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La 

historia de la humanidad ha sido representada a través de textos y artículos que


documentan el paso de los años y los cambios que se dan en todas partes del mundo.
Tanto nuestros progresos como nuestros declives han sido documentados y
estudiados para crecer como sociedad, y el arte no es la excepción. En la pintura, por
ejemplo, se pueden ver plasmados los cambios de época, las luchas de poder, las
nuevas formas de pensar e incluso las nuevas formas de ver el mundo. Te
presentamos aquí diez de las obras más trascendentales de la historia ya sea por
lo que representan, por lo que esconden o por el impacto que han tenido en la
humanidad.

1. Mona Lisa, Leonardo da Vinci

También conocida
como La Gioconda, es una de las obras más conocidas del artista italiano Leonardo
da Vinci y una de las más visitadas del mundo. Es un gran ejemplo de la técnica
del claroscuro e hipnotiza por la enigmática sonrisa de la dama retratada.
Actualmente se exhibe en el Museo Louvre en París.
2. La Última Cena, Leonardo da Vinci

Esta pintura de da Vinci es la representación de la última cena, narrada en el


Evangelio de San Juan. Es una obra clave del Renacimiento y todo un tratado de
perspectiva. La Última Cena está pintada al óleo sobre yeso, una técnica no utilizada
antes en la pintura mural, por lo que su restauración ha sido un proceso complicado.
Hoy en día se encuentra en La Iglesia de Santa Maria delle Grazie.
3. Guernica, Pablo Picasso

Guernica es probablemente una de las obras más


trascendentes del pintor Pablo Picasso e igual una de
las más impactantes por el tema que toca. A través de
esta creación, Picasso ilustra la tragedia del bombardeo a
la ciudad de Guernica durante la Guerra Civil Española,
por lo que se ha convertido en uno de
los símbolos más destacados en contra de la
guerra. Actualmente se exhibe en el Museo Nacional
Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, España.

4. Las Meninas,
Diego Velázquez
Las Meninas es considerada la obra maestra de Diego Velázquez,
el artista español del Siglo de Oro. Este óleo sobre tela de 1656
es la de mayor formato realizado por Velázquez. Con una
composición en planos, que el artista logra representar por medio
de las distintas entradas de iluminación, muestra una escena
cotidiana de la corte de Felipe IV. En ella los límites
entre pintura y realidad se desdibujan y sin precedentes se
suspende el tiempo y el propio artista aparece dentro de la obra.
Actualmente se exhibe en el Museo del Prado.

5. La Noche Estrellada, Vincent Van Gogh


Esta obra, por el famoso pintor postimpresionista, es una vista
nocturna desde el sanatorio de Saint Rémy, lugar donde Van
Gogh residió pocos meses antes de su muerte. La técnica
del impasto es utilizada por el artista para mostrar una noche
inquieta y vibrante, por medio del contraste entre el amarillo
intenso sobre empastes azules. Se exhibe en el Museo de Arte
Moderno de Nueva York.
6. El Grito, Edvard Munch

Esta obra del artista holandés Edvard Munch es un ejemplo de la


pintura expresionista, donde el paisaje se une al sentimiento del
protagonista. Con un rostro deformado el entorno parece hacer eco
de su expresión, que contrasta con un fondo naranja, donde dos
figuras parecen alejarse sin percatarse del torbellino
emocional que expresa la obra. Tiene varias versiones, la primera,
expuesta en 1893, se encuentra en la Galería Nacional de Oslo.
7. Capilla Sixtina, Miguel Ángel

Encargada por el papa Julio II, la bóveda de la Capilla Sixtina es una obra singular
de Michelangelo Bonarotti quien realizó esta magna obra sin ser considerado
propiamente un pintor. En los nueves recuadros centrales se muestra un
programa iconográfico de las historias del Génesis, desde la creación, la caída del
hombre, el diluvio y el renacer de la humanidad con el Arca de Noé. Sobre las
columnas, pintó cinco Sibilas y siete Profetas. Posteriormente el papa Clemente VII de
Medicci le encargó pintar la pared del altar con el Juicio Universal.
8. Nenúfares, Monet

En el sótano del Museo de l´Orangerie se encuentran los famosos Nenúfares de


Monet. Fue dedicado por el pintor a Francia como símbolo de la paz, luego del
firmado del Armisticio de 1918. Es llamada “La Sixtina” del impresionismo.
Muestra lirios en el agua, raíces y el reflejo de los árboles y de las nubes dando la
ilusión del infinito natural.
9. La Persistencia de la Memoria, Salvador Dalí

Reconocido como una obra maestra del surrealismo por su atmósfera onírica


representada por relojes que se derriten en medio del desierto. Alude al tiempo y a la
medida de una eternidad que parece no conocer la humanidad. La inquietante
creatura que se encuentra sobre la arena dibuja un perfil que probablemente es el del
autor, Dalí, quien parece dormir y soñar toda la escena. Se exhibe en el Museo de
Arte Moderno de Nueva York.
10. Rueda de Bicicleta, Marcel Duchamp

La Rueda de Bicicleta es el primer ready – made de Marcel Duchamp, toda una


serie de objetos que creó para desafiar las suposiciones que constituyen una obra de
arte. En este ready – made Duchamp combina dos piezas de producción masiva,
una rueda de bicicleta y un taburete, para crear una máquina sin funcionalidad
alguna. Con esto en mente, Duchamp continuó seleccionando objetos prefabricados y
llamándolos arte, acciones que cambiaron la experiencia del espectador y la óptica
de lo que es el arte. Actualmente se exhibe en el Museo de Arte Moderno de Nueva
York.

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