Miembro Superior

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MIEMBRO SUPERIOR

HUESOS
La cintura escapular y los huesos de la porción libre del miembro
superior forman el esqueleto apendicular superior ( g. 3-3); la
cintura pélvica y los huesos de la porción libre del miembro inferior
forman el esqueleto apendicular inferior. El esqueleto
apendicular superior se articula con el esqueleto axial sólo
mediante la articulación esternoclavicular, lo cual le permite una
gran movilidad. Las funciones de sostén, estabilización y
movimiento de las clavículas y las escápulas de la cintura
escapular las llevan a cabo los músculos axioapendiculares, que
se insertan en estructuras relativamente jas como las costillas, el
esternón y las vértebras del esqueleto axial.

Fig. 3-3. Huesos del miembro superior.


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Clavícula
La clavícula conecta el miembro superior al tronco ( gs. 3-3 y
3-4). El cuerpo de la clavícula tiene una doble curvatura en el
plano horizontal. Su mitad medial es convexa anteriormente, y su
extremidad esternal, de mayor tamaño y forma triangular, se
articula con el manubrio del esternón en la articulación
esternoclavicular. Su mitad lateral es cóncava anteriormente, y su
extremidad acromial, de forma plana, se articula con el acromion
de la escápula en la articulación acromioclavicular ( gs. 3-3 B y
3-4). Los dos tercios mediales del cuerpo de la clavícula son
convexos anteriormente, mientras que el tercio lateral es plano y
cóncavo anteriormente. Estas curvaturas aumentan su exibilidad
y le dan la apariencia de una S mayúscula alargada. La clavícula:
• Actúa como puntal (soporte rígido) móvil, similar a una grúa,
del que se encuentran suspendidas la escápula y la parte
libre del miembro, y así se mantienen alejadas del tronco para
que todo el miembro goce de una máxima libertad de
movimiento. Este puntal permite que la escápula se desplace
por la pared torácica mediante la «unión escapulotorácica»,
con lo que aumenta la amplitud de movimientos del miembro.
La jación del puntal en posición, especialmente tras su
elevación, facilita la ascensión de las costillas para una
inspiración profunda.
• Forma uno de los límites óseos del conducto cervicoaxilar
(vía de paso entre el cuello y el brazo), de modo que
proporciona protección al paquete vasculonervioso que irriga,
drena e inerva al miembro superior.
• Transmite los golpes (impactos traumáticos) del miembro
superior al esqueleto axial.
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Fig. 3-4. Clavícula derecha.Características destacables de las caras superior e inferior de
la clavícula. Este hueso actúa como un soporte móvil (travesaño de sostén) que conecta
el miembro superior al tronco; su longitud permite al miembro girar alrededor del tronco.
La clavícula es subcutánea y puede palparse en toda su longitud,
por lo que a menudo se utiliza como punto de referencia para
procedimientos clínicos.
Aunque se considera un hueso largo, la clavícula carece de
cavidad medular. Está formada por hueso esponjoso (trabecular) y
una cubierta de hueso compacto.
La cara superior de la clavícula, situada justo por debajo de la
piel y el músculo platisma (del griego, plato llano) en el tejido
subcutáneo, es lisa.
La cara inferior de la clavícula es rugosa porque unos potentes
ligamentos la unen a la 1ª costilla cerca de su extremidad esternal
y otros suspenden la escápula en su extremidad acromial. En el
tubérculo conoideo, situado cerca de la extremidad acromial de
la clavícula ( g. 3-4), se inserta el ligamento conoideo, que es el
segmento medial del ligamento coracoclavicular por el cual el resto
del miembro superior queda suspendido pasivamente de la
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clavícula. También, cerca de la extremidad acromial de la clavícula
se encuentra la línea trapezoidea, donde se inserta el ligamento
trapezoideo, que es la parte lateral del ligamento coracoclavicular.
El surco del subclavio, en el tercio medial del cuerpo de la
clavícula, es el sitio de inserción del músculo subclavio. Más
medialmente se encuentra la impresión del ligamento
costoclavicular, un área ovalada rugosa y con frecuencia
deprimida, donde se inserta el ligamento que une la 1ª costilla a la
clavícula y, como resultado, limita la elevación del hombro.
Escápula
La escápula es un hueso triangular plano que se encuentra en la
cara posterolateral del tórax y descansa sobre las costillas 2ª a 7ª
( g. 4-1 B). La espina de la escápula es una gruesa proyección
ósea que divide de forma asimétrica la cara posterior de la
escápula, convexa, en una fosa supraespinosa, de pequeño
tamaño, y una fosa infraespinosa, mucho mayor ( g. 3-5 A). La
cara costal cóncava de la mayor parte de la escápula presenta
una amplia fosa subescapular. Las amplias super cies óseas de
las tres fosas proporcionan inserción para músculos gruesos. El
cuerpo de la escápula, triangular, es delgado y translúcido
superior e inferiormente a la espina de la escápula, aunque sus
bordes, especialmente el lateral, son algo más gruesos. La espina
de la escápula se continúa lateralmente con una expansión plana
denominada acromion (del griego akros, punto más elevado), que
forma el punto subcutáneo más elevado del hombro y se articula
con la extremidad acromial de la clavícula. El tubérculo deltoideo
de la espina de la escápula es una prominencia que marca el
punto medial de inserción del deltoides. La espina de la escápula y
el acromion sirven de brazo de palanca para los músculos que se
insertan en ellos, en particular el trapecio.
Como el acromion es una extensión lateral de la escápula, la
articulación acromioclavicular se encuentra en situación lateral a la
masa de la escápula y a los músculos que se le insertan ( g. 3-5
C). La articulación del hombro, que es sobre la que estos
músculos actúan, es casi directamente inferior a la articulación
acromioclavicular; en consecuencia, la masa escapular se
encuentra equilibrada con la del miembro libre, y la estructura de
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donde cuelgan (ligamento coracoclavicular) se localiza entre
ambas.

