú sabes que eso solo los hace
ponerse en ridículo con nuestros chistes.
—Bueno. Mejor me dirijo a casa. Jackson va a pasar más tarde para
tomar una cerveza. —Colt no se molestó en estirar su mano. Tony no se la
estrecharía, nunca lo hacía.
Bajando por la rampa, Colt dio un paseo desde los establos silbando y
con planes en su cabeza sobre lo que iba a hacer para mejorar su propiedad
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una vez la tuviese en sus manos. Era primero de junio ahora, así que las
cosechas de trigo pronto estarían lo suficientemente altas, y mientras el
Página
tiempo cooperara, a fines de julio o primeros de agosto los campos estarían
listos para la cosecha. Esperaba que para entonces la tierra ya fuera suya.
Sin una preocupación en el mundo, Colt caminó hasta donde había
dejado su caballo, se subió en él, y volvió a toda velocidad hacia la bonita
extensión que se asentaba ante la casa del rancho. Este iba a ser otro muy
buen año para él.
Al menos eso era lo que creía...
Capítulo 4
Traducido SOS por Lectora
Corregido por Cat J. B
—¡Crew! No tengo tiempo para esto. Esto es más difícil de lo que había
pensado, no tengo idea de lo que estoy haciendo, y para colmo de todo
eso, ¡ayer fui atacada por un hombre monstruoso!
—¿Qué?
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—Al menos eso te llamó la atención. Este hombre
Página
apareció poco después de mi llegada aquí, fue grosero, sarcástico, y tuvo el
descaro de llamarme zorra rica. Después me atrapó contra la casa, bueno,
casi me atrapó. En realidad no me tocó... no, creo que, que me apretó
cuando yo lo amenacé, pero el punto es que este tipo, este Colt... —
Brielle dijo el nombre como si fuese una mala palabra antes de continuar—
es uno de mis empleados. ¿Cómo diablos voy a lidiar con eso?
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—Aw, Montana se va a ser parte de ti —le aseguró.
Página
—¿Qué pasa con el dinero? Ya te dije acerca de
lo ridículamente poco que tengo.
—Nunca me entendiste, Crew Storm, ni por qué hago lo que hago. Las
únicas ropas bonitas que tengo son de más de una temporada atrás, y vendí
lo que pude. Y te odio —dijo ella, pero sin ningún tipo de fervor.
—Bien. Pero solo para que sepas lo miserable que soy —dijo, poco
dispuesta a admitir que también lo echaba de menos. Si lo admitía, tendría
que pensar en el pasado, pensar en lo que los había separado en primer
lugar, y era un lugar que no quería volver a visitar de nuevo.
Antes de que fuera capaz de gruñirle por ese maldito apodo, él colgó el
teléfono. La cosa era que no estaba enojada por escucharlo ahora, solo un
poco triste por haberlo perdido. ¿Qué estaba haciendo este lugar con
ella? Ya ni siquiera sabía quién diablos era, por no hablar de lo que
iba a hacer a continuación. Se suponía que debía estar aquí durante todo
un año como mínimo. Nunca sobreviviría.
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a hacer lo que tenía que hacer y se iría tan lejos de este estado estúpido
como le fuera posible.
Página
Demonios, tal vez incluso dejaría el país una vez que su fondo
fiduciario estuviera de vuelta en su lugar. Ese pensamiento debería haberla
hecho sonreír. No fue así. Todo parecía hacerla sentir vacía estos días.
—¿Qué quiere decir con “no”? —rugió Brielle al hombre de pie frente a
ella.
Todo lo que él hizo fue lanzar un gran chorro de saliva que casi cayó en
sus pies. Ella gritó y saltó hacia atrás.
—¿Se da cuenta que estos son zapatos Jimmy Choo de tres mil dólares?
—jadeó.
—Sí. Supuse que valían una cantidad ridícula de dinero, y sin duda no
deben usarse en un establo de caballos —dijo Tony antes de escupir de
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nuevo.
Página
—Bueno, esa no es su preocupación ahora, ¿verdad?
—¡Usted trabaja para mí! —gritó Brielle a su espalda, pero sus palabras
ni siquiera aminoraron su paso. Se encontró persiguiendo a su capataz, una
vez más.
Ella odiaba este cuarto, odiaba lo mal que olía, y odiaba lo desordenado
que estaba. Sin embargo, nunca se quejó de su espacio, ya que si no fuera
por este hombre, estaría totalmente jodida. No dudaba de ello. No es que
Tony la escuchara. Ninguno de los hombres lo hacía. Incluyendo el primer
peón que había conocido el primer día que estuvo aquí. ¿Cuál era su
nombre? Colt. Como si se de verdad se hubiese olvidado…
Hacía dos semanas que estaba allí, y sí, admitiría que había estado
menos que complacida al principio, pero los últimos días había decidido que
estaba atascada, y se estaba aburriendo. Después de hablar con Crew hacía
un momento, realmente quería demostrar que podía hacer esto.
Tony alzó la mirada y le dio algún tipo de movimiento con sus labios que
supuso podría considerarse una sonrisa, y pensó que finalmente lo había
ganado hasta que una sombra cayó sobre ella y la habitación pareció
encogerse.
Nop. La sonrisa de Tony, o como eso se pudiera llamar, no era para ella.
Era para el hombre detrás de ella. Y sabía exactamente quién era. No porque
lo hubiera visto aún, sino porque podía sentirlo.
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—Buenas tardes, Tony. ¿Problemas? —preguntó Colt mientras
Página
caminaba hasta quedar al lado de Brielle.
Pero nunca había imaginado que estaría haciendo algo tan difícil como
trabajar en un rancho, especialmente cuando no había nadie en La
Ponderosa que le permitiera involucrarse en las tareas del día a día. No era
como si ella pudiera incendiar todo y empezar de nuevo.
Ni siquiera sabía por dónde empezar. No podía decir que quisiera luchar
con el ganado que tenían, o reparar las cercas, pero quería ver cómo
funcionaba, quería entenderlo, quería saber por qué estaba fallando, y cómo
darle una vuelta de tuerca.
Si estaría atascada en este lugar por todo un año, entonces iba a salir
de allí al menos con un poco de conocimiento. Aunque no le gustase que su
padre la hubiera lanzado a esto, iba a aceptar el reto.
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estuviese atrapada aquí.
Página
—La mujercita aquí quiere que alguien la lleve a recorrer las tierras —
dijo Tony, rodando los ojos con incredulidad.
Así que Brielle se quedó ahí, odiando que sus ojos suplicaran a uno de
los hombres que la escuchara. Necesitaba inspeccionar su propiedad.
Al menos eso era lo que su hermano Crew le había dicho que hiciera. Y
puesto que Crew estaba feliz con su proyecto y la patada en el culo que le
habían dado, ella había decidido que lo mejor era escucharlo y echar un
vistazo a la tierra que ahora poseía.
Su padre había llamado varias veces y había dejado mensajes, pero
seguía enojada con él y se había negado a atender sus llamadas, se negaba
a devolverle la llamada. Lo dejaba sudar. Esperaba que estuviera
preocupado de que los coyotes salvajes la arrastraran hacia las colinas en
cualquier minuto. Espera. Ese pensamiento la detuvo en seco.
—No hay coyotes salvajes que coman gente aquí, ¿verdad? —preguntó,
y se sintió como una tonta cuando ambos sonrieron.
—No por lo general —dijo Colt, el inicio de una sonrisa era evidente en
su boca, aunque estaba haciendo su mejor esfuerzo para mantener su risa
a raya.
—Lo repito una vez más: quiero explorar mis terrenos. Necesito saber
por qué la operación está fallando. ¿Quién me va a llevar?
Esta vez Brielle enfrentó a Tony con los hombros hacia atrás y un brillo
determinado en sus ojos. No iba a dar marcha atrás de nuevo, incluso
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aunque él la intimidara como el infierno.
Página
Esta vez, iba a salirse con la suya, e iba a aprender algo sobre todas
estas hectáreas de tierra que había heredado a voluntad de su padre. Haría
de este maldito rancho un éxito incluso si eso la mataba. Y tal vez sí lo
hiciera.
—¿Estás seguro de que tienes tiempo para eso, Colt? —le preguntó Tony,
haciendo que Brielle quisiera darle un porrazo.
Colt se apoyó en la pared y cruzó un pie delante del otro, con los pulgares
metidos en sus bolsillos delanteros. Parecía como si pudiera estar allí todo
el día y no molestarse en lo más mínimo.
La cosa que no iba admitir a ninguno de los dos hombres era que estaba
emocionada por tener su primer paseo a caballo. Lo había visto en las
películas todo el tiempo, y en verdad parecía divertido. Pero si les decía eso,
solamente aumentarían las burlas. No quería seguir siendo catalogada como
la chica tonta de ciudad.
—Vamos a tener que pasar por la tienda de Peggy, y luego llevarte afuera
—dijo Colt mientras se apartaba de la pared y se dirigía a la puerta. Se dio
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la vuelta antes de irse—. Te veré más tarde, Tony. —Con eso, salió de la
habitación.
Página
Brielle se quedó allí un minuto, observando su retirada a través de la
puerta abierta. Sabía que él esperaba que lo siguiera sin preguntar.
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Página
Capítulo 6
Traducido por Lu_Rodriguez
Corregido por Cat J. B
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vida hasta hacía un año, cuando su padre le había retirado su dulce
alfombra persa de un tirón.
Página
Ahora tenía veinticinco años, vivía en una casa destartalada, era dueña
de un rancho de 10,000 hectáreas, y estaba al frente de todo un infernal
montón de hombres que ni siquiera la miraban, y mucho menos escuchaban
una palabra de lo que decía. Esto no era algo a lo que Brielle estuviese
acostumbrada, y no era algo a lo que planeara acostumbrarse.
Ella era demasiado inteligente para hacer el ridículo, por lo que no tenía
nada de qué preocuparse, ¿verdad?
¿O sí?
Veía una oficina de correos, una oficina de correos muy pequeña, una
farmacia, un consultorio dental, la oficina del alguacil, tal vez una
peluquería y una pequeña cafetería. Había algunos pocos edificios dispersos
en la calle, y lo que parecía ser una estación de bomberos no muy lejos, pero
esta pequeña calle no podía ser la ciudad en la que tendría que vivir por el
próximo año.
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le abrió la puerta, no pudo resistirse más.
Página
—¿Dónde estamos? —prácticamente gritó, sorprendiéndolo claramente
con el nivel de decibelios de su voz.
—Esta no es toda la ciudad, ¿verdad? —Por favor, por favor, por favor
que no sea toda la ciudad, añadió en silencio.
Se dio cuenta de que el lugar que había pensado que era un salón de
belleza anunciaba con orgullo en su ventana que hacían las uñas. Luego
estaba lo que parecía una especie de tienda llamada Casita de la Pradera, y
una tienda de comestibles con una enorme señal de neón que decía Coor
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Light en la ventana delantera.
Página
Estaba en el infierno, de verdad. No, esto era peor que el infierno. Por lo
menos en el infierno una persona podría encontrar evidencias de vicios
emocionantes, pero ninguno de estos podía ser visto en esta penosa excusa
de lugar. Se sentía totalmente derrotada.
—Está bien, ¿qué tan lejos se encuentra la ciudad grande más cercana?
—¿Por qué, oh, por qué no había hecho algo de investigación, aunque sea
algo, sobre el lugar al que estaba yendo? Probablemente porque no había
planeado quedarse, y probablemente porque nunca habría imaginado que
un pueblo tan pequeño existiera realmente.
—Es una lástima. —Fue todo lo que dijo. Hizo clic en el botón de bloqueo
en su llave y se dirigió hacia Peggy’s.
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equilibrio, y que cayeran al suelo.
Página
Todo el aire escapó de sus pulmones cuando aterrizó en el pecho de Colt,
sus senos rebotaron contra él, y se encontró fuertemente presionada contra
su cuerpo.
Una vez la conmoción se disipó, una luz apareció en los ojos de Colt, una
en la Brielle que no quería pensar. Conocía esa mirada, sabía exactamente
lo que estaba en la cabeza de Colt. No había manera de escaparse.
—Si querías tenerme acostado, todo lo que tenías que hacer era
preguntar.
Esa fue toda la advertencia que Brielle tuvo antes de que Colt se
apoderara de su nuca y empujara su rostro hacia el de él, y entonces le diera
el beso más ardiente de su vida.
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—Esta tienda no es tu burdel personal, Colt —dijo golpeteando el suelo
con un pie mientras apoyaba las manos sobre sus amplias caderas.
Página
—Aw, Peggy, solamente me dejé llevar. ¿Qué otra cosa debería haber
hecho cuando un pequeño tornado caliente como Brielle cruzó la puerta a
toda velocidad y literalmente me tumbó al suelo? —preguntó, ampliando el
voltaje en su sonrisa asesina.
—Eso es lo que estamos pensando hacer, cariño. Y como puedes ver, ella
no tuvo ningún problema para levantarse solita. —Está bien, probablemente
era hora de levantarse del suelo.
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Después de unos pocos tensos segundos, Colt rompió en una sonrisa,
Página
bajó la mirada a sus lujuriosos labios rosas, y dio un paso hacia ella. Eso la
sobresaltó lo suficiente para hacer contacto visual con él. Perfecto.
Colt podría haberse sentido ofendido, pero esa mirada en sus ojos era
puro fuego. La había visto antes, así que no se dejó engañar en absoluto.
Ella lo deseaba, y si él ponía el más mínimo esfuerzo, no tenía duda de que
sería suya. Colt solo tenía que elegir si quería que eso sucediera o no.
Colt no podía esperar a ver cómo lucía la recién llegada en ropa vaquera.
Ir de compras no era uno de sus pasatiempos favoritos, pero jugar a hacer
novillos de su rancho por una tarde probablemente valiera la pena en este
caso.
Brielle se volvió hacia Colt con una mirada de pánico en sus ojos, pero
él solo inclinó su sombreo y sonrió. Había sido su enemigo solo unos pocos
segundos antes, pero ahora la mujer lo estaba mirando para que la salvara.
Esta era una misión de la cual que no quería rescatarla. Quería verla
toda vestida y lista para el rancho. No que él tuviera ninguna fe en que las
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ropas repentinamente la cambiaran, que la volvieran una vaquera al
Página
instante. Pero en el espacio de unos pocos minutos Colt estaba empezando
a pensar que las chicas de cuidad no debían ser tan malas después de todo.
No. No tenía por qué pensar eso. Claro, podría querer jugar con la
citadina, pero al final del día la quería fuera de los bosques, lejos, solo con
recuerdos de su estadía en Montana.
—Colt puede actuar como un idiota —dijo Peggy—, pero tiene buen gusto
cuando se trata de ropa. Debes escucharlo. —Su voz de vendedora
azucarada hizo que Colt soltara otra de sus patentadas sonrisas.
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más suave, y tal vez, solo tal vez, dejara que tuviera acceso a su fondo
fiduciario de nuevo. Tal vez lo mejor sería dejar de ignorar sus llamadas si
Página
esperaba que eso sucediera. Este viaje de compras no haría la menor mella
en el dinero que había en su congelada cuenta bancaria.
Una cosa que estaba aprendiendo de todo esto era que debería ser
mucho más agradecida por lo que había tenido. No todo el mundo vivía como
ella solía vivir, y no todo el mundo recibía las cosas sin trabajar por ellas.
Pero esa era probablemente una de las lecciones que su padre quería
enseñarle a ella y sus hermanos.
Deslizándose en las botas que Colt había elegido para ella, miró su reflejo
en el espejo de cuerpo entero e hizo una mueca al verse a sí misma en tal
traje. No había forma de que pudiera salir adelante. No estaba hecha para
ser una chica de rancho. Estaba hecha para vivir en la ciudad en un bonito
condominio seguro en donde alguien más hacía el trabajo de jardinería. Eso
era justo lo que quería. Y mientras más pronto todos en su vida aceptaran
eso, más pronto podría regresar al mundo real. Su verdadero mundo.
Colt dio un paso detrás de ella cuando su giro la dejó de nuevo frente a
él. Rodeó con sus manos la curva de sus caderas y enganchó los pulgares
en los bolsillos delanteros de sus vaqueros mientras giraba sus cuerpos para
poder mirarla a los ojos de color verde claro a través del espejo de cuerpo
entero.
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—Creo que te ves muy muy caliente en este conjunto —susurró contra
Página
su oreja, dejando que sus labios rozaran la tierna carne de su cuello
mientras se inclinaba un poco más abajo—. Y estos pantalones vaqueros
tienen la ventaja añadida de ser el lugar de descanso perfecto para las
manos de un hombre. —Él dejó que sus dedos pasearan por la parte
superior de sus muslos.
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se daba vuelta y sus brazos la envolvían, todo lo que pudo sentir fueron
brazas ardientes viajando hacia su núcleo.
Página
—Eres un diablo disfrazado —murmuró Colt, y tomó su boca en un beso
que estaba lejos de ser suave.
Capítulo 8
Traducido por thelovestory
Corregido por LarochzCR
Cuando salió del vestuario, Brielle sabía que lucía como si acabara de
tener sexo. No lo habían hecho —¡por supuesto que no!— pero no era
tonta. Su cabello estaba despeinado, sus labios rojos e hinchados, y eso sin
duda no era colorete en sus mejillas.
Había pensado que eso era lo que quería. Pero al parecer, había estado
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un poco equivocada, porque ahora mismo lo único en que podía pensar era
Página
en lanzarse de nuevo en ese vestuario, rasgar la ropa de Colt, y terminar lo
que los dos habían comenzado.
Cerrando los ojos, repasó los últimos diez minutos otra vez en su
cabeza. La sensación de sus fuertes manos subiendo y bajando lentamente
por su espalda, la forma en que sus labios se habían separado, y cómo su
lengua se había deslizado dentro de su boca.
Quería estar con él, quería tener sus manos sobre ella, y quería
mantener el sabor de sus besos. Quería mucho más de Colt Westbrook. ¿Por
qué siquiera tratar de huir?
—Por lo tanto, vemos que estás aquí con Colt —dijo una de las otras
mujeres. ¿Era Eileen o Maggie? ¡Maldita sea! Y la sonrisa que le lanzó a
Brielle comenzó a ponerla muy nerviosa. No sabía por qué, pero parecía
como si estas mujeres estuvieran analizándola, quizás planeando algo, algo
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de lo que ella estaba segura que no quería ser parte. Cambiando el peso de
su cuerpo de un pie a otro, trató de averiguar la mejor ruta posible de
Página
escape, pero no parecía haber ningún lugar al que huir.
—Sí, él me trajo aquí para conseguir algo de ropa de trabajo. Yo... um...
no estaba muy preparada para el rancho —admitió Brielle, sorprendida
cuando sintió que sus mejillas enrojecían aún más.
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Brielle cuando permitió que aquella sesión de besos continuara en un lugar
público? Bueno, tal vez no estaba tan sorprendida por lo que había hecho. Y
Página
no podía arrepentirse por completo. Sus besos eran tan buenos.
Sin embargo, estaba más que un poco incómoda ahora que estaba
siendo examinada bajo un microscopio de alta potencia. ¿Estas mujeres la
encontraban seriamente deficiente? Probablemente no pensaban que Brielle
fuera lo suficientemente buena para uno de sus vaqueros de pueblo.
—¿Es que todos crecen para ser altos, morenos y guapos aquí? —no
pudo evitar preguntar.
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—Ese es mi hijo, Hawk. Es el jefe de bomberos local —dijo Maggie
radiante—. Es una lástima que Colt ya te haya reclamado...
Página
Por enésima vez en la última hora, Brielle sintió que sus mejillas se
calentaban. Y entonces, para horror absoluto de Brielle, los dos hombres
comenzaron a caminar en su dirección. Apenas podía formar frases
coherentes en torno a Colt, y mucho menos tratar de mantener una
conversación con dos de esos trozos. Diablos, ahora vivía en un rancho
ganadero; ¿por qué no llamarlos machotes?
—Hola, hijo. ¿Cómo fue esa última llamada? —preguntó ella, dándole un
rápido abrazo.
—Ah... ya veo —dijo Hawk con una risa—. Es una pena —añadió con un
guiño a Brielle—. Soy Hawk. Si tu lugar arde alguna vez, asegúrate de
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llamarme.
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—Sí, lo haremos —prácticamente gruñó Colt.
—Sí. Será mejor que salgamos de aquí antes de que toda la ciudad se
presente —respondió Colt, su tono indicaba irritación.
¿Por qué de repente estaba de tan mal humor? Brielle no tenía idea, pero
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no era lugar para preguntar. Cuando se acercaron a la caja registradora,
Brielle sacó su tarjeta bancaria, una mera tarjeta de oro con un límite
Página
ridículamente bajo, excepto que no se reía. Sí, la compra le haría daño, pero
al menos ahora tenía las botas y podría montar un caballo. ¿Podría? Todavía
no iba a admitir que nunca lo había hecho antes.
