Tema 6 Museología Museografía
Tema 6 Museología Museografía
Tema 6 Museología Museografía
TEMA 6 - tema 6
TEMA 6
INVESTIGACIÓN, CATALOGACIÓN Y
DOCUMENTACIÓN APLICADA AL MUSEO
1. El museo como centro de investigación
1.1. La ciencia de la documentación
2. Sistemas de documentación y catalogación
2.1. El programa DOMUS
3. Criterios internacionales para la documentación en museos
3.1. La labor del CIDOC
3.2. Las propuestas de esquema
4. Movimiento de colecciones
4.1. 3 tipos de movimiento
- Para la propia actividad del museo, puesto que es necesaria para llevar a cabo la conservación,
exposición y difusión al público de los mencionados fondos.
- Para que el museo sea un centro de investigación hacia dentro y hacia fuera.
- Para demostrar la propiedad legal de las colecciones.
- Para la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales.
La documentación de un museo comprende las 4 funciones de registro, inventario, control de
movimientos y catalogación.
1. Registro: es un índice, lista o libro de control de entrada y salida de los objetos del museo, a
los que se les asigna un número de orden. Todo objeto que entre en un museo debe ser, en
primer lugar, inscrito con la asignación de un número en el registro, base del inventario general y
de los catálogos (tanto topográfico como sistemático, monográfico y razonado o crítico), para
conocer adecuadamente la ubicación de las obras. Las labores de registro, inventario y
catalogación se inscriben dentro del sistema de documentación, a ser posible siguiendo las
directrices del ICOM y dentro de un programa informático que no excluye las bases de datos
tradicionales en papel.
2. Inventario: es un listado más o menos completo de la totalidad o de una parte de los fondos de
un museo. Tiene como finalidad identificar pormenorizadamente los fondos asignados al museo
y los depositados en él, con referencia a la significación científica o artística de los mismos, y
conocer su ubicación topográfica. El inventario se lleva a cabo por orden cronológico de entrada,
para lo que el ICOM recomienda una triple cifra (año de entrada abreviado/ número de entrada/
número de orden dentro de la colección).
3. Control de movimientos: Las funciones de registro e inventario de colecciones son
susceptibles de desarrollo diverso según el soporte que se utilice para asentar los datos: libros o
fichas manuales, o soportes tecnológicos avanzados, pero implica necesariamente la existencia
de un departamento de registro en el museo que, no sólo atiende las funciones urgentes de
control y registro, sino que se encarga de controlar todos sus movimientos (verticales,
horizontales, interiores y exteriores).
4. Catalogación: resultado de una cuidadosa investigación, es la ordenación de la totalidad o de
una parte de los datos de un museo, estableciendo unas categorías previas. Catalogar quiere
decir numerar y juntar, pero a diferencia del libro de registro, los catálogos se utilizan para
facilitar el servicio de los sistemas de documentación y para tener acceso más fácil y rápido a las
informaciones que se usan más a menudo. La catalogación es labor irrenunciable de los
conservadores. Existen cuatro modalidades de catálogo:
• Catálogo topográfico, atiende y especifica con todo detalle la ubicación de las obras de un
museo, con acompañamiento de datos y comentarios a la influencia del medio, de la instalación
y posibles cuidados especiales.
• Catálogo sistemático, da a conocer los objetos en relación con el cuadro artístico, arqueológico
o histórico del territorio. Es el resultado de la clasificación según un orden científico conveniente
a la naturaleza de los fondos.
• Catálogo monográfico, es el “expediente científico” de cada obra del museo, cada una de sus
fichas contiene o resume los contenidos de los otros dos catálogos además de acoger más
particulares no contemplados en ellos. Aquí se incluyen todos los documentos referidos a cada
obra.
• Catálogo razonado o crítico, no sólo clasifica científicamente las obras de un museo, sino que
también las describe, discute, desentraña su historia, las valora e interpreta con la mayor
objetividad posible.
Un catálogo suele definirse genéricamente como la ordenación de la totalidad o de una parte de
los datos de un museo, estableciendo unas categorías previas. Catalogar quiere decir numerar y
juntar; de hecho, significa dividir los datos en subdivisiones comprensibles. Los catálogos se
utilizan para facilitar el servicio de los sistemas de documentación y para tener acceso más fácil
y rápido a las informaciones que se usan más a menudo.
2. Sistemas de documentación y catalogación
“La información (sobre la documentación) puede referirse a objetos, fotografías, películas, libros,
archivos, etc. Puede incluir descripciones físicas, noticias históricas, detalles de la adquisición,
indicaciones de ubicación, informes del trabajo realizado con los objetos en el museo, etc. La
información sobre las colecciones no es uniforme. Sabemos mucho sobre algunos objetos, y
muy poco sobre otros. Necesitamos registrar diferentes cosas sobre diferentes tipos de objetos.
