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Fervientes en Espíritu
“No sean perezosos en lo que requiere diligencia. Sean fervientes en espíritu,
sirviendo al Señor,” ​(Rom.12:11) NBLA.

Uno de los peligros de la vida cristiana ​y que debemos conocer es el peligro del
adormecimiento, del enfriamiento, el de dejar el primer amor o el de llegar a ser
tibios en cuanto a nuestra dedicación a Dios (Mt.24:12 / Apoc.2:4 / Apoc.3:15-16).
Pablo llama a los romanos y a los de Éfeso a que despierten (Rom.13:11-14 /
Ef.5:14). El llamado es claro: ​“Por tanto, no durmamos como los demás, sino
estemos alerta y seamos sobrios”​ (1Tes.5:6) NBLA.

La iglesia de Éfeso fue una de las iglesias en la que el apóstol Pablo había invertido
mucho esfuerzo y tiempo. Si una iglesia experimentó buenos tiempos de
avivamiento y si se benefició del ministerio de buenos líderes ​no es garantía para
que permanezca siempre afinada y ferviente.​ La iglesia de Éfeso dejó su primer
amor. Hubo entonces un tiempo cuando las cosas andaban bien (Hch.20:17-31 /
Apoc.2:4).

El que se cree firme debe cuidarse que no caiga (Jer.2:2-5 / 1Cor.10:1-12 /

Mt.26:33-34,40-41 / Prov.16:18 / Apoc.3:17-18).

El escritor del libro a los ​Hebreos nos advierte​: ​“Pues Dios no es injusto. No
olvidará con cuánto esfuerzo han trabajado para él y cómo han demostrado su
amor por él sirviendo a otros creyentes como todavía lo hacen. Nuestro ​gran deseo
es que sigan amando a los demás mientras tengan vida,​ para asegurarse de que lo
que esperan se hará realidad. Entonces, ​no se volverán torpes ni indiferentes
espiritualmente.​ En cambio seguirán el ejemplo de quienes, gracias a su fe y
perseverancia, heredarán las promesas de Dios” ​(Hebr.6:10-12) NTV. ​El apóstol
Pablo constantemente advierte a las iglesias​ a no perder el entusiasmo
(1Cor.15:58), a no cansarse de hacer el bien (Gal.6:9 / 2Tes.3.13), a seguir fieles aun
en la ausencia de su líder (Filp.2:12).

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En Rom.12:11 el apóstol Pablo habla de ​ser fervientes en espíritu.​ Esto significa

hervir, estar caliente, fervoroso. ‘Debemos mantener el espíritu al rojo vivo’
(William Barclay). Dios no aguanta a los tibios, a aquellos que no son ni calientes ni
fríos (Apoc.3:1).

Debemos evitar personalmente como también como iglesia el enfriarnos, el perder el

primer amor, el volvernos gente tibia o perezosa (Apoc.2:1-7 / Apoc.3:14-22 /
Mt.25:15-30). El llamado es claro:​ avive el fuego​ (2Tim.1:6), ​no apague al
Espíritu Santo​ (1Tes.5:19), ​no seamos perezosos​ en lo que requiere diligencia
(Rom.12:11 / 1Pe.4:7-8). Una iglesia que desea permanecer en movimiento toma en
serio cada uno de esos llamados.

Factores que pueden llevar a una iglesia a la indiferencia

El pecado y la mundanalidad
Los pecados, el materialismo, la inmoralidad, etc., no tratados debidamente siempre
van a debilitar a la iglesia (1Jn.2:15-17 / 1Tim.6:10 / Mt.13:22). La iglesia en Tiatira
tuvo sus problemas con este asunto (Apoc.2:20-23).

Las falsas doctrinas

El diablo también ha usado las falsas doctrinas para traer destrucción a la iglesia. La
iglesia en Éfeso fue atacada de esa manera (Apoc.2:2,6). En la primer carta a
Timoteo el apóstol Pablo le ordena a Timoteo corregir a los que enseñaban doctrinas
erradas. La iglesia en Pérgamo abrazó falsas enseñanzas (Apoc.2:13-15). Tanto
Pablo como Pedro advertían una y otra vez de este peligro (Hch.20:29-30 /
2Pe.2:1-2).