Capítulo 9
Traducido por guga
Corregido por LarochzCR
Sí, se habían besado, y sí, ella había huido de él luego, pero él había
parecido estar bien mientras ella hablaba con las sorprendentemente
amigables mujeres. No fue hasta después de la llegada de su amigo que se
había puesto tan gruñón y distante. Tal vez Hawk no era en realidad tan
buen amigo y a Colt no le gustaba estar alrededor de él. Pero ella y Colt eran
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difícilmente mejores amigos, así que no podía preguntarle acerca de eso.
Página
Así que en cambio, solo se quedó sentada allí en el asiento del
acompañante y esperó que el paseo terminara lo más pronto posible.
Mientras más rápido terminara el paseo, menos asfixiada se sentiría por el
aire claustrofóbico dentro de la camioneta. Cuando finalmente llegaron al
rancho, huyó.
—Estate lista para partir en treinta minutos —gritó Colt luego de que
ella correteara por los escalones del frente.
Nadie podía decir que la casa fuese lujosa. Sus paredes desnudas
estaban rogando por una capa de pintura fresca. Los escasos muebles que
habían venido con la casa suponía que estaban bien para esta región, y
algunos probablemente eran considerados antigüedades, pero ninguno se
alineaba con el gusto típico.
A ella le gustaban los muebles modernos con bordes definidos y colores
llamativos. La casa del rancho aún tenía cortinas a cuadros rojos y blancos
que lucían como si hubieran estado ahí desde que la casa fue construida.
Lo único que se salvaba era su habitación.
Al menos, su padre había pagado para que le trajeran sus muebles. Ella
le había dicho que de ninguna manera dormiría sobre el colchón de alguna
persona muerta. Él había reído pero había estado de acuerdo en que él
tampoco lo haría.
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Luego de cambiarse rápidamente en un par de Wranglers bien ajustados
y una camisa verde de algodón abotonada, se sentó y se quitó las incómodas
Página
botas. Peggy le había asegurado que se amoldarían a sus pies y que pronto
no querría usar nada más. Sí, seguro.
Brielle miró largamente los zapatos de tacón que recién se había quitado.
Desde que había cumplido trece los había estado usando. Cuando una chica
era bendecida con una altura de solo un metro cincuenta y dos, necesitaba
todas las ventajas que pudiera conseguir, y ellas venían con los tacones más
altos posibles.
Aunque los tacones, especialmente los altos, podían causar gran dolor
luego de unas pocas horas, de eso se trataba el look, el sentimiento de tener
un par de zapatos que te hiciera sentir más alta, más bonita, y ciertamente
más sexy. Puede que estuviera en las afueras de un estado con ranchos,
pero eso no significaba que necesitara abandonar la moda. Nunca cambiaría
tanto como para no importarle su apariencia. Sí, podía admitir que tal vez
pasaba mucho tiempo en eso, pero en el mundo en el que había crecido, la
apariencia realmente importaba.
Qué triste era eso…
Espera. ¿Por qué era triste? Una mujer que podía destacar sus atributos
no era una muñeca rica; solo era lista. ¡Este maldito lugar iba a arruinarla!
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evaporó. ¿Por qué su capataz tenía que ser tan gruñón todo el tiempo? ¿Cuál
era su problema con ella? Seguro, ella no quería estar a cargo de este lugar,
Página
pero le pertenecía, y realmente sería de ayuda si él le diera una oportunidad.
—Le daré una oportunidad cuando piense que de verdad le importa una
mierda este lugar.
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no fuera suficiente para ella. No aprecio nada eso. —Sorprendentemente, su
voz se mantuvo en calma todo el tiempo.
Página
—No soy una niñita malcriada —le dijo—. Si tanto le importa este lugar,
¿por qué está fallando?
—Tal vez eso es algo que usted tiene que descubrir. De cualquier
manera, por la charla que tuve con su papá, él se da cuenta de que cometió
algunos errores en estos años. No creo que usted pueda hacer esto en lo
absoluto, Srta. Storm.
—No estaba tratando de ser grosero, solo estableciendo los hechos —dijo
Tony antes de voltearse para irse.
—No terminé de hablar con usted —dijo Brielle, con clara frustración en
su tono, haciéndolo detenerse antes de voltear hacia ella.
—Cuando crea que tiene algo de valor para decir, charlaré por más
tiempo. —Y con eso, se fue, dejando a Brielle aturdida, herida, y
extremadamente molesta.
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majestuosa en el lugar. La forma en que los músculos de Colt se abultaban
la hacían sentir levemente mareada. Este hombre era mucho más lindo que
Página
los chicos con los que normalmente salía, a pesar de sus cuerpos
perfeccionados en el gimnasio. Sí, trabajar en un rancho parecía hacer cosas
buenas a mucha gente de Sterling. Al menos por lo que había visto hasta
ahora.
—Esta cabalgata nos tomará un tiempo, Srta. Storm, así que agárrese y
sígame. —Colt se aproximó a un caballo aún más grande que el de ella, uno
que era totalmente blanco y parecía nervioso mientras él —o ella— esperaba
para ser cabalgado. Brielle debería preguntar de qué raza eran los caballos,
en serio, pero si lo hacía, Colt probablemente la miraría con aquel
enloquecedor destello en sus ojos que gritaba “chica de ciudad”.
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caerse. No tenía más tiempo para preocuparse acerca de lo que sucedería si
no podía darse maña para sostenerse.
Página
3
Bluegrass: traducido literalmente como poa o pasto azul de Kentucky.
Capítulo 10
Traducido por Lectora
Corregido por LarochzCR
Cuando el pasto de las colinas no hizo nada por él, Colt supo que estaba
realmente de mal humor. Era una tontería, en serio —no, era
completamente ridículo— pero ver a Hawk coquetear con Brielle lo había
enojado muchísimo.
Sí, Colt lógicamente sabía que había sido inofensivo, y sí, sabía que
Hawk tenía más miedo al compromiso que él, pero aun así, no podía
desterrar los celos. Hawk había sido su amigo desde el primer día de jardín
de infantes, pero eso no significaba que no disfrutaran siempre de competir
entre sí.
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En realidad, a los amigos del grupo les gustaba empujar los límites de
Página
los otros, para ver hasta dónde podían soportarlo. Era bueno para ellos y
nunca los celos habían sido un problema.
Pero había algo en ella, algo que lo llamaba. Brielle estaba en su mente
todo el tiempo, y no entendía por qué ni cómo.
Sí, se había sentido muy atraído por otras mujeres en el pasado, pero
apenas desaparecían de su vista, dejaba de pensar en ellas. Las mujeres
servían para un propósito, un propósito muy importante, pero seguía siendo
solo un propósito. Un medio para un fin. Y ella tenía un pequeño y lindo...
De todos modos, una vez que se cumplían sus necesidades, Colt estaba
bien con alejarse y luego encontrar a la siguiente mujer cuando sus deseos
empezaban a nublar su juicio de nuevo. Si parecía que una mujer no estaba
interesada, algo que casi nunca sucedía, pasaba felizmente a la siguiente.
Esa era una cualidad que Colt podía apreciar en una mujer... Maldita
sea. Si su mamá lo oyera decir una cosa así, por supuesto, lo habría
golpeado en la nuca. Casi se estremeció solo de pensarlo.
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Sí, Colt sabía que podía ser un imbécil, pero ¿no eran todos los hombres
Página
así en algún momento? Sí lo eran, se aseguró. Incluso aunque sabía que
estaba lleno de mierda, con esa mentalidad de los hombres siempre serán
hombres.
—¡Eres un completo idiota! No sé por qué pensé que sería buena idea
que me mostraras el terreno. Si piensas que soy una puta, ¿por qué diablos
me besaste? —le espetó—. ¡Oh, ya lo entiendo!, fue porque piensas que soy
una puta que estabas disfrutando la sesión de besos. ¿Crees que debería
bajarme de este caballo ahora mismo y subirme encima de ti? Después de
todo, eso es lo que hacen las putas, ¿verdad? Pueden acostarse con un chico
y luego pasar al siguiente tan pronto como hayan terminado.
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este tipo de cosas. Normalmente, si a una chica le gustaba uno de sus
Página
amigos más de lo que le gustaba él, no le molestaba verla irse con el otro
tipo.
Esta era la primera vez en su vida que quería luchar por la chica, y no
tenía sentido para él. Brielle era solamente una chica de ciudad, una chica
que no estaría aquí mucho tiempo, una chica que era mediocre. ¿No?
De alguna manera, sabía que ese no era el caso. A pesar de que estaba
mal para él, tenía la sensación de que no sería capaz de sacarse a esta chica
de la cabeza tan fácilmente. Tenía la sensación de que si no se movía rápido,
la perdería antes de que tuviera oportunidad de tenerla.
—Lo siento. Eso fue grosero. Es solo que me sentí... —No sabía cómo
terminar la frase, y se encontró quedándose en silencio.
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enterara de que en realidad no trabajaba para ella —que, de hecho, la
Página
engañaba con algo tan importante— nunca volvería a hablarle.
Sin embargo, ¿no era eso ideal? Podía divertirse con ella ahora, darle
placer, y luego librarse de la culpa. Por supuesto, ¿cómo iba a alejarse sin
culpa cuando ya estaba sintiéndose muy mal por lo que estaba haciendo?
—Ya sabes que tiene diez mil hectáreas. Por lo general hay unas
doscientas cabezas de ganado en el lado sur de la propiedad, pero no este
año, a causa de las finanzas. Y el lado norte es donde están tus campos.
Cultivas el trigo blanco blando, que estará listo para la cosecha a finales de
julio o principios de agosto. Los ranchos de por aquí han pasado algunos
tiempos difíciles últimamente y muchos están perdiendo dinero, pero tu
padre está convencido de que esta tierra es rica y puede recuperarse.
Colt hizo una pausa. Él también estaba seguro de que la tierra podría
recuperarse, pero ¿de verdad quería decirle eso? Se suponía que debía estar
tratando de convencerla de irse, no tendría que decirle lo valiosa que era su
tierra, ¿cierto?
—Sí. Creo que a este rancho puede irle mucho mejor. Tony es un
excelente capataz y hace el mejor trabajo que puede con el presupuesto que
se le ha dado, pero los dueños anteriores estaban nadando en deudas, y
eran demasiado orgullosos para pedir ayuda. Cuando supe lo que estaba
pasando, Donald había fallecido y su esposa estaba de luto.
Colt se estremeció cuando ella hizo esa pregunta. Por esa razón la
mentira nunca era buena: siempre tienes que tener mucho cuidado con lo
que dices. Podría haber hecho un montón de cosas, y ante todo, comprar la
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propiedad. Nunca supo por qué no se la habían vendido a él. Habría dejado
Página
que ellos se quedaran en la casa hasta que fallecieran y él se habría hecho
cargo de sus tierras. Estúpido orgullo era lo único que podía pensar.
—No parece muy profundo, pero tenemos que ponerle antiséptico para
prevenir la infección. Podría doler por unos días, pero aparte de eso, debería
sanar bien. Déjame agarrar algunas cosas para ayudar a limpiarte y
vendarte. —Se levantó, fue a su alforja y sacó algunos suministros de
primeros auxilios.
63
Su caballo había sido entrenado tan bien que no necesitaba atarlo a un
árbol. Se quedaría en la sombra hasta que Colt le dijera que fuera a pastar.
Página
Estaban tan en sintonía con los demás que el caballo sabía cuándo Colt
necesitaba que cabalgara rápido para liberar energía o que fuese lento para
examinar la tierra. Incluso el más mínimo de los movimientos de Colt hacía
saber a su caballo lo que quería.
—No debes mentir sobre algo como eso, Brielle, podrías haber salido
gravemente herida, mucho peor que los pocos golpes que tienes en este
momento. Esta tierra no es suave y no es una pista para principiantes.
—Quería montar, ver la tierra, y nunca me habrías traído aquí si
hubieras sabido que no había estado en un caballo antes —dijo, sus
hombros tensos, sus ojos determinados.
Tuvo que respetarla por querer aprender más sobre la zona, pero no
apreciaba que le mintieran, especialmente sobre algo tan importante.
—Aun así te habría hecho venir —dijo, aunque ella probablemente tenía
razón; lo más probable era que no, sin dudas no con ella cabalgando.
La ira de Colt disminuyó a medida que ella alzaba la voz. ¿De verdad
quería aprender a manejar este lugar, o solo estaba frustrada porque no
sabía cómo? Estaba confundido, y esa era una emoción a la que no estaba
acostumbrado.
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dependiendo de cuán lentos fueron. Y habían tenido un comienzo tardío. Se
quedó callado cuando terminó, y luego la miró y respiró hondo.
Página
—Vas a tener que montar en mi caballo en el camino de regreso.
Sabía que eso iba a probar cada onza de resistencia y control que tenía
en su cuerpo. Porque ahora no era el momento para ver cuánta química
tenían juntos.
Él fue firme, y ella entrecerró los ojos. Sabía que odiaba cuando la
llamaba Princesa, y también odiaba que le dijeran qué hacer, pero era
algo a lo que iba a tener que acostumbrarse. Se merecía ese
nombre. Además, tenía que crear distancia entre los dos, si esperaba viajar
apretada contra él durante la próxima hora.
—Como sea, Colt —dijo al fin, aunque su cuerpo estaba tenso mientras
la ayudaba a ponerse de pie. Cojeó un poco mientras la llevaba a su
caballo, y sabía que estaría cada vez más dolorida. Este no iba a ser un
paseo agradable para ninguno de los dos.
—¿Dónde creciste?
Brielle se quedó callada por tanto tiempo que pensó que estaba
ignorándolo. Cuando se había dado por vencido, por fin habló.
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—En Maine, una pequeña ciudad costera, pero la amaba de niña.
Página
—¿Y qué cambio eso? —preguntó cuando ella se detuvo.
—Tenía unos padres increíbles, los mejores del mundo. Murieron hace
cinco años mientras estaba de vacaciones en Oregón. El hielo negro. Estaba
devastado. Pero he trabajado duro en la escuela, tengo excelentes
calificaciones, y jugaba baloncesto. —Eso era cierto, por lo menos.
66
que se sorprendió al escucharlo.
Página
—No se lo digo a mucha gente, porque no terminé. Me queda un año,
en Inglés. Solía pensar que iba a escribir para el New York Times, o USA
Today, y luego pensé que tal vez para la revista Time. Entonces, se redujo
a una revista de moda; y todo simplemente cayó. —Su voz se apagó,
avergonzada.
—No, nada típico —dijo con una risa que él se alegró de oír—. Tuve
un profesor con el que no me llevaba bien, y una compañera de cuarto
que me traicionó. En realidad, creo que fue una estupidez dejar. Sé
que debería haberme trasladado a otra clase y mudarme de ese
apartamento, pero estaba mal y frustrada, y... —Su voz se
desvaneció mientras pensaba en las decisiones del pasado.
—Bueno, aterricé aquí. No sé lo sabias que han sido mis decisiones para
dejar que eso sucediera. —Añadió una carcajada, como si se tratara de
una broma, pero él podía escuchar el dolor en su voz. De verdad tenía una
mala opinión de sí misma. No ayudaba que él la hubiera juzgado con
rapidez y dureza.
67
algo muy muy bueno.
Página
Era inteligente, pero parecía esconderse detrás de una máscara de
vanidad. Una cosa que sabía con certeza acerca de Brielle Storm era que no
tenía ni idea de lo que podría traer mañana.
—Uno se acostumbra.
—Puedo bajar sola —le espetó cuando él le tendió una mano para
ayudarla.
—Sé que puedes. Solo estaba tratando de ayudar.
Colt tuvo que admitir que se sorprendió cuando ella agarró el arnés y
se izó del caballo, con las piernas temblando, pero de alguna
manera manejándose para sostenerse. Bueno, el día no había terminado
todavía, como ella estaba a punto de descubrir.
—Estoy bien —le dijo con suficiente calor que él supo que estaba
bien. Así que bien.
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esta era una valiosa lección. Aunque estuviera agotada, sus caballos
necesitaban ser atendidos.
Página
—Bueno, ponte a hacerlo —le dijo mientras se volvía para irse.
—Ah, Colt. Tú serás el dueño muy pronto —dijo uno de los empleados.
—No sé, Brandon. Ella puede ser un dolor en el culo, pero creo que
es una actuación. Esa mujer tiene más temperamento del que yo creí el
primer día que la conocí —le dijo Colt al joven.
Colt decidió que era un buen momento para volver a casa. Le entregó el
caballo de Brielle a Brandon para que lo cuidara, luego subió a su caballo, y
69
se marchó.
Página
Una cosa era cierta. Tenía mucho que pensar.
Capítulo 11
Traducido por florff3
Corregido por Stefanny de leon
Durante dos días Brielle se negó a salir de su casa. Era probablemente
el único lugar del condado donde la puerta estaba cerrada y las luces
apagadas. No quería ver a nadie, y no quería salir de su cama. Estaba
avergonzada de haberse sincerado con Colt, y más avergonzada aún de su
actitud arrogante posterior.
Pero eso era lo que Brielle hacía. Cuando estaba asustada, cuando
dejaba que alguien se acercara, tenía que arreglarlo rápidamente y
mantener alejada a esa persona. Porque si los dejaba acercarse a su
corazón, tenían el poder de rompérselo.
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Eso es lo que había sucedido una vez, cuando tenía trece años, una niña
ingenua, idiota, llena de absurdas esperanzas. No sucedería de nuevo.
Página
Sacudiendo la cabeza, encerró los recuerdos de ese horrible día de hacía
tanto tiempo. Se había dicho a sí misma que no pensaría en ello, y no iba a
hacerlo. Ni a hablarlo.
Había bajado las escaleras unas pocas veces en busca de comida, para
traerla de vuelta a su habitación y comer en la cama, pero aparte de eso
permaneció escaleras arriba tomando Advil como si fuesen caramelos para
mejorar sus miserables músculos y el dolor en su cadera donde el profundo
arañazo le ardía.
Podía recorrer este rancho sin parecer una mocosa consentida. La llave
estaba en no abrirse con nadie, y mantenerlo todo en términos de
negocios. Si hacía eso, sería fuerte, estaría preparada para todo. Brielle
sabía que era inteligente, aunque la mayoría no lo viese. Ella prefería que
no lo hicieran. Era solo una barrera más efectiva contra el mundo.
Caerse del caballo, después enterrarse en estiércol, y que doliese de tal
forma que pensaba que iba a morir, oír a los hombres reírse de ella, todo se
había sumado para dejarla de nuevo en el punto de partida. Pero no iba a
probarles a todos ellos que tenían razón siendo la princesa mimada por la
que la hacían pasar.
Si quería trabajar, podía. Eso seguro. Así que, ¿qué iba a hacer al
respecto? Esa era la verdadera pregunta. Mientras tomaba una deliciosa y
larga ducha caliente, las ruedas de su cerebro continuaban girando. ¿Qué
había hecho en el pasado cuando las cosas no salían a su modo?
Encontraba una solución, eso es lo que hacía. Así que, ¿cómo iba a hacer
para que los jóvenes peones la escuchasen? No había nada que hacer si ellos
no querían seguir su liderazgo. Por supuesto, sería como si un ciego
estuviese guiando a otro ciego, pero, maldita sea, era la dueña les gustase o
no.
No quería tener una ventaja sobre ellos; solo quería que la ayudasen a
hacer de este lugar un éxito y así su padre no pensaría que era un fracaso.
De algún modo en las últimas dos semanas, su opinión había comenzado a
importarle. No es que fuera a decírselo a él, de todos modos.
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En algún lugar del camino había cambiado de opinión. Quizá fue su
conversación con Colt, aunque desearía que nunca hubiese ocurrido. Y
Página
quizá era solo que había tenido mucho tiempo para sí misma. Tal vez fueron
incluso los libros del rancho que había estado hojeando, y todas las páginas
web que había visto.
¡Ya sabía qué hacer! ¡Primero conseguiría que la vieran, y después haría
que la escuchasen!
***
¿Qué demonios estaba mal con él? Sus ojos vagaron hacia la casa por
centésima vez en los últimos diez minutos. No la había visto desde que se
había largado furiosa, y para el primer día después de eso estaba feliz por
ello, o eso era lo que se había dicho a sí mismo.
Ella había actuado como una imbécil de clase alta, pero esa era la
cuestión, era tan solo una actuación. Él lo sabía. Ella se había sentido
72
vulnerable, había estado cansada, irritada y lastimada. Así que en lugar de
admitirlo, se había marchado furiosa, haciéndoles pensar lo peor de ella. Lo
Página
que él quería saber era por qué.
¡Tenía que hacerlo! Por el bien de su cordura. ¿Quién podría salir herido
cuando todo esto se terminase o lo terminase alguno de los dos?
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detrás. Y la única cosa que cubría su pecho era el más pequeño top que
alguna vez hubiese visto. ¿Qué demonios estaba tratando de hacerle?
Página
Mientras miraba a su alrededor, corrigió su pregunta. ¿Qué demonios
estaba tratando de hacerles a todos ellos?
