El documento habla sobre la preocupación y cómo es un ladrón que roba la paz y bienestar. Explica que la preocupación viene de pensamientos negativos sobre el pasado, presente y futuro. Sin embargo, es posible vencer la preocupación entregándole todos los problemas a Dios mediante la oración, ya que Él se preocupa y se ocupa de nosotros. El documento concluye diciendo que la preocupación no logra nada y que debemos cambiarla por la oración.
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El documento habla sobre la preocupación y cómo es un ladrón que roba la paz y bienestar. Explica que la preocupación viene de pensamientos negativos sobre el pasado, presente y futuro. Sin embargo, es posible vencer la preocupación entregándole todos los problemas a Dios mediante la oración, ya que Él se preocupa y se ocupa de nosotros. El documento concluye diciendo que la preocupación no logra nada y que debemos cambiarla por la oración.
El documento habla sobre la preocupación y cómo es un ladrón que roba la paz y bienestar. Explica que la preocupación viene de pensamientos negativos sobre el pasado, presente y futuro. Sin embargo, es posible vencer la preocupación entregándole todos los problemas a Dios mediante la oración, ya que Él se preocupa y se ocupa de nosotros. El documento concluye diciendo que la preocupación no logra nada y que debemos cambiarla por la oración.
El documento habla sobre la preocupación y cómo es un ladrón que roba la paz y bienestar. Explica que la preocupación viene de pensamientos negativos sobre el pasado, presente y futuro. Sin embargo, es posible vencer la preocupación entregándole todos los problemas a Dios mediante la oración, ya que Él se preocupa y se ocupa de nosotros. El documento concluye diciendo que la preocupación no logra nada y que debemos cambiarla por la oración.
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1
UN LADRON SUTIL
Uno de los hábitos más destructivos que aprisionan al ser
humano es tan común que mucha gente lo considera tan natural como respirar y tan inofensivo como parpadear. Ese hábito se llama “preocupación”. Es un ladrón tan hábil y engañoso, que sus víctimas ni siquiera se dan cuenta que les han robado la paz, el tiempo, la energía mental y el bienestar emocional.
La preocupación es como una maraña de gruesos hilos que
ejercen presión sobre nuestra mente. Nos ata como un cordón entretejido de tres hebras a las penas del pasado, a las angustias de hoy y a las preocupaciones del mañana. Trágicamente, el efecto de la preocupación ahoga nuestro gozo, interfiere con nuestra paz y coarta nuestra libertad. 2 Sin embargo, ¡es posible vencer a esa asfixiante enemiga! Planteemos esta pregunta; ¿Qué es la Preocupación? Estado de desasosiego, inquietud o temor producido ante una situación difícil, un problema, etc. De acuerdo a psicólogos la preocupación es por un exceso de pasado que produce Depresión, Exceso de presente que produce Stress y un Exceso de futuro que produce Ansiedad. Observe el grafico. ¿Por qué se preocupa? Puede ser que conozcamos y amemos a Dios, pero nuestra preocupación persistente demuestra falta de confianza en él. Cuando confiamos en cualquier otra cosa que no sean las promesas y provisión de Dios para nuestra vida, la preocupación hará que nos alejemos del Señor y que nuestra confianza se convierta en desconfianza. La preocupación se debe a:
Una teología distorsionada (Imagen equivocada de Dios)
Confiamos en que Dios nos salva, pero no creemos que satisfará nuestras necesidades cotidianas (Mateo 7:9–11) 3
La ilusión de que tenemos el control de las cosas. Creemos
ilusamente que, si ordenamos mentalmente los eventos futuros, podremos controlar los resultados (Proverbios 29:25).
El síndrome de la responsabilidad exagerada. Tener un
sentido exagerado de responsabilidad pretendiendo que todas las áreas de nuestra vida sean perfectas (Filipenses 4:11–12)
Una falsa culpabilidad. Permitir que la culpa falsa se
manifieste como preocupación (Salmos 32:3–5). Emociones descontroladas. Dejamos que el temor nos controle por completo (Salmos 34:4). Necesitamos aprobación. Sentimos la imperiosa necesidad de ser aprobados por otros (Gálatas 1:10)
Hambre espiritual. Tratamos de vivir del alimento espiritual
pasado (Salmos 34:8, 10)
Tenemos una imagen personal distorsionada. Nos falta el
valor que Dios nos da (Salmos 34:18)
Por si no lo ha notado la preocupación viene por el cumulo
de pensamientos que llegan a nuestra mente, pensamientos motivados por querer encontrar soluciones a problemas 4 presentes y futuros. Por lo general estos pensamientos nos cargan de tal manera que nos llenamos de ansiedad e inquietudes. Veamos algunos de estos pensamientos que llegan a nuestra mente y la respuesta de Dios para cada uno.
