Tema 2 Etapas de Roma
Tema 2 Etapas de Roma
Tema 2 Etapas de Roma
Roma, ubicada a orillas del río Tíber, en la península Itálica, era en principio una zona
pantanosa e insalubre, foco de muchas enfermedades y epidemias; estaba lleno de alimañas
y era el refugio ideal de bandoleros de toda laya. Con el correr del tiempo,: surgen algunas
aldeas asentadas sobr| siete colinas existentes en el lugar, que fueron llamadas
posteriormente: Capitolio, Vfminal, Quirinal, Celio, Esquilmo, Aventino y Palatino. De esta
manera se funda la Confederación Septimoncial, para defenderse de sus vecinos que eran
los samnitas, los ecuos, los volscos, los sabinos y principalmente los etruscos, quienes
finalmente derrotan a la confederación y fundan la ciudad de Roma. El primer régimen
político que tuvo, fue la Monarquía con sus siete reyes que fueron los siguientes: Rómuio,
Numa Pompilio, Tulio Ostilio, Anco Marzio, Tarquino Prisco, Servio Tulio y Tarquino El
Soberbio.
Rómuio.- (753 - 716 a. C.) Cuenta la leyenda que el primer rey de Roma fue Rómuio,
fundador de la ciudad. Lo más probable es que Rómuio jamás haya existido y que ese
nombre lo inventaron los mismos romanos derivándolo de Roma, que según la palabra
etrusca rome significa: fuerza. Por consiguiente, Rómuio significa "hombre de fuerza", es
decir, el que supo defender a la nueva ciudad de los ataques de los pueblos vecinos. Sea
esto cierto o no, lo probable es que Rómuio formó un poderoso ejército, que le permitió a la
Urbe contener a sus enemigos y expandirse posteriormente sobre toda la península itálica.
Rómuio es el creador del Senado (100) y de los doce lictores.
Tulio Ostilio.- (672 - 640 a. C.) Tercer rey de Roma. En su reinado la Civitas es
fuerte y poderosa. Su única rival, la ciudad de Albalonga, antigua capital del Lacio, es
derrotada y destruida totalmente por su ejército.
Anco Marzio.- (640 - 616 a. C.) Cuarto rey de Roma. Destruye otras tres ciudades del Lacio y
llevó a sus habitantes a la colina del Aventino. Luego, decide construir un ^jerto en ¡a
desembocadura del Tíber, recibiendo el nombre de Ostia, del latín ostium, :ue significa
"boca". El puerto de Ostia no tardó en convertirse en uno de los más aportantes del
Mediterráneo, favoreciendo notablemente el comercio de los romanos, ai permitir el arribo
directo de las naves a Roma. Además, desempeñó otras funciones: defender a Roma de los
enemigos que llegaban del mar, proveerles sal y ser la base naval, militar y comercial de la
capital del Lacio.
1
Tarquino Prisco.- (616 - 578 a. C.) Quinto Rey de Roma. Este rey decidió embellecer la
ciudad con monumentales construcciones. Primeramente, hizo desecar a zona pantanosa de
la ciudad, construyendo luego la llamada Cloaca Máxima que oarece una avenida
subterránea, permitía drenar todas las aguas servidas hacia el Tíber y de allí al mar. Hasta el
día de hoy se sigue utilizando esa gigantesca construcción. _os romanos eran excelentes
ingenieros, lo que hacían lo hacían bien. Luego, ordenó construir el Circo Máximo, entre el
Palatino y el Aventino, para miles de espectadores. Ensanchó y ornamentó con pórticos el
Foro, del latín, forum, plaza, donde se realizaban as asambleas del pueblo y funcionaban los
mercados públicos. Construyó también nstalaciones sanitarias, baños, saunas y una red de
alcantarillado, que constituye un orgullo para la ingeniería romana. Cuidaban mucho su salud
y principalmente su - g:eme hace más de dos mil años atras.
Servio Tulio.- (578 - 534 a. C.) Sexto rey de Roma. Servio Tulio ensanchó las ciudad
abarcando más allá de las siete colinas. Construcción que duró cono siglos, hasta que el
emperador Aureliano amplió las defensas de la ciudad (270 - I” d. C.). Pero lo más importante
que hizo este rey, fue reformarla Constitución Política con leye's verdaderamente
revolucionarias para su época. Repartió tierras a PLebeyosas, suscitando la enemistad del
Senado.