—¿Qué es lo que está pasando aquí? —Eso vino de Tony, que estaba a
su lado, y que parecía tan embelesado por el espectáculo como el resto de
los hombres.
—¿Por qué? Ella debería saber mejor que nadie lo que hará vistiéndose
así delante de esos jóvenes cachorros —espetó Colt.
—Ellos han visto mucho menos que eso en cuestiones de ropa —dijo
Tony con una risita entre dientes. Era sorprendente. Incluso aunque se oía
como una risa saliendo de su boca, sus labios permanecían cerrados. Colt
tenía que preguntarle algún día cómo conseguía hacer eso.
En contra de su mejor juicio, Colt escuchó a Tony y decidió ver cómo iba
a desarrollarse esto. Cuando ella dio un paso fuera del porche y caminó
hacia la parte trasera de la camioneta, llevando una bandeja en la que
sostenía la limonada, y lo que parecían galletas, y un montón de vasos de
papel, él se empezó a imaginar de qué iba esto.
Cuando ella se giró, sin si quiera mirar en su dirección, fue tan solo para
atrapar la atención de unos pocos de tipos que no estaban demasiado lejos.
—Sí, pero quiero saber cuál es el punto de todo esto. Venga, alegra a
74
este pobre viejo, y dale unos pocos minutos más —le dijo Tony.
Página
Colt sentía como si algo lo estuviese golpeando, pero mientras los dos
hombres hablaban, se apoyó en el costado de un tractor, dejando que la
gran pieza del equipo le diera sombra. Mantuvo su sombrero bajo sobre sus
ojos mientras miraba aburrido a Brielle.
Así que, ¿por qué estaba tan entusiasmada por lavar una camioneta que
él la había visto conducir una sola vez desde que había frenado el primer
día en el rancho? Cuando uno de los muchachos fue a buscarle la
manguera, mientras otro le conseguía un cubo y jabón, él espero ahora tan
curioso como Tony.
Cuando el agua empezó a salir, y ella alzó la manguera y roció agua por
encima de sí misma y de todos los hombres que la rodeaban, con el sonido
de su risa alegre flotando en el aire, obtuvo su respuesta.
Los muchachos ahora la miraban como si fuese un ídolo dorado, y él no
tenía duda alguna en su cabeza de que esto había sido todo planeado. Ella
había solucionado cómo tener a los hombres de su parte, y lo había hecho
abriendo fuego con ambas armas.
Sin ser consciente de la presencia de Tony por más tiempo, Colt se alejó
del costado del tractor y se aproximó a Brielle y su pandilla de hombres.
Estaba solo a unos pocos metros cuando ella se giró y se dio cuenta de que
estaba allí, la manguera olvidada en su mano, apuntando directamente a él.
75
—¡Oh!... Lo siento —dijo ella, como si acabase de darse cuenta de lo que
Página
había sucedido.
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Página
Capítulo 12
Traducido por Florff3
Corregido por Yasmi2412
Aunque Brielle nunca había recibido una mirada como la que Colt le
estaba enviando ahora, no tenía ningún problema en imaginarse
exactamente su significado. Él la deseaba, y estaba persiguiendo lo que
quería. Se quedó congelada donde estaba, incapaz de arrancar sus ojos de
él. De ninguna manera quería que ese sentimiento vibrante que atravesaba
su cuerpo se fuese.
Había salido para ganarse a los hombres ahí fuera, y había tenido mucho
más que éxito; prácticamente ya estaban comiendo de su mano. Pero no
había esperado la reacción que había conseguido de Colt. Seguro, sabía que
la deseaba. ¿No había sido bastante obvio con los besos que habían
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compartido? Pero el hambre ardiendo en sus ojos estaba más allá de lo que
ella había visto antes.
Página
¿Tenía miedo? No podía responder a eso.
Cuando él se retiró, ella gimoteó, sin comprender por qué paraba cuando
apenas habían empezado.
78
Brielle estaba horrorizada. La estaba llevando a la casa como si fuese un
Página
hombre de las cavernas, y delante de quién sabe cuántos de sus
trabajadores, pero cuando cerró la puerta de un portazo detrás de ellos, y
ella abrió la boca para protestar por sus modales de neandertal, él
simplemente presionó su cuerpo contra la puerta y empezó donde lo habían
dejado antes en su camioneta.
Eso no era lo que había planeado cuando había salido de la casa esa
mañana más temprano, pero mientras él se empujaba contra ella,
comprendió que los planes estaban para ser rotos. Aunque sus planes
estaban escrupulosamente diseñados, esta era una forma mejor de pasar la
tarde.
79
Eso lo resolvía todo. Aun manteniéndola contra él, la separó de la puerta
Página
y comenzó a moverse hacia las escaleras. Ella no preguntó cómo sabía dónde
estaba su dormitorio; estaba demasiado concentrada en el camino que él
estaba lamiendo a lo largo de su cuello.
Subió las escaleras con ella en sus brazos, y ni siquiera perdió el aliento.
Esa era la clase de cosas en las que ella pensaría más tarde. La fuerza pura
que este hombre poseía era una cosa que la encendía enormemente. Nunca
antes la habían llevado en brazos. Y nunca se había sentido tan segura de
algo en su vida.
Cuando llegó a su habitación, ella ya estaba preparada para que le
arrancase sus ropas ya, pero de alguna manera él se las había arreglado
para colocarla sobre la cama con delicadeza, después dio un paso atrás y
miró la escena que tenía ante él.
Su carne estaba rosada, sus pezones duros, y sus shorts demasiado
apretados. Ella quería todas las barreras entre ellos fuera. Como si le
hubiese leído la mente, se estiró hacia abajo y empezó a quitarse sus
vaqueros. Ella no podía apartar la mirada del bonito rastro de pelo que
guiaba a los botones allí. Cada uno de los que él desabrochaba la acercaba
más a ver su magnificencia.
Al final, él agarró sus vaqueros y sus calzoncillos en sus muslos con los
dedos y los empujó abajo. Ella se quedó mirando boquiabierta con
impotencia sus esbeltas caderas, las ondas de sus abductores, y cada
gloriosa pulgada de la carne más abajo que él había desplegado para sus
ojos codiciosos.
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suficiente para que ambos podamos divertirnos mucho con esto. —Él la
calentaba mientras se unía a ella en la cama.
Página
—Colt, tú no eres el plato principal, eres seguramente el mejor plato: el
postre —replicó ella con una sonrisa abrasadora que lo invitaba a ir para
allá.
Y él fue para allá. Con otro gruñido, se tumbó sobre ella y capturó sus
labios una vez más, encantando su boca antes de volver ambos cuerpos de
costado para poder quitar las tiras en la espalda del top de su bikini.
En dos segundos sus pechos fueron liberados y disfrutó con el
sentimiento de ellos presionándose contra su musculoso pecho. Se retorció
para estar incluso un poco más cerca.
¡Ni hablar! Él la empujó sobre su espalda y trazó un rastro con su boca
a lo largo de su cuello, lamiendo su piel antes de mordisquearla y hacerla
gritar por más. Moviéndose más lejos a lo largo de su cuerpo, él hizo girar
su boca en círculos alrededor de cada uno de sus deliciosos pechos por
turnos, burlándose de ella, tomándose su tiempo para conseguir endurecer
esos picos que ella quería desesperadamente que él chupase.
—Ahora, Colt. Por favor. —Levantó las manos hacia su pelo y lo guio allí.
Y él finalmente terminó por convertirlo en un sensible capullo y tomó su
carne rosa en su boca mientras su lengua golpeaba con fuerza recorriendo
toda su dolorida superficie.
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la rasgó en una ola tras otra de dicha.
Página
—Sí —chillaba ella, cerrando sus manos y manteniéndolo allí, temerosa
de que él parase antes de que estuviese preparada para él.
No tenía nada por lo que temer en ese asunto. Él barrió su lengua a
través de su carne al mismo ritmo que las pulsaciones de su cuerpo,
acercándola a su placer durante tanto tiempo que cuando terminó, ella
colapsó contra el colchón.
Estaba agotada. No había ninguna manera de que pudiese hacer algo
más, y eso era demasiado para él. Como si pudiese leerle la mente, él se rio
entre dientes.
—No te pongas muy cómoda, Brielle. No hemos terminado —le dijo, y
deslizó dos dedos dentro de su caliente vaina.
—Colt...
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Mientras su lengua rozaba sus labios, él se deslizó una pulgada de su
erección dentro de ella, haciéndole temblar deseando más.
Página
—Por favor —rogó otra vez mientras envolvía sus piernas alrededor de
él. La anticipación la estaba matando. Quería sentir todo su grosor dentro
de ella. Lo quería por completo.
Entonces él empujó su lengua dentro de su boca al mismo tiempo que
se introducía dentro de su cuerpo, engullendo los gritos que ella lanzaba.
Tan llena, tan poseída. Se sentía perfecta ahora mismo, o así lo creía.
Cuando él empezó a moverse, lentamente primero, dentro y fuera, y
después alcanzando más velocidad y conduciéndola a una fogosa cumbre,
ella supo que eso era tan bueno como podría ser. Nunca antes había estado
tan al borde de la pasión que el mundo quedaba completamente disipado,
pero eso era exactamente lo que le estaba sucediendo ahora mientras Colt
retenía su cuerpo deseoso.
Podría hacer esto para siempre, y aún no sería suficiente. Se movían a
un ritmo perfecto mientras él la llevaba al mejor lugar en el que alguna vez
había estado, y cuando se vinieron juntos en brillantes oleadas de luz y
calor, su cuerpo se sacudió con el poder de la liberación.
Los gruñidos Colt hacían eco por la habitación, y eran música para sus
oídos. El peso de su ahora relajado cuerpo era una perfecta cobija, y en este
momento ella estaba total y absolutamente en paz.
83
Página
Capítulo 13
Traducido por Flor
Corregido por Cat J. B
Brielle se sentía como si estuviese navegando en una balsa en un lago
de paz mientras Colt la mantenía segura contra su pecho y sus dedos
trazaban formas en su espalda. La sensación estaba más allá de cualquier
comparación, y si pudiese congelar este momento, sería la mujer más feliz
de la tierra.
Bueno, tal vez no. La realidad irrumpiría pronto, pero por ahora, su
cuerpo estaba saciado, su corazón completo, y se sentía como si no tuviese
ni una sola preocupación.
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Su tono era suave, gentil, no acusatorio.
Página
—¿Fingir? ¿Qué quieres decir?
—No sé de dónde has sacado esa idea. Como dice Popeye. “Yo ssoy lo
que ssoy”.
—Solo en un sentido. Por favor, dame una razón para esa fachada tuya.
—¿De quién?
—No puede ser todo el mundo, Brielle. ¿Qué pasa con tu familia?
—Solíamos ser muy unidos. Mi madre nos dejó cuando yo tenía tan solo
tres años. No la conocí, ni recuerdo su pérdida. Pero la tuve. Y cuando tenía
trece años...
85
—Todo simplemente cambió. No sucedió de repente. Quizá fue algo
pequeño, pero eso lo recuerdo bien. Pasamos de cenar juntos cada día a
Página
hacerlo unas pocas veces a la semana, luego un par de veces al mes, y
finalmente no nos juntábamos nunca los seis para cenar. Algunos no podían
por el colegio, otras veces era porque papá estaba siempre trabajando, y
otras porque los chicos estaban yéndose a la universidad y la casa se
vaciaba más y más. Pero en algún momento durante este tiempo,
simplemente dejó de importar. Era más una molestia que otra cosa cuando
papá nos juntaba y preguntaba qué pasaba en nuestras vidas. Los días solo
pasaban uno tras otro, y de repente tenía dieciocho años, me graduaba del
instituto y me iba a la universidad. Después de eso solo faltaba que mi padre
se fuera.
—No. Eso solo era una parte. Sucedió tan gradualmente, que ni siquiera
me di cuenta, no advertí los muros que construí, ni me di cuenta de que mis
hermanos estaban haciendo lo mismo. Pasamos de desayunar y comer
juntos, compartiendo las vidas unos de otros, a ser extraños.
La tristeza comenzaba a invadirla, y Brielle no quería eso. Este momento
era bueno, era puro, era sobre sentir una cosa muy diferente al dolor. No
quería pensar en su familia, no quería pensar en cómo todos ellos se habían
apartado. Brielle tenía que cambiar de tema, y lo hizo rápido.
—¿Qué pasa contigo? ¿Por qué tus padres solo tuvieron un niño?
¡Espera! Ni siquiera sé si eso es cierto. Esto es tan embarazoso. ¿Tienes
algún hermano?
Cuando dejó de hablar por un momento, Brielle supo que estaba a punto
de decir algo que no sería bueno.
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dificultades para quedarse embarazada de mí, y el doctor le dijo que no
Página
podría tener más niños. Nunca me sentí solo a pesar de ello, porque como
ya te he dicho, esta es una comunidad estrechamente unida.
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larga vida por delante. Pero entonces una noche mi madre nos despertó
gritando. Papá llegó a la habitación primero, y yo no estaba muy lejos detrás
Página
de él. Mamá sostenía a Blake en sus brazos mientras sollozaba en el teléfono
pidiendo una ambulancia, pero ya era demasiado tarde...
—¿Qué sucedió?
4SMSL: Síndrome de muerte súbita del lactante, se define como la muerte repentina e
inesperada de un niño menor de un año aparentemente sano.
—Oh Colt. Lo... lo siento tanto. —¿Qué podría decir? Nada. No había
nada que una persona pudiese decir para hacer mejor eso. Nunca estaba
bien perder a un bebé, nunca.
»Dijo: “Gracias por hacerme este regalo. Sé que debió haber sido duro
para ti dejarlo marchar de tu lado, incluso durante los seis meses que
fuimos bendecidos con tenerlo, pero gracias por esos seis meses”.
—Oh, Dios mío, Colt. —Brielle no pudo decir nada más que eso.
Ella lloró por todo lo que él había perdido. Era demasiado, todo era
demasiado. Colt había encontrado un camino hasta su corazón, y ella tenía
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miedo de que no fuese capaz de arreglar el daño hecho en sus muros que
tantos años de esfuerzo le había costado construir.
Página
Ese fue su último pensamiento antes de que el sueño cayese sobre ella
para darle un respiro al dolor que sabía que finalmente encontraría en su
camino.
Capítulo 14
Traducido SOS por Lectora
Corregido por Cat J. B
Había sucedido hacía mucho tiempo, pero era algo que nunca olvidaría,
y no era algo que normalmente le contara a la gente. Parecía que quería
abrirse con Brielle, una mujer que nunca había pensado que sería capaz de
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meterse bajo su gruesa piel. Sabía que eran absolutamente incompatibles.
Página
Entonces, ¿por qué se sentía tan bien sostenerla en sus brazos?
Normalmente nunca se quedaba dormido con una mujer después de tener
sexo, pero esta vez había decidido cerrar los ojos por un breve momento.
Una hora más tarde, se despertó y ella todavía yacía medio encima de él.
Sintió que su cuerpo se agitaba de nuevo solo por la sensación de sus pechos
perfectos presionándose contra su carne.
Y, sin embargo, un minuto más tarde, encontró que sus ojos acariciaban
su rostro. Sí, tenía que salir de aquí, porque todo dentro de él le decía que
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no saliera y eso era razón más que suficiente para correr tan rápido como
pudiera.
Página
Con determinación feroz, Colt se volvió y empezó a recoger su ropa.
Ponerse sus vaqueros todavía húmedos era un poco más difícil de lo que
había sido sacárselos, pero a los pocos minutos estaba completamente
vestido.
No podía irse sin mirar hacia abajo a su pacífico rostro por última vez.
Sabía que una vez que saliera de la habitación, todo sería diferente. Todo
mejor, sin embargo. En silencio abrió la puerta de su dormitorio, salió y
cerró suavemente detrás de él.
Cuando salió de la casa, todos los hombres se habían ido, por suerte.
Solo eran las dos de la tarde y él no había estado pensando en su reputación,
ni en el hecho de que cada uno de los trabajadores del rancho sabría
exactamente lo que él y Brielle habían estado haciendo.
Pero ¿no podría eso realmente ayudarlo? ¿No lo odiaría, no creería que
era un monstruo? ¿No era lo mejor para los dos en este momento?
91
Página
Sí, tenía hombres que trabajaban para él, y sí, podía hacer lo que
quisiera, pero Colt no se lo había planteado de esa manera. Su padre había
trabajado sin descanso hasta el día que murió, y le había enseñado a Colt
el valor de un día duro de trabajo.
Era algo tan inculcado que sería imposible para él hacer cualquier cosa
menos que lo mejor. Bueno, había estado perdiendo demasiado tiempo en
el rancho de Brielle últimamente, pero eso era trabajo, también. Estaba
trabajando para obtener su tierra. Diablos. Otra punzada de remordimiento
lo golpeó por el engaño.
Su padre había volado con él por todas partes de Estados Unidos cuando
Colt era solo un niño, y por eso le había agarrado el gusanillo desde el
principio. Había comenzado sus primeras lecciones oficiales a los dieciséis,
y ese el verano se había ganado su licencia de piloto. No había sido suficiente
para él.
—Muy bien, vamos a hacer esto. —Esa era la razón por la que Colt
amaba a Bradley como copiloto. No solo era una buena compañía, también
sabía lo suyo.
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—Se ve bien a mi parecer —dijo Bradley antes de ir hacia el lado del
Página
pasajero y subir a bordo. Colt se unió a él, y leyeron juntos en el interior la
lista de control.
—¡Hélice despejada!
Aunque sabía que estaba haciendo lo mejor para ambos, Colt rodeó La
Ponderosa y miró por la ventana con la esperanza de capturar solo un
vistazo lejano de Brielle. Afortunadamente, su copiloto no dijo ni una
palabra, aunque la curiosidad en sus ojos estaba prácticamente quemando
un agujero en el cráneo de Colt.
Por supuesto, no la vio, pero cuando miró hacia abajo a su techo, sabía
que ella estaba allí, tal vez todavía durmiendo en la cama en la que había
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estado con ella menos de una hora antes. No, probablemente no. La
Página
comprobación previa le había llevado media hora.
5RPM: Revolución por minuto. Indica el número de rotaciones completas que hacen las
hélices por minuto.
Capítulo 15
Traducido por Mlle. Janusa
Corregido por LarochzCR
Tony miró a Brielle con una ceja alzada, pero era obvio que el hombre
no estaba preocupado ¿Qué haría si de verdad despedía a todos? No tenía
ni la más mínima idea de cómo contratar a un nuevo grupo de empleados.
Y en aproximadamente un mes habría que cosechar el trigo, así que sin
personal estaría en un río sin remos.
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Pero por lo que le importaba, todo podía pudrirse en el suelo. Estaba de
un humor infernal, uno que había sido construido de manera constante
Página
durante las últimas dos semanas.
Por un solo día le había parecido que tenía a los hombres dispuestos a
escucharla, pero al día siguiente —el día siguiente a que Colt abandonara
su habitación mientras ella estaba durmiendo después de lo que había
parecido una tarde en el cielo— había intentado hablar con los chicos y ellos
habían vuelto a tratarla como la chica de ciudad que era.
Así que tenía que mostrar que era competente, que estaba dispuesta a
trabajar, que era la propietaria de este lugar y ya era hora de que alguien le
mostrara cómo hacer su trabajo. Si terminada prendiendo fuego a cada uno
de ellos, que así fuera.
Habían pasado dos semanas desde que había visto a Colt, y aunque
estaba tratando de no pensar en eso, tratando de no obsesionarse con eso,
todavía se sentía herida. Habían tenido un sexo increíble, seguido por un
momento de intimidad diferente a cualquier cosa que había compartido con
cualquier otra persona en el universo y luego él había desaparecido sin dejar
rastros. Sin llamadas, sin mensajes texto, correos electrónicos… nada. Ni
siquiera un rápido saludo al pasar por el patio. Por supuesto que no.
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—¡Por favor, Tony! He estado leyendo esos libros que me diste y he
estado trabajando con Joe, el único tipo aquí dispuesto a trabajar conmigo,
Página
pero todavía necesito entender todo esto. —Tenía la esperanza de que
cediera solo un poco.
Y fue interrumpido.
Brielle se puso rígida cuando una voz que conocía muy bien asaltó sus
oídos desde atrás.
¡Colt!
Pero no. No se fijó eso esta vez, porque veía todo a través de un brillante,
vivo, abrasador rojo. ¿Cómo se atrevía este hombre a dejar su cama, no
hablarle por dos semanas y luego volver y hablar mal de ella?
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—No lo creo, no voy a dejar que me despidas —dijo él con una sonrisa
Página
arrogante—. Nah. No es un buen día para hacer tu voluntad.
—Yo también te extrañé. —Esa fue toda la advertencia que obtuvo antes
de que la girara y empujara contra la pared, y luego bajara la cabeza y la
besara. El shock de ella le permitió a Colt mantener sus labios conectados
por pocos segundos. Entonces su cuerpo se endureció horrorizado.
