SESION 1 CM Fusionados
SESION 1 CM Fusionados
SESION 1 CM Fusionados
a) Unidades mineras nuevas: Toda unidad minera que inicie o reinicie su actividad a
partir de la vigencia de la presente Ley.
b) Unidades mineras en operación: Toda unidad minera que hubiere iniciado
operaciones con anterioridad a la vigencia de la presente Ley.
Al término de las actividades se procederá al cierre del resto de áreas y/o instalaciones,
que, por razones operativas, no pudieron cerrarse durante la etapa productiva o comercial.
Artículo 9º.- Modificación y actualización del Plan de Cierre de Minas
9.1. En caso el titular de la actividad minera modifique el Estudio de Impacto Ambiental
deberá, en el plazo máximo de un (1) año de aprobada dicha modificación, presentar la
modificación del Plan de Cierre de Minas. El Plan de Cierre de Minas también puede debe
ser modificado cuando se produzca un cambio sustantivo en el proceso productivo, a
instancia de la autoridad competente.
9.2. El Plan de Cierre de Minas será actualizado, por primera vez, luego de transcurridos
tres (3) años de su aprobación y posteriormente cada cinco (5) años desde la última
actualización aprobada. También debe ser actualizado si las actividades de cierre, según
lo establecido en el cronograma, se inician antes de los tres (3) años desde su aprobación.
Además, debe constituir garantía en la etapa productiva que comprende las medidas de
cierre progresivo, a favor del Ministerio de Energía y Minas o el Gobierno Regional
competente, para los principales componentes de acuerdo a lo que establezca el
Reglamento de la Ley.
Las garantías pueden ser conformadas por una o más de las modalidades siguientes:
1. Aquellas contempladas en la Ley 26702, Ley General del Sistema Financiero y del
Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros.
2. Transferencias bancarias debidamente certificadas, según lo establecido en el
Reglamento de esta Ley.
3. En Fideicomisos a que se refieren los artículos 241 o 274 de la Ley 26702, Ley General
del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de
Banca y Seguros.
4. Aquellas previstas en el Código Civil, a satisfacción de la autoridad competente.
La garantía financiera también puede ser destinada a cubrir los costos de las medidas de
mitigación ambiental, derivadas del abandono de la unidad minera en escenarios de
emergencia por peligro inminente, o riesgo de desastre, aun cuando tales medidas no
hayan sido determinadas en el Plan de Cierre de Minas aprobado. También puede ser
destinada a contratación de seguridad para resguardar los activos de la unidad minera,
así como los pagos de derecho de vigencia de las concesiones mineras, hasta que dichas
unidades cuenten con una nueva entidad administradora. Las medidas de mitigación
ambiental comprenden la ejecución de todo el ciclo de inversión pública.
La provisión contable del ejercicio destinada a cubrir el costo del Plan de Cierre de Minas
deberá registrarse a partir del ejercicio contable en que el titular minero deba constituir
garantía, según el cronograma aprobado por la autoridad competente.
El propietario del predio superficial, o cualquier tercero con interés, podrá solicitar también
la extinción de la servidumbre.
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS
El objetivo de la Ley Nº 28090, Ley que Regula el Cierre de Minas y del presente
Reglamento es la prevención, minimización y el control de los riesgos y efectos sobre la
salud, la seguridad de las personas, el ambiente, el ecosistema circundante y la
propiedad, que pudieran derivarse del cese de las operaciones de una unidad minera.
Las actividades mineras a que se refiere el artículo 2º de la Ley son las definidas en el
numeral VI del Título Preliminar del Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería,
aprobado por Decreto Supremo Nº 014-92-EM.
Todo titular de actividad minera está obligado a realizar el cierre de las áreas, labores e
instalaciones de una unidad minera, a través del Plan de Cierre de Minas regulado en el
presente Reglamento.
Las obligaciones y responsabilidades del titular de actividad minera respecto del Plan de
Cierre de Minas, no cesan por extinción del referido título. El uso minero y la servidumbre
minera comprenden las labores de cierre.
La presentación del Plan de Cierre de Minas es una obligación exigible a todo titular de
actividad minera, que se encuentre en operación, que inicie operaciones mineras o las
reinicie después de haberlas suspendido o paralizado antes de la vigencia de la Ley, y no
cuenten con un Plan de Cierre de Minas aprobado, sin perjuicio de lo señalado en el
artículo 4 del presente Reglamento.
En ningún caso se aprobará como parte del Estudio de Impacto Ambiental o del Programa
de Adecuación y Manejo Ambiental, ni de su ejecución, proyectos, labores o instalaciones
mineras que por su diseño, dimensión o naturaleza pudieran estar orientados a minimizar
el monto de las garantías del Plan de Cierre de Minas.
El Plan de Cierre de Minas debe ser presentado de acuerdo a los términos señalados en
el presente Reglamento, por los titulares de nuevos proyectos de actividad minera en el
plazo máximo de un año a partir de la aprobación del respectivo EIA y de la vigencia de
esta norma, para los titulares de actividades mineras en operación.
Sin perjuicio de la debida ejecución del Plan de Cierre de Minas aprobado, la Dirección
General de Minería en ejercicio de sus funciones de fiscalización y sanción, podrá
disponer la adopción inmediata de las medidas especiales que sean necesarias para
prevenir daños inminentes a la salud humana o al ambiente o corregir los que se
estuvieran produciendo.
La Dirección General de Minería evaluará los aspectos económicos y financieros del Plan
de Cierre de Minas, el cual debe incluir la estimación y sustento del presupuesto, así como
el plan de constitución de las garantías correspondientes.
Toda persona, natural o jurídica, puede presentarse ante la Dirección General de Asuntos
Ambientales Mineros del Ministerio de Energía y Minas, Dirección Regional de Energía y
Minas, sede del Gobierno Regional, Municipalidades Provinciales o Distritales y
presidencia de la comunidad correspondiente, para tomar conocimiento del Plan de Cierre
de Minas sujeto al procedimiento de aprobación señalado en el artículo 13 (etapas de la
evaluación del plan de cierre) del presente Reglamento.
Una vez consentida la Resolución Directoral que desapruebe el Plan de Cierre de Minas,
el titular de actividad minera debe presentar a la Dirección General de Asuntos
Ambientales Mineros, dentro del plazo de sesenta días hábiles, un nuevo Plan de Cierre
de Minas, el cual debe ser sometido a aprobación conforme al procedimiento señalado en
el artículo 13 del presente Reglamento.
20.1 El Plan de Cierre de Minas debe ser objeto de revisión y actualización cada 5 años
desde su aprobación. En caso el Plan de Cierre aprobado sea modificado antes de
transcurrido el plazo para su revisión y actualización, en dicha modificación podrá incluirse
su revisión y actualización.
En todas las instalaciones de la unidad minera el titular de actividad minera está obligado
a ejecutar las medidas de cierre establecidas en el Plan de Cierre de Minas aprobado, así
como a mantener y monitorear la eficacia de las medidas implementadas, tanto durante
su ejecución como en la etapa de post cierre.
El programa de monitoreo (ubicación, frecuencia, elementos, parámetros y condiciones a
vigilar) será propuesto por el titular de actividad minera y aprobado por la autoridad, el
cual será específico de acuerdo a las características de cada área, labor o instalación y
debe ser realizado hasta que se demuestre la estabilidad física y química de los
componentes mineros objeto del Plan de Cierre de Minas.
Concluido el cierre de las áreas, labores e instalaciones utilizadas por una unidad minera,
el titular de actividad minera debe continuar desarrollando las medidas de tratamiento de
efluentes y emisiones, monitoreo, mantenimiento o vigilancia que corresponda, de
acuerdo con el Plan de Cierre de Minas aprobado por la autoridad competente. La
ejecución de obras de ingeniería y de construcción de infraestructura para la rehabilitación
ambiental no están comprendidas en la etapa de post cierre.
La etapa de post cierre estará a cargo y bajo responsabilidad del titular de actividad minera
hasta por un plazo no menor de 5 años luego de concluida la ejecución del Plan de Cierre,
siempre que el titular demuestre que a través de la continuación de las
medidas indicadas en el párrafo anterior, se logrará la estabilización física y química de
los residuos o componentes de dicha unidad, susceptibles de generar impactos
ambientales negativos, en cuyo caso, se detraerá de las garantías un monto a valor
presente correspondiente al tiempo de post cierre adicional proyectado que sea necesario
o a perpetuidad según se requiera, a efectos de que el Estado, directamente o a través
de tercero, se encargue de mantener las medidas de post cierre establecidas. Los montos
restantes de la garantía serán devueltos al titular.
Artículo 39°.- Autoridad Competente para los Planes de Cierre de la Pequeña Minería
y la Minería Artesanal
Sin perjuicio de las funciones y atribuciones que se transfieran a los gobiernos regionales
dentro del proceso de descentralización, las atribuciones de aprobación, fiscalización y
sanción de los Planes de Cierre de Minas de la pequeña minería y la minería artesanal,
podrá ser delegada por el Ministerio de Energía y Minas a las Direcciones Regionales de
Energía y Minas, debiendo en su caso, el titular de actividad minera presentar la solicitud
de aprobación del Plan de Cierre de Minas ante tales autoridades, de acuerdo con lo
establecido en el presente Reglamento y las demás normas específicas que se aprueben
para este efecto.
El Presupuesto del Plan de Cierre de Minas debe incluir todos los montos directos e
indirectos que se deriven de las medidas de cierre de las labores, áreas e instalaciones
objeto del Plan de Cierre, así como los que estén relacionados con la supervisión,
contingencias, contrataciones de terceros, los de carácter complementario y sus
respectivos reajustes, los cuales serán manejados conforme a los principios de
contabilidad generalmente aceptados y las normas vigentes. Se entiende como montos
complementarios los siguientes:
41.1. Los relacionados con los servicios legales y administrativos para la cobranza y
ejecución de la garantía o para la cobranza del seguro, en los casos que corresponda.
41.2. En su caso, los honorarios o comisiones a favor del tercero que lleve a cabo la
realización del Plan de Cierre de Minas y los montos adicionales que pudieran generarse
para su movilización y la adecuada ejecución del Plan de Cierre de Minas.
41.3. Los honorarios a favor del fiscalizador externo que verifique la correspondiente
ejecución del Plan de Cierre de Minas. El Plan de Cierre de Minas incluirá un cronograma
de actividades y los desembolsos correspondientes por partidas.
El presupuesto del Plan de Cierre de Minas se calcula sobre la base del monto total
estimado conforme a lo señalado en el artículo anterior e incluye los siguientes aspectos:
42.1. El valor presente neto actualizado del Plan de Cierre de Minas, considerando como
base la fecha de ejecución de las medidas consideradas en dicho Plan.
42.2. El valor de las medidas de cierre progresivo y cierre final indicadas en el Plan de
Cierre de Minas.
42.3. Montos de rehabilitación ya ejecutados.
42.4. Importe de las garantías actualizadas constituidas en períodos anteriores.
42.5. Importe de las garantías por constituirse.
42.6. Valor de las medidas de post cierre. Este valor constituye una partida independiente
de las correspondientes a las medidas de cierre progresivo y cierre final, debiendo
utilizarse exclusivamente para la ejecución de las medidas de post cierre.