La información puede acumularse y cambiar a lo largo del tiempo. Se descubren nuevos hechos,
las opiniones cambian. Los objetos se mueven, cambian su valor, o son restaurados,
fotografiados e incluso transferidos a otras instituciones. Los sistemas de documentación de las
colecciones deben ser capaces de acomodarse a esta variedad y constante cambio”.
Desde 1993 se viene trabajando en el Ministerio de Cultura y desde la Dirección de Museos en
la sistematización de las normas documentales, tanto en lo relativo a la catalogación y
tratamiento técnico-administrativo de los fondos museográficos, como al establecimiento de
terminologías para la clasificación, denominación y descripción de diversos tipos de ítems. La
primera fase del trabajo se sintetizó en un documento titulado Proyecto de normalización
documental de museos: Elementos para una aplicación informática de gestión museográfica y
que, más que un manual de documentación, es un informe técnico sobre una propuesta de
actuación. La idea nació tras un análisis del estado de la cuestión que había sacado a la luz la
enorme disparidad existente, la diversidad de sistemas de trabajo y la falta de criterios comunes,
aumentando más si el análisis se extendía a centros no dependientes de la Administración del
Estado.
Tal y como se gestionaba la documentación tradicionalmente existían deficiencias como que
resultase complicado recuperar las informaciones adecuadas para uso del centro o de
investigadores externos, o la complicación que supone el no compartir la terminología o los
criterios de ordenación entre los antecesores, compañeros o diferentes centros. Con la
implantación de la informática en la vida cotidiana, se inició también la informatización de los
centros museísticos y, al mismo tiempo, la creación de sistemas comunes que facilitasen, no
sólo la gestión y almacenamiento de datos en un museo concreto, sino la relación con los demás
museos.
La práctica actual en cualquier Museo demuestra la utilidad y necesidad de contar con un control
sistemático de su información, facilitada por el tratamiento electrónico, con diversas finalidades:
- La gestión efectiva y ágil de los registros, inventarios y catálogos de los centros.
- La eliminación de las tareas de ordenación manual y duplicación de documentos que implican
los múltiples archivos que necesita el funcionamiento del Museo.
- La simplificación de los trámites administrativos que los museos realizan por las incidencias de
cualquier tipo que afectan a sus colecciones.
- El control administrativo por parte de los Servicios Centrales, en particular de los registros de
BIC, de los fondos custodiados en los museos.
- La mejora del servicio a los investigadores y de la oferta cultural al público.
La finalidad básica es la unificación de la gestión documental y administrativa del Patrimonio
Histórico Español, y su máxima difusión entre las instituciones y unidades administrativas del
área. No obstante, respecto a su ámbito de aplicación, las distintas situaciones jurídicas y
dependencias administrativas de las instituciones no permiten una extensión reglamentaria y
uniforme del sistema, sino sólo su implantación inicial en los centros exclusivamente
dependientes del Estado. La demostración de su utilidad, el convencimiento común de la
necesidad de una “unificación técnica y documental” y el trabajo en colaboración, unido a las
facilidades de apoyo técnico que el Ministerio pueda prestar, permitirán su gradual extensión a
todos los centros interesados. El Servicio de Documentación depende de la Subdirección
General de Museos.
En los inicios del proyecto de Normalización Documental se formaron una serie de grupos de
trabajo sobre vocabularios técnicos especializados que, con mayor o menor fortuna,
desarrollaron su trabajo. En 2001 se retomó este importante capítulo del proyecto
desarrollándolo en varias líneas. En primer lugar, se ha impulsado la finalización y publicación de
algunos de los diccionarios/tesauros temáticos que en su momento quedaron más avanzados en
su elaboración. Junto a este tipo de tesauros especializados, se inició una nueva vía de trabajo
en 2001 consistente en la elaboración de tesauros generales aplicables a la catalogación de
bienes culturales, muebles e inmuebles. En esta línea, se encuentran en vías de realización los
siguientes tesauros:
- Clasificaciones genéricas de bienes culturales.
- Denominaciones de bienes culturales y sus componentes.
- Materias de elaboración y decoración de bienes culturales.
- Técnicas de elaboración y decoración de bienes culturales.
- Contextos culturales (períodos históricos, estilos artísticos y grupos culturales).
Para la elaboración de los Tesauros se ha desarrollado una aplicación informática llamada
Jerartes, que está previsto que sea la herramienta utilizada para la continua actualización de
tesauros utilizados por toda la red de usuarios Domus. Esta aplicación contendrá los tesauros
generales de Domus, recibirá las propuestas de nuevas incorporaciones de términos de los
museos usuarios, y devolverá a éstos los tesauros actualizados.
2.1. El programa DOMUS
La situación anterior a 1993 era tan dispar que imposibilitaba el proceso de informatización que
se intentaba acometer. Las causas de esta situación había que buscarlas en: las particulares
historias de cada centro, el predominio de la investigación sobre otras funciones del museo, la
particularización de los sistemas documentales en relación con la disciplina científica
predominante, la falta de análisis global de la mecánica del trabajo museístico, la carencia de un
concepto claro de servicio público (que sí existía en las bibliotecas), o la falta de rentabilidad
económica de una normalización de reglas catalográficas que sí existe en el ámbito de la
biblioteconomía. Para hacer frente y paliar esta situación nació el programa Normalización
documental de museos que evolucionó hasta la aplicación Domus.
El modelo de sistema de documentación de museos que se creó está planteado para servir a
museos de cualquier titularidad y especialidad, ya que se partió de la idea de que los museos
tienen más elementos en común que los que les separan, teniendo en cuenta que sus funciones
son siempre las mismas. Es un sistema construido en torno a cuatro tipos básicos de fondos:
museográficos, documentales, bibliográficos y administrativos.
Para la identificación, descripción y clasificación de estos fondos se proponen modelos de
estructuras de información, prácticamente iguales en el caso de los fondos museográficos y
documentales, ya que se consideran dos conjuntos conceptualmente paralelos, con similar valor
cultural e informativo. Además, se proponen mecanismos para que la interrelación entre los
cuatro tipos de fondos sea factible, de modo que no se conviertan en compartimentos estancos.
Domus es un sistema integrado de documentación y gestión museográfica informatizado,
desarrollado por el Ministerio de Cultura (MCU) (Subdirección General de Museos Estatales y
Subdirección General de Tratamiento de la Información), en colaboración con Transiciel España.
Domus responde básicamente al modelo de sistema de documentación informatizado propuesto
en el proyecto de Normalización Documental, aunque con las necesarias variaciones sobre el
modelo inicial debidas, tanto al propio desarrollo de la aplicación con las posibilidades e
imposibilidades técnicas que han ido surgiendo, como a nuevas ideas que han ido
incrementando los requerimientos iniciales a lo largo del desarrollo. El programa ha ido
evolucionando con los años. 12 acciones que Domus permite:
• Gestionar el proceso de ingreso de bienes culturales en las colecciones del museo.
• Registrar, inventariar y catalogar fondos museográficos y documentales.
• Asociar imágenes digitales en varios formatos al inventario/catálogo de bienes culturales.
• Registrar informes de conservación y describir análisis y tratamientos de restauración de las
colecciones, asociados a imágenes digitales de dichos procesos.
• Describir la documentación gráfica relacionada con los fondos museográficos y documentales.
• Gestionar el servicio de esta documentación gráfica a peticionarios externos.
• Gestionar el movimiento de fondos tanto dentro como fuera del museo (préstamos a
exposiciones, depósitos en otras instituciones…).
• Registrar y gestionar las entradas temporales de bienes culturales ajenos en el museo.
• Registrar, inventariar y catalogar la documentación del archivo administrativo.
• Gestionar diversos registros necesarios para la administración del museo: personal,
correspondencia, material, directorio de personas e instituciones…
• Gestionar la taquilla.
• Gestionar la tienda.
Domus integra diversas herramientas de control terminológico que permiten una mejor
recuperación de la información y posibilitan un futuro intercambio de información entre museos.
Cuenta además con un potente sistema de consulta a través de motores de base de datos
relacionales y documentales. Actualmente cuenta con un nuevo sistema para capturar imágenes,
procedentes de ficheros digitales o directamente desde escáner, y asociarlas tanto a fondos
museográficos y documentales como a informes de conservación y análisis y tratamientos de
restauración a través del módulo de Documentación Gráfica. Los datos de identificación de estas
imágenes se consignan en Documentación Gráfica y pueden ser visualizadas desde los módulos
de Catalogación de fondos museográficos y documentales, de Conservación, y de Consultas.
El CIDOC trabaja hoy estrechamente con el Getty Research Institute. La tendencia actual de los
organismos internacionales es la obtención de normas de información museística que permitan
ofrecer un modelo base para la unificación de prácticas que facilite la comunicación, el desarrollo
de un corpus de conocimiento para mejorar las prácticas del personal y, por último, facilitar el
intercambio de información.
Los tipos de normas sobre información en los museos pueden resumirse en cuatro puntos:
1. Normas sobre sistemas de información. Definen los elementos de sistema como los medios
de catalogación, gestión de las colecciones, administración del museo, etc.
2. Normas sobre intercambio de información. De las que se ocupan la ISO (Organización
Internacional de Normalización) y proyectos como el CIMI (Intercambio Informático de
Información Museográfica).
3. Normas sobre datos, para definir la estructura de los mismos (campos para registrar la
información y su relación) contenido (introducción de los datos con reglas de catalogación y
convenciones sintácticas) y valores (términos que se pueden utilizar).
4. Normas sobre procedimientos en operaciones en relación con la administración de las
colecciones, tales como el registro organización de movimientos dentro y fuera del museo, etc.
Existen otros importantes organismos como el MDA (Asociación para la Documentación de los
Museos en el Reino Unido) que creó un sistema de gestión documental para los museos
británicos (GOS), estableciendo unas fichas tipo para centralizar y controlar las informaciones
museográficas y que18 tuvo el mérito de basarse en un análisis meticuloso y en una estructura
segura de registro.
En los años 90 desarrolló el programa MODE, software popularizado en museos de tamaño
medio y pequeño. Ante la ausencia de legislación estatal, la MDA se erigió como organización
clave para el desarrollo de la documentación museográfica en ese país. En Alemania destaca el
proyecto Bildarchiv Foto Marburg. En Canadá la Red de Información del Patrimonio Canadiense
trabaja desde 1972 por la elaboración de normativas, con cursos de formación, difusión de bases
de datos, etc. En Italia, la labor de coordinación la lleva a cabo el Istituto Centrale peri l Catalogo
e la Documentazione (ICCD). En Francia se creó en 1971 un servicio de informática en el
Ministerio de Cultura que ha organizado varias bases de datos según especialidades artísticas
como JOCONDE (para pinturas y diseños) CARRARE (escultura), y continúa con el Inventario
General de Monumentos y Riquezas Artísticas de Francia, retomado por André Malraux en 1964;
y se trabaja en el proyecto Videomuseum asociación de museos y otras fundaciones para la
realización de un catálogo informativo exhaustivo de obras del siglo XX del patrimonio nacional
francés.
La iniciativa más interesante es la del Programa de Información en Historia del Arte del Instituto
Getty, creado en 1983 con la finalidad del desarrollo de normativas para asegurar la
accesibilidad de la información de historia del arte. La Museum Computer Network fue creada en
1967 con la intención de compilar un inventario de las colecciones de los museos.19 Desde el
ICOM, y para difundir sus directrices, entre otros objetivos, se publica la revista Museum, que
suele ser temática. Pero el primer documento que emitió fue en 1995, tras el análisis comenzado
en 1993 de la documentación presentada por los 19 países colaboradores.
Las fichas técnicas del CIDOC pretenden difundir, de una forma simple y concisa, una serie de
prácticas de documentación museística comúnmente reconocidas. Periódicamente publica las
fichas con la intención de contribuir a la homogeneización y a la sistematización de toda la
documentación que los museos producen y gestionan en el mundo20. El CCO (Cataloging
Cultural Objects: A Guide to Describing Cultural Works and Their Images) es un manual para
10
de atribución de la obra. Es recomendable que las obras aparezcan por orden cronológico en el
catálogo. Materia, procedimiento, técnica y soporte de la obra. Medidas (altura x anchura x
profundidad) en centímetros, las muy grandes en metros y las láminas o planchas de grabado,
litografías, etc. en milímetros. Firmado (y rubricado, si lo está) y el lugar. Si aparece fechada la
obra por su autor y dónde. Otras firmas, signos o inscripciones de la obra. Procedencia y
propietario actual. Número de catálogo del museo propietario de la obra. Vicisitudes en la
realización de la obra. Vicisitudes en la procedencia o de los diferentes propietarios. Descripción
pormenorizada de la obra. Exposiciones en que ha participado. Diagnóstico y currículo de la obra
respecto a su conservación y restauración. Características particulares respecto de su
exposición, instalación, iluminación, protección, transporte, enmarcado, etc. Textos literarios o
provenientes del autor sobre la obra (entrevistas, anécdotas.) Fuentes iconográficas y
documentales sobre su origen, realización, influencia, etc. Bibliografía, de cuatro tipos:
1) monográficas sobre la obra,
2) monográficas sobre el autor,
3) general,
4) en la que aparece reproducida, aunque no se la estudie.