Tarquino El Soberbio.- (534 - 509 a. C.) Séptimo rey de Roma. Lucio Tarquino, .: Rey de la
Civitas, fue apodado "El Soberbio" porque gobernó tiránicamente. Los : - a* :s se rebelaron y
lo expulsaron de la ciudad. A partir de entonces instituyeron je -'Leva forma de gobierno, la
republicana.
Roma se elevó a un sitio preponderante como resultado de sus conquistas exteriores. Estas
guerras de rapiña repercutieron de modo esencial en la suerte del Imperio Romano y tuvieron
consecuencias económicas importantes. El saqueo de los pueblos vecinos y su explotación
sistemática en el curso de muchos siglos proporcionaron a Roma riquezas sin límite,
Acelerando la evolución de la esclavitud, de la gran propiedad territorial del comercio y de la
industria. Y en la lucha por el imperio se creó una poderosa flota naval.
CICERON.
Marco Tulio Cicerón, el “príncipe de los oradores", nació en Arpiño (106 - 43 a. C.). Entre sus
muchas obras, los tratados “DE REPUBLICA”, “DE LEGIBUS" y “DE OFFICIIS”, encierran lo
esencial de su doctrina jurídica y política. Entre otras obras podemos mencionar los
DISCURSOS FORENSES y los CATILINARIAS.
En Roma en el año 80 (a. C.), Sila vencedor de Mario, publicaba las listas de --oscripclón que
tenían los nombres de sus enemigos políticos. Todos los señalados -n ellas debían'morir.
Reinaba el terror por las calles de Roma. Los libertos de Sila Avanzaban en la noche, por los
oscuros callejones de la ciudad y mataban impunemente los proscriptos más adinerados,
para hacerse asignar, con cualquier pretexto, sus iquezas y posesiones. Nadie osaba
acusarlos, pues la venganza sería terrible. En -ste ambiente, el joven abogado, Marco Tulio
Cicerón, comenzaba su vida forense. =n ese entonces un tal Roscio fue acusado por los
partidarios de Sila de haber matado a su padre. Ningún abogado estaba dispuesto a
defender al infeliz Roscio contra semejantes acusadores. Cicerón se ofreció. Le resultó fácil
al joven orador demostrar la Inocencia de su cliente contra la falsa acusación. Sabíase
además, que detrás de los acusadores de Roscio se ocultaba un terrible liberto, sicario de
Sila, Crisógono, cuyo solo nombre atemorizaba a los pobladores de Roma. Cicerón, con todo
aplomo y serenidad, lo llevó a juicio y lo acusó de sus infamias.
Tal fue el coraje de este joven abogado que muy pronto logró amplia popularidad y conquistó
la simpatía de sus conciudadanos. A los 43 años de edad fue elegido , Cónsul de la
República Romana. Durante su Consulado debió luchar largo tiempo con un terrible
adversario: Lucio Sergio Catilina, un ex partidario de Sila, que preparaba una conjura para
adueñarse del poder.
Cicerón descubrió las intrigas del revolucionario, y en una sesión que pasó a la historia,
celebrada el 8 de noviembre del año 63, lo denunció abiertamente ante el Senado.
Posteriormente, sus amigos consiguieron pronto que se derogara tal ley. Después de un año
y medio, Cicerón pudo regresar a la patria. Se trataba ahora de hacerse resarcir por los
daños-sufridos. Para ello, Cicerón contaba con un arma formidable: su “ propia elocuencia.
Pronunció en esa ocasión uno de sus más memorables discursos: Cicero, pro domo sua
(Cicerón, por su casa), y consiguió lo que se proponía: sus casas y sus villas fueron
reconstruidas a expensas del Estado. Y para reedificar la que poseía en la colina Palatina,
3
fue necesario derruir un templo, que había sido levantado sobre las ruinas de la primera
casa. ¡Así cambiaban las corrientes políticas, bajo el impulso efe quien supiera conquistar
simpatías!.
Muy pronto Cicerón fue elegido procónsul en Cilicia, pero en el año 50, mientras arreciaba la
guerra civil entre CesaryJPpmpeyo, el orador regresó a Roma y se declaró partidario de este;
más cayó en desgracia, porque el vencedor fue César. Mientrás duró la dictadura de éste,
Cicerón hubo de retirarse de la política. Pero después de los Idus de marzo del año 44,
cuando César fue asesinado, el ex cónsul se lanzó de nuevo a la lucha: clamó, con sus
célebres discurso (las filípicas), contra Marco Antonio, el más fiel seguidor de César. Y
tampoco esta vez tuvo éxito. En el año 43 fue hallado cerca de Formia por unos sicarios de
Marco Antonio, quienes lo mataron.