El presupuesto estimado del Plan de Cierre de Minas debe ser propuesto por el titular de
actividad minera, con el respaldo de la entidad consultora correspondiente. En la
ejecución es admisible una diferencia de hasta el treinta por ciento (30%) por debajo del
monto estimado en la última modificación o actualización del Plan de Cierre, tanto para
las medidas de cierre final, como para las de cierre progresivo que por su incumplimiento
hayan sido consideradas para efectos de la constitución de garantías, bajo
responsabilidad legal de quienes suscriban el Plan de Cierre. La Dirección General de
Minería aplicará al titular de actividad minera, las sanciones correspondientes en caso se
exceda la diferencia indicada, salvo que éste haya cumplido con implementar
satisfactoriamente, las medidas cuyo monto estimado fue menor.
En caso que una entidad consultora presente más de dos (02) Planes de Cierre de Minas
con montos estimados que difieran del porcentaje indicado en el párrafo anterior, dicha
entidad consultora será inhabilitada por la Dirección General de Asuntos Ambientales
Mineros, previa comunicación cursada por la Dirección General de Minería, para presentar
Planes de Cierre de Minas, hasta por un plazo de diez (10) años. Según la gravedad de
la falta, la sanción podrá consistir en la cancelación definitiva de la inscripción de la
empresa consultora en el Registro correspondiente.
El titular de actividad minera debe constituir la garantía, luego de la aprobación del Plan
de Cierre de Minas de acuerdo con el procedimiento establecido en el presente
Reglamento.
Artículo 46-A.- Garantía Preliminar para el supuesto b) del artículo 12 del presente
Reglamento
El titular de actividad minera que opte por el supuesto b) del artículo 12 del presente
Reglamento debe constituir, conjuntamente con la presentación del Plan de Cierre de
Minas, una garantía preliminar equivalente a: (i) doscientas UIT; o, (ii) al valor ascendente
al propuesto por él mismo en el Plan de Cierre de Minas presentado; en todo caso, el
monto que sea mayor. El valor que se determine es actualizado, anualmente, conforme
se indica en los párrafos siguientes. La Dirección General de Minería es la autoridad
competente para evaluar el cumplimiento de los requisitos exigidos en el presente artículo.
50.1 La garantía del plan de cierre aprobado se constituye dentro de los primeros veinte
(20) días hábiles contados desde el día siguiente que se notifica al titular de actividad
minera la autorización de construcción de la Concesión de Beneficio o la autorización de
actividades de exploración o explotación, de ser el caso.
En caso dicha notificación se hubiere producido durante el segundo semestre del año en
curso, el titular de actividad minera puede optar por constituir una garantía de hasta
dieciocho (18) meses, de modo tal que su primera renovación o actualización se produzca
dentro de los primeros 20 días hábiles del año ulterior siguiente. Para las siguientes
renovaciones o actualizaciones, se procede conforme a lo señalado en el numeral
siguiente.
50.2 La garantía debe ser renovada o actualizada, dentro de los primeros veinte (20) días
hábiles de cada año, sin perjuicio de la fecha en que se constituyó conforme al numeral
precedente.
50.3 Excepcionalmente, el/la titular de la actividad minera puede solicitar la suspensión
del plazo de presentación de la garantía a que se refiere el numeral 50.1 del presente
Reglamento, dentro del plazo otorgado en dicho numeral de considerar que se configura
un supuesto de caso fortuito, fuerza mayor o hecho determinante de un tercero que impida
el desarrollo de las actividades sobre las cuales se otorgó la autorización señalada en el
referido numeral 50.1. Para tal efecto, presenta una solicitud adjuntando la documentación
sustentatoria correspondiente, situación que debe ser evaluada por la Dirección General
de Minería en un plazo máximo de diez días hábiles de presentada la solicitud. La
Dirección General de Minería podrá autorizar la suspensión por el plazo máximo de un
año, el cual podrá ser ampliado por un año adicional en caso se demuestre la subsistencia
del supuesto de caso fortuito, fuerza mayor o hecho determinante de un tercero. La
excepción prevista en el presente párrafo no aplica para operaciones en marcha.
El monto de la garantía se calcula restando al valor total del Plan de Cierre de Minas, el
importe de los montos correspondientes al cierre progresivo - con excepción del importe
de las medidas de cierre progresivo señaladas en el artículo 48, los cuales no se
descuentan -, los montos de cierre que se hubieren ejecutado y el importe del monto de
las garantías constituidas que hubiere sido actualizado. La garantía se constituye con el
aporte de montos anuales, resultantes de la división del monto de la garantía, entre el
número de años de vida útil que le restan a la unidad minera. En caso que el titular de
actividad minera hubiera incumplido los plazos correspondientes a la ejecución del
presupuesto o las medidas de cierre progresivo, el importe total de las mismas debe ser
incluido en el monto anual de la garantía.
La garantía que constituya el titular de actividad minera debe tener en todos los casos, las
siguientes características:
55.1. Cartas fianza u otros mecanismos financieros equivalentes, emitidos por un banco
nacional o del exterior, de primer nivel, de acuerdo a lo señalado en la Ley del Sistema
Financiero y de Seguros y Ley Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros, sus
normas reglamentarias y en las disposiciones de la Superintendencia de Banca y
Seguros.
55.2. Pólizas de caución y otros seguros, sin beneficio de excusión, emitidos por entidades
nacionales o del exterior de primer nivel, de acuerdo a lo señalado en la Ley del Sistema
Financiero y de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros, sus
normas reglamentarias y en las disposiciones de la Superintendencia de Banca y
Seguros.