—¿Cómo te atreves? —No reconocía su propia voz, porque estaba en un
registro imposiblemente alto—. ¿De verdad crees que puedes maltratarme
así? ¿No crees que pueda destrozarte?
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—¿En serio eres así de estúpido? ¿En serio? Después de lo que hicimos,
Página
¿crees que puedes desaparecer sin decir una palabra, luego volver aquí,
pavoneándote, como si no pasara nada y continuar donde lo dejamos?
Quizá ella también era una total y absoluta tonta. Porque mientras
estaba allí, cara a cara con él, más de su ira comenzó a disiparse. Y en su
lugar estaba un profundo anhelo en la boca de su estómago. Un anhelo que
no le convenía sentir. Un anhelo de sentir otra vez lo que había sentido
mientras estuvo en sus brazos. ¿Cómo se atrevía a hacerla desearlo cuando
era tan tosco, tan grosero?
—¡Espera!
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Se detuvo, pero no se giró. Tampoco habló. Estaba esperando sus
siguientes palabras.
Página
—Tuve un asunto familiar —le dijo finalmente.
—No puedo. —La forma en que lo dijo casi constituyó un lamento. Era
algo que ella podía aceptar.
—Bien, entonces, supongo que te daré un descanso esta vez, y solo esta
vez, pero únicamente si me enseñas lo que necesito hacer para no parecer
una cabeza hueca cuando mi padre venga aquí en dos semanas.
—Te enseñaré cualquier cosa que quieras que te enseñe. Pero tienes que
hacerlo sin preguntar.
La mirada en sus ojos le dijo que él tenía unos cuantos planes de estudio
en la agenda que ella no sería capaz de permitirse.
—Yo nunca haré lo que digas como algún lacayo, Colt. Debes aprender
eso justo ahora. Pero —dijo—, si cumples tu palabra y me ayudas, estaré
dispuesta a aprender cualquier cosa que puedas enseñarme.
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honestamente Brielle no sabía cuál de ellos tenía más poder en ese
Página
momento. Estaría mejor sin él, pero nunca sería capaz de hacer este lugar
exitoso sola.
Ella había acabado con este juego. Había conseguido lo que quería, y
ahora era tiempo de irse.
—Colt, sal de mi camino. —Su voz fue rígida. Tenía tanto miedo de que
si él empujaba el asunto, si se inclinaba de nuevo y tomaba sus labios ahora,
estaría totalmente dispuesta a rendirse a él.
Bueno, hasta que entró en su casa y se dejó caer derecho en el sofá más
cercano. Esta noche resultaría, probablemente, más solitaria todavía.
Porque ahora sabía que Colt estaba de vuelta. Y ahora sabía que los
sentimientos que él le había inspirado dos semanas atrás no fueron cosa del
momento.
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Página
Capítulo 16
Traducido por Covibg
Corregido por Yasmi2412
101
Ella llevaba unos malditos pantalones vaqueros, una camiseta corta con
la que no quería que la vieran en público, y unas botas. A pesar de que no
Página
iba a decírselo, eran cómodos. Eso era un alivio.
—Vamos allá, Princesa.
Brielle lo miró con recelo cuando le dio una horca y una carretilla.
—¿Qué es esto?
—¿Quieres trabajar? Tienes que sacar el estiércol de los establos. Se
tiene que hacer todos los días. Ya que tú y Joe se han convertido en
amiguitos, él te va a enseñar lo que hay que hacer.
—Eso no me está enseñando nada —le espetó, enfatizando cada palabra.
Sabía condenadamente bien que la estaba obligando a realizar una tarea
ridícula.
—Dijiste que ibas a escucharme, que querías aprender.
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—¿Qué clase de suciedad?
Cuando miró hacia abajo, dijo con horror:
Página
—¿Estoy recogiendo caca?
Las mejillas de Joe se pusieron rojas. Quería correr en la dirección
opuesta, pero sabía que esto era una especie de prueba. Sí, era una pérdida
de tiempo, y sí, sabía que Colt la estaba poniendo en esta posición solo
porque era un gilipollas, pero iba a hacer esto, y lo haría bien.
Cuando le llegó una buena bocanada de cómo olía el estiércol de caballo,
empezó a pensar que esto no era algo que pudiese hacer. Su estómago
comenzó a agitarse. Después, una hora más tarde, su espalda estaba
ardiendo, y los ojos y la nariz la seguían. Colt le había dado el peor trabajo
que posiblemente existía en el rancho. Joe había hecho tres establos
mientras ella estaba con uno, y todavía no había terminado.
Cada vez que se las arreglaba para sacar algo de asqueroso estiércol en
su horqueta, caía fuera porque sus brazos temblaban demasiado. Otra
media hora pasó antes de que Joe declarase limpio el establo y señalase el
siguiente.
No. Esto no estaba sucediendo, ni siquiera con su determinación para
demostrar que Colt se equivocaba con ella. Esta mierda era francamente
humillante. ¿De verdad creía que estaba siendo gracioso? Había terminado
con Colt. Era el momento de contratar a alguien que la escuchara, que no
se burlase de sus honestas peticiones de ayuda.
—Ya terminé —le dijo a Joe, secándose la frente con el dorso de la mano
mientras colocaba la horqueta hacia abajo y se acercaba a la puerta del
granero.
La culpa la siguió afuera, pero esta no era vida para ella. No podía hacer
esto. ¿Quién en su sano juicio podría optar por vivir así, trabajar tan duro
por tan poco dinero?
Sus brazos se sentían como si estuviesen ardiendo, y la parte baja de su
espalda le dolía de una manera que nunca le había dolido antes. Tenía que
salir de este lugar. Además del dolor que atravesaba su cuerpo, estaba
sudando a mares. Alzando la mano, empujó hacia atrás su cabello y se
disgustó cuando su mano apareció mojada.
—Esto es todo.
Debería ir a tomar una ducha caliente para aliviar los dolores, pero
103
estaba a punto de llorar y necesitaba estar lejos de la casa, de los graneros,
de cualquier oportunidad de encontrarse con nadie. Eso significaba que iría
Página
al lago para nadar.
Saliendo del cobertizo, se encontró un cuadriciclo que ya tenía puestas
las llaves. Por suerte, sabía cómo se montaba porque el último novio con el
que había salido, mientras trabajaba en un centro comercial de D.C.,
encontraba un gran placer en esas cosas.
Al principio no estaba interesada en montar, pero la libertad de
mantener la velocidad en las carreteras que los vehículos estándar no
podían manejar, además de la sensación del viento en el pelo, había
conseguido rápidamente convertirla en adicta al deporte.
Ni siquiera hizo una pausa para ver si Colt estaba en los alrededores,
encendió el ATV y se fue a través de los campos. Conocía el camino hacia el
lago, y también sabía que los hombres estaban ocupados reparando las
cercas al otro lado de la propiedad. Lo sabía solo porque los había escuchado
hablar de ello con Tony, no porque nadie se lo dijese. Pero eso significaba
que tenía al menos dos horas antes de que cualquiera la echara de menos.
104
arrasado, y sus miembros iban sintiéndose mejor poco a poco en la deriva
del lago prístino. Lo mejor de todo era que era privado, y no tenía que
preocuparse por llevar puesto un traje de baño. No es que le importara usar
Página
los diminutos bikinis que tenía. Eran piezas de exhibición de sus mejores
atractivos.
Cuando se ponía uno, sabía que tenía buena pinta y era un sentimiento
que cualquier mujer disfrutaba tener. Aun así, no había nada como estar en
el agua sin un rastro de tela que bloqueara el maravilloso frescor.
—¡Veo que en realidad no quieres aprender una maldita cosa!
Brielle se hundió por debajo de la superficie del agua cuando la voz
furiosa de Colt la sobresaltó en su "lugar feliz".
Volvió a subir, tosiendo y escupiendo agua. Después se giró y miró hacia
el muelle donde Colt estaba de pie, con las manos en las caderas y
escupiendo fuego y azufre al respirar.
—¿Qué estás haciendo aquí, Colt? Pensé que estabas con los chicos, que
estabas demasiado ocupado para meterte conmigo —dijo, cuando fue capaz
de hablar de nuevo. Su propia furia fácilmente igualaba la de él. ¡No tenía
derecho a estar enojado con ella por salir cuando la tarea que le había dado
no le enseñaba nada!
—No te dije lo que estaba haciendo, pero cuando volví a ver cómo
estabas, me encontré con Joe trabajando solo. Si hubiera sabido que ibas a
largarte al primer signo de un trabajo real, habría puesto a otro empleado a
ayudarlo para que él no tuviese que hacer todos esos establos solo.
—Oh, bueno. ¡Joe está bien! Se movía mucho más rápido que yo. Y, yo
no te pedí limpiar el estiércol de caballo. Te pedí que me enseñaras cómo
llevar el rancho. Los dos sabemos que me diste esa tarea porque pensaste
que sería divertido tener a la pequeña princesa paleando mierda. Pero,
¿sabes qué? Empecé a jugar tu juego, y luego con rapidez decidí no eres más
que un imbécil arrogante que disfruta abusar del poder. Así que lo dejé.
Brielle nadaba como un perro para mantenerse a flote. No había manera
de que nadara hacia él, no mientras estuviese desnuda.
—Eso es parte de llevar un rancho, Brielle.
—Eso es una mierda y ambos lo sabemos. Sí, puede ser parte de llevar
un rancho, pero yo soy la dueña, Colt, y hay un montón de hombres. ¡Eso
no me enseñó nada! —Era lamentable que no pudiese encararlo con mayor
eficacia, algo difícil de hacer mientras estuviese en el agua.
—¿De verdad, Brielle? ¿Esto lo sabes porque has trabajado en varios
105
ranchos? Mi padre limpió establos toda su vida, y todavía los limpio yo
mismo de vez en cuando. Es terapéutico. Me imaginé que aprenderías algo
Página
y ganarías una apreciación más profunda de cómo funcionan las cosas.
—Ahora, ¿quién está mintiendo, Colt? No lo hiciste para enseñarme
nada. No fue una lección —sostuvo ella—. Y por supuesto que limpias
establos. Tú trabajas para mí. ¡Eso es parte de tu trabajo!
Él detuvo lo que estaba a punto de decir, y luego resopló con frustración
antes de cerrar la boca. Bueno, también era malo para él. No le importaba
si no le gustaba que ella señalara que era un peón. Podía tratar con él. El
hombre actuaba como un idiota pomposo todo el tiempo, y alguien tenía que
ponerlo firmemente en su lugar, porque estaba segura de que se divertía
tratando de quitarle importancia a ella.
—¿Sabes qué, Brielle? ¿Por qué no renuncias a esto? Los dos sabemos
que no quieres estar aquí, que no estarías aquí si no fuera porque tu papá
te obliga. Estoy seguro que si le ruegas un poco más, te dejará fuera del
acuerdo al que estás ligada, y entonces te podrás ir de nuevo a la ciudad...
a donde perteneces. Esta no vida para ti, y ambos lo sabemos, por lo que
date por vencida y ahórranos muchos dolores de cabeza.
El final de sus palabras salió más como un suspiro que como una frase
despectiva, y eso dolió más que cualquier insulto. ¿Eso era lo que todos
pensaban de ella? ¿Que no era más que una heredera malcriada sin ninguna
posibilidad de hacer este trabajo? ¿Por eso nadie quería hablar con ella,
nadie le enseñaba nada? Sabían que era solo una pérdida de tiempo.
106
—Por favor, Colt. —Solo había derrota en su voz ahora. Lo odiaba ahora
Página
mismo por sacar sus debilidades, por hacerla dudar de sí misma. Pero tenía
razón. Ella estaba fallando, mientras que sus hermanos estaban
prosperando en sus negocios. Un gran peso había descendido sobre su
pecho, y tenía que salir del agua, ahora mismo, porque sus miembros
apenas podían sostenerla.
Sin embargo, él estaba equivocado al pensar que su padre iba a salvarla.
No. Su padre la echaría y sus hermanos no iban a darle una mano de ayuda.
De repente se sintió muy sola, más sola que nunca. Al menos antes de este
desafío que su padre le había dado, sabía que podía volver a casa. Ahora,
no tenía la misma fe.
Como si Colt pudiese sentir que ella estaba a punto de romperse, se dio
la vuelta, y Brielle se movió lentamente hacia el muelle. Él se mantuvo de
espaldas a ella cuando salió del agua, su cuerpo temblaba tanto ahora que
apenas podía agarrar sus ropas.
No había traído una toalla, así que solo podía ponerse su sudorosa y
repugnante ropa de trabajo de nuevo, pero tendría que ponérsela estando
todavía húmeda. Le tomó el doble de tiempo que de costumbre, pero incluso
en el momento en que finalmente estaba vestida, los temblores no cesaron.
No tenía idea de cómo iba a conducir el cuadriciclo. Estaba agotada, apenas
era capaz de soportarlo.
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misma. Tenía que ser este lugar.
Pero en lugar de dejarla ir, la llevó a su caballo y la levantó, apenas
Página
dándole tiempo para agarrar la cabeza de la silla antes de que él se
balanceara en la silla detrás de ella, para pasarle un brazo por la cintura y
sostenerla firmemente contra él.
—Mi cuadriciclo... —protestó cuando comenzaron a moverse.
—Voy a enviar a alguien a buscarlo, Brielle. —Luego él se quedó en
silencio mientras el sol comenzaba a esconderse en el cielo y dirigió su
caballo hacia su casa. Brielle se quedó dormida con la cabeza apoyada en la
dureza de su pecho.
Capítulo 17
Traducido por Kenia20
Corregido por Yasmi2412
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estaba.
Página
Ella se apoyó en él, aún medio dormida, mientras caminaba por la
puerta principal, firmemente hacía su camino a la sala de estar y se sentaba
en el sofá con ella todavía en sus brazos. Parecía tan vulnerable, y había
algo en ella que nunca había visto antes.
—¿Cómo sabes que no soy así? —No podía ocultar el dolor en su voz.
109
alguien que no eres?
Página
—¿Sabes que tengo cuatro hermanos?
—No. Sabía que tenías hermanos. Conocí a tu padre. Había algo que dijo
acerca de que todos ustedes están consentidos y que necesitan crecer antes
de que sea demasiado tarde. Yo no estaba en el mejor de los estados de
ánimo cuando hablé con él —dijo Colt. Lo que no dijo fue por qué había
estado de mal humor. Si ella supiera que era porque acababa de enterarse
que el terreno que quería había sido vendido a sus espaldas, ella se habría
cerrado más rápido que una Venus atrapamoscas con una presa fresca.
—¿A quiénes?
Ella se quedó en silencio durante tanto tiempo que Colt sabía que lo que
110
iba a decir haría una diferencia. No sabía a cuál de ellos realmente
cambiaría.
Página
—Fue entonces cuando encontré a mi madre.
Colt se sentó y esperó. Algo traumático debía haber sucedido para que
sintiera la necesidad de estar tan decidida a esconder quién era en realidad.
El aire alrededor de ellos era tan espeso, que se sentía como un peso real en
sus hombros. Ella comenzó a retorcerse en sus brazos.
Una vez más dejó de hablar cuando un sollozo la detuvo. Pero se las
arregló para tragarse las lágrimas.
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diez años desde que me había visto, y no es que hubiese estado en casa todo
el tiempo esos tres años justo después de mi nacimiento. O al menos eso es
Página
lo que mis hermanos dicen.
Brielle estaba divagando, pero Colt no trató de detenerla. Sabía que esto
no era fácil. Comenzó a masajear los músculos tensos de sus hombros.
—Le dije quién era y su sonrisa se disipó, casi en cámara lenta. Miró los
alrededores detrás de mí como si estuviese preocupada de que alguien
estuviera mirando, y después me guio hacia la casa. Yo estaba muy feliz
porque me invitase a entrar. Ni siquiera pensé en el hecho de que su sonrisa
había desaparecido. Caminamos hasta entrar en la sala de estar, y nunca
olvidaré ese momento porque había una chimenea en la pared, y algunas
fotos enmarcadas sobre ella. No eran de mis hermanos ni mías, sino de ella
con otro hombre y dos niñitas, niñas con el mismo color de pelo que yo...
—Dijo que nosotros éramos unos extraños para ella, que nunca nos
había querido, y que solo nos tuvo por complacer a mi padre. Se mostraba
fría mientras hablaba, mirándome directamente a los ojos. Le rogué que
parase, que dejase de decir lo que estaba diciendo pero solamente me miró
de frente, y con voz helada me dijo que ese era el mundo real, y que era
mejor que creciese, que se había casado por dinero, pero que el dinero
finalmente no había merecido la pena, ni había valido toda la tristeza que
se había visto obligada a padecer. Que nunca había amado a mi padre, y
que por lo tanto no había posibilidad de que amase a ningún niño que él
hubiese ayudado a crear. Me dijo que nunca regresase o la buscase otra vez.
Que su nueva familia no sabía nada sobre nosotros y quería que siguiese
así. Después me llevó fuera por la puerta delantera y no me dio ni la
oportunidad de girarme y verla por última vez antes de que oyese la puerta
cerrarse tras de mí. Me marché en una neblina de confusión. No quería que
112
mis amigos o sus padres me viesen de aquel modo, así que me senté en la
playa durante horas. Demasiadas lágrimas...
Página
»Cuando la última lágrima cayó, me levanté, fui hacia el agua del océano
y me limpié la cara con ella, haciendo arder mis ojos y mi nariz. No me
importaba. Miré atentamente la puesta de sol e hice un juramento allí de
que nunca volvería a derramar otra lágrima, que nadie podría nunca más
tener tal control sobre mis emociones. Cambié ese verano. Cuando regresé
a casa, vi a mi padre de un modo distinto, y a mis hermanos. Creo que los
culpaba a todos porque ella se hubiese ido. No quería culparme a mí misma,
pero lo hacía, también. Aunque ella había dicho que era a mi padre a quien
odiaba, yo solo tenía trece años. A esa edad el mundo gira a tu alrededor,
así que llegué a la conclusión de que fui yo quien la hizo huir. Nunca le dije
a mi padre ni a mis hermanos nada de la visita. Era mi propio infierno
privado con el que tenía que tratar.
Brielle se quedó en silencio otra vez. Tal y como si volviese a ese día de
verano de nuevo, obligó a sus lágrimas a retirarse dentro de su cabeza.
—No hagas eso, Brielle. No dejes que una mujer como esa tenga tanto
poder sobre ti. Ella es la que está equivocada. Ella es la que se perdió tu
vida y las vidas de tus hermanos. Tú no hiciste nada malo, solo tenías tres
años. ¿Cómo podía una niñita de tres años hacer algo mal? De cualquier
forma, ningún niño podría tener siquiera la oportunidad de alejar a un
padre. Era su decisión, su elección, así que no dejes que ella dictamine cómo
tiene que ser tu vida. —Colt giró la cabeza para que así ella estuviese
obligada a mirarlo a los ojos.
—Creo que estás mintiendo, Brielle. Creo que me necesitas tanto como
yo te necesito a ti. —Colt estaba sorprendido de cuánto significaban para él
esas palabras. Apenas la conocía, pero la necesitaba de verdad, la
necesitaba muchísimo; era aterrador.
113
No había habido ningún gran trauma en su pasado que le hubiera hecho
Página
tener miedo del amor, pero sabía que cuando se casase, sería para toda la
vida, y no quería hacer una mala elección. Había visto a demasiada gente
hacer eso, y después tener niños y luego vivir miserablemente, o conseguir
el divorcio y pelear durante los siguientes veinte años.
Era por eso por lo que no estaba con una mujer demasiado tiempo.
Cuando se asentase, quería un matrimonio como el que sus padres habían
compartido, un matrimonio en el que quisiese caer en brazos de su esposa
todas y cada una de las noches de su vida. Aún no había encontrado a la
mujer que le inspirase a caer sobre una de sus rodillas, a quien pudiese ver
tumbada a su lado para el resto de su vida.
Pero con Brielle... era extraño, pero cuanto más estaba con ella, incluso
cuando estaba enfadado, incluso cuando ella se ponía su armadura
completa, era.... era solo diferente. Quería saber más sobre ella, quería estar
con ella. La urgencia de huir —que había sentido acuciante tan solo un par
de semanas atrás— ahora no podía encontrarla por ningún lado.
—Esa es una buena idea —le dijo Colt, y en ese momento la soltó de su
abrazo.
Tenía que saborearla una vez más, tenía que decirle adiós con un beso.
Sin decir ni una palabra, acunó su cara en sus manos y se inclinó,
gentilmente acariciando sus labios con los de él, sosteniendo su mirada. Su
mirada tranquila le dejaba saber que ella lo quería, pero que ahora estaba
confundida. ¿Lo quería o simplemente lo necesitaba? ¿Importaba eso de
verdad?
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se dio cuenta de que sí que le importaba esta chica de ciudad. Le importaba
mucho más de lo que quería admitir.