Se cuenta que el orador, en aquel momento, viajaba en una litera; los sicarios lo llamaron, él
asomó la cabeza por la ventanilla y un golpe de espada se la cortó. Su cabeza y sus manos
fueron clavadas detente de la tribuna de las arengas, por orden de Marco Antonio.
Ninguna legislación que la infrinja merece el nombre de Ley, porque ningún gobernante ni
pueblo puede convertir lo injusto en justo. Leamos este pasaje de “De república”: “Existe,
pues, una verdadera ley, la recta razón congruente con la naturaleza, se extiende a todos
los hombres y es constante y eterna; sus mandatos llaman a sus prohibiciones apartan del
mal. Y rio ordena ni prohíbe en vano a los hombres ni influye en los malos. No es lícito tratar
de modificar esta ley, ni permisible abrogarla parcialmente. Y es Imposible anularla por
entero. Ni el senado, ni el pueblo absolvernos del cumplimiento de esta ley, ni se requiere
nadie que la explique o interprete. No es una en Roma y otra en Atenas, una y otra después,
sino una ley única, eterna e Inmutable, que obliga a todos los hombres y para todos los
tiempos: y existe un maestro y gobernante común de todos, Dios, que es el autor, intérprete y
juez de esa ley y que impone su cumplimiento. Quién no le obedezca huye de sí mismo y de
su naturaleza de hombre, y por ello se hace acreedor a las penas máximas, aunque escape
a los diversos suplicios comúnmente considerados como tales”. A la luz de esta ley eterna,
todos los hombres, como sostiene Cicerón del modo más inequívoco, son iguales. No son
iguales en saber, y no es conveniente que el estado Intente agualarlos en riqueza, sino que
son ¡guales en cuanto que poseen razón, en su estructura psicológica y en su actitud general
respecto a lo que creen honorable e indigno. Más aún, Cicerón llega a sugerir que nada sino
el error, los malos hábitos y las opiniones falsas impide a los hombres ser en realidad
4
iguales. Todos los hombres y todas las razas humanas poseen la misma capacidad de
experiencia y las mismas clases de experiencia, y todos ellos son igualmente capaces de
distinguir entre lo bueno y IO malo.
La deducción política que saca Cicerón de este axioma ético es la de que un estado no
puede perdurar o no puede, al menos, perdurar sino en mala situación, a menos que se base
en la conciencia de las obligaciones mutuas y del reconocimiento mutuo de los derechos que
unen a sus ciudadanos entré sí, y de que reconozca y lleve a la práctica las consecuencias
de esa conciencia.El estado es una comunidad moral, un grupo de personas que poseen en
común el Estado y su derecho. Por esta razón, denomina al Estado con frase feliz, res populi
o res pública, la cosa el pueblo", que equivale prácticamente al uso que se hacía en inglés
antiguo de la palabra como Esta es la base del argumento empleado por Cicerón contra los
epicúreos y los escépticos de que la justicia es un bien intrínseco. A menos que el Estado
sea una comunidad para fines éticos y a menos que esté unido por vínculos morales, no es,
como dijo San Agustín posteriormente, nada sino “una cuadrilla de malhechores” o “un
bandidaje en gran escala”. Desde luego, es cierto que un Estado puede ser tiránico y regir a
sus súbditos por la fuerza bruta -la ley moral no hace imposible la inmoralidad, pero en la
medida en que así ocurra, pierde su carácter de verdadero Estado.
Primera: Como el Estado y su derecho son bien común del pueblo, su autoridad surge del
poder colectivo del pueblo. Un pueblo es una organización autónoma que necesariamente
los poderes requeridos para conservarse y continuar su existencia: SALUS POPULI
SUPREMA LEX EST (La salud del pueblo es la suprema ley).
Estos principios generales de gobierno -“que la autoridad procede del pueblo, que sólo debe
ser ejercida con el respaldo del derecho y que sólo está justificada por razones morales”-
alcanzaron una aceptación casi universal en un tiempo relativamente ':xeve después de la
época en que escribió Cicerón y han seguido siendo aceptados 'a* la filosofía política durante
muchos siglos. En sustancia no hubo ninguna diferencia De opinión con respecto a ellos
durante toda la Edad Media.
5
LOS JURISCONSULTOS ROMANOS.