55.3. Fideicomiso en garantía sobre lo siguiente:
a. En efectivo.
b. Administración de flujo.
c. Bienes muebles e inmuebles distintos a las concesiones para actividades mineras y a
las instalaciones objeto del Plan de Cierre de Minas.
d. Valores negociables excluyendo aquellos emitidos por el titular de actividad minera.
55.4. Fianza solidaria de tercero en base a las modalidades señaladas en los numerales
anteriores, sin beneficio de excusión.
Una vez consentida la resolución, el titular debe constituir dentro de los diez (10) días hábiles
siguientes la garantía determinada, debiendo iniciar la ejecución de las medidas incumplidas
en un plazo máximo de cuarenta (40) días hábiles. En caso de riesgo para la ejecución del
Plan de Cierre es procedente la aplicación de medidas cautelares de carácter financiero o de
otra naturaleza que se requieran, incluso con la resolución directoral que declara el
incumplimiento del Plan de Cierre.
Para que la planificación del cierre sostenible sea eficaz, debe tenerse en cuenta el contexto
en que fue diseñado el proyecto minero, que se caracteriza principalmente por una ejecución
de alto riesgo y a largo plazo. La planificación del cierre variará a medida que avance el nivel
de diseño y la propia operación minera.
Sobre la base de lo formulado por el ICMM en esas herramientas se sostiene que, conforme
avanza el ciclo de vida de un proyecto minero, va disminuyendo el nivel de riesgo en la
planificación del cierre. Es decir, a medida que se acerca al final de la vida útil de la mina, el
riesgo asociado a la planificación de su cierre se gestionará de manera más predecible hasta
alcanzar niveles aceptables.
La caracterización oportuna del entorno y los conocimientos específicos del proyecto minero
permitirá elaborar planes de cierre que prevengan los posibles riesgos, de modo que el
margen de error en la estimación de los costos de cierre se irá reduciendo a medida que se
acerque el cierre final de la operación minera. En esa misma línea, las condiciones
ambientales del entorno de la mina y las condiciones propias de la geología del yacimiento
son variables que se irán dimensionando y valorando adecuadamente al planificar el cierre,
conforme transcurra la vida útil de la operación minera. Adicionalmente, otra fluctuación que
incide en el riesgo asociado a la planificación del cierre es la incertidumbre en los factores de
diseño de la ingeniería. Para una mayor interpretación del nivel del riesgo en la planificación
del cierre de una operación minera, en el diagrama 1 se presenta la interrelación entre el ciclo
de vida de un proyecto minero y el nivel de estudio requerido.
1. Exploración
En esta fase del ciclo de vida de un proyecto minero no hay garantías de que un proceso
de exploración concluya en la operación de una mina. De hecho, la exploración raramente
da lugar a la creación de una mina. Según Lowell (2014), solo uno de cada 300 o 500
yacimientos atractivos se convierten en una. Sin embargo, en la mayoría de los casos,
habrá impactos medioambientales y sociales que deberán gestionarse como parte del
cierre, incluidos el cierre de las vías de acceso y las plataformas de sondeo, la eliminación
de los desechos y las expectativas de las comunidades.
Una vez que se haya detectado un recurso mineral, será necesario evaluar el proyecto
para determinar si dicho recurso se puede explotar comercialmente.
3. Factibilidad
En esta fase, deben considerarse de forma precisa las implicaciones del cierre de la mina.
Además, es necesario examinar la viabilidad en las etapas previas a la producción a fin
de justificar la inversión continua de dinero en el proyecto. Por lo general, esos análisis
consisten en un estudio de alcance, uno de la viabilidad inicial y otro de la viabilidad final
o factibilidad. En esta etapa, es preciso evaluar el futuro impacto medioambiental o
realizar una evaluación del impacto.
4. Diseño detallado
5. Construcción
Las actividades de construcción en un proyecto minero son las primeras que introducen
cambios y tienen impactos visibles en el entorno y la comunidad. Es la fase del ciclo de
vida de los proyectos mineros que requiere un mayor nivel de empleo. Además, aporta
beneficios económicos en el corto plazo a la comunidad local (en especial a los negocios
locales) y a la economía de los países, lo que se refleja en el crecimiento del producto
interno bruto. Por lo general, las actividades de construcción incluyen:
6. Operación
La fase operativa de una mina puede extenderse durante muchos años; por lo general,
de 5 a 20 años y, en algunos casos, más de 50 años (como en el caso de las minas de
cobre Antamina, Toquepala y Cerro Verde). Durante ese período, se producirán cambios
en las operaciones, extensiones de la planta y modificaciones en la propiedad, y es
probable que se empleen métodos de gestión diferentes.
Por lo general, el cierre de los componentes mineros que se dejan de usar durante la
etapa operativa puede ser rentable por la disposición de recursos a lo largo de la vida útil
de la mina. Para ello, es necesario revisar regularmente las estrategias de cierre a fin de
garantizar su idoneidad, abordar las cuestiones principales del cierre y mantener la
coherencia con las expectativas de la comunidad y los requisitos reguladores. Todo eso
también debe reflejarse en un ajuste de las garantías financieras para una adecuada
implantación de las medidas de cierre.
Para contextualizar a modo de ejemplo, el cierre progresivo es un escenario que se da de
manera simultánea a la fase operativa de una mina, cuando un componente o parte de un
componente de la actividad minera deja de ser útil, como un depósito de desmonte o una
infraestructura auxiliar (almacén). Cuando ya no se utilizan más, los componentes se
someten a actividades de cierre como el desmantelamiento, la demolición, el
restablecimiento de la forma del terreno o la revegetación, de modo que ese cierre
temprano beneficia al titular, pues le permite reducir los costos del cierre final al contar
con el personal y los equipos ya en el sitio.