Fig. 3-5. Escápula derecha. A) Características óseas de las caras costal y posterior de la
escápula. B) Bordes y ángulos de la escápula. C) La escápula está suspendida de la
clavícula por el ligamento coracoclavicular, que permite alcanzar un equilibrio entre el
peso de la escápula y los músculos que se insertan en ella más la actividad muscular,
medialmente, y el peso del miembro libre lateralmente. D. Vista lateral de la escápula.
Superolateralmente, la cara lateral de la escápula tiene una
cavidad glenoidea (del griego, receptáculo) que contacta y se
articula con la cabeza del húmero en la articulación del hombro
( g. 3-5 A y C). La cavidad glenoidea es una fosa poco profunda,
cóncava y ovalada, que se orienta anterolateralmente y en sentido
ligeramente ascendente; su tamaño es considerablemente inferior
al de la cabeza del húmero, para la que actúa de receptáculo. El
proceso (apó sis) coracoides, semejante a un pico (del griego
korako-dés, como el pico de un cuervo), se sitúa en posición
superior a la cavidad glenoidea y se proyecta anterolateralmente.
Por su tamaño, forma y dirección, este proceso también recuerda
a un dedo doblado que apunta hacia el hombro y en cuyo nudillo
tiene su inserción inferior el sistema de sujeción pasiva constituido
por el ligamento coracoclavicular.
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La escápula presenta un borde medial, uno lateral y uno superior,
y un ángulo superior, uno lateral y uno inferior ( g. 3-5 B). Cuando
el cuerpo de la escápula se encuentra en posición anatómica, su
delgado borde medial discurre en dirección paralela y a unos 5
cm de distancia lateralmente respecto a los procesos espinosos de
las vértebras torácicas, por lo que también suele denominarse
borde vertebral ( g. 3-5 B). El borde lateral parte del ángulo
inferior de la escápula y se dirige superolateralmente hacia el
vértice de la axila, por lo que también suele denominarse borde
axilar. Este borde lateral está formado por una gruesa barra ósea
que impide que esta región de la escápula tan sometida a
tensiones se doble.
El borde lateral termina en el truncado ángulo lateral de la
escápula, que es la parte más gruesa del hueso y contiene el
ensanchamiento formado por la cabeza de la escápula ( g. 3-5 A
y B). La cavidad glenoidea es el principal rasgo distintivo de dicha
cabeza. El estrechamiento entre la cabeza y el cuerpo de ne al
cuello de la escápula. El borde superior de la escápula está
marcado cerca de la unión de sus dos tercios mediales con el
tercio lateral por la incisura de la escápula, que se sitúa en el
lugar donde el borde superior se encuentra con la base del
proceso coracoides. El superior es el más delgado y corto de los
tres bordes.
La escápula está dotada de una considerable amplitud de
movimientos en la pared torácica gracias a la articulación
siológica escapulotorácica, y constituye la base sobre la cual
actúa el miembro superior. Estos movimientos, que permiten que
el brazo se mueva libremente, se describen más adelante en este
capítulo, en el apartado dedicado a los músculos que movilizan la
escápula.
Húmero
El húmero (hueso del brazo) es el hueso más grande del miembro
superior; se articula con la escápula en la articulación del hombro y
con el radio y la ulna en la articulación del codo ( gs. 3-1, 3-3 y 3-5
C). El extremo proximal del húmero está formado por una cabeza,
los cuellos quirúrgico y anatómico, y los tubérculos mayor y menor.
La cabeza del húmero, de forma esférica, se articula con la
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cavidad glenoidea de la escápula. El cuello anatómico del
húmero está formado por el surco que circunscribe la cabeza y la
separa de los tubérculos mayor y menor, e indica la línea donde se
inserta la cápsula de la articulación del hombro. El cuello
quirúrgico del húmero, que con frecuencia es lugar de fracturas,
es la parte estrecha situada distalmente a la cabeza y los
tubérculos ( g. 3-3 B).
La unión de la cabeza y el cuello con el cuerpo del húmero está
indicada por los tubérculos mayor y menor, que sirven de inserción
y de punto de apoyo para algunos músculos escapulohumerales
( g. 3-3 A y B). El tubérculo mayor se encuentra en el margen
lateral del húmero, mientras que el tubérculo menor se proyecta
anteriormente desde el hueso. El surco intertubercular (surco
bicipital) separa los dos tubérculos y proporciona un sitio de paso
protegido para el delgado tendón de la cabeza larga del músculo
bíceps braquial.
El cuerpo del húmero tiene dos detalles importantes: la
tuberosidad deltoidea, lateralmente, en la cual se inserta el
músculo deltoides, y el oblicuo surco del nervio radial (surco
espiral), posteriormente, por donde transcurren el nervio radial y la
arteria braquial profunda cuando pasan anteriores a la cabeza
larga y entre las cabezas medial y lateral del músculo tríceps
braquial. El extremo inferior del cuerpo del húmero se ensancha a
medida que se forman las a ladas crestas supracondíleas
medial y lateral, que terminan distalmente en los prominentes
epicóndilos medial y lateral, y proporcionan inserción a diversos
músculos.
El extremo distal del húmero, integrado por la tróclea, el capítulo
(cóndilo) y las fosas olecraneana, coroidea y radial, constituye el
cóndilo del húmero ( g. 3-6). Está dotado de dos caras
articulares: un capítulo (o cóndilo; del latín capitulum, cabecita)
lateral que se articula con la cabeza del radio, y una tróclea (del
latín, polea) medial que se articula con el extremo proximal (in
cisura troclear) de la ulna. Por encima de la tróclea se encuentran
dos zonas deprimidas, o fosas, que se dan la espalda mutuamente
y hacen que el cóndilo del húmero sea considerablemente delgado
entre los epicóndilos. En la cara anterior, la fosa coronoidea
recibe al proceso coronoides de la ulna durante la exión completa
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del codo. En la cara posterior, la fosa olecraneana acomoda al
olécranon de la ulna durante la extensión completa del codo ( g.
3-3 B). Anterior y superiormente al capítulo se localiza la fosa
radial, poco profunda, que acomoda al borde de la cabeza del
radio cuando el antebrazo está completamente exionado.

Fig. 3-6. Extremo distal del húmero derecho. A y B) El cóndilo (cuyos límites están
señalados por la línea de puntos) consta del capítulo (cóndilo), la tróclea y las fosas radial,
coronoidea y del olécranon.

Huesos del antebrazo


Los dos huesos del antebrazo actúan conjuntamente para formar
la segunda unidad de un puntal móvil articulado (su primera unidad
es el húmero), con una base móvil integrada por el hombro, que
posiciona la mano. Sin embargo, como esta unidad está formada
por dos huesos paralelos de los cuales uno (el radio) puede pivotar
alrededor del otro (la ulna), son posibles movimientos de
supinación y pronación que permiten rotar la mano cuando el codo
está exionado.
Ulna
La ulna (cúbito) es el hueso estabilizador del antebrazo, y de los
dos huesos del antebrazo es el más largo y medial ( gs. 3-7 y 3-8).
Su extremo proximal, de mayor tamaño, se ha especializado para
articularse con el húmero de forma proximal y con la cabeza del
radio lateralmente. Para articularse con el húmero, la ulna está
dotada de dos proyecciones prominentes:
1. el olécranon, que se proyecta proximalmente desde su cara
posterior (formando el punto más saliente del codo) y actúa
como una corta palanca para la extensión del codo, y
2. el proceso coronoides, que se proyecta anteriormente.
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Fig. 3-7. Huesos de la región del codo derecho. A) Porción proximal de la ulna. B) Huesos
de la región del codo, mostrando la relación entre la porción distal del húmero y la
proximal de la ulna y el radio durante la extensión de la articulación del codo. C) Relación
del húmero y los huesos del antebrazo durante la exión de la articulación del codo.
El olécranon y el proceso coronoides forman las paredes de la
incisura troclear, que de per l recuerda a las mandíbulas de una
llave inglesa que se cierra alrededor de (se articula con) la tróclea
del húmero ( g. 3-7 B y C). La articulación entre la ulna y el
húmero en general sólo permite movimientos de exión y
extensión del codo, aunque en la pronación y la supinación del
antebrazo tiene lugar un cierto grado de abducción-aducción.
Inferior al proceso coronoides se encuentra la tuberosidad de la
ulna, en la cual se inserta el tendón del músculo braquial ( gs. 3-7
A y 3-8 A y B).
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Fig. 3-8. Radio y ulna derechos. A y B) Se muestran el radio y la ulna en su posición
articulada, conectados por la membrana interósea. C y D) Características de los extremos
distales de los huesos del antebrazo. E) En la sección transversal, los cuerpos del radio y
de la ulna parecen casi imágenes especulares uno del otro en gran parte de los tercios
medio y distal de su longitud.
En la cara lateral del proceso coronoides se halla una concavidad
redondeada y lisa, la incisura radial, que contacta con la periferia
ensanchada de la cabeza del radio. Inferior a la incisura radial, en
la cara lateral del cuerpo de la ulna, se encuentra una cresta
prominente: la cresta del músculo supinador. Entre esta y la
parte distal del proceso coronoides existe una concavidad
denominada fosa del supinador. La parte más profunda del
músculo supinador se inserta en la cresta y la fosa del supinador
( g. 3-7 A).
El cuerpo de la ulna es grueso y cilíndrico proximalmente, pero su
diámetro disminuye de manera progresiva a medida que avanza
en dirección distal ( g. 3-8 A).
En su estrecho extremo distal se encuentra la cabeza de la ulna,
un pequeño pero abrupto abultamiento con forma de disco con el
pequeño y cónico proceso estiloides de la ulna. La ulna no
alcanza la articulación radiocarpiana, por lo que no interviene en
ella ( g. 3-8).
Radio
El radio es el más corto y lateral de los dos huesos del antebrazo.
Su extremo proximal consta de una cabeza corta, un cuello y una
tuberosidad que se dirige medialmente ( g. 3-8 A). Proximalmente,
la lisa cara superior de la cabeza del radio es cóncava para
articularse con el capítulo (cóndilo) del húmero duran te la exión y
la extensión de la articulación del codo. La cabeza también se
articula periféricamente con la incisura radial de la ulna, y por ello
se encuentra recubierta de cartílago articular.
El cuello del radio es una constricción distal a la cabeza. La
tuberosidad del radio, de forma ovalada, es distal a la parte medial
del cuello y marca el límite entre el extremo proximal (cabeza y
cuello) y el cuerpo del radio.
El cuerpo del radio, en contraste con el de la ulna, se ensancha de
forma progresiva a medida que avanza en dirección distal. El
extremo distal del radio tiene esencialmente cuatro caras si se
observa en una sección transversal. Su cara medial forma una
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concavidad, la incisura ulnar ( g. 3-8 C y D), en la cual se
acomoda la cabeza de la ulna. Su cara lateral adopta una forma de
cresta cada vez más acusada para terminar distalmente en el
proceso estiloides del radio.
El tubérculo dorsal del radio se proyecta dorsalmente y se sitúa