Nosotros nos podemos proteger contra las falsas enseñanzas no prestando el oído a
ellas (2Tim.4:3-4). Es lógica conclusión que para ‘vacunar’ a la gente contra las
falsas enseñanzas se debe predicar la Palabra de Dios (2Tim.4:1-2). Una iglesia en
movimiento siempre cuida que en ella se predique sana doctrina.

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La apatía
La apatía o la indiferencia es un arma peligrosa del diablo para detener a la iglesia
en su movimiento hacia el cumplimiento de la misión. En el caso de Éfeso notamos
que perdió su primer amor (Apoc.2:4). De la iglesia de Laodicea se dice que no era
fría ni caliente (Apoc.3:15-17 / Mt.12:30). No hay que estar en contra de los
mandamientos de Dios. Solamente hay que acercarse a ellos con pereza, falta de
interés, con indiferencia, y entonces la iglesia se muere (Ef.5:14). ​“El perezoso es
tan malo como el que destruye cosas”​ (Prov.18:9) NTV. A la iglesia de Laodicea se
le dice que cargue las baterías y que consiga nuevos lentes para ver como Dios ve
(Apoc.3:18). No nos debemos cansar de hacer el bien (Gal.6:9).

Presión de afuera y persecución

La Biblia habla acerca de las presiones que un creyente puede experimentar por
seguir fielmente a Dios y Dios nos anima a que nos alegremos y lo estimemos como
un honor el poder sufrir por el nombre del Señor (Hch.5:41-42 / Rom.5:1-5 /
Stg.1:2-3).
Sin embargo, Satanás ha usado la persecución para tratar de hacerle daño a la iglesia
(Apoc.2:9-10 / 1Pe.5:8-9). Cristianos dedicados frecuentemente son burlados,
rechazados y discriminados - en el colegio, en el trabajo, en la sociedad.
Los creyentes reaccionan de manera muy diferente a las situaciones desafiantes de la
vida. Algunos se esconden porque aman más el reconocimiento de la gente que de
Dios (Jn.12:42-43). Pedro negó a Jesús cuando estaba bajo presión (Mt.26:70-72).
Otros ven amenazada su estabilidad o su aparente gozo (Mt.13:1-9,22).

La manera como reaccionamos a las circunstancias difíciles va a afectar a dónde se

mueve la iglesia. Si la iglesia se esconde y si prefiere ser tolerante y si no tiene el
valor de confesar el nombre de Cristo abiertamente, va a morir (Apoc.2:10-13 /
Apoc.3:8).

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¿Qué debemos hacer para mantenernos fervientes en espíritu?

La carta a los hebreos nos da algunas sugerencias para una vida ferviente. El escritor
de la carta está preocupado por ver a los creyentes y a la iglesia madurar y crecer
espiritualmente. Él quiere ayudar a los creyentes a ser conscientes de los peligros y a
no caer de la fe o llegar a un estado de tibieza espiritual. Para eso sugiere lo
siguiente:

Fijar siempre la mirada en Jesús

“Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre” (​ Hebr.13:8) NTV (lea: Hebr.12:1-3).

El escritor a los hebreos nos lo dice una y otra vez: ‘No hay nadie más grande que
Jesús’. Nosotros no seguimos una religión o un conjunto de reglas religiosas. Seguir
a Cristo no es un juego. Jesús es el Hijo de Dios vivo y Él merece toda la gloria y
adoración.
No solo recordamos el hecho histórico de la resurrección de Jesús, sino también la
realidad del Jesús que siempre vive y que está presente en nuestras vidas
(Mt.28:18-20). Esa clase de recuerdo nos alienta a seguir adelante y a aguantar
cualquier dificultad y reto en la vida. El Jesús presente en nuestras vidas nos ayuda
cuando las dudas nos atacan, los temores nos invaden y cuando nuestras debilidades
nos atormentan (Hch.18:9-10 / 2Tim.4.17 / Jn.14:18-23 / Is.41:10 / Jos.1:5 /
Mt.1:23).

Poner atención a la Palabra de Dios

“Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que
nos desviemos”​ (Hebr.2:1) NBLA.

● Responder con obediencia a la Palabra de Dios nos protege de la pasividad y

de la falta de pasión y de la perdición (Hebr.3:7-8,19 / Hebr.4:6).
● Responder con fe nos lleva a ver las promesas realizadas (Hebr.4:1-2).

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● La Palabra de Dios recibida con interés penetra y ayuda a discernir

(Hebr.4:12).
● El tornarnos tardos para oír la Palabra de Dios frena el proceso de la
maduración como cristianos (Hebr,5:11-14 / Mr.8:17-18 / Mt.13:1-9,18-23).

Mantener una buena conciencia

“Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo
por la sangre de Jesús, por un camino nuevo y vivo que Él inauguró para nosotros
por medio del velo, es decir, Su carne, y puesto que tenemos un gran Sacerdote
sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de
fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado
con agua pura”​ (Hebr.10:19-22) NBLA.

La Biblia nos dice que ​una conciencia limpia es una de las armas más efectivas
para obtener prosperidad y progreso espiritual​ (1Tim.1:18-19).

● La persona, y en especial un líder, que tiene ​la conciencia cauterizada, se

expone a la influencia y a la obra de demonios ​(1Tim.4:1-5). Cuando
vivimos en pecado y si no lo confesamos, nos salimos de la protección divina
y nos exponemos a la influencia demoníaca. La desobediencia es rebelión y
la rebelión es igual a hechicería (1Sam.15:23). La hechicería es la exposición
al dominio e influencia del diablo.
● En 1Tim.4:1-5 apreciamos que ​‘el de conciencia cauterizada’ es fácil presa
de doctrinas falsas​ que llevan a conductas erradas. El apóstol Pablo nos
enseña que el pecado da lugar al diablo (Ef.4:26-27). El desvío doctrinal y
una vida de derrotas comienza frecuentemente en una relación desordenada y
falta de integridad frente a Dios.
● Por el otro lado, vemos a un Job que disfrutaba de un muro de protección a su
alrededor (Job 1). Este muro que Dios había puesto a su alrededor estaba
basado en el temor a Dios que marcaba su vida. ​Vivir sujetos a Dios nos
lleva a tener ese muro de protección alrededor de nosotros​ (Sal.5:12 /
Sal.34:7 / Is.5:5 / 1Pe.1:5 / Is.27:10-11) y es la base de la autoridad espiritual
para resistir al diablo (1Pe.5:6 / Stg.4:7-10).

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● Un creyente con una conciencia limpia y que vive en integridad es un

i​nstrumento útil para el Señor​ (Hebr.9:14 / 2Tim.2:21). Si un servidor de
Cristo no quiere fallar en su tarea, debe tener mucho cuidado en guardar su
vida con una conciencia limpia (1Tim.3:9).
● La relación íntima con Dios y con el prójimo estará afectada al tener una
conciencia sucia​ y un corazón de doble ánimo. Por eso la Biblia hace el
llamado a limpiar el corazón y a vivir en integridad (1Jn.1:7 / Stg.4:8).
● El apóstol Pablo​ practicaba esta verdad (1Tes.2:10 / 2Cor.6:3-8), igualmente
el ministerio de Samuel​ estaba marcado por una vida de integridad
(1Sam.12:3-5). Dios le recuerda a ​Salomón​ que, si vive en integridad como
su padre David, entonces él prosperaría en todo (1Re.9:4-7 / Sal.7:8).
● El ejemplo de Himeneo​ (1Tim.1:18-20) nos muestra que el fracaso
comienza en el momento que él viola la buena conciencia y deja de militar la
buena milicia. De alguna manera Himeneo permitió fisuras u orificios en su
barco espiritual que lo llevaron finalmente al naufragio espiritual y
ministerial. Más adelante leemos que Himeneo es portador de falsas doctrinas
que lo han llevado a una conducta indebida (2Tim.2:16-18).

Cuidar el corazón
“Tengan cuidado, hermanos, no sea que en alguno de ustedes haya un corazón
malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo”​ (Hebr.3:12) NBLA (lea:
Hebr.3:7-19 ​/ Prov.28:14).

● Más que cualquier cosa debemos cuidar el corazón, porque de él mana la

vida. El corazón es la fuente de nuestros pensamientos, motivos y decisiones
(Prov.4:23). Con el corazón se entiende (Is.6:10 / Jn.12:40). El corazón
piensa y es intelectual (Gn.6:5 / Gn.8:21 / Gn.17:17 / Sal.14:1 / Sal-15:2 /
Is.10:7 / Prov.15:28 / Prov.16:21). El corazón entendido adquiere sabiduría
(Prov.18:15) y es llamado a entender los correctivos de Dios (Dt.8:5). ​Jesús
dijo que del corazón salen los malos pensamientos​ (Mt.15:19).

● La Biblia habla de la necesidad de renovar la mente. Esta renovación es un

proceso de toda la vida. Todo cristiano debe trabajar en cambiar su manera de

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pensar y ajustarla a la manera bíblica. Nuestro estilo de vida es un reflejo de

lo que pasa en nuestra mente y nuestro corazón (Rom.12:1-2 / Rom.13:14 /
Ef.4:22-24 / Col.1:21 / Col.3:10).

● La Biblia nos anima a orar: ​“Inclina mi corazón a Tus testimonios y no a la

ganancia deshonesta”​ (Sal.119:36) NBLA. ​“No dejes que mi corazón se
incline a nada malo, Para practicar obras impías con los hombres que hacen
iniquidad, Y no me dejes comer de sus manjares”​ (Sal.141:4) NBLA.

● La amargura contamina el corazón y dificulta el caminar con Dios y afecta

las relaciones con el prójimo (Hebr.12:12-15 / Hebr.3:15).
‘No perdonar es como beber veneno para ratas y luego esperar a que la rata
muera’ (Anne Lamott). ‘En mis libros siempre defiendo la tesis que antes de
desarrollar una ciudad o una nación, necesitamos desarrollarnos a nosotros
mismos’ (Tiago Burnet).

● Podemos experimentar muchas cosas con Dios, pero al final desviarnos por
no haber cuidado el corazón (Hebr.3:16-18).

El corazón, más allá de ser solamente intelectual, también es el centro de las

emociones (Prov.13:15 / Hch.14:17 / Stg.5:5). Pero en la mayoría de las veces que
se nombra en la Biblia el corazón, se está hablando del centro de nuestros
pensamientos: Los pensamientos individuales forman el modo de pensar. Los
patrones de pensamiento forman luego las actitudes. Las actitudes forman los
hábitos. Los hábitos forman el carácter.

Apreciar la dinámica de los unos para con los otros

“Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es
Aquel que prometió. Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las
buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre,
sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca”
(Hebr.10:23-25) NBLA.

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La vida cristiana no se puede vivir aparte de una comunidad. Nos necesitamos

mutuamente. Los dones y las capacidades que cada creyente tiene son una bendición
en la dinámica de los unos para con los otros. Aun la persona que me parece
incómoda me ayuda en el crecimiento espiritual. Cuando nos servimos los unos a los
otros en amor la iglesia se edifica (Hch.2:42-47 / 1Cor.14:26 / 1 Cor.12 / 1Cor.13).

En la cita de Hebr.10:25 y su contexto podemos leer que el congregarnos es de gran

beneficio para así poder ministrar y ser ministrados, nos podemos animar y exhortar
los unos a los otros. El pedazo de madera que es alejado de la hoguera se apaga con
rapidez. Así el creyente puede perder la pasión por las cosas de Dios al retirarse de
la congregación que es el cuerpo donde encuentra un ministerio y en el que es
ministrado debidamente (Hebr.10:24 / Hebr.3:13 / 1Cor.14:3 / 1Tes.5:11).
Mientras disfrutamos la comunión de los unos con los otros podemos experimentar
que esa reunión con otros creyentes cristianos nos ofrece una serie de bendiciones
que fortalecen nuestro caminar con Cristo y le dan propósito a la vida (Col.3:16 /
Mt.18:19-20 / Filp.4:6-7 / 1Tes.5:23 / Ef.4:15-16 / 1Cor.12:12-19).