Uno de los principales objetivos del cierre satisfactorio de una mina es garantizar que la
salud pública y la seguridad futura de la comunidad no estén en peligro. La fase de cierre
de la mina puede también entrañar riesgos crecientes de seguridad para los empleados.
Es posible que, al hacer frente al cierre de la mina y la consiguiente pérdida de empleo,
estos tengan una menor motivación y moral, lo que podría conducir a problemas de
seguridad en el lugar de trabajo.
Otro objetivo del cierre es abandonar la mina en condiciones seguras para el medio
ambiente. Para ello, es necesario adoptar medidas que eviten o disminuyan el riesgo de
contaminación de los cuerpos de agua (superficiales y subterráneos) o los suelos. Cabe
destacar que esas medidas deben garantizar el control del riesgo ambiental a largo plazo,
habida cuenta de que las posibles fuentes de contaminación, como los depósitos de
relave, permanecen usualmente en el sitio y requieren, por ende, un mantenimiento y
monitoreo continuo sin un fin definido.
Finalmente, el cierre debe considerar también otros posibles impactos negativos de los
componentes mineros abandonados en la fauna, la flora o los ecosistemas del lugar.
SESIÓN 05: GESTIÓN DEL CIERRE DE MINAS EN EL PERÚ
Los costos derivados del cierre de una mina vienen determinados por las actividades
descritas en el instrumento de gestión ambiental, siempre dentro del contexto de los
riesgos, diferenciando según el tipo de labor minera, ya sea superficial o subterránea, y
considerando que los costos de las actividades de cierre representan costos ambientales.
Desde que se aprobó el Reglamento para el Cierre de Minas en el Perú, en 2005, hasta
fines de2019, el MINEM ha aprobado 647 expedientes asociados a la gestión del cierre
de minas, que fueron presentados por titulares del régimen general de minería. Dichos
expedientes comprenden planes de cierre primigenios, modificaciones y actualizaciones.
A continuación, se muestra la evaluación de los expedientes de plan de cierre de minas a
lo largo del tiempo.
El cierre de cada operación minera es sui géneris, ya que cada unidad minera presenta
condiciones geológicas únicas, condiciones ambientales propias de la geografía peruana
y políticas de cierre ajustadas a las directrices de cada empresa minera (gobiernos
corporativos). Las condiciones particulares de cada operación minera hacen que el costo
del cierre de minas no sea uniforme.
Cabe precisar que, con arreglo al marco normativo que actualmente regula el cierre de
minas en el Perú, dichas actividades de cierre abarcan:
La estimación de los costos a efectos del presente estudio es referencial, dado que cada
operación minera en el Perú tiene sus peculiaridades, que influyen de manera directa en
el cierre de una operación minera subterránea. Por citar un ejemplo, en el análisis de la
muestra del presente estudio se identificó que la unidad minera Condestable, con una
capacidad de explotación diaria de 7.000 toneladas métricas por día (t/d) y ubicada en la
franja costera de la capital peruana, operaba en una zona donde las precipitaciones eran
mínimas, lo que influía en que la estructura total del cierre estuviera valorada en 9 millones
de dólares (incluido un período de cinco años tras el cierre para alcanzar estándares
ambientales aceptables). Esa valoración de cierre sería un 100 % inferior al promedio del
cierre de las operaciones mineras subterráneas ubicadas en la cordillera de los Andes.
En lo que respecta a los costos de cierre de las operaciones mineras a tajo abierto, se
han diferenciado dos grupos de operaciones mineras: en las que la fase posterior al cierre
se ha proyectado para un período de cinco años, de conformidad con el marco normativo
actual, y aquellas en las que dicha fase se ha proyectado para un período superior a 30
años. En ese contexto, se presentan los cuadros 3 y 4, relativos a los costos promedio de
cierre de minas de las operaciones a tajo abierto.
Las operaciones a tajo abierto que tienen una extracción diaria de entre 5.000 t/d y
100.000 t/d y están referenciadas en el cuadro 3 corresponden a la extracción de oro.
Asimismo, es importante señalar que los cálculos comprenden el caso de la unidad minera
Quicay, ubicada en la región de Pasco. Según el expediente (MINEM, 2015), esa unidad
minera tiene una capacidad de extracción de 15.000 t/d y culminó su vida útil en 2017.
Conforme a la modificación del plan de cierre de minas realizada en 2015, el costo de su
plan de cierre se estimó en 2.386.334 dólares.
Por otro lado, al procesar la información de los planes de cierre de las operaciones a cielo
abierto, se determinó que la unidad minera Patibal (MINEM, 2016), ubicada en la región
La Libertad y con una capacidad de extracción de 10.000 t/d, tenía una vida útil hasta el
2021 y que su cierre estaba valorado en 4.857.003 dólares, de conformidad con la
actualización del instrumento de gestión ambiental realizada en 2016. En la actualidad, el
titular minero se encuentra en proceso de liquidación y las operaciones han sido
adquiridas por One Valley Peru SAC, filial peruana de VI Mining PLC. Durante el proceso
de supervisión ambiental realizado por el OEFA, se observó que en la unidad minera se
habían realizado operaciones en un tajo que no se había incluido en el instrumento de
gestión ambiental (OEFA, 2017), por lo que su explotación no estaba autorizada. En el
gráfico 7, se muestra la dispersión que tiene la estimación de los costos de las actividades
de cierre total (cierre progresivo + cierre final + intervenciones posteriores al cierre) en la
muestra seleccionada de operaciones mineras a tajo abierto cuya proyección tras el cierre
abarca solo cinco años.
3. Garantía ambiental
Con arreglo al marco normativo de cierre de minas del Perú, en la actualidad el 98% de
los titulares mineros han presentado cartas fianza como mecanismo financiero para
consignar la garantía ambiental estipulada en el artículo 46 del Reglamento para el Cierre
de Minas. El 2% de los titulares mineros distribuyen la consignación de la garantía
ambiental entre pólizas de caución y fidecomisos en garantía, y hasta la fecha no se han
registrado fianzas solidarias.