Por su parte, el Esquema para el catálogo razonado de artistas detalla:
1. Apellidos y nombre del artista.
2. nombres o seudónimos por los que se le conoce.
3. fecha y lugar de nacimiento.
4. fecha y lugar de fallecimiento.
5. lugares de residencia y períodos (con indicación de fechas, países, ciudades, etc.).
6. nacionalidad (o nacionalidades).
7. procedimientos o especialidades de expresión artística.
8. períodos fechados de actividad artística (lo más concretos y razonados).
9. galerías, marchantes, mecenas o patrocinadores del artista.
10. formación académica artística.
11. formación investigadora (innovación y madurez técnica, formal, conceptual, etc.).
12. aprendizaje e influencia de otros maestros.
13. maestrazgo sobre otros artistas.
14. precios y reconocimientos.
15. exposiciones individuales y colectivas.
16. contexto estético y sociocultural de la época.
17. bibliografía, diferenciando entre la de carácter primario (propia del artista) y secundario.
4. Movimiento de colecciones
Se considera movimiento de un objeto o documento en un museo cualquier cambio de ubicación
de carácter temporal, tanto a largo como a corto plazo, con un destino prefijado. Se trata de una
11
competencia del departamento de Conservación y/o Restauración (según qué casos) y requiere
de tratamiento documental para asegurar su localización física y justificar dicho movimiento.
12
constará toda la información necesaria sobre el objeto, causa del movimiento, signatura
topográfica y responsable.
2.2. Movimientos externos: son los producidos por la salida de un objeto de la sede del museo.
Al contrario que los internos, los externos necesitan de permisos administrativos por parte del
titular del centro y conllevan una tramitación más o menos completa.
La más común incluye las siguientes etapas:
• solicitud de salida de la pieza por parte del peticionario.
•valoración e informe sobre la petición por parte de los Departamentos de conservación-
restauración e investigación del centro (el departamento de restauración es quien decide si la
obra está en condiciones de ser transportada).
• aprobación del director o/y patronato.
• autorización del propietario si se trata de una obra en depósito.
• remisión de la documentación al órgano encargado de emitir la autorización correspondiente
(en casos de museos estatales ha de emitirse una Orden ministerial, previa conformidad de la
Dirección General de Museos y aprobación de la Dirección General de BBAA).
• traslado de la autorización al prestador y prestatario.
Ciertos destinos pueden exigir trámites y requisitos especiales. Los préstamos temporales o
depósitos a instituciones no museísticas requieren, además de la Orden Ministerial, un informe
favorable de la Junta Superior de Museos y si la institución además no es estatal, deberá
formalizarse un contrato. La entidad depositaria está obligada a hacerse cargo de los gastos,
permitir la inspección del depósito y su restitución. Si el préstamo es para una salida fuera del
territorio español, se necesitará además un permiso de exportación temporal, previo informe de
la Junta de Calificación. El permiso es válido sólo para seis meses, si el acontecimiento se
prolonga, deberán solicitarse y tramitarse de nuevo dichos permisos.
Tipos de movimiento externo son:
• Movimiento externo a corto plazo: suelen ser a exposiciones temporales, restauración, análisis
o reproducción.
• Movimiento externo a largo plazo: serían los depósitos o las exposiciones temporales.
• Levantamiento temporal de depósitos: es un caso particular de movimiento de fondos. Por
ejemplo, un cuadro del Museo del Prado depositado en un Museo Provincial X (El Prado
Disperso) que es solicitado para una exposición temporal en una tercera ciudad, tras la cual
volverá su depósito en el Museo Provincial.
3. Baja: aunque la información relativa al objeto se mantendrá en los archivos, el acaecimiento
de una baja necesita un control documental y administrativo. Tanto en colección estable como en
depósito, las bajas se pueden producir por: destrucción, desaparición, reintegración (cuando a
partir de fragmentos se reconstruye un objeto y desparecen entonces los fragmentos como
objetos). De manera exclusiva en la colección estable de un museo pueden existir bajas por
ordenación de fondos o por permuta. En la colección en depósito pueden existir bajas por
usurpación o por levantamiento de depósitos. De manera general, la tramitación de una baja
conlleva:
• Informe del director del museo notificando la baja, previo informe del departamento de
conservación, o bien traslado al Museo de la Orden Ministerial del cambio de asignación.
13
• Elaboración del certificado de baja por triplicado que se remitirá al organismo competente.
• Anotación de la baja en el libro de registro.
• Anotación de la baja en los instrumentos documentales.
Nunca se consignan las bajas por desaparición. Nunca se reutilizan los números de
inventario de las piezas que han sufrido baja.
14