Aprovechar el ejemplo que otros dan

“Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma solicitud hasta el fin,
para alcanzar la plena seguridad de la esperanza, a fin de que no sean perezosos,
sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas”
(Hebr.6:11-12) NBLA. (Hebr.12:1).

Buenos ejemplos siempre son una fuente de ánimo, pero también nos desafían. Hay
otros que fueron delante de nosotros y vencieron las tentaciones, sirvieron con
entusiasmo a pesar de los diferentes desafíos que enfrentaron. No vamos por un
camino totalmente desconocido y nuevo, otros lo han recorrido y nos enseñan
lecciones valiosas para que también nosotros lleguemos bien al final de la carrera.
● Recuerden a sus líderes, consideren el resultado de su conducta, imiten su fe
(Hebr.13:7).
● En Hebreos capítulo once tenemos una larga lista de personas que llegaron
bien al final. A veces pagaron un alto precio, pero no fueron derrotados, ellos
permanecieron firmes.

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● Jesús es nuestro mejor ejemplo (Hebr.12:1-3 / Filp.2:1-11).

● Sin embargo, también hay ejemplos que nos advierten. Los malos ejemplos
también nos enseñan lecciones, cosas que mejor evitamos (Hebr.12:16-17 /
Sal.1:1-3 / Prov.1).

Permitir la corrección
“Después de todo, ustedes aún no han dado su vida en la lucha contra el pecado.
¿Acaso olvidaron las palabras de aliento con que Dios les habló a ustedes como a
hijos? Él dijo: «Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor y no te des por
vencido cuando te corrija. Pues el SEÑOR disciplina a los que ama y castiga a todo
el que recibe como hijo». Al soportar esta disciplina divina, recuerden que Dios los
trata como a sus propios hijos. ¿Acaso alguien oyó hablar de un hijo que nunca fue
disciplinado por su padre? . . . Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de
recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de
una vida recta para los que han sido entrenados por ella”​ (Hebr.12:4-7,11) NTV.

Ningún humano es perfecto y por cualquier descuido puede caer y pecar. Eso con
seguridad es peligroso. Sin embargo, lo más terrible es cuando alguien no acepta la
corrección, cuando no se deja enseñar, cuando no quiere recibir consejo sabio y
cuando no toma los pasos pertinentes para cambiar de rumbo.

Si rechazamos la corrección de Dios tenemos que contar con Su juicio

(Hebr.12:25-29). El reconocer que un día tendremos que rendir cuentas a Dios nos
puede ayudar a manejar de mejor manera el hoy (Jn.15:2).

CONCLUSIÓN
Existe una pasión sana en la vida cristiana (Hebr.4:11 / Hebr.6:11). Debemos hacer
todo lo posible por no dejar apagar ese entusiasmo. No permita que el fuego de su
amor por Jesús se apague.

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Conversemos

[1] ¿Qué lecciones aprendió durante este estudio? ¿Qué escuchó que Dios le
impresionaba o hablaba durante este estudio? Cuente un testimonio acerca de su
pasión por Cristo y lo que en algún momento la ha apagado o alimentado.

[2] ¿Hay algo de lo que debe arrepentirse? ¿Qué pasos va a tomar para ejecutar lo
aprendido? Sea específico. ¿A quién le va a rendir cuentas acerca del proceso de
ejecución de las lecciones?

[3] ¿Cuáles desafíos cree usted que va a enfrentar en la aplicación de las lecciones
en su vida y ministerio? ¿Qué cosas ve usted como favorables para la aplicación de
las lecciones?

[4] ¿Con quién va a compartir lo aprendido en esta lección? ¿Cuándo le compartirá?

[5] Anote a continuación una petición de oración relacionada con la sesión y la

lección. Comparta con otros su petición y permita que ellos oren con usted.

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