Los montos de la garantía ambiental se estiman sobre la base de los costos de las
actividades de cierre aprobados en el plan de cierre de minas. Para las operaciones
mineras a tajo abierto y/o subterráneas (que proyectan sus actividades posteriores al
cierre para un período de cinco años) el promedio de la garantía se prorratea en un 65%
del costo total. Por otro lado, en las operaciones a cielo abierto cuyas proyecciones
posteriores al cierre abarcan 30 años o más, la consignación de la garantía se prorratea
en un 80 % del costo total. Esto se debe a que en el cálculo de la garantía ambiental no
se consideran los costos del cierre progresivo (véase el gráfico 8).
Gráfico 8: Estructura del costo total de los planes de cierre de minas (en
porcentajes)
Como parte del análisis de la información incluida en los planes de cierre, se determinó la
estructura de los siguientes costos significativos:
En consonancia con el análisis que figura en el capítulo II-C del presente estudio, el papel de
la supervisión reviste una gran importancia a la hora de asegurar el cumplimiento de los planes
de cierre de minas en su etapa de cierre final y la fase posterior al cierre, pero especialmente
en la etapa de cierre progresivo, puesto que las actividades desarrolladas en ese período no
se contemplan en el cálculo de la garantía ambiental.
Los criterios de certificación del cierre deberían incluir las propiedades del ecosistema, las
condiciones de línea base y el paisaje, sin limitarse a sesgar el análisis exclusivamente en los
parámetros químicos del agua o el aire. Esos criterios tienen que traducirse directamente en
un manual de supervisión de las actividades de cierre progresivo y cierre final. Adicionalmente,
la reglamentación debe especificar que, para todo cierre progresivo, es preciso remitir
previamente la ingeniería de detalle del cierre a la entidad supervisora para su validación
oportuna, además de aclarar qué información se debe incluir en los informes semestrales.
SESIÓN 06: GUÍA PARA LA ELABORACIÓN DE PLANES DE CIERRE DE
MINAS
1. INTRODUCCION
1.1 OBJETIVOS
Esta Guía presenta un formato estándar para la preparación de los planes de cierre
de minas en las diferentes etapas del ciclo de vida de la mina. Conjuntamente con
el EIA se requiere un plan de cierre conceptual, seguido por un plan de cierre
detallado, que incluye la estimación de costos, antes del inicio de la etapa de
operación. El plan de cierre debe ser actualizado durante la vida operativa de la mina
con el fin de reflejar cualquier cambio en el diseño y operación de la mina, así como
las actividades progresivas de rehabilitación. A medida que se acerque el fin de la
vida de la mina se preparará una versión final del plan de cierre.
En la práctica, el diseño del cierre requiere que el titular minero adopte dos formas
de trabajo:
• Una estrecha coordinación entre el diseño de la mina y los cambios en el plan
de operaciones durante la vida de la mina, considerando las condiciones
ambientales y sociales durante la operación y el cierre.
• Comunicación permanente y compromiso entre el titular minero y los
gobiernos, así como las comunidades y grupos de interés potencialmente
afectados para definir objetivos realistas y desarrollar e implementar planes
de manejo adecuados.
El cierre de minas incluye actividades que van desde la elaboración del plan de
cierre conceptual al inicio del proyecto, la realización de las actividades de cierre
progresivo durante la operación, las investigaciones durante la operación de la mina
para determinar las mejores técnicas que formarán parte del plan de cierre, las
actualizaciones periódicas del plan de cierre, la ejecución de las actividades de
cierre final y las actividades post cierre identificadas en el plan.
El art. 20° numeral 2 indica que la Dirección General de Minería del MEM
también podría requerir una actualización del plan de cierre y el estimado de
costos, en el caso que el fiscalizador identifique cambios en las actividades
de minado y/o actividades de rehabilitación progresiva que afecten de
manera significativa el costo del plan de cierre de mina.
En este plan de cierre final, el titular minero deberá evaluar los riesgos
relacionados con los componentes que, por razones operativas, no hayan
sido sometidos a cierre progresivo. Para este efecto, se deberán establecer
las especificaciones detalladas de las tareas de cierre, realizar procesos de
consulta en relación al cierre de la mina, y evaluar cualquier cambio en el
plan de operaciones ocurrido durante la vida de la mina. La versión final del
plan de cierre de la mina presentará:
Los objetivos de cierre temporal difieren de los objetivos de cierre final porque, por
definición, el cierre temporal no es una condición permanente y se espera que la
mina vuelva a su condición de operación en un período no mayor de tres (3) años.
En caso contrario, se entiende que se trata de un escenario de cierre final, por lo
que las medidas de cierre final deberán ser implementadas. Normalmente, los
objetivos de cierre temporal priorizan los problemas de salud y seguridad, así como
la estabilidad física y química en el corto plazo. En el caso de que las circunstancias
sean adversas para el reinicio de la operación, será necesaria la revisión del Plan
de Cierre y su posterior implementación.
1.4.3 Cierre Final: El cierre final comienza cuando, a consecuencia del agotamiento
de los recursos minerales económicos, cesan las operaciones de minado y de
procesamiento. El cierre final es la ejecución de las actividades contempladas en la
última modificación del Plan de Cierre aprobada por el Ministerio de Energía y Minas
para cumplir con los objetivos ambientales y sociales específicos. El cierre final
comprende el desarrollo de actividades tales como:
2.1 INTRODUCCIÓN
• Proporcionar información sobre el proponente (el titular), tal como razón social,
dirección, teléfono, fax, correo electrónico, número de RUC y representante legal.