PENSAMIENTOS RESPUESTA DE DIOS
Esta situación es imposible Todas las cosas son de solucionar. posibles. Lucas 18:27 Tengo miedo por lo que Yo te sostendré cuando puede venir. sientas temor. Isaías 41:10 Que me deparara al futuro, Dios ha determinado que no se que pasara mañana. nuestro futuro sea bueno. Jeremías 29:11 Como me sostendré, como Dios nos sostendrá y sostendré a mi familia. proveerá de todo. Salmos 27:25 Creo que me voy a morir. En Cristo tenemos vida, y vida eterna. Juan 11:25-26 Tengo miedo de quedarme Nunca te abandonare. solo. Deuteronomio 31:8
El punto mas importante es reconocer que todos en alguna
medida tenemos y vivimos con preocupaciones. Que estas parten justamente de nuestra mente. Llenamos nuestra menta de problemas y de posibles soluciones a los mismos, pero no llenamos nuestra mente de las promesas, la 5 palabra de Dios. Dios en su palabra siempre tiene una respuesta para cada situación. ¿Ante la pregunta “Como estas?” Escucho a muchos creyentes como usan en su vocabulario esta expresión; Aquí con problemas, con muchas preocupaciones. No que no notamos es que nos hemos habituado a sentirnos así, como si fuera algo normal para los hijos de Dios. Mire lo que la palabra dice sobre la preocupación.
Filipenses 4:6, se nos ordena, “Por nada estéis afanosos,
sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. En esta Escritura, aprendemos que debemos traer todas nuestras necesidades y preocupaciones ante Dios en oración, en vez de preocuparnos por ellas. También Jesús insta a los creyentes a no preocuparse. Él nos anima a evitar preocuparnos acerca de las necesidades físicas, como la ropa y la comida. Jesús nos asegura que nuestro Padre Celestial cuida de todas nuestras necesidades (Mateo 6:25- 34). Por tanto, no necesitamos preocuparnos por nada.
Puesto que la preocupación no debe formar parte de la
vida del creyente.
¿Cómo puede uno vencerla?
En 1 Pedro 5:7, se nos instruye a “echar toda nuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de nosotros”. Dios no quiere que nos agobiemos llevando el peso de los problemas y las cargas. En esta Escritura, Dios nos está 6 diciendo que le demos a Él todas nuestras preocupaciones y angustias.
¿Por qué quiere Dios encargarse de nuestros problemas?
La Biblia dice que es porque Él no se PREOCUPA, él se OCUPA por nosotros. ¿Comprendes la diferencia entre ambas palabras? A Dios le importa todo lo que te sucede. Ninguna preocupación es demasiado grande o demasiado pequeña para que tenga Su atención. Cuando le damos a Dios nuestros problemas, Él promete darnos Su paz, la cual sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7).
Desde luego, para aquellos que no conocen al Salvador, la
preocupación y la ansiedad serán parte de sus vidas. Pero para aquellos que le han entregado sus vidas a Él, Jesús les promete, “Venid a mí todos los que estéis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30).
¿Cómo deshacernos de la preocupación?
1. Elimine las frases negativas “no puedo”, “no debería”, “tengo que” y “debo”, que sólo producen preocupación (Salmos 13:2) 7 2. Cultive la necesidad de entregarle todo al Señor por medio de la oración. (Lucas 18:1) 3. Vea las situaciones que le producen ansiedad como oportunidades para desarrollar su madurez y dependencia en El Señor. (Filipenses 1:6) 4. Procure vivir en el presente, no en el pasado ni en el futuro. (Santiago 4:13 –15) 5. Alimente su mente con la palabra, sus promesas y alabanzas. (Salmos 28:7) Para terminar, déjame hacer esta pregunta; ¿Qué has logrado a lo largo de tu vida con cada preocupación que has tenido? Sabes la respuesta. ¡NADA!. La preocupación no logra ninguna cosa. Está en la Biblia, Mateo 6:31-33, "No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". No podemos deshacernos de la preocupación hasta que la cambiemos por algo mejor; la oración. El preocuparse es una pérdida de tiempo. Lucas 12:25-26, "¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?" 8 Entregue todas sus preocupaciones al Señor. "Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros".