Escuela Superior de Chimborazo Facultad de Salud Pública Escuela: Nutrición Y Dietética

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 10

ESCUELA SUPERIOR DE CHIMBORAZO

FACULTAD DE SALUD PÚBLICA


ESCUELA: NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

DRA. SARITA BETANCOURT ORTIZ.

CLASE No 6

Unidad N° 2 La Salud- enfermedad como construcción social:


Representaciones Culturales:
• Factores ideológicos: creencias, mitos y tabúes alimentarios

RESUMEN

El tema que se aborda en esta clase, son Factores ideológicos: creencias, mitos y tabúes
alimentarios. Los factores ideológicos están condicionando el comportamiento
alimentario, este a su vez por el conjunto de creencias y valores que circulan en cualquier
cultura y grupo social y que determinan aquellos alimentos que son tabú o no. La
alimentación incluye normalmente una postura moral. La elección de los alimentos y el
comportamiento de quien los ingiere están sometidos a normas médicas, religiosas,
sociales y en esa medida, sancionados por juicios.
El objetivo general es lograr que los estudiantes identifiquen conceptualmente los
Factores ideológicos: creencias, mitos y tabúes alimentarios como condicionantes del
comportamiento alimentario. Para alcanzar el objetivo se propone la revisión de los
factores ideológicos, algunas evidencias que creencias, mitos y tabúes alimentarios. Se
concluye identificando las características de cada uno de estos y se recomienda a los
futuros Nutricionistas – Dietistas reconocer estos factores para intervenir en la
modulación de la cultura.

A. INTRODUCCIÓN

La alimentación humana a través de la historia se ha visto influida por las creencias, mitos
y tabús. En ocasiones algunas conductas alimentarias carecen de fundamento acientífico,
por lo que pueden repercutir, desfavorablemente, en la salud humana. La invención de
mitos alimentarios crece día con día, constituyendo un reto para el profesional
nutricionista dietista que trata de brindar a sus pacientes explicaciones lógicas y
fundamentadas acerca de la conveniencia de seguir tal o cual recomendación sobre su
alimentación, debiendo, además adecuarse a las enfermedades que padezca cada caso
para no agravar su padecimiento.

B. OBJETIVOS

1. Conceptuales

Que los estudiantes conozcan los Factores ideológicos que influyen en la cultura
alimentaria para que puedan entender el comportamiento alimentario de individuos y
grupos poblacionales

2. Procedimentales

Que los estudiantes identifiquen los Factores ideológicos que influyen en la cultura
alimentaria para que los consideren en el estudio del comportamiento alimentario de
individuos y grupos poblacionales en su práctica profesional

3. Actitudinales

Que los estudiantes desarrollen su sentido crítico para entender los Factores ideológicos
que influyen en la cultura alimentaria de individuos y grupos poblacionales de forma
respetuosa, innovadora y eficiente.

C. PREGUNTAS DE INTRODUCCIÓN

1. ¿Qué entienden Uds por Factores ideológicos?

2. ¿Qué entienden Uds por creencias, mitos y tabúes alimentarios?

CONTENIDOS

Representaciones Culturales:

• Factores ideológicos: creencias, mitos y tabúes alimentarios

Creencias:

Las creencias alimentarias resultan ser: "Generalizaciones que las personas hacen o dicen,
en relación con los alimentos" (Romo, López R, López B, Morales & Alonso, 2005), y para
muchos individuos y comunidades son parte de una herencia que se va transmitiendo de
generación en generación. Se forman a partir de ideas, experiencias y emociones.

Es la creencia contraria a la razón que atribuye una explicación mágica a la generación de


los fenómenos, procesos y sus relaciones. Los mitos forman parte del sistema de
creencias de una cultura o de una comunidad, la cual los considera historias verdaderas.
Las ideas se forman a partir de un proceso mediante el cual una oración o juicio es
reforzado por referencias o experiencias, que lo corroboran. Las que pueden obtenerse, a
través de información que se toma de personas, libros u otros medios de comunicación.
Las experiencias se fortalecen o se instalan principalmente por vivencias personales
asociadas a emociones fuertes, sean estas placenteras o dolorosas. La intensidad
emocional que se siente respecto a cualquier de esas experiencias referenciales
determinará la fuerza del anclaje de esa idea, para convertirse en creencia.
Las creencias y los simbolismos de los alimentos, las exclusiones y elecciones que se hacen
al preparar la comida familiar, esconden procesos con significación cultural y social que
pueden dar sentido a las decisiones sobre qué es lo potencialmente modificable y aquello
que aún en situaciones sociales adversas no se modifica.

Las creencias no son hechos comprobados, aunque se tiende a valorar los datos que las
corroboran y olvidar los que los contradicen. Tampoco son lógicas, ni pueden
demostrarse. Son las hipótesis de trabajo que utilizamos en la vida diaria, que dan sentido
a las experiencias, les ofrecen estabilidad y validez, y eso explica por qué las personas
muestran cierta satisfacción cuando ocurre lo esperado y pueden expresar: "sabía que eso
sucedería".

Las creencias forman un sistema, forman una estructura que da coherencia a las
experiencias. Son como posesiones. El lenguaje involucrado en ello es muy revelador
"tenemos" creencias. Las "adoptamos" o "adquirimos" y pueden pasar de generación en
generación, o sea las "heredamos". Las personas defienden sus creencias, e incluso se
aferran a ellas. Cuando se deja alguna, la "abandonamos", "renunciamos" a ella, la
"perdemos". Si las creencias son posesiones, se puede ser posesivo. Puede que algunas
sean herencias de gran valor y otras no. Algunas se dejan a la vista de todos y otras son
demasiado valiosas para ser exhibidas en público. Las creencias alimentarias, resultan ser
"generalizaciones que las personas hacen o dicen, en relación con los alimentos", y para
muchos individuos y comunidades pueden ser parte de esas herencias que se van
transmitiendo de generación en generación. Ejemplos:

Comer carnes rojas. Ciertas personas aseguran que la carne roja "se pudre en el intestino"
y que es dañina para nuestro cuerpo.

Amamantar cambia la estética del cuerpo


La mezcla de alimentos para engordar o adelgazar.
Mezclar frutas con leche es dañino para el organismo.
Comer en la noche engorda.
Leche directo de la vaca.
“Las vitaminas y los minerales engordan“
Las espinacas, contienen mucho hierro”
La margarina engorda menos que la
mantequilla” El agua ingerida durante las
comidas engorda”.
” Consumir mucho azúcar, provoca diabetes”
El apio y las nueces son afrodisíacos.
Un jugo de pomelo en ayunas quema las grasas.
La manzana limpia los dientes.
Después de un atracón, un día de ayuno.
La lechuga previene el cáncer.
La fruta engorda más si se come como postre”

CREENCIAS ALIMENTARIAS EN EL EMBARAZO

✓ “Consumo del plátano y el huevo crudo” cree que el niño saldrá más blanco.
El plátano puede dar cólico en algunas personas, cuando se consume en la noche,
mas no hará que el niño salga más blanco. El huevo crudo no debe consumirse ya
que la proteína del huevo se absorbe cocida y no cruda, también para evitar la
salmonella. Entonces no hay ningún estudio que compruebe dicha creencia no es
más que una superstición.

✓ “Al comer muchas frutas y verduras el niño sale más blanco y cabello claro” Desde
el punto de vista nutricional, comer frutas y verduras durante el embarazo aporta;
vitaminas y minerales, esto no tiene nada que ver que el niño salda más blanco y
con cabello claro, lo único que puede suceder es que el niño nacerá saludable.

✓ “Al comer mucho maní nacen gemelos. El maní aporta ácidos grasos esenciales, y
no hace que nazcan niños gemelos.

✓ “Consumo excesivo de carnes, hace que la cabeza del niño crezca,” el consumo de
carnes debe ser de acuerdo con cada persona, pero hay que tomar en cuenta que
durante el embarazo; se aumenta una porción de carnes ya que durante los tres
primeros meses su consumo es primordial.

Mitos alimentarios

Las prácticas alimentarias son fuertemente influenciadas por mitos, que son un conjunto
de ideas creadas por la imaginación que no tienen realidad concreta, y por creencias, que
son proposiciones conscientes o inconscientes que las personas hacen o dicen en relación
con los alimentos que se forman a partir de ideas, experiencias y emociones