• Proporcionar un organigrama del proyecto, incluyendo los nombres del gerente de
la mina, el personal de alto nivel responsable de las actividades de cierre de la
mina, y el nombre del(los) representante(s) encargado(s) de la administración del
proyecto.
• El nombre de la entidad consultora responsable de la preparación del Plan de
Cierre de Minas y del personal responsable en función de los principales
componentes del plan de cierre.
Las medidas de cierre deberán ser consistentes con los objetivos propuestos (e.g., si los
objetivos de uso final del terreno no consideran la rehabilitación del terreno devolviéndolo
a su condición previa a la perturbación, sino hasta alcanzar una condición biológicamente
autosostenida, entonces los programas de establecimiento de formas del terreno y
revegetación deberán ser consistentes con el objetivo propuesto de uso final del terreno).
El plan de cierre deberá considerar las siguientes condiciones de cierre para cada
componente de la mina:
Difícilmente ocurre una condición "walk away" en la totalidad de una operación minera.
No obstante, se pueden aplicar condiciones "walk away" a determinados componentes de
una operación minera y, de ser aplicables, éstas son preferibles frente a las soluciones de
cuidado pasivo o activo debido que minimizan la carga para las generaciones futuras. En
la práctica, no obstante, gran parte del sitio minero cerrado en forma definitiva requerirá
condiciones de cuidado pasivo o activo.
3.2 COMPONENTES DEL CIERRE (2.0)
Esta sección proporciona una descripción en detalle de cada uno de los componentes del
proyecto que se estima existirán, tanto las instalaciones de mina superficial o subterránea
como las instalaciones de procesamiento del mineral y manejo de residuos y las
instalaciones auxiliares, incluyendo plantas de chancado y molienda, plantas de beneficio,
pilas de lixiviación, plantas hidrometalúrgicas, fundiciones y refinerías, depósitos de
relave, botaderos de desmonte y depósitos de escorias, maestranzas, plantas de energía,
talleres, áreas de embarque y despacho, depósitos para concentrados, canteras para
material de préstamo, caminos de acceso y en general todas las instalaciones que habrán
apoyado el desarrollo de la actividad minera como se indica a continuación. El nivel de
detalle proporcionado para cada componente deberá corresponder al de un estudio de
factibilidad y deberá ser suficiente para sustentar el diseño y la estimación de costos de
las medidas de cierre.
• La historia (si la hubiera) de inestabilidad del basamento en las paredes del tajeo
o en el pilar corona.
• Las medidas de soporte del terreno que se iniciaron o están planificadas como
parte de las actividades mineras.
• La configuración de cada uno de los pilares corona, incluyendo longitud, intervalo,
espesor, geología básica y características estructurales.
• La naturaleza y la composición de cualquier relleno.
• La clasificación del recubrimiento, incluyendo tipos y espesores de suelo,
propiedades típicas del suelo, la topografía de la interface recubrimiento /
basamento rocoso y régimen de aguas subterráneas.
• El nivel esperado de agua en los trabajos de minado luego del cierre, incluyendo
la ubicación (si la hubiera) en donde el agua de la mina drenará hacia la superficie.
• Cualquier interacción esperada entre el agua de la mina durante los trabajos de
inundación, con las minas, pozos o cuerpos de agua superficiales adyacentes.
• La “línea segura” que define el alcance pronosticado de cualquier colapso hacia la
superficie sobre los pilares corona, así como las bases de la predicción.
Proporcionar planos de cada tajo abierto, a una escala apropiada que muestren:
Proporcionar los siguientes datos para cada tajo abierto existente o propuesto:
Proporcionar los siguientes antecedentes de los datos geoquímicos (sustentados por los
correspondientes informes de laboratorio):
El pilar corona superficial se define como el cuerpo horizontal conformado por roca
remanente o existente sobre la parte superior de una labor subterránea y tiene como
requisito preservar la seguridad personal y ambiental.
Una vez que se ha evaluado la estabilidad para un pilar corona, se establece un “factor
de seguridad” y/o “probabilidad de falla”. Esta medición establece si es necesario realizar
la rehabilitación o el monitoreo si la estabilidad del pilar corona presenta algún riesgo
potencial para el entorno.
En función a las características del macizo rocoso del que está constituido el pilar corona
y de sus condiciones de carga, es posible que se presente uno o una combinación de los
siguientes mecanismos de falla:
Figura 01: Mecanismo de falla del pilar corona por fracturamiento de roca
• Método empírico: Análisis de Ancho Escalado (CANMET 1990, Carter 1992, 2002).
Un método empírico ampliamente usado en la industria minera para evaluar la
estabilidad de pilares corona, es conocido como el método del “Scaled Crown Pillar
Span” que fue desarrollado como procedimiento empírico para el
dimensionamiento de geometrías de pilares cercanos a superficie en etapas de
abandono. Se desarrolló a partir de una serie de casos que permitieron elaborar
una base de datos de las condiciones geométricas y geomecánicas. El método
consiste en estimar dos factores:
Donde:
El MINEM publicó la “Guía Para el Diseño de Tapones para el Cierre de Labores Mineras"
(2007), la cual establece los lineamientos generales para el diseño, construcción y
evaluación de tapones. En tal sentido, el presente subcapítulo resume y complementa las
principales actividades que se deben considerar en el diseño de tapones para el cierre de
labores mineras y no sustituye a la guía existente.
2.2.1 Geología
2.2.2 Geomecánica
Esta sección tiene por finalidad determinar las propiedades de los materiales (suelo y
roca) presentes, basándose en investigaciones de campo, recopilación de información y
ensayos de laboratorio. Las actividades principales a desarrollarse son las siguientes:
• Falla por corte: Se produce la falla a través del concreto, a lo largo del contacto de
la roca con el concreto o a través del macizo rocoso.
• Falla por flexión: Se consideran los esfuerzos de flexión y tracción. Generalmente,
se presenta como una falla confinada a través del mismo material del tapón.
• Falla por filtración excesiva: Falla debida a efectos de erosión producto de un
gradiente hidráulico elevado a lo largo del eje del tapón.
• Falla por levante hidráulico: Falla que ocurre a lo largo de la interfaz roca/concreto,
en discontinuidades y/o como rotura hacia la superficie.
• Falla por descomposición química o física del concreto del tapón: El tapón puede
verse afectado debido a los efectos negativos que pueda generar cualquier ataque
químico a lo largo del tiempo sobre el concreto. Por tal motivo, se debe caracterizar
adecuadamente el agua que retendrá el tapón y determinar las medidas de
prevención correspondientes.
• Falla debido a cargas dinámicas: Falla debido a las cargas dinámicas de impactos
de ariete hidráulico e impactos dinámicos, sobre todo cuando éste está construido
en zonas donde la actividad sísmica es relevante.
En la elección del método de cierre a emplearse en una labor minera subterránea tiene
gran influencia la relación entre la calidad del macizo rocoso y presencia o no de agua,
debido a que -entre otros aspectos- la presión del agua reduce la resistencia al corte de
las discontinuidades, el contenido de humedad incrementa el peso unitario de la roca,
acelera la intemperización de las rocas débiles, produce la expansión de las rocas
expansivas y aumenta la deformabilidad del macizo rocoso. Los flujos de agua lavan el
relleno de las discontinuidades y obligan a implementar sistemas de drenaje, por tanto, el
cierre de una labor minera con agua inducirá a elegir esquemas de cierre con mayores
requerimientos que conllevan a incurrir en costos de cierre y post cierre más elevados.
• Geología: Es preciso contar con un estudio geológico del entorno de las labores
subterráneas, principalmente en zonas próximas a superficie, ya que aportará
información sobre el comportamiento del macizo rocoso y la estabilidad de la labor.
La presencia de diferentes litologías y suelos en la zona donde se instalará el
dispositivo de cierre induce a una variedad de circunstancias y propiedades de los
materiales (composición química, mineralogía, textura, resistencia, estado de
esfuerzos del macizo rocoso, otros) a considerar en la elección del tipo de cierre.
Para determinar el tipo de cierre a colocarse en una labor subterránea se debe contar con
una serie de estudios básicos, entre los que destacan el estudio hidrogeológico y el
geotécnico. Por un lado, la hidrogeología debe dar información de la cantidad y calidad
de agua a manejar en el post cierre. Así, el cierre puede ser seco, húmedo o hidráulico,
mientras que la información de las investigaciones geomecánicas y geotécnicas en el
entorno de la labor subterránea a cerrar nos permitirá elegir la ubicación más idónea para
emplazar el esquema de cierre y su requerimiento en cuanto prestaciones de
soportabilidad y resistencia del macizo rocoso.
• Cierre seco: Aplicado para labores subterráneas sin descarga de agua o con
caudal mínimo que no representa peligro a largo plazo. El cierre se construye
colocando una barrera o muro de concreto seguido de relleno de material estéril
hasta la superficie, cuyo objetivo es evitar el ingreso de agua y aire hacia el interior
de la misma.
• Cierre húmedo: Es aquel que permite la salida del agua desde el interior de la
mina, pero evita el ingreso de aire, para lograr este cometido, en la construcción
del cierre se instalan trampas de agua de diseño variado junto a la barrera de
concreto que va empotrada en toda la sección de la labor a cerrar.
En este tipo de labores se suelen considerar los accesos y desarrollos, como galerías,
túneles, bocaminas, rampas, planos inclinados y otros que por lo general se construyen
con poca inclinación. Una vez finalizada su vida operativa deben cerrarse para evitar
riesgos potenciales que afectarían a las personas y al ambiente, principalmente por la
descarga de aguas que pueden movilizar carga metálica.
Estas labores pueden ser de pequeño diámetro -como los sondeos de investigación- o de
gran diámetro, como las chimeneas de extracción. Para su cierre, por lo general, se
recurre mayormente al colocado de tapones. En la Figura 03 se presenta el cierre de una
chimenea emplazada en roca de buena calidad.
En la construcción del tapón, se deberá proceder primero a excavar el material hasta una
profundidad de 1.5 veces la dimensión mayor de la chimenea, esto permitirá llegar hasta
la roca más competente y cercana a la zona que ha sido reforzada; desde este punto se
cortará la roca con una inclinación, a esa profundidad se realizará el encofrado de
sacrificio (abandonado), que permitirá la colocación del concreto reforzado con varillas de
acero. Se estima que el espesor del concreto vaciado puede alcanzar a ser el 1.20 m,
suficiente como para soportar el peso del material que se coloque sobre él. Este valor
debe ser verificado con un método de diseño apropiado.
Figura 03: Esquema de cierre para chimeneas con loza de concreto y refuerzo en
paredes
• Evaluar la necesidad del tipo de cierre a colocar en cada labor subterránea a cerrar
(galerías, túneles, chimeneas, piques, sondeos, otros) para garantizar la seguridad
de las personas, así como la estabilidad física y la recuperación de las áreas
rehabilitadas y el medioambiente del lugar. Los esquemas de cierre elegidos
(tapones, barreras, muros, sellos, coberturas, rellenos y otros) deben permitir
lograr la estabilidad a largo plazo y evitar que se produzcan emisiones y descargas
incontroladas, inestabilidades, desprendimientos, subsidencias, inundaciones y
otros.