Página
Mientras cabalgaba a casa, la historia de Brielle se repetía una y otra
vez en su cabeza. Esta mujer había sido un problema desde el primer día
que él la había encontrado sentada en el porche delantero. Y poco más de
un mes después, era mucho más que un problema.
Capítulo 18
Traducido por IzzieNoemi
Corregido por Yasmi2412
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Media hora después, se atrevió a abrir los ojos de nuevo. Había todavía
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un pulso menor en su sien, pero podría moverse sin una enorme cantidad
de dolor rasgándola.
No, no quería ser una tirana, pero si iba a manejar este lugar, tenía que
trazar una línea eventualmente, y hoy era ese día. Y esa línea estaría solo a
unos centímetros de todos y cada uno de los dedos de los pies de sus
empleados.
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Eso era algo que no había pensado que sucedería.
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Cuando se detuvo frente a su casa, sus ojos conectaron, pero no pudo
deducir lo que él estaba pensando o sintiendo por la expresión en su rostro.
¿Estaba feliz de verla? ¿Era por negocios o personal? Odiaba tener que
preguntarse, odiaba que incluso le importara.
—Estoy contento que te abrieras a mí. Parece que sin importar cómo
seamos, hay cosas de nuestro pasado que se quedan con nosotros. Para ti,
es tu madre abandonándote. Para mí, es la pérdida de mi hermano y mis
padres. Quizás no nos atormenten diariamente, quizás nos hacen un poco
menos accesibles. No lo sé. No soy psicólogo. Lo que sé es que no podía dejar
de pensar en ti anoche.
—Hmm. Creo que puedo hacer eso, si… —Sus propios labios parecieron
sentir la felicidad verdadera que la inundaba por primera vez en mucho
tiempo—. Si estás de acuerdo en limpiar los establos todo el día.
Ya está. Ese era un buen pago. No lo había visto hacerlo ni una vez, y
ella había estado en los graneros mucho en el último mes al tratar de
perseguir a Tony.
—Eso es cruel. Yo iba a mostrarte los equipos para la cosecha hoy, pero
si prefieres que limpie graneros… —se calló y el demonio sabía que la tenía.
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—Estaba planeando hacer que Joe me lo mostrara —dijo, pero sabía que
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Colt estaría mejor informado. El chico sabía cómo hacer de todo.
—Bueno, en ese caso, parece estar todo listo. —Pateó sus pies y se dejó
caer, empujando su sombrero de vaquero sobre sus ojos y pareciendo como
si fuera a tomar una siesta justo ahí en su columpio.
—Bueno, está bien. Quiero que tú me lo muestres, Colt. —Le daría una
pequeña victoria.
Como los pájaros cantaban sus melodías por la mañana, decidió que
prefería acurrucarse. Aunque solo fuera por ese momento, tenían una
tregua, y esta era una tregua que no tenía ganas de romper. El último mes
no había sido agradable, pero ahora estaban a principios de julio, y parecía
que las cosas estaban finalmente mejorando para ella, o por lo menos
empezando a hacerlo.
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Capítulo 19
Traducido por IzzieNoemi
Corregido por LarochzCR
—¡Ríndete!
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pulmones cuando Colt la atrapó y la levantó en el aire.
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—¡Te atrapé! —dijo triunfalmente antes de dejarla de vuelta de pie y
darla vuelta. Luego el juego acabó. Su cabeza descendió y sus labios
capturaron los de ella.
Por dos semanas enteras, pasaron sus días con él mostrándole cómo
manejar el rancho, y luego ambos jugaban durante la tarde y hasta bien
entrada la noche. A veces era juguetón, a veces apasionado, y a veces
meloso. Pero, durante esas catorce noches, Brielle se había deslizado
fácilmente entre los brazos de Colt sin ni siquiera pensar en decirle que no.
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hablaban sin parar de lo genial que era el sexo, ella imaginó que debía
experimentarlo.
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Cuando no fue espectacular incluso después de varios intentos, decidió
que el emparejamiento había acabado. El chico no había quedado con el
corazón roto. Solo siguió adelante. Después, un hombre que había conocido
en Paris. Con él el sexo había sido mejor, pero ella aún se sentía casi vacía
por dentro. Seguro, su cuerpo había sido satisfecho, pero nada como esto.
Lo que compartía con Colt, eso era algo que no podía poner en palabras.
Solo pensar esto la llenó de pánico. No estaba lista para ponerle una
etiqueta a lo que tenían juntos, pero además no estaba dispuesta a dejarlo
ir.
Cuando miró el reloj y se dio cuenta de que eran cerca de las nueve de
la mañana, su corazón comenzó una carrera. Su padre iba a llegar en menos
de una hora, y de ninguna manera quería que entrara y la encontrara con
Colt.
—Buenos días.
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enredaron en su despeinado cabello y estaba tirándola encima de él y
trayendo su boca a la suya. En cuestión de segundos, olvidó por completo
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su aliento matutino, y estaba pérdida en el intoxicante aroma de su
masculinidad.
—Ya estoy levantado, cariño, así que vamos a jugar. —Él los volteó más
así que ella quedaba acostada sobre su espalda con su erección firmemente
—oh, tan firmemente— entre sus piernas, sus caderas moviéndose contra
las suyas en la manera más placentera. Si no hubieran estado ambos
vistiendo pantalones de pijama, ya estaría dentro de ella, ¿y por qué no?
Ella estaba húmeda y lista.
—En serio, no puedo. Mi padre estará aquí pronto, y no quiero que me
encuentre en la cama y forcejeando contigo.
—Eres una adulta. Estoy seguro de que él sabe que tienes sexo, Brielle.
—Él comenzó a mordisquear su cuello.
Él hizo una pausa y ella casi gimió de frustración, pero detenerse era lo
que necesitaba. Tenía que salir de esta cama, sacarlo de su casa, y tomar
una buena y larga ducha caliente. Le tomaría toda esa hora reunir el coraje
para enfrentar a su padre.
Sí, había aprendido más acerca del rancho, pero no lo suficiente. Tenía
tanto miedo de que él la considerara un completo fracaso. Podía decirse a sí
misma que eso no importaba, pero sabía que sí. Sabía que no quería que su
padre la mirase como la mocosa malcriada que pensaba que era.
Durante años había hecho cada cosa que podía para que él y sus
hermanos creyeran que a ella no le importaba un comino, pero después de
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solo un par de meses en Montana, estaba replanteándose su vida entera. Lo
que pensaba la gente de ella importaba. Lo que su padre pensaba de ella
Página
importaba.
Esta visita tenía que ser buena. Simplemente tenía que serlo.
—Por favor, Colt. Yo… —No quería rogarle, pero estaba tan cerca de
ceder y eso sería desastroso.
—Por supuesto que no importa. Que trabajes para mí no tiene nada que
ver con el hecho que no quiero que mi padre te encuentre en mi cama.
Podrías ser un príncipe de un país extranjero, el presidente de los Estados
Unidos, un abogado, un doctor, cualquier cosa. Eso no importaría. Lo único
que importaría es que estabas en mi cama. Mi padre ya piensa tan mal de
mí. Yo solo…
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¿Por qué siempre le revelaba demasiado de sí misma a este hombre? Él,
Página
sin embargo, era extrañamente silencioso sobre sí mismo y especialmente
sobre sus emociones.
—Brielle Storm, no eres lo que yo esperaba —le dijo con una sonrisa
verdadera, luego se inclinó y le dio un sólido beso. Entonces la dejó caer
sobre la cama.
Ella se quedó sin habla.
—Te dejo ahora antes que pierda mis buenas intenciones y comience a
deslumbrarte —dijo, y antes de deslizarse a través de su puerta, se volvió a
mirarla una vez más—. Volveré más tarde.
Y entonces se había ido. Brielle no sabía muy bien lo que había sucedido,
pero se quedó sentada aturdida mientras lo escuchaba tararear todo el
camino hasta las escaleras. Varios minutos después de que oyera el clic de
la puerta delantera al cerrarse, se las arregló para levantarse sobre sus
temblorosas piernas y flotar hacia el cuarto de baño.
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Capítulo 20
Traducido por Flor
Corregido por flor25
Brielle estaba cansada después de pasar la primera mitad del día con su
padre, enseñándole el rancho, y todo lo que sabía sobre él. Ella había tenido
una sonrisa falsa pegada en su cara toda la mañana, y de verdad era un
principio que pudiese llevarla.
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que ella simplemente no podía hacer esto?
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negocio estaba a su nombre, pero él proporcionaba el dinero para tenerlo en
marcha, y ella nunca iba a ser capaz de conseguir esa clase de capital por
sí misma.
—Me encantaría probar la comida local —dijo Richard con lo que ella
pensó que era su primera sonrisa genuina desde que había llegado.
—¡Genial!
Richard echó una mirada al montón de chatarra naranja, y ella pudo ver
que tenía serias dudas sobre entrar en él, pero tuvo que darle crédito al
hombre. No discutió; solo abrió con fuerza la puerta del pasajero y se subió
en el rasgado asiento de vinilo.
—No te preocupes, papá. Este cacharro funciona bien —dijo Brielle. No.
No había cambiado de parecer por lo que respectaba a la camioneta. Odiaba
a la cosa esa temperamental, pero si tenía que aguantar conduciéndola, iba
a asegurarse de que su padre tuviese el mismo privilegio.
Él dijo algo entre dientes que ella no pudo entender, pero tan solo sonrió
mientras se lanzaba a conducir la camioneta y bajaba por la carretera llena
de baches un poco demasiado rápido. Fue un viaje al pueblo agitado, y
Brielle no podía estar segura, pero casi podría jurar que vio a su padre elevar
una pequeña oración de gracias cuando aparcaron delante de la cafetería.
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—Espero que consigamos una mesa. Parece que todo el mundo viene a
almorzar al pueblo en los días realmente calurosos —dijo Brielle, más alegre
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de lo que había estado en todo el día. Aunque el aire acondicionado del viejo
Ford era de la clase de un 2-60, donde el viento atraviesa la cabina con las
dos ventanas abiertas mientras la camioneta viajaba a sesenta millas por
hora, ella aún se sentía fresca. Apostaría su fondo fiduciario a que él nunca
había tenido un viaje tan incómodo en toda su vida entera. La venganza era
genial.
Casi con seguridad, no había ni una sola mesa libre. Maldición. No había
ningún otro restaurante en el pueblo, así que tendrían que ir al
supermercado y agarrar un sándwich de cualquier cosa, quizá podrían
montar un picnic en el parque del pueblo. Pero podría ser peor. El parque
era de hecho bastante bonito y sencillo, con una hermosa fuente, un juego
de tubos para los niños, y algunas mesas de picnic. Estaba siempre
tranquilo, y la brisa no haría tan malo el hecho de comer fuera si
encontraban un poco de sombra.
Mientras empezaban a irse, una voz los detuvo.
Dándose media vuelta, Brielle vio a las tres mujeres que se había
encontrado en la tienda de ropa no mucho después de llegar al pueblo.
Estaban sentadas en una cabina demasiado grande y todas gesticulaban
para que se acercase.
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salir un suspiro de alivio. Si hubiese destrozado sus nombres, ellas
seguramente habrían dicho algo.
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—Por favor, únanse a nosotras para comer —dijo Bethel, y se movió a
un lado para hacer sitio.
—Bien, por supuesto que tenemos que hacerlo, querida —dijo Eileen—.
Eres una dama soltera en esa casa vieja y grande del rancho y estás
completamente sola. Tenemos que cuidarte.
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—Prueben el té dulce. Está fabuloso —dijo Eileen. Brielle y su padre
hicieron caso, y Eileen tenía razón. Era posiblemente la bebida más perfecta
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para un día caluroso.
—¿Quién es Colt? —La miró más con curiosidad que acusándola, pero
Brielle estaba segura de que el rojo bañando sus mejillas no la ayudaba a
parecer menos culpable.
—Es uno de los peones del rancho —le dijo a su padre antes de girarse
hacia Bethel—. Él está bien. Todos los trabajadores son geniales. —Ella
realmente esperaba que la mujer captase la indirecta que estaba enviando.
—Por los rumores que he oído, es más que un simple peón —dijo Bethel,
y Brielle bajó la cabeza. La mujer obviamente no sabía cómo leer el lenguaje
corporal. Maldición. Brielle estaba prácticamente chillándole que dejase de
hablar.
»Tony llamó esta mañana y dijo que Colt estaba enseñándote un montón
de cosas sobre cómo llevar un rancho. Anoche, dijo que los dos estaban
trabajando de veras muy duro y examinando muy de cerca la pared del
granero —dijo Bethel con ojos inocentes.
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—Suena como si Colt fuese bastante.... útil —dijo su padre.
Página
Ella le echó una mirada, pero no podía decir qué estaba pensando. No
había manera de que el comentario sobre el probador se le hubiera pasado
por alto, pero quizá, solo quizá, él no había sumado dos más dos.
Eso era lo que elegiría creer, aunque fuese tan solo en beneficio de su
propia cordura. Pero a partir de ahí, la conversación solo podía ir a peor.
¿Cómo podían esas tres mujeres haber conocido los detalles de aquellas
cosas? Era como si fuesen espías o algo así. Quizá tenían cámaras
instaladas en su propiedad.
—Quiero conocer a ese... Colt. —Eso fue todo lo que dijo, pero el tono de
su voz la llenó de temor. Listo o no, con relación o sin ella, Colt estaba a
punto de conseguir una charla...
Capítulo 21
Traducido por Thelovestory
Corregido por Ama
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con Colt junto a ella, ahora estaba resultando imposible tener una buena
noche de descanso sin él. Esto era absurdo. No necesitaba a Colt. Era solo
Página
sexo, se dijo. Y ahora que sabía lo asombroso podría ser el sexo, lo extrañaba
como la muerte.
Para colmo, su padre la había mantenido tan ocupada la mayor parte
del tiempo haciendo preguntas y mostrándole todos los planes que había
hecho para el rancho, y más y más, que no había logrado escabullirse y
encontrar a Colt en cualquier lugar. Sabía que su empleado del rancho
favorito era un hombre muy ocupado, pero estaba tan acostumbrada a verlo
todos los días y todas las noches.
La visita había sido buena, pero estaba lista para que su padre se fuera.
No ayudaba que él pareciera estar haciéndose amigo de su capataz. Si su
papá conseguía apegarse demasiado al anciano y decidía nunca irse, eso
pondría fin a su vida sexual para siempre.
No. Ella era una mujer adulta. Si su padre no se iba pronto, iba a decir
al diablo con eso, llevar a Colt directamente a la casa y llevarlo a su
habitación, cerrando la puerta detrás de ellos. Sí, de alguna manera sabía
que no era lo suficientemente valiente como para eso. Era tan malo, sin
embargo, que incluso había buscado en Internet, tratando de averiguar si la
frustración sexual podía causar un daño permanente.
Nop. Hasta ahora, no había encontrado una razón médica válida por la
que tuviera que tener sexo. Ella aprendió, sin embargo, que hacer el amor
quemaba muchas calorías. Si de repente se volvía gorda, podía culpar a su
padre por impedirle tener suficiente ejercicio.
Cuando el teléfono celular de su padre sonó por tercera vez, no podía
soportarlo más. Lo recogió, apretó el botón, y respondió.
—¿Está Richard Storm disponible?
—Está fuera de la casa en este momento. ¿Puedo tomar un mensaje? —
Brielle miró a su alrededor buscando una pluma y papel mientras utilizaba
su hombro para sostener el teléfono contra su la oreja.
—¿Es usted uno de sus contactos de emergencia?
La mujer parecía tan eficiente, Brielle se preguntaba si debía saludar.
—Um... no sé. Soy su hija, Brielle Storm. —¿De qué podría ser esto?
—Un momento, por favor. —La mujer la puso en espera, y Brielle
consideró seriamente colgar. Ella no era la secretaria de su padre.
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Cuando la mujer regresó a la línea unos momentos después, Brielle no
supo por un momento si estaba más feliz de que haber esperado o si deseaba
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solamente haber colgado.
—Sí, Srta. Storm, la tengo en la lista como contacto. Los resultados de
las pruebas más recientes de su padre han llegado, y hay un poco de
información contradictoria en ellos. Al Dr. Sorenson le gustaría tenerlo de
vuelta de forma inmediata para algunas pruebas más. ¿Podría ser este
próximo viernes?
—Espere. ¿Qué resultados?
—Para el cáncer de próstata.
La mujer habló como si Brielle supiera todo al respecto. ¿Cáncer? Esto
tenía que ser un error. Su padre no le había dicho nada sobre el cáncer.
Quería gritar en el teléfono, demandando respuestas. Pero en ese momento
su padre entró por la puerta, con una sonrisa en el rostro.
Brielle lo miró, realmente lo miró por primera vez desde que no sabía
cuándo. Sí, parecía haber perdido peso, pero eso era algo bueno, ¿verdad?
No parecía haber ningún otro signo de cáncer. Sin pérdida de cabello, no...
Espera. Ella no sabía nada de cáncer, no sabía cuáles eran los signos.
La sonrisa se cayó de los ojos de Richard cuando se dio cuenta de que
Brielle estaba sosteniendo su teléfono. Sus ojos debían lucir salvajes.
—¿Quién es, Duraznito?
Brielle no podía hablar, así que solo le entregó a su padre su teléfono,
apenas logrando pasar a la mesa de la cocina, y se dejó caer en una silla.
Escuchó a su padre hablando en el teléfono, pero parecía más como si
su voz llegara a través de un túnel. Cáncer de próstata. Eso era malo,
¿verdad? ¿No mataba a un montón de gente? Por supuesto, todo cáncer era
malo, mataba gente todos los días. Pero ¿por qué no le había dicho que tenía
cáncer? Entonces el último año y varios meses se estrellaron contra ella con
la fuerza de un martillo.
Había estado tan triste ese día en su casa cuando dijo que necesitaba
que hicieran una diferencia en sus vidas. Había hablado de cambiar antes
de que fuera demasiado tarde. Cuando Brielle alzó la vista, con lágrimas en
los ojos, se encontró a su padre sentado a su lado, su teléfono guardado y
una mirada de resignación en su rostro.
Ella lo sabía.
—Tienes cáncer. —No era una pregunta.
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—Brielle. —Lo interrumpió antes de que pudiera mentirle.
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—¡No! —gritó, con una voz que venía con toda la fuerza—. ¿Por qué nos
haces esto? ¿Por qué hacernos encariñarnos si estás pensando en dejarnos?
—Eso no es lo que he estado tratando de hacer.
Brielle no estaba escuchando.
—Vas a dejarnos, ¿no es así? —Cuando él se quedó en silencio, ella se
puso de pie—. Igual que mamá. Vas a irte y no volver nunca más. ¡Nos
dejaste solos por años! ¡Durante años, papá! ¡Y luego nos reúnes a todos, y
nos hace encariñarnos de nuevo! ¡Hiciste todo esto solo para poder destrozar
a nuestra familia para siempre!
Era más fácil sentirse traicionada que lidiar con el dolor, con la certeza
de que iba a abandonarla. No podía soportarlo. El año pasado, podría haber
sido capaz —nunca lo sabría— pero ahora, ahora nunca saldría de esto.
Ahora que él se había arrojado a este reto, ahora que él había comenzado el
proceso de eliminar la pared alrededor de su corazón. ¡Ahora ella realmente
sufriría!
—¿Cómo te atreves, padre?
Las lágrimas corrían por su rostro, pero las había alejado airadamente.
Quería aferrarse a la furia; tenía que aferrarse a ella. No podía permitir que
el dolor entrara.
—Brielle. Estoy tratando de no dejarte —dijo, acercándose poco a poco,
como si fuera un animal asustado.
—¡No me toques! ¡Ni siquiera pienses en tocarme! —Si la tocaba,
seguramente se rompería.
Los propios ojos de él se llenaron de lágrimas, pero siguió acercándose.
—Brielle. Siento muchos que hayas tenido que averiguarlo de esta
manera. No quería decírtelo, porque no cambia lo que quiero para ti y tus
hermanos.
Parecía estar rogando que lo entendiera, pero ¿cómo podía entender?
Había perdido a un padre, y ahora iba a perder el otro. Era demasiado
pronto. Demasiado pronto.
—¡No! Me mentiste, a todos nosotros. —Queriendo nada más que correr
y esconderse, Brielle miró salvajemente a su izquierda y luego a la derecha.
Se sentía atrapada.
Sabiendo que estaba a punto de salir huyendo, Richard rompió la brecha
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entre ellos y la tomó en sus brazos.
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—Lo siento mucho, Brielle. Lo siento mucho. —Él no dejaba de repetir
eso mientras se aferraba a ella. Luchó contra él por un rato, luego se rindió,
colapsando en sus brazos mientras los sollozos se arrancaban de su pecho.
—No te vayas, papá. Por favor, no te vayas —gritó cuando fue capaz de
hablar de nuevo. Acababa de recuperarlo, acababa de comenzar a dejar ir
su enojo. No podía irse ahora.
—Estoy haciendo mi mejor esfuerzo para no hacerlo, Duraznito. En
serio.