Los seres humanos tienen la necesidad de aprender las buenas elecciones alimentarias y
las aprenden a partir de un saber colectivo que se ha ido constituyendo, a lo largo de las
generaciones, bajo la forma de un cuerpo de creencias, algunas confirmadas por la
experiencia, otras completamente simbólicas o mágicas, tales como el ayuno, la búsqueda
de lo sagrado o las prohibiciones religiosas. Estas prohibiciones pueden referir, a veces, a
alimentos completamente sanos y afectar a una población entera o, bajo la forma de un
tabú, a un subgrupo dentro de una determinada sociedad.
La alimentación humana en el transcurso de la historia se ha visto influida por el folklore,
no es simplemente una necesidad fisiológica, sino que también representa en todas las
culturas y en toda la sociedad un gran fenómeno difícil de estandarizar y de estudiar.
Ejemplo: la inocuidad de los alimentos transgénicos, la creciente ingesta de edulcorantes
bajos en calorías como sustitutos del azúcar y su efecto en la salud. Hay ciertas
costumbres y modas que, en ocasiones, carecen de fundamento científico a los que se les
puede considerar mitos alimentarios. Su análisis tiene que ver con el desempeño de la
práctica médica.

Ejemplos:

"Los plátanos engordan, pero los plátanos y la leche adelgazan"

"Cuando se come menos, el estómago reduce su tamaño"

"Naranja y leche no deben consumirse juntas, porque se corta (se coagula) la leche"

"El acné se exacerba por comer grasas"

"El queso, a pesar de sus grasas, es excelente para una dieta de adelgazamiento, porque
contiene una cantidad enorme de proteínas"

"Pepinos y manzanas tienen 'calorías negativas' porque exigen para su masticación y


digestión más energía de la que el alimento proporciona"

Estos dos últimos mitos son el fundamento de muchas dietas llamadas disociadas, pero no
tienen ninguna base científica. En la actualidad, sabemos que las enzimas actúan de igual
forma, con independencia de que el consumo de alimentos de diferentes tipos sea o no
conjunto. Además, debe tenerse presente que los alimentos son mezclas heterogéneas de
nutrientes, con mayor o menor riqueza en alguno de ellos y, por tanto, aunque se
quisiera, no podrían disociarse sus nutrientes. Aun así, las dietas disociadas constituyen
uno de los tratamientos adelgazantes más buscados

TABUES

Aquellos alimentos que por razones culturales o religiosas no se consideran aceptables


para su consumo.

Los alimentos tabús son considerados por la mayoría de las personas como alimentos
repugnantes, que no están acostumbrados a consumir por simplemente cultura, religión o
sociedad. Para otros, la llaman comida exótica.
La comida es una de las expresiones fundamentales de la cultura. Lo que cada comunidad
define como alimento depende no sólo de los recursos disponibles sino también de
consideraciones éticas, estéticas y religiosas. Por eso, lo que para unos es un manjar, para
otros puede resultar repulsivo y hasta cruel, transformándose en una comida tabú.

Mientras los alimentos prohibidos son raramente opciones de consumo, la articulación de


tabús y las muestras de repugnancia a la idea de consumirlos son significativas por su
contribución a la construcción y realización de los fundamentos morales de la vida social.
Generaciones de investigadores han dejado claro que las prohibiciones de ciertos
alimentos, partes de ellos (ciertos cortes de carne) o categorías de alimentos (vegetales de
hoja verde) para segmentos de la sociedad (generalmente jóvenes, mujeres o personas en
determinadas condiciones, como embarazo, lactancia o luto) son comunes a lo largo del
continente.

Los “tabús alimentarios” se refieren a límites más estrictos que prohíben el consumo de
algunos alimentos con consecuencias sociales y a veces físicas para los transgresores. Si se
considera que la mayoría de los alimentos tabú en una sociedad están prohibidos para
muchos, surgen las cuestiones de por qué, cuándo, dónde y para quiénes. Los
antropólogos y otros académicos ofrecen una gama de explicaciones. Los análisis
estructuralistas, por ejemplo, los interpretan como producto de ideologías culturales, las
cuales organizan el mundo mediante la asignación de valor a sus elementos físicos y
prohíben lo que aparece como anómalo. Las explicaciones materialistas subrayan los
resultados prácticos de los tabús, como la conservación del ambiente y la abstención de
comer animales utilizados con fines económicos. Otros sostienen que los sistemas de
creencias y rituales simplemente representan poderosos motivos mágico-religiosos para
prohibir ciertas comidas. Cada postura propone orígenes y explicaciones profundamente
enraizadas en la cultura.

Carne vacuna

Uno de los más conocidos tabúes alimentarios es la prohibición religiosa del hinduismo de
faenar y comer la carne de los vacunos, en especial la de las vacas, que son consideradas
divinas e inviolables. Para algunos hindúes una vaca es la reencarnación directa anterior
antes de ser un humano, por lo que si se sacrifica a una vaca se retroceden 87 escalones
de reencarnación. Se considera sagrada no solo la vaca, sino también la leche y cualquier
producto del bovino.

De Mahatma Gandhi se tiene la siguiente cita: «El centro del hinduismo es la protección
de las vacas. La protección de las vacas es uno de los más maravillosos fenómenos de la
evolución humana. Su protección del sacrificio es el regalo del hinduismo al mundo. Y el
hinduismo vivirá en el futuro, en tanto le sea permitido proteger a las vacas.»

Carne de cerdo

Tanto en la religión judía como en la musulmana y en ciertas religiones cristianas como los
adventistas, la carne de cerdo es un tabú. Los textos sagrados de ambas prohíben el
consumo de esta carne. La Torá prohíbe el consumo en crudo de una gran cantidad de
animales, y esta prohibición afecta también al cerdo doméstico. La prohibición se
menciona en el Levítico, el tercer libro de Moisés:
Estos son los animales que comeréis de entre todos los animales que hay sobre la tierra.
De entre los animales, todo el que tiene pezuña hendida y que rumia, éste comeréis. Pero
de los que rumian o que tienen pezuña, no comeréis éstos: el camello, porque rumia pero
no tiene pezuña hendida, lo tendréis por inmundo. También el conejo, porque rumia, pero
no tiene pezuña, lo tendréis por inmundo. Asimismo la liebre, porque rumia, pero no tiene
pezuña, la tendréis por inmunda. También el cerdo, porque tiene pezuñas, y es de
pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo

El Corán prohíbe igualmente y de forma explícita el consumo de la carne de cerdo, dando


una clara indicación acerca de lo que es en los alimentos puro (halal) e impuro (haram)
desde el punto de vista de las leyes islámicas:

Se os prohíbe comer la carne del animal que haya muerto de muerte natural, la sangre, la
carne de cerdo y la de un animal que se sacrifique en nombre de otro que Dios; no
obstante, quien se vea obligado a hacerlo en contra de su voluntad y sin buscar en ello un
acto de desobediencia, no incurrirá en falta. Es cierto que Dios es Perdonador y
Compasivo.

En ambas religiones la carne de cerdo es considerada como tabú y ambas justifican hoy en
día este rechazo mencionando las cualidades poco limpias del animal en su rutina diaria.

Carne de caballo

La carne de caballo es considerada en algunos países como un alimento más en la dieta,


pero al igual que otras carnes en otros países se ha convertido en un alimento tabú o al
menos es rechazada para su consumo. El cashrut judío prohíbe entre otras cosas el
consumo de la carne de caballo; en el islam se considera a la carne de burro y caballo un
alimento halal (permitido), y no es considerado como haram (prohibido).

En el cristianismo no existen reglas restrictivas al respecto. No obstante, la carne de


caballo es considerada tabú en algunos países como Reino Unido, Estados Unidos y
Australia, pero en algunas zonas de España, Francia, Bélgica, Países Bajos, Italia y Polonia
es comercializada normalmente y puede encontrarse en supermercados. En Alemania, en
Austria y en Suiza existen carnicerías de caballo, aunque la carne es consumida por una
minoría en la actualidad. Existen platos en la cocina alemana como el Rheinischer
Sauerbraten que en tiempos fue elaborada con carne de caballo; el Leberkäse elaborado
en cocina austriaca con carne de caballo es considerado en este país como una delicia.

Sangre

En el judaísmo, en el islam y en ciertas denominaciones cristianas como los testigos de


Jehová y los adventistas, se considera tabú el consumo de sangre, carne sangrienta o
alimentos que contengan sangre como ingrediente.
En la Biblia, en el libro V de Moisés (Deuteronomio 12:23), se rechaza el consumo de
sangre debido a que es fuente de vitalidad. Esta prohibición se repite en la Torá y en el
Levítico. Al igual que el caso del tabú de la carne de cerdo, el hecho de que el tabú de
comer sangre aparezca en la Biblia no ha bastado para extenderlo entre los cristianos
(aunque habitualmente sí existe un tabú cultural). Sin embargo, existen indicios de que
esta prohibición era respetada por los primeros cristianos.

Por razones diferentes a la religión, en algunos países de la Unión Europea está prohibido
vender sangre líquida, alegando razones de salud pública. Este fenómeno ha hecho que
algunos platos tradicionales como el sanguinaccio dolce (extraña mezcla de chocolate con
sangre de cerdo) de la cocina de Nápoles quedara relegado casi al olvido. Sin embargo, el
consumo de sus subproductos procesados en forma de embutido (morcillas, black
pudding, etcétera) está muy extendido y es altamente popular. En Galicia es tradicional
comer durante la matanza del cerdo, filloas hechas con su sangre. En la región sur de
México es muy consumida la moronga, un embutido hecho con sangre de cerdo y
especias.

Alimentos tabúes por motivos no religiosos

Carne de perro

El perro Chow Chow fue considerado un alimento en China.

Aunque la carne de perro se consume en ciertos países, en la mayor parte del mundo se
considera un alimento tabú. En Europa llegó a usarse como alimento sólo en situaciones
de catástrofe o emergencia en el pasado, pero actualmente su consumo es tabú y se
asocia a menudo con los movimientos de protección de los derechos de los animales.

Insectos

En Europa, los insectos no son considerados un alimento, mientras que en algunos países
de Asia, África y partes de México pueden incluirlos como alimentos en algunos platos. En
Europa y en Estados Unidos los insectos son asociados con la basura y la suciedad y por
esta razón se evita su consumo.

Muchos insectos pueden ser considerados como una fuente apropiada de proteínas, por
ejemplo, cien gramos de larvas de termitas africanas pueden llegar a tener 610 kcal, 38 g
de proteína y 46 g de grasa; 100 g de larvas de polillas tienen aproximadamente 375 kcal
con 46 g de proteína y 10 g de grasa. Las larvas secas de abeja tienen un 90% de proteínas
y el resto, de grasa.

Algunos casos aislados y locales en Europa son un ejemplo tradicional de consumo de


insectos. Uno de ellos es el queso italiano Casu marzu que se come en Cerdeña y que tiene
larvas, otro ejemplo es el Milbenkäse que se elabora con los excrementos de los ácaros.
Mientras la mayoría de las sociedades asocian los tabúes al consumo de determinadas
carnes, los tabúes basados en plantas son raros y existen sólo en pequeñas etnias muy
bien conocidas. Además, se produce una distinción en sexos: existen alimentos que son
tabúes para hombres (y no para mujeres), y viceversa. Muy pocos autores mencionan los
alimentos tabúes basados en verduras o plantas y muchos de ellos afirman que el
alimento tabú es sólo con carne, y rechazan la existencia de tabús alimentarios basados en
plantas.

Alimentos prohibidos y aversiones:


El consumo y caza de algunos animales está internacionalmente prohibido por razones de
protección de especies. Algunos ejemplos son la tortuga, el castor, algunas focas
antárticas y las ballenas. La Unión Europea sanciona severamente a los ciudadanos que
infrinjan daños o cacen estas especies protegidas, así como el consumo de perros y gatos.
Una prohibición legal no es equivalente a un tabú. Hay especies de animales en vías de
extinción sin relación con su consumo directo por los humanos. No obstante, el límite
entre los alimentos prohibidos legalmente y los que son tabú está aún en discusión, y
algunos autores tratan a ambos como un tabú.

El tabú es una «prohibición interna», que no requiere de una razón especial para ser
activada. «Una característica sustancial del tabú es que es una ocupación emocional y que
a menudo tiene un carácter ambivalente, donde la reverencia y el aborrecimiento tienen
fronteras muy sutiles. El rechazo a ciertos alimentos puede distinguirse de las
prohibiciones y de los tabús, debido en parte a las connotaciones sociales de las comidas.

El consumo de ballenas es muy popular en las gastronomías de Islandia La sopa de tortuga

Riñones de cordero frescos. Productos lácteos

TABÚES DURANTE EL EMBARAZO: Ningún estudio científico demuestra estos preceptos.

✓ El “Consumo de vísceras” en las mujeres embarazadas se prohíben consumir


porque el niño saldrá ahogado por el cordón umbilical.
✓ Se prohíben El “Consumo de alimentos gemelares o deformes” porque hace que
nazcan niños gemelos, los niños nacerán pegados.
✓ Se restringen “El consumo de cítricos” algunas de las mujeres embarazadas porque
se le cortará la sangre al niño, el niño nacerá alérgico, cree que el niño nace
desnutrido, piensan que le puede dar gastritis a la madre gestante.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Murillo-Godínez, G, & Pérez Escamilla, LM. (2017). Los mitos alimentarios y su efecto en la

salud humana. Medicina interna de México, 33(3), 392-402. Recuperado en 01 de abril de

2020, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0186-

48662017000300392&lng=es&tlng=es.

También podría gustarte