entre dos de los surcos poco profundos por los que pasan los
tendones de los músculos posteriores del antebrazo. El proceso
estiloides del radio es mayor y más distal que el de la ulna ( g. 3-8
A y B). Esta relación es clínicamente relevante en las fracturas de
la ulna y/o el radio.
La sección transversal de los cuerpos del radio y la ulna es
esencialmente triangular en la mayor parte de su longitud, con una
base redondeada que se orienta hacia la super cie y un vértice
a lado que penetra en profundidad ( g. 3-8 A y E). Estos vértices
corresponden a la vista en sección del a lado borde interóseo del
radio o de la ulna, que se conectan con la delgada y brosa
membrana interósea del antebrazo ( g. 3-8 A, B y E). La
mayoría de las bras de la membrana interósea son oblicuas, ya
que cuando se extienden medialmente desde el radio hacia la ulna
se orientan también en dirección inferior ( g. 3-8 A y B). Esta
disposición les permite transmitir a la ulna y luego al húmero las
fuerzas procedentes de las manos que recibe el radio.
Huesos de la mano
El carpo, o muñeca, está compuesto por ocho huesos carpianos
dispuestos en dos las de cuatro, una proximal y una distal ( g.
3-9A a C). Localizados en la unión del antebrazo y la mano, estos
pequeños huesos brindan exibilidad al carpo. El carpo es
marcadamente convexo de lado a lado en su cara posterior y
cóncavo en la anterior. Las dos las de huesos carpianos se
deslizan una sobre otra, y así aumenta la amplitud de movimientos
de la articulación radiocarpiana; además, cada hueso se desliza
sobre los que le son adyacentes.
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Fig. 3-9. Huesos de la mano derecha. A a C) El esqueleto de la mano consta de tres
segmentos: los huesos carpianos del carpo (subdivididos a su vez en las distal y
proximal), los metacarpianos de la palma y las falanges de los dedos. R, radio; U, ulna. D)
Extremo distal del antebrazo y mano de un niño de 2,5 años de edad. Son visibles los
centros de osi cación de sólo cuatro huesos del carpo. Obsérvese la epí sis distal del
radio (R). E) Extremo distal del antebrazo y mano de un niño de 11 años de edad. Son
visibles los centros de osi cación de todos los huesos del carpo. La echa señala el
pisiforme situado sobre la cara anterior del piramidal. La epí sis distal de la ulna está
osi cada, pero las placas (líneas) epi sarias permanecen abiertas (es decir, aún están sin
osi car).
De lateral a medial, los cuatro huesos de la la proximal del carpo
(en color morado en la g. 3-9 A y B) son:
1. Escafoides (del griego skaphé, esquife, barca): tiene forma
de barca, se articula proximalmente con el radio y está dotado
del prominente tubérculo del escafoides. Es el más grande
de la la proximal de huesos carpianos.
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2. Semilunar: con forma de media luna y situado entre el
escafoides y el piramidal. Se articula proximalmente con el
radio y es más ancho en su cara anterior que en la posterior.
3. Piramidal: con forma de pirámide y situado en la cara medial
del carpo. Se articula proximalmente con el disco articular de
la articulación radioulnar distal.
4. Pisiforme (del latín pisum, guisante): pequeño y con forma
de guisante. Se localiza en la cara palmar del piramidal.
De lateral a medial, los cuatro huesos de la la distal del carpo (en
color verde en la g. 3-9 A y B) son:
1. Trapecio (del griego trapeze, tabla): con cuatro lados y
situado en la parte lateral del carpo. Se articula con los dos
primeros metacarpianos, el escafoides y el trapezoide.
2. Trapezoide: con forma de cuña y similar al trapecio. Se
articula con el 2.o metacarpiano, el trapecio, el hueso grande
y el escafoides.
3. Capitado o grande (del latín caput, cabeza): con forma de
cabeza y un extremo redondeado. Es el hueso más grande
del carpo. Se articula con el tercer metacarpiano distalmente
y con el trapezoide, el escafoides, el semilunar y el ganchoso.
4. Ganchoso: con forma de cuña y situado en la parte medial
de la mano. Se articula con el 4º y el 5º metacarpianos, el
hueso grande y el piramidal. Se caracteriza por su proceso
ganchoso, el gancho del ganchoso, que se extiende
anteriormente.
Las caras proximales de la la distal de huesos del carpo se
articulan con la la proximal, y sus caras distales se articulan con
los huesos metacarpianos.
El metacarpo forma el esqueleto de la palma de la mano entre el
carpo y las falanges. Está constituido por los cinco huesos
metacarpianos. Cada metacarpiano consta de una base, un
cuerpo y una cabeza. Las bases de los metacarpianos,
proximales, se articulan con los huesos del carpo, y las cabezas
de los metacarpianos, distales, lo hacen con las falanges
proximales formando los nudillos.
El primer metacarpiano (del pulgar) es el más grueso y corto de
estos huesos. El tercer metacarpiano se distingue por estar dotado
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de un proceso estiloides, que se localiza en la cara lateral de su
base ( g. 3-10).

Fig. 3-10. Anatomía de super cie de los huesos del miembro superior.
Cada dedo consta de tres falanges, excepto el primero (el pulgar)
que sólo tiene dos (aunque son más gruesas que las del resto de
los dedos). Cada una de las falanges está formada por una base
proximal, un cuerpo y una cabeza distal ( g. 3-9). Las falanges
proximales son las mayores, las medias tienen un tamaño
intermedio, y las distales son las más pequeñas. Los cuerpos de
las falanges se estrechan distalmente. Las falanges distales son
aplanadas y se expanden en sus extremos distales para formar la
base de los lechos ungueales.

Articulaciónes
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del hombro

La articulación del hombro (glenohumeral) es sinovial y de tipo


esferoideo. Permite una amplia variedad de movimientos, pero
esto la hace relativamente inestable.
Super cies articulares
La cabeza del húmero, grande y redondeada, se articula con la
cavidad glenoidea de la escápula ( gs. 3-94 y gs. 3-95), que
aunque es relativamente poco profunda se amplía de manera
ligera pero e caz gracias al anillo formado por el rodete
glenoideo brocartilaginoso. Ambas super cies articulares están
recubiertas de cartílago hialino.

Fig. 3-94. Manguito de los rotadores y articulación del hombro. A) Disección de la


articulación del hombro en la cual la cápsula articular ha sido extirpada y la articulación se
ha abierto por su cara posterior como si fuese un libro. Cuatro músculos cortos del
manguito de los rotadores (supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular)
cruzan y rodean la articulación, fusionándose con su cápsula. La cara anterior, interna,
muestra los ligamentos glenohumerales, que se han cortado para abrir la articulación. B)
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Se muestran los músculos del manguito de los rotadores izquierdo y su relación con la
escápula y la cavidad glenoidea. La función principal de estos músculos y del manguito
musculotendinoso de los rotadores es jar la cabeza relativamente grande del húmero a la
cavidad glenoidea de la escápula, mucho menor y poco profunda.
La cavidad glenoidea acoge poco más de un tercio de la cabeza
del húmero, que se mantiene en su sitio gracias al tono del
manguito rotador musculotendinoso (músculos supraespinoso,
infraespinoso, redondo menor y subescapular) ( gs. 3-29 y 3-94 B;
tabla 3-6).
Cápsula articular
La laxa membrana brosa de la cápsula articular rodea la
articulación del hombro y se inserta medialmente en el borde de la
cavidad glenoidea y lateralmente en el cuello anatómico del
húmero ( g. 3-95 A y B). Superiormente, esta parte de la cápsula
invade la raíz del proceso coracoides para que su membrana
brosa pueda englobar dentro de la articulación la inserción
proximal de la cabeza larga del bíceps braquial, situada en el
tubérculo supraglenoideo.

Fig. 3-95. Cápsulas y ligamentos de las articulaciones del hombro y acromioclavicular. A)


Huesos, super cies articulares, cápsula articular, cavidad articular y bolsa subacromial. B)
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Ligamentos acromioclavicular, coracohumeral y glenohumerales. Aunque se muestren
sobre la cara externa de la cápsula articular, en realidad los ligamentos glenohumerales
son estructuras que pueden verse desde la cara interna de la articulación del hombro
(como en la g. 3-94 A). Estos ligamentos refuerzan la cara anterior de la cápsula de la
articulación del hombro, y el ligamento coracohumeral refuerza la cápsula superiormente.
C) RM coronal que muestra las articulaciones del hombro y acromioclavicular derechas. A,
acromion; C, clavícula; CH, cabeza del húmero; CQ, cuello quirúrgico del húmero; G,
cavidad glenoidea; TM, tubérculo mayor del húmero.
La cápsula articular tiene dos aberturas: 1) una entre los
tubérculos del húmero para que pueda pasar el tendón de la
cabeza larga del bíceps braquial ( g. 3-93 A), y 2) una situada
anteriormente, inferior al proceso coracoides, que permite que la
bolsa subescapular y la cavidad sinovial de la articulación se
comuniquen. La parte inferior de la cápsula articular (la única que
no está reforzada por los músculos del manguito de los rotadores)
es su región más débil. Aquí, la cápsula es particularmente laxa y
presenta pliegues cuando el brazo se encuentra en aducción; no
obstante, se tensa cuando se abduce el brazo.
La membrana sinovial recubre la super cie interna de la
membrana brosa de la cápsula y se re eja desde ella en el rodete
glenoideo y el húmero, hasta el límite articular de la cabeza ( gs.
3-93 A y 3-94 A Y 3-95 A).
La membrana sinovial también forma una vaina tubular para el
tendón de la cabeza larga del bíceps braquial, donde este último
se sitúa en el surco intertubercular del húmero y se dirige hacia la
cavidad articular ( g. 3-93 A).
Ligamentos
Los ligamentos glenohumerales, que refuerzan la cara anterior de
la cápsula articular, y el ligamento coracohumeral, que la refuerza
superiormente, son de tipo intrínseco (es decir, forman parte de la
membrana brosa de la cápsula articular) ( gs. 3-94 A y 3-95 B).
Los ligamentos glenohumerales son tres bandas brosas,
visibles sólo en la cara interna de la cápsula, que refuerzan la
parte anterior de la cápsula articular. Estos ligamentos se
extienden de forma radial lateral e inferiormente desde el rodete
glenoideo a la altura del tubérculo supraglenoideo de la escápula y
se fusionan distalmente con la membrana brosa de la cápsula
cuando esta se inserta en el cuello anatómico del húmero.
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El ligamento coracohumeral es una banda resistente y amplia
que discurre desde la base del proceso coracoides hasta la cara
anterior del tubérculo mayor del húmero ( g. 3-95 B).
El ligamento transverso del húmero es una amplia banda brosa
que discurre más o menos oblicuamente entre los tubérculos
mayor y menor del húmero, pasando por encima del surco
intertubercular ( gs. 3-93 A y 3-95 B). Este ligamento convierte el
surco en un conducto que mantiene el tendón del bíceps braquial y
su vaina sinovial en posición durante los movimientos de la
articulación del hombro.
El arco coracoacromial es una estructura extrínseca protectora
formada por la cara inferior lisa del acromion y el proceso
coracoides de la escápula, entre los que se extiende el ligamento
coracoacromial ( g. 3-95 B). Esta estructura osteoligamentosa
forma un arco protector que se encuentra sobre la cabeza del
húmero y evita su desplazamiento superior en la cavidad
glenoidea. El arco coracoacromial es tan resistente que puede
aguantar un violento empuje hacia arriba del húmero sin
fracturarse (antes se fracturarían el cuerpo del húmero o la
clavícula).
Cuando se transmite una fuerza hacia arriba a lo largo del húmero
(ej. cuando se está de pie al lado de una mesa y se apoya
parcialmente el peso del cuerpo sobre esta con los miembros
extendidos), la cabeza del húmero presiona contra el arco
coracoacromial. El músculo supraespinoso pasa por debajo de
este arco y se sitúa en profundidad al deltoides cuando su tendón
se fusiona con la cápsula de la articulación del hombro como parte
del manguito de los rotadores ( g. 3-94).
La bolsa subacromial facilita el movimiento del tendón del
supraespinoso cuando este pasa por debajo del arco para dirigirse
hacia el tubérculo mayor del húmero ( g. 3-95 A). Esta bolsa se
sitúa entre el arco (superiormente) y el tendón y el tubérculo
(inferiormente).
Movimientos
La articulación del hombro tiene más libertad de movimientos que
cualquier otra articulación del cuerpo. Esta libertad se debe a la
laxitud de su cápsula articular y al gran tamaño de la cabeza del
húmero en comparación con la pequeña cavidad glenoidea. La
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articulación del hombro permite movimientos en los tres ejes del
espacio: exión-extensión, abducción- aducción, rotación medial y
lateral del húmero, y circunducción ( g. 3-96).
La rotación lateral del húmero aumenta la amplitud de la
abducción. Cuando se abduce el brazo sin rotación, la super cie
articular disponible se acaba y el tubérculo mayor contacta con el
arco coracoacromial, lo cual impide que continúe la abducción. Si
luego se rota el brazo lateralmente 180°, los tubérculos rotan hacia
atrás y se obtiene más super cie articular disponible para
continuar con la elevación.
La circunducción de la articulación del hombro es una secuencia
ordenada de exión, abducción, extensión y aducción (o al
contrario) ( g. 3-91). A menos que su amplitud sea reducida, en
estos movimientos no sólo está implicada la articulación del
hombro aisladamente, sino que también participan las otras dos
articulaciones de la cintura escapular (esternoclavicular y acro-
mioclavicular). La rigidez o la jación de las articulaciones en la
cintura escapular (anquilosis) restringe en gran medida la amplitud
de los movimientos, incluso cuando la articulación del hombro es
normal.

Articulación del codo


La articulación del codo es una articulación sinovial de tipo
gínglimo que se localiza 2-3 cm por debajo de los epicóndilos del
húmero ( g. 3-97).
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Fig. 3-97. Articulaciones del codo y radioulnar proximal. A) La delgada cara anterior de la
cápsula articular ha sido extirpada para poder ver las super cies óseas articulares de su
interior. Los fuertes ligamentos colaterales permanecen intactos. B) Radiografía de la
articulación del codo extendida. C) Membrana brosa y membrana sinovial de la cápsula
articular, bolsas subcutánea del olécranon y subtendinosa del tríceps braquial, y
articulación humeroulnar del codo. D) Radiografía de la articulación del codo exionada.
Super cies articulares
La tróclea en forma de polea y el capítulo (cóndilo) esferoideo del
húmero se articulan con la incisura troclear de la ulna y la cara
superior ligeramente cóncava de la cabeza del radio,
respectivamente; en consecuencia, existe una articulación
humeroulnar y una humerorradial. Las super cies articulares,
recubiertas de cartílago hialino, son casi completamente
congruentes (se encuentran en contacto) cuando el antebrazo se
sitúa en una posición a medio camino entre la pronación y la
supinación, y el codo está exionado en ángulo recto.
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Cápsula articular
La membrana brosa de la cápsula articular rodea la articulación
del codo ( g. 3-97 A y C). Se inserta en el húmero en los bordes de
los extremos lateral y medial de las super cies articulares del
capítulo y la tróclea. Anterior y posteriormente se dirige en sentido
ascendente hasta situarse proximal a las fosas coronoidea y del
olécranon.
La membrana sinovial recubre la super cie interna de la
membrana brosa de la cápsula y las partes intracapsulares no
articulares del húmero. Inferiormente también se continúa con la
membrana sinovial de la articulación radioulnar proximal. La
cápsula articular es débil anterior y posteriormente, pero está
reforzada en cada lado por ligamentos colaterales.
Ligamentos
Los ligamentos colaterales de la articulación del codo son potentes
bandas triangulares formadas por engrosamientos laterales y
mediales de la membrana brosa de la cápsula articular ( gs. 3-97
A y 3-98). El ligamento colateral radia, lateral y en forma de
abanico, se extiende desde el epicóndilo lateral del húmero para
fusionarse distalmente con el ligamento anular del radio, que
rodea y sujeta la cabeza del radio en la incisura radial de la ulna
para que se forme la articulación radioulnar proximal y se pueda
pronar y supinar el antebrazo.
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Fig. 3-98. Ligamentos colaterales de la articulación del codo. A) El ligamento colateral
radial en forma de abanico está insertado en el ligamento anular del radio, pero sus bras
super ciales se continúan hacia la ulna. B) El ligamento colateral ulnar tiene un fascículo
anterior en forma de cordón, fuerte y redondeado, el cual está tirante cuando la
articulación del codo está extendida, y un fascículo posterior débil en forma de abanico
que está tirante cuando la articulación está exionada. Las bras oblicuas simplemente
hacen más profunda la fosa para la tróclea del húmero.
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El ligamento colateral ulnar, medial y triangular, se extiende
desde el epicóndilo medial del húmero hasta el proceso
coronoides y el olécranon de la ulna, y consta de tres fascículos:
1. fascículo anterior, similar a un cordón, que es el más potente;
2. fascículo posterior, en forma de abanico, que es el más débil,
y
3. fascículo oblicuo, delgado, que hace más profunda la cavidad
para la tróclea del húmero.
Movimientos
La articulación del codo permite movimientos de exión y
extensión. El eje longitudinal de la ulna en extensión completa
forma un ángulo de unos 170° con el eje longitudinal del húmero.
Este ángulo se denomina ángulo de transporte ( g. 3-99), por el
modo en que aleja el antebrazo del cuerpo cuando se transporta
algo (ej. un cubo lleno de agua). La oblicuidad de la ulna, y en
consecuencia del ángulo de transporte, es más pronunciada (el
ángulo es aproximadamente 10° más agudo) en la mujer que en el
hombre. Se dice que así permite que los miembros superiores
esquiven la amplia pelvis femenina cuando se balancean al
caminar. En posición anatómica, el codo se encuentra frente a la
cintura. El ángulo de transporte desaparece cuando el antebrazo
está pronado.
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Fig. 3-99. Ángulo de transporte de la articulación del codo. Este ángulo está formado por
los ejes del brazo y del antebrazo cuando el codo está total-mente extendido. Obsérvese
que el antebrazo se separa lateralmente, formando un ángulo que es mayor en la mujer.
Teleológicamente se a rma que esto deja espacio para la pelvis femenina, más ancha,
durante el balanceo de los miembros superiores durante la marcha; no obstante, no hay
diferencias signi cativas en lo que se re ere a la función del codo.

Articulación radiocarpiana
La articulación radiocarpiana es una articulación sinovial de tipo
elipsoidea (condílea) ( g. 1-17). La posición de esta articulación
está indicada aproximadamente por una línea que une el proceso
estiloides del radio con el de la ulna, o por el surco proximal del
carpo ( gs. 3-89 y 3-106 a 3-108). El carpo (muñeca) es el
segmento proximal de la mano constituido por un complejo de
ocho huesos carpianos; se articula proximalmente con el
antebrazo mediante la articulación radiocarpiana, y distalmente
con los cinco metacarpianos.
Super cies articulares
La ulna no participa en la articulación radiocarpiana. Son el
extremo distal del radio y el disco de la articulación radioulnar
distal los que se articulan con la hilera proximal de huesos del
carpo, excepto el pisiforme ( g. 3-107 B y C). Este último actúa
principalmente como hueso sesamoideo, aumentando la acción de
palanca del exor ulnar del carpo. Se encuentra en un plano
anterior a los otros huesos del carpo, y se articula sólo con el
piramidal.
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Fig. 3-107. Huesos y articulaciones del carpo y de la mano. A) En las radiografías del
carpo y la mano, el «espacio articular» en el extremo distal de la ulna parece amplio
debido a la radiotransparencia del disco articular. B) Esta sección coronal de la mano
derecha muestra las articulaciones radioulnar distal, radiocarpiana, intercarpianas,
carpometacarpianas e inter-metacarpianas. Aunque parecen no tener solución de
continuidad en las imágenes A y C, las cavidades articulares de las articulaciones
radioulnar distal y radiocarpiana están separadas por el disco articular de la articulación
radioulnar distal. C) RM coronal del carpo. Las diferentes estructuras se identi can en A.
Cápsula articular
La membrana brosa de la cápsula articular rodea la articulación
radiocarpiana y se inserta en los extremos distales del radio y la
ulna, y en la la proximal de huesos carpianos (escafoides,
semilunar y piramidal; g. 3-108A y B). La membrana sinovial
recubre la super cie interna de la membrana brosa de la cápsula
articular y se inserta en los márgenes de las super cies articulares
( g. 3-108 B). Existen numerosos repliegues sinoviales.
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Fig. 3-108. Disección de las articulaciones radioulnar distal, radiocarpiana e intercarpiana.
A) Se muestran los ligamentos de estas articulaciones. La mano está en extensión
forzada, pero la articulación está intacta. Obsérvense los ligamentos radiocarpianos
palmares, que pasan desde el radio hasta las dos las de huesos del carpo. Estos
ligamentos robustos están dirigidos de modo que la mano sigue al radio durante la
supinación. B) La articulación está abierta anteriormente, con los ligamentos
radiocarpianos dorsales a modo de bisagra. Obsérvese que las caras articulares
proximales del escafoides y del semilunar son casi iguales, y que el semilunar se articula
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tanto con el radio como con el disco articular. El piramidal únicamente se articula con el
disco articular de la articulación radioulnar distal durante la aducción del carpo.
Ligamentos
La membrana brosa de la cápsula articular está reforzada por
resistentes ligamentos radiocarpianos dorsales y palmares. Los
ligamentos radiocarpianos palmares van desde el radio hasta
las dos las de huesos carpianos ( g. 3-108 A). Son resistentes y
se orientan para que la mano siga al radio durante la supinación
del antebrazo. Los ligamentos radiocarpianos dorsales tienen la
misma orientación para que la mano siga al radio durante la
pronación del antebrazo.
La cápsula articular también está reforzada medialmente por el
ligamento colateral ulnar, que se inserta en el proceso estiloides
de la ulna y en el piramidal ( gs. 3-107 B y 3-108 A). La cápsula
articular también está reforzada lateralmente por el ligamento
colateral radial, que se inserta en el proceso estiloides del radio y
en el escafoides.
Movimientos
La articulación radiocarpiana puede aumentar la amplitud de sus
movimientos mediante pequeños desplazamientos adicionales de
las articulaciones intercarpianas y mediocarpiana ( g. 3-109). Sus
movimientos son de exión-extensión, abducción-aducción
(desviación radial-desviación ulnar) y circunducción. El grado de
exión de la mano sobre el antebrazo es superior al de extensión;
estos movimientos se acompañan (de hecho, se inician así) de
movimientos similares en la articulación mediocarpiana (entre las
las proximal y distal de huesos carpianos). El grado de aducción
de la mano es mayor que el de abducción ( g. 3-109 B). La mayor
parte de la aducción tiene lugar en la articulación radiocarpiana.
En la abducción desde la posición neutra está implicada la
articulación mediocarpiana. La circunducción de la mano consiste
en una serie sucesiva de movimientos de exión, aducción,
extensión y abducción.
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Fig. 3-109. Movimientos del carpo. A) En esta sección sagital del carpo y de la mano
durante la extensión y la exión, obsérvense las articulaciones radiocarpiana,
mediocarpiana y carpometacarpianas. Casi todos los movimientos tienen lugar en la
articulación radiocarpiana, con movimientos adicionales localizados en la articulación
mediocarpiana durante la exión completa y la extensión. B) Se muestra el movimiento en
las articulaciones radiocarpiana y mediocarpiana durante la aducción y la abducción como
se verían en una radiografía posteroanterior. C) Las echas indican la dirección en que se
mueve la mano cuando los tendones de los músculos principales («carpianos») actúan en
las «cuatro esquinas» de la articulación, individualmente o al unísono. ERCC, extensor
radial corto del carpo; ERLC, extensor radial largo del carpo; EUC, extensor ulnar del
carpo; FRC, exor radial del carpo; FUC, exor ulnar del carpo.
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