No sabía cuánto tiempo se aferró a él, con la esperanza de que si se
agarraba con fuerza, él no sería capaz de irse, pero al final no tenía más
lágrimas.
Cuando por fin estaba lo suficientemente calmada para escuchar,
Richard explicó sobre su cáncer, le dijo que el primer médico había dicho
que no había nada más que pudieran hacer, pero que no se iba a rendir,
que aún tenía esperanzas de una solución.
Había estado viendo a un nuevo doctor, quien no era tan pesimista como
el último. De eso se trataba la llamada, los resultados de sus últimos
estudios. Tenía que volver y hacerse estudios de nuevo. Brielle no quería
dejarlo ir, pero después de pasar la tarde con ella, él le aseguró que la
mantendría actualizada. Prometió que no volvería a dejarla en la oscuridad
de nuevo.
La última promesa que le hizo hacer antes de irse para coger su avión
de regreso a Seattle, fue dejar que él les dijera a sus hermanos en su propio
tiempo. No le fue algo fácil que aceptar, pero lo entendió.
Brielle rezó que no fuera la última vez que viera a su padre, no ahora.
No cuando estaba empezando a sentir como si tuviera otra vez un padre.
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Capítulo 22
Traducido por Lu_Rodriguez
Corregido por Ama
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el camino, una de la que algún día se reirían.
Página
Ella no veía que eso fuera a suceder, pero lo que no podía cambiar en
este mundo, sobre lo que no tenía control, no era algo que debiera permitir
que tuviera tanta fuerza sobre sus emociones.
¿Así que no habría de seguir haciendo lo posible para tener éxito, para
darle algo de lo que estar orgulloso? Por supuesto que lo haría. Brielle se
aseguró que eso era exactamente lo que iba a seguir haciendo —a partir de
mañana. Por esta noche necesitaba ponerse melancólica, sentada en la
oscuridad de su sala y bebiendo su té.
—¿Brielle?
Levantó la cabeza. Una sombra había aparecido en la puerta de su sala,
pero no era miedo lo que tenía su corazón acelerado; era Colt quien estaba
allí de pie. Aunque no podía ver su rostro, conocía esa silueta, conocía esa
voz, conocía el sentimiento que tenía en el momento en que él estaba en la
habitación.
—Aquí estoy —dijo, un escalofrió recorrió todo su cuerpo. Había querido
llamarlo por teléfono, para pedirle que viniera a ella, pero de repente todo
sobre su vida parecía tan inseguro. No sabía si tenía derecho a llamarlo,
porque no sabía qué eran el uno para el otro.
—¿Por qué estás sentada en la oscuridad?
—Yo… —Se detuvo al darse cuenta de lo temblorosa que estaba su voz.
—¿Qué está mal, nena? —Al instante estuvo a su lado, sentado en el
sofá y quitando cuidadosamente el té frio de su manos antes de llevarla a
su regazo, justo donde tenía que estar.
—Mi padre —dijo con un suspiro. No había más lágrimas. En los últimos
meses, Brielle había llorado más que lo suficiente para compensar el hecho
de que no había llorado en más de doce años.
No iba a llorar de nuevo.
—Es mi padre. Tiene cáncer. —Era casi surrealista decir esas palabras
en vos alta. No podía decirle a sus hermanos, por su promesa a su padre,
pero tenía que hablar de ello, tenía que expresar lo que sentía, y estaba
agradecida de que Colt estuviera allí para escuchar.
—Oh, Brielle. Eso es terrible. ¿Puedo preguntar qué tipo?
—Es cáncer de próstata. Dijo que hay un nuevo tratamiento, y por eso
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se fue hoy. Me dijo que los médicos están haciendo todo lo posible para
curarlo, pero no quiere que mis hermanos sepan todavía. No quería que yo
Página
supiera. Contesté su teléfono…
—Lo siento, Brielle.
Se sintió aliviada cuando Colt no trató de ofrecerle más que eso, no trató
de hacer las promesas infundadas de que su padre iba a estar bien.
—No puedo pensar más en ello, Colt. Simplemente no puedo. Es lo único
en lo que he estado pensando en todo el día, y estoy muy agotada. Por favor
dime algo, lo que sea, que me haga dejar de pensar en ello.
Solo estar sentada allí en sus brazos le quitaba algo de la carga, solo
saber que él estaba aquí con ella, que sus manos le acariciaban la espalda,
que su cabeza descansaba contra la de ella. Solo tenerlo aquí con ella
significaba que no tenía que estar sola.
Eso era mucho mejor que estar sentada en la oscuridad con una taza de
té frío.
¿Por qué estaba tan concentrada en el té? Porque era algo en lo que
pensar diferente al cáncer y la muerte. Era algo de lo que preocuparse que
no tenía ninguna consecuencia seria.
—Es gracioso, en verdad. Vas por la vida preocupándote de las cosas
más pequeñas, más insignificantes, y luego te golpean con algo como esto
—dijo, su voz casi en un tono monótono—. Solía ponerme tan molesta
cuando iba a que me hicieran mi manicura nueva y se me rompía una uña
el mismo día. O cuando no podía encontrar el bolso perfecto para ir con una
nueva marca mejor. Era tan superficial.
—Eres todo menos superficial, Brielle.
—No sé, Colt. ¿Puede una persona realmente cambiar tanto en tan solo
unos meses?
—Si quieres mi opinión sincera, no creo que alguna vez fueras
superficial. Creo que te concentraste en esas cosas porque era lo que podías
controlar. Podías mirar tus uñas y ver que había un problema que se podía
solucionar. Podías concentrarte en un atuendo porque no había solución. Y
si no, ¿qué importaba realmente? Tu madre te dejó y tu familia se distanció.
Estabas dando vueltas e hiciste lo que tenías que hacer para permanecer
plantada en el suelo. Eso no te hace superficial, en realidad… eso te hace
una sobreviviente.
—No sé cómo me vez como tú lo haces, Colt, pero me aterra.
—¿Por qué te aterra?
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La forma en que la mano de él se movía a la deriva en su cabello era tan
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suave que casi olvidó lo que estaba diciendo.
—Porque siento que voy a fallar.
Ese era su segundo miedo más grande. Su padre se había marchado de
su visita diciendo lo orgulloso que estaba de ella, y Colt veía una imagen de
ella que ella no podía ver. ¿Y si los hombres estaban equivocados?
Cuando inclinó la cabeza, las sombras restringieron su visión de su
rostro, pero todavía podía ver el contorno de su boca, y levantó la mano para
trazar sus labios. Cómo le gustaba que él besara sus dedos.
—Puedo verte, Brielle. Puedo ver la hermosa mujer que eres, por dentro
y por fuera.
—Quiero ser hermosa para ti, Colt.
—¿Realmente sabes por qué me gusta estar cerca de ti?
Quería saber, pero casi temía lo que le iba a decir.
Aun así, asintió.
—Me encanta estar cerca de ti, porque si estoy teniendo un mal día, todo
lo que necesito es un comentario tuyo, una sonrisa, una mirada, y todo mi
ánimo cambia. Lo que siento cuando estoy contigo es algo que la mayoría
de las personas nunca en su vida llegan a experimentar. Lo sé porque tengo
amigos que no tiene miedo de hablar acerca de sus sentimientos, y no
conozco a nadie que sienta lo mismo que yo. Podría ser arrastrado a cada
club de strippers en Montana, y ni siquiera vería a las strippers, ni siquiera
me importaría mirarlas, porque ahora que te he visto, nadie se compara. No
puedo sacarte de mi cabeza. No puedo dejar de pensar en ti. No puedo dejar
de querer estar contigo.
—¿En serio te sientes de esta manera?
—Me siento así y mucho más, Brielle. Mírate, creo que fuiste moldeada
para encajar en perfectamente mis brazos. Cuando te abrazo, es como si
todavía no pudiera tenerte lo suficientemente cerca. Nunca quiero dejarte
ir. No es solo el sexo, aunque es fantástico —dijo con lo que sabía era una
sonrisa en su rostro—. Es mucho más que eso. No deberíamos ser el uno
para el otro, pero cuando más estoy cerca de ti, más necesito estar contigo.
Tienes una clara ventaja sobre mí, sabes.
—¿Cuál es? —Sus palabras estaban haciendo por ella lo que ella misma
no había sido capaz de hacer en todo el día. Estaban llenando su corazón
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con calor, y se llevaban el dolor. Estaba dándole el don de sí mismo, y ella
quería mantenerlo durante todo el tiempo que pudiera; para siempre, si eso
Página
fuera posible.
El pastel le hizo agua la boca al instante, pero estaba tan cansada que
no sabía si sería capaz de sobrevivir a un interrogatorio del terrible trío y su
compañero en el crimen, Martin Whitman.
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Cuando su estómago resonó y sus rodillas se sacudieron de la fatiga,
Página
decidió que solo tenía que hacer su mejor esfuerzo. Había estado levantada
y trabajando desde el amanecer, y había pasado el día entero con Joe, el
pobre chico había intentado lo mejor posible enseñarle más sobre manejar
una máquina cosechadora.
Colt había estado enseñándole, pero hoy había tenido que viajar lejos
por otro trabajo, según dijo Tony. Había sido un alivio que Joe la ayudara
con la enorme maquinaria, porque incluso después de pasar un par de
meses con Colt, seguía distrayéndola.
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tomó un bocado. Pero de alguna forma de detuvo a sí misma y esperó a que
todos los otros tuvieran un pedazo. Cuando Eileen dejó la espátula y recogió
Página
su tenedor, fue la señal que necesitó Brielle para devorar el pastel.
—Bueno, ya que no puedo cocinar nada que valga la pena, no tienes que
preocuparte de que intente tomarla.
—Estaría más que feliz de darte algunas clases de cocina —dijo Maggie
animadamente.
—Ah, querida, te vendrían bien unos kilitos extras en las caderas —le
dijo Bethel.
Martin se unió con un bufido diciendo:
—Las disfruto, Eileen, eso hago —replicó él, reclinándose hacia atrás
después de despachar su pedazo de pastel.
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—No vamos a aceptar un no por respuesta. Al igual que muchos de
nuestros vecinos, que realmente están deseando conocerte.
Página
—Suena divertido —dijo Brielle finalmente. Se sorprendió cuando se dio
cuenta de que por lo que había oído en verdad sonaba divertido.
Joe había estado hablando acerca de la fiesta toda la tarde, diciendo que
habría toneladas de alimentos, entretenimiento en vivo, actividades y un
espectáculo de fuegos artificiales. Además, él le había dicho que las
señoritas siempre bien extra bien vestidas cuando iban a una buena fiesta
campestre. Había estado más entusiasmada con esa parte que con lo demás.
—Espero que nuestro buen amigo Joseph Anderson aparezca este año,
pero ha estado ocupado con su creciente familia últimamente —dijo Martin
con solo una pizca de celos que Brielle no entendía.
—Sí, el hombre tiene hordas de nietos y bisnietos y sobrinos y sobrinas
ahora —dijo Bethel con la misma mirada de envidia en sus ojos que Martin—
. Mi pequeña Sage ha estado tan ocupada con la escuela que estoy
empezando a pensar que la chica nunca va a sentar la cabeza.
—Al llegar a una cierta edad, cariño, los bebés son lo que te emociona.
Imagínate lo vacía que podría ser la vida si estuvieras sola en esta casa
grande y vieja sin nadie que corriera por los pasillos o te gritara tu nombre.
Ella dijo esas palabras como si fuera insoportable siquiera pensar en ese
destino. Brielle nunca había pensado en ello antes, en envejecer sola. Pero
cuando lo hizo, la idea no era atractiva, para nada.
¿No necesitaba todo el mundo una media naranja y una familia para
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siempre en quienes apoyarse? Tal vez no todo el mundo necesitara eso, pero
Brielle había crecido en una familia numerosa. Aunque los tiempos no
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siempre habían sido geniales, tenía suficiente buenos recuerdos de su
infancia para saber que el tener una familia propia para criar sonaba
bastante atractivo. Tener un hijo y una hija con hermosos ojos color avellana
devolviéndole la mirada sonaba casi perfecto.
Brielle había ido a un montón de fiestas en sus días, pero podía decir
honestamente que nunca había estado en algo como esto. Había niños
persiguiéndose unos a otros con pañuelos en sus cabezas y pistolas de agua
en sus manos, y cayendo dramáticamente cuando un chorro de agua los
golpeaba.
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por lo que parecía una milla, todas ellas solo esperando ver a los hombres
sin camisa que participarían. Había globos de helio volando, y cada persona
parecía tener una botella de cerveza en las manos.
Página
Había tiendas abiertas colocadas estratégicamente alrededor del enorme
patio para ofrecer sombra a aquellos que querían escaparse del sol, y una
banda en vivo tocaba música animada.
—Le debo a Hawk una clavada o dos —dijo Colt, dando un paso al frente
de la fila y hablándole dulcemente a la chica parada ahí.
—Él tiende a tener ese efecto en las chicas —dijo Brielle con un
guiño que hizo a la chica sonreírle.
—Sí, he tenido un flechazo con él creo que desde que tenía cinco —
contestó tímidamente cuando observó a Colt llevar el brazo hacia atrás y
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lanzar.
Página
—Sí, Colt, eso parece como el lanzamiento que hiciste en nuestro partido
de bienvenida del último año.
Colt le dio una sonrisa malvada antes de agarrar la bola número dos.
—Sí, pero Spence no pudo venir. Fue llamado para realizar una cirugía
de emergencia. Así que sabía que no tendrías problema con reemplazarlo.
Los fondos van a la caridad, sabes.
Colt se giró hacia Brielle.
Ella se iluminó.
—No hay problema, Colt. —No podía esperar para verlo en ese tanque.
—Por supuesto que los tenemos —dijo Hawk, justo antes de que la
siguiente persona en la fila lo hundiera, esta vez no estaba listo. Saltó fuera
del agua, tosiendo cuando trató de recuperar el aliento.
—¿De qué color dijiste que eran tus pantis? —preguntó Colt.
—Mi turno debería tomarme únicamente media hora —le dijo Colt a
Brielle—, hay un montón de cosas que puedes hacer mientras tanto.
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nada tenía que ver con el calor del sol cayendo sobre ellos.
—Awww, no te preocupes por eso, cariño. Todas las chicas solteras están
Página
deseando haber sido tú justo ahora.
—Yo… uh…
—Sí, Colt tiende a hacer que a las damas se les trabe la lengua un poco.
Ven conmigo, cariño, y te presentaré a unos cuantos hombres más que están
obligados a dejarte sin habla.
Y así, Brielle se sintió ser arrastrada por ahí, siendo presentada a tanta
gente en la fiesta que no podría recordar ni la mitad de los nombres.
¡Demonios! Sería afortunada de recordar uno solo.
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—Espera, ¿Winchester? Ese nombre me es familiar.
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—Bueno, estoy segura que conociste a su hermano, Hawk —dijo Misty
con una risa—. Todas las mujeres solteras de los alrededores aseguran
conocerlo.
—Es cierto —dijo Brielle. ¿Cómo no se había dado cuenta del parecido?
—Es una lástima que ya estés con alguien. La mamá de Hawk y Bryson
se muere de ganas de que siente cabeza, especialmente desde que Bryson y
yo nos casamos el año pasado y ahora tenemos un bebé en camino.
—Felicidades —le dijo a Misty—. Fue bueno conocerlos. Espero que nos
encontremos otra vez.
Cuando otra persona desvió la atención de Bethel, Brielle prácticamente
salió corriendo de vuelta al tanque de agua. Llegó justo a tiempo para ver a
Colt sin camisa, empujándose a sí mismo fuera del agua y subiendo al
banco, el sol reflejándose en sus duros pectorales y bajando por sus
abdominales perfectos. El hambre se sentó lento y pesado en su estómago,
cuánto deseaba trepar en el tanque con él y…
Ese no era el lugar apropiado para que su mente vagara mientras estaba
en medio de tanta gente, especialmente con el sonido de las risas infantiles
rodeándola. ¿En qué la había convertido Colt? Cuando él alzó la mirada y
sus ojos se encontraron, la sonrisa de él aumentó en potencia, y ella sintió
sus rodillas ponerse inestables.
—Oh, Colt, Colt. Esa fue la peor cosa que pudiste haber dicho. —Brielle
dio un paso al frente de la fila y el chico que estaba a punto de lanzar le
ofreció la bola alegremente.
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Revoloteó sus pestañas hacia él, luego miró al objetivo, echó el brazo
Página
hacia atrás y soltó la bola. Esta voló rápido y derecho y lo hundió en el
primer lanzamiento. Cuando emergió de nuevo del agua, sus ojos tenían una
mirada de asombro.
—Estoy orgullosa de lanzar como una chica, Colt. Te conté que tengo
cuatro hermanos, ¿o no? He estado lanzando desde que di mis primeros
pasos. Fui pitcher en el equipo de softbol en la secundaria y estaba más que
de cabreada cuando no me dejaron jugar béisbol. Las chicas ganamos las
eliminatorias y fuimos a las estatales en mi último año.
Eso fue todo lo que Colt necesitó escuchar. Agarrando su mano, la dirigió
lejos, a un lugar mucho más privado.
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Página
Capítulo 25
Traducido por Jhos
Corregido por Cat J. B
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junto al lago. Su padre le había dicho que si alguna vez encontraba una
mujer que lo hiciera creer en sí mismo, sería un tonto por dejarla ir, porque
Página
ese era el tipo de mujer a la que un hombre se aferraría para siempre.
Colt había encontrado a esa mujer. Solo tenía que asegurarse de que lo
amara lo suficiente como para ver más allá de lo que no le había dicho acerca
de sí mismo. Claro, en realidad no le había mentido, si quería ser técnico.
Ella solo había asumido que él trabajaba para ella. Pero no decirle la verdad
era una mentira, algo que podría llamarse pecado por omisión.
Colt hizo girar a Brielle y bajó los párpados. Su sonrisa de respuesta hizo
que su corazón martillara en su pecho. Incapaz de tenerla lejos de sus
brazos por un segundo más, la atrajo hacia él, capturado sus hermosos
labios rojos, y sintió su suspiro vibrar en su boca.
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Se sentía como Superman.
Página
tomó el sujetador de encaje negro que estaba usando, sus exuberantes
pechos llenándolo bien y dejando un amplio espacio de piel que él atacó con
su lengua. Se inclinó y chupó su delicado escote, ávido de saborear sus
pezones rosados, pero reacio a apresurar el momento, y disfrutando ese
sujetador sexy.
No pudo evitar gemir mientras sus ojos viajaban por sus muslos
lechosos y sus pantorrillas. Tonificados. Bien proporcionados. Impecables.
—Yo también quiero ver tu cuerpo —le dijo ella, y él le devolvió la mirada,
la satisfacción completa llenándolo ante la mirada de hambre y confianza
en sí misma en sus ojos.
Deseó tener una cámara, deseó poder capturar este momento, pero sabía
que la imagen quedaría grabada a fuego para siempre en su mente, y lo
único que tendría que hacer sería cerrar los ojos para verla así una y otra
vez.
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desabrochó el broche del frente, y luego alejó el trozo de encaje. Sus pechos
se deslizaron fuera, sus pezones ya duros y esperando su boca.
Página
—¡Hermosa! Eres tan increíblemente hermosa.
Cada vez con ella era más emocionante que la anterior, más aventurera.
Esto definitivamente nunca terminaría. Se aseguraría que no lo hiciera. Colt
no dejaría que este mujer se fuera, sin importar qué pasara.
—Cierra los ojos —repitió, cada vez más y más caliente mientras
cambiaba las reglas, mientras tomaba el control y apoyaba las manos en el
árbol a cada lado de ella.
Sin otra protesta, Brielle hizo como Colt había ordenado y cerró los ojos.
Él también tuvo que cerrar los ojos por un segundo, porque estaba tan cerca
del borde. Recogiendo su pequeña camiseta, él le levantó los brazos sobre
su cabeza y colocó sus muñecas en una rama del árbol. Con movimientos
rápidos, aseguró sus manos a la rama, y ella abrió los ojos de la sorpresa.
Nunca había pensado en hacer algo tan erótico antes, pero quería verla
tendida, quería ver cómo sus pechos se alzaban cuando tenía los brazos por
encima de su cabeza de esta forma. Dando un paso atrás, se bajó los
vaqueros y sus calzoncillos apretados para revelar lo que estaba sintiendo.
Luego se agarró a sí mismo y apretó, tratando de aliviar la pulsación,
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tratando de asegurarse de que esto durara.
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La emoción que se derramaba de los ojos de ella estaba matándolo.
—Eres la fantasía de cada hombre hecha realidad, Brielle —le dijo. Y dio
un paso adelante de nuevo y besó su labio inferior antes de capturarlo con
sus dientes y pellizcar el puchero hinchado que ella hizo.
—Eres mi cautiva, Brielle. Puedo hacer lo que quiera contigo. —Dejó que
sus labios pasar por su mandíbula, y luego chupó la piel de su cuello.
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mantenían fuertes.
Página
—¡Colt! —gritó cuando se hundió hasta el fondo, y él tuvo que hacer una
pausa.
Colt agarró su culo y salió de ella, solo para conducirse de vuelta dentro
en un movimiento tan deliciosamente duro que ambos gritaron. Perdió el
control y comenzó a empujar dentro y fuera, sus pequeños gritos de placer
encendiéndolo incluso más, como si necesitara más ánimo.
Colt volvió a besarla, volcando todo lo que se sentía en el beso. Pero voces
cercanas lo hicieron entrar en pánico. Nadie podía encontrar a Brielle de
esta manera. Su belleza era solo para sus ojos.
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—Tú eres pura, pura maldad —le dijo—. Pero vamos a tener que ser
buenos solo esta vez.
Página
—Oh, tú fuiste bueno. Ambos lo fuimos.
—Baila conmigo.
Las palabras la hicieron derretirse. Bien, era solo una canción, y sí,
alguien había escrito las líneas, pero la mirada que él le dio y su voz
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convincente la llevaron a lágrimas.
Página
grupo All 4 One, ella supo que eso era todo, supo que estaba locamente,
irrevocablemente enamorada de este hombre. Una vez se había preguntado
si era capaz de enamorarse.
Estaba cantando para ella, estaba abrazándola con fuerza, pero también
se guardaba un montón de cosas. Así que realmente no sabía lo que
significaba para él y todavía tenía demasiado miedo de preguntar. ¿Podría
estar leyendo todo mal?
Estas eran las inseguridades con las que Brielle trataba, la tristeza de
ser abandonada a temprana edad por la única persona que se suponía
siempre estaría allí para un niño. La traición de su madre inevitablemente
la perseguiría por el resto de su vida.
Y aunque Brielle nunca había tenido ninguna inclinación de tener hijos,
podía ver al hijo de Colt creciendo dentro ella. Podía imaginarlos como
familia, y se prometió que si tenía la suerte de que eso se hiciera realidad,
ella sería una madre mucho mejor que la mujer que le había dado a luz.
Brielle era terrible, pero no parecía importar, y su risa se mezcló con los
gritos de todo el mundo y aullidos y yeejaas. Ella y Colt se quedaron en la
pista de baile durante casi una hora, hasta que ella estaba caliente y
sudorosa y en necesidad desesperada de algo de beber.
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Él la llevó a un área en el césped laminada con mantas, y se sentó, tiró
de ella hacia abajo a su regazo y envolvió sus brazos alrededor de su cintura.
Página
Cuando los fuegos artificiales comenzaron, le besó el cuello y le susurró
dulces promesas para más tarde, haciendo que su corazón martillara.
Brielle se puso de pie lentamente, sabiendo que Colt llegaría a casa con
ella, pero todavía sin ganas de irse. Se encontró deseando por un tiempo
bucle en el que pudiera reproducir este día una y otra vez.
—Tengo que decir, Brielle, que este ha sido uno de los mejores días de
mi vida.
—No voy a mentir y decir que no estoy aterrorizada de decir esto, Colt...
pero yo también te amo.
¿Pero el amor era suficiente? A veces lo era, pero por desgracia, a veces
no.
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Página
Capítulo 27
Traducido por Auro Kyle
Corregido por Cat J. B
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estaba lista para empezar con la jornada laboral.
Página
trabajado para ganarse un salario ni una vez en su vida. Había ido a la
escuela y había hecho un montón de servicio social con sus hermanos
cuando era más joven, pero no había registrado sus horas. Era una de las
ventajas de ser criada en la riqueza.
Una vez que salió, vio como su gran equipo se reunía. No sabía si estaba
aliviada o triste cuando no encontró a Colt entre ellos, pero no importaba.
Le probaría hoy que él no había estado perdiendo su tiempo en ella, que lo
que le había estado enseñando durante el mes pasado valía la pena.
—Me mostraste qué hacer. Puedo manejar esto —dijo, enviándole una
mirada que le dijo que sería imprudente discutir con ella. Él parecía a punto
de protestar, pero finalmente se encogió de hombros y murmuró en voz
baja—. ¿Qué fue eso, Joe? —preguntó.
—Nada, jefa.
Cuando Tony salió y la vio allí de pie, fue lo suficientemente sabio como
para no decirle una palabra.
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—Todos ustedes saben qué hacer —dijo a todo el mundo—. Vamos a
Página
tener un día productivo, porque estas serán tres largas semanas.
Mirando hacia abajo, Brielle encontró el CB del que las palabras de Joe
acababan de salir. Ella nunca había usado uno antes, pero recogiendo el
mango, apretó el botón.
Claro, sus filas podrían no ser tan suaves o rectas como las de los
hombres, pero eso no importaba. Lo único que importaba era que ella estaba
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aquí trabajando. Estaba siendo productiva, y estaba aprendiendo algo
nuevo.
Página
A mitad de camino a través del campo, Brielle se preocupó. No podía
ponerle nombre al olor, pero era sin duda un olor a quemado. Pero tenía que
ser que la máquina estaba trabajando muy duro. No era gran cosa. Continuó
durante unos minutos más, hasta que el humo comenzó a ondear dentro de
su cabina.
Ese sería el final perfecto para su vida perfecta, pensó mientras trataba
de correr tan rápido como podía a través del campo, desorientada mientras
el humo se arremolinaba a su alrededor. Sin tomarse el tiempo de mirar por
encima del hombro de nuevo, corrió tan rápido como pudo, el olor del humo
haciéndola toser y haciendo que sus pulmones ardieran.
El fuego estaba justo encima de ella, las llamas a solo unos metros de
distancia.
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Capítulo 28
Traducido SOS por andiita92
Corregido por Cat J. B
—¿Hueles algo?
Colt echó un vistazo a Tony mientras los dos hombres caminaban desde
el granero. Tenía sus propios campos que cosechar hoy, pero en lugar de
subirse a una cosechadora y retumbar a todo volumen sus melodías
favoritas, se encontró una vez más en La Ponderosa.
Colt fue arrollado por la transformación que había visto en Brielle. Claro,
sabía que gran parte de la forma en que se había comportado apenas había
llegado había sido un acto, pero ella todavía no sabía nada acerca del manejo
de un rancho. Este último mes, sin embargo, había absorbido todo lo que le
162
estaba diciendo, y lo había aprendido con entusiasmo y eficiencia. Cuando
Tony le dijo que ella había decidido dirigir una de las cosechadoras y la
Página
cosecha de un campo de trigo, se había reído. No de ella, pero de alegría.
—¿Qué es eso?
Los dos hombres bajaron el ritmo y miraron por encima del rancho. Una
de las cosechadoras parecía estar echando humo.
Colt vio la cosechadora volverse una bola de fuego, mientras que todavía
se movía en círculos lentos en el campo de trigo seco. Este fuego no tardaría
mucho en salirse de control.
Saltando sobre una zanja, llegó al campo, justo a tiempo para ver Brielle
caer de cara al suelo, y luego volver a levantarse y gritar. Para ahora, el
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campo estaba arruinado y en la distancia Colt podía escuchar el sonido de
los motores de varios rancheros que traían sus camiones de bomberos,
Página
enormes camiones a diesel con contenedores gigantescos llenos de agua,
básicamente camiones de bomberos privados.
164
Brielle. Había inhalado una gran cantidad de humo.
Página
temerosos.
Los dos se miraron durante unos momentos antes de que uno de los
trabajadores del rancho se acercara corriendo.
—Hola, Hawk —dijo con una sonrisa antes de girarse hacia Colt
mientras Tony se acercaba—. Nos dimos cuenta del problema.
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—Bueno, ¿qué pasó? —exigió a Tony.
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—Um... —Miró a Brielle con disculpa en sus ojos antes de mirar a Tony,
a quien no le hizo gracia la demora—. Dejaron... um... puesto el freno de
mano de la cosechadora y, bueno, se recalentó, y, bueno... ya saben el resto.
—¡No! Es solo otra cosa más que he hecho mal —espetó Brielle.
Colt no sabía qué decir. Podía ver que ella estaba culpándose a sí
misma. No había necesidad de darle lecciones sobre la importancia de
asegurarse de que el equipo estuviera listo. Sí que había sido un error, y
uno muy caro, la cosechadora y campo de trigo eran insalvables.
Colt vio como Brielle luchaba contra las lágrimas ante las primeras
palabras amables de Tony hacia ella.
Al principio, Tony parecía estar en shock por tal contacto físico. Luego,
para sorpresa de todos los presentes, Tony levantó los brazos y le devolvió
el abrazo, palmeándole la espalda torpemente. Colt nunca había visto al
hombre demostrando afecto a cualquier otro ser humano.
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un poco más cerca.
Página
Cuando por fin lo soltó, las lágrimas se habían ido, y una sonrisa aguada
estaba en su lugar.
Y por el brillo decidido en sus ojos, Colt vio que hablaba en serio.
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Los hombres se dispersaron, y Colt se encontró dando un paso atrás
mientras Brielle se alejaba.
Página
—Voy a ducharme —ella les dijo a todos antes de irse.
—Tal vez —dijo con una sonrisa maliciosa. Demonios, ¿por qué tratar de
ocultar el hecho de que la deseaba? No le haría ningún bien. No era como si
toda la ciudad no supiera nada de los dos.
A pesar de que ella era suya ahora, tenía que decirle la verdad, poner
todas sus cartas sobre la mesa, y eso lo aterrorizaba, porque Colt no creía
que pudiera ser el mismo sin ella. Ella era esa mujer de la que su padre le
había hablado tantos años antes, la mujer que lo hacía sentirse como un
hombre mejor, la mujer de la que no quería pasar alejado ni un solo día.
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Página
Capítulo 29
Traducido por Julieta9768
Corregido por Auro Kyle
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Dejó que el vapor llenara sus pulmones con cada inhalación profunda y
Página
los limpiara de adentro hacia afuera, aunque el calor no estuviera haciendo
maravillas con su dolor de garganta. Este día había sido un desastre, pero
las palabras alentadoras de Tony hicieron que ya se sintiera mejor.
¿Era triste que necesitara su aliento para sentirse mejor consigo misma?
Pero realmente estaba intentándolo, y no solo para vencer a sus hermanos.
Por alguna razón sentía que si no tenía éxito en esto, iba a fallar en todo por
el resto de su vida.
—No te di permiso para venir aquí —jadeó Brielle sin aliento, pero el
sonido de su voz sin aliento no estaba haciendo mucho para ahuyentarlo y
ella lo sabía. No sabía lo que haría si realmente se fuera.
170
estaba encendido. Por supuesto, lo que estaba de pie entre sus piernas
también era una prueba.
Página
Él no se movió mientras ella terminaba con el paño y se pasaba los dedos
por el pelo, dejando que el agua cayera en cascada antes de que vertiera
champú en él y lo enjabonara.
Nunca antes se había dado cuenta de que el acto de bañarse podría ser
tan excitante, pero mientras él observaba cada movimiento que hacía, ella
se sintió poderosa, hermosa, deseable.
De repente Colt estaba allí, con las manos creando una jaula para ella
contra la pared del baño.
—No creo que estés lo suficientemente limpia —le dijo mientras agarraba
el gel de baño y vertía un poco en sus manos, luego la abrazó con fuerza por
171
debajo de sus pechos con un brazo mientras comenzaba a mover la mano
con jabón a través de su estómago y rodeaba su ombligo antes de ir a su
Página
centro, donde su dureza todavía se presionaba.
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no quería volver a la tierra nunca más.
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y la apretó, haciendo que sus manos detrás de ella la agarraran cuando él
gimió de nuevo. Ella estaba en llamas a pesar del agua que todavía estaba
cayendo a su alrededor, y el roce de sus cuerpos la enviaba a nuevas cotas
de placer.
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después de esta ducha. ¿Serían sus piernas capaces de moverse?
Página
Colt pasó la lengua por sus pechos, apenas rozando sus pezones todavía
sensibles, y un escalofrío la recorrió mientras que un gemido de respuesta
llegaba desde lo profundo de su pecho. No había manera de que cualquiera
de ellos pudiera venirse de nuevo, por supuesto. Era imposible.
Le había dado dos orgasmos increíbles, y quería hacer lo mismo por él,
o morir en el intento.
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más rápido y más profundo a lo largo de su eje. Parecía que crecía aún más;
¿era eso posible?
Página
—Me voy a venir —le advirtió, y sintió el calor y la euforia corriendo a
través de su cuerpo. Ella era capaz de hacer esto por él, era capaz de darle
ese placer. Chupó con más fuerza, y luego sintió que él comenzaba a latir y
que sus dedos le apretaban el pelo. Gritó cuando se liberó en su boca, un
torrente de fluido cálido se deslizo por su lengua hasta su garganta.
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Página
Capítulo 30
Traducido por Julieta9768
Corregido por Auro Kyle
Una semana más tarde, Colt todavía no le había dicho la verdad a Brielle.
Sabía que tenía que decirle.
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Incluso había pasado un día limpiando establos para compensar su
primera vez, cuando se escapó, para el deleite de varios de los trabajadores
Página
del rancho. Por supuesto, había un montón de voluntarios para ayudarla
ahora. Además, ayudaba como un diablo que se viera tan condenadamente
bien en sus pantalones vaqueros Wrangler ajustados y camisetas sin
mangas de algodón.
Casi desde el principio, no había tocado la ropa que había traído con
ella, pero Colt Había visto algo de ello, colgando en su armario del
dormitorio, y tenía planes para ello. Quería llevarla a algún lugar donde
pudiera llevar diamantes que gotearan de su cuello y orejas. Si acabara de
llegar y pudiera decirle quién era en realidad, podría comprarle regalos de
esa clase y volar a Seattle, donde podrían tener una cita romántica, ir a
bailar, y pasar la noche en un hotel hermoso. Sin dormir.
Colt nunca había sido un hombre que viviera con miedo, pero el secreto
entre ellos estaba prácticamente comiéndoselo vivo. Incluso Tony le advirtió
que cuanto más tiempo arrastrara sus pies, peor sería la mentira. Y sus pies
seguían arrastrándose.
Cada vez que Colt trataba de decir las palabras en voz alta, la garganta
se le cerrada. El tiempo definitivamente no estaba de su lado.
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—Sí, querida. He levantado unos cuantos, en mi día —dijo con una
sonrisa, amando el resplandor en su rostro y el brillo sexy-como-el infierno
Página
del sudor.
—Puedes pensar eso ahora, pero hay que esperar... —dijo con un guiño.
—Está bien, tengo muchas ganas de ir. Creo que me estoy volviendo muy
buena en eso ahora.
—No voy a ser el único en decirte esto, pero si pones tu mente en ello,
puedes lograr cualquier cosa. —La llevó a Bluegrass, quien ya había sido
ensillado.
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—Creo que también le gustas —respondió Colt mientras se subía a su
caballo negro. Entonces los dos estaban en marcha, sin prisa, disfrutando
Página
de la tranquila tarde.
—Tengo que admitir que esto es casi como una postal —dijo Brielle
mientras se sentaba a horcajadas sobre su caballo y miraba el agua
cristalina, no del todo lista para bajar.
—Esa es una de las cosas que más me gustan de Montana. Hay tantas
áreas que son vírgenes. Aunque la tierra se trabaja duro, se renueva a sí
misma y permanece pura.
Cuando ella se bajó del caballo, deslizándose contra Colt, se tambaleó
cuando descendió al suelo. Este había sido un paseo más largo de lo que
estaba acostumbrada, y sus músculos iban a estar gritando en la mañana.
Sus miradas se encontraron y Colt olvidó todo sobre la comida que había
anhelado un momento antes. Cada vez que la tocaba, la conclusión era
inevitable.
Varios latidos del corazón más tarde él se retiró, y la protesta en sus ojos
envió una emoción a través de él.
—Mejor que te dé de comer —dijo Colt con una risa que retumbó en su
estómago.
—No me hagas empezar, cariño. Pero por supuesto que lo hice. Cada
vaquero sabe que no puede salir a caballo sin una buena comida en las
alforjas. Nunca se sabe cuándo podrías atascarte.
179
—¿Atascarte?
Página
—No sucede muy a menudo, pero cuando uno se desvía demasiado lejos,
algunas cosas ocurren.
En su primer bocado del jugoso pollo que había traído, ella sonrió.
—No me hagas caso. El cocinero es genial —dijo con una risa nerviosa.
Él sabía que ella estaba pensando que acababa de equivocarse en su
redacción. Ella estaba asumiendo que la comida venía del cocinero que
preparaba las comidas para los trabajadores del rancho. Esta era la
oportunidad perfecta para que le dijera todo, pero las palabras no salieron,
y entonces el momento se había ido.
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Página
Capítulo 31
Traducido por Julieta9768
Corregido por Auro Kyle
Nop.
181
llegando a conocerse a sí misma.
Página
Al entrar en el salón en la pequeña calle principal, sonrió ampliamente.
Habían pasado meses desde que había tenido una pedicura y tenía que
hacerse una hace mucho tiempo. Teniendo en cuenta lo mucho que había
trabajado, no sintió una pizca de culpa por una hora de mimos.
—Tú debes ser Brielle —dijo la mujer con un brillo en sus ojos—. Estoy
tan contenta de conocerte. Solo he estado en la ciudad un mes, y por cómo
se mueve el chisme aquí, siento como si ya te conociera. Soy Kendra Canyon.
—Ha pasado mucho tiempo desde que he tenido este descanso —dijo
Brielle cuando se sentó y tocó un botón para que la silla iniciara el masaje
de los músculos de dolor en su espalda baja.
182
ruptura. Ya sabes, la misma canción y la danza antigua por la que todos
hemos atravesado.
Página
Kendra giró los ojos, luego levantó uno de los pies de Brielle y comenzó
el exfoliante.
—¿Ha sido un choque cultural para ti venir de una gran ciudad a este
lugar? —preguntó Brielle—. Yo creí que me iba a marchitar y morir cuando
llegué por primera vez.
—Por favor, dime que haces una pedicura de tres horas —dijo Brielle, y
era solo medio en broma.
—No creo, mis manos se caerían —respondió Kendra—. Pero estoy
buscando un masajista que estaría encantado de darte un masaje en los
pies de tres horas. Tan pronto como contrate a uno, te lo haré saber. Espera;
vuelvo enseguida.
Cuando Kendra regresó unos minutos más tarde con una taza de té
caliente, Brielle lo tomó con alegría y le dijo:
—No tienes idea de lo agradable que es esto. Amo el rancho, algo que
nunca pensé que diría, pero hay algo en los mimos que te hace sentir como
una mujer.
—Odio decirlo, pero estás saliendo con Colt Westbrook. Solo tienes que
volar a un spa de lujo por el fin de semana.
—¿Qué? —Brielle apenas fue capaz de conseguir que esa única palabra
pasara a través de su garganta.
183
—¿No sabías eso? ― Kendra se mordió el labio—. Lo siento. A la gente
simplemente le encanta hablar. Y yo asumí que ya que han estado saliendo
Página
por un tiempo... No importa.
—Oh, no, va de la casa —le dijo a Brielle—. Lo siento mucho por hablar
de más.
—Estoy segura de que tiene una razón válida —dijo Kendra, pero había
duda en sus ojos.
—¿Hay alguna vez una excusa para mentir? —preguntó Brielle. Puede
que al principio no hubiera querido decirle, tal vez había tenido miedo de
que ella fuera una cazafortunas o algo así. Pero habían estado haciendo el
amor todas las noches y a veces en el día, por amor de Dios. ¿Qué clase de
hombre era?
184
Brielle salió del salón y se dirigió a su camioneta en las nubes. Una cosa
era segura, no iba a esperar un solo minuto más para averiguar quién era
Página
realmente Colt Westbrook.
Capítulo 32
Traducido por Julieta9768
Corregido por Auro Kyle
185
enormes ventanas abiertas. Un porche envolvente con mecedoras, macetas
perfectamente posicionadas, al menos no eran azules, además de un par de
Página
pequeñas y hermosas mesas de piedra que enmarcaban todo.
Esta mansión costaba más de lo que cualquier ganadero debía ser capaz
de pagar. Colt no era solo modestamente acomodado; era increíblemente
rico. Mientras pensaba en ello, volvió a ese día en su habitación, el día en
que ella le había dicho que no le importaba que él fuera solo un peón. Bajó
la cabeza. ¡Cómo debió haberse reído de ella mientras se iba! Hablando
acerca de una chica fácil. Una cita rápida, incluso.
186
En circunstancias normales, que Colt tuviera compañía podría haberlo
salvado, pero no esta vez. No. Ella estaba más allá de cuidar lo que pensaran
Página
de ella. Colt le había mentido, y estaba a punto de descubrir exactamente
por qué no era prudente mentir a la mujer que declaraba amar.
—Brielle...
187
Ella extendió las manos con horror y se retiró.
Página
—No te atrevas a tocarme, Colt. ¡Has perdido ese derecho!
—No digas eso, Brielle. Lo que tenemos es real —dijo, y dio un paso más
cerca.
—Solo escúpelo, Colt. Estoy cansada, harta, así que solo dilo.
188
—Brielle, no te vayas así —exigió, pero ella estaba más allá de la
escucha.
Página
Puso la camioneta en marcha, alejándose en un tornado de polvo. Le dio
la bienvenida al entumecimiento que se apoderó de ella, porque no tenía
duda de que cuando el entumecimiento desapareciera, el dolor sería
insoportable.
Capítulo 33
Traducido por Auro Kyle
Corregido por Pily
189
La ira y el dolor inspirados por Colt la habían ayudado a mantener las
Página
lágrimas a raya, pero la frustración estaba creciendo a fuego lento porque el
hombre había estado apareciendo todos los días con flores, chocolates y
joyas, rogándole que hablara con él, pidiéndole que perdonara su mentira.
Le había ofrecido volar a cualquier sitio en el mundo al que quisiera ir, se
había ofrecido a renunciar a todo solo por un día más con ella.
Por supuesto que podía darle todo lo que el dinero podía comprar. ¡Era
obscenamente rico! Había mentido. Y lo peor, lo había hecho para poder
quitarle su rancho. Colt era un aprovechado. ¿Cómo iba a perdonar eso?
Así que fue un alivio abrir la puerta y encontrar a su padre, de pie allí.
Se aferró a él y se prometió a sí misma que no iba a dejar que se fuera, que
se centraría totalmente en él, y no pensaría de nuevo en Colt Westbrook.
Cuando Brielle miró detrás de su padre, se encontró con dos hombres
de pie junto a él. A primera vista, no pensó nada de ello, pero luego sus ojos
fueron primero a un hombre gigante, y luego hacia el otro, que no estaba
lejos del primero, y muy cerca en altura a su padre.
Los tres parecían tan similares, todos luciendo pelo blanco a juego, ojos
azules idénticos, y los mismos hombros sólidos. Incluso las sonrisas que
cada uno llevaba parecía casi la misma. ¿Qué demonios estaba pasando?
—¡Ja! Hemos estado recibiendo mucho esa reacción.
Uno de los hombres hablaba en voz tan alta que Brielle retrocedió otro
paso.
—Cariño, no dejes que este hombre te intimide —dijo Richard con una
mano tranquilizadora en el hombro—. Vamos a entrar y luego te puedo
contar todo.
Casi en trance, Brielle asintió, y los llevó a la mesa de su cocina. Sabía
que debía ofrecerles algo de beber, pero mientras miraba a los tres hombres,
¡todos tan increíblemente iguales!, sabía que sus piernas no funcionarían el
tiempo suficiente para llevar a cabo toda la operación. Tuvo que sentarse.
—Ya que solo nos aparecimos en tu puerta, como hemos hecho con tres
de tus cuatro hermanos, voy a ir directo al grano —dijo Richard con una
suave sonrisa—. Estos son mis hermanos.
Brielle esperó el final del chiste, pero cuando él se quedó en silencio, se
vio obligada a hablar.
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—No tienes hermanos.
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—Nos encontramos justo después que me mudara a Seattle. Para hacer
el cuento corto, mi madre biológica dio a luz a tres niños, trillizos. Joseph y
George se quedaron con ella, y yo terminé con su médico y su esposa, la
enfermera. Nunca sabremos a ciencia cierta si esto fue consensuado o no, y
es mejor que no profundicemos demasiado en ello. Amaba mucho a mis
padres, y eso no va a cambiar. Pero ahora tengo hermanos, y tenemos
mucho en común. Además, tú y tus hermanos tienen dos tíos y un infernal
número de primos.
La alegría en el rostro de su padre era contagiosa. Algo del reciente dolor
de Brielle desapareció mientras observaba las tres sonrisas afines desde
diferentes posiciones en la mesa.
—Esto es mucho para digerir —dijo finalmente.
—Bueno, me encanta que hayas terminado aquí, Brielle —le dijo
Joseph—. Hay gente buena en Sterling. Uno de mis mejores amigos, Martin
Whitman, vive aquí, junto con Bethel, Eileen, y Maggie. Estoy seguro de que
los has conocido a todos. —Extendió la mano para estrechar la de ella y
añadió con una sonrisa—: Soy tu tío Joseph, en caso de que nos
confundieras a George y a mí.
—No creo que pueda confundirte con esa voz —dijo Brielle.
—No entiendo eso. Todo el mundo dice que hablo muy fuerte. Yo creo
que soy silencioso como un ratón —respondió, y ella no podría decir si
estaba bromeando o no.
Después de que el shock inicial se disipó, Brielle finalmente fue capaz de
moverse, por lo que les hizo una jarra de limonada fresca, y los cuatro
hablaron mucho en la noche. Justo antes de irse a la cama, ella y su padre
se quedaron sentados a solas por primera vez en el día, mientras que Joseph
y George fueron a visitar a sus viejos amigos.
—Nos dirigimos a ver a Crew después. Él es nuestra última parada —le
dijo Richard.
Crew y su padre probablemente eran probablemente quienes tenían peor
relación porque eran tan tercos, pero a través de este viaje en que su padre
los había enviado, la relación del padre con el hijo mayor había mejorado
mucho.
—Voy contigo. —Brielle no notó las palabras saliendo hasta que las dijo.
—Bueno, por supuesto que me encantaría que te unieras a nosotros,
pero ¿es un buen momento para que salgas? —preguntó su papá.
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—Sí, Tony tiene todo bajo control aquí, y solo será por unos días. Y... —
Tuvo que luchar contra las lágrimas—. Solo tengo que alejarme un poco.
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Estaba más que agradecida cuando su padre no le hizo las preguntas
que veía formándose en sus ojos.
—Está bien, Duraznito. Saldremos con la primera luz. No le adviertas a
tu hermano. Nos gusta sorprenderlos. Es el drama familiar en su mejor
momento.
—Lo entiendo. Ahora basta de todo eso. Dime lo que tu médico te ha
estado diciendo.
Sus labios se inclinaron un poco más cuando la miró.
—Voy a necesitar otra cirugía... —comenzó cuando ella lo detuvo alzando
una mano.
—¿Otra cirugía? ¿Cuándo fue la primera? ¿Por qué nos ocultaste esto?
No quería gritarle a su padre en el estado en que estaba, pero al mismo
tiempo, no podía creer que les ocultara algo como esto. Estaba simplemente
mal.
—Tuve mi primera cirugía el año pasado, y no luzco bien, así que mi
médico anterior me dijo que pusiera mis asuntos en orden, que es lo que me
propuse hacer contigo y tus hermanos. Luego me mudé a Seattle y conocí a
mis hermanos. No les gustó el primer pronóstico y conocían a otro médico,
mi médico actual. Él tenía una opinión diferente. Es esperanzador. Sabré
más en unos pocos meses. Por ahora, lo mejor para todos nosotros es no
pensar en ello.
Agarró su mano mientras hablaba y la miraba con esperanza y amor en
sus ojos. Ella tenía un millón de preguntas, pero podía ver que estaba
cansado. Estaría con él durante toda la semana, y de una manera u otra
encontraría mejores respuestas.
Después de darle un gran abrazo, su padre fue al dormitorio que tenía
para él, y por primera vez en una semana, Brielle subió las escaleras sin
temer su propia cama fría. Se alejaría, se tomaría un tiempo para pensar y
averiguar lo que iba a hacer a continuación.
No quería dejar La Ponderosa, pero no sabía cómo podía quedarse con
Colt siendo su vecino. Tal vez solo debería vendérselo.
Eso es lo que él realmente quería, ¿no?
Se fue a la cama esa noche y finalmente se le concedió un descanso sin
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sueños.
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Capítulo 34
Traducido por pussyharry__xx
Corregido por Pily
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Sonaba patético hasta para él, pero así era. Estaba desesperadamente
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enamorado de Brielle, haría cualquier cosa que tuviera que hacer para
probarlo. No había manera de que viviera su vida sin ella.
Había estado enormemente aliviado al descubrir por parte de Tony que
no se había ido para siempre, que se había ido con su padre a visitar a uno
de sus hermanos. Y Tony le había dejado saber que iba a volver a casa hoy.
Y aquí estaba en su porche, donde había estado esperando las últimas
tres horas. El peón se había acercado en algún que otro punto para reír
disimuladamente o para disfrutar del espectáculo. A Colt no le importaba.
Iba a probar su amor hacia Brielle, incluso aunque todo el pueblo de Sterling
pensara que no era otra cosa que un idiota enamorado.
Eso era, ¿no?
—¿Sabes que vas a incendiar su casa, no?
Colt se giró para encontrarse a Hawk caminando hacia él.
—No ahora, Hawk. Ella debería estar aquí en cualquier momento —dijo
Colt, girando para retomar el paseo sobre la longitud del porche.
—Cuando recibí llamadas de tres de tus peones preocupados de que no
estuvieras cuerdo, supuse que era mejor venir a investigar —dijo Hawk
mientras iba al porche y mantenía el paso con Colt.
—Las velas están todas en frascos —señaló Colt antes de parar y mirar
alrededor, asegurándose que la escena estuviera preparada.
Su entera barandilla frontal estaba cubierta con velas encendidas. Había
trescientas de ellas. Lo sabía con seguridad, porque él las había encendido
todas.
—¿Sabes que con el tiempo seco, si uno de estos frascos se abre, el lugar
se prendería fuego?
Por supuesto que Hawk tenía que decirlo, era el jefe de bomberos. Pero
era también el derecho de Colt ignorarlo.
—Si se quema, le construiré una casa mejor —dijo antes de retomar el
paso, ni siquiera pensando la declaración tan arrogante que acababa de
hacer.
—Está bien, ya que Tony tiene listo el camión de bomberos, supongo que
te dejaré ser.
Hawk palmeó el hombro de Colt y bajó del porche para sentarse con
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Tony, quien, seguro, tenía el camión estacionado frente a la casa. Estaba en
una silla detrás, la manguera en su mano en caso de que la necesitara
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pronto.
—Lo que ayudaría es que te fueras, Tony —espetó Colt por lo que parecía
la décima vez.
—No va a pasar, Colt —dijo Tony con voz cansina.
Esto no iba acorde con el plan, pensó Colt con frustración. Entonces
todo desapareció cuando vio faros de un auto en la distancia. Tenía que ser
Brielle, a menos que los peones hubieran llamado también al sheriff.
A Colt no le sorprendería que lo hubieran hecho. Aun así, con su corazón
latiendo fuerte y la sangre rugiendo en sus venas, no tenía dudas de que era
Brielle. Podía sentirlo. Su humor mejoró, su corazón se aceleró y una sonrisa
volvió a su cara.
Planeaba pasar el resto de su vida probándole a esta mujer todos y cada
uno de sus días lo mucho que la amaba, y tratarla como la princesa que
sabía que era.
Pero primero tenía que convencerla de que le permitiera estar en su vida.
Más fácil decirlo que hacerlo...
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Capítulo 35
Traducido por Kenia20
Corregido por Pily
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como una vez la había conocido había terminado. Pero eso era algo bueno.
Desafortunadamente, Colt vivía cerca. Hablando de ambivalencia.
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Su ira se había ido, pero eso no significaba que pudiera olvidar lo que él
había hecho. Si solo su necio corazón estuviera de acuerdo con su mente.
Pero cuanto más tiempo estaba lejos de él, más anhelaba su toque.
No. Imposible. ¿Cómo iba a saber nunca a ciencia cierta que la quería a
ella y no a la tierra? ¿Era todavía sobre la tierra? Ella no le había mentido.
Tenía que recordar eso y endurecer su corazón.
Al doblar en la esquina, notó un extraño resplandor proveniente de su
casa.
—¿Qué demo...? —dijo en voz alta.
Cuando se detuvo, se dio cuenta de que su porche estaba iluminado con
velas.... Sí, esas eran velas, lo que parecía ser cientos y cientos de velas en
su barandilla. Al salir de la camioneta, se encontró a Colt de pie en su
porche, con los brazos a los costados, todo su cuerpo tenso.
A su izquierda, vio a Tony y Hawk sentados en un par de sillas de jardín
al lado del camión de bomberos del rancho, pero apenas miró en su
dirección. Sus ojos se dirigieron a un solo lugar, al hombre ahora bajando
los escalones de la entrada.
Se encontraron a mitad de camino y quedó de pie frente a él. Pero no
sabía qué decir. ¿Solo vete?
—Te extrañé, Brielle. —Sus suaves palabras casi fueron su perdición.
Pero de alguna manera se las arregló para encontrar su voz.
—¿Qué estás haciendo, Colt?
—No puedo pasar un día más sin verte, Brielle. Cuando cierro los ojos,
te estoy sosteniendo.
—Colt, por favor, simplemente déjalo ir.
—No puedo. Aunque sé que es solo un sueño, se siente tan real. Me
imagino a mí mismo pasando mis dedos por tu largo cabello rojo, siento el
temblor de tu cuerpo cuando nos tocamos. Sentimientos que nunca he
tenido antes me atraviesan, y luego me encuentro con mis labios rozando
los tuyos. Me imagino tu respiración entrecortada, esa pequeña indicación
de que estás tan sacudida como lo estoy cada vez que nos tocamos. Luego
abro los ojos y no estás allí. Todo desaparece y me quedo solo en el vacío.
Quiero cerrar los ojos de nuevo, vivir en ese perfecto momento de tenerte en
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mis brazos.
—Colt...
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Estaba a punto de llorar, y no sabía qué decir. Él estaba ofreciendo su
alma con tanta pasión, tanto amor. Tenía que ser real. No había manera de
que no pudiera ser.
—¿Sabías que cada vez que me acerco a ti, me asusta la forma en que
me afectas? Y me asusta cuánto te necesito. O me asustaba. Pensé que era
feliz antes de conocerte, Brielle. No lo era. Y cuando te miro a los ojos, siento
que he encontrado lo que siempre le ha faltado a mi vida. Y no sabía que
había algo que faltaba hasta hace poco, pero ahora que te he tenido a mi
lado, no puedo volver a la existencia que tenía antes de ti, a la forma en que
era. Me haces sentir como que estoy volando. Por ti vale la pena aferrarse a
un para siempre, y no voy a tirar esto. Te prometo que si me das otra
oportunidad, nunca volveré a tratarte irrespetuosamente, y nunca voy a
decir otra mentira. Voy a abrazarte, a cuidar de ti, y a amarte.
Brielle ya no trató de detener las lágrimas. Este hombre la amaba, ¡a
ella!, la pequeña mimada Brielle Storm que había necesitado la intervención
de su padre para ayudarla a encontrarse a sí misma. De alguna manera,
Colt había logrado ver más allá de su fachada. Y realmente le gustaba la
mujer oculta en su interior. Cuando cayó de rodillas delante de ella y sacó
una caja de terciopelo negro de joyería, sus rodillas temblaron.
—Brielle, por favor acaba con mi miseria. Por favor sé mi esposa,
ayúdame a hacerme un hombre mejor.
Sus ojos brillaban a la luz de las velas detrás de ellos y la luna llena
colmaba el cielo estrellado, y Brielle no pudo permanecer de pie un segundo
más. Cayó de rodillas delante de él, puso sus manos en su rostro y rozó sus
labios contra los suyos.
—Yo tampoco quiero vivir otro día sin ti, Colt —susurró, y envolvió sus
brazos alrededor de su cuello.
—Te amo, Brielle. —Deslizó sus manos arriba y abajo, alejando la última
de sus preocupaciones.
—Yo también te amo, Colt. Sí, me casaré contigo. Mi corazón no me deja
hacer nada más.
Se sentó de nuevo, y se sintió despojada hasta que él levantó su mano,
sacó un diamante de corte cuadrado perfecto, y deslizó el anillo en su dedo
con un ajuste perfecto.
—Eres mi todo —le dijo, y selló su promesa con un beso.
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Tony y Hawk tuvieron que alejarse de la emocionante escena. Los dos
Página
hombres rudos estaban demasiado afectados por el hermoso momento que
acababan de presenciar.
Después de que Colt llevara a Brielle a través de la puerta principal, los
dos hombres afuera apagaron todas las velas, y luego la única luz brillando
en la vieja casa del rancho fue la de las estrellas, que parecían estar titilando
un poco más brillante en una de las últimas noches de verano.
Epílogo
Traducido por Lectora
Corregido por Pily
—Parece que vamos a tener al menos dos bodas este año —dijo Richard
mientras disfrutaba de un buen whisky con sus hermanos.
—Sí. Realmente admiro a Colt —dijo Joseph—. Siempre lo hice.
—Bueno, por supuesto que sí, porque es un buen hombre. Estoy
agradecido que haya encontrado esta tierra. Mi única queja es que me perdí
la mayor parte del romance.
—Fuiste muy afortunado con esa unión —dijo George con una sonrisa.
—Sabía que Brielle terminaría en el rancho, y la primera vez que conocí
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a Colt, era un dolor en el culo, pero me gustó y lo respetaba. Tenía la
esperanza de que las chispas volaran, pero no había puesto muchas
Página
esperanzas en él —dijo Richard—. Sabía que cuando les dije a los chicos lo
que quería de ellos que todos se volverían locos, pero también sabía que a
Brielle le tomaría más tiempo aceptar su desafío, y no había manera alguna
de que los chicos quisieran tener algo que ver con la ganadería. Parece que
cada uno de los negocios que he comprado ha aterrizado en las manos
correctas, al menos hasta ahora.
—¿Alguna vez les vas a decir que estabas esperando que ella y Colt se
encontraran? —preguntó George.
—¿Estás loco? Ella me despellejaría vivo.
—Sí, así es más o menos como nuestros hijos se sienten —dijo Joseph—
. Pero eso no importa. Lo único que importa es el resultado final, y eso es
un montón de nietitos y bisnietos, y sobrinas y sobrinos. Ojalá nos
hubiéramos conocido cuando comenzó este "viaje" en el que pusiste a tus
chicos. No hay nada que me guste más que un poco de intromisión.
—No podría estar más de acuerdo, hermano —dijo Richard—. Además,
estoy muy por detrás en el departamento de los nietos, así que será un
placer encontrarme contigo.
—Por la forma en Colt y Brielle se miraban el uno al otro en nuestra
última visita, apuesto a que no pasará mucho tiempo —le dijo Joseph.
—Creo que es el momento de visitar a Lance de nuevo. Quiero ver lo que
ese chico está haciendo. Tengo la sensación de que va a ser mi sobrino
favorito —dijo George con una sonrisa.
—Ah, todos son mis favoritos —dijo Joseph, y lo decía en serio. No había
uno de los chicos al que amara más que al otro. De acuerdo, tenía que
admitir que su nieta Jasmine tenía un lugar muy especial en su corazón.
—Incluso el más fuerte de ellos cae, George. Lance luchará hasta el final,
pero es solo cuestión de tiempo antes de que se entregue a su destino, y sin
duda incluye el verdadero amor... —dijo Richard.
Los tres hombres chocaron sus copas.
200
Página
Próximo libro
El multimillonario Tanner Storm lo tiene todo:
es apuesto, rico, y nada lo mantiene bajo presión.
Entonces, su padre decide jugar con él y sus
hermanos, entregándole un complejo de
apartamentos en el centro de Seattle con el que
Tanner no quiere tener nada que ver. Cuando las
condiciones de los términos de su padre aseguran
que haga algo con este edificio o perderá su
herencia, en un primer momento piensa, ¿y qué?
Pero entonces se convierte en un desafío que tiene
que aceptar, porque él nunca se ha echado para
201
atrás. Decide derribar el edificio y empezar de
nuevo con algo mucho más atractivo que se
Página
sumará a su cartera.
El único problema es que los residentes no
quieren irse, y en virtud del contrato con su padre, no puede obligarlos a
salir. Cuando termina ante el juez Kragle con todas las quejas presentadas
en su contra, el juez decide que el mejor castigo para él será dos semanas
de vida en el complejo de apartamentos y dos semanas de servicio a la
comunidad, haciendo de Santa Claus en el centro comercial. ¡Perfecto! Esta
no es la Navidad de sus sueños.
La trama se complica cuando conoce a su vecina, Kyla, y cae en la lujuria
instantánea. ¿Resultará ser el ángel secreto de Tanner, o va a olvidar todo
sobre ella en el momento en que se vaya?
Acerca de la
autora
Melody Anne es la autora de la popular serie
Billionaire Bachelors y Baby for the Billionaire.
También tiene series para jóvenes adultos: Midnight
Fire y Moon Midnight —Rise of the Dark Angel. Ha
estado escribiendo durante años y publicó por primera
vez en 2011. Tiene un título de licenciatura en
negocios, por lo que le encanta escribir sobre fuertes y
poderosos empresarios.
202
Cuando Melody no está escribiendo, le gusta pasar
tiempo con su familia, amigos y mascotas. Vive en un
Página
pequeño pueblo que ama, y está involucrada en
muchos proyectos comunitarios.
Puedes visitar su sitio web en: www.melodyanne.com. Responde a todas sus
fans y espera con mucho interés tus opiniones y que disfrutes de